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OSCAR PRIETO HERRERA

ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

ARQUITECTURA HABITACIONAL
CUBANA Y CAMAGÜEYANA
SÍNTESIS DEL DESARROLLO ARQUITECTÓNICO
DE LA VIVIENDA COLONIAL CUBANA.
CARACTERIZACIÓN TIPOLÓGICA DE CAMAGÜEY

DR ARQ OSCAR PRIETO HERRERA


Profesor Titular de Teoría e Historia de la Arquitectura y el
Urbanismo

UNIVERSIDAD DE CAMAGÜEY CUBA

CENTRO DE ESTUDIOS DE CONSERVACIÓN


DE CENTROS HISTÓRICOS
CECONS

CAMAGÜEY 2006

2
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y


CAMAGÜEYANA

© Oscar Prieto Herrera


© Universidad de Camagüey Cuba , 2006

oscar.prieto@reduc.edu.cu

Ilustración de la portada:
Casas coloniales en la Plaza de San Juan de Dios,
Camagüey Cuba. Óleo. Elio Pérez Ramírez 1996

Diseño de portada y diagramación:


Elio Pérez Ramírez

Camagüey 2006

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ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

INDICE
INTRODUCCION 5

1.FACTORES CONDICIONANTES QUE


7
ORIGINAN EL DESARROLLO DE LA
ARQUITECTURA COLONIAL CUBANA.
Colonización y desarrollo alcanzado en el período
7
comprendido por los siglos XVI-XVII.
El Siglo XVIII. 9
El Siglo XIX. 12

2.EL SISTEMA HABITACIONAL 15


COLONIAL CUBANO.
Tipología. Definición. 15
Tipología de la vivienda en el período de inicio y
18
formación. sXVI-XVII-primer tercio del XVIII.
Tipología de la vivienda en el Siglo XVIII 22
Tipología de la vivienda en el Siglo XIX. 26

3. LA VIVIENDA EN ESPAÑA, AMERICA 29


LATINA Y CUBA.
Tipología e identidad. 29

4. CARACTERIZACION TIPOLOGICA DE
36
LA ARQUITECTURA COLONIAL
HABITACIONAL CAMAGÜEYANA.
Fundación y desarrollo de la villa. Siglos XVI-XVII 37
Siglo XVIII 38
El siglo XIX 40
Grupos tipológicos y periodización. 43
Caracterización de los grupos tipológicos . 44
Generalidades y rasgos fundamentales de la
63
tipología habitacional colonial Camagüeyana.

Bibliografía 65

4
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

INTRODUCCIÓN
E studiar la Arquitectura Colonial Cubana constituye una
fuente inagotable de trabajo dado el vasto repertorio que
existe en todo el país. Repertorio que ha sido y continúa siendo
estudiado ya que aún hay que estudiar y procesar muchos
detalles y sobre todo potenciar los valores que se encuentran
en las ciudades patrimoniales del interior del país, dado que la
mayoría de los textos y publicaciones más difundidas se centran
en la Habana.
El estudio que nosotros presentamos tiene como objetivo
fundamental a Camagüey, monumento nacional y uno de los
centros históricos más importantes de nuestro país. Esta
investigación por supuesto se retroalimentó del repertorio afín
tanto internacional como nacional, aspectos que por su
importancia también presentamos en este texto.
Para desarrollar nuestro estudio realizamos una amplia
valoración de las obras publicadas sobre el tema, ya que fue
necesario ir revisando, compilando datos de una u otra fuente
para garantizar la autenticidad de nuestros resultados. Por la
importancia de las mismas consideramos que es necesario
reflejar en esta introducción aquellas obras y autores nacionales
que ha a nuestro juicio han dejado una huella de vital
importancia para el tema a través de sus obras. Estas obras las
recomendamos como material de consulta para la
profundización en este tema.
Como primer aspecto hay que destacar los valiosos trabajos
desarrollados por los profesores Joaquín Weiss y Fransisco
Prat Puig, precursores de los estudios sobre Arquitectura
Colonial en nuestro país y autores de los dos textos más
importantes sobre esta temática; Arquitectura Colonial Cubana
de Joaquín Weiss y el Pre-barroco en Cuba del Profesor Prat
Puig.
Otros autores han abordado también esta problemática desde
hace varias décadas, tal es el caso de Martha de Castro en su
texto “Contribución a la Arquitectura Cubana” (1940), Bens
Arrate y Silvio Acosta, así como Luis Bay Sevilla los cuales
desarrollan estudios de los principales monumentos de La
Habana.
Creemos necesario destacar también la figura de Emilio Roig de
Leuchsenring quien desde su posición de historiador de la
ciudad de la Habana desarrolló una labor meritoria hacia el
rescate y difusión de la arquitectura colonial habanera.
En la actualidad un grupo de nuevas figuras abordan con
profundidad algunos aspectos en específico sobre este tema:
Adelaida de Juan, con su texto“ Pintura y Grabados Coloniales”
Cuba 1985, Yolanda Aguirre “Influencias económicas en la
Arquitectura Colonial” (1985), Carlos Venegas ”Dos etapas de
colonización y expansión urbana 1977 y La urbanización de las
murallas, dependencia y modernidad” 1990.
Aportes de la Arquitectura del XIX lo encontramos en la obra de
Felicia Chateloin “La Habana de Tacón” 1989, así como el
.

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ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

trabajo “Apuntes para una historia de los constructores


cubanos” de Lilian Yanes 1989.
También es necesario destacar la difusión y el trabajo
desplegado en la actualidad por el Historiador de La Habana:
Eusebio Leal, continuador de la obra iniciada por Emilio Roig.
Así mismo queremos señalar la encomiable labor desplegada
en la conservación del Patrimonio por los profesores Luis
Lápidus, Isabel Rigol Savio y Mario Coyula Cowley.
El tema de la vivienda, objeto de estudio del presente texto ha
sido abordado con profundidad por: Roberto Segre, Eliana
Cárdenas, Lohania Aruca a través de publicaciones docentes
para la impartición de la disciplina de Teoría e Historia de la
Arquitectura. Sobre este tema, Alicia García Santana posee
diferentes publicaciones así como su tesis: Trinidad,
Arquitectura Doméstica y Sociedad Colonial, 1985.
Roberto López Machado desarrolla también su tesis: Estudio de
la Arquitectura Doméstica desde la colonia hasta 1930 en Santa
Clara. Santiago de Cuba es divulgado por Omar López quien
aborda el tema a través de varias publicaciones en revistas
especializadas sobre la arquitectura colonial de la citada ciudad
.Caso similar ocurre con Roberto López Bastida en Trinidad…
Con relación a Camagüey las obras más antiguas que abordan
la colonia son las realizadas por Torres Lasquetti ”Colección de
datos históricos de Puerto Príncipe, 1888 y Juárez Cano
“Apuntes de Camaguey”,1929 ambos textos basados en la
narrativa popular.
Estudios recientes aportan toda una serie de nuevos elementos
sobre esta ciudad, en este sentido queremos señalar los
realizados por Lourdes Gómez Consuegra con su tesis:
”Conservación de centros históricos”,1986. El trabajo
desarrollado por Amarilis Echemendía, ”Estudio tipológico del
repertorio religioso colonial, 1997, así como los estudios
realizados por Gustavo Sed Nieves quien en su posición de
historiador de la ciudad desarrolló una meritoria labor en la
difusión y salvaguarda del patrimonio Camagüeyano.
El contenido de esta publicación abarca la problemática de la
vivienda colonial camagüeyana, caracterizando la misma a
través de una periodización definida a partir de las
condicionantes generales y específicas, así como el
comportamiento de la tipología a partir de la investigación de
archivo.
Estudiar Camagüey implica el reconocimiento del marco general
nacional así como las influencias del repertorio español y
latinoamericano, aspecto que se abordan en síntesis para
evidenciar la relación sistémica entre todo el repertorio.
El marco general analizado, más el estudio específico de
Camagüey son los resultados que ponemos a su consideración
como una vía mas de contribuir a la difusión y salvaguarda de
nuestro patrimonio.

6
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

1
FACTORES CONDICIONANTES
QUE ORIGINAN EL
DESARROLLO DE LA
ARQUITECTURA COLONIAL
CUBANA.
COLONIZACIÓN Y DESARROLLO ALCANZADO EN EL
PERÍODO COMPRENDIDO POR LOS SIGLOS XVI-XVII.

L a formación de los sistemas urbanos y arquitectónicos en


nuestro país aparece con el establecimiento de las siete
primeras villas fundadas por Diego Velásquez, entre el 1513 y
1515. El desarrollo urbano de cada una de éstas se concreta en
varios casos, años más tarde, debido a factores de estabilidad,
traslados de los primitivos asentamientos, así como precarias
condiciones constructivas.
Posteriormente en cada una de estas villas se desarrollaron
sistemas defensivos, administrativos, religiosos y
habitacionales, concentrados alrededor de una plaza. En esta
primera etapa las edificaciones se caracterizan, por estar
construidas de tabla y guano.
"La vida de las primeras villas se nutrió principalmente de dos
fuentes económicas: Los "criaderos" de oro y el trabajo de los
indios" 1 . Por otra parte La Habana desde antes de mediar el
siglo XVI, fue convertida en el punto de reunión de todas las
flotas y centro de defensa del imperio español, beneficiándose
ésta, tanto desde el punto de vista económico como
constructivo, dado el intercambio que se originaría.
La sociedad naciente estuvo formada fundamentalmente por
españoles y negros, en sustitución de la diezmada población
indígena.
"Este fenómeno de heterogeneidad de los componentes
sociales dio peculiar fisonomía a la vida de la isla" 2 .
Las inversiones se dirigen fundamentalmente al sistema
defensivo, por lo que se comienza a desarrollar construcciones
mucho más sólidas con técnicas europeas desarrolladas por
especialistas. Juan Bautista Antonelli proyecta parte del sistema
defensivo de esta primera etapa, para Cuba y el Caribe. No

1
Portuondo, Fernando. Historia de Cuba 1492-1898.-- La Habana: Edit.
Ciencias Sociales, 1965.-- p.70.
2
Ibídem, p. 91.
.

7
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

obstante se producen algunas edificaciones de carácter


religiosas aún muy modestas.
Hacia mediados de siglo, el oro y los indios van
desapareciendo, por lo que se comienza a desarrollar la
agricultura y la ganadería, y hacia finales de siglo el azúcar, que
constituye: "El hecho económico más importante de las
postrimerías del siglo XVI en Cuba" 3 .
El siglo XVII propicia un mayor bienestar y posibilidades
constructivas. El hecho de dividirse políticamente la isla en dos
gobiernos, uno en La Habana y otro en Santiago de Cuba,
propició que se extendiera el desarrollo hacia ambas ciudades.
La diócesis de La Habana, abierta desde fines del XVI, y la
creación de la diócesis de Cuba (Santiago de Cuba) consolidó
el eclesiástico, dando lugar a un desarrollo del repertorio
religioso por toda la isla. Se construye en las principales
ciudades iglesias y conventos, así como edificaciones de
carácter civil como el cabildo.
Durante este período Cuba fue rodeada de colonias inglesas,
francesas y holandesas, debido a la decadencia del Estado
español que se subordinó a los intereses de la casa de Austria.
Estas nuevas colonias de otras potencias conllevaron al
desarrollo del intercambio comercial; la economía se consolida
en todo el país: azúcar, ganado, exportación de cueros, tabaco
y maderas, así como el cobre en Santiago de Cuba, son los
principales renglones económicos.
El desarrollo de la ganadería trajo por sí "...el latifundio
ganadero en algunas zonas del país, especialmente en el
centro (entendiéndose por éste, las actuales provincias de las
Villas y Camagüey)" 4 , y la naciente industria hacia 1697 ya
contaba con 100 ingenios; López Segrera al respecto señala:
"El siglo XVII resulta tipificado, desde el punto de vista
económico, por su carácter hacendado y factoril" 5 , esto conllevó
un desarrollo tanto en los campos como en la ciudad y generó
una tipología arquitectónica, acorde a las actividades
económicas.
La Habana es la villa más favorecida integralmente; su función
de puerto-albergue-almacén contribuye a desarrollarla
urbanística y arquitectónicamente; es la mejor trazada, se
desarrollan diferentes plazas, así como los ejes comerciales
Mercaderes y Oficios; los edificios se construyen a base de
soluciones constructivas más duraderas, el hecho de su trazado
en diámetro perfecciona la tipología; la vivienda comienza a
desarrollarse con técnicas y materiales más duraderos, reflejo
del desarrollo económico alcanzado.
"El enriquecimiento de colonos y su asentamiento en las
principales ciudades incidir en la arquitectura, que también se

3
Ibídem. p. 133.
4
Le Riverend, Julio. Historia económica de Cuba.-- La Habana: Edición
Revolucionaria, 1974.-- p.5.
5
López Segrera, Francisco. Sociología de la colonia y la neocolonia cubana
1510-1959.-- La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1989.-- p.21.
.

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ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

enriquece, predominando las inversiones habitacionales y


religiosas, desarrollándose también las inversiones político-
administrativas, complementándose el sistema defensivo,
aunque con un peso relativo menor que en la anterior etapa" 6 .
Las inquietudes culturales poco a poco se van desarrollando y
reflejan las contradicciones sociales que se han generado
producto de la esclavitud y la inevitable fusión entre razas; estas
contradicciones originan una diferenciación entre criollos y
peninsulares; sentando las bases para la formación de la
nacionalidad." Lo más relevante en el orden espiritual es el
surgimiento de lo criollo en nuestras creaciones culturales de
mayor importancia en el período. "Así, mientras en las artes
plásticas florece una escuela arquitectónica criolla de acento
morisco, en el terreno literario el Espejo de Paciencia constituye
el documento cultural que mejor ilustra: el carácter patriarcal de
la sociedad factoril, esto es, la convivencia relativamente
<<armónica>> de explotadores y explotados, de indios, blancos
y negros: La importancia del contrabando y la piratería, y sobre
todo, la presencia de lo criollo, palabra con que se designa en el
poema a los nacidos en la isla" 7 .

EL SIGLO XVIII.

E stá caracterizado por grandes transformaciones políticas y


económicas, tanto internas como externas, por lo que
estamos frente a una nueva etapa más dinámica y coherente, la
cual va a incidir en la ciudad, propiciando una imagen de
esplendor que le otorga a las principales villas un lugar cimero
en la arquitectura y el urbanismo del Caribe. La aplicación de
las leyes de Indias desde mediados de la pasada centuria tuvo
como objetivo: planificar, organizar y perfeccionar las ciudades".
"Estas leyes fueron muchas veces incumplidas pero su
esquema, deformado o no, esta presente en el testimonio actual
de las ciudades coloniales" 8 .
Del irregular trazado que presentan las primeras villas, se
origina una búsqueda por la planificación y el orden en las
nuevas; donde prima el trazado de cordel y regla. El hecho de
aplicar los principios de la cuadrícula y la ubicación de portales
alrededor de las plazas, propició más variedad en la tipología
arquitectónica y urbana, transformándose incluso las plazas de
algunas de las antiguas villas, acorde a la nueva dimensión
urbanística "...La riqueza acumulada por los vecinos de las
plazas más importantes en La Habana las llevó a rehacer o
ampliar sus viviendas y restaron espacio a la plaza pública
construyéndose en ellas portales" 9 .

6
Segre Prando, Roberto. Historia de la arquitectura y él urbanismo en
América Latina y Cuba.--La Habana: Ediciones ENPES, 1981.-- p.70.
7
López Segrera, Francisco. op. cit. p.23.
8
Rallo, Joaquín y Roberto Segre. Introducción histórica a las estructuras
territoriales y urbanas de Cuba 1519-1959.--La Habana: Ediciones ISPJAE.--
p.35.
9
Ibídem, p. 38.
.

9
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

La arquitectura desarrollada en el período pone de manifiesto el


bienestar económico alcanzado. El inicio del siglo está
caracterizado por la alianza de España con Francia y la guerra
de ambas con Inglaterra. Esta guerra "...provoco una fuerte
especulación mercantil e industrial y esta repercutió en Cuba.
Especialmente se crearon nuevos trapiches azucareros y
numerosos molinos para fabricar polvo de tabaco, producto que
gustaba mucho en Europa" 10 .
El desarrollo mercantil alcanzado en esta primera mitad de siglo
conllevó a la creación en 1740 de la Real Compañía de La
Habana, cuyo objetivo era el control de importaciones y
exportaciones; las zonas ganaderas, cafetaleras e industriales
se consolidan cada vez más debido al auge económico.
En relación con esto la mano de obra esclava era la principal
fuerza agrícola e incluso motriz en el proceso de la caña. El
aumento de la introducción de negros y la fusión inevitable entre
razas fue originando en las ciudades un aumento de la
población definida por Le Riverend como "...la presencia de un
superávit urbano de mano de obra" 11 .
Esta parte de la población fue poco a poco formando un
artesanado que contribuyó al desarrollo constructivo, ellos
ejecutan las artes manuales en general: la carpintería, alfarería,
herrería y pintura. Yolanda Aguirre plantea: "Es de suponer que
del mismo modo se destacaron los negros y mestizos en la
depurada carpintería que nos enorgullece en nuestras casas
coloniales. En las viviendas habaneras como en tantas en el
interior de la isla hay una profusión de barandajes torneados; al
par, puertas y ventanas resaltan por la hermosura de su talla; y
no hay ni que mencionar los muebles . Artesanía con la que ya
quisiera poder nombrarse, a veces, lo que se autotitula gran
arte, ha de beber no poco -libre o esclavo- al negro" 12 .
El período que se inicia en España en 1759 con el reinado de
Carlos III trae consecuencias directas para Cuba. El desafecto
hacia Inglaterra y su alianza nuevamente con la diplomacia
francesa, dio lugar al ataque y toma de La Habana por los
ingleses (1762 hasta 1763) período en que finaliza la guerra con
España. Al término de la contienda, Carlos III comenzó una
política de reformas hacia las colonias y por supuesto Cuba se
benefició con éstas; se tomaron medidas mercantiles, supresión
de impuestos, creación de instituciones para la administración
pública, comercio, agricultura y enseñanza; la fisonomía de la
capital va transformándose.
"Residencias suntuosas surgen por doquier. A la austeridad e
íntimo recogimiento que define a la arquitectura precedente, le
suceden las altas fachadas de atrevidos pórticos, con
molduraciones barrocas, amplio portal y zaguán para el paso de
10
Le Riverend, Julio. Breve historia de Cuba.-- La Habana: Editorial Ciencias
Sociales, 1981.-- p. 21.
11
Le Riverend, Julio. Historia económica de Cuba.-- La Habana: Edición
Revolucionaria, 1974.-- p. 50.
12
Aguirre, Yolanda. Influencias económicas en la arquitectura colonial
cubana.-- La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1974 p. 50.
.

