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Ovejas del Pastor


Jn. 10:11,14—16

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas… 14Yo soy el buen pastor; y
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conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15así como el Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

500 años de la Reforma Protestante


Lucharon por tener una visión correcta de la relación entre Cristo y su iglesia, entre el Salvador
y los salvados, entre el BUEN PASTOR y sus ovejas.

La salvación por obras es eliminada de la mirada de aquellos santos hombres de Dios al leer e
interpretar correctamente las Escrituras y darse cuenta que el hombre es incapaz de escoger
voluntariamente a Dios a menos que Dios le resucite de la muerte espiritual y le dé nueva vida.
Se percataron de que nuestra salvación ya ha sido comprada, no solo los pecados pasados, sino
los que tristemente cometemos y cometeremos hasta que Cristo venga; Cristo no solo pagó por
nuestras blasfemias, nuestra enemistad con Dios, nuestra rebeldía hacia el Creador, sino que
pagó incluso por el pecado de la incredulidad, nos quita Él mismo el velo que no nos dejaba ver
a causa de la esclavitud del diablo (2 Co 4.3–6) “3Pero si nuestro evangelio está aún encubierto,
entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los
incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen
de Dios… 6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo.(RVR 60)” TLA dice: “3Los únicos que no pueden entender la buena noticia que
anunciamos son los que no se salvarán. 4 La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo, y Cristo a
su vez nos muestra la grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no
pueden verla, porque Satanás no los deja. 6 Cuando Dios creó el mundo, dijo: «Que brille la luz donde
ahora hay oscuridad». Y cuando nos permitió entender la buena noticia, también iluminó nuestro
entendimiento, para que por medio de Cristo conociéramos su grandeza.”
Él mismo nos arrastra hacia sí (Jn 6.44) “Nadie puede venir a mí si no lo trae (Lit. Llevar,
arrastrar) el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.” A través de su Espíritu Santo
nos regenera, nos da una nueva vida, un nuevo nacimiento, una nueva esencia espiritual que
puede ver y entender las cosas del Espíritu, que puede ver, amar y desear el Reino de Dios; una
vida que es capaz de escoger servir a Cristo por amor, un amor que antes no existía pero que
ahora es lo que mueve su diario vivir.

Ahora entendemos las cosas que antes nos era imposible entender porque teníamos el
“entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios” (Ef 4.18).

Ahora incluso Dios mismo a través de su Espíritu es quien “nos ayuda en nuestra debilidad”
(Ro. 8.26) y también… “Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su
buena voluntad” (Fl 2.13) y es quien nos guarda porque dice su palabra que “sois guardados
por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser
manifestada en el tiempo postrero” (1 P 1.5)
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Por lo demás, concluimos que la salvación es de Dios 100% sin las obras. De modo que no hay
de qué gloriarse porque a pesar de estar “destituidos de la gloria de Dios” (Ro 3.23), somos
“justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Ro
3.24) por medio del sacrificio de Cristo en la cruz y por medio de ese acto de amor nos
“trae” (Jn 10.16) a su redil y nos llama por nuestros nombres porque somos sus ovejas
preciosas por las cuales el dio su vida…

No hay nada más grande que este misterio de la piedad de Dios para con nosotros, que
sin merecer nada más que la condenación nos ha llamado sus hijos, las ovejas de su
prado, sus ovejas.

Ahora bien, dice Cristo en Juan 10.27–29 “27Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me
siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
29
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre”.

O sea, NADIE puede arrebatarle a Cristo una de sus ovejas, ni siquiera el mismo diablo, ni las
situaciones por las que pasamos tú y yo como ovejas en este mundo adverso y que en ocasiones
nos hacen alejarnos un poco del redil, ni lo alto, ni lo profundo… tenemos seguridad en CRISTO.

PERO ¿Realmente te estás comportando como una de esas ovejas del Buen Pastor?
Si de veras has nacido de nuevo, sí Dios te guarda, pero debe haber en ti
evidencias de que ciertamente fuiste regenerado por Dios. Se debe ver tu
nuevo nacimiento. Se debe ver que eres oveja y no cabrito.

