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LA CIVILIZACIÓN ROMANA

Grecia y Roma son civilizaciones simultáneas, es decir, se desarrollan al unísono a lo


largo del 1er milenio antes de Cristo, sin embargo cuando Grecia vivía su máximo
esplendor (siglo V y parte del IV), Roma era un pequeño pueblo situado en el centro de
la Península Itálica.

Entre el año 500 y el 250 a.C., Roma fue conquistando todos los territorios de la
Península Itálica. Después, comenzó su expansión por el Mediterráneo convirtiendo los
territorios conquistados en provincias del Imperio a las que sometía y explotaba
económicamente, la península Ibérica fue conquistada entre los años 218 a. C. y el 19
a.C. recibió el nombre de Hispania. La civilización griega que tuvo una gran influencia
en la cultura romana también acabó convertida en provincia romana, como el resto de
los territorios de la cuenca del Mediterráneo.

Durante los siglos I y II d.C. (etapa conocida como Pax Romana) el Imperio alcanzó su
máximo esplendor, este periodo se caracterizó por una gran estabilidad social política
y económica y aunque el territorio era inmenso, (abarcaba desde las islas Británicas
hasta el desierto del Sahara, y desde Hispania hasta Mesopotamia) la paz estaba
garantizada por un poderoso ejército y una Administración eficaz. Al otro lado de la
frontera norte estaban los bárbaros (extranjeros)

A partir del siglo III el Imperio entra en decadencia por varios motivos:
 La corrupción entre los funcionarios y el ejército.
 Los ataques de algunos pueblos bárbaros.
 Los impuestos abusivos para mantener el ejército y la Administración.
 La dificultad en mantener las comunicaciones entre todos los territorios debido
a su gran extensión.
 La crisis en el comercio y la artesanía, la economía se concentró en la
agricultura y la ganadería y aumentó el precio de los productos artesanos
debido a su escasa producción y la falta de nuevas conquistas.
 El final del Imperio. En el año 395, el emperador Teodosio dividió el Imperio en
dos partes (que entregó a sus hijos Honorio y Arcadio):
 El Imperio romano de Occidente, con capital en Roma.
 El Imperio romano de Oriente, con capital en Constantinopla.

En el año 476, los germanos (pueblo bárbaro) destronaron al último emperador


romano de Occidente.

LOS ORÍGENES DE ROMA. UNA PEQUEÑA ALDEA

En el territorio de Italia, donde se fundó la pequeña aldea de donde salió un gran


imperio, se habían asentado varios pueblos desde el año 2.000 a. C. Entre ellos
estaban los latinos que ocuparon el territorio del Lacio; hacia el año 1000 a. C. llegaron
otros pueblos, entre ellos los etruscos, que ocuparon una zona al norte del Lacio
llamada Etruria (la Toscana actual).

Los latinos fueron creando pequeños poblados cerca del río Tíber, y uno de esos
poblados se fundó junto a un vado que permitía cruzar fácilmente el río. Puso ser esa
la circunstancia que permitió crecer a ese poblado, pues muchos comerciantes o
viajeros utilizaban el lugar cuando tenían que pasar el río. Los pobladores del lugar, por
temor a ataques de los desconocidos que pasaban por allí, empezaron a construir sus
casas en una zona cercana al río que tenía siete colinas.
Hacia el siglo VIII a. C. los habitantes de las siete colinas se unieron y construyeron una
muralla defensiva de ese asentamiento. Quedaba así constituida la ciudad de Roma,
cuyos orígenes históricos no se conocen con gran precisión. Se conocen los orígenes
mitológicos, que atribuyen la fundación a los gemelos Rómulo y Remo.

FORMAS DE GOBIERNO

Monarquía

La primera forma de gobierno de Roma fue la monarquía, y la leyenda considera a


Rómulo, uno de los gemelos fundadores, como primer rey, pero no es seguro que fuera
así. Lo realmente seguro es que Roma tuvo siete reyes en el periodo que va desde el 753
a. C., año de su fundación, al 509 a. C. año de comienzo de la república. Durante ese
tiempo hay que destacar dos cosas importantes:
 La fundación del senado, institución que ayudaba al rey en sus tareas de
gobierno; estaba formado por los más ancianos (viene de la palabra latina
senectus= anciano) de las familias importantes de Roma, los padres de Roma o
patricios (viene de la palabra latina pater=padre) que solían ser grandes
propietarios de tierras y ganados. El otro gran grupo social, el de los plebeyos,
trabajadores sin grandes riquezas ni propiedades territoriales, aunque era el más
numeroso estaba excluido del poder político.
 El dominio de Roma por el pueblo de los etruscos hacia el siglo VI a. C.; desde ese
momento la ciudad fue creciendo y mejorando con nuevas costrucciones y obras
públicas típicas de las ciudades romanas: casas, puentes, acueductos, templos,
etc.

