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BQIII.

TEMA SEIS

TEMA SEIS
EL TÉRMINO MUNICIPAL.
LA POBLACIÓN MUNICIPAL: CONSIDERACIÓN ESPECIAL DEL VECINO.
EL PADRÓN MUNICIPAL.

EL TÉRMINO MUNICIPAL
El territorio es uno de los elementos del municipio, junto con la población y la organización,
según establece el artículo 11.2 de la LRBRL y recibe la denominación de «término municipal».
Los artículos 12 de la LRBRL y 1 del Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las
entidades locales (RPDT), aprobado mediante el Real Decreto 1690/1986, de 11 de julio,
disponen que el término municipal es el territorio en que el ayuntamiento (o el concejo abierto)
ejerce sus competencias. El término municipal está formado por territorios continuos, pero
podrán mantenerse situaciones de discontinuidad que estén reconocidas actualmente.

EL TÉRMINO MUNICIPAL Y SU DESLINDE


Entre las características principales del término destacan la de que ha de tener una estructura
real, ser fijo (sin perjuicio de que sufra alteraciones como veremos después), debe ser
determinado, puede ser dividido dentro de su unidad (según el artículo I del RPDT en distritos
y barrios), constituye el ámbito en el que el Ayuntamiento ejerce sus competencias y ha de estar
incluido dentro de una misma provincia (según los artículos 12.2 de la LRBRL y 2 del TRRL).

Por tanto, podemos conceptuar el territorio como sujeto, objeto y límite de lo municipal. Es 1
elemento esencial y constitutivo del municipio.

También hemos de referirnos al deslinde u operación por la que se fijan los límites territoriales
del municipio. Es una potestad reconocida en el artículo 4 de la LRBRL, y los acuerdos para la
aprobación de la delimitación del término municipal requieren un quórum reforzado, el de
mayoría absoluta del número legal de miembros, según el art, 47.2 de la LRBRL.

En función de si el deslinde se lleva a cabo entre municipios del ámbito territorial de una misma
Comunidad Autónoma o si por el contrario afecta a varias Comunidades Autónomas cabe
diferenciar:

a) Si el deslinde se realiza entre municipios de una misma Comunidad Autónoma el deslinde


se llevará a cabo a través del procedimiento que diseñe la legislación autonómica siendo en
su defecto de aplicación los artículos 17 a 25 del RPDT que prevén el nombramiento de una
comisión por cada municipio, tras lo cual, si existe conformidad en la división territorial, se
levantará un acta conjunta procediéndose a la colocación de hitos o mojones de
señalamiento o, en caso de disconformidad en la fijación ele la línea divisoria, cada
municipio levantará su propia acta en la que hará constar todos los datos necesarios para
justificar su apreciación, remitiéndose a la Comunidad Autónoma, quien a su vez lo enviará
al Instituto Nacional Geográfico que habrá de informar, junto con el Consejo de Estado u
órgano consultivo ele la Comunidad Autónoma, resolviendo finalmente esta.

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b) Si el deslinde se realiza entre municipios pertenecientes a diferentes Comunidades


Autónomas, según el artículo 50.3 de la LRBRL, de 2 de abril, las cuestiones se resolverán
por la Administración del Estado, previo informe del Instituto Geográfico Nacional, con
audiencia de los municipios afectados y de las respectivas Comunidades Autónomas y
dictamen del Consejo de Estado, lo que es objeto de desarrollo por el Real Decreto
3426/2000, de 15 de diciembre, por el que se regula el procedimiento de deslinde de
términos municipales pertenecientes a distintas Comunidades Autónomas.

EL PROBLEMA DE LA PLANTA MUNICIPAL


El problema de la planta municipal es reconclucible a una serie de cuestiones. Entre ellas,
podemos referirnos a la pluralidad de municipios existentes en nuestro país (8.119 según datos
actualizados a enero de 2015) y a la diferencia de tamaño y población existente entre ellos (más
del 90 % de los municipios no superan los 5.000 habitantes). Resulta así preciso y conveniente
en muchas ocasiones acudir a fórmulas asociativas para el caso de los municipios más pequeños
y a la división del término municipal para el de los más grandes.

El legislador local de 1985, consciente de tal necesidad y superando la criticada excesiva


uniformidad imperante en épocas pasadas, vino a subrayar tales necesidades, habida cuenta de
la gran diversidad existente entre los problemas que se dan en las grandes concentraciones
urbanas y en los pequeños núcleos rurales. Así, la opción preferible de los pequeños municipios
para solventar su graves problemas en la prestación de servicios, debilidad estructural,
incapacidad institucional, insuficiencia financiera ... ha venido pasando por la llamada estrategia
del sur ele Europa, que se sostiene en una asociación de los municipios, en especial a través de
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las figuras de las comarcas, los consorcios y las mancomunidades de municipios, y por el papel
de la provincia en su competencia de asistencia y cooperación atribuida por el artículo 36 de la
LRBRL.

En relación con ello se sitúan los Programas ele Estabilidad 2012-2015 y de Reformas 2012, que
previeron una serie ele medidas, en colaboración con la FEMP, tales como una racionalización
del número de municipios, así como agrupar municipios en función de su población, a fin de
eliminar duplicidades y, sobre todo, hacer más eficiente el funcionamiento de las
Administraciones públicas. Fruto de ello fue la LRSAL, que en relación a esta cuestión incorporó
importantes novedades en el artículo 13 de la LRBRL, promoviendo la fusión de municipios.

Centrándonos ahora en los grandes municipios, hay que decir que el territorio de los municipios
pueden ser objeto de división administrativa con la finalidad de lograr una mejor prestación ele
los servicios o una mayor proximidad ele la gestión política al ciudadano en el espacio
geográfico. Así nos lo señala el artículo 24 ele la LRBRL indicando que «para facilitar la
participación ciudadana en la gestión de los asuntos locales y mejorar esta, los municipios
podrán establecer órganos territoriales de gestión desconcentrada, con la organización,
funciones y competencias que cada ayuntamiento les confiera, atendiendo a las características
del asentamiento ele la población en el término municipal, sin perjuicio de la unidad de gobierno
y gestión del municipio». Estas fórmulas territoriales, tal y como las recoge el ROF, vienen a ser
esencialmente las Juntas Municipales de Distrito y en menor medida los representantes
personales del alcalde en poblados y barriadas. Algunas de estas fórmulas se vieron reforzadas

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con la reforma operada por la Ley 57/2003, de 16 ele diciembre, de medidas para la
modernización del Gobierno local, en especial en los municipios a los que se les aplica el régimen
organizativo del Título X, título con el cual se supera también el uniformismo existente en el
modelo orgánico-funcional.

