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27-2011

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA: San Salvador, a las catorce horas y treinta minutos del tres de julio de dos mil
catorce.
El presente proceso contencioso administrativo ha sido promovido por TELEFONICA
MOVILES EL SALVADOR, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se
abrevia TELEFONICA MOVILES EL SALVADOR, S.A. DE C.V. y TELESAL, S.A. DE C.V.,
de este domicilio, por medio de su apoderado general judicial licenciado Guillermo Enrique
Romero Choto, impugnando los actos administrativos siguientes:
1) Resolución número T-0740-2010 pronunciada por el Superintendente General de
Electricidad y Telecomunicaciones, el dieciséis de julio de dos mil diez, por medio de la cual
impuso multa a Telefónica Móviles El Salvador S.A. DE C.V., por la supuesta infracción al
artículo 34 literal "i" de la Ley de Telecomunicaciones.
2) Resolución número T-1104-2010 pronunciada por la Junta de Directores de la
Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones, el trece de diciembre de dos mil
diez, que confirmó en todas sus partes la resolución descrita en el numeral que antecede.
Han intervenido: la parte actora en la forma indicada; el Superintendente y la Junta de
Directores ambos de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones como
autoridades demandadas mediante su apoderado general judicial licenciado Carlos Mauricio
Canjura Guillén, la licenciada Patricia Del Carmen Rodas de Castro quien fue sustituida
posteriormente por la licenciada Mirna Mercedes Flores Quijada, ambas en calidad de Agentes
Auxiliares delegadas del Fiscal General de la República.
I. CONSIDERANDOS:
A. ANTECEDENTES DE HECHO.
ALEGATOS DE LAS PARTES.
1. DEMANDA.
a) Autoridades demandadas y actos impugnados.
La sociedad demandante dirigió su pretensión contra las autoridades y los actos
administrativos descritos en el preámbulo de este Sentencia.
b) Circunstancias.
Relató el apoderado de la demandante que su representada en carácter de operador de
servicios de telefonía celular en El Salvador fue denunciada por otro operador generando que la
Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), decidiera iniciar en su
contra un procedimiento administrativo sancionatorio a fin de investigar la supuesta comisión de
una infracción administrativa.
Agregó, que por medio de la resolución administrativa correspondiente, el señor
Superintendente General de Electricidad y Telecomunicaciones inició en contra de su poderdante
procedimiento administrativo sancionador, atribuyéndole la comisión de la infracción tipificada
en la letra i) del artículo 34 de la Ley de Telecomunicaciones.
Sostuvo, que tal cual está configurado en la Ley de la materia, su mandante evacuó tanto
las audiencias que le fueron concedidas como ofreció y requirió la prueba de descargo que
consideró atinente. Indicó, que en fecha veinte de julio de dos mil diez y mediante la resolución
administrativa referencia T-0740-2010, el Superintendente General de Electricidad y
Telecomunicaciones concluyó el procedimiento sancionador que en un momento inició en contra
de su mandante a fin de determinar si esta había incurrido en la infracción regulada en la letra i)
del artículo 34 de la Ley de Telecomunicaciones.
Que por medio de la citada resolución el Superintendente determinó que: a) su mandante
era culpable de la infracción señalada y en consecuencia, b) le impuso una sanción pecuniaria
consistente en multa por un valor de ochenta y un mil doscientos ochenta y siete dólares de los
Estados Unidos de América con noventa y tres centavos de dólar ($81,287.93), equivalentes a
setecientos once mil doscientos sesenta y nueve cólones con treinta y ocho centavos de colón
(¢711,269.38).
Agregó, que por estar en abierto desacuerdo con la resolución proveída, su poderdante
interpuso recurso de apelación el cual fue admitido, tramitado y resuelto por la Junta de
Directores de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), el
trece de diciembre de dos mil diez bajo la referencia T-1104-2010, el cual determinó desestimar
los argumentos impugnatorios y las pruebas ofrecidas y confirmar en todas sus partes la
resolución apelada.
c) Argumento jurídico de la pretensión.
El apoderado de la demandante alegó que se le violentó lo siguiente:
1. El artículo 35 de la Ley de Telecomunicaciones, ya que las autoridades fragmentaron
su contenido, pues no obstante haberse en el caso puntual cumplido todos los requisitos para
considerar caducada la potestad sancionatoria, sostuvieron que dicha potestad aún seguía vigente.
2. Respecto de la no configuración de la responsabilidad, ya que la Superintendencia
General de Electricidad y Telecomunicaciones consideró que se configuró la desobediencia a
colaboración por su mandante, ya que a su juicio se opuso a la verificación de la experticia,
atendiendo a razones que carecen de valor alguno.
3. En relación con el Minus petitio, ya que una de las principales deficiencias del acto
inicial, es decir el que impuso en primer término la multa, radica en el hecho que al momento de
hacer el pronunciamiento final del trámite sancionatorio, la Administración incumplió la
obligación de referirse y desacreditar todos y cada uno de los argumentos de descargo que fueron
esgrimidos como medio de defensa.
d) Petición.
Solicitó la suspensión provisional de los efectos de los actos administrativos impugnados
y que en sentencia definitiva se declarara la ilegalidad de las resoluciones impugnadas.
2. ADMISIÓN DE LA DEMANDA.
La demanda fue admitida. Se tuvo por parte a Telefónica Móviles El Salvador, Sociedad
Anónima de Capital Variable, por medio de su apoderado general judicial, licenciado Guillermo
Enrique Romero Choto. Como consta en el auto de las quince horas y diez minutos del ocho de
febrero de dos mil once, se requirió informe del Superintendente y de la Junta de Directores,
ambos de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones sobre la existencia
de los actos que se les atribuían. Se suspendieron provisionalmente los efectos de los actos
administrativos impugnados, en el sentido que las autoridades demandadas no podrían cobrar la
multa impuesta a la sociedad demandante y como consecuencia tampoco podrían tenerla como
reincidente respecto de la sanción controvertida en este caso para los efectos del artículo 7 de la
Ley de Telecomunicaciones (folio 13 y 14).
De conformidad con el artículo 48 inciso 2° de la Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, se requirió de las autoridades demandadas que remitieran el expediente
administrativo relacionado con el presente caso, habiéndose tenido a la vista la copia certificada
del referido expediente.
