Observa los siguientes signos de la Lengua de Signos Española. Explica y justifica
con el máximo detalle a partir de estos signos si la Lengua de Signos Española posee las características propias y exclusivas de las lenguas humanas.
ROPA PIJAMA
Para ayudarte en el razonamiento puedes tener en cuenta esta información:
o Stokoe distinguió tres rasgos mínimos en el signo: Forma o configuración de la mano: 29 en LSE. Ej. dedo índice extendido y los demás flexionados. Lugar de articulación: zona del cuerpo en la que se colocan las manos: cuerpo, cabeza, brazo izquierdo (o derecho) y mano izquierda (o derecha). Ej. MOTO/PRACTICAR Movimiento realizado: recto, circular, en espiral… hay 18 en LSE. Ej. pronombres personales tónicos. A estos, se han añadido posteriormente: Orientación de la mano: arriba/abajo, al frente/al cuerpo, derecha/izquierda. Ej. en LSE ALUMNO/PROFESOR Expresión facial: permite codificar los elementos prosódicos (entonación). Ej. Interrogación. Actividad 5: Las lenguas de signos
Partiendo de las imágenes expuestas con anterioridad, a continuación se desarrolla
una justificación e interpretación de si la Lengua de Signos Española (LSE) comparte o no las características de las lenguas humanas. Para ello se analizará, por separado, cada una de las propiedades de las que consta la lengua humana y se analizará en base a la LSE. Se cumple la propiedad de intercambiabilidad de roles siempre y cuando exista un emisor y receptor que conozcan la lengua de signos. Esto nos lleva a la propiedad de la posibilidad de aprendizaje y es que cualquier niño/a o persona adulta, pueden aprender a comunicarse con esta lengua de la misma manera que se aprende un idioma extranjero. Si seguimos analizando propiedades, se puede ver que la de semanticidad también se cumpliría al ir asociado cada uno de los signos con un significado concreto. A continuación, se puede observar que al igual que sucede en la lengua humana, existe arbitrariedad en unos signos sí y en otros no. Por ejemplo en el caso de la palabra “pueblo”, no tiene relación entre el signo que lo representa y su significado en sí. Por el contrario, en el caso de “dormir”, va asociado el signo utilizado con el significado de éste, es más, podría decirse que se usa como un signo convencional incluso fuera de la lengua humana. Podemos decir que también es una lengua de carácter discreto ya que un signo se compone de elementos más simples que se pueden dividir. No sólo están compuestos por la posición en la que se colocan los dedos o la mano, sino en qué parte del cuerpo se posicionan. Es de esta manera, que volviendo al ejemplo de pueblo, dependiendo de si la misma forma de la mano, se coloca en la frente o en la barbilla, se expresará una cosa u otra, “pueblo” o “despreciar”. La cantidad de repeticiones también da muestra de que el signo tiene la propiedad divisible como es el caso de los plurales. En este apartado añadir, que el alfabeto no produce signos de esta misma lengua. Sólo se deletrea en casos determinados como el del nombre de una persona, al que finalmente se le terminará asignando un signo en concreto que identifique a dicha persona. Por este motivo, también se estaría dando la doble articulación ya que de ese hecho, partiría un nuevo signo. (Teniendo en cuenta que el signo implica el gesto y el posicionamiento de éste). Decir que mediante la lengua de signos se pueden expresar cosas que no se encuentran en las coordenadas espacio temporales de la persona en cuestión. Es por ello que la propiedad de desplazamiento se cumpliría. Por último, decir que la lengua de signos, va evolucionando y se va adaptando a los nuevos tiempos cumpliéndose así la propiedad creativa o de productividad.
Jubilarse (antes) Jubilarse (ahora)
Por todo ello, cabe decir que la lengua de signos es una lengua natural de la misma manera que lo son el resto de lenguas humanas.