Está en la página 1de 206

1 0 8 0 0 1 8 7 2 0

HEMETHERII VALVERDE TELLEZ

Episcopi Leonensis

í®
PSgZ. fr-

'¿¡¡¿M

M
h i

£ 3 5
"-.y-.
m iJÎ
•PX-fz-- ' 4

M
/
H I S T O R I A

DE LA

L I T E R A T U R A GRIEGA
C A R L O S O T F R I D O M U L L E R

HISTORIA
DE LA

LITERATURA GRIEGA
HASTA LA ÉPOCA DE ALEJANDRO

ANOTADA Y CONTINUADA

POR

EMILIO HEITZ
Profesor en la Universidad de Estrasburgo.

TRADUCIDA DE LA CUARTA EDICIÓN ALEMANA


POR

RICARDO DE HINOJOSA
Doctor en Filosofía y Letras.

CON UN PRÓLOGO
DEL

EXCMO. SR. D . A L F R E D O A D O L F O CAM


Catedrático de Literatura Griega y Latina en la Universidad Centr,

TOMO I

Capilla Alfonsina
Biblioteca Universitaria
MADRID
E S T A B L E C I M I E N T O TIPOGRÁFICO DE RICARDO F É
Calle del Olmo, número 4. g C) g ¿j

I 889
— - m m v® 1 m
HriMeu Vüvtrte y Ttfltí
PRÓLOGO

Por fin h a permitido Dios q u e se cumpliera uno de mis más


fervorosos deseos de bibliómano impenitente: el de poder leer
vertido á nuestra hermosa española lengua, uno de esos libros de
q u e se enorgullece con justo título la clásica erudición de la afa-
Es propiedad.
. Queda hecho el depósito que previene la ley. nada y estudiosa centuria en q u e v i v i m o s ; centuria apellidada
por muchos la de los intereses materiales, por los prodigiosos in-
ventos en las ciencias de la naturaleza aplicados cada día á me-
jorar y embellecer las condiciones de la humana vida, sobre la su-
perficie del planeta que nos h a cabido en suerte habitar; pero
centuria q u e h a impreso también maravilloso impulso á las cien-
cias del espíritu, comunmente llamadas psicológicas: sobre todo
á la Filología, esa ciencia nueva en el n o m b r e , q u e aun no hace
cien años le puso el autor inmortal de los Prolegomena in Home-
m n i , FEDERICO W o l f , pero antigua c o m o la que más, pues que
t o m a d a en su más lata y genuiná a c e p c i ó n , ' ella es la que abar-
ca el estudio de todas las manifestaciones-del humano espíritu,
así en el tiempo c o m o en el espacio:, por medió d e la palabra.
Y a era, pues, t i e m p o de que nos fuese posible leer vertido á este
castellano idioma, de todos sus hermanos de latina estirpe el más
difundido por el m u n d o , aquende y allende el Atlántico, el libro
tan renombrado de OTFRIDO MÜLLER, q u e hasta ahora venía-
mos estudiando en la versión inglesa de DONALDSON, que fué la
W m s ¡ : r - Hlffl primera forma en que apareció la Hisioria-'deja Literatura de la

W ^ O E W M I A A antigua Grecia; en la versión italiana tie-DpifÉKíCO'CAPELLINA;


en la versión francesa de K . HlLLEBRAND; y por último, en el
t e x t o original a l e m á n , piadosamente dado á la estampa por el

O I O E « 2
hermano del autor, t e x t o adicionado más t a r d e , y sobre el q u e a ñ o s d e la pasada centuria en que aparece la Via in Gradean
ha hecho esta versión española con tan rigorosa exactitud c o m o d e l Presbítero D . CASTO GONZÁLEZ, emeritensis, c o m o él mis-
gallarda maestría, el j o v e n doctor en Filosofía y Letras señor m o se llama en la portada (libro que h o y leen y a m u y pocos por
D . RICARDO DE HINOJOSA, que por tan inteligente y esmera- e s t a r escrito en latín), se han ido sucediendo con diversos nom-
d a labor h a merecido bien de las buenas L e t r a s ; pues q u e apa- b r e s y suerte varia alguno que otro manual, compendio, extracto
rece en un momento en que desgraciadamente no a b u n d a n , á la y programa de lecciones, para que pudieran salir del paso, c o m o
v e r d a d , entre nosotros, los libros de clásica literatura, ni origina- s e dice entre estudiantes, en el e x a m e n de esta fundamental asig-
les ni traducidos que merezcan ser estimados de los verdade- natura los cursantes de ella en nuestras aulas: manuales y com-
ros eruditos, c o m o fuentes de los sólidos estudios que desde los p e n d i o s , hilvanados los m á s al pasadillo y que descubren á tiro
albores del Renacimiento en Occidente alzaron á tan prodigiosa d e arcabuz no ser sino meras traducciones de esos librejos tan
altura la fama inmortal de aquellos humanistas españoles que lo- a b u n d a n t e s en F r a n c i a ad usum puerorum, feminarum et asino-
graron realizar, con asombro de la universal República Literaria, rum, q u e allá llaman gens du monde; cuando y a , en fin, perdida
á la manera de numeroso enjambre de industriosas a b e j a s des- t o d a e s p e r a n z a , teníamos c o m o imposible la publicación en cas-
cendiendo de las cumbres del H y b l a y del H y m e t t o , la Políglota tellano de un libro serio de Literatura g r i e g a ; he aquí q u e apa-
d e A l c a l á y la Regia de A r i a s Montano. rece un editor inteligente, que con patriótico ardimiento se deci-
d e á llenar tan lamentado vacío en el catálogo de nuestros-libros
C u a n d o con atento ánimo se considera c ó m o en esta latina
d e estudio; que e x p o n e á riesgo sus intereses y m u e v e sus pren-
tierra, q u e dió maestros á la antigua R o m a , en la noble patria
s a s para dar á luz la española versión, que tanta falta h a c í a , del
del NEBRISENSE y de LÜIS V I V E S , de MAL-LARA y del BROCEN-
inmortal libro de MÜLLER.
SE, de SIMÓN ABRIL, de VERGARA, de L u i s DE LA CERDA, y
de tantos inmortales humanistas españoles q u e fueron en pasada P e r o tan atrevido y g e n e r o s o intento, de éxito incierto en
edad la admiración de los e x t r a ñ o s , la gloria de nuestras escue- estos p o c o bonancibles tiempos que alcanzamos para las nobles
las, y c o m o la triunfal macedónica falange de la erudición g r i e g a disciplinas de la erudición clásica, ignoradas naturalmente del
y latina entre nosotros, v a a m e n g u a n d o cada día el número de p r o f a n o v u l g o , escasamente cultivadas h o y entre nosotros p o r
los cultivadores de las Letras clásicas; cuando con profundo pesar a l g u n o s , y desdeñadas y c o m o desterradas de aquellas partes
se e c h a de v e r el desdeñoso desvío de nuestra juventud estu- donde tuvieron antes su natural asiento, tropezaba con m u y gra-
diosa, desdeñoso desvío c a d a día más ostensible, de las doctas v e s y casi insuperables obstáculos. Porque si entre los que á las
enseñanzas del g r i e g o y del latín, y nacido de perniciosas causas arduas tareas de escribir para el público se c o n s a g r a n , abundan
q u e no nos incumbe señalar aquí, pero que reclaman pronta los traductores del francés y del p o r t u g u é s , del inglés y del ita-
y rigorosa enmienda, para que no descienda á tan b a j o punto liano, todavía escasean, fuerza e s convenir en ello, los que del
el nivel de nuestros estudios clásicos, q u e y a no merezcamos alemán traducen. P e r o al diligente impresor S r . D . RICARDO
por nuestra negligencia conservar entre las naciones cultas F É , le h a deparado su buen propósito la suerte de encontrar,
aquel preeminente lugar de humanistas que lograron conquis- rara avis apud nos, un traductor del a l e m á n , auténtico y no de
tarnos con sus inmortales obras tantos y tan agigantados inge- p e g a , c o m o h a y a l g u n o s , que traducen libros alemanes y a verti-
nios; cuando con rubor se advierte la carencia total de verda- d o s en m á s vulgarizados i d i o m a s , c o m o de primera m a n o , en
deros tratados doctrinales, de esos que con enérgica concisión la persona del Sr. HINOJOSA, que si bien es aun m o z o por sus
llaman los alemanes Lehrbücher, para el estudio de la Literatura floridos años, merece y a ser contado entre los veteranos cultiva-
g r i e g a en nuestras Universidades, pues q u e desde los últimos dores de los buenos estudios, no tan sólo por su laboriosidad pro-
b a d a , sino también por las buenas prendas de su claro ingenio.
bitos de la República literaria, contribuyendo en gran manera su
N o es un prólogo lugar adecuado para exponer in-extenso la
trágico fin á que sea colocado con igual justicia en primera fila
historia de la breve y gloriosa vida del que fué juntamente y en
entre las grandes lumbreras del presente siglo, y también en el
grado excelso, filólogo, mitógrafo, catedrático y arqueólogo, his-
catálogo de los mártires de la ciencia; mártires gloriosos, c u y o s
toria que hallará el curioso lector en cualquiera de los varios y
imperecederos nombres enumera el docto SALOMÓN REINACII
copiosos diccionarios biografieos que andan en manos de todos-
en la primera página de su Manual de Filología clásica, á saber:
los estudiosos; pero no puedo menos de recordar con profundo
SÓCRATES, PLINIO el naturalista y OTFRIDO MÜLLER. En efec-
dolor la trágica muerte de CARLOS OTFRIDO MIILLER acaecida el.
t o , Sócrates, por haber enseñado á la juventud de A t e n a s la
r.o de agosto de 1840, cuando aun no contaba los 43 años de su
unidad de Dios y la inmortalidad del humano vexie, muere em-
edad, (pues que había nacido en B r i e g , población de la Sile-
ponzoñado por la cicuta, q«e le dan á beber los beatos hazañe-
sia prusiana, el 28 de agosto de 1 7 9 7 ) en Castri de Livania, á
ros del paganismo politeísta de su tiempo; el ávido investiga-
consecuencia de perniciosa fiebre contraída en los alrededores in-
dor de las leyes de la naturaleza, el famoso prefecto de la es-
sanos de la antigua Délfos, cuando, embargado el ánimo en sus-
cuadra imperial de Miseno, perece ahogado por la lava del V e -
investigaciones arqueológicas, le hirieron mortalmente los rayos
subio, c u y o cráter en ebullición intentaba estudiar de cerca; y
del sol de aquel verano de un calor extraordinario.
OTFRIDO MÜLLER sucumbe por la insolación de un ardoroso
A l difundirse la fatal nueva del intempestivo fallecimiento de estío, mientras afanoso se propone arrancar de los despojos y
OTFRIDO MÜLLER, el mundo literario se cubrió de luto; pero- ruinas del mundo antiguo, los escondidos arcanos de pasadas ci-
los adversarios intransigentes de sus opiniones mitológicas, ex- vilizaciones.
puestas en los comentarios de su famosa traducción de las Eumé-
Pero echo de v e r , quizás algo tarde, que llevado de mi acen-
mdes, y que y a habían condenado con gran pasión por novado-
drado amor á los hermosos estudios de la clásica antigüedad que
ras y atrevidas, exclamaron á porfía que era su muerte un mere-
han sido la única é incesante ocupación de toda mi vida, v o y em-
cido castigo del cielo impuesto á su sacrilega temeridad; y el
bargando más allá de lo justo con estos renglones la-atención del
más irascible de todos, el representante más ilustre de la escuela
estudioso lector, que desea penetrar cuanto antes en el texto del
conservadora, el célebre HERMANN, hasta llegó á decir que F e b o
libro de OTFRIDO MÜLLER. Mas al darle fin, me habrá de per-
A p o l o , al fulminar sus doradas flechas sobre la cabeza del pro-
mitir su paciente benignidad repita con insistencia, que no es
tervo que se había, empeñado en rebajar la excelsa majestad
este libro uno de esos mamotretos hilvanados á deshora, que
de los hijos de L a t o n a , considerándolos á él, el luminoso astro-
pasados los exámenes arroja al fuego el estudiante con merecido
de! día, y á su hermana D i a n a , la argentada antorcha de la no-
desprecio; sino que es una obra de la más alta importancia, esti-
che, como dioses de segunda formación, había hecho bien, ejer-
mada de los verdaderos eruditos como un monumento de clásica
citando en su atrevido detractor los fueros de legítima defensa.
Literatura, uno de esos libros, en fin, respecto del cual debemos
A tales extremos lleva el fervor de las contiendas literarias en
repetir con los antiguos:
las grandes Universidades de allende el Rhin, á aquellos precla-
ros ingenios, h o y maestros entre los maestros del orbe civilizado. Indocti discant, el ament meminisse periti.

A pesar de tan empeñadas controversias, y quizás por causa 1.0 d e S e p t i e m b r e d e 1888.


de ellas, el inmortal nombre de OTFRIDO MÜLLER es pronun-
ALFREDO ADOLFO CAMUS
ciado con universal admiración por los doctos de todas las nacio-
nes , y sus obras estudiadas con religioso afán por todos los áhi-
INDICE G E N E R A L A L F A B E T I C O DE LA OBRA

de su versificación: tomo 1.0, p á g i -


A
na 293 á 295. F r a g m e n t o s de ana-
A B A N T E S : tomo i.o, pág. 22. c r e ó n t i c a s : 1.0, 295 á 297.
A B A R I S : 1.0, 365. A N A N I O : 1 o, 230.
ABDERA: 1.0,286. A N A X Á G O R A S : 2.0, 12 á 16.
A C R O N d e A g r i g e n t o : 3.0, 59 y 60. A N A X Á N D R I D A S : 2.0, 290.
A C U S I L A O de A r g o s : 2.0, 35. A N A X I L A 0 : 2.0, 290.
ADIVINOS: 1.0.56. A N A X I M A N D R O : 2.0, 7 y 8.
ADONIS: 1.0,39. A N A X I M E N E S de L a m p s a c o : su vi-
A F A R E O : 2.0, 220. d a : 3.0, 392. S u s o b r a s históricas:
AGATARCO: 2.0,110. 3 °. 393 á 395-
A G A T O N : 2.0, 179, 187, 213, 214 y A N A X I M E N E S de M i l e t o : 2.0, 8 y 9.
335- A N D Ó C I D E S : su v i d a : 2.0, 349. S u
A G I A S : 1.0, 115 y 116. carácter: 2.0, 350.
AGRIGENTO: 1.0,202. A N D R O C I O N : 3.0, 398.
A G R I O N I A S (fiestas): 2.0, 79 A N F I D A M A S de C a l c i s : 1.0, 57.
A IVO?: 1.0, 231. A N F I S : 1.0, 276, y 2.0, 26.
A L C E O : 1.0, 266, 274 y 298. A N T A N D R O : 3.0, 126.
ALCIBIADES ( c o m o o r a d o r ) : 2.0, ANTENOR: 2.0,64.
322. A N T E S T E R I A S (fiestas): i.°, 128,
A L C I D A M A S : 2.0, 335. y 2.0, 79.
A L C M A N : 1.0, 306 y 313. ANTÍFANES: 1.0,276^2.0,290.
A L C M E O N : 3.0, 58. A N T I F O N : su v i d a : 2.0. 337 á 339.
ALCMEÓNIDA: 1.0,364. S u s e j e r c i c i o s de e s c u e l a , las tetra-
A L E U A D E S : 1.0, 57. logías: 2.0, 340 á 342. S u s discursos
A L E X A M E N O de T e o s : 3.0, 22 y 23. forenses y c a r á c t e r de su oratoria:
A L E X I N O : 3.0, 385. 2 °. 342 y 343- S u estilo: 2.0, 344 á 348.
A L E X I S : 2.0, 290, y 3.0, 59. ANTÍMACO de C o l o í o n : 2.0, 310 y
A M A S I S : 1.0, 274. 312.
AMELESÁGORA.S de Calcedonia: A N T I M É N I D E S (hermano de Alceo):
2.0, 38, y 3.0, 397. 1.0, 266.
A M I P S I A S : 2.0, 232. A N T Í S T E N E S : 3.0, 30 á 35.
ANACREONTE: sus p o e m a s á los A P H R O D I T E : 1.0, 31.
mancebos de la c o r t e de Policrates: A P O L O : 1.0, 30. H i m n o á A p o l o D e -
1.0, 289 y 290. S u s c a n t o s amorosos á lio; 1.0, 124. H i m n o á A p o l o P y t h i o :
las h e t a i r a s : 1.0, 290 á 293. C a r á c t e r 1.0, 125.
A P O L O D O R O d e C a r i s t o : t o m o 2.0,
B CIRENE: I n f l u e n c i a d e la e s c u e l a
Retórica d e A r i s t ó t e l e s : t o m o 3.0, p á -
filosófica allí e s t a b l e c i d a : t o m o 3.0,
pág. 291. g i n a 247 á 250. L a Física y demás
B A C C H I A D E S : t o m o 1.0, p á g . 57. p á g . 2 9 y 30.
A P O L O D O R O d e G e l a : 2.0, 291. t r a t a d o s s o b r e e s t á m a t e r i a : 3.0, 251.
BACHÍLIDES: 1 . 0 , 3 3 5 á 338. C I R N O : 1.0, 198.
A Q U E O d e E r e t r i a : 2.0, 213. E s c r i t o s sobre la vida y los seres
Booc/sícc pu"ir¡j.Ó£: i . 0 , 254 CLEÓMACO ( h i j o d e ) : 2.0, 214 y
A Q U E O S : su d i a l e c t o : 1.0, 26. v i v i e n t e s : 3.0, 252. T r a t a d o s deno-
BARBITÓN: 1.0, 246. 215.
A R A R O : 2.0, 290. m i n a d o s Parva naturalia: 3.0, 252.
B A T I L O : 1.0, 289 y 294. C L I D E M O ó C L I T O D E M O : 3.0,398.
A R C T I N O d e M i l e t o : 1.0, 108 y 109. P r o d u c c i o n e s propiamente zoológi-
BATRACOMIOMAQUIA: 1.0, 237 y CLONAS de T e b a s ó d e T e g e a : 1.0,
ARCHITAS: 2.0,29. c a s : 3.0, 253 á 255. Metafísica : 3.0,
238. 259-
ARDIS: 1.0,177. 255 y 256. O b r a s é t i c a s : 3.0, 256 á
BEO: i.o, 4 6 . COES ( f i e s t a s ) : 2.0, 169.
ARGOS: x.o, 23. 259. L a Política: 3.0, 259 á 261. El
BEOCIOS: 1.0,24. COLIAMBOS: 1.0, 230.
A R I F R O N : 2.0, 308. Económico: 3.0, 261 y 262. L a Poéti-
B E R O S O d e C a l d e a : 2.0, 31. C O M M A C I O N : 2.0, 237.
A R I G N A T E : 1 o, 367. ca: 3.0, 262 y 263. O b r a s a p ó c r i f a s ó
B I O N el t r á g i c o : x.o, 29. C O R A : 1.o, 3 0 y 32.
A R I O N ( c o m o l í r i c o ) : 1 o, 321 á 323. d e o r i g e n d u d o s o : 3.0, 263 á 266.
B O R M O S : 1.0, 38. C O R A X : 2.0, 330 y 331.
C o m o poeta d r a m á t i c o : 2.0, 81 á 83. Cuestiones homéricas: 3.0, 2 Ó6. Poli-
BRIAREO: 1.0, 150. C O R D A X : 2.0, 238 á 240.
A R I S T Á G O R A S d e M i l e t o : 2.0, 35. cías: 3.0, 267 á 269 y 397. O b r a s p o é -
BRONTINO: 1.0, 367. CORIBANTES: 1.0,48.
A R I S T A R C O el c r i t i c o : 1.0, 7 4 , 80 y ticas: 3.0, 269. E l o c u e n c i a d e A r i s -
BUBROSTIS: 1.0,79. C O R I N A : 1.0, 342 y 343.
101. t ó t e l e s : 3.0, 270 á 272. E s t i l o d e s u s
BULARCO: x.o, 175. CORIZONTES: i . o , 103.
A R I S T A R C O el t r á g i c o : 2.0, 219. o b r a s : 3.0, 272 á 275.
BUPALO: 1.0, 228. C R Á T E R O : 3.0, 4oo.
A R I S T E A S d e P r o c o n e s o : 1 . ° , 365 y ARISTOXENO de Selinonta: 2.0,
B U T A D E S : 2.0, 39. C R A T E S : 2.0, 232 y 280.
366.
B U T E S : 2.0, 39. C R A T I N O : 2.0, 232 y 274 á 277.
A R I S T I A S : 2.0, 90. 'i 2 4 1 ''
Ap.aareio? VOJJ.O£: 1.0,316.
C R A T I N O el J o v e n : 2.0, 290.
A R I S T I P O : 3.0, 28 y 29. A R Q U E L A O : 2.0, 17.
A R I S T Ó F A N E S d e B i z a n c i o , el crí-
C C R E X O : 2.0, 305.
A R Q U Í L O C O (como poeta elegiaco):
C R I C I A S el e s c u l t o r : 1.0 64.
t i c o : i . o , 101. 1.0, 183 á 185. C o m o p o e t a y á m b i c o : CADMOS d e M i l e t o : 2.0, 34. C R I C I A S : c o m o t r á g i c o : 2.0, 209 y
A R I S T Ó F A N E S el p o e t a c ó m i c o : vi- 1.0, 2 1 2 á 225.
C A L I A S : 3.0, 126. 215. C o m o e l e g i a c o : 2.0, 309 y 310.
c i s i t u d e s d e su v i d a : 2.0, 243 á 245. ARTEMIS LEUCOPHRYNE: 1.0. C A L I N O d e É f e s o : 1.0, 177 á 179. C o m o o r a d o r : 2.0, 322.
Daitaleis: 2.0,245. Babilonios; 2.0, 245 293- C A L Í S T E N E S : S u s obras históricas: CRISOTEMIS: 1.0,241.
á 247. Acarnienses: 2.0, 247 á 253. Ca- A R T E M I S I A : 3.0, 386. 3 °. 395- S u s d o t e s c o m o historia- C T E S I A S : s u v i d a : 3.0, zi6. Pérsicas:
balleros: 253 á 257. Nubes: 2.0,257 • A R T I S T A S ( 8 n ) ¡ U 0 s p y 0 Í ) : i.o, 56. d o r : 3.0, 395 y 396. M é r i t o d e s u s 3.0, 1 1 7 y u 8 . Indicas: 3.0, 1 1 9 . S u
á 261. Avispas. 2.0, 261 á 263. Paz:2.0, ASCLEPIADAS: 3.0, 56. o b r a s : 3.0, 396. d i a l e c t o : 3.0, 1 1 9 y 120. S u estilo:
263 y 264. Aves: 2.0, 264 á 267. Lisís- ASCLEPIADES d e T r a g i l o : 3.0, 376 C A L Í S T R A T O d e A t e n a s (poeta l í r i - 3.0, 1 2 0 á 122.
trata: 2.0, 268. Fiestas de Ceres: 2.0, 268
Y 377- co): 1 . 0 , 300. C Y B I S T E T E R E S : 1.0,45.
y 269. Ranas: 2.0, 269 á 272. Junteras:
A S C R A : i . o , 133. CALÍSTRATO ( a c t o r t r á g i c o ) : 2.0,
2 . ° , 2 7 2 y 2 7 3 . P/MÍO: 2 . 0 , 2 7 3 . Cácalo:
A S I O d e S a m o s : 1.0, 166. 244 y 245-
2.0, 273. Eolosicon: 2.0, 273. CH
ASTIDAMAS: 2.0,217.
C A N T O R E S (áoiSoí): 1.0,56.
ARISTÓTELES ( c o m o p o e t a lírico): A T A Ñ I S : 3.0, 125. C A R C I N O d e A t e n a s : 2.0, 213. CHERSIAS: 1.0, 166.
2.0, 308. S u c a r á c t e r : 3.0, 204, 205, A T E L A N A S ( f i e s t a s ) : 2.0, 282. CARON d e L a m p s a c o : 2.0, 38. C H E R S I F R O N : 2.0, 331.
219 y 220. S u v i d a : 3.0, 205 á 219. D i - ATENAS: supremacía d e A t e n a s en C A U C A L O , orador, hermano de T e o - CHILON: 1.0,299.
f e r e n c i a s e n t r e él y P l a t ó n , e n c u a n - L i t e r a t u r a y A r t e s : 2.0, 58 á 61. G o - p o m p o : 3.0, 386. C H I Ó N I D E S : 2.0, 231.
t o al estilo: 3.0, 221 y 222. Número bierno de Solon y de los Pisistráti- C E B E S : 3.0, 24. C H O R O S : 1.0, 43, y 2.0, 95, 96 y 99.
d e s u s p r o d u c c i o n e s : 3.0, 222 y 223. das: 2.0, 61 á 64. G o b i e r n o y p o l í t i -
CEFISODORO de Tebas: 3.0, 376 CHTHÓNICOS ( d i o s e s ) : 1.0, 361 y
Influencia de A n d r ó n i c o en la clasi- c a d e P e r i c l e s : 2.0, 65 á 68. C a u s a s
y 377- 362.
ficación d e s u s o b r a s : 3.0, 225 á 230. d e l a d e c a d e n c i a d e la República
O t r a clasificación de los escritosaris- CERCOPS: 1.0, 364 y 367. D
a t e n i e n s e : 2.0, 68 á 74.
t o t é l i c o s : 3.0, 231 y 232. S u s d i á l o g o s : C I C I S ( h e r m a n o d e A l c e o ) : 1.0, 266-
ATHENE: 1.0, 30 y 31.
C I M E R I E N O S : i . o , 177 y 178. D A M O F I L A : X.O, 285.
3.0, 233 á 238. S u s o b r a s d i d á c t i c a s : A T H E N I S : 1.0, 228.
C I N E S I A S : 2.0, 303. DEIOCO d e P r o c o n e s o : 2.0, 39.
3.0, 238 y 239. Retórica de Teodectes: A T H I D A S : c a r á c t e r d e este g é n e r o
3.0, 240 á 242. E l Organon: 3.0, 242 á C I N E T O d e C h í o s : 1.0, 74. D É M A D E S : carácter de sus discur-
d e p r o d u c c i o n e s : 3.0, 397. s o s : 3.0, 370 á 372. S u c o m p a r a c i ó n
245. Retórica á Alejandro: 3.0, 246. C I N E T O N : x.o, 164.
A T I O : l a Nictegersia: 2.0, 209.
c o n D e m ó s t e n e s : t o m o 3.°, página D I O N I S I O de M i l e t o : t o m o 2.0, pá- E S C U L A P I O : t o m o 3.0, pág. 56. E U R I F O N : tomo 3.0, pág. 60 y 61.
372. S u d i c c i ó n : 3.0, 372. g i n a 40. ESMIRNA: 1,0,75478. E U R Í P I D E S : c a r á c t e r de su trage-
D E M E A S : 3.0, 366. D I O N Y S I A C A S campestres (fiestas): E S O P O : 1.0, 232 á 236. dia: 2.0, 178 á 183. E l Prólogo c o m o
DEMETER: 1.0, 30 y 32. H i m n o á 2 ° , 226 á 228. E S P A R T A : 2.0, 58, 59 y 62. elemento de sus tragedias: 2.0, 184.
D e m e t e r : 1,0, 127 y 128. DIÓNYSOS: i.o, 31 y 33 Su culto: E S Q U I L O : su vida: 2.0, 121 á 123. El deus ex machina: 2.0, 185 y 186.
D E M E T R I O F A L É R E O : 3.0, 373. 2.0, 78, 80 y 225 á 228. Distribución de s u s tragedias en Alceste: 2.0, 190. Medea: 2.0. 191. Hi-
D E M Ó C A R E S : 3.0, 373. D I T I R A M B O : 2.0, 8x, y el cap. X I V . trilogías: 2.0, 123 y 124. L o s Persas: pólito coronado: 2.0, 192. Hécuba: 2.0,
D E M O C L E S de F i g a l i a : 2.0, 38. D I Y L O de A t e n a s : 3.0, 385. 2.0, 124, 126 y 128. Fineo: 2.0, 126 y 193 á 195. Heráclidas: 2.0, 195. Supli-
D E M Ó C L I D E S : 3.0, 373. D O R I O S : dialecto dórico: 1.9, 25. 127. Glauco Pontio: 2.0, 127 y 128. Et- cantes: 2.o, 195 y 196. Ion: 2.0, 196 y
DEMÓCRITO : datos biográficos: DRÍOPES: 1.0,22. neanas: 2.0,128. Siete contra Tebas: 2.0, 197. Heracles furioso: 2. 0 , 197 y 198.
3.0, 39 á 42. S u f e c u n d i d a d c o m o 129 y 130. Eleusinias: 2.0, 130. Edipo: Andromaca: 2.0, '198 y 199. Troyanas:
e s c r i t o r : 3.0, 42 y 43. S u s teorías E 2.0, 131. Danaides: 2.0, 132 á 134. Su- 2.0, 199 á 201. Electra: 2.0, 201. Hele-
filosóficas: 3.0, 44 á 47. S u influen- plicantes: 2.o, 132. Egipcios: 2.0, 133. na: 2.0, 201 y 202. Ifigenia en Tauria:
cia: 3.0,47. S u o b r a z s p í s - j 5 u ¡ x ó ¡ c : E Á C I D A S : í.o, 57. Prometeo: 2.0, 134 á 140. Agamemnon: 2.0, 202 á 204. Orestes: 2.0, 204. Feni-
3.0, 47 y 48. S u dicción y estilo: 3.°, E C F Á N T I D E S : 2.0, 231. 2.o, 140 y 141. Coéforas: 2.0, 141 y cias: 2.0, 205. Bacantes: 2.0, 206 y 207.
49 á 51- ECHEMBROTO de Arcadia: 1.0, 142. Erynnias: 2.0, 142 á 145. Proteo: Ifigenia en Aulis: 2.0, 207 y co8 Tele-
D E M O D O C O : 1 o, 44, 56 y 57. 2.0, 145 y 146. R a s g o s característi- fo: 2.0, 208 y 209. Andrómeda: 2.0,
175-
D E M Ó F I L O : 3.0, 380. c o s de la poesía d e E s q u i l o : 2.0, 145 209. El Sabio Melanipo: 2.0, 209. Pi-
E F I P O : 1.0,276.
D E M Ó N : 3.0, 306 y 398. y 146. ritoo: 2.0, 209. Crisipo: 2.0, 209. Sisi-
É F O R O : su v i d a : 3.0, 378 y 379. S u
D E M Ó S T E N E S : S u vida: 3.0, 283 y • E S Q U I N E S el socrático: 3.0,24 á 26. fo: 2.0, 209. E l Cíclope: 2.0, 209.
o b r a Sobre el estilo: 3.0, 379. O b r a s
284. S u s discursos Sobre la tutela: históricas: 3.0, 379 y 380. S u sentido E S Q U I N E S el o r a d o r : su rivalidad E U R Í P I D E S el Joven: 2.0, 218.
3.0, 284 á 286. E d u c a c i ó n y desarro- crítico: 3.0, 381 á 383. M é r i t o d e s u s con D e m ó s t e n e s : 3.0, 313 á 319. Su E V E N O de Paros: 2.0, 309.
llo de sus dotes oratorias: 3.0, 286 á p r o d u c c i o n e s : 3.0, 383 y 384. C a r á c - v i d a : 3.0, 347 y 348. S u influencia E X O S T R A : 2.0,109.
288. A c t i v i d a d política de D e m ó s t e - ter de É f o r o : 3.0, 384. S u d i c c i ó n : política: 3.0, 34.J. S u d i s c u r s o Contra
nes: 3.0, 291 á 294. S u s d i s c u r s o s 3.0, 3S4. S u inventiva: 3.0, 384 y 385. Timarco: 3.°, 349 y 350. Sobre la trai- F
políticos: 3.0, 296 á 304 S u s oracio- E L E Á T I C O S : 2.0, 18. ción de la Embajada: 3.0, 350 y 351.
nes forenses: 3.0, 3054 312. S u riva- "EXsycc: 173 Contra Ctesifon : 3.0, 351. P a r a l e l o en- F A L O F Ó R I C O S (cantos) : 2.0, 227.
lidad con E s q u i n e s : 3.0, 313 á 319. E L E U S I N I A S (fiestas): í.o, 362. Mis- tre D e m ó s t e n e s y E s q u i n e s : 3.0, 351 F A N O D E M O : 3.0, 398.
H p o c í i x ' . a hi\\j.7]yop'.xá: 3.0, 319- terios d e E l e u s i s : 2.0, 78. y 352. C a r á c t e r de E s q u i n e s c o m o F E D O N : 3.0, 23.
C a r á c t e r de D e m ó s t e n e s c o m o ora- E M M E L E I A : 2.0, 97. orador: 3.0, 352 y 353. L a s c a r t a s que F E M I O : i.o, 56.
dor y c o m o e s c r i t o r : 3.0, 321 á 341. E M P É D O C L E S : 2.0, 23 á 26. se le atribuyen: 3.0, 353 y 354. F E R É C I D E S : i.o, 366, y 2.0, 4 , 5 y 37.
D E X I P O : 3.0, 363. E N C I C L E M A : 2.0, 109. ESTASINO de C h i p r e : 1.0, 113 á F E R E C R A T E S : 2.0, 232.
D I Á G O R A S de Melos: 2.0, 305. E N É A D E S : 1.0, 57. "5- F I L A M O N : 1.0, 46 y 241.
DICELICTES e s p a r t a n o s : 2.0, 282. E N E A S el T á c t i c o : 3.0, 126. De la de- E S T E S Í C O R O : í.o, 313. S u s refor- F I L E M O N : 2.0, 291.
D I D A S C A L I A S : 2.0, 91. fensa contra los sitiadores: 3.0, 127. m a s en el coro: 1.0, 315. Asuntos y F I L I L I O : 2.0, 232.
D I F I L O : 1.0, 276. S T p a r r j Y ' . ' / á : 3.0, 127. D i c c i ó n de c a r á c t e r d e su poesía: í.o, 316 y 319. F I L Í P I D E S : 2.0, 291.
DINARCO: datos biográficos, 3.0, Eneas: 3.0,128. S u s poesías e r ó t i c a s y bucólicas: 1.0, F I L I P O (poeta cómico): 2.0, 290.
367. S u s relaciones con D e m ó s t e n e s : E O L I O S : dialecto eólico: 1.0, 23 y 24. 320 y 321. F I L I S T O : su v i d a : 3.0, 122. Sicilia-
3.0, 368. S u s discursos: 3 o, 368. S u s E P É O S : 1.0, 22 y 23. E S T R A T O C L E S : 3.0, 373. nas: 3.0, 123. Historia de Dionisio el
dotes oratorias: 3.0, 369 y 370. E P I C A R M O : 2.0, 281 á 287, y 3.0, 60. E U B Ú L I D E S : 3.0, 385. Antiguo: 3.0, 123. Historia de Dionisio
D I N O L O C O : 2.0, 283. E P I G E N E S : 2.0, 82. E U B U L O : 2.0, 290. el Joven: 3.0, 123. E s t i l o de Filisto:
D I O C L E S : 2.0, 232. E P Í G O N O S : í.o, 119. E U C L I D E S de M e g a r a : 3.0, 27. 3.0, 124 y 125. Su comparación c o n
D I Ó G E N E S de A p o l o n i a : c o m o filó- E P I G R A M A : 1.0, 204 á 207. E U D E M O de P a r o s : 2.0, 38. T u c í d i d e s : 3.0, 375.
sofo: 2.0,16 y 17. C o m o m é d i c o : 3.0, E P I L I A S : 1.0,159 á 161. E U F O R I O N : 2.0, 216. F I L O C L E S : 2.0, 209 y 217.
58. E P I M É N I D E S d e C r e t a : í.o, 365. E U G A M O N de C i r e n e : 1 . 0 , 1 1 7 . F I L O C O R O : 3.0, 398 á 400.
D I Ó G E N E S de Sínope: 3.0, 36 y 37. E P I R H E M A : 2.0, 237. E U G E O N de Samos: 2.0, 38. F I L Ó N I D E S : 2.0, 244.
D I O G N E T E S : i.o, 367. E R I N A : 1.0, 285. E U M E L O : 1 o, 164 y 165. F I L O T A S : 2.0, 304.
D I O N E : i.o, 30. E S C E F R O S : 1.0, 38. E U M Ó L P I D A S : i.o, 47. F I L O X E N O de C i t e r à : 2.0, 302, 303
D I O N I S I O el A n t i g u o : 2.0, 215. E S C O L I O S : I.o, 297 á 301. E U P O L I S : 2.0, 232 y 278 á 280.
y 3°7-
F O C Í L I D E S de Mileto: tomo i.o, pá- H E R Ó D O T O : sus v i a j e s : tomo 2.0,
gina 194. pág. 45. P l a n de su obra: 2.0, 47 á
F O R M I N G E ó C i t a r a : i.o, 60. 50. Ideas principales de la misma:
F O R M I S : 2.0, 283. 2.0, 50 y 51. E x c e l e n c i a s y defectos
F R Í N I C O : 2.0, 86 á 88 y 232. d e sus investigaciones: 2.0, 52 á 54.
F R I N I S : 2.0, 303. E s t i l o de su n a r r a c i ó n : 2.0, 54. D i a -
lecto: 2.o, 54 y 55.
G H E S I O D O : Trabajos y Días: 1.0, 136
á 141. Doctrina de Chiron: i . o , 142.
G A L I A M B O S : i.o, 253. Teogonia: i.o, 142 á 155. Grandes Eeas: PRÓLOGO DE LA PRIMERA EDICIÓN
G I G E S : 1.0, 77 y 187. 1.0, 156. KaxáXoyci. yuvaixóv:
GIMNOPEDIA. 1.0, 257. i.o, 157. Melampodia: 1 o, 158. Epilias:
G L A U C O (héroe licio): i.o, 80. 1.0, 159 á 161. Bodas de Ceix: 1.0,159.
G L A U C O de R h e g i u m : i.o, 113. Epitalamio de Peleo y de Thétis: 1.0,
G N E S I P O : 2.0, 215. 159. Bajada de Teseo y de Piritoo á los ¡

F v o i i a i : i.°, 193 Infiernos: 1.0, 159. Escudo de Heracles:


G N Ó M I C O S (poetas): i.o, 193, 203 y 1.0, 159.
204. H I A G N I S : 1 ° , 49 y 251. L a obra de mi difunto h e r m a n o , que en cumplimiento de su
G N O M O N de Anaximaiidro: 2.0, 7. H I B R I A S de C r e t a : 1.0, 300. última v o l u n t a d , manifestada m u y poco antes de emprender su
G O R G I A S : sus opiniones y pernicio- H I E R A X de A r g o s : x.o, 259.
viaje á Italia y á G r e c i a . doy á la i m p r e n t a , apareció y a en su
sos efectos de sus doctrinas: 2.0,328 H I M E N E O : 1.0, 41 y 42.
y 329. S u retórica y sus formas de H I P E R D O R I O S : i.o, 247. mayor parte (hasta el capítulo XXVII) en Inglaterra y en lengua
expresión: 2.0, 332 á 335. H I P E R F R I G I O S : x.o, 247. inglesa, con el título «History of tlie literature of ancient G r e e c e
G U R L A : i.o, 60. H I P E R I A S T I O S : i.o, 247.
by K . O. Müller. V o l . x, L o n d o n . Baldwin and C h a d o c k , 1840»,
H I P É R I D E S : su v i d a : 3.0, 357. Su
influencia política: 3.0, 358. S u s do- así como también una invitación de una sociedad inglesa (la So-
H
tes oratorias: 3.0, 358. S u s discursos: ciedad para la difusión de conocimientos útiles) dirigida al autor
H A L I A T E S : 1 o, 177. 3.0, 359 á 365. P a r a l e l o entre H i p é -
para que publicase la obra entera, y que fué lo que más especial-
H A R M O D I O y A R I S T Ó G I T O N : i.o, rides y D e m ó s t e n e s : 3.0, 365 y 366.
S u estilo y su dicción: 3.0, 366 y 367. mente le estimuló á terminar su trabajo. Y a en el año 1837 pro-
300.
H E C A T E O : 2.0, 35 á 37. H I P Ó C R A T E S : o b r a s que se le atri- yectaba mi h e r m a n o , según me anunciaba en carta del mes de
H E G E S I A S de H a l i c a r n a s o : 1.0, 1x3. buyen: 3.0, 53. C a r á c t e r y estilo de Octubre del mismo a ñ o , publicar en lengua alemana la «Histo-
H E G E S I N O de C h i p r e : i . o , 113. c a d a una d e ellas: 3.0, 64 á 77. Im-
portancia de la C o l e c c i ó n h i p o c r á -
ria de la L i t e r a t u r a G r i e g a » , que comenzó en 1836; y cierta-
H E G E S I P O : paralelo entre s u s dis-
cursos y los de Demóstenes : 3.0, 303. tica: 3.0, 77 á 80. mente hubiera sido este el primer trabajo literario á que se ha-
S u vida: 3.0, 344. S u s obras: 3.0,345 H I P O C R E N O : x.o, 52. bría c o n s a g r a d o , si le hubiera sido dado volver á su patria; pero
HIPOEOLIOS: 1.0,247.
y 346- no pudo realizar su propósito: la muerte le impidió no sólo pu-
H E G I A S : i.o, 64. H I P O F R I G I O S : i.o, 247.
H E L Á N I C O de Mitilene: 2.0, 38 á 40. H I P O L I D I O S : i.o, 247. blicar, sino también terminar su obra. L o incompleto de. ella
H E L I C O N : 1 o, 51. H I P O N A X : c o m o poeta y á m b i c o : 1.0, hará que se recuerde constantemente su dolorosa pérdida. Mi
H E P H E S T O S : 1.0, 30 y 32. 228 á 230. C o m o c u l t i v a d o r de la
obligación, p u e s , era cuidar de que se imprimiese con la m a y o r
H E R A : 1.0, 30 y 31. parodia: 1.0, 237.
H E R A C L E S : x.0, 167. H I P O R Q U E M A : x.o, 45. exactitud y corrección el manuscrito que había d e j a d o , para lo
H E R Á C L I T O : 2.0, 9 á 12. H O M É R I D A S : i.o, 123. cual tuve necesidad de poner en claro algunos pasajes relativa-
H E R A L D O S : i.o, 56. H O M E R O : i.o, 27 á 33. litada: x.o,
mente breves, que no podían leerse fácilmente en el borrador, uti-
H E R M E S : 1.0, 30 y 32. H i m n o á H e r - 83 á 97. Catálogo de las naves: i.o, 93.
Odisea: i.o, 97 á 104. C o m o poeta sa- lizando para ello la edición inglesa. Y o , pues, soy responsable de
mes: i.°, 126.
H E R M I P O : 2.0,232. tírico: x.o, 213 y 214. algunos de los términos en esta edición empleados. F u e r a de es-
HERMODAMAS: 1.0,75. H Y L A S : x.o, 39.
to, y atendida la índole de mi t a r e a , no rae lie creído autorizado

LIT. GR. 1
p a r a hacer por mi propia c u e n t a ninguna modificación ni altera-
ción sustanciales, ni siquiera para citar obras posteriormente pu-
blicadas. Por otra parte, poco hubiera y o podido añadir que
fuera digno de figurar en el t r a b a j o de mi hermano. U n índice
formado por mí facilitará el m a n e j o de la obra. Ojalá que aquél
PROLOGO DE L A SEGUNDA EDICION
responda á su objeto y que la forma externa en que se ofrece al
público esta obra postuma de un hombre tan querido y estimado
de m u c h o s , no se j u z g u e indigna de su autor. Si así f u e r a , debe-
d a s e en gran p a r t e al impresor, á quien unieron lazos de ínti-
m a amistad con mi h e r m a n o , y muy especialmente á otro an-
tiguo y leal amigo s u y o , al profesor Kunisch de B r e s l a u , quien E l editor h a creído no deber separarse de los principios ob-
no sólo me a y u d ó á corregir las p r u e b a s , por estar y o lejos del servados en la edición anterior, con t a n t a más razón, cuanto que
lugar en que se h a c í a la impresión, sino también á confrontar su proceder h a sido enteramente aprobado por hombres c o m o
cuando necesario e r a , la edición inglesa con el texto alemán. E l G . B e r n h a r d y y F r . Ritter en sus juicios acerca de esta obra
autor indica y a en la introducción á qué clase de lectores se di- (Hall. L i t t e r a t u r z e i t u n g , 1844. E n e r o 2, 3, 4 y W i e n e r Jahrbücher
rige principalmente en su o b r a ; pero no creo engañarme al espe- der L i t t e r a t u r . V o l . 104, p. 115-143). N o h a creído por lo tanto
rar que han de encontrar también en ella estímulo ó enseñanzas, lícito añadir á la obra nada por su cuenta, ni siquiera exponer su
no obstante destinarla su autor m á s especialmente á la j u v e n t u d , propio juicio sobre los puntos, en que difieren el autor y sus crí-
aun las personas d o c t a s y de edad m a d u r a . A u n q u e incompleta, ticos. P o r el contrario h a rectificado con gusto, á la v e z que con
esta Historia de la L i t e r a t u r a G r i e g a , t r a t a , casi enteramente, agradecimiento, algunas omisiones y errores indicados en los jui-
la época más importante de la literatura del pueblo heleno, esto cios acerca de la primera edición, y algunos otros que le h a se-
e s , los dos períodos primeros de su historia, en conformidad con ñalado en carta el profesor W a g n e r de B r e s l a u . H a c u i d a d o igual-
lá división a d o p t a d a por el a u t o r , excepción hecha de Platón y mente de que hubiese más uniformidad, con especialidad en la
D e m ó s t e n e s , respecto de los c u a l e s , había m o t i v o s , sin duda al- ortografía; ha remitido al lector en m u c h o s p a s a j e s , á l a s ob-
g u n a , para esperar mucho de las investigaciones del autor. La servaciones contra l a s ideas é investigaciones del a u t o r , que se
obra se interrumpe precisamente en un periodo análogo á aquél hallan en obras y artículos que han llegado á su noticia; y sobre
en que se cortó la v i d a de su autor: en el periodo álgido de su lodo, ha tenido más en cuenta en las c i t a s , las necesidades del
energía y de su vitalidad fresca y l o z a n a , l l e g a n d o , por una par- tector alemán. ¡ Q u e esta obra al aparecer de nuevo b a j o una for-
t e , á su a p o g e o , y desarrollándose por o t r a , con nuevos bríos, m a no esencialmente distinta de aquella que h a merecido tan
sin mostrar síntoma alguno de c a n s a n c i o ni de fatiga. universal y favorable a c o g i d a , agrande el círculo de sus lectores
en consonancia con su o b j e t o , y continúe ejerciendo su influen-

Liegnitz, A g o s t o d e 1841.
c i a benéfica y e f i c a z , especialmente sobre la j u v e n t u d que en
nuestra época necesita aspirar la atmósfera f o r t a l e c e d o r a , que
E. M ü l l e r .
remaba en l a s regiones, c u y o velo descorre el autor tan feliz-
mente delante de nuestros ojos!

Liegnitz, E n e r o d e 1S56.
E. M ü l l e r .
PRÓLOGO DE LA TERCERA EDICIÓN

L a adopción del método que convenía seguir al dar á luz una


n u e v a edición de la presente obra, no podía ofrecer dificultad al-
guna. Ciertamente que habida razón, del fin que se propone
principalmente el autor, que es iniciar á los jóvenes en el conoci-
miento de la historia de la literatura g r i e g a , no parecerá injus-
tificado el deseo de v e r en ella tratadas más extensamente algu-
nas cuestiones, y otras de una manera más conforme al estado
actual d e ' l a ciencia. P o r otra p a r t e , sería manifiesta temeridad
poner mano en tan a c a b a d o edificio como e s , en opinión de todos,
la Historia de la L i t e r a t u r a G r i e g a de O. Müller. A g r é g a s e á es-
to , que es cuando menos d u d o s o , que una refundición p a r c i a l , re-
dundase en provecho de la obra. ¡En cuántos casos podría lograr-
se sustituir con soluciones incontestables l a s opiniones discuti-
bles ó quizá no umversalmente a c e p t a d a s y a del autor! D e aquí
que me h a y a conformado al sistema seguido por el primer editor
y más tarde por el traductor francés, dejando íntegro el t e x t o , é
insertando en forma de notas las modificaciones y adiciones q u e
he j u z g a d o necesarias. P e r o aún én esto me he contenido dentro
de ciertos límites: me he abstenido de adiciones extensas, p o r q u e
hubieran alterado el plan primitivo de la o b r a , y he renunciado á
exponer detalladamente las opiniones contrarias á l a s del autor, á
fin de que no fuera desfavorable la impresión general. D e s e o ha-
ber observado el j u s t o medio en a m b o s sentidos. H e creído que
podía proceder con más l i b e r t a d , en orden á las citas y remisio-
nes, poniendo especial cuidado en comprobar las primeras, y en sospechar siquiera las dificultades que ofrece el bosquejar perío-

corregirlas, cuando era necesario; por lo que toca á las segundas, d o s literarios que en su conjunto no han sido expuestos n u n c a

l a s he sustituido, c u a n d o se referían á una colección anticuada, hasta el presente.


por otras más recientes, c o m o por e j e m p l o , la tercera edición de Después de formular este j u i c i o , es quizá temerario manifes-
los Poeta lyrici de B e r g k . L a s citas de p á g i n a s de la presente tar la intención que abrigo de completar la presente o b r a ; pero
obra, se refieren á la s e g u n d a edición, c u y a paginación se indica aun en el caso más desfavorable, debe considerársele como pre-
más arriba * ) . paración y e x c u s a anticipada del fracaso posible de mi tentativa.