Muchos toman el Evangelio como si fuera algo que se puede comprar en el mercado o haciendo
la negociación correcta, pensando que su salvación está asegurada porque sencillamente una
vez hicieron una oración pidiendo a Jesús que entrara en su corazón. Otros se pasan la vida
caminando en condenación porque tienen legalismo y toda clase de autojusticia en ellos, así que
aunque son verdaderos cristianos caminan en constantes dudas.

Solo las Escrituras nos dan el balance correcto de saber que en verdad somos cristianos
cuando es tan fácil ser engañados.

Por un lado, ser despreocupado acerca de la fe y por el otro, creerse demasiado autosuficientes
en su propia justicia. Solo las Escrituras tienen la respuesta de si somos o no verdaderos
cristianos.

1 Jn. 5.13 “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios,
para que sepáis que tenéis vida eterna.”

(Aplicar…, también funciona para hacer un análisis y saber cuándo NO estamos en la fe)

Los verdaderos cristianos se regocijarán y fortalecerán con lo que dice la Palabra, los incrédulos
tienen dos posibilidades: 1) que sus corazones estén tan endurecidos que escucharán estos
3

estándares y se juzgarán a sí mismos y con todo tendrán paz; o 2) sus corazones se romperán y
empezarán a ver “No conozco al buen pastor, no lo conozco”.

Jn 3.16… para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna…

Hay una lógica… ¿soy un verdadero creyente? ¿Realmente creo en Jesús, o es Jesús y algo más?

Hay muchos que si los presionas y presionas al final te vas a encontrar con que al final llegan a
su propia justicia, lo que ELLOS hicieron. En cambio el verdadero creyente sabe que (como dice
Paul Washer) “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja antes que alguien entre
al cielo con una pizca de justicia propia en ellos.”

El verdadero creyente es una persona quebrantada, se lamenta por su pecado, solo tiene
esperanza, gozo y paz por causa de Cristo. No se deleita en miradas hacia el interior,
satisfaciéndose de su propia piedad, de como los demás lo ven…

Porque nuestra justicia es como trapo de inmundicia para Dios. Solo dice: no soy nada, solo la
gloria de Cristo sea exaltada.

Muchos creyentes genuinos batallan con dudas acerca de su salvación y hasta hay quienes
enseñan que si tienes dudas de tu salvación es porque estás perdido; eso no es cierto.

Primera de Juan se escribió para darnos esa seguridad, pero aunque dudes de tu salvación, hay
algo de lo que nunca un verdadero cristiano va a dudar y es que Cristo es nuestra única
esperanza.

¿Soy salvo o no? Puede pasar

¿Soy lo suficientemente justo? NUNCA puede pasar, eso está claro: la justicia es de Cristo

Hablé de que hay una lógica (Jn 3.16), pero también está el testimonio interno del Espíritu (Ro
8.16) “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”. Desde la
conversión tiene que haber en ti ese testimonio interno… Aparte de eso está este texto de 1ra de
Juan, para que sepamos.

Esa es la doctrina de la regeneración:

- La salvación es más que una mera decisión humana.


- Cuando alguien es convertido Dios cambia su naturaleza. Quita el corazón de piedra y
pone uno de carne, obediente a su palabra.

Dios saca a Israel de la esclavitud y les da la ley en tablas de piedra (externo), pero luego le
dice a Jeremías que hará un nuevo pacto y escribirá sus leyes en los corazones y seremos una
nueva criatura con nueva relación para con Dios (Jer 31.31—34).

Naturaleza está ligada a voluntad. Naturaleza caída, voluntad que se aleja de Dios, va en contra
de Dios. Naturaleza regenerada, ahora la voluntad está inclinada a agradar a Dios, a buscar su
rostro y hacer su voluntad. Los que aman a Dios van a vivir de cierta manera.

Por sus frutos los conoceréis.


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Cristo no venció al diablo en Mateo 4 por citar las Escrituras… fue por OBEDECER las Escrituras
que citó.

