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FACULTAD DE EDUCACIÓN
ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACIÓN
INICIAL
TÉSIS
DESEMPEÑO
DESEMPEÑOEMOCIONAL
EMOCIONALDE DENIÑOS
NIÑOSYYNIÑAS
NIÑASDE
DE55
AÑOS
AÑOSDE
DELAS
LASINSTITUCIONES
INSTITUCIONESEDUCATIVAS
EDUCATIVASINICIAL
INICIALN°
N°
578 Y 548 - ACOBAMBA
578 Y 548 - ACOBAMBA
PRESENTADO POR:
HUANCAVELICA - PERÚ
2017
0
1
CAPÍTULO I
PROBLEMA
2
Problemas como la interacción familiar pasiva o autoritaria, no
aseguran el desarrollo emocional normal de los niños y niñas (Henao y
García, 2009), los efectos son niños que presentan conductas negativas.
Los padres al ser permisivos con las respuestas emocionales, a
pesar de ser conscientes de cómo se siente el niño, pensamos que está
bien cualquier respuesta del niño, rabietas y golpes incluidos. Intentan
clamar los disgustos usando chantajes materiales y afectivos para
conseguir que los niños dejen de estar tristes o angustiados (Henao y
García, 2009)
Los problemas que más encontramos en la infancia es la baja
tolerancia a la frustración. Niños que les cuesta mucho asumir las normas
y los límites, que están aprendiendo a leer o a escribir y no les sale algo y
se enfadan. Esto les afecta no solamente en el aprendizaje porque se
frustran y ya no son capaces de aprender, sino que les interfiere mucho
en las relaciones sociales. (Hidalgo y Palacios,1999)
También la baja empatía es otro de los problemas que encontramos
en los niños y niñas. Para desarrollar la empatía los niños tienen que ser
capaces de ponerse en el lugar del otro. Esto no ocurre, nos comenta la
docente de 5 años de la institución educativa inicial N° 578, de Acobamba,
del barrio de Cocharcas “porque algunos niños y sobretodo niñas son muy
egocéntricos y a veces afectan los sentimientos de los otros niños y los
hacen sentir mal” más adelante en la conversación, manifiesta que “…en
esta edad ya deberían tener nociones de la empatía, pero es un concepto
que hay que trabajar”.
Al respecto, Herrera, Ramírez, y Roa (2004) sugieren que cuando
los padres responden abiertamente con simpatía y con cariño a los
sentimientos de malestar o de soledad de sus hijos éste aprende a
expresar su malestar sin vergüenza y a responder con empatía a las
necesidades de los otros, es decir que, los niños se hacen conscientes de
la importancia de los sentimientos a partir de la importancia que los
demás dan a sus sentimientos y a los del niño.
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Por otra parte, los padres ignoran los sentimientos de sus niños, es
decir, tratamos los problemas emocionales como algo trivial o fastidioso,
algo que hay que esperar que pase y, por tanto, desaprovechamos estos
momentos como una posibilidad de acercarnos a los niños o de ayudarles
a aprender lecciones sobre las emociones (Cabrera, Guevara, y Barrera,
2006)
Otro problema es despreciar los sentimientos del niño, es decir, el
padre, no muestra respeto por cómo se siente el niño, considera que el
niño actúa malintencionadamente y no le reconocemos la capacidad de
aprender, Le transmiten mensajes negativos, mostrando desaprobación y
desprecio tanto en las críticas como en los castigos. (Fontaine, 2000)
Para dar mayor claridad acerca de lo manifestado en el párrafo
anterior, Salovey y Mayer (1990) afirman que el mundo del deseo, de la
fantasía, del afecto, de las emociones, es esencial en el psiquismo
humano, más aún, es el elemento generador de ese psiquismo, de forma
que las otras facultades van a recibir de él su energía. Si él no funciona
bien, todo el psiquismo se perturbará; por el contrario, si él desarrolla con
normalidad, irá surgiendo una personalidad sana y equilibrada.
Es por ello importante profundizar en los rasgos de la afectividad del
niño y su importancia en la formación de la personalidad infantil es
decisivo para toda educadora de la niñez.
Recolectando información de la docente de la institución educativa
548, de Puca Cruz de la sección “Los Competentes”, ubicado en la zona
rural de Acobamba, donde se plantea realizar el trabajo de investigación,
nos manifiesta que “...la timidez, caracteriza a algunos de los niños y
niñas y esto se puede observar cuando ellos evitan el contacto con otros
desconocidos o poco familiares”.
Esto lo pudimos observar también en niños de otras instituciones
educativas donde hicimos prácticas pre profesionales, cuando al
acercarnos a ellos, reaccionaban con mucha timidez, cuando se le
preguntaba como se llamaba se resistían a decir y si lo hacían era muy
forzadamente. En otras situaciones se alejan corriendo, se esconden
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como si tuvieran miedo, inclinan la cabeza hacia un lado y nos miraban de
reojo
Asimismo, otro síntoma del problema emocional en los niños y niñas
es la vergüenza, esto se puede ver, nos dice la docente de la institución
educativa 548, “cuando hay una reacción en las conversaciones con
personas y compañeros mostrando, rubor, tartamudeo y nerviosismo, o
cuando le preguntamos sobre los aprendizajes que hicimos no responden,
son tercos”
Al respecto, Touron, (2004), manifiesta que lo emocional afecta a la
vida académica, “de hecho la capacidad de aprendizaje disminuye
entorno a un 20% y a un 30% si hay problemas de autorregulación
emocional”.