República

El último de los reyes de Roma, Tarquino el soberbio, era un etrusco que cometió
muchas arbitrariedades. El descontento de los latinos ante sus abusos de poder,
condujo a su destitución y a la expulsión de los etruscos. Los latinos recuperaron el
poder y cambiaron la forma de gobierno. En vez de una persona que hacía y deshacía
como quería, introdujeron un nuevo sistema llamado república.

La palabra república viene del latín res publica que significa cosa pública; los romanos
pensaban que los asuntos del país no habían de estar en manos de una sola persona o
de unos pocos, sino que eran asuntos que pertenecían a todo el pueblo, aunque en
principio no a todo el pueblo se le permitía participar, solamente a los patricios.

El nuevo sistema introdujo cambios esenciales en:

Las instituciones

El poder total que tenía el rey pasó a unos nuevos cargos, los magistrados. Permaneció
el senado y las asambleas, existentes durante la monarquía. Así, los órganos políticos
del régimen republicano quedaron establecidos en tres:

Las magistraturas eran los El Senado vio reforzadas sus Las asambleas también se
cargos que ejercían los funciones durante la vieron modificadas, pues
ciudadanos que se república, tuvo una además de las asambleas o
encargaban de asuntos influencia decisiva pues el comicios civiles, se crearon
diversos de la república; el poder residía los comicios centuriados,
cargo superior era el de los verdaderamente en esta que recibe el nombre de las
cónsules; elegidos por las institución: los cónsules centurias, una de las formas
asambleas para estar en el estaban subordinados a él y de división del ejército
cargo durante un año, las asambleas tenían que romano.
necesitaban haber ejercido pasar sus decisiones para ser
alguna de las otras finalmente admitidas. Era el
magistraturas (pretor, censor, Senado el órgano político
cuestor) y haber servido en el que podía exigir
ejército. Los cónsules tenían responsabilidades a los
como función principal cónsules. En un principio el
mandar al ejército y convocar Senado estaba formado sólo
las asambleas. Se le podía por grandes propietarios
exigir responsabilidad por su patricios, pero desde el siglo
tarea de gobierno. IV a. C. hubo algunos
senadores plebeyos.

El Derecho

Una de las grandes aportaciones de Roma a la civilización occidental. Durante los


primeros tiempos de su historia, los romanos no tuvieron leyes escritas; la justicia se
ejercía siguiendo la costumbre que se transmitía de forma oral. Las normas que se
habían ido aplicando sobre aspectos diversos de la vida de los ciudadanos
(matrimonio, herencia, divorcio, religión etc.) fueron el origen del derecho civil
(decives=ciudadano).

Desde el momento que comienza la república se encuentran muchas leyes en Roma,


pero una de las más destacadas fue la Ley de la Doce Tablas, texto legal con normas
para regular la convivencia en Roma, que consiguieron los plebeyos en su lucha por
conseguir los derechos que los patricios les habían negado. Recibe el nombre por
haberse publicado primer en doce tablas de madera y luego en doce planchas de
bronce expuestas en el foro. Fueron la fuente de todo el derecho romano, y los niños
las aprendían de memoria.

El derecho romano tuvo una gran influencia sobre el derecho europeo durante toda la
antigüedad y la Edad Media, y llegó a ser muy influyente en el derecho
hispanoamericano en el siglo XIX.

La Expansión por el Mediterráneo

De ser una simple aldea que creció y se convirtió en ciudad durante la época de la
monarquía, Roma comenzó a conquistar territorios en los siglos de la república.

Comenzó por la conquista de toda la península Itálica. Primero se libró del dominio de
los etruscos, con lo que la zona central de Italia quedó bajo dominio de los romanos.
Perdió ese territorio durante un tiempo en torno al siglo IV a. C., pero luego lo
recuperó y a mediados de ese siglo los romanos comenzaron la conquista de la zona
sur de Italia, que no conseguirían controlar hasta el siglo III a. C. Iniciaron después las
campañas de conquista de la zona del norte italiano. Llegaron a someter toda Italia al
finalizar el siglo III a. C.

A partir de ese momento los romanos se sintieron lo suficientemente fuertes como


para enfrentarse al máximo poder del Mediterráneo occidental: los cartagineses.

El pueblo cartaginés había conseguido controlar buena parte de las tierras del Oeste
mediterráneo, aunque solo fuera por motivos comerciales. Uno de los asentamientos
cartagineses era la isla de Sicilia, y al expandirse los romanos por el Sur chocaron con
los cartagineses. Las luchas entre ambos, romanos y cartagineses, se conocen con el
nombre de guerras púnicas (púnico=cartaginés). Hubo tres guerras púnicas, de las que
Roma salió victoriosa y acabó con Cartago.

