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INICIO DE MINISTERIO
DEL NUEVO PÁRROCO
CRITERIOS PARA LA ELECCIÓN DEL
ESQUEMA CELEBRATIVO
I. SI LA CELEBRACIÓN COINCIDE CON:
Domingos del tiempo de Adviento, Cuaresma y Pascua.
Solemnidades y Fiestas del Señor, de la B.V.M. o de los santos.
Fiesta de Apóstoles
Octavas de Pascua o Navidad.
Ferias mayores del adviento.
Ferias de la Semana Santa.
Se tomará el esquema íntegro de la celebración de la Misa del
día, sus oraciones y lecturas, lo mismo que el color litúrgico.
II. SI LA CELEBRACIÓN COINCIDE CON ALGÚN DOMINGO DEL TIEMPO
ORDINARIO:
Se tomará el esquema íntegro de las lecturas de la misa del día.
Para las oraciones se pueden tomar de la misa del día o bien de
las que aparecen en el siguiente apartado. Color litúrgico puede
ser el color del día o de la misa propia que se utilizará.
III. SI LA CELEBRACIÓN COINCIDE EN LOS DÍAS FERIALES:
Se tomará el esquema de la misa del día o bien, algunos de los
siguientes esquemas con sus lecturas propias o del día.
Por la Iglesia local
Por los sacerdotes
Misa votiva del Espíritu Santo
Misa votiva de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
Misa del titular de la parroquia
N.B. HAY DOS FORMAS DE CELEBRACIÓN:
1. INICIO DE MINISTERIO PRESIDIDO POR EL OBISPO DIOCESANO U OTRO OBISPO
2. INICIO DEL MINISTERIO CON PRESENCIA DEL PRESBÍTERO DELEGADO DEL
OBISPO.
INICIO DEL MINISTERIO
del nuevo párroco
PRESIDIDO POR EL
OBISPO DIOCESANO U
OTRO OBISPO
Ritos Iniciales
La procesión de entrada se realiza de modo solemne; preside la cruz, luego los cirios, el Evangeliario, los
ministros, los concelebrantes, el nuevo párroco y el Obispo. El Obispo lleva mitra y báculo con sus diáconos.
Llegados al altar el Obispo se ubica en la sede presidencial y desde allí comienza la misa como de costumbre.
Introducción a la Celebración
ermanos, nos hemos reunido para celebrar el inicio
Oración Colecta
Se toma de la misa que se ha elegido
Liturgia de la Palabra
Se proclaman las lecturas correspondientes con el salmo responsorial, según los criterios dados al principio de
este ritual.
Y
o, N., creo con fe firme y profeso todas y cada una de
las cosas contenidas en el Símbolo de la fe, a saber:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz
de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue
hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se
encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y
fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de
nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe
una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro. Amén.
Creo, también, con fe firme, todo aquello que se contiene
en la Palabra de Dios escrita o transmitida por la Tradición,
y que la Iglesia propone para ser creído, como divinamente
revelado, mediante un juicio solemne o mediante el
Magisterio ordinario y universal.
Acepto y retengo firmemente, asimismo, todas y cada una
de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres
propuestas por la Iglesia de modo definitivo.
Me adhiero, además, con religioso obsequio de voluntad y
entendimiento a las doctrinas enunciadas por el Romano
Pontífice o por el Colegio de los Obispos cuando ejercen el
Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de
proclamarlas con un acto definitivo.
Con la siguiente fórmula prosigue con el JURAMENTO DE FIDELIDAD:
o, N., al asumir el oficio de párroco de la parroquia
Puerta de la Iglesia
En la puerta de la Iglesia el Obispo entrega al nuevo párroco las llaves mientras le dice:
Campanario
El Obispo invita al nuevo párroco a tocar las campanas, diciéndole:
scucha, Señor,
Una vez reservado el Sacramento, el Obispo recibe el solideo y hace la ORACION DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
Una vez concluida la oración el Obispo recibe la mitra y se sienta y el nuevo párroco hace una breve alocución
al pueblo congregado.
Se dan los avisos en caso de ser necesario
El Obispo bendice solemnemente al pueblo con la Bendición Episcopal, según figura en el Misal Romano.
El diácono despide al pueblo.
Todos regresan procesionalmente a la Sacristía.