Veamos algunas pruebas de que somos de sus ovejas:

1- Primera de Juan 1.5

Los gnósticos decían que Dios es tinieblas, no se puede conocer, está escondido… solo
algunos superespirituales podían conocer a Dios. Si no lo conoces, tampoco debes hacer
su voluntad, ni servirle y vivir para Él. Hoy muchos dicen que creen en Dios… pero como
no puede ser conocido, no tienen que hacer nada de lo que Él dice…

v.6 …andamos… perypateo: lit. Andar, caminar, pasearse; fig. Vivir, comportarse,
conducirse. Es un estilo de vida. No es un creyente que hace algo que no honra a Dios y
descartarlo como un NO cristiano, o ver a un impío hacer un acto “bueno” y decir que es
creyente por ese acto… no, es un estilo de vida. De qué manera vivimos.

¿Andas en tinieblas? ¿Tu andar contradice lo que Dios ha revelado acerca de su carácter y
su voluntad? Examinemos nuestras vidas hasta que veamos la luz de Dios a diario en
nuestras vidas.

Un verdadero creyente andará en luz como estilo de vida.

Pero, ¿acaso no pecamos? ¿Qué pasa entonces?

2- 1.8 … una prueba de que eres cristiano no es que no pecas, sino que REALMENTE
RECONOCES cuando pecas y lo miras como pecado. Si pecas y no lo reconoces como
pecado me dice que NO eres un verdadero creyente.

v.9 … el creyente reconoce el pecado, se quebranta y lo confiesa. En ese momento recibe


convicción de la gracia de Dios y el gozo de la salvación, no por nuestra justicia sino por la
de Cristo.

Confesar… homologeõ: Confesar, admitir, profesar, reconocer, declarar, decir


abiertamente. No es decir: si he pecado perdóname. Es reconocer la obra del Espíritu que
nos redarguye y decir: Dios, es verdad lo que dices de mí, he pecado, es reconocer lo que
el Espíritu habla a tu vida.

Mientras más busques conocer a Dios, más estudies su Palabra y le conozcas, más vas a
quebrantarte cuando le fallas, pero mayor será el gozo cuando profundamente te
arrepientes y mayor es la dicha que inunda tu ser; no porque ahora eres más capaz de
ver tu propia condición, sino porque más confías en la obra de Cristo y más confías en su
fiel pastorado.

No es que eres un derrotado, ni que Dios te salva EN tu pecado, sino DE tu pecado y te va


haciendo mejor cada día, pero nunca serás perfecto hasta que estés en su gloria.

3- 2.3—4 … ¿Tienes una nueva relación con Dios? Entonces tienes que tener una nueva
relación con el pecado, con sus mandamientos. O en el matrimonio: Tengo una nueva
relación con mi esposa, entonces tienes una nueva relación con todas las demás mujeres:
“NO”.
Muchos dicen: “tú no conoces mi corazón, yo realmente amo a Dios” ¿y tus frutos…?
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Nuevamente la idea de “guardar” da la idea de un estilo de vida. Nueva relación con Dios,
nueva relación con el pecado, a causa de que hay una nueva relación con los
mandamientos de Dios.

El impío ni siquiera piensa en ello, en cambio el creyente tratará siempre de obedecer a


Dios y esa es una evidencia de su conversión. NO es fariseísmo con su propia justicia; es
que ahora desea obedecer a Dios.

“Pero a veces no tengo deseos de leer la Biblia, no tengo deseos de orar, de practicar la
piedad… ¿eso me descalifica?” YO PUEDO DECIR LO MISMO

El diablo nos acusa a menudo de esa manera, pero fíjate en esto: antes, eso ni siquiera te
molestaba, no te preocupaba en absoluto. El hecho de que ahora luches contra eso, dice
algo de la obra del Espíritu en tu vida. El hombre no regenerado no desea a Dios, más
bien odia a Dios. Pero si estás ahí diciendo: “Deseo ser más como Cristo, quiero conocerlo
mejor, quiero obedecerlo y me duele fallarle” Eso me dice que algo te ha sucedido.