3. INFORMES DE LAS AUTORIDADES DEMANDADAS.
En el primer informe rendido las autoridades demandadas, manifestaron que sí
pronunciaron los actos objeto de impugnación.
Posteriormente, se requirió el informe a que hace referencia el artículo 24 de la Ley de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa y se notificó al Fiscal General de la República la
existencia de este proceso.
El apoderado del Superintendente y la Junta de Directores, ambos de la Superintendencia
General de Electricidad y Telecomunicaciones, al rendir el segundo informe requerido expreso:
Sobre la supuesta caducidad de la acción sancionatoria.
Sostuvo que Telefónica arguye que el ejercicio del ius puniendi de la Administración está
supeditado a determinadas reglas procedimentales, siendo una de ellas el parámetro de tiempo
dentro del cual el ente administrativo tiene la obligación de instruir y definir la responsabilidad de
un indiciado. Agrego que de conformidad al artículo 35 de la Ley de Telecomunicaciones, el
legislador opto por sancionar la inacción administrativa cuando se deje de dar impulso al
procedimiento sancionador por más de tres meses seguidos; ello con el fin de que la
Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones mantuviera un procedimiento
abierto contra un particular por tiempo indefinido. Acota que el legislador ha descontado del
plazo de tres meses de inactividad, aquellos actos carentes de valor real en el procedimiento y en
la dilucidación de la responsabilidad y que la administración no posee otra opción más que
proceder de forma automática en este caso a generar el resultado previsto en la disposición en
estudio.
Manifestó que la demandante a través del acto de comunicación en el que se notificó el
informe técnico por la Gerencia de Telecomunicaciones de la Superintendencia General de
Electricidad y Telecomunicaciones, expresó que con el mismo se rompía el computo de los tres
meses, ya que éste pretendía satisfacer los derechos de audiencia y defensa de la sociedad
indiciada. Sin embargo la parte demandante menciona que cuando en sede administrativa
interpuso la solicitud de declaratoria de caducidad, calificó a la notificación del informe técnico
como un mero acto de comunicación, por el hecho que es imposible justificarlo como garantista
de los citados derechos, debido a que los mismos fueron ejercitados de manera anticipada
mediante escrito presentado el veintidós de marzo de dos mil diez.
Expresó, que el inciso tercero del artículo 35 de la Ley de Telecomunicaciones, establece
que las infracciones prescriben si una vez iniciado el expediente, el trámite se interrumpe por más
de tres meses por causa imputable a la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones, es decir se mantiene inactivo. Por otra parte, aseveró que el artículo 45 del
mismo cuerpo legal establece que una vez iniciado el procedimiento debe ser impulsado de oficio
por la Institución, pero no hace una identificación de cuáles son las resoluciones que interrumpen
el cómputo de plazo para que opere la caducidad del procedimiento sancionatorio. Por lo que,
resulta sorprendente que se invoque que existió vulneración a la seguridad jurídica, ya que se le
notificó el informe técnico que se consultó, y se observó claramente que es el operador quien
realizó numerosas actuaciones tendentes a imposibilitar que se ejecutaran las decisiones que el
ente regulador, en el ejercicio de sus competencias, ha dictado.
Sobre la supuesta falta de configuración de responsabilidad.
Señaló, que la sociedad actora agregó que en la comunicación que ordenó la citada
inspección, faltaba el cumplimiento de los más elementales requisitos, ya que en el acto en el que
se ordenó la inspección se realizó una delegación absoluta por parte del Superintendente a favor
de la Gerencia de Telecomunicaciones de los poderes de instrucción del trámite sancionatorio,
emitiéndose en acto por sujeto incompetente.
Sobre el procedimiento de queja dentro del cual se programó la inspección versó sobre
temas estrictamente regulatorios sobre los cuales la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones, tiene amplias facultades de conformidad al artículo 20 de la Ley de
Telecomunicaciones en el cual se prescribe la obligatoriedad de todo operador de redes
comerciales de telecomunicaciones de proporcionar acceso a recursos esenciales, debiéndose
otorgar con la calidad y en los nodos de conmutación solicitados, siempre y cuando sea
técnicamente factible, sin embargo dicha obligatoriedad no se limita al acceso y a la posibilidad
de estar interconectadas sus redes, sino que además instituye la condición de que ese acceso
permita el intercambio efectivo de llamadas entre usuarios de diferentes redes, que es en esencia
la finalidad de la interconexión y todos los recursos esenciales que la complementan, que en
conjunto satisfacen el interés público de la telefonía, permitiendo que los usuarios de los distintos
operadores de telecomunicaciones puedan comunicarse entre sí o acceder a los servicios de
cualquier operador.
Corolario de lo anterior, que la Ley de Telecomunicaciones tipifique en el artículo 34 letra
b) como infracción muy grave negarse a brindar el acceso a recursos esenciales y alterar los
recursos esenciales a otro operador. Por lo tanto, la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones goza de competencia suficiente para realizar todas las actividades
probatorias necesarias para determinar si los recursos esenciales están siendo alterados, sin que
los operadores puedan negarse a la realización de las mismas.
Sobre la delegación de competencia, manifestó que los artículos 6 de la Ley de Creación
de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones y 2 de su Reglamento,
determinan que su máxima autoridad será la Junta de Directores y que ésta contará con al menos
una Gerencia de Electricidad y una de Telecomunicaciones. Asimismo, el artículo 13 de la
referida Ley establece que el Superintendente será el responsable de la Institución y desempeñara
las atribuciones que la Ley le otorgue a la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones y que no se hayan observado expresamente a la Junta de Directores. Por otra
parte el artículo 14 de la misma Ley, establece que además de las obligaciones fijadas en las
leyes, los Gerentes de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones
proporcionaran al Superintendente el apoyo que éste requiera para el cumplimiento de sus
atribuciones.
Por lo anterior, siguió manifestando que debido a la especialidad y tecnicismo requerido
en cada una de las aéreas sobre las que versa la competencia de la Superintendencia General de
Electricidad y Telecomunicaciones, era necesaria la intervención de las gerencias
correspondientes, a fin de optimizar el resultado de la cuestión sometida al conocimiento de esa
Institución.
Aunado a lo anterior, indicó que el artículo 69 de la Ley de Telecomunicaciones dispone
que siempre que para resolver sea necesario contar con un informe técnico, éste será requerido al
Gerente de Telecomunicaciones.
