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Título: Análisis de la decisión del consumidor de presentar un procedimiento de quiebra

Autor: Games, Fernando


Publicado en: SJA O5 07 20I7.05-07‘2(H |Jt -
Cita Online: APDOC/297/2017
Sumario: I. Introducción.— II. El funcionamiento de la quiebra: el desapoderamiento y la
rehabilitación.— III. El proceso de la decisión de presentarse en quiebra. Costos y beneficios e
incertidumbre.— IV. Las consecuencias de permitir la ejecución de los honorarios del síndico sobre
bienes "nuevos"
I. INTRODUCCIÓN
A raíz de un fallo dictado por la Tercera Cámara de Apelaciones de Mendoza que resolvió el
28/12/2015 que la sindicatura puede ejecutar y cobrar los honorarios regulados en una quiebra clausurado por
falta de activos, sobre bienes nuevos del fallido o ex fallido: habíamos un escrito un comentario en el que
hacíamos un análisis de algunas consecuencias que podrían derivarse de este criterio.
Nos habíamos enfocado más en ias consecuencias que puede tener un criterio como el señalado y no
tanto en la cuestión normativa de si el art. 240 impone estos honorarios se descarguen o no en la quiebra.
Decíamos que la redacción del art. 240. LCQ. parece imponer que estos honorarios se descarguen en
el proceso falencial ya que dispone una distribución a prorrata, la que sólo halla justificación en la descarga
falencia!: pero anticipábamos que es un tema que divide a la doctrina y a la jurisprudencia, ya que la
interpretación contraria también puede ser sostenida con buenos argumentos.
En el presente trabajo queremos ratificar aquel enfoque, en el convencimiento de que este criterio se
está extendiendo, lo que hace que aquellas hipótesis adquieran más vigor, por lo que mencionaremos otros
fallos de similar temperamento y agregaremos algunas cuestiones novedosas, sobre todo respecto del proceso
de decisión de presentar o no un procedimiento de quiebra.
II. EL FUNCIONAMIENTO DE LA QUIEBRA: EL DESAPODERAMIENTO Y LA
REHABILITACIÓN
La quiebra tal como está regulada en nuestro país, proporciona importantes incentivos para su
utilización como modo de superar una situación de sobreendeudamiento de una persona física. Estos
incentivos están dados por un acotado plazo de duración del desapoderamiento (1 año), y sobre todo porque
la quiebra descarga absolutamente todas las deudas del fallido de causa o título anterior a su declaración (I)
Si bien es posible que también genera incentivos para un sobreendeudamiento "premeditado", lo cierto
es que las situaciones que en otra investigación hemos denominado como "abuso del consumidor" como modo
de describir la toma de deudas como compra de bienes suntuarios muy poco antes de la presentación y por
muy por encima de la capacidad financiera del deudor, son más bien casos aislados y que la jurisprudencia ha
desactivado en forma específica, mediante el rechazo de la presentación con fundamento en la figura del abuso
del derecho.
El efecto patrimonial de la rehabilitación no aparece regulado de modo expreso en el texto de ley
vigente, pero puede arribarse a ese resultado mediante la labor interpretativa en función de otras disposiciones
y principios que fluyen del ordenamiento concursal. Los arts. 104 y 107, LCQ contienen los efectos
patrimoniales derivados de la rehabilitación. Leídos a contrario" es posible sostener que los bienes nuevos
(posteriores a la rehabilitación) no pueden ser agredidos por los acreedores anteriores a la quiebra, pues están
exentos del desapoderamiento y consecuente liquidación falencial y destinados a satisfacer a los acreedores
posteriores a la quiebra OJ.

