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La Biblia es una recopilación de textos que en un principio eran documentos separados (llamados

«libros»), escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy amplio y después reunidos
para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo Testamento.

Qué es Biblia:
Biblia es un término procedente de la palabra griega βιβλίον (biblíon), que significa rollo, papiro o
libro, y de la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta hágia), que significa los libros sagrados.
La Biblia es el conjunto de libros adecuados del judaísmo (sólo el Antiguo Testamento) y del
cristianismo, es la Palabra de Dios.

Para el cristianismo, la Biblia es una colección o recopilación de textos o libros escritos por hombres por
inspiración divina, y que contiene las doctrinas que orientan el comportamiento de los cristianos.

La Biblia expone cómo el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano.
De igual forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios.

En sentido figurado, el término también se utiliza para referirse a un libro de suma importancia y que
contiene toda la información relevante en un área determinada.

Por ejemplo, La Biblia de Java Script, La Biblia de la Administración de Empresas, La Biblia del
Músico, La Biblia del Fútbol, etc.

La Santa Biblia (biblia sacra en latín) es el libro más vendido de todos los tiempos. Ha sido escrita
originalmente en arameo, hebreo y griego, ahora está traducida en más de 2500 idiomas, y está
disponible en diversas versiones debido a los diferentes traductores.

Además, también está disponible en versión online, de estudio para niños, para la mujer, para surfistas,
para deportistas, entre otros, con diferentes comentarios dependiendo al público lector al que se dirija.

El primer libro de la Biblia, "Génesis", fue escrito alrededor del 1445 a.C., y el último libro,
"Apocalipsis", alrededor del 90-96 d.C. La Biblia ha sido escrita por, aproximadamente, 40 hombres en
un período cercano a los 1600 años.

Antiguo Testamento y Nuevo Testamento


La Biblia consta de 66 libros divididos en dos grupos principales: el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Testamento (berith en hebreo) significa alianza, pacto o contrato.

El Antiguo Testamento (Tanaj para los judíos y Septuaginta para los griegos) tiene 39 libros que cuentan
historias relacionadas con la creación del mundo y de todos los acontecimientos del pueblo de Israel, de
los hebreos, hasta aproximadamente el año 445 a.C. Su último libro (Malaquías) habla de la venida del
Mesías.

Entre los numerosos libros apócrifos (libros que no han sido escritos por inspiración divina), hay siete
libros sagrados llamados deuterocanónicos y reconocidos por la Iglesia católica, que no aparecen en el
Antiguo Testamento de la Biblia cristiana evangélica: Tobías, Judit, 1º de Macabeos, 2º de Macabeos,
Sabiduría, Eclesiástico y Baruc.
Además, la Biblia ortodoxa contiene más libros que las Biblias anteriores, incluye el Salmo 151, la
Oración de Manasés, 3º de Esdras y 3º de Macabeos. Los libros 4º de Esdras y 4º de Macabeos figuran
como apéndices en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia cristiana ortodoxa.

La iglesia copta admite otros libros como el libro de Enoc y el libro de los Jubileos.

Después de unos 400 años de silencio, empezó a escribirse el Nuevo Testamento, que contiene 27 libros.

El Nuevo Testamento contiene los Evangelios que presentan la historia de Jesucristo, abarca los
acontecimientos durante su vida, su mensaje, su muerte, su resurrección y las cartas apostólicas que
presentan la historia de los primeros cristianos.

Aunque los copistas hebreos de las Escrituras, denominados masoretas, eran quienes copiaban las
Escrituras hebreas entre los siglos VI y X, estos solían contar las letras para evitar errores.

No obstante, existen distintas opiniones en cuanto a la fiabilidad, conservación e integridad de la Biblia


debido a que han pasado muchos años desde los primeros manuscritos, y también por posibles errores en
las traducciones a los diferentes idiomas y opiniones divergentes en dogmas.

También la arqueología ha brindado descubrimientos interesantes en relación a la conformación de los


propios textos bíblicos históricos.

El evangelio de María Magdalena

Se denomina evangelio de María Magdalena a un evangelio apócrifo gnóstico, escrito entre los años
30 y 180 d. C. Han llegado hasta nuestros días sólo algunos fragmentos.
De este evangelio se conservan sólo tres fragmentos: dos, muy breves, en griego, en manuscritos del siglo
III (papiro Rylands 463 y papiro Oxyrhynchus 3525); y otro, más extenso, en copto1 La mayoría de los
eruditos están de acuerdo en que el evangelio original fue escrito en griego durante el siglo II. 3 Sin
embargo, el profesor Hollis, del Seminario Harvard, sugiere que fue escrito en tiempo de Cristo.45
En ninguno de los fragmentos hay mención alguna del autor de este evangelio. El nombre que
tradicionalmente recibe, evangelio de María Magdalena, se debe a que se cita en el texto a una discípula
de Jesús llamada María, que la mayoría de los especialistas identifican con la María Magdalena que
aparece en los evangelios canónicos, aunque algunos han sugerido que podría referirse a María, la madre
de Jesús.6
En el fragmento copto, que es el más extenso, faltan varias páginas (concretamente 1-6 y 11-14). Se trata
de un diálogo entre Jesús (mencionado como «el Salvador») y sus discípulos. Tras la marcha de Jesús,
los apóstoles se encuentran desorientados.
Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo: «¿Cómo iremos hacia los
gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él ninguna
consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?».
Entonces Mariam se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis;
no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos
su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, Mariam convirtió sus
corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador].
laguna del evangelio:
...del Salvador?». Leví dice a Pedro: «Siempre tienes la cólera a tu lado, y ahora mismo discutes con la
mujer enfrentándote con ella. Si el Salvador la ha juzgado digna, ¿quién eres tú para despreciarla? De
todas maneras, Él, al verla, la ha amado sin duda. Avergoncémonos más bien, y, revestidos del hombre
perfecto, cumplamos aquello que nos fue mandado. Prediquemos el evangelio sin restringir ni legislar,
(sino) como dijo el Salvador». Terminado que hubo Leví estas palabras, se marchó y se puso a predicar
el evangelio según María.
María, entonces, relata una visión y el diálogo que mantuvo con Jesús en esta visión, lleno de términos
propios del pensamiento gnóstico. El testimonio de María es rechazado por Andrés y por Pedro, quienes
dudan de que Jesús haya preferido a una mujer antes que a ellos para hacerle revelaciones secretas. Sin
embargo, Leví (el apóstol Mateo) decide predicar "el evangelio según María".
Además, de acuerdo con este texto, María Magdalena habría sido depositaria de revelaciones secretas de
Jesús, y habría tenido un papel destacado en la comunidad cristiana postpascual. Sin embargo, es posible
que María Magdalena no sea aquí más que un símbolo de la Sofía de la teología gnóstica.
Pueden encontrarse ciertas analogías entre las ideas expuestas en este evangelio y religiones orientales
como el taoísmo y el budismo.
En el texto traducido se muestra que María Magdalena tuvo una relación muy estrecha con Jesús: “de
todas maneras, Él, al verla, la ha amado sin duda.” (Pedro); muchas afirmaciones como estas han
contribuido a las discusiones religiosas, pero aún la verdad no está dicha porque ambas partes tiene
argumentos muy fiables para defender sus tesis.