10
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

la calesa, arco polilobulado que antecede a las galerías de los


patios claustrales de nobles columnas, escalinatas que se
resuelven dentro de una caja, a veces abovedadas, iluminadas
por óculos, que rompen el eco de la voz o filtran la luz solar a
través de finísimos cristales de color" 13 .
Ciudades como Santiago de Cuba, Camagüey y Trinidad, si
bien no presentan la magnificencia alcanzada en La Habana,
comienzan a desarrollar una arquitectura acorde con los
intereses y niveles socio-económicos de cada región. La iglesia
"...ostenta la primacía simbólica dentro del recinto urbano" 14 , el
poder eclesiástico traducido en la proliferación de órdenes
religiosas y la sustitución y creación de nuevos conventos,
iglesias y parroquias, permite lograr un dominio ideológico
cultural frente a los diversos estratos de la población en todo el
país; la arquitectura religiosa, reflejo de las máximas
aspiraciones arquitectónicas en la ciudad, alcanza su clímax de
materialización en este período y aglutina junto a ella las
principales edificaciones civiles y habitacionales; la fachada
borrominesca de la catedral de La Habana sintetiza el buen
gusto logrado como parte de la cultura material alcanzada. "La
fachada de La Habana ocupa uno de los lados de la pequeña
plaza que se le abre al frente. Un espacio urbano definido
íntimo y en perfecta escala con el conjunto catedralicio: Uno de
los "salones" mas bellos de América" 15 .

Igualmente ocurre con la pintura de objetivo fundamentalmente


político o religioso. Las principales obras están centradas en
cuadros y retablos religiosos en el marco de las mejores iglesias
y conventos.
Políticamente la ultima década del XVIII estuvo determinada por
el pensamiento de Arango y Parreño. "Este pensamiento
reformista estaba condicionado por el hecho de que el proceso
de enriquecimiento de la sacarocracia de un lado y el temor al
"peligro negro" de otro" 16 debía tener una solución pacífica; ya
que la experiencia de Haití conllevó a cambiar el modo de
pensar y actuar; lo que dio lugar a una coexistencia entre las
autoridades españolas y los sacarócratas cubanos que perdura
hasta 1820, momento en que se inicia la crisis de la oligarquía
criolla.
La mejor y más auténtica experiencia alcanzada durante el XVIII
es la consolidación de una arquitectura, que sobre la base de
criterios de composición adaptados a los diferentes niveles
económicos y sociales, propició un lenguaje homogéneo en
todo el país, reflejo de la cultura material alcanzada.

13
Leal Spengler, Eusebio. La Habana. Ciudad Antigua. --La Habana: Editorial
Letras Cubanas, 1988.- p.52.
14
Rallo, Joaquín y Roberto Segre. op. cit. p. 150.
15
Gasparini, Graziano. América, Barroco y Arquitectura Caracas: Editorial
Ernesto Armitano, 1972 p. 287.
16
López Segrera, Francisco. op. cit. p. 49.
.

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ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

EL SIGLO XIX.

"C on el siglo XIX se inician en Cuba actividades políticas


hasta entonces desconocidas: conspiraciones para la
independencia, gestiones para la incorporación de la isla a los
Estados Unidos y luchas electorales en las cuales se mezclan
toda clase de intereses y pasiones" 17 . La situación económica
en las dos primeras décadas es muy favorable; el desarrollo
azucarero es notable en todo el país "...con el azúcar La
Habana pierde su secular hegemonía y la isla adquiere una
nueva dimensión" 18 . No solo el azúcar que abarcaba todo el
país; la caña, el café, el tabaco así como las haciendas
ganaderas forman el potencial económico; existen tres grandes
áreas especializadas: el departamento occidental con la caña y
el tabaco, el oriental con caña y café‚ y la región central
constituye la principal fuente ganadera del país; la producción
de cada uno de estos productos conlleva a la creación de
instalaciones productivas que requieren de un minucioso
estudio de planificación y solución arquitectónica. Los cafetales
franceses ubicados en las laderas de la Sierra Maestra, con su
compleja adecuación al medio y su tipología específica,
constituyen una magnifica expresión; consecuencia del
desarrollo socio-económico y cultural alcanzado.
Políticamente el período de 1828-1857 se define por López
Segrera como la segunda fase del reformismo. La oligarquía
criolla entra en crisis, el entendimiento logrado a principios de
siglo con las autoridades españolas se desvanece.
El Capitán General Tacón "...consideró <<pernicioso>> a
Arango, clausuró la academia cubana de literatura, desterró a
Saco y puso en entredicho a Luz y a Del Monte. De este modo
eliminaba toda la oposición del patriciado criollo" 19 . Los
reformistas cambiaron su forma de pensar; sus aspiraciones se
concretaban a oponerse al régimen y tomar el poder político,
pero no pretendían mejoras sociales y la esencia de su posición
era la conservación de sus negocios. Es por esto que tan
fácilmente la mayoría de los reformistas se vuelcan hacia "...una
nueva faceta: el anexionismo a los Estados Unidos" 20 .
La arquitectura y el urbanismo de la etapa una vez más reflejan
como cultura material, el desarrollo alcanzado en distintas
esferas de la cultura.
En todo el país se aprecian las transformaciones; La Habana
durante el gobierno del capitán general Tacón realiza grandes
obras que modifican su imagen: mercados, remodelaciones o
construcción de edificios, así como trabajos urbanísticos de
envergadura, por ejemplo la ampliación del paseo extramural
conocido como Paseo Isabel II y el propio paseo Tacón,

17
Portuondo, Fernando. op. cit. p. 257.
18
Moreno Fraginal, Manuel. El Ingenio. Complejo económico social cubano
del azúcar.-- La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1978.-- p. 137.
19
López Segrera, Francisco. op. cit. p. 50.
20
López Segrera, Francisco. op. cit. p. 51.
.

12
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

evidencian un desarrollo urbanístico nunca antes alcanzado con


tal monumentalidad.

Surgen edificaciones que respaldan los intereses de diferentes


instituciones culturales y sociales, el teatro Tacón y el resto de
los teatros que de forma similar se construyen en todas las
principales ciudades del país, destacan el gusto y la necesidad
intelectual del siglo.
"Matanzas recibió el sobrenombre de Atenas de Cuba debido al
nivel alcanzado en la esfera cultural, desarrollo este sustentado
por el esplendor económico que la industria azucarera
aportaba" 21 .
Este caso sintetiza la relación arquitectura, economía, cultura; el
clasicismo allí imperante manifiesta la concepción neoclásica
del siglo.
Acorde con estos criterios, en 1818 se abre la escuela de
pintura de San Alejandro a manos de Juan Bautista Vermay,
francés, recomendado por Goya en los tiempos del obispo
Espada, lo cual genera una formación académica nunca antes
lograda.
De igual forma el tradicional aprendizaje maestro-aprendiz va
perdiendo su hegemonía al crearse las escuelas de Artes y
Oficios cuya finalidad era la formación de artesanos bien
preparados que pudieran asimilar la demanda constructiva. A
tales efectos, la sociedad económica de La Habana dedica una
de sus secciones a la creación de una academia de dibujo. De
esta forma, junto al aprendizaje manual de los oficios, se
contaba con un programa que complementaba la formación.
Este artesano tenía ante sí el reto de trabajar con formas cada
vez más académicas producto del neoclasicismo, las cuales en
muchos casos van a coexistir con las tradiciones mudéjares
imperantes.
La herrería y la vidriería alcanzan ambas una alta perfección
constructiva y cromática. En el vidrio, las lucetas de colores
evidencian el buen gusto y la plástica alcanzada; lo mismo
ocurre con la ebanistería y la pintura; esta última tiene estrecha
relación con las edificaciones a través de la llamada pintura
mural, de frescos en iglesias, cenefas y frisos con motivos
florales o geométricos sobre las paredes a la cal de los
principales espacios de la vivienda; encontrándose ejemplos
desde las famosas cenefas Pompeyanas del palacio Cantero
Trinitario, hasta las modestas cenefas de la vivienda popular.
La segunda mitad del siglo se ve afectada por dos crisis
económicas (1857 y 1866) las cuales repercuten en la
radicalización del pensamiento independentista.
La guerra iniciada en el 68 estancó y arruinó en parte a la vieja
clase terrateniente. "Los hacendados azucareros esclavistas
desaparecieron: unos se convirtieron en industriales burgueses;
otros, perdieron sus ingenios y quedaron solo como

21
Cotarelo, Ramón. Matanzas siglo XIX Arquitectura y expresiones artísticas.
Revista Arquitectura y Urbanismo ISPJAE, No. 1, 1989.-- p. 24.
.

13
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

terratenientes capitalistas dedicados al cultivo de la caña" 22 . En


la arquitectura, por supuesto, hay un estancamiento; ciudades
como Trinidad perdieron todo el desarrollo constructivo
alcanzado. "Competía en boato con la capital y allí vivieron
algunos de los hacendados más ricos de la colonia..." 23 pero
muchos de ellos abandonaron la misma al estallar la guerra del
68. Este proceso de congelamiento arquitectónico altamente
perjudicial para su época, contradictoriamente es lo que mejor
le pudo pasar a esta ciudad. Su condición actual de patrimonio
de la humanidad así lo prueba.
El período comprendido ente las dos guerras fue una etapa de
penetración del capital norteamericano.
Hacia 1895 llegaba a un monto superior a 50 millones de pesos.
Su máxima expresión se manifiesta en 1898 con la abrupta
intervención de Estados Unidos, que mantuvo sus ejércitos
hasta 1902, e impidió el cumplimiento de las premisas
ideológicas desarrolladas a través del ideario martiano.
Se derrocó los tres siglos de dominación española, dando lugar
a medio siglo de república semi-colonial situación que originó
nuevas concepciones arquitectónicas.

22
Le Riverend, Julio. Breve historia de Cuba.-- La Habana: Editorial Ciencias
Sociales, 1981, p. 72.
23
Aguirre, Yolanda. op. cit. p. 56.
.

14
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

2
EL SISTEMA HABITACIONAL
COLONIAL CUBANO.
TIPOLOGÍA. DEFINICIÓN.

E n las investigaciones sobre arquitectura se hace necesario


trabajar con diferentes términos, los cuales son empleados
en ocasiones sin la certeza del momento adecuado para su
utilización, tal es el caso de “tipo”, “modelo”, “tipología”.
Se considera que el término “tipo” es utilizado desde el
Renacimiento (G.C.Argán) al tratar de sistematizar los
componentes arquitectónicos; de igual forma ocurre con
“modelo” el cual se emplea comúnmente, y en ocasiones se
confunde con “tipo”.
Ambos términos, de amplia utilización, se han manejado
conceptualmente por diferentes autores en aras de su
esclarecimiento, G.C.Argán en su libro “El concepto del espacio
arquitectónico” plantea que la Conceptualización de estos
términos data de principios del siglo XIX, donde Quatrémere de
Quincy, define en el “Dictionaire historique d´architecture”(París,
1832) la diferencia entre ambos términos, al definir que “un
modelo se copia, se imita exactamente”; a diferencia del tipo, el
cual “es una idea general de la forma del edificio y permite
cualquier posibilidad de variación, naturalmente dentro del
ámbito del esquema general de tipo” 24 . Estas definiciones en la
actualidad han sido objeto de estudios y perfeccionamiento.
Aldo Rossi, al presentar un nuevo enfoque sobre el estudio de
la ciudad, plantea como tipo “la idea de un elemento que debe
servir de regla al modelo” y define que “El tipo es la idea misma
de la arquitectura la que más se acerca a su esencia, lo que no
obstante a cualquier cambio, se ha impuesto como el principio
de Arquitectura de cuidad ” 25 .
Como se observa no hay contradicción, sino que se
complementa la antigua definición dada por Quincy.
Por ejemplo, el “tipo” de vivienda proveniente de España, es lo
que hace que nuestra arquitectura colonial se identifique tanto
con la española “...El concepto de tipo se relaciona con una
concepción espacial, planimétrica y funcional a la que
corresponde un conjunto de componentes formales y técnico
constructivos” 26 .

24
Argan, G.C. El concepto del espacio arquitectónico.—La Habana: Editorial
Arte y Literatura, 1988, p.22.
25
Rossi, Aldo. La Arquitectura de la ciudad.-- México: Editorial .Gili, 1981.
26
Cárdenas, Eliana. Conceptos de Tipo y Tipología.--Revista Arquitectura y
Urbanismo (ISPJAE). No. 2, 1989. p. 60.
.

15
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Ello corrobora la identificación mencionada con parte del


repertorio español y latinoamericano a través de la llamada
“casa de patio”. (Nomenclatura empleada al referirnos a la casa
tradicional hispano-musulmana, que a su vez tiene relación con
la domus romanas en la que el patio constituye el espacio
articulador del todo).
El tipo reviste una gran importancia para el estudio y
comprensión del fenómeno arquitectónico. Es un instrumento de
conocimiento que puede convertirse además en un instrumento
de proyecto.
El tipo constituye el conjunto de caracteres organizados en un
todo, al cual hay que verlo como un instrumento de
conocimiento por “abstracción racional” y que permite disminuir
características de objetos o de hechos.
Cuando no cambia la esencia que constituyen diferentes
edificios, es decir cuando se mantienen los rasgos comunes
como son el ancho, alto, ordenación de vanos, componentes
formales y distribución espacio funcional estamos en presencia
de un mismo tipo.
Este puede tener algunas variaciones, quiere decir variaciones
que no cambien su esencia y determinen la permanencia del
tipo.
Cuando cambia substancialmente esta esencia estamos
entonces ante la presencia de otro tipo.
Ahora bien cuando hablamos de variaciones dentro del tipo,
estas responden a patrones de comportamiento que la
caracterizan.
La familia tipológica. Este es un término empleado para
relacionar edificios por grupos afines siempre que constituyen
una familia. Es decir hablamos en términos de familia tipológica
en aquellos casos en los que se aprecian variaciones
tipológicas sin que estas cambien su esencia.
Ejemplificando el concepto puede existir una familia que
coincida por sus rasgos comunes con todos o casi todos los
edificios agrupados según estos rasgos encontrándonos en
presencia de una familia compuesta por un solo grupo.
Ejemplo: Rasgos comunes con cierta exactitud.
A A A A A1 --- 1 GRUPO AFIN.
Cuando varían los rasgos sin llegar a cambiar su esencia
podemos tener varios grupos pero todos vistos a través de un
denominador común que es el “tipo”.
Ejemplo: Grupo A Grupo A1 Grupo A2… An
Diferentes grupos correspondientes a una misma familia, ya
que esta unifica el tipo.
Grupos diferentes en cuanto a rasgos y su esencia constituyen
diferentes familias tipológicas ya que estamos en presencia de
varios tipos.
El empleo del término tipología, abarca una concepción mucho
más amplia; el mismo está estrechamente vinculado al tipo,
abarcando todo el sistema de componentes que forman uno o
varios tipos; ello depende de la problemática a tratar.

16
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Es decir, si empleamos tipología para analizar la arquitectura


que se produjo durante el período colonial, la misma estará
compuesta por varios “tipos” de edificaciones que encierran
características espaciales, funcionales y planimétricas: sin
embargo al ser producidas bajo las mismas circunstancias
existe una coherencia entre las técnicas constructivas y los
componentes formales entre los diferentes tipos, lo que hace
posible hablar de tipología arquitectónica del período colonial.
En el caso que nos ocupa, estamos ejemplificando el estudio
con el sistema de edificaciones domésticas, las cuales
presentan concepciones, rasgos y características similares que
hacen que estas, independientemente de la variación que
pueda existir entre ellas, se puedan agrupar entre sí. Su
generalización y el análisis tipológico a realizar estriba en el
comportamiento del sistema de elementos que se produce
dentro de esta agrupación correspondiente a un tipo dado; ello
conlleva a la utilización del término mucho más específico.

Profundizando en este último caso encontramos que las


edificaciones provenientes de un mismo tipo, ofrecen una gran
coherencia, independientemente de la variedad que pueda
existir entre las mismas; su esencia, caracterizada por el tipo,
como plantea Aldo Rossi, las unifica. Esta variedad que se
genera dentro de un mismo tipo, se puede agrupar por afinidad
entre si, acorde con el comportamiento y repetición de sus
códigos, constituyendo conjuntos o familias de agrupamiento
tipológico.
Estos serían agrupamientos tipológicos desarrollados dentro de
un mismo repertorio, los cuales, conforman la tipología
arquitectónica correspondiente a un tipo dado.
“El repertorio de la vivienda criolla del siglo XVIII, por ejemplo,
incluirá las alternativas funcionales, formales, constructivas,
espaciales que caracterizan a todo el universo habitacional de
esta época, o sea, podría abarcar todas las variables
tipológicas” 27 .
Según el caso, en dependencia de la necesidad de la
investigación se puede trabajar con estos conjuntos o familias
tipológicas como sistemas independientes, a fin de realizar un
estudio más minucioso.
De acuerdo a lo anteriormente expuesto y considerando
algunos elementos de la definición dada por la Arq. Eliana
Cárdenas 28 , sobre tipología, consideramos para el caso de
nuestro trabajo emplear el término de la siguiente forma:
Tipología es el conjunto de elementos o componentes
arquitectónicos en los cuales se repiten rasgos constantes o

27
Ibídem, p. 63.
28
Ibídem, p. 64. La autora expone él siguiente concepto: la tipología no es
más que él resultado de un análisis de elementos o componentes
arquitectónicos o urbanos en los cuales se repiten rasgos constantes o
semejantes en forma, tamaño, proporción, distribución, o sea la repetición de
códigos que pueden corresponder a un repertorio temporal de una época
específica o de un determinado sitio o tema arquitectónico.
.

17
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

semejantes en forma, tamaño, proporción, distribución; o sea, la


repetición de códigos que pueden corresponder a un repertorio
temporal de una época específica o de un determinado tema
arquitectónico. La cual puede corresponder con un mismo tipo o
diferentes tipos según sea el caso que se esté analizando.