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Con esta regulación, un deudor que sólo tenga como activo desapoderable su sueldo y los muebles del
hogar, y por caso un inmueble sometido a algún régimen de inembargabilidad (v.gr. IPV, o bien de familia),
tiene muchos incentivos para solucionar una situación de cesación de pagos o sobreendeudamiento a través
de la quiebra, ya que después de ese año en el que al activo liquidable estará constituido por la porción
embargable de su sueldo, puede acceder al freshstart que produce la rehabilitación, descargando absolutamente
todas las deudas en la quiebra.
La mayor parte de los concursos y quiebras que se presentan en Mendoza corresponden a consumidores
(empleados en relación de dependencia), cuyo únicos activos están constituidos por el sueldo y los muebles
del hogar, y el pasivo por deudas de consumo y esta situación, obviamente no es casual, sino que se trata de
sujetos sobreendeudados que no arriesgan más que la porción desapoderable de su sueldo por el término de
un año. Asi lo muestra el siguiente gráfico:

motocicleta Activo Denunciado caja de ahorro,


vendida dinero, efectivo
1% inmuebles 4%
inmuebles IPV sucesion
4% 1%

Sueldo
Sueldos,
22%
muebles, hogar
68%

Sueldos, muebles, hogar Sueldo inmuebles IPV


inmuebles sucesion motocicleta vendida caja de ahorro, dinero, efectivo

A pesar de la existencia de tan poderosos estímulos, en una investigación que realizáramos para la
Universidad del Aconcagua (JU —de donde hemos extraídos los datos representados en la gráficas nos
encontramos con la sorpresa de que en Mendoza, los consumidores eligen más el procedimiento del concurso
preventivo que el de quiebra.

Concursos y Quiebras de Consumidores


Quiebras
voluntarias
20%

Concursos
preventivos
80%

Quiebras voluntarias Concursos preventivos

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Creemos que la respuesta debe buscarse en una multiplicidad de causas: I.* En la tradición romano
continental de nuestra legislación que siempre vio la quiebra con disfavor aplicándoseles penas infamantes a
los fallidos, a diferencia del sistema anglosajón que trató la quiebra como un avalar más de los negocios, por
lo que culturalmente los consumidores perciben la quiebra y la consecuente situación de fallido como algo
disvalioso; 2.- Las normas administrativas provinciales que sancionar, con la cesantía a los empleados
públicos fallidos 3* La titularización de inmuebles no afectados al régimen de familia o de automotores que
serán sometidos a la liquidación falencial. 4.- Problemas de agencia (es decir de divergencia de intereses entre
el abogado y s-ü cliente), aunque prima facie el concurso preventivo exige un trabajo del asesor más intenso
que ¡a quiebra
La causa relevada como I. Nos parece que tiene una influencia muy menor en la decisión de no
presentar como primera opción una quiebra, ya que se trata de situaciones que no aplican en la sociedad actual
y que la ley 24.522 se volcó bastante al sistema anglosajón, derogando por ejemplo el sistema de calificación
de conducta, por lo que la misma ley de quiebras se fue alejando del concepto infamante de la quiebra.
La causa que hemos identificado en 3.. es la menos consistente, ya que quienes acuden al concurso
preventivo, carecen en su gran mayoría de bienes desapoderares previendo lógicamente, la posibilidad de una
quiebra indirecta, y como comprobáramos en la investigación, la gran mayoría de estos concursos termina en
quiebra, por lo tiene menos peso que las otras
Argumentamos que la que tiene mayor incidencia es la 4.. es decir que los abogados (agentes) tienen
unos incentivos que no coinciden con los de sus clientes (principales ya que si la gran mayoría de estos
procesos terminan en quiebra y los profesionales manejan estos datos, cuál es la razón para transitar un proceso
largo, costoso y lleno de pasos superfluos como el del concurso preventivo (por ej. informe general, periodo
de exclusividad, etc.), cuando el final, casi estadísticamente ■anunciado’', es la quiebra.
Siendo el proceso falencia! el que si permite descarga' las deudas con ¡a liquidación del único bien
desapoderable que es su sueldo (el que se afecta por un alto desde ¡a declaración de quiebra en un 20%). para
ahora si lograr e! tan ansiado freshstart. Pensamos que la razón por la que se elige "empezar" por el concurso
preventivo y terminar con la quiebra, obedece a un esquema de cobro de honorarios por dos procesos en vez
de uno ¿61.
Volveremos un poco sobre el tema de los problemas de agencia, para justificar la respuesta sobre las
consecuencias que puede tener el fallo analizado.
III. EL PROCESO DE LA DECISIÓN DE PRESENTARSE EN QUIEBRA. COSTOS V
BENEFICIOS E 1NCERTIDUMBRE
Tomar la decisión de ir a juicio es un claro ejemplo de una decisión bajo incertidumbre. Por lo tanto,
llegar a un arreglo es con frecuencia una alternativa atractiva. En casos civiles, sólo un pequeño porcentaje de
conflictos conduce a procedimientos judiciales. El hecho de que las partes lleguen o no a un acuerdo está
determinado por factores tales como la actitud de las partes frente al riesgo, los honorarios de sus consejeros
legales (abogados), las regias concernientes a la disponibilidad de información, los costos del proceso y la
duración estimada del juicio i7).
Pensamos que la decisión de presentar un juicio de quiebra depende de una evaluación sobre los costos
y beneficios de recurrir a este procedimiento. Los beneficios están constituidos por la descarga de las deudas
en la quiebra —sobre lo que no hay prácticamente incertidumbre (8)—. mientras que los costos están
representados por los bienes que le serán liquidados al deudor a los que se le suman los costos propios del
procedimiento falencial, dentro de los que están principalmente los honorarios de la sindicatura (veremos que
sobre su monto si existe incertidumbre) y algún otro gasto de conservación y justicia como la publicación
edictal.