El Evangelio de Tomás —
también llamado Evangelio copto de Tomás o Evangelio gnóstico de Tomás— es un evangelio
apócrifo que contiene 114 dichos atribuidos a Jesús de Nazaret. Se ha conservado en
un papiro manuscrito en copto, descubierto en 1945 en la localidad egipcia de Nag Hammadi.1 Existen
dudas acerca de su fecha de composición. Algunos de los dichos de este evangelio se asemejan a los de
los evangelios canónicos de Marcos, Mateo, Lucas y Juan; otros eran desconocidos hasta su
descubrimiento.
A diferencia de los evangelios canónicos, el libro de Tomás no adopta la estructura de un relato acerca
de la vida de Jesús, sino que contiene sólo dichos (en griegologia) de Jesús enmarcados en las
conversaciones que mantiene con varios de sus discípulos. La autoría de la obra es atribuida en un breve
prólogo a Dídimo Judas Tomás («dídimo» significa ‘mellizo’): «Estas son las palabras secretas que
pronunció Jesús el Viviente y que Dídimo Judas Tomás consignó por escrito». Finaliza con el título «El
Evangelio según (gr. kata) Tomás».
Unos 17 de los 114 dichos que componen este evangelio coinciden con otros dichos, redactados
en griego, encontrados en los fragmentos de los Papiros de Oxirrinco, descubiertos en Oxyrhynchus, en
Egipto, en 1898. Estos fragmentos se han fechado en torno al año 200, en tanto que el manuscrito copto
hallado en Nag Hammadi data de alrededor de 340. Se cree que el manuscrito copto es traducción de un
texto griego más antiguo, del que dan testimonio los fragmentos de Oxyrhynchus.
Debe distinguirse el Evangelio de Tomás de otros apócrifos o pseudoepígrafos atribuidos al mismo
personaje, como los Hechos de Tomás o el Evangelio del Pseudo Tomás (acerca de supuestas cosas que
hizo Jesús siendo niño), así como del texto gnóstico conocido como Libro de Tomás el Contendiente.
Hipólito de Roma (muerto hacia 235) hace referencia a un Evangelio de Tomás, del que cita
un logion («Quien me busca me encontrará entre los niños a partir de los siete años, pues allí me
manifiesto oculto en el decimocuarto eón») que no aparece en el texto de Nag Hammadi, y que se ha
relacionado más bien con los apócrifos de la infancia.
También Ireneo (en Adversus haereses, Contra los herejes, 1, 22, 1) menciona un Evangelio de Tomás,
pero se cree que hace referencia al Evangelio del Seudo Tomás y no al que aquí nos ocupa.
En el siglo IV es mencionado por Cirilo de Jerusalén, quien en su Cathechesis V afirma que no se trata
de una obra de ninguno de los apóstoles, sino de uno de «tres malvados discípulos de Mani». Sin
embargo, en este evangelio apenas hay trazas de dualismo maniqueo.
Actualmente existe un vivo debate acerca de la fecha de composición de este evangelio. Existen
fundamentalmente dos teorías: una serie de estudiosos defienden una datación temprana de este
evangelio, en torno al año 50, antes, incluso, que el primero de los evangelios canónicos, el de Marcos;
otros abogan por una fecha más tardía, posterior a los canónicos y no anterior, en cualquier caso, a finales
del siglo I (la mayor parte de estos autores prefiere la fecha de 150). La datación temprana está más
extendida entre los investigadores estadounidenses, en tanto que la tardía es preferida en Europa
(especialmente en Alemania y el Reino Unido).
Datación temprana[editar]
Los partidarios de la datación temprana argumentan que —dado que el Evangelio de Tomás se compone
sobre todo de material original y no parece basarse en los evangelios canónicos— debe haber sido escrito
partiendo de una tradición oral. Dado que sólo en el siglo I fue considerada la tradición oral como fuente
de autoridad, el Evangelio de Tomás debió haberse escrito en esta época. Si así fue, se ha pensado que
pudo haber cierta relación entre este texto y la hipotética fuente Q, texto escrito u oral, que, según la teoría
de las dos fuentes (la más extendida acerca de los sinópticos) es la fuente del material común a los
evangelios de Mateo y de Lucas, que no procede de Marcos.
Existe la hipótesis de que Q se formó en tres estratos sucesivos (denominados, respectivamente, Q1, Q2
y Q3), de los cuales el material apocalíptico corresponde a los dos últimos. Estudiosos bíblicos han
identificado 37 dichos de Jesús que coinciden en su reconstrucción de Q y en el Evangelio de Tomás, de
los cuales todos corresponderían a los estratos primero y segundo de Q (los más antiguos). Según esta
hipótesis, el autor de Tomás no conoció (o apenas conoció) Q3, pues no incorporó este material a su
escrito. Dado que Q1 y Q2 serían anteriores a los cuatro evangelios canónicos, el Evangelio de
Tomás sería más antiguo que ellos y, por tanto, el primero de todos los evangelios conocidos.
Según algunos autores, como Koester, este evangelio se basa en tradiciones anteriores a las fechas en
que se escribieron los evangelios canónicos. Otros autores señalan que el Evangelio de Tomássigue los
mismos cambios verbales que Lucas utiliza sobre el texto de Marcos (Logion 5 de Tomás; Lc 8,17; Mc
4,22). Esto sugiere que los evangelios de Lucas y Tomás son tardíos o anteriores respecto a Marcos.
Teoría de Elaine Pagels[editar]
Según la tesis desarrollada por la teóloga Elaine Pagels en su libro Beyond Belief: The Secret Gospel of
Thomas (‘Más allá de la fe: el evangelio secreto de Tomás’), muchos de los pasajes del evangelio de
Juan pueden entenderse como una refutación de los dichos, ideas, tradiciones y creencias de una
comunidad cristiana cuya línea de pensamiento estaría ejemplificada por el Evangelio de Tomás. El
ejemplo más destacado es la imagen que en el evangelio de Juan se da del apóstol Tomás, en pasajes
como el de la duda de Santo Tomás (Juan 20:24-29).

Imagen de la última página del Evangelio de Tomás.