TIPOLOGÍA DE LA VIVIENDA EN EL PERÍODO DE


INICIO Y FORMACIÓN (XVI-XVII-PRIMER TERCIO DEL
XVIII).

A l descubrimiento de América, España se encontraba


rezagada, en cuanto a la utilización de las nuevas formas
sustitutivas del arte gótico, cuya vida duraría aún de treinta a
cuarenta años. "A comienzos del siglo XVI el gótico en España
había derivado hacia esa modalidad tan típica, que se llama
isabelina, en la que concurren para fusionarse admirablemente
los elementos del gótico nórdico, llevados por los flamencos y
germanos, con el mudéjar, de larga tradición en España". 29 Esto
es consecuencia de la tradición constructiva española, la cual
está determinada por "...dos focos de irradiación artística: uno,
el de los hispanomusulmanes, creado en Andalucía sobre la
base de aportaciones orientales; otro, occidental, llegado a
España desde los países vecinos. La mezcla y yuxtaposición de
las formas artísticas creadas por ambos, su flujo y reflujo dio al
arte de la Edad Media española originalidad y acento
extraordinario" 30 .
Este arte mudéjar toma una carácter intenso en el sur de la
península, llegando a influir también en las regiones del norte.
La arquitectura doméstica española por tanto constituye el
reflejo de la interrelación acaecida en la Península entre
mudéjares y cristianos, dando como resultado una arquitectura
cuya concepción está determinada por el patio.
En Cuba, la arquitectura que se desarrolla tiene una marcada
relación con la tipología proveniente del Sur de España y
Canarias; debemos recordar en este sentido la dependencia
que existió con las casas comerciales de Sevilla y Cádiz, así
como las numerosas familias procedentes de Canarias que se
establecen en el país.
A inicios del siglo XVI y coexistiendo aún con el gótico isabelino,
se desarrolla en España el Renacimiento, el cual toma una
denominación peculiar, sobre todo en la región de Andalucía,
conocido como Plateresco, mezcla del gótico, del Renacimiento
italiano y del arte Mudéjar, resultando de esta fusión un estilo
ornamental, de gran colorido y peculiaridad que dominó el siglo
XVI, hasta chocar en las postrimerías de este, con el nacimiento
de un nuevo estilo en el que impera la sobriedad desarrollada

29
Buchiazzo, Mario- Historia de la arquitectura colonial en Iberoamérica.-- La
Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1979.-- p. 9.
30
Torres Balbas, Leopoldo- Arte Almohade, Arte Nazarí, Arte Mudéjar.--
Madrid: Editorial Plus Ultra, 1949.--p. 238.
.

18
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

por Juan de Herrera y Juan Bautista de Toledo, y que toma el


nombre de uno de éstos : Herreriano, versión española
equivalente de cierta forma al Manierismo europeo.
El desarrollo de nuestra arquitectura doméstica ocurre en el
siglo XVII, siendo el estilo predominante el correspondiente a
las formas y técnicas del arte Mudéjar, pero como afirmó Weiss,
no se trataba de un intento deliberado, de tomar como modelo
las construcciones moriscas, sino de la influencia de estas
formas en la arquitectura popular, en la cual se habían formado
los constructores y artesanos españoles emigrados a Cuba.
La Arquitectura cubana desde sus inicios presenta una
retroalimentación con el arte hispano musulmán, el cual lo
vemos materializado en la concepción y el sistema de
elementos que conforman las primeras edificaciones
desarrolladas para el gobierno, la iglesia o para las familias de
mayor poder adquisitivo.
No obstante, a pesar de la retroalimentación planteada, desde
sus inicios la arquitectura cubana va presentando una
personalidad propia, "Si se comparan las fachadas de nuestras
casas de la primera etapa con los ejemplares españoles de la
misma ‚poca se encuentran ciertas analogías, pero las cubanas
debieron ofrecer respecto aquellas un sello de inconfundible
originalidad. 31

La casa cubana toma elementos, reproduce ciertos esquemas


pero en ningún momento es igual a una casa hispano
musulmana; su relación espacio funcional y su expresión es
diferente, alcanza características propias.
"La herencia transmitida por España se reconoce, en lo que
atañe a la distribución de los espacios, por el planteo general de
la casa, sobre la base de muros paralelos o crujías, dispuestos
en el sentido de la calle y en el sentido de la profundidad del
solar, por la adaptación de las galerías, por la asimilación de las
funciones sala-aposento y la organización de la casa en torno a
un patio central. En lo que atañe a los sistemas de cubierta, la
utilización de los llamados techos de armadura es uno de los
rasgos principales de la arquitectura doméstica tradicional
cubana, así como la persistencia temporal de dicho uso". 32
Puede afirmarse que uno de los elementos que mejor
caracteriza y homogeniza la casa colonial cubana, es el patio.
Este es el elemento que aglutina a su alrededor el resto de los
espacios. La distribución espacial de la vivienda colonial esta
dada por "...dos o mas crujías que se interceptan
ordenadamente en ángulo recto, complementadas con otras
dependencias secundarias en los lados del patio opuestos a
estas crujías". 33
31
Prat Puig, Francisco. El Pre Barroco en Cuba. Una escuela criolla de
arquitectura morisca.-- La Habana: Editorial Burgay y Cia, 1947.-- p. 238.
32
García Santana, Alicia. Trinidad, Arquitectura Doméstica y sociedad
colonial.-- Trinidad:
Universidad de Oriente, 1986 p. 61.
33
Prat Puig, Francisco. op. cit. p. 324.
.

19
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Los mejores ejemplos constructivos de esta primera etapa, se


encuentran en La Habana, y por lo general son casas de dos
plantas, las que presentan también distribución hacia el patio,
con galerías en ambas plantas. Aspecto que contribuye a
otorgarle una mayor connotación al patio; “uno de los espacios
más agradables en el que se sintetiza parte del gusto y las
costumbres de la época”. Las galerías suelen estar formadas
por arquerías de medio punto sobre pilares, coexistentes con
las de pie derecho dentro de un mismo edificio.

Una de las características de nuestra arquitectura colonial, es


su unidad expresiva en todo el país. Los sistemas de
elementos que se desarrollan, alcanzan particularidades
regionales, pero sobre la base de un tipo, cuyo origen hay que
buscarlo a través del modelo hispano musulmán.
Constructivamente la casa colonial se desarrolla sobre la base
de los materiales y particularidades existentes en cada región,
los cuales generan técnicas constructivas específicas.
"En La Habana, las construcciones de mayor envergadura
arquitectónica utilizan la cantería; Camagüey y Bayamo
prefieren el ladrillo; en Santiago de Cuba es frecuente el uso de
rafas y tapias; en Sancti Spíritus, Remedios y Trinidad
predomina la mampostería. En toda la isla fue común el uso del
embarrado". 34
Las fachadas han sufrido sin excepción grandes
transformaciones. Una de las características que perdura y
distingue a las mismas son sus proporciones achatadas.
"En general forman un rectángulo cuya altura, en las casas de
dos pisos, oscila entre las dos terceras partes y la mitad de su
ancho". 35 Ello se debe al escaso puntal y a la carencia de
entresuelo.
Los elementos constitutivos más sobresalientes son las puertas
a la española y las ventanas con rejas de madera; en La
Habana el uso de balcones y guarniciones en forma de rústicos
entablamentos, los cuales junto a los aleros conforman los
rasgos de esta primera etapa. Los techos constituyen uno de
los elementos de mayor complejidad y funcionabilidad de la
casa colonial; estos tienen además de su función de cierre
físico, el de cierre estructural, todo ello artísticamente decorado.
El más importante y de mayor complejidad, es el de armadura,
derivado de los techos españoles de par y nudillo. Existen
también los de armadura denominados de par hilera, colgadizos
y en las casas de dos plantas, el techo plano en el primer nivel y
luego la armadura como cubierta.

Estas armaduras forman una compleja estructura, en las que


cada uno de los componentes tiene una función estructural. El
estribado forma el marco en el que se apoya la cubierta y forma

34
García Santana, Alicia. op. cit. p. 67.
35
Weiss, Joaquín. Arquitectura colonial cubana.-- La Habana: Editorial Arte y
Literatura, 1972.-- p.78.
.

20
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

parte del cierre estructural de los muros de esa crujía; esta


estructura se arriostra con los tirantes y cuadrales, los que a su
vez ayudan a contrarrestar el empuje que proviene de los
faldones inclinados a través de las alfardas, que soportan todo
el peso del tejado, las cargas de viento y el peso propio de la
armadura.
A pesar de no existir un alto desarrollo constructivo, hacia
finales del XVII y principios del XVIII se construyen techos en
edificaciones religiosas y domésticas de gran complejidad.
Por lo general son de doble estribado con harneruelo, aunque
pueden prescindir de este; listones moldurados forman el friso
interior que cubre el estribado, con molduras abilletadas (La
Habana) y algunos ejemplos de la región central o de pirámides
yuxtapuestas en la región oriental. Alfardas, tirantes, cuadrales
todos dobles ranurados en las casas de gran abolengo e
iglesias; las lacerías en tirantes se desarrollan bajo variadas
formas a partir de listones clavados en los mismos. "En la
Región Central, los lazos que decoran los tirantes de los alfarjes
de las construcciones civiles y religiosas de la etapa primitiva,
se caracterizan por la mayor pureza estilística que en relación
con los habaneros, aquellos parecen genuinamente
moriscos". 36
Complementan este sistema de cubierta los aleros y soportales,
todos de una marcada filiación hispano musulmana. Los aleros
de tejas superpuestas (tejaroces) o los de cintas zigzagueantes
(sardineles) son típicos de la región central. Los balcones y sus
torneados barrotes (La Habana) son todos elementos de raíces
mudéjares. "El alero sostenido por tornapuntas de madera, tan
corriente en Camagüey y en otras ciudades antiguas de la
región central, tiene también precedentes remotos en el patio de
Los Leones de la Alhambra de Granada". 37

El perfil de gola recta es la forma que identifica la casi totalidad


de canes y zapatas cubanos, desarrollándose, según el
Profesor Pratt, un tipo derivado de la tradición morisca-
plateresca en La Habana, que se extiende, excepto en
Santiago, por todo el país.
Los arcos de igual inspiración mudéjar constituyen uno de los
principales componentes estéticos de la vivienda; se emplean
los medios puntos, rebajados, capialzados y trilobulados.
Puertas y ventanas son también importantes exponentes del
arte constructivo criollo; en fachada se emplean las clavadizas o
españolas de moderada altura a base de gruesas tablas y
sobrias molduras; la mayor riqueza formal está en el listón que
cubre la unión entre tablas. Los clavos complementan la
decoración. Las puertas de cuarterones utilizadas en el interior,
reflejan la relación de códigos frecuentemente empleados en
España. Las rejas empleadas son de madera con balaustres
torneados.

36
Prat Puig, Francisco. op. cit. p. 236.
37
Ibídem, p. 267.
.

21
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Esta consolidación lograda durante esta etapa sentó las bases


para el posterior desarrollo arquitectónico.
"La norma constructiva definida en los siglos tempranos
constituye la base sobre la cual se asienta la concepción
general de la casa tradicional cubana". 38

Tipología de la vivienda en el Siglo XVIII

D el período precedente, al cual el profesor Weiss con


certeza lo denomina formativo, se hereda toda la
experiencia constructiva. En el siglo XVIII se crean las bases y
la normativa constructiva de nuestra arquitectura colonial.
El empleo de técnicas constructivas con técnicas de: cantería,
mampostería, ladrillo y tapias se perfeccionó de acuerdo a su
factible utilización por región. Los constructores incorporaron a
estas técnicas un sistema estructural compuesto por rafas u
horcones de madera, siendo este último el más generalizado
sobre todo en el interior del país.
El mismo garantiza la estabilidad de los edificios en zonas
complejas como la región oriental, afectada por frecuente Casa de dos plantas y
actividad sísmica; donde verdaderamente se diseñan con la entresuelo La Habana
función de estructura portante; o formando junto a los muros de
carga, un sistema combinado utilizado normalmente en el resto
del país, que junto a la armadura y su sistema de elementos
propició la estabilidad constructiva de la vivienda colonial.
La casa colonial expresa a través de su composición espacio
funcional y su sistema figurativo, las necesidades de la clase
dominante, la cual incorpora poco a poco los nuevos
componentes de diseño por medio de alarifes experimentados
que se apoyan en la tradición constructiva heredada.
Llama la atención el fenómeno que ocurre en el interior del país,
si comparamos sus edificaciones, con las que se construyen en
La Habana. Estas interpretaciones en provincias, a pesar de ser
realizadas también para la clase dominante, reflejan diferencias
y se expresan de forma mucho más modesta, acordes con el
desarrollo de cada región.
Las clases de menos recursos tratan de incorporar en sus
viviendas los nuevos adelantos, imitando las edificaciones de la
burguesía. Independientemente de las lógicas limitaciones de
recursos, esto se va logrando paulatinamente. Como por otra
parte, la clase dominante no puede expresarse a través de
modelos exclusivos diseñados por arquitectos, la resultante va a
ser la unidad estilística que caracteriza nuestra arquitectura
colonial. La estructuración en planta de la casa colonial
proviene de la herencia antes descrita; "...las diferencias
cronológicas tampoco alteran la persistencia de la planta única
a que obedece siempre la casa colonial cubana y que es la Portada de ingreso
característica más acusada de nuestro modo de construir, en el
cual los espacios se organizan invariablemente, como ya fatiga

38
García Santana, Alicia. op. cit. p. 67.
.

22
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

repetir, alrededor del patio central que hacía el oficio de eje


sustentador del todo". 39

Espacialmente la casa colonial del XVIII, responde al mismo


esquema un poco más complejo: una o dos crujías principales
paralelas a la calle, crujías secundarias perpendiculares a ésta,
llegándose a cerrar totalmente el espacio con una en la parte
posterior, para formar el patio central. Estos espacios se cubren
de igual forma que en la etapa anterior y su hegemonía dura
hasta finales de siglo, al ser sustituidos por techos planos (La
Habana). El zaguán tiene dos formas de ubicación: la de tipo
central y de tipo lateral; la primera muy común en las
residencias habaneras. La aparición de los entresuelos
"...solución copiada de las casas de Cádiz, cuya arquitectura
influyó poderosamente en la ciudad habanera"1, trajo por
consecuencia un aumento de altura, que unido al incremento
del puntal genera una dimensión monumental, símbolo del
poderío de las grandes familias que necesitaban un nuevo
espacio en su vivienda para alojar a la servidumbre
La fachada, a diferencia del carácter cúbico y liso que
caracterizó las antiguas edificaciones, poseen una mayor
jerarquización. Propician una nueva expresión a la tipología
habitacional, los siguientes elementos: el empleo de las
decoradas portadas de ingreso, incluido el escudo; la
monumentalidad alcanzada con las de dos plantas y entresuelo, Portadas de ingreso
correspondientes a la llamada casa almacén, y luego la
aparición de los portales ubicados en torno a las principales
plazas principalmente en La Habana. A lo anterior se añaden
las funciones administrativas dedicadas al primer piso; el vuelco
de la vivienda hacia la plaza, que se integra a la estructura de la
misma, así como la máxima jerarquización interior con un salón
principal en planta alta; ricamente decorado mediante los
elementos de carpintería, lucetas de colores, cenefas y el propio
mobiliario interior

Todo ello sintetiza la adecuación del inmueble a las


necesidades de la oligarquía criolla. En el interior del país el tipo
fundamental de vivienda que se desarrolla es la casa uniplanta,
llamada también casa señorial, que "...responde a las
necesidades de los mismos clientes, una oligarquía criolla
enriquecida por el nuevo auge del comercio colonial". 40 Esta
edificación satisface todas las necesidades de confort acorde
con el gusto, desarrollo cultural y expresión urbana de las Cuarto alto esquinero
principales ciudades del interior, económicamente favorecidas.

39
Aguirre, Yolanda. op. cit. p. 30.
40
Venegas Fornias, Carlos. Dos etapas de colonización y expansión urbana.--
La Habana : Editora Política, 1977. p. 66.
.

23
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

La portada con su guarnición, formada por molduras mixtilíneas;


así como los arcos del mismo tipo, desarrollados en el interior
de la vivienda, constituyen el sistema de elementos que más
profusamente evidencia el carácter barroco que pueda
otorgársele a la casa colonial. En La Habana llegan a adoptar
formas complejas a partir del empleo de la línea cóncava-
convexa, en un sobrio entablamento formado por un dosel
zigzagueante; ésta en ocasiones se quiebra, integrándose
perfectamente con las pilastras en forma de capitel. Su origen,
expresa Weiss, esta inspirado en la arquitectura de Cádiz; la
que se interpreta y se desarrolla acorde a nuestras condiciones.
"El constructor criollo consecuente de sus limitaciones, sustituyó
las columnas por pilastras e hizo de la guarnición,
constantemente variada, el elemento distintivo de sus
construcciones". 41
En la región central, la pilastra juega un papel fundamental en la
portada. Estas pilastras se combinan con el arco y alguna que
otra simple guarnición (Camagüey). En Trinidad aparece una
portada más evolucionada formada por "...resaltos evolutados y
pilastras con capiteles repetidos y coronados con copas" 42 , todo
ello a base de elementos de tradición vernácula .Los techos de
armadura continúan con su doble función estructural y
decorativa; canes y cuadrales se trabajan con tallas y los
tirantes pareados se embellecen con lacerías de múltiples
formas. Estas últimas rebasan los bordes de los tirantes, y se Dos plantas y altillo
pronuncian con fuerza, con figuras geométricas ensambladas
en los componentes rectores del tirante.
Esta relación estructura y decoración constituye uno de los
elementos de concepción sistémica más importante en la casa
colonial. A tales efectos comenta el Dr. Pratt "...lo que sí debe
destacarse es que por muy degenerado que está‚ el techo, que
es el elemento que más se bastardea en nuestra arquitectura
de tradición criolla, nunca deja de funcionar mecánicamente
como el cierre y articulación de la osamenta de la horconadura
de la casa en lo alto de sus muros". 43
Los techos presentan particularidades regionales. En La
Habana, en las residencias señoriales, encontramos la
utilización de los dobles estribados con harneruelo simple y
decoración bastante profusa a partir del empleo de molduras
abilletadas y líneas de filete en alfardas y tirantes, que
incorporan en su interior líneas en zig-zag ranuradas o en
relieve. Las lacerías se forman con motivos geométricos de
concepción sistémica.
Compitiendo con la riqueza de las armaduras habaneras están
las Trinitarias. Estas son parte de los mejores exponentes de
los techos coloniales cubanos. A partir de la segunda mitad de

41
Portada principal, vivienda en la
Weiss, Joaquín. op. cit. p. 21. región central (Trinidad, Sancti
42
García Santana, Alicia. op. cit. p. 68. Spiritus)
43
Prat Puig, Francisco. La arquitectura santiaguera de estirpe tradicional
neoclásico. Revista Santiago.-- Santiago de Cuba: Universidad de Oriente,
1984.-- p.54.
.

