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Esther González Martín

LOS FOCOS CONTRASTIVOS Y LA PARTÍCULA DE POLARIDAD ‘SÍ’

1. Introducción

La Nueva Gramática de la Lengua Española publicada por la Real Academia


Española (RAE en adelante) atribuye dos funciones diferenciadas a la partícula ‘sí’, a
saber, la de adverbio de afirmación y la de adverbio de foco. Un adverbio de foco,
siguiendo la explicación académica, se caracteriza “por que las expresiones a las que
modifica[n] representan el elemento que se resalta”(RAE, 2010). En otras palabras,
estos adverbios, según la RAE, modifican al foco o segmento destacado de la expresión
lingüística en que se encuentran.
El siguiente trabajo tiene como prurito el análisis de la partícula ‘sí’ no como
adverbio que modifica al foco sino como un foco contrastivo en sí mismo. Para ello se
cotejarán las propiedades semánticas y sintácticas de los focos contrastivos1 y se
analizará la medida en que esta partícula cumple con la aprehendida caracterización.

2. Los focos contrastivos y la partícula ‘sí’.

Comenzamos este análisis con una aproximación semántica al concepto de foco


contrastivo. El compendio bibliográfico cotejado coincide en asignar a este segmento de
la información remática una función esencial y doble: negar “una parte de la
presuposición introducida por el contexto asertivo y […] asigna(r) un valor alternativo a
esa parte de la presuposición negada”(Rodríguez Ramalle, 2005). Como se observa en
el siguiente ejemplo, en la oración (1b) el elemento “peras” niega una parte de la
presuposición introducida por (1a), en este caso el valor de la variable objeto directo,
“manzanas”. El nuevo valor que adquiere la variable, o sea, “peras” es el foco
contrastivo de (1b). Otra forma de describir el segmento focal que, además, permite
comprender la nomenclatura del mismo es presentarlo como información oracional
nueva (“peras”) que contrasta con información presupuesta y la niega (“manzanas”).

(1) a. María compró manzanas.


b. PERAS compró María (y no manzanas).

Es preciso aquí especificar que el conjunto de valores negados por el foco


contrastivo no siempre aparece en el discurso previo como sucede en este ejemplo en el
que “peras” se opone a “manzanas”. En ausencia de (1a) se podría argumentar que el
foco contrastivo de (1b) se opone a cualquier producto o servicio con posibilidad de ser
comprado por María. A modo de conclusión de este apartado se puede decir que el foco
contrastivo se opone e invalida al conjunto de entidades, características o circunstancias
susceptibles de ser valor de la variable focal .
Una vez esclarecido el concepto de foco en estos términos se puede continuar con
su aplicación a la partícula “sí”.

(2) a. -A María no le gustan las manzana

1 Hay una propiedad prosódica que no ha formado parte de este proceso de comparación y
es que el foco contrastivo siempre tiene acento nuclear enfático. En virtud de esta consideración
y siguiendo la convención formal se han marcado los focos contrastivos con mayúsculas que
indican acento nuclear enfático.

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b. -A María SÍ le gustan las manzanas.

En los casos en los que la partícula ‘sí’ actúa como en el ejemplo se puede decir
que constituye un foco contrastivo que se opone a ‘no’. La variable que en este caso se
está modificando es la de polaridad, es decir, el foco cambia la polaridad de la oración
de negativa a positiva. La de polaridad cuenta con un par de rasgos que la diferencian
del resto de las variables propias de los focos contrastivos. En primer término, no atañe
a una función sintáctica como ocurría en (cf. 1) en el que el foco se correspondía con un
objeto directo. En segundo término, porque el conjunto de valores que puede adquirir
esta variable es siempre o casi siempre consabido y se limita a la pareja de partículas de
polaridad.
Hay algunas construcciones en las que el foco antepuesto no contrasta de manera
taxativa la presuposición previa sino que la resalta, precisa o enriquece. A menudo
también se utiliza como recurso para la ironía. Visto que, en nuestro caso, ‘sí’ solo
puede oponerse a ‘no’ parece difícil encontrar contextos en que esta partícula per se (y
refutando a ‘no’) resalte, especifique o aumente el valor de ‘no’ salvo en clave irónica.