INICIO DEL MINISTERIO
del nuevo párroco
EN PRESENCIA DEL
DELEGADO DEL
OBISPO DIOCESANO
NOTA PREVIA
EL RITO DE TOMA DE POSESIÓN DE LA PARROQUIA EN
AUSENCIA DEL OBISPO DEBE HACERSE NECESARIAMENTE
ANTES DE LA MISA como se sugiere en el CEREMONIAL DE OBISPOS
(No. 1194)
El Delegado, siendo presbítero, no puede presidir sólo la Liturgia
de la Palabra mientras el párroco, después de tomar posesión,
preside la parte eucarística (presidir únicamente la Palabra, es,
desde antiguo, un rito exclusivo del Obispo).
Por otra parte tampoco es recomendable, que, ante el propio párroco
y precisamente en el día de la inauguración de su ministerio, sea
otro simple presbítero quien presida a los feligreses.
OREMOS:
Q
ue tu Espíritu, Señor, penetre con tu fuerza
las voluntades de tus fieles,
y con su luz ilumine sus mentes;
para que, los miembros de esta comunidad,
sepan ver siempre en nuestro hermano N.,
al enviado y ministro de tu Hijo
y, siendo fieles a sus enseñanzas,
progresen en la fe y abunden en buenas obras.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
Luego todos se sientan.
El delegado se coloca en un asiento a la derecha de la sede presidencial y el nuevo Párroco a la izquierda; la
sede presidencial conviene que quede vacía para significar que, en ausencia del Obispo y del Párroco propio, la
parroquia aún no tiene pastor propio.
Lectura del Nombramiento
El Delegado explica brevemente a los fieles el mandato que ha recibido del Obispo de introducir al nuevo
Párroco en su nombre y el significado de los ritos que se desarrollarán a continuación. Se pueden usar algunas
de las siguientes palabras:
H
e recibido el mandato del Señor Arzobispo de
acompañarles en este momento tan significativo
para la vida de la Comunidad Cristiana Católica
que peregrina en N., como lo es el recibir a su nuevo
Párroco. Él renovará su fe ante todos nosotros, pueblo de
Dios y luego, en nombre del Obispo, le entregaré los
diversos lugares celebrativos presentes en el templo como
signo de la Potestad de Pastor que ejercerá en provecho de
todos ustedes. Finalmente celebraremos la Eucaristía, fuente
y culmen de nuestra vida cristiana.
El vicario episcopal o quien lo representa, lee el nombramiento.
Al final el Delegado entrega al nuevo párroco el nombramiento, que lo muestra a los fieles, mientras el pueblo
aclama cantando:
Te damos gracias Señor.
Q
uerido hermano: Hoy nuestro Obispo te
encomienda la misión de dirigir el pueblo cristiano
de esta parroquia y de enseñarle la fe que la Iglesia
ha recibido de Jesucristo. Por ello conviene que ahora, en
presencia de este pueblo que te escuchará, profeses
públicamente aquella misma fe que les debes enseñar.
El párroco solamente dice la siguiente fórmula como la manda el CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO:
Y
o, N., creo con fe firme y profeso todas y cada una de
las cosas contenidas en el Símbolo de la fe, a saber:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz
de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue
hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se
encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y
fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de
nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe
una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro. Amén.
Creo, también, con fe firme, todo aquello que se contiene
en la Palabra de Dios escrita o transmitida por la Tradición,
y que la Iglesia propone para ser creído, como divinamente
revelado, mediante un juicio solemne o mediante el
Magisterio ordinario y universal.
Acepto y retengo firmemente, asimismo, todas y cada una
de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres
propuestas por la Iglesia de modo definitivo.
Me adhiero, además, con religioso obsequio de voluntad y
entendimiento a las doctrinas enunciadas por el Romano
Pontífice o por el Colegio de los Obispos cuando ejercen el
Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de
proclamarlas con un acto definitivo.
Con la siguiente fórmula prosigue con el JURAMENTO DE FIDELIDAD:
Y
o, N., al asumir el oficio de párroco de la parroquia
de N., prometo mantenerme siempre en comunión
con la Iglesia católica, tanto en lo que exprese de
palabra como en mi manera de obrar.
Cumpliré con gran diligencia y fidelidad las obligaciones a
las que estoy comprometido con la Iglesia tanto universal
como particular, en la que he sido llamado a ejercer mi
servicio, según lo establecido por el derecho.