24
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

siglo se emplean los estribados simples, cuya principal


diferencia con respecto a los techos de la capital, es la
utilización de un tipo de lacería denominada tirante celosía, que
cubre toda la superficie libre de los tirantes. Por otra parte "...las
decoraciones pictóricas de los techos utilizaran temas con
motivos florales y vegetales". 44
Los aleros presentan en el interior del país un conservadurismo
arquitectónico, a diferencia de las nacientes cornisas
habaneras. En la región central es característico un predominio
de los tornapuntas, así como los tradicionales aleros ya
mencionados.
Los balcones de balaustres torneados y pie derechos
Fachada de vivienda en
columniformes de gran esbeltez, poseen una zapata que
Trinidad
soporta el tejado que cubre el balcón. Canes empotrados en el
muro sustentan el balcón. Su forma la caracteriza los siguientes
rasgos: media caña, filete y pico de loro.
En La Habana, a finales del siglo, se comienzan a utilizar barras
de hierro sustitutivas de los antiguos canes; lo mismo ocurre
con la baranda. Las galerías comienzan a desarrollarse
enteramente por arquerías de medio punto sobre columnas
toscanas "...se gana en solidez y monumentalidad, lo cual es
especialmente cierto cuando las arquerías llegan a rodear el
patio, con una amplia galería de circulación, o sea, el llamado
patio claustral, tan frecuentemente en esta época". 45 En el
interior del país también encontramos este tipo de patio, más
bien hacia finales de siglo, ya que existe un predominio de los
pies derechos ochavados o columnas simples y arquitrabes.
Los arcos empleados para jerarquizar los principales espacios
interiores, asumen formas barrocas a través de los mixtilíneos,
comunes en todo el país excepto en Santiago de Cuba, donde
por sus características sísmicas se desarrolla un tipo de arco
decorativo muy simple, el cual no soporta cargas. Estos últimos
se construyen por tabiques de madera con un intradós y doble
superficie para dar sensación de espesor y pesadez.
En la región central, junto a las uniplantas, aparecen también
las de cuarto alto esquinero y altillos, principalmente en
Camagüey y Trinidad, así como algunas de dos plantas. En
Santiago de Cuba, (según la clasificación dada por
investigadores de la región) es característico la utilización de
tres tipos de fachada: fachada simple, balcón y corredor. En
fachadas, hay una marcada utilización del arco, que forma el
vano de la puerta principal o secundaria, fundamentalmente por
el carpanel y el conopial de origen gótico isabelino, muy
frecuente en Trinidad y Sancti Spíritus

Las puertas españolas se emplean en fachadas, y también en


interiores hacia el patio. Su estructura semeja los modelos Balconajes. Santiago de Cuba
antiguos, diferenciados por la supresión del listón tallado que
cubría la junta; los tablones en sus bordes se trabajan con

44
García Santana, Alicia. op. cit. p. 68
45
Weiss, Joaquín. op. cit. p. 22.
.

25
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

incisiones en cuarto de bocel y filete. Estos se fijan al bastidor


por medios de clavos y forman rosetas molduradas.
En la región central es típico encontrar los postigos de ingreso
mediante formas mixtilíneas. Las puertas secundarias son de
cuarterones o tablero. Las primeras mediante recuadros de
lados rectos y extremos cóncavo-convexos acorde a la línea
barroca. La cartela formada por cortes en las esquinas, más un
resalto tallado al centro, es frecuentemente empleada.
Trinidad posee una peculiaridad en sus puertas: el tipo tablero
liso y cuarterón le es característico. "El motivo decorativo de las
volutas encontradas, en combinación con el llamado alas de
mariposa de clara filiación rococó, constituye el tema de mayor
predominio y versatilidad de diseño en las puertas Trinitarias". 46
La región central emplea un tipo de ventana con apoyo, cubierta
por una reja de madera de barrotes torneados.
En este sentido, Trinidad posee los exponentes más
interesantes: rejas volumétricamente mixtilíneas, que obligan al
guardapolvo a integrarse a las mismas, garantizan una perfecta
unidad de diseño. Los guardapolvos conopiales distinguen por
lo general a la región central.

En Santiago de Cuba, las rejas planas o voladas constituyen,


junto a balcones y corredores, el sistema fundamental expresivo
al exterior.

Calle Padre Pico, Santiago de Cuba Calle de Santiago de Cuba

Tipología de la vivienda en el Siglo XIX.

E l siglo XIX trae consigo la tendencia de abandonar las


formas de trazado barroco en aras de encontrar una
estética que responda a los nuevos intereses de la burguesía,

46
García Santana, Alicia. op. cit. p. 69.
.

26
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

que cada vez más interesada en acercarse a los modos de vida


europeos.

La incorporación de elementos de índole clasicista contribuye a


ello, e impone la sobriedad necesaria, acorde al momento
histórico. Investigaciones recientes plantean el surgimiento del
neoclásico en Cuba desde principios de siglo, introduciéndose
de forma gradual en el país.
La casa colonial del XIX, se puede decir que mantiene su
composición espacio-funcional, acorde con la organización
planimétrica tradicional; ya que los cambios originados o los
nuevos tipos (casas quintas y casas gemelas) responden a la
casa con patio, desarrollada de diferentes formas a lo largo de Palacio Aldama , La Habana
toda la historia. Se observan más bien a nivel del sistema de
elementos componentes y figurativos.

La sustitución de elementos de madera por hierro, es uno de los


rasgos que más distinguen este período: rejas, balcones, porta
faroles, guardavecinos, guardacantones, transforman la imagen
de la casa colonial, junto a la nueva concepción de sobriedad y
trazo riguroso en las portadas y entablamento.

Estos forman la línea clásica a través de frisos decorados junto


a cornisas y pretiles. El arco continúa siendo uno de los
elementos de mayor jerarquización en la casa del XIX; se
emplean los medios puntos y mixtilíneos fundamentalmente,
desapareciendo este último en la medida que toma fuerza la
nueva estética constructiva. En muchas casas, sobre todo en la
región central, aparece la arcada doble, generalmente
constituida por arcos de medio punto "...La arcada introducida
así en el interior de la vivienda, era un símbolo del status, como
en las casas de portal en La Habana". 47

En puertas y ventanas se sustituyen los tradicionales trabajos


decorativos por tableros simples de índole clasicista. Se
generaliza la persianería francesa, empleada tanto en fachadas
como para cerrar las arcadas de los patios. Los techos
principalmente en La Habana, se sustituyen por el llamado losa
por tabla "Esta innovación fue acompañada por la
Cárcel de la Habana 1836-39
generalización en los salones y aposentos principales de cielos
rasos formados por listones sobre los cuales se extendía una
capa de yeso propia para ser tratada con pinturas y ornamentos
modelados". 48 Conjuntamente con este tratamiento, la pintura
mural cubre los principales muros de la vivienda que a
diferencia de los falsos techos antes mencionados, se realiza
tanto en las grandes residencias, como en el resto de las
viviendas adquiriendo una connotación popular. Medios puntos

47
Venegas Fornias, Carlos. op. cit. p. 87.
48
Weiss, Joaquín. Techos Coloniales Cubanos.-- La Habana : Editorial Arte y
Literatura, 1978.-- p. 14.
.

27
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

con lucetas de diferentes colores y pisos de mármoles, le dan el


toque distintivo a la nueva casa colonial.

Matanzas introduce las nuevas transformaciones estilísticas


desde muy temprano, de forma similar al proceso llevado a
cabo en La Habana. En el resto de las regiones del país hay
evidencias de su introducción, posterior al primer cuarto de
siglo. Existe un pleno desarrollo hacia la segunda mitad de este.

En la región central, Camagüey es uno de los casos de mayor


conservadurismo arquitectónico, con la persistencia del sistema
espacio funcional y figurativo. Es común en toda la región
central, el uso del alero de tornapunta, el alero en gola, los
arcos mixtilíneos, así como las armaduras mudéjares. Trinidad
se distingue por la sobriedad y la asimilación de los nuevos
componentes sobre, la base tradicionalista. Las cenefas
pompeyanas del Palacio Cantero, por ejemplo superan en
magnificencia a todas las que existen en La Habana Vieja.
Otros elementos, como el cierre de los medios puntos con
persianeria radial, se distinguen por su originalidad.

En Santa Clara y la propia Trinidad, se emplea la lira como el


motivo predominante en la composición de rejas y barandas de
hierro. Santiago de Cuba continúa presentando los tres tipos de
edificaciones descritas anteriormente, en las que se introducen
estos nuevos elementos sobre la base constructiva heredada.

Independientemente de los cambios ocurridos durante esta


última etapa, podemos concretar que la casa colonial presenta
aún, a pesar de las transformaciones acaecidas, una
coherencia y unidad que las identifica a nivel de todo el
territorio. Las modalidades asumidas en una u otra región no
alteran el tipo, la composición, y métrica que rige la vivienda.
Estos rasgos constituyen la forma de expresión de una
oligarquía criolla que mantiene las cualidades que han estado
presentes desde la primitiva formación de las edificaciones.

28
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

3
LA VIVIENDA EN ESPAÑA,
AMERICA LATINA Y CUBA.
TIPOLOGÍA E IDENTIDAD.

L a arquitectura colonial latinoamericana, presenta un lenguaje


de carácter unitario que la identifica,
independientemente de las diferencias intrínsecas que puedan
ella

existir en cada país, mantienen los rasgos fundamentales que la


relacionan con la arquitectura española.
La arquitectura doméstica es una de las que más se relaciona
con edificaciones de la arquitectura popular española,
manifestada a través de ambientes y elementos componentes y
figurativos heredados y sintetizados de acuerdo a las
particularidades y él nivel económico y cultural desarrollado en
cada región. "los ejemplos de arquitectura menor, expresados
en lenguaje dialectal y popular, son los que más contribuyen a
mantener vivo él recuerdo colectivo de las formas de la madre
patria". 49
La casa andaluza, es él modelo más empleado como patrón en
América. Su composición espacio-funcional determinada por él
patio es la clave; él origen de éste tiene trascendencia hispano-
musulmanas y remotamente romanas. Luis Feduci, en relación
a esto expresa: "En general él patio era él centro de la vida
familiar árabe y m s tarde andaluza, sin que podamos olvidar él
antecedente y la función del patio de las casas romanas de dos
pisos, con él peristilo y él impluvium, y que hoy perdura, sin
dudas en tantos patios sevillanos y cordobeses". 50
Por otra parte, la casa andaluza se presenta con una
multiplicidad tipológica que favorece su interpretación y por
ende la variedad de formas que se desarrollan en América.

Existe consenso en relación con la coincidencia entre la casa


sevillana y la casa en América, sobre todo las que pertenecen a
la cuenca del caribe. Al describir la casa sevillana Carlos Flores
López plantea que se desarrolla por regla general en dos
plantas: la superior, de escasa altura dedicada al desván; su
concepción se basa en crujías cubiertas por techos de madera y
tejas, y su distribución, hacia él patio central, al cual se accede
por medio del zaguán. Las fachadas poseen pilastras laterales
con entablamentos clásicos, ventanas con poyos, versión sui-
géneris del antepecho clásico, y con un tejadillo que se

49
Gasparini, Graziano. op. cit. p. 174.
50
Feduci, Luis. Itinerarios de la arquitectura popular española.-- Madrid:
Editorial Blume, 1974.-- p. 13 t
.

29
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

identifica como una versión popular del guardapolvo


renacentista.
Los enrejados sobresalen del plano de la fachada, permitiendo
él avance del espectador para facilitarle la visión.
Podemos agregarle, además, él trabajo con él ladrillo, que
permite la construcción de arcos y bóvedas, además de la
fabricación de aleros como él sardinel, tejaroz y sobradillo, tan
empleados en Cuba.
Hay un elemento que sí contrasta con relación al cromatismo
que posee la arquitectura colonial, y son los encalados
inmaculadamente blancos de la casa andaluza.
Tal fuerza posee la arquitectura colonial en América, que
retroalimenta la tradicional casa española, sobre todo en la
región de Andalucía y por supuesto en Canarias, donde un
similar proceso fundacional se lleva a cabo. En ambos lugares
llega a generalizarse un tipo de casa muy semejante a los
modelos desarrollados en América. La casa latinoamericana
está permeada de las siguientes características propias de la
arquitectura española: su concepción distributiva hacia él patio,
las cubiertas de madera, él empleo de balconajes aleros y rejas
voladas, los soportales de pies derecho de madera o de
gruesas columnas, así como la decoración de la portada.
El sistema figurativo es él que más evoluciona, y se diferencia
entre una u otra región; pero la esencia del edificio no cambia
"…en la colonia no se piensa en planteamientos novedosos y
prevalece lo que los principios de autoridad del sistema han
demostrado servir y funcionar. Por eso se repite con frecuencia
la misma planta, él mismo volumen y él mismo espacio; solo la
decoración, la parte más vulnerable y voluble del cuerpo
arquitectónico es la que más cambia. La decoración no afecta la
tradición espacial del edificio aún cuando puede producir gran
variedad de efectos estéticos". 51
Según plantea el profesor Alberto Nicolini en relación con las
particularidades de los edificios en América “Los rasgos
individualizadores aportados por las peculiaridades de cada
edificio no llegaron nunca a plantear discrepancias radicales; se
mantuvieron dentro de las características del tipo general o local
y, sobre los paramentos planos con escaso relieve, proyectaron
fuertes volúmenes los balcones, las portadas y las tiendas
esquineras.” 52
Como se puede apreciar se destacan tres elementos de gran
pregnacia empleados en la arquitectura colonial: los balcones,
las portadas y las tiendas esquineras. Con relación a estos tres
elementos cabe destacar que en el climax de las portadas se
encuentra en los edificios religiosos.

51
Gasparini, Graziano . op. cit. p. 24.
52
Nicolini, Alberto. La ciudad Hispanoamericana e los siglos XVII y XVIII.
Notas del III Congreso Internacional del Barroco Iberoamericano.- Universidad
Pablo de Olavide Sevilla. 8 – 12 octubre del 2001
.

30
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Sobre la importancia de estos tres elementos plantea Alberto


Nicolini “Los balcones de madera, proyectando el interior de la
planta alta hacia afuera, fueron comunes en toda el área del
Mediterráneo y se difundieron en Canarias y América con
extraordinario éxito, constituyendo, a veces, balconajes
extensos a lo largo de una fachada.

Hoy perduran ejemplares aislados en muchas ciudades y


también conjuntos significativos, constituyendo quizá el rasgo
fundamental del paisaje urbano en Cartagena, La Guaira,
Cuzco y Lima; en esta ciudad se encuentra el ejemplar quizá
más notable de América, el balcón del Palacio Torre Tagle.” 1

Cabe destacar en el caso de los balcones algunas diferencias


que existen en cuanto a su expresión externa, si analizamos el
balcón Canario vemos como el mismo se caracterizan por
incorporar celosías de ascendencia morisca apareciendo un
balcón en forma de cajón que se colocan sobre las puertas.
Alicia García Santana con relación al tema plantea como Los
balcones canarios del siglo XVI, se caracterizan por los cierros La Guaira, Venezuela
en forma de celosías, sin dudas, herencia mora y adoptan la
forma de cajón colocándose sobre las puertas de acceso, a
modo de guardianes. Son simples elementos para atisbar la
calle, encajados en fachadas introvertidas. Posteriormente en el
siglo XVII, el balcón se abre y extiende a lo ancho de las
fachadas, abandona las celosías y expone a vista la estructura
de soporte del tejadillo, en forma de finas columnas rematadas
con zapatas. Se colocan unos tableros inferiores, llamados
guardasayas, en casos realzados con hermosas tallas, donde
se apoyan los barrotes, que se elevan hasta la cintura de una
persona.

“Los balcones primitivos de La Habana son como los del XVII


de Canarias. Los del XVIII, del mismo modo, pierden la
guardasaya y son muy similares a los de Cartagena de Indias:
apoyados en vigas de madera a manera de canes, están
cubiertos con tejadillo sobre pies derechos, entre los que se
coloca la balaustrada. Hay algunas diferencias importantes,
tales como el abilletado que recorre el maderamen y el vuelo
mucho mayor de los de Cartagena en comparación con los de
la Habana, en donde, por su parte, se generalizan los dobles
canes como sustentación del balcón, raros en Cartagena. La
semejanza de los balconajes cartageneros y habaneros, con los
canarios evolucionados es incuestionable.
La referencia documental más antigua sobre la construcción de Cartagena de Indias
un balcón en América es, hasta ahora, la anotada por Ramón
Gutiérrez sobre los limeños. Consiste en un contrato de 1584
por el cual los maestros carpinteros Francisco Ramírez y
Bartolomé de la Barrera se comprometen a construir “dos
balcones que salgan a la calle con sus puertas y medias
.