(3) – ¿Sigues sin empezar el trabajo? Tú SÍ(que) vas bien.

En este ejemplo el valor del foco se sigue oponiendo a ‘no’ y , por ende,
teóricamente, “tu SÍ (que) vas bien” contrastaría con “tú no vas bien”. Sin embargo en
clave irónica esta partícula se reinterpreta y adquiere el valor contrario, el de negación.
Una vez contrastadas las propiedades semánticas podemos continuar con el cotejo
de las características sintácticas de estos focos con el objetivo de observar cómo se
ajusta a las mismas la partícula ‘sí’.
Para comenzar repasaremos las particularidades sintácticas del foco contrastivo
que no presentan, a priori, complicaciones para incluir al adverbio ‘sí’ dentro de esta
categoría. Por un lado se observa que el foco contrastivo se caracteriza por no presentar
demasiadas restricciones categoriales en cuanto al constituyente focalizado pudiendo ser
cualquier sintagma a excepción de un sintagma verbal. La partícula ‘sí’, analizada como
adverbio o como modificador oracional, no constituye un sintagma verbal por lo cual
está habilitado, en este sentido, para funcionar como foco contrastivo. Por otro lado está
la condición de este tipo de focos de no aparecer coindizados por clíticos. Dado que esta
partícula no tiene posibilidad, de forma aislada, de funcionar como complemento
directo o indirecto su posible coaparición con clíticos correferenciales queda descartada.
Continuemos con el análisis de la ubicación oracional del foco, al respecto de la
cual caben algunas consideraciones. Una de las características sintácticas de los focos
contrastivos es que pueden ocupar cualquier posición de una oración principal o una
oración subordinada (siempre y cuando esta no sea una oración radical). Hemos
advertido ya (cf. 2a) que la partícula puede funcionar como foco contrastivo en una
oración principal. Veamos cómo se comporta en una oración subordinada.

(4) a. -María dijo que Juan no comió la tarta.


b. -María dijo que Juan SÍ comió la tarta.

(5) a. -María cree que Dios no existe.


b. -María cree que Dios SÍ existe.

El ejemplo (4) permite vislumbrar cómo la partícula ‘sí’ puede funcionar como
foco contrastivo que se opone en al ‘no’ de (4a). Se aprecia en este caso que la

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polaridad que se niega es la de la cláusula subordinada de (4a). El ejemplo (5) ilustra


que la partícula ‘sí’ como foco contrastivo puede aparecer en oraciones radicales.
La libertad de ubicación que presentan los focos contrastivos está limitada por
ciertas restricciones: (I) el foco contrastivo ocupa el margen preverbal o izquierdo de la
oración matriz o de la subordinada y debe estar adyacente al verbo (II) no puede escapar
de posiciones dentro de cláusulas de relativo, adverbiales o de sujeto (III) puede
separarse de su posición original por varias cláusulas y (IV) exige la posposición del
sujeto (excepto en los casos en que este es el foco contrastivo). Veamos si estas
premisas se cumplen con ‘sí’.
Para comprobar si la partícula aparece en el margen izquierdo y adyacente al
verbo podemos acudir a los ejemplos ya presentados. Tanto (cf. 2) como (cf. 4)
muestran que ‘sí’ puede ocupar esta posición preverbal. De hecho esta partícula enfática
parece presentar esta posición de manera defectiva. Las siguientes oraciones ilustran
cómo el cambio de posición de la partícula resulta agramatical.

(6) a. A María no le gustan las manzanas.


b. A María SÍ le gustan las manzanas
c. *Sí a María le gustan las manzanas.
d. *A María le gustan sí las manzanas.
e. *A María le gustan las manzanas sí.

La posición preverbal no impide, sin embargo, que entre la partícula y el verbo


aparezcan otros elementos como en el ejemplo (6b). La adyacencia del foco al verbo
presenta en el caso de ‘sí’ la excepción de que permite el intercalado de clíticos. El caso
(6e), además, se relaciona con una de las características de este tipo de focos y es que no
tienen un correlato hacia la derecha.
La segunda condición (II) puede resumirse en que el foco contrastivo “no puede
escapar de los entornos caracterizados como islas fuertes” (Bosque y Gutiérrez-Rexach,
2009).