Por lo que toca al libro considerado en sí mismo, en ninguna


Estrasburgo, 13 de Agosto de 1875.
p a r t e menos necesario que a q u í , es añadir a l g o en elogio suyo.
E. H e i t z .
A u n q u e incompleto á c a u s a de la muerte desgraciadamente pre-
matura del autor, pocos h a y que llenen c o m o él tan cumplida-
mente su objeto. P o c o s libros h a y que como éste h a y a n salido de
primera intención, conforme á un plan sabia y hábilmente tra-
z a d o . A g r a d a b l e en su f o r m a , elegante en su estilo, muéstranos
en contorno perfectamente d i b u j a d o el cuadro animadísimo del
desenvolvimiento incomparable de los diversos géneros de la
poesía y de la prosa entre los G r i e g o s . E s además testimonio
elocuente de que su autor había a l c a n z a d o un conocimiento tan
perfecto y comprensivo de la antigüedad c l á s i c a , que á m u y po-
c o s le ha sido dado obtenerlo igual y , lo que es más raro c a d a
d í a , á medida que los estudios se concentran más y más en los
detalles.

Consecuencia natural de estas c u a l i d a d e s que todo el mundo


reconoce en la obra de O . M ü l l e r , e s que aun fuera de A l e m a n i a
es umversalmente e s t i m a d a . L a traducción italiana no ofrece
n a d a de p a r t i c u l a r ; por el contrario, la francesa ( P a r í s , 1865) es
e x c e l e n t e , y se distingue por una serie de importantes adiciones,
entre las que sobresale un estudio sobre O. Müller. E l traductor
inglés L e w i s ( O x f o r d , 1858) se ha limitado á insertar una nota
breve sobre un solo p a s a j e , pero su traducción v a a c o m p a ñ a d a de
una continuación, c u y o a u t o r , D o n a l d s o n , no ha acertado en ma-
nera alguna á desempeñar su tarea de un m o d o satisfactorio. S u
t r a b a j o no es sino una compilación árida, que se pierde en inter-
minables análisis, sin una idea ni un hecho n u e v o s , en que de-
muestra desconocer l a s últimas investigaciones y sobre todo, n o

' ) [ E s t o no es aplicable á la 4.a edición. <


PRÓLOGO DE LA CUARTA EDICIÓN

E l tiempo relativamente corto en q u e , á partir de la época en


la c u a l vió la luz pública la última edición, ha sido preciso hacer
una nueva, puede considerarse como la mayor prueba del mérito
de esta obra. A fin de establecer una división más igual, se h a
d a d o c a b i d a en este primer tomo á la historia de la tragedia.
E l s e g u n d o , c u y a impresión está á punto de c o m e n z a r , conten-
drá en su última p a r t e , la continuación de la historia de la li-
teratura g r i e g a , hasta la época m a r c a d a en el título de la o b r a .

Estrasburgo, 31 de Agosto de 1881.

E. H e i t z .

I
w

J
INTRODUCCIÓN

A l emprender la tarea de escribir una Historia de la L i t e r a -


tura G r i e g a , no es mi propósito enumerar los muchos centenares
d e escritores, c u y a s o b r a s , después de escapar á mil otras vici-
s i t u d e s , fueron q u e m a d a s en la Biblioteca de A l e j a n d r í a por or-
den del califa Ornar. Este hecho no hizo quizá perder á la hu-
m a n i d a d t a n t o como generalmente se c r e e , porque si hubiera
llegado hasta nosotros tan prodigiosa cantidad de libros de las
a n t i g u a s é p o c a s , acaso el nacimiento y floreciente desarrollo de
la literatura moderna habría sido, si no imposible, por e x t r e m o
difícil ')• N o pretendo t a m p o c o iniciar á la j u v e n t u d , para la
que especialmente escribo, en las intrincadas controversias de
l a s escuelas filosóficas, en las teorías de los gramáticos y de los
críticos, en el desenvolvimiento gradual y progresivo de las cien-
cias naturales entre los G r i e g o s , en ninguna de las r a m a s , en
fin, de su l i t e r a t u r a , cultivadas únicamente por los eruditos de
profesión. P r o p ó n g o m e tratar sólo de esa literatura que constitu-
y e , por decirlo a s í , el elemento principal de la civilización he-
l é n i c a , y por consiguiente, mi tarea se limita á demostrar cómo

') [ E s t e hecho no está perfectamente probado. L o s escritores orientales que


nos h a n trasmitido noticias detalladas de la toma de A l e j a n d r í a en el año 642.
no le mencionan. P e r o aun suponiendo que fuera c i e r t o , no puede atribuírsele
e n modo alguno la importancia, que m u c h o s no h a n vacilado en concederle; nó-
tese sinó que de las numerosas obras que en época m u y posterior se conserva-
b a n en la Biblioteca d e Constantinopla, son m u y p o c a s las que han llegado has-
ta nosotros. P o r otra p a r t e , el constante testimonio de la historia de la hteratura
latina, demuestra m u y á las claras, que la p é r d i d a de gran número de s u s pro-
d u c c i o n e s débese ante todo á que sólo algunas obras y escritores escogidos h a n
logrado absorber p o r completo el interés de los doctos.
esas notables obras del pensamiento h u m a n o , á las que con ra- pleados cuantos medios pueden hacer resaltar las bellezas del
zón llamamos las obras clásicas de los g r i e g o s , fueron parto del conjunto. Jamás ofrecen los cantos épicos el carácter de un en-
genio nacional y de las condiciones sociales y políticas de la sayo grosero ó de un esfuerzo sin resultado; lejos de e s t o , puede
G r e c i a ; y cómo en todas ellas brillan el espíritu y el g u s t o , y to- asegurarse que en ningún p o e m a , absolutamente en ninguno, ni
da la vida íntima de aquel pueblo favorecido más que ningún de la a n t i g ü e d a d , ni de la época m o d e r n a , se encuentra tan fe-
otro por la N a t u r a l e z a . lizmente interpretado como en éstos el verdadero estilo épico,
C l a r a m e n t e se deduce de aquí el plan que en mi obra trato razón por la c u a l casi puede dudarse que algún poeta futuro lo-
de desarrollar. E n la primera p a r t e , seguiré paso á p a s o el des» g r e pulsar e s t a cuerda con mejor éxito. Cierto es que necesitó
envolvimiento de la poesía y de la p r o s a , durante la época an- muchos ensayos y múltiples y penosos esfuerzos la poesía épica
terior á la preponderancia de la civilización á t i c a ; en la s e g u n d a , para llegar á su a p o g e o , y que precisamente la superioridad de
bosquejaré el cuadro de la edad de oro de la poesía y de la elo- la litada y de la Odisea, fué sin disputa lo que con mayor eficacia
cuencia en A t e n a s ; y por ú l t i m o , en la t e r c e r a , la historia de la contribuyó á hacer que cayeran en el olvido las poesías antiguas.
literatura g r i e g a , desde A l e j a n d r o M a g n o , época que á pesar E s t e período primitivo se h a l l a , pues, fuera del alcance de la his-
«le haber producido m u c h a s más obras que las p r e c e d e n t e s , pue- toria literaria propiamente d i c h a ; no o b s t a n t e , seríanos forzoso
de encerrarse en más estrechos l í m i t e s , d a d a la índole de e s t a renunciar á conocer las relaciones de la literatura griega con
o b r a , p o r q u e , siendo entonces la literatura patrimonio e x c l u s i v o el progreso de la civilización nacional helénica, si antes no tra-
de los eruditos, había perdido su influjo sobre las masas. N o m e tásemos de formarnos una idea del período que precedió á la
sería difícil hallar un punto de partida p a r a dar comienzo á este poesía de Homero. É s t a y no otra es la razón que me m u e v e á
t r a b a j o , si sólo hubiera de ocuparme en el e x a m e n de los escri- comenzar la presente Historia por las manifestaciones intelec-
tos de la a n t i g ü e d a d , que han llegado h a s t a nosotros. Si así fue- tuales que preceden generalmente á la poesía, en virtud de la
ra , podría empezar con H o m e r o y H e s i o d o , lo cual equivaldría misma ley natural que e x i g e , que ésta preceda siempre á su
á engolfarme de repente, como el poeta é p i c o , en medio de la vez á la prosa. E s t a s manifestaciones son la lengua y la religión.
historia, puesto que la literatura g r i e g a , semejante á M i n e r v a , D e s p u é s trataré de señalar el carácter y de seguir la m a r c h a
que nació armada de todas armas del cerebro de Júpiter, se nos de la poesía en la época ante-homérica, teniendo por norte los
muestra en su m a y o r brillo y esplendor, en e s t a s obras q u e , se- datos, qiíe los mismos p o e m a s de H o m e r o proporcionan, y los
gún H e r o d o t o (253) Aristóteles ' ) y todos los críticos escrupu- testimonios m á s auténticos de una antigüedad menos remota.
losos y concienzudos, son las más antiguas que de los t i e m p o s .
históricos poseemos. Y en efecto, por fácil que sea reconocer en
la ¡liada y en la Odisea la j u v e n t u d y vigor del p u e b l o , en c u y o
seno se engendraron estos c a n t o s , por m u c h o que en ellos resal-
te la sencillez propia de la infancia de l a s n a c i o n e s , no p u e d e
negarse que el género de poesía á que p e r t e n e c e n , la poesía épi-
c a , había a l c a n z a d o y a su m a y o r g r a d o de m a d u r e z . T o d a s l a s
leyes á que tanto la reflexión como la experiencia han s o m e t i d o
á la poesía épica, vénse en ellos estrictamente g u a r d a d a s , y e m -

m >0 m
' ) [Aristóteles,-en su D i á l o g o -zo\ ?tXo<jo?¡'aí, n i e g a la a u t e n t i c i d a d de l a s
M«ioleiá Va/vertíe y reUcx
l l a m a d a s " poesías ó r f i c a s , y sostiene que el poeta O r p h e o j a m á s h a existido.
V é a s e C i c e r ó n , De nat. deor. I, 38 y Joannes Philoponos, en su Comentario al tra-
t a d o d e Aristóteles sobre el alma. I , 5.] ...
C A P Í T U L O PRIMERO

La lengua de los antiguos griegos

L a lengua es la primera manifestación de la actividad intelec-


tual del h o m b r e , el f u n d a m e n t o de todas sus d e m á s actividades,
y el más seguro indicio de que podemos servirnos para investi-
gar el origen de las naciones y su mutuo parentesco. E l estudio
comparativo de los idiomas p u e d e , p u e s , auxiliarnos en la tarea
de inquirir las relaciones m á s ó menos íntimas de los pueblos en
períodos remotos, á los cuales no alcanzan ni el recuerdo, ni la
tradición, ni el mito. G r a c i a s á este estudio, cultivado en nuestros
días en mayor escala y de un modo más sistemático que hasta
ahora lo había sido, háse venido en conocimiento de que g r a n
parte de las naciones del m u n d o antiguo, formaban una sola fa-
milia, cuyos diversos i d i o m a s ( e x c e p t u á n d o s e un corto número
de raices) tienen e x a c t a m e n t e la misma estructura gramatical y
las mismas formas de inflexión y de derivación. F o r m a n esta fa-
milia de pueblos: los I n d i o s , c u y o idioma se h a conservado en su
primitiva forma y en su m a y o r pureza en el s á n s c r i t o ; los Per-
sas. c u y a lengua p r i m i t i v a , el z e n d o , tiene grandes analogías con
a q u é l ; los Armenios y los F r i g i o s , ') pueblos h e r m a n o s , de cu-
yos antiguos idiomas procede indudablemente el armenio moder-
no, en el que se encuentran no pocos vestigios de su origen; los
G r i e g o s , á quienes puede considerarse como una r a m a del pue-
blo l a t i n o ; las r a z a s eslavas q u e , á pesar de la parte insignifi-
cante que han t o m a d o en el desarrollo intelectual de la humani-
d a d , se a p r o x i m a n por sus idiomas á los persas y demás pueblos
afines de é s t o s ; los pueblos léticos, entre los c u a l e s , son los h-

') [ V é a s e . E . C u r t i u s Griech. Gesch. vol. I, p. 35- 4 a edic -l


tuanios los que mejor han c o n s e r v a d o los caracteres fundamenta- moral, esto e s , las cualidades todas que fueron como la c a u s a
les de la construcción g r a m a t i c a l primitiva; los G e r m a n o s , y final- primordial de su civilización y progresivo engrandecimiento.
mente los C e l t a s , cuyos i d i o m a s , si hemos de j u z g a r por los res- Mientras que la raza semítica o c u p a b a el Mediodía del Asia
tos desnaturalizados que h o y de ellos conocemos, y á pesar d e o c c i d e n t a l , la indo-germánica se extendía en línea recta desde el
las diferencias que en punto á construcción gramatical les sepa- S u r - E s t e al N o r - O e s t e , a t r a v e s a n d o el Asia y la E u r o p a ; encuén-
ran de los de los demás pueblos, procedían de la misma estirpe '). trase sin e m b a r g o interrumpida esta línea en las c o m a r c a s encla-
E s m u y digno de tenerse en c u e n t a , que esta familia e s al par v a d a s entre el E ú f r a t e s y el A s i a Menor, tal v e z por efecto de in-
q u e la más numerosa, la f o r m a d a por idiomas más perfectos, co- vasiones de los Semitas ó de los Sirios procedentes del Sur; 1 ) de
m o si la perfección misma de su e s t r u c t u r a , hubiera contribuido a q u í q u e , por más que hoy nos sea imposible señalar el punto de
á su difusión. E n e f e c t o , la familia semítica que comprende el partida de esta v a s t a corriente, parece verosímil que en un prin-
hebreo, el siríaco, el fenicio, el árabe y otros diversos i d i o m a s , y cipio los pueblos que pertenecen á esta familia, se hallaran uni-
que por su perfección g r a m a t i c a l y su aptitud para la poesía, tie- dos entre sí como los anillos de una cadena. N o h a sido hasta
ne grandes puntos de contacto con la familia indo-germánica, es aquí menos difícil de averiguar, si estas lenguas fueron h a b l a d a s
también la q u e , después de esta última, se halla hoy m á s difundi- por los primeros habitantes de los paises en que después las en-
d a . mientras que las lenguas groseras y pobres de los indígenas c o n t r a m o s , ó si, por el contrario, fueron llevadas á ellos por in-
de A m é r i c a hállanse e n c e r r a d a s en un círculo m u y estrecho, y migraciones s u c e s i v a s ; recibiendo de esta suerte un pueblo gro-
parece como que no tienen analogía alguna ni siquiera con las de sero y sin cultura, de otro dotado de más altas cualidades, los fun-
los pueblos más inmediatos á ellos a ) . A c a s o podría deducirse de d a m e n t a l e s elementos de su idioma, pero c o n s e r v a n d o , por su-
aquí que á la m a y o r c a p a c i d a d de los pueblos primitivos para puesto, parte de su dialecto primitivo; hipótesis es é s t a , después
formar v desarrollar el i d i o m a , iba unida m a y o r energía física y de todo, m u y admisible, tratándose de lenguas que , presentando
grandes analogías y muchos puntos de contacto con o t r a s , se di-
íerencian notablemente de ellas en su construcción gramatical y
1) [ Los adelantos de la filología, e x i g e n que en esta clasificación se hagan en sus raices.
algunas modificaciones. A . S c h l e i c h e r en su Vergleiclienden Grammatik der indo-
P o r otra p a r t e , este estudio c o m p a r a t i v o de l a s lenguas pro-
germanischen Sprachen, 5.a edic. p. 5 y ss. expone la q u e sigue:
duce resultados, que arrojan m u c h a l u z sobre la civilización pri-
I. G R U P O ASIÁTICO Ó ARIO:
mitiva de regiones envueltas aún para la historia en densas tinie-
a) Indio antiguo (tal como se n o s ha conservado en los libros m á s anti-
blas. Q u e los salvajes habitantes de la G r e c i a pasaron gradual-
guos de los vedas); l e n g u a literaria posterior: Sánscrito.
mente , desde los rudos acentos, desde los gritos s a l v a j e s con q u e
b) Lengua irania. F o r m a s m á s antiguas q u e se h a n conservado: antiguo
bactriano ó zendo; persa antiguo: armenio. e x p r e s a b a n sus necesidades f í s i c a s , y desde los sonidos de que se
servían para comunicar á sus semejantes las impresiones que de
II. G R U P O DEL SUR-OESTE DE EUROPA:
la naturaleza exterior r e c i b i e r a n , hasta el lenguaje noble y melo-
a) Griego; y su afín el albanés.
b) Itálico. S u s formas más a n t i g u a s : latín; umbrío; oseo.
dioso que a d m i r a m o s en los cantos de H o m e r o , es una hipótesis
c) Celta: forma más a n t i g u a que se h a c o n s e r v a d o : antiguo irlandés. de todo punto inadmisible. L e j o s de e s t o , es hoy cosa sabida,
que las partes más abstractas de una lengua son precisamente las
III. G R U P O DEL NORTE DE F.UROPA:
que menos pueden derivarse de la imitación de las impresiones
a) Eslavo, del cual es m u y a f í n el lituanio. F o r m a s más antiguas: búlgaro
y lituanio antiguos : antiguo eslavo eclesiástico. e x t e r n a s , que fueron las que primero tomaron forma definida:
b) Alemán. F o r m a s m á s a n t i g u a s : gótico: alto alemán-, dinamarqués.) razón por la cual estas partes del discurso son las que más clara-
2)
mente demuestran la comunidad de origen de todas las lenguas
[ D a d o el estado actual de l a s i n v e s t i g a c i o n e s , este punto no puede consi-
derarse aún suficientemente a c l a r a d o . V é a s e la obra del americano W . D . W i -
t h n e y s Vorlesungen iiber die Principien der Vergleichenden Sprachforschung, escrita
l) [ V é a s e M . D u n c k e r , Gtschkhte des Altertums, vol. I, p . 394, 4.a erlic.l
en colaboración con Jal. Jolly. M u n i c h , 1874. p. 496 y ss.]
LIT. GR. 2
de n u e s t r a f a m i l i a . T a l e s s o n , por e j e m p l o , el v e r b o « r , c u y a s q u e por o t r a p a r t e , f u e r z a es confesar q u e esta e x u b e r a n c i a d e
f o r m a s se a s e m e j a n t a n t o u n a s á o t r a s , q u e llegan á c o n f u n d i r s e f o r m a s n o c o n s t i t u y e u n a c u a l i d a d e s e n c i a l del l e n g u a j e , si se le
e n el s á n s c r i t o , en el l i t u a n i o y en el g r i e g o ; los p r o n o m b r e s , q u e c o n s i d e r a ú n i c a m e n t e c o m o m e d i o de e x p r e s i ó n del p e n s a m i e n t o .
i n d i c a n l a s r e l a c i o n e s m á s g e n e r a l e s de l a s p e r s o n a s y l a s c o s a s A s í , p o r e j e m p l o , el c h i n o , q u e en r e a l i d a d no es m á s q u e u n a
c o n la i d e a del q u e h a b l a ; los n u m e r a l e s , signos de i d e a s i g u a l - s i m p l e a c u m u l a c i ó n d e r a i c e s sin f o r m a g r a m a t i c a l a l g u n a , e x -
m e n t e a b s t r a c t a s é i n d e p e n d i e n t e s d e l a s impresiones i n d i v i d u a - presa las ideas filosóficas c o n s o b r a d a p r e c i s i ó n ; el i n g l é s , pro-
l e s ; l a s f o r m a s g r a m a t i c a l e s , en fin, q u e r e p r e s e n t a n , por u n a d u c t o c o m o es d e u n a m e z c l a de los e l e m e n t o s m á s h e t e r o g é n e o s ,
p a r t e la a c c i ó n e x p r e s a d a por e l v e r b o , en s u s r e l a c i o n e s con el y l a m á s p o b r e en i n f l e x i o n e s de entre t o d a s l a s l e n g u a s euro-

t i e m p o y c o n n u e s t r a s i d e a s , y por o t r a , los o b j e t o s de e s t a s a c - p e a s , r e s p o n d e , y los m i s m o s e x t r a ñ o s lo r e c o n o c e n , m e j o r qW.


n i n g u n a de s u s h e r m a n a s , á l a s e x i g e n c i a s de u n a elocuencia
c i o n e s , i n d i c a d o s por los s u s t a n t i v o s , en sus r e l a c i o n e s recipro-
e n é r g i c a ; en todo lo c u a l c o n v e n d r á s e g u r a m e n t e c u a l q u i e r filó-
c a s . N o es m e n o s c i e r t o q u e l a r i q u e z a de f o r m a s g r a m a t i c a l e s
l o g o i m p a r c i a l . P e r o n a d i e n e g a r á t a m p o c o que la r i q u e z a de
q u e p o s e e la l e n g u a g r i e g a , d e b e r e m o n t a r s e á la é p o c a m a s l e j a -
f o r m a s g r a m a t i c a l e s y la d i v e r s i d a d de v i v o s m a t i c e s de q u e sue-
n a , p u e s t o q u e h a l l a m o s h u e l l a s de la m a y o r p a r t e de e s t a s for-
len revestir el p e n s a m i e n t o , r e v e l a n un espíritu de o b s e r v a c i ó n y
m a s , e n l e n g u a s q u e p r o c e d e n de su m i s m o t r o n c o , lo c u a l s e n a
u n a c l a r i d a d de j u i c i o , que son p r u e b a i n c o n t e s t a b l e de la recti-
i n e x p l i c a b l e , si a n t e s de d i s g r e g a r s e é s t a s n o l a s h u b i e r a n posei-
t u d de i d e a s y d e l i c a d e z a de p e n s a m i e n t o de los p u e b l o s de la
d o en c o m ú n . E n c u é n t r a s e , por e j e m p l o , en el s á n s c r i t o c o m o en
a n t i g ü e d a d ; por o t r a p a r t e , ni u n o solo de c u a n t o s v i v e n hoy
el g r i e g o , la distinción entre los a o r i s t o s , q u e e x p r e s a n u n a a c -
en E u r o p a , y q u e c o m p a r e n l a s l e n g u a s c l á s i c a s con n u e s t r o s
ción m o m e n t á n e a , c o m o si fuese un solo p u n t o , y los demás
i d i o m a s m o d e r n o s , p o d r á n e g a r q u e al l a d o de a q u e l l a s p a l a -
t i e m p o s q u e e x p r e s a n por e l c o n t r a r i o u n a a c c i ó n c o n t i n u a , c o -
b r a s , a n i m a d a s por l a s i n f l e x i o n e s , c o m o por otros t a n t o s ner-
m o u n a línea no i n t e r r u m p i d a . v i o s y m ú s c u l o s , y q u e son c o m o c u e r p o s llenos de v i d a , de c a -
E n g e n e r a l , el n ú m e r o de f o r m a s g r a m a t i c a l e s , e s t o e s , d e c a - r á c t e r y de e x p r e s i ó n , los v o c a b l o s de l a s l e n g u a s m o d e r n a s , sin
sos, de m o d o s , y de t i e m p o s d e c r e c e c o n el t r a s c u r s o de los s i g l o s , v i d a , sin e x p r e s i ó n y sin c a r á c t e r , p a r e c e n s e c o s y d e s c a r n a d o s
y l a historia de l a s l e n g u a s n e o - l a t i n a s y g e r m á n i c a s , p r u e b a h a s - e s q u e l e t o s . E s t a r i q u e z a de f o r m a s g r a m a t i c a l e s ofrece a d e m á s
t a la e v i d e n c i a , que el o r g a n i s m o de u n a l e n g u a , en otro t i e m p o la v e n t a j a de q u e l a s p a l a b r a s de u n a c l á u s u l a d a d a , revelan
v i g o r o s a y r i c a , se e m p o b r e c e g r a d u a l m e n t e , h a s t a el p u n t o de i n m e d i a t a m e n t e al o í d o la relación q u e entre e l l a s e x i s t e , c o n lo
no c o n s e r v a r m á s que e s c a s o s restos de sus inflexiones p r i m i t i v a s . c u a l l a s p r o p o s i c i o n e s a d q u i e r e n , sin n e c e s i d a d de a p e l a r á arti-
P o r el c o n t r a r i o , l a s l e n g u a s c l á s i c a s , y la g r i e g a e s p e c i a l m e n t e , ficio a l g u n o e n l a c o n s t r u c c i ó n , cierta s i m e t r í a , cierta c l a r i d a d
h a n c o n s e r v a d o la m a y o r í a d e sus f o r m a s g r a m a t i c a l e s h a s t a la m a t e r i a l , q u e p u e d e n c o m p a r a r s e c o n l a s de un edificio r e g u l a r y
é p o c a de su d e s e n v o l v i m i e n t o c i e n t í f i c o . L a l e n g u a g r i e g a , en bien p r o p o r c i o n a d o . L a s l e n g u a s v i v a s , por el c o n t r a r i o , ó difi-
p a r t i c u l a r , a p e n a s p e r d i ó n a d a del v i g o r , brillantez y e x u b e r a n - c u l t a n , m e r c e d á su o r d e n l ó g i c o , i n f l e x i b l e y u n i f o r m e , la espon-
c i a de f o r m a s c o n q u e se p r e s e n t a ' a t a v i a d a en los h e r m o s o s poe- t á n e a e x p r e s i ó n de n u e s t r a s i m p r e s i o n e s , ó nos o b l i g a n á investi-
m a s de H o m e r o , h a s t a los t i e m p o s de los o r a d o r e s á t i c o s '); a u n - g a r con no p o c o t r a b a j o l a relación q u e e x i s t e entre las p a r t e s

t) [ C u á n grande sea la riqueza de formas de la lengua griega, muéstralo la


recopilación estadística formada por Curtius, Das Verhrn der griechischen Sfrachc agotado enteramente, al menos bajo cierto aspecto, después de Homero. Sobre
Leipzig, 1877. vol. I, p- 5 y ss., según l a cual, el número de las formas posibles su desenvolvimiento posterior, dice C u r t i u s , op. cit. p. 8: «Mientras que el uso de
del verbo completo, se eleva á 507. L a latina no posee sino 143. por supuesto los casos ofrece el hecho digno de ser notado de que en vez de la antigua y
sin contar las perifrásticas. E n el sánscrito su número se eleva a 891. pero mu- más delicada distinción de las relaciones casuales, se emplea una expresión
c h a s de ellas no son vivas. D e suerte que, en definitiva, el griego, c u y o siste- más ruda y un caso hace á veces el oficio de otro, hallamos, por el contrario,
m a de tiempos y de modos es más perfecto y está más sólidamente eslabonado. en lo relativo á los tiempos y á los modos, áun después de Homero, en algunos
110 cede en este punto al sánscrito. Su tendencia á desarrollarse no parece haberse puntos, formas m á s delicadas y mayor perfección.»]
desligadas del discurso. Mientras q u e las lenguas m o d e r n a s , sin sacrificó á la g r a c i a , ni la exactitud en la expresión á la eufo-
detenerse demasiado en el oído, v a n rectas á la inteligencia, las nía, al mismo tiempo que la variedad de dialectos les permitía
antiguas producen un efecto análogo sobre los sentidos y estimu- ajustarse á los géneros más diversos de la poesía y de la prosa.
lan al p e n s a m i e n t o , haciendo presentir primero v a g a m e n t e al L a lengua griega tiene otra cualidad esencial y característica
oído, la idea que las palabras v a n á comunicar á la inteligencia. que no debemos pasar en silencio, porque está íntimamente rela-
H a s t a aquí hemos venido h a b l a n d o en general de las lenguas cionada con la historia primitiva del pueblo que la h a b l ó , y la
indo-germánicas que conservaron en toda su integridad en sus es- cual debe ser considerada como una especie de pronóstico de la
critos los antiguos, y que fueron c u l t i v a d a s más tarde por poetas historia posterior de la cultura griega. Á fin de que se nos com-
.y oradores. T ó c a n o s , p u e s , ahora o c u p a r n o s en el e x a m e n de los prendiera m e j o r , desearíamos que aquellos de nuestros lectores
caracteres y notas que son p u r a m e n t e peculiares de la lengua grie- que han recibido una educación c l á s i c a , recordaran los t r a b a j o s
g a . y que la distinguen de sus h e r m a n a s . E n los sonidos que pro- y fatigas que les ha hecho sufrir el estudio de la gramática grie-
ducen las diversas articulaciones de la voz, el griego obedece á la g a , los esfuerzos de memoria que les h a costado el aprender sus
admirable medida que distingue l a s manifestaciones todas de la formas g r a m a t i c a l e s , y que á menudo han sumido casi en la de-
civilización de aquel pueblo, tan l e j a n a de la excesiva hinchazón sesperación á sus tiernas inteligencias, al tratar de explicarse poi-
como de la e x t r e m a d a pobreza de otros idiomas. C o m p a r a n d o á qué tales tiempos de un mismo v e r b o se derivan de raices tan
la lengua griega con la que más a n a l o g í a s tiene con ella por su d i v e r s a s ; por qué tal verbo no tiene más que aoristo primero;
aptitud para la elevada y vigorosa expresión del pensamiento, por qué tal otro sólo tiene aoristo s e g u n d o ; por qué l a s mismas
con el indio a n t i g u o , encuéntranse en este último multitud de personas del aoristo se derivan y a de las formas del aoristo pri-
consonantes de que el griego c a r e c e , y que apenas podría pro- m e r o , y a de las del s e g u n d o , y , por último, por qué de una mul-
nunciar ó imitar un Europeo; mientras que el griego es mucho más titud de verbos y sustantivos sólo quedan algunas formas suel-
rico en vocales breves que el s á n s c r i t o , c u y a más melodiosa poe- t a s , que son como despojos tristes de edades pasadas. N o e s
sía fatiga el oído por la monótona repetición de la a breve. Posee ciertamente la n a t u r a l e z a la única que ha experimentado tras-
además en maravillosa a b u n d a n c i a , diptongos y otras combina- tornos y cataclismos antes de llegar á adquirir su forma actual
ciones de v o c a l e s , que sólo un G r i e g o podría distinguir y pronun- y d e f i n i t i v a ; la construcción de las lenguas ha debido sufrir tam-
ciar con la debida delicadeza, y q u e se confunden y se hacen in- bién en época r e m o t a , anterior á toda l i t e r a t u r a , sacudidas vio-
distintas en los labios del E u r o p e o moderno '). L a s leyes de la lentas, m o t i v a d a s y a por las emigraciones de los pueblos, y a
eufonía, que obligaron á otros p u e b l o s á rechazar ciertas combi- por sus discordias intestinas, que echaron á tierra el edificio y a
naciones de vocales y de consonantes para hacer á las lenguas más construido para l e v a n t a r uno nuevo. L a lengua g r i e g a , sobre to-
agradables y melodiosas, m e d i a n t e la elisión d é l a s desinencias d o , se asemeja más que otra alguna á un tejido a c a b a d o y per-
características de los v o c a b l o s , ejercieron grandísimo influjo en fecto, desgarrado por una mano d e s a p i a d a d a y v i o l e n t a , y c u y o s
el idioma de los Griegos. Sin e m b a r g o , y á pesar de que por se- hilos recogidos uno á uno hubieran servido después para confec-
guir estas mismas leyes llegaron á formar lenguas distintas de la cionar una tela nueva. E n cuanto a c a b a m o s de e x p o n e r , h e m o s
lengua m a d r e , la cual y a no era n i n g u n a de las existentes, pero de b u s c a r , p u e s , la razón de la gran variedad de dialectos habla-
que podía adivinarse en el c o n j u n t o de las d e r i v a d a s , fuerza es dos en G r e c i a y de los en b o g a en los pueblos limítrofes, varie-
convenir en que en esto como en todo lo d e m á s , su afición á la d a d de que y a hacía mención H o m e r o en sus obras '). C o m o
medida y su buen gusto les llevaron á formar combinaciones múl-
tiples de vocales y de c o n s o n a n t e s , en las que j a m á s el vigor se 1) E n la Ilíada, 2 , S04. 4, 437-43S se hace mención de la variedad d e dialec-
tos que hablaban los aliados de l o s T r o y a n o s , y en la Odisea, 19, 175 y ss., d é l a
variedad de los d e las diversas tribus griegas que habitaban la isla d e C r e t a . [Ho-
mero llama ¿UóOpoot av0».>7ret á los que h a b l a b a n otra lengua; denominación que
<) [ E x c e p t ú a n s e los Griegos modernos. V é a s e F r . Blass, Ueber die Aussprache
n o s e encuentra m á s que en la Odisea, 1, 183. 3, 302. 14, 43. 15, 453- L a p a l a b r a
da Griechischen. B e r l í n , 1870, p. 5.]
quiera que la G r e c i a , cortada más que ningún otro país por el velan por sus rebaños 1 ) . L a s genealogías míticas de A r g o s riva-
mar y por grandes cordilleras, no era á propósito, cual las exten- lizaban en antigüedad con las de S i c i o n e ; y una y o t r a , á través
sas llanuras del G a n g e s y del E ú f r a t e s , para dar abrigo en su d e larga serie de príncipes patriarcas, de los cuales la m a y o r parte
seno á una población uniforme, reunida en vastos imperios, ra- no eran sino simples personificaciones del p a í s , de sus montañas
zón por la cual el pueblo griego aparece dividido en multitud de y de sus ríos, hacían remontar su origen hasta los tiempos más
tribus, dignas de estudio las más desde los tiempos fabulosos, y antiguos. D e igual suerte los L é l e g o s , á los cuales se unían los
sólo importantes las otras en los tiempos históricos, así también L o c ó o s en el N o r t e y los E p é o s en el P e l o p o n e s o , aunque pare-
la lengua se halla dividida en múltiples d i a l e c t o s , que varían se- c í a n estar animados de cierto espíritu nómada, y se entregaban á
gún las razas y las regiones. Sería una temeridad ciertamente, una v i d a g u e r r e r a , costumbres que en la época de T u c í d i d e s se
el querer determinar las relaciones m u t u a s de los dialectos ha- c o n s e r v a b a n aún en las comarcas montañosas de la G r e c i a sep-
blados por los P e l a s g o s , los D r í o p e s , los A b a n t e s , los L é l e g o s , tentrional •), p r o c l a m a b a n á sus héroes n a c i o n a l e s , sobre todo á
los E p é o s y tantas otras tribus diseminadas por toda la G r e c i a , Deucalión y á sus descendientes, fundadores de ciudades y de
desde l a s más remotas é p o c a s ; pero es evidente que el número templos á los dioses. E n c a m b i o , ni se ha hallado huella a l g u n a
de estas tribus y sus frecuentes e m i g r a c i o n e s , que acabaron por de su cultura intelectual, ni cantos que revelen el carácter dis-
m e z c l a r l a s y confundirlas , están en razón directa de la irregula- tintivo de su r a z a , ni en las leyendas de dioses y de h é r o e s , que
ridad de la estructura que la lengua griega muestra y a en sus desempeñaron un papel importante en las comarcas por estas
más antiguos m o n u m e n t o s , y quizá son también la causa princi- tribus h a b i t a d a s , se encuentran rasgos característicos de una
pal de esta irregularidad 4 ). fisonomía propia. Y es aún más l a m e n t a b l e , que con las fuentes
d e que disponemos, sea poco menos que imposible emitir una
E s indudable que las primeras tribus que encontramos esta-
opinión razonada sobre los dialectos hablados por aquellos pue-
blecidas en G r e c i a , y de l a s cuales eran las más numerosas la
blos , á causa de q u e , áun de los que emplearon en los tiempos
de los Pelasgos y la de los Lélegos, fueron las que más contribuye-
históricos, sólo tenemos noticias muy superficiales, consistentes
ron al primer cultivo del suelo, al establecimiento de institucio-
en algunas inscripciones y citas de los g r a m á t i c o s , revestidas á
nes religiosas y al planteamiento de una primera organización
veces por los poetas y escritores de formas literarias.
del estado social. L o s P e l a s g o s , que ocupaban las c o m a r c a s más
fértiles de G r e c i a , c o m o la T e s a l i a , el valle del P e n é o , las regio- P e r o es m u c h o más importante para la historia de la cultura
nes inferiores de la B e o c i a , las llanuras de la Argólida y de Si- intelectual de los G r i e g o s el distinguir los idiomas y dialectos que
cione, ofrécense á nuestro e s t u d i o , antes de dar comienzo á sus se formaron durante la época á que se ha dado el nombre de he-
emigraciones, como un pueblo sedentario, ocupado en fundar roica, merced á la preponderancia que en ella alcanzaron las tri-
c i u d a d e s rodeadas de fuertes m u r a l l a s , y en tributar celoso culto b u s guerreras y la afición á aventureras empresas. E n esta época
.á los poderes del cielo y de la tierra, que fecundan sus c a m p o s y debió comenzar el contraste entre los idiomas y dialectos de la
G r e c i a , que ejerció tan notable influjo en toda la vida civil é in-
telectual , en la p o e s í a , en las artes y en la literatura de los Hele-
ßapßapooiovöt, II, 2 , 867, que se aplica á los C i r i o s , es sinónima d e «yptótptovot, nos. A l hacer un estudio profundo de los dialectos g r i e g o s , para
nombre que se da á los Sintios, Odisea, 8, 294. A m b a s indican una pronunciación cuyo estudio es poderoso auxiliar la literatura del pueblo heleno,
ruda, pero no lenguas completamente distintas de la helénica. P l a t ó n , en el Pro- se v e que se dividen en dos grandes grupos esencialmente distin-
tágoras, p. 341, c., l l a m a b á r b a r o al dialecto lésbico; y E u s t a c i o l l a m a ßapßapo-
tos. C a r a c t e r i z a el primero el llamado dialecto Mico, b a j o Cuya
O(I)VOI á los E r e t r i o s y á los Eléos, á causa de la profusión con que usaban la p.
V é a s e S e n g e b u s c h , dissert. homer. prior p. 141-142.]
') * H ä r t u n g en su Jahrb. für wissenscli. Kritik, 1844. M a r z o , p. 366, en que
') [ A c e r c a de los P e l a s g o s , O . Müller trata extensamente en su Orchomenos,
h a c e u n a crítica de la presente o b r a , combate l a opinión emitida en el texto,
p. 125 y ss., 119 y s s . , de la 2.a edic.]
( H ä r t u n g parte de la hipótesis a n t i c u a d a y y a mil v e c e s c o m b a t i d a , de que l a
5) 1,5,3. V é a s e también sobre los E t o l i o s á Polibio, 4, 3, 1.]
lengua griega, u n a en un principio, se dividió en dialectos después de H o m e r o . ]
denominación los g r a m á t i c o s griegos comprendían en realidad to- hablaremos más adelante en otro capítulo '). E s t e dialecto y el
dos los dialectos q u e , aun siendo distintos entre s í , no eran ni jó- beocio primitivo son los que ofrecen un carácter de m a y o r anti-
nico, ni ático, ni dórico 1 ) ; según esta hipótesis, tres c u a r t a s par- g ü e d a d , siendo por ende los que más se asemejan al prototipo
tes de la población helénica componíanla los E o l i o s ; pero lo que de la l e n g u a griega. A s í , el latín que tantos puntos de c o n t a c t o
sucedía e r a , que los referidos gramáticos c o l o c a b a n , indistinta- tiene con el griego c l á s i c o , tiene también grandísima semejanza
m e n t e , dentro de una m i s m a c a t e g o r í a , la de los dialectos eóli- con el dialecto eólico, que es, de los dialectos helénicos, el que m á s
c o s , dialectos q u e , á j u z g a r por las m á s a n t i g u a s inscripciones, se asemeja á las d e m á s lenguas indo-germánicas 2 ). E l dialecto
g u a r d a b a n entre sí menos analogía que con el d ó r i c o , como e r a n , que h a b l a b a n los Dorios, los cuales en un principio ocuparon una
por e j e m p l o , el tesalio, el etolio, el beocio y el eléo. L o s E o l i o s , porción m u y pequeña de la G r e c i a septentrional, dialecto que por
propiamente dichos, esto e s , los que en los mitos reciben este virtud del imponente m o v i m i e n t o , que se conoce en la historia
nombre, se hallaban establecidos en aquella remota época en la con el nombre de la v u e l t a de los H e r á c l i d a s , se extendió por el
llanura de la T e s a l i a , que más tarde se llamó T e s a l i ó t i d e , al S u r Peloponeso y por otras regiones, no era sino una simple variedad
del Penéo hasta el golfo P a g a s é t i c o , y en C a l i d ó n , en la E t o l i a del eólico, .del c u a l no se distinguía más que por su predilección
meridional; pero estos últimos desaparecen á p o c o de la historia, por los sonidos abiertos de la a y de la o , y por el prurito de e v i t a r
mientras que los Eolios de la T e s a l i a , l l a m a d o s también B e o d o s , el empleo de la s , á la que los E s p a r t a n o s , sobre todo, sustituían
se t r a s l a d a r o n , dos generaciones después de la guerra de T r o y a , con la r 3 ). E l segundo dialecto g r i e g o , e n orden de importancia,
al país á que dieron el nombre de B e o c i a , p a s a n d o más tarde, el j ó n i c o , se separa mucho más que el eólico del tipo original del
mezclados con otros p u e b l o s , á establecerse e n las costas de l a s idioma g r i e g o ; desarrollóse primero en la G r e c i a propiamente di-
islas del A s i a M e n o r , que desde entonces t o m a r o n el nombre de c h a , pero sufrió algunas alteraciones al ser trasportado á las costas
E o l i a asiática 1 ) . E s t a última c o m a r c a fué la p a t r i a del dialecto del A s i a Menor por las colonias jónicas de A t é n a s . Son c u a l i d a d e s
eólico, que hoy conocemos, g r a c i a s á que en él compusieron los características de este dialecto cierta s u a v i d a d , resultante de com-
poetas líricos de la escuela de L é s b o s , de c u y o origen y carácter binaciones de m u c h a s v o c a l e s , entre las cuales p r e d o m i n a n , sobre
los sonidos abiertos de la a y de la o , los sonidos más delicados y
sutiles de la e y de la u , y la afición m a r c a d a al empleo de la s .
1) [ L a s noticias que de los antiguos g r a m á t i c o s h a n llegado hasta nosotros-
S e h a observado que siempre que el dialecto jónico se separa del
sobre los dialectos de la lengua griega son m u y i n c o m p l e t a s . D i c h a s noticias
no se extienden á todas las obras de la literatura, c o m o p o r ejemplo, á las o b r a s eólico en el uso de l a s vocales ó de las consonantes, sepárase igual-
escritas en dialecto j ó n i c o y que se a t r i b u y e n á H i p ó c r a t e s , ni á las escritas en mente del griego p r i m i t i v o , observación que se hace más patente
dialecto dórico por Arquímedes. M á s i n c o m p l e t a s aún son las concernientes á cuando se le compara con las demás lenguas de la misma familia;
las relaciones d e las diversas lenguas literarias con la lengua vulgar. E l dis-
c u r s o de W i l a m o w i t z - M ó l l e n d o r f sobre el origen de l a lengua griega escrita,
contiene m u y oportunas observaciones sobre este p u n t o . Verhandl. der Philolo-
') [ V é a s e C a p . X I I I . ]
genversaHimlung in Wiesbaden. L e i p z i g , 1878, p . 36 y ss.]
2) 2) [ Y a en el texto hemos hecho notar e l g r a n alcance que se d a b a al califi-
Nosotros no consideramos aquí como Eolios s i n o á aquellos á quienes
c a t i v o eólico;'aquí, sin embargo, h e m o s d e limitarlo necesariamente, pues que
realmente se c o n t a b a n c o m o i n d i v i d u o s de la r a z a e ó l i c a , y de ningún modo a
entre los diversos dialectos considerados como eólicos, sólo algunos d e ellos
todas aquellas tribus gobernadas por héroes á quienes H e s i o d o en su fragmen-
conservan este a n t i g u o c a r á c t e r , mientras que otros por el contrario, lo h a n
to 'lloíai llama los hijos de É o l o ; si bien en realidad e s t a genealogía induce á
perdido. E s t o último sucede al dialecto lésbico que, entre todos los eólicos, es
creer en un parentesco c e r c a n o entre todas estas t r i b u s , parentesco q u e , por
el que, aunque m u y incompleto, conocemos mejor. V é a s e L . Hirzel, Beurteilung
otra parte, confirman otros testimonios. Sólo en este sentido puede decirse q u e
des áolischen Dialekts , L e i p z i g , 1862 , p. 3 y ss.]
los Minios de Orchomeno y de Y o l c o s , gobernados por l o s hijos de É o i o , Atha-
• 3) [ L a TtAaTÚTi-,? d e la pronunciación d ó r i c a , se debió principalmente á las
m a s y Cretheo, e i a n de origen eolio. E s t e pueblo, por l a estabilidad de sus ins-
vocales largas a y w. V é a s e T e o c r . 15, 88. D e m e t r . de Eloc. § 177. E n fin de pala-
tituciones políticas, por su genio e m p r e n d e d o r , sus expediciones marítimas y
b r a , la P r e e m p l a z a m u y á menudo á la S . Hállanse ejemplos en Ahrens, de dia-
s u s numerosas colonias, o c u p ó un l u g a r distinguido e n t r e los pueblos de los
lecto dórica, p. 71 y ss. y a d e m á s en O. Müller, Dorier vol. 1 p. 15 y ss. C o n m á s
tiempos míticos de la G r e c i a . V é a s e Hesiodo frag. 28edic. Gaisford,//•«£. 32, e d i c .
amplitud trata del dialecto dórico en ibid. vol. I I , p. 490 y ss.]
G ó t t l i n g . [ V é a s e O. Müller,ürchomenos, p. 131 y ss., 140 y ss. de la 2.a edic.
razón por la que puede considerársele como una trasformación
característica que la lengua helénica sufrió gradualmente en el
mismo suelo de G r e c i a . P a r e c e más que p r o b a b l e , que no sólo los
Jonios, sino también los antiguos A q u é o s , q u e , según las tradicio-
nes genealógicas, eran hermanos de aquellos, hablaron este dia-
lecto sin introducir en él grandes alteraciones; así se explica fácil-
mente que los A q u é o s emplearan para celebrar las h a z a ñ a s de
sus héroes un dialecto q u e , aunque en muchos puntos se separa- CAPÍTULO II
ba del jónico, g u a r d a b a , sin e m b a r g o , con él m u c h a analogía ' ) .
E l rápido bosquejo histórico que a c a b a m o s de hacer de los
dialectos g r i e g o s , nos permite prever y a los elementos esenciales La religión primitiva de los Griegos
q u e , más t a r d e , como tendremos ocasión de o b s e r v a r , habían de
caracterizar la civilización política y literaria de los respectivos
pueblos. Discurriendo, p u e s , con l ó g i c a , debemos esperar v e r que Después de la lengua la primera manifestación de la activi-
las instituciones y costumbres de los Dorios y de los E o l i o s esta- d a d intelectual del hombre es la religión; la c u a l , por consiguien-
ban basadas en las de los G r i e g o s antiguos; sus d i a l e c t o s , por lo t e , ejerce sobre todas sus demás actividades grandísimo influjo.
m e n o s , acusan un a p e g o decidido á conservar las formas primiti- Por precoz que en ciertos pueblos h a y a sido el nacimiento de l a
vas. A h o r a bien: como quiera que tanto los unos como los otros poesía, que tan poderosamente inspiró á las edades primitivas que
muestran en su lengua una predilección m a r c a d a por los sonidos no cultivaron otras artes, siempre la ha precedido la religión; así
abiertos, fuertes y ásperos que conservan con regularidad inflexi- en tanto que no h a y un solo pueblo que en época alguna h a y a de-
ble *), no será extraño que encontremos t a m b i é n , h a s t a en la re- j a d o de tener idea de la existencia de seres supremos y de su po-
glamentación de la v i d a pública y privada de estos pueblos, claras derosa influencia sobre el destino del h o m b r e , h a y muchos que
pruebas de su respeto á las antiguas costumbres. L o s Jonios, por han carecido en absoluto de cantos ó de tradiciones poéticas. E s
e l contrario, muestran y a en su dialecto cierta inclinación á cam- evidente que la D i v i n a P r o v i d e n c i a dió desde su origen á la hu-
biar las formas a n t i g u a s , sin más norte que el gusto y el capricho m a n i d a d lo que la era más indispensable, sembrando entre to-
del m o m e n t o , y tendencias á embellecer y perfeccionar su idioma, d o s los pueblos de la tierra destellos de esa luz celeste que un día
que contribuyeron m u c h o , sin d u d a , á que ei dialecto j ó n i c o , aun- había de brillar con el más sublime esplendor.
que más moderno, f u e r a el primero que cultivaran los poetas 3 ).
Y e r r a n , p u e s , los que creen que l o s . c a n t o s de H o m e r o , só-
lo porque pertenecen al primer período de la poesía g r i e g a , son
monumentos de la primera religión de los G r i e g o s : lejos de es-
1 ) [ P a u s a n i a s , 2 , 3 7 , 3 asegura que los A r g i v o s aquéos h a b l a b a n , antes de
l a expedición de los H e r á c l i d a s , la m i s m a lengua que los Atenienses. E s t r a b ó n , t o , las ideas religiosas debieron sufrir múltiples trasformacio-
por el c o n t r a r i o , 8, p. 334 considera á los A q u é o s c o m o de raza eòlica. Véase, n e s , antes de revestir las formas b a j o las cuales aparecen en la
E u r í p i d e s fon. V . 63 y P i n d a r o Nem. I I , 35.] Iliada y en la Odisea, L a descripción que H o m e r o h a c e de la vi-
!) [Principalmente la aspiración labial en la prótesis.]
d a de los dioses en el palacio de Zeus, en las cumbres del Olim-
3) [En la variedad d e los dialectos griegos h a y que tener t a m b i é n en cuen-
p o , está seguramente tan lejos de ser fiel trasunto de los senti-
ta como factores i m p o r t a n t e s , no sólo la influencia de la diversidad d e comarcas,
pues sabido es que en los p a í s e s montañosos las lenguas son m á s r u d a s , al paso mientos y de las ideas que hacían elevar al antiguo P e l a s g o su
que á la orilla del mar son m á s fluidas y m á s melodiosas, sinó que t a m b i é n el voz y sus m a n o s hacia el Z e u s que tronaba en medio de las enci-
influjo de los primitivos h a b i t a n t e s de las c o m a r c a s colonizadas por los G r i e g o s y nas de D ó d o n a , c o m o el palacio de P r i a m o ó de A g a m e m n o n , se
el de los vecinos de aquellos. A s í no c a b e d u d a a l g u n a , por ejemplo, de que el
diferenciaba de la c a b a ñ a que en la soledad de las selvas levan-
c a r á c t e r dulce y apacible d e l pueblo l i d i o , se refleja hasta cierto punto en el
t a b a el primer colono para vigilar sus rebaños.
dialecto jónico.]
razón por la que puede considerársele como una trasformación
característica que la lengua helénica sufrió gradualmente en el
mismo suelo de G r e c i a . P a r e c e más que p r o b a b l e , que no sólo los
Jonios, sino también los antiguos A q u é o s , q u e , según las tradicio-
nes genealógicas, eran hermanos de aquellos, hablaron este dia-
lecto sin introducir en él grandes alteraciones; así se explica fácil-
mente que los A q u é o s emplearan para celebrar las h a z a ñ a s de
sus héroes un dialecto q u e , aunque en muchos puntos se separa- CAPÍTULO II
ba del jónico, g u a r d a b a , sin e m b a r g o , con él m u c h a analogía ' ) .
E l rápido bosquejo histórico que a c a b a m o s de hacer de los
dialectos g r i e g o s , nos permite prever y a los elementos esenciales La religión primitiva de los Griegos
q u e , más t a r d e , como tendremos ocasión de o b s e r v a r , habían de
caracterizar la civilización política y literaria de los respectivos
pueblos. Discurriendo, p u e s , con l ó g i c a , debemos esperar v e r que Después de la lengua la primera manifestación de la activi-
las instituciones y costumbres de los Dorios y de los E o l i o s esta- d a d intelectual del hombre es la religión; la c u a l , por consiguien-
ban basadas en las de los G r i e g o s antiguos; sus d i a l e c t o s , por lo t e , ejerce sobre todas sus demás actividades grandísimo influjo.
m e n o s , acusan un a p e g o decidido á conservar las formas primiti- Por precoz que en ciertos pueblos h a y a sido el nacimiento de l a
vas. A h o r a bien: como quiera que tanto los unos como los otros poesía, que tan poderosamente inspiró á las edades primitivas que
muestran en su lengua una predilección m a r c a d a por los sonidos no cultivaron otras artes, siempre la ha precedido la religión; así
abiertos, fuertes y ásperos que conservan con regularidad inflexi- en tanto que no h a y un solo pueblo que en época alguna h a y a de-
ble *), no será extraño que encontremos t a m b i é n , h a s t a en la re- j a d o de tener idea de la existencia de seres supremos y de su po-
glamentación de la v i d a pública y privada de estos pueblos, claras derosa influencia sobre el destino del h o m b r e , h a y muchos que
pruebas de su respeto á las antiguas costumbres. L o s Jonios, por han carecido en absoluto de cantos ó de tradiciones poéticas. E s
e l contrario, muestran y a en su dialecto cierta inclinación á cam- evidente que la D i v i n a P r o v i d e n c i a dió desde su origen á la hu-
biar las formas a n t i g u a s , sin más norte que el gusto y el capricho m a n i d a d lo que la era más indispensable, sembrando entre to-
del m o m e n t o , y tendencias á embellecer y perfeccionar su idioma, d o s los pueblos de la tierra destellos de esa luz celeste que un día
que contribuyeron m u c h o , sin d u d a , á que ei dialecto j ó n i c o , aun- había de brillar con el más sublime esplendor.
que más moderno, f u e r a el primero que cultivaran los poetas 3 ).
Y e r r a n , p u e s , los que creen que l o s . c a n t o s de H o m e r o , só-
lo porque pertenecen al primer período de la poesía g r i e g a , son
monumentos de la primera religión de los G r i e g o s : lejos de es-
1 ) [ P a u s a n i a s , 2 , 3 7 , 3 asegura que los A r g i v o s aquéos h a b l a b a n , antes de
l a expedición de los H e r á c l i d a s , la m i s m a lengua que los Atenienses. E s t r a b ó n , t o , las ideas religiosas debieron sufrir múltiples trasformacio-
por el c o n t r a r i o , 8, p. 334 considera á los A q u é o s c o m o de raza eòlica. Véase, n e s , antes de revestir las formas b a j o las cuales aparecen en la
E u r í p i d e s fon. V . 63 y P i n d a r o Nem. I I , 35.] Iliada y en la Odisea, L a descripción que H o m e r o h a c e de la vi-
!) [Principalmente la aspiración labial en la prótesis.]
d a de los dioses en el palacio de Zeus, en las cumbres del Olim-
3) [En la variedad d e los dialectos griegos h a y que tener t a m b i é n en cuen-
p o , está seguramente tan lejos de ser fiel trasunto de los senti-
ta como factores i m p o r t a n t e s , no sólo la influencia de la diversidad d e comarcas,
pues sabido es que en los p a í s e s montañosos las lenguas son m á s r u d a s , al paso mientos y de las ideas que hacían elevar al antiguo P e l a s g o su
que á la orilla del mar son m á s fluidas y m á s melodiosas, sinó que t a m b i é n el voz y sus m a n o s hacia el Z e u s que tronaba en medio de las enci-
influjo de los primitivos h a b i t a n t e s de las c o m a r c a s colonizadas por los G r i e g o s y nas de D ó d o n a , c o m o el palacio de P r i a m o ó de A g a m e m n o n , se
el de los vecinos de aquellos. A s í no c a b e d u d a a l g u n a , por ejemplo, de que el
diferenciaba de la c a b a ñ a que en la soledad de las selvas levan-
c a r á c t e r dulce y apacible d e l pueblo l i d i o , se refleja hasta cierto punto en el
t a b a el primer colono para vigilar sus rebaños.
dialecto jónico.]
L a s ideas religiosas de H o m e r o adaptabánse perfectamente á siempre más vigorosa y crédula en la infancia de las naciones co-
una é p o c a , en que los más distinguidos y los más cultos se dedi-
mo en la de los individuos, complacíase en atribuir entonces los
caban al ejercicio de las armas y á discutir sobre los negocios pú-
fenómenos del nacimiento y del desarrollo de las plantas, los fríos
blicos, esto es, á la época heroica. E n la cima de las montañas sep-
del invierno y los calores del v e r a n o , las condiciones peculiares,
tentrionales de G r e c i a , en el monte Olimpo, c u y a cumbre se pier-
en fin, de c a d a c o m a r c a , al concurso y a propicio y a hostil de di-
de en el espacio y parece llegar hasta el cielo, reina una familia de
versas divinidades. L a mitología griega nos ha trasmitido gran
divinidades, á la que Z e u s , su j e f e , convoca á consejo c u a n d o lo
número de l e y e n d a s , en las que brillan una ingenuidad y una
j u z g a oportuno, como A g a m e m n o n c o n v o c a á los príncipes. É l co-
sencillez e n c a n t a d o r a s , y que proceden de la época en que la re-
noce los decretos del D e s t i n o , y distribuye, en su calidad de rey
ligión de los G r i e g o s era una religión eminentemente naturalista.
de los dioses, dignidades y honores á los reyes de la tierra. A su
L a s partes mismas de la mitología que se refieren al origen de la
lado están una compañera que participa de su poder y de su ran-
vida política, á las alianzas de los príncipes y á las empresas gue-
g o , y una hija valerosa que guía los ejércitos en la b a t a l l a , que
proteje las fortalezas y que es digna, por la prudencia de sus con- rreras, hállanse p l a g a d a s de leyendas que no hablan de heroicas
sejos, de la confianza que le dispensa su p a d r e ; cuenta a d e m á s a v e n t u r a s sino de fenómenos físicos y de accidentes y condicio-.
cierto número de hermanos y de hijos, c a d a uno de los cuales tie- nes de la naturaleza. P e r o más t a r d e , fueron olvidándose las
ne una misión que cumplir en la casa y en la corte del dios. Pe- antiguas creencias que establecían una relación íntima de los dio-
ro el objeto principal de la solicitud de esta familia divina es ve- ses con la n a t u r a l e z a , y los pueblos sólo se preocuparon y a de
lar por la suerte de los pueblos y de las c i u d a d e s , y especialmen- las cualidades y de los actos de estas mismas d i v i n i d a d e s , que
te por el buen éxito de las empresas y aventuras de los héroes, m a y o r influjo ejercían en la dirección de la v i d a h u m a n a , en la
quienes, siendo en su m a y o r parte descendientes de los dioses, administración del E s t a d o y en las recíprocas relaciones de los
son á la p a r como el lazo de unión entre éstos y los d e m á s miem- hombres.
bros de la humanidad. A menudo, las investigaciones modernas rompen la especie de
velo que parece envolver estas leyendas y que ha hecho que per-
E s t a s ideas religiosas satisfacían sin d u d a por completo á
m a n e z c a n impenetrables á los ojos de los mitólogos más célebres
príncipes como los de Itaca ó de cualquiera otro de los pe-
de la antigüedad: pero así como los muros derruidos y cubiertos
queños reinos en que la G r e c i a se hallaba d i v i d i d a , que cele-
de y e d r a de un edificio, son testimonio de su origen r e m o t o , así
braban festines en el palacio del r e y , y en c u y a presencia un
también la oscuridad y desnaturalización de estos mitos, produci-
F e m i o c a n t a b a recientes y heroicas a v e n t u r a s ; pero ¿ qué valor
d a s por el t r a b a j o constante de los siglos, son clara y patente
podía tener esta religión á los ojos del simple labriego que nece-
prueba de su m u c h a antigüedad.
sitaba invocar la protección d i v i n a , cuando sembraba su g r a n o ,
A l e x a m i n a r en la mitología griega las l e y e n d a s relativas á los
ó hacía la recolección de la c o s e c h a ; lo mismo durante los rigo-
fenómenos naturales y á los cambios de estación, encuéntrase una
res del invierno que en los calurosos días del estío; y p a r a quien
g r a n semejanza entre las religiones de la G r e c i a y las religiones
debía ser un deber el dar gracias á los dioses por cada uno de
del O r i e n t e , en particular entre aquéllas y las del A s i a Menor,
los beneficios que de ellos recibía, y porque defendían sus re-
tan cercana á la península helénica. D e todas suertes, h a y que
baños y su trigo de los peligros que continuamente los amenaza-
convenir en q u e , desde sus albores, el genio griego se muestra
ban ? Así como á la época heroica precedió en G r e c i a otra época
más r i c o , más v a r i a d o en sus formas; más l i b r e , más noble que
que podríamos llamar pelásgica, en que el cultivo del suelo era la
el de los Frigios y L i d i o s , sus vecinos por Oriente, y que el de los
única ocupación de los pueblos, así también encuéntranse en esta
S i r i o s , adoradores de la naturaleza. E n la religión de éstos, la
misma é p o c a , restos y huellas de una religión, en la c u a l los dio-
unión y el contraste de dos seres ( B a a l y A s t a r t é ) , masculino el
ses eran considerados como causas a c t i v a s y eficientes de los fe-
u n o , símbolo de la a c t i v i d a d p r o d u c t o r a , y femenino el otro, re-
nómenos físicos y de los cambios de las estaciones. L a fantasía,
presentante del principio nutritivo de la n a t u r a l e z a : y las vicisi-
tudes de vigor y de d e b i l i d a d , de v i d a y de muerte porque pasan del c i e l o , que reinaba sobre la tierra y que mantenía estrechas
estos dos seres, de los cuales el uno era celebrado con extática relaciones con la diosa nacida del cerebro de Z e u s ; aparte és-
a l e g r í a , y el otro con lastimeros a y e s , forman una especie de tas , había otras divinidades secundarias y menos importantes en
círculo vicioso, que necesariamente debía fatigar y adormecer el este sistema religioso, como Aphrodite, cuyo c u l t o , procedente de
espíritu. L o s G r i e g o s , por el contrario, á pesar de la variedad de C h i p r e y de Citere ' ) , según todas las a p a r i e n c i a s , se extendió
formas que entre ellos revistió la religión naturalista, reconocie- por toda la G r e c i a merced al influjo de las tribus siro-fenicias. E s
ron siempre un dios superior, ei dios del cielo y de la luz del día, también muy digno de estudio el culto que se tributaba á Diony-
que tal es la verdadera significación del nombre ZEU?, según lo sos, y que tenía m u c h a semejanza con la religión que dominaba
demuestran l a s investigaciones de la filología c o m p a r a d a , que en el A s i a Menor. P r o p a g a d o en el N o r t e por los llamados T r a -
prueban que su raíz (Diu), tiene idéntica significación en la len- cios 1 ) , pero no g o z a n d o en otras comarcas de G r e c i a de la mis-
g u a india; esto mismo nos muestran las lenguas griegas y lati- m a autoridad que el culto á los d e m á s dioses olímpicos, quedó allá
nas en sus vocablos derivados de la m i s m a r a í z , los cuales con- como aislado en las regiones septentrionales; no o b s t a n t e , tiene
s e r v a n en su m a y o r parte carácter apelativo '). A este dios del cierta s e m e j a n z a con el de Demeter y el de Cora. P e r o aunque
cielo que reina en las alturas se halla u n i d a , aunque no g o z a de completamente a i s l a d o , no dejó de ejercer una influencia decisi-
su misma gerarquía, una diosa de la tierra, que recibe en diver- v a en la cultura de todo el pueblo griego, provocando en l a s es-
sos cultos los nombres de Hera, Demeter, Dione y otros aún más os- feras del arte y de la poesía especialmente, una serie de produc-
curos. E l consorcio de estas dos divinidades, ó lo que es lo mis- ciones, cuyo común carácter es una violenta emoción del espíritu,
m o , la unión del Cielo con la T i e r r a , era objeto de la fiesta m á s un vuelo más atrevido de la imaginación y una m e z c l a de volup-
s a g r a d a del culto de los Helenos. Mientras que otras divinidades, tuosidad , de alegría y de dolor frenéticos.
tales como Apolo, el hijo de la luz y Athene, que nació de la c a b e z a
S i e n d o , como son, los poemas homéricos la primera fuente de
del p a d r e en l a s alturas celestes, ayudan al dios del cielo á ani-
la historia interna y externa de G r e c i a , no sólo por los hechos
quilar con la fuerza de su luz los elementos hostiles, otros dioses
que detalladamente refieren, sino por las alusiones que hacen á
reinan en las profundidades del suelo; y como todo lo que es v i d a
otros hechos anteriores; no sólo por lo que d i c e n , sino a d e m á s
110 sólo nace de la tierra, sino que v u e l v e á ella,. casi todas estas
por lo que no d i c e n , también en ellos se v e , si se los lee con aten-
deidades tienen una relación más ó menos directa con la idea de
ción , palidecer, y por decirlo a s í , desvanecerse la antigua religión
la m u e r t e ; tales son Hermes, q u e ' e x t r a e del seno de la tierra los te-
naturalista ante las imponentes figuras de las divinidades de los
soros de la fertilidad, y Cora, la hija, tan pronto arrebatada como
tiempos heroicos. L o s dioses del O l i m p o apenas son y a represen-
devuelta á su m a d r e , divinidad de la naturaleza floreciente y de
tación de los fenómenos de la naturaleza. Z e u s es el s o b e r a n o , el
la naturaleza moribunda. E l agua tenía también su representa-
rey, aunque también se le designa con los nombres, evidentemen-
ción en Poseidon y el fuego en Hephestos, príncipe poderoso b a j a d o
t e trasmitidos de un período más r e m o t o , de dios del éter y del
t i e m p o , y que se conservaron hasta épocas m u y posteriores, en
que t o d a v í a se decía en G r e c i a : ¿ Q u é h a c e Z e u s ? en lugar de
') L a r a í z D i u a p a r e c e m u c h o m á s c l a r a e n el g e n i t i v o y d a t i v o del n o m - ¿qué tiempo hace? 3 ) E n las diosas H e r a y A t h e n e y en el dios
b r e Z e u s , A t F ' j ; , A i F i , d o n d e l a « ha tomado la forma d e l a consonante F, A p o l o de los cantos de H o m e r o , no se encuentra vestigio a l g u n o
m i e n t r a s q u e e n ZEÓ?, c o m o e n o t r o s v o c a b l o s griegos, l a s l e t r a s Di se h a n c a m -
de la relación que tenían estas divinidades con la fertilidad de
b i a d o e n Z y l a v o c a l se h a h e c h o larga. E n l a p a l a b r a l a t i n a Jovis (úmbrio
Juve) l a D d e l a n t e d e l a J h a d e s a p a r e c i d o , e n t a n t o q u e se h a c o n s e r v a d o e n
o t r o s v o c a b l o s d e r i v a d o s d e l a m i s m a r a í z , c o m o en ¿Lies, diurn. [ E s e v i d e n t e ' ) H e r o d o t o , 1 , 105. [ V é a s e P a u s a n i a s , 1 , 14, 7. 3 , 23, 1.]
q u e e n v a r i o s d i a l e c t o s g r i e g o s se u s a b a t a m b i é n l a f o r m a AI-J;. V é a s e á e s t e *) [ V é a s e c a p . I I I . ]
p r o p ó s i t o A h r e n s de dialecto ceolica p . 175, de dialecto dórica p. 95 y G . C u r t i u s a) AtSépt vaiíov, \ífz>.r¡ytfÍTrlí. [ V é a n s e t a m b i é n ; xE/.aiveyr,;, ú<j/tPpE|úv¡T;, zep-
Griech.Etymologie, p. 605. P o r lo d e m á s , d e e s t a e t i m o l o g í a , t r a t a m á s e x t e n s a m e n - «txépauvoc, ápYixÉpavvoí, <rrcpo«T]Y6péT»K> sptrSo-Jitotoc, spi¡3pc¡j.br,;, «nepoTOiTr,;,
te O . M ü l l e r en s u s kl. Schrift. v o l . I I , p. 88.1
¡ktp'JXTurco;.]
los c a m p o s , con el estado de la atmósfera, con la llegada de la
p r i m a v e r a , mientras que se hallan á c a d a p a s o en m u c h a s tra- bien, á m e d i d a que aquellas divinidades se apartaban más y más
diciones de estos dieses, y especialmente en los ritos y ceremo- del círculo de estos dioses, las ceremonias de su culto fueron to-
nias de sus fiestas, donde por regla general se han conservado m a n d o , merced á esta especie de aislamiento, el carácter de miste-
mejor los elementos más antiguos d é l o s mitos. H e p h e s t o s , el po- rios hasta tal punto que ya nadie podía tomar parte en dichas ce-
deroso dios del fuego del cielo y de la tierra, se convierte en un remonias y solemnidades sin admisión é iniciación previas. E s -
modesto herrero, que provee de armas á los demás dioses y á los tas y no otras fueron sin d u d a las razones que movieron á H o -
héroes por éstos protegidos; mientras que H e r m e s , de quien al- mero á presentarlas como e x t r a ñ a s á la serie de dioses de que
g u n a s leyendas nos hablan como de una antigua divinidad rústica quería rodear á Z e u s , y estas también las que le determinaron á
de los A r c a d i o s '), que fertilizaba los c a m p o s y protegía los reba- no dar una parte activa en sus poemas á Dionysos, la segunda di-
ños, después de mil trasformaciones, llega á quedar reducido á vinidad , en orden de i m p o r t a n c i a , del culto rústico de los Grie-
un simple servidor de los dioses y mensajero de Z e u s , que es co- gos ; no obstante con frecuencia habla de él como de un dios
m o nos le presenta Homero. q u e inspira el placer y la a l e g r í a , y á quien no puede ofenderse
impunemente ').
P e r o á aquellas divinidades que no tenían relación a l g u n a , ó
sólo la tenían muy remota, con los intereses de la v i d a h u m a n a , y
') [litada 6 , 130 á 140. 1 4 , 323 a 325. Odisea n , 325. 24, 74.J
particularmente con las hazañas y actos políticos de los prínci-
p e s , apenas las menciona H o m e r o , j a m á s desempeñan un papel
importante en los acontecimientos que n a r r a , y lejos de esto,
cuida siempre de proscribirlas del círculo de los dioses olímpi-
cos; a s í , por e j e m p l o , en ningún p a s a j e de sus obras se encuen-
tra á D e m e t e r o c u p a d a en a y u d a r ó s a l v a r en el c o m b a t e á nin-
gún héroe f a v o r i t o ; no p u e d e , sin e m b a r g o , inferirse de aquí que
esta diosa llegara á adquirir su autoridad é importancia después
de H o m e r o , porque las muchas veces que de ella h a b l a este poe-
t a , cuando trata del cultivo de los c a m p o s , bastarían á declarar
inadmisible esta hipótesis. Sin duda esta diosa, cuyo nombre ca-
lifica á la tierra de madre, ") fué adorada por los antiguos Pelas-
gos que la tributaron solemne culto; pero las ideas y sentimien-
tos qne despertaba el culto tributado á la madre (Demeter) y á la
hija ( C o r a ) , á quien con dolor profundo perdía aquella todos los
otoños, y á quien volvía á recobrar todas las p r i m a v e r a s , con
alegría indecible, estas ideas y estos sentimientos eran muy dis-
tintos de los que inspiraban los demás dioses del Olimpo. A h o r a