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Los costos del procedimiento actúan como filtro para las disputas. Las disputas de alto valor pasan el
filtro y se convierten en juicios legales, mientras que las disputas de bajo valor se quedan atrapadas en el filtro
y no se convierten en juicios legales (7).
Comparando con los factores que determinan la presentación de una demanda civil, la decisión iniciar
un proceso de quiebras para un consumidor sobreendeudado de las características que hemos establecido
(trabajo en relación de dependencia y prácticamente con un único bien liquidable constituido por la porción
embargable del sueldo) es más sencilla porque existe menos incertidumbre en cuanto a los beneficios
(descarga de las deudas), en cuanto al resultado del
proceso (porque las deudas se descargan aún en los casos de falta de activo y no existen otras
restricciones como los de los intervalos de tiempo, o la buena fe, o las referidas a la naturaleza de los créditos),
por lo que la actitud del consumidor frente al riesgo no es tan relevante ya que la quiebra produce sí o sí la
extinción de las obligaciones por su causa y los honorarios de los abogados es una cuestión que, de acuerdo a
la hipótesis que desarrollaremos más adelante, no tiene mayor incidencia en la decisión de presentar un
proceso falencia!.
a) Un modelo simple que compara las deudas del consumidor con la liquidación del activo liquidable
Asumiendo un modelo simplificado, la decisión de presentar una quiebra depende de que los beneficios
superen a los costos, y esto ocurre cuando ¡as deudas que se descargan, incluyendo los honorarios de
sindicatura y abogados,, son superiores a los bienes que se liquidan. En los casos que constituyen la mayoría
en los Tribunales de Quiebras en Mendoza, los bienes que se liquidan son exclusivamente el sueldo por el
lapso de un año, en la proporción embargadle, por lo que si una persona tiene un sueldo de $ 20.000. y la
porción embargable es del 20% la suma total ascendería a $ 48.000 ($ 4000) por mes, por lo que si el deudor
tiene deudas que superan ese importe, le conviene presentar la quiebra (habría que también hacer unos cálculos
teniendo en cuenta los eventuales plazos de los créditos y la tasa de interés y descuento respectivas, pero para
simplificar la cuestión asumamos estos datos, pero igualmente pensamos que no son relevantes estos datos o
variables que dejamos afuera, ya que los intereses de los créditos son altos y recordemos que el deudor "paga"
solamente con la porción embargable de su sueldo por un año.
b) El caso de los deudores que tienen su sueldo afectado por códigos de descuento
Otro ejemplo de cómo estos deudores toman sus decisiones de presentarse en quiebra es cuando tienen
el sueldo "afectado" por códigos de descuento (deudas contraídas con acreedores que cuentan con el privilegio
de cobrar antes de que el sueldo le ingrese al empleado en su caja de ahorro) en un porcentaje superior al 20%:
en ese caso la decisión es simple, ya que le conviene presentar la quiebra en donde la "afectación" ahora vía
embargo y desapoderamiento alcanzará sólo al 20% y en un año esos créditos anteriores se extinguirán por la
quiebra.
c) Complejizando el modelo: inclusión de la calificación crediticia del deudor fallido por el BCRA
como costo
En este modelo simplificado que habíamos asumido en nuestro trabajo anterior, no habíamos incluido
una situación que puede y debe ser considerada como un costo de la presentación en quiebra y es la constituida
por el hecho de que el deudor con una quiebra decretada o pedido de su propia quiebra es clasificado como un
"Irrecuperable" por el Banco Central y las deudas de clientes incorporados en esta categoría se consideran
incobrables (comunicación "A" 2950' Ref ■ Circula LISOL 1-250 BCRA)
La pregunta es: ¿qué consecuencias le produce al deudor esta calificación y por qué debe ser
considerada un costo de la quiebra? El deudor con esta calificación crediticia queda prácticamente excluido
del mercado regular, y por lo tanto no podrá financiarse con crédito bancario, debiendo necesariamente acudir
al mercado informal o parafinanciero con los mayores costos que ello trae aparejado. De Las Morenas lo trata
en un artículo cuando dice evaluando esta problemática que "la quiebra significa que el deudor será retirado
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del mercado de crédito bancario y que su calificación crediticia será la peor conforme las normas del Banco
Central. Y por último, los informes crediticios mantendrán en alta la información del estado falencia! por un
período de cinco años (art. 26, inc. 4C de la ley 25.326 (Adía, LX-E, 5426) de protección de los datos
personales), todo lo cual importará que durante ese período temporal los terceros estarán en conocimiento del
estado falencial pasado y eso, obviamente, dificultará el acceso a nuevos instrumentos crediticios, al menos
durante ese lapso posterior al trance falencial” (11).
Si bien indudablemente esta situación debería incluirse como un costo de presentarse en quiebra, lo
cierto es que tenemos la intuición de que los consumidores no reciben una adecuada y completa información
