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EL RELATO

El relato es una narración estructurada en la que se representan


mediante el lenguaje, hechos, acontecimientos o sucesos. Los
relatos pueden ser ficcionales o representar personas o sucesos
históricos.

Un relato es un conocimiento que se transmite, por lo general en


detalle, respecto a un cierto hecho. Gracias al mensaje se
entiende que el relato se basa en una sucesión de
acontecimientos, que mediante isotopías ayudan a que la lectura
sea uniforme
Ha estado presente en todos los tiempos, lugares y en todas
las sociedades desde el inicio de la humanidad; y para que
sea un relato, se necesitan tres partes: quien relata, qué
relata y quien recibe la información. El relato se crea y
transmite gracias y mediante en el lenguaje oral y escrito, lo
que nos otorga una dimensión temporal de la vida. La
distinción entre los tipos de relatos, son las diferencias en sus
estructuras y sus pretensiones.
RELATO LITERARIO

Este tipo de relato es el que se encuentra en todos las


manifestaciones literarias como la leyenda, fábula, cuento,
novela, epopeya, etcétera. Y por lo general se representa
mediante la escritura. El relato construye el carácter de un
personaje, que genera identidad, y se forja gracias a la historia del
personaje, si hay pérdida de la identidad del personaje tiene que
ver directamente con la configuración del relato. Generalmente
se asume valores estéticos debido a que la literatura es
considerada una forma de expresión artística.
RELATO TESTIMONIAL

Consiste en ayudar a la conservación de la memoria, o


incluso crearla si no se tenía conocimiento alguno, se
lleva a cabo cuando las personas dan testimonio.
Usualmente el testigo relata lo que presenció de modo
subjetivo porque habla de su experiencia y no sólo de
los acontecimientos. Y cabe mencionar, el relato que se
obtenga al final estará permeado por el contexto de
quien habla. Este tipo de relato se utiliza con mayor
frecuencia para casos judiciales. Y en su mayoría son
relatos orales.
RELATO HISTÓRICO

Hay ciertos acontecimientos que tienen un impacto e


influencia en el pasado o también pueden ser vigentes,
estos son objeto de muchos relatos históricos y nuevas
reescrituras que demuestran nuevos aspectos o nuevas
relaciones que no se habían desarrollado antes. Para este
ámbito, los historiadores pueden estar de acuerdo en el
acontecimiento de un suceso, pero se difiere en el
contenido del mismo, ya que al relatar por más que se
esté apegado a la fuente, la subjetividad del contexto
sociocultural influye en el entendimiento del mismo. De
este modo, se denota que los relatos históricos se
construyen por el lenguaje. Y como todos reproducimos el
lenguaje, podemos ser sujetos en un relato histórico.
Jorge Luis Oviedo

Tanto en un cuento como en una novela existen una serie de elementos básicos o
fundamentales, es decir, que los encontraremos siempre. Estos son: El argumento, los
personajes y la caracterización.

EL ARGUMENTO
Se denomina argumento al conjunto de hechos o sucesos que se producen en la obra.
Cuando hablamos del argumento no incluimos las descripciones ni los diálogos; de ahí que
el argumento (desnudo de todos los elementos que contribuyen a brindarnos la visión de
los personajes y el ambiente en que estos se mueven) los podemos resumir en forma
breve. Dos o tres párrafos para un cuento o un par de páginas para una novela.
El argumento por simple o breve que sea es inevitable en el relato. La poesía ( la lírica
sobre todo ), en cambio, carece de argumento. El argumento viene a ser pues, el
esqueleto o la estructura que mantiene la unidad del relato.
LOS PERSONAJES

Tampoco puede haber relato sin personaje;


porque toda historia, breve o extensa, fría o
apasionada, triste o alegre, aburrida o vivaz, agria
o melosa, en fin, tendrá como protagonista unos
personajes que, en la mayoría de las ocasiones,
son seres humanos, pero en otra oportunidades
suelen ser animales o seres inanimados, a quienes
el autor otorga cualidades humanas, como en la
fábula.
LA CARACTERIZACION

Tanto el argumento como los personajes adquieren su más clara


resonancia mediante la caracterización de ambientes,
circunstancias y la conducta de los personajes que hace el
narrador.
En el cuento el espacio que tiene el autor para caracterizar
personajes y ambientes es menor que en la novela; de ahí que
recurra a expresiones de una índole más bien sugerente, en vez
de una descripción detallada como con frecuencia suceda en la
novela.
El habla de los personajes, por ejemplo, (pues por la forma como
nos expresamos y las palabras que usamos manifestamos nuestra
procedencia social, nuestra formación, nuestra cultura, nuestra
personalidad, etc.), resulta importante para caracterizar a los
personajes del cuento y, por supuesto, de la novela.
ELEMENTOS DEL CUENTO

El cuento tiene elementos que lo caracterizan de otros textos y que nos permiten
comprender mejor la lectura.
Los elementos son:
1. El tema del cuento: es el asunto sobre el que trata. Los temas se expresan con
sustantivos como amor, muerte, soledad, libertad, justicia, etc., y algunos
complementos, por ejemplo, la imposibilidad del amor a primera vista. No se debe
confundir tema con historia.
2. Historia: se compone de principio, desarrollo (nudo), desenlace (final). El desarrollo
contiene a su vez el conflicto que es el problema, además del clímax que es punto de
mayor tensión en la historia.
3. Trama: es el orden en el que el narrador cuenta las partes de la historia:
cronológicamente, iniciando por el conflicto.
4. Ambiente: se compone de elementos como el tiempo, espacio, entorno social, etc.
Sirve para conocer dónde se desarrolla la historia e influye en los personajes.
5. Narrador: puede o no estar involucrado en la historia y son
EL AMBIENTE

Las circunstancias que rodean a los personajes de un cuento son


importantes porque ayudan a situar la historia en un lugar y en un
momento determinado.