Consta de 114 sentencias, que comienzan con la fórmula «Jesús dijo» o «Él dijo». Enfatizan en la
sencillez, en la sinceridad y en la renuncia al poder mundano:
Jesús dijo: «Haceos transeúntes». [42]
«Si no ayunáis del mundo, no encontraréis el Reino.» [27]
Le preguntaron sus discípulos diciéndole: «¿Quieres que ayunemos? ¿Y de qué forma hemos de orar y
dar limosna, y qué hemos de observar respecto a la comida?». Jesús dijo: «No mintáis ni hagáis lo que
aborrecéis, pues ante el cielo todo está patente, ya que nada hay oculto que no termine por quedar
manifiesto y nada escondido que pueda mantenerse sin ser revelado». [6]
«Quien haya encontrado el mundo y se haya hecho rico, ¡que renuncie al mundo!» [110]
«Si tenéis algún dinero, no lo prestéis con interés, sino dádselo a aquel que no va a devolvéroslo.» [95]
Reclaman el amor al prójimo:
Dijo Jesús: «Ama a tu hermano como a tu alma; cuida de él como a la pupila de tus ojos». [25]
«Si dos personas hacen la paz entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: “¡Desplázate de aquí!”, y
ella se desplazará.» [48]
Adicionalmente, dice:
Simón Pedro les dice: «Que María salga de entre nosotros, pues las hembras no son dignas de la vida».
Jesús dice: «He aquí que le inspiraré a ella para que se convierta en varón, para que ella misma se haga
un espíritu viviente semejante a vosotros varones. Pues cada hembra que se convierte en varón, entrará
en el Reino de los Cielos». [114]
Jesús les dijo: «Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el
interior y lo de arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la hembra como una sola
unidad de tal modo que el hombre no sea masculino ni la mujer femenina, cuando establezcáis un ojo en
el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el
lugar de una imagen, entonces entraréis en el Reino». [22]
En otros puntos, el conjunto de las sentencias muestra importantes similitudes con la colección de
los Logia Jesu (logia), también conocida como Q (del alemán Quelle, ‘fuente’), que se supone fue
utilizada para escribir los evangelios de Mateo y Lucas. Se c
Evangelio de Judas
Primera página del Evangelio de Judas (página 33 del códice Tchacos).
Se denomina Evangelio de Judas a un texto utilizado, según testimonios de los Padres de la Iglesia, por
la secta gnóstica de los cainitas. Fue compuesto durante el siglo II alrededor de los años 130-150.1 Este
evangelio se creía desaparecido, pero durante los años 1970 fue hallado
en Egipto el códice Tchacos copto del siglo IV (supuestamente traducción de un original griego del cual
no se conserva ningún ejemplar) en el que aparece un texto que parece corresponder al Evangelio de
Judas mencionado en la literatura cristiana primitiva.2
En 2006 la organización National Geographic Society hizo público su trabajo de restauración y
traducción del manuscrito. También en ese mismo año la organización National Geographic Society
elaboró un video documental titulado "The Gospel of Judas" (El Evangelio de Judas).3
En el texto se hace una valoración positiva de la figura del apóstol Judas Iscariote, que en los
cuatro evangelios canónicos es considerado como traidor a Jesús. Según este evangelio gnóstico,
Iscariote fue su discípulo favorito, y si entregó a su maestro a las autoridades romanas fue en
cumplimiento de un plan previsto por el propio Jesús.
En el año 2007, tras revisar una transcripción del manuscrito, la biblista April D. DeConick, profesora
de la Universidad Rice (Estados Unidos), rechaza esa interpretación argumentando errores de
traducción.4 El 21 de marzo de 2008 el experto en copto Marvin Meyer, que formó parte del equipo de
traducción de National Geographic, rebate las conclusiones de DeConick defendiendo la traducción
original con base en otros textos gnósticos.5
La primera referencia moderna conocida a este texto data de 1983, cuando alguien propuso su compra a
la Universidad Metodista del Sur y el experto Stephen Emmel pudo examinarlo brevemente, junto con
otros manuscritos. Según se cree, lo descubrieron en 1978 unos campesinos egipcios en la localidad
de Menia, y fue sacado de Egipto de forma ilegal. El anticuario que intentó venderlo pedía una cifra que
los posibles compradores consideraron excesiva (tres millones de dólares por el lote en el que iba
incluido), por lo que tuvo que desistir. El texto estuvo depositado desde 1984 en un banco de Nueva
York.
En 2002 lo adquirió la Maecenas Foundation for Ancient Art, radicada en Basilea, una fundación privada
de Suiza, dirigida por el abogado Mario Roberti. Esta fundación contactó con National Geographic
Society para que restaurase, datase y tradujese el manuscrito. Según el vicepresidente de esta institución,
Terry García, el códice estaba muy deteriorado, y, si no hubiesen actuado de inmediato, hubiera acabado
convirtiéndose en polvo.
Rudolf Kasser hizo pública la existencia del texto en una conferencia que tuvo lugar en París, en julio
de 2004. Al año siguiente, un portavoz de la Maecenas Foundation anunció su traducción inminente al
inglés, francés y alemán.
National Geographic Society eligió para hacer pública la restauración y traducción del manuscrito la
fecha del 6 de abril de 2006, próxima a la Semana Santa, en que se conmemora la muerte de Jesús de
Nazaret. El 9 del mismo mes programó el estreno televisivo de un documental sobre el manuscrito.

El texto del Evangelio de Judas es un relato de unas doscientas cincuenta líneas, cuya traducción a un
idioma moderno contrasta con los extensos relatos evangélicos porque sólo insume alrededor de siete
páginas. Se encuentra en un códice de 66 páginas, más de un tercio del cual es ilegible, y que contiene
otras tres obras. Dos de ellas (el Primer Apocalipsis de Santiago, y la Epístola a Felipe, atribuida a San
Pedro) son obras gnósticas ya conocidas por los hallazgos de Nag Hammadi. La tercera es un fragmento
de un texto desconocido, titulado provisionalmente Libro de Alógenes.6 Todos los textos están escritos
en el dialecto sahídico del idioma copto, aunque es una traducción de un original griego. Mediante varios
métodos, entre ellos el del carbono-14, el códice ha sido datado entre los años 220 y 340.
El papiro se encuentra muy deteriorado: algunas partes del texto se han perdido y otras se conservan sólo
fragmentariamente. Veintiséis de las 66 páginas corresponden al así denominado Evangelio de Judas. La
parte que ha podido ser traducida comienza indicando que se trata de las revelaciones que Jesús hizo a
Judas Iscariote, en conversación privada, tres días antes de la Pascua. Escrito en tercera persona, el texto
es un diálogo entre Jesús y sus discípulos, especialmente Judas, que aparece como el discípulo favorito
de Jesús. Según este evangelio, Judas entregó a su maestro a los romanos siguiendo órdenes del propio
Jesús, quien profetizó: "Tú serás el decimotercero, y serás maldito por generaciones, y vendrás para
reinar sobre ellos" (página 47 del manuscrito).
El Jesús que presenta este evangelio es desenfadado. Mientras en los evangelios canónicos Jesús de
Nazareth nunca es presentado riendo y menos con malicia, en el texto gnóstico el personaje llamado
Jesús se ríe con frecuencia de los malentendidos de los demás discípulos y de su devoción, a la que
pretende superficial. En particular, se ríe de modo sardónico mofándose de la ignorancia ajena. Los
apóstoles y discípulos se ponen furiosos al ver que este Jesús se burla de ellos; todos, menos el otro
protagonista denominado Judas, que responde al primero, "Yo tengo conocimiento de quién eres tú y
de dónde vienes. Tú vienes del inmortal reino de Barbelo." En los antiguos textos gnósticos, Barbelo
es la Divina Madre de todo y la prudente previsión o lógosque posee el Uno Infinito.
Debido al "conocimiento" (gnosis, en griego) de Judas, acerca de que Jesús viene desde "el inmortal
reino de Barbelo", a Judas se le promete una revelación "referida a secretos que ninguna otra persona
ha conocido nunca". La inversión de la relación tradicional entre Jesús y Judas que plantea el texto es
que Jesús le está agradecido a Judas y lo elogia: “Tú los superarás a todos ellos. Porque tú sacrificarás
el hombre que me reviste (...). La estrella que indica el camino es tu estrella.” (n. 56-57). La última parte
de la "revelación" que el "Jesús" gnóstico brinda a Judas es la siguiente. Los paréntesis rectos indican
lagunas del texto; es de notar la referencia a "Cristo" y el lugar atribuido al mismo en el universo:
La multitud de aquellos inmortales es denominada cosmos -que significa perdición- por el Padre y las 72
luminarias que están con el Autogenerado y sus 72 eones. En El apareció el primer humano con sus
poderes incorruptibles. Y el Eón entonces apareció con su generación, en quien la nube de conocimiento
y el ángel es llamado El. [...] eón [...] después de eso [...] dijo, hagamos que doce ángeles adquieran
realidad para gobernar sobre el caos y el mundo subterráneo. Y hete aquí, que desde la nube emergió un
ángel con destellos de fuego en su faz y sucio de sangre en su apariencia. Su nombre era Nebro, que
significa Rebelde; otros le llaman Yaldabaoth. Otro ángel, Saklas, también salió de la nube. En esto,
Nebro creó seis ángeles y lo mismo hizo Saklas, para que fuesen sus asistentes, lo cual produjo doce
ángeles en los cielos, y cada uno recibió una porción de los cielos. Los doce soberanos hablaron a los
doce ángeles [...] el primero es Seth, quien es llamado Cristo. El segundo es Harmathoth. El tercero es
Galila. El cuarto es Yobel. El quinto es Adonaios. Estos son los cinco que gobiernan sobre el mundo
subterráneo, y ante todo sobre todo caos.
Este tipo de contenido es abiertamente gnóstico. Es lo que impide considerarlo un texto cristiano, por
cuanto no tiene prácticamente nada en común con los cuatro evangelios o la fe cristiana excepto el empleo
de los nombres "Jesús" y "Judas". Al final, poco después de entrar en una nube luminosa, Judas "recibió
algún dinero y se lo entregó a ellos". Jesús se lo agradece, ya que prepara el momento en que Jesús
quedará "liberado" del cuerpo, lo que le permite regresar al “reino grande e ilimitado cuya inmensidad
no ha visto ninguna generación de ángeles” (n. 47). El texto termina con Judas entregando a Jesús ante
los sumos sacerdotes y no incluye ninguna mención de la crucifixión o de la resurrección.
La única otra fuente independiente referida a este texto es Ireneo de Lyon, obispo y mártir fallecido en
el año 202, quien escribió una serie de libros titulados Contra las Herejías, refutando a varios maestros
gnósticos, en uno de los cuales menciona al Evangelio de Judas. Hacia el año 180, Ireneo escribió sobre
la secta gnóstica de los cainitas, que pretendían "rehabilitar" una cantidad de villanos que aparecen en la
Biblia, tales como Caín (que asesinó a su hermano Abel), los Sodomitas (habitantes de una ciudad
notoria por su inmoralidad sexual), Esau (que despreció y vendió sus derechos de nacimiento por un
plato de lentejas), Coré o Korah (que dirigió una sedición para derrocar a Moisés) y Judas,
presentándolos como héroes espirituales. A fin de procurar ese objetivo, los cainitas produjeron lo que
Ireneo de Lyon denominó "un relato ficticio al estilo de El Evangelio de Judas."