Y es que no hay solo que educar a los niños a nivel académico,
también a nivel social y a nivel emocional. Las personas que tienen una
mayor inteligencia emocional se ha demostrado que son más felices, que
tienen una mejor salud, que tienen más amigos tanto en calidad como en
cantidad. (Villanueva, 2008)
Pero, en las instituciones educativas de inicial en cada minuto de
clase que pasa, los niños constantemente enfrentan diversas presiones
académicas y sociales. Estas emociones van desde sentirse enojado,
molesto, ridiculizado, orgulloso, entre otras, y afectan el aprendizaje
porque influyen en la comunicación, la atención y la memoria, y en todo lo
que necesitan para manejarlas. (Villanueva, 2008)
Las personas enojadas actúan enojadas, lo cual tiene
consecuencias, sobre todo negativas, para el aprendizaje. Si una niña o
niño se siente agitada(o) o de mal humor y no sabe cómo calmarse o
reorientar sus sentimientos, le resulta más difícil concentrarse en el
aprendizaje.
Y aquí, está otro síntoma del problema, ya que algunas docentes del
nivel inicial se dificultan en orientar o regular las emociones de los niños y
niñas, por diferentes factores. La forma en que actúan, es más de
represión de las emociones que puedan manifestar en el salón de clase,
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es decir, conminan a los niños y niñas a callarse, a no comportarse de esa
manera porque eso sólo hacen los niños malcriados y a veces llegan a
condicionamientos supersticiosos.
Según, Shapiro, (1997) la capacidad de un niño para afrontar
situaciones no es innata; es adaptativa o entrenable, al menos en teoría.
La formación específica en habilidades socio-emocionales puede
establecer vías neurológicas que hacen que los niños sean menos
vulnerables a la ansiedad y les permita recuperarse más rápidamente de
experiencias infelices.
La formación en habilidades socioemocionales puede hacer que los
niños sean más inteligentes a través del desarrollo de una parte del
cerebro (corteza prefrontal) que es la responsable de las habilidades
académicas importantes como el control de los impulsos, el razonamiento
abstracto, la planificación a largo plazo y la memoria de trabajo.
(Goleman, 1996)
Por lo expuesto, es de necesidad comprender en que nivel se
encuentran el desarrollo emocional del niño (a) de la Institución Educativa.
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c) Identificar las diferencias del desempeño emocional entre los niños y
niñas de 5 años de las instituciones educativas N°548 y 588 de
Acobamba.
d) Identificar las diferencias del desempeño emocional entre los niños y
niñas de 5 años de las instituciones educativas N°548 y 588 de
Acobamba
1.4 Justificación
El presente estudio se plantea porque existen manifestaciones de
actitudes y conductas negativas de las niñas y niños en el nivel inicial que
sobrepasan a la función de las docentes y a veces de los padres de
familia con respecto al manejo adecuado de las emociones de los niños y
niñas de la Institución Educativa N° 548 y 588 de Acobamba.
La presente investigación tiene significatividad porque nos permitirá
conocer el nivel de desempeño emocional de los niños y niñas de 5 años
de edad de las instituciones educativas mencionadas.
Los resultados, servirá para que los agentes educativos de la
Institución Educativa para la toma de decisiones con respecto a mejorar el
desempeño emocional de los niños y niñas e incorporarlo en el proceso
de enseñanza – aprendizaje.
1.5 Limitaciones
En el desarrollo del estudio se tuvo que superar dificultades que
estaban relacionadas con la recolección de datos a través del
instrumento, porque la distribución del tiempo y de las actividades que ya
tenían planificadas con la profesora del aula eran muy cerradas. Sin
embargo, la coordinación adecuada y perseverancia se pudo superar
dicha limitación.
En lo referente a los antecedentes del estudio se tuvo limitaciones,
ya que los estudios que encontramos, si bien están referidos
genéricamente a la variable desempeño emocional, éstas en su mayoría
no están relacionadas directamente con las dimensiones en la que
operacionalizamos la variable mencionada, por eso la discusión se hace
sobre la relación parcial o relativa de dichos estudios.
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CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
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niños, evidenció que la mayoría de los niños, no tienen
conciencia de sus estados emocionales, que han aprendido a
dominar emociones básicas que los ayudan a reaccionar en
forma moderada ante situaciones problemáticas de cumplimiento
de tareas y metas propuestas; demuestran haber desarrollado
habilidades sociales, sin embargo existe un minoritario número
de estudiantes que presentan deficiencias en estas áreas, en las
que deben trabajar las maestras.
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la estimulación constante de la creatividad y una relación
facilitador alumno caracterizada por la intención de compartir la
experiencia.
Nacional
Espinoza y Padilla (2012) Influencia del desarrollo emocional y su
Relación con el Rendimiento Académico de los niños de 5 años del jardín
“Corazón de Jesús de Carquín” Huara – Lima Universidad Nacional José
Faustino Sánchez Carrión. En esta investigación partieron del problema:
¿Cómo influye el desarrollo emocional en el rendimiento académico de los
niños de 5 años del jardín “Corazón de Jesús de Carquín”? El presente
trabajo de investigación tuvo como objetivo principal determinar la
Influencia del Desarrollo Emocional y su Relación con el Rendimiento
Académico de los los niños de 5 años del jardín “Corazón de Jesús de
Carquín”. En la metodología de este estudio aparecen los objetivos, la
hipótesis, la variable de estudio, el diseño de la investigación en un
enfoque cuantitativo, descriptivo y analítico. Asimismo, los procedimientos
para el recojo del a información, el análisis de los datos y los instrumentos
se aplicaron a la muestra de estudio, constituida por 65 niños, así como el
procedimiento estadístico de tabulación y análisis de los datos, se hizo de
acuerdo a los parámetros usuales para este tipo de investigación de corte
cuantitativo. Los resultados que se obtuvieron arrojan que existe
correlación entre el área autoconciencia del desarrollo emocional y el
rendimiento académico, esto se puede apreciar al hallar la prueba de R
de Pearson para determinar el grado de correlación observamos en este
caso el valor es de r= 0.95, nos indica que existe un alto grado de
asociación entre las variables desarrollo emocional y rendimiento
académico. Estadísticamente significa que existe correlación y
dependencia entre las entre dichas variables Al hallar la prueba de R de
Pearson para determinar el grado de correlación observamos que tiene
una relación determinante considerando que el intervalo de Pearson es de
0 a 1 y en este caso el valor es de 0.97. Los niños que fueron sometidos a
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la prueba de Bar – On, demuestran que existe una relación directa y muy
significativa entre las variables de estudio, en el sentido que el factor
emocional es una pieza clave en el éxito de sus estudios al darle
seguridad y un buen nivel en el rendimiento académico de los niños con
sus pares.