al momento de decidir su presentación en quiebra, ello se debe en parte porque no existen programas de
divulgación financiera previstos para estos casos y en parte a problemas de agencia entre los profesionales
que asesoran estos casos y sus clientes.
Es decir que los consumidores están decidiendo la presentación de procedimientos de quiebra sin
calcular algunos costos relevantes como el de su calificación crediticia. Para solucionar esto, nosotros
proponemos que se ¡triplemente algún sistema de provisión de esa información con carácter previo a presentar
el procedimiento, a fin de que sea oportunamente evaluada. La difusión debería estar a cargo de una agencia
del gobierno, para evitar los problemas de agencia que insinuamos y que más abajo trataremos.
La divulgación de información en estos casos operaría como un caso de "paternalismo blando" tal
como lo categoriza Cass Sunstein, en su artículo en el que justifica la existencia de un "paternalismo libertario"
entendido como la defensa de acciones del gobierno que se inmiscuyen en las decisiones de las personas
moviéndolas a adopta aquellas que redunden en una mejora de su bienestar, y lo denomina libertario porque
no anula la libertad de elegir de la gente, sino que lo que hace es empujar a la gente a que tome decisiones que
mejoren su bienestar. El autor distingue básicamente dos clases de paternalismo, uno duro y uno blando, y
señala que "sobre esta aproximación, nosotros deberíamos entender el término "paternalismo duro" referido a
acciones del gobierno que intenta mejorar el bienestar de la gente imponiendo costos materiales en sus
elecciones. Por contraste, el término "paternalismo blando" se referiría a acciones de los gobernantes que
intentan mejorar el bienestar de la gente influenciando sus elecciones sin imponer costos materiales" £12}.
Ejemplos de paternalismo duro son las prohibiciones, penas criminales o las multas civiles, mientras que los
paternalismos blandos involucran pequeños empujones para influenciar las decisiones, como poner productos
en lugares incómodos (por ej. comida con alto contenido graso ponerla más atrás dejando más visible las frutas
o verduras), como disponer que por ejemplo las bebidas gaseosas se vendan en envases más chicos, o
campañas televisivas que adviertan sobre los riesgos de conducir alcoholizado, o la divulgación de
información relevante.
Ulen recuerda en artículo sobre "La importancia’ del derecho conductual" que algunos estados y el
gobierno federal han reconocido el valor social de aumentar la alfabetización financiera y han instituido
programas dirigidos a aquellos que necesitan aumentar sus conocimientos financieros. Por ejemplo Por
ejemplo la Bankruptcy Abuse Prevention and Consumer Protection Act (BAPCPA) de 2005 "...obligaba a que
los individuos que buscaban acogerse al régimen de quiebras debían tomar un curso sobre consejos crediticos
previo a presentarse en quiebra así como un curso de educación financiera antes de liberarse de sus deudas"
(Jiménez.et al., 2013: 453). 12. El estado de Illinois ha alentado a los distritos escolares a brindar cursos de
alfabetización financiera y ha patrocinado un curso on-line en el sitio web del Departamento de Regulación
Financiera. La sensación de que más información ayudará a.los individuos a tomar mejores decisiones está
extendida, es natural para la academia y es fácil para amplias coaliciones políticas apoyarla. Y, sin embargo,
hay alguna evidencia de que la diseminación de información para la alfabetización financiara no es en general
una buena estrategia regulatoria pues es más cara que beneficiosa y no demasiado efectiva (13).
Respecto de las posibles objeciones que podrían hacerse, podemos decir que: a.- En cuanto a los
reparos sobre la eficacia de esta forma de proveer información que plantea Ulen, lo cierto es que al menos en
Argentina no existen estudios que demuestren los efectos de la divulgación de este tipo de información, b.-
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Podría decirse que a estas personas no les importa esta consecuencia, ya que al momento de decidir su quiebra,
sólo buscan salir del estado de sobreendeudamiento y no otra cosa les importa; pero para muchas personas el
hecho de quedar excluido del mercado financiero regular puede llegar a ser un costo muy grande porque por
ejemplo tenían pensado tomar un crédito para construcción o compra de una vivienda, k) que difícilmente
pueda hacer en el mercado parafinanciero. ya que por lo menos las tasas serán mucho más altas; c.* Respecto
de que estas personas que presentan sus quiebras ya están excluidas del sistema financiero bancario antes de
presentar el procedimiento puede decirse dos cosas, primero que muchas veces se presenta la quiebra sin que
se haya incumplido alguna obligación como en los casos de las personas que tienen afectados sus sueldos por
los códigos de descuento y segundo que la evidencia contradice esta afirmación, ya que en muchos de los
concursos que pudimos analizar el pasivo relevante era bancario o de tarjeta de créditos, como lo muestra el
siguiente gráfico:

