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Los movimientos sociales entran en el siglo veintiuno! Social Movements Enter the Twenty-First Century! Charles TILLY Columbia University ct135@columbia.edu (traduccion: Marta Latorre Catalan) Recibido: 27.02.05, Aprobado: 17.05.05 RESUMEN Este articulo pretende, a partir de un estudio de caso significative (las movilizaciones en las calles de Filipinas en 2001), indagar en la forma en que las nuevas tecnologias de la comunicacién interactiian con las nuevas Licticas y formas de organizacion de los movimientos sociales, estudiar sus efectos sobre éstos, ast como ana- lizar los cambios que pudieran haberse producido en la internacionalizacién de los comienzos del siglo veintiuno. PALABRAS CLAVE: movimientos Sociales, intemnacionalizacién, nuevas tecnologias de la comunicacién, globa- lizacién, aceién colectiva ABSTRACT This article tries to, from a significant case of study (mobilizations in the streets of Philippines in 2001), inguire into the way by which new technologies of communication interact with new tacties and forms of organization of social movements, study their effects on the latter, as well as to analyze the changes that could have occurred in relation to the internationalization of social movements at the beginning of twenty-first cen- twy. KEYWORDS: social movements, internationalization, new technologies of communication, globalization, collective action | Ese artioulo es una version revisada del documento preparada para el Congreso sobre Politcas de Confiontacién y Estructura de Oportunided Economica: Perspectivs Mediterriness. Universidad de Creta, Rethimno, 17-18 octubre 2003, Este trabajo se inspira en gran, medida en el capitulo $ de Tilly, C. (2008): Social Movements, 1768-2004, Boulder, Colorado, Paradigm Press. Politica y Sociedad, 2005, Vol. 4: im, 2: 11 Charles Titty Hacia la medianoche del martes 16 de enero de 2001, los teléfonos méviles en Mani Filipinas, y alrededores comenzaron a transmit el mensaje «Go 2EDSA, Wear blek» [«Ve a EDSA, Viste de negro»]. En una hora, decenas de miles de personas Hegaron a la Avenida del Epitafio de los Santos, lo que los manileitos Ila- man Eds, En la Avenida ya destacaba un san- tuario de People Power, Nuestra Sefiora de la Paz. La capilla se levantaba en el lugar donde en. 1986 un grupo de monjas hicieron frente con sus rezos a los tanques del Presidente Ferdinand Marcos, y ayudaron a derribarle del poder. En los cuatro dias siguientes, mas de un millon de personas, muchas de ellas vistiendo ropa negra, se reunieron en el centro de Manila, pidiendo la dimisién del entonces Presidente Joseph Estrada. Un derrotado Erap (como los filipinos Hamaban cominmente a Estrada) abandoné su cargo el dia 20. El dia 16, el proceso por el impeachement de Estrada se habia situado en un punto muerto cuando Ia sala encargada del proceso en el Senado vot6 11-10 en contra de examinar una, prueba crucial, por lo que el presidente del Senado habia dimitido, Aquella noche los mani- festantes comenzaron a concentrarse en Edsa, corriendo la voz mediante teléfonos méviles. En. ese momento, el fiscal Oscar Moreno declaré: «El foro esti ahora en las calles, no en los pasi- os del Senado. Esta en el terreno de la opinion, piiblica y estoy seguro de que los filipinos esta- rin a la altura de las circunstancias». El dia 17, os abogados del caso secundaron al presidente del Senado en su decisién de dimitir, Durante los dos dias siguientes, numerosos grupos de todo el pais empezaron a unirse al movimiento que pedia la dimisién del presidente. Procedente de Hong Kong, por ejemplo, el anterior presidente Fidel Ramos liderd una mar- cha de protesta de unos trescientos seguidores desde el aeropuerto hasta Edsa, donde a antigua, presidenta Corazon Aquino y el protector de People