Roma se vio libre del único gran enemigo que le podía arrebatar el poder en el
Mediterráneo, y a partir de ese momento inició una escalada de conquistas: la
Península Ibérica, el Norte de África, el Próximo Oriente, Grecia, hasta conseguir el
control político y militar del mundo mediterráneo.

Imperio

La república romana fue evolucionando a lo largo de los casi cinco siglos de su


existencia (del 509 a. C. al 27 a. C.). En el siglo I a. C. algunas de las crisis de la sociedad
empujaron al Senado y a los magistrados a entregar el poder a algunos jefes militares
que actuaban como dictadores. El más famoso fue Julio César, nombrado dictador
perpetuo. El poder tan grande que ejercía llevó a temer a algunos que las bases
políticas de la república estaban a punto de desaparecer, pues parecía claramente que
Julio Cesar quería instaurar de nuevo la monarquía. Por ello organizaron un complot
para matarle, y le asesinaron en el año 44 a. C.

Julio César desapareció pero su idea de que un hombre asumiera los máximos poderes
se mantuvo. Así unos años más tarde, en el 27 a. C. Octavio fue nombrado Augusto por
el Senado. Augusto quiere decir elegido por los dioses. Octavio Augusto inició un
nuevo sistema de gobierno, el imperio.

La palabra imperio viene del latín imperium que significa poder, y designaba los
poderes político, jurídico, militar y religioso que reunía desde ese momento el
emperador romano. Con el nuevo sistema político se desarrolló una nueva
organización política y administrativa.

El Emperador reunía los máximos poderes y controlándolos

 Mantuvo el Senado, pero en un estado de subordinación al emperador, de


manera que éste tenía entre sus derechos el de convocar el Senado.

 Mantuvo la Asamblea, subordinada al emperador, que era quien convocaba las


reuniones.

 Nombraba a los magistrados.

 Retuvo el derecho a legislar, de manera que Senado y Asamblea se limitarían a


aceptar lo decidido por el emperador.

LOS PUEBLOS GERMANOS

El imperio romano duró aproximadamente cinco siglos, desde el 27 a. C. hasta el 476 d.


C. Su caída se hace coincidir con la llegada de los pueblos germanos, como si éstos
fueran los únicos responsables de la desaparición del imperio romano, sin embargo a l
a hora de analizar el ocaso del imperio, hay que tener en consideración dos aspectos:
problemas interiores (la crisis del imperio) y exteriores (la llegada de los germanos), y
no olvidar que el imperio que cae es el imperio romano de Occidente, con capital en
Roma.

Crisis del imperio

Tras unos siglos de gran esplendor, los siglos I y II d. C., el imperio comenzó a sufrir una
crisis en el siglo III. La crisis se manifestó con el hundimiento de las ciudades y del
esclavismo, ambos habían sido pilares básicos para el funcionamiento de la economía
de Roma; su declive arrastró al imperio que inició su caída. A los problemas
económicos y sociales se añadieron problemas políticos y de dificultad de gobernar un
espacio tan grande, de manera que el emperador Teodosio, en el año 395 dividió el
imperio en dos partes: el imperio romano de Oriente y el imperio romano de
Occidente.

Esa crisis se produjo, además, en un momento difícil porque algunos pueblos


germanos estaban intentando traspasar las fronteras de Roma, y el ejército romano
trataba de impedirlo, pero necesitaba más hombres y más dinero para conseguirlo.

Llegada de los germanos

La palabra germanos la aplicaron los romanos a los pueblos que llegaban a sus fronteras; solían
ser tribus que se unían para conseguir entrar en el imperio; a esas tribus las veían los romanos
como “los de una misma raza”, por tanto, les llamaron hermanos, germanos. También se les
llama bárbaros, porque al no entender su lengua, los griegos empezaron a llamarlos “los bar-bar-
bar” (tal como les sonaban sus palabras).

Desde el siglo II grupos de pueblos germanos se asentaban del otro lado de las fronteras
romanas, más allá de los ríos Rhin y Danubio, su intención era ir entrando, pero no comenzaron a
entrar hasta finales del siglo IV.

Por el Este entraron los visigodos, que cruzaron el Danubio en al año 375, se asentaron en la
zona de Grecia y luego fueron recorriendo todas las orillas del Mediterráneo hasta instalarse en
la Península Ibérica.

Por el Oeste los romanos dejaron entrar a los francos, que cruzaron el río Rhin y ocuparon
territorio romano.

Estos pueblos solían firmar un pacto con los romanos para asentarse en ese territorio
y ayudar a los romanos a protegerse de otros pueblos germanos que quisieran entrar.
A pesar de esa ayuda, a comienzos del siglo V se produjo la entrada masiva de
invasores germánicos, pueblos que ocuparon prácticamente todos los territorios del
imperio romano de Occidente.