Origen[editar]
Según el Obispo Ireneo de Lyon, dicho evangelio tuvo sus raíces en un mago llamado Simón, a quien
dicho personaje se le hace mención en el libro de los Hechos de los Apóstoles donde se afirma que
este hechicero quiso comprar a los Apóstoles el poder de hacer milagros. Simón Pedro lo repelió,
diciendo: “Tú estás preso en los lazos de la iniquidad” (Hechos 8, 23). Simón, el Mago, es tenido como
el “padre de las herejías”, y de su sacrílego intento le viene el nombre al pecado de simonía. Sus
seguidores predicaban la vieja doctrina de la gnosis.
Entre los prosélitos de Simón, el Mago, San Ireneo señala a la secta de los cainitas. Estos decían
que Caín fue creado por un poder superior. Además, se juzgaban hermanos espirituales de Esaú, de Coré,
de los habitantes de Sodoma y otros semejantes. “Y dicen —añade San Irineo— que Judas, el traidor,
fue el único que conoció todas estas cosas exactamente, porque sólo él entre todos conoció la verdad,
para realizar el misterio de la traición [...]. Para eso muestran un libro que ellos inventaron, que llaman
el Evangelio de Judas”.

Autenticidad del Evangelio[editar]


Los críticos de este evangelio apócrifo señalan que dicho documento nunca perteneció al canon
bíblico puesto que no fue aprobado por la iglesia primitiva desde sus comienzos dado que esta era la
comunidad que conocía con certeza los libros que tenían la autoría apostólica.
El primer criterio que usaba la iglesia primitiva para aceptar un libro dentro del canon bíblico es que haya
sido escrito por los contemporáneos de Jesús y de los apóstoles, siendo ésta la principal normativa, el
evangelio de Judas queda automáticamente excluido, ya que este fue escrito más de 100 años después de
la muerte de Jesús, de sus apóstoles y contemporáneos. El segundo criterio a considerar es que se haya
usado y citado por cristianos de los primeros siglos, de manera que éstos le hayan tenido la reverencia
debida como un libro inspirado; es decir, que toda la comunidad lo conociera y por consiguiente avalado
como tal; hay que hacer notar que algunos libros contemporáneos no cumplieron estos criterios a pesar
de su uso entre los primeros cristianos; por ejemplo, todos los biblistas hablan de un primer Evangelio
de Mateo escrito en arameo (todos los demás libros del Nuevo Testamento fueron escritos en griego), al
que llaman Proto-Mateo que, incluso, se considera fuente que influyó en la redacción de los
tres Evangelios Sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas), y que, sin embargo, no pertenece al Nuevo
Testamento. Había también otros escritos llamados “Logias o Logia Jesu ” que encerraban una colección
de dichos de Jesús y que eran importantes pero no considerados como inspirados.
El Evangelio de Judas entra en la categoría de los escritos pseudoepígrafos (falsamente atribuidos). Esto
significa que realmente no fue escrito por el autor a quien se le atribuyó. El antiguo escritor Ireneo en su
obra llamada “Refutación de Todas las Herejías” dice que el evangelio de Judas fue una historia ficticia:
“Una vez más, otros declaran que Caín derivó su ser del Poder superior, y reconocen que Esaú, Coré, los
Sodomitas, y todas esas personas están relacionadas entre sí. En este registro, ellos agregan, que han sido
asediados por el Creador, aún cuando ninguno de ellos ha sufrido lesiones. Sofía tenía el hábito de
llevarles a ellos lo que le pertenecía a ella. Ellos declaran que Judas el traidor estaba perfectamente
informado de estas cosas, y que él solo, conociendo la verdad como ninguno de los otros la conoció,
llevó a cabo el misterio de la traición; por él todas las cosas, tanto terrenales y celestiales, fueron puestas
en confusión. Ellos producen una historia ficticia de esta clase, con la cual enfocan el Evangelio de
Judas.”

¿Qué dice el Evangelio de Felipe?

Una de las 50 preguntas frecuentes sobre Jesucristo y la Iglesia, respondidas por un equipo de profesores
de Historia y Teología de la Universidad de Navarra.

Libro 50 preguntas sobre Jesucristo y la Iglesia


Se trata de un escrito contenido en el Codex II de la colección de Códices coptos de Nag-Hammadi
(NHC), ahora en el Museo copto de El Cairo. Nada tiene que ver con un “Evangelio de Felipe” citado
por San Epifanio que dice que lo usaban unos herejes de Egipto, o con el que otros escritores eclesiásticos
mencionan como de los maniqueos.

El escrito de Nag Hammadi (NHC II 51,29-86,19) lleva al final como título “Evangelio según Felipe”,
aunque en realidad ni es un evangelio -no es narración de la vida de Jesús-, ni el texto del mismo se
presenta como de Felipe. Ese título es una añadidura posterior a su redacción original, hecha
probablemente en griego hacia el s. III, sobre la base de que a ese apóstol se atribuye el dicho de que
José el Carpintero hizo la cruz de los árboles que él mismo había plantado (91)

ESE TÍTULO ES UNA AÑADIDURA POSTERIOR A SU REDACCIÓN ORIGINAL, HECHA


PROBABLEMENTE EN GRIEGO HACIA EL S. III, SOBRE LA BASE DE QUE A ESE APÓSTOL SE
ATRIBUYE EL DICHO DE QUE JOSÉ EL CARPINTERO HIZO LA CRUZ DE LOS ÁRBOLES QUE ÉL
MISMO HABÍA PLANTADO
La obra contiene un centenar de pensamientos más o menos desarrollados sin que tengan una ilación
coherente entre ellos. En diecisiete casos se presentan como dichos del Señor, de los que nueve proceden
de los evangelios canónicos y otros son nuevos. Las más de las veces se trata de párrafos extraídos de
fuentes anteriores de carácter homilético o catequético. Reflejan una doctrina gnóstica peculiar, si bien
en parte parecida a la de otros herejes gnósticos como los valentinianos.

