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PLAN ESTRATEGICO HACIA UN NUEVO MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL

INTRODUCCIÓN

“El papel de Izquierda Unida en su marcha hacia ser un verdadero movimiento


debe estar centrado en la construcción de redes y tejido social concienciado y
movilizado en torno al conflicto, extender la conciencia de clase, para lo que debe
dotarse de unos instrumentos organizativos adaptados a ese fin. El foco de la acción
política ha de estar situado en la calle y en los conflictos sociales, interviniendo en los
movimientos y frentes existentes y construyendo espacios de contrapoder, tejiendo
redes de solidaridad que combatan el ascenso del individualismo neoliberal y de la
extrema derecha al mismo tiempo. Esto implica supeditar la acción electoral/
institucional a la intervención en el conflicto”.

“La tarea de la nueva dirección será la de acometer profundos y ambiciosos cambios para
adaptarse a las necesidades de las clases populares. Ello se traduce en constituir una
organización más ágil, rápida, democrática y eficaz que trabaje para conformar un
verdadero movimiento político y social que vaya más allá de IU. En este sentido, la IU
resultante de la XI Asamblea debe ser una organización en transición hacia un nuevo
movimiento anticapitalista, ecologista y feminista que esté volcado en los conflictos
sociales y que sea, ante todo, un verdadero movimiento político y social”.

“Un nuevo espacio, Bloque o Plataforma político social plural que se articule y organice
internamente, desde la deliberación y las metodologías participativas, sobre tres ejes
fundamentales: la concienciación y movilización social, la elaboración política y la
propuesta electoral común.”
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OBJETIVOS

1. Objetivos Generales

Contribuir a la construcción de un nuevo movimiento político y social que vaya


más allá de la actual IU.

2. Objetivos específicos

2.1. Contribuir a la creación de un sujeto social histórico para la ruptura.


2.2. Vincular la organización a los conflictos sociales y laborales.
2.3. Resignificar la marca de Izquierda Unida para vincularla al imaginario
rupturista, evitando la asociación con el régimen.

2.4. Formar cuadros políticos tanto en el ámbito ideológico como en la


práctica política.
2.5. Fortalecer la presencia institucional.
2.6 Establecer relaciones internacionales con otros sujetos
políticos democráticos a través de la presencia en el conflicto.

FASES DEL PLAN ESTRATEGICO

Fase 1: Fase de pedagogía interna y preparación de herramientas.

Esta primera fase debe de servir para hacer pedagogía en torno al nuevo ciclo que se ha
abierto en IU y la adhesión de las bases a la estrategia emanada de la Asamblea. Ha de
servir también para calentar motores, tensionar a la militancia en torno a campañas
políticas unitarias con carácter movilizador que a su vez permitan ir desarrollando las
nuevas herramientas organizativas y de intervención política y social. Nos encontramos
en un momento en el que la XI Asamblea ha decidido una estrategia clara y objetivos
concretos que significan repensar toda IU para superarla.

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En torno al trabajo de pedagogía política es importante la construcción de nueva cultura
política a través de artículos. Debemos de escribir mucha política y crear un “Menú de
herramientas” que sinteticen los documentos de la asamblea.

En otro sentid es importante el desarrollo de un documento único que recoja todos los
planes de acción y hacer un seguimiento de la dirección a todas las asambleas de vuelta
con el objetivo de explicar estrategia y planificación.
• Las bases: sin una base fuerte, tensionada y cohesionada es difícil llevar la
estrategia a la práctica. Es importante que esta fase condicione el trabajo de las
bases para poder desarrollar las siguientes etapas estratégicas.
Debe de ser la etapa de la pedagogía con todas las asambleas. Estamos hablando de
que debemos cambiar la cultura política de la organización y eso no se hace de
la noche a la mañana, ni únicamente desde arriba. Todo el proceso debe ser un
proceso de aprendizaje y cada paso que demos debe de ser un avance hacia la
construcción de ese nuevo sujeto político. No podemos ir a ritmos alejados de
nuestra militancia. Un paso por delante, no más. Si las bases avanzan, la dirección
también. Si las bases frenan y exigen tiempos para la comprensión del momento
político-organizativo la dirección también frena. El objetivo fundamental de esta
fase es planificar hacia las bases con el objetivo fundamental centrado en que
nuestras bases interioricen esta nueva etapa y entienda claramente hacia donde
nos dirigimos.

• Identificación de actores y posibles alianzas: El nuevo proyecto político de IU debe


de ser conocido y no dejar morir los acuerdos en nuestros órganos. Debemos de
salir a explicar nuestro proyecto con tres objetivos:
1) Difusión
2) Establecer alianzas
3) Construcción de espacios compartidos de trabajo con otras organizaciones.

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Para ello es importante realizar un mapeo de organizaciones, movimientos,
redes y temas potencialmente sensibles. Realizar un mapeo de los actores de IU
presentes o con interlocución en esos espacios y establecer un calendario de
encuentros para explicar nuestros objetivos, intercambiar opiniones e iniciar el
diálogo sobre la construcción de espacios de movilización unitarios.