Siendo así y existiendo la habilitación legal que faculta al Superintendente a que se apoye
en los Gerentes correspondientes para el cumplimiento de sus atribuciones, se puede concluir que
la resolución número T-0482-2009 de fecha veintiocho de mayo de dos mil nueve, mediante la
cual se abrió a pruebas el procedimiento y se requirió a la Gerencia de Telecomunicaciones
realizar las inspecciones y pruebas que considerara pertinentes a efecto de resolver la denuncia de
referencia, no es una delegación absoluta de competencia en el desarrollo del procedimiento.
Sobre la configuración del Minus Petitio.
La sociedad actora mencionó que al momento de hacerse el pronunciamiento final del
trámite sancionatorio, la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones
incumplió la obligación de referirse y desacreditar todos y cada uno de los argumentos de
descargo esgrimidos como medio de defensa: pues omitió referirse a la falta de motivación ante
el cambio del criterio relativo a que corresponde al Superintendente de forma exclusiva el
ordenar la instrucción de la prueba y el acto que ordenó la inspección es ilegal por ser producto
de una delegación en blanco y absoluta.
En atención a lo anterior, el día diecinueve de junio de dos mil nueve, el Gerente de
Telecomunicaciones remitió una nota a los operadores involucrados mencionando que la
Gerencia de Telecomunicaciones estaba facultada para la realización de inspecciones y pruebas
respecto del objeto de la queja, se efectuó una reunión el dieciséis de junio de dos mil nueve, en
la que se solicitó efectuar una medición simultánea de completación de tráfico de los puntos de
interconexión de Telefónica Móviles El Salvador, S.A. de C.V. y GCA TELECOM, S.A. de C.V.,
a partir de las catorce horas hasta las diecisiete horas del veintitrés de junio de dos mil nueve, lo
cual se hizo de su conocimiento, para que asignaran recursos técnicos y personales en ambos
sitios de medición de conformidad al inciso tercero del artículo 72 de la Ley de
Telecomunicaciones.
Aunado a lo anterior, debe enfatizarse que no cabe hablar de falta de motivación ante el
supuesto cambio de criterio relativo a que corresponde al Superintendente de forma exclusiva el
ordenar la instrucción de la prueba; cuando no ha existido cambio de criterio al respecto. Pues en
el presente procedimiento administrativo sancionador, como en otros, ha sido siempre el
Superintendente quien ha instruido dichos procedimientos y amparado en disposiciones
contenidas en la Ley de Creación de la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones, ha sido apoyado por el Gerente de Telecomunicaciones.
4. TÉRMINO DE PRUEBA.
El juicio se abrió a prueba por el término de Ley, dentro del cual las partes no hicieron uso
de su derecho. Se dio intervención a la delegada del Fiscal General de la República licenciada
Patricia del Carmen Rodas de Castro.
5. TRASLADOS.
Posteriormente se corrieron los traslados que ordena el artículo 28 de la Ley de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, con los siguientes resultados:
a) La parte actora reiteró lo expuesto en su demanda.
b) Las autoridades demandadas, sostuvieron los argumentos planteados en sus informes.
c) La representación fiscal sostuvo que en el caso de autos no operó la prescripción, ya
que se realizó impulso oficioso por parte de la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones al procedimiento sancionador, el cual se perfeccionó con la notificación del
informe a la Sociedad infractora, situaciones que se realizaron en sede administrativa, por lo cual
el argumento en referencia carece de fundamentación legal.
B. FUNDAMENTOS DE DERECHO.
1. OBJETO Y LIMITES DE LA PRETENSIÓN.
La parte actora impugna los actos administrativos siguientes:
1- Resolución número T-0740-2010 pronunciada por el Superintendente General de
Electricidad y Telecomunicaciones, el dieciséis de julio de dos mil diez, por medio de la cual
impuso multa Telefónica Móviles El Salvador S.A. DE C.V., por la supuesta infracción al artículo
34 literal "i" de la Ley de Telecomunicaciones.
2- Resolución número T-1104-2010 pronunciada por la Junta de Directores de la
Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones, emitida el trece de diciembre de
dos mil diez, que confirmó en todas sus partes la resolución descrita en el numeral que antecede.
La sociedad demandante hace recaer la ilegalidad de dichos actos, esencialmente en la
violación de los siguientes aspectos:
1. El artículo 35 de la Ley de Telecomunicaciones, ya que las autoridades fragmentaron
su contenido, pues no obstante haberse en el caso puntual cumplido todos los requisitos para
considerar caducada la potestad sancionatoria, sostuvieron que dicha potestad aún seguía vigente.
2. Respecto de la no configuración de la responsabilidad, indicaron que la
Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones consideró que se configuró la
desobediencia a colaboración por su mandarte, ya que a su juicio se opuso a la verificación de la
experticia, atendiendo a razones que carecen de valor alguno.
3. Sobre el Minus petitio, ya que una de las principales deficiencias del acto inicial, es
decir el que impuso en primer término la multa, radica en el hecho que al momento de hacer el
pronunciamiento final del trámite sancionatorio, la Administración incumplió la obligación de
referirse y desacreditar todos y cada uno de los argumentos de descargo que fueron esgrimidos
como medio de defensa.
2. NORMATIVA APLICABLE.
a) La Constitución de la República de El Salvador, Asamblea Constituyente, Número
38, del quince de diciembre de mil novecientos ochenta y tres, publicado en el Diario Oficial
Número 234, Tomo 281, del dieciséis de diciembre de mil novecientos ochenta y tres.
b) Ley de Telecomunicaciones.
La Ley de Telecomunicaciones que se encuentra en el Decreto Legislativo número ciento
cuarenta y dos del seis de noviembre de mil novecientos noventa y siete, publicado en el Diario
Oficial número doscientos dieciocho, tomo trescientos treinta y siete.
c) Reglamento de la Ley de Telecomunicaciones.
El Reglamento de la Ley de Telecomunicaciones contenido en el Decreto Ejecutivo
número sesenta y cuatro del quince de mayo de mil novecientos noventa y ocho, publicado en el
Diario Oficial número ochenta y ocho, tomo trescientos treinta y nueve del quince de mayo de
ese mismo año.
d) Ley de Creación de la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones, contenida en el Decreto Legislativo número ochocientos ocho, del doce de
septiembre de mil novecientos noventa y seis, publicado en el Diario Oficial número ciento
ochenta y nueve, tomo trescientos treinta y tres del nueve de octubre de ese mismo ario.
