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RESUMEN:
Esta película esta ambientada inicialmente en los años 20 en la vida de Leonard, un niño
que progresivamente comenzó a presentar signos de temblor en sus manos, impidiéndole
desarrollar una vida de forma normal posteriormente. En los años 69 un prestigioso neurólogo, el
Dr. Sayer, en busca de empleo adquiere el trabajo en un hospital de enfermos crónicos. Un hospital
lleno de pasillos en el que se observa un paisaje triste y deplorable donde los enfermos están
encerrados y acinados en cuartos con rejas con una vida que nadie desearía tener. En su afán de
buscar solución a los problemas de enfermos mentales, con un trato humano, trata de buscar una
forma de ayudar a estos pacientes. Con la ayuda de una enfermera, Eleanor Costello, descubre que
muchos pacientes de niños padecieron una enfermedad conocida como encefalitis letárgica en los
años 20, cuyo padecimiento los dejo en una condición “dormida” aparentemente ausentes y sin
conciencia del mundo real que les rodea, “muertos en vida”, idea que todos los Doctores y
enfermeras siempre habían mantenido, incluso un prestigioso medico Peter Ingham, afirmaba esto.
El Dr. Sayer negaba todas estas afirmaciones e investigando reacciones que estos pacientes
presentaban ante ciertos estímulos negó rotundamente todas estas ideas y comprobó que ellos son
como cualquier persona normal que viven encerrados en una “jaula de carne” sin libertad de
movimiento y expresión. Esto fue demostrado cuando el Doctor descubre ondas cerebrales en
Leonard cada vez que pronunciaba su nombre, o cuando una paciente solo comía cuando
escuchaba su música favorita o un señor solo caminaba en contacto con un ser humano, y, la mas
importante de todas, cuando el Dr. Sayer en su afán de entablar comunicación con Leonard, él le
deletrea el titulo de un poema en un tablero al Doctor, la Pantera de Rainer María Rilke, un poema
cuyas letras estremecen a cualquiera, entender el horror de sentirse encerrado sin libertad alguna
mas de 30 años. Eso es lo que sienten esos pacientes.
Justo por ese tiempo aparece la promoción por parte de un químico, un famoso
medicamento para el Parkinson, el L-Dopa. El Dr. Sayer piensa que, si los síntomas de Parkinson
son parecidos a los de Leonard, tal vez ese medicamento podría funcionar. Con esta idea convence
al director del hospital poder usar este medicamento solo con un paciente y con el consentimiento
informado de un familiar, escoge a Leonard y convence a su mamá, la Señora Lowe. Tras varias
dosis pequeñas y resultados sin éxitos, el Dr. Sayer con una dosis elevada consigue resultados
positivos y despierta a Leonard.
Leonard en una miscelánea de sentimientos se siente más vivo que nunca, asustado de
volver a como antes y triste por haber perdido tantos años de su vida, trata de aprender y adaptarse
a la sociedad; se viste, se afeita, come, mantiene una relación con hermosa chica y ayudar al Dr.
Sayer en su vida personal, hace lo que nunca pudo hacer. El éxito del doctor es sabido por el
personal hospitalario, es por esto que él trata de aplicar lo mismo para los otros pacientes, pero sin
ayuda económica no puede hacerlo, en este punto la solidaridad y aprecio del personal hospitalario
hacia el doctor hace esto posible, conseguir el dinero para más L-Dopa.
Leonard decepcionado se despide de quien podría ser su amor verdadero con un hermoso
baile en el comedor, bruscamente se observa como él está perdiendo la guerra contra su condición,
deja de ser independiente; no lee, no camina, no escribe, no baila, no se expresa. Vuelve a ser una
“estatua”, “muerto en vida” como el principio de la película. El Dr. Sayer acepta estos despertares
como un milagro, y haciendo énfasis en lo poderoso del espíritu humano no pierde las esperanzas
de volver a ver a todos los pacientes otra vez independientes y autónomo de sus vidas.
Referencia
López, J. (2009). Despertares: Psicología clínica. Santa Cruz de Tenerife - Islas Canarias (España)