Así:

a) La comprensión del mundo celeste (Pléroma) formado por parejas (el Padre y Sofía superior, Cristo y
el Espíritu Santo –entendido este último como femenino-, y el Salvador y Sofía inferior de la procede el
mundo material);

b) la distinción de varios Cristos, entre ellos Jesús en su aparición terrena;

c) la concepción de la salvación como la unión, ya en este mundo, del alma (elemento femenino del
hombre) con el ángel procedente del Pléroma (elemento masculino);

d) la distinción entre hombres espirituales (pneumáticos) que consiguen esa unión, y psiquicos e hílicos
o materiales a los que es inaccesible.

ENTRE LOS PUNTOS QUE MÁS ESTÁN ATRAYENDO LA ATENCIÓN SOBRE ESTE EVANGELIO
ES LO QUE EN ÉL SE LEE SOBRE JESÚS Y LA MAGDALENA. ÉSTA ES PRESENTADA COMO LA
“COMPAÑERA” DE CRISTO (36) Y SE DICE QUE “EL SEÑOR LA BESÓ (EN LA BOCA) REPETIDAS
VECES” PORQUE LA AMABA MÁS QUE A TODOS LOS DISCÍPULOS (59)
Entre los puntos que más están atrayendo la atención sobre este evangelio es lo que en él se lee sobre
Jesús y la Magdalena. Ésta es presentada como la “compañera” de Cristo (36) y se dice que “el Señor la
besó (en la boca) repetidas veces” porque la amaba más que a todos los discípulos (59). Estas expresiones,
que a primera vista podrían parecer eróticas, se emplean para simbolizar que la Magdalena había
adquirido la perfección propia del gnóstico y había llegado a la luz porque se lo había concedido Cristo.

ESTAS EXPRESIONES, QUE A PRIMERA VISTA PODRÍAN PARECER ERÓTICAS, SE EMPLEAN


PARA SIMBOLIZAR QUE LA MAGDALENA HABÍA ADQUIRIDO LA PERFECCIÓN PROPIA DEL
GNÓSTICO Y HABÍA LLEGADO A LA LUZ PORQUE SE LO HABÍA CONCEDIDO CRISTO
Sucede algo parecido cuando se habla de “la cámara nupcial” como un sacramento –o literalmente
misterio- que viene a ser culminación del Bautismo, la Unción, la Eucaristía y la Redención. La imagen
del matrimonio es empleada como símbolo de la unión entre el alma y su ángel en ese sacramento de la
“la cámara nupcial”.

En el Evangelio de Felipe tal sacramento representa la adquisición de la unidad originaria del hombre ya
en este mundo y que culminará en el mundo celeste que, para el autor, es la propia y verdadera “cámara
nupcial”.

Diálogo del Salvador

POSTED BY ORDEN DE ESENIOS NAZARENOS IN FRAGMENTOS TEMPRANOS


≈ DEJA UN COMENTARIO
Dichos Gnósticos
EXISTE UNA MULTITUD de fuentes de dichos de Yeshu fuera del cuestionable Nuevo Testamento.
Además del Evangelio de Tomás y los pasajes en la Doctrina de los Reyes Sacerdotales que ya hemos
citado, hay dichos en el Pistis Sophia, el Códice Brucianus, los Sutras de Jesús encontrados en una cueva
en Dunhuang en China, y especialmente libros como el Diálogo del Salvador y otros de la biblioteca de
Nag Hammadhi. Aquí está un ejemplo del Nag, llamado el Diálogo del Salvador, por lo general datado
a finales del primer siglo por los eruditos.
Diálogo del Salvador
“Mateo dijo, “Señor, yo espero ver el lugar de vida eterna; el lugar donde no hay maldad alguna, sino
Luz pura.” El Señor contestó, “Hermano, nunca serás capaz de verlo en esta vida, no mientras lleves
carne a tu alrededor.” Mateo dijo, “Señor, incluso si ahora no puedo ver este lugar, déjame saber más
sobre él.” El Señor dijo, “Cualquiera que conozca su verdadero ser ha visto este lugar en cada obra buena
que le han dado a hacer y ha llegado a experimentar una parte de éste a través de estas buenas acciones.”

Judas preguntó, “Dime, Señor. ¿Qué ocasiona que la tierra tiemble?” El Señor recogió una piedra con su
mano y preguntó, “¿Qué sostengo en mi mano?” Judas dijo, “Una piedra.” El Salvador les dijo, “Aquello
que soporta esta piedra soporta la tierra y los cielos. Cuando la Palabra sale de la Grandeza, vendrá con
la misma fuerza que soporta los cielos y la tierra. La tierra no se mueve. Si se moviera, seguramente se
caería. Pero ni se mueve ni se cae, para que la Primera Palabra no pueda fallar. Después de todo, fue la
Primera Palabra la que estableció el mundo, hizo que fuera poblado y le inhaló fragancia. De la misma
manera, los hijos de los hombres que están establecidos en la Primera Palabra no se mueven o se caen.
Ustedes son de la Grandeza también. Ustedes existen para aquellos quienes en sus corazones piden
alegría y verdad. Incluso si la Grandeza sale a través de ustedes para estos y no es recibida, el esfuerzo
no se ha desperdiciado, porque la Palabra regresa a su lugar. Quienquiera que no conozca esta Palabra y
su obra no conoce nada. ¡Si alguien no está de pie en la oscuridad, no será capaz de percibir la luz!”

“Si alguien no conoce el significado del fuego, esa persona se quemará en éste, porque no sabe que tan
caliente es o de donde vino. Si alguien no conoce el origen del agua, no conoce nada. ¿Para qué sirve el
bautismo si no entiendes el origen o el significado del agua? Si alguien no entiende como nacen los
tornados y cual es su poder, saldrá volando en uno. Si alguien no entiende el origen o la naturaleza del
cuerpo que lleva con él, seguramente fallecerá cuando el cuerpo muera. Por lo tanto, ¿cómo conocerá
alguien al Padre si no conoce al Hijo? ¡Si alguien se rehúsa a aprender acerca de la naturaleza y el origen
de las cosas, ellas permanecen como secretos incognoscibles, una persona que no conoce el origen de la
maldad la practicará de cualquier modo! Quienquiera que no entiende como vino, no sabrá como irse.
Parecerá conocer su camino en este mundo, pero estará completamente perdido y humillado.”

Yeshu define su doctrina como gnóstica, de comprensión del origen de las cosas. Sin gnosis, Yeshu nos
dice que incluso el bautismo no tiene valor: “¿Para qué sirve el bautismo si no entiendes el origen o el
significado del agua?” ¿Existe en el mundo algún Cristiano bautizado que entienda el misterio, el origen
y el significado del agua viviente?

