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Científicos desarrollan un análisis de sangre para detectar cáncer

en etapas tempranas
La complicación de muchas enfermedades se
genera debido a la detección tardía. En muchos
casos es posible tratar un mal si se identifica su
presencia con anticipación, incluso antes de que
aparezcan los primeros síntomas.
El cáncer es una de las enfermedades que
mayores complicaciones trae si no se detecta a
tiempo. A raíz de esto, diversos investigadores se
han dedicado a estudiar esta enfermedad, para
intentar desarrollar mecanismos que permitan la
detección temprana que permita aplicar el
tratamiento correspondiente de forma efectiva.
Científicos de la Universidad Johns Hopkins de
Estados Unidos han descubierto un examen de sangre que es capaz de detectar hasta 8 de los tipos de cáncer
más comunes que afectan a la población mundial.
La idea de este estudio es lograr que sea posible identificar tumores cancerígenos cuando aún son pequeños y
pueden ser extirpados del cuerpo de forma quirúrgica.
En el desarrollo de la enfermedad del cáncer los primeros síntomas suelen aparecer cuando los tumores ya
están grandes y es imposible su extirpación, lo que favorece la complicación de la enfermedad y puede llevar
incluso a la muerte del paciente.
Entonces, una detección en sangre previa a esos primeros síntomas abre la posibilidad de retirar las células
malignas cuando aún no han generado tanto daño al organismo. Esto aumenta las posibilidades de mantener
con vida a quienes sufren de esta enfermedad.
La primera prueba de este estudio se hizo sobre 1005 pacientes que padecían cánceres de páncreas, hígado,
ovario, colon, mama, estómago o pulmón. Estos pacientes tenían la particularidad de que tenían uno de estos
tipos de cáncer que no se había diseminado hacia otros órganos ni a otros tejidos.
¿Cuál fue el resultado que obtuvieron los investigadores? Que entre el 33 % y el 98 % de los tipos de cáncer fue
identificado con éxito. Fue posible identificar qué tipo de cáncer tenía cada persona, un elemento diferenciador
con relación a otros exámenes de sangre desarrollados antes.
Esto es esperanzador, sobre todo cuando se trata de aquellas variaciones de cáncer que no suelen ser fáciles de
detectar antes de presentar síntomas, como es el caso de los cánceres de hígado, páncreas, ovario y estómago.
El asteroide y la desaparición de los dinosaurios

Indudablemente resulta impresionante imaginar cómo el


impacto de un asteroide fue capaz de generar un cambio
tan definitivo en el planeta: nada menos que la
desaparición de los dinosaurios y el inicio de una nueva era.
Y es que este impacto no fue nada despreciable. Científicos
señalan que el objeto que cayó tenía 20 kilómetros de
anchura, y que la energía generada como consecuencia del
impacto es equivalente a que se hubiesen lanzado 10.000
bombas como la de Hiroshima.
Esto fue hace unos 65 millones de años, y aunque se
considera al asteroide como el principal responsable de
este fenómeno, resulta que se trató de un conjunto de
elementos en los cuales tiene vital importancia el sitio en el
cual cayó dicho asteroide.
El impacto del asteroide en una zona costera con poca profundidad y rica en azufre trajo como consecuencia un gran
despliegue de humo, escombros y azufre, lo que dejó a la Tierra sumida en una oscuridad casi absoluta y aislada de la luz
solar.
Estas son parte de las conclusiones del biólogo Ben Garrod, quien indica que lo que realmente causó la extinción de los
dinosaurios fue la ausencia de alimento que se generó tras la inmensa nube de escombros y yeso producida como
consecuencia del impacto del asteroide.
Las implicaciones de esto fueron definitivas. Algunas especies lograron adaptarse, variando su alimentación y
escondiéndose en madrigueras, y otras, como los dinosaurios, tuvieron menos posibilidades de subsistir y vieron el final
de sus vidas.
El sitio exacto en el que impactó el asteroide está en la península de Yucatán, en el golfo de México. Esto generó un gran
cráter en la superficie de la zona, llamada Chicxulub; el cráter que se generó tiene un diámetro de unos 300 kilómetros.
Lo que fue realmente mortal para los dinosaurios fue la gran capa de azufre que se regó por toda la atmósfera y que se
mantuvo en esta durante un tiempo.
Científicos e investigadores han determinado que el asteroide no fue en sí mismo la razón de la extinción de los
dinosaurios, sino esa capa de azufre que envolvió el planeta.
De hecho, según estos estudiosos, si el asteroide hubiese impactado en aguas más profundas no se hubiese generado la
nube de roca pulverizada que fue a parar a la atmósfera.
Entonces, ¿qué habría pasado si el asteroide hubiese impacto en otro sitio? Lo más importante es que la densidad de
azufre y escombros habría sido menor, lo que habría permitido que la luz solar siguiese incidiendo sobre la Tierra,
permitiendo la existencia de la forma de vida conocida hasta entonces.
Es decir, es probable que los dinosaurios no se hubiesen extinguido en ese momento.
Solo imaginar esta posibilidad permite estar consciente de la importancia de este evento histórico, y no solo por el objeto
del impacto, sino especialmente por el lugar tan específico y determinante al que fue a parar.

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