4- 2.6… Esto parecería como el último clavo del ataúd. ¿Qué quiere decir esto? ¿Andar como
Él anduvo? No es como Juan o como Pedro o Pablo… Jesús fue el único que ganó el cielo
por su propia justicia.

Pero nuevamente, no es perfección. La idea es: “cuál es la meta de tu vida, a quién


quieres imitar”.

Cuando éramos pequeños, si alguien nos veía tratando de poner los pies sobre los pasos
de nuestros padres o tratando vanamente de poner un clavo con el martillo que acababa
papá de dejar en la … seguramente muchos se rieron o algunos nos reímos al ver escenas
así, que el pequeño no logra siquiera lograr un resultado similar, pero no hay dudas de
que quiere imitar a alguien: a papá. Aunque se vea ridículo, está intentándolo una y otra
vez.

Ahora, ¿Cómo quién quieres ser? … No contestes a la ligera y teme… No es necesario que
contestes, porque la respuesta ya se sabe. No porque seamos profetas, sino porque es
EVIDENTE, solo hay que abrir los ojos. No está tan escondido como piensas.

Habla como el mundo, actúa, vístete y haz todo como el mundo. Ten los mismos héroes,
las mismas pasiones y deseos. Entonces todo dirá que amas al mundo y no a Cristo.

2.15—17 …

Santiago 4.4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de
Dios.”

No hay hombre a quien imitar a menos que haya vivido para la gloria de Cristo. Solo a
Jesús es a quien debemos tratar de parecernos. Hablamos de querer ser como Jesús.

A veces te sientas solo y dices: hoy he actuado más como un tonto o un patán arrogante
o un romano o griego que como Jesús. Es necesario siempre compararnos con Jesús.

No es que andes con un pañuelo en la cabeza y una ropa de rapero y digas: “Soy todo un
salvaje, como Jesús era un salvaje” NO, tu eres como tu cultura, como lo que tú eres. O
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que te pongas unas ropas de hace 50 años atrás y digas: “Me veo como Jesús se veía, lo
estoy imitando” NO, ni siquiera se vestía así. NO HABLAMOS DE ESO

Hablamos de lo que realmente somos, lo que hacemos, lo que realmente pensamos…

5- V.7 … Amados, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que


habéis tenido desde el principio; el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído.
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Por otra parte, os escribo un mandamiento nuevo,…

¿Nuevo o no? El mandamiento es antiguo, amarse unos a otros, pero después que Cristo
vino elevó ese amor a tan alto grado que es como si fuera nuevo. Es diferente, más
sublime.

“…el cual es verdadero en El y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz
verdadera ya está alumbrando.”

¿Es verdadero en tu vida? ¿Está esa luz aclarando cada día más en tu vida? Si realmente
amas a Dios y a tu prójimo, si ese amor es fiel y verdadero, entonces está aclarando la luz
en tu vida y es porque eres un verdadero hijo de Dios…

Un hombre puede desgastarse entero, hacer lo que nadie ha hecho, lograr lo imposible,
pero si no tiene amor de nada le vale.

¿Cuál es una de las mayores evidencias de que eres un creyente? Que tú amas.

¡Una oveja no maltrata a la otra!

Fíjate en esto, la importancia que Cristo le da al amor. Mateo 25.31—46 (El juicio de las
naciones) ovejas y cabritos… no es que tengamos que alimentar a los pobres y visitar a
los enfermos y encarcelados. No, aunque necesitamos hacer todas esas cosas, lo
importante es el amor hacia tu prójimo como mismo amas tu propia vida.

En la Roma que perseguía a la iglesia (y a esto sabía Jesús que se iban a enfrentar los
cristianos) si alguien iba a ver a un cristiano encarcelado corría el riesgo de ser
encarcelado también…

v.9—10 “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas.
10
El que ama a su hermano, permanece en la luz y no hay causa de tropiezo en él.”

Así debe ser el amor cristiano. Esa es una evidencia, posiblemente la mayor, de que en
verdad eres un hijo de Dios.

Compórtate como una oveja del rebaño del Señor…

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