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2.2 Bases teóricas
2.2.1 Desarrollo emocional
Salovey y Mayer (1997, p. 79) conceptualizan esta capacidad
como: “la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con
exactitud, la habilidad para comprender emociones y el conocimiento
emocional; y la habilidad para regular las emociones promoviendo un
crecimiento emocional e intelectual”
2.2.1.1 Concepto de emoción
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comportamiento o una actitud cognoscitiva; y en el caso que produzca un
comportamiento este ocasiona una predisposición a la acción.
Para Zaccagnini (2004) las emociones son una compleja
combinación de procesos corporales, perceptuales y motivacionales que
producen en las personas un estado psicológico global, que puede ser
positivo o negativo, de poca o mucha intensidad y de corta o larga
duración, y que genera una expresión gestual que puede ser identificada
por las demás personas. Para (Zaccagnini, 2004: 61) se trata de un
concepto que ofrece una descripción del fenómeno de las emociones que
contempla:
a) Las características de los estados emocionales globales, que se
agrupan alrededor de tres dimensiones básicas: cualidad, intensidad y
duración. Dimensiones que se corresponden con los términos
siguientes: afecto, sentimiento, pasión, estado de ánimo, reacción
emocional, amor y odio. La cualidad emocional caracteriza la emoción
como agradable o desagradable, positiva o negativa, mientras que la
intensidad emocional representa el grado de activación (cognitiva,
fisiológica y motora) que acarrea la reacción emocional, el grado de
expresión de esta respuesta, así como la fuerza con que se
experimenta subjetivamente; respecto a la duración de las emociones,
hay que decir que los estados emocionales pueden ser respuestas
puntuales a ciertas situaciones o predisposiciones que perduran en el
tiempo.
b) La combinación de los tres componentes fundamentales de las
emociones: el componente corporal (fisiológico), el componente
perceptual (cognitivo) y el componente motivacional (conductual). Una
emoción siempre supone cambios fisiológicos en nuestro organismo
(respiración agitada, aumento del ritmo cardíaco, etc.). Cuando
estamos sufriendo algunos de estos cambios solemos darnos cuenta
de ello, y lo interpretamos en algún sentido. Nos sentimos alegres o
tristes, asustados o motivados, melancólicos o inspirados, aunque no
siempre somos conscientes de estos estados, ya que podemos tener
la atención focalizada en otros estímulos.
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c) La expresión de las emociones. Las personas presentamos patrones
específicos de expresión facial y postural cuando estamos sometidos
a determinado tipo de emociones relacionadas con la interacción
social y la supervivencia biológica. Por tanto, las emociones, además
de ser un estado psicológico interno del individuo, tienen una
dimensión externa de comunicación.
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explícitos: el cognitivo, el fisiológico y el conductual. Este aspecto tiene
grandes repercusiones educativamente hablando: implica abordar
integralmente el trabajo del cuerpo, mente y conducta en la atención a las
emociones.
Darder y Bach (2006), muestran su preocupación ante las
connotaciones, devaluadoras de la emoción con respecto a la razón, que
algunas definiciones sobre emociones, llevan implícitas en la literatura
reciente. Por esta razón, consideran que es necesario precisar qué no son
las emociones y detenerse en sus funciones. Estos autores enumeran lo
que a su entender no son o no significan las emociones, con el objetivo de
seguir ampliando la perspectiva y desarticular ciertos tópicos y clichés
heredados del pasado, y aún muy extendidos, que nos dificultan verlas
como la dimensión positiva, dinamizadora, integradora y educable de la
persona que son.
Hay al menos cinco malentendidos (Darder y Bach, 2006, p. 68,69):
El primero tiene que ver con una acepción muy habitual en el
empleo diario del término: el significado de emoción no se reduce
al de la expresión “emocionarse”. Es mucho más amplio que éste;
cuando tenemos miedo o estamos enfadados, por ejemplo,
también estamos `emocionados´.
Un segundo malentendido hace referencia a su duración,
naturaleza y magnitud: las emociones no se reducen a una serie de
estados puntuales agudos, con un principio y un final claramente
delimitados, que sobrevienen inesperadamente y desencadenan
una serie de reacciones incontroladas o impulsivas. Es cierto que
hay un grupo de emociones, las denominadas básicas o primarias
(alegría, interés, ira, miedo, pánico, tristeza, disgusto, etc.), que
pueden presentarse y se presentan a menudo bajo estos
parámetros, pero la vivencia emocional en su conjunto tiene un
carácter persistente y sostenido, impregna a la persona de una
tonalidad afectiva, le imprime un talante singular y configura una
forma de estar en el mundo. Desde el momento que somos seres
en proceso de relación constante con el mundo externo e interno.