Acreedores con codigo de descuento


Bancos: tarjetas
de crédito
comercios,
fisco, etc
Coop. Y 20%
mutuales
cartelizadas Coop. y mutuales
53% con codigo de
descuento
27%
Bancos: tarjetas de crédito comercios, fisco, etc
Coop. y mutuales con codigo de descuento
Coop. Y mutuales cartelizadas

d) Los honorarios de la sindicatura como parte del precio de la quiebra: Cómo influye que se
puedan ejecutar sobre bienes "nuevos"
¿Cómo juegan los honorarios de sindicatura como parte importante de los costos? Hasta el fallo
17.272/51255 "Doria, Rosa Patricia v. Conti. Claudia Rosana p/ ejecución honorarios de Mendoza (CCiv. 3a,
28/12/2015) y otros como el de la CNCom., sala D "Manzi, Adriana Libertad s/quiebra" del 24/5/2016 y
asumiendo que este tipo de jurisprudencia se vaya consolidando, la cuestión cambia ya que en el marco una
jurisprudencia que considere que en caso de que no se cancelen los gastos de conservación y justicia con los
bienes liquidados debe hacerse una distribución a prorrata entre estos créditos insolutos y no pueden
perseguirse con posterioridad a la rehabilitación, el tema de los honorarios del síndico resulta irrelevante como
costo, ya que la única cuenta que debe hacer el deudor es la de la porción embargable de su sueldo multiplicada
por 12 y del otro lado (beneficio) el del monto total de las deudas.
e) Los honorarios del abogado del fallido
¿Cómo influyen los honorarios del abogado del fallido como parte de los costos? Hasta ahora hemos
hablado sólo de los honorarios de la sindicatura sin considerar los del abogado del fallido, porque estimamos
que los abogados que asesoran y presentan estos procedimientos hacen un pacto de honorarios sin subordinarse
a la regulación del Juez de la quiebra. Pero si se trata de una persona sobreendeudada, ¿cómo hace para pagar
estos honorarios al inicio del procedimiento? Una posibilidad podría ser que el deudor contrajera un último
préstamo para pagar estos honorarios y como va a presentar su quiebra, estas obligaciones formarán parte del
pasivo prefalencial y por lo tanto se terminara descargando con el resto, con el costo "fijo" del sueldo
embargado por un año, es decir un endeudamiento "gratuito". Cómo dije es una hipótesis, pero que tiene