Por otra parte, el territorio municipal puede estar constituido por núcleos ele población
separados y gobernados tradicionalmente por entidades locales de ámbito inferior al municipio
con personalidad jurídica y competencias propias, con denominaciones tales corno caseríos,
parroquias, aldeas, barrios, anteiglesias, concejos, pedanías, lugares anejos y otros análogos o
aquellos que establezcan las leyes, entidades que han tenido su propia organización constituida
por un órgano unipersonal ejecutivo de elección directa, alcalde pedáneo, y un órgano colegiado
de control cuyo número no podrá ser inferior a dos ni superior a un tercio del número de
miembros de la corporación, asamblea vecinal (de acuerdo con el art. 45 de la LRBRL) y
regulándose por la normativa autonómica. No obstante la LRSAL, ha venido a derogar el citado
artículo 45 de la LRBRL y a regular estas figuras bajo el nuevo artículo 24 bis con la naturaleza
jurídica de órganos de gestión territorial desconcentrada, si bien según su disposición transitoria
cuarta mantendrán la condición de entidades locales las existentes antes de la reforma de
diciembre de 2013.

ALTERACIONES DE LOS TÉRMINOS MUNICIPALES.


Según el artículo 13.1 de la LRBRL, la creación o supresión de municipios, así como la alteración
de los términos municipales, se regulará por la legislación ele las Comunidades Autónomas sobre
el régimen local, por mandato del artículo 148.1.2.de la Constitución española.
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1. Legislación básica
Se rige pues esta cuestión por lo dispuesto en la normativa autonómica, si bien no debemos
olvidar que la Constitución señala también en su artículo 149.1.18. que corresponde al Estado
la fijación de las bases del régimen jurídico de las Administraciones Públicas, siendo la
Administración Local una de ellas.

Las alteraciones de los términos municipales pueden tener lugar por tres supuestos:
- Por la creación de municipios, lo que podrá ocurrir por dos motivos, la fusión de dos o
más municipios limítrofes para crear uno nuevo o la segregación de parte del territorio
de uno o varios municipios para constituir otro independiente.

- Por la supresión de municipios, lo que podrá ocurrir por dos motivos, la fusión de dos o
más municipios, en cuyo caso se crea uno nuevo, diferente de los anteriores que quedan
suprimidos, y la incorporación de uno o más municipios a otro u otros limítrofes, al que
quedarán anexiona- dos y, por lo tanto, desapareciendo como entidades
independientes.

- Por la segregación de parte del territorio de un municipio para agregarlo a otro limítrofe,
en cuyo caso no se produce creación ni supresión de municipio alguno.
La legislación básica en la materia, está presidida por el artículo 13 de la LRBRL

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- Nos señala el artículo 13 de la LRBRL que la creación o supresión de municipios, así como
la alteración de los términos municipales no podrá suponer en ningún caso la
modificación de los límites provinciales y que precisará en todo caso de audiencia de los
municipios interesados y dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo
autonómico equivalente, así como informe de la Administración que ejerza la tutela
financiera y simultáneamente a la petición del dictamen toma de conocimiento por la
Administración General del Estado.

- A su vez, la creación de municipios solo podrá realizarse sobre la base de núcleos de


población territorialmente diferenciados de al menos 5.000 habitantes y siempre que
los municipios resultantes sean financieramente sostenibles, cuenten con recursos
suficientes para el cumplimiento de las competencias municipales y no suponga
disminución en la calidad de los servicios que venían siendo prestados.

- Se ha producido la incorporación por parte de la LRSAL, de los nuevos apartados 4, 5 y


6 al artículo 13 de la LRBRL, de lo que parece deducirse un esfuerzo hacia la denomina
estrategia del norte de Europa, tendente a la creación de municipios de un mayor
tamaño.

o El nuevo artículo 13.4 viene a disponer que los municipios, con independencia
de su población, colindantes dentro de la misma provincia podrán acordar su
fusión mediante un convenio de fusión, sin perjuicio del procedimiento previsto
en la normativa autonómica. El nuevo municipio resultante de la fusión no
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podrá segregarse hasta transcurridos 10 años desde la adopción del convenio
de fusión. Al municipio resultante de esta fusión le serán de aplicación
importantes beneficios fiscales y de estímulo económico (coeficiente de
ponderación del 0,10, la financiación mínima será la suma de las financiaciones
mínimas que tuviera cada municipio por separado antes de la fusión, dispensa
de prestar nuevos servicios mínimos de los previstos en el artículo 26 de la
LRBRL que le corresponda por razón de su aumento poblacional, preferencia
durante los cinco primeros años en la asignación de planes de cooperación local,
subvenciones, convenios u otros instrumentos basados en la concurrencia ... ).

La fusión conllevará la integración de los territorios, poblaciones y


organizaciones de los municipios, incluyendo los medios personales, materiales
y económicos del municipio fusionado, de acuerdo con las medidas de
redimensionamiento que apruebe el Pleno para la adecuación de las estructuras
organizativas, inmobiliarias, de personal y de recursos resultantes de su nueva
situación. El órgano del gobierno del nuevo municipio resultante estará
constituido transitoriamente por la suma de los concejales de los municipios
fusionados en los términos previstos en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio,
del Régimen Electoral General.

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El nuevo municipio se subrogará en todos los derechos y obligaciones de los


anteriores municipios, si bien si uno de los municipios fusionados estuviera en
situación de déficit se podrán integrar, por acuerdo de los municipios
fusionados, las obligaciones, bienes y derechos patrimoniales que se consideren
liquidables en un fondo, sin personalidad jurídica y con contabilidad separada,
adscrito al nuevo municipio, que designará un liquidador al que le
corresponderá la liquidación de este fondo, a realizar en un plazo máximo de
cinco años, El nuevo municipio aprobará un nuevo presupuesto para el ejercicio
presupuestario siguiente a la adopción del convenio de fusión.

o El artículo 13.5 prevé que las Diputaciones provinciales o entidades equivalentes, en


colaboración con la Comunidad Autónoma, coordinarán y supervisarán la
integración de los servicios resultantes del proceso de fusión.

o Además, según el artículo 13.6, el convenio de fusión deberá ser aprobado por
mayoría simple de cada uno de los plenos de los municipios fusionados y que, como
importante excepción, la adopción de los acuerdos previstos en el artículo 47.2,
(materias que requieren voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de
miembros de las corporaciones) siempre que traigan causa de una fusión, será por
mayoría simple de los miembros de la corporación.