En el ejercicio del ministerio que me ha sido confiado en
nombre de la Iglesia, conservaré íntegro el depósito de la fe y
lo transmitiré y explicaré fielmente; evitando, por tanto,
cualquier doctrina que le sea contraria.
Seguiré y promoveré la disciplina común a toda la Iglesia, y
observaré todas las leyes eclesiásticas, ante todo aquellas
contenidas en el Código de Derecho Canónico.
Con obediencia cristiana acataré lo que enseñen los
sagrados pastores, como doctores y maestros auténticos de
la fe, y lo que establezcan como guías de la Iglesia, y ayudaré
fielmente a los obispos diocesanos para que la acción
apostólica que he de ejercer en nombre y por mandato de la
Iglesia, se realice siempre en comunión con ella.
En este momento el párroco toca con la mano derecha el Libro de los Evangelios.
Que así Dios me ayude y estos santos evangelios que toco
con mis manos.
Se organiza la posesión de los lugares celebrativos, aquí se ponen todos los elementos que se proponen en el
Ceremonial de los Obispos, el celebrante elegirá los que le parezcan más convenientes.
Puerta de la Iglesia
En la puerta de la Iglesia el Delegado del Obispo entrega al nuevo párroco las llaves del edificio mientras le
dice:
R
ecibe las llaves de esta Iglesia como signo de
autoridad. Cuida de abrirla oportunamente para
que los fieles puedan acudir a celebrar los misterios
cristianos y a orar en la presencia del Señor. Procura también
que, en la misma forma que cuidas que las puertas de este
templo estén abiertas, abras también, con tu palabra y con tu
conducta, para Dios el corazón de los fieles.
Mientras el párroco recibe las llaves, si hay forma abre la puerta principal y se entona un canto conveniente.
Campanario
El Delegado del Obispo invita al nuevo párroco a tocar las campanas, diciéndole:
C
risto, que murió en la cruz para reunir a los hijos de
Dios dispersos por el pecado, te encomienda que
seas asiduo en convocar a tus fieles para que, al
sonido de estas campanas, se apresuren a congregarse en
esta iglesia. Haz sonar, pues, las campanas parroquiales para
señalar los días de fiesta, los tiempo de oración y los
principales acontecimientos que afectarán, con alegría o con
lágrimas a esta comunidad o a algunos de sus miembros.
El nuevo párroco hace resonar la campana mayor tres veces, al término de estos se hace un breve repique
festivo; mientras el coro y el pueblo entonan un canto apropiado.
SEDE PENITENCIAL
Junto al confesionario el Delegado del Obispo dice al nuevo párroco, entregándole una estola morada, dice:
D
ios ha amado tanto al mundo que le ha entregado a
su Hijo para que nadie perezca sino que todos
tengan vida eterna. En este lugar el Señor, a través
de tu ministerio, realizará maravillas en los corazones
arrepentidos. Cuida, pues de reconciliar con Dios a los fieles,
que después del bautismo hayan recaído en el pecado y a
aquellos que acudan a ti deseando convertirse más
plenamente a Dios. Este es el trono de la gracia para alcanzar
misericordia.
El Delegado del Obispo invita al nuevo párroco a que se siente en el confesionario, mientras el coro y el pueblo
entonan un canto apropiado.
EL BAUTISTERIO O LA PILA BAUTISMAL
Llegados a la fuente bautismal el Delegado del Obispo dice al nuevo párroco:
E
sta es la fuente de la vida que mana del costado de
Cristo y limpia los pecados del mundo. Este es el
seno materno de la santa Madre Iglesia que
engendra hijos para la eternidad. En esta fuente bautismal
harás renacer, por el agua y el Espíritu Santo, tanto los niños
que te presenten los padres cristianos como los adultos que
se conviertan a la fe.
El Delegado del Obispo pone incienso en el incensario y lo bendice, luego el párroco inciensa la fuente
bautismal mientras el coro y el pueblo entonan un canto apropiado.
R
ecibe la llave de este sagrario preparado para
reservar el Sacramento del cuerpo y la sangre
santísimos de Jesucristo: Cuida de llevar la
Eucaristía a los moribundos y a los demás enfermos sé
asiduo en adorar el Santísimo Sacramento del Altar y enseña
a tus fieles a visitar a nuestro Señor Jesucristo, presente en la
santa Eucaristía. Cuida que nunca deje de arder junto a él
una lámpara para señalar a los fieles la presencia Eucarística
del Señor.