31
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

ventanas altas y bajas de dos varas y media de alto con siete


palmos de ancho, con sus marcos cada uno”. Uno tendría
“balaustres torneados desde el suelo hasta donde echan los
pechos y otro “de celosía con balaustres pequeñitos sobre los
tableros de la celosía” (GUTIÉRREZ, RAMÓN.) “El mudéjar
como expresión cultural ibérica, y su manifestación en las
tierras altas de la Audiencia de Charcas, hoy Bolivia”, en El
mudéjar iberoamericano, del Islam al Nuevo Mundo, [Lunwerg
Editores, S.A.,1995], pp. 253-263.)
La semejanza de los balcones canarios con los limeños es más
que evidente. No obstante, para Graziano Gasparini, los
balcones con celosías pudieron haber llegado a la zona
directamente desde la Península, con el “gran contingente de
mineros andaluces que viajó a las minas de Cerro Rico en
Potosí (GASPARINI, GRAZIANO. “Sobre balcones islámicos,
canarios, limeños y venezolanos”, pp. 30-60, Armitano Arte,
num. 18, Mayo, 1993...), que ingresaron por el puerto de Lima,
El Callao.” 53
Palacio Episcopal. Lima
Las portadas constituyen composiciones autónomas con
respecto al resto de la fachada que tienen por finalidad señalar
el acceso y dar cuenta de su importancia. Desde ejemplos tan
ilustres como la de San Pablo de Valladolid, la de la Universidad
de Salamanca o la del Palacio San Telmo de Sevilla, en
América se recorrió un parejo arco estilístico desde la Casa del
Cordón en Santo Domingo hasta la de la Inquisición de
Cartagena, el Sagrario de México o, en Lima, la de San
Francisco y, de nuevo, la del Palacio Torre Tagle.
La puerta esquinera fue un dispositivo arquitectónico adecuado
a la actividad del comercio instalado en la esquina de la
manzana cuadrada de la cuadrícula urbana. Situado el
comercio en la esquina de dos calles, una doble puerta con sus
hojas a 90 grados, una hacia cada calle permite plantear la
actividad comercial en ambas direcciones; en el ángulo queda
el poste esquinero que puede ser de madera dura o de
mampostería, en forma de columna. En los casos más simples
el soporte está formado por dos trozos de muro, pero entonces,
si los trozos son suficientemente grandes, disminuye o se anula
el efecto de hueco en la esquina. Este elemento arquitectónico,
infaltable en las ciudades hispanoamericanas desde México
hasta Chile y el Río de la Plata, fue sistemáticamente utilizado
presentando rasgos comunes en todo ese inmenso territorio y
variaciones escasas que no afectaron la idea esencial.
Una circunstancia interesante es la ausencia de semejante
dispositivo fuera de América. En España lo habitual es el
reforzamiento constructivo y visual del ángulo y no, justamente
su debilitamiento con un vano. Un solo ejemplo asimilable a los

53
García Santana Alicia. Casas tempranas en La Habana y Cartagena de
Indias. En Cuadernos de Vivienda. Instituto de Historia Universidad Nacional
Tucuman Argentina.
.

32
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

americanos hemos encontrado en la ciudad de Sevilla. Es


posible que haya existido en forma más generalizada o que la
edificación en dos o más plantas lo haya hecho inconveniente,
precisamente por el debilitamiento del ángulo y por ello hubiese
desaparecido. Es también posible que este recurso hubiese
sido particularmente apropiado en la ciudad regular en
cuadrícula, dado que cada cruce de calles define las cuatro
esquinas de los edificios a 90 grados, lo que impulsa el
aprovechamiento de estas encrucijadas urbanas para instalar
allí la actividad comercial. Por otra parte, la importancia
defensiva de la esquina como atalaya con su visión despejada
hacia los cuatro rumbos seguramente contribuyó a que se
construyera, en la planta alta, un balcón esquinero con tejaroz,
lo que contribuyó a reforzar la jerarquía arquitectónica y
ornamental de la esquina. En muchos casos, al disponerse
ambos elementos en la misma esquina, la tienda esquinera en
planta baja y balcón esquinero en la alta se terminó
conformando un acento importantísimo en las fachadas
desnudas”. 54
Con relación a las tiendas esquineras cabe destacar en
América dos casos notables, La Habana y Cartagena de Indias.
“Los conjuntos urbanos de La Habana y en Cartagena de Indias
se caracterizan por la antigüedad y reiteración de las tiendas
esquineras. Las primitivas consisten en estructuras de poca
altura, a lo sumo de 7 metros, de muros de cantería lisos, con
aberturas pequeñas. Salvo la columna empotrada en el muro de
la casa de la calle Obispo esquina Mercaderes, en La Habana,
las tienda esquineras sustituyeron los pilares situados en el
ángulo de la esquina por machones de cantos que, obviamente,
ofrecían un mejor soporte En los altos, vanos en el eje de las
puertas inferiores, protegidos con antepechos. No tienen
balcón, ni entresuelo y tampoco lo que propiamente pudiera ser
un patio. En el caso de Cartagena, las estructuras aisladas han
sufrido muchas modificaciones. Hay, además, curiosas tiendas
esquineras con arcos en la planta baja, en lugar de vanos
adintelados.
En el devenir del siglo XVII, las tiendas incorporan el entresuelo,
dando origen a un conjunto que en Cartagena recibe el nombre
de rinconada. Las tiendas, en doble puntal, también se adosan
a viviendas de una sola planta. Su presencia se mantiene
durante el siglo XVIII y parte del XIX, por lo que, sin dudas,
constituyen uno de los elementos básicos de la configuración de
las viviendas de La Habana y Cartagena de Indias y, en
general, de la casa hispanoamericana.” 55

Como se planteaba anteriormente, Cuba se identifica


plenamente, además de con Andalucía y Canarias, con las

54
Ibidem.
55
Taboada, Daniel. Cartagena de Indias. Revista Arquitectura y
Urbanismo.(La Habana), No. 2 1982.-- p. 78.
.

33
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

ciudades de la Cuenca del Caribe. Venezuela y Colombia


guardan una estrecha vinculación con Cuba; también Santo
Domingo, Guatemala, Veracruz y Yucatán en México, por citar
las más importantes y de mayor vínculo. El resto de las
ciudades, sobre todo las de Sudamérica, se diferencian por
elementos derivados del clima y los hábitos de vida.

Colombia posee diferentes pueblos cuya arquitectura nos


recuerda a Cuba, ciudades como Santander, Guadalajara de
Buga, Cartagena de Indias y él propio Bogotá poseen rasgos
comunes. En todas las casas, él patio constituye él elemento
articulador del todo; existe un vínculo con la llamada casa
almacén cubana, aspecto este diferente, con respecto a la
utilización de los pisos en la casa andaluza. Los techos de par y
nudillo y en Buga los grandes aleros con sus ventanas voladas
y balcones, son semejantes a la arquitectura de la región central
en Cuba.

Cartagena de Indias desarrolla las viviendas de dos plantas y


entresuelos con balcones y ventanas en él nivel intermedio,
protegidas por él balcón superior "…los dominantes tejados
coronan una arquitectura sencilla de rejas y barandas de Tlacotalpan. Veracruz
balaustres torneados, similares a las mismas expresiones de la
arquitectura colonial cubana de los siglos XVII y XVIII, como
variaciones en piedra sobre un mismo tema" 56 . En Bogotá se
emplea un alero muy similar al tornapuntas típico de nuestra
región central.
"En los exteriores de la casa venezolana prevaleció una
evidente relación formal con las construcciones de la baja
Andalucía. Las ventanas enrejadas sobre repisas voladas y la
larga extensión de muros que remata él alero, fueron elementos
típicos de la provincia de Cádiz." 57 , (obsérvese la relación de
este planteamiento con respecto a Cuba).
La portada, además, jugó un papel jerárquico con él uso de
pilastras y arcos mixtilíneos vinculados al entablamento
ondulante de carácter barroco.
Mérida. México
Las plantas con su tradicional distribución, presentan corredores
con columnas toscanas muy semejantes a los patios
Remedianos, Spirituanos y Camagüeyanos; los techos se
conciben con armaduras de par y nudillo, harneruelo y tirantes
decorados con lacería, todas de filiación mudéjar, que se
relacionan con nuestras características arquitectónicas.

Santo Domingo, a pesar de su cercanía con Cuba, presenta


ciertas diferencias. Walter Palm expone que no existió una
subordinación con una determinada región de España, por lo

56
Ibidem.
57
Taboada, Daniel. Cartagena de Indias. Revista Arquitectura y
Urbanismo.(La Habana), No. 2 1982.-- p. 78.
.

34
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

que la arquitectura dominicana reflejar estilos de Cataluña,


Valencia, Castilla y Andalucía. No obstante, existen, según él
citado autor, ejemplos derivados de la casa sevillana, sobre
todo por su concepción y distribución espacial, aunque
desprovista de elementos claves como el techo de par y nudillo.

Los exteriores son muy austeros y sencillos"…descuella él


carácter andaluz de portales y ventanas coronados por
graciosos capiteles, común a la arquitectura de toda la cuenca
del caribe".1 El autor se refiere a lo que nosotros denominamos
portada

Cabe destacar en el caso de Santo Domingo encontrar detalles


góticos y renacentistas que aparecen en algunas residencias y
edificios religiosos, como es el caso de la Casa del Cordón
producto de que en su fachada posee una excelente portada
con un cordón franciscano, el detalle gótico isabelino en la
ventana de la Casa del Tostado, o la portada plateresco de la
Casa de la Moneda. Estos ejemplos junto a otros le otorgan
una particularidad especial a esta ciudad

35
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

4
CARACTERIZACION TIPOLOGICA
DE LA ARQUITECTURA COLONIAL
HABITACIONAL CAMAGÜEYANA.
C uando se aborda el tema del repertorio habitacional colonial
se requiere hablar desde los inicios del proceso
fundacional, ya que con el mismo van implícito las primeras
edificaciones de carácter eminentemente vernáculo pues las
mismas se realizaron empleando en alguna medida la
experiencia de las antiguas estructuras habitacionales
aborígenes realizadas con materiales de la propia región.

Paulatinamente fueron introduciéndose nuevas variantes mucho


más sólidas y con criterios derivados de la experiencia
constructiva traída por los colonizadores, principalmente
obtenidos a través de las diferentes versiones de la
arquitectura popular española.

El repertorio habitacional existente en Camagüey sufrió desde


sus inicios múltiples contratiempos producto de ataques de
corsarios y piratas, incendios, así como una deficiente solidez
en las construcciones. Es por ello que independientemente que
el mismo surgió desde épocas tan tempranas como los siglos
XVI y XVII los ejemplares que hoy existen, responden al siglo
XVIII siendo a partir de 1710 la datación más temprana que
presentamos en este análisis.

Una característica que presenta este repertorio es la


irregularidad en sus plantas, consecuencia del propio trazado
en plato roto que caracteriza el urbanismo Camagüeyano, el
cual genera una estructuración trapezoidal en las parcelas que
se refleja en los lotes de cada edificación, dando como
resultado plantas trapezoidales en la mayoría de los casos.

En el planteo de estas edificaciones se desarrolla a partir de


una crujía paralela a la calle la cual esta en una gran mayoría
de los casos cubierta por una armadura de madera que luego
continua con un techo en colgadizo dispuesto en los espacios
siguientes a esta crujía principal.

Esta primera crujía se jerarquiza mediante un arco que va


desde el tradicional medio punto, hasta los mixtilobulados, en el
exterior la fachada esta compuesta por la portada de ingreso
(que incluye la puerta de tipo española y las pilastras corridas
o truncadas), las ventanas de cuarterones con rejas voladas y
el alero de tornapunta.

36
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

En la casa tradicional el patio es el la clave para la composición


espacio funcional de la vivienda, mediante el mismo se
garantiza el confort medioambiental al estar distribuidos todos
los espacios de la casa hacia el mismo.

En la casa tradicional el patio es uno de los espacios que


garantiza parte de la sustentabilidad de esta arquitectura, al
posibilitar la ventilación, la recolección del agua, así como la
incorporación de árboles frutales u otra vegetación con los
beneficios que conocemos que se derivan de estos para el
mejoramiento del medio ambiente que las ciudades compactas
requieren.

Estos patios eran delimitados por galerías formadas por


gruesas columnas, pie derechos o por rústicos horcones de
madera, y en los mismos se incorporaba el aljibe y los grandes
tinajones a los que llegaban tuberías de hojalata, las que
poseían un interesante mecanismo de cierre para abrir los
conductos luego de que la primera lluvia halla limpiado el
techo.

Hemos citado en esta introducción las características generales


que sustentan lo que denominamos como la casa tradicional, ya
que independientemente de las variaciones tipológicas que se
introducen principalmente durante el siglo XIX, la casa
tradicional constituye una especie de modelo a seguir que esta
presente durante todo el periodo colonial.

FUNDACIÓN Y DESARROLLO DE LA VILLA.


SIGLOS XVI-XVII.

L a fundación de Santa María del Puerto del Príncipe se llevó


a cabo en Punta de Guincho, bahía de Nuevitas. La fecha
ha sido objeto de grandes interrogantes en la actualidad, dada
la contradicción que se produce entre la tradicional fecha de
fundación, conocida como el 2 de febrero de 1514 y los
resultados de actuales investigaciones documentales,
inclinadas hacia la inferencia de que fue aproximadamente a
fines de junio o principios de julio de 1515. Sobre 1516 se
trasladó hacia un segundo asentamiento en las márgenes del
río Caonao, donde existía una población indígena numerosa.
Puerto Príncipe permaneció en Caonao durante 12 años. En
1528 se traslada hacia el cacicazgo indígena de Camagüey o
Camagüebax, situado en el centro geográfico del territorio, entre
los Ríos Tínima y Hatibonico, asentamiento que seria el
definitivo. Comienza el desarrollo del primer núcleo urbano,
“...se ubican los elementos típicos, Iglesia, Cabildo,
Ayuntamiento y las casas de los principales vecinos” 58 .

58
Anónimo. Camagüey Tríptico, Camagüey Antiguo.--La Habana: /s.a/.-- p.
31.

37
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Estas edificaciones se construyeron con madera y guano, por


tanto eran de poca durabilidad. Las primeras manifestaciones
arquitectónicas que se consideran de mayor solidez, datan del
1599 y 1691, con la fundación de los Conventos de San
Francisco y la Merced, respectivamente.
Las acciones económicas desarrolladas durante el XVI estaban
centradas en actividades mercantiles de cueros y carne salada,
cambiadas por artículos de primera necesidad a través del
comercio de contrabando. Esta temática se refleja en el “Espejo
de paciencia”, primera obra literaria escrita en Cuba por el
escribano del Cabildo de Puerto Príncipe Silvestre de Balboa,
obra “...De verdadero valor histórico aunque de escasos méritos
literarios” 59 .
El siglo XVII se ve afectado desde sus inicios por ataques de
piratería y tormentas tropicales. En el 1616 un incendio
accidental destruyó la villa. De inmediato se inicia su
reconstrucción, con los primitivos materiales y técnicas
constructivas: madera y guano. En 1668 el pirata ingles Henry
Morgan atacó la villa; sobre las consecuencias señala el obispo
Morell de Santa Cruz: “Efectivamente mando poner fuego al
barrio de Santa Ana, quemándose sus casas y los montes
inmediatos; en ella avían escondido algunos trastos, y los libros
Parroquiales; unos, y otros padecieron la misma desgracia
60
sic”. Con relación al centro cívico de Puerto Príncipe, desde
épocas tan tempranas como la que nos ocupa podemos situarlo
en áreas muy cercanas al actual Parque Agramonte, hasta su
definitiva ubicación, en áreas del citado parque.
Durante todo el período la situación económica presenta como
característica fundamental, el desarrollo y fomento de
haciendas, caracterizado por la magnitud alcanzada por la
ganadería y la agricultura; aunque el contrabando continúa
como forma fundamental de ingreso. Durante esta etapa, Puerto
Príncipe estuvo subordinado en primer término a Baracoa y
luego en Santiago de Cuba y La Habana. Tomaron parte en el
proceso de establecimiento, Vasco Porcayo de Figueroa,
Hernán de Consuegra, Juan de Orellana y Juan de Toro. El
primero fue “...el más nombrado de todos los pobladores de la
isla, después de Hernán Cortés y Velázquez” 61 .
SIGLO XVIII

“E ntre fines del XVII y durante todo el XVIII se levantan una


serie de edificaciones religiosas que solo pueden

59
Bueno, Salvador. Historia de la Literatura Cubana.-- La Habana: Instituto
Cubano del Libro, 1963.
60
Santa Cruz, Morell de. La visita eclesiástica.-- La Habana: Editorial Ciencias
Sociales, 1985 .-- p. 67.
61
Colectivo de Autores. Camagüey y su Historia.-- Camagüey: Editorial Taller
Felipe Torres, 1987.
.

38
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

originarse en un pueblo que tiene una gran acumulación del


capital” 62 . De la época precedente se hereda el bienestar
económico alcanzado en el ultimo cuarto del siglo, el cual se
consolida ahora con la naciente industria azucarera “...hacia
1715 se concedieron en Puerto Príncipe muchas mercedes para
ingenios, de tal modo que hacia el 1729 se dice que existen allí
unos 60 en total” 63 . Esto conlleva a un marcado desarrollo
económico que repercute a nivel urbano y arquitectónico, con la
creación de edificaciones tanto civiles como religiosas.
Entre el 1720 y el 1728 se edifican la Ermita de San Francisco
de Paula, la iglesia del Cristo y la iglesia y el hospital de San
Juan de Dios; junto, por supuesto, al sistema habitacional que
se genera en torno a estos. La educación, en manos del clero,
se garantiza también sobre la base económica de los vecinos;
por ejemplo para la compra y adaptación de una casa dedicada
para la enseñanza “...en 1747 se recogió la bonita suma de
52,000 pesos fuertes, cantidad mitológica en aquella época de
escasos numerarios y que nos da una idea de los recursos
económicos del vecindario” 64 .
La posición alcanzada por los habitantes de Puerto Príncipe, el
aislamiento geográfico y su idiosincrasia tendente a ignorar la
ley, hace que en 1735 el Capitán General de la Isla mandara a
agregar la villa al gobierno de La Habana, ya que el de Santiago
no era aceptado ni respetado por los habitantes de ésta;
situación que desagradó a los principeños acostumbrados al
poco control, la cual no cambió mucho, ya que La Habana no
podía establecer un rígido chequeo dada su lejanía, aspecto
este que junto a los impuestos establecidos por la Real
Compañía conllevó al fomento de un comercio ilegal a gran
escala.
Hacia mediados del XVIII Puerto Príncipe era población
próspera y de sólida economía. Sobre el 1755 Morell de Santa
Cruz enumeraba nueve iglesias y describía “...que a excepción
de La Habana, no había Pueblo alguno en la isla que le exceda,
ni aun le iguale” 65 . Se puede apreciar además la magnitud
constructiva alcanzada, según datos referidos en el mismo texto
“...las casas se reducen a 1506 las 300 de pajas, y las restantes
de tejas, incluso 12 de alto” 66 , con un total de 14,383
habitantes.
La arquitectura doméstica de esta etapa refleja la magnitud de
los capitales criollos. Según los datos del censo antes citado
existían 1206 casas de teja, incluyendo 12 de altos, lo que

62
Moreno Fraginals, Manuel. El Ingenio. complejo económico social cubano
del azúcar.-- La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1978.-- p. 145. t.1
63
Le Riverend, Julio. Historia económica de Cuba.-- La Habana: Edición
Revolucionaria, 1974.-- p. 56.
64
Cano Juárez, Jorge. Apuntes de Camagüey.-- Camagüey: Imprenta El
Porvenir, 1929.-- p. 61.
65
Santa Cruz, Morell de. op. cit. p. 72.9- Ibídem, p. 72.
66
Ibídem, p. 72.
.