- Por otra parte, el artículo 2 del TRRL nos indica que cada municipio pertenecerá a una
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sola provincia y el artículo 3.2 que la alteración de términos, en ningún caso, podrá
suponer modificación de los límites provinciales, cuestión esta última que fue
incorporada también al artículo 13.1 de la LRBRL por la Ley 57/2003, de 16 de diciembre,
de medidas para la modernización del Gobierno local.

El procedimiento de alteración de términos municipales se encuentra regulado en los artículos


9 ( del TRRL y 9 al 16 del RPDT, todo ello, con carácter supletorio a lo que recoja la legislación
autonómica, pudiéndose diferenciar:

a. Una tramitación autonómica de oficio, en la que la iniciación de los expedientes de


alteración de los términos municipales se podrá decretar por Comunidad Autónoma, bien
de oficio o bien a instancia de cualesquiera de los municipios interesados, las Diputaciones
Provinciales respectivas, la Administración del Estado, a través del delegado del Gobierno, y
otros órganos de la Comunidad Autónoma que estimen necesaria la alteración. En la
instrucción se dará audiencia, en todo caso, a los municipios y a las demás entidades locales
afectadas, debiéndose remitir el expediente para su dictamen por el Consejo de Estado u
órgano consultivo superior de la Comunidad Autónoma, si existiese.

b. Una tramitación voluntaria municipal. En estos casos se requiere acuerdo adoptado por
mayoría absoluta del número legal de miembros de la corporación y sometimiento a un
periodo de información pública por plazo no inferior a 30 días, finalizado el cual se adoptará
acuerdo con la misma mayoría, tras lo cual se elevará el expediente a la Comunidad

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Autónoma, que con su informe lo remitirá para dictamen del Consejo de Estado u órgano
consultivo de la Comunidad Autónoma si lo hubiere.

c. Una tramitación popular, prevista para los supuestos de segregación parcial, a que se
refieren los artículos 6 y 7 del TRRL, que podrá ser promovida por la mayoría de los vecinos
residentes en la parle o partes que hayan de segregarse. En estos casos se constituye una
comisión formada por los vecinos, que tras completar toda la documentación necesaria,
elevará su propuesta al Ayuntamiento, que la someterá a información pública por plazo no
inferior a 30 días, y posteriormente adoptará un acuerdo, en el plazo de 2 meses, con las
mayorías previstas en el apartado anterior, elevando el expediente a la Comunidad
Autónoma, aun cuando el acuerdo no hubiese sido favorable a la segregación. Si en el plazo
dos meses anteriormente indicado no se ha adoptado acuerdo municipal expreso, la
comisión directamente elevará el expediente al órgano autonómico, quien a su vez, con su
informe, lo remitirá al Consejo de Estado u órgano consultivo superior de la Comunidad
Autónoma si existiese.

En todos los expedientes de alteración de términos municipales se deberá solicitar informe a la


Administración que ejerza la tutela financiera y simultáneamente a la petición del dictamen
toma de conocimiento por la Administración General del Estado.

Las resoluciones de alteración de los términos municipales se adoptarán por acuerdo del
Consejo de Gobierno de las Comunidades Autónomas y se publicarán en el boletín oficial de las
mismas y de la provincia respectiva. Igualmente, se comunicará a través de la Administración
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General del Estado, al Registro de Entidades Locales así como al Registro Central de Cartografía.

2. Legislación autonómica andaluza: Ley Autonomía Local de Andalucía


A. Supuestos
La alteración de términos municipales, mediante segregación-agregación, no podrá suponer
para ninguno de los municipios afectados, ni la privación de los recursos necesarios para
prestar los servicios básicos establecidos legalmente, ni la reducción de los servicios a los
que viniesen obligados en función de su población. El municipio que experimente la
segregación podrá ser compensado con la incorporación a su término de una parte del que
originó esta alteración. Si ello no fuera posible o conveniente, según los criterios de la
ordenación territorial de la Comunidad Autónoma, podrá fijarse una compensación
económica a cargo del municipio acrecido. Solo podrá efectuarse la alteración en alguno de
los siguientes casos:

- Cuando un núcleo de población de un municipio se extienda por el término de otro u


otros limítrofes.
- Cuando sea necesario dotar a un municipio limítrofe del territorio indispensable para
ampliar los servicios existentes o instalar aquellos nuevos que imperativamente hubiere
de prestar como consecuencia de un aumento de su población.
- Cuando concurran otras circunstancias de orden geográfico, demográfico, económico,
histórico o administrativo que así lo aconsejen.

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a. La fusión de municipios
La fusión consiste en la creación de un nuevo municipio resultado de la unión de dos o
más preexistentes y limítrofes de la misma provincia, que se suprimen. Podrá acordarse
la fusión de municipios cuando se dé alguna de las circunstancias siguientes:

- Falta de recursos para prestar, cada uno de ellos, por sí o asociados, los servicios
mínimos impuestos por la ley.
- Confusión de sus núcleos de población consecuencia del desarrollo de sus
edificaciones y demás espacios urbanos.
- Existencia de condiciones de orden geográfico, económico, demográfico,
administrativo o cualesquiera otras que pudieran hacerla necesaria o conveniente.

b. La segregación de términos municipales


Se entiende por segregación de un término municipal la separación de parte del
territorio, bien para la creación de uno distinto o bien para ser agregado a otro
preexistente, limítrofe y de la misma provincia, no comportando en este último caso
creación ni supresión de municipios.