3. DE LA NATURALEZA JURÍDICA Y POTESTADES DE LA SUPERINTENDENCIA
GENERAL DE ELECTRICIDAD Y TELECOMUNICACIONES.
La Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones creada durante la
década de los noventa, surge con la tendencia mundial de los Estados contemporáneos que
requieren de autoridades administrativas independientes del poder central, derivada de la
inherente liberalización de sectores económicos estratégicos sometidos a intervención estatal -
entiéndase que los servicios surgidos dentro de los mismos eran prestados directamente por el
Estado y posteriormente pasarían a ser prestados por empresas particulares-.
Dicha corriente de la liberalización, no implicó una completa desaparición de la
intervención del Estado en los referidos sectores, sino que significó un cambio de rol de estas
entidades, a saber: de ser el prestador directo de los servicios pasa a constituirse como un
vigilante y guardián del buen funcionamiento del sector en donde éstos se prestan. En este
contexto, surge la figura de los llamados entes reguladores, cuya labor principal es vigilar que el
sector se mantenga funcionando y se garantice el suministro de los bienes y servicios propios del
mismo. Esta Sala se ha pronunciado en reiteradas ocasiones, manifestando que los entes
reguladores responden a la necesidad de una legitimación técnica de intervención, a una nueva
modalidad de regulación en los límites legales establecidos, en donde tienen un papel esencial:
ejercer un equilibrio entre mantener dinámicamente las condiciones de competencia en el
mercado y garantizar las obligaciones derivadas de la prestación de un servicio público,
respetando los derechos de los usuarios.
De tal forma que, en los entes reguladores concurre la atribución de facultades de
regulación, de control o fiscalización, de asesoramiento y también de las llamadas
jurisdiccionales. En esta última función para resolver controversias entre particulares. La
Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones se sitúa dentro del aparato
estatal como una entidad descentralizada por función, estableciéndose su competencia en el
artículo 4 de su Ley de Creación, la cual la define como «la entidad competente para aplicar las
normas contenidas en tratados internacionales sobre electricidad y telecomunicaciones vigentes
en El Salvador, en las leyes que rigen los sectores de Electricidad y de Telecomunicaciones y sus
reglamentos, así como para conocer del incumplimiento de las mismas». Es así que dicho ente
fue creado para desempeñar un rol de regulación y supervisión, que debe ser ejercido dentro de
los marcos y límites de la propia Ley. Esta regulación y supervisión en materia de electricidad y
telecomunicaciones es plenamente respetuosa de los principios consagrados a nivel
constitucional, que conjuga la libertad de empresa con la regulación del Estado en la prestación
de servicios públicos. El artículo 110 de la Constitución prescribe que: «El Estado podrá tomar a
su cargo los servicios públicos cuando los intereses sociales así lo exijan, prestándolos
directamente, por medio de las instituciones oficiales autónomas o de los municipios. También le
corresponde regular y vigilar los servicios públicos prestados por empresas privadas (..). Resulta
indiscutible que en todo Estado de Derecho todas las Administraciones Públicas están vinculadas
al principio de legalidad, siendo la manifestación por excelencia de tal situación el hecho que las
mismas son creadas mediante una Ley que les otorga un ámbito de competencia específica y una
serie de potestades para ser desplegadas en dicha área.
Al analizar la Ley de Creación de este ente, se advierte que el legislador establece en el
artículo 5, las atribuciones de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones,
entre las cuales se destacan: en primer lugar, la aplicación de los tratados, leyes y reglamentos
que regulen las actividades de los sectores de electricidad y de telecomunicaciones (potestad de
vigilancia por cuanto existen obligaciones para operadores y usuarios); en segundo lugar, la
aprobación de las tarifas a que se refieren las leyes de electricidad y de telecomunicaciones
(potestad tarifaria); en tercer lugar, el dictar normas y estándares técnicos aplicables a los sectores
de electricidad y de telecomunicaciones, así como dictar las normas administrativas aplicables en
la Institución (potestad normativa y de auto organización); en cuarto lugar, el dirimir conflictos
entre operadores de los sectores de electricidad y telecomunicaciones, de conformidad con lo
dispuesto en las normas aplicables (potestad arbitral); y, finalmente, la realización de todos los
actos, contratos y operaciones que sean necesarios para cumplir los objetivos que le impongan las
Leyes, Reglamentos y demás disposiciones de carácter general; entre otras. Asimismo, la Ley de
Telecomunicaciones, cuyo objeto es normar las actividades del sector telecomunicaciones,
establece en el artículo 1 inciso segundo, que la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones será la entidad responsable de aplicar y velar por el cumplimiento de las
normas y regulaciones establecidas en la citada Ley y su Reglamento.
4. SOBRE LA POTESTAD SANCIONADORA DE LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA.
La facultad sancionadora de que está dotada la Administración tiene cobertura en el
artículo 14 de la Constitución. Su actuar se encuentra sujeto al principio de legalidad que recoge
también la Constitución en el artículo 86 al señalar que «los funcionarios del gobierno son
delegados del pueblo y no tienen más facultades que las que expresamente les da la ley».
En virtud de la sujeción a la Ley, la Administración sólo puede actuar cuando aquella la faculte,
ya que toda acción administrativa únicamente puede ser ejecutada en ejercicio de un poder
atribuido previamente por ella. En consecuencia, la Administración sólo podrá imponer las
sanciones a las que la Ley de cobertura, y en la forma en que la misma lo regule. Esta Sala ha
expresado en reiteradas ocasiones que la potestad sancionadora de la Administración Pública
puede definirse como aquélla que le compete para imponer correcciones a los ciudadanos o
administrados, por actos de éstos contrarios al ordenamiento jurídico. En este orden de ideas, la
Administración Pública, al imponer una sanción, deberá cerciorarse que se reúnan los siguientes
elementos: 1) la existencia de una acción u omisión, es decir el comportamiento positivo u
omisivo del administrado que vulnera un mandato o una prohibición contenida en la norma
administrativa; 2) la existencia de una sanción, para que este comportamiento sea constitutivo de
infracción es necesario que el ordenamiento legal reserve para el mismo una reacción de carácter
represivo, una sanción; 3) la tipicidad de la infracción, implica que el comportamiento del
infractor, así como la sanción prevista para el mismo, deben estar debidamente descritos con
suficiente precisión en una norma con rango de ley; y, 4) la culpabilidad, en todo ordenamiento
sancionador rige el criterio de que la responsabilidad puede ser exigida sólo si en el
comportamiento del agente se aprecia la existencia de dolo o de culpa. En términos generales, la
potestad sancionadora de la Administración se materializa en actuaciones por parte del
administrado, como consecuencia de una conducta ilegal que se reduce en una infracción
administrativa. Entendida la infracción como aquel comportamiento contraventor de lo dispuesto
en una norma jurídica, ya sea por realizar lo prohibido o no hacer lo requerido, y a lo que se
apareja una sanción consistente en la privación de un bien o un derecho.