' ) [ D e a q u í la d e n o m i n a c i ó n d e Kv"/.>.r,vto; q u e le d a l a Odisea 24, i . ¡


s) Af, |m¡t/¡p, e s t o es, y?, |¿r,T/¡p. ' S e g ú n S c h o m a m e n C i c . de nat. deor. 2 , 26.
(»i, [ V é a s e a l m i s m o a u t o r Theog. d e H e s i o d . p. 2 5 7 ] e q u i v a l e á á l a ¡xr,rr,p, l a
d i o s a m a d r e . V é a s e t a m b i é n s o b r e la e t i m o l o g í a d e yr¡ á P r e l l e r , Demeter und-
Persephone, p. 366, y á C . F r . H e r m a n n , de Daphnide Theocriti. G o t t i n g a , 1853, p. 24.
( I m p u g n a e s t a o p i n i ó n s o b r e l a e t i m o l o g í a d e r í j A h r e n s , de dialecto dórica, p. 80
y G . C u r t i u s Gr. Etymol, p. 4S4 !

Lrr. GR. 3
CAPÍTULO III

La poesía primitiva de los Griegos

M u c h o s siglos debieron pasar antes de que la poesía de los


G r i e g o s adquiriese la a b u n d a n c i a , la riqueza y la armoniosa ca-
dencia que a d m i r a m o s en los cantos de H o m e r o . M u c h o tiempo
antes de que la p a l a b r a a l a d a viniera á infundir en l a s a l m a s
elevados sentimientos, mucho tiempo antes de que resonara el
primer h i m n o , el culto á los dioses, con el c u a l se h a l l a b a ínti-
m a m e n t e l i g a d a la v i d a moral de la antigüedad, y que encerraba
en sí los gérmenes de todas las artes, así de la arquitectura co-
mo de la e s c u l t u r a , de la música como de la p o e s í a , debió limi-
tarse á acciones m u d a s , á gestos expresivos, á oraciones rezadas
en voz b a j a , t a l v e z también á gritos inarticulados (OAO).VTIW;)» se-
m e j a n t e s á los que se proferían en época m u y posterior cuan-
do espiraban l a s v í c t i m a s en los sacrificios, y que eran como la
expresión del dolor y del sentimiento ').
L a s primeras manifestaciones de la inspiración poética de los
H e l e n o s , fueron, sin d u d a , b r e v e s cantos que en pocos versos
describían las impresiones que recibía el espíritu. A tenor de lo
que en el capítulo precedente queda dicho, fuerza es atribuir

i) [ V é a s e Huida 6 , 301, Odisea 3 , 450 y E s q u i l o en Los Siete contra Tebas, 267


y ss.:
¿T.Z'.'Í ITJ

0X0).yy¡j.bv ícpov EV¡AEVY) Ttatávtoov,


!).).Y¡VIXOV VÓU.'.iu.a OvoxáSo; |3or,í,
Oápco; FÍXOI;, XVO-JCA icoAS¡J.ta>v fpópov.
H e r ó d o t o 6, 1 1 . 4 , 189. Jenofonte, Anáb. 4, 3, 19. M o v e r , Phóniz. v o l . x, 246.
E l m i s m o o r i g e n q u e oaoa-jyaó; y o/.oX-jyr, tiene '.vyij.óc. V é a s e t a m b i é n : O . J a h n ,
Griech. Bilderclironiken, p. 32.)
muy especialmente, una gran antigüedad á los cantos consagra- L i n o s , el hijo querido de U r a n i a , nombrándole al principio y al
dos á las estaciones y á sus fenómenos y que expresaban de un fin de sus c a n t o s ; de donde se deduce que éstos comenzaban y
modo sencillo, las impresiones que estos últimos despertaban; terminaban con las palabras A- AÍVE. L i n o s , en efecto, era el ob-
cantados por labriegos, segadores y v e n d i m i a d o r e s , deben evi- j e t o del c a n t o , el personaje c u y o triste fin se l l o r a b a , y había
dentemente su origen á la época en q u e la agricultura era la úni- más de un lugar en G r e c i a , entre otros T e b a s , C a l c i s y A r g o s , en
c a ocupación del pueblo griego. A u n q u e á primera vista, puede los cuales se enseñaba la t u m b a de- L i n o s '); evidentemente per-
parecer extraño que muchos de estos cantos tuvieran un carác- tenecía éste á esa serie de dioses ó de semi-dioses, de que tantos
ter triste y melancólico, en realidad n o lo es si se considera que ejemplos ofrecen las religiones de G r e c i a y de A s i a ; adolescentes
estando las divinidades griegas en relación estrecha con los cam- de maravillosa h e r m o s u r a , que ó bien encuentran la muerte en-
bios de las estaciones y con el r e j u v e n e c i m i e n t o de la naturaleza tre las revueltas a g u a s de un río, ó bien son devorados por perros
como D e m e t e r , C o r a , Dionysos y otras , lo mismo se prestaban rabiosos ó animales s a l v a j e s , y c u y a desventura es llorada en la
á ser celebradas con la tristeza y el llanto, que con las fiestas y época de la recolección , y en general en el estío. E s evidente que
la alegría; no h a y , sin e m b a r g o , q u e considerar ésta como la el objeto de estos cantos no era lamentar la muerte de persona-
única c a u s a del carácter melancólico de dichos cantos, pues el co- j e s reales y verdaderos, á pesar de que l a s l e y e n d a s hablan á me-
razon h u m a n o busca á m e n u d o , c u a n d o espontáneamente no se nudo de j ó v e n e s de ilustre s a n g r e , arrebatados á sus pueblos en
le ofrecen, ocasiones de desahogar l a s penas que le oprimen. «En e d a d t e m p r a n a , sino la muerte de la p r i m a v e r a , c u y o s encantos
los bosques inaccesibles y en las solitarias c a b a ñ a s de los pasto- eran marchitados por los calores del verano. E n efecto, la fanta-
res , dice L u c r e c i o 1 ) , han aprendido los hombres á confiar á la sía de aquellos remotos tiempos prestaba.una individualidad real
z a m p o ñ a sus dulces quejas. » á lo que era impersonal y abstracto, viendo en todas l a s c o s a s
dioses ó seres de n a t u r a l e z a divina. L i n o s , según una curiosa le-
A este género de poesía p e r t e n e c e el canto Linos de que h a b l a
y e n d a de los A r g i v o s , era un j o v e n de estirpe d i v i n a , que se crió
H o m e r o 3 ) y c u y o solo n o m b r e , Aí'X'.vo? y 0!TÓ).IVO;3), revela su ca-
con unos pastores en medio de los corderos, y que murió d e v o r a d o
rácter triste y lastimero. S e g ú n H o m e r o , cantábase á menudo en
por perros rabiosos; con c u y a tradición se relacionaba una fiesta
las vendimias; y según un f r a g m e n t o de H e s i o d o 4 ) , todos los
en honor de los corderos, en la que eran sacrificados muchos pe-
cantores y citaristas, en las fiestas y en las d a n z a s , lloraban á
rros 5 ). C e l e b r á b a s e , sin d u d a , esta fiesta en la época mas calo-
rosa del estío, en que reina S i r i o , quien desde los tiempos m á s
remotos fué representado por los G r i e g o s b a j o la figura de un
') I n d e m i n u t a t i m d u l c í s d i d i c e r e querellas,
tibia q u a s f u n d i t , digitis p u l s a t a c a n e n t u m ,
perro rabioso. D a d o s estos a n t e c e d e n t e s , no es de extrañar que
a v i a p e r n e m o r a ac s i l v a s s a l t u s q u e r e p e r t a , más tarde se hiciera de L i n o s un c a n t o r , uno de los primeros
p e r l o c a p a s t o r u m d e s e r t a a t q u e o t i a dia. a e d a s , que compitió con el mismo A p o l o , y que enseñó á H e r a -
L u c r e c i o 5 , v . 1384 á 1387. cles á tocar la cítara; en esta tradición se c o n s e r v a b a el relato
'-) litada 18, 569. V é a s e en la p. 44 s o b r e e l s i g n i f i c a d o d e ¡Jio).irr, en este lugar. de la muerte violenta de L i n o s , lo cual h a c e suponer que en el
3) T r a d u c i d a s l i t e r a l m e n t e , estas p a l a b r a s s i g n i f i c a n « ¡ A y L i n o s ! » « ¡ M u e r t e canto primitivo se aludía también á la muerte de este m a n c e -
d e Linos!» E l Ailinos es un c a n t o m á s d u l c e . V é a s e Sófocles, Ajax 627. |Del pa-
bo. E n los p o e m a s de H o m e r o es un niño el que con voz dulce
s a j e d e S ó f o c l e s , n o p u e d e d e d u c i r s e q u e e l Ailinos se c o m p a r e en él al d u l c e
y al són de la c í t a r a , único acompañamiento de este h i m n o , en-
trino del ruiseñor. M o v e r , Phoniz, vol. 1 , p. 244 y s s „ le c o m p a r a al s e m í t i c o ai
lenu. *¡ay de nosotros/» S e g ú n P a u s a n i a s 9, 29, 8 S a f o h a b í a t o m a d o el n o m b r e
OtTÓXtva; d e l a n t i g u o p o e t a P a m f o s . ] V é a s e A m b r o s c h , de Litio. B e r o l , 1829
B o d e , de Orpheo, p. 97 y ss. W e l c k e r , s o b r e e l L i n o s , kl. Schriften, v o l . 1 , p. 8 y ') [ Y lo m i s m o en el H e l i c ó n y en el O l i m p o , h a b i t a d o s t a m b i é n p o r l a s
ss. [ B r u g s c h , die Adonisklage und das Linoslied. B e r l í n , 1852, y O . M ü l l e r , Doria, Musas.]
vol. 1, 349 y ss.] 2) [ L a fiesta se l l a m a b a y/jvospóvti;, v é a s e C o n o n , narr. 19 y A r í s t i d e s , or.
*) E n E u s t a c i o p. 1163, 59. ( F r a g m . 132 d e la e d i c . d e G ó t t l i n g . ) [ V é a s e Eleus, vol. 1 , p . 421 Dind., d o n d e se h a b l a del Opíjvo; 'Apyeio:. ]
B e r g k , Poeterlyricigr., p. 1297, 3. a e d i c . ]
tona el L i n o s mientras que j ó v e n e s vendimiadores de a m b o s se- b a t a d o por las ninfas. A l mismo género pertenece también el him-
x o s acompañan su c a n t o , danzando a c o m p a s a d a m e n t e y con vo- no de Hylas, adolescente arrastrado por las a g u a s de un río, y
ces sonoras ' ) , entre las cuales se escucharía sin d u d a el X D . Í V E . . c u y o canto era muy popular en Bitinia. E n las c o m a r c a s meri-
P u e d e asegurarse a d e m á s que el grito á que H o m e r o l l a m a íuyiió?, dionales en que d o m i n a b a el culto sirio, encontramos el canto á
no era un grito de alegría; c u a l q u i e r a , sino, que h a y a oído algu- la muerte de Adonis, que S a f o e n t o n a b a al mismo tiempo que el
na v e z resonar de colina en colina el eco del luy^ó? de los aldea- L i n o s ' ) , y el Mañeros, m u y en b o g a en E g i p t o , y especialmente
nos suizos con sus tristes y lastimeras notas, participará segura- en P e l u s i u m , y en el cual se lamentaba la muerte prematura del
mente de nuestra opinión s ) . único hijo del rey. L a analogía que este canto guarda con el
L i n o s indujo sin d u d a á H e r ó d o t o *), que tanto g u s t a b a de rela-
Conocíanse en la G r e c i a a n t i g u a , y sobre todo en el A s i a M e -
cionar á G r e c i a con E g i p t o , á declarar que el Mañeros y el L i n o s
nor , c u y o s pueblos tenían singular predilección por l a s melodías
eran el mismo canto 3 ).
tristes, muchos otros cantos de este g é n e r o , cuyo a s u n t o , más
M u y distintos de estos eran los sentimientos en que se halla-
q u e lamentar la muerte de un personaje determinado, era la ex-
ban inspirados los primitivos c a n t o s consagrados á A p o l o y que
presión de un duelo general y constante. E l laísmos fué quizá el mis-
fueron como encarnación de la idea que los G r i e g o s tenían de la
m o L i n o s , pues que en él se h a c e idéntica relación que en este úl-
naturaleza y del poder de aquel dios: estos c a n t o s se llamaban
timo canto de un personaje mítico l l a m a d o Ialemos 3 ). E n T e g e a
Péanes,TOX^OVS;,según Homero. L o s P e a n e s eran canciones que,
se conocía también un canto fúnebre, denominado Escefros, el
tanto por su música como por su l e t r a , expresaban el valor y la
c u a l , á j u z g a r por lo que dice P a u s a n i a s 4 ), era entonado igual-
confianza. «Todos los Elinos» dice C a l i m a c o , «deben enmudecer
mente en la época del calor. E n F r i g i a se c a n t a b a el Lityerses du-
cuando resuene el ié P e a n , ié Pean» *); así como el L i n o s co-
rante la siega del trigo 5 ) , y en la misma época a c o s t u m b r a b a n
mienza por al, el P e a n empieza por Ir.; c u y a s e x c l a m a c i o n e s , si
á entonar al son de la flauta los M a r i a n d i n o s , pueblo que se ha-
bien carecen de significación propia, expresan, por el tono con que
llaba situado en las orillas del M a r N e g r o , el canto denominado
se las profiere, sentimientos que, como y a antes hemos tenido oca-
Bormos-, nombre q u e , según la tradición, era el de un niño que al
sión de hacer n o t a r , son parte de los cultos griegos, y forman,
s a c a r a g u a de un arroyo para llevarla á unos s e g a d o r e s , fué arre-
por decirlo así, los primeros principios y los gérmenes de los him-
nos que comenzaron y terminaron con ellos. C a n t á b a n s e P e a n e s
') Ilíada 18, 569 á 572. cuando se e s p e r a b a , con a y u d a del dios, librarse de un peligro
2) " F r . R i t t e r , e n su c r í t i c a d e e s t a o b r a , Wiener Jahrbücher, 1844, p . 123 y ss., inminente, ó cuando se creía estar ya libre de él; e r a n , p u e s , y a
t o m a l a p a l a b r a }.¡vov p o r a p e l a t i v o , c o m b a t i e n d o d u r a m e n t e l a i n t e r p r e t a c i ó n
himnos de esperanza y de confianza ante el peligro, y a de reco-
q u e d a M ü l l e r al p a s a j e d e H o m e r o . [ E l p a s a j e d e l a I l í a d a , a r r i b a c i t a d o , f u é
nocimiento y de acción de gracias después de la victoria. L a cos-
y a i n t e r p r e t a d o en l a a n t i g ü e d a d d e dos d i v e r s o s m o d o s . L o s u n o s t o m a b a n á
/.tvov c o m o neutro, ó le a t r i b u í a n c o m o Z e n o d o t o en AÍVO; 6' vito y.aAov ¿ÍEISE, l a tumbre de cantar Peanes de primavera (eíaptvo\ -atavEc) cuando y a pa-
s i g n i f i c a c i ó n d e c u e r d a . A r i s t a r c o , p o r el c o n t r a r i o , sin d u d a con m á s r a z ó n ,
c r e y ó q u e ).¡vo; e r a l a d e n o m i n a c i ó n d e u n c a n t o c o m o itaiáv ó V¡AVO?. L O m i s -
m o q u e c o n L i n o s s u c e d í a con l o s v o c a b l o s lá/.EUO; y ÍVJ'AO;, s e g ú n el t e s t i m o -
1) [ P a u s a n i a s 9, 29, 8. XA7T ? ¿> 5= R, A E O P Í A TOO OITOAÍVO'J -Ó o v o t x a EX TWV
n i o d e A p o l o d o r o e n el e s c o l i o á T e ó c r i t o 10, 41. V é a s e E . H i l l e r , Eratosthenis
ITM-J TOO T.ÍIXO'O ¡xaOoOoa "Aowviv ÓPOO XAT OITÓAIVOV Í ^ E . V é a s e Fragm. 62 de
carminum reliquia, L i p s a , 1872, p . 21 y ss.]
Bergk.] ' .
3) [ P í n d a r o e n el e s c o l i o á E u r í p i d e s R h e s o s V . 892. A r i s t ó f a n e s d e Bi-
2) H e r ó d o t o 2, 79. [ P a u s a n i a s 9, 29, 7, o p i n a q u e los G r i e g o s t o m a r o n el M a -
z a n c i o e n A t e n e o 1 4 , p. 619 y ss.] ñ e r o s d e los E g i p c i o s . L o m i s m o d i c e el h i s t o r i a d o r N y m p h i s e n A t e n e o 14, pa-
*) P a u s a n i a s 8, 53, 1. £-/.s<?pov Üpr,vEív, [uxÉcppo; e s i d é n t i c o á ZR¿O;. c o m o T/.Í- g i n a 619-620 r e s p e c t o del B o r m o s y d e l M a ñ e r o s . ]
soí á S o b r e e s t o , v é a s e A h r e n s , de dialecto dórica, p . 99. R e f e r í a s e p u e s , sin 3) S o b r e el a s u n t o d e e s t o s c a n t o s , c o n s ú l t e s e á O . M ü l l e r , Dorier, v o l . 1.
d u d a , este c a n t o á l a s e q u í a d e l o s ríos, r e p r e s e n t a d a e n l a t e m p r a n a m u e r t e d e p. 346 y s s . ; p. 349 d e l a 2.a e d i c . [Orchomenos, p. 293; p . 289 d e la 2.a edic.], y
un j o v e n . V é a s e P a u s a n i a s 7, 23, 1 y E . C u r t i u s , Peloponn., v o l . 1, p. 405, 446.I T h i r w a l l , Pkilological Museum, vol. 1 , p. 119.
s) [ V é a s e D u n c k e r , Gcsch. des Alterth., vol. 1, p. 389, 4.a e d i c . , y P r e l l e r , gr. 4) Hymn. Apoll. 20.
M y t h . , vol. 2 , p. 230.]
sados los rigores del invierno la n a t u r a l e z a tomaba un a s p e c t o país, un melodioso ié P e a n que les ha inspirado la musa '). D e este
más risueño, y en los corazones c o m e n z a b a á renacer la esperan- P e a n , cantado durante la m a r c h a , nació la costumbre de ento-
za , costumbre recomendada á las c i u d a d e s de la Italia meridio- • nar el P e a n (uatwvteív) en la g u e r r a antes de a t a c a r al ejército
nal por el oráculo de D e l f o s , se r e m o n t a , según todas las proba- e n e m i g o , costumbre que se encuentra m u y especialmente entre
bilidades, á época muy antigua '). L o s P i t a g ó r i c o s tenían también los D o r i o s , pero c u y a existencia no puede demostrarse en los
la fiesta de la Purificación (xáSap*:?), que celebraban en la pri- poemas homéricos i ).
mavera ' ) , cantando P e a n e s y otros h i m n o s á Apolo. Según H o -
S i pudiéramos guiarnos sólo por lo verosímil, ó si el carácter
mero ' ) , los A q u é o s , después de h a b e r devuelto su hija á Críses,
de esta obra nos consintiera analizar y combinar menudamen-
aplacando de este modo la cólera de A p o l o , cantaron al terminar
te testimonios que, si aislados carecen en absoluto de valor, pues-
los sacrificios, y haciendo circular la c o p a , un hermoso P e a n en
tos en relación nos llevarían á la evidencia más c o m p l e t a , po-
honor del divino arquero, con quien p o r este medio trataban de
dríamos seguramente reivindicar para la más remota antigüedad
reconciliarse. Según el mismo p o e t a , A q u í l e s , después de haber
g r i e g a , m u c h a s de las diversas clases de himnos posteriores,
matado á H é c t o r , exhorta á sus c o m p a ñ e r o s á volver á las n a v e s ,
pertenecientes á los cultos especiales de A p o l o , A r t e m i s , D e m e -
c a n t a n d o un P e a n y diciéndoles: « H e m o s a l c a n z a d o una g r a n vic-
t e r , Dionysos y de otras divinidades 3 ). P e r o preferimos no atri-
t o r i a , hemos d a d o muerte al divino H é c t o r , á quien los T r o y a -
buir tal a n t i g ü e d a d , sino á aquellos c u y a existencia en los tiem-
nos dirigían sus oraciones como á un dios» 4 ); palabras que reve-
pos homéricos está fuera de toda d u d a ; á aquellos de que nos
lan suficientemente cuál era el objeto d e l P e a n . D e d ú c e s e de estos
hablan los poemas de H o m e r o , que serán siempre la fuente prin-
pasajes que el P e a n se c a n t a b a en c o r o ; pero que uno de los que
cipal á que h a y que recurrir para el estudio de estas é p o c a s , re-
lo formaban alzaba primero la voz y d a b a el tono (¿sipyon), mien-
servándonos el discurrir más ámpliamente sobre este p u n t o , para
tras que los d e m á s , ó bien iban a n d a n d o , ó bien estaban sen-
la historia del desarrollo de la poesía lírica.
tados alrededor de la mesa dispuesta p a r a la c o m i d a ; costumbre
N o sólo el culto de los dioses, sino que también los aconteci-
esta última muy generalizada en A t e n a s en la época de P l a t ó n s ),
mientos que tienen lugar en el seno de la familia, y que conmue-
E j e m p l o del primer caso es el himno d e l homérida á A p o l o P y t h i o ,
ven más hondamente el ánimo, fueron objeto entre los G r i e g o s de
en el cual los C r e t e n s e s , á quienes e l dios ha llevado á D e l f o s
v a r i a d o s cantos. El duelo por los muertos q u e , l a s mujeres sobre
para que sean los sacerdotes de su c u l t o , y que han hecho con
t o d o , solemnizaban con violentas demostraciones de dolor en la
toda felicidad y de una manera casi m i l a g r o s a una larga travesía
época que describe H o m e r o , se manifestaba sentándose los can-
por m a r , aparecen subiendo hacia D e l f o s por el angosto valle
tores que debían entonar la fúnebre melodía alrededor del lecho
del P a r n a s o , después del sacrificio e n las costas de C r i s a , y
mortuorio, y mientras que ellos c a n t a b a n con v o z entrecortada
guiados por el mismo dios A p o l o , q u e arranca á la cítara (cpóp-
por profundos suspiros, las mujeres les a c o m p a ñ a b a n con lamen-
IUY?) armoniosos acordes. L o s C r e t e n s e s le siguen con paso ca-
tos y sollozos 4 ). E n los funerales de Aquíles, las M u s a s , con v o z
dencioso hasta Delfos, c a n t a n d o , a l m o d o como se hace en su
s u a v e y a r m o n i o s a , cantaron el T h r e n o s , mientras que las Nerei-
d a s , h e r m a n a s de T h é t i s , las a c o m p a ñ a b a n con sus gemidos 3 ) .
T a n antiguo como el T h r e n o s era el Hymeneo, alegre himno nup-
') [ Q u e esta c o s t u m b r e f u e r a a n t i q u í s i m a , c o m o a f i r m a el t e x t o , a p e n a s si
se desprende de la recomendación del O r á c u l o ; p a r e c e m á s p r o b a b l e que n a c i e r a
en la é p o c a del músico Aristoxenos. Apolonio, Wunderb. Gesch. K . 40.] ') H o m e r o , Hymn. Apoll. Pyth. 335.
s)
2) [ V é a s e O . M ü l l e r , Dorier, vol. 1, p. 301.]
[Véase I a m b l i c o , de vita Pithag. § 1 1 0 , e n d o n d e es m u y c u e s t i o n a b l e si h a -
3) [ B a j o el c a l i f i c a t i v o de h i m n o s , c o m p r é n d e n s e en el texto, todos los c a n -
b l a ó no de u n a c o s t u m b r e antigua.]
3)
t o s d i r i g i d o s á los dioses. P a r a c o n o c e r las d i s t i n t a s denominaciones de l o s
litada 1 , 473.
4)
m i s m o s , consúltese P r o c l o , Chrestomatkia, p. 3S0 y ss.|
litada 22, 391.
5)
*) 'AotSol Spr.vuv k'Sapxot, litada 24, 720 á 722.
[Véase el F r a g m . de Jenófanes en A t e n e o 1 1 , p. 462, e. P l a t ó n , Sympos. p. 176
5) Odisea 24, 59 á 61.
a, Jenofonte, Sympos. 2, 1 y F i l o c o r o en A t e n e o 15, p. 697, a.]
cial de que nos dan idea l a s descripciones de los escudos de Aquí- de la poesía e r ó t i c a , que g u a r d a n con él aún m a y o r e s cone-
les y de H e r a c l e s , que respectivamente hacen H o m e r o 1 ) y H e -
xiones.
siodo ' ) . Según la p r i m e r a , se s a c a á la novia del gineceo y se la
P e r o aunque sea frecuente el hallar p r u e b a s de la existencia
pasea á la luz de las antorchas por las calles de la ciudad; entó-
de los coros en las descripciones m e n c i o n a d a s , y en los cantos
nase en alta v o z un alegre H y m e n e o , y los j ó v e n e s bailan á los
de los antiguos p o e t a s épicos, no h a y que atribuir á aquella re-
sones combinados de la flauta y de la cítara ( f ó f ( u r r e ; ) . E l pa-
mota época el origen de los coros que c a n t a b a n , bailando y gesti-
saje de Hesiodo ofrece un c u a d r o más completo y mejor dibu-
c u l a n d o al mismo t i e m p o , l a s odas de P í n d a r o y los trozos de
j a d o , pero c u y a s diversas partes no están aún bien determina-
poesía lírica de las tragedias. E n los comienzos, el principal ofi-
das 3 ). «En una ciudad fortificada en que los hombres pueden
cio del coro fué la d a n z a , y así lo demuestra el primitivo signifi-
abandonarse sin reparo á la alegría y á los placeres, los mance-
c a d o de la p a l a b r a Choros, »lugar de la danza» ' ) ; en la Ilíada y en
bos llevan á la novia en un carro de hermosas ruedas para entre-
la Odisea se encuentran á m e n u d o locuciones como «allanar el
g a r l a al marido; óyese al mismo tiempo el alegre H y m e n e o , mien-
coro» /eiaívsiv yopóv 1 ), esto e s , preparar el lugar de la d a n z a , «ir
tras que á lo lejos, l a s a n t o r c h a s , l l e v a d a s por adolescentes, lan-
al coro» yop&vos epysoOat, etc. 3 ). L o s coros estaban siempre al lado
zan vivos destellos. L a s doncellas ( q u e son las que inician el
de los templos de los dioses, y las ciudades que tenían v a s t a s
canto) marchan d e l a n t e , radiantes de hermosura y g r a c i a ; unos
p l a z a s , se l l a m a b a n «ciudades de coros espaciosos» ( sV^opoi) 4 )-
y otras, esto e s , los mancebos que guían el carro y las donce-
E n estas p l a z a s se r e u n í a n , según H o m e r o , los jóvenes de am-
llas, van seguidos por bulliciosos coros, uno formado por ado-
bos s e x o s , así las hijas de los reyes como los príncipes troya-
lescentes , que al alegre són de la flauta del dios P a n , c a n t a n con
nos y feacios, los cuales se presentaban en ellas con ricos trajes
dulce v o z , despertando a su alrededor el e c o , y otro compuesto
y e l e g a n t e s a r m a d u r a s =). T a m b i é n se hallaban muy en boga,
de doncellas, que e j e c u t a n al són de la cítara la encantadora
por lo menos en C r e t a , coros en los cuales los jóvenes de uno y
danza.» E n este p a s a j e de Hesiodo encontramos también la pri-
otro sexo bailaban cogidos de las m a n o s " ) ; costumbre desco-
mera descripción de un Cómos. C o n esta p a l a b r a designaban los
nocida por los Jonios y Atenienses en épocas posteriores, pero
Griegos la última parte de un b a n q u e t e , que la m ú s i c a , el canto
que conservaron siempre los Dorios en Creta, en E s p a r t a y en la
y otras distracciones animan y p r o l o n g a n , hasta q u e , perturbado
A r c a d i a . E s t o s coros formábanse del siguiente m o d o : un citaris-
el orden de la c o m i d a , los c o m e n s a l e s , medio e m b r i a g a d o s , dis-
ta t o m a b a asiento en medio de los que b a i l a b a n , los cuales se
curren en alegres grupos por l a s calles de la ciudad hasta llegar
colocaban f o r m a n d o un círculo alrededor de él; é s t e , acompa-
á l a s puertas de sus a m a d a s . P o r el lado o p u e s t o , continúa el
ñándose con la forminge (á la cual reemplaza en el himno homé-
p o e t a , llega, con a c o m p a ñ a m i e n t o de flautas, una alegre turba
rico á H e r m e s , la l i r a , instrumento de cuerda que difiere muy
(xtb¡jL&?) de m a n c e b o s , bailando y c a n t a n d o los unos y l a n z a n d o
poco de aquélla 7 ) , mientras que la flauta, instrumento de origen
los otros ruidosas c a r c a j a d a s . C a d a uno de ellos lleva al lado un
frigio, no se u s a b a en esta época en el c o r o , pero sí en el C ó m o s ,
flautista ( e x a c t a m e n t e igual á los que h o y vemos representados
á cuyo carácter ruidoso se a c o m o d a b a m e j o r ) , entonaba cantos
en los vasos de la Italia inferior de siglos posteriores); fiestas,
que evidentemente apenas si se diferenciaban de los que canta-
bailes y alegría animan por todos lados la ciudad *). E s t e C ó m o s ,
como más tarde habrá ocasión de demostrar, dió origen á mu-
chos de los cantos de la poesía lírica, y especialmente á m u c h o s
') [Véase P a u s a n i a s 3, 11, 7.]
-) Odisea 8, 260.
») [litada 3, 393. V é a s e 15, 508.]
1) Huida 18, 492 á 495. *) [Ilíada 2, 498. Odisea 6, 4. 11, 256. 13, 414- J5> 1 Y 7.a).},;-/.op°« 0 d t s e a " » l 8 t "
2) Escudo de Heracles 274 á 280. V é a s e en Demóstenes c . M i d . § 52.]
3) s) Odisea 6, 65, 157.
[Consúltese sobre este punto O . M ü l l e r , kl. Shriften, vol. 2, p. 614 y ss.,
6) Ilíada 18, 593.
y más adelante el C a p . V I I I . ]
*) Esc. 281 á 285. •) [V. 420. V é a s e V o l k m a n n en su comentario á P l u t a r c o , de Música, p. 153.!
ban los aedas solos, sin a s i s t e n c i a del coro. D e este modo c a n t a
doncellas se mueven con paso cadencioso como la rueda que el
Demodoco en el palacio del r e y de los F e a c i o s los amores de A r e s
alfarero a g i t a ; y a bailan en dos filas, colocadas la una enfrente
y de A p h r o d i t e , mientras q u e los jóvenes se entregan al baile ').
de la o t r a , y alternando una d a n z a en r e d o n d o , con otra en fila.
A esto sin duda se ha d e b i d o el que se h a y a dicho de él que d a
E n el centro de este coro se halla sentado un cantor con la for-
principio al canto y á la d a n z a J ). L a s demás personas que cons-
minge y dos juglares (y.-jgiTrr.-í.pE;, nombre que indudablemente se
tituían el coro no i n t e r v e n í a n en el c a n t o , limitándose á acomo-
d e r i v a de los movimientos violentos y bruscos que hacían con el
dar á él sus movimientos. L o s coristas de estos primeros tiem-
cuerpo), que siguen con sus contorsiones la cadencia del can-
pos no cantaban como en el c o r o del P e a n ; así, Ulíses no admira
to ')». E n un coro de dioses que describe H o m e r o s ) , desempe-
en los jóvenes feacios que f o r m a n coro al canto de D e m o d o c o , la
ñan este último papel A r e s y H e r m e s , jugueteando (itaí;<w<»)
dulzura de su v o z , ni el a r t e de su c a n t o , sino los movimientos
en medio del coro formado por diez dioses que b a i l a n , mien-
de sus p i e s , rápidos como el r a y o 3 ). H a y que observar a d e m á s
tras que Apolo toca la cítara y las M u s a s cantan alrededor. E s
que se encuentran á m e n u d o otros vocablos como y |ji).ite<TOai,
indudable que estos kybisteteres ó j u g l a r e s , c u y o centro principal
que aunque á v e c e s se a p l i c a n á los bailarines, al coro de A r -
e r a la isla de C r e t a , donde desde los tiempos más remotos se
temis *), y á A r t e m i s m i s m a 8 ) , no expresan siempre y necesa-
a c o s t u m b r a b a á bailar una d a n z a vertiginosa, a j u s t a b a n sus ges-
riamente un c a n t o que h a b r í a de ir a c o m p a ñ a d o de la dan-
tos y sus movimientos al sentido del canto que a c o m p a ñ a b a n con
za , sino que designan m u y á m e n u d o toda suerte de movimien-
la d a n z a ; y que esta d a n z a en coro era una especie de liiporquema,
tos airosos y a c o m p a s a d o s d e l c u e r p o , y h a s t a el mismo j u e g o de
e n el cual la acción relatada en el canto era representada mími-
pelota "). Cierto que l a s M u s a s cantan en c o r o , ') esto e s , for-
c a m e n t e , al mismo tiempo, por personas que salían del coro. E s t a
mando un círculo alrededor d e A p o l o , que toca la c í t a r a , pero
c l a s e de cantos g u a r d a b a íntima relación con el culto de Apolo,
nunca se l a s representa b a i l a n d o al mismo tiempo. E n ia intro-
á quien principalmente se adoraba en Creta. E n D é l o s , donde
ducción de la T e o g o n i a de H e s i o d o aparecen primero b a i l a n d o en
nació el dios , se conocían también muchos coros de este género,
coro en la cumbre del H e l i c ó n , y luego c a m i n a n d o á través de la
uno de los cuales representaba las peregrinaciones de L e t o an-
oscuridad y cantando la g e n e a l o g í a de los dioses inmortales.
t e s del nacimiento del dios, y al cual aludía sin d u d a el himno
á e H o r n e r a á A p o l o D e l i o , cuando después de hablar de otros
P u e d e , p u e s , probarse c o n el testimonio de los p o e m a s m á s
c a n t o s con los que las vírgenes de D é l o s , sacerdotisas de Apolo,
antiguos, que las d a n z a s de l o s coros eran m u y v a r i a d a s y exi-
a l a b a b a n á los dioses y á los héroes, menciona un himno de gé-
gían cierto a p r e n d i z a j e ; v é a s e sino la d a n z a cretense que el hábil
nero diferente 3 ) , en el c u a l las vírgenes saben imitar el acento y
Hephestos esculpió en el e s c u d o de Aquíles 8 ): «Ya mancebos y
la l e n g u a de todos los pueblos y los sonidos de ciertos instrumen-
t o s , m u y parecidos á las castañuelas españolas (xps|Afta/.ta<iTÚí), con
') Odisea 8, 266. tal fidelidad, que todos podían imaginarse que estaban o y e n d o
5) riyo-jjisvo; op-/r,0|ioto, Odisea 23, 134. V é a s e 144. Iliada 18,606. s u propia v o z . N a d a más n a t u r a l , después de leer esta descrip-
3) ixxpaapyyat -oofov, Odisea 8, 265.
c i ó n , que creer en la existencia de una representación mímica y
*) litada 16, 182.
musical de la peregrinación de L e t o , e r r a n t e , y de todas las islas
s) Hymn. Apoll. Pytli. 19.
6) Odisea 6, 100, v é a s e litada 18, 604.
") H e s i o d o , Esc. 201 á 205.
s) litada 18, 591 á 606. V é a s e Odisea 4 , 1 7 a 19. P o r lo d e m á s , c a b e s u p o n e r
q u e los ú l t i m o s v e r s o s del p a s a j e d e l a I l i a d a , h a n s i d o t o m a d o s d e la O d i s e a y ') [ E l s e n t i d o d e este p a s a j e e s d i f e r e n t e según q u e se lea U.O).T:Y¡: zliy/;-i-z-
m a l i n t e r p o l a d o s e n el t e x t o d e l a I l i a d a . [ M á s p r o b a b l e , sin e m b a r g o , p a r e c e l a ó lo q u e p a r e c e m á s a c e r t a d o , E?áp-/ovToc. E s t e ú l t i m o e s g e n i t i v o a b s o l u t o sin
h i p ó t e s i s c o n t r a r i a si se h a d e d a r c r é d i t o á A t e n e o 5, p . 180 b y 181. S e g ú n é s t e , e l i o í S o ' j ; p o r c o n s i g u i e n t e se r e f i e r e al m o m e n t o en q u e el c a n t o r e n t o n a el
l o s v e r s o s del m e n c i o n a d o p a s a j e d e l a O d i s e a f u e r o n sin d u d a a l g u n a t o m a d o s c a n t o d e l a d a n z a . S o b r e l o s « u p t c r r ^ p e s d e b e v e r s e t a m b i é n litada 16, 750.
s) H o m e r o , Hymn. ad Apoll. Pyth. 10 á 26.
d e la I l i a d a é i n t e r p o l a d o s e n l a O d i s e a , p o r l a e s c u e l a d e A r i s t a r c o . V é a n s e
3) [ H o m e r o , Hymn. ad Apoll. Pyth. 155 y ss.]
los Prolegomena d e W o l f , p . 263.]
y comarcas que a t r a v i e s a , y de donde es r e c h a z a d a hasta que al y el de su hijo. R e s u l t a , pues, de lo que más arriba hemos apun-
fin llega á la hospitalaria Délos. tado, que estos h i m n o s , si realmente proceden de época tan re-
A h o r a que y a t e n e m o s , merced al ligero e x a m e n que acaba- m o t a , estaban destinados á ser cantados por una persona sola
mos de hacer de las fuentes primitivas, una idea e x a c t a de l a s mientras b a i l a b a el c o r o , y no por el coro mismo. Crisotemis, de
varias clases de poesía que se conocían en G r e c i a antes de la C r e t a , en fin, cantó vestido con el lujoso traje que los citaristas
aparición de H o m e r o , excepción hecha de la poesía épica 1 ) , nos usaban t o d a v í a en la época de los juegos píticos, el primer N o m o
será más fácil entresacar de entre el inmenso fárrago de noticias en honor de A p o l o P y t h i o 1 ) .
que los escritores posteriores nos d a n sobre los antiguos autores 2 ) Otros cantores consagraron sus himnos á los cultos de De-
de h i m n o s , aquellas que p a r e z c a n más conformes con el carácter meter y de Dionysos, cultos estrechamente unidos entre s í ; t a l e s
de los tiempos primitivos; teniendo para esto en c u e n t a que los fueron los Eumólpidas de la Eleusis á t i c a , familia que desde tiem-
antecedentes más fidedignos que de tales poetas han llegado has- p o inmemorial tomó parte en el culto de D e m e t e r y que ejerció
ta nosotros, son sin d u d a a l g u n a , los que se conservaron en los en los tiempos históricos la m á s importante de las funciones sa-
templos en que se entonaban sus cantos. E s t o s p o e t a s , c u y o s c e r d o t a l e s : la de los hierofantes. T o m a b a n evidentemente su
nombres v a n generalmente unidos á un culto d e t e r m i n a d o , pue- nombre de «buenos cantores», de su propio cargo ( s í |ú>.TO<r6ai) que
den clasificarse en varios grupos relacionados íntimamente entre en un principio consistía en cantar h i m n o s , razón por la que,
s í , porque á su v e z todos ellos lo están con la misma divinidad. como más adelante tendremos ocasión de v e r , el E u m o l p o s pri-
1 ) Cantores que se relacionan con el culto de Apolo en D e l - mitivo, su predecesor, fué considerado como tracio 2 ). Otra fami-
fos, en D é l o s y en C r e t a : el famoso Oleno, á quien la leyenda pre- lia á t i c a , la de los Licomedes, que más tarde se consagró igual-
senta como licio ó hiperbóreo, esto e s , nacido en un país habi- mente al culto de D e m e t e r en Eleusis 3 ) , se o c u p a b a también en
tado de ordinario por Apolo. Conservábanse de él en Délos varios cantar himnos que se atribuían á O r f e o , M u s e o y P a m f o s . P u e d e
himnos antiguos que menciona H e r ó d o t o s ) y que contenían cu- formarse idea del carácter de los cantos atribuidos á este último,
riosas tradiciones mitológicas y denominaciones m u y significati- teniendo en cuenta que, según la tradición, él fué el primero que
vas de los dioses; asimismo compuso Oleno algunos Nomos, can- entonó un himno fúnebre sobre la t u m b a de L i n o s 4 ) . A Museo, cu-
tos sencillos y arcáicos con melodías invariables, y que se entona- y o nombre etimológicamente significa cantor inspirado por las Mu-
ban durante l a s danzas circulares del coro 3 ). L a poetisa délfica sas, se atribuyen en A t i c a multitud de himnos á D e m e t e r ; pero
Béo le l l a m a b a el primer poeta de F e b o é inventor del canto en P a u s a n i a s 5) sólo considera como auténtico uno de ellos. Sin em-
metro épico áp-/aíwv E«£WV íoioí l). A este mismo g r u p o pertenece bargo, por oscuras que sean las circunstancias que rodean el ori-
Filamon, c u y o nombre era celebrado en los alrededores de Delfos g e n de su nombre, es evidente que la música y la poesía iban des-
al pie del P a r n a s o s ) , y á quien se atribuía la invención de los de los más remotos tiempos asociadas al culto de aquella diosa.
coros de doncellas délficas que cantaban el nacimiento de L e t o L a tradición califica casi siempre á Museo de tracio contándole en