“De repente, Judas, Mateo y María fueron transportados en una visión, a un lugar entre el cielo y la tierra.
Estos discípulos estaban perplejos por lo que estaban experimentando. A pesar de sus miedos, esperaron
que pudieran entender los misterios ante ellos mientras sentían las manos de Yeshu sobre ellos. Judas
levantó sus ojos y vio una meseta muy alta encima de ellos y debajo un abismo profundo. Él le dijo a
Mateo, “Hermano, nunca seremos capaces de escapar de este lugar trepando, porque el camino es
demasiado escarpado. ¡No podemos bajar al abismo, porque hay un fuego tremendo allí y otras cosas
terribles!” En aquel momento, una Palabra Viviente en forma de un hombre vino a ellos desde arriba.
Judas, asombrado, le preguntó a la Palabra Viviente por qué había bajado. El Hijo del Hombre saludó a
los discípulos y dijo, “Una semilla de poder en el cielo era imperfecta y fue arrojada al abismo de la
tierra. La Grandeza la recordó enamorado y envió a ésta la Palabra. La Palabra llevó a la semilla
imperfecta ante la Grandeza de modo que la Primera Palabra no pudiera fallar en su misión.” Los
discípulos estaban asombrados por lo que vieron y escucharon. Aunque no podían entender lo que el Hijo
les decía, tomaron todas estas cosas con fe. Una cosa que concluyeron era que ellos ya no se podían
entretener con malos caminos.

Yeshu, como la Palabra (Malala), desciende para rescatar a las perlas que han perdido su camino. Ellas
son semillas, o la progenie de la Gran Vida quienes ha descendido para experimentar la mortalidad, como
Yeshu ha razonado: “¡Si uno no está de pie en la oscuridad, no será capaz de percibir la luz!”
“Entonces el Salvador dijo a sus discípulos, “¿No les he dicho que con un grito audible y un relámpago
el justo será llevado a la luz?” Entonces todos los discípulos lo elogiaron y dijeron, “Señor, antes de que
te dieras a conocer a nosotros, ¿quién te ofreció alabanzas? Porque toda alabanza existe por tu causa. ¿O
quién es aquel que es capaz de bendecirte, ya que todas las bendiciones emanan de ti?” Entonces,
mientras estaban de pie allí, vieron a dos ángeles que traían a una persona con ellos en un gran relámpago.
Una palabra provino del Hijo del Hombre, diciendo, “Denles el ropaje que a ellos les pertenece.” Y el
pequeño se volvió como el grande….
En el Pistis Sophia Yeshu explica que son los misterios (razia), los empoderamientos que estos discípulos
ya han recibido, los que le permiten a uno ascender como una flecha o un relámpago al trono de Abathur
donde un traje de gloria espera.
“Judas dijo, “Contemplen, aquellos en el poder viven encima de nosotros y nos gobiernan.” El Señor
dijo, “Son ustedes los que gobernarán sobre ellos cuando se libren de su celosía. Sólo entonces serán
vestidos en la luz y serán dignos de entrar en la suite nupcial.”

Judas preguntó, “¿Cómo nos serán traídos nuestros ropajes?” Yeshu contestó, “Hay algunos designados
para proporcionárselos y otros para recibirlos. ¿De qué otra forma uno será capaz de entrar en la cámara
nupcial a no ser que unos proporcionen los ropajes apropiados y otros reciban? Recuerden que la suite
nupcial es una recompensa. Los que conocen el camino hacia su recompensa reciben los vestidos de
boda, a través de los cuales, dejan esta existencia. Ha sido difícil incluso para mí aguantarlo todo.”

María dijo, “Hablas estas palabras en contexto con lo que nos has dicho sobre ‘la maldad de cada día,’
‘el trabajador es digno de su alimento,’ y ‘el discípulo se parece a su maestro.'” Ella habló como una
mujer de total comprensión.

Es importante que Miryai (María) aquí se le llame una mujer de total comprensión. Como la compañera
espiritual y corregente de Yeshu, brilla en su propia naturaleza Búdica innata y a través de todo este
Diálogo ella pregunta así como declara la verdad.

“Los discípulos hablaron, “¿Cómo debemos conocer la abundancia desde la privación?” El Señor dijo,
“Ustedes son de la abundancia y viven en la privación. ¡Contemplen! ¡Su luz ha fluido sobre mí!” Mateo
preguntó, “Señor, ¿cómo morirán los muertos y vivirán los vivos?” El Señor contestó, “Hermano, me
has preguntado sobre cosas que nadie ha atestiguado antes, ni alguien ha preguntado excepto tú. Pero te
digo, cuando la cosa que mantiene al hombre vivo sea removida, le llamarán ‘muerto’. Cuando aquello
que está vivo deja lo que está muerto, lo que está vivo será llamado.”

Judas preguntó, “¿Por qué más, sino por la causa de la verdad, la gente vive y muere?” El Señor contestó,
“Cualquiera que nace de la Verdad no muere. Cualquiera que nace de una mujer morirá.”

“María dijo, “Dime, Señor, si he venido a este lugar para ganar o perder.” El Señor dijo, “Haces claro
que sacas ganancias de la abundancia del Revelador.”

María entonces dijo, “¿Existe un lugar, Señor, dónde no exista la verdad?” El Señor dijo, “El lugar donde
no estoy Yo.” María terminó diciendo, “Eres temeroso y maravilloso. Aquellos que no te conocen son
perdedores en verdad.”
“Mateo preguntó, “¿Cuándo podemos reposar?” El Señor contestó, “Cuando dejen sus cargas.” Mateo
hizo otra pregunta, “¿Cuándo se une por sí mismo lo insignificante a lo grandioso?” Yeshu contestó,
“Cuando abandones las obras no rentables, entonces habrás dejado las cargas que te ocultan la unidad y
habrás encontrado el reposo.” María dijo, “¡Quiero conocer todos los hechos tal como son!” El Señor
dijo, “Aquellos que buscan la vida eterna conocerán todas las cosas. Este conocimiento es la moneda
universal – muy superior al oro y la plata – aquellos productos perecederos que han desviado a tantos.”

“Los discípulos preguntaron, “¿Cómo haremos nuestras tareas perfectamente?” El Señor dijo, “Estén
preparados para cualquier cosa. Bienaventurado es aquel que ha ganado la competición incluso antes de
que haya comenzado; ¡quien ha visto la victoria segura ante sus ojos! ¡Cuando la lucha se ha terminado,
surge del polvo victorioso, ni matando, ni siendo matado!”

“Judas preguntó, “¿Dónde comienza el camino?” Yeshu contestó, “Comienza con el amor – amor y
bondad. Si estas hubieran sido las prácticas de sus gobernadores al principio, la maldad nunca habría
existido.”

Yeshu aquí define el principio del camino en la misma manera que el Budismo Mahayana. El Principio
del Camino Esenio Nazareno es el Amor y la Bondad. Sin un deseo de ser amoroso y bueno, una persona
no puede comenzar a andar el Camino Viviente de Yeshu y Miriam. Debemos plantar dentro de nosotros
la semilla de la compasión y el deseo por la iluminación rápida (bodhicitta) de modo que podamos
terminar más rápidamente el sufrimiento de todos los seres. Yeshu dijo una vez: “Sean pacientes, sean
amorosos con otros, sean gentiles, sean pacíficos, sean misericordiosos, den ofrendas, ayuden al pobre y
enfermo y afligido, sean devotos con la Deidad, sean justos, sean buenos para que puedan recibir los
Misterios de la Luz y continuar alto en la Tierra de la Luz.” [1] Yeshu sigue:
“Mateo dijo, “¡Señor, has hablado sobre el final de todas las cosas como si fueras indiferente!” El Señor
dijo, “Mateo, has entendido la mayor parte de lo que les he dicho y has creído el resto por fe. Entonces
si conoces estas cosas, son tuyas para que reposes sobre ellas; si no, entonces preocúpate.”