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mucho asidero, ya que "los incentivos están allí". Entonces los honorarios del abogado no son un problema
como parte de los costos para que la persona decida su presentación en quiebra.
IV. LAS CONSECUENCIAS DE PERMITIR LA EJECUCIÓN DE LOS HONORARIOS DEL
SÍNDICO SOBRE BIENES"NUEVOS"
Volvamos a la situación de los honorarios de sindicatura: en un escenario de jurisprudencia que
interprete que los honorarios se "descargan" en la quiebra, la situación es que el deudor solamente decide su
presentación considerando el sueldo embargable por un año y comparándolo con las deudas que tiene para
descargar; pero en un contexto diferente como el que propone "Doria", la situación cambia y mucho, porque
ahora el deudor tendrá que confrontar las deudas que pretende descargar contra su sueldo embargable por un
año, más los honorarios de sindicatura en forma completa, ya que el funcionario podrá perseguir su cobro
sobre su sueldo post rehabilitación.
Es decir que ahora el costo de presentarse en quiebra ha subido para el deudor, porque el riesgo de
impago de los honorarios del síndico, en vez de asumirlo el síndico, se traslada al deudor; pero cuánto ha
subido dependerá de las regulaciones de honorarios a las sindicaturas en los casos de clausura por falta de
activo, que es el único supuesto liquidativo en que pueden quedar impagos después de realizada la distribución
final, ya que los casos de clausura por distribución final y pago total suponen que se han cancelados los gastos
del concurso y los honorarios.
A cuánto ascenderán las regulaciones es una situación incierta ya que el art. 268, 2o párrafo, LCQ prevé
que en los casos de conclusión por inexistencia de acreedores o clausura por falta de activo, la regulación se
hará atendiendo a la labor realizada, es decir que —a nuestro criterio— no se aplicarán los mínimos previstos
en el art. 267, LCQ ni el del 4% del activo ni el de los tres sueldos de secretarios, aclarando el mismo artículo
que "cuando sea necesario para una justa retribución" puede consumir la totalidad de los fondos obrantes en
autos. Al parecer la ley prevé como hipótesis excepcional que la regulación consuma la totalidad del activo
liquidado. Sin embargo el caso que dio motivo a estas líneas, se trata justamente de un caso de clausura por
falta de activo con honorarios insolutos ejecutados sobre bienes post rehabilitación, es decir que la regulación
no sólo consumió, sino que superó los fondos obrantes en autos, por lo que suponiendo que esta jurisprudencia
es frecuente, pacífica y se extiende, entonces como hemos dicho en el título de este trabajo, el precio de la
quiebra ha aumentado y mucho.
Por lo tanto, si es más costoso presentarse en quiebra, podemos asumir que las presentaciones de este
tipo de procedimientos deberían disminuir, al menos hasta el punto en que los nuevos costos superen los
beneficios, es decir para todos aquellos supuestos que se encuentre en los márgenes, que ahora con la subida
del precio, no les convenga la presentación de la quiebra ya que el sueldo embargable por un año, más los
honorarios completos de la sindicatura, superen las deudas que se pretenden descargar.
En este sentido dicen Cooter y Ulen que cambiando los costos de presentación, los funcionarios
mueven la línea divisoria de la gráfica x.2 y cambian así el valor de los juicios. Aumentando los honorarios
que cobran los tribunales por recibir una reclamación legal, las autoridades desplazan hacia la derecha la
frontera de la gráfica x.2 y provocan la presentación de menos reclamaciones. Por lo tanto, el Estado puede
incrementar el valor mínimo de los juicios. O bien, reduciendo los honorarios, las autoridades desplazan hacia
la izquierda la frontera de la gráfica x.2, causando la presentación de más reclamaciones y reduciendo el valor
mínimo de los juicios (14 ).
Decimos que estos fallos tiene una enorme importancia para el derecho concursal, al menos en
Mendoza, ya que la gran mayoría de los casos que se presentan en esta jurisdicción, corresponden a este tipo
de deudores (personas físicas, empleados en relación de dependencia, consumidores), y hemos argumentado
en la investigación citada, que también los empleados públicos que han presentado concursos o quiebras
representan un porcentaje importante de los empleados públicos de la Provincia, lo que habla de por sí de la

