Está en la página 1de 6

Electrodeposición

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Principio de la electrodepositación: un generador crea una corriente eléctrica que realiza la


migración de los iones del electrolito hacia el cátodo (pieza a cubrir).

La electrodeposición, es un tratamiento electroquímico donde se apegan


los cationes metálicos contenidos en una soluciónacuosa para ser sedimentados sobre un
objeto conductor creando una capa. El tratamiento utiliza una corriente eléctrica para
reducir sobre la extensión del cátodo los cationes contenidos en una solución acuosa. Al
ser reducidos los cationes precipitan sobre la extensión creando una película fina. El
espesor dependerá de varios factores.
La electrodepositación se emplea principalmente para adjudicar una capa con una
propiedad ansiada (por ejemplo, resistencia a la abrasión y al desgaste, protección frente a
la corrosión, la necesidad de lubricación, cualidades estéticas, etc.) a una superficie que
de otro modo escasea de esa propiedad. Otra aplicación de la electropositación es
recrecer el espesor de las piezas desgastadas p.e. mediante el cromo duro.
Su funcionamiento es el antagónico al de una celda galvánica, que utiliza una reacción
redox para obtener una corriente eléctrica. La pieza que se desea recubrir se sitúa en el
cátodo del circuito, mientras que el ánodo es del metal con el que se desea recubrir la
pieza. El metal del ánodo se va consumiendo, reponiendo el depositado.1 En otros
procesos de electrodepositación donde se emplea un ánodo no consumible, como los
de plomo o grafito, los iones del metal que se deposita debe ser periódicamente repuestos
en el baño a medida que se extraen de la solución.2

APLICACIONES DE LA
ELECTRODEPOSICIÓN DEL
COBRE
La electrodeposición del cobre es un proceso electrolítico que emplea electricidad para recuperar el
cobre disuelto de la solución en forma de cobre depositado, también conocido como ‘cátodo’.

Cu2+(aq) + 2e- –>Cu(s) (E0 = +0.34V)


El cobre se disuelve fácilmente en ácidos, como el sulfúrico, nítrico y clorhídrico. La recuperación
del cátodo de cobre a partir de soluciones ácidas de sulfato mediante electrodeposición es un proceso
bien conocido y bastante directo que ha tenido uso comercial desde finales del siglo XIX.
La introducción de la tecnología de electrodeposición vortex de emew ha ampliado aún más los
límites y las aplicaciones de la electrodeposición de cobre. Debido a su potencial de reducción
positiva (E0 = + 0.34V), el cobre está bastante dispuesto a aceptar electrones cuando se aplica una
corriente eléctrica. A la par de la alta transferencia de masa intrínseca de la electrodeposición emew,
es posible la recuperación de cobre de alta pureza a partir de una baja concentración, de metales
mezclados y de insumos contaminados.
Echemos un vistazo con mayor detalle de algunas aplicaciones comunes de la electrodeposición de
cobre.

Electrodeposición de cobre para las


refinerías de cobre
Las refinerías de cobre electrolítico tienen una necesidad inherente de controlar las concentraciones
de cobre en el estanque de alimentación. El proceso de electrorrefinación del cobre implica un ánodo
de cobre impuro y un cátodo inerte. Se aplica una corriente eléctrica a través del ánodo y el cátodo,
lo que hace que el cobre se disuelva del ánodo para luego depositarse sobre el cátodo como cobre
puro metálico. La disolución anódica de cobre es más rápida que la deposición catódica, lo que
ocasiona un aumento general de la concentración de cobre disuelto conforme transcurre el tiempo.
Con el fin de controlar la concentración de cobre en el electrolito dentro de un rango definido, las
refinerías de cobre usan la electrodeposición. Asimismo, las impurezas presentes en el ánodo de
cobre también se disolverán en el electrolito que se acumulará al paso del tiempo a menos que se les
purgue. Esta ‘purga’ de impurezas tiene lugar en lo que se conoce como una celda ‘liberadora’. Estas
celdas liberadoras son simplemente celdas de electrodeposición del cobre que están optimizadas en
etapas para controlar la concentración de cobre y purgar las impurezas del electrolito de refinación
para garantizar la producción de cátodo de cobre LME Grado A.
La electrodeposición convencional del cobre, aunque es la más frecuente, no es eficiente en el
proceso de liberación, lo cual ocasiona:
– Cobre fuera de especificaciones que tiene que reciclarse, dando como resultado un alto capital de
trabajo o de trabajo en progreso (WIP)
– Generación de una niebla de ácido cancerígeno y potencial para el letal gas arsano
– Formación de lodo de liberación o pastel de liberación
El uso de técnicas avanzadas de electrodeposición del cobre como emew, da como resultado ventajas
significativas para los circuitos liberadores en la refinación del cobre, que incluyen:
– Producción de cátodo de cobre de alta pureza comercializable a partir de 1 g Cu/L
– Disminución significativa en la capital de trabajo o WIP
– Sin neblina ácida ni gases que escapen como el arsano, ya que las celdas emew son totalmente
herméticas
– Mejor control de impurezas
– Beneficios de subproductos de la recuperación del cátodo de cobre
Las refinerías de cobre están aprovechando estas ventajas y están actualizando las celdas liberadoras
de cobre convencionales con células liberadoras emew avanzadas. Un ejemplo reciente es Hindustan
Copper Limited, una empresa del gobierno de la India que instaló emew para la recuperación de
cobre y níquel de los flujos de purga de la refinería.

