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Orando la Biblia
Pastor Roberto Quiñones
Estudio Bíblico
Orando La Biblia
I. El Problema
1. John Piper: “Si trato de orar por personas o circunstancias sin tener la
Palabra frente a mí para que guíe mis oraciones, suceden varias cosas
negativas. Lo primero es que tiendo a ser repetitivo… solo oro por las
mismas cosas todo el tiempo. Otro aspecto negativo es que mi mente
tiende a divagar”.
3. ¿Por qué la gente no ora más? ¿Por qué es común que el cristiano no
ore más de cinco a diez minutos?
1. Pero, aunque hay ese deseo, nos encontramos con la presión de que
cuando oramos, decimos que es aburrido. Y así perdemos el deseo de
orar. Entonces orar por cinco o diez minutos nos parece una eternidad y
nuestra mente divaga y perdemos la concentración.
1. El problema no es que oremos por las mismas cosas siempre, sino que
usemos las mismas palabras siempre cada vez que oramos por las
mismas cosas de siempre. Claro está, aclaramos. Orar por las mismas
cosas con las mismas palabras no necesariamente es erróneo. Jesús lo
hizo así. Mateo 26:44 “Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por
tercera vez, diciendo las mismas palabras.” Aquí vemos a Jesús
orando por tercera vez y diciendo las mismas palabras. La circunstancia
demandaba que fuera así. Y en nuestra vida esto ocurre. Pero cuando las
circunstancias varían, nuestras palabras deben de variar. Jesús no usaba
las mismas palabras siempre en todas las circunstancias. Pero, ¿por qué
repitió aquí lo mismo con las mismas palabras? La repetición implica un
fuerte deseo y anhelo por lo que está pidiendo. Su oración no fue
superficial. El no pidió ni se olvidó de lo que pidió, sino que al orar por
lo mismo indicó la fe y la esperanza de recibir lo pedido.
1. John Piper: “Abre la Biblia, empieza a leerla, haz una pausa en cada
versículo y conviértelo en una oración”.
2. Así que orar la Biblia no es otra cosa que ir a través de cada línea
hablando con Dios acerca de todo aquello que venga a tu mente mientras
lees el texto. Siempre teniendo presente el significado del pasaje. No es
tomar una frase y darle el significado que yo quiera. Y usar las palabras
fuera del contexto. Por eso según leemos cada porción de las escrituras
debemos tener presente el contexto. Y a veces debemos leer más de un
solo versículo a la vez para entender el mensaje y luego regresamos para
orar con entendimiento ese versículo.
4. Claro está, Dios dirige nuestra vida de oración. Por eso Pablo nos dice
en Romanos 8:26 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.” El Espíritu nos capacita a pedir, pone ideas en nuestra
mente, personas por quiénes pedir, cosas por qué pedir. Así que mientras
leemos una porción de la Palabra vendrán ideas y personas por quienes
pedir al tener presente una palabra de la Biblia que nos recuerda esa otra
cosa. Por ejemplo. Si estamos leyendo el Salmo 107:34 “La tierra
fructífera en estéril,
Por la maldad de los que la habitan.” De momento viene a tu mente
una amiga que es estéril y oras por ella. Porque el Salmo trata acerca de
cómo Dios cambia las cosas, aunque el pasaje dice que Dios maldijo la
tierra fértil por causa del pecado o la maldad de los que allí viven. Y la
referencia es a Deuteronomio y la maldición que Dios prometió por
causa del pecado. Deuteronomio 28:22-23 “Y los cielos que están
sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de
hierro.
Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos
descenderán sobre ti hasta que perezcas.” Pero el principio es que
Dios cambia las cosas y las transforma. No asociemos la esterilidad de la
amiga por causa del pecado. Aunque el pasaje así lo conecta como una
relación de causa y efecto.
2. Estamos orando los Salmos porque ellos fueron dados para que la
Iglesia aprenda a adorar a Dios. En los Salmos, nuestras emociones están
retratadas allí. Todas las emociones que nosotros hemos sentido seas:
temores, ansiedades, frustraciones, alegrías, confianzas, felicidades,
desorientación, soledad, depresión, esperanza, etc., están presentes en los
salmos. Por eso los salmos son uno de los libros más queridos por la
Iglesia. Me hablan a mí y me siento que no estoy solo cuando me siento
de tal manera. Por eso estamos dedicando tiempo a orar por los Salmos.
4. Ahora bien, hemos visto los Salmos y las cartas del apóstol Pablo.
Estos contienen dos géneros literarios distintos: poesía, cartas. ¿Y cómo
podemos orar el género literario conocido como la narrativa? A
diferencia de los géneros ya visto, el género de la narrativa requiere que
hagamos otras modificaciones. Por ejemplo, vayamos a Juan 5:1
“Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a
Jerusalén.” ¿De qué podemos orar con esas palabras? Lo mejor y más
correcto es leer la sección completa para poder tener un entendimiento
del pasaje y así orar con entendimiento. Por tanto, leeremos los primeros
9 versículos. Y entonces orar por las ideas amplias, es decir, las grandes
pinceladas de esta narrativa. Y ver también cuál es la idea central del
pasaje y orar por ella. Por ejemplo, en el caso de Juan 5:3 se menciona
que “En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y
paralíticos”, y esto nos podría llevar a orar por alguien enfermo que
conocemos, etc.
VI. Evaluando la Experiencia
a. Mi mente ya no divaga