De tal suerte que el destinatario de la potestad sancionadora de la Administración sólo
puede ser aquél a quien se le impute una infracción o ilícito administrativo.
En el caso sub júdice no hay duda alguna sobre el hecho que la Superintendencia General
de Electricidad y Telecomunicaciones está legalmente investida con potestad sancionadora, en
vista que el artículo 4 de la Ley de Creación de la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones, establece que: «La SIGET es la entidad competente para aplicar las normas
contenidas en tratados internacionales sobre electricidad y telecomunicaciones vigentes en El
Salvador; en las leyes que rigen los sectores de Electricidad y de Telecomunicaciones; y sus
reglamentos: así como para conocer del incumplimiento de las mismas». Lo anterior se
corresponde directamente con lo dispuesto en el artículo 1 inciso segundo de la Ley de
Telecomunicaciones antes citado, y con las disposiciones contenidas en los títulos quinto
«Régimen de infracciones y sanciones», y sexto «procedimientos ante la SIGET», del mismo
cuerpo legal. Asimismo, la Junta de Directores de la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones —en atención al artículo 13 letra e) de la Ley de Creación de la
Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones— tiene competencia para
conocer de los recursos que se interpongan de las resoluciones dictadas por el Superintendente.
De ahí, pues, que ambas autoridades al dictar las resoluciones impugnadas no transgredieron los
límites legales de su potestad.
5. SOBRE LA SEGURIDAD JURÍDICA Y EL DEBIDO PROCESO.
5.1 En relación a la Seguridad Jurídica.
En este sentido, la Sala de lo Constitucional de esta Corte, ha establecido en la sentencia
de amparo emitida en el proceso referencia 493-2009, del treinta y uno de agosto de dos mil once
lo siguiente: " (...) D. a. Además de lo antes expuesto, es preciso acotar que en abundante y
reiterada jurisprudencia constitucional se ha sostenido también que la seguridad jurídica
constituye un derecho fundamental, es decir, un haz de facultades jurídicas atribuidas al titular del
derecho para defender o conservar el objeto de este frente a terceros, de modo que su ejercicio se
verifica mediante la observancia de los deberes de abstención o de acción del poder público o de
los particulares. Consecuentemente, se ha considerado -v. gr. en las sentencias de amparo 633-
2005, 177-2006 y 159-2006, de fechas 21-IV-2007, 14-XII-2007 y 3-X-2007, respectivamente-
que el "derecho a la seguridad jurídica" se encuentra previsto en el articulo 2 inciso 1° de la
Constitución, concibiendo que el término "seguridad" contiene algo más que un concepto de
seguridad material.
En otras palabras, se ha entendido que el "derecho a la seguridad" contemplado en la
mencionada disposición constitucional no se refiere únicamente al derecho de estar libres o
exentos de todo peligro, daño o riesgo que ilegítimamente amenace los derechos -seguridad
material-, sino que también implica la seguridad jurídica.
b. Como concepto inmaterial -tal como se sostuvo en la sentencia de fecha 19-III- 2001,
pronunciada en el proceso de amparo 305-99-, el derecho a la seguridad jurídica constituye la
certeza del Derecho, en el sentido que los destinatarios de este puedan organizar su conducta
presente y programar expectativas para su actuación jurídica futura bajo pautas razonables de
previsibilidad.
Desde esa perspectiva, la jurisprudencia constitucional había sostenido hasta ahora -v. gr
en las sentencias de amparo 404-2008 y 1113-2008, de fechas 19-V-2010 y 24-XI-2010,
respectivamente- que el derecho a la seguridad jurídica "implica la certeza que las personas
poseen de que su situación jurídica no será modificada o extinguida más que por procedimientos
regulares y autoridades competentes, ambos establecidos previamente y, además, la convicción
que dichos actos respetarán lo establecido legalmente sin alterar el contenido material de la
Constitución, es decir, los derechos fundamentales en la forma prescrita por ella".
c. No obstante ello, es preciso acotar que el contenido antes mencionado del derecho a la
seguridad jurídica resulta, por una parte, fácilmente confundible con el de otros derechos
fundamentales y principios constitucionales en específico -tales como, por ejemplo, los de
audiencia, defensa y juez natural, así como los de supremacía constitucional y legalidad-; y, por
otra parte, completamente identificable con toda vulneración que pueda realizar una autoridad de
cualquier derecho establecido en la Constitución.
Por ello, se vuelve necesario -a partir del presente fallo- efectuar una reconsideración
sobre lo que se entiende por el derecho a la seguridad jurídica y establecer con mayor exactitud
las facultades que se les atribuyen a las personas que poseen la titularidad de dicho derecho y
que, a su vez, pueden ser tuteladas por la vía del proceso de amparo -según lo establecido en el
artículo 247 de la Constitución-.
d Teniendo en cuenta lo anterior, se debe precisar que la "certeza del Derecho", a la cual
la jurisprudencia constitucional ha hecho alusión para determinar el contenido del citado derecho
fundamental, deriva -principalmente- de que los órganos estatales y entes públicos realicen las
atribuciones que les han sido encomendadas con plena observancia de los principios
constitucionales -como lo son, a título meramente ilustrativo, el de legalidad, de cosa juzgada, de
irretroactividad de las leyes y de supremacía constitucional, regulados en los artículos 15, 17, 21
y 246 de la Ley Suprema- y de las reglas que dentro de la misma Constitución se establecen. De
ahí que, cuando se requiera la tutela del derecho a la seguridad jurídica por la vía del proceso de
amparo, no es pertinente hacer alusión al contenido que esta tiene como valor o como principio -
en los términos en que se acotó supra, sino que deberá alegarse una vulneración relacionada con
una actuación de una autoridad que haya sido emitida con la inobservancia de un principio o de
una regla de carácter constitucional y que, además, resulte determinante para establecer la
existencia de un agravio de naturaleza jurídica en la esfera particular de un individuo. Lo
anterior siempre que, a su vez, dicha transgresión no encuentre asidero en la afectación del
contenido de un derecho fundamental mucho más especifico. (..)"