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El tercer malentendido alude a la connotación negativa que con
frecuencia se da a las emociones: se describe a las personas como
demasiado emocionales o se dice que necesitan controlar sus
emociones. Las emociones no son estados absolutamente
irracionales de los que tenemos que librarnos o perturbaciones
contra las que tenemos que prevenirnos. Las emociones sin la
razón pueden cometer tremendos disparates, pero la razón sin las
emociones también.
El cuarto contempla una vertiente o dimensión social, en un doble
sentido. Por una parte, cuando hablamos de emociones no nos
estamos refiriendo a sacudir fuertemente los ánimos o provocar
impactos emocionales fuertes en las personas. Por otra, las
emociones no tienen un carácter exclusivamente individual, sino
que la mayor parte de nuestras emociones tienen su origen en las
relaciones que establecemos con otras personas y en la familia,
tradición y cultura a la que pertenecemos.
El quinto y último malentendido tiene que ver con la dimensión
expresiva de las emociones. No hay que confundir expresar las
emociones con dejarnos llevar por ellas. No se trata de liberarlas
de cualquier forma, sin ningún tipo de medida o contención, sino de
tomar conciencia de ellas, guiarlas y orientarlas con la ayuda de la
razón, y adquirir nuevos recursos y competencias personales para
aprender a expresarlas oportunamente.
a) Percepción emocional
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“habilidad para identificar y reconocer tanto los propios
sentimientos como los de aquellos que te rodean”. Los autores señalan
que el poder distinguir entre las diferentes emociones en sí mismo, y de
esta forma también las de los demás, requiere de un entrenamiento
específico (Mayer y Salovey, 1997, en Extremera, N., y Fernández-
Berrocal, 2004).).
b) Comprensión emocional
Se tomarán en cuenta dos aspectos: la comprensión de las
emociones y la toma de la perspectiva emocional, de una parte, y de otro
lado la comprensión de la ambivalencia emocional y la comprensión de
las reglas de expresión. La comprensión de las emociones y la toma de
perspectiva emocional se comienzan a desarrollar desde edades
tempranas.
Los niños y niñas en edad preescolar se vinculan a situaciones
cada vez más diversas, las cuales generan distintas emociones. Así, los
niños y niñas comienzan a ajustar sus reacciones para adecuarlas a la
situación que enfrentan y a los propios deseos de alcanzar metas
determinadas, en busca de respuestas coherentes a las demandas del
contexto. Un avance importante se presenta cuando el niño o niña
empieza a considerar los deseos del otro. Sin embargo, la emoción no se
explica por la relación entre el deseo y la situación objetiva, sino por la
relación entre el deseo y la situación tal como la interpreta el sujeto, en
este caso el niño o la niña.
Las características individuales de personalidad, la experiencia
previa y las características del contexto que rodea al niño o a la niña,
establecen un patrón diferencial tanto para el análisis en torno a las
diferentes situaciones que él o ella viven, como para determinar qué tan
compleja emocionalmente puede ser una situación; es decir, las
perspectivas emocionales y el nivel comprensivo que establezcan se
vinculan a la cultura en la que el niño o niña se encuentran inmersos, y al
tipo de reacción parental.
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En última instancia lo que él o ella creen y esperan se vincula a los
factores contextuales antes nombrados y a su constitución personal
(Palacios e Hidalgo, 2009). La cultura propicia diferentes reglas para
expresar las emociones, así que los niños y niñas adquieren la
comprensión de las mismas a través del modelamiento y el aprendizaje
vicario.
Esto indica que el componente cultural pone límites y reglas para
este tipo de expresiones y los vinculan de acuerdo con el desempeño
social que tengan las personas. La comprensión de las reglas de
expresión involucra aspectos tales como: intensidad de la expresión,
persistencia de la misma o inhibición de ésta. Los niños y niñas
preescolares en su mayoría no han desarrollado la capacidad de entender
que las personas pueden hacer manejo de la expresión emocional
dependiendo de la situación (Coll, 1995).
Con las experiencias que propicia el medio, el niño o niña alcanza
a entender la expresión y a saber que ésta puede ser controlada, es decir,
simulada por los otros y por él, lo que permite que se tenga una
adaptación a la situación que se está viviendo. La comprensión de la
ambivalencia emocional se entiende como la capacidad que se adquiere
para entender, conocer y discriminar la presencia de varias emociones
que se oponen; éstas pueden ser positivas y negativas, hacia una misma
persona e incluso en una misma situación.
El niño o la niña logran comprender que la experiencia personal y
las vivencias de los demás pueden provocar una combinación de
emociones. La posibilidad de entender esto es un punto básico para que
el niño y la niña logren manejar relaciones.
c) Regulación emocional
Las diversas situaciones vividas por los niños y niñas posibilitan el
desarrollo de competencias que les permiten regular las emociones
generadas por éstas; a medida que el niño o niña madura va adquiriendo
la habilidad de hacer frente a las exigencias sociales, lo que se vincula no
sólo a la capacidad de limitar manifestaciones comportamentales y
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emotivas diversas, sino además a la posibilidad de establecer otra serie
de asociaciones cognitivas nuevas.
El niño o niña debe entender el porqué de lo que siente y cuál sería
la reacción más adecuada ante esa situación, evaluando la forma más
apropiada de enfrentarse a las exigencias externas. Desde la perspectiva
del procesamiento de la información, la emoción se ubica como un foco
esencial que le indica a la persona el funcionamiento individual y grupal
que requiere para el logro de acciones adaptativas con su entorno, es
decir, es la emoción un camino de contacto con la realidad.