«) V é a s e F a b r i c . , Bibl. Gr., vol. 1, p. 207.210. ed. H a r l . [Proclo, Crestomathia,


') [ Q u i z á d e b i e r a t a m b i é n h a b e r s e m e n c i o n a d o aquí la poesía del O r á c u l o .
p. 382. P a u s a n i a s 10, 7, 2.]
A u n q u e en los p o e m a s h o m é r i c o s no se e n c u e n t r a h u e l l a a l g u n a de esta c l a s e d e
J) [ V é a s e O . M ü l l e r , kl. Schriften, vol. 2, p. 247.]
poesía, e s digna de tenerse en c u e n t a la t r a d i c i ó n q u e a t r i b u y e al O r á c u l o el
3) [ D e e s t a familia h a b l a c o n g r a n extensión O . M ü l l e r , de Minerva Poliadis
p r i m e r empleo del e x á m e t r o . V é a s e P r o c l o , Crestomathia, p. 376.]
!)
sacris, p. 44 y kl. Schriften, vol. 1, p. 248 á 262. P o r lo demás, la f o r m a m á s p r o p i a
H e r ó d o t o 4, 35. [ V é a s e O . M ü l l e r , kl. Schriften, vol. 1, p. 226.]
3)
del n o m b r e p a r e c e ser AvxojitSai, c o m o a p a r e c e en H e s i q u i o y lo p r u e b a n las
C a l i m a c o , H . in Del. 304. [ N o d e b e c o n c e d e r s e e n t e r o c r é d i t o al d i c h o de
inscripciones. V é a s e L o b e c k , Aglaophamus, p. 982-983.]
P a u s a n i a s 9 , 27, 2, c u a n d o a f i r m a q u e él m i s m o h a leído las poesías d e Oleno.
*) [ P a u s a n i a s 9, 29, 3. Son sin d u d a a l g u n a a p ó c r i f o s , los dos versos q u e le
*) P a u s a n i a s 10, 5 , 4 . [ C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stromat. 1, p. 399 Pott. mencio-
a t r i b u y e F i l o s t r a t o , Heroica 3, 39.]
n a t a m b i é n á la poetisa B é o . V é a s e F i l o c o r o en A t e n e o 9, p. 393, c.J 5) 1, 22, 7. V é a s e 4 , 1, 5.
5) [ F e r é c i d e s e n el escoliasta de la Odisea 19, 432.]
el número de los E u m ó l p i d a s , y en el de los discípulos d e O r f e o .
P e r o el personaje m e n o s conocido de todo este período de la dad griega por su inclinación á los cultos orgiásticos que cele-
poesía griega es incontestablemente, á c a u s a de las escasas noti- braban con d a n z a s s a l v a j e s al són del tambor y de los platillos,
c i a s que de él nos trasmiten los escritores antiguos, los poetas y c h o c a n d o los escudos y las e s p a d a s ; costumbre m u y genera-
líricos Ibico ») y P í n d a r o ' ) , los historiadores Helánico 3 ) y F e - lizada también en G r e c i a , en las b a c a n a l e s , pero sin que j a m á s
récides 4 ) y los trágicos atenienses, el cantor tracio Orfeo. L a s llegara á imprimir carácter á toda la religión como sucedió en
numerosas l e y e n d a s y l a s poesías y fragmentos poéticos que co- F r i g i a . L a tradición frigia atribuía la invención de la estrepito-
rren con el nombre de O r f e o , no pueden llenar en modo alguno sa música de estos cultos al demonio Marsias, desventurado ri-
el vacío que d e j a la e s c a s e z de noticias á que antes aludimos. D e v a l de A p o l o , á quien también se atribuye la invención de l a
estas o b r a s , interpoladas en época posterior, trataremos oportu- flauta, á su discípulo Olimpo y á Hiagnis autores de N o m o s á los
n a m e n t e en aquel período de nuestra Historia á que según todas dioses frigios 1 ). E s t e c u l t o , así como la música y la d a n z a , q u e
las probabilidades pertenecen 5 ). N o o b s t a n t e , puede asegurarse le eran peculiares, se p r o p a g ó desde un principio á C r e t a , c u y o s
que el nombre de Orfeo y l a s l e y e n d a s que á él se refieren se ha- primitivos habitantes parecen ser de la misma estirpe que los
llan íntimamente relacionadas con la idea y el culto de un D i o n y - Frigios.
sos, que reina en los infiernos y que la fundación de P e r o lo más extraño que encontramos en cuantas noticias
acerca de los antiguos cantores de la G r e c i a han llegado h a s t a
este c u l t o , relacionado á su v e z con los misterios de E l e u s i s , y la
nosotros, es que muchos de e l l o s , — e s p e c i a l m e n t e los del segun-
composición de h i m n o s y c a n t o s de iniciación á él consagrados
do g r u p o , — s o n l l a m a d o s Tracios. E s de todo punto imposible
(-ú.zxaí), son los dos p r i m e r o s hechos que se le han atribuido. Sin
que este calificativo que en cierto modo atribuye á los T r a c i o s
e m b a r g o , merced al influjo de diversas c i r c u n s t a n c i a s , l a f a m a de
una parte tan esencial en la primera civilización de G r e c i a , t e n g a
Orfeo aumentó de tal m o d o , que llegó á tenérsele como el primer
su origen en los tiempos históricos en que aquel pueblo era con-
cantor de los tiempos h e r o i c o s , que se le creyó compañero de ex-
siderado como bárbaro 2 ) ; p u e d e , p u e s , darse por seguro q u e
pedición de los A r g o n a u t a s s ) , y que fueron considerados c o m o
e s t a es una tradición de los tiempos primitivos. A h o r a bien, si
obra s u y a los milagros o p e r a d o s por la poesía y por la música en
entendiésemos esta tradición en el sentido de que E u m o l p o s , O r -
medio de una g e n e r a c i ó n grosera é inculta.
f e o , M u s e o y T a m i r i s eran congéneres de los E d o n e s , Odrises y
3) E l culto frigio d e Rea, de los Coribantes y de otros seres de O d o m a n t e s , á los que nos presenta la historia como habitantes
este g é n e r o , tenía i g u a l m e n t e sus cantores y sus músicos. L o s de la T r a c i a y que h a b l a b a n un dialecto bárbaro, completamen-
F r i g i o s , que no eran ni m á s ni menos que una rama del pueblo te ininteligible p a r a los G r i e g o s , sería preciso que renunciáramos
g r i e g o , se distinguen d e todos los demás pueblos de la antigüe- á comprender j a m á s las noticias que tenemos sobre los aedas tra-
cios, y á señalar el lugar que les corresponde en el encadenamien-
to histórico de la civilización helénica. P o r q u e , e v i d e n t e m e n t e , en
') I b i c o en P r i s c i a n o 6, iS, 92 ( F r a g m . 10) que le l l a m a m w . - r / . r ^ h - " O p s r , ;
i B e r g k ' Up?r,v 1 I b i c o v i v i ó " h a c i a los años 560-540 a. C h r . los primeros tiempos en que el comercio de los pueblos y en que
s ) P i n d a r o , Pyth. 4 , 315.
el conocimiento de lenguas e x t r a ñ a s era tan limitado, aedas que
3 ) H e l á n i c o en P r o c l o s o b r e los Trabajos y Días de H e s i o d o 631 ( F r a g m . 5
cantaran en un idioma ininteligible, no habrían podido ejercer,
de M ü l l e r ) y en P r o c l o r,ep\ 'Ojxr.po-j en el Hephestion de G a i s f o r d , p. 466.
(Fragm. 6.) en el desenvolvimiento intelectual de los G r i e g o s , más influencia
4) F e r é c i d e s en los e s c o l i a s t a s de A p o l o n i o de R o d a s 1, 23, ( F r a g m . 63, d e
que el gorjeo de las aves. E n una época de aislamiento c o m o
Müller.)
s) [ V é a s e C a p . X V I . ]
<) [ V é a s e C a p . X I I . ]
6) P í n d a r o , Pyth. 4, 315. e d i c . H e y n e . [iotSäv r.i-rfi. E n tiempos posteriores 2) V é a s e T u c í d i d e s y , 29. [ A s í lo dice también A n d r o c i ó n en E l i a n o , verm.
a p a r e c e O r f e o c o m o s a c e r d o t e y nigromante que tomó parte en la e x p e d i c i ó n de
Gescli. 8 , 6 , quien precisamente pone en d u d a que Orfeo v i v i e r a entre los
los Argonautas. E s , sin e m b a r g o , muy digno de tenerse en cuenta que H o m e r o
T r a c i o s , fundándose en la falta de c u l t u r a de éstos. D e b e consultarse a d e m á s
no le menciona e n sus p o e m a s . ]
el Pseudo-Aristóteles en los P r o b l e m a s p u b l i c a d o s por Bussemaker 3, 44.]
LIT. GR. 4
e s t a , sólo podían propagarse de pueblo á pueblo el l e n g u a j e mu- g i ó n , los hombres y las mujeres profesaban á D i o n y s o s un culto
d o de la mímica y del b a i l e , y los sonidos de la música de todo grosero, el c u a l , i n d u d a b l e m e n t e , merced á las violentas emocio-
punto independientes de la palabra h a b l a d a ; como la música fri- nes y á la excitación que d e s p e r t a b a , contribuyó á hacerlos acce-
g i a , por ejemplo, pasó á las diversas comarcas de G r e c i a . Aun- sibles á la inspiración poética. E s t o s mismos T r a c i o s ó Pierios
q u e á los cantores de T r a c i a se les consideró siempre copio pa- habitaban t a m b i é n , en épocas anteriores á las emigraciones de
dres de la poesía propiamente dicha que necesariamente e x i g e el los Dorios y de los E o l i o s , en territorio de la B e o c i a y de la F ó -
empleo del lenguaje, la v e r d a d e r a patria de los himnos tracios c i d a . L o s historiadores antiguos, fundándose en la concordancia
es en realidad la Pieria, c o m a r c a situada en la falda oriental del de muchos nombres de lugares de estas regiones con los de otros
monte O l i m p o , al N o r t e de la T e s a l i a , y que forma la parte me- e n c l a v a d o s al pie del O l i m p o ( L i b e t r i o n , P i m p l é i s , H e l i c ó n , et-
ridional de la E m a t i a ó M a c e d o n i a . E n esta c o m a r c a se encon- cétera) y en las l e y e n d a s de diversas c i u d a d e s , inclináronse á
t r a b a el Libetrion, donde las M u s a s , c u e n t a la l e y e n d a , canta- creer que se habían establecido en las faldas del Helicón, monta-
ron un himno fúnebre sobre la t u m b a de Orfeo ' ) ; por otro lado, ña que se eleva en la B e o c i a , en las inmediaciones de T e s p i a y
los p o e t a s antiguos citan también como patria de las M u s a s , la A s c r a 4 ). A l pie del P a r n a s o , en F ó c i d a , debió de estar situada,
P i e r i a y no la T r a c i a , á la cual distingue claramente H o m e r o d e c í a n , la ciudad de D a u l i s , residencia del rey tracio T e r e o ,
d e la P i e r i a ! ) . H a y que o b s e r v a r , sin e m b a r g o , que cuando los tan conocido por sus relaciones con el rey ático Pandión y por la
Pierios se vieron estrechados, en su propio país por los príncipes fabulosa trasformación de su esposa P r o c n e en ruiseñor. E s t a le-
m a c e d o n i o s , emigraron una b u e n a parte de ellos á T r a c i a , atra- y e n d a , que b a j o otras formas era conocida en diversas c o m a r c a s
v e s a n d o el E s t r i m o n , donde H e r ó d o t o , al narrar el paso de los h e l é n i c a s , es una de esas fábulas m u y comunes entre los prime-
ejércitos de Jerjes por este sitio, menciona los castillos de los Pie- ros habitantes de G r e c i a , y que surgieron como resultado inme-
rios 3 ). Nosotros no v a c i l a m o s en considerar á estos Pierios como diato de la contemplación de los fenómenos de la naturaleza y de
una tribu griega aunque no sea más que por la influencia profun- la v i d a de los animales. E l ruiseñor con su canto triste y melan-
d a y durable que ejercieron sobre los demás Helenos. L o s nom- c ó l i c o , parecíales que lloraba la pérdida de un h i j o , c u y o nombre
bres g r i e g o s , de sus c i u d a d e s , r í o s , fuentes, e t c . , confirman por Itys ó Itylos, creían oir repetido en sus trinos. T a m b i é n se decía
otra parte esta hipótesis; si bien es preciso convenir en q u e , si- q u e en otro tiempo el ruiseñor había vivido en forma humana en
t u a d o s en las fronteras de G r e c i a , tomaron m u c h a s de las cos- e s t a c o m a r c a , que era considerada como patria del canto y don-
t u m b r e s de las tribus v e c i n a s 4 ). U n a tribu de F r i g i o s , tan entu- de las M u s a s podían conceder sus dones aun á los mismos ani-
siastas del culto orgiástico, h a b i t a b a una c o m a r c a lindante con la m a l e s ; y en otros lugares de G r e c i a se contaba que los ruiseñores
P i e r i a , al pie del monte Bermios, donde el rey M i d a s tuvo prisio- e n t o n a b a n sus melodiosos trinos sobre la t u m b a del cantor
nero en sus jardines de rosas al viejo Sileno 5 ). E n toda esta re- Orfeo. R e s u l t a de todo e s t o , que los que atribuyen á los aedas
legendarios del A t i c a un origen t r a c i o , se refieren sin d u d a muy
especialmente á los T r a c i o s ó Pierios que h a b i t a b a n las faldas
1) [ A la supuesta m u e r t e de O r f e o en el Libetrion, a l u d e el proverbio: del H e l i c ó n y del P a r n a s o , en las inmediaciones del A t i c a .
«|io-j(i¿TEpoí Aetfö&ptwv.]
2) lliada 14, 226. C ú m p l e n o s hacer notar que con las emigraciones de los Pierios
3) H e r ó d o t o 7 , 112. se halla íntimamente relacionada la propagación en G r e c i a de los
4) V é a s e O. Müller, Orchomenos, p. 381 y ss.; 372 y ss. de l a 2.a edic. S o b r e las
t e m p l o s á las M u s a s , que s o n , según los antiguos p o e t a s , las úni-
m o r a d a s e t c . de los M a c e d o n i o s ibid, p. 12. 26. 35. 53. * F r . R i t t e r en su y a ci-
tada c r i t i c a Op. cit., p. 126, presenta algunas objeciones á la opinión d e M ü -
c a s deidades q u e presiden la poesía, puesto que A p o l o no es, según
* 11er. [Véase Deimling, die Leleger, L e i p z i g , 1862, p. 66 y ss. A . R i e s e en su ar- ellos, sino el dios de la cítara. H o m e r o llama siempre á las M u s a s
ticulo Orpheus urddie mythischen Thraker, p u b l i c a d o en el Jahrb. für Mass. Philo-
logie, vol. 1 1 5 , p. 225 y ss., combate la opinión de Müller.]
') V é a s e también B o d e , de Orpheo, p. 113 etc. [y su Gesch. der Epischen Dicht-
ü) [Heródoto 8, 138. Según Plutarco, cons. ad Apoll, c. 27, y T e o p o m p o en el
kunst, p. U 2 y ss.]
libro 8.0, F r a g m . 76 de Müller, Aristóteles utilizó el mito en su diálogo E u d e m o .
las Olímpicas; H e s i o d o ') en el principio de su T e o g o n i a las ape- estudio de la poesía épica, al cual v a m o s á consagrar el capítulo
llida las Helicotieas, si bien , según el p o e t a b e o c i o , nacieron en el siguiente.
Olimpo y h a b i t a b a n cerca de la c i m a de esta m o n t a ñ a , donde se E n él trataremos, en cuanto esto nos sea posible, de seguir
alzaba el palacio de Z e u s , y desde d o n d e , de cuando en c u a n d o , p a s o á paso el desenvolvimiento de la poesía g r i e g a , la c u a l , sa-
iban al H e l i c ó n p a r a bañarse en el H i p o c r e n o y p a r a ejecutar en liendo de los solitarios valles del Olimpo y del Helicón se difun-
la cumbre del monte b e o c i o , y alrededor del altar de Z e u s , sus de por entre todos los pueblos que durante la época heroica do-
graciosas danzas. P u e s bien ; si se tiene en cuenta que el monte minaron en G r e c i a , y abandonando los sagrados bosques y los
mismo en que primitivamente floreció el culto á las M u s a s , era t e m p l o s de los dioses, pasa á l a s mesas de los numerosos r e y e s
al propio tiempo, según los más a n t i g u o s c a n t o s poéticos de G r e - q u e en aquellos tiempos regían los destinos de las c o m a r c a s helé-
c i a , el común asiento de los d i o s e s , porque todos ellos, fuera nicas. A c o m p a ñ a r l a en esta carrera equivale á asistir al progre-
cualquiera la c o m a r c a en que de ordinario h a b i t a r a n , se reunían sivo desarrollo de la e p o p e y a h a s t a el momento en que aparece
en la m o r a d a de Z e u s , se verá cuán verosímil es que "los antiguos hermosa y robusta en los p o e m a s de H o m e r o .
aedas pierios fuesen los mismos c u y a fantástica imaginación con-
vocó y dió v i d a á esta asamblea de dioses. L a poesía é p i c a , t a l
y como se nos ofrece en los p o e m a s d e H o m e r o , debió necesaria-
mente tomar de una poesía más a n t i g u a , l a s ideas sobre la es-
tructura del U n i v e r s o , sobre los c o m b a t e s entre las divinidades
olímpicas y los T i t a n e s , y los epítetos que frecuentemente d a á los
dioses, y que las más v e c e s no están de acuerdo con el resto de
la mitología. T o d o esto d e b e , en g r a n p a r t e , atribuirse á los ae-
das pierios, en los cuales debemos b u s c a r quizá también los orí-
genes de la poesía épica; así el tracio T a m i r i s á quien se han atri-
buido gran número de himnos * ) , p a r e c e que desde remotísimos
tiempos fué considerado como poeta épico. P o r esta razón, cuan-
do H o m e r o refiere que T a m i r i s , el T r a c i o 3 ) á quien se llama
también hijo de F i l a m o n , razón por la que se le puede suponer
natural de D a u l i s , recorría los p a l a c i o s de los príncipes y que á
su v u e l t a del palacio de E u r i t o de E u c a l i a , las M u s a s á l a s que
había retado á c a n t a r , le privaron d e la v i s t a , de la v o z y de su
habilidad p a r a tocar la l i r a , es m á s lógico j u z g a r l e un poeta
como D e m o d o c o y F e m i o , que d u r a n t e la comida divierten á los
reyes c a n t a n d o heroicas a v e n t u r a s , q u e un piadoso a e d a consa-
grado al culto de los dioses y á g l o r i f i c a r l o s en sus himnos.

T o d a s estas observaciones nos c o n d u c e n como por la m a n o a l

') [ D e b i e r a decir, el autor del proemio q u e e n c a b e z a la Teogonia, por q u é


como m á s adelante, en el C a p . V I I I t e n d r e m o s ocasión de ver, h a y razones que
inducen á creer que H e s i o d o no c o m p u s o el p r o e m i o d e su obra.]
2) P l a t ó n , Leyes 8, p. 829, é.
3) litada 2, 594 á 600.
CAPÍTULO IV

La epopeya griega antes de Homero

L a s fuentes principales para el estudio de la epopeya griega,


son los poemas de H o m e r o , los cuales nos ofrecen un cuadro
e x a c t o y admirablemente b o s q u e j a d o , de la edad á la que se h a
convenido en dar el nombre de heroica. U n o de los mas impor-
tantes rasgos que caracterizan esta e d a d , es que de las tres cla-
ses en que se hallaba dividida la s o c i e d a d : nobles ' ) , plebe-
y o s *) y esclavos 3 ) , sólo la primera g o z a b a de ciertas conside-
raciones y p r e r o g a t i v a s , así en tiempos de p a z como en los de
g u e r r a ; en éstos, sólo ella realizaba h a z a ñ a s , mientras que el
pueblo no hacía más que proporcionarle ocasión de realizar-
las 4 ) ; los nobles eran los que en l a s asambleas públicas y en los
tribunales h a b l a b a n , deliberaban y j u z g a b a n , mientras que el
pueblo limitábase á conocer sus disposiciones para acatarlas. Sin
d u d a le e r a permitido manifestar en cierto modo su aprobación ó
c e n s u r a ; pero su opinión carecía por completo de valor legal.
A l lado de esta nobleza poderosa por la fuerza de las a r m a s ,
por sus posesiones territoriales y por el número de sus esclavos,
'algunos c i u d a d a n o s logran a l c a n z a r , merced á la superioridad de
sus conocimientos y de su e d u c a c i ó n , una autoridad que la mis-
m a nobleza reconoce. T a l e s son los Sacerdotes, venerados por el

>) ápurroi, apiree, ivoate;, pcwi»,«;, yiSov«;. [po^ópot, YÉpovtes,


V/r/rops?.]
J) OTijAO;, Srjio'j avSpe;.

«5 [ C o n ' r a z ó n " se fija el a u t o r en el P r o b l e m a a t r i b u i d o á A r i s t ó t e l e s 1 9 ,


4 8 : oí Sk W ¿ v £ í -O.-J a p / a í w v (lóvoi F.cav í-paie;, oí O"E W I ávepwttoi.]

0 1 0 0 6 2
pueblo como los mismos dioses ' ) ; los Adivinos, que predicen el eos en los banquetes de los príncipes durara largo tiempo entre
porvenir en la historia de las naciones como en la de los indivi- los G r i e g o s , y que el primer bosquejo de la Ilíada y de la O d i s e a ,
duos; á m e n u d o , es v e r d a d , por medio de supersticiosas opinio- á s e m e j a n z a del célebre p o e m a del c o m b a t e de A q u í l e s y de Ulí-
n e s , pero con frecuencia también movidos por un instintivo pre- ses 1 ) , ó de la toma de T r o y a por medio del ardid del caballo
sentimiento del orden eterno que preside á la v i d a h u m a n a ; los de m a d e r a *) que c a n t a b a D e m o d o c o , fuera hecho para ser re-
Heraldos, intermediarios naturales en todos los asuntos entre per- citado en análogas solemnidades. P e r o en ningún caso puede ad-
sonas de diversos E s t a d o s , á causa de la extensión de sus conoci- mitirse que estos p o e m a s fueran compuestos para ser cantados
mientos y de su pericia en el h a b l a r ; los Artistas (Soatoep-j-oí)lla- ante asambleas r e p u b l i c a n a s , para las cuales, sentencias como
mados de una á otra c o m a r c a , tan a p r e c i a d a s eran sus raras cua- « N a d a v a l e el gobierno de m u c h o s ; que h a y a un solo j e f e ; que
lidades ! ) ; los Cantores, en fin (¿oiSoí), que, si bien no tenían tanta uno solo sea el rey 3 ) , » habrían sido casi una injuria. P e r o aun
autoridad é influencia como los s a c e r d o t e s , creían, sin e m b a r g o , d a d o que H o m e r o hubiera v i v i d o m u c h o s siglos después de la
en su calidad de servidores de las M u s a s 3 ) poder aspirar á con- época heroica, la cual aparecía á sus ojos como un mundo lejano
sideraciones análogas á las que á aquéllos se tributaban. A s í Ulí- y m a r a v i l l o s o , c u y a s o c i e d a d , degenerada lo mismo en lo físico
s e s , cuando h a c e morir á todos los pretendientes de P e n é l o p e , que en lo moral, v i s l u m b r a b a a p e n a s , las condiciones de los di-
perdona la v i d a á su cantor F e m i o 4 ) ; y áun para las familias versos E s t a d o s no se habían alterado aún esencialmente, y l a s
reales este oficio debía ser de alta consideración y r e s p e t o , cuan- dinastías encomiadas en la Ilíada y en la O d i s e a , gobernaban
d o A g a m e m n o n , durante la guerra de T r o y a , confía á uno de t o d a v í a las c o m a r c a s de la G r e c i a y las colonias del A s i a Me-
ellos el cuidado de su esposa 5 ). nor *). A estos príncipes, pues, se dirigían naturalmente los vates

H o m e r o concede á los cantores de la edad heroica un lugar


importante en los b a n q u e t e s , análogo al que en el palacio olím-
') Odisea 8, 74.
pico de Z e u s ocupan las mismas M u s a s que modulan sus cantos 2) Odisea 8, 500 y ss.
al són de la cítara de Apolo. T a l lugar ocupó entre los F e a c i o s . 3) litada 2, 204. [ C o n r a z ó n se h a o b s e r v a d o que esta m á x i m a supone y a
D e m o d o c o , poeta fecundo en cantos serios y a l e g r e s ; y en la ca- u n a larga experiencia de los inconvenientes que siempre ofrece la poliarquía,
gobierno que existió t a m b i é n en Itaca. V é a s e E . C u r t i u s , griech. Geschichte,
sa de U l í s e s , F e m i o , á quien los doce pretendientes de Penélope
vol. 1, p. 134 de la 4.a edic.]
habían llevado allí de sus palacios de Itaca "). E l canto y la
*) Los supuestos descendientes de Heracles reinaban en E s p a r t a , y en c i e r t a
d a n z a f o r m a b a n el mejor ornamento de los banquetes 7 ) y eran é p o c a también en Mesenia y en A r g o s (véase O. M ü l l e r , Dorier, vol. 2, p. 108;
para los hombres de aquella edad el más refinado de los place- y 104 de la 2.a e d i c . ) , c o n el n o m b r e de B a k c h i a d e s en Corinto, y b a j o el de
res 8 ). A l e u a d e s en Tesalia. L o s Pelópidas fueron r e y e s de A c a y a h a s t a Oxilo probable-
mente por espacio de m u c h o s s i g l o s , y reinaron en L e s b o s y en C u m a s con el
E s más que 'probable que la costumbre de recitar c a n t o s épi- n o m b r e de Pentílidas. L o s Nelidas g o b e r n a r o n á A t e n a s en c a l i d a d de arcon-
tes vitalicios hasta la 7.a O l i m p i a d a , y á las c i u d a d e s j ó n i c a s durante mu-
' ) 6 s b ; , S' ¿i; T:ETO 6r,!T!I). [El término s a c e r d o t e s se encuentra u s a d o v a r i a s c h a s generaciones, en c a l i d a d de r e y e s (en M i l e t o , por e j e m p l o , el orden de
veces en la litada 5, 78. 16, 605. 10, 33. xx, 58. 1 3 , 218; y una sola v e z en la sucesión f u é : N e l e o , F o b i o , F r i g i o ) . A d e m á s , los descendientes del héroe l i c i o
Odisea 13, 205.] Glauco reinaban en Jonia (Heródoto 1 , 147), circunstancia que m o v i ó sin d u d a
s) al poeta á asignar un papel tan importante en la guerra troyana á los l i c i o s , y á
Odisea 1 7 , 383-384. [ E n esta clase hallábanse incluidos t a m b i é n los m é -
elogiar tanto á G l a u c o (litada 6 , 145 y ss.) L o s Eácidas g o b e r n a b a n á los M o l o -
dicos.]
3)
sos , los Encades á los restos de los T e u c r o s que se mantuvieron en G e r g i s en
Mouffáwv Oepáirovte;. [En el Hymn. 32, 2 0 , c o m o e n la Ilíada, encuéntrase re-
las inmediaciones del monte I d a ( O . M ü l l e r , explicantur causa: fabulee de Aenae
petidas veces OspánovTs; "Apy¡o;. V é a n s e los p r i m e r o s versos del Margites.]
in Italiam adventu, im CLASSICAL JOURNAL, vol. 26, p. 308-309). E n Arcadia rei-
*) Odisea 22, 344. V é a s e 8, 479.
5)
naron hasta la 30.a O l i m p i a d a ( P a u s a n i a s 8, 5), r e y e s de la familia de Epi-
Odisea 3, 267. .
6)
to filiada 2, 604). L a Beoda estaba gobernada, en tiempos de Hesiodo, por re-
Odisea 16, 252.
y e s que g o z a b a n de poderes m u y ámplios, y A mfidamas de Calcis, e n c u y o s fune-
' ) avaOr,|j.a-a ¿airó;. [Odisea 1, 152 y 21, 430.]
rales fué coronado el poeta de A s c r a {Trabajos y Días, V . 652), e r a probable-
*) Odisea 17, 518.
para celebrar la gloria de sus a n t e p a s a d o s , y al adular á los des- g e n e s de D é l o s , v e r s a d a s en el arte de la p o e s í a , y que segura-
cendientes de aquellos héroes, procurándoles el más refinado de mente le e s c u c h a b a n con a g r a d o , que cuando un extranjero les
los g o c e s , esta poesía v e n í a á tener carácter erudito y cortesano. preguntase cuál de entre todos los poetas era su predilecto, con-
H e s i o d o , por e j e m p l o , sostiene ser dones que l a s M u s a s , y espe- testaran que el ciego de Chíos, c u y o s cantos eran muy superiores á
cialmente C a l i o p e , habían concedido á los r e y e s , el de resolver los de los demás. E s también indudable que en el p r o g r a m a de l a s
con acierto los litigios y el de presidir con prudencia las A s a m - fiestas celebradas por los Jonios de la isla de Délos, en honor del
bleas populares ' ) . nacimiento de A p o l o , figuraban agones de r á p s o d a s , puesto que
E s v e r o s í m i l , no o b s t a n t e , que antes de H o m e r o la poesía n o más t a r d e , cuando la historiografía griega tomó una forma más
sólo sirviera para amenizar los banquetes regios, sino que t a m - perfecta ' ) , encuéntranse estos agones en t o d a s l a s c o m a r c a s en
bién fuese asunto de los certámenes que se celebraban en l a s que la civilización helénica logró penetrar. P o r otra p a r t e , las in-
fiestas y j u e g o s p ú b l i c o s , y la c u a l fué casi la única aplicación numerables alusiones que á ellos hacen los cantos de H o m e r o , per-
que tuvo en la época de las democracias. A estas lides poéticas miten deducir con f u n d a m e n t o , que existían y a en época anterior.
se refiere indudablemente la y a m e n c i o n a d a l e y e n d a h o m é r i c a A h o r a b i e n , para formarse una idea clara y fiel de lo que era
del aeda tracio T a m i r i s , quien al volver de E c a l i a , donde h a b í a la poesía épica de los G r i e g o s , es de todo punto necesario comen-
estado en el palacio de E u r i t o , f u é , cerca de D o r i ó n , p r i v a d o d e zar por investigar el origen de la denominación de rápsodas que
la v i s t a , de su dulce voz y de su habilidad p a r a tocar la c í t a r a , recibían los v a t e s , y la m a n e r a como se recitaban los p o e m a s de
por las Musas, á las cuales alardeaba de poder vencer en concur- este género. L a v o z ¿OL3ó en los cantos de H o m e r o , designa siem-
so 5 ). E l autor beocio de los Trabajos y Días, refiere el v i a j e q u e pre el poema é p i c o , mientras que la p a l a b r a zm¡ sólo se aplica al
hizo para asistir á los juegos celebrados en C a l c i s por los hijos de lenguaje c o m ú n , á la conversación diaria. L o s autores más mo-
A m f i d a m a s con ocasión de los funerales de su p a d r e , y en los dernos , por el contrario, á partir de P í n d a r o , e m p l e a n á m e n u d o
cuales o b t u v o un trípode que dedicó á las M u s a s del H e l i c ó n 3 ) ; el v o c a b l o 'ém¡ para designar la poesía y especialmente la poesía
relato que más tarde dió margen al mito de la lucha poética en- épica en contraposición á la lírica E s también evidente que
tre H o m e r o y Hesiodo. P o r ú l t i m o , el autor del himno á A p o l o
D e l i o — y nótese que entre todos los poemas de este género atri-
1 ) A s í , encontramos certámenes de rápsodas en Sicione, en la época del
buidos á H o m e r o , este es el más i m p o r t a n t e — s u p l i c a á las vír-
tirano Clistenes, Heródoto 5, 67; y en esta misma época en las Panate-
neas, según auténticas noticias [Licurgo, Oración contra Leocrates c. 26. Isócrates,
mente rey de E u b e a (véase Proclo I'svo; *H<río8ov y 'Aycóv); no obstante, P l u - Panegvr. § 159. Ps. Platón, Hiparco, p. 288, b . Eliano, verm. Gesch. 8, 2;] en Si-
tarco (Conviv. sept. sap. c. 10) le llama simplemente ÁVR¡p UOMTIXÓC. E l epigrama racusa, hacia la 69.a Olimpiada. Escolio á las Naneas de F i n d a r o , 2, 1 ; en las
Asclepieas de Epidauro, Platón, Ion, p. 530; y lo mismo en Atica en las fiestas de
14 de Homero (Vida de Homero c. 31, p. 16) llama á los yspapcA p<x«t«je? r,¡¿svot
Artemis brauronica, Hesiquio en Bpocjpwvsot:; en la fiesta de las Gracias (yápi-e:)
eív iyopr, el ornamento de l a p l a z a pública; la redacción posterior del m i s m o
en Orchomenos, en la de las Musas en Tespia, y en la de Apolo Ptoo en Acrefia,
epigrama en 'H«68ou xat 'Our.po-j aytóv hace á su vez mención del ).ao; eív
B c c k h . C. I. 1583 á 1587, vol. 1, p. 762 á 770; en Chíos, en época posterior, pero
¿vopí,<ri xa0Y¡|¿evo;. en el sentido republicano, esto e s , en el de que el pueblo h a -
sin d u d a alguna, según antigua costumbre, 2214, vol. 2, p. 201; en Teos bajo
bía ocupado el lugar del rey. ¡ E s t a última acepción descansa sobre bases por to-
el nombre de •jm>[3oXr1; avTaitoSóffew;, según B ó c k h , Procem. Lect. Berol. astiv.
d o extremo inseguras. Según la opinión m u y verosímil de Nietzsche en su edi-
1834 [W- Schriften, vol. 4, p. 385,] c u y a opinión e s , no obstante combatida por
ción del agón, en las Acta societ. philol. de R i t s c h l , L i p s a , vol. 1, p. 21) debe H e r m a n n , Opuse., vol. 5 , p. 300; por último, también en Olimpia se celebró
leerse ).aoí; eív avopr^t xaOr^evot y convenir en la desaparición de un verso an- una representación r a p s ó d i c a , Diog. Laert. 8, 63. D i o d . 14, 109. Así pues,
tes del mencionado, y en el cual se hallaba el vocablo ¡3aii),r,s;: a s í , pues, los certámenes de rápsodas lo mismo se -celebraban en las fiestas de Dionysos
según esta opinión, no h u b o c a m b i o alguno. J (Ateneo 7 , p. 275), que en las de los demás dioses, lo cual no debe echarse en
1) Teogonia V . 84. olvido, si han de comprenderse bien los himnos homéricos. V é a s e sobre estos
s) Iliada 2, 594*595• agones de rápsodas W . M ü l l e r , Homerische Vorschule, p. 30.'
3) V . 654. [No puede admitirse como verosímil la hipótesis de que los versos
2 ) [ E l exámetro es llamado en Heródoto 5 , 6 ; P l a t ó n , República 3,
631 á 640 y 646 á 652 son una interpolación encaminada á hacer inás inte-
p . 394 c , Aristóteles, Metaphys. 1,6.]
resante la persona del poeta.]
l a s edades a n t i g u a s , lo que podríamos l l a m a r la infancia de los
pueblos, reputaba c a n t o s , los que en é p o c a s más modernas no que les h a b í a sido conferida por A p o l o y por las M u s a s , así como
podían tenerse como tales. el cetro era el distintivo de los jueces y de los heraldos.
E n épocas posteriores, á consecuencia del gran desarrollo que
S e r v í a s e el cantor homérico de un i n s t r u m e n t o de cuerda lla-
alcanzó la música , estas dos especies de recitado p o é t i c o , se se-
mado cítara, ó más propiamente forminge ' ) , á c u y o s sones se bai-
pararon más y m á S j distinguiéndose, en c o n s e c u e n c i a , con más
laba. C u a n d o la forminge servía para dirigir los movimientos de
claridad á los rápsodas ó cantores é p i c o s , de los c i t a r i s t a s , esto
un coro, la música debía continuar m i e n t r a s durase la d a n z a •);
e s , de los q u e c a n t a b a n acompañándose con la cítara '). L o s vo-
cuando por el contrario a c o m p a ñ a b a r e c i t a d o s é p i c o s , empleába-
cablos ¿«l/toSÓ?, H/¥8EÍV, no significan, en r e a l i d a d , más que una
se sólo en el preludio ó introducción (ivocpoXVj) como para dar el
manera especial de recitar la poesía é p i c a , y es un error que h a
tono á los cantores 3 ). T a n sencillo a c o m p a ñ a m i e n t o conviene
ocasionado no p o c a confusión en las investigaciones acerca de
perfectamente al recitado de la poesía é p i c a , y aún hoy en día á
los c a n t o s y de la v i d a de H o m e r o , el querer explicar con estas
los cantos heroicos de los Servios que han c o n s e r v a d o con t o d a
p a l a b r a s la composición y el vínculo de conexión de los cantos
fidelidad su carácter primitivo y que r e c i t a n cantores ambulan-
épicos, sosteniendo que en un principio no fueron más que frag-
tes, los cuales comienzan por arrancar a l g u n o s a c o r d e s , que sir-
mentos aislados, reunidos más tarde en un solo cuerpo. L a v o z
ven como de preludio, á la guzla, i n s t r u m e n t o de c u e r d a de cons-
pa^wSsW conviene igualmente al poeta que recita sus propias poe-
trucción muy sencilla 4 ). N o o b s t a n t e , este a c o m p a ñ a m i e n t o mu-
s í a s - p o r ejemplo, á H o m e r o autor de la Ilíada y de la Odisea 2 )
sical no debía ser de todo punto i n d i s p e n s a b l e , toda v e z que H e -
— q u e al declamador de profesión que recita un poema y a mil ve-
siodo no usó la c í t a r a , razón por la cual se h a dicho que fué ex-
ces oído. T o d o canto compuesto en tono épico, cuyos versos ten-
cluido de los certámenes musicales de D e l f o s 5 ), donde teníase en
g a n u n a misma m e d i d a y que no se hallen divididos en p a r i e s -
grande estima la cítara por ser el i n s t r u m e n t o favorito de A p o l o .
en estrofas ú otros sistemas a n á l o g o s — s i n o que formen un todo
L o s poetas de la escuela beocia tenían en la m a n o , mientras
c o m p l e t o , puede recitarse rapsódicamente. E n este sentido há-
c a n t a b a n , una rama de laurel 11) como s í m b o l o de la dignidad
llase a p l i c a d a esta expresión á los cantos filosóficos de E m p e -
docles (xa6zp!*oí) y á los poemas y á m b i c o s de Arquíloco y de Si-
m ó n i d e s , que eran c a n t a d o s de una manera continua y s e g u i d a ,
' ) Q u e forminge y citara fueron realmente un m i s m o instrumento se dedu-
como si fueran exámetros 3 ) . A s í , p u e s , p u e d e asegurarse que la
c e , no solo de la expresión ? ó P ! x t r r i -«6«p&tv que se e n c u e n t r a á menudo, sino
también de la locución contraria cuando se habla de f a p ^ t v la xtóapt;, Odisea poesía lírica de índole igual á la de l a s odas de P í n d a r o , era la
x 53 a
155- V é a s e B ó c k h , de metris Pindari 3 , n , p. 260. única que no se prestaba á ser recitada en forma de rapsodia.
2) Véase por ejemplo la Odisea 4, 17. L o s rápsodas recibían también el nombre de axi-^oi 4 ) porque
3 ) D e aquí la expresión p o p ^ w v avepáUet' ÍEÍOSIV , Odisea 1 , 155. 8, 266, 17,