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seriedad del problema; por lo que esta decisión afecta a la inmensa mayoría de los casos que se deciden en
Mendoza. El siguiente gráfico es más que elocuente:

Concursos por tipo de sujetos


Comerciante
Sociedades individual
5% 1%

Consumidor
es
94%

Consumidores Sociedades Comerciante individual

Una pregunta que podríamos hacernos es sí es deseable que se aumente el costo de la presentación en
quiebra para que bajen este tipo de presentaciones. Podríamos decir que si consideramos que las personas se
endeudan más allá de sus posibilidades por razones de "sobreconsumo", lo cierto es que desde esta perspectiva
encarecer la quiebra podría tener como efecto que las personas sean más prudentes a la hora de consumir
porque no tendrán a su disposición el procedimiento de la quiebra para superar la situación de
sobreendeudamiento, o al menos será más costoso. Por lo tanto desde este punto de vista y teniendo en cuenta
los estados de angustia, incertidumbre o de baja en la calidad de vida en la que se ven sumidas las personas y
familias sobreendeudadas, un fallo que genere estas conductas sería atractivo (15).
Sin embargo podríamos predecir que el encarecimiento de los costos de la quiebra no va a producir
una disminución de los procedimientos de quiebra que se presenten en el futuro, y para anticipar esta
predicción, nos enfocamos en dos importantes consecuencias que pueden derivarse del fallo "Doria": una
primera es que el efecto puede ser justamente el contrario al que explicásemos en el párrafo anterior, es decir
que en vez de provocar que los consumidores sean más prudentes a la hora de endeudarse, generen que todos
aquellos deudores que se encuentren en los márgenes, es decir los que tengan deudas contraídas por un monto
cercano al que los beneficios superen a los costos y por lo tanto no les conviene la presentación en quiebra, se
endeuden hasta el punto en que se superen los costos legales, para luego sí presentar su quiebra, es decir que
juegue como un incentivo inverso al que habíamos pensado, promoviendo que la gente que se encuentre cerca
del límite tome deudas al sólo efecto de presentar su quiebra (16). La otra razón por la que presumimos que
las quiebras no van a disminuir es por el problema de agencia, es decir que mientras que a los profesionales
les convenga presentar un procedimiento, aunque a sus clientes no, (divergencia de intereses entre el agente y
el principal), lo cierto es que el profesional encargado del asesoramiento y estrategia, va a seguir aconsejando
la utilización de la quiebra (17).
El desafío entonces es promover alguna reforma que logre: en primer lugar desalentar un consumo
desmedido, lo que para nosotros es el gran objetivo, y en segundo lugar alinear los intereses de los abogados
y de los consumidores, o que al menos reduzca la asimetría de la información que existe entre estas partes,
para que sólo se presenten los casos que merezcan llegar a los Tribunales para solucionar situaciones de serios
sobreendeudamientos.
Alguien podría decir que esta es una empresa perdida desde el vamos, sin embargo estamos
convencidos de que con pequeños pero ingeniosos ajustes, se pueden proveer los estímulos necesarios para
conseguir estos grandes objetivos y el de divulgar la información sobre los consecuencias de presentar un
procedimiento de quiebra y el encarecer el proceso son algunas de las herramientas, aunque seamos escépticos
sobre sus resultados.
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