Con el fin de que las emociones cumplan con este objetivo, es
necesario que sean flexibles y congruentes con la situación que se esté
viviendo, al igual que con objetivos del sujeto para con esa situación
específicamente.
Al hacer la evaluación de la emoción en relación con la situación, el
niño o niña alcanza niveles de madurez e introspección que le permiten
determinar qué tipo de reacciones ha de tener con otras personas y la
consecuencia de éstas; es acá donde se observa lo que es regulación
emocional (Fernández – Berrocal, y Extremera, 2005)
Como se mencionó anteriormente, el uso de diferentes estrategias
para alcanzar niveles de autorregulación emocional es variado,
específicamente porque esto depende de los objetivos que se tengan ante
diversas situaciones. Poco a poco el niño o la niña aprenden que algunas
estrategias son eficaces para ciertas situaciones y que éstas dependen
del tipo de logro que se desea.
La flexibilidad en el manejo de las mismas y el desarrollo de niveles
de interiorización dan cuenta de la utilidad del proceso regulatorio para el
alcance de conductas adaptativas y de ajuste socioemocional (Darder y
Bach, 2006)
El objetivo central con relación con el conocimiento emocional es
crecer en la forma de expresar las diferentes emociones, buscando
obtener consecuencias satisfactorias relacionadas con el medio que
rodea a la persona y consigo misma; lo cual se relaciona con el progreso
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a nivel lingüístico específicamente en relación con el componente
pragmático del lenguaje, que permite al niño o niña la posibilidad de
realizar un análisis situacional y adecuar el tipo de respuesta que genera.
El proceso de socialización brindado por el entorno cercano,
especialmente por los padres y madres, posibilita igualmente el desarrollo
de habilidades socializadoras y la introyección de posibles respuestas del
medio a consecuencia de una respuesta previa emitida por el niño o niña
(Aluja, del Barrio y García, 2007)
d) Empatía
La empatía se considera como la capacidad que tiene una persona
de entender una situación emocional de otra y de emitir respuestas
relacionadas con el sentir de esa persona (puede evidenciarse como un
acto de compasión); existe por parte del espectador o espectadora un
acto recíproco con la persona que se enfrenta a una situación que le
genera una o varias emociones.
A medida que el niño o niña alcanza metas evolutivas, el proceso
empático recíprocamente va obteniendo posibilidades de actuación social;
es decir, la persona menor logra mayores niveles de análisis congruentes
con relación a la comprensión de una situación, y cómo ésta puede
generar en otra persona diferentes manifestaciones conductuales, ya sea
de dolor, rabia, felicidad, etc; es la empatía igualmente un proceso de
comprensión emocional que permite que se manifiesten diversas
estrategias de afrontamiento, poniendo de relieve a la persona implicada
más que al propio sujeto (Fernández – Berrocal, y Extremera, 2005).
Las experiencias emocionales se configuran en una base para el
individuo. Esta base determina en alguna medida la forma o la
perspectiva que utilizará el niño o niña para evaluar la situación a la que
se encuentra expuesta la otra persona. Se espera que a medida que los
niños y niñas tengan más experiencias, también tengan mayor capacidad
de entender las diversas reacciones y comprender el porqué de las
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mismas, en primera instancia en relación consigo mismos y
posteriormente con relación a los demás.
La empatía es un componente emocional que sólo se alcanza
cuando el niño o niña logra tres aspectos previos: su propia comprensión
emocional, la comprensión emocional de los otros, y la capacidad de
regular su propia emoción. Estos tres aspectos están dirigidos a
situaciones sociales que permiten, por parte del niño o niña, realizar
análisis del alcance de metas, poner en evidencia acciones afectivas y
entender el porqué del sentir emociones diversas (Fernández – Berrocal,
y Extremera, 2005).
La exposición a situaciones diversas abre un espectro comparativo
para la persona menor, permite que logre equiparar diferencias en las
actuaciones, y que entienda cómo se ha de buscar una acción
satisfactoria. Es acá donde la empatía alcanza un nivel de prosocialidad
importante. Se vincula a lo anterior el tipo de apego que haya rodeado al
niño o niña.
25
algunas veces, es difícil determinar sus efectos relativos, en donde se
distinguen:
a) Papel de la maduración: El desarrollo intelectual da como resultado
la capacidad para percibir los significados no advertidos previamente, el
que se preste atención a un estímulo durante más tiempo y la
concentración de la tensión emocional en un objeto. El aumento de la
imaginación, la comprensión y el incremento de la capacidad para
recordar y anticipar las cosas, afectan también a las reacciones
emocionales. Así, los niños llegan a responder estímulos ante los que se
mostraban indiferentes a una edad anterior. El desarrollo de las glándulas
endocrinas, es esencial para la conducta emocional madura. El niño
carece relativamente de productos endocrinos que sostienen parte de las
respuestas fisiológicas a las tensiones. Las glándulas adrenales, que
desempeñan un papel importante en las emociones, muestran una
disminución marcada de tamaño, poco después del nacimiento. Cierto
tiempo después, comienza a crecer; lo hacen con rapidez hasta los cinco
años, lentamente de los 5 a los 11 y con mayor rapidez has
b) Papel del aprendizaje: hay cinco tipos de aprendizaje que
contribuyen al desarrollo de patrones emocionales durante la niñez. En el
siguiente cuadro, se presentan y explican esos métodos y el modo en que
contribuyen al desarrollo emocional de los niños.
1. Aprendizaje por ensayo y error: incluye principalmente el aspecto de
respuestas al patrón emocional. Los niños aprenden por medio de tanteos
a expresar sus emociones en formas de conductas que les proporcionan
la mayor satisfacción y abandonar las que les producen pocas o ninguna.