262. Himno á Hermes, V . 426.


rá-/a SE ).tylw; xs6apí$wv, 30- P í n d a r o , Isthm. 3 , 55. d o n d e , según Dissen, pá(58o ; se atribuye también
TIPÚST' a u ^ A s o y / , Éparr, o i oí ETTÍETO á Homero como signo simbólico de la profesión de p o e t a . Pausanias 9 , 30,
Respecto de en el sentido de preludio, véase P í n d a r o Pyth 1 7 y 3 10 7 , 3 . Comentarios de Góttling á Hesiodo, p. x m .
Aristófanes, Paz, 830. T e ó c r i t o 6 , 20. Prescindo de l o s testimonios de los gra- « ) ' V é a s e , por ejemplo, P l a t ó n , Leyes 2, p . 658, b y las inscripciones y a ci-
máticos. [ T a m b i é n debe consultarse litada 22, 476: «[A^Ar.firiv.]
4 ) [ L a Guzla, según T a l v y , Volkslieder der Serben, L e i p z i g , 1853, p. xxi de tadas. > .
H o m e r o , según P l a t ó n , Republ 10, p. Coo d. [Véase Ion., p. 541. b-1
la introducción, es una especie de violín compuesto d e u n a sola cuerda', á cu-
pa*,,5E; rapiuiv la Ilíada y l a Odisea. Acerca de Hesiodo considerado como
yos sones los cantores recitaban los cantos populares; á v e c e s , sin embargo, la
r á p s o d a , véase N i c o c l e s en el escolio á las Ncmeas de Píndaro 2 , 1 .
guzla no acompañaba el recitado. Este mismo autor e n s u obra Handbuch einer
\ ) v é a s e Ateneo 14, P- 620, c , y P l a t ó n , Ion, p. 531- p i ó g e n e s Laercio 9,
Gesckiehte der slauischen- Sprachen und Litteratur, L e i p z i g . r 8 5 2 , p. 309, llama á
18, dice de Jenófanes de Colofon : xat a¿r"o; ¿ppa^tiSsi r a éauxoO. j
este instrumento Gusli. ]
<) Menecmo en el escolio á las Nemeas de Píndaro 2 , 1 . D e los pasajes
5) [Pausanias 10, 7 , 3.] alegados, no puede en modo alguno inferirse la existencia del antiguo oficio de
6) pápoo;, a i o a x o ; , llamados también a x ^ t p o v . V é a s e Hesiodo, Teogonia Menecmo h a tomado verosímilmente este vocablo por sinonimo de
todos los poemas que recitaban se componían de series de ver- P l a t ó n sirve de blanco á la ironía de Sócrates ')> describe la
sos (i-r/ot) completamente independientes los unos de los otros. p r o f u n d a impresión que producía un p o e m a de este modo recita-
E s evidejite que tal es también el significado de la p a l a b r a ráp- d o con tono declamatorio 5 ) , por un bardo vestido con el pompo-
s o d a , que según las leyes etimológicas y los más autorizados tes- s o ' t r a j e que los v a t e s usaban en las solemnidades 3 ) , y cómo lo-
timonios ' ) , debe derivarse de páureiv ¿oiSr.v, que significa agrupa- g r a b a herir las fibras del sentimiento de los que lo escuchaban.
ción de versos, sin divisiones ni p a u s a s , ó en otros términos «co- A este modo tranquilo y uniforme de recitar la poesía, corres-
rriente continua é igual del canto épico». Por lo que h a c e al arte ponde perfectamente la forma que la e p o p e y a conservó entre los
y á la literatura, los antiguos dieron pruebas de un respeto y ape- G r i e g o s por espacio de más de mil años, si b i e n , en honor de la
go extraordinarios á la tradición. Jamás el deseo de las innova- v e r d a d , hemos de añadir que los antiguos cantores de l a s edades
ciones les hizo separarse de los modelos y de los géneros de com- homérica y ante-homérica no pudieron m o d i f i c a r l a , puesto que
posición que habían ya reputado como más p e r f e c t o s , y de aquí el exámetro fué por l a r g o tiempo el único verso de medida artís-
el que por espacio de cerca de mil años los poemas épicos fueran t i c a y r e g u l a r , y casi exclusivamente el único empleado hasta la
recitados en forma de rapsodia. Cierto que en épocas sucesivas los é p o c a de T e r p a n d r o (30. a O l i m p i a d a ) áun en la poesía lírica.
p o e m a s homéricos se cantaron con a c o m p a ñ a m i e n t o musical y S i n e m b a r g o , no por esto hemos de suponer que todos los can-
lo mismo los poemas de H e s i o d o ; cierto que T e r p a n d r o el lesbio, t o s p o p u l a r e s , H y m e n e o s , T h r e n o s y otros ( a q u e l l o s , por ejem-
h a b í a adaptado melodías, compuestas con arreglo á determinados p l o , que H o m e r o pone en labios de C a l i p s o y de C i r c e sentadas
nomos, á los exámetros de H o m e r o y aun á los suyos propios que delante de sus telares) h a y a n siempre conservado el mismo rit-
c a n t a b a en los agones 3); cierto también que E s t e s a n d r o el samio, mo. S e a de ello lo que quiera, el hecho de haber sido este verso
fué el primero que en los juegos píticos se acompañó con la cítara e l primero y por espacio de mucho tiempo el único metro que re-
mientras c a n t a b a los p o e m a s de H o m e r o pero no e s menos vistió una forma regular en G r e c i a , es m u y importante p a r a co-
cierto que á este modo uniforme de recitar la poesía épica y la lí- n o c e r el tono y carácter de la poesía griega más a n t i g u a , esto es,
r i c a , faltaba aún mucho p a r a llegar á ser acogido umversalmen- d e la epopeya homérica y ante-homérica. L a índole de los va-
te en G r e c i a . L e j o s de e s t o , siempre en la H é l a d e se conoció la rios ritmos q u e , entre los G r i e g o s , estaba siempre de perfecto
distinción entre la declamación épica ó rapsodia, y l a s poesías a c u e r d o con el carácter de la poesía á que se a p l i c a b a n , depende
c a n t a d a s al són de la cítara en los certámenes musicales. N a d i e principalmente de la diversa relación que g u a r d a n entre sí el
mejor que I o n , el rápsoda efesio que en uno de los diálogos de arsis y la tesis, ó del m a y o r ó menor esfuerzo de la v o z . E s t o s dos
elementos 4 ) , encuéntranse en equilibrio en el dáctilo, q u e , por
c o n s i g u i e n t e , pertenece á la categoría de los ritmos iguales 5 ) ; el

pa<jj<i>86í, pues sostiene q u e a l g u n o s l l a m a n oxiyoi á los íá^Sot. V é a s e L e h r , de


Aristarchi studiis homericis, p. 440 d e la 2.a e d i c . ]
1) L o s H o m é r i d a s en P i n d a r o Nem. 2 , 2 , son l l a m a d o s ¿arc-o>v enéw aoiooí, ' ) ÍP- 535 e-l

esto e s : carminum perpetua oratione recitatorum. ( D i s s e n , ed. m i n . , p. 3 7 1 ) . E n 2) P l a t ó n , Ion , p. 535, b . D e a q u í s u r g i ó m á s t a r d e todo u n sistema d e ges-
los e s c o l i o s á e s t e p a s a j e se c i t a u n v e r s o a t r i b u i d o á H e s i o d o ( F r a g m . 227 tos y movimientos dramáticos (foóxpunc) p á r a l o s rápsodas ú homeristas.
d e G ó t t l i n g ) , en el c u a l éste se a t r i b u y e á sí m i s m o y á H o m e r o el páwrsiv V é a s e A r i s t ó t e l e s , Poet. 26, f p . 1462 a 5 ] . Rhetor. 3 , 1 , 8 [ p . 1404 a 23]. A q u i -
aoi8r,v, refiriéndose á un h i m n o y n o á u n a e p o p e y a c o m p u e s t a d e d i v e r s a s les Tat. 2,1.
partes. 3) P l a t ó n , Ion, p. 530, b . N i c o l a o d e D a m a s c o , F r a g m . 62, en C . M u l l e r ,
2) A t e n e o 14, p. 620, c, según C h a m e l e o n . S i n e m b a r g o , el a r g u m e n t o d e Fragm Histbr.gr., vol. 3 , p. 395. d e s c r i b e el suntuoso t r a j e del r á p s o d a M a g -
A t e n e o [Ibid., p. 6 3 2 , d ) : "Ojwjpov |ispLs).<Wtotr¡xlvat irciffav ÉOWTOO TY¡V r.'iír,NV. n e s ° d e E s m i r n a , en t i e m p o s d e G i g e s . M á s t a r d e , c u a n d o los p o e m a s h o m é r i -
d e s c a n s a en h i p ó t e s i s erróneas. [ C h a m e l e o n h a b l a d e u n a d e c l a m a c i ó n d e c a n - c o s se r e c i t a b a n en f o r m a d r a m á t i c a , ( f e s x p i w r o 8pa|iaTtx<¿Tspov), los r a p s o d a s
tos épicos c o n a c o m p a ñ a m i e n t o m u s i c a l . B e r g k , griech. Litteraturgescli., vol. 1. s e v e s t í a n c o n t r a j e color r o s a p a r a c a n t a r la D i a d a , y c o n t r a j e v i o l e t a p a r a
p . 436, o b s e r v . 3 5 , c o n s i d e r a e s t a o p i n i ó n , y c o n j u s t i c i a , c o m o bien f u n d a d a . | c a n t a r la O d i s e a . E u s t a c i o , á l a Illa da i , p . 6 , 9 e d . R o m .
3) P l u t a r c o , de Música c . 3 . * ) P o r q u e en w w , la p r i m e r a p a r t e _ equivale á w w .
s ) f á v o ; f<TOv.
4) A t e n e o 14, p . 638, a .
los aedas de la edad heroica y que produjo algunos siglos después
equilibrio, la a r m o n í a , la q u i e t u d , constituyen en efecto los ras-
esos maravillosos frutos que aún nos causan la más profunda ad-
gos característicos del metro d a c t i l i c o , los cuales se conservaron
miración , y en los cuales se advierten t o d a v í a los lazos que les
con la mayor fidelidad en los exámetros épicos; otros metros dac-
ligaban á sus raices primitivas. Ciertamente no es nuestro ánimo
tilicos, sin e m b a r g o , abreviando la sílaba larga ó el arsis, toma-
constituirnos aquí en entusiastas defensores de las genealogías de
ron un carácter muy diverso en c u y o e x a m e n nos o c u p a r e m o s
Ferécides, D a m a s i o y de otros mitólogos, según las que, fueron
más detenidamente al hablar de la poesía lírica de los Eolios ' ) .
antepasados de H o m e r o y de H e s i o d o , O r f e o , Museo y otros bar-
E l verso é p i c o , e r a , según Aristóteles 3 ) , el metro más digno y
dos de la P i e r i a ' ) ; pero es innegable que la idea general que les
reposado, cualidades que reconocían por base su n a t u r a l e z a pro-
sirve de b a s e , la de la existencia de un vínculo de parentesco en-
pia y el empleo que de él se hacía. L a longitud del v e r s o , q u e
tre los poetas épicos y los cantores primitivos, está ámpliamente
consta de seis miembros 3 ) , la p a u s a final producida por la su-
justificada por la forma misma de la poesía épica.
presión de una sílaba (xatábtft;), la estrecha unión de l a s partes en
un t o d o , la combinación alternada de los dáctilos y de los espon- E n ningún género de poesía se encuentran t a n t a s formas tra-
deos, todo en s u m a , contribuye á d a r á este metro m a j e s t a d y dicionales como en el épico; en ninguno se halla ese tipo inva-
un carácter solemne y sublime, q u e lo mismo se presta á la reve- riable al cual todo p o e t a , por m u y original que su genio s e a , y
lación de los fallos del destino por b o c a de la Pitonisa l ) , que á la por m u y poderosa que sea su i n v e n t i v a , está obligado á someter-
narración de los combates y de l a s aventuras de los h é r o e s , en se; y es evidente que estas cualidades han contribuido no poco á
labios de los rápsodas. facilitar á los cantores la tarea de aprender de memoria estos
p o e m a s , y áun de improvisarlos en ocasiones solemnes y en mo-
Y no sólo el m e t r o , sino todo el tono poético y el carácter de la mentos de entusiasmo. D e igual suerte deben atribuirse á esta
poesía épica se hallaban definidos y determinados en la e p o p e y a c a u s a , á este estilo sancionado por la tradición, los innumera-
a n t i g u a , mejor que en ningún otro género de la poesía g r i e g a . bles y constantes epítetos de los dioses y de los h é r o e s , tan fre-
E s t a unidad en el tono es precisamente lo primero que nos sor- cuentemente usados y que no guardan relación a l g u n a con l a s
prende cuando comparamos los c a n t o s de H o m e r o con otros res- circunstancias en que se e m p l e a n , así como los títulos honoríficos
tos de la poesía épica primitiva, m i e n t r a s que las más sutiles di- con que mùtuamente se califican los héroes y que á menudo con-
ferencias entre sus diversas partes sólo puede apreciarlas un crí- trastan con los reproches que se dirigen. A h o r a bien ; la continua
tico escrupuloso y observador. A h o r a b i e n ; no puede darse una repetición de muchos vocablos que especialmente encontramos en
explicación satisfactoria de esta uniformidad ni de la invariabi- las descripciones de los actos y de los acontecimientos ordinarios
lidad de carácter de este género p o é t i c o , sino admitiendo la exis- de la v i d a de los héroes, de l a s a s a m b l e a s , de los sacrificios, de
tencia de una especie de escuela poética y una tradición que pa- los b a n q u e t e s , e t c . , las m á x i m a s y sentencias procedentes de
sara de generación en generación en familias de bardos. E n - más remotas épocas á cuya categoría pertenecen la m a y o r parte
contramos , en e f e c t o , en los c a n t o s de H o m e r o , un estilo poé- de los versos que emplean en común *) H o m e r o y H e s i o d o ; la
tico c u y a s raices se remontan h a s t a las c o m a r c a s del O l i m p o y construcción uniforme de estas m á x i m a s y la manera c o m o están
del H e l i c ó n , estilo que fué más tarde cultivado y ennoblecido por e n l a z a d a s unas con otras; todo e s t o , en s u m a , no se explicaría
satisfactoriamente sino partiendo de la hipótesis que dejamos
apuntada.
•) [ V é a s e C a p . X I I I . ]
2) poet. 24, p . 1459 b 34: -'o íjpuixbv axarsi^xSTOV x a i oyxwoÉc-a-OV xfi>v
¡iÍTpwv e<xrlv. 1 ) E s t a s g e n e a l o g í a s h a n s i d o e x a m i n a d a s con g r a n e x a c t i t u d c r í t i c a y con
3) D e a q u í p r o c e d e el versus longi d e l o s R o m a n o s . [ E n n i o en C i c e r ó n , dele- el m a y o r e s c r ú p u l o p o r L o b e c k , en su Aglaophamus, vol. i , p . 322-323 [ V é a s e
gibus 2 , 27, 68. V é a s e D e m e t r . , de elocut., p . 5 : É;áu.ETpov r,p¿ov ovon^ETai ano S e n g e b u s c h , dissertât, homérica prior., p. 158 y s s . ]
TOO (vfjxo'j;, y S a n I s i d o r o , Orig. 1 , 38.) 2) [ A c e r c a d e estos versos, v é a n s e los c o m e n t a r i o s d e C ò t t l i n g á los Trabajos
<) D e a q u í el n o m b r e d e Pythium vieirum q u e se d e c í a i n v e n t a d o p o r la sa- y Días d e H e s i o d o , p . 317.]
c e r d o t i s a F e m o n o e . V é a s e Dorier, vol. 1 3 , p . 349 y P- 353 d e la 2-a ®dic- LIT. GR. — I . 5
E s t a conservación fiel de la forma t r a d i c i o n a l , e s una p r u e b a pótesis es esta justificada en parte por el silencio de Homero, que e s
más del fino y delicado t a c t o y del feliz ingenio de los G r i e g o s de de gran peso cuando se trata de cosas á las que con tanta frecuen-
aquel período, pues era difícil encontrar un estilo poético m á s c i a tenía ocasión de aludir y que más especialmente avaloran los
á propósito que éste para el recitado y la exposición épicos. F r a - «signos fatales» (^(MCTSC Xuypá) que ordenan la muerte de Bellero-
ses en general b r e v e s , compuestas por dos ó tres exámetros y fon y que P r e t o envía á Iobates (Ilíada 6, 168-169 ')» signos que
terminando de ordinario con el v e r s o ; períodos de m a y o r extern evidentemente consistían en una especie de caracteres simbólicos
sión empleados principalmente en los discursos apasionados ó en que debieron caer en desuso al generalizarse la escritura alfabé-
metáforas detalladas; un esmerado enlace de las frases por medio tica.
de las conjunciones; una construcción sencilla y uniforme, sin P o r otra p a r t e , no sólo carecemos por completo de noticias
que artificios retóricos lleven á las p a l a b r a s á lugar que no les auténticas acerca de monumentos escritos en este período, sino
corresponda con el solo objeto de que suenen más agradablemen- que se dice de l a s leyes de Z a l e u c o (hacia la 30. a Olimpiada) que
te al oído; todo contribuye á presentar á la poesía épica como na- fueron las que primero se confiaron á la escritura s ) , al paso que
tural expresión de un a l m a que c o n t e m p l a los hechos de la v i d a las de L i c u r g o , de época anterior, habían sido conservadas por
heroica con un sentimiento p r o f u n d o , pero tranquilo y los v e la tradición oral. E l escaso número y la poca importancia de los
desenvolverse s u c e s i v a m e n t e con placer y satisfacción íntimos. hechos históricos que fueron consignados por escrito antes de la
E s , pues, evidente que el tono y el carácter de la poesía épica era de l a s O l i m p i a d a s , vienen además á confirmar nuestra ase-
están relacionados con la m a n e r a cómo fueron estos cantos tras- veración. S ó l o partiendo de aquella hipótesis puede explicarse
mitidos. Según las investigaciones de varios eruditos, de W o o d y también satisfactoriamente la tardía aparición de la prosa entre los
W o l f 1 ) sobre t o d o , no p u e d e y a dudarse de que fueron conser- G r i e g o s , que no se verificó antes de la época de los siete sabios,
v a d o s sólo en la memoria y que pasaron oralmente de unos rápso- pues si la escritura se hubiera empleado con frecuencia en inscrip-
das á otros. L o s G r i e g o s , que dieron siempre grandísima impor- ciones de m a y o r amplitud, necesariamente este hecho habría d a d o
tancia al modo de recitar la p o e s í a , á la observancia del r i t m o , á ocasión al nacimiento de la prosa. P r u e b a n en tercer término
la precisión en los acentos y á l a s inflexiones de la v o z , conside- nuestro aserto las inscripciones aún subsistentes, de l a s cuales
raron, aún en épocas m u y posteriores, como indispensables los m u y p o c a s son anteriores á S o l o n , y las m o n e d a s , a c u ñ a d a s en
ensavos previos antes de declamar en público composiciones G r e c i a desde el reinado de F i d o n , rey de A r g o s (hacia la 8. a Olim-
poéticas: así, es cosa sabida que la ocupación principal de los p i a d a ) , que durante algún tiempo carecieron de inscripción y en
poetas líricos y t r á g i c o s , fué la instrucción oral del c o r o , y q u e l a s que g r a d u a l m e n t e fueron grabándose algunas letras. P o r otra
de ella precisamente recibieron el nombre de -/opooiSáaxam 8 ). Es- p a r t e , la forma no sólo de estas letras sino que también la de to-
te método de trasmisión fué sin d u d a el más natural y al mismo dos los caracteres que se han encontrado en los antiguos monu-
tiempo el único posible p a r a los rápsodas para quienes la exac- mentos epigráficos de época anterior á l a s guerras con los P e r s a s ,
titud y la gracia de la dicción eran de altísima i m p o r t a n c i a , d a d o es un nuevo argumento que abona en pro de la tardía aparición
que en aquella época la escritura ó no era conocida ó lo era de de la escritura en G r e c i a . E n la rudeza de formas de estas letras,
muy pocas personas y constaba de escaso número de signos. H i - en la v a r i e d a d de caracteres según las diversas c o m a r c a s , adiví-
nase que estos signos surgen, por así decirlo, de los signos y ca-
racteres fenicios que los G r i e g o s habían ido a d a p t a n d o poco á
n ¡ L a o b r a d e W o o d a p a r e c i ó por s e g u n d a v e z en L o n d r e s , 1 7 7 5 ; p e r o y a
h a b í a sido t r a d u c i d a al a l e m á n d e la p r i m e r a e d i c i ó n c o n el t í t u l o : Versuch über
iasOri-Mlgmic des Homcrs, F r a n k f u r t , 1773. c u y a t r a d u c c i ó n p u b l i c ó s e d e n u e v o
' ) f E n la Iliadd 7 , 175 se h a b l a t a m b i é n d e s i g n o s , p e r o n o d e e s c r i t u r a al-
e n 1778 con las a m p l i a c i o n e s y m o d i f i c a c i o n e s d e la s e g u n d a e d i c i ó n . L a o p i -
fabética. ]
nión d e Wolf h á l l a s e c o n t e n i d a en sus Prolegomena ad Homerum , H a l l e , 1795-J
[ E l p a s a j e d e E s t r a b o n 6 , p. 259, t o m a d o en sentido e s t r i c t o , s e r e f i e r e
2) ¡ E s t o se refiere ú n i c a m e n t e á la p r i m e r a é p o c a . M á s t a r d e p u s i é r o n s e al
e x c l u s i v a m e n t e á las l e y e s y n o en general á los m o n u m e n t o s escritos. ]
l a d o d e les poetas m a e s t r o s d e c o r o p r o p i a m e n t e tales.]
poco á los sonidos de su lengua. P o r último, en tiempos de Heró- ejemplos de estas simples repeticiones de anteriores p a s a j e s ó de
doto se e m p l e a b a la expresión caracteres fenicios, para designar la lugares comunes que parecen emplearse como medio el más á
escritura alfabética '). P e r o v o l v i e n d o ahora de nuevo á los poe- propósito para dar reposo al fatigado espíritu. E s t a s repeticiones
m a s de H o m e r o encontramos que t a m b i é n la forma del texto, sobre épicas desempeñan el papel del estribillo en los cantos populares
todo tal y como se la encuentra en l a s citas de los escritores anti- de otras naciones y contribuyen considerablemente á explicar el
g u o s , basta para refutar la opinión de que originariamente fue- f e n ó m e n o — q u e , á decir v e r d a d , tal debió parecer en épocas pos-
ran consignados por escrito, pues l a disconformidad en el texto teriores en que el arte de la escritura debilitó la m e m o r i a — d e im-
de los pasajes c i t a d o s , es e v i d e n t e m e n t e consecuencia de haber provisar y de retener estos p o e m a s 1 ) .
sido éste trasmitido no por escrito, sino por tradición oral. F i n a l - H a s t a aquí sólo hemos tratado de la recitación, de la forma y
m e n t e , el estilo de los poemas h o m é r i c o s , si se le e x a m i n a con del carácter de la e p o p e y a a n t i g u a , tales y como debieron ser en
imparcialidad y a t e n c i ó n , c o n s t i t u y e por sí s o l o , á pesar de ha- la época anterior á H o m e r o . P o r lo que toca á producciones ori-
berse depurado tanto el t e x t o , u n a p r u e b a irrefutable de que no ginales de esta poesía a n t e - h o m é r i c a , no existe vestigio alguno de
fueron aquéllos consignados por escrito sino muchos siglos des- e l l a s , ni noticias de su existencia '-)• Cierto e s , sin e m b a r g o , que
pués de haber sido compuestos. N ó t e s e si no que el vau ó d i g a m m a en la época anterior á aquella en que florecieron H o m e r o y H e -
eólico que H o m e r o p r o n u n c i a b a , s e g ú n los c a s o s , y a f u e r t e , y a siodo debieron componerse gran número de cantos en elogio de
d é b i l m e n t e , y que los Jonios no e m p l e a r o n en sus escritos porque los dioses y de los héroes. . E n e f e c t o , al e x a m i n a r las composi-
habían a b a n d o n a d o su uso mucho a n t e s de la aparición de la es- ciones de estos dos poetas, se observa que no ofrecen un conjunto
critura , no se encuentra en las p r i m e r a s copias de los cantos de completo y homogéneo, sino que están c a l c a d a s en otros poemas;
aquel p o e t a , las cuales fueron i n d u d a b l e m e n t e obra de los Jo- merced á lo cual lograron excelente acogida y vinieron á ser per-
nios J ). E l uso arbitrario que H o m e r o hace del d i g a m m a , es solo fectamente comprensibles y explicables para los contemporáneos.
una p r u e b a de la libertad que c a r a c t e r i z a su lenguaje 3 ) ; el
c u a l , si el uso de la escritura h u b i e r a ejercido y a en él su natu-
' ) E l a u t o r h a e x p u e s t o c u a n t o s a r g u m e n t o s se a d u c e n e n c o n t r a d e l a o p i -
ral influencia, no habría adquirido la flexibilidad que le permite n i ó n d e l o s q u e s u p o n e n q u e los p r i m e r o s p o e m a s é p i c o s d e l o s G r i e g o s , f u e r o n
adaptarse á t o d a s las exigencias del v e r s o , ni la variedad de for- d e s d e u n p r i n c i p i o c o n s i g n a d o s p o r e s c r i t o . Y p a r e c í a l e sin d u d a esto t a n t o m á s
m a s breves y l a r g a s que p o s e e , ni la libertad en c o n t r a e r , alar- necesario, c u a n t o q u e , á consecuencia de los nuevos estudios críticos, suscita-
d o s p o r W o l f , este p u n t o h a s i d o y a á m p l i a m e n t e d e b a t i d o p o r m u c h o s e r u d i -
g a r y abreviar las vocales. P o r ú l t i m o , volviendo al punto de
t o s , a l g u n o s d e los c u a l e s h a n c o n v e n i d o e n q u e , e n e f e c t o , d e s d e su o r i g e n f u e -
partida de nuestra demostración, el estilo mismo de la e p o p e y a
ron reducidos á escritura. ( L a principal dificultad de toda esta cuestión estriba,
antigua ¿no revela el ámplio uso que el poeta hacía de estos m e n o s q u e e n el c o m p l e t o d e s c o n o c i m i e n t o d e l a e s c r i t u r a e n l a é p o c a e n q u e
medios, que sólo una poesía c o n s e r v a d a y trasmitida por la me- a p a r e c i e r o n los p o e m a s d e H o m e r o , l o c u a l h o y a p e n a s p u e d e sostenerse p o r
moria suele emplear ? L a e p o p e y a g r i e g a , como la poesía he- l o menos e n l o q u e r e s p e c t a á s u f o r m a a c t u a l , q u e en l a i m p o s i b i l i d a d de
q u e estos p o e m a s f u e r a n d e s t i n a d o s p a r a l a l e c t u r a . A u n q u e e s t o s p o e m a s p u -
roica de otros pueblos que la tradición oral ha p e r p e t u a d o , nues-
d i e r a n ser c o n s i g n a d o s p o r e s c r i t o e n é p o c a r e l a t i v a m e n t e t e m p r a n a d e n t r o d e l
tros propios poemas nacionales, v . g r . , nos ofrecen frecuentes c i r c u l o d e l o s r á p s o d a s , e s i n d u d a b l e q u e s u d i f u s i ó n e n el p u e b l o se verificó
o r a l m e n t e . S o b r e l a o p i n i ó n d e M ü l l e r a c e r c a d e este p u n t o , v é a n s e s u s kl. Schrif-
ten, v o l . 1 , p . 248 y ss. y 402 y s s . ]
2) [ L a r e l a c i ó n d e H e r a c l e i d e s P ó n t i c o s d e q u e h a b l a P l u t a r c o , de Música
<) <T>Oivlítala e n H e r ó d o t o 5 , 58, l o m i s m o q u e en l a i n s c r i p c i ó n : Dir.e
c . 3 , f u n d a d a , s e g ú n p a r e c e , e n u n a otvaYP«?*! - i x v f i m , sobre lo cual debe
TEÍORUM. [Corp. Inscr. grac., vol. 2, n. 3044. V é a s e S ó f o c l e s e n H e s i q u i o y <t>oiv.-
c o n s u l t a r s e á O . M ü l l e r , Dorier, v o l . 1 , p . 130, n o es e v i d e n t e m e n t e s i n o u n
xioi; Y p á t i u a T i , F r a g m . 460 D i n d . ] e n s a y o de exposición de la primitiva historia de la poesía, fundado en los mis-
2) V é a s e R . V o l k m a n n , Geschickte und Kritik der Wolfschen Prolegomena,
m o s p o e m a s h o m é r i c o s . B a j o este c o n c e p t o , m e r e c í a n c i e r t a m e n t e m a s aten-
L e i p z i g , 1 8 7 4 , p . 208 y ss. ]
c i ó n q u e l a q u e m e n c i o n a el e s c o l i a s t a d e l a Odisea 3 , 2Ó7, t o m a d a del e s c r i t o
3) [ P u e d e c o n j e t u r a r s e c o n f u n d a m e n t o q u e e s t a a r b i t r a r i e d a d a p a r e n t e e n
sobre los poetas de D e m e t r i o de F a l e r o s , contemporáneo de H e r a c l e i d e s P ó n -
el uso d e l d i g a m m a , d e b e ser c o n s e c u e n c i a d e n o h a b e r s e c o n s i g n a d o h a s t a m á s
ticos. ]
tarde por escrito. 1
H e s i o d o , en su T e o g o n i a , tiende á presentar en un mismo orden rece p r o b a d a por ciertos detalles de la v i d a del héroe que men-
genealógico no interrumpido estas familias de dioses y de héroes, ciona H o m e r o y que parecen haber sido entresacados de algún
partiendo del supuesto de que su auditorio conoce y a á estos dio- o-ran p o e m a universalmente conocido ' ) . D e l A r g o s no se habría
ses y á estos héroes. H o m e r o habla de A q u í l e s , de D i ó m e d e s y de dicho, c i e r t a m e n t e , en la Odisea «que está en todos los c o r a z o -
Néstor aun allí donde sus nombres aparecen por v e z p r i m e r a , co- nes» 5 ) , si y a antes no hubiera sido asunto de poesías muy gene-
mo de personajes cuyo origen, familia, historia y h a z a ñ a s ante- ralizadas. D e igual suerte, muchos otros acontecimientos de la
riores nadie ignora y cuyos detalles no se cuida de consignar sino o-uerra de T r o y a , sobre t o d o , los realizados en las postrimerías
cuando las exigencias de la exposición poética lo hacen indispen- del asedio, el c o m b a t e de Aquíles y de U i í s e s 3 ) , por e j e m p l o , y
sable. E n c u é n t r a n s e , a d e m á s , en sus o b r a s , gran número de per- la aventura del caballo de m a d e r a habían sido y a antes de
sonajes de segundo orden, que no cita sino como por incidente, y H o m e r o objeto de otros poemas épicos que acaso no dejaron de
como si fueran perfectamente conocidos de todos por tradiciones influir muy directamente en la Ilíada. Compusiéronse también
especiales; y estos personajes, cuya existencia considera c o m o poemas sobre la vuelta de los A q u é o s y sobre la v e n g a n z a de
hecho notorio, y los cuales deben interesar al público por diver- Orestes •). A h o r a b i e n ; como quiera que el canto más n u e v o era
sos títulos, son, no sólo para nosotros, sino que lo fueron también el que siempre a g r a d a b a más al auditorio ' ) , es de creer que los
para los G r i e g o s de los últimos tiempos , verdaderos enigmas. Y a poetas de esta época resucitaran en sus cantos todo cuanto había
hemos tenido ocasión de observar que la asamblea de dioses des- sido asunto de poemas anteriores. C u a n t a s alusiones hace H o m e -
crita por H o m e r o , debió, sin duda, su e x i s t e n c i a , á poetas ante- ro á estos c a n t o s , inducen á suponer que destinados á a m e n i z a r
riores á él; así como también es evidente que debieron existir poe- los banquetes de los r e y e s , se l i m i t a b a n , en su o r i g e n , al relato
mas sobre Cronos y I a p e t o s , divinidades desterradas al T á r t a r o , d e . u n solo acontecimiento de escasa extensión y que en lo to-
y los cuales presentaban por un lado grandes analogías y por otro cante á la conexión histórica, se a p o y a b a n enteramente sobre los
divergencias esenciales con la Teogonia de Hesiodo '). conocimientos históricos y de otra índole que presuponían en el

E n la edad heroica debió celebrarse con cantos todo lo gran- pueblo. ., .


T a l e r a el estado de la poesía en G r e c i a c u a n d o apareció el
de y elevado y noble, p o r q u e , según H o m e r o , toda acción e x t r a -
ordinaria debe fijar la atención del poeta 2 ). A s í Penélope y Cli- genio de H o m e r o .
t e m n e s t r a , llegaron á ser para la posteridad, la una objeto de
amor y de veneración por sus relevantes v i r t u d e s , la otra o b j e t o <) V é a s e O . M ü l l e r , Dorier, v o l . i , p . 4 " - 4 » : Y 4*5 d e la 2-a edic "
de reprobación y de horror por la enormidad de sus crímenes 3 ) , 2) Wpvo) TMII¡ÚAOVC*. [Odisea 1 2 , 7 0 , v é a s e 1 0 , 135-1
3) Odisea 8, 75.
p u e s la opinión y el sentimiento constantes de la h u m a n i d a d en-
*) Odisea 8, 492.
contraron siempre un intérprete fiel en la poesía. L a existencia s) Odisea i , 326.
de e p o p e y a s sobre los trabajos de H e r a c l e s en p a r t i c u l a r , apa- f>) Odisea 3 , 204.
') Odisea 1 , 351-

1) A j u z g a r p o r lo q u e d e los c a n t o s de H o m e r o se d e s p r e n d e , n o es p r o b a -
ble q u e éste c o n t a s e , c o m o lo h i z o Hesiodo, e n t r e los T i t a n e s , á l a s d i v i n i d a d e s
d e l a g u a , c o m o O c é a n o y T h é t i s , y á las de la luz, c o m o H i p e r i ó n y T h e i a . [ H o -
mero d a á H e l i o s el s o b r e n o m b r e d e T i r e p í i o v , al p a s o q u e H e s i o d o a p l i c a e s t e
s o b r e n o m b r e á su p a d r e ( H i p e r i ó n ) , Teogonia 134 y ss. Sólo en la Odisea 12, 176,
s e a p l i c a el p a t r o n í m i c o ' i'TOpiovíor,; á H e l i o s , p o r l o c u a l los c r í t i c o s m o d e r -
nos h a n c o n s i d e r a d o este verso c o m o una interpolación. T h e i a , h e r m a n a y es-
p o s a d e H i p e r i ó n , según H e s i o d o , Teogonia 370 y s s . , no e s m e n c i o n a d a por
Homero. ]
s) Iliada 6 , 358 . Odisea 3 , 204.
3) Odisea 24 , 1 9 7 , 200.
CAPÍTULO V

Homero

L a s noticias que h a s t a nosotros han llegado acerca de la v i d a


de H o m e r o , se reducen á a l g u n a que otra tradición popular y á
hipótesis de los gramáticos b a s a d a s en pasajes de sus obras. N o
o b s t a n t e , tan escasos materiales pueden ser de grande utilidad
si se emplean con discernimiento, aunque siempre le sea forzoso
al investigador conformarse con la probabilidad histórica. L a s
numerosas tradiciones que acerca de la patria de H o m e r o exis-
t e n , están muy lejos de ser tan contradictorias como á primera
vista p a r e c e n , puesto que c a d a una de l a s siete ciudades que se
disputan la honra de haber sido cuna del gran p o e t a , sólo alega
realmente en su favor títulos indirectos. A s í , por ejemplo, los A t e -
nienses l l a m a b a n á H o m e r o su c o n c i u d a d a n o , solo porque ha-
bían f u n d a d o á E s m i r n a ')> y l a opinión del crítico alejandrino
A r i s t a r c o , que dió valor á tales pretensiones se a p o y a b a , según
t o d a s las probabilidades, en esta interpretación 5 ) . N o h a y t a m -

' ) A s i se h a l l a c l a r a m e n t e expresado en el e p i g r a m a á Pisistrato ( B e k k e r .


Anecdota, v o i . 2, p . 768). [ E s t e mismo epigrama se encuentra e n el 5. de la
V i d a de H o m e r o en W e s t e r m a n n , p. 29, 26 y Anthol. Palat. n , 445
T p i ; ¡AS TJPAVVT|<RAVTA TO«RJT?CXT¡; S|SS!<O?S
5r,¡xo; 'A6v¡vst!ü>v x a i ÉxrjáysTO.
-'ov ¡ilyav h (üo'jáyj UsicrÍT-rpa-ov, o; tov "0¡j.r,f.ov
r,0po'.i7S, <ntopá8r,v T'o irp"iv ás'.8ó¡Aevov.
íl|ií-£po; y a ? xsivo; ó -/pycso; itolir,rr¿,
BiTzep 'A6r,vaÌoi Xp.ùpvav cticwxisat*©».
'-) E l P s e u d o - P l u t a r c o c o n f i r m a brevemente la opinión de Aristarco {Vita
tìomeri I I , 2). E l fundamento de esto se v e , por ejemplo, en los Schol. Venet. á
poco razón alguna para considerar á Cilios como c u n a de la poe- una razón que necesariamente induzca á creer que aquella isla
sía h o m é r i c a , á pesar de que los derechos que esta isla j ó n i c a fuera patria de H o m e r o , á pesar también de la existencia en ella
a l e g a , hállanse apoyados por la autoridad del poeta lírico Simó- de la estirpe de los H o m é r i d a s . Y a los escritores antiguos trataron
nides '). V e r d a d es que la familia de los H o m é r i d a s s ) floreció en de conciliar estas noticias admitiendo que el p o e t a , en el curso de
esta i s l a ; pero á j u z g a r por la analogía que aquélla g u a r d a con sus v i a j e s , llegó á la isla de Chíos, donde a c a b ó por establecer su
muchos otros yávr,, no debemos tenerla por tal f a m i l i a , sino por residencia; opinión que se encuentra también en P í n d a r o , el cual
una colectividad de individuos que ejercían el mismo a r t e , pro- presenta á H o m e r o , y a como nacido en E s m i r n a , y a como natu-
fesaban el mismo culto y reconocían por jefe común á un mis- ral de E s m i r n a y de C h í o s ' ) . E s t a m i s m a idea se vislumbra de
mo héroe, del cual hacían derivar su nombre 3 ). A la estirpe de i «mal modo en el p a s a j e de un orador accidentalmente citado por
los H o m é r i d a s pertenecía probablemente el «cantor ciego» q u e Aristóteles, y que dice así: «Los habitantes de Chíos tributaban
en el himno homérico á Apolo D e l i o ( V . 1 7 1 - 1 7 2 ) , h a b l a n d o de á H o m e r o grandes honores, aunque no era su conciudadano» "-).
sí m i s m o , cuenta que habita en la pedregosa C h í o s , desde donde P u e d e compararse con propiedad á la estirpe de los H o m é r i d a s de
va á Délos para tomar parte en los j u e g o s solemnes de los Jo- C h í o s , la de S a i n o s , si bien no se halla inmediatamente enlaza-
nios y en los certámenes de cantores, y el cual supone T u c í d i d e s da con el nombre de H o m e r o , sino con el de Creófilo, el cual es
que era el mismo Homero 4 ) ; esto por lo m e n o s , p r u e b a q u e considerado como contemporáneo de H o m e r o . E s t a estirpe de-
también el gran historiador miró á C h í o s como residencia de bió florecer también durante muchos siglos; en primer término,
Homero. M á s t a r d e , aparece en el número de los homéridas de porque se dice que un descendiente de Creófilo dió al espartano
C h í o s , el célebre Cinetos, que floreció hacia la 69. a O l i m p i a d a , L i c u r g o 3 ) los p o e m a s h o m é r i c o s , — a s e v e r a c i ó n probablemente
como se deduce de la victoria que obtuvo en Siracusa. I g n ó r a s e , cierta, puesto que los L a c e d e m o n i o s atribuían á rápsodas de la
por el contrario, la época en que vivió el homérida P a r t e n i o de familia de Creófilo, el conocimiento que ellos tenían de los poe-
Chíos 5 ). D e todas suertes, aun admitiendo con T u c í d i d e s que el m a s de H o m e r o - y en segundo l u g a r , porque P i t á g o r a s los o y ó
«cantor ciego»del himno citado fuera el mismo H o m e r o , no e s e s t a recitar á un creofilida, llamado H e r m o d a m a s 4 ). •