Power, el Cardenal Jaime Sin, se dirigian a la multitud mientras exigian la dimisién presi- dencial. En toda la region de Manila, doscientos mil trabajadores se ausentaron det trabajo para asistir a los mitines contra Estrada (Philipine Star, 18 de eneto de 2001). La tarde del dia 18, Los movimientos sociales entran en et sigh veintiuro una cadena humana de diez kilémetros se des- plegd desde el monumento en memoria de Ninoy Aquino (cuyo asesinato, Hevado a cabo por las fuerzas de Mareo en 1983, habia precipi- tado indirectamente el movimiento de People Power en 1986 y Hevado a su viuda a la presi antuario de Eds I viernes 19, las fuerzas contra Estrada die- ron pasos incluso mas serios contra el asediado presidente. Ese dia, ciento cincuenta mil mani- festantes se concentraron ante el monumento de People Power, el jefe del ejército aparecié frente a ellos para anunciar su defeccién del bando del gobierno y la vicepresidenta Gloria Macapagal Arroyo (hija de un antiguo presidente filipino) comenz6 a perfilarse como «comandante en jefe». En el trascurso de! dia, un niimero de of - ales de la policia y el ejército abandonaron al presidente y autorizaron una marcha al palacio presidencial. Mientras tanto, las calles se Henaron de gru- pos de rock, bandas de institutos, consignas de los oponentes a Estrada y pancartas Hamando a la destitucién del presidente. Y asi como las manifestaciones en las calles continuaban, los, jefes del ejército enviaron a un oficial de alta graduacién y un asesor del anterior presidente para informar a Estrada —para entonees bastan- te ebrio— de forma bien clara de que los milita res no le respaldarian més. Aunque el presiden- te nunca presenté la dimisién formalmente, al final de ese dia 19, Gloria Macapagal habia asu- mido el poder, recibiendo un rapido reconoci- miento como presidenta por las. principales autoridades del pais. Estrada abandoné final- mente el palacio presidencial el dia 20 (Ananova, 2001; Philippine Star, 2001). La concurrencia de ciudadanos filipinos, no violenta pero de manifiesta importancia, habia ayudado de nuevo a producir una importante transferencia de poder en un pais cargado de problemas. Una semana mis tarde, Time Asia reflejaba: Lo que sucedié Ia semana pasada en Manila tenia todos los ingredientes de la democracia a pie de calle: manifestantes, discursos. calurosos, People Power —precisamente como la gloriosa revolucién que derrocé al dictador Ferdinand Marcos de forma IN: de ta 7] Cursiva afiadid (en todos los usos de este término a fo largo del texto). No se traduce aqui el término del inglés por su uso generaizado en la literatura en cen por delitos cometidos en el deserpeio de sus funciones. 2s sociales. A continuacidn se precisa su significado: susacign formulada contra un alto cargo Politica y Sociedad, 2005,Vol. 42 Nim, 2: 11-35 Charles Tity dramitica y pricticamente sin derramamiento de sangre, hace casi quince afios. La emocién del ‘momento acompafiaba durante el dia, y uno se sentia cinico interrogando sobre los motivos de la gente o la presimta corrupcién del «difunto» Presidente Joseph strada, {Pero qué sucedi6 realmente entre bastido- res pata dar lugar a People Power II? gY podrian esos poderes —y personas— que habfan provocado ya la caida de otro presidente filipino ser las mismas fuer- zas que harian dificil para cualquiera, incluida la recién jurada Presidenta Gloria Macapagal Arroyo, gobernar Filipinas de forma efeetiva? (Time Asia, 2001), En otras palabras, toda esa conmocién en las calles de Manila habia proporcionado algo mas gue el camuflaje para unos decisivos pasos poli- ticos, tomados por dirigentes que habian ya decidido librarse de una figura titere inconve- niente y que manipularian también a su sucesor? Las preocupaciones de fa revista plantearon cuestiones que se extendian mucho