Esta forma de aprendizaje se utiliza a comienzos de la infancia, que más
adelante.
2. Aprendizaje por Imitación: Afecta tanto al aspecto del estímulo como al
de la respuesta del patrón emocional. Observar las cosas que provocan
ciertas emociones a otros, los niños reaccionan con emociones similares
y con métodos de expresiones similares a los de la o las personas
observadas.
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3. Aprendizaje por Identificación: es similar al de imitación en que los
niños copian las reacciones emocionales de personas y se sienten
excitados por un estímulo similar que provoca la emoción en la persona
imitada.
4. Condicionamiento: significa aprendizaje por asociación. En el
condicionamiento, los objetos y las situaciones que, al principio, no
provocan reacciones emocionales, lo hacen más adelante, como
resultado de la asociación.
5. Adiestramiento: o el aprendizaje con orientación y supervisión, se limita
al aspecto de respuesta del patrón emocional. Se les enseña a los niños
el modo aprobado de respuesta, cuando se provoca una emoción dada.
Mediante el adiestramiento, se estimula a los niños a que respondan a los
estímulos que fomentan normalmente emociones agradables y se les
disuade de toda respuesta emocional. Esto se realiza mediante el control
del ambiente, siempre que es posible.
2.2.1.5 Rasgos característicos de las emociones de los niños
Extremera y Fernández-Berrocal, (2004), señala los rasgos
característicos emocionales de los niños:
1. Emociones intensas: los niños pequeños responden con la misma
intensidad a un evento trivial que una situación grave.
2. Emociones aparecen con frecuencia: los niños presentan emociones
frecuentes, conforme al aumento de su edad y descubren que las
explosiones emocionales provocan desaprobación o castigos por parte de
los adultos.
3. Emociones transitorias: el paso rápido de los niños pequeños de las
lágrimas a la risa, de los celos al cariño, etc.
4. Las respuestas reflejan la individualidad: En todos los recién nacidos
es similar, pero gradualmente dejan sentir las influencias del aprendizaje.
5. Cambio en la intensidad de las emociones: las emociones que son
muy poderosas a ciertas edades, se desvanecen cuando los niños
crecen, mientras otras, anteriormente débiles, se hacen más fuertes.
6. Emociones se pueden detectar mediante síntomas conductuales: los
niños pueden no mostrar sus reacciones emocionales en forma directa;
pero lo harán indirectamente mediante la inquietud, fantasías, el llanto, las
dificultades en el habla, etc.
27
2.3 Hipótesis:
2.3.1 Hipótesis general
Existe diferencia significativa entre el desempeño emocional entre los
niños y niñas de 5 años de las instituciones educativas N°578 y 548 de
Acobamba.
2.4 Definición de términos básicos
Emociones
Para Zaccagnini (2004, p. 61) las emociones son una compleja
combinación de procesos corporales, perceptuales y motivacionales que
producen en las personas un estado psicológico global, que puede ser
positivo o negativo, de poca o mucha intensidad y de corta o larga
duración, y que genera una expresión gestual que puede ser identificada
por las demás personas
Desarrollo en los niños
El desarrollo infantil consiste en una sucesión de etapas o fases en
las que se dan una serie de cambios físicos y psicológicos, que van a
implicar el crecimiento del niño.
Desempeño emocional
Mayer y Salovey (1997, p. 79) conceptualizan esta capacidad
como: “la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con
exactitud, la habilidad para comprender emociones y el conocimiento
emocional; y la habilidad para regular las emociones promoviendo un
crecimiento emocional e intelectual”
2.5 Variables
2.5.1 Variable 1: desempeño emocional
2.6 Definición operativa de variables e indicadores:
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29
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
30
considerado en la zona urbana ambos ubicados en la jurisdicción de la
provincia de Acobamba, región de Huancavelica.
3.2. Tipo de investigación
De acuerdo a Sánchez y Reyes (1998, p.14), el estudio está
tipificada dentro de la investigación sustantiva. Porque, el estudio
describió los fenómenos y hechos relacionados con el desempeño
emocional de los niños y niñas; sin manipular la variable.
3.3. Nivel de investigación
De acuerdo a Sánchez y Reyes (1998, p.14), las investigaciones
sustantivas tienen dos niveles, y el presente proyecto de investigación se
identifica con el nivel descriptivo.
Método científico
Para Sánchez y Reyes (2002, p. 25) “es la manera sistematizada
en que se efectúa el pensamiento reflexivo que nos permite llevar a cabo
un proceso de investigación científica”.
En la realización del presente trabajo de investigación se siguió un
conjunto de procedimientos en forma sistematizada, partiendo de la
identificación del problema, formulación de hipótesis y comprobación del
mismo, hasta llegar a las conclusiones y sugerencias.
Método descriptivo
Método comparativo
Procedimiento de la comparación sistemática de casos de análisis
que en su mayoría se aplica con fines de generalización empírica y de la
verificación de hipótesis. (Duverger, 1991)
3.5. Diseño de investigación
El diseño en el que está inscrito el presente estudio, es un diseño
descriptivo comparativo. (Duverger, 1991, p. 79)
El Diagrama es el siguiente:
G1 O1
~
O1 = O2
≠
G2 O2
Donde:
G1 y G2= son los grupos muestrales
O1 y O2= observaciones realizadas
~,= ó ≠ : son las semejanzas, igualdades o diferencias que podrían
establecerse entre los grupos muestrales
3.6. Población, muestra.
3.6.1. Población
La población del trabajo de investigación estuvo conformada por 78
niños(as), distribuidas de la siguiente manera:
46 niños 32 niños
3.6.2. Muestra
Para la elección de la muestra no se aplicó el tipo de muestreo
probabilístico, sino un diseño muestral no aleatorio de sección establecida
administrativamente. La muestra fue las secciones que están
conformadas por 16 niños(as) de 5 años de la Institución Educativa N°
588 y 11 niños(as) de 5 años de la sección los “Competentes”, de la
Institución Educativa N° 548.