39
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

corrobora la existencia hacia mediados de siglo de familias de


una sólida posición económica.
Este desarrollo se caracteriza por un marcado conservadurismo
arquitectónico debido al aislamiento tanto geográfico como
cultural, sobre todo de La Habana, que da lugar a un lenguaje
arquitectónico peculiar, con un trazado irregular presente en
todo el conjunto urbano, con excepción de la nueva barriada de
La Caridad, donde tardíamente se aplicaron las ordenanzas de
Felipe II.” Por eso se puede decir que hay una arquitectura
cubana del siglo XVII, que es diferente a la del XVIII, pero eso
si, al estudiarla en Puerto Príncipe, bien pueden correrse los
tiempos y atrasarla un siglo completo” 67 .
Es notorio el incremento poblacional alcanzado veinte años más
tarde, sobre el 1774 “...el censo de La Torre sitúa a Puerto
Príncipe como la segunda ciudad de Cuba, con más de 30,000
habitantes, lo cual la cataloga también entre las primeras de
América” 68 .Este desarrollo de la población lo vemos
materializado a través de grandes edificaciones de familias de
sólida economía, como son por ej. Los Agramonte, Agüero,
Betancourt, Castillo, Miranda, Cisneros, Quesada, etc; los
cuales son propietarios de haciendas e ingenios en el campo:
Su capital y linaje los hace poseedores de escudo, distinción
que propicia desarrollar diversas ocupaciones en el gobierno y
en el ámbito cultural de la villa.
Por ello las edificaciones donde se alojan presentan una gran
magnitud espacial, constructiva y estética, de rasgos muy
característicos evidenciados por la austeridad, el escaso lujo y
el conservadurismo manifiesto de la arquitectura camagüeyana.
Esta situación es muy peculiar en Puerto Príncipe, si se
compara con ejemplares trinitarios o habaneros.
Con la pérdida de Santo Domingo por parte de España, se
traslada la Real Audiencia que allí existía hacia Puerto Príncipe,
decisión propiciada por el auge económico de la villa, que la
hacía acreedora de la sede de tan prestigiosa institución
cultural. La Real Audiencia constituye “...la institución jurídica
más importante y antigua de América” 69 , hecho que propició un
constante ir y venir de hombres de letras que contribuyó al
incremento de la cultura en la villa durante el siglo XIX.
EL SIGLO XIX

C on el siglo XIX se materializaron diversas medidas en


cuanto a la jurisdicción y administración de la villa. La
misma se divide en 1803, en seis distritos o cuarteles en
relación con la distribución de las parroquias. Posteriormente en
1819, el agrimensor Lavallee divide la ciudad en ocho cuarteles,
según magnitud, población e importancia de cada zona. Para

67
Weiss, Joaquín. La Arquitectura Colonial Cubana.-- La Habana: Editorial
Arte y Literatura, 1972- p. 13.
68
Moreno Fraginals, Manuel. op. cit p. 145. t.1
69
Camagüey Provincia Camagüey.-- Camagüey: Editorial Oriente, 1978. p.10.
.

40
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

esta fecha ya el Rey había conferido el título de Ciudad (1817) y


se tomaron medidas para la numeración y nomenclatura de las
calles, debido a la extensión urbanística alcanzada.
Desde el punto de vista arquitectónico persiste en las primeras
décadas la influencia estilística del dieciocho; entre el 1820 y el
1830 se desarrolla la zona del Carmen, incluyendo el
desaparecido hospital de mujeres y la actual iglesia, que
conserva aún la tipología tradicional con rasgos barrocos típicos
del período anterior.
La división de la isla en tres departamentos (1827-1851) con la
sede del gobierno central en Puerto Príncipe durante casi todo
el período, conllevó a un fortalecimiento y centralización de las
actividades. La economía durante la primera mitad del siglo se
beneficia por adelantos tecnológicos. La máquina de vapor en
ingenios y la aparición en 1846 del ferrocarril, Nuevitas-
Camagüey, posibilita el incremento de los capitales criollos.
Urbanísticamente la ciudad se extiende y se comienza a
perfeccionar el trazado, tanto en las zonas que colindan con el
núcleo antiguo, como en las zonas de nuevo desarrollo, como
son la Caridad y la Vigía. Surge una arquitectura que incorpora
nuevos elementos (los portales en forma de grandes
corredores), aunque mantiene rasgos aún muy conservadores,
sobre la base de la incidencia de algunos elementos nuevos de
índole clasicista.
En la ciudad proliferan dos grupos de edificaciones, uno de
características tradicionales, y otro con innovaciones.
Ahora nos referiremos al tradicional, el cual consideramos sea
producto de familias muy arraigadas a las costumbres
afianzadas por la expresión estable, lograda por la arquitectura
del siglo XVIII, o que sus ocupaciones productivas no les
permitían estar en contacto con la capital o el extranjero, por lo
que les es difícil estar al tanto de las nuevas tendencias
estéticas. El otro grupo de edificaciones pertenecientes a esta
primera mitad de siglo comienza a reflejar cambios estéticos y
espaciales. Pertenecen, en la mayoría de los casos, a las
familias que se encontraban a la vanguardia en la cultura de la
época. Ello se manifiesta por el aumento de los espacios, así
como transformaciones estéticas con innovaciones de índole
clasicista, que coexisten con elementos tradicionales, como por
ejemplo el Palacio Bernall, Pichardo, Villa Simoni; al igual que
en otros temas dedicados a instituciones culturales, como el
caso del Teatro Principal.
Ya en esta época la cultura no sólo estaba condicionada a las
tradicionales fiestas del San Juan y la feria de la Caridad. Otras
manifestaciones como: música, teatro, y tertulias literarias se
imponen. La figura de Gertrudis Gómez de Avellaneda sintetiza
el desarrollo literario alcanzado en Puerto Príncipe. El
perfeccionamiento de la pintura al fresco, o el paisaje de
caballete es otro de los rasgos característicos de esta etapa.
.

41
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Durante el segundo cuarto de siglo se gestan diferentes


actividades conspirativas. En 1849 se constituye la Sociedad
Libertadora de Puerto Príncipe, más adelante se origina un
hecho de notable trascendencia: el levantamiento en armas de
Joaquín de Agüero en 1856, precursor de los ideales
desarrollados posteriormente por Ignacio Agramonte.
En la segunda mitad del siglo, específicamente en 1856, surgen
las ordenanzas municipales que establecen las regulaciones
para el desarrollo de la villa. Ellas son producto del la
recopilación de experiencias que ya se estaban ejecutando
desde el segundo cuarto de siglo. De allí se derivan
reglamentaciones administrativas de gran importancia para la
arquitectura, una de las más connotadas es la prohibición de
guardapolvos 70 , referida a la eliminación del tradicional alero de
tornapunta además de reglamentar el tratamiento y disposición
de vanos y otros elementos de fachada, según la nueva
concepción neoclásica imperante. Esta nueva tendencia es
asumida por las nuevas familias de la época, que buscan
proyectos renovadores, sobre todo en lo referente a
transformaciones estéticas, sintetizados a través de una clásica
expresividad en fachadas y austeros elementos de diseño
interior y mobiliario.
El proceso de diseño por primera vez se encuentra en manos
de arquitectos, en sustitución de los tradicionales alarifes que
históricamente llevaban a cabo el planeamiento y ejecución de
las edificaciones. Este período se caracteriza por el desarrollo
de una arquitectura de autor, cuando se destacan las figuras de
dos arquitectos encargados de la supervisión y el diseño de
numerosas edificaciones, Francisco Cabrera Porro y Dionisios
de la Iglesia, de cuyos trabajos dan fe los documentos y planos.
La década del 1860-70 comienza con grandes adelantos, el
telégrafo y la comunicación con La Habana y Santiago de Cuba,
por medio de vapores costeros. Más adelante el inicio de la
guerra del 68 frena todo el desarrollo “...la inmensa riqueza
rústica de esta comarca desapareció por completo durante la
terrible catástrofe de los diez años” 71 . A partir de 1881 surge un
nuevo período de auge.
Tras el restablecimiento después de la guerra, se construyeron
los modernos ingenios Redención, El Congreso, Senado y
Lugareño; la ganadería nuevamente tomó su curso; la ciudad se
beneficia de todo esto con el desarrollo de nuevas

70
Legajo No. 43. Exp. No 70 Año 1857- sobre la prohibición de
guardapolvos...es que no solo deben suprimirse los correspondientes a los
vanos, sino también los que corren a lo largo de las fachadas a bastante
distancia de los aleros de los tejados y que únicamente debe permitirse su
construcción cuando se ejecuten arreglos a las prescripciones generalmente
adoptadas...El resto del documento aborda los frisos, ejes, alturas de
ventanas, características de las pilastras y disposición de la misma.
71
Torres Lasquetti, Juan. Datos Históricos de Puerto Príncipe.-- La Habana:
Imprenta El Retiro, 1888.
.

42
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

construcciones o remodelaciones, a tono con los requerimientos


estilísticos de la época. Esta situación se mantiene hasta los
finales de siglo en el que nuevamente la guerra del 95 afecta el
desarrollo. Posteriormente se instaura la seudorepública, y con
ello aparecen nuevas manifestaciones arquitectónicas.
GRUPOS TIPOLÓGICOS Y PERIODIZACIÓN.

E l estudio que a continuación presentamos incluye la


conformación de los grupos tipológicos y la periodización.
Para ello primeramente se estructuran los grupos tipológicos,
luego a partir del comportamiento de los mismos y su relación
con las condicionantes imperantes en el contexto de estudio se
llega define la periodización.
Definición de los Grupos.
Primer Grupo. Formativo.
Responde a la formación de los códigos en formación la
esencia, el tipo que se impone que conduce al desarrollo
posterior.
Segundo Grupo. Representativo A
El segundo grupo se denominan Representativo A, dada su
coherencia tipológica, así como su propia expresión que
sintetiza la imagen característica de la arquitectura colonial
camagüeyana.
Tercer Grupo. Representativo B.
El tercer grupo denominado Representativo B, no es más que
la extensión de las características del grupo anterior mucho
más evolucionada.
Cuarto Grupo. Tránsito.
Su expresividad esta caracterizada por la incorporación de
nuevos elementos clasicistas coexistentes con los tradicionales,
lo que implica una transición en busca de una nueva expresión.
Quinto Grupo. Cambio
Sintetiza las transformaciones (cambio) alcanzado en todo el
sistema producto de la incidencia de nuevas influencias
estilísticas.
Los cinco grupos establecidos definen:
• El comportamiento evolutivo del sistema formado por las
edificaciones domésticas del período colonial en
Camagüey.
• Las edificaciones cuyas características responden a los
grupos señalados, han sido consecuencia del estudio y
definición de características y particularidades afines que
además coinciden con períodos temporales según fecha
de datación encontrada.
• La adecuación de estos períodos, junto a los momentos de
evolución obtenidos con el análisis de las condicionantes,
propician la periodización necesaria.

43
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

CARACTERIZACIÓN DE LOS GRUPOS


TIPOLÓGICOS
EL PERÍODO FORMATIVO.
VIVIENDA TRADICIONAL FORMATIVA O
PREBARROCA, 1710-1750.

M ediante las investigaciones realizadas se ha determinado


el desarrollo alcanzado en Puerto Príncipe a inicios de
siglo XVIII, cuyo apogeo se genera a partir del 1710, cuando se
ejecutan diferentes instalaciones religiosas de envergadura, con
el consiguiente desarrollo del sistema habitacional.

Corresponde a la formación de los códigos arquitectónicos. Las


características que presenta responden a códigos muy
modestos y de cierto arcaísmo, acordes con la situación de
aislamiento de la villa y la época. La arquitectura doméstica que
se desarrolla en Puerto Príncipe en este período es uniplanta.
Las viviendas están se generan a partir de una crujía principal y
crujías secundarias perpendiculares a ésta; la distribución hacia
.

44
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

el patio predominante es el esquema de planta rectangular, y la


planta esta formada por pequeños espacios, acorde con sus
sistema general de proporciones, y ocupa una superficie
habitacional promedio de 99.23 m², las galerías hacia el patio se
basan en simples aleros de vigas voladas, muy rústicos, o
galerías formadas por toscos horcones.

Si se compara la misma con otras regiones del país, puede


apreciarse la existencia de rasgos similares con la región
central, en las que existían formas de vida y actividades
productivas semejantes, no obstante el aislamiento geográfico
de Santa María del Puerto del Príncipe, debido a su carácter
mediterráneo, así como las costumbres y forma de vida que allí
se generan, hace que existan diferencias entre ambos
repertorios, y mucho más si se confronta con la región
occidental donde se encuentra la capital que posee las
funciones de puerto, albergue y almacén, donde el intercambio,
producto de los vínculos con Europa y la propia América
propiciaban una arquitectura tendente a lo culto, que opacaba
en magnificiencia a la vérnacula o tradicional arquitectura
principeña.

La planta esta formada por pequeños espacios, acorde con su


sistema general de proporciones; posee una superficie
habitacional promedio de 99.23m². A continuación se reflejan
algunos datos de interés, resultado de la investigación
realizada.
La composición volumétrica responde a proporciones
achatadas; con dimensiones de fachada de 6,68 m (ancho) x
4,3m (alto) como promedio, que predomina durante todo el
período.

Las fachadas de la casa tradicional formativa o prebarroca se


destaca por tres elementos distintivos: sus portadas, las
ventanas con rejas voladas y el sistema de aleros. El primer
elemento es decir la portada de ingreso está compuesta por
gruesas pilastras corridas muy simples, sin basamento en la
mayoría de los casos culminan en simples figuras formadas por
un rectángulo o en U. Estas pilastras evidencian la
interpretación un tanto vernácula de las clásicos portadas
empleadas en otros lugares del país.
En algunas edificaciones se emplea el zaguán, con un vano de
menor dimensión, las ventanas con rejas voladas de madera
con barrotes simétricos y el tablero de la ventana está formado
por cuarterones con sencillos motivos prebarrocos, a base de
incisiones en el mismo.
El sistema de aleros se caracteriza por incorporar los
tradicionales aleros derivados de la arquitectura popular
española como son: los de sardinel, tejaroz, sobradillo, y
.

45
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

tejadillo. Merece destacar la aparición del alero de tornapunta


en un inicio sobre la puerta principal, alcanzándose algunas
combinaciones junto a otros aleros como por ejemplo con el
sobradillo.

La casa tradicional formativa se destaca por la austeridad en el


diseño de sus interiores caracterizado por su simpleza, y aún el
predominio de la imperfección; el elemento de mayor
pregnancia ya comienza a ser el arco, de medio punto o
trilobulado. Ambos los catalogamos de complejidad 1, es decir
simple; imperfectos en el trazo, de escaso puntal y apoyado
directamente sobre el muro. La carpintería interior está formada
por puertas de tableros con motivos prebarrocos en el painel,
con simples trazos; y la cubierta es de armadura y colgadizo o
simplemente de colgadizo, ambos formados por tablas de
palma y rústicas alfardas. Las armaduras poseen un tirante
simple escuadrado de una pieza, sin decoración; presenta
cuadrales simples observables en algunos casos desde el
exterior al proyectarse hacia afuera del muro. La altura de la
cubierta de acuerdo a las proporciones imperantes, es 5,35 m
promedio en la primera crujía, y en la salida al patio 1,75 m. Ello
se debe a la pendiente que necesita el techo para evacuar las
aguas y el escaso puntal alcanzado en la primera crujía.

El sistema constructivo empleado se basa en muros de


ladrillos, reforzados con horcones de madera dura, apoyados
éstos últimos en el estrato resistente del suelo, y de esta forma
se transmite cargas de la cubierta. “En el siglo XVIII según lo
apreciado la cimentación no va a realizar su verdadera función
estructural, de trasmitir cargas de la superestructura al suelo,
sino que esta función la desempeñan los horcones.”(Ginesta,
Tamara.). La cimentación predominante esta formada por
pedazos de ladrillos y tejas, y morteros a base de tercio; su
objetivo, se cumple ya que logra soportar las cargas del muro y
techo.
Los pisos están formados por losas de barro cuadradas o
rectangulares, que hoy en día han sido sustituidos en la
mayoría de los casos.

El pequeño grupo de edificaciones que hoy subsisten posee en


la actualidad el mérito de mostrar los modos constructivos y el
comportamiento de la tipología habitacional muy temprana
empleada en Puerto Príncipe, estas edificaciones junto a otras
ya desaparecidas constituyeron la base del período formacional
que sirvió para poder desarrollar esta tipología, a partir del
perfeccionamiento de sus ambientes y elementos constructivos
producto la consolidación del artesanado criollo que trasmite
sus logros y genera una escuela constructiva muy
representativa de este lugar.

46
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

EDIFICACIONES REPRESENTATIVAS DEL PERÍODO


FORMATIVO. Primera mitad s.XVIII. Variante estilística.
prebarroca.

Ubicadas en: Matías Varona 35, Lugareño 13 y Sn Fernando 2.

LUGAREÑO 103 (antes Contaduría 13).

LEYENDA:
1. Sala
2. Habitaciones
3. Patio
2

2
3

BARTOLOMÉ MASO 2 (San Fernando 1)

MATIAS VARONA 251-53 (San Rafael 35).