5.2 Sobre el Debido Proceso.
El debido proceso es un principio jurídico procesal o sustantivo según el cual toda persona
tiene derecho a ciertas garantías mínimas, tendentes a asegurar un resultado justo y equitativo
dentro del proceso, y a permitirle tener oportunidad de ser oído y hacer valer sus pretensiones
frente al juez.
El debido proceso encuentra concreción cuando los administrados plantean sus alegatos y
tienen una real oportunidad de probarlos y, consecuentemente, son tornados en cuenta por la
Administración Pública al momento de resolver. Ello se verifica cuando las pruebas son
valoradas, aceptadas o rechazadas en función de razones y argumentos que, convenzan o no,
permiten conocer el sentido de la voluntad administrativa y el juicio lógico que la fundamenta.
Para que exista un debido proceso, es necesario que sea sustanciado conforme a la Constitución y,
además, que se respete íntegramente los derechos de audiencia y legítima defensa los cuales se
encuentran íntimamente vinculados.
6. ANALISIS DEL CASO.
6.1 Sobre la prescripción alegada.
La parte actora alega que los actos administrativos impugnados vulneran el artículo 35 de
la Ley de Telecomunicaciones, ya que las autoridades fragmentaron su contenido, pues no
obstante haberse en el caso puntual cumplido todos los requisitos para considerar caducada la
potestad sancionatoria, sostuvieron que dicha potestad aún seguía vigente.
Al respecto, esta Sala considera que efectivamente el artículo 35 inciso tercero de la Ley
de Telecomunicaciones señala que "En el caso de haberse iniciado el expediente sancionador, las
infracciones prescriben si el trámite se interrumpe por causa imputable a la SIGET, por más de
tres meses. La prescripción operará de pleno derecho."
En el caso de autos, en el procedimiento de queja iniciado por la sociedad GCA Telecom
S.A. de C.V., fue emitida la resolución T-482-2009 de fecha veintiocho de mayo de dos mil
nueve, en la que se abrió a pruebas por el plazo de quince días y se requirió de la Gerencia de
Telecomunicaciones que realizara las inspecciones y pruebas que considerara pertinentes a efecto
de resolver la denuncia interpuesta. Por tal razón, el día diecinueve de junio de dos mil nueve se
le notificó a Telefónica Móviles El Salvador, S.A. de C.V. que la Gerencia de
Telecomunicaciones señaló las catorce horas del veintitrés de junio de dos mil nueve para la
realización de una medición simultánea de completación de tráfico en los puntos de interconexión
entre Telefónica Móviles El Salvador, S.A. de C.V. y GCA Telecom S.A. de C.V., y designó a los
ingenieros Fidencio Castillo y Salvador Palacios, empleados de la Gerencia de
Telecomunicaciones, para la realización de las mediciones (folios 35 y 36).
Según consta a folio 34, el veintitrés de junio de dos mil nueve, se levantó acta notarial
ante los oficios de la notario Miriam Del Rosario Salinas de Escalante, en la cual se hizo constar
que a los empleados designados por la Superintendencia mencionada, no les permitieron el
acceso a las instalaciones para llevar a cabo la inspección, pues el empleado de la sociedad
demandante señor Raúl Ramírez les manifestó que no tenía "(...) instrucciones de permitir
ingreso a ninguna persona y para la realización de la inspección se debía coordinar con el área
legal (...)". La referida negativa por parte de la demandante provocó la apertura del
procedimiento sancionatorio en su contra por la supuesta infracción al artículo 34 literal "i" de la
Ley de Telecomunicaciones, mediante la resolución T-0677-2009 del trece de agosto de dos mil
nueve, notificada a la sociedad actora el día diecisiete del mismo mes y año. En la aludida
resolución, el Gerente de Telecomunicaciones resolvió iniciar procedimiento sancionatorio contra
la sociedad actora y concedió plazo para que compareciera por escrito a manifestar su defensa
(folio 32 y 33).
Posteriormente, según aparece a folio 40, se dictó la resolución T-0794-2009 de las ocho
horas treinta minutos del once de septiembre de dos mil nueve se abrió a prueba el procedimiento
por el plazo de diez días hábiles contados a partir del día siguiente al de la notificación
respectiva. Se constata a folio 44, la resolución número T-0932-2009 en la que se tuvo por
recibido el escrito presentado por la sociedad actora evacuando la audiencia de prueba y se le
concedió un plazo de cinco días para argumentar y presentar los documentos que estimara
pertinentes.
Asimismo, mediante resolución número T-0047-2010 de las ocho horas cuarenta minutos
del quince de enero de dos mil diez se requirió a la Gerencia de Telecomunicaciones de la
Superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones, que rindiera un informe técnico que
contuviera al menos lo siguiente: (1) las razones que motivaron la programación de la inspección;
(2) que se pretendía probar o establecer a través de la medición simultanea de completación de
tráfico; (3) si dicha diligencia constituía el único medio técnico para establecer la existencia de
las llamadas rechazadas; (4) si la diligencia fue efectuada en las instalaciones de otro operador; y,
(5) si en otra ocasión fue posible realizar dicha diligencia en las instalaciones de Telefónica
Móviles El Salvador, S.A. de C.V. (folio 52).