Ellos le dijeron, “¿A dónde vamos?” Él contestó, “A donde puedan llegar.”

Yeshu aquí acentúa lo que explica con detalle en el Pistis – que uno se eleva sólo tan alto en el cielo
como las iniciaciones que uno ha recibido.

“María dijo, “De esta forma, todo en el lugar puede ser visto.” El Señor dijo, “Como te he dicho, ¡aquel
que ve, revela!” María dijo, “Diré una cosa al Señor en lo que concierne al misterio de la verdad, es decir,
de verdad hemos tomado nuestro lugar – somos transparentes al mundo.”
Miryai muestra otra vez su legado, pidiendo que el título de la obra sea cambiado a ‘El Diálogo del
Salvador y la Salvadora’. La conversación gira otra vez hacia el Traje de Arco Iris, esa forma espiritual
que es dada a los electos después de que dejan de lado sus vestiduras vergonzosas para siempre.

“Judas dijo a Mateo, “¿No queremos saber qué tipo de ropa nos pondremos cuando dejemos esta carne
decadente?” El Señor los oyó y dijo, “Aquellos en el poder temporal usan vestimentas de una naturaleza
temporal; tales vestimentas no duran para siempre. ¡Para los hijos de la verdad como ustedes, sus
bendiciones de empoderamiento permanecerán cuando la carne sea removida!” Judas preguntó, “¿Cómo
es percibido el espíritu?” Yeshu contestó, “¿Cómo percibes la espada?”

HECHOS DE PEDRO Y LOS DOCE APÓSTOLES

Introducción

1 [...] nos hicimos a la mar. Nos sentíamos unidos en nuestros corazones. Estábamos todos dispuestos a
ejecutar el ministerio que el Señor nos había encargado, y llegamos a un acuerdo entre nosotros. Bajamos
al mar en un momento oportuno, dispuesto por el Señor. Encontramos un navío fondeado en la costa
preparado para partir, y hablamos con los marineros si podríamos embarcarnos con ellos. Mostraron con
nosotros una gran amabilidad, según lo dispuesto por el Señor. Y ocurrió que cuando partimos,
navegamos un día y una noche. Luego sopló sobre la nave un viento contrario que nos arrastró hacia una
pequeña ciudad (en una isla) situada en medio del mar. Yo, Pedro, pregunté el nombre de la ciudad a
algunas personas del lugar que se hallaban en el muelle.

2 Nos respondió [un hombre] de aquellos [y nos dijo el nombre] de la ciudad que era [«Inhabitación»],
es decir, «Fundamento» [...] paciencia. Su alcalde se hallaba [en el muelle, portando] una palma (en la
mano). Y ocurrió que cuando desembarcamos en tierra [con] el equipaje, entré en la ciudad buscando
[consejo?] sobre un alojamiento.

Primer encuentro con Litargoel

Salió un hombre que llevaba una vestidura ceñida sobre sus lomos y un cinturón dorado que la ajustaba.
(Llevaba) un blanco sudario recogido alrededor del pecho, que le llegaba hasta los hombros y que cubría
su cabeza y sus manos. Yo contemplaba a ese hombre porque era hermoso en su forma y figura. Cuatro
zonas de su cuerpo miraba: las plantas de sus pies, una parte de su pecho, las palmas de sus manos y su
rostro. Esto es lo que pude ver. Había en su mano izquierda una caja de las que suelen emplearse para
libros y un bastón de estoraque en su derecha. Su voz resonaba pausadamente mientras gritaba en el
ciudad: «Perlas, perlas». Yo pensé que era un habitante de aquella villa. Le hablé así: —Hermano mío y
compañero.

3 Me respondió: —[Bie]n has dicho «[hermano] mío [y c]ompañero». ¿Qué [deseas] de mí?.

Le respondí: —[Busco] un alojamiento para mí [y] para mis hermanos, ya que somos forasteros.
Añadió: —Por eso también yo me he apresurado a decir «hermano mío y compañero», porque soy un
extranjero como tú.

Cuando hubo dicho estas palabras, gritó: —Perlas, perlas.

Oyeron su voz los ricos de aquella ciudad. (Unos) salieron de sus habitaciones más ocultas; otros, por el
contrario, lo contemplaron desde las habitaciones de sus casas; y otros miraban desde las ventanas
superiores. Pero vieron que no (podían conseguir) nada de él, porque no llevaba alforja ninguna sobre
sus espaldas, ni envoltorio ninguno entre su vestidura o sudario. A causa de su desprecio ni siquiera le
preguntaron, y él, por su parte, no se reveló a ellos. Los ricos se volvieron a sus aposentos mientras
decían: «Éste se burla de nosotros».

4 Los pobres [de la ciudad] escucharon [su voz, y salieron hacia] el hombre que [vendía las perlas. Le
dijeron]: —Por favor, [muéstranos una] perla, para que al menos [podamos verla] con nuestros ojos, ya
que somos [pobres], y no tenemos el dinero de su precio para entregártelo. [Enséñanosla], sin embargo,
para que podamos decir a nuestros camaradas que [hemos visto] una perla con nuestros propios ojos.

Les respondió así: —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo la mostraré ante vuestros ojos, sino que
os la daré de balde.

Los pobres de aquella ciudad escucharon sus palabras y replicaron: —Puesto que somos mendigos,
sabemos que nadie acostumbra a regalar una perla a los mendigos, quienes suelen recibir alimentos y
calderilla. Ahora bien, lo que deseamos obtener de tu bondad es que nos muestres la perla ante nuestros
ojos. Así podremos decir con orgullo a nuestros camaradas: «Hemos visto una perla con nuestros ojos»,
ya que (tal cosa) no sucede entre los pobres, especialmente mendigos (como nosotros).

Viaje de Pedro y sus compañeros a la ciudad de Litargoel

Les respondió así: —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo os enseñaré la perla, sino que os la
daré de balde.

Los pobres y los mendigos se alegraron a causa de 5 el [dadivoso] mercader. [Los hombres] (de la ciudad)
[preguntaron a Pedro] sobre las penalidades [del camino]. Pe[dr]o respondió [contándoles] lo que habían
oído de [las dificultades] del camino, puesto que [experimentarán?] (esas) penalidades en su ministerio.
(Luego) dijo (Pedro) al hombre que vendía la perla: —Deseo conocer tu nombre y las penalidades del
camino hasta tu ciudad, porque somos forasteros y siervos de Dios, y nos es necesario extender la palabra
de Dios en toda ciudad pacíficamente.

Respondió así (el vendedor de perlas): —Si preguntas por mi nombre, es Litargoel, que significa «piedra
liviana (que brilla como los ojos de) una gacela». Y la vía hacia la ciudad sobre la que me has preguntado,
te la mostraré (también). Cualquier hombre no puede ir por ese camino, salvo el que haya renunciado a
todo lo que posee, y ayune diariamente de estación en estación. Porque son numerosos los ladrones y las
fieras salvajes en esa vía. Al que lleva pan consigo para el camino, perros negros lo devoran a causa de
ese pan. El que lleva un vestido precioso de este mundo lo matan los ladrones 6 [a causa del] vestido.
[Al que lleva] agua [lo destrozan] los lobos [por el agua], ya que tienen sed. [Al que] se preocupa de la
[carne] y las verduras, lo desgarran loe leo[nes] a causa de la carne. [Si] escapa de los leones, lo cornean
los toros a causa de las verduras.
Cuando terminó de decirme [estas] cosas, suspiré en mi interior diciendo: «¡Qué grandes son las
penalidades del camino! ¡Ojalá nos diera Jesús fuerza para caminar por él!».