3.7. Técnicas e instrumentos de recolección de datos
32
Para la recolección de datos prácticos se utilizó la técnica de la
evaluación que, sirvió como medio para obtener datos o información, de
los niveles de desarrollo emocional de los niños y niñas de 5 años.
El instrumento de recolección de datos, que utilizamos fue la Escala
de Desempeño Emocional Infantil (EDEI) (Henao y García, 2009) el cual
está validada y se contextualizará para este contexto.
33
CAPÍTULO IV
RESULTADOS
34
dicha expresión facial y 56,3% no reconoce. Por otra parte, el 100% de
niños de la institución educativa N° 548 reconocen la expresión facial de
la alegría; similares resultados obtuvieron el 100% de los niños de la
Institución Educativa N° 588. Asimismo, en cuanto a la expresión facial de
rabia, el 45,5,% de los niños de la institución educativa N° 548 reconocen
dicha expresión facial y los que no reconocen representan el 54,5%;
contrastando con 56,3% de los niños de la Institución Educativa N° 578
que reconocen esa expresión facial y 43,8% que no lo hace. En cuanto a
la expresión facial tristeza 81,8% de niños de la Institución Educativa N°
548 si lo reconocen y el 18,%2 no lo hace, contrastando con el 93,8% de
los niños de la Institución Educativa N° 578 que sí reconocen esa
expresión facial y 6,3% que no lo hacen Se desprende también que
45,5% de los niños de la Institución Educativa N° 548 si reconocen la
expresión facial de la vergüenza y el 54,5% que no lo hace; contrastando
con 56,3% de niños de la Institución Educativa N° 588 que reconocen
dicha expresión y 43,8% de niños que no lo hacen.
35
Tabla 3. Resultados para el indicador reconocimiento de una situación y
expresión emocional
38
Educativa N° 548 señalan que se sienten alegres, es decir, que la
compresión situacional y empatía es correcta, mientras que 9,1% de niños
señalan que se siente triste, de lo que se deduce que no son empáticos
con la situación y/o tienen comprensión de la situación de forma
inadecuada. contrastando con 100% de niños de la Institución Educativa
N° 588, que señalan que se sienten alegre, de lo que se deduce que
sienten empatía con la situación y/o tienen comprensión de la situación de
forma adecuada.
Por otra parte, ante la situación: “La mamá le ha dicho a Simón que no
puede salir a jugar con sus amigos, Simón no le hizo caso, su mamá lo
castiga. ¿Cómo crees que se siente Simón?” 90,9% de los niños de 5
años de la Institución Educativa N° 548 señalan que se sienten tristes con
la situación presentada, esto indica, que la compresión situacional y
empática es correcta, mientras que 9,1% se siente alegre ante la situación
presentada, esto indica, que la compresión situacional y empática es
incorrecta; contrastando con 75,0% de niños de 5 años de la Institución
Educativa N° 588 que señalan ante la situación presentada sentirse tristes
y 25% señalan sentirse indiferentes ante la situación.
Figura 4
Distribución porcentual comparativa con respecto al indicador
comprensión situacional/empatía
39
Fuente: Escala de Desempeño Emocional Infantil
40
INDIFERENTE 2 18.20% 3 18.8%
TRISTE 9 81.80% 13 81.3%
ALEGRE 0 0.00% 0 0.0%
Te pierdes en un parque INDIFERENTE 1 9.10% 3 18.8%
TRISTE 10 90.90% 13 81.3%
ALEGRE 0 0.00% 0 0.0%
Se burlan tus amigos de ti INDIFERENTE 2 18.20% 3 18.8%
TRISTE 9 81.80% 13 81.3%
Fuente: Escala de Desempeño Emocional Infantil
41
9,10% sienten indiferencia ante la situación; contrastando con 81,3% de
niños de la Institución Educativa N° 588, que señalan sentir la emoción de
tristeza y 18,80% que son indiferentes ante la situación
42
Asimismo, con respecto a la situación 9, el 90,90% de los niños de 5 años
de la Institución Educativa N° 548 señalan sentir la emoción de tristeza,
evidenciando que asocian adecuadamente la situación con la emoción y
9,10% sienten indiferencia ante la situación; contrastando con 81,3% de
niños de la Institución Educativa N° 588, que señalan sentir emoción de
tristeza y 18,80% que son indiferentes ante la situación
43
Fuente: Escala de Desempeño Emocional Infantil
46
Fuente: Escala de Desempeño Emocional Infantil
47
señalan que ayudarían a Carlos que se ha caído, evidenciando de esta
manera que estos niños tienen la capacidad empática de entender una
situación emocional de otra y de forma adecuada y 18% de niños señala
que ayudaría Mauricio que está jugando, evidenciando que hay una
reacción no empática con respecto a la situación; contrastando con 94%
de niños de la Institución Educativa N° 588, que señalan que ante dicha
pregunta que ayudarían a Carlos que sea caído y 6% de niños señalan
que ayudarían a Mauricio que está jugando.