P o r el contrario, la opinión que atribuía á E s m i r n a el ser pa-


tria de H o m e r o , no solo fué la que prevaleció en la época m a s
la Ilíada 1 3 , 197 ( e C o d . A . ) , que según r e c i e n t e s i n v e s t i g a c i o n e s , contienen floreciente de G r e c i a , sino que a d e m á s está fortalecida por las
extractos de Aristarco. consideraciones que s i g u e n : p r i m e r a , y esta es muy importante,
' ) S i m ó n i d e s en el P s e u d o - P l u t a r c o , Vita IIomeri I I , p . 2 y otros. [ V é a s e
porque se hallaba difundida y d i v u l g a d a b a j o la forma de una
B e r g k , Poeta lyrice, p. 1146.]
- ) S o b r e e s t e y Ivo; véase lo que d i c e H a r p o c r a c i o n ( e n '0|«¡pí8»i) y los
leyenda popular ó de un mito en el cual el poeta figura como hijo
Anecdota d e B e k k e r (p. 288), que en g r a n p a r t e e s t á n c o m p u e s t o s d e f r a g m e n t o s
d e los l o g ó g r a f o s . P l a t o n , Isócrates y o t r o s escritores e m p l e a n c o n sentido dis-
M V é a s e B ö c k h Pindar. Fragm. ine. 86. [24S B e r g k ] .
tinto la p a l a b r a '0¡j.r,p:Sai [ P l a t o n , Ion, p. 530 d ; A mu., Phddr. de Stallbaum,
* A r i s t ó t e l e s Rhetot. 2, 23 [p. 1398 b » . L a c i t a e s d e A l c i d a m a s c o n t e m -
p. 347 b , S t a a t 1 0 , p. 599-600], I s ó c r a t e s [Elogio de Helena % 14] ; según el e m p l e o
p o r á n e o d e P l a t o n . V e r o s í m i l m e n t e h a s i d o s a c a d a d e su Mourtto». V e a * Val-
que d e ella h a c e n los escritores m e n c i o n a d o s , s i g n i f i c a admiradores de Homero.
íen, Sitzungsber. der philos. historisch. Klasse der k. Akad. in Wien, vol. 43. P- o°2-
[ D e m á s i m p o r t a n c i a es el testimonio d e H i p o s t r a t o en el e s c o l i a s t a d e l a s Ne-
503] V é a s e P s e u d o - H e r ó d o t o , Vita Homeri h a c i a el fin.
meas d e P i n d a r o 2, 1 : ' O p i p í S x c sXeyov TÒ ¡AEV àp-/aìov TO'J; aitò roO '0¡ir,pou
3') V é a s e e s p e c i a l m e n t e H e r a c l e i d e s P ó n t i c o s n o X m t ä v F r a g m 2.
YSVOV;, 01 x a t TT,V n o ir, A'.V AVRO5 s x S ; a S o y ? , ; r¡ 6 o v . P.STÀ Ss -AOTA x a t oí pocj/coSoi
* D i o g e n e s L a e r c i o 8, i . 2. S u i d a s en I l - ^ y o p a ; S a ¡ u o ; (P" 2 ^ 6 ^
O-JXÉTI -'> yívor ET: "0|ir¡pov áváyov-S;.]
K ü s t e r ) . [ V é a s e W e l c k e r , eP. Cyclus i . p. 223. A p u l e y o F l o n d . 2 , le l l a m a
3) N i e b u h r , Rom. Gesch., voi. 1 , o b s . 747 (801). V é a s e el p r e f a c i o d e los Do-
rier d e M ü l l e r (p. x n y XIII de la t r a d u c c i ó n inglesa.) Le°)aAdaemásdel t e s t i m o n i o d e P í n d a r o , es m u y d i g n a d e t e n e r s e e n c u . u a
4 ) T u c í d i d e s 3 , 104. la m e n c i ó n a c c i d e n t a l d e S c i l a x : S ^ p v « èv f, " 0 R P o S r,v ( p 35 e d i c - I s . V o s s ) .
a) S u i d a s en HapOÉvio;. Según t o d a s l a s p r o b a b i l i d a d e s , este v i o ; Géeropo;, [ E n v e z d e Èv i¡ se h a s u p u e s t o , sin n e c e s i d a d , q u e d e b e d e c . r o sc v u 06c,
àitóyovo; 'Op.r,pou era pariente del p o e t a é p i c o T e s t o r i d e s d e F o c e a y d e C h í o s , V é a s e Geographi gr., e d i c . C . M ü l l e r , vol. 1, p . 7 1 ) -
m e n c i o n a d o en el P s e u d o - H e r ó d o t o ( Vita Ilomeri c. 1 5 ) .
de la ninfa Criteis ') y del río e s m i r n e o M e l e s 5 ) ; s e g u n d a , por- haber fundado su propia ciudad '); con cuyo hecho se relacionan
que si consideramos á E s m i r n a c o m o el centro de la v i d a y de la las noticias que los escritores antiguos nos han trasmitido sobre
gloria de H o m e r o , es fácil c o n c i l i a r y explicar de la m a n e r a - m á s los jefes de la colonia, l a s cuales á su vez están de acuerdo con
sencilla las pretensiones de t o d a s las demás c i u d a d e s , que des- otras noticias legendarias *). A h o r a b i e n ; como quiera que los
cansan en buenas autoridades, — c o m o por ejemplo, la de los Ate- Jonios se establecieron en E s m i r n a , según los cronistas de A l e -
nienses, que y a dejamos a p u n t a d a , la de C u m a s , en cuyo favor j a n d r í a , el año de 140 después de la destrucción de T r o y a , y Cu-
milita el testimonio de E f o r o el c u m e o 3 ), y la de C o l o f o n , apoya- mas fué f u n d a d a 150 años después de aquel mismo acontecimien-
d a por la autoridad de A n t í m a c o colofoneo * ) . — Mirada b a j o este t o — f e c h a que concuerda perfectamente con la consecutiva fun-
aspecto, la historia de E s m i r n a e s de capital importancia para dación de l a s colonias e ó l i c a s — e s seguro que ambos pueblos se
conocer la v i d a de H o m e r o , p e r o por desgracia hánla oscurecido encontraron en E s m i r n a próximamente en la misma época , si
á menudo encontrados intereses d e los diversos pueblos estable- bien h a y que admitir que los Jonios llegaron antes que los Eolios,
cidos en G r e c i a , y la p a r c i a l i d a d de los cronistas. N o obstante, puesto que de aquéllos tomó su nombre la ciudad. P a r e c e pro-
á continuación v a m o s á exponer e l resultado de minuciosas y con- b a b l e , aunque no puede a s e g u r a r s e , que por espacio de muchos
cienzudas investigaciones. siglos, estos dos pueblos poseyeron á Esmirna en común; y es de
todo punto evidente que predominaron los E o l i o s , d a d o que Es-
A c e r c a de la fundación ó p r i m e r a ocupación de E s m i r n a por
m i r n a , según H e r ó d o t o , era una de l a s doce ciudades eólicas, al
los G r i e g o s , existían dos t r a d i c i o n e s ó creencias. L a una era de
paso que la liga jónica no la c o n t a b a entre las otras doce ciuda-
procedencia jónica, y según e l l a , h a b í a sido fundada por los habi-
des de que se componía 3 ) ; por esta r a z ó n , sin d u d a , H e r ó d o t o
tantes de E f e s o , ó por los de u n a aldea efesia l l a m a d a Esmir-
ignoró completamente la colonización de E s m i r n a por los E f e -
na y q u e , en e f e c t o , existió con este nombre 5 ) ; esta colonia era
sios. A c a e c i ó después, que los Jonios, ignórase en qué época, fue-
llamada también ateniense, p o r q u e á su v e z E f e s o había sido
ron expulsados por los E o l i o s y que se retiraron á Colofon', mez-
f u n d a d a por los Jonios m a n d a d o s por Androclo, hijo de C o d r o ")•
clándose con sus h a b i t a n t e s , pero sin abandonar su propósito
Según la otra, que era de p r o c e d e n c i a eólica, los Eolios de C u m a s
de reconquistar á E s m i r n a á la primera ocasión favorable. M á s
habían t o m a d o posesión de E s m i r n a diez y ocho años después de
t a r d e , en e f e c t o , los de Colofon lograron apoderarse de ella y ar-
rojar á los E o l i o s *), siendo en adelante una ciudad puramente
1) [Lá forma KprjOr,:; se encuentra m á s usada en los manuscritos que jónica. C a r e c e m o s de noticias e x a c t a s acerca de la fecha en que
Kpifisí;.] se operó este c a m b i o , y todo lo que de él sabemos, es que debió
a) H á l l a s e citado en todas las b i o g r a f í a s de Homero. P o r lo d e m á s , este verificarse antes del reinado de G i g e s en L i d i a , esto e s , antes de
n o m b r e ó sobrenombre de Homero, Melesígenes, no puede traer su origen de una
la 20. a O l i m p i a d a (hacia el año 700 a. C h r . ) , puesto que este
época posterior á la en que florecieron l o s primeros poetas épicos.
3) V é a s e P s e u d o - P l u t a r c o 2, 2. E v i d e n t e m e n t e , E f o r o era la autoridad prin-
cipal seguida por el autor de l a V i d a d e H o m e r o , que lleva el nombre de H e -
ródoto. ' ) P s e u d o - H e r ó d o t o , Vita Homeri c. 2, 38.
4) *) E l o l W . c e r a (según el P s e u d o - H e r ó d o t o c. 2) cierto T e s e o , descen-
P s e u d o - P l u t a r c o 2, 2. L a c o r r e l a c i ó n entre las opiniones que h a c e n á
diente de E u m e l o de F e r a . Según Hermesianas en P a r t e n i o c. 5 , la m i s m a fa-
H o m e r o natural de E s m i r n a y de C o l o f o n , hállase indicada en el e p i g r a m a
milia de A d m e t o d e F e r a f u n d ó á M a g n e s i a sobre el M e a n d r o , y C u m a s la
(Ibid. 1, 4) que l l a m a á H o m e r o hijo d e M e l e s y p r o c l a m a á C o l o f o n su patria,
metrópoli de Esmirna, h a b í a sido igualmente o c u p a d a por habitantes de
1 U Má/.rjo;, "Ou.r(ps, cu y a p v.líoc 'E),),á6i T.í<rrt M a g n e s i a . P s e u d o - H e r ó d o t o c. 2. E l epigrama homérico 4 (en el P s e u d o - H e r o -
xa\ Ko).o?5m Tiárpr, 9r¡xa; z; afStov. doto c. 14) menciona á los ).ao\ «fpíxcovo; c o m o fundadores de E s m i r n a , enten-
diendo por tales á los L o c r i o s , que siendo originarios de Fricion c e r c a de las
5) V é a s e la explicación c i r c u n s t a n c i a d a de E s t r a b o n 1 4 , p. 633-634.
T e r m o p i l a s , fundaron á C u m a s F r i c ó n i d a y á L a r i s a F r i c ó n i d a . [ V e a s e S t e p h .
E s t r a b o n 14, p. 632-633. Sin d u d a alguna se h a c í a remontar el c u l t o es-
B y z a n t . en <í>píxtov.]
mirnio de N e m e s i s , á R a m n u s en A t i c a . E l retórico Arístides da en m u c h o s
3) H e r ó d o t o 1 , 149.
p a s a j e s , noticias falsas sobre la c o l o n i a ateniense de E s m i r n a . [ V é a s e Senge-
b u s c h , dissert. lwmer. post, p. 67.] *) H e r ó d o t o 1, 150, véase 1 , 16. P a u s a n i a s 7 , 5 , 1 .
rey guerreó á un mismo tiempo con E s m i r n a , Mileto y Colo- a c e r c a de su v i d a , autoriza p a r a negar su existencia ni para colo-
fón '), lo cual prueba que estas tres ciudades eran aliadas. Cono- c a r l e entre los personajes míticos y legendarios. Conocemos hasta
cemos además el nombre de un v e n c e d o r en los juegos olímpicos e n sus menores detalles l a s relaciones familiares de Hesiodo, y si
(23. a O l i m p i a d a 688 a. C h r . ) , que era jonio de E s m i r n a s ) ; y la posteridad que admiró á H o m e r o le consideró como hijo de una
M i m n e r m o , el poeta e l e g i a c o , que floreció hacia la 37. a Olimpia- ninfa, por su parte H e s i o d o nos refiere cómo fué visitado por las
d a (630 a. C h r . ) , descendía de los habitantes de Colofon que ha- Musas. A h o r a bien; siguiendo la tradición que le h a c e natural de
bían colonizado á E s m i r n a 3 ). E s m i r n a , es evidente que H o m e r o , en contra de la opinión de
E s indudable q u e el encuentro de estos diversos pueblos grie- A n t í m a c o , existió en la época eólica. E l epigrama homérico ')
g o s en un mismo punto de la costa del A s i a M e n o r , contribuyó q u e l l a m a á E s m i r n a la e ó l i c a , aunque en realidad es m u y poste-
g r a n d e m e n t e , merced á la variedad de elementos que vino á po- rior á H o m e r o , al c u a l se ha atribuido, es de altísima importan-
ner en j u e g o , á desarrollar la a c t i v i d a d del genio que, más tarde, c i a porque es el testimonio de un homérida que vivió en época
había de producir o b r a s como los p o e m a s de Homero. A l l í esta- anterior á la conquista de E s m i r n a por los de Colofon. A d e m á s , el
ban de un lado, los Jonios de A t e n a s con su culto á una divinidad título de abuelo de H o m e r o *) que los logógrafos y mitólogos dan
encarnación de la sabiduría y de la prudencia, Athene, y con sus en diversas genealogías á M e l a n o p o , antiguo poeta de C u m a s ,
tradiciones de héroes valientes y generosos, entre los que se en- autor supuesto de un himno relacionado con el culto de D é l o s s ) ,
c o n t r a b a N é s t o r , antepasado de los reyes de E f e s o y de Mileto; y de entre los cantores antiguos el que parece ofrecer m a y o r e s
de otro l a d o , los A q u é o s — l a estirpe más noble entre los E o l i o s g a r a n t í a s de realidad histórica, es una nueva prueba en apoyo
de C u m a s — r e g i d o s por los príncipes de la familia de A g a m e m - de nuestra tesis, puesto que nos demuestra que en la época en
non *) dispuestos siempre á hacer valer las pretensiones inheren- q u e se escribieron las obras de estos mitólogos, el poeta esmirnio
tes al título de «rey de los hombres,» con sus numerosas tradicio- pertenecía á la colonia de C u m a s . P o r otra p a r t e , la crítica anti-
nes sobre las h a z a ñ a s de los P e l ó p i d a s y especialmente sobre la g u a señala en las obras de H o m e r o descripciones de costumbres
destrucción de T r o y a . C o n estos dos pueblos principales hallá- y de t r a j e s evidentemente de los E o l i o s ; y por ú l t i m o , y este es
banse m e z c l a d a s las huestes guerreras de la L ó c r i d a , de la T e - un h e c h o más digno aún de tenerse en c u e n t a que los preceden-
salia y de la E u b e a , y con especialidad los colonos emigrados de t e s , existía en E s m i r n a un templo que se decía de la época eóli-
la B e o c i a , con su culto á las M u s a s del Helicón y su tradicional c a , c o n s a g r a d o á Bubrostis *), e n c a r n a c i ó n , en H o m e r o , del ham-
amor á la poesía ! ) . bre insaciable s ) .

E s t a reunión y m e z c l a de diversas estirpes, debió contribuir, Y sin e m b a r g o , á despecho de todas estas indicaciones, cual-
necesariamente en alto g r a d o , á aumentar la actividad intelec- q u i e r a que estudie con cuidado los restos y las huellas del senti-
tual del p u e b l o , así como á desarrollar las tradiciones de tiempos miento nacional y de recuerdos patrios que contienen l a s obras
pasados y á crear y perfeccionar el dialecto épico. T r a t e m o s aho- de H o m e r o , sentiráse inclinado á optar por la hipótesis contra-
ra de determinar á cuál de estos pueblos pertenecía H o m e r o . N a - ria, conviniendo con A r i s t a r c o en que en el pecho de aquel poeta
d a , ni en el nombre de H o m e r o , ni en las noticias que tenemos

<) Epigr. Hom. 4 , en P s e u d o - H e r ó d o t o 14.


2) P a u s a n i a s 5 , 7 , 8. D e donde se infiere que P a u s a n i a s coloca á M e l a n o p o
' ) H e r ó d o t o 1 , 14. P a u s a n i a s 4, 2 1 , 3 dice también de un modo explicito
que los E s m i r n i o s eran entonces Jonios. P o r otra p a r t e , M i m n e r m o no h a b r í a d e s p u é s que á Oleno y antes que á Aristeas.
c a n t a d o las proezas de los E s m i r n i o s en esta g u e r r a , sino h u b i e r a n sido Jonios. 3) V é a s e H e l á n i c o y otros en P r o c l o ( V i t a Iíomeri, p. 25. de W e s t e r m a n )
2) Pausanias 5 , 8 , 3 . y P s e u d o - H e r ó d o t o c. 1.
3) M i m n e r m o , en E s t r a b o n 1 4 , p. 634 [ F r a g m . 9 de Bergk.] <) Il'iada 24, 532. V é a n s e los Schol. Venet.
4) Estrabon 13, p. 582. Pollux 9 , 83 menciona á un A g a m e m n o n , rey de s) S e g ú n los Iónica del [apenas conocido] M e t r o d o r o en P l u t a r c o , Quest.
Cumas. Symp. 6 , 8, x. E u s t a c i o [en otros pasajes de la litada, p. 1363, 60] a t r i b u y e por
5) Sobre el vínculo de conexión entre la B e o c i a y C u m a s , v é a s e el C a p . V I I I . e l contrario este culto á los Jonios.
latía un corazón jónico. V é a s e , en efecto, el respeto que el poeta sión jónica. Platón hace observar á un espartano ' ) , que el régi-
profesa á las divinidades j ó n i c a s : P a l a s A t h e n e a figura en los men de v i d a descrito por H o m e r o , tiene un carácter más bien
poemas del «ciego de Chíos» como una diosa ateniense, c u y a mo- j ó n i c o que lacedemonio, y podrían citarse innumerables usos y
rada habitual es el t e m p l o de la Acrópolis en A t e n a s , y la cual costumbres que los Dorios difundieron entre los demás pueblos
abandona el país de los F e a c i o s p a r a trasladarse á M a r a t ó n y á que habitaban la G r e c i a , y de los cuales no se halla vestigio al-
A t e n a s '). P o s e i d o n , es p a r a H o m e r o , sobre t o d o , el dios helico- guno en los poemas homéricos. Prescindiendo por último de los
n e o , esto e s , el protector d e la liga j ó n i c a , el dios en c u y o honor lugares que sirven de teatro á la Ilíada y á la Odisea, v e m o s que
los Jonios celebraban fiestas nacionales en el Peloponeso y en precisamente las noticias topográficas del poeta más claras y más
el A s i a Menor J ). E s a s i m i s m o m u y p r o b a b l e , que en la des- e x a c t a s , son las que se refieren á la Jonia septentrional y á la ve-
cripción del sacrificio ofrecido por N é s t o r á P o s e i d o n , el poeta c i n a M e o n i a , cu}-a pradera ásica, el río Caistro con sus cisnes, el
recordase los que los N é l i d a s , sus sucesores, solían dedicarle en l a g o g i g e o , el monte T m o l o *) y el Sipilo, en fin, con el A q u e -
su cualidad de reyes de los Jonios. E n t r e los héroes e n c o n t r a m o s loo 3 ), son para él evidentemente recuerdos de la juventud.
á A j a x , hijo de T e l a m ó n , á quien los D o r i o s de E g i n a y la m a y o r
Si pudiéramos seguir el pálido resplandor de estos indicios á
parte de los otros pueblos griegos consideraban como E á c i d a ,
t r a v é s de las densas tinieblas de los mitos antiguos, y si tratáse-
pariente de A q u í l e s , y el c u a l aparece en la Ilíada como salami-
mos de relacionar las conclusiones que probablemente habríamos
nio y pariente de M e n e s t e o , rey de A t e n a s , sin que se h a g a la
d e obtener con la historia de E s m i r n a , el resultado de nuestras
menor alusión á su p a r e n t e s c o con el hijo de P e l e o ; de todo lo
investigaciones s e r í a , sobre poco más ó menos, el siguiente:
c u a l lógicamente se d e d u c e que H o m e r o , como el logógrafo ate-
H o m e r o perteneció á una de las familias jónicas que emigra-
niense F e r é c i d e s 3 ) , le consideraba como un héroe de origen ate-
ron de E f e s o para trasladarse á E s m i r n a , en la época en que los
niense y salaminio. L a demostración minuciosa del origen helé-
Eolios y los A q u é o s formaban la m a y o r parte de la población de
nico del héroe licio G l a u c o en el célebre c o m b a t e que éste sostu-
aquella c i u d a d , y en que sus tradiciones hereditarias sobre la
v o con D i ó m e d e s {Ilíada 6 , 119 y ss.), adquiere más importancia,
g u e r r a de T r o y a despertaban el más v i v o interés. Merced á su
sin duda a l g u n a , cuando c o n ella e n l a z a m o s el recuerdo de los
genio poético, supo conciliar los caracteres opuestos de las dos
reyes jonios de la familia d e G l a u c o , de que antes h e m o s habla-
r a z a s , tratando un asunto aquéo con la gracia y el ingenio de un
do 4 ). P o r lo que h a c e á l a s instituciones políticas y á su deno-
j o n i o ; pero al expulsar más tarde E s m i r n a á los Jonios, privóse
minación, encuéntranse i g u a l m e n t e en H o m e r o vestigios nume-
d e su antigua celebridad poética, pues probablemente consecuen-
rosos de costumbres j ó n i c a s : a s í , por e j e m p l o , las Fratrías, de
c i a de esta expulsión fué el establecimiento de los H o m é r i d a s en
que se h a c e mención en la I l í a d a ( 2 , 362), no se encuentran m á s
l a isla de Chíos 4 ).
que en los E s t a d o s j ó n i c o s ; los Thetes, jornaleros, sin propiedad
territorial, son en H o m e r o los mismos que en la época de Solon Por otra p a r t e , ha de observarse que esta exposición, b a s a d a
existían en A t e n a s ; la p a l a b r a demos, que u n a s veces significa «lla- e n la historia de las colonias del Asia M e n o r , colocaría el naci-
nura» y otras «asamblea p o p u l a r » , es evidentemente una expre- miento de H o m e r o algunas generaciones después de la coloniza-
ción de los Jonios, con c u y a fecha están de perfecto acuerdo los

1) Odisea 7 , 80. V é a s e Ilíada 2 , 547. ') Leyes 3 , p. 680, c.


2) Ilíada 2 , 865. 20, 392.
4) Ilíada 8 , 203. 20, 404 c o n l o s escolios. Epigr. Hom. 7 (en el P s e u d o - H e r ó -
3) Ihada 24, 615. Infiérese de los escolios, que el Aqueloo homérico, es el
d o t o c. 1 7 ) .
3) a r r o y o A q u e l o o que c o r r e del Sipilon á E s m i r n a .
Apolodoro 3 , 12, 6. [ F r a g m . 15 de M ü l l e r . ]
*) * E s t a opinión ha sido c o m b a t i d a entre otros por Sengebusch en su críti-
*) V é a s e el comienzo del C a p . I V . P o r lo d e m á s , no nos hemos servido d e
c a de la Geschichte der Homerischen Poesie, de L a u e r en el Jahns Jahrb., v o l . 67.
pasajes sospechosos que p u d i e r o n ser interpolados en l a época d e Pisistrato.
c u a d . 3, 4 , 6 . , y especialmente en el c u a d . 4, p, 361 y 62. [ V é a s e Sengebusch,
S o b r e la tendencia ática que s e observa en la mitología d e H o m e r o , véase
dissert. homer. poster., p. 51 y ss.]
también el P s e u d o - H e r ó d o t o c . 28.
testimonios de la antigüedad más dignos de crédito. L o s cálculos serie de aventuras de un mismo héroe, sin que por esto llegara á
de Heródoto y de los cronólogos alejandrinos, ofrecen el mismo formarse j a m á s un poema c o m p l e t o , sino un conjunto de p o e m a s
r e s u l t a d o , pues el primero coloca á H o m e r o y á Hesiodo c u a t r o independientes entre s í , y el c u a l , por consiguiente, carecía de la
siglos antes de la época en que él floreció 1 ) , y los segundos ase- unidad en los caracteres y en la composición, que es lo que cons-
guran que existió cien años después de la emigración jónica y se- tituye la esencia de la v e r d a d e r a epopeya '). D e b i ó s e r , p u e s , un
senta antes de la publicación de las leyes de L i c u r g o a ). N o fal- hecho m u y nuevo y que debió producir una sensación extraordi-
t a n , sin e m b a r g o , escritores, aun de los más eruditos de la anti- naria , el de que un poeta escogiera de entre tan inmensa colec-
güedad , que opinen de 'muy diverso modo. ción de mitos, un asunto q u e , por sí m i s m o , é independientemen-
H o m e r o , p u e s , de quien por lo menos sabemos con seguridad te de sus conexiones con los demás del mismo c i c l o , ofreciese un
estos escasos detalles, dió el primer impulso á la poesía épica. interés bastante poderoso para satisfacer al espíritu, y se prestase
A n t e s de é l , la p o e s í a , como y a h e m o s tenido ocasión de v e r , se á un desarrollo tal que se pudiera hacer intervenir en él á los prin-
limitaba á celebrar en breves cantos aventuras ó h a z a ñ a s aisla- cipales héroes de todo un c i c l o , conservando c a d a uno de ellos
d a s ; pero la mitología heroica había allanado el camino á los su carácter i n d i v i d u a l , sin que por esto el héroe principal ó la
poetas a g r u p a n d o los hechos y las proezas de los héroes m á s principal acción del poema quedaran oscurecidos y eclipsados.
ilustres, y dando por ende á estas agrupaciones u n a coherencia D o s asuntos de tan grande extensión y de tanto interés, en-
natural y una idea fundamental común. U n a v e z conocidos los contró H o m e r o en la ira de Aquíles y en el regreso de Ulíses.
caracteres generales y los puntos más culminantes de estos ciclos E l primero de estos asuntos es un acontecimiento que no de-
de tradiciones y de l e y e n d a s , el poeta podía relatar un episodio, bió ser m u y anterior á la total destrucción de T r o y a , puesto que
y a de la v i d a de H e r a c l e s , y a de la de cualquiera de los siete fué causa de la muerte de H é c t o r , defensor de aquella c i u d a d .
reyes que destruyeron á la famosa T e b a s , y a de la de un héroe Indudablemente una antigua leyenda y a m u y conocida en la épo-
cualquiera de la guerra de T r o y a , en la seguridad de que el audi- c a de H o m e r o , c o n t a b a cómo H é c t o r había muerto á manos de
torio comprendería la tendencia ó fin principal de s u c a n t o , á sa- Aquíles por haber m a t a d o aquél á P a t r o c l o , y cómo el hijo de T h é -
ber: en el primer c a s o , la apoteosis de H e r a c l e s ; y la f a t a l des- tis no había acudido en socorro de su mejor a m i g o , p o r q u e , irri-
trucción de T e b a s y de T r o y a , en los dos'*últimos. D u r a n t e mu- t a d o contra los G r i e g o s que le habían inferido una ofensa cruel,
cho t i e m p o , los rápsodas contentáronse, sin duda a l g u n a , con ce- habíase n e g a d o á t o m a r parte en el combate. E l c a m b i o que se
lebrar en poemas c o r t o s , hechos aislados de la tradición heróica, opera en el corazón de A q u í l e s y que le trueca de enemigo de los
como hicieron más tarde varios poetas de la escuela de Hesiodo; G r i e g o s en enemigo de los T r o y a n o s , e s el que el poeta escoge
de tal m a n e r a , que podía coleccionarse en estos cantos toda la como punto más culminante de su p o e m a , el momento decisivo
de la a c c i ó n : pues así como por una p a r t e , el c a m b i o completo y
repentino en la suerte d é l a s a r m a s , que es el resultado de a q u e l l a
1) H e r ó d o t o 2 , 53. trasformación, hace resaltar la g r a n d e z a de A q u í l e s , por otra, la
5) Apolodoro, F r a g m . , vol. 1, p. 410, edic. H e y n e . [ F r a g m . 74 d e Müller. E n el
metamorfosis de un carácter tan firme y tan resuelto no podía
libro 6.0 de la v i d a de H o m e r o en W e s t e r m a n n , p. 3 1 , 1 3 , se dice que E r a t ó s -
dejar de impresionar profundamente el ánimo del auditorio. A l
tenes asegura que el poeta floreció 100 años después de la emigración J ó n i c a , y
Apolodoro que 80. M u c h o menos puede fijarse c u á n t o tiempo después de la adoptar este momento como el principal de la a c c i ó n , hacíanse
guerra de T r o y a c o m p u s o H o m e r o sus poesías. E n g e n e r a l , según la impresión de todo punto necesarios una preparación l a r g a y un desarrollo
que los mismos p o e m a s p r o d u c e n , puede asegurarse que fué en un período lento, debiéndose relatar no sólo la c a u s a de la ira de A q u í l e s ,
m u y posterior al que ordinariamente se creía en la a n t i g ü e d a d . V é a s e sobre
estos datos cronológicos á S e n g e b u s c h , dissert. homer. poster., p. 85-86. Según su
ingeniosa interpretación, la d i v e r s i d a d de las noticias sobre el nacimiento d e
«) [De esta unidad h a b l a Aristóteles en su Poética c. 8, donde presenta c o m o
H o m e r o , en distintos lugares y en diferentes é p o c a s , indica e l diverso origen
ejemplos de aquel defecto á los H e r a c l e i d a s y Teseidas, defecto que consiste en
y florecimiento de la poesía épica en diferentes c o m a r c a s del A s i a M e n o r y d e
confundir la unidad de a c c i ó n con la unidad de persona.]
las islas.]
sino también las deplorables c o n s e c u e n c i a s que para los G r i e g o s g o s , depone de repente su hostilidad contra éstos, sintiéndose
t u v o ; a d e m á s , la necesidad de p o n e r de manifiesto las insuficien- a n i m a d o por pasiones completamente contrarias. D e este modo,
tes fuerzas de los demás h é r o e s suministraba ocasión al poeta la glorificación del hijo de T h é t i s v a unida con la acción casi im-
para p a s a r , por decirlo así, r e v i s t a á sus imponentes figuras. E n perceptible del destino que los G r i e g o s creían ver en todas l a s
la disposición de esta parte p r e p a r a t o r i a , y en la manera cómo la cosas h u m a n a s .
enlaza con la catástrofe p r i n c i p a l , es donde el poeta demuestra, T o d o esto basta para probar que la glorificación de A q u í l e s ,
especialmente, que conoce los s e c r e t o s íntimos de la composición ante quien deben inclinarse todos los demás héroes g r i e g o s , y que
poética; así como el arte con q u e sabe retardar el desenlace y ve- es el único c a p a z de vencer á los T r o y a n o s , no es el fin exclusi-
lar el plan del poema '), a c u s a una madurez de ingenio poético v o y último que se propone el autor de la Ilíada. E n general, la
que admira y confunde, si se t i e n e en c u e n t a la remota época en poesía griega no se h a mostrado nunca muy propicia á las apo-
que la obra fué compuesta. D e s p u é s de haber vencido numero- teosis de un solo individuo, aunque éste fuera el más grande de los
sos obstáculos, el poeta, en r e a l i d a d , no persigue más que un fin: héroes. A p a r t e e s t o , h a y en el carácter de Aquíles rasgos que no
el de aumentar continuamente l a s calamidades que afligen á los permiten suponer que el poeta h a y a querido hacerle único objeto
G r i e g o s por la injuria inferida á A q u í l e s ; así es que desde el prin- de toda nuestra s i m p a t í a , pues que presenta al héroe, inmodera-
cipio (litada i , 503 y ss.) pone e n boca de Z e u s el anuncio de la do, ardiendo en deseos de alcanzar lo sobrenatural y sobrehuma-
v e n g a n z a y glorificación del h i j o de T h é t i s . E s evidente también, n o , pasando de repente de un extremo de una pasión al e x t r e m o
que al mismo tiempo trata de inculcar en el a l m a del auditorio, o p u e s t o , c a m b i a n d o el inexorable odio que profesaba á los Grie-
el d e s e o , siempre creciente, n o sólo de ver á los G r i e g o s salvados g o s , por el dolor desesperado que le causa la muerte de P a t r o c l o ,
de una ruina c o m p l e t a , sino t a m b i é n de ver humillados el intole- y este doloT, por una cólera ciega contra H é c t o r ; y , sin embargo,
rable rencor y la indomable s o b e r b i a de Aquíles. E l poeta logra no puede negarse que Aquíles es el primer carácter de la Ilíada,
a m b o s fines con el c u m p l i m i e n t o del secreto designio de Zeus, que el el más grande y el más s u b l i m e ; h a y , independientemente de su
dios sólo confía á H e r a , y a m e d i a d o el poema 2 ) y que oculta á valor heroico que eclipsa el de los otros h é r o e s , algo de divino
T h é t i s y á su hijo Aquíles, quien de seguro habría olvidado su in- en la elevación de su alma. C u a n d o se recuerda la melancolía
quina contra los A q u é o s , si lo h u b i e r a conocido. E s t i m u l a d o lue- q u e , á pesar de su indomable valor se apodera de H é c t o r , y que
g o por la pérdida de su m e j o r a m i g o , al cual había e n v i a d o á no le deja y le a c o m p a ñ a á la pelea como sombrío presagio de su
combatir en interés de sn propia gloria 3 ) y no por salvar á los Grie- adversa suerte, ¡qué grande y elevada parece el a l m a de Aquíles,
quien conociendo la prematura muerte que le a g u a r d a , sabiendo
que h a de morir cuando H é c t o r muera '), ni un solo instante va-
cila antes de dar comienzo al c o m b a t e , ni nada viene á alterar su
' ) [Al intentar exponer un plan d e la I l í a d a , debe tenerse principalmente
en cuenta el pasaje 2, 40. V é a s e a d e m á s lo que O . Müller en su artículo sobre
c a l m a después de la lucha! E n los funerales y en su entrevista con
l a o b r a de K . L a c h m a n n , Vorlesung i'tber die ersten zelui Bhcher der Ilias, Berlín, P r i a m o , escena sin rival en toda la poesía a n t i g u a , es d o n d e , so-
1838, dice en contra d e la teoría e x p u e s t a p o r este autor sobre los cantos. Kl. bre t o d o , aparece Aquíles en toda su g r a n d e z a : el odio de raza,
Schriften, vol. 1 , p. 560 y ss.] la ambición p e r s o n a l , todas las pasiones b á r b a r a s , en fin, ceden
2) T h é t i s no h a b í a dicho nada á A q u í l e s d e la muerte d e P a t r o c l o (Ilíada
el p u e s t o , lo mismo en los héroes que en el auditorio, á los senti-
1 7 , 4 x 1 ) , porque ella misma la i g n o r a b a (Ilíada 18, 63). Z e u s oculta d e igual
mientos más dulces y más humanos. E l proceso de purificación
suerte sus propósitos á H e r a y á los d e m á s dioses, no obstante el pesar que á es-
tos producen las derrotas de los A q u é o s ; tampoco los revela á H e r a sino después por el c u a l v a pasando gradualmente el carácter de Aquíles y que
de su sueño en el monte I d a (Ilíada 1 5 , 65). L o s antiguos reputaron a p ó c r i f o s
los versos (Ilíada 8 , 475-476) pero sin h a c e r mención alguna del argumento de
m á s peso que alegaban en contra d e s u autenticidad. V é a s e Schol. Venet. A .
t e , y de que únicamente ellos dos, Aquíles y Patroclo, escalen los muros de
3) Homero no desea que la a p a r i c i ó n de P a t r o c l o sea considerada c o m o
T r o y a (Ilíada 16, 97).
p r u e b a de que A q u í l e s c o m i e n z a á d e p o n e r su i r a , porque en aquel mismo
») Ilíada 18, 95. 19, 417.
instante expresa este héroe el deseo d e q u e ni un solo griego se libre de la muer-
limpia de toda m a n c h a la parte divina de su naturaleza, es lo popular se p r o p a g a por la tradición o r a l , las mejores ideas de los
que constituye el pensamiento dominante del p o e m a ; y la m a n e r a poetas del pasado son consideradas como patrimonio c o m ú n , y
cómo este proceso se comunica á la mente del auditorio, domina- se las da una v i d a n u e v a , fundiéndolas con otros nuevos mate-
d o por el interés del a s u n t o , hace de la Ilíada uno de los cantos riales '). .
más hermosos y más perfectos que j a m á s produjo ingenio poético A u n q u e , merced á este procedimiento, se han deslizado en el
alguno. poema elementos que no parecen estar muy de acuerdo con su
Suprimir una parte esencial de este conjunto de h e c h o s , de asunto p r i n c i p a l , y que e n c a j a b a n , sin d u d a , mejor en un relato
circunstancias y de sentimientos diversos, por considerarla inne- más antiguo de la guerra de T r o y a ; y aunque por este medio un
c e s a r i a , equivaldría á separar los miembros de un organismo vi- poema sobre la ira de Aquíles se h a convertido en una Ilíada, como
vo , c u y o s miembros perderían, así como el cuerpo t o d o , su vita- con razón se le l l a m a , fuerza es convenir en que esta trasforma-
lidad propia; esto e s : que así como la v i d a no reside en una sola ción se justifica plenamente considerando la manera cómo, siguien-
parte del c u e r p o , sino en el conjunto de ciertos sistemas y miem- do sin duda las tradiciones en su época predominantes, h a com-
bros, así también la unidad de la Ilíada estriba en la combinación prendido y presentado el poeta la situación respectiva de l a s na-
de ciertas partes. N i la importante introducción que describe l a s ciones beligerantes, así como su sistema de hacer la guerra, hasta
derrotas de los G r i e g o s hasta el incendio de la n a v e de Protesi- la separación de A q u í l e s del resto del ejército. A u n q u e las tradi-
l a o , ni el cambio en los acontecimientos ocasionado por la muer- ciones hubieran ido poco á p o c o empobreciéndose desde los tiem-
te de P a t r o c l o , ni el aplacamiento de la cólera de A q u í l e s , ningu- pos de H o m e r o , los acontecimientos principales vivían aún en la
n a de estas circunstancias, en fin , podía omitirse, una vez que el memoria de los poetas cíclicos y de los posteriores, los cuales nos
germen productor de tal poema había arraigado y comenzado á dicen que desde el momento en que los G r i e g o s d e s e m b a r c a n , y
desarrollarse en el a l m a de Homero. N o p u e d e , sin embargo, ne- en que Héctor, muerto Protesilao, es puesto en f u g a por A q u í l e s ,
g a r s e que la I l í a d a , en su forma a c t u a l , rebasa los límites del hasta el instante en que este héroe se aleja del c o m b a t e , los T r o -
plan primitivo, y que la introducción, sobre todo, que refiere las y a n o s no hacen tentativa alguna para expulsar á los G r i e g o s de
tentativas de los otros héroes para reemplazar á Aquíles repa- ¿u territorio. E s t o s últimos, mientras que T r o y a oponía á sus
rando los daños que á los G r i e g o s ocasionaba la ausencia del hé- ataques fuerte resistencia, mandados por A q u í l e s , asolaron l a s
roe , es demasiado larga. A h o r a b i e n ; la hipótesis de que han sido ciudades é islas v e c i n a s , entre las cuales H o m e r o menciona es-
posteriormente intercalados en la Ilíada p a s a j e s importantes, pue- pecialmente á P e d a s o , ciudad de los L é l e g o s , la ciliciana T e b a s ,
de aplicarse con más probabilidades de acierto á los primeros li- a l pie del monte P l a c o , la vecina ciudad de Lirneso y las islas de
b r o s , que á los últimos, en los c u a l e s , no o b s t a n t e , han creído L e s b o s y de T é n e d o s *). L a idea que el poeta se formaba del es-
encontrar más vestigios de interpolaciones algunos críticos mo-
dernos. D o s c a u s a s principales parecen haber determinado esta M [ E s t a a c e r t a d a o b s e r v a c i ó n no es sólo a p l i c a b l e á l a p o e s í a p o p u l a r si-
extensión e x c e s i v a — s é a n o s lícito llevar t a n lejos las h i p ó t e s i s — n o q u e t a m b i é n lo e s , e n c i e r t o m o d o , á l a l i t e r a t u r a g r i e g a . I m p e r a e n e l l a
ejerciendo poderosísimo influjo en el ánimo de H o m e r o , y más e n t r e las d i v e r s a s o b r a s del m i s m o g é n e r o , u n a r e l a c i ó n d e d e p e n d e n c i a t a l , q u e
e n o c a s i o n e s , se m a n i f i e s t a , e n l a t r a s c r i p c i ó n p u r a y s i m p l e d e p a r t e s e n t e r a s
aún en el de sus sucesores los Homéridas. E n primer l u g a r , es
d e o b r a s a n t e r i o r e s . E s t o se d e s i g n a b a c o n el t é r m i n o e s p e c i a l d e u p a r o n » ; « ? ,
evidente que de antiguo dominó la idea de completar la obra,
q u e s i g n i f i c a a l g o m á s q u e m e r a i m i t a c i ó n . A s í se e x p l i c a n l a s a c u s a c i o n e s d e
dando c a b i d a en ella á todos los acontecimientos y descripciones p l a g i o tan f r e c u e n t e s e n l a a n t i g ü e d a d y á q u e ni s i q u i e r a se h a n s u s t r a í d o , por
que solo podían tener interés en un poema que tratase de toda la- e j e m p l o , ni l o s m i s m o s D i á l o g o s d e P l a t ó n . ] _
guerra. E s m u y probable además que á este fin fueran utilizados s) E l por q u é l o s T r o y a n o s n o a t a c a r o n á los G r i e g o s m i e n t r a s q u e A q u í l e s
e s t a b a o c u p a d o en s u s e x p e d i c i o n e s m a r í t i m a s , solo p u e d e c o n t e s t a r s e c o n l a
muchos cantos antiguos cuyos asuntos fuesen diversos episodios
h i s t o r i a y no c o n l a t r a d i c i ó n l e g e n d a r i a . N o e s m e n o s e x t r a ñ o q u e H o m e r o n o
aislados de la guerra de T r o y a y cuyos más hermosos pasajes fue-
c o n o z c a á ningún h é r ó e a q u é o q u e h u b i e r a m u e r t o e n l a b a t a l l a c o n los T r o y a -
ran trasladados al nuevo p o e m a ; puesto que allí donde la poesía n o s d e s p u é s d e P r o t e s i l a o y a n t e s d e c o m e n z a r los a c o n t e c i m i e n t o s n a r r a d o s e n
tado de ia lucha en el m o m e n t o á que aludimos, se revela cla-
este acontecimiento inmediatamente después del desembarco ').
ramente en diversos pasajes. L o s T r o y a n o s , por e j e m p l o , no se
L a tendencia á comprenderlo todo en los límites del p o e m a , se
aventuraban á salir de detrás de los muros de la c i u d a d , mien-
revela también en el hecho de que muchos detalles en él conte-
tras que Aquíles tomase una parte activa en la g u e r r a , y a u n
nidos , son evidentemente imitación de otros por completo ajenos
cuando H é c t o r ardía en deseos de intentar una s a l i d a , conte-
al asunto de la Ilíada. L a herida en el talón 3 ) , por e j e m p l o , que
níanle el temor general y la pusilanimidad de los ancianos '). E s -
P a r i s infiere á D i ó m e d e s , está tomada de la relación de la muer-
ta idea que indudablemente tenía el poeta del aspecto de la gue-
te de A q u í l e s , que á su v e z proporciona las líneas generales de los
rra , explica perfectamente el por qué dió c a b i d a en la Ilíada á
últimos momentos de P a t r o c l o , puesto que una divinidad y un
acontecimientos que deberían m á s bien colocarse en los comienzos
m o r t a l , s o n , en uno y otro c a s o , los que ejecutan los fallos del
del sitio. A s í , por consejo de N é s t o r , los G r i e g o s se forman p o r
Destino 3 ).
pueblos y por fratrías, lo que d a al poeta pretexto para e n u m e r a r
las diversas tribus y para insertar el catálogo de las n a v e s , con- L a segunda causa que h a influido en la desmesurada exten-
tenido en el segundo l i b r o , t o d o lo cual nos da á conocer la orga- sión de la introducción á la I l í a d a , la cual retarda indefinidamente
nización general del e j é r c i t o ; mientras que H e l e n a y P r i a m o , la acción principal, hemos de buscarla en la lucha que en el al-
contemplando á los G r i e g o s d e s d e lo alto de los muros de T r o y a m a del poeta libraban el plan de su obra y su patriotismo. A l
en el libro tercero, y A g a m e m n o n pasando revista á las t r o p a s leer detenidamente el p o e m a , salta á primera vista que, querien-
en el c u a r t o , nos dan noticia d e l carácter individual de cada uno do hacer resaltar los desastres y las calamidades que los G r i e g o s
de los principales héroes. A l llegar á este p u n t o , el poeta h a c e sufrieron por efecto del retraimiento de A q u í l e s , el a u t o r , se v e ,
surgir en la mente de los G r i e g o s y de los T r o y a n o s una idea por decirlo así, detenido en su m a r c h a hacia este fin, por el de-
que habría debido ocurrírseles en los nueve primeros años de la seo m u y natural de v e n g a r la muerte de cada g r i e g o , con la de
l u c h a ; no cuando los G r i e g o s , dirigidos por A q u í l e s , y confiados un t r o y a n o más ilustre y de avalorar la gloria de los numerosos
en su superioridad, habían d e mirar los tratados como indig- héroes aquéos, haciendo p e r e c e r á m a y o r número de T r o y a n o s
nos de ellos: me refiero á la i d e a de que decidiera del resultado aún en las batallas en que los G r i e g o s eran vencidos. A u n q u e ad-
de la g u e r r a , un combate s i n g u l a r entre los dos personajes que mitiéramos q u e , viviendo entre los descendientes de los héroes
habían sido sus p r o m o v e d o r e s ; proyecto que no se llevó á c a b o , a q u é o s , tuvo á su disposición más tradiciones sobre las h a z a ñ a s
gracias á la cobarde f u g a de P a r i s y á la deslealtad de P a n d a r o . de éstos que sobre las de los héroes troyanos, h a y otra razón que
Más t a r d e , cuando después de s u primer encuentro con los T r o y a / explica muy á las claras la m a r c a d a preferencia que siempre
n o s , se convencen de que éstos son bastante fuertes para hacerles otorga á las tradiciones a q u é a s : aludo al propósito manifiesto
frente en c a m p o a b i e r t o , los G r i e g o s levantan un muro de defen-
sa delante de sus n a v e s ; y el olvido en que en esta ocasión in- 1) T u c í d i d e s i , x i . L a tentativa del escoliasta de resolver la d i f i c u l t a d , su-
curren de hacer sacrificios en honor de los dioses, es una razón poniendo la existencia de una muralla g r a n d e y de otra p e q u e ñ a , es perfecta-
que se aduce para que el éxito no corone sus intentos. E s t e pasa- mente pueril. [ C o n razón observa S a u p p e , que T u c í d i d e s no tomó las noticias
je pareció y a á Tucídides tan p o c o conciliable con la probabilidad que nos c o m u n i c a , de H o m e r o ; pues también dice que los A q u é o s cultivaron
histórica, q u e , sin dar crédito al testimonió de H o m e r o , colocó e l c a m p o delante de T r o y a , de lo c u a l no h a b l a Homero. P a r e c e , sin e m b a r -
g o , m á s razonable el j u i c i o de Aristóteles, que consideraba las fortificaciones
p u r a invención poética. V é a s e en E s t r a b o n 13, p. 598 y en E u s t a c i o s o b r e la
Ilíada 7 , 440. L a opinión de O. Müller h a sido c o m b a t i d a p o r G r o t e , Gesch.
Griech, vol. 2, p. 252 n o t a , y por L . F r i e d l á n d e r en su Homerische Kritik von
la Ilíada. V é a s e especialmente la Odisea 3 , 105-106. T a m p o c o menciona ningún Wolf bis Grote, B e r l í n , 1853, los cuales consideran la Ilíada c o m o u n a A q u i l e i -
héroe t r o y a n o muerto en el combate. E n e a s y L i c a o n son sorprendidos en ocu- da extensa.]
paciones pacíficas (litada 2 1 , 34) y' l o mismo puede suponerse respecto de Nés- !) litada 1 1 , 377.
tor y de T r o i l o , litada 24, 257. 3) Ilíada 19, 417. 22, 359. E r a destino de A q u i l e s : fisíj x a : avlpt 6a-
') Ilíada 5 , 788. 9 , 352. 15, 721. [i^va;.
del p o e t a de d a r á su o b r a un c a r á c t e r n a c i o n a l . E n e f e c t o , e s
m e n t e a d m i t i e n d o que l a e s c e n a entre D i ó m e d e s y G l a u c o fué
d e m a s i a d o b r e v e el r e l a t o de la b a t a l l a del s e g u n d o d í a , en el li-
i n t e r p o l a d a por un h o m é r i d a d e C h í o s , en h o n o r t a l v e z , de al-
bro o c t a v o , d o n d e los h e c h o s , b a j o la i n s p e c c i ó n d e Z e u s , v a n
g ú n d e s c e n d i e n t e de G l a u c o 4 ). P o r lo que h a c e á l a s e s c e n a s
por c a m i n o r e c t o , y en el cual el p o e t a se v e o b l i g a d o á confe-
nocturnas del libro décimo 5), h á s e c o n s e r v a d o un t e x t o , s e g ú n
s a r la derrota de los G r i e g o s , que por o t r a p a r t e c o m p e n s a c o n
e l c u a l f o r m a b a n , en un p r i n c i p i o , un p o e m a a p a r t e q u e Pisis-
las g r a n d e s p é r d i d a s que h a c e s u f r i r á los T r o y a n o s , si se la c o m -
t r a t o h i z o a g r e g a r á la I l í a d a 3 ) . F ú n d a s e esta a s e v e r a c i ó n , e n ' e l
p a r a c o n la del p r i m e r d í a , en que p r e s c i n d i e n d o de t o d a o t r a co-
h e c h o de q u e ni en los libros anteriores ni e n los posteriores á és-
sa, refiere m i n u c i o s a m e n t e las h a z a ñ a s de D i ó m e d e s , n a r r a c i ó n
t e , se e n c u e n t r a alusión a l g u n a á los h e c h o s que m e n c i o n a , ni
l a r g u í s i m a q u e o c u p a c i n c o libros, d e s d e el s e g u n d o al s é t i m o , y
u n a sola p a l a b r a que r e c u e r d e l a l l e g a d a de R e s o al c a m p a m e n -
e n la c u a l Z e u s a p a r e c e c o m o h a b i e n d o o l v i d a d o por c o m p l e t o
t o t r o y a n o , ni el r o b o de s u s c a b a l l o s por U l í s e s y por D i ó m e d e s ;
su d e t e r m i n a c i ó n y la p r o m e s a que á T h é t i s h a b í a h e c h o . L a s ha-
d e m o d o que p o d r í a omitirse este libro entero sin q u e e n el poe-
z a ñ a s de D i ó m e d e s ') g u a r d a n estrecha r e l a c i ó n , es v e r d a d , c o n
m a q u e d a s e un v a c í o sensible. E s , sin e m b a r g o , c l a r o , q u e di-
la v i o l a c i ó n del a r m i s t i c i o , p u e s t o q u e l a m u e r t e de P a n d a r o , ne-
c h o libro d é c i m o fué c o m p u e s t o e x p r e s a m e n t e p a r a o c u p a r el lu-
c e s a r i a é i n e v i t a b l e c o m o j u s t o c a s t i g o de su t r a i c i ó n , es o b r a d e
g a r en q u e se h a l l a c o l o c a d o , p a r a c o m p l e t a r l a s a v e n t u r a s d e l
T h é t i s 2 ) ; p e r o el p o e t a a u m e n t a c o n s i d e r a b l e m e n t e esta r e l a c i ó n ,
r e s t o de a q u e l l a n o c h e , y p a r a a ñ a d i r u n a n u e v a p r o e z a á l a s de
c o n los c o m b a t e s c o n los dioses, que c a r a c t e r i z a n el mito d e D i ó -
los héroes g r i e g o s ; p u e s t o q u e ni por sí solo e r a u n a o b r a c o m -
m e d e s 3 ) . R e s u l t a n , s o b r e todo e n e s t a p a r t e del p o e m a , l i g e r a s
p l e t a , ni p o d í a f o r m a r p a r t e de n i n g ú n otro p o e m a .
c o n t r a d i c c i o n e s e n t r e c i e r t o s p a s a j e s , y á v e c e s t a m b i é n interrup-
c i o n e s en el hilo de la narración. T a l e s s o n , entre o t r a s , l a s opi- L a n a t u r a l e z a del a s u n t o e x p l i c a p e r f e c t a m e n t e por qué l a
niones c o n t r a d i c t o r i a s e m i t i d a s por D i ó m e d e s y por su c o n s e j e r a p r i m e r a p a r t e de la I l í a d a h a s t a el c o m b a t e de l a s n a v e s , tiene,
A t h e n e , sobre si es ó n o lícito l u c h a r c o n los dioses 4 ) , y l a con- e n c o m p a r a c i ó n c o n el resto del p o e m a , un c a r á c t e r m á s alegre,
t r a d i c c i ó n , q u e y a los antiguos h a b í a n n o t a d o , r e s p e c t o de la m i e n t r a s q u e la s e g u n d a m i t a d del m i s m o l l e v a un sello g r a v e y
coraza de Diómedes 5) la c u a l , d e s p u é s de t o d o , se e x p l i c a fácil- t r á g i c o q u e se r e v e l a h a s t a en l a s e x p r e s i o n e s en ella e m p l e a d a s .
L o s m a l o s t r a t a m i e n t o s q u e sufre T e r s i t e s , l a c o b a r d e h u i d a de
P a r i s , q u e se r e f u g i a e n los b r a z o s de H e l e n a , la n e c i a creduli-
' ) Atoar,Soy? áptiTEta.
s) litada 5 , 290. H o m e r o n o h a c e en esta o c a s i ó n , la o b s e r v a c i ó n q u e e s d e
d a d de P a n d a r o , los c l a m o r e s de A r e s y l a s l á g r i m a s de A p h r o d i -
e s p e r a r , s i n o q u e s i g u i e n d o su c o s t u m b r e h a c e d e r i v a r el e f e c t o moral d e l s i m - te, h e r i d a por D i ó m e d e s , s o n , en los p r i m e r o s libros de l a I l í a d a ,
p l e e n c a d e n a m i e n t o d e l o s h e c h o s , sin i n d i c a c i ó n a l g u n a d e su p a r t e . o t r o s t a n t o s episodios a l e g r e s y d i v e r t i d o s q u e en v a n o se b u s c a -
3) D i ó m e d e s , según l a t r a d i c i ó n a r g i v a s o b r e P a l a s , e s t a b a e s t r e c h a m e n t e rían en los ú l t i m o s . L a fisonomía del a n t i g u o a e d a , de alegre e x -
u n i d o á e s t a d i v i n i d a d , e r a su escudero y el p r o t e c t o r del P a l a d i u m . P o r esta
presión al p r i n c i p i o , y q u e á v e c e s se v e a n i m a d a por u n a s o n n -
r a z ó n H o m e r o le p r e s e n t a m á s en c o n t a c t o q u e á los d e m á s h é r o e s , con los
d i o s e s olimpicos. P a l a s d i r i g e su c a r r o y le d a v a l o r p a r a h a c e r f r e n t e en el
c o m b a t e á A r e s , á A p h r o d i t e y al m i s m o A p o l o . E s d i g n o , s o b r e t o d o , d e tener- c e , si s u p r i m i m o s el verso 579 del libro 5.° y c o n s e r v a m o s el 658 d e l 13. [ A r i s t ó -
se en c u e n t a q u e D i ó m e d e s n o l u c h a n u n c a c o n H é c t o r , sino con A r e s q u e h a - f a n e s d e B i z a n c i o , q u i s o , p o r el c o n t r a r i o , s u p r i m i r los v e r s o s 658 y 659 del 13.]
c e á H é c t o r victorioso. D e e s c a s í s i m a i m p o r t a n c i a e s , en m i c o n c e p t o , el o l v i d o d e e n v i a r u n m e n s a j e
4) litada 5 , 130, 434, 827. 6 , 128. [ N u t z h o r n en su Entstehungsweise der Ho- á A q u í l e s , q u e suele e c h a r s e en c a r a á P a t r o c l o , Ilíada 1 1 , 839. 1 5 . 390- ¿ N o p o -
merischen Gedichte, L e i p z i g , 1869, p . 198 o b s e r v a lo s i g u i e n t e : « C i e r t o que en la día Patroclo haber enriado un mensajero á Aquíles para darle cuenta de cuan-
Iliada 5 , 130 e x h o r t a A t h e n e á D i ó m e d e s , á no l u c h a r c o n sus solas fuerzas, con t o éste d e s e a b a s a b e r ? q u e P o l i d a m a s n o siga el consejo q u e él m i s m o d a a
n i n g u n a o t r a d e i d a d m á s q u e c o n A p h r o d i t e y c u a n d o D i ó m e d e s V . 434, o l v i d a H é c t o r (Ilíada 1 2 , 7 5- . 3 5 4 . 447- 1 6 . 3 6 7 ) . P u e d e hallar e x c u S a e n la natU "
un m o m e n t o esta a d v e r t e n c i a c o n respecto á A p o l o , se arrepiente m u y l u e g o V . r a l d e b i l i d a d d e los h o m b r e s .
443 , y en el V . 827 n o l u c h a p o r sí s o l o ; A t h e n e le p r e s t a su a u x i l i o , y c o n su 1) V é a s e el c o m i e n z o del C a p . I V .
b r a z o v i g o r o s o d a d i r e c c i ó n á la e s p a d a d e l h é r o e y a c r e c i e n t a l a f u e r z a d e l s ) Nu*TEYEpaía y Ao).o)veía. ...
golpe.»] 3) Schol. Venet, & la Ilíada 1 0 , x. E u s t a c i o , p. 785. 41 edic- R o m - 'Este llbro '
5) litada 6 , 230. 8, 194. L a c o n t r a d i c c i ó n referente á P i l e m e n e s , d e s a p a r e - s i n e m b a r g o , se a t r i b u y e t a m b i é n e x p r e s a m e n t e á H o m e r o . ]
sa irónica, toma poco á poco una expresión trágica y apasiona-
todas las leyes de la verosimilitud, puede creerse que el poeta
d a '). A u n q u e este contraste se e x p l i c a perfectamente si se tiene
presentara á A g a m e m n o n como c a p a z de repetir seriamente una
en cuenta cuál era el plan primitivo de la obra, p u e d e , sin em-
q u e j a que él mismo a c a b a b a de inventar, sin echar de v e r la con-
bargo , dudarse de si el principio del segundo libro, en que este
tradicción flagrante que aparece entre ésta y su anterior opinión.
tinte jovial y alegre es más m a r c a d o que en ningún otro l u g a r
E s , p u e s , e v i d e n t e , que el pasaje serio y más breve no trae su
del p o e m a , emana realmente de H o m e r o , ó s i , por el contrario,
origen del más cómico y más l a r g o , sino que éste e s , por el con-
como es más verosímil, es obra de algún homérida de la época
trario , una parodia de aquél compuesta por algún homérida pos-
siguiente. Z e u s se p r o p o n e , en la parte mencionada de la epope-
terior é intercalada en el texto en reemplazo de una descripción
y a , engañar á A g a m e m n o n inspirándole en sueños ánimo p a r a
original más concisa del a r m a m e n t o de los Griegos.
entrar en b a t a l l a ; luego A g a m e m n o n trata de inducir t a m b i é n
°Pero ninguna parte de la Ilíada ofrece contradicciones tan
á engaño á los A q u é o s , persuadiéndolos de que está decidido á
manifiestas con el resto del p o e m a , como el catálogo de las naves
volver á su p a t r i a , mientras que a r d e en deseos de comenzar el
y a mencionado. Y a muchos de sus pasajes despertaron las du-
combate y abriga la esperanza de v e n c e r ; los Griegos, sin e m b a r -
d a s de los antiguos críticos, c o m o , por e j e m p l o , la reunión de
g o , á quienes sólo quiso poner á p r u e b a á fin de animarlos á q u e
l a s n a v e s de A t e n a s con las de A j a x , evidentemente intercalada
comenzasen la l u c h a , burlan de n u e v o su espectación, mostrán-
para favorecer á las familias atenienses de los E u n s á c i d a s y F i -
dose m u y gozosos de retirarse y de d e j a r contra la voluntad d e l
l a i d a s , que se decían descendientes de A j a x ; y la derrota de los
Destino incólume á T r o y a ; lo c u a l habrían hecho á no h a b e r l o
Panhelenos, v e n c i d o s , contra la invariable costumbre de H o m e r o ,
impedido Ulíses que les detiene obedeciendo á una inspiración
e n el manejo de la lanza por A j a x el locrio. P e r o son aún mas
divina. Materiales son estos, como se v e , más á propósito p a r a
importantes las contradicciones histórico-legendarias que existen
una comedia mitológica., matizada de d e l i c a d a ironía y de una intri-
e n t r e el catálogo y la I l í a d a : Meges, hijo de F i l e o y rey de Duli-
g a encantadora, en la cual desempeñaría el papel principal A g a -
c h i o n según el c a t á l o g o , es en la Ilíada ') rey de los E p e o s y ha-
memnon , á un mismo tiempo e n g a ñ a d o r y e n g a ñ a d o , porque cre-
bita en Elis. E l catálogo sigue en este punto la tradición gene-
yendo inventar una mentira ingeniosa, pronuncia, sin sospechar-
ralmente admitida en aquella época y aún en épocas posterio-
lo , una verdad a m a r g a cuando dice que «Zeus le h a j u g a d o u n a
res *), según la cual F i l e o , padre de M e g e s , había abandonado
mala pasada» 3 ). P e r o es imposible que esta comedia que o c u p a
su patria á consecuencia de una reyerta que tuvo con su herma-
más de la mitad del segundo libro, entrase desde luego en el pri-
no A u g e a s ; Medon, hijo natural de O i l e o , que aparece en el cata-
mitivo plan de la I l í a d a , porque A g a m e m n o n , quejándose d o s
l o g o como jefe de las tropas de F i l o c t e t e s , que venían de Me-
días después á los G r i e g o s de h a b e r sido engañado por Z e u s en
t o n a , se c o n v i e r t e , por el contrario, en la I l í a d a , en jefe de los
sus presentimientos de v i c t o r i a , e m p l e a en serio las mismas pala-
F t i o s 3 ) , habitantes de F i l a c e , los cuales en el c a t á l o g o , son un
bras de que él mismo se había s e r v i d o cuando á su v e z t r a t a b a
pueblo completamente distinto, capitaneado por P o d a r c e s en lu-
de engañar á aquellos 3 ) ; en efecto, sólo haciendo c a s o omiso de
g a r de Protesilao. A n t e tan palpables y manifiestas contradic-
c i o n e s , h a de concederse también importancia no escasa a otros
d e t a l l e s que señalan diferencias esenciales entre las apreciacio-
' ) [ N u t z h o r n , op. cit., p. 222, trata de d e m o s t r a r que tampoco en los cantos, nes é ideas de los autores del episodio y del p o e m a : según la lita-
posteriores desapareció por completo el tono humorístico. N o obstante no e s t u - d a A g a m e m n o n tenía b a j o su poder toda la A r g ó l i d a , a partir de
vo muy feliz en los ejemplos que c i t a , c o m o l a escena en el O l i m p o entre H e r a
y Z e u s en el libro 14, la del principio del 1 5 , donde Z e u s recuerda á su esposa
c ó m o levantándola primero en sus brazos la d e j ó suspendida entre el cielo y la
tierra con dos yunques a t a d o s á los pies, ó las p a l a b r a s de P r i a m o á los T r o - ') litada 1 3 , 692. 1 5 , 519- „, . . „ , Qr»Kt-É»
y a n o s que le rodeaban, en el libro 24, 239.] «) C a l i m a c o en el Escolio á la Ilíada 2, 629. V é a s e T e o c n t o 25, 55- [ S o b r e
2) e l catálogo de las naves véase T . M o m m s e n , Philolog., vol. 5 . P- 5 2 5 !
litada 2, 114; vOv 3k xaxTjv áirárjjv (JoyXsúffaTO.
3) litada 2; n i á 118 y 139 á 141 correspondiente á litada 9, 18 á 28. 3) litada 13, 693. 15. 334-
M i c e n e — e s t o e s , la parte que linda con el P e l o p o n e s o — y mu-
d o detallada y como que rebasa los límites del plan primitivo,
c h a s islas ' ) , en tanto q u e el catálogo no le asigna ninguna isla
del p o e m a homérico, no sucede lo mismo con el catálogo de los
dándole en c a m b i o á Egialeía^ la cual no llegó á ser aquéa h a s t a
Troyams y de sus aliados, que está muy lejos de responder á la idea
después de la expulsión de los Jonios 2 ). Respecto á los B e o c i o s ,
que la Ilíada misma da de las fuerzas t r o y a n a s ; a s í , no se h a c e
los autores del catálogo olvidaron, sin duda, que en la época de
en él mención alguna de dos pueblos aliados i m p o r t a n t e s : los
la guerra de T r o y a habitaban la T e s a l i a , pues presentan á la
C a u c o n e s y los L é l e g o s , á menudo citados en el p o e m a , sobre
nación entera, como y a establecida en la c o m a r c a que después re-
todo estos últimos, habitantes de la célebre ciudad de P e d a s o
cibió el nombre de B e o c i a 3 ). E n la Ilíada no se hace mención al-
á orillas del Satnioeis '). E n t r e los príncipes omitidos en esta
g u n a de héroes ni de guerreros que procedentes de la orilla orien-
l i s t a , se encuentra Asteropeo, jefe y héroe de los P e o m o s , quien,
tal del m a r E g e o ni de las islas del A s i a Menor fueran á unirse
habiendo llegado once días antes del combate de A q u í l e s , y por
al ejército aquéo, ni de los héroes de C o s , F i d i p o y A n t i f o , ni
consiguiente antes de la descripción hecha de este acontecimien-
del hermoso N i r e o de S i m e ; ni dice que T l e p o l e m o viniese de
to en el libro s e g u n d o 2 ) , merecía haber sido mencionado con
R o d a s , sino que se limita á llamarle hijo de H e r a c l e s , de lo c u a l
tanta razón por lo menos como P i r e c m o 3 ); y por el contrario, en-
puede inferirse que p a s a b a á los ojos del autor de la Ilíada por un
contramos en este catálogo otros nombres que habrían debido
héroe de Tirinto. L a interminable lista de nombres de islas de la
aparecer en la I l í a d a , y q u e , sin e m b a r g o , se les h a p r e t e n d o ).
costa del A s i a Menor que figura en el catálogo, destruye la belle-
P e r o a d e m á s , tenemos una p r u e b a concluyente de que el cata-
za y unidad del cuadro de las naciones beligerantes t r a z a d o en la
logo de los T r o y a n o s es de una época relativamente moderna,
I l í a d a , en la c u a l todos los aliados de T r o y a proceden del N o r t e
y de que debió ser compuesto después del de los Aquéos. E s t a
y del E s t e del m a r E g e o , al paso que los guerreros a q u é o s , por el
prueba nos la proporciona el poema La Cipriada, que debió ser-
contrario, vienen del Oeste *). E s digno también de tenerse en
vir simplemente de introducción á la Ilíada •), y el cual ofrece al
c u e n t a , que según el c a t á l o g o , los A r c a d i o s , á las órdenes de
final—esto e s , inmediatamente antes del comienzo de la acción
A g a p e n o r , los P e r r e b o s ( 2 , 749) y los M a g n e t o s (2, 756) comba-
que en la Ilíada se d e s a r r o l l a — u n a lista de los aliados de T r o -
tieron al pie de los muros de T r o y a , mientras que la I l í a d a , si-
y a 6 ); lista c u y a existencia no tendría explicación r a c i o n a l , si
guiendo una tradición más v e r í d i c a , no coloca entre las filas
cuando fué compuesta hubiera existido en el segundo libro de la
a q u é a s á los pueblos de r a z a pelásgica; y sabido es que de entre
I l í a d a , una enumeración completa de los pueblos que formaban
todos los Griegos, los A r c a d i o s y los Perrebos fueron precisamen-
los dos ejércitos beligerantes. A d m i t i e n d o ahora que este catalo-
te los que por más tiempo permanecieron fieles á su origen pelás-
gico.
M P o r lo q u e h a c e á los C a u c o n e s , v é a s e la Ilíada 10, 429. 20, 329- E"

