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PATRICIA ORTIZ CORRALEJO 2º Doble Grado Educación Infantil y Primaria

EL USO DEL LENGUAJE SEXISTA EN ESPAÑA

¿Vivimos en una sociedad en la que el lenguaje sexista forma parte de nuestras


vidas e historia? o en su defecto, ¿vivimos en una sociedad en la que estamos creando un
lenguaje sexista y eso está llevando a un conflicto lingüístico, ético y moral?

Se parte de la base de que el lenguaje sexista es aquel que contiene algún tipo de
discriminación a un colectivo, en este caso el femenino, o en su defecto, directamente
invisibiliza la figura de la mujer.

He aquí un conflicto el que nos encontramos entre asociaciones feministas, una


parte de la clase política y los lingüistas.

Las dos primeras abogan por un cambio a nivel léxico, morfo-sintáctico y


pragmático. Solicitan una modificación en la terminación de los sustantivos, la
eliminación de numerosos significados de sustantivos y adjetivos en los que en el caso
femenino, la interpretación es negativa e incluso despectiva como puedan ser el caso de
zorra, callejera, loba. También piden que se eliminen todos aquellos usos de términos o
formas de tratamiento referidas a la figura de la mujer donde dependen de la figura del
hombre como son el caso de señora, señorita o señora de y el uso genérico del masculino
para abarcar la mención de ambos sexos.

Esto entra en discordancia con lo que los lingüistas y los académicos de la RAE
exponen, ya que éstos como responsables de la lengua no ven un fin sexista en el uso de
terminologías neutras. Consideran que las recomendaciones que se dan desde las
asociaciones feministas y algunas partes de la clase política, en las cuales éstos no han
participado por no haber sido invitados/as a ello, “difunden usos ajenos a las prácticas de
los hablantes, conculcan normas gramaticales y anulan distinciones necesarias que están
firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico”.

Cabe destacar que si pusiéramos en funcionamiento toda la maquinaria de


lenguaje no sexista se tendría que restablecer en nuestro lenguaje todo un sistema
lingüístico que directamente el ser humano expresa de manera innata. Es por este motivo
que nuestros padres dejarán de vivir juntos y pasarán a vivir en compañía un padre con
un madre. De este modo la figura de la mujer quedará patente. Del mismo modo unos
padres ya no podrán vivir contentos porque el padre estará contento pero la madre estará
contenta.
PATRICIA ORTIZ CORRALEJO 2º Doble Grado Educación Infantil y Primaria

Al final, todo lo expuesto deriva en un enfrentamiento de competencias en el que


cualquier persona o entidad puede hacer modificaciones en la lengua sin que existan unas
bases con las que pueda partir toda la población de manera consensuada.

A todo esto hay que sumarle la herencia histórica tanto cultural como social que
acarrea la figura de la mujer y lo que ésta a supuesto en cada una de las etapas de la
evolución.

Dicho todo esto, considero que para buscar la igualdad, no hay que fomentar la
desigualdad. Soy madre, tengo dos hijas y un hijo y el día de mañana quiero que a mis
tres hijos se les trate de la misma manera en la sociedad que les toque vivir. No quiero
que mis hijas por ser mujeres sean menos que nadie pero tampoco quiero que por ser
hombre, mi hijo tenga que medir todos sus actos y palabras por las consecuencias que
ello le pueda traer.

Pienso que todos somos personas y es desde ahí desde donde debemos de partir,
con el mismo respeto, los mismos valores y sin que unas terminaciones lingüísticas
marquen una diferencia donde no debiera de haberla. Considero que se debe de formar a
las personas y no a los sexos. Que se ha de partir de un cambio cultural y no de un cambio
hacia los extremos, que por cierto, la historia nos ha demostrado que nunca trajeron nada
bueno.

Ser miembro o miembra, joven o jóvena no va a hacer que yo sea más o menos
persona en una sociedad. Quizás se deba a que vivo en un periodo de transición
lingüístico. Puede que las generaciones futuras crezcan inmersos en un lenguaje no sexista
y no lo vean como un hecho que pueda fomentar la discriminación sino como algo natural
y coherente que forma parte de sus vidas.

Si hemos de cambiar, si tenemos que mirar hacia el futuro, avanzando con el único
fin de buscar la igualdad entre ambos sexos, no nos quedemos a medias y hagámoslo al
100%. Si lo correcto es que haya médicos y médicas, jueces y juezas, bomberos y
bomberas, que haberlos haylos y haylas, lo que queda es una reeducación a la hora de
hacer uso de dichas palabras sin olvidar la libre elección de las personas a decidir qué es
lo que quieren ser sin que ello tenga que ser una imposición y que si una mujer quiere ser
juez, médico o arquitecto pues que así sea sin reproche alguno.
PATRICIA ORTIZ CORRALEJO 2º Doble Grado Educación Infantil y Primaria

De la misma manera, no nos olvidemos de que haya policías y policíos, ebanistas


y ebanistos o dentistas y dentistos e igualmente se tendrán que crear los puestos de caba,
tenienta y coronela en lo que al ejército se refiere y más teniendo en cuenta que depende
de una administración que puede modificar estos puntos en cualquier momento.

Administración que aboga por un cambio pero luego no toma las medidas
oportunas, encargándole a terceros el que hagan guías de recomendación de lenguaje no
sexista, en lugar de tomar decisiones y elaborar leyes que sean de obligado cumplimiento.
Es por éstas por las que se regulan cosas tan importantes en un currículo como son unos
hábitos de higiene o de salud, qué mejor que por ley, se modifiquen unos hábitos en los
que la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres, se haga efectiva no
solo en las aulas sino en cualquier aspecto de la vida cotidiana de las personas y no sea
algo que recaiga exclusivamente en la figura del profesorado. Así, será de obligado
cumplimiento y no una mera recomendación, y además, habrá más recursos económicos
que harán que se pueda dotar de medios didácticos a los centros escolares para llevarlo a
cabo de manera inminente que es lo que se persigue.

Dice el refrán que no hay palabra mal dicha sino mal interpretada y son muchos
los casos en los que las palabras están mal dichas, pero cada vez están más en auge las
palabras mal interpretadas. Me reitero, no vayamos dirección “extremo”. Eso nos va a
condicionar y nos va a llevar hacia atrás en lugar de hacia delante.

Enseñemos en la aulas, creemos cultura en ellas. Una cultura en la que no exista


ni género, ni sexo, ni clases, ni razas sino simplemente seres humanos que aprenden a
convivir en sociedad.

¿Acaso una mujer de raza negra y clase social baja es triplemente doblegada por
ser mujer, ser negra y haber nacido casualmente en un país del tercer mundo? ¿Pues no
será persona de la misma manera que lo es una mujer de raza blanca y clase social alta?

Contémosle al alumnado que a lo largo de la historia ha habido grandes científicos


como Marie Curie o Isaac Newton, grandes pedagogos como María Montessori y
Fredrich Fröbel…porque quizá el error no esté en un sustantivo y su terminación sino en
no recordar la importancia que cada cual tuvo a lo largo de la historia y que todos, tanto
hombres como mujeres, contribuyeron a la mejora de ésta.

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