49
( ) No existen diferencias significativas entre el desempeño emocional
Pruebas de normalidad
50
c. Selección de estadístico de prueba:
Hecho la conclusión se toma la decisión de utilizar el estadístico
paramétrico de la T de Student, porque la distribución de datos
tiene normalidad.
d. Decisión estadística:
a. DECISIÓN ESTADÍSTICA In
51
Con un nivel de significancia del 95%, podemos afirmar que no
existe diferencia estadística significativa entre la media de puntuaciones
del grupo de la I.E.I. N° 548 y el grupo de la I.E.I. N° 588.
52
capacidad empática de entender una situación emocional de otra persona
y de forma adecuada.
Este resultado cotejamos con el encontrado por López, (2004) en el
estudio La inteligencia emocional como herramienta para alcanzar el éxito
escolar en niños y niñas., donde determinó que el área de la empatía es
una de las más desarrolladas y manejadas a través de la Inteligencia
Emocional de los niños. Además, el alto grado de empatía que poseen les
facilitó las buenas relaciones con sus compañeros y por ende les motivó
en su rendimiento escolar y desempeño académico El estudio
antecedente tiene similitud relativa con el estudio presente, primero en la
dimensión empatía de la variable inteligencia y en las características de la
muestra: niños y niñas de 5 años y en el contexto en el que se desarrolló
que fue la zona rural. Pero difieren en la cantidad unidades de análisis y la
modalidad de estudios ya que el estudio correlacionó dos variables y en el
caso del presente estudio es descriptivo.
Uno de los factores para el desarrollo en el desempeño emocional
de los niños son los padres al respecto Hernández, (2014) en el estudio la
familia y su incidencia en el desarrollo socio afectivo de los niños y niñas,
encontró que el 65% de niños y niñas investigados obtuvieron de cero a
cinco respuestas negativas por lo que manifiestan un Desarrollo Socio-
Afectivo muy satisfactorio. Con respecto a los resultados del presente
trabajo para efectos de comparación se puede inferir en base a los
resultados que evidencian altos porcentajes de actitudes positivas con
respecto al desempeño emocional (Ver tabla 2,3,4,5,6,7) (aunque no se
midió ni controló la variable influencia de los padres) que gran parte del
desempeño emocional de los niños de 5 años de las dos instituciones se
debe a la influencia de los padres e inclusive de sus compañeros.
Inferimos así, porque durante la vida, los niños experimentan los
hechos en compañía de adultos, quienes los traducen e interpretan por
ellos. Los niños y en general las personas adquirimos conocimientos y
experiencias especialmente, gracias al aprendizaje de personas más
conocedoras (Graig, 2001). Al respecto Vigotsky, creía que el desarrollo
social y emocional de los niños está apoyado y mejorado por la
53
interacción social con otros niños. Para Vigotsky, la interacción social,
fomenta el desarrollo (Morrisón, 2005). El trabajo antecedente con el
presente tiene similitud mínima en cuanto a la variable, pero es importante
la comparación debido a que tanto en el desempeño emocional y el
desarrollo socio afectivo son caras de la misma moneda, de allí que es
importante la discusión de los resultados de ambos estudios. Donde
encontramos similitud es en la muestra ya que los estudios se hicieron
con niños de 5 años.
Aunque los resultados generales del presente estudio evidencian
que los niños de 5 años de las dos instituciones educativas, son positivos
en cuanto al desempeño emocional en general, se observa también que
en la dimensión regulación emocional los resultados indican que los niños
de las dos instituciones, en porcentajes altos, ante las situaciones
presentadas, no harían nada o gritarían evidenciando que no sería la
reacción más adecuada (Ver tabla 6).
Estos resultados son similares a los que encontró Andrade, (2014)
en el estudio denominado el desarrollo de la inteligencia emocional en el
proceso de enseñanza – aprendizaje de los niños, en este estudio se
evidenció que la mayoría de los niños, no tienen conciencia de sus
estados emocionales, que han aprendido a dominar emociones básicas
que los ayudan a reaccionar en forma moderada ante situaciones
problemáticas.
Como se puede observar hay similitudes en los resultados, pero
cabe señalar que en el trabajo antecedente es resultado de la variable
inteligencia emocional a diferencia del presente trabajo que los resultados
son de la dimensión regulación emocional, de la variable desempeño
emocional.
Pero las conclusiones a las que llegó Bunge, (2012) son que los
niños asistentes a talleres, que es la técnica que se aplicó a la unidad de
análisis, presentan una mejoría con respecto a las siete categorías de
desarrollo emocional y social utilizadas en el análisis. El presente estudio
estaría corroborando el resultado del antecedente, dado que, en general
54
como ya se señaló el desempeño emocional de los niños en las dos
instituciones educativas es positivo frente a las situaciones planteadas.
Asimismo, los resultados que se obtuvieron del estudio denominado
Influencia del desarrollo emocional y su Relación con el Rendimiento
Académico de los niños de 5 años, de Espinoza y Padilla (2012) arrojan
que existe correlación entre el área autoconciencia del desarrollo
emocional y el rendimiento académico, esto se puede apreciar al hallar la
prueba de R de Pearson para determinar el grado de correlación
observamos en este caso el valor es de r= 0.95, nos indica que existe un
alto grado de asociación entre las variables desarrollo emocional y
rendimiento académico. Que no hacen otra cosa, que enfatizar la
importancia del desempeño emocional y su relación para con otras
variables. Los resultados de ambos estudios son similares no solamente
desde el punto de vista cuantitativo, si no, por la operación y análisis de la
variable desarrollo emocional y desempeño emocional.
55
CONCLUSIONES
56
RECOMENDACIONES
57
REFERENCIAS BILIOGRÁFICAS
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Zaccagnini. J. L. (2004). Inteligencia emocional. La relación entre
pensamientos y sentimientos en la vida cotidiana. Madrid:
Biblioteca Nueva
61
ANEXO
62