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Parte 2: No te dejes engañar

INTRODUCCIÓN
Nunca obtendremos lo que realmente queremos hasta que descubramos qué es lo más valioso.
Pero elegir lo que es valioso, no es algo natural. Todos hemos tenido la experiencia de obtener lo
que naturalmente queremos, solo para descubrir que no es lo más valioso, no es lo que en úl>ma
instancia queremos. Pero, ¿cómo evitamos ser engañados por nuestros deseos a corto plazo?

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

1. Lea Romanos 7: 15–19 en voz alta como un grupo. Al crecer, ¿cómo se le explicó la batalla
interna entre el bien y el mal? ¿Qué términos usaron sus padres para describir ese conflicto
interno?

2. ¿Cómo define ese conflicto interno ahora? ¿Qué términos usa como adulto?

3. Durante el mensaje, Juan dijo: "Todos obtuvimos lo que naturalmente queríamos y terminamos
con lo que no queríamos". ¿Algo viene a tu mente?

4. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que nos resulta diZcil priorizar lo que realmente
queremos por delante de nuestros deseos inmediatos?

5. Lea San>ago 1:14 en voz alta como un grupo. Describa un momento en que fue arrastrado por el
deseo. Es obvio hacia que nos arrastran, pero ¿de qué lo arrastraron?

6. Lea San>ago 1:15 en voz alta como un grupo. ¿Alguna vez ha tenido un sueño, una relación o
una oportunidad de morir porque fue arrastrado por algo que quería?

Lo que naturalmente queremos rara vez es lo que finalmente queremos. Comprométase en grupo
a responder las preguntas que Juan formuló al final del mensaje:

1. ¿Qué quiero realmente?


2. ¿Qué es lo que constantemente me arrastra?
3. ¿Por cuánto >empo más voy a dejar que lo que quiero naturalmente me arrastre y aleje de lo
que quiero realmente?
CAMBIANDO SU MENTE
Entonces, después de que el deseo ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, cuando es
adulto, da a luz a la muerte. No se dejen engañar, queridos hermanos y hermanas.
San>ago 1: 15–16

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