El resultado de dicho informe se encuentra agregado a folios 50 y 51 del proceso, y fue
emitido el diecisiete de febrero de dos mil diez, en el que se concluyó lo siguiente: (1) La
sociedad TELEFONICA MÓVILES EL SALVADOR, S.A. de C. V., se mantuvo durante todo el
proceso negando el acceso a los técnicos de la SIGET, a sus instalaciones, período en el cual en
el extremo de interconexión de la sociedad GCA TELECOM, S.Á. de C. V., se comprobó la
existencia de la solicitud de liberación como causa 34, (...); (2) En la inspección que se
programó, el día 23 de junio de 2009, entre las Sociedades TELEFONICA MÓVILES EL
SALVADOR, S.A. de C. V., y GCA TELECOM, S.A. de C. V., en las instalaciones donde se
encuentra la interconexión en el extremo de TELEFONICA, localizadas en la ciudad de San
Salvador, calle San Antonio Abad, Avenida Los Bambúes, entre Residencial Pacífico y
Residencial Monte Fresco, no se permitió el ingreso de los técnicos de la SIGET y TELECAM,
según consta en acta notarial de fecha 23 de junio de 2009; (3) En la inspección que se
programó el día 16 de julio de 2009, entre las Sociedades TELEFONICA MÓVILES EL
SALVADOR, S.A. de C. V., y GCA TELECOM, S.A. de C. V., las pruebas, muestran las llamadas
completando en forma normal con la causa de liberación "16, este día no se presentó la causa
"34" en ninguna de las llamadas de prueba realizadas. " Dicho informe fue notificado a la
sociedad demandante el día siete de mayo de dos mil diez, por medio de la resolución T-0449-
2010 de fecha cinco del mismo mes y año (folios 61 y 62). A ello debe agregarse que de
conformidad con el artículo 14 de la Ley de Creación de la Superintendencia General de
Electricidad y Telecomunicaciones, el Superintendente puede solicitar apoyo de sus Gerentes
dentro del ejercicio de sus funciones.
Finalmente, el día dieciséis de julio de dos mil diez, se emitió la resolución N° T-0740-
2010 en la que luego de analizar todo lo acontecido a lo largo del procedimiento administrativo
sancionador, así como las pruebas y alegatos presentados en el mismo, y del procedimiento de
queja incoado por GCA TELECOM, S.A. DE C.V., el Superintendente General de Electricidad y
Telecomunicaciones resolvió tener por establecida la existencia de la infracción muy grave
contenida en el artículo 34 letra i) de la Ley de Comunicaciones consistente en "Negar el acceso
a funcionarios de SIGET o funcionarios autorizados por ésta a las instalaciones de operadores y
usuarios, y negarles las facilidades para que realicen trabajos de verificación del cumplimiento
de la Ley de Telecomunicaciones y su Reglamento y demás disposiciones legales, siempre y
cuando la inspección a la verificación sea parte del procedimiento de queja iniciado o entablado
ante la SIGET entre operadores y en el caso de las instalaciones de los usuarios, toda vez que
sea por orden judicial.", el cual configura el acto originario en esta sede.
De todo lo reseñado, esta Sala concluye que el procedimiento administrativo sancionador
tramitado contra TELEFONICA MOVILES EL SALVADOR, S.A. DE C.V., no se dejó inactivo
durante tres meses consecutivos como asegura la parte actora, pues de la revisión de lo acaecido
en sede administrativa se ha constatado que periódicamente se estuvieron realizando diferentes
diligencias por parte de las autoridades demandadas, en las que la sociedad demandante participó
activamente, presentando los escritos y pruebas que estimó convenientes a efecto de desvanecer
la infracción atribuida en su contra. En ese sentido, debe concluirse que para el caso en estudio no
operó la prescripción alegada por la parte actora. De ahí que, este punto de ilegalidad debe ser
desestimado.
6.2 Respecto de la no configuración de la Responsabilidad.
La parte actora alega que la Superintendencia General de Electricidad y
Telecomunicaciones consideró que se configuró la desobediencia colaboración por su mandante,
ya que a su juicio se opuso a la verificación de la experticia, atendiendo a razones que carecen de
valor alguno. Que en la comunicación que ordenó la citada inspección, faltaba el cumplimiento
de los más elementales requisitos, ya que en el acto en el que se ordenó la inspección se realizó
una delegación absoluta por parte del Superintendente a favor de la Gerencia de
Telecomunicaciones de los poderes de instrucción del trámite sancionatorio, emitiéndose un acto
por sujeto incompetente.
Al respecto, se tiene que dentro del procedimiento de queja iniciado por GCA
TELECOM, S.A. DE C.V., se programó la inspección que versó sobre temas estrictamente
regulatorios, sobre los cuales la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones
tiene amplias facultades de conformidad al artículo 20 de la Ley de Telecomunicaciones. La
referida disposición estatuye la obligatoriedad de todo operador de redes comerciales de
telecomunicaciones de proporcionar acceso a recursos esenciales, debiéndose otorgar con la
calidad y en los nodos de conmutación solicitados, siempre y cuando sea técnicamente factible;
sin embargo, dicha obligatoriedad no se limita al acceso y a la posibilidad de estar
interconectadas sus redes, sino que además instituye la condición de que ese acceso permita el
intercambio efectivo de llamadas entre usuarios de diferentes redes, que es en esencia la finalidad
de la interconexión y todos los recursos esenciales que la complementan, que en conjunto
satisfacen el interés público de la telefonía, permitiendo que los usuarios de los distintos
operadores de telecomunicaciones puedan comunicarse entre sí o acceder a los servicios de
cualquier operador.
La Ley de Telecomunicaciones tipifica en el artículo 34 letra b) como infracción muy
grave, negarse a brindar el acceso a recursos esenciales y alterar los recursos esenciales a otro
operador. Por lo tanto, la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones goza
de competencia suficiente para realizar todas las actividades probatorias necesarias para
determinar si los recursos esenciales están siendo alterados, sin que los operadores puedan
negarse a la realización de las mismas.
En plena concordancia con lo anteriormente expuesto, se advierte que los artículos 6 de la
Ley de Creación de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones y 2 de su
Reglamento, determinan que su máxima autoridad será la Junta de Directores y que ésta contará
con al menos una Gerencia de Electricidad y una de Telecomunicaciones. A su vez, el artículo 13
de la Referida Ley establece que el Superintendente será el responsable de la Institución y
desempeñará las atribuciones que la Ley le otorgue a la Superintendencia General de Electricidad
y Telecomunicaciones y que no se hayan observado expresamente a la Junta de Directores. Por su
parte, el artículo 14 del cuerpo legal en estudio establece que además de las obligaciones fijadas
en las leyes, los Gerentes de la Superintendencia General de electricidad y Telecomunicaciones
proporcionarán al Superintendente el apoyo que éste requiera para el cumplimiento de sus
atribuciones.