(7) a. Conocemos a una mujer que SÍ escapó de esa cárcel.


b. SÍ conocemos a una mujer que escapó de esa cárcel

(8) a. Vamos a un bar donde SÍ nos atiendan.


b. SÍ vamos a un bar donde nos atiendan.

(9) a. Me gusta que en las conversaciones SÍ se escuche al otro.


b. SÍ me gusta que en las conversaciones se escuche al otro.

Los tres ejemplos de arriba muestran una gama de coincidencias. En (7a) (8a) y
(9a) aparece la partícula ‘sí’ como foco contrastivo en oraciones subordinadas que se
caracterizan como islas fuertes. Estos focos contrastivos, en virtud de la premisa
primera, se contraponen y niegan las proposiciones correspondientes a sus cláusulas.
Los valores alternativos serían “ que NO escapó de la cárcel” para (7a) “donde no nos
atiendan” para (8a) y “ que en las conversaciones no se escuche al otro” para (9a). Las
contrapartidas de estas oraciones (7b, 8b y 9b) verifican que la partícula ‘sí’ no puede
escapar de los entornos de estas islas fuertes. El cambio en la posición de la partícula
fuera de su cláusula cambia sustancialmente la interpretación. Cuando se produce este
movimiento desde la cláusula subordinada hacia la oración principal, este adverbio ya
no se interpreta como modificador del verbo subordinado sino del principal. En estos

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casos la partícula sigue siendo un foco contrastivo que modifica la polaridad de la


oración principal en su conjunto y no solo de la subordinada como ocurre cuando ocupa
la posición dentro de la isla fuerte. En base a esto tenemos que los valores alternativos a
los que se oponen las oraciones (7b 8b y 9b) serían respectivamente: “No conocemos a
la mujer que escapó de la cárcel”, “No vamos a un bar donde nos atiendan” y “ No me
gusta que en las conversaciones se escuche al otro”. En base a esto podemos añadir que
en el caso de ‘sí’ no se aplica la característica (III) sobre cláusulas intermedias ya que la
anteposición a estas haría que ‘si’ pasase a modificarlas a ellas y no su cláusula original.
Atendamos ahora a la premisa de que el foco contrastivo exige el movimiento del
sujeto hacia la posición posverbal. Esta premisa se aplica siempre y cuando el foco no
cumpla esta función pero se ha visto que la partícula ‘si’ no puede funcionar, en
solitario, como sujeto, por tanto esta excepción no se aplica. La característica de la
posposición del sujeto, como se ve a continuación por los ejemplos, no opera del mismo
modo con todos los focos contrastivos. Las oraciones (10a) y (10b) evidencian que no
es posible la anteposición focal con el sujeto preverbal. De hecho esta es una de las
razones que permiten diferenciar un foco contrastivo de una dislocación como la que
aparece en (10c). En este caso el segmento antepuesto no niega que se hayan podido
cosechar alimentos alternativos a alubias.

(10) a. LAS ALUBIAS (y no las lentejas) coseché yo.


b. *LAS ALUBIAS ( y no las lentejas) yo coseché
c. Las alubias, yo las coseché (junto con las lentejas y los tomates)

(11) a. Los ornitorrincos SÍ son venenosos.


b. *SÍ los ornitorrincos son venenosos.

En el caso de (11a) el hecho de que el sujeto permanezca en su posición preverbal


