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historiadoras, hay que ir mucho más allá de una teoría, más profundo y más a lo real de
la vivencia. La relación humana que nace con ello. Y el proceso de individuación que
sucede tanto con la cultura como todas las personas que vivimos en ella, a partir del
vivimiento cotidiano. Como expresa Moreno (2006) el Registro Sistemático del
Vivimiento son las mediaciones hermenéuticas que dan el acceso a la verdad del vivir
propio de una comunidad humana popular, en donde esa verdad se encamina en el
horizonte de una investigación, que se desarrolla y se genera en la convivencia invivida.
Mediante el RSV se puede encontrar parte del vivimiento al que sólo se accede
mediante lo que se vive y se experimenta, siendo esta no la única manera de llegar a
ella, pero una de las más reales, que permite introducirnos en la vida del sujeto y
percibir cómo es su cotidianidad y el vivir investigativo como co-historiadoras. Resulta
necesario e ineludiblemente para relacionarse y comprender el mundo de vida del cual
está fijada la investigación permitiéndonos comprender desde el propio vivir y convivir
en una misma sociedad.
En las sociedades complejas como las nuestras coexisten mundos de vida diferentes y hasta
irreductibles unos a otros.
Dicho investigador sostiene que una subcultura se ha ido formando lentamente, debido _entre
otras razones_ a la práctica de la violencia sin consecuencias o con consecuencias banales. El
desorden en una sociedad donde el delito queda impune, favorece que se actúe libremente,
reprocha. Cuando un acontecimiento social como este se deja a su libre desarrollo, se
despliega y se amplía, advierte, y va captando a otros. Por eso es peligrosísima la impunidad en
una sociedad
De esta manera, a través de los distintos medios de expresión que existen, como lo
son las canciones, películas, libros o historias se puede evidenciar los distintos
significantes de la sociedad venezolana. En este caso, la canción del rapero Prieto Gang,
“Caracas Loca” donde refleja a través de ciertos fragmentos, las situaciones que se
viven día a día en las calles venezolanas:
Una de las razones por las cuales la violencia se ha visto tan común a lo largo de
los años ha sido la normalización de la misma, las personas conocen lo que ocurre en las
calles, los actos ilícitos que se presentan pero no pueden, y en algunos casos no quieren,
hacer nada contra la situación, “vacilando el matraqueo”. Estar a merced de estas
situaciones ha llevado a las personas a individualizarse cada vez más, al punto de buscar
la propia preservación antes de apoyar a otro individuo y salir lesionado de alguna
manera. Incluso toma el simbolismo de comparar Caracas con el Inframundo,
representando el lugar más temido de las personas; y significando este las pérdidas de
esperanzas y sueños de un país olvidado.
Otra de las canciones que han sido relevantes para entender cómo se desenvuelve la
sociedad venezolana es de Prieto Gang, titulada “Violenzuela”:
Para finalizar se plantea la canción del rapero Neutro Shorty llamada “El niño
rapero”:
Los venezolanos se caracterizan por ser amistosos, ser “panas” y siempre ayudar
en lo que se puede, pero ¿a qué punto debe llegar esta amistad para hacerse menos
superficial y convertirse en algo real? La amistad en el hombre venezolano se fomenta a
través de lazos débiles, donde no se permiten expresar y profundizar su emocionalidad y
su sentir, por miedo a caer en la homosexualidad y poder ser considerados parte de ella.
Es así como terminan en la búsqueda de relaciones más fraternales-familiares, en la que
pueden normalizar el expresar sus sentimientos libremente como lo harían con sus
padres, hermanos o compadres, sin ser vistos como algo fuera de la regla machista.