La creación de un nuevo municipio por segregación tendrá carácter excepcional, solo se


hará sobre la base de núcleos de población y necesitará, además de la conformidad
expresa, acordada por mayoría absoluta, del pleno del ayuntamiento del municipio que
sufre la segregación, la concurrencia de, al menos, las siguientes circunstancias:
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- La existencia de motivos permanentes de interés público relacionados con la
planificación territorial de Andalucía.
- Que el territorio del nuevo municipio cuente con unas características que
singularicen su propia identidad sobre la base de razones históricas, sociales,
económicas, laborales, geográficas y urbanísticas.
- Que entre los núcleos principales de población del municipio matriz y del territorio
que pretende la segregación exista una notable dificultad de acceso caracterizada
por la distancia, orografía adversa, duración del trayecto en vehículo automotor,
carencia de servicio público de transporte de viajeros u otras de similar naturaleza.
- Que el nuevo municipio pueda disponer de los recursos necesarios para el
cumplimiento de las competencias municipales que como mínimo venía ejerciendo
el municipio del que se segrega y, en todo caso, los servicios previstos como básicos
por la ley. Dichos recursos deben estar relacionados con la capacidad financiera de
la vecindad del nuevo municipio y la riqueza imponible de su término municipal.
- Que el nuevo municipio cuente con un territorio que permita atender a sus
necesidades demográficas, urbanísticas, sociales, financieras y de instalación de los
servicios de competencia municipal.
- Que el nuevo municipio pueda garantizar la prestación de los servicios públicos con
el mismo nivel de calidad que el alcanzado por el municipio matriz en el territorio
base de la segregación.
- Que el municipio o municipios matrices no se vean afectados de forma negativa en
la cantidad y calidad de prestación de los servicios de su competencia, ni privados

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de los recursos necesarios para la prestación de los servicios mínimos establecidos


legalmente.

c. La incorporación de municipios
Se entiende por incorporación la anexión a un municipio de la totalidad del término
municipal de otro u otros limítrofes, que se suprimen. La supresión por incorporación
se podrá acordar sobre la base de alguna o algunas de las circunstancias siguientes:

- Insuficiencia de medios para atender los servicios públicos obligatorios exigidos por
la ley.
- Descenso acusado y progresivo de su población de derecho o su total desaparición,
de forma que resulte técnicamente desaconsejable la prestación de los servicios
públicos obligatorios exigidos por la ley.
- La incapacidad sobrevenida, total o sustancial, del territorio del municipio para la
sustentación de edificaciones destinadas a uso residencial, como resultado de
grandes obras hidráulicas o de infraestructuras de transportes, industriales o
energéticas, alteraciones geológicas o causas análogas.

B. Procedimiento
a. Iniciativa

Los procedimientos para la creación y supresión de municipios o la alteración de sus


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términos podrá iniciarse:

- Por uno, varios o todos los ayuntamientos afectados, mediante acuerdo adoptado
por la mayoría absoluta del número legal de miembros.
- Por la diputación provincial de la provincia en que radiquen.
- Por la consejería competente sobre régimen local de la Junta de Andalucía.

De promoverse el procedimiento por varios de los ayuntamientos interesados en


realizar una determinada modificación, se constituirá una comisión mixta integrada por
representantes de los mismos, para la formulación única de pareceres, en su caso, sobre
todos aquellos aspectos que hubieran de quedar resueltos en el expediente.

En ningún caso podrá iniciarse un procedimiento de modificación de términos


municipales si no hubiese transcurrido un plazo de cinco años desde la desestimación
por la Junta de Andalucía de otro sustancialmente igual.

b. Formación del expediente


Los expedientes de los procedimientos de modificación de términos municipales estarán
integrados por la siguiente documentación:

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- Memoria que contenga una exposición detallada de la concurrencia de las


circunstancias exigidas, en cada caso, por esta ley y demás motivos que justifiquen
la modificación propuesta.
- Cartografía en la que se refleje la delimitación actual del término o términos
municipales afectados, así como la que se pretenda alcanzar.
- Informe económico en el que se justifique la posibilidad y conveniencia, en este
aspecto, de la modificación que se pretende.

En los expedientes de segregación para la constitución de un nuevo municipio, además


de la documentación exigida en el apartado anterior, figurará la siguiente:

- Propuesta que contenga el nombre del nuevo municipio, con indicación del núcleo
de población en el que ha de radicar su capitalidad, caso de que tuviese más de uno.
- Propuesta relativa al régimen especial de protección de acreedores con respecto a
las obligaciones asumidas por el nuevo municipio.
- Propuesta de atribución al nuevo municipio de bienes, créditos, derechos y
obligaciones procedentes del municipio originario y régimen de usos públicos y
aprovechamientos comunales, así como las bases que se establezcan para resolver
cualesquiera de las cuestiones que pudieran suscitarse entre ellos en el futuro.

En los expedientes de fusión de municipios también figurará la propuesta que contenga


el nombre del nuevo municipio, con indicación del núcleo de población en el que ha de
radicar su capitalidad, caso de que tuviese más de uno.
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c. Potestades de la Comunidad Autónoma en los procedimientos de iniciativa municipal

La consejería competente sobre régimen local, una vez recibida la iniciativa de


modificación con la documentación correspondiente, comprobará si ha surgido de
todos los municipios afectados o solo de parte de ellos.

La consejería, antes de cualquier otro trámite, concederá audiencia por plazo de


cuatro meses a los municipios que no hayan participado en la iniciativa, a fin de que
puedan pronunciarse sobre la misma, aportando en su caso la documentación que
estimen conveniente. Se entenderá que el municipio que no se pronuncie
expresamente sobre la iniciativa, dentro del señalado plazo, muestra su
conformidad.

Cumplido en su caso el requisito a que se refiere el párrafo anterior, se someterá a


información pública durante el plazo de un mes, mediante anuncios insertos en los
boletines oficiales de la Junta de Andalucía y de la provincia, así como en los tablones
de anuncios y sedes electrónicas del ayuntamiento o ayuntamientos interesados.

La consejería, cumplido el trámite anterior, recabará el dictamen de cuantos


organismos públicos y servicios administrativos estime convenientes. También

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podrá solicitar de quienes promovieron la iniciativa que completen, desarrollen o


justifiquen algún punto respecto de la documentación aportada.

Una vez completado el expediente, se solicitará el parecer sucesivo de la diputación


provincial y del Consejo Andaluz de Concertación Local, que deberán ser emitidos
en el plazo de tres meses.