El nuevo párroco abre la puerta del sagrario venera el Santísimo Sacramento con la incensación, el coro canta
algún canto conveniente. Ora en silencio ante el Santísimo. Luego cierra la puerta del Sagrario.
ALTAR
El Delegado del Obispo invitar al nuevo párroco a besar el altar diciéndole:
E
sta es la mesa del Señor. Alrededor de la misma
congregarás a los hijos de la Iglesia y, en nombre de
Jesucristo, presidirás la Eucaristía para que tus
fieles puedan unirse al sacrificio de Cristo y participen así de
la Cena del Señor.
Venera el altar con la incensación, el coro canta algún canto conveniente.
R
ecibe los óleos consagrados para hacer participar al
pueblo que te ha sido confiado del misterio pascual.
Unge a los catecúmenos para disponerlos al
bautismo, conforta a los enfermos con el aceite destinado
para ellos derrama sobre los recién bautizados el santo
crisma para hacerlos participes de Cristo sacerdote, profeta y
rey.
El párroco recibe las ánforas o las crismeras y las presenta al pueblo, el coro canta según convenga
SEDE PRESIDENCIAL
Terminada la procesión por los diversos lugares de la Iglesia el Delegado del Obispo de pie en la Sede dice al
nuevo párroco:
E
n la persona del Obispo, Jesús, el buen Pastor, está
presente en medio de su pueblo. Es él, en efecto,
quien por medio de nosotros, sus ministros,
continúa anunciando el Evangelio y presidiendo la oración
de sus fieles. Tú, también, como cooperador de tu Obispo,
ocupando este Sede, serás imagen de Jesucristo, predicarás
su Evangelio y presidirás la oración de la Iglesia que se
reúne en esta parroquia.
El Delegado del Obispo entonces invita al nuevo párroco a sentarse unos momentos en la Sede presidencial.
El Delegado del Obispo concluye diciendo:
D
e esta manera el padre Don N., queda jurídica y
litúrgicamente constituido párroco; le deseamos
que la gracia del Espíritu Santo, le ayude cada día.
El Delegado del Obispo vuelve a su lugar, mientras el lugar de la izquierda lo tomará el decano o quien lo
represente.
Ritos Iniciales
El párroco comienza la Misa como es costumbre:
H
ermanos, nos hemos reunido para celebrar el inicio
del ministerio pastoral del nuevo párroco de esta
parroquia de N. Antes de la celebración, con los
diferentes gestos rituales propios se ha puesto de manifiesto
el encargo pastoral y de la cura de las almas que yo como
colaborador del Obispo, he recibido de él este encargo para
pastorear y hacer sus veces en esta comunidad cristiana. Por
eso hermanos, los invito a que está celebración sea una
expresión de nuestra fe y no un mero acto protocolario e
histórico.
Nos reconocemos pecadores en la presencia de Dios y
pedimos el don su misericordia.
Si se ve conveniente puede realizarse la aspersión con el agua bendita.
El coro canta el Kyrie Eleison.
Se canta Gloria a excepción de los tiempos de Cuaresma y Adviento.
Oración Colecta
Según el esquema elegido.
El evangelio será proclamado por el diácono como es costumbre, en su defecto el mismo párroco proclamará
el evangelio; se omite el rito de la entrega del Libro de los Evangelios.
La homilía la hace el nuevo Párroco o bien el Delegado del Obispo, como parezca conveniente.
Se omite el CREDO.
Oración de los Fieles
Nuevo párroco:
I
ntegrados a través de la parroquia, en la Iglesia,
Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo,
oremos con fe al Señor, que conoce cuáles son las
verdaderas necesidades de su pueblo.
E
scucha, Señor,
la oración de tu Iglesia congregada en tu nombre
y concédeme a mí tu siervo
que hoy he sido constituido Pastor de esta comunidad,
ser un verdadero imitador de tu Hijo,
que entregó la vida por sus ovejas;
y a los fieles de esta parroquia otórgales que,
bajo mi cuidado pastoral,
vivan con generosidad la vida cristiana
y crezcan incesantemente en la caridad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
El pueblo responde:
Amén.