LEYENDA
5
1- SALA
2- HAB
1 3- COMEDOR
4- COLGADIZO
3 4 6 5- COCINA
6- PATIO

2 2

47
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

EL PERIODO REPRESENTATIVO
VIVIENDA TRADICIONAL DE INFLUENCIA BARROCA,
1750-1840

P ara entender el proceso constructivo que se siguió a cabo


durante todo el período colonial, es necesario acotar
algunos aspectos que definen el comportamiento de este
repertorio y ver como se van transformando los conceptos que
definen esta arquitectura a través de los diferentes períodos
por los que transita este repertorio.
Existen datos que corroboran que ya hacia mediados del siglo,
hay una arquitectura más consolidada. Si analizamos la
siguiente cita tomada en el Archivo General de Indias, se puede
apreciar el desarrollo logrado hacia 1749: “A 150 leguas de La
Habana se halla la villa de Puerto Príncipe que sobresale en
arquitectura y caudales, en el padrón de sus dos parroquias
principales cuentan 14,383 personas, tiene 3 conventos, de San
Francisco, de La Merced y de San Juan de Dios y obras hechas
para el colegio de la compañía de Jesús.” ( Est. de Puerto
Príncipe 1749. Legajo Santo Domingo 1157 A.G.I).
Este gran período correspondiente a la segunda mitad del siglo
XVIII y ocupando la primera mitad del XIX, refleja el proceso
constructivo desarrollado en el repertorio habitacional a través
del tipo heredado del período formacional con la casa
tradicional. En este período podemos observar como se
introducen diferentes variaciones funcionales y expresivas,
derivadas de las posibilidades económicas, constructivas y por
supuesto culturales que caracterizaron el modo de vida en la
otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

Este nuevo período lo hemos estructurado en dos fases:


Representativo A (1750-----1800)
Representativo B (1800------1840…)
Se caracteriza por mantener una coherencia constructiva a
través de los que hemos denominado como la casa tradicional
de influencia barroca.
El nuevo período se sustenta en mantener el tipo e introducir
diferentes variaciones tipológicas que enriquecieron los
esquemas de fachada que aparecieron durante el periodo
formativo, por lo que en esta nueva etapa lo que vamos a
apreciar es una consolidación y un perfeccionamiento de la
casa tradicional, que le incorpora variaciones tipológicas,
constructivas y estéticas.
Desde el punto de vista estilístico la casa tradicional en este
nuevo y amplio período está retroalimentada de la experiencia
hispano mudéjar aplicada en el planteo de edificaciones, techos
y arcos e incorpora detalles de influencia barroca,
principalmente a través de los arcos mixtilíneos y más adelante
en el Representativo B se incorporan los arcos mixtilobulados,
.

48
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

aparecen también estos rasgos en los códigos formales


desarrollados en zapatas, puertas y ventanas.
En el orden funcional aparecen diferentes variaciones
tipológicas que repercuten en la expresión externa, encontrando
diferentes variantes tipológicas de fachada como son: los
esquemas de fachada simple, simple extendida con zaguán, de
altillo, cuarto alto esquinero, dos plantas y dos plantas con
entresuelo. Desarrollados bajo las tradicionales formas de
planta rectangular y en L, incorporándosele los esquemas en C
y en U. En todas ellas el patio continúa siendo el espacio
necesario para el funcionamiento de la casa tradicional. El patio
se delimita por las galerías a su alrededor apoyadas por pies
derechos o columnas toscanas.
Su concepción es la de una arquitectura de una gran
persistencia en lo tradicional, en la cual inciden rasgos muy
discretos desde el punto de vista de los elementos barrocos.
Tipológicamente hay elementos y conceptos de distribución de
la etapa anterior; pero mucho más desarrollados. El alto nivel
económico que caracteriza el período, junto a la existencia de
importantes familias de sólida posición, dan lugar a las
diferentes variantes en la casa uniplanta y al desarrollo de
edificaciones de dos plantas, de una mayor complejidad
espacio-funcional y estética.
La distribución espacial heredada se perfecciona, predominan
las plantas en L, C, U y rectangulares, de dimensiones mucho
mayores que alcanzan como promedio una superficie habitable
entre 146 m2. y 170m2.
La composición volumétrica continúa con predominio del ancho
sobre el alto y se manifiesta por la jerarquización de la crujía
principal, mediante la armadura. Las proporciones de fachada
son 10,17 m (ancho) x 4,75 m (alto), y se mantienen los tres
elementos distintivos aparecidos en la etapa formacional: las
portadas, ventanas voladas y el sistema de aleros.
Las fachadas pierden el carácter achatado de la primera etapa y
se perfeccionan los tres elementos distintivos en el caso de la
portada de ingreso se genera un vano de puerta principal
adintelado o carpanel; se emplea también los rebajados. Las
puertas empleadas son del tipo: española de 2 postigos, un
postigo, sin postigos o con postigos-ventanas, con barrotes de
madera o hierro. La puerta secundaria es de menor altura y se
enmarca en arco carpanel o dintel, que guarda relación con el
diseño de la portada principal.
En esta etapa las pilastras son muy empleadas, principalmente
las truncadas a un tercio de altura, el arranque es en forma de
capitel, o formas rectangulares, conopiales en triángulo o
circular. Estas pilastras se seccionan de 2 a 3 veces y
presentan el fuste ochavado. Las formas más empleadas de
terminación son la escalonada, conopial, y triángulo. Las
corridas se desarrollan con un basamento simple.
.

49
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

Las ventanas mediante la modalidad de tablero y cuarterón, se


caracteriza por combinar los cuarterones, con postigos de
mayor tamaño a manera de tablero. Predomina el trabajo en los
tableros o cartelas a partir de cortes cóncavos en las esquinas.
En estos tableros la decoración se desarrolla con el conocido
junquillo, formado por sinuosos motivos barrocos. Las rejas
voladas que se encontraron son de madera o hierro, con
predominio de las primeras, correspondiente al Representativo
A empleándose en el Representativo B las de hierro. Las rejas
de madera son de 3; 4 y 5 cayos, con barrotes asimétricos
fundamentalmente. Las de hierro se desarrollan con un motivo
central, lisas, tres motivos verticales y motivo central y
horizontal. Estas se cubren con un guardapolvo formado por
molduras escalonadas o tejadillos.
El tercer elemento lo constituye el alero principalmente de
tornapunta típico de la región central y de especial
particularidad en Camagüey. Generalmente el tornapunta se
emplea en toda la fachada. Este es más complejo y de mayor
elaboración que los de la primera etapa. Además de este alero,
se emplea el tejadillo (en construcciones muy modestas), el
sobradillo, viga saliente y sardinel, algunos de éstos en
fachadas laterales.
Durante el período aparece el alero de moldura y teja, formado
por molduras simples de cuarto de bocel y caveto, incorporadas
a las fachadas y sobre ellas directamente la teja. Los portales
se forman mediante pies derechos ochavados.
Un cuarto elemento distintivo pero que responde solamente a
los esquemas de fachada de altillo y dos planta son los
balcones con barandales de madera o hierro.
Los espacios interiores se jerarquizan fundamentalmente con el
arco. Aparecen los mixtilíneos y mixtilobulados correspondiente
al período Representativo B, que se caracterizan por la
presencia de tres grandes lóbulos con mucha fantasía e
imaginación que se combinan con los rasgos heredados de los
mixtilíneos. Este arco evidencia la maestría alcanzada por el
artesonado criollo del siglo XIX.

No obstante, continúan empleándose los medios puntos y


trilobulados, así como el dintel en algunos espacios, por su
complejidad estos se clasifican en trazo medio y simple, y son
apoyados directamente sobre el muro o en impostas o
columnas simples.
En el caso de los mixtilobulados generalmente se encuentran
apoyados en columnas con capiteles toscanos.
El diseño de la carpintería interior se basa en puertas españolas
(cuando hay vínculo con el exterior). Estas son simples o con
postigos-ventanas. El resto de las puertas interiores son de
painel con junquillos resaltados en el tablero, los que a base de
trazos curvos van formando en una gran mayoría, lazos que
.

50
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

evidencian el carácter barroco. Estas puertas, a pesar del


aumento en altura de los espacios, aún presentan proporciones
muy conservadoras (1,44 x 2,45) m. Las ventanas mantienen la
misma línea de diseño, es decir, lisas o de painel barrocas, con
rejas de madera con barrotes cuadrados o de hierro. De igual
forma ocurre con las alacenas formadas por puertas de painel
con el mismo diseño de rasgos barrocos.
Las cubiertas de armaduras son de 2 a 4 vertientes, con
alfardas rollizas o escuadradas, con predominio de las rollizas.
Arriostran la armadura, tirantes escuadrados simples o
pareados sin decoración, junto a cuadrales también simples.
Las galerías toman la configuración de la planta. Están
soportadas por horcones, pies derechos ochavados o columnas
simples sin capitel ni base. Todas las galerías son adinteladas,
de un amplio intercolumnio (2.24) m. como promedio.
El sistema constructivo empleado se basa en muros de carga
de ladrillo como principal forma de construcción, dada la
abundancia de barro y carencia de piedra. En muchas casas
estos muros se continuaban reforzando con horcones; aunque
hay casas con ausencia de estos, lo que evidencia el
perfeccionamiento de la cimentación y la resistencia de los
muros por el grueso que presentan los mismos.
Los cimientos continúan sobre la base de ladrillo, y se clasifican
en: Prolongación soterrada del muro, de mayor ancho que el
muro y de pedazos de tejas y ladrillos.
Todo dependía del estrato resistente, el cual obligó el uso de
diferentes variantes constructivas. Investigaciones realizadas
evidencian diferentes alternativas de refuerzo en las
cimentaciones, una modalidad empleada es que “se tiende a lo
largo de toda la excavación piezas de madera dura como jiquí,
ácana, a fin de obtener la solidez necesaria” (Del Risco, Luis)
En el interior de los principales locales se comienzan a decorar
las paredes con interpretaciones de carácter vernáculo
principalmente con el empleo de motivos florales, resultado de
las inquietudes por la decoración a causa del desarrollo cultural
que comienza a manifestarse en la villa. Desde épocas tan
tempranas es relevante la importancia del barro en la
arquitectura doméstica camagüeyana. Este material se emplea
en múltiples elementos, algunos ocultos como el cimiento;
mediante los ladrillos, único material resistente para conformar
los muros, arcos y pilastras; otros en la intimidad de la casa en
los pisos a base de losas de barro, y las tinajas y tinajones. En
el exterior la teja, que hoy en día constituye el elemento que
propicia la quinta fachada muy preciada en el centro histórico
camagüeyano.

51
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

VARIANTES TIPOLÓGICAS DESARROLLADAS: LAS


VIVIENDAS DE ALTILLO Y DOS PLANTAS DEL PERÍODO
REPRESENTATIVO A Y B
En el caso de los altillos, se mantiene la misma distribución en
planta empleada en la casa tradicional, esta modalidad no es
mas que una variación tipológica que incorpora un entrepiso
sobre el zaguán (altillo) como alternativa para aumentar el
espacio.
Existen dos variantes de altillo: incluído y sobresaliente.
Denominamos altillo incluido a las viviendas que en su primera
crujía por las posibilidades que la altura de esta le otorga,
incorpora sobre el zaguán una habitación cuya expresión se
observa desde la fachada, al presentar la misma un balconcito
con barandas de madera o hierro.
El altillo sobresaliente es aquel que ocupa la misma posición
que el anterior pero que eleva en esa zona el techo de la
primera crujía, para otorgarle un mayor confort espacial a las
habitaciones generadas sobre el zaguán.

Al igual que el altillo incluido este tiene una repercusión en la


imagen de la fachada a través de la puerta y el balcón que se
genera brindándole una mayor monumentalidad a la edificación
producto de la imagen externa alcanzada por la volumetría
escalonada.

El caso de mayor connotación en el ambiente camagüeyano es


el de la casa hoy fraccionada por los números 107 y 109 de la
Plaza de San Juan de Dios, donde el altillo sobresale unos tres
metros y luego es rematado por una especie de pretil muy
sencillo formado por arcos y pequeños pedestales con copas
rematando los mismos.

Las viviendas de dos plantas y dos plantas con entresuelo.


Estas edificaciones alcanzan áreas que ocupan gran superficie,
alcanzándose en algunos casos hasta los 337,00 m². El puntal
alcanzado sobrepasa los 7,00 m. como promedio.

Las fachadas se componen de puerta principal, puerta de


zaguán, puertas de balcón y ventanas voladas. Todas siguen la
línea estilística característica de las viviendas uniplantas. El
balcón de una u otra forma, aparece en todos los casos. Lo
conforma la baranda de madera, y pies derechos ochavados
que soportan el alero. Estos balcones pueden ser de tipo
corrido o aislado. El resto de los elementos al exterior
mantienen las mismas características que en las casas
uniplantas.

52
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

La variante de entresuelo, no es excepcionalmente empleada


en Camagüey. Un caso para ejemplificar lo encontramos en la
Casa Natal de Ignacio Agramonte.
En los interiores de los inmuebles, sólo aprecia una mayor
altura y perfección en los techos. Los de armadura poseen las
alfardas escuadradas y fileteadas, los tirantes son pareados,
sencillos o decorados y los cuadrales fileteados. Este nivel de
diseño se debe a que eran edificaciones pertenecientes a las
familias de mayores recursos.
Las galerías se forman por columnas toscanas, adinteladas o con
arcadas de medio punto.

EDIFICACIONES TÍPICAS DE LOS PERÍODOS


REPRESENTATIVO “A” Y “B”
Ubicadas en: Avellaneda 4, Hurtado 14, Hospital 12, Martí 207,
Ignacio Agramonte 459, Ramón Pinto 105, Martí 463,
Hurtado8, Hospital 278, Luaces 15.
Variantes de Altillo: José Varona 73/75, Padre Olallo 527,
Ramón Pinto 107/109.
Variantes de dos plantas: Casa Natal Ignacio Agramonte, Casa
del Puente

PERÍODO REPRESENTATIVO “A”.


Variante estilística, vivienda tradicional de influencia barroca.

AVELLANEDA 4 (San Juan 1).

LEYENDA
1 1 1 4 1 1- HAB
2- SALA
3- SALETA
4- COCINA
7 8 1
5- ZAGUAN
2 6- CABALLERIZA
3 1 7- COLGADIZO
8- PATIO

5 6

53
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

CARLOS. M DE CESPEDES 12 (Hospital 3)

3 5
5
5
5
4

LEYENDA
1 2 1 .S ala
2 .S a leta
6 3 .C o c in a
4 .G aleria
5 .H ab
7
6 .B añ o
7 .Z ag u an

PERÍODO REPRESENTATIVO “B”. Primera mitad s.XIX.

Variante estilística, vivienda tradicional de influencia barroca


evolucionada.

HERMANOS AGÜERO (San Ignacio) 280.

POBRES (Padre Olallo) 527.

LEYENDA
3 1.Sala
3 3 3 2.Saleta
10 6 1
3.Hab
8 2 4.Zaguan
5 5.Cocina
7
6.Despensa
4 7.Patio
8.Traspatio
9 9.Altillo
10.Letrina

54
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

EL PERÍODO DE TRÁNSITO
VIVIENDA DE TRANSICIÓN AL NEOCLÁSICO CON
ELEMENTOS BARROCOS, 1810--1856

D urante la primera mitad del XIX encontramos junto al


periodo representativo otro grupo de edificaciones que va
transformando la imagen de la casa tradicional, al incorporar
algunas modificaciones a nivel de fachada debido a la
incidencia del neoclasicismo.
Le corresponden ejemplares que evidencian una vanguardia
cultural, reflejada a nivel arquitectónico por innovaciones
parciales en la tipología. Estas innovaciones hacen que se
defina al grupo como: Viviendas de transición al neoclásico con
persistencia de elementos barrocos. (1810 - - - 1856)
Esta clasificación se establece durante esta primera mitad de
siglo coexistiendo con la arraigada casa tradicional, y
consideramos que se produce producto la necesidad de
muchas familias de la vanguardia cultural de incorporar cambios
principalmente desde el punto de vista estético.
Los datos encontrados en el proceso de búsqueda documental,
aportaron nuevos conocimientos sobre el tema. El análisis
reveló la existencia desde muy temprano en el XIX de algunas
edificaciones que ya introducían pequeños cambios,
transformadores en cierta manera de la imagen tradicional. De
hecho, estas edificaciones constituyen el otro grupo tipológico
que paralelamente se produce con el anteriormente expuesto
dentro de la misma época. Es por ello que coexisten los mismos
en una misma etapa.

Las transformaciones acaecidas se manifiestan por el aumento


de los espacios, así como estéticas con innovaciones
clasicistas, que coexisten con elementos tradicionales, como
por ejemplo en los Palacios Bernall y Pichardo, la Villa Simoni;
al igual que en otros temas arquitectónicos dedicados a
instituciones culturales, como el caso del Teatro Principal.
Por primera vez se comienza a distinguir transformaciones,
cuyo objetivo es ponerse a tono con la época.
A este grupo responden edificaciones que generan
modificaciones al modelo tradicional a partir de los nuevos
elementos originados por la incidencia de la estética neoclásica
y perdura hasta la formulación de las ordenanzas municipales
del 1856, fecha en que se institucionaliza el neoclasicismo
como método para la proyección arquitectónica.