y comparta el margen izquierdo con ‘sí’ no parece alterar la interpretación del mismo
como foco contrastivo siempre y cuando este sujeto no interrumpa la adyacencia entre
foco contrastivo y verbo como ocurre en (11b). En base a las consideraciones que han
proliferado de los ejemplos (10) y (11) podemos concluir que la partícula ‘sí’ en tanto
foco contrastivo no exige que el sujeto ocupe una posición posverbal pero no admite
que éste se ubique entre la partícula y el verbo.
El conjunto de particularidades sintácticas que presentan los focos contrastivos no
se agota con estas restricciones examinadas. Otra de las facetas características de estos
focos es que no admiten la recursividad. Como se ha explicado anteriormente, los focos
contrastivos son sintagmas que pueden desempeñar diferentes funciones sintácticas.
Para que estos sintagmas se conviertan en foco contrastivo es necesario un movimiento
de su posición original hacia el margen preverbal o izquierdo. Esta permuta es lo que se
conoce como focalización o anteposición focal. Además de una serie de rasgos
prosódicos (este foco ocupa la cumbre de la curva melódica) el foco contrastivo es
reconocible por esta posición preverbal que ocupa. La regla de la recursividad, aplicada
a estos elementos, está en estrecha relación con este movimiento sintáctico en que se
basa la focalización de tal forma que impide que más de un elemento remático se
focalice. En otras palabras, no es posible la coaparición de dos focos contrastivos como
ilustran las siguientes variantes oracionales:

(12) a. Juan SÍ comió las manzanas ( opuesta a “Juan no comió las manzanas)
b. *JUAN (y no Luis) SÍ comió las manzanas.
c. *LAS MANZANAS ( y no las zanahorias) SÍ comió Juan.

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El siguiente apunte sintáctico enriquece la lista de elementos con los que el foco
contrastivo no puede coaparecer. Apuntan Bosque y Gutiérrez-Rexach que “la
anteposición focal es incompatible con la aparición de constituyentes interrogativos
antepuestos” (Bosque y Gutiérrez-Rexach, 2009). Rodríguez Ramalle reduce el espectro
de posibilidades y afirma que ningún constituyente interrogativo puede coaparecer con
un foco contrastivo. Zubizarreta, por su lado, aporta que no puede aparecer en
posiciones contenidas en preguntas indirectas.

(12) * SÍ ¿quién comerá el menú vegano?


(13) a. ¿Quién no comerá el menú vegano? ¿Quién SÍ comerá el menú vegano?
(14) - Más al norte no vamos que allí no somos bien recibidos. Me gustaría saber
dónde SÍ somos bien recibidos.

En el primero de los casos (12) parece cumplirse la regla que impide la


simultaneidad de constituyentes interrogativos antepuestos y foco contrastivo ya que la
oración resultante es agramatical. Explica Rodríguez Ramalle que esto se produce
porque ambos elementos, foco y operador interrogativo compiten por la misma posición
sintáctica. Pasemos a los otros dos ejemplos que parecen oponerse a la premisa de
Rodríguez Ramalle que predica la imposibilidad total de coaparición de los dos
elementos y a la de Zubizarreta. Si bien es cierto que estas frases son gramaticales, la
interpretación de la partícula ‘si’ no es contrastiva en el sentido en que se ha estudiado
el foco contrastivo hasta ahora. En ambos casos el ‘sí’ puede interpretarse como un foco
contrastivo opuesto a ‘no’ pero que no lo niega, es decir, en estos contextos, la polaridad
positiva no invalida la alternativa negativa.

3. Conclusiones

En el presente trabajo hemos abordado el concepto de foco contrastivo y


presentado sus propiedades semánticas y sintácticas para estudiar en qué medida la
partícula de polaridad ‘sí’, cuando refuta una oración negativa previa, actúa como un
foco contrastivo. Los resultados obtenidos en este sentido muestran que este adverbio
focal no cumple con todas las características que retratan este tipo de focos pero sí con
la mayoría. La falta convergencia de propiedades entre foco y adverbio se ha advertido
más en la sintaxis, específicamente en lo que atañe a la relación posicional con el sujeto
y a la coaparición con otros elementos oracionales como los constituyentes
interrogativos.

4. Bibliografía

 Bosque, Ignacio y Javier Gutiérrez-Rexach (2009): Fundamentos de sintaxis


formal,Madrid, Akal, §§ 11.4.1.
 Rodríguez Ramalle, Teresa Mª (2005): Manual de sintaxis del español (1ª ed.)
Madrid, Castalia,§ 7.3.
 RAE (2010) Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid, Espasa
 Zubizarreta, Mª Luisa (1999): “Las funciones informativas: tema y foco”, en I.
Bosque y V. Demonte (dirs.): Gramática descriptiva de la lengua española,
Madrid, Espasa Calpe, §§ 64.1, 64.3.1, 64.3.2 y 63.3.4.

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