mas alld de una tumultuosa semana de enero en Manila. {Tracria el siglo veintiuno movimientos sociales que culminaran los ansiados sueiios de People Power alrededor del mundo? ¢Serian las tecno- logias de la comunicacién, como los mensajes de texto de los teléfonos méviles que corrieron la voz tan rapidamente en Manila, las que pro- veerian los medios para los activistas y la gente comin para desplazar el balance téctico lejos de capitalistas, lideres militares y politicos corrup- tos? O, por el contrario, gmarcarian las concen- traciones de miles de ciudadanos simplemente el tiltimo giro de politica popular en el despertar de la contienda de la globalizacién? El analista de las tecnologias Howard Rheingold toma la aventura filipina como la precursora de lo que ha Mamado «Smart Mobs»: «gente que es capaz de actuar coordi- nadamente incluso sin conacerse» (Rheingold, 2003: xii). El autor resalta el entusiasmo de la poblacién filipina por el «servicio de mensajes, cortos» [SMS en inglés: Short Message Service] desde su introduecién en 1995. De manera que en el aio 2000, los 84 abonados por cada mi habitantes de Filipinas superaban las cifras de otros paises mas ricos como Costa Rica (52) y > IN: de de Z)No se twaduce el téemino «sinart mobs ni se adapta el recogid en Ia taducen de Libro de HL Rh imoligentes»(Afuhiudes imeligentes: a proxima revolucién social, Baroclona, Ciedisa cel concepto de «masa intcligente>, dotada de sentido si se quiere (por oposicién al de «masa» —aforma, maleable fom original por su uso comin ereiente tradiciin socioigica)y aun optando por su acepeién en ef Politica y Sociedad, 2005, Vol. 42 » iim. 2: 11-35 Los moviientos sociales entran en el siglo veintiuno Belice (70), a pesar de quedar bien lejos de los 783 de Islandia y de los igualmente notables 751 de Noruega, Filipinas, ademas, puede incluirse en una {egoria especial en relacién con las comunii ciones, al menos en un aspecto relevante. Los Linicos paises en el mundo que contaban enton- ces con mis del doble de abonados a teléfonos méviles que a lincas fijas de telefonia eran Paraguay, Gabén, Congo y Filipinas (PNUD 2002: 186-189). Los teléfonos méviles y los mensajes de texto comenzaban a parecer Serias alternativas a las telecomunicaciones de linea fija, especialmente donde la pobreza, la agita- cidn politica y/o una geografia severa, impiden Ja creacién de una infraestructura de telecomu- nicaciones respaldada por el gobierno. A prime- 1a vista, los sistemas de telefonia mévil conta- ban con el atractivo popular de no caer fiicilmente bajo el control gubernamental. Rheingold, sin embargo, va mas alli. Argumenta que las «smart mobs conectadas por mensajes de texto estin ya quitando el pro tagonismo a los movimientos sociales conven- cionales del siglo veinte, El cita los siguientes ejemplos: —El 30 de noviembre de 1999, grupos de manifestantes autnomos pero interconec- tados, protestando en la reunién de la Organizacién Mundial del Comercio, usa- ron ticticas «en red», teléfonos méviles, paginas web y ordenadores portitiles para ganar la «Batalla de Seattle». — En noviembre de 2000, miles de ciudada nos briténicos, indignados por una repen- tina subida de los precios de la gasolina, usaron sus teléfonos moviles, mensajes cortos de texto, correos electrénicos desde los portitiles y las radios en los taxis para coordinar grupos dispersos, que bloquea- ron el servicio de suministro de gasolina en estaciones de servicio previamente escogidas, en una protesta politica arries- gada. — Una manifestacién violenta en Toronto en la primavera de 2000 fue retransmitida por un grupo de periodistas de investigacién vinculacién con un medio especifico, ld, cautivdes| 108) por parecermos mas aprepiado, en toda caso, ceoncepto de amplia

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