• Organizar el conflicto: Esta primera fase debe de servir para aprender y


avanzar desde la práctica política. El conflicto debe de ser catalizador en los
distintos trabajos que se desarrollen. Empezar a dar forma a las redes de
activistas, articulándolas en base a campañas de acción política concretas.

• Incorporación de nuevos militantes: debe de ser a la vez una fase que abra
oportunidad para que entren nuevos militantes en la organización.

Fase 2: Fase de espacios comunes:

Si en la fase anterior hemos estado engrasando las bases, dando a conocer nuestro
proyecto, nuestros objetivos, construyendo alianzas y espacios alternativos de trabajo,
esta fase debe de ser para profundizar en el contenido y en los acuerdos. Debe de tener
como objetivo la construcción y fortalecimiento de “espacios comunes”.

Esta fase debe de servir para concretar lo diseñado en la fase anterior. Es el momento
de los acuerdos bilaterales y establecer de forma más concreta la relación dialéctica
entre nuestra organización y el mundo exterior (“La Calle”).

Hay que estar atentos a que no se aprueben los organigramas de forma tradicional en
las asambleas de vuelta.

• Herramientas en las estructuras de locales, provinciales y regionales: Si en


la fase anterior hemos desarrollado un proceso de pedagogía en torno a la nueva
cultura política en IU y nuevos métodos de intervención en el conflicto, es
ahora cuando debemos de dotar de forma más concreta a nuestras
asambleas de herramientas para el desarrollo de sus tareas. Es la fase donde
debe de normalizarse nuevas formas de trabajo y superar resistencias. Seguir
fortaleciendo la base interna.
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• Redes de activistas: Deben de empezar a materializarse y a tomar formar como
espacio de encuentro y de establecimiento de sinergias y alianzas con los
distintos conflictos. ¿Qué es lo que nos une? Es el momento de articulación de
las redes de activistas en torno a temas sensibles, objetivos de movilización y de
programa político compartido.

• Ejes programáticos: Es el momento de la construcción y consolidación de un


programa común con las redes, alianzas y actores que estamos trabajando. Es el
momento de poner en marcha acuerdos políticos con el mundo exterior de IU en
base a una agenda programática que nos una en una hoja de ruta común.
Debemos de definir y establecer en estos espacios propuestas concretas de
ruptura democrática.

• Desarrollar estrategia capilar de espacios de colaboración ya que los conflictos no se


dan igual en todos los territorios.

• Campañas concretas y tomar la iniciativa.

Fase 3: Fase de acuerdos hacia la RUPTURA// Bloque movilizador.

Nos encontraríamos en el ecuador de la gestación del nuevo sujeto, hasta ahora hemos
realizado un trabajo de:

a) Interiorización en nuestra base y presentación del nuevo proyecto político de IU.


b) Constitución de nuevas alianzas y espacios alternativos unitarios.
c) Propuestas programáticas hacia la ruptura democrática.
d) Situar el conflicto como eje central.

Ahora toca empezar a cumplir esos acuerdos de forma unitaria en todos los espacios
constituidos en nuestra organización y fuera de ella.

Debemos de empezar a trabajar desde un eje movilizador unitario con el resto de


actores. Empezar a constituir un nuevo bloque movilizador en torno a los acuerdos
adoptados en la fase previa. Desde la autonomía y la diversidad de las organizaciones
presentes.

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Hay que materializar todo lo acordado en actividad política concreta.

Fase 4: Evaluación de acuerdos y establecimientos de objetivos comunes.

Una vez desarrollado un trabajo político desde los acuerdos previamente adoptados y
materializados en trabajo concreto es necesario la evaluación del mismo desde todos
los espacios: Lo interno y lo externo.

Tenemos que hacer evaluación de los objetivos marcados con todos los actores externos e
internos sobre la materialización del trabajo y poner en valor los resultados obtenidos, los
avances, las resistencias, la coyuntura política y que toda esta reflexión colectiva nos
sirva como punto de partida para forzar como resultado la superación de IU hacia un
nuevo sujeto político y social. La constitución del bloque unitario para pasar a la ofensiva
en los dos próximos años.

Fase 5: Construcción del espacio superador y desborde.

Tras la evaluación y puesta en común de los avances, las resistencias y el análisis de la


coyuntura política del momento debemos de plasmar la necesidad de un espacio
unitario que consolide un nuevo sujeto nacido en un proceso de dos años y cuyo objetivo
se materializa en la Ruptura Democrática.
CALENDARIO

FASES TIEMPOS
Fase de pedagogía interna y preparación de Septiembre a Diciembre del 2016.
herramientas
Fase de espacios comunes Enero a Septiembre del 2017
Fase de acuerdos hacia la RUPTURA. Octubre 2017 a Julio 2018
Bloque movilizador.
Evaluación y establecimiento de Septiembre a Diciembre 2018
objetivos comunes.
Construcción del espacio superador y Enero-Marzo 2019.
desborde.

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