El imperio romano de Oriente quedó prácticamente intacto, libre de la ocupación de


los germanos. Antes de que se terminara el siglo V, en el año 476, uno de esos
pueblos, los hérulos, acabó con el imperio romano de Occidente. El imperio romano
de Oriente continuó su existencia hasta el año 1453, desapareciendo con la llegada de
los turcos.
LA HUELLA CULTURAL DE ROMA

La huella cultural romana es importantísima en Europa. En campos diversos puede


verse la influencia de Roma, de los que habría que destacar la lengua, el urbanismo y
las obras públicas y el arte.

Lengua

La huella de la lengua es, sin duda, fundamental, puesto que los habitantes de los
territorios conquistados por Roma hablaban en latín, y en parte de los países que hoy
ocupan esos territorios se habla un idioma que tiene como base el latín. Los idiomas
que se hablan en los dos estados de la Península Ibérica: -el español - el portugués- el
catalán, el idioma francés, el italiano, el alemán, el rumano, etc. derivan del latín, y
tienen una estructura y la mayoría de sus palabras derivadas de esa lengua

El Urbanismo

El urbanismo es otra de las grandes huellas de la cultura romana. Las ciudades fueron
muy importantes en Roma, de hecho se las puede considerar como uno de los pilares
del imperio. La fundación de una ciudad se hacía mediante una ceremonia en la que
intervenía un sacerdote y se fijaba el perímetro de la ciudad.

Las ciudades estaban rodeadas de murallas y su trazado era de planta cuadrada o


rectangular, con calles en cuadrícula. Había dos calles principales: el cardo y
eldecumanus, que se cruzaban en el foro, gran plaza donde los ciudadanos acudían no
solo a reunirse y comunicarse, como en el ágora griega, sino a comprar y vender o a
rendir culto a los dioses, ya que en el foro solía instalarse el mercado y tiendas, así
como el templo a alguna de las divinidades. El foro era el centro cívico y económico de
una ciudad como Roma.

Obras Públicas

En relación con el urbanismo se encuentran algunas de las obras públicas más


importantes de los romanos. Para ofrecer a los ciudadanos los mejores servicios
posibles, las ciudades necesitaban tener un buen abastecimiento de agua y de comida,
buenos desagües, buena higiene, etc. Esto explica que en las ciudades romanas se
construyeran puentes para cruzar el río en cuyas orillas se asentaban, acueductos para
traer agua si no había fuentes cercanas suficientes, basílicas o mercados, termas o
baños públicos, gimnasios, etc.

No faltaban en las grandes ciudades edificios conmemorativos, como arcos de triunfo


o columnas que embellecían la ciudad.
Entre las obras públicas de los romanos hay que destacar la construcción de la gran red
de calzadas que recorría todo el imperio, y que les permitía extraer productos de las
distintas partes del imperio para llevarlas a la ciudad de Roma o comerciar entre
distintas partes; también las calzadas permitirían al ejército un más fácil acceso a
donde quisieran llegar en caso de necesidad.

Las calzadas se construían con un sistema tan sólido que aún se conservan algunas en
la actualidad: colocaban cimientos de piedra, y sobre ellos colocaban una capa de
hormigón grueso, seguida de otra capa de hormigón fino, para finalmente dejar la
parte de arriba con grandes losas de piedra.

También construían las calles de las ciudades con grandes losas de piedra, y se
caracterizan esas calles por hacerlas con aceras, detalle que desaparecería en las calles
de las ciudades medievales, y no reaparecería hasta muchos siglos después.

Arte

El arte romano, del que han quedado interesantes huellas en todos los países que
formaban parte del imperio, ha merecido calificativos que en cierta manera
disminuyen su valor.

En primer lugar se considera que los romanos aprendieron de los etruscos,


dominadores en tiempos de la monarquía romana; de ellos tomaron nuevas técnicas,
como el arco y la bóveda.

En segundo lugar, los romanos copiaron los modelos griegos, que conocieron al
conquistar la parte Sur de Italia, llamada la Magna Grecia; en realidad lo que hicieron
fue continuar la obra de los griegos; si tuvieron la suerte de aprender de ellos a partir
del nivel elevado al que había llegado el arte griego, no tenían necesidad de pasar por
etapas primitivas de aprendizaje.

En tercer lugar el arte romano se ha calificado de práctico, porque buena parte de sus
manifestaciones principales: la arquitectura, la escultura y el mosaico, tienen un
sentido funcional o utilitario, que va más allá de la simple búsqueda de la belleza; se
quería plicar la belleza a los instrumentos, edificios o otras cosas que el ciudadano
podía contemplar en su vida diaria.

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