Me miró mientras suspiraba y se entristecía mi rostro. Me dijo: —¿Por qué suspiras si conoces ese
nombre, «Jesús», y crees en él? Él es el Gran Poder y lo concede. Porque yo también creo en el Padre
que lo envió.

Volví a preguntarle: —¿Cuál es el nombre del lugar al que te vas, tu ciudad?

Me respondió: —El nombre de mi ciudad es «Nueve Puertas». Alabemos a Dios mientras nos ejercitamos
pensando que la décima es la cabeza.

Dspués de esto me aparté de él en paz para llamar a mis compañeros. (Entonces) vi unas olas, y grandes
y elevados muros que rodeaban los límites de la ciudad. Me admiré de las grandezas que vi. Y observé a
un anciano que estaba sentado. Le pregunté el nombre de la ciudad, si en verdad (su nombre)
era 7 «Inhabi[tación»] [...]. Me dijo: —[Has dicho] verdad, pues [habitamos] aquí, porque soportamos
con paciencia.

[Respondí] así: —Justamente [...] los hombres la han llamado [...] porque las ciudades son habitadas por
quienes soportan con paciencia sus tentaciones. Un reino noble saldrá de ellas, pues resisten en medio de
las olas y de las angustias de las tormentas. De modo que la ciudad de aquellos que soportan el peso del
yugo de la fe será habitada. Y él, (cada uno de sus habitantes), será computado en el reino de los cielos.

Transición a la segunda narración

Me marché apresuradamente y llamé a mis compañeros para entrar en la ciudad de la que nos había
hablado Litargoel. Ligados por la fe, abandonamos todas las cosas como él nos había dicho. Nos libramos
de los ladrones, puesto que no encontraron sus vestiduras sobre nosotros. Nos escapamos de los lobos,
porque no hallaron en nosotros el agua de la que estaban sedientos. Nos libramos de los leones, porque
no encontraron en nosotros el deseo de carne. 8 [Nos escapamos de los perros] y de [los toros, porque no
encontraron ni pan] ni verduras. [Sentimos una] gran alegría, [con] (ausencia) de preocupaciones en la
paz de nuestro Señor. Tomamos un poco de descanso ante la puerta y comentamos entre nosotros cosas
que no suponían distracción en este mundo, sino una práctica continuada de la fe.

Segundo encuentro con Litargoel

Mientras hablábamos de los ladrones del camino, de quienes habíamos escapado, he aquí que salió
Litargoel. Se había transformado ante nosotros y había tomado la apariencia de un médico. Llevaba bajo
su brazo un ungüento de nardo medicinal, y un discípulo le seguía portando una cajita llena de medicinas.
Nosotros no lo reconocimos. Pedro respondió y le dijo: —Nos gustaría que nos hicieras un favor, ya que
somos extranjeros. Condúcenos a la casa de Litargoel antes de que se haga tarde.

Nos respondió: —Os la mostraré con rectitud de corazón. Pero me admira que conozcáis a ese hombre
bueno, pues no se revela a cualquiera, ya que es el hijo de un gran rey. Descansad un poco mientras voy,
curo a ese hombre y vengo (de nuevo).

Se dio prisa y volvió 9 rápidamente. (El hombre) dijo a Pedro: —Pedro.


Éste se atemorizó (preguntándose) cómo había llegado a saber que su nombre era Pedro. Pedro respondió
al Salvador: —¿De dónde me conoces, puesto que has pronunciado mi nombre?

Respondió Litargoel: —Deseo preguntarte quién te ha dado el nombre de Pedro.

Díjole él: —Jesús, el Cristo, el hijo del Dios viviente, Él me dio este nombre.

Respondió (Litargoel) con estas palabras: —Yo soy (ese). Reconóceme, Pedro.

Desanudó el vestido que le cubría, con el que se había disfrazado ante nosotros, y se nos reveló en verdad
como era él. Nos postramos en tierra y lo adoramos nosotros, los once apóstoles. Extendió su mano, nos
hizo levantar (y) hablamos con él humildemente. Mientras nuestras cabezas estaban inclinadas hacia el
suelo con respeto, le dijimos: —¿Qué quieres que hagamos? Mas otórganos la fuerza para que
cumplamos tu voluntad en todo momento.

Él (Jesús) les entregó el ungüento de nardo curativo y la cajita que estaba en las manos del dicípulo, y
les impartió la orden 10 siguiente: —Volved a la ciudad de la que habéis salido que es llamada
«Inhabitación». Continuad enseñando pacientemente a los que han creído en mi nombre, puesto que yo
he tenido paciencia en los sufrimientos de la fe. Yo os otorgaré vuestra recompensa. Dad a los pobres de
la ciudad lo que necesiten para que vivan de ello, hasta que yo les dé lo que es superior, lo que os dije
que os iba a dar de balde.

Pedro respondió con estas palabras: —Señor, Tú nos has enseñado a renunciar al mundo y a lo que en él
hay. Hemos dejado todo por ti. Nos preocupamos (ahora solamente) del alimento de cada día. ¿Dónde
podremos encontrar las cosas necesarias que nos pides entregar a los pobres?

El Señor respondió con estas palabras: —¡Oh Pedro!, era necesario que comprendieras la parábola que
te he contado. ¿No sabes tú que mi nombre, que tú enseñas, es más valioso que cualquier riqueza y que
la sabiduría de Dios es superior al oro, la plata y las piedras preciosas?

La misión universal

Les entregó (la cajita con) los remedios medicinales y les dijo (de nuevo): —Curad a todos los enfermos
de la ciudad que han creído 11 [en] mi nombre.

Pedro tuvo miedo de responderle por segunda vez. Se dirigió al que estaba a su lado, que era Juan, (y le
dijo): —Habla tú esta vez.

Juan respondió con estas palabras: —Señor: tenemos miedo de pronunciar ante ti multitud de palabras.
Pero eres tú el que nos exige que practiquemos esta técnica, aunque nadie nos ha instruido para ser
médicos. ¿Cómo, pues, sabremos curar los cuerpos, como tú nos has ordenado?

Le respondió (Jesús): —Has hablado bien, Juan, pues yo sé que los médicos de este mundo acostumbran
a curar (las enfermedades) que pertenecen al mundo. (Pero) los médicos del alma sanan los corazones.
Curad, pues, los cuerpos primero, de modo que gracias a la potencia curativa que hay en vosotros para
curación de los cuerpos sin medicinas de este mundo puedan creer que os es posible también sanar las
enfermedades del corazón. Con los ricos de la ciudad, (sin embargo,) esos que no consideran digno saber
de mí, sino que se regocijan en su riqueza y en su orgullo, con ésos, pues, 12 no comáis en [sus] casas,
ni os amiguéis con ellos, no sea que os hagan partícipes de su parcialidad. Pues muchos toman partido
por los ricos en las iglesias, porque son pecadores (también) y proporcionan la ocasión a otros hombres
de hacer (lo mismo). Mas vosotros juzgadlos con sabiduría, de modo que vuestro ministerio sea
glorificado, y para que Yo y mi nombre sean glorificados también en las iglesias.

Los discípulos respondieron así: —Sí. En verdad esto es lo que conviene hacer.
Se postraron en tiera y lo adoraron. (Pero) él los hizo levantar y se apartó de ellos en paz. Amén.
Hechos de Pedro y los Doce Apóstoles.

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