Y es que, esta Sala comparte lo sostenido por la parte demandada cuando asevera que
debido a la especialidad y tecnicismo requerido en cada una de las aéreas sobre las que versa la
competencia de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones, es necesaria
la intervención de las gerencias correspondientes, a fin de optimizar el resultado de la cuestión
sometida al conocimiento de esa Institución. Aunado a lo anterior, debe destacarse que el artículo
69 de la Ley de Telecomunicaciones dispone que siempre que para resolver sea necesario contar
con un informe técnico, éste será requerido al Gerente de Telecomunicaciones.
En conclusión, esta Sala considera que existe la habilitación legal suficiente que faculta al
Superintendente General de Electricidad y Telecomunicaciones a que se apoye en los Gerentes
correspondientes para el cumplimiento de sus atribuciones. De ahí que, la resolución número T-
0482-2009 de fecha veintiocho de mayo de dos mil nueve, mediante la cual se abrió a pruebas el
procedimiento y se requirió de la Gerencia de Telecomunicaciones/ que realizara las inspecciones
y pruebas que considerara pertinentes a efecto de resolver la denuncia en referencia, no es una
delegación absoluta de competencia en el desarrollo del procedimiento, como ha aseverado la
sociedad demandante. En consecuencia, este punto de ilegalidad debe ser desestimado.
6.3 Sobre la configuración del Minus Petitio.
La sociedad actora indicó que al momento de hacerse el pronunciamiento final del trámite
sancionatorio, la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones incumplió la
obligación de referirse y desacreditar todos y cada uno de los argumentos de descargo esgrimidos
como medio de defensa, pues omitió referirse a la falta de motivación ante el cambio del criterio
relativo a que corresponde al Superintendente de forma exclusiva el ordenar la instrucción de la
prueba y el acto que ordenó la inspección es ilegal por ser producto de una delegación en blanco
y absoluta.
En atención a lo anterior, se advierte que el día diecinueve de junio de dos mil nueve, el
Gerente de Telecomunicaciones remitió una nota a los operadores involucrados indicando que la
Gerencia de Telecomunicaciones estaba facultada para la realización de inspecciones y pruebas
respecto del objeto de la queja, que además se efectuó una reunión el dieciséis de junio de dos mil
nueve, en la que se solicitó efectuar una medición simultánea de completación de tráfico de los
puntos de interconexión de TELEFONICA MÓVILES EL SALVADOR, S.A. de C.V. y GCA
TELECOM, S.A. de C.V., a partir de las catorce horas hasta las diecisiete horas del veintitrés de
junio de dos mil nueve, lo que se hizo de su conocimiento, para que asignaran recursos técnicos y
personales en ambos sitios de medición de conformidad al inciso tercero del artículo 72 de la Ley
de Telecomunicaciones (folio 36).
Llegados el día y hora señalados según se verifica a folio 34, el día veintitrés de junio de
dos mil nueve, se levantó acta notarial ante los oficios de la notario Miriam Del Rosario Salinas
de Escalante, en la que se hizo constar que no les permitieron el acceso a las instalaciones para
llevar a cabo la inspección. Lo anterior motivó la resolución número T-0677-2009 de las ocho
horas cuarenta minutos del trece de agosto de dos mil nueve de dos mil diez, en la que el Gerente
de Telecomunicaciones resolvió iniciar el procedimiento administrativo sancionador contra
TELEFONICA MÓVILES EL SALVADOR S.A. DE C.V., por la supuesta infracción al artículo
34 literal "i" de la Ley de Telecomunicaciones, concediéndosele plazo para que compareciera por
escrito a manifestar su defensa (folio 32 y 33).
Sumado a lo anterior, debe resaltarse que no cabe hablar de falta de motivación ante el
supuesto cambio de criterio relativo a que corresponde al Superintendente de forma exclusiva el
ordenar la instrucción de la prueba, cuando no puede sostenerse un cambio de criterio al respecto.
Y es que, de la revisión del procedimiento administrativo sancionador efectuado en el caso bajo
estudio, ha quedado plenamente comprobado que el Superintendente General de Electricidad y
Telecomunicaciones instruyó dicho procedimiento amparado en las disposiciones contenidas en
la Ley de Creación de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones y la
Ley de Telecomunicaciones; y que, el apoyo brindado por el Gerente de Telecomunicaciones
también tiene un soporte legal que le permite sus actuaciones, tal como se estableció en el
número 6.2 que antecede. Por todo lo expuesto, este punto de ilegalidad también debe ser
desestimado.
7. CONCLUSIÓN.
Por todo lo expuesto, se concluye que los actos administrativos impugnados no adolecen
de las ilegalidades aducidas por la sociedad actora, siendo procedente declarar la legalidad de los
mismos en el fallo de esta Sentencia.
II. FALLO.
POR TANTO, con fundamento en las razones expuestas, artículos 35, 65, 69, 70, 72, 73
de la Ley de Telecomunicaciones; 14 de la Ley de Creación de la Superintendencia General de
Electricidad y Telecomunicaciones; 217 y 218 del Código Procesal Civil y Mercantil, 31, 32 y 53
de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a nombre de la República, esta Sala
FALLA:
1) Que es legal la resolución número T-0740-2010 pronunciada por el Superintendente
General de Electricidad y Telecomunicaciones el dieciséis de julio de dos mil diez, por medio de
la cual impuso multa Telefónica Móviles El Salvador S.A. DE C.V., por la supuesta infracción al
artículo 34 literal "i" de la Ley de Telecomunicaciones.
2) Que es legal la resolución número T-1104-2010 pronunciada por la Junta de
Directores de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones, el trece de
diciembre de dos mil diez, que confirmó en todas sus partes la resolución descrita en el numeral
que antecede.
3) Condénase en costas a la parte actora conforme al derecho común.
4) Déjase sin efecto la medida cautelar decretada por auto de las quince horas seis
minutos del dieciocho de julio de dos mil once.
5) En el acto de la notificación, entréguese certificación de esta sentencia a partes y a
la representación fiscal.
NOTIFÍQUESE.
DUEÑAS.----------L.C.DE AYALA G.--------J.R.ARGUETA.--------- JUAN M. BOLAÑOS------
------PRONUNCIADA POR LAS SEÑORAS MAGISTRADAS Y LOS SEÑORES
MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.---------ILEGIBLE.------SRIO.------RUBRICADAS.

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