Por último, se remitirán las actuaciones al Consejo Consultivo de Andalucía, y


simultáneamente se pondrán en conocimiento de la Administración del Estado las
características y datos principales del expediente.

d. Potestades de la Comunidad Autónoma en los procedimientos iniciados por la


consejería competente sobre régimen local o por la diputación provincial

Cuando la iniciativa corresponda a la consejería competente sobre régimen local o


a la diputación provincial, se procederá a ponerla en conocimiento de los municipios
afectados a fin de que puedan pronunciarse en el plazo de cuatro meses, aportando
en su caso la documentación que estimen conveniente. Transcurrido dicho plazo, se
entenderá que el municipio que no se pronuncie expresamente muestra su
conformidad.

Tanto la iniciativa como los acuerdos municipales adoptados en su caso serán


sometidos por la propia consejería a información pública por plazo de un mes,
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mediante anuncios insertos en los boletines oficiales de la Junta de Andalucía y de
la provincia, así como en los tablones de anuncios y sede electrónica del
ayuntamiento o ayuntamientos interesados.

Cumplidos los trámites previstos en los apartados anteriores, la consejería decidirá


sobre la continuación del expediente.

En el supuesto de que decida su continuación, la consejería recabará el dictamen de


cuantos organismos públicos y servicios administrativos estime convenientes,
solicitará el parecer del Consejo Andaluz de Concertación Local, que deberá ser
emitido en el plazo de tres meses, y someterá lo actuado a dictamen del Consejo
Consultivo de Andalucía, poniéndolo simultáneamente en conocimiento de la
Administración del Estado.

e. Resolución del procedimiento


Todos los expedientes de creación o supresión de municipios así como los de alteración
de términos municipales serán resueltos por decreto del Consejo de Gobierno, a
propuesta de la persona titular de la consejería competente sobre régimen local.

LA POBLACIÓN MUNICIPAL: CONSIDERACIÓN ESPECIAL DEL VECINO

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La población es uno de los elementos esenciales del municipio, junto con el territorio y la
organización. Se regula en los artículos 53 y siguientes del Reglamento de Población y
Demarcación Territorial de las Entidades Locales (RPDT), modificado por el Real Decreto
2612/1996, de 20 de diciembre, que desarrollan los preceptos 15 a 18 de la LRl3RL, modificada
aquí por la Ley 4/1996, de 1 O de enero, y más recientemente por la Ley Orgánica 14/2003,
de 20 de noviembre (en materia de extranjería), por la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de
medidas para la modernización del Gobierno local, y por la LRSAL.

El artículo 15 establece que toda persona que viva en España está obligada a inscribirse en el
padrón del municipio en el que resida habitualmente y quien viva en varios municipios deberá
inscribirse únicamente en el que habite durante más tiempo al año.

La población municipal se constituye así por el conjunto de personas inscritas en el padrón


municipal. Los inscritos son los vecinos del municipio, condición esta última que se adquiere en
el momento de la inscripción en el padrón.

La distinción entre población de derecho (constituida por los residentes) y la población de hecho
(residentes más transeúntes) que contenía la LRBRL ha desaparecido por la modificación
legislativa de 196 al eliminar la inclusión en el padrón de los transeúntes (los que
circunstancialmente viven en un municipio que no es su residencia habitual). También se
suprime la distinción entre vecinos y domiciliados (los primeros eran los españoles mayores
de edad y residentes habituales y los segundos, los españoles meno- res de edad y los
extranjeros residentes). En su lugar, ahora solo cabe hablar de la población del municipio,
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constituida, como decíamos al principio, por los vecinos del municipio, condición que se
adquiere en el mismo momento de su inscripción en el padrón.

Los españoles residentes en el extranjero serán inscritos en un padrón específico, del que se
responsabiliza la Administración General del Estado, y no se consideran, en ningún caso,
población del municipio. Solo se consideran vecinos a efectos del ejercicio del derecho de
sufragio (art. 17.5 de la LRBRL).

EL ESTATUTO DE LOS VECINOS

Los derechos y deberes de los vecinos se enumeran en los artículos 18 ele la LRBRL (en la
redacción dada por la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de medidas para la modernización del
Gobierno local) y 56 del R PDT, entre otros. Son los siguientes:

a. Ser elector y elegible de acuerdo con lo dispuesto en la legislación electoral. Este


derecho se ha ampliado para los extranjeros residentes en España respecto al
derecho a ser elector y elegible en las elecciones municipales, y atendiendo a
criterios de reciprocidad, en aplicación del artículo 8 B) del Tratado de Maastricht,
ratificado por España el 29 ele diciembre de 1992, lo que obligó a modificar el
artículo 13 de la Constitución española, Además, la Ley Orgánica 2/2009, de reforma
de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los
extranjeros en España y su integración social, ha incidido en ello, estableciéndose

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en el nuevo artículo 6 que los extranjeros residentes en España podrán ser titulares
del derecho ele sufragio en las elecciones municipales en los términos establecidos
en la Constitución, los tratados internacionales y en la ley.
b. Participar en la gestión municipal de acuerdo con lo previsto en las leyes y, en su
caso, cuando la colaboración con carácter voluntario de los vecinos sea interesada
por los órganos de gobierno y administración municipal, previsión que se encuentra
regulada con detalle en los artículos 69 a 72 de la LRBRL y desarrollada en los
artículos 226 y siguientes del ROF, dentro del Título VII, denominado «Estatuto del
vecino», donde se contempla:
- El deber de facilitar la más amplia información sobre la actividad ele la corporación
local y la participación de todos los ciudadanos en la vida local, si bien sin que ello
pueda menoscabar las facultades de decisión de los órganos representativos.
- La obligación de los Ayuntamientos ele establecer y regular en normas de carácter
orgánico procedimientos y órganos adecuados para la efectiva participación de los
vecinos en los asuntos de la vida pública local, tanto en el ámbito del municipio en
su conjunto como en el de los distritos (si estos existieran), impulsando la utilización
de las tecnologías de la información y la comunicación,
- La iniciativa popular municipal, introducida por la Ley 57/2003, ele 16 de diciembre,
de medidas para la modernización del Gobierno local. Señala así el apartado
segundo del artículo 70 bis de la LRBRL que los vecinos que gocen de sufragio activo
en las elecciones municipales podrán ejercer dicha iniciativa, presentando
propuestas de acuerdos o actuaciones o proyectos de reglamentos en materias de
la competencia municipal.
12
- La consulta popular, recogida en el artículo 71 de la LRBRL, según el cual «de
conformidad con la legislación del Estado y de la Comunidad Autónoma, cuando esta
tenga competencia estatutariamente atribuida para ello, los Alcaldes, previo
acuerdo por mayoría absoluta del pleno y autorización del Gobierno de la nación,
podrán someter a consulta popular aquellos asuntos de la competencia propia
municipal y de carácter local que sean ele especial relevancia para los intereses de
los vecinos, con excepción de los relativos a la Hacienda Local.
- Las asociaciones de vecinos para la defensa de sus intereses generales o
sectoriales, gozarán de facilidades en el uso de los medios públicos y en el acceso
a las ayudas económicas para la realización de sus actividades, pudiendo ser declara-
dos de utilidad pública. También podrán acceder al uso de locales y medios de
comunicación municipales, recibir las convocatorias de los órganos municipales,
resoluciones, acuerdos y publicaciones ... , siempre que figuren inscritas en el
Registro Municipal de Asociaciones Vecinales.