Estas innovaciones se presentan fundamentalmente en


fachadas y como hemos explicado coexisten con la presencia
de los elementos barrocos tan arraigados en Puerto Príncipe.
Algunas edificaciones se producen totalmente nuevas y
también es muy común las transformaciones por refracciones

55
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

sobre todo en las fachadas que se modernizan con la presencia


neoclásica.
La permanencia de lo tradicional a consecuencia de la
enseñanza de las particularidades establecidas en la
enseñanza y la práctica de los oficios característicos en la Villa,
hace que mantengan la presencia de los motivos y detalles
barrocos durante toda la primera mitad del siglo XIX
independientemente de los transformaciones que se introducen
en algunos elementos.
Este período se caracteriza fundamentalmente por cambios en
el sistema figurativo, pues la herencia constructiva y
planimétrica se mantiene. La distribución en planta desarrolla
los tradicionales esquemas; la superficie habitable alcanza 244
m2 como promedio; las galerías se desarrollan basándose en
columnas y dinteles y columnas con arquerías, ambas del tipo
toscana; comienzan a desarrollarse los portales, que proliferan
en la barriada de la Caridad, basándose en columnas o pies
derechos. Las proporciones de fachadas, son equilibradas: 12,7
m de (ancho) x 5,70 m (alto) como promedio.
Los rasgos más distintivos son la regularidad en las
proporciones de los vanos. La composición guarda cierta
relación con el período anterior: disminuye el zaguán, los vanos
por lo general son adintelados, predominan las ventanas
voladas basándose en rejas de hierro, con tableros aún con
motivos barrocos, y en algunos casos tableros simples de corte
neoclásico.
Cambia el concepto del empleo de las pilastras estas son más
esbeltas y en mayor número. Las pilastras predominantes son
las corridas, distribuidas en toda la fachada. Para articular con
este nuevo elemento se utiliza una nueva variante de
culminación de las fachadas: el alero volado en gola y el pretil
liso. Las pilastras son corridas, de una sección esbelta, y
distribuidas en toda la fachada, en una cantidad que oscila entre
4 y 5. Las mismas poseen un remate mediante capitel, y su
basamento es simple o con el fuste directamente en el piso.
Las ventanas son de cuarterones neoclásicos simples o de
cuarterones barrocos evolucionados, o de tableros. Estos
últimos similares a los desarrollados en los períodos
representativos. Ambos casos son de 5 cayos promedio y de
dimensiones de 1,43 x 2,74 m.
Las rejas son de hierro, y las más empleadas son las de motivo
central, dos horizontales con uno vertical al centro, lisas, 3
verticales y dos horizontales, y las de encaje. En esta grupo
tipológico se sustituye el tradicional tornapunta por el alero
volado compuesto por una cornisa en gola con alfardas
cubiertas por tabloncillos o la introducción del pretil liso.
Con relación a los pretiles predominan os pretiles sencillos, sin
decoración, o con decoración simple a base de simples figuras
geométricas. En el naciente friso se incorporan diferentes tipos
de molduras, entre las que predominan las del tipo:
-Filete
-Lisa, con cuarto de bocel
.

56
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

-Lisa y Gola
-Corona, Escocia, medio bocel.
También se emplean en algunos aleros, fundamentalmente el
alero volado en gola.
Algunas fachadas que incorporan portales se caracterizan por
el empleo de columnas toscanas, junto a las molduras antes
mencionadas y el pretil. Los interiores están jerarquizados por
arcos complejos en su trazado, con preferencia de los
mixtilíneos y mixtilobulados.
La carpintería interior continúa empleando las puertas
españolas y de painel barrocas. Prácticamente no existen
elementos neoclásicos en puertas y ventanas interiores. Las
cubiertas son de armaduras de 4 vertientes, con alfardas
rollizas o escuadradas, algunas fileteadas. Los tirantes son
simples, o pareados decorados y pareados sin decorar, donde
prevalecen los simples. Los cuadrales son simples o fileteados.
Las galerías que bordean el patio se desarrollan adinteladas o
con arcadas de medio punto, siempre sobre columnas
toscanas.
Continúa el empleo de alacenas, así como de la pintura mural.
Los interiores se caracterizan por conservar la herencia
constructiva y estética de la casa tradicional.

VIVIENDAS DE ALTILLO Y DOS PLANTAS.


Se encontraron viviendas de dos plantas con entresuelo, y de
una planta con altillo. Se mantienen los esquemas planimétricos
de la casa tradicional de influencia barroca.

Los casos analizados no poseen pilastras en fachada.


Caracterizan la fachada las molduras, balcones (corridos o
combinados) y los pretiles de carácter simple. El resto de los
elementos se comporta de forma similar a las edificaciones de
una planta.
Persistencia de la casa tradicional.
En esta primera mitad de siglo XIX encontramos la persistencia
de la casa tradicional con pocos detalles estilísticos, son
edificaciones simples de familias que no quieren
transformaciones o que por su nivel social y económico
prefieren mantener y continuar la línea que el artesanado
criollo esta acostumbrado a desarrollar.

Esta casa como particularidad es muy simple y mantiene lo


representativo, es decir aquella imagen de la arquitectura
heredada de la tradición constructiva adquirida.

EDIFICACIONES REPRESENTATIVAS DEL PERÍODO DE


TRÁNSITO.
Ubicadas en: Bembeta 615, Cisneros 117, Cisneros 171, G.
Gómez 252, Avellaneda 66, Luaces 55, G. Gómez 211,
Avellaneda 160, Cisneros 105, Independencia 56.

57
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

PERIODO DE TRANSITO. Primera mitad XIX.

Variante estilística, vivienda de influencia neoclásica.

CISNEROS (Mayor) 117.

MATIAS VARONA 191.

CASA DE LA TROVA
Calle Cisneros, Parque Agramonte

EL PERIODO DE CAMBIO
VIVIENDA DE INFLUENCIA NEOCLÁSICA, SEGUNDA
MITAD DEL SIGLO XIX, 1856 - -1900

L a segunda mitad del siglo XIX muestra transformaciones de


índole estilísticas al introducirse la estética neoclásica.
Este período comienza con un gran auge y un cambio en la
expresión, sobre todo desde el punto de vista del sistema
figurativo. Este auge es frenado por la guerra del 68 que
produce un estancamiento que repercute en la arquitectura,
.

58
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

hasta aproximadamente los finales de la década del 70 e inicios


de los 80, años en que se pueden materializar muchos de los
proyectos realizados.
Este período difiere del anterior en el sentido que se va
perdiendo un tanto el carácter vernáculo de los anteriores para
dar paso a una arquitectura de autor que se define por la
aparición y el cumplimiento de ordenanzas municipales 1856
estableciéndose que el proceso de diseño debe ser controlado
por los arquitectos municipales.
Ello quiere decir que si bien el plano no estaba confeccionado
por un arquitecto si era de obligatorio cumplimiento su
supervisión por el arquitecto municipal.
La ordenanzas de 1856, (Legajo No. 43. Exp. No 70 Año 1857-
sobre la prohibición de guardapolvos...es que no solo deben
suprimirse los correspondientes a los vanos, sino también los
que corren a lo largo de las fachadas a bastante distancia de los
aleros de los tejados y que únicamente debe permitirse su
construcción cuando se ejecuten arreglos a las prescripciones
generalmente adoptadas...El resto del documento aborda los
frisos, ejes, alturas de ventanas, características de las pilastras
y disposición de la misma en toda la fachada.) establecen las
regulaciones para el desarrollo de la villa. De esto se derivan
reglamentaciones administrativas de gran importancia para la
arquitectura, como es la referida a la eliminación del tradicional
alero de tornapunta , además de reglamentar el tratamiento y
disposición de vanos y otros elementos de fachadas, según la
nueva concepción neoclásica imperante.
Esta nueva tendencia es asumida por las familias de la época,
que buscan proyectos renovadores, sobre todo en lo referente a
transformaciones estéticas, sintetizados a través de una clásica
expresividad en fachadas y austeros elementos de diseño
interior y mobiliario. El cambio responde a la introducción de los
códigos neoclásicos sobre la base constructiva heredada.
Uno de los rasgos de mayor persistencia de los períodos
precedentes es la composición planimétrica de la casa, la cual
se mantiene y se desarrolla hasta alcanzar el esquema de se
patio central.
Las plantas se desarrollan sobre la base de los esquemas ya
explicados. Se incorporan las plantas con patio central. La
superficie habitable es de 226 m2 promedio. Se mantiene de
igual forma los tipos de galerías con dintel y arco; no obstante
asumen un mayor carácter jerárquico al combinarse los mismos
con vitrales y persianería francesa. Proliferan los portales en la
barriada de la Caridad y en la nueva barriada de la Vigía. Las
dimensiones de fachadas 13,19 m (ancho) x 6,36m (alto) como
promedio reflejan la escalada en altura, pero mantienen además
la proporción de 1:2 propia del período.
La mayor transformación radica en la composición de la
fachada que incorpora la teoría Viñolesca en el diseño. La
regularidad y esbeltez en los vanos, rejas muy elaboradas que
ocultan las ventanas de cuarterones neoclásicos, pilastras
.

59
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

esbeltas y corridas y distribuidas en toda la fachada y el


entablamento compuesto por frisos trabajados, cornisa y pretil
decorado distinguen la nueva estética de esta segunda mitad
del XIX.
La composición en fachada se mantiene, pero desaparece el
carácter jerárquico que poseía la puerta del zaguán, que ya no
se construye con una dimensión menor que el resto de las
puertas, en cumplimiento de las ordenanzas que estipulaban
una regularidad en todos los vanos. Todos los vanos de puertas
y ventanas son adintelados; simples o jerarquizados con una
moldura en forma de platabanda.
A pesar de la incidencia neoclásica, las puertas exteriores
continúan iguales, es decir, a la española, con un postigo, dos
postigos o sencillas, y una apreciable altura. Las ventanas
exteriores son de cuarterones neoclásicos, formados por
tableros con recuadros simples. Se introduce también las
ventanas francesas, así como algunas correspondientes a la
etapa anterior, de discretos cuarterones barrocos, más
simplificados pero siguiendo la línea tradicional.
Las rejas, de hierro voladas, presentan un vuelo de sección más
pequeña, con un diseño similar a las del periodo de tránsito, con
predominio de los siguientes motivos: central, dos horizontales
con uno central y las de encaje de gran complejidad y
diversidad. Todas guarnecidas por la propia platabanda o por
molduras escalonadas o de caveto y bocel.
Las pilastras, son esbeltas, corridas y distribuidas en toda la
fachada; se emplean entre 4 y 6; poseen base simple y capitel
dórico o toscano o, combinaciones que articulan con la moldura.
Los pretiles alcanzan la mayor jerarquía en la vivienda colonial:
son decorados, incorporan balaustradas y friso, este último
compuesto por molduras de gran variedad y complejidad. Entre
las molduras más empleadas encontramos las de: Filete Lisa
con cuarto de bocel, Gola reversa, Filete, Cuarto de bocel y
gola.
En las zonas de La Caridad y La Vigía los portales, se forman
mediante columnas toscanas, con pretiles a los cuales se le
incorporan balaustradas lumínicas.
Los arcos de medio punto son los más empleados, con un
trazado perfecto, destacándose el arco de ½ punto muy bien
trazado flanqueado por pilastras adosadas al muro con
molduras decorativas que armonizan con el apoyo del mismo,
basándose en pilastras adosadas al muro o columnas bien
definidas con llamativos capiteles. Estos arcos se emplean
también en pares, o tríos que ocupan prácticamente toda la
dimensión de la pared. Se utilizan además en menor número los
trilobulados, los apuntados, o sencillamente el dintel decorado y
apoyado sobre columnas de similares características a las
descritas. De dimensiones promedios de 2,10 x 3,52 m. Los
arcos secundarios continúan siendo de medio punto sin
decoración, lo que evidencia el carácter secundario del mismo.
Las dimensiones promedios son de 2,10 x 2,87 m.

60
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

La carpintería interior está compuesta por: puertas de painel


neoclásicas, puertas de tableros lisos y puertas españolas;
estas últimas se emplean cuando el vínculo es hacia el exterior.
Persisten en algunos casos las puertas de painel barroco. Las
alacenas están compuestas por paineles neoclásicos. Las
ventanas coinciden con el diseño neoclásico de las puertas,
poseen rejas de madera o hierro de 2 a 3 cayos. Las cubiertas
son de armadura de 4 vertientes, con alfardas escuadradas,
tirantes pareados decorados con amplias lacerías, y cuadrales
simples o fileteados, estos últimos con tallas. Los espacios
interiores se cubren con el típico colgadizo de alfardas
escuadradas.
Los interiores aún conservan la persistencia de los techos de
armadura con alfardas encuadradas y tirantes decorados
también se introducen algunos techos planos, aunque no es el
predominio, ya que las armaduras persisten.
Las galerías se desarrollan adinteladas o con arcadas, todas de
columnas del tipo toscanas, de un intercolumnio (2,62 m)
.Algunas galerías presentan persianería y lucetas de colores.
Constructivamente se aprecia una perfección en el trazado de
los muros de ladrillo; aún se emplea el horcón interior, aunque
la generalidad no lo requiere.
El cimiento mantiene las tradicionales formas constructivas; en
las casas de mayor envergadura se utiliza la técnica del rajón
compactado. Los pisos se construyen de mármol o mosaicos,
reflejo del nivel económico y el gusto desarrollado. La magnitud,
sobriedad y elegancia lograda en la vivienda de esta etapa
persiste hasta finales de siglo.
Es típico de este período la introducción de cancelas para
proteger el zaguán o las entradas de escaleras.
Viviendas de altillo y dos plantas.
Se mantienen ambas variantes en la etapa.
Mantienen los esquemas planimétricos de las edificaciones
uniplantas.
Los balcones son de hierro, aislados o combinados. Los pretiles
son complejos, al formar un sistema compuesto por el friso y los
elementos de decoración, similares a los de las viviendas
uniplantas. El resto de las características se presentan iguales a
las de las construcciones uniplantas.

PERSISTENCIA DE LA CASA TRADICIONAL.


En esta segunda mitad de siglo XIX independientemente de las
fuertes transformaciones de índole estéticas, aún encontramos
casos donde se continúa empleando el modelo de la casa
tradicional de pocos detalles estilísticos. Estos casos al igual
que a principios de siglo se deben a familias que no quieren o
no pueden realizar grandes transformaciones producto de su
nivel social y económico, lo que origina la continuidad de la
línea que el artesanado criollo esta acostumbrado a desarrollar.

61
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

EDIFICACIONES REPRESENTATIVAS DEL PERÍODO DE


CAMBIO.
Ubicadas en : Avellaneda 3, República 367, Independencia 71,
Avellaneda 260, Avellaneda 75, Avellaneda76.

PERIODO DE CAMBIO. Segunda mitad XIX.


Vivienda de influencia noeclásica evolucionada.

AVELLANEDA 75 >

AVELLANEDA 3

AVELLANEDA 76 >

62
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

GENERALIDADES Y RASGOS FUNDAMENTALES DE


LA TIPOLOGÍA HABITACIONAL COLONIAL
CAMAGÜEYANA.

A tendiendo al comportamiento en cada uno de los periodos y


el significado que se alcanza en algunos de estos
puntualizamos algunos rasgos.
La casa camagüeyana responde a la casa popular cubana,
derivada de las tradiciones hispano musulmanas, y tiene una
identificación directa con la arquitectura de la región central del
país
El predominio de la distribución espacio funcional en todas las
etapas se desarrolla a partir del esquema de la distribución
alrededor del patio.
Las pilastras en fachadas se emplean en todas las etapas,
presentan una alta variedad caracterizada por diversas formas
de comienzo y terminación, así como diferente estructuración
por secciones.

En las casas de influencia neoclásica se aprecian cambios


radicales en las pilastras con relación al esquema tradicional.
En las tradicionales se emplean truncadas y en las de influencia
neoclásica son corridas de formas muy esbeltas, con capitel y
son distribuidas en toda la fachada.
El sistema de aleros junto a la pilastra y su articulación con la
puerta constituye un motivo que se torna un símbolo en
Camagüey, siendo además una interpretación sencilla y
regional de las complejas portadas coloniales.
Los vanos adintelados predominan en todas las etapas, y
alcanzan su generalización en las casas de influencia
neoclásica, con la aplicación de las disposiciones
reglamentarias de 1857, sobre los elementos de fachada.
La puerta española se mantiene constante, tanto externamente
como en los interiores vinculados con el patio durante toda la
colonia.
Las ventanas exteriores se realizan con un lenguaje que
introduce pequeñas variaciones en el diseño, el predominio de
los motivos es: en las más antiguas los cuarterones con detalles
de filiación barroca, luego con el paso del tiempo estos se van
simplificando para dar lugar al empleo de tablero y cuarterón
(versión originada también como consecuencia de la altura de
las casas del XIX). Con la introducción del neoclasicismo y a
consecuencia de dicha influencia se transforma la decoración
de los citados tableros y cuarterones por elementos de diseño
más simple.
Las rejas voladas de madera caracterizan la casa tradicional
formativa y de influencia barroca. Las de hierro son
características del XIX correspondiendo a la casa tradicional
del XIX y las de influencia neoclásica.

63
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

El portal aparece en las zonas de nuevo desarrollo, de un


trazado regular. Su incorporación no varía la distribución
espacio funcional de la vivienda.
En Camagüey se desarrolla la tipología de altillo, muy
característica de la región. Existen dos tipos fundamentales: los
altillos dentro del perímetro de la fachada, y los altillos
sobresalientes en una parte de la fachada. Estos últimos
semejantes a algunas construcciones típicas andaluzas. Ellos
aparecen con la casa tradicional y se mantienen en todos los
período representativo y luego persisten incluso hasta en la
arquitectura republicana.
En los interiores, el arco es uno de los elementos más
pregnantes que expresa el diseño de la casa criolla: los
mixtilíneos y mixtilobulados con relación al país alcanzan su
clímax en Camagüey. Los de medio punto y trilobulados se
encuentran en todas las etapas.
Los arcos secundarios empleados en todas las etapas son los
medios puntos simples.
Las puertas y ventanas de painel barroco son características
de Camagüey, y persiste incluso en algunas casas de influencia
neoclásica.
Por ultimo queremos llamar la atención en los techos, estos
poseen como persistencia el empleo de los de armadura, los
mismos son de par e hilera y en algunos casos de carácter
excepcional los de par y nudillo. Ya que estos son empleados
en edificaciones civiles y religiosas.
Los techos se emplean con rollizos o con alfardas escuadradas
según el nivel social de los propietarios. Estos techos de
armadura se mantienen durante todo el período colonial y
evolucionan durante las diferentes etapas, alcanzando a
diferencia de las iglesias su mayor perfeccionamiento durante
el siglo XIX.
Una particularidad que debemos destacar es que el modelo
conocido por: la casa tradicional se mantiene a lo largo de todos
los periodos. Esto se debe a que familias que no quieren o no
pueden realizar grandes transformaciones producto de su nivel
social y económico, persisten en continuar el modelo que el
artesanado criollo esta acostumbrado a desarrollar ya que el
mismo posee el confort requerido y posibilita mantener la
tradición arraigada durante siglos en la ciudad.

64
ARQUITECTURA HABITACIONAL CUBANA Y CAMAGÜEYANA

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Este material se elaboró en septiembre de 2006


CENTRO DE ESTUDIOS DE CONSERVACIÓN
DE CENTROS HISTÓRICOS
CECONS

UNIVERSIDAD DE CAMAGÜEY CUBA

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