Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Trabajo: Ensayo
Tema: Importancia de la Educación en Guatemala
Estudiante:
FECHA:
21 /07/2018
INTRODUCCIÓN
En los últimos años se ha visto la poca voluntad política del país y del Ministerio de
Educación en fortalecer la educación en Guatemala, empezando por incrementar el
presupuesto para poder ejecutar los diferentes programas acorde a las necesidades de la
población educativa. Por otro lado analizamos la participación y el involucramiento de los
padres de familia en apoyar a sus hijos, los niños que tienen el apoyo de sus padres
demuestran mejor rendimiento y buenos resultados, a la vez es evidente las actitudes
positivas, conviven en un ambiente de armonía.
También se ha demostrado que programas escolares y prácticas de los maestros, son dos de
los factores que predicen fuertemente el fortalecimiento de la participación de los padres de
familia en la educación; por lo que es importante para el Ministerio de Educación y los
educadores comprendan la relación actual que tienen los padres de familia con las escuelas,
para poder empezar a considerar diseños de programas acerca del tema.
El apoyo fuera de la escuela que dan los padres de familia puede tener impacto de lo que se
brinda dentro del aula. Sin embargo, los papeles tradicionales y la falta de conocimiento
resultan en relaciones limitadas entre la escuela y la comunidad. En algunos casos los padres
de familia expresan un deseo de tener más comunicación con el sistema educativo, pero en
otros nunca han considerado tener.
El proceso educativo
La Reforma Educativa se propone lograr una sociedad pluralista, incluyente, solidaria,
justa, participativa, intercultural, multicultural y plurilingüe, en la cual todas las
personas participen en la construcción del bien común y en el mejoramiento de la
calidad de vida individual y de los pueblos. El nuevo paradigma curricular promovido
por la Reforma y elaborado a partir de la segunda mitad de 2002 tiene como base la
visión prospectiva de nación, del ciudadano y ciudadanos que se aspira a formar en
las próximas décadas y las tendencias del mundo moderno. El currículo debe dar
respuestas a las necesidades educativas, en congruencia con las características
sociales, económicas, políticas y culturales de los seres humanos, de los pueblos y
del país y con las exigencias que plantea el siglo XXI. La metodología y contenidos
didácticos deben proveer conocimientos científicos y actitudinales caracterizados por
la alta calidad, que permita una formación completa y útil para la vida. Participación y
compromiso social son elementos básicos de la vida democrática. Para la
participación se requiere capacidad y posibilidad de comunicación y acción de los
sujetos curriculares, mientras que el compromiso social es la corresponsabilidad de
los actores en el proceso de construcción curricular. El nuevo paradigma tiene la
responsabilidad de garantizar el respeto de las diferencias, condición básica para la
erradicación de la discriminación social, étnica, etárea y de género, con lo cual se
promueve la igualdad para todos y todas. Además, el nuevo currículo debe facilitar la
coexistencia de las diversas tendencias políticas, ideológicas, educativas, filosóficas
y culturales. Finalmente, la propuesta curricular debe contribuir al mejoramiento
constante y progresivo de toda actividad humana en forma integral.
La pregunta es: ¿por qué es importante abordar el tema del desarrollo humano
cuando se habla de educación?, y la respuesta puede darse desde diferentes puntos
de vista. En primer lugar, el nivel de desarrollo humano tiene que ver con tres
variables, siendo ellas: vida larga y saludable, conocimiento y nivel de vida digno;
variables que se operativizan en indicadores de esperanza de vida al nacer, años
promedio de escolaridad, desigualdad de género, participación política, salud reproductiva
de las mujeres, tasa de mortalidad materna, pobreza, nutrición, ambiente y otras. Se puede
ver que tanto las variables como los indicadores pasan por la educación, razón por la cual
frecuentemente se dice que la educación es un puente, una vía, o un camino para el
desarrollo, como lo señala Fernando Savater en su libro El valor de educar cuando dice que:
“el desarrollo pasa por las aulas minoría capaz de moverse en el mundo nuevo de formación
y una mayoría que se sienta sacudida por los acontecimientos e impotente para influir en el
destino colectivo”, según se señala en el libro La educación encierra un tesoro, Jacques
Delors. El Banco Mundial señala que en América Latina la desigualdad es un problema
histórico y estructural. Para el año 2010 el 20% de la población más solvente de América
Latina acumulaba 55% de la riqueza de la región, mientras el 20% más pobre concentraba En
Guatemala el 38.01% de su población está entre 18 a 30 años (La niñez guatemalteca en cifras,
UNICEF, 2010) y el 50.3% de jóvenes no estudian por razones de trabajo (PNUD), el 34.8% no
poseen ningún grado de escolaridad y más del 50% de la población viven en el área rural
(censo de población 2002), donde se matiza un contexto pluricultural, pluri‐ étnico y
multilingüe, condiciones que de hecho perfilan una población con alta vulnerabilidad social,
falta de equidad, grandes rezagos y una enorme brecha digital; además de tener la
característica de que muchas personas deben combinar el estudio con el trabajo. Un tercer
aspecto importante de considerar cuando se habla de desarrollo y educación lo constituye la
capacidad de cobertura y calidad de los sistemas educativos.
