Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Si consumes más azúcar de la cuenta puede que estas enfermedades y problemas te empiecen
a sonar: sobrepeso, diabetes, hipertensión, caries, colesterol alto, hambre descontrolada,…
son algunos de los posibles resultados de una dieta alta en azúcares.
Para conocer qué ocurre en el caso contrario, el de una persona que reduce notablemente su
ingesta de azúcares hemos preguntado a Francisca Esteve Claramunt, profesora de la
Facultad de Enfermería de la Universidad Europea de Valencia y Mireia Elías, nutricionista
del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), que nos explican los principales e
increíbles cambios que se producen en el organismo si tomas la feliz decisión de reducir la
toma de azúcares.
1. Perderás peso
Al reducir el azúcar, descenderá considerablemente la cantidad de calorías vacías que
ingieres, unas calorías sin ningún valor nutricional y que suelen estar detrás de muchos casos
de aumento de peso y obesidad. Sin ellas, empezarás a notar en pocos días como se va
reduciendo tu volumen.
En ese punto, por si fuera poco, la toma de azúcar empieza a estimular los antojos por más
productos dulces, haciéndonos entrar en un círculo vicioso: cuantos más “dulces” consumes
mayor necesidad sentirás de comerlos. Esto se une a la fuerza de algunas emociones y
costumbres que nos empujan a consumir productos azucarados: cuando estamos ansiosos,
tristes, o de celebración solemos pensar en tomar alimentos dulces, más que en tomar
vegetales.
Sin embargo, una dieta correcta en azúcar, hace tener el apetito mucho más controlado, no
se estimula tanto si no se tiene hambre realmente.
4. Mejorará tu sentido del gusto
Del mismo modo que si dejas de fumar se desembotan glándulas relacionadas con el olfato
y el gusto, el reducir significativamente la toma de azúcar hará con el tiempo más sensibles
y capaces a tus papilas gustativas para la percepción de los sabores. Recuperarás el placer de
reconocer sabores más claramente tras 2 o 3 meses, en especial los productos dulces, que
distinguirás hasta un 40 % más dulces que las personas que se hayan seguido atiborrando de
azúcar.
Cuando estás en el “bucle del azúcar” como explicábamos antes, el azúcar puede ir haciendo
de acaparador, pidiéndote más y más de lo mismo y consiguiendo en ocasiones que te olvides
de todos estos otros productos más sanos y naturales, e igualmente deliciosos.
Este tipo de diabetes es la más común, por cual que el cuerpo no produce o no procesa bien
la insulina, una hormona que ayuda a la glucosa a entrar en las células para dar la energía, y
sin cuya intervención la glucosa se acumula en la sangre. Con el tiempo, niveles altos de
glucosa en la sangre pueden causar problemas serios de corazón, ojos, riñones, las encías o
en los dientes entre otros tejidos y órganos.