conmemora el Día del Trabajo en honor de los Mártires de Chicago, obreros de una empresa estadounidense muertos en esa ciudad en el año de 1886, por llevar a cabo una huelga en demanda de una jornada laboral de ocho horas. En julio de 1889 se realizó en París el Congreso Internacional con representantes de los trabajadores de varios países europeos, en el que decidieron crear la Segunda Internacional, una organización entre cuyos fines se encontraba el de propugnar por el establecimiento de una legislación laboral favorable a la clase obrera, La delegación francesa presentó la iniciativa para que se preservara en la memoria el sacrificio de los trabajadores caídos en la lucha por alcanzar las mejoras a las que todo trabajador tiene derecho. El Congreso aprobó la iniciativa y estableció que cada primero de mayo, las agrupaciones laborales efectuarían manifestaciones públicas, además de exigir mejoras en sus condiciones de vida. En el Ecuador, las conquistas laborales, no han sido alcanzadas por los partidos políticos, sino más bien, por la lucha tenaz y muy costosa en vidas humanas iniciada a comienzos del siglo XX, continuada con altos y bajos hasta la actualidad por algunos idealistas y visionarios, con el apoyo soterrados de algunos terratenientes y representantes de la oligarquía, aunque estos últimos, con el evidente interés de mantener su dominación económica a través de gobiernos títeres, que la historia los recuerda como enemigos de la clase trabajadora, pese al "ejecútese" que pusieron en algunas leyes del trabajo, a las que por supuesto, les ha faltado el espíritu de Derecho social; aprobadas en el Congreso Nacional con la participación de diputados comprometidos con los grupos de poder económico, sin importarles el abatimiento moral ni la pobreza, que han traído a la clase trabajadora, la aplicación de dichas leyes.. En verdad, la vigencia de las conquistas laborales en la Constitución y el Código del Trabajo pertenecen a personas aisladas, más no a los partidos políticos y ni a los gobiernos constitucionales, porque a éstos cuando les ha correspondido aprobar normas de beneficio social para los trabajadores, siempre han recurrido al atajo de aprobar normas legales hipócritas, con apariencia de utilidad social, copiadas en normas imprácticas de Códigos extranjeros, también amasados con la levadura de la explotación a los desposeídos. Aún en la actualidad, las aparentes conquistas laborales se esconden en el Código de trabajo, olvidándose de los fundamentos mismos que orientan al Derecho Social que tiene como objetivo principal, resolver o por lo menos mitigar las angustias en las que ha vivido y vive la clase trabajadora, humillada y ofendida, sin ninguna esperanza de encontrar la justicia social, pregonada precisamente por políticos y falsos redentores, incluidos algunos jueces y magistrados, que siempre han estado del lado de + poderosos, como agentes oficiosos, listos para golpear las aspiraciones y derechos de los trabajadores, creyendo que la ausencia de fortuna, equivale a no tener derechos. Esa es sin duda, la gran verdad que no ha sido escrita por la historia y que sigue siendo la dura realidad que aún se vive en el País.
Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue
en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistasanarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. En la actualidad es una fiesta reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, y se celebra en muchos países. Llamativamente, en Estados Unidos y Canadá no se celebra esta conmemoración. En su lugar se celebra el Labor Day el primer lunes de septiembre en un desfile realizado en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor, en inglés). El presidente Grover Cleveland, auspició la celebración en septiembre por temor a que la fecha de mayo reforzase el movimiento socialista en los Estados Unidos desde 1882. Canadá se unió a conmemorar el primer lunes de septiembre en vez del primero de mayo a partir de 1894.