P e r o si la enumeración de las tropas aquéas parece demasia- c u a n t o á los L é l e g o s , Ilíada 10, 429. 20, 96. 2 1 . 86. V é a s e 6 , 35- [ D e i m l m g , d,e
Leleger, p . 1 1 - 1 2 . ]
s) Ilíada 2 1 , 1 5 5 . Y 12 . I02- 17> 2 1 7 . 35* •
1) Ilíada 2 , 108.
jüada 2 , 848. E l a u t o r d e este catálogo d e b i ó tener t a n solo p r e s e n t e el
2 ) E l v e r s o 572 del libro 2.0 d e la I l i a d a , en el c u a l A d r a s t o es l l a m a d o el
v e r s o 287 del l i b r o 16 d e la I l í a d a . E l e s c o l i a s t a (litada 2 , S44) P » e d e en c i e r t o
p r i m e r rey d e S i c i o n e , c o n f r o n t a d o c o n H e r ó d o t o ( 5 , 6 7 - 6 8 ) , m u e s t r a bien
m o d o ser t a c h a d o d e p o c o e s c r u p u l o s o por h a b e r o m i t i d o á Ifidamas que era
c l a r a m e n t e la i d e a d e l r á p s o d a a r g i v o .
t r o y a n o , h i j o d e A n t e n o r y d e T e a n o y ¿ q u i e n su a b u e l o m a t e r n o , p r i n c i p e t r a -
3) H a y t a m b i é n en la I l i a d a un p a s a j e — s i bien d e p o c a i m p o r t a n c i a — q u e
c t o . d i ó u n a flota d e d o c e n a v e s . Ilíada n , 221.
h a b l a de Beocios en Beocia (Ilíada 5 , 709). P o r esto, sin d u d a , a d m i t e T u c í d i d e s
4) P o r e j e m p l o el a d i v i n o Ennomo q u e según el c a t a l o g o (Ihada 2 , 861) l ú e
1 1 , 1 2 ] q u e un áíto8a5|ióí d e B e o c i o s se h a b í a e s t a b l e c i d o e n t o n c e s en B e o c i a ,
m u e r t o p o r A q u í l e s en el río. c u y o h e c h o no se m e n c i o n a en la ^ ^
lo c u a l p a r a el c a t á l o g o n o e s suficiente porque en él se h a b l a d e la n a c i ó n en-
m o s u c e d e c o n A m f i m a c o , Ilíada 2 , 871. [ N o m e n o s e x t r a ñ a es en el \ . 6 0 9 . la
tera.
m e n c i ó n d e A g a p e n o r n o c i t a d o en n i n g u n a o t r a parte.]
*) E l p a s a j e s o b r e los Rodios en el c a t á l o g o [Ilíada 2 , 653 y ss.] r e v e l a ,
m e r c e d á su extensión d e s m e s u r a d a , el propósito d e l r á p s o d a d e " c e l e b r a r e s t a «) KÍHSOYIN- TOÍ; T p w s i «r J M *áv™v, Proclo, Ckmtomathia,
isla. [Véase O . M ü l l e r , Aeginctica, p 42 y Órchomenos, p. 367; p. 361 d e la 2.a e d i c . j
p . 476.
g o , en su estado a c t u a l , no fuese m á s que un e x t r a c t o del conte-
lución á P r i a m o de los despojos de Héctor y si luego no se diera
nido en el poema ciprio ! ) , explicaríase al menos claramente la
á los mismos honrosa sepultura. E l poeta, que en todo el curso de
preterición de A s t e r o p e o , porque habiéndose unido al ejército
su obra da pruebas de estar animado de un espíritu recto y hu-
once días antes de la batalla arriba i n d i c a d a , según la cronología
manitario y que se esfuerza por sacar siempre triunfante á la jus-
de H o m e r o había d a d o y a principio la acción de la I l í a d a , esto
ticia, no podía permitir que se cumpliesen en el cadáver de Héctor
e s , la peste había diezmado y a el ejército g r i e g o ' ) .
las a m e n a z a s de Aquíles '). E n efecto, si tal hubiera sido su in-
D e estas observaciones sobre a m b o s catálogos, pueden sacar-
tención , habríala seguramente hecho c o n s t a r , pues los G r i e g o s
se aún otras conclusiones además de las que nos inducen á creer
atribuían en aquella época más importancia á la suerte de un ca-
que no fueron compuestos por H o m e r o . Infiérese, en efecto, en
dáver que á la de un cuerpo v i v o ; y en este c a s o , el libro vigési-
primer l u g a r , que los rápsodas que compusieron estos fragmen-
m o c u a r t o , habría sido reemplazado por una relación minuciosa
t o s , no poseían la Ilíada por escrito, p a r a recurrir á ella en caso de
del modo cómo A q u í l e s después de haber maltratado el cuerpo de
necesidad, porque de lo contrario habrían sabido que Medon vi-
Héctor lo habría abandonado para que sirviera de pasto á los pe-
v í a en F i l a c e (Ilíada 1 3 , 695 y 15, 332) y otros análogos detalles;
rros. ¿Pero quien podría h a l l a r , ni siquiera posible, tal conclusión
y en segundo t é r m i n o , que estos p o e t a s no sabían toda la Ilíada
de la Ilíada? C l a r o es que al trazar Homero el primitivo plan
de m e m o r i a , y que al formar este c a t á l o g o etnográfico de los dos
de su o b r a , comprendió que la cólera de Aquíles contra H é c t o r
ejércitos, guiábanse por los p a s a j e s que sabían recitar y por los
exigiría templanza y e x p i a c i ó n , y que al final del poema debía
v a g o s recuerdos que conservaban del resto del poema.
reinar en el a l m a del héroe, lo mismo que en la del poeta y en la
L a d u d a que acerca de la autenticidad de los últimos libros del o y e n t e , la serenidad, la confianza y la calma.
de la Ilíada e x i s t e , es menos grave q u e la que se abriga acerca de
L o mismo que en la Ilíada brilla en la Odisea la unidad del ar-
la autenticidad de la primera mitad del p o e m a , y especialmen-
gumento , hasta el punto de que no podría suprimirse ninguna de
te de los libros s e g u n d o , quinto, s e x t o y décimo. Cierto que una
las partes esenciales de este p o e m a , sin dejar un v a c í o en el des-
tragedia c u y o carácter reclama un asunto dramático, habría po-
envolvimiento de su asunto. Diferénciase, no obstante, de la Ilía-
dido terminar con la muerte de H é c t o r , pero no un poema épico
d a , en que su plan es más complicado y artificioso que el de ésta; artifi-
que h a de proporcionar al espíritu tranquilidad y reposo; no otro
cio y complicación que e s t r i b a n , de un l a d o , en que en la m a y o r
efecto producen los funerales, en los cuales se tributan á Patro-
parte del c a n t o , hasta el libro décimosexto, se desarrollan pa-
clo los mayores honores, y se da á Aquíles la satisfacción más
ralelamente dos acciones capitales-, y de otro, en que la acción que
completa. P e r o la Ilíada no sería un todo a c a b a d o , sin la devo-
se desenvuelve dentro de los límites mismos del poema y casi á
nuestra v i s t a , hállase considerablemente prolongada por un re-
' ) [ E s t a aseveración h a sido c o m b a t i d a p o r B e r n h a r d y , gr Litter., vol. 2, 1,
lato episódico que aclara y completa la acción principal, y en el
p. 162, fundándose en que en las obras de H o m e r o no se encuentra vestigio cual el poeta pone en boca del héroe i m a g i n a r i o , la parte más
alguno de los cíclicos. E s t a e s , por lo d e m á s , t a m b i é n la opinión de O. Müller, interesante y maravillosa de la historia 2 ).
excepción h e c h a d e lo que al catálogo de las n a v e s se refiere. V é a s e C a p . V I . ]
E l asunto de la Odisea, es la vuelta de Ulíses desde un país
*) [ A los argumentos a d u c i d o s para d e m o s t r a r la falta de conexión origina-
r i a del catálogo ó enumeración de las n a v e s c o n la Ilíada se agrega el relativo'
remoto y completamente desconocido, á su hogar ocupado en-
á una singularidad de forma sobre la c ü a l . K ó c h l y ha sido el primero en llamar tonces por una falange de intrusos insolentes, que pretenden arre-
la atención. E s t a singularidad consiste en la facilidad con que puede dividirse batarle su esposa y matar á su hijo. E l poema comienza en el
en secciones de cinco versos ( á c u y a s s e c c i o n e s se les da el nombre de penta- momento en que el héroe se encuentra en el lugar más lejano de
d i o s ) , por donde resulta evidente su parentesco con la poesía catalógica culti-
v a d a por Hesiodo y la escuela de Beocia. E l único objeto de esta división pa-
rece haber sido que se p u d i e r a conservar m á s fácilmente en la m e m o r i a ; y no 1 ) Ilíada 22 , 348. 23, 183.
debe considerarse q u e , c o m o han supuesto a l g u n o s , sea signo característico
"-) D e su monólogo (Odisea 20, 18 á 21) resulta claramente que el poeta no
d e la poesía denominada hierática.J
tenia en m o d o alguno la intención de presentar sus aventuras c o m o inventadas.
Sil p a t r i a , en la isla Ogigia ' ) , en el centro del m a r , donde le re- de la vuelta de sus re}-es, al mismo tiempo que prepara al j o v e n
tiene siete años, separado de los mortales, la ninfa C a l i p s o s ) ; T e l é m a c o p a r a el enérgico papel que h a de desempeñar en la
después de haber escapado, con la ayuda de los dioses que le son o b r a de la v e n g a n z a , la c u a l , por este m e d i o , ofrece m a y o r ca-
propicios, de los peligros que le suscita Poseidon su implacable rácter de verosimilitud.
e n e m i g o , llega al país de los F e a c i o s , pueblo pacífico y volup- A u n q u e á j u z g a r por estas observaciones, el plan de la Odisea
tuoso, que habita en los confines del globo terrestre, y que no difiere esencialmente del de la I l í a d a , y acusa más arte y desarro-
tiene otras noticias de la guerra que las descripciones que de llo en la e p o p e y a , ambos poemas tienen m u c h a s otras cualidades
ella hacen los poetas. Partiendo luego de este país en una n a v e comunes, principalmente, el profundo conocimiento, que en uno
maravillosa que le prestan los F e a c i o s , llega al fin á I t a c a du- y otro brilla, de los medios de despertar la curiosidad y de man-
rante el sueño. U n hombre leal, el porquero E u m e o , le da hos- tener el interés con peripecias n u e v a s é inesperadas. L a realiza-
pitalidad , y disfrazado de mendigo logra introducirse en su pro- ción de los decretos de Z e u s , encuéntrase diferida en la O d i s e a
pio p a l a c i o , donde sufre de parte de los pretendientes los tra- tanto como en la Ilíada; así como sólo cuando los G r i e g o s levan-
tamientos más duros, que han de justificar después su carácter tan la m u r a l l a , se decide, en este último p o e m a , el dios á obrar
de v e n g a d o r terrible y enconado. E l autor habría podido conten- contra ellos, á ruegos de Thétis; así en la O d i s e a , aunque parece
tarse con exponer esta sencilla historia, sin que su p o e m a , á pe- dispuesto desde el principio á complacer á A t h e n e , precipitando
sar de su poca extensión, hubiera desmerecido en n a d a de la la vuelta de Ulíses á su patria, hasta mucho más t a r d e , en el libro
I l í a d a ; pero lejos deesto, el poeta á quien debemos la Odisea tal y quinto, no envía á H e r m e s á la isla de Calipso. E s evidente que
como nos ha sido trasmitida, refiere en su obra una segunda his- el poeta está dominado por la i d e a , muy generalizada entre los
toria que la embellece y c o m p l e t a , no sin introducir en e l l a , fuer- G r i e g o s , de la existencia de una fatalidad divina, lenta en sus pre-
z a es confesarlo, ciertas escabrosidades que necesariamente ha- p a r a t i v o s , tardía en la ejecución de sus fallos; pero que infalible-
bían de resultar de la reunión en la misma de dos acciones, y que mente consigue el objeto que se propone. T a m b i é n encontramos
eran de todo punto inevitables una vez a d o p t a d o un plan tan en la Odisea el mismo artificio y a notado en la Ilíada: el de enca-
vasto 3 ). minar la atención del lector c u a n d o la naturaleza del asunto lo
consiente, y con especialidad en determinados p a s a j e s , por una
E n e f e c t o , al presentarnos el poeta al hijo de U l í s e s , que ani-
dirección opuesta á la que la narración épica ha de seguir. D i r í a -
mado por A t h e n e , pide sin temor cuentas á los pretendientes en
se , en efecto, que el poeta se burla de nosotros y se complace en
presencia del pueblo de Itaca reunido en a s a m b l e a , y al referirnos
sorprendernos, haciéndonos entrever medios para la realización
después el viaje de aquél á Pilos y á L a c e d e m o n i a , á donde se di-
de la v e n g a n z a contra los pretendientes, diversos de los que luego
rige en b u s c a de su padre errante, nos ofrece un hermoso cuadro,
e m p l e a ; y cuando y a estamos á punto de adivinar el desenlace, nos
en que contrasta el estado de anarquía en que y a c e I t a c a , con la
ofrece otros incidentes que nos desorientan y sorprenden de nue-
p a z y la c a l m a que reinan en las demás c o m a r c a s de G r e c i a des-
vo. A s í el consejo á T e l é m a c o , repetido dos veces y con los mis-
mos términos en los dos primeros libros, de que siguiera el e j e m p l o
de Orestes ' ) — c o n s e j o que e c h a en su corazón hondas r a i c e s — n o s
1) ' Q y j y i a d e 'Qyúyr,;, que o r i g i n a r i a m e n t e e r a u n a d i v i n i d a d d e la v a s t a su-
hace esperar de una manera v a g a alguna empresa contra los pre-
perficie del m a r que cubre t o d a s l a s cosas. [ P r o c e d e d e la m i s m a r a í z q u e
' i i x e x v ó ; . V é a s e Preller, grMythologie, vol. i , p. 27, y los c o m e n t a r i o s d e S c h ó - tendientes; y sin embargo, su verdadero sentido no se descubre has-
m a n n á la T e o g o n i a de Hesiodo, V . 133.I ta que T e l é m a c o se coloca resueltamente al lado de su padre para
"-) KI/.'JÍW, la pérfida. defenderle. D e la misma suerte, cuando padre é hijo, combina-
3) E l p a s o d e Menelao á los p r e t e n d i e n t e s no p a r e c e r í a b r u s c o , Odisea 4,
624, si e s t u v i e r a al principio de un n u e v o l i b r o ; e s t a d i v i s i ó n en l i b r o s es in-
v e n c i ó n d e los gramáticos alejandrinos. L o s c u a t r o versos del 620 al 624, se-
«) Odisea 1 , 302. 3 , 200. V é a s e a d e m á s K i r c h h o f f , die Homerische Oiyssee, 2.»
g u r a m e n t e a p ó c r i f o s , son perfectamente inútiles p u e s t o q u e no c o n t r i b u y e n á
u n i r las d i v e r s a s partes. [ V é a n s e 1 Volfs Briefe an Heync, p. 9.] e d i c . , B e r l í n , 1879, p. 238 y ss.)
do y a su plan de v e n g a n z a , resuelven luchar con los pretendien- de Ulises durante su estancia en la isla Scheria; muchos críticos
tes cuerpo á c u e r p o , en un duelo á l a n z a y á e s p a d a , de resultado antiguos pusieron en d u d a la autenticidad del pasaje que h a b l a
muy problemático ' ) , el arco de E u r i t o , que tan g r a n v e n t a j a d a de la danza de los F e a c i o s y del canto de D e m o d o c o sobre los amo-
á U l i s e s , es una idea nueva é inesperada para el oyente. A t h e n e res de Aphrodite y de A r e s , si bien es cierto que esta parte de la
inspira á Penèlope el pensamiento de ofrecerlo en premio á los Odisea debía por lo menos existir y a en la época de la 50. a Olim-
pretendientes s ) ; y aunque ya era tradición antigua que con este piada, en que el coro de los F e a c i o s fué representado delante del
mismo arco Ulises había vencido á a q u é l l o s , la manera c o m o trono de A p o l o A m y c l e o '). E l relato que de sus aventuras h a c e
llega á manos del héroe es una de l a s invenciones más felices é U l i s e s , contiene igualmente m u c h a s interpolaciones, y especial-
ingeniosas del poeta 3 ). Así como en la Ilíada el interés princi- mente la Nekyia ó evocación de los m u e r t o s , uno de cuyos m á s
pal se concentra en el combate de l a s n a v e s y en la muerte de importantes p a s a j e s — q u e rompe realmente la jmidad y cohesión
Héctor, así la narración, en la Odisea, c o m i e n z a á tomar podero- del r e l a t o — a t r i b u y e r o n y a los antiguos á los diaskeuastas ó inter-
so vuelo y á inspirar una especie de angustiosa espectación, en el poladores , entre otros al órfico O n o m á c r i t o , encargado en la épo-
libro vigésimo primero, en el momento en q u e los pretendientes se c a de los Pisistrátidas de recoger y coleccionar los poemas de H o -
disponen á tender el arco. E l p o e t a , con admirable a r t e , aprove- mero s ) . A d e m á s , los críticos alejandrinos Aristófanes y Aristar-
chó cuanto la tradición le ofrecía p a r a hacer esta escena más so- c o , consideraron apócrifa, y como obra de época posterior, t o d a
lemne y conmovedora: los siniestros pronósticos de T e o c l i m e n o , la última parte del p o e m a , que comienza allí donde Ulises se d a
que no figura en la obra más que p a r a preparar esta terrible es- á conocer á Penélope 3 ) . Y en efecto, no puede negarse que pre-
cena *) y la fiesta de A p o l o , el cual e s c u c h a la plegaria que le di- senta grandes imperfecciones y que la descripción, por ejemplo,
rige Ulises para que le conceda la v i c t o r i a en el c o m b a t e , no pa- de la l l e g a d a de los pretendientes al infierno, no es más que una
recen conspirar en el poema á otro fin que al que dejamos apun- segunda Nekyia, ó mejor d i c h o , un pálido reflejo de la primera,
tado3). con la que ni siquiera está de acuerdo, e n c a j a d o en este lugar sin
motivo ni razón alguna que lo justifique. L a Odisea, sin embar-
E s evidente que el plan de la O d i s e a , lo mismo que el de la
g o , sería incompleta si terminase sin que Ulises hubiera abra-
I l í a d a , se presta á interpolaciones, lo c u a l explica no pocas irre-
zado á su padre L a e r t e s , de quien tantas v e c e s se habla en el
gularidades que en el curso de la n a r r a c i ó n se o b s e r v a n , y pro-
curso del p o e m a , y sin que se h u b i e r a , sino restablecido defini-
ligidades que fatigan la atención del o y e n t e . U n ejemplo de este
tivamente , por lo menos preparado en Itaca la tranquilidad y la
último defecto encontramos en las fiestas celebradas en honor
paz. N o e s , p u e s , creíble que la primitiva Odisea careciera en
absoluto de un p a s a j e de esta índole; pero e s , por otro l a d o , pro-
1) Odisea i 6 , 295. L a %Uvr><si; de Z e n o d o t o [ q u e a b r a z a los versos 281 á 29S]
bable que h a y a sufrido considerables modificaciones por parte
descansa, como de o r d i n a r i o , en razones p o c o fuertes y privaría al relato d e
una escena m u y importante.
5) Odisea 2 1 , 4. 1) P a u s a n i a s 3, 18, 7. [ V é a s e O . M ü l l e r , Archáol., I 85, 2.]
3) Q u e esta parte del p o e m a se funda en l a tradición a n t i g u a lo p r u e b a e l 2) V é a n s e los escolios á la Odisea n , 604. L o s antiguos r e c h a z a b a n , y con
hecho d e que la tribu e ó l i c a de los Euritanos q u e h a c í a n remontar su origen r a z ó n , todo el pasaje del libro n , versos 568 á 626; porque mientras que otros
á E u r i t o (es probable que la E c a l i a etólica p e r t e n e c i e s e á este pueblo, E s t r a - pasajes representan á Ulises en la puerta de los infiernos, e v o c a n d o c o n u n a
bon 10, p. 448) poseía u n onuulo de Ulises. V é a s e L i c o f r o n , V . 799 y los esco- de sus libaciones de s a n g r e , á las s o m b r a s que salen de sus tenebrosas mo-
lios de Aristóteles [ m A i - i i a Oaxr.sttúv F r a g m . 465.] r a d a s á la pradera de A s f o d e l o , aparece en este en medio de los muertos que
irrevocablemente están condenados á no salir de ciertos lugares del T á r t a r o .
*) Nótese aquí también que la ocultación d e l sol (Odisea 20, 356) c o i n c i d e
E s t a m i s m a i d e a , p r o d u c t o de épocas posteriores, predomina t a m b i é n en e l
.con la vuelta d e U l i s e s en la época de la l u n a n u e v a (Odisea 14, 162. 1 9 , 307)
l i b r o 24, 13 de la Odisea, según el c u a l , los muertos habitan en la p r a d e r a de
' e n que podía verificarse un eclipse de sol. E s t e p a s a j e e s , por l o d e m á s , ves-
Asfodelo'. [ V é a s e el trabajo de R i t s c h l sobre O n o m á c r i t o , Opuse., vol. 1 , p á -
tigio patente de una tradición antigua.
gina 243.]
• s) A l u d e á la fiesta de Apolo (vEojrr.vto;) Odisea 2 0 , 1 5 6 , 250, 278. 2 1 , 258.
3) Odisea 23, 296 hasta el fin.
V é a n s e 2 1 , 267. 22, 7.
de los Homéridas, antes de tomar la forma definitiva con la cual relias y al violento ímpetu de los dioses. Por otra p a r t e , la hu-
hoy la conocemos. manidad parece encontrarse en mejor estado de prosperidad y de
Q u e la Odisea fué escrita después que la Ilíada, y que apare- riquezas en la Odisea que en la Ilíada, y las casas de Néstor, de
cen manifiestas diferencias en el carácter y en la c o n d u c t a de los M e n e l a o y especialmente de A l c i n o o , ofrecen y a el espectáculo
hombres y de los héroes, así como también en el estilo de c a d a u n o de la comodidad ') y de la opulencia. P e r o ¿cómo habrían podi-
de estos p o e m a s , es de todo punto i n d u d a b l e ; sería, sin embar- do los héroes en el c a m p o de b a t a l l a , delante de la ciudad sitia-
go, difícil y hasta temerario querer sacar de estas premisas con- d a , abandonarse á los placeres y á las diversiones á que se entre-
clusiones firmes y decisivas respecto á la persona ó á la edad del g a b a n los A t r i d a s en el palacio de M i c e n e , y que los tranquilos
poeta. E x c e p c i ó n hecha de Poseidon, que movido por terrible ira F e a c i o s podían disfrutar en su perpetua p a z ? A u n admitiendo,
obra siempre d e , u n a manera invisible, el carácter de los dioses a d e m á s , que en el plan general del poema y en la m i s m a elección
en la Odisea, es mucho menos duro que el de los mismos dioses en del asunto se v i s l u m b r a diversidad de gusto y de sentimientos, ar-
la Ilíada; en la primera obran de a c u e r d o , sin disensiones y sin gumento que e s , r e a l m e n t e , el único que hasta ahora han podido
querellas de ningún g é n e r o , siempre en bien de la h u m a n i d a d y invocar en su a p o y o los corizontes 8 ) de la antigüedad y de los tiem-
nunca en su c o n t r a , como sucede á m e n u d o en la s e g u n d a , en la pos modernos para atribuir á dos personas distintas el genio ma-
cual conspiran contra su ruina. F u e r z a es c o n f e s a r , no obstante, ravilloso de H o m e r o 3 ) , esta diferencia no es m a y o r que la que
que el asunto de la Odisea se prestaba menos que el de la Ilíada, á existe á menudo entre las aficiones d i s t i n t a s , entre las tenden-
la pintura de las pasiones violentas y de las encarnizadas luchas cias y carácter diversos de la j u v e n t u d y de la vejez de un mismo
de los dioses. Son éstos siempre de categoría superior á los mor- individuo. E s indudable que la Odisea lo mismo en su plan que en
tales; pero en lugar de descender, como sucede en la I l í a d a , en los caracteres de sus principales h é r o e s , de Ulíses m i s m o , de
forma h u m a n a de la mansión divina del O l i m p o , para confun- Néstor y de M e n e l a o , muestra una gran afinidad con la Ilíada;
dirse en el tumulto de la pelea, acompañan en la Odisea al aven- y q u e aquélla presupone siempre la existencia de é s t a , á la que,
turero Ulíses y al inteligente T e l é m a c o , distinguiéndose única- por decirlo a s í , se refiere de una manera t á c i t a ; lo cual explica el
mente de ellos por su m a y o r sabiduría y por la prudencia de hecho digno de ser n o t a d o , de que el autor de la Odisea, quien á
sus consejos. L a razón principal de esta diferencia, ha de bus- menudo menciona acontecimientos de la v i d a de Ulíses que es-
carse en la naturaleza m i s m a de la tradición, y aún p o d e m o s tán fuera de los límites del p o e m a , no cita entre ellos ninguno
añadir, en el exquisito tacto del p o e t a , que supo conservar en su
cuadro la unidad del asunto y la armonía del t o n o , e x c l u y e n d o
c u a n t o no estaba de acuerdo con la índole de aquél. L a s tentati-
' ) E l vocablo griego es xgjhSr,, que en l a I l í a d a no se a p l i c a m á s que al
vas de algunos eruditos que han pretendido descubrir en la Ilíada c u i d a d o de los c a b a l l o s , pero que en la O d i s e a significa las comodidades y el
una religión y una mitología enteramente diversas de l a s de la l u j o del h o m b r e , entre los que merecen especial mención los b a ñ o s templados.
O d i s e a , conducen á una separación arbitraria de a m b o s poe- Odisea 8 , 450.
m a s '). A n t e t o d o , sería preciso demostrar cómo un sectario de ») L l a m á b a s e oí -/Mpíüovres, 6 «separadores», á los gramáticos griegos que

la l l a m a d a religión de la Odisea, habría podido tratar el asunto atribuían la I l í a d a y " l a Odisea á dos poetas distintos. [Solo se han dado el
n o m b r e de corizontes á los gramáticos H e l á n i c o y X e n ó n . Según Proclo,
de la I l í a d a , sin hacer alusión alguna á los c o m b a t e s , á las que-
Chrestomathia, p. 26 d e W e s t e r m a n n , negaban á H o m e r o el h a b e r compuesto la
Odisea.]
3) [Con razón B o n i t z en su o b r a Ursprung der homenschen Gedichte, p. 34 de
la 4 a edic., dice respecto d e lo arriba expuesto: «Perderían no poco mérito,
1) B e n j a m í n C o n s t a n t , especialmente e n su célebre o b r a De la Religión, a l u d e á los p o e m a s de H o m e r o , si diéramos crédito á la pueril creencia de
vol. 3 , se h a creído o b l i g a d o , sin d u d a , á admitir esta teoría, distinguiendo que ha existido un cantor divino que compuso en su j u v e n t u d la I l í a d a y la
en los poemas homéricos «tres especies de mitologia» y determinando por ellas Odisea en la e d a d m a d u r a . L a I l í a d a y la Odisea han de ser para nosotros,
la época en que c a d a una de las diversas partes se c o m p u s o . [ V é a s e sobre sin que esto contribuya á aumentar ni á disminuir en nada su valor intrín-
este p u n t o O . Müller, kl. Schriften 2, p . 7 3 - 7 4 . ] seco incontestables testimonios del desenvolvimiento de la epopeya griega.»]
de los que y a figuran en la Ilíada ' ) . Por otra p a r t e , aunque la
nes fuera un deber sagrado el recoger la miel que sus labios des-
composición de dos poemas de esta índole, pareciera una obra
tilaban, para comunicarla á los demás. S e a de esto lo que quiera,
demasiado gigantesca para que la v i d a de un hombre bastara á
no puede negarse que la existencia de poemas épicos de tan gran-
realizarla, podríase recurrir á la hipótesis de q u e , después de ha-
des dimensiones sería incomprensible, donde no hubiera habido
ber compuesto la Ilíada en el vigor de su j u v e n t u d , H o m e r o co-
numerosas ocasiones de recitarlos en toda su integridad, para
m u n i c o , en su vejez, á un discípulo iniciado en los secretos de la
p o é t i c a , el plan largamente m a d u r a d o de la Odisea y confiádole c a u t i v a r con la abundancia de imágenes y con el poderoso inte-
su ejecución. rés de una poesía perfecta, la atención del auditorio. D e igual
suerte, no se comprende t a m p o c o , sin una recitación coherente y
E s evidente que cuantas veces tratemos de formarnos una c o n t i n u a , la posibilidad de que estas obras llegaran á completar-
idea clara de cómo se compusieron estas dos grandes e p o p e y a s , se; pues lejos de e s t o , sin aquella circunstancia, sólo habrían lle-
en una época en que la escritura era aún por completo descono- g a d o á ser una simple aglomeración de fragmentos. ¿ P e r o dónde
c i d a , tropezaremos con obstáculos y dificultades sin c u e n t o ; obs- se c e l e b r a b a n , se p r e g u n t a , ceremonias ó banquetes tan largos
táculos y dificultades que tienen su razón de s e r , más que en q u e dieran tiempo bastante para oir estas recitaciones? y ¿qué
las leyes universales de la inteligencia h u m a n a , en la falta de atención no habría sido preciso prestar para seguir tantos miles
datos sobre aquellos tiempos remotos y en la imposibilidad de d e versos? Y sin e m b a r g o , si los Atenienses podían escuchar en
imaginarnos una creación de la inteligencia sin el auxilio de una misma fiesta, uno después de o t r o , nueve tragedias, tres
medios que han llegado á ser para nosotros de absoluta nece- d r a m a s satíricos y otras tantas c o m e d i a s , sin que se les ocurrie-
sidad. ¿Quién podría determinar cuántos millares de versos pu- s e que era preferible distribuir entre todo el año semejante delei-
diera componer en el espacio de un año y confiar á la memoria te , ¿ qué impide creer que los G r i e g o s de tiempos más remotos,
fiel de discípulos consagrados por entero á su maestro y á su ar- pudieran escuchar en una misma fiesta la Ilíada y la Odisea y qui-
t e , un poeta siempre absorto en la meditación de un asunto? z á también otros poemas ? M á s t a r d e , cuando los citaristas, los
Siempre y donde quiera que surge un genio c r e a d o r , encuentra poetas ditirámbicos y otros artistas de este género comenzaron á
espíritus hermanos con c u y o auxilio puede realizar, en tiempo rivalizar con los rápsodas, debieron naturalmente robar á éstos
relativamente corto, obras admirables. E s , pues, verosímil que el una parte del tiempo que hasta entonces se les había consagra-
anciano aeda estuviese rodeado de discípulos j ó v e n e s , p a r a quie- d o ; pues en la época primitiva en que el estilo épico dominaba
sin r i v a l , fácil es comprender que el canto heroico monopolizaba
la atención del auditorio. Sobre t o d o , h a y que guardarse de juz-
' ) E n c o n t r a m o s á Ulíses en su j u v e n t u d en casa de A u t o l i c o (Odisea 19.
394- 24, 3 3 1 ) , durante la expedición contra T r o y a en Délos (Odisea 6, 162), gar, por la lectura superficial y á menudo interrumpida que nos-
en Lesbos ( 4 , 3 4 1 ) , en lucha con A q u í l e s (8, 7 5 ) , al lado del c a d á v e r d e es- otros hacemos de estos p o e m a s , de la emoción con que un pueblo
te héroe y en sus funerales (5, 308. 24, 39), combatiendo por s u s a r m a s (11. verdaderamente apasionado y entusiasta de tales goces ' ) , oía re-
544). disputando á Filoctetes el premio del a r c o (8, 219); secretamente l e v e -
citar los cantos épicos. E n s u m a , hubo una é p o c a — y de ella son
mos en T r o y a ( 4 , 242), en el caballo de m a d e r a ( 4 , 270. véase 8, 492. i r ,
monumentos la Ilíada y la O d i s e a — e n que el pueblo griego, no en
522), emprendiendo la vuelta á su patria ( 3 , 130), y finalmente llegando á
un país c u y o s habitantes no conocen el uso de la sal ( n , 120); pero en la los banquetes sino en las fiestas solemnes y b a j o los auspicios de
Odisea no se habla ni se hace la menor alusión á los a c t o s de U l í s e s en la sus príncipes hereditarios, e s c u c h a b a estas poesías y otras m e n o s
I l í a d a , ni al castigo d e T e r s i t e s , ni á los caballos de R e s o , ni al c o m b a t e sobre excelentes del modo cómo deben ser oídas y s a b o r e a d a s , esto es,
el c a d á v e r de P a t r o c l o , etc. Son t a m b i é n m u y distintas de las relatadas en la
c o m o cantos acabados y completos. D ú d a s e de que en aquellos
I l í a d a , las proezas y las aventuras q u e narra la O d i s e a , de los d e m á s héroes
antiquísimos tiempos se recitaran estos poemas con el fin de al-
que pelearon al pie de los muros de T r o y a , d e M e n e l a o , A g a m e m n o n , Aquíles.
Néstor y otros. [ E l traductor francés a ñ a d e á esto la atinada o b s e r v a c i ó n de c a n z a r un premio en los certámenes; esta hipótesis, sin e m b a r g o ,
q u e las aventuras de Ulíses en la Ilíada de que se h a c e mención en la O d i s e a ,
se encuentran casi todas en cantos c u y a a u t e n t i c i d a d es puesta en tela de j u i c i o
por el m i s m o O. Müller.] ') V é a s e m á s a r r i b a el c o m i e n z o del C a p . I V .
no es ciertamente inverosímil. A h o r a b i e n , así como cuando ia
afluencia de los rápsodas á los agones fué a u m e n t a n d o , se comen-
zó á conceder más valor al arte del que d e c l a m a b a que á las belle-
z a s del p o e m a , y a mil veces repetido, así también cuando otras
m u c h a s representaciones poéticas y musicales reclamaron un lu-
g a r al lado de la recitación de los rápsodas, permitióse á éstos
declamar los fragmentos de poemas en que c a d a uno de ellos creía
brillar más. Sin d u d a por esta causa la Ilíada y la Odisea ') que
aún no se hallaban consignadas por escrito, existieron durante CAPÍTULO V I
algún tiempo en fragmentos sueltos é incoherentes. D e b e m o s , p u e s ,
eterna gratitud al organizador de los concursos de rápsodas en
Los poetas y los poemas cíclicos ' )
las P a n a t e n e a s — fuera Pisistrato ó Solon — quien obligando á l o s
cantores á recitar uno después de otro siguiendo el plan lógico del
poema d e c l a m a d o J ) , redujo á la integridad de sus primeras for-
m a s aquellas g r a n d e s obras poéticas que habían ido fraccionándo- L o s p o e m a s de H o m e r o , que sirvieron de base á toda la lite-
se. Posible e s que entonces se hicieran en ellas algunas adiciones ratura g r i e g a , forman t a m b i é n , por decirlo a s í , el núcleo de la
arbitrarias, pero no podemos esperar poderlas distinguir del resto poesía épica de G r e c i a : todas las producciones notables de este
de la composición, hasta que hayamos logrado formarnos una género poético traen de ellos su origen , y con ellos se relacionan,
idea cierta de la f o r m a primitiva y de la suerte que después su- sirviéndoles como de continuación y complemento. A s í , á medi-
frieron los cantos homéricos 3 ) . da que más de cerca estudiemos las relaciones íntimas que entre
unas y otras obras m e d i a n , no sólo llegaremos á formarnos una
idea más clara de los asuntos que en l a s epopeyas post-homéricas
') 8tscntaij[ilva, oir¡p^u¿va, ujiopáor,v, ¿oó¡j£va. V é a n s e los t e s t i m o n i o s a u t é n - se desarrollan, sino que también podremos proyectar alguna l u z
ticos á e s t o c o n c e r n i e n t e s , e n l o s Prolegomena d e W o l f , p. 143. sobre los mismos p o e m a s de H o m e r o , la Ilíada y la Odisea. Re-
s) e; v i t o í r ^ w : . [ S e g ú n el autor del d i á l o g o H i p a r c o a t r i b u i d o á Platón, ciben la denominación de cíclicos los poetas épicos sucesores de
p e r o a p ó c r i f o á t o d a s l u c e s , d e b e ser c o n s i d e r a d o a q u é l , y n o P i s i s t r a t o c o m o
H o m e r o , porque todos ellos se esfuerzan de continuo en relacio-
i n v e n t o r d e e s t a m e d i d a . E n l a p . 228, b, d i c e : TA ' O p - p o v EITI] n p £ « o ; EXÓ|M<TEV
E!; TTJV YÍ,v TAUTQVE', xas, r ¡ v á y x a i s XOÜ; paiJiwSoü; IIava0r¡vatOi« •J-OAT/IEM; E?E5?,; nar sus obras con las de su maestro, para formar con todas ellas
a-jra Siiévat, ¿iurcp VOV ETC notoüet. P o r el c o n t r a r i o , el h i s t o r i a d o r D i e u c h i d a s , á un gran ciclo. D e aquí también procede la costumbre de compren-
c u y o t e s t i m o n i o se r e m o n t a n v e r o s i m i l m e n t e D i ó g e n e s L a e r c i o 1 , 57 y Suidas der todos sus cantos b a j o el solo nombre de H o m e r o a ) ; pues la
e n ÚRCOPOAI- f u é S o l o n : t á TE 'Oar.po-j ÚTIO^OAT,; yiypacpE pa^wSsiffOai, o'ov 6itou i,
estrecha relación de aquéllos con la Ilíada y con la Odisea e r a , á
7IPO»TO: EAT,|EV, EXEIOEV AP-/EU6A'. TOV ÉNÓ(IEVOV.]'Véase s o b r e a m b o s p u n t o s G . B e r n -
los ojos de los a n t i g u o s , una prueba más que suficiente de la uni-
h a r d y , Grundrifs der gr. Litteratur, 2.a e d i c . p a r t e 2.a, p. 94 y ss. N i t z s c h , Sagen-
poesie der Grieclien, p. 413 á 418. [ T a m b i é n d e b e c o n s u l t a r s e á R . Volkmann, d a d de concepción y de plan que se empeñaban en vislumbrar en
Geschichte und Kritik der Wolfschen Prolegomena zu Homer, Leipzig, 1874, p . 299 el conjunto de obras tan diversas. Casi todos estos p o e m a s , sin
y ss, y á O . M ü l l e r , kl. Schriften, vol. 1 , p. 7 3 - 7 4 . ] e m b a r g o , según noticias más exactas, fueron atribuidos á autores
3) [ A p e s a r del i n c o n t e s t a b l e m é r i t o d e t r a b a j o s c o m o l o s d e L a c h m a n n y
K i r c h h o f f , n o p u e d e e n m o d o a l g u n o sostenerse q u e , d e s d e q u e se e s c r i b i ó e s t e
') [ C o n s ú l t e s e s o b r e e s t a m a t e r i a el a r t i c u l o d e O . M ü l l e r s o b r e l a o b r a d e
l i b r o , nos h a y a m o s a c e r c a d o m u c h o á a q u e l fin. L a c u e s t i ó n , d i f í c i l d e r e s o l v e r
W ü l l n e r , de cyelo épico poetisque cyclicis, M o n a s t . , 1828, e n s u s kl. Schriften, vol. 1,
por c i e r t o , d e l o q u e c o n l o s p o e m a s d e H o m e r o se h i z o e n l a é p o c a d e P i s i s -
t r a t o e s , b a j o c i e r t o a s p e c t o , el p r i n c i p a l o b s t á c u l o c o n q u e t r o p i e z a n t o d a s l a s p. 400 y ss., r e l a c i o n a d o c o n l a s o b s e r v a c i o n e s q u e e n c o n t r a r i o a d u c e W e l c k e r ,

i n v e s t i g a c i o n e s á e l l o s r e l a t i v a s . E n esto m i s m o c o n v i e n e n á u n a q u e l l o s q u e , Epischer Cyclus, v o l . 1 , p. 442 y ss.]