- A todos ellos podríamos añadirles el deber de las Administraciones Públicas de tener


a disposición de los ciudadanos copias completas de los instrumentos de ordenación
territorial y urbanística, de los documentos de gestión y de los convenios
urbanísticos, recogido en el artículo 70 ter de la LRBRL, e introducido por la Ley
8/2007, de 28 de mayo, del Suelo (hoy TRLS15).

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c. Utilizar, de acuerdo con su naturaleza, los servicios públicos municipales y acceder


a los aprovechamientos comunales de acuerdo a las normas aplicables.
d. Contribuir mediante las prestaciones económicas y personales legalmente previstas
a la realización de las competencias municipales.
e. Ser informados previa petición razonada y dirigir solicitudes a la Administración
municipal, en relación con todos los expedientes y documentación municipal, de
acuerdo con lo previsto en el artículo 105 de la Constitución.
f. Pedir la consulta popular en los términos previstos en la ley, ya vista.
g. Exigir la prestación y, en su caso, el establecimiento del correspondiente servicio
público, en el supuesto de constituir una competencia municipal propia de carácter
obligatorio.

Muchas son las voces que insisten en la necesidad de profundizar y potenciar nuevos cauces de
participación, que den lugar a una nueva dinámica caracterizada por la negociación, la
integración y el consenso de los distintos grupos y actores intervinientes. De ello se hizo eco el
Libro Blanco para la mejora de los servicios públicos de febrero de 2000, al señalar en su primer
Capítulo que nos encontramos ante «un ciudadano más maduro y mejor conocedor de sus
derechos» y que «el resultado de esa evolución compleja es que el ciudadano no solo está en
mejor disposición para un más amplio ejercicio de la democracia, sino que, de un modo tácito o
expreso, lo reclama. Emerge así una concepción renovada de la participación democrática que
sobrepasa los aspectos más tradicionales de la vida política para alcanzar nuevos ámbitos, entre

13
los cuales aparece, como elemento indiscutible, el mundo ele las relaciones entre el Estado y los
ciudadanos a través de las Administraciones Públicas».

En clara sintonía con ello se sitúa Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la
Información Pública y Buen Gobierno, cuyo objeto es incrementar y reforzar la transparencia en
la actividad pública, reconocer y garantizar el acceso a la información y establecer las
obligaciones de buen gobierno que deben cumplir los responsables públicos, así como las
consecuencias derivadas de su incumplimiento.

Añade el artículo 17 del TRRL que, para cuanto se refiere a la Administración económica local y
al régimen ele derechos y obligaciones que de ella emanen para los residentes, los propietarios
ausentes tendrán la obligación de comunicar a la alcaldía el nombre de las personas que los
representen.

En el mismo sentido las Leyes 39/15 y 40/15 profundizan en los derechos de los administrados,
siendo de aplicación a las relaciones de estos con la Administración municipal.

DERECHOS DE LOS VECINOS EXTRANJEROS

La primera norma de nuestra legislación sobre esta materia se encuentra en la Constitución, en


el artículo 13.1, que dispone que los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas
que garantiza el Título Primero, en los términos que establezcan los tratados y la ley. No
obstante, solo los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23 de
nuestra norma fundamental -participar en los asuntos públicos y acceder a las funciones y cargos

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públicos-, salvo que, atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o
ley para el derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales (art. 13.2).

España tiene acuerdos preferentes en la materia con la UE y ha procedido a la firma con diversos
países de los correspondientes acuerdos de reciprocidad (Bolivia, Cabo Verde, Colombia, Corea,
Chile, Ecuador, Islandia, Noruega, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago y Nueva Zelanda)., y a la
Orden EHN2264/2010, de 20 de julio, por la que se dictan normas e instrucciones técnicas para
la formación del censo electoral de residentes en España que sean nacionales de países con
acuerdos para las elecciones municipales, actualizada por la Orden ECC/1758/2014, de 23 de
septiembre

La Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero regula los derechos y libertades de los extranjeros en
España y su integración social (LODLE), modificada primero por la Ley Orgánica 8/2000, de 22
de diciembre, luego por la Ley Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre, y más recientemente por
la Ley Orgánica 2/2009, de 11 de diciembre, y por la Ley Orgánica 10/2011, de 27 de julio. La
reforma de 2003 introdujo algunas variaciones en la LRBRL especialmente en lo que respecta a
la obligación de renovar cada 2 años la inscripción en el padrón de habitantes cuando se trate
de extranjeros no comunitarios sin autorización de residencia permanente y la de aportar
documentación en vigor con ocasión del empadronamiento. A partir de esta reforma el artículo
18.2 de la LRBRL se refiere a los derechos de los extranjeros inscritos en el padrón. Según el
mismo la inscripción de los extranjeros en el padrón no constituirá prueba de su residencia legal
en España ni les atribuirá ningún derecho que no les confiera la legislación vigente,
especialmente en materia de derechos y libertades de los extranjeros en España. 14

En el artículo 6 de la Ley Orgánica de los derechos y libertades de los extranjeros en España se


recoge:

- el derecho de sufragio para los extranjeros residentes en las elecciones municipales,


atendiendo a los términos establecidos en la Constitución, los tratados internacionales y
la ley
- los extranjeros residentes, empadronados en un municipio, tienen todos los derechos
establecidos por tal concepto en la legislación de bases de régimen local, pudiendo ser
oídos en los asuntos que les afecten de acuerdo con lo que disponga la normativa de
aplicación, obligando además a los Ayuntamientos a incorporar al padrón a los extranjeros
que residan en el municipio y a mantener actualizada la información relativa a los mismos.