En Guatemala la cobertura, según el Anuario estadístico de la Educación del año 2012, del
Instituto Nacional de Estadística –INE‐ para el nivel preprimario es del 44.91%, para el nivel
primario el 89.11%, ciclo básico 43.23%, diversificado 24.16% y el nivel Superior Universitario
de 10.1%. En cuanto al grado de escolaridad, el indicador es de 4.5 años para la población de
15 años; son los hombres no indígenas y urbanos quienes alcanzan la mayor escolaridad,
mientras que las mujeres indígenas que viven en el área rural son las menos favorecidas con
el acceso y permanencia en la escuela, con un índice de 1.2 años. La situación de la niña
indígena se inicia con el rezago escolar y la sobre‐edad con la que ingresan a la escuela
A los indicadores anteriores se debe sumar el abandono y la deserción que se agudiza en las
comunidades rurales por diversas causas; entre ellas, la necesidad de trabajar con los padres
y madres de familia, la distancia, la violencia, la marginación y la exclusión como factor
determinante. Es importante resaltar que, según la práctica y la vivencia, la exclusión no
solo es un problema de acceso sino también de calidad. Muchos estudios han señalado que
la educación preprimaria, primaria y media de la provincia, al ser evaluada, evidencia
resultados más bajos que las urbes o ciudades.
A pesar que Guatemala tiene un currículum que privilegia la formación integral y que formula
entre sus principios la calidad y la pertinencia, la realidad del aula, en la mayoría de casos,
sigue siendo la misma; el desarrollo de una educación bancaria, centrada en contenidos,
orientada a la enseñanza y no al aprendizaje, una educación que informa y no forma ni
transforma, lo anterior unido a deficiencias en la infraestructura, falta de recursos y
permisibilidad para anarquizar el uso del tiempo horario y calendario.
La educación del presente siglo debe enfocarse al desarrollo del pensamiento estratégico que
permite que el estudiante desarrolle destrezas para el aprender a aprender, capacidades para
aprender a hacer y valores para aprender a ser y convivir. Que Dios nos bendiga y bendiga a
Guatemala y nos permita a todos y cada uno de nosotros a hacer el trabajo que nos
corresponde hacer, bien hecho.
Por lo que Raya (2010) resalta que el papel de la escuela en la escuela es indiscutible, pero
comparten responsabilidad con los padres de familia en el éxito o del fracaso de los
estudiantes, en términos de actitudes, valores y hábitos adquiridos fuera de ella. Razón por
la que es importante considerar si se quiere mejorar el rendimiento académico de los
estudiantes, resulta valioso que los padres estén interesados en el aprendizaje de los hijos y
estos se sentirán más motivados, por lo que cabe preguntarse: ¿En qué consiste la
participación de los padres? La definición de participación de los padres es tan amplia y
variada en la literatura. En general está relacionada a aspectos materiales o actividades de la
cotidianidad.
El rol que tiene cada miembro de la comunidad educativa, considerando que los padres
son los responsables; los hijos por lo cual son los clientes de los centros educativos y los
centros educativos deben recibir y atender bien a los hijos. 2. La diferencia que existe
entre la educación familiar y la formal; este aspecto es fundamentan que los docentes y
el centro educativo deben estar conscientes para crear una educación compatible e
interrelacionada para fomentar un aprendizaje escolar. 3. La educación familiar es la base
e influye enormemente en la enseñanza formal; este es un factor significativo entre la
complejidad de factores asociados a la desigualdad de oportunidades en educación. 4. Los
docentes deben velar porque los padres cumplan sus responsabilidades y obligaciones y
mantener una comunicación
CONCLUSIONES
1. Los padres son los responsables de sus hijos por lo que tienen la obligación de
intervenir y tomar parte de las decisiones sobre el funcionamiento y organización de
la escuela.
2. Los docentes al conocer el entorno familiar, comunal y la interacción con los padres
de familia, le facilitan conocer mejor a sus alumnos.