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LA INOCENCIA DE UN HOMBRE

Había una vez un señor que no

tenía dinero y fue a la costa, como

no había carros en esos años se fue caminando.

Un día se hizo tarde y el señor se entró

a una cueva, no podía dormir porque se

escuchaba a los diablos diciendo

¿Quién es aquel forastero? Y los diablos

comiendo papa y mote cocinado, en

realidad eran piedras, los diablos lo invitaron

a comer y el señor agradeció y luego le dio para

su fiambre y le dijo abrirás a la 12 del mediodía,

cuando el hombrecillo abrió había tres barras

de oro y así ya no viajo a la costa y vivió

feliz

FIN
Autor: Jesús Alexander Liñán Quijano
PREGUNTAS

¿A dónde fue el hombrecillo?

¿Que comían los diablos?

¿Por qué no podía dormir?

¿Para qué fue a la costa?

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