Electrodeposición de cobre para el


reciclaje de metales no ferrosos
El reciclaje de metales se vuelve cada vez más importante desde el punto de vista de la
sustentabilidad y de la economía. El reciclaje de metales emplea un 85% menos de energía por Kg
de cobre producido en comparación con la producción primaria (como es el caso de la minería) y
tiene menos impacto en el medio ambiente1. El reciclaje mundial de cobre ahorra 100 millones de
MWh de energía eléctrica y 40 millones de toneladas de CO2 al año. Los procesadores y
recicladores secundarios de metales están representando un papel protagónico al convertir los
desechos y materiales al final de su vida útil en metales utilizables que se pueden reintroducir a la
cadena de suministros.
El reciclaje de metales no ferrosos generalmente involucra las 5 etapas siguientes:
– Recolección
– Proceso previo y clasificación
– Trituración y molienda
– Separación física
– Proceso de pirometalurgia o hidrometalurgia
Dependiendo de las instalaciones de reciclaje, estos pasos pueden ejecutarse en la misma ubicación o
en varios lugares. Luego de que los materiales al final de la vida útil se hayan recolectado,
clasificado, triturado y molido, los diversos componentes (vidrio, plásticos, ferrosos, no ferrosos) se
pueden separar en función de las propiedades físicas, como la gravedad específica y el magnetismo.
El cobre y las aleaciones de cobre terminarán en la fracción no ferrosa que puede refinarse en un
horno (en el caso de la pirometalurgia) o disolverse en un electrolito conductor como ácido sulfúrico
y electrodepositarse (en el caso de la hidrometalurgia).
Pueden usarse técnicas de lixiviación selectivas para separar los metales preciosos (oro, plata,
platino, paladio, etc.), de los denominados metales base (cobre, níquel, estaño, etc.), en la fracción
no ferrosa. Una combinación de electrodeposición directa y otros métodos hidrometalúrgicos tales
como el intercambio iónico (IX) y la precipitación selectiva pueden usarse para separar y purificar
los metales individuales. El cobre puede ser directamente electrodepositado mediante la
electrodeposición emew a partir de un electrolito de ácido sulfúrico preparado con la fracción no
ferrosa para producir cátodo de cobre puro.

Electrodeposición del cobre para la


recuperación de desechos y tratamiento
de aguas residuales
La mayoría de los gobiernos y sus instituciones reguladoras han definido límites para la descarga de
desechos. Para cumplir con estos límites de descarga cada vez más estrictos, así como con los
objetivos de sustentabilidad autoimpuestos, muchas empresas están instrumentando políticas de
‘cero descargas’. Esto significa que todos los desechos y aguas residuales generadas se reciclan
internamente dentro de la operación donde se generan, o se procesan hasta que ya no sean dañinos.
Desafortunadamente, esto puede dar como resultado subproductos complejos de baja ley que sean
poco valiosos o que deban ser eliminados por un contratista de desechos. Los subproductos ‘poco
valiosos’ a menudo son difíciles de reprocesar por medios convencionales y, por lo tanto, las
opciones son limitadas.

Aquí es donde las tecnologías avanzadas como la electrodeposición emew pueden emplearse para
recuperar metales como el cobre de aguas residuales y residuos de desecho. El cobre puede
electrodepositarse directamente a partir de aguas residuales generadas en las instalaciones de proceso
electrolítico, de fabricantes de semiconductores, refinerías, instalaciones de reciclaje, y similares. El
resultado es la producción de un cátodo de cobre comercializable de alta pureza para compensar los
costos del proceso, y una solución baja en cobre (<50ppm de cobre) que puede tratarse de forma
rutinaria mediante una planta de tratamiento de aguas residuales de origen industrial (ETP) existente.
En algunos casos, los ahorros de no tener que pagar por la eliminación de desechos peligrosos
pueden amortizar un sistema local de electrodeposición de cobre en unos cuantos meses.
Los residuos de desecho, polvos de combustión, escorias, y similares, son a menudo mezclas
complejas de metales de baja ley que pueden ser absorbidas en un electrolito conductor (como el
ácido sulfúrico) de modo que el valor de los metales pueda recuperarse. Por ejemplo, los residuos de
baja ley que contienen solo un pequeño porcentaje de cobre pueden procesarse posteriormente para
la electrodeposición del cobre como un cátodo de alta pureza. Otros metales como oro, plata, plomo,
estaño, cadmio y níquel también pueden recuperarse junto con el cobre mediante la
electrodeposición o una combinación de técnicas hidrometalúrgicas.

Resumen
La electrodeposición de cobre ha evolucionado considerablemente desde su descubrimiento en 1807.
Actualmente, la electrodeposición de cobre se usa en una variedad de aplicaciones, desde el control
del cobre y de las impurezas en una refinería de cobre hasta la recuperación de cobre en niveles de
hasta ppm en aguas residuales de semiconductores. Aunque las aplicaciones y los objetivos pueden
ser vastos y variados, los fundamentos de la electrodeposición de cobre son los mismos, y los
sistemas avanzados de electrodeposición, como emew, seguirán superando los límites de esta
tecnología robusta.

También podría gustarte