En el caso de los cuentos de terror, el escenario donde se desarrolla


la acción tiende a ser lúgubre y oscuro. Los castillos, casas
embrujadas y cementerios serán entornos adecuados para el
desarrollo del relato.
El ambiente donde se desarrolla una trama policíaca puede ser
similar a la anterior, ya que el misterio también es
característico de este tipo de historias. En el caso de estas
obras encontramos que hay un tipo particular de relatos que se
denominan enigmas de cuarto cerrado. Son historias policíacas
clásicas donde ha ocurrido un hecho que es inexplicable
porque a primera vista nadie ha podido entrar o salir de la
habitación para cometer el crimen que moviliza la acción. Un
cuento característico de este tipo de enigmas es El asesinato
de la Calle Morgue, de Edgar Allan Poe.
Por su parte, las narraciones de ciencia ficción pueden desarrollarse
en espacios futuristas llenos de tecnología, con autos que vuelan y
grandes avances, o también en ciudades devastadas por guerras
futuras y naves espaciales.

Por lo general, las narraciones de ciencia ficción pueden situarse en


un futuro imaginario; sin embargo, también pueden incluir el
pasado gracias a máquinas que transportan en el tiempo y viajes
imposibles. Por su parte, los enigmas policíacos y los cuentos de
terror suceden en nuestra época, pero también pueden ocurrir en el
pasado, en ciudades medievales y renacentistas.
Tipos de desenlace

Son muchas las ocasiones en que un autor deja parte de su


narración a la libre imaginación del lector. Aunque los motivos y
usos pueden ser diversos, se identifican claramente dos:

· el final abierto,
· lo imposible de describir, que lleva a una incertidumbre en
el desenlace.
El final abierto. La duda es un recurso muy usual. Se produce
cuando, una vez que el lector ha acabado de leer el relato, hay una
vacilación entre las posibles explicaciones que pueda tener la
pavorosa historia del relato. El autor cree oportuno que el lector
mismo escoja la explicación que más le satisfaga para construir el
verdadero desenlace y final comprensión del texto.

En algunas ocasiones, sin embargo, ni siquiera esa duda es posible,


pues el escritor no desarrolló ningún tipo de posibilidad para un
desenlace. En estas ocasiones, el lector debe hacer un mayor
esfuerzo por inventar una explicación convincente y no quedarse a
medio relato. Son cuentos inconclusos o que sólo exponen los
acontecimientos, de forma que no debe esperarse ningún
desenlace, pues no existe.
NARRADOR EN PRIMERA PERSONA (Participa en los
hechos narrados, los vive desde dentro) Narrador
protagonista: El protagonista cuenta los hechos en
primera persona, presentándolos de forma
autobiográfica.
“Llegó el día de apartarme de la mejor vida que hallo haber
pasado. Dios sabe lo que sentí al dejar tantos amigos y
apasionados, que eran sin número. Vendí lo poco que tenía, de
secreto para el camino, y con ayuda de unos embustes, hice
hasta seiscientos reales”. Historia de la vida del
Buscón, Francisco de Quevedo.
Narrador testigo: El narrador es un personaje que interviene
dentro del relato (personaje secundario) pero no es el
protagonista.Cuenta los hechos que ha visto pero es ajeno al
mundo interior del personaje protagonista.

“Quisiera no haberle visto más que las manos, me hubiera bastado verlas
cuando le di el cambio de los cien pesos y los dedos apretaron los billetes,
trataron de acomodarlos y, en seguida, resolviéndose, hicieron una pelota
achatada y la escondieron con pudor en un bolsillo del saco; me hubieran
bastado aquellos movimientos sobre la madera llena de tajos rellenados con
grasa y mugre para saber que no iba a curarse, que no conocía nada de donde
sacar voluntad para curarse””” ” . Onetti, Los adioses
NARRADOR EN SEGUNDA PERSONA
El narrador se dirige a sí mismo, desdoblando su
personalidad para convertirse en narrador y personaje a la
vez.

“Gracias a ellos habías aprendido a amar tu ciudad (cosa


sorprendente en un carácter difícil como el tuyo este amor
mantenido a lo largo de los años hacia unos lugares y unas
calles descubiertos sólo al filo de la juventud)”. Señas de
identidad, Juan Goytisolo.
NARRADOR EN TERCER PERSONA (No participa en los hechos
narrados, los ve desde fuera) sólo cuenta lo que puede observar
de la misma forma que lo haría una cámara de cine.
Sólo tenemos conocimiento de lo que dicen o hacen
los personajes pero no accedemos a su mundo interior

.“ Terminó de pasar el mercancías y apareció todo el grupo de bicicletas, al otro


lado del paso a nivel. Paulina, al verlos se puso a gritarles, agitando la mano:
-¡Miguel!, ¡Alicia!, ¡Qué estamos aquí!
-Hola, niños,-contestaban de la otra parte-. ¿Nos habéis esperado mucho rato?
Ya las barras del paso a nivel se levantaban lentamente. Los ciclistas entraron en
la vía, con las bicis cogidas del manillar.
-¡Y qué bien presumimos de moto!-dijo Miguel acercándose a Sebas y a su
novia. Venían sudorosos. Las chicas traían pañuelos de
colorines, como Paulina, con los picos colgando. Ellos camisas blancas
casi todos… Rafael Sánchez Ferlosio, El Jarama

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