Respecto de los ciudadanos de la Unión europea hemos de tener en cuenta el Real Decreto
240/2007, de 16 de febrero, sobre entrada, libre circulación y residencia en España de
ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea y otros Estados parte del Acuerdo
sobre el Espacio Económico Europeo, que garantiza a los residentes el sufragio activo y pasivo
en la elecciones locales.

EL PADRÓN MUNICIPAL

El artículo 16 de la LRBRL, modificado por la Ley 4/1996, de 10 de enero, cambia la tradicional


definición del padrón, como documento público, para conceptuarlo con mayor corrección

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técnica en registro administrativo, atribuyendo el anterior carácter a las certificaciones que de


sus datos se expidan, que son verdaderos documentos públicos.

La Ley Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre, introdujo dos párrafos nuevos al artículo 16.1 de
la LRBRL, previendo el primero que la inscripción en el padrón municipal surtirá efectos por el
tiempo que subsista el hecho que la motivó y, en todo caso, deberá ser objeto de renovación
periódica cada 2 años cuando se trate de la inscripción de extranjeros no comunitarios sin
autorización de residencia permanente. Transcurrido dicho plazo podrá declararse la caducidad
de la inscripción sin audiencia previa del interesado, si no se ha procedido a su renovación,
aunque sí con un posible preaviso en los términos recogidos en el apartado sexto de la
Resolución de 30 de enero de 2015 del presidente del INE y de la Dirección General de
Coordinación de Competencias con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales, sobre
instrucciones técnicas a los ayuntamientos sobre gestión del padrón municipal.

1. Contenido
Los datos que deben figurar como obligatorios serán, exclusivamente y por adecuación a la Ley
Orgánica 15/1999, de 29 de diciembre, de regulación del tratamiento automatizado de los datos
de carácter personal, los siguientes (tras la reforma operada por la Ley Orgánica 14/2003, de 20
de noviembre):

a. Nombre y apellidos.
b. Sexo.
c. Domicilio habitual.
d. Nacionalidad.
15
e. Lugar y fecha de nacimiento.
f. Número de documento nacional de identidad o, tratándose de extranjeros (según la
reforma operada por la LRSAL):
- Número de la tarjeta de residencia en vigor expedida por las autoridades españolas
o, en su defecto, número del documento acreditativo de la identidad o del pasaporte
en vigor expedido por las autoridades del país de procedencia, tratándose de
ciudadanos nacionales de Estados Miembros de la Unión Europea, de otros Estados
parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo o de Estados a los que en
virtud de convenio internacional se extienda el régimen jurídico previsto para los
ciudadanos de los Estados mencionados.

- Número de identificación de extranjero que conste en documento, en vigor,


expedido por las autoridades españolas o, en su defecto, por no ser titulares de
estos, el número del pasaporte en vigor expedido por las autoridades del país de
procedencia, tratándose de ciudadanos nacionales de Estados no comprendidos en
el inciso anterior de este párrafo, salvo que, por virtud de Tratado o Acuerdo
internacional, disfruten de un régimen específico de exención de visado en materia
de pequeño tráfico fronterizo con el municipio en el que se pretenda el
empadronamiento, en cuyo caso, se exigirá el correspondiente visado.
g. Certificado o título escolar o académico que se posca.

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h. Cuantos otros datos puedan ser necesarios para la elaboración del censo electoral,
siempre que se garantice el respeto a los derechos fundamentales reconocidos en la
Constitución.

Los datos del padrón constituyen prueba de la residencia en el municipio y del domicilio habitual
en el mismo.

Los datos del padrón se cederán a otras Administraciones Públicas que lo soliciten sin
consentimiento previo del afectado solamente cuando les sean necesarios para el ejercicio de
sus respectivas competencias y exclusivamente para asuntos en los que la residencia o el
domicilio sean datos relevantes. También pueden servir para elaborar estadísticas oficiales
sometidas al secreto estadístico. Fuera de estos supuestos los datos del padrón son
confidenciales y el acceso a los mismos se rige por la Ley Orgánica 15/1999, de 29 de diciembre,
de regulación del tratamiento automatizado de los datos de carácter personal (art. 16.3 de la
LRBRL), así como por la disposición adicional séptima de la LRBRL (introducida por la Ley
Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre), que permite el acceso de la Dirección General de la
Policía a los datos de los extranjeros.

Cuando un particular afectado solicite datos del padrón, las certificaciones serán expedidas por
el secretario de la corporación, conforme a los artículos 204 y 205 del ROF, según dispone el
artículo 61 del RPDT, aunque en los municipios a los que se les aplica el Título X de la LRBRL tal
función es asumida por el funcionario con habilitación de carácter nacional titular del órgano de
apoyo a la Junta de Gobierno Local, todo ello según la disposición adicional octava de la LRBRL.
16
Por otra parte, se establece que los Ayuntamientos podrán expedir volantes de
empadronamiento, como documentos puramente informativos en los que no serán necesarias
las formalidades previstas en las certificaciones.

2. Competencias en la formación, mantenimiento y rectificación del padrón


Corresponde al Ayuntamiento la formación, mantenimiento, revisión y custodia del padrón
municipal, con medios informáticos. Las Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consejos Insulares
asumirán la gestión informatizada de los padrones de los municipios que por su insuficiente
capacidad económica y de gestión no puedan mantener los datos de forma automatizada.
La redacción del artículo 17 de la LRBRL desde 1996 normaliza la informatización del padrón a
fin de que no sea necesario realizar las renovaciones quinquenales, las cuales quedan
suprimidas, y pueda establecerse una coordinación entre los padrones de todos los municipios,
evitando así los errores y duplicidades inherentes a la gestión individualizada del padrón, labor
que se encomienda al Instituto Nacional de Estadística (TNE). A tales fines, se crea el Consejo de
Empadronamiento como órgano de colaboración entre Estado y las entidades locales y para
coadyuvar a la finalidad de coordinación se impone la obligación a los municipios de remitir al
INE los datos de sus padrones.