c o m o N u t z h o r n , p o r e j e m p l o , op. eit., p. 18 y s s . , h a n l l e g a d o h a s t a á c o n s i d e - 2) O í ¡AEVTOt Y' ip-/aiO'. x a i TOV K-JX/.OV ava?épo-Jotv E'I; OWTOV f O i m p o v ) , P r o -
rar como indignas de crédito y poco importantes cuantas noticias relativas á c l o , (Vita Homeri, p . 27 d e W e s t e r m a n n ) . [ V é a n s e los t e s t i m o n i o s en G . K i n k e l ,
Pisistrato nos ha trasmitido la antigüedad.] Epicornm graecorum fragm., L i p s a , 1 8 7 7 , p. 1 y s s . ]
no es ciertamente inverosímil. A h o r a b i e n , así como cuando ia
afluencia de los rápsodas á los agones fué a u m e n t a n d o , se comen-
zó á conceder más valor al arte del que d e c l a m a b a que á las belle-
z a s del p o e m a , y a mil veces repetido, así también cuando otras
m u c h a s representaciones poéticas y musicales reclamaron un lu-
g a r al lado de la recitación de los rápsodas, permitióse á éstos
declamar los fragmentos de poemas en que c a d a uno de ellos creía
brillar más. Sin d u d a por esta causa la Ilíada y la Odisea ') que
aún no se hallaban consignadas por escrito, existieron durante CAPÍTULO V I
algún tiempo en fragmentos sueltos é incoherentes. D e b e m o s , p u e s ,
eterna gratitud al organizador de los concursos de rápsodas en
Los poetas y los poemas cíclicos ' )
las P a n a t e n e a s — fuera Pisistrato ó Solon — quien obligando á l o s
cantores á recitar uno después de otro siguiendo el plan lógico del
poema d e c l a m a d o redujo á la integridad de sus primeras for-
m a s aquellas g r a n d e s obras poéticas que habían ido fraccionándo- L o s p o e m a s de H o m e r o , que sirvieron de base á toda la lite-
se. Posible e s que entonces se hicieran en ellas algunas adiciones ratura g r i e g a , forman t a m b i é n , por decirlo a s í , el núcleo de la
arbitrarias, pero no podemos esperar poderlas distinguir del resto poesía épica de G r e c i a : todas las producciones notables de este
de la composición, hasta que hayamos logrado formarnos una género poético traen de ellos su origen , y con ellos se relacionan,
idea cierta de la f o r m a primitiva y de la suerte que después su- sirviéndoles como de continuación y complemento. A s í , á medi-
frieron los cantos homéricos 3 ) . da que más de cerca estudiemos las relaciones íntimas que entre
unas y otras obras m e d i a n , no sólo llegaremos á formarnos una
idea más clara de los asuntos que en l a s epopeyas post-homéricas
') 8tscntaij[ilva, 8ir¡p^u¿va, ujiopáor,v, ¿oó¡j£va. V é a n s e los t e s t i m o n i o s a u t é n - se desarrollan, sino que también podremos proyectar alguna l u z
ticos á e s t o c o n c e r n i e n t e s , e n l o s Prolegomena d e W o l f , p. 143. sobre los mismos p o e m a s de H o m e r o , la Ilíada y la Odisea. Re-
s) e; ú-'/ívyJ/Eío;. [ S e g ú n el autor del d i á l o g o H i p a r c o a t r i b u i d o á Platón, ciben la denominación de cíclicos los poetas épicos sucesores de
p e r o a p ó c r i f o á t o d a s l u c e s , d e b e ser c o n s i d e r a d o a q u é l , y n o P i s i s t r a t o c o m o
H o m e r o , porque todos ellos se esfuerzan de continuo en relacio-
i n v e n t o r d e e s t a m e d i d a . E n l a p . 228, b, d i c e : Ta ' O p - p o v siti] n p w t o ; EXÓ|M<TEV
E'J TT,V YÍ,V Tavnjvt, xas, R¡váyxais XOÜ; paíiwSoU; Ilava6r¡va:O!; VTTO^EW; E?E5?,; nar sus obras con las de su maestro, para formar con todas ellas
a u r a Suévat, MT7isp vOv e-te notoüet. P o r el c o n t r a r i o , el h i s t o r i a d o r D i e u c h i d a s , á un gran ciclo. D e aquí también procede la costumbre de compren-
c u y o t e s t i m o n i o se r e m o n t a n v e r o s i m i l m e n t e D i ó g e n e s L a e r c i o 1 , 57 y Suidas der todos sus cantos b a j o el solo nombre de H o m e r o a ) ; pues la
e n úrcopOAi- f u é S o l o n : t á TE 'Our.pov, Ú-&3o AT,; yáypacpE pa^uSsioOai, o'ov 6itou i,
estrecha relación de aquéllos con la Ilíada y con la Odisea e r a , á
aporro: EAT,|EV, EXE'OEV ap-/EUÍ)a'. xbv ÉNÓ(IEVOV.]'Véase s o b r e a m b o s p u n t o s G . B e r n -
los ojos de los a n t i g u o s , una prueba más que suficiente de la uni-
h a r d y , Grundrifs der gr. Litteratur, 2.a e d i c . p a r t e 2.a, p. 94 y ss. N i t z s c h , Sagen-
poesie der Griechen, p. 413 á 418. [ T a m b i é n d e b e c o n s u l t a r s e á R . Volkmann, d a d de concepción y de plan que se empeñaban en vislumbrar en
Geschichte und Kritik der Wolfschen Prolegomena zu Homer, Leipzig, 1874, p . 299 el conjunto de obras tan diversas. Casi todos estos p o e m a s , sin
y ss, y á O . M ü l l e r , kl. Schriften, vol. 1 , p. 7 3 - 7 4 . ] e m b a r g o , según noticias más exactas, fueron atribuidos á autores
3) [ A p e s a r del i n c o n t e s t a b l e m é r i t o d e t r a b a j o s c o m o l o s d e L a c h m a n n y
K i r c h h o f f , n o p u e d e e n m o d o a l g u n o sostenerse q u e , d e s d e q u e se e s c r i b i ó e s t e
') [ C o n s ú l t e s e s o b r e e s t a m a t e r i a el a r t i c u l o d e O . M ü l l e r s o b r e l a o b r a d e
l i b r o , nos h a y a m o s a c e r c a d o m u c h o á a q u e l fin. L a c u e s t i ó n , d i f í c i l d e r e s o l v e r
W ü l l n e r , de cyclo épico poetisque cyclicis, M o n a s t . , 1828, e n s u s kl. Schriften, vol. 1,
por c i e r t o , d e l o q u e c o n l o s p o e m a s d e H o m e r o se h i z o e n l a é p o c a d e P i s i s -
t r a t o e s , b a j o c i e r t o a s p e c t o , el p r i n c i p a l o b s t á c u l o c o n q u e t r o p i e z a n t o d a s l a s p. 400 y ss., r e l a c i o n a d o c o n l a s o b s e r v a c i o n e s q u e e n c o n t r a r i o a d u c e W e l c k e r ,

i n v e s t i g a c i o n e s á e l l o s r e l a t i v a s . E n esto m i s m o c o n v i e n e n á u n a q u e l l o s q u e , Epischer Cyclus, v o l . 1 , p. 442 y ss.]


c o m o N u t z h o r n , p o r e j e m p l o , op. cit., p. 18 y s s . , h a n l l e g a d o h a s t a á c o n s i d e - 2) O í ¡xévTOt y ' ip/aiot xou tov KJX/.OV ¿va^ápovoiv EÍ; OWTÓV f O i m p o v ) , P r o -
rar como indignas de crédito y poco importantes cuantas noticias relativas á c l o , (Vita Homeri, p . 27 d e W e s t e r m a n n ) . [ V é a n s e los t e s t i m o n i o s en G . K i n k e l ,
Pisistrato nos ha trasmitido la antigüedad.] Epicorum graecorum fragm., L i p s a , 1 8 7 7 , p. 1 y s s . ]
diversos que vivieron después de las primeras O l i m p i a d a s , y por
g u i e n t e , una tercera parte más corto que la I l í a d a — p r i n c i p i a b a
ende mucho después que H o m e r o ; y en efecto, si e x a m i n a m o s
con la l l e g a d a de las A m a z o n a s á T r o y a , inmediatamente des-
con detención los mencionados c a n t o s , encontraremos que se di-
pués de la muerte de H é c t o r . E x i s t í a en la antigüedad una re-
ferencian extraordinariamente de la Ilíada y de la O d i s e a , tanto
dacción de la Ilíada que terminaba con estas p a l a b r a s : «Así se
por su carácter, cuanto por la manera de presentar los aconteci-
celebraron los funerales de H é c t o r ; luego llegó la A m a z o n a , hija
mientos míticos; además, t a m p o c o sus autores pueden ser llama-
del valeroso A r e s , destructor de los hombres ').» E s t a e r a , sin
dos H o m é r i d a s , porque la escuela de este nombre no existió más
d u d a , la redacción cíclica de los poemas homéricos, más de una v e z
que en la isla de C h í o s , y ninguno de éstos se dice procedente de
c i t a d a por los críticos antiguos 1 ) , en la cual hallábanse aquéllos
aquella isla. N o obstante, parece probable que fueran rápsodas
ligados con el resto del ciclo épico formando una serie no inte-
homéricos de profesión, á los c u a l e s , consagrados como estaban rrumpida. E s t e mismo orden de cosas se encuentra en m u c h a s
a recitar constantemente los antiguos p o e m a s de H o m e r o , se ocu- o b r a s del arte plástico de los a n t i g u o s , en las que se representa
rriese la idea de continuarlos con sus propios ensayos en análogo de un lado á A n d r ó m a c a llorando sobre las cenizas de H é c t o r , y
estilo; y que recitados á su v e z estos cantos por los mismos ráp- de otro al venerable P r i a m o recibiendo con agrado á las mujeres
s o d a s , llegaran á conquistar el glorioso nombre de epopeyas ho- guerreras. L o s acontecimientos más culminantes de la e p o p e y a de
méricas. A h o r a bien; comparando los fragmentos y los extractos A r c t i n o , eran los siguientes: Aquíles m a t a á P e n t e s i l é a , y luego,
que de estos poemas han l l e g a d o hasta nosotros," se infiere que en un acceso de c ó l e r a , h a c e morir á T e r s i t e s , que se había bur-
sus autores debían poseer copias de la Ilíada y de la Odisea en lado de su amor hacia aquélla. A p a r e c e después con sus E t i o p e s ,
su forma c o m p l e t a , ó mejor d i c h o , que contuvieran la misma se- el hijo de E o s , M e m n o n , quien después de haber dado muerte á
n e de acontecimientos que conocieron los griegos posteriores á A n t í l o c o , el P a t r o c l o de Arctino, sucumbe á m a n o s de A q u í l e s , el
H o m e r o y que hoy conocemos nosotros, y que se contentaron c u a l , á su v e z , persiguiendo á los T r o y a n o s hasta la c i u d a d , e s
con agregar sus propios p o e m a s al principio ó al fin de estas epo- herido mortalmente por Paris. T h é t i s roba su cuerpo á la hoguera,
p e y a s . Sin e m b a r g o , á pesar de la estrecha relación que entre sus y después de infundirle nueva v i d a , lo trasporta á la isla de L e u -
composiciones y las de H o m e r o existe, y á pesar de que á menu- ce , en el mar N e g r o , donde más tarde los n a v e g a n t e s creían ver
d o aprovecharon simples alusiones del gran poeta para componer deslizarse su imponente sombra durante el crepúsculo vespertino:
• largos pasajes de sus propias p o e s í a s — l o c u a l , sobre t o d o , se A j a x y Ulíses se disputan las armas de A q u í l e s , y vencido A j a x ,
observa en el extracto de la C i p r i a d a — s u manera de tratar los se suicida 3 ). Arctino refiere además la historia del caballo de ma-
asuntos mitológicos difiere de tal modo de la de H o m e r o , que
claramente se deduce que en la época de los cíclicos, la Ilíada y
la Odisea habían cesado de trasformarse y de e x t e n d e r s e , y que thek der alten Litteratur und Kunst, parte 4.a, p. 61), donde se l e e : * ' * * ' A p x w o j v
TOV MiÁr¡Tiov Myovtnv i-Cr/ ¿ W ,0?'. E l plural ó'v-A se refiere, según lo que he-
habían a l c a n z a d o y a una forma estable y definitiva '). D e lo con-
mos dicho en el" texto, á los dos p o e m a s á la vez. [ V é a s e Griechische Bilderclironi-
trario, no dejaríamos de reconocer en las interpolaciones de los ken, escrita en colaboración por O. Jahn, p u b l i c a d a por A . Michaelis, Bonn, 1873,
poemas homéricos, vestigios de aquella época más reciente. p. 77 y tabla V I k s , según el c u a l , el n u m e r a l , 6?' debe leerse 9500. L o s dos poe-
m a s de A r c t i n o , la E t i o p e i d a y la D e s t r u c c i ó n de T r o y a , c o n s t a b a n , juntas,
Comencemos por los poemas que continuaron la Ilíada. Arctino
de 7 libros. E n A t e n e o 7 , p . 277, d , véase 1 , p. 22, c , A r c t i n o es considerado
de Mileto f u é , como es s a b i d o , un poeta tan antiguo, que se le con E u m e l o , c o m o autor de u n a T i t a n o m a q u i a . ]
cree discípulo de H o m e r o , y el c u a l , según las noticias cronoló- ') " ü ; 01 y' ¿¡ioÍswív -ái?ov "Ex-opo;, r,).6e o' 'A¡ia?«ív,
g i c a s , floreció en los comienzos de l a s Olimpiadas. S u p o e m a , "Aprjoc OyyÓTYip |ter«>W<»í <kv8po<p¿voto. —Schol. Victor, al último verso
del libro 24 d e la Iliada.
que consta de nueve mil quinientos versos s)—era, por consi-
i ) [ S ó l o se encuentra esta cita en dos pasajes de nuestros escolios a la
Odisea 16, 195 y 17, 25. V é a s e L a r o c h e , die Homerische Textkritik im Altertu-

' ) E x c e p t u a m o s , naturalmente, e l C a t á l o g o de las n a v e s , véase C a p . V . me, p. 20.]


2) Según la inscripción de la t a b l a del Museo B o r g i a (véase Heeren, Biblio- 3) v é a s e el escolio á las Isthmicas d e P i n d a r o 3, 58. q u e cita á proposito
d e r a ; d e s c r i b e l a c o n f i a n z a é indolente seguridad de los Troya-
Destrucción de Troya, y P a u s a n i a s cita de ella m u c h o s p a s a j e s que
nos y la muerte de L a o c o o n t e . , el c u a l . a n t e la inminente des-
h a b l a n del asedio de la c i u d a d , de la distribución de los prisione-
trucción de T r o y a ' ) , induce á E n e a s á refugiarse e n el Ida. E n
ros entre los v e n c e d o r e s , y de c ó m o fueron aquéllos trasporta-
la t o m a de T r o y a por los g r i e g o s que v u e l v e n de T é n e d o s y por
d o s . D e estas c i t a s se infiere que L e s c h e s , en la narración de
los que salen del c a b a l l o de m a d e r a , h a c e resaltar la a r r o g a n c i a
m u c h o s a c o n t e c i m i e n t o s i m p o r t a n t e s — t a l e s c o m o la m u e r t e de
y la i m p l a c a b l e c r u e l d a d de los A q u é o s , que d a n m a r g e n á la re-
P r i a m o , el fin del j o v e n A s t i a n a x y la suerte de E n e a s , quien , se-
solución de A t h e n e , y a c o n o c i d a por la O d i s e a , de c a s t i g a r l o s de
gún é l , fué l l e v a d o á F a r s a l o por N e o p t e l e m o — s i g u i ó tradiciones
m i l m a n e r a s en su r e t i r a d a . E s t a ú l t i m a p a r t e , c u a n d o se h a l l a b a
distintas d e las u t i l i z a d a s por A r c t i n o . C o m o quiera que al asun-
s e p a r a d a de la p r e c e d e n t e , i n t i t u l á b a s e la Destrucción de Troya
to de la obra f a l t a b a u n i d a d , el l a z o de unión de estos d i v e r s o s
CIXíouTOf¡<xt;), m i e n t r a s que la p r i m e r a , que c o m p r e n d í a c u a n t o s
h e c h o s no podía ser sino débil y superficial por e x t r e m o , por lo
a c o n t e c i m i e n t o s se realizaron hasta la muerte de A q u í l e s , lleva-
c u a l dice A r i s t ó t e l e s que m i e n t r a s que la I l í a d a y la O d i s e a c a d a
ba por título la Etiopeida de A r c t i n o .
una en p a r t i c u l a r , a p e n a s h a b r í a n podido proporcionar asunto
Lesches ó Lescheo de Mitilene ó de P i r r h a , en la isla d e L e s - p a r a una sola t r a g e d i a , la P e q u e ñ a I l í a d a , suministraba materia-
bos, floreció m u c h o t i e m p o d e s p u é s que A r c t i n o . L a s m e j o r e s les p a r a más d e ocho '). E l c o m i e n z o del c a n t o que t a n t o prome-
a u t o r i d a d e s están de a c u e r d o en afirmar que v i v i ó e n la é p o c a de t e , y que H o r a c i o tildó de pretencioso y a r r o g a n t e , dice así: « Y o
A r q u í l o c o , ó sea h a c i a la 18. a Olimpiada s). A l g u n o s a u t o r e s an- c a n t o á Ilion y á la D a r d a n i a , f a m o s a por sus c o r c e l e s , y por la
tiguos a s e g u r a n que A r c t i n o y L e s c h e s se disputaron el p r e m i o c u a l t a n t o s m a l e s sufrieron los D á ñ a o s servidores de A r e s *)».
en un c e r t a m e n , p e r o e s t a versión sólo puede interpretarse en el P e r o a n t e s de seguir a d e l a n t e , f u e r z a m e será justificar c u a n t o
sentido de que el último emuló á su p r e d e c e s o r t r a t a n d o los mis- a c a b o de decir sobre A r c t i n o y L e s c h e s . E l célebre filósofo y gra-
mos a s u n t o s que éste. S u p o e m a , á m e n u d o atribuido p o r m u c h o s mático P r o c l o 3), á c u y a C r e s t o m a t í a d e b e m o s las noticias m á s
á H o m e r o y á otros p o e t a s 3), se l l a m a b a la Pequeña litada, y de-
bió ser c o m p l e m e n t o de la de H o m e r o . S e g ú n Aristóteles 4), re-
') A r i s t ó t e l e s c i t a d i e z , á s a b e r : "On'/.WV Y.pid'.:. $¡/.ox-r,-r ( ;. NEOJCTÓ/ÍJÍOC,
l a t a b a este p o e m a los a c o n t e c i m i e n t o s que precedieron á la des- IvjpvTrjAo;, Il-w/EÍa (véase Odisea 4 , 2 4 4 ) : A á x a i v a i , ' 1).:O-J r.íon'.z, ' ATTÓTWO-J;.
trucción de T r o y a , la m u e r t e de A j a x , las a v e n t u r a s de F i l o c t e t e s , S i v w v , T p w á S s c . [ S u s e m i h l , c o m o a n t e s G . H e r m a n n y S p e n g e l , e n c u e n t r a ex-
de N e o p t e l e m o y de U l í s e s , que determinaron la t o m a de la ciu- t r a ñ a e n A r i s t ó t e l e s l a e x p r e s i ó n iwiov OY-W , p o r lo c u a l s u p r i m e el n'/iov, y
e n su c o n s e c u e n c i a l o s t í t u l o s d e l a s dos ú l t i m a s t r a g e d i a s . V é a s e lo q u e en
d a d ; y en fin, la destrucción de I l i o n ; aserción que v e m o s confir-
c o n t r a r i o d i c e J . V a h l e n , e n s u s Beiträge zu Aristoteles Poetik, p. 283-284.] E n -
m a d a en numerosos f r a g m e n t o s . L a ú l t i m a p a r t e de este p o e m a
t r e e s t a s t r a g e d i a s , el a s u n t o d e l o s A á x a i v a t no e s t á del t o d o c l a r o . E l ti-
l l e v a b a , c o m o la p r i m e r a de la obra de A r c t i n o , el título de l a t u l o e n sí m i s m o s i g n i f i c a « L a c e d e m o n i a s » , q u e son sin d u d a l a s m u j e r e s q u e
f o r m a b a n el s é q u i t o d e H e l e n a y el c o r o . A h o r a b i e n , H e l e n a d e s e m p e ñ a un
p a p e l i m p o r t a n t e e n l a s a v e n t u r a s d e U l í s e s c u a n d o e n t r a c o m o e s p í a en T r o -
d e este a c o n t e c i m i e n t o l a E t i o p e i d a , y el e s c o l i o á la litada u , 515, que men- y a , a s u n t o de l a a r r i b a c i t a d a I l - w / ü n . A c a s o t a m b i é n H e l e n a figuró como
c i o n a , p o r el c o n t r a r i o , el 'D.íoy r.í?atC de Arctino. Menciono este hecho con- c ó m p l i c e en el a r d i d del c a b a l l o d e m a d e r a . V é a s e Odisea 4 , 2 7 1 , Eneida 6 , 517.
cretamente, p o r q u e p o d r í a i n f e r i r s e d e lo q u e se lee e n l a C r e s t o m a t i a d e P r o - D e l a t r a g e d i a d e S ó f o c l e s q u e l l e v a b a este t í t u l o , s ó l o q u e d a n hoy algunos
clo , que Arctino omitió esta circunstancia. f r a g m e n t o s ; n.o 336 á 339 d e D i n d o r f . [ E l a s u n t o d e l o s A á x a t v a i e r a el r o b o
') M u y d i f e r e n t e de V i r g i l i o q u e , b a j o c i e r t o p u n t o d e v i s t a , s i g u e m u y es- d e l P a l l a d i u m p o r U l í s e s y D i ó m e d e s ; s o b r e este p u n t o v é a s e l a Chrestomathia
p e c i a l m e n t e á A r c t i n o , e n el l i b r o s e g u n d o d e s u E n e i d a . d e P r o c l o , p . 482. V é a s e t a m b i é n N a u c k , Tragic. gr. Fragm., p. 167. J
2) [ S e g ú n l a C r ó n i c a d e E u s e b i o , y l a s n o t i c i a s d e G e o r g . Synk. 213, b, 2) " D . i o v ÍEÍCM x « \ Aap6avír,v EUWÚ>.OV,

Lesches floreció a n t e s d e l a 30.a O l i m p i a d a , 3658 a ñ o s a. C h r . L a opinion ex- í j ; Tílpi ito).).ot ra&ov A a v a o í , OspárcovTEí *Apr,o;.
p u e s t a e n el t e x t o d e s c a n s a e n el t e s t i m o n i o d e P h a n i a s e n C l e m e n t e A l e j a n - 3) * S e g ú n W e l c k e r , e r a n d o s p e r s o n a s d i s t i n t a s , v é a s e op. cit., p . 498-499.
d r i n o , Stromat., 1, p . i 4 4 , q u e h a b l a d e un s u p u e s t o c e r t a m e n e n q u e t o m a r o n [ L a h i p ó t e s i s d e W e l c k e r , a n t e r i o r m e n t e e x p u e s t a por A . V a l e s i u s , de crit. 1, 20.
parte Arctino y Lesches. ] á l a c u a l se h a n a s o c i a d o t a m b i é n B e r n h a r d y y o t r o s , y según l a q u e e s t e P r o -
3) [ E n t r e otros al lacedemonio Cineton: véase C a p . I X . ] c l o , f u é E u t i q u i o P r o c l o d e S i c c a , m a e s t r o d e M a r c o A u r e l i o , q u e v i v i ó e n el
*) Poet., c . 23 .adfinem. p . 1459, b , 2. siglo s e g u n d o d e l C r i s t i a n i s m o , p a r e c e d e t o d o p u n t o i n a d m i s i b l e . Así lo i n d u -
completas sobre el ciclo épico ' ) , difiere por completo de nuestra
to no ha sido s a c a d o de aquellos cantos en su forma originaria,
opinión en este punto. A guisa de extracto de los poetas cíclicos,
sino de una compilación hecha por algún g r a m á t i c o , con el solo
expone Proclo la narración continuada de los acontecimientos
intento de recoger de las obras de varios poetas cíclicos una des-
de la guerrra de T r o y a , en que un poeta sucede siempre á otro,
cripción poética completa de aquellos mismos acontecimientos, y
á m e n u d o en medio de un asunto que requiere la unidad más es-
en la cual el autor cuidó de no repetir ninguna circunstancia y de
trecha. A s í , según é l , Arctino continuó la Ilíada de H o m e r o has-
no omitir ningún otro detalle importante. E s t o mismo inducen á
ta la lucha entre A j a x y Ulíses por conquistar las a r m a s de Aquí-
creer las propias palabras de Proclo '). E n este sentido, el ciclo
les, cuyo resultado refiere y a L e s c h e s , con las subsiguientes em-
comprendía no sólo el período de la guerra de T r o y a — e n que los
presas de los héroes griegos contra T r o y a , hasta que el caballo de
poemas hallábanse estrechamente relacionados entre sí y todos
madera queda dentro de los muros de la c i u d a d ; en este punto
ellos con los de H o m e r o , — s i n o también la mitología entera, des-
Arctino reanuda el hilo de la narración, describiendo la salida de
de las bodas de la Tierra y el C i e l o , hasta las últimas aventuras
los héroes encerrados en el c a b a l l o , p a r a romperlo de nuevo en
de Ulíses. P a r a llegar, p u e s , á aquel resultado, viéronse obliga-
medio de la historia de la retirada de los G r i e g o s , en el momento
dos los gramáticos á utilizar poemas enteramente diversos, de
en que Athene está ideando el modo de castigarlos; de relatar la
c u y a originaria conexión no alcanza á descubrirse huella a l g u n a
ejecución de este proyecto se encarga A g i a s en el poema titulado
en su plan ni en la ejecución de éste 2 ).
los Nostoi. P a r a explicar satisfactoriamente este entrelazamiento
de poemas diversos, es preciso admitir la existencia de una espe- • E l poema que en el ciclo precedía á la I l í a d a , y que su autor
cié de A c a d e m i a de p o e t a s , los cuales acordaran distribuirse el destinó evidentemente á este objeto, se llamaba la Cipriada, com-
asunto con la exactitud más escrupulosa. P e r o de todas suertes, puesto de once c a n t o s , y el cual puede atribuirse, sin temor de
no puede comprenderse cómo Arctino interrumpiera dos veces el e r r a r , á Estasinc de C h i p r e , quien, según la t r a d i c i ó n , lo recibió
hilo de su narración en historias que el interés del auditorio no de H o m e r o — á quien por esta razón se creyó natural de Salami-
le habría permitido dejar imperfectas, con el único y exclusivo fin na de C h i p r e — e n concepto de d o t e , por su casamiento con la hija
de proporcionar á L e s c h e s , que vivió casi un siglo después que del gran poeta 3 ). Sin e m b a r g o , l a s ideas fundamentales que bri-
é l , y á A g i a s , aún más moderno, ocasión para llenar sus lagunas
y completar el poema. A d e m á s , como quiera que los fragmentos 1) K a t TtEparoOtat ó smxb; XVXAO; ex ocasópiov izo;r,T¿ov 5-j¡x^>.r,po-j¡j.£vo;
aún existentes de Arctino y de L e s c h e s prueban que los aconte- -t¡; ánopáiTíü); ' Oo-jasíw; xr,s cíe 'I0áxr,v, P r o c l o en Focio, p. 378, edic. Gaisford.
cimientos, de que, según la Crestomatía de Proclo, no se ha- ' ) Si se necesitaran otras p r u e b a s p a r a demostrar u n a tesis que es por sí
cía mención alguna en sus o b r a s , f u e r o n , por el contrario, tra- misma e v i d e n t e , recordaríamos q u e , según P r o c l o , el ciclo épico constaba
primero d e cinco libros y después de otros dos, que eran los últimos, de A r c -
tados por ambos p o e t a s , claramente se deduce que este extrac-
tino ; ahora b i e n : según la T a b u l a B o r g i a n a , los poemas de A r c t i n o consta-
ban, c o m o a r r i b a d e c i m o s , de 9.500 v e r s o s , q u e , á j u z g a r por las proporciones
d e los poemas h o m é r i c o s , debían formar por lo menos doce libros.
cen á creer no solo el testimonio de S u i d a s en IIpóx).Oí, sino también el de un 3) [ Y a los antiguos dudaron de quién fuese el autor d e l a C i p r i a d a . A d e m á s
escolio á G r e g o r i o N a c i a n c e n o que c i t a G a i s f o r d en su edición d e S u i d a s , en de E s t a s i n o , fueron considerados c o m o autores de este p o e m a , H e g e s i a s de H a -
la p a l a b r a syx-jx),tov, y Migne, Patrolog. greec., vol. 36, p. 914, c , donde se lla- licarnaso y Hegesino natural de S a l a m i n a de C h i p r e . E n las m á s antiguas c i t a s
m a á IIpóxAo: ó KXaT&mxo; ev ¡lovofJípXw irep\ xúx).ou sTiiy sy pauuivr,. ] que se h a n h e c h o del p o e m a , Heródoto 2 , 117 y G l a u c o en el escoliasta vati-
') E s t a parte de la Crestomatía fué por primera vez impresa en la gottinger cano de la H e c u b a de E u r í p i d e s , V . 4 1 , no se dice quien sea el autor. E s p o r
Bibliothek fúr alte Litteratur und Kunst ( p a r t e 1.» inédita)-, m á s tarde en el He- d e m á s e x t r a ñ o , que, c o m o asegura este último, en la C i p r i a d a , se hablase de la
phdstion de G a i s f o r d , p. 37S y ss.; 472 y ss. y en otro lugar. [ V é a s e también muerte d e Polixena. A h o r a b i e n , siendo indudable que b a j o el nombre de
O . J a h n , Bilderchroniken, p . 98 y ss. S e g ú n la hipótesis, m u y verosímil por G l a u c o se d e s i g n a b a , al poeta natural de R e g i n a de este mismo nombre, c o n -
cierto, d e S t u d e m u n d , todos los fragmentos d e P r o c l o relativos al ciclo épico, temporáneo d e D e m ó c r i t o , y que escribió una o b r a sobre el p o e t a , en m o d o al-
proceden del célebre Codex Venetus A. de la Ilíada. A l g u n a s de las primeras g u n o puede creerse en u n a confusión de la C i p r i a d a con las historias cípricas,
hojas de este C ó d i c e se han perdido y se ha trocado el orden d e las demás. c o m o W e l c k e r , epische Cyclus, vol. 2 , p. 164, supone. H a y que observar a d e m á s
V é a s e op. cit., p. 97-98.] que la C i p r i a d a debe su nombre al lugar en que se supone que fué compuesta.
lian en la C i p r i a d a son tan a n t e - h o m é r i c a s y c o n t i e n e n tan grose-
h o m b r e s con su e s f u e r z o v a r o n i l , c o m o H e l e n a con su f e m e n i l
ros e n s a y o s de filosofía m i t o l ó g i c a , c o s a c o m p l e t a m e n t e e x t r a ñ a á
b e l l e z a . D e aquí q u e T h é t i s y A p h r o d i t e , por m e d i o s m i l a g r o -
H o m e r o , q u e es imposible c o l o c a r á E s t a s i n o en u n a é p o c a ante-
s o s , p r o c u r a s e n a c e r c a r l o s uno á o t r o , p u e s de otra suerte ha-
rior á la en q u e floreció A r c t i n o . E l p o e m a c o m e n z a b a con una sú-
bría sido m u y difícil que l l e g a r a n á c o n o c e r s e . P e r o c o m o la gue-
p l i c a de la T i e r r a á Z e u s p a r a que la librase de la p e s a d a c a r g a de
rra dirigida del m o d o q u e d e j a m o s d e s c r i t o , no h i c i e r a suficientes
la r a z a h u m a n a , que h a b í a l l e g a d o á h a c e r s e d e m a s i a d o fuerte y
e s t r a g o s , Z e u s , a c c e d i e n d o m á s e f i c a z m e n t e á las s ú p l i c a s d e la
p o d e r o s a ; refería luego c ó m o Z e u s , c o n el o b j e t o de h u m i l l a r el
T i e r r a , r e s u e l v e al fin suscitar entre A q u í l e s y A g a m e m n o n , ri-
o r g u l l o h u m a n o , engendró en la diosa N e m e s i s á H e l e n a , cuya
v a l i d a d e s que p r o v o c a n l a s g r a n d e s b a t a l l a s de la Ilíada. L a C i -
e d u c a c i ó n confió á L e d a ; c ó m o A p h r o d i t e p r o m e t i ó al p a s t o r P a r i s
p r i a d a , p u e s , se refería á la I l í a d a c o m p l e t a n d o su a s u n t o y agre-
d a r l e , c o m o recompensa por h a b e r l e a d j u d i c a d o la m a n z a n a de
g a n d o al s u p u e s t o m o t i v o de la resolución de Z e u s en este ú l t i m o
E r i s , á H e l e n a , cuya h e r m o s u r a h a b í a de ser c a u s a de la ruina de
p o e m a , esto e s , á la s ú p l i c a de T h é t i s , u n a c a u s a m á s g e n e r a l de
los héroes; y cómo, en fin, fué esta r o b a d a por P a r i s m i e n t r a s q u e
q u e no se h a b l a en el p o e m a de H o m e r o , c u a l es el r u e g o de la
M e n e l a o , su esposo, e s t a b a en C r e t a y s u s h e r m a n o s los D i o s c u -
T i e r r a . E n la C i p r i a d a u n a f a t a l i d a d s i n i e s t r a , se cierne sobre el
ros m o r í a n en un combate c o n los h i j o s d e A f a r e o . D e todos es-
m u n d o h e r o i c o , c o m o en H e s i o d o ' ) l a s g u e r r a s de T e b a s y d e
t o s a c o n t e c i m i e n t o s nacía la e x p e d i c i ó n de los héroes g r i e g o s con-
T r o y a se c o n v i e r t e n entre los h é r o e s en g u e r r a s de u n i v e r s a l e x -
tra T r o y a . E n t r e tanto los G r i e g o s , s e g ú n la C i p r i a d a , salieron
t e r m i n i o . E l i n s t r u m e n t o de q u e la f a t a l i d a d se s i r v e , en e s t e
d o s v e c e s de Aulide con dirección á T r o y a ; la p r i m e r a v e z arri-
p o e m a , es t a m b i é n , c o m o en e l m i t o de P a n d o r a en H e s i o d o , la
b a r o n á T e u t r a n i a , en la M i s i a , p a í s g o b e r n a d o por T e l e f o , p e r o
b e l l e z a de u n a m u j e r . A p h r o d i t e , de c a r á c t e r p o c o belicoso y que,
al salir de allí una t e m p e s t a d les o b l i g ó á v o l v e r de n u e v o á su
e n H o m e r o , n u n c a se e n c u e n t r a p r o p i c i a á m e z c l a r s e en los c o m -
p r i m i t i v o p u n t o de p a r t i d a . E n la s e g u n d a s a l i d a de A u l i d e se
b a t e s de los h é r o e s , es la q u e , e n l a obra a t r i b u i d a á Estasino.
r e l a t a b a el sacrificio de I f i g e n i a . L o s n u e v e a ñ o s de c o n s t a n t e
d i r i g e t o d a s l a s e m p r e s a s ; h a s t a tal p u n t o influyeron en el á n i m o
l u c h a al pie de los muros y en los a l r e d e d o r e s d e T r o y a o c u p a -
d e l p o e t a de C h i p r e l a s i m p r e s i o n e s que recibiera en su isla na-
b a n c a s i m e n o s espacio en e s t e p o e m a q u e los p r e p a r a t i v o s de
tal , d o n d e A p h r o d i t e e r a la d e i d a d p r e d i l e c t a 3 ).
la g u e r r a ; — e l abundante río de la tradición que m a n a b a d e mil
f u e n t e s en los cantos de H o m e r o , h a b í a q u e d a d o r e d u c i d o á un E n t r e los p o e m a s de A r c t i n o y de L e s c h e s y la O d i s e a , vinie-
m e z q u i n o arroyuelo ' ) — y la m a y o r p a r t e de la o b r a se refería á ron á colocarse los Nostoi, e p o p e y a en c i n c o l i b r o s , del t r e c e m o
a c o n t e c i m i e n t o s anteriores, a c c i d e n t a l m e n t e c i t a d o s por H o m e - Agias 3 ). L a O d i s e a p u d o m u y bien p r o v o c a r la a p a r i c i ó n de es-
r o , c o m o por ejemplo, el a t a q u e de que es o b j e t o E n e a s por par- t e p o e m a en c u y o c o m i e n z o el a u t o r supone que todos los héroes
t e d e A q u í l e s junto á los r e b a ñ o s de b u e y e s 5 ) , la m u e r t e de T r o i -
l o 3 ) y la v e n t a de L i c a o n á L e m n o s *); P a l a m e d e s , el n o b l e a d v e r -
•) H e s i o d o , Trabajes y Días 160 y ss.
s a r i o de U l í s e s , era el único h é r o e de este p o e m a á q u i e n H o m e r o "•) [ E s p o s i b l e q u e los v e r s o s d e l a s P r a x i d a m a n t i e a s d e A r i s t o x e n o (véase
no c o n o c i ó ó á quien no t u v o o c a s i ó n de n o m b r a r . A q u í l e s a p a r e - I i a r p o c r a c i o n e n MO-JTXÍO; c i t a d o s im Anecdotum romamtm, p . 5 O s a n n , c o m o
c e s i e m p r e c o m o el héroe p r i n c i p a l , n a c i d o p a r a destruir á los p r i n c i p i o de l a I l í a d a :
"E(JZSTE vOv [i.o-.. M o O o a i . 'O/.'jiiTt'.a S - i u . a t ' 'i/yjc,i\
.5-na>; or, |M¡ví; TI -/ó/.a; 6' F/.E Ilr/AEtiova.
AY;TOO; ay/.abv víóv; ó y a f $a.aü.r¡< -/O/.WOST;.
L o m i s m o s u c e d e con las N a u p a c t i a s de q u e t r a t a r e m o s e n el C a p . V I I I . y
q u i z á s con el p o e m a Focáis.] e s t u v i e r a n d e s t i n a d o s á servir c o m o d e t r a n s i c i ó n d e l a C i p r i a d a á la I l í a d a ,
a s í c o m o el final d e l a I l í a d a p a r e c e h a b e r e s t a d o l i g a d o c o n l a E t i o p e i d a d e
') * W e l c k e r combate esta t e s i s en su epische Cyclus, p a r t e 2.a, p. 264.
s) litada 20, 90 y ss. Arctino.] . .
3) litada 2 4 , 257. L a poesía d e é p o c a s p o s t e r i o r e s , c o l o c a la m u e r t e d e T r o i l o 3) ' A v í a - es la v e r d a d e r a f o r m a d e este n o m b r e , e n j o m c o H y f e ; [ a s i se v e
e n los ú l t i m o s d í a s de T r o y a . e n P a u s a n i a s i . 2. 1 . A - i y í a ; e s u n a c o r r u p c i ó n . [ E l Codex Venrtus A. dice
l) litada 2 1 , 35. " A y s o y . c o m o si el n o m b r e del poeta f u e r a H a g i a s . ]
á excepción de U l í s e s , han vuelto á su p a t r i a , después de termi- F o r m a b a la continuación de la O d i s e a , la Telegonía de c u y o
n a d a la guerra de T r o y a . Sin d u d a existían y a , en la época de p o e m a no aparecen más que dos libros en la colección de que se
H o m e r o , algunos poemas sobre la v u e l t a de los héroes; pero es- sirvió P r o c l o ')• Eugamon de C i r e n e , que no vivió antes de la
tos cantos sueltos cayeron en el más profundo o l v i d o , al aparecer 53. a O l i m p i a d a , es considerado como autor de este c a n t o , el cual
el poema de A g i a s , compuesto con arte casi homérico, y en el c o m e n z a b a en los funerales de los pretendientes celebrados por
c u a l se v e n recogidas y utilizadas, cuantas indicaciones se encuen- sus deudos. A u n q u e , en realidad la falta de este p a s a j e no que-
tran esparcidas en las obras del gran poeta '). A g i a s d a b a prin- branta la unidad de la O d i s e a , puesto que los pretendientes, des-
cipio á su canto, refiriendo cómo Athene realizó su meditada ven- pués del castigo que reciben por mano de U l í s e s , no sólo no ins-
g a n z a suscitando entre los A t r i d a s , rivalidades que impidieron piran y a interés a l g u n o , sino que parece como que son extraños
la simultánea vuelta de los dos príncipes á su patria. L a s aven- a l asunto del p o e m a , é s t e , sin e m b a r g o , considerado como obra
turas de los A t r i d a s , constituían , p u e s , el asunto principal de es- n a r r a t i v a , resulta incompleto sin el pasaje mencionado. L a T e -
te poema s ) . E n él se c u e n t a n , en primer t é r m i n o , las peregri- l e f o n í a refería después un v i a j e de Ulíses á Políxeno en E l i d e , cu-
naciones de M e n e l a o , el primero que había a b a n d o n a d o las cos- y o s motivos desconocemos; luego la ejecución de los sacrificios
tas de T r o y a , hasta la vuelta de este héroe á su p a t r i a ; después q u e le habían sido encomendados por T e i r e s i a s ; por último el he-
el poeta refiere el v i a j e de A g a m e m n o n , que se h i z o á la vela mu- i o e — p r o b a b l e m e n t e para l l e g a r , en cumplimiento de la profecía
c h o más t a r d e , hasta M i c e n e , el asesinato del héroe y la suerte d e T e i r e s i a s , «al país cuyos habitantes no conocen el m a r ni l a s
de su familia, hasta el momento en que llega M e n e l a o , después sales marinas» — v a á T e s p r o c i a , donde reina feliz y victorioso,
de consumada la v e n g a n z a de Orestes 3 ) , con la cual termina el hasta que por segunda v e z vuelve á I t a c a , donde m u e r e , sin ser
poema. E n esta narración hallábanse con gran habilidad y arte conocido por su matador, á manos de T e l e g o n o , el hijo que había
encadenados los viajes y peregrinaciones de los d e m á s h é r o e s , de tenido en Circe y que iba en busca de su padre.
D i ó m e d e s , de N é s t o r , de C a l c h a s , de L e o n t e o , de Polipetes y de Ningún a c o n t e c i m i e n t o , excepción hecha de la guerra de T r o -
Neoptelemo, y la muerte de A j a x el locrio en las rocas Caferia- y a y de la v u e l t a de los G r i e g o s á su p a t r i a , se halla tan íntima-
n a s , de tal m o d o , que el conjunto formaba un c u a d r o admirable- mente relacionado con la Ilíada y con la O d i s e a , como la guerra
mente bosquejado de los héroes aquéos que en profunda discor- de los Argivos contra Telas; puesto que muchos de los principales
dia volvían á su patria por caminos diversos, l u c h a n d o con mil héroes a q u é o s , especialmente Diómedes y E s t e n e l o , se encontra-
obstáculos y peligros. Ulíses era el único que quedaba p a r a la ban entre los vencedores de T e b a s , y sus antepasados, de una
Odisea *). oeneración más a u d a z y más terrible, habían combatido antes en
aquel mismo l u g a r , sin é x i t o , pero no sin gloria. T a m b i é n so-
bre esta - u e r r a existían poemas atribuidos á H o m e r o y que quiza
') V é a s e especialmente la Odisea, 3, 135. tenían grandes conexiones con su época y con su escuela. ^ con
2) Verosímilmente por esta r a z ó n A t e n e o llama al poema más de u n a v e z efecto, no v e m o s que á estas poesías v a y a u n i d o , como a los de-
( 7 , 281, b y 9 , 399, a ) : í] itov 'A-psiSüv y.áfiooo;.
3) V é a s e Odisea 3, 311. 4, 547.
N o sabemos á ciencia c i e r t a el lugar que la Nekyia ó d e s c r i p c i ó n de los d e P l u t o n y de P e r s é f o n e ? Si alguna parte de la Odisea se presta á tal exposi-
infiernos, o c u p a r í a en los N o s t o i ; [ P a u s a n i a s 10, 28, 7, véase 30, 5 ] pero no ció!piratona, es la consulta á T e i r e s i a s q u e , disgregada del resto del
puede dudarse que estaba relacionada c o n los funerales d e T e i r e s i a s , que poema tiene m u c h o de enigmática. ' V é a s e W e l c k e r , oP. cit p 298
C a l c h a s , en los Nostoi, celebraba en Colofon. Teiresias, en la Odisea, es el espí- P M E s t o s dos libros no eran evidentemente m á s que un simple e x t r a c t o de
ritu m á s venerable d e los infiernos; el único que está dotado de memoria y poema ( ' C o m b a t e esta tesis W e l c k e r , o*. cit., p. 489.) L a s mismas c . U s de
de reflexión, y g r a c i a s á é l , Ulises se atreve á penetrar h a s t a la e n t r a d a del P r o c l o h a c e n y a suponer una extensión m a y o r , aún no contando con el ^ m a
reino d e las sombras. Si el p o e t a , se h a b i a propuesto h a c e r una especie de de colorido místico sobre los Tesprocios, que Ciernente A l e j a n d n n o S ^ .
exposición preparatoria á la O d i s e a , ¿ q u é mejor ocasión p o d i a presentársele 6 , p, 277, a t r i b u y e á E u g a m o n , y el c u a l , en su forma p n m . t i y a , era evidente-
p a r a introducir, p o r decirlo a s í , el espíritu de profecía en el reino de las som- mente u n a parte d e la Telegonía. [ V é a s e C a p . X V I . ]
bras, y para explicar el privilegio de que gozaba según la O d i s e a en la morada
más cantos del ciclo, el nombre de uno ó de varios poetas poste- en su caballo A r i o n , sér sobrenatural; y el poema termina con
riores, sino q u e , ó son atribuidas á H o m e r o , como en general hi- una profecía anunciando la llegada de los E p í g o n o s .
cieron los griegos antiguos ' ) , ó en caso de d u d a , no se les atri- L o s Epígonos formaban la segunda parte de la T e b a i d a , pero
buye á ningún otro poeta. L a Tebaida, poema dividido en siete tenían con ella tan íntimas conexiones, que aunque en realidad
libros, y que consta de cinco mil seiscientos versos 2 ) t u v o por pa- eran dos obras independientes y separadas, á menudo se las de-
tria á A r g o s , que es