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¡VOY A SER PAPA!

Grito emocionado Fernando, tenía recién 19 años, pero la emoción que sentía

era sincera y a pesar del miedo que tenía por saber la opinión de sus padres,

esto no lo hacía vacilar, abrazó a teresa su novia que lloraba de nerviosismo,

¡Tranquila amor!, le dijo. Teresa era hija de un policía, sabía que su madre la

apoyaría, pero temía por la reacción de su padre, recordaba en esos momentos

como su padre hecho de casa a su hermana mayor por la misma razón, lloraba

de miedo, no por ella, sino por las penurias que pasaría con su hijo si su padre

la echaba de casa.

Fernando cursaba el segundo ciclo de derecho, mientras que teresa estaba en

quinto de administración, ambos vivían solventados por sus padres y no tenían

en este mundo nada más que a sí mismos. ¡No podemos tenerlo! Le dijo teresa

con voz cortante, Fernando calló.

FERNANDO: ¿pero porque dices eso?

TERESA: “…es que acaso no te das cuenta que, si tenemos a este niño, su

vida y la nuestra estarían llenas de sufrimiento y necesidad…”

FERNANDO: “…pero yo trabajaría, yo estaré contigo, no estarás sola…!

TERESA: ¡Hasta cuando!, ¡Hasta que llegue el día en que te canses¡,¡Hasta

que llegue el día en que conozcas a alguien más y me dejes!

FERNANDO: “…eso no sucederá yo estaré contigo siempre…”

TERESA: sabes bien que eso es mentira.

FERNANDO: ¿y qué piensas hacer entonces?

TERESA: le pediré a mi hermana que me ayude a abortar.


FERNANDO: ¡No puedes hacer eso!

TERESA: claro que puedo, se cómo terminará esto, incluso se lo que dirás

ahora, esta historia se repite una y otra vez a diario y yo no quiero ser la

jovencita que no terminó de estudiar, que no tiene nada para dar a su hijo, yo

no quiero ser esa chica de la cual todos sienten pena, no quiero que mi hija

pase hambre o necesidad, quiero que mi hija se sienta orgullosa de tener una

familia y no una madre soltera que lucha haciendo lo que puede para

sobrevivir.

FERNANDO: pero lo nuestro puede ser distinto.

TERESA: ¿Qué harás, en que trabajaras?, ¿Qué pasará si mi padre me hecha

de la casa?

FERNANDO: vendrás a vivir a mi casa…

TERESA: a la casa de tus padres querrás decir.

FERNANDO: ¡Sí! A la casa de mis padres.

TERESA: ¡No! No quiero que tu madre piense que yo me aprovecho de ti, no

quiero que me diga vaga o que critique las cosas que yo hago.

FERNANDO: mi mamá no hace eso.

TERESA: ¡Lo hará! Porque estaré bajo su techo, bajo sus reglas.

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