En el año 1996, se llevó a cabo la última renovación quinquenal del padrón. Ahora bien, la
supresión de la revisión quinquenal puede originar, con el transcurso del tiempo, desviaciones
entre los datos del padrón y la realidad, debidas, principalmente, a la no comunicación de los
cambios del municipio de residencia o de domicilio dentro del mismo municipio. Para permitir

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la detección y corrección de estas desviaciones, se prevé en la nueva normativa la realización


por parte de los Ayuntamientos de las actuaciones y operaciones necesarias para contrastar la
información padronal con la realidad. En caso de incumplimiento municipal de la obligación de
mantener actualizado el padrón cabe la ejecución sustitutoria estatal prevista en el artículo 60
de la LRBRL (tras la reforma operada por la Ley Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre).

Se sigue manteniendo la previsión de que sea la normativa estatal la que establezca los criterios
mediante los cuales los ayuntamientos lleven a cabo la formación, mantenimiento, revisión y
custodia de los padrones, con el fin de mantener la uniformidad necesaria de los datos para que
sirvan de soporte en la elaboración de estadísticas de población a nivel nacional. En desarrollo
de estas previsiones, el RPDT ha venido a establecer una serie de obligaciones a los
ayuntamientos, concretadas aún más en la Resolución de 30 de enero de 2015 del presidente
del TNE y de la Dirección General de Coordinación de Competencias con las Comunidades
Autónomas y las Entidades Locales, sobre instrucciones técnicas a los ayuntamientos sobre
gestión del padrón municipal, la cual contempla los principales aspectos al respecto:
consideraciones generales sobre las inscripciones en el padrón, datos de inscripción y
documentación acreditativa, modelo de hoja padronal, tipos de expedientes (altas, bajas y
modificaciones), renovación y caducidad de extranjeros no comunitarios, acceso a los datos del
padrón, contenido y conservación del padrón.

El artículo 65 del RPDT destaca el deber de remitir mensualmente al INE, por medios
informáticos o telemáticos, las variaciones que se hayan producido en los datos de sus padrones
municipales, para que este organismo pueda ejercer las tareas de coordinación a que se refiere 17
el artículo 17.3 de la LRBRL, sin perjuicio de la información que se debe remitir a la Oficina del
Censo Electoral para la actualización mensual del censo electoral.

Con la misma periodicidad mencionada en el artículo anterior, según el artículo 66 del RPDT, el
INE comunicará a los ayuntamientos las discrepancias detectadas en los datos del padrón, con
el fin de que introduzcan las modificaciones pertinentes. Análogamente, la Oficina del Censo
Electoral comunicará a los ayuntamientos las variaciones en el censo electoral realizadas al
amparo de la legislación vigente, para que se introduzcan en el padrón municipal, a fin de que
exista la debida concordancia entre los datos del padrón municipal y del censo electoral. Estas
informaciones son las que sirven al ayuntamiento para tener actualizados sus padrones
municipales.

Siempre que se produzcan actualizaciones de los datos del padrón, el Ayuntamiento deberá
poner en conocimiento de cada vecino afectado los datos que figuran en su inscripción padronal
para su información y para que puedan comunicar a dicho ayuntamiento las rectificaciones o
variaciones que procedan. Con independencia de lo anterior, los Ayuntamientos deberán
notificar a todos los vecinos el contenido de sus datos padronales, para que puedan conocer la
información que les concierna, al menos, una vez cada 5 años.

En cuanto al control y comprobación del padrón, según el artículo 77 del RPDT, con el fin de
alcanzar la concordancia del padrón municipal con la realidad, los Ayuntamientos deberán
realizar sistemáticamente operaciones de muestreo y control, que deberán acentuarse en
aquellos sectores susceptibles de una mayor movilidad de sus habitantes. Periódicamente
deberán llevar a cabo operaciones de campo para comprobar la verdadera situación del

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empadronamiento y para actualizar sus datos, con especial incidencia en aquellas zonas donde
se hayan concedido licencias municipales para nuevas urbanizaciones, demoliciones, etc.,
informando al !NE, quien apoyará técnicamente a los Ayuntamientos que lo soliciten en sus
operaciones de control y mantenimiento del padrón. Pero además, el artículo 78 establece que
estas operaciones puedan ser llevadas a cabo directamente por el INE, informando de los
resultados a los Ayuntamientos e indicándoles las medidas a adoptar.

Por último, hemos de tratar la cuestión de la revisión del padrón municipal, recogida en los
artículos 81 a 83 del RPDT. Así, los Ayuntamientos aprobarán las revisiones de sus padrones a 1
de enero de cada año, formalizando las actuaciones llevadas a cabo durante el ejercicio anterior.
Los resultados numéricos de revisión anual se remitirán al INE. Cuando el !NE no esté de acuerdo
con las cifras remitidas por los ayuntamientos formulará los reparos que estime oportunos, si
no existiese acuerdo entre ambas Administraciones el INE someterá la discrepancia al Consejo
de Empadronamiento para su informe. Esta cuestión se encuentra desarrollada de forma
minuciosa en la Resolución de 16 de diciembre de 2003, de la Presidenta del !NE y de la Dirección
General para la Administración Local, sobre revisión del padrón municipal y el procedimiento de
obtención de la propuesta de cifras oficiales de población.

Además, con los datos que al !NE se remiten, su presidente, con el informe favorable del Consejo
de Empadronamiento, elevará al Gobierno de la nación la propuesta de cifras oficiales de
población de los municipios españoles, para su aprobación mediante real decreto que será
publicado en el BOE (así, p. ej., el Real Decreto 636/2016, de 2 de diciembre, por el que se
declaran oficiales las cifras de población resultantes de la revisión del Padrón municipal referidas 18
al 1 de enero de 2016, sumando un total de 46.557.008 habitantes en los municipios españoles).
Dichas cifras serán remitidas, asimismo, al Registro de Entidades Locales y a los Ayuntamientos
que lo soliciten.

Por otra parte, todos los datos de los diferentes padrones que llegan al INE sirven para formar
el censo de población, que es una competencia del !NE. Para su elaboración podrá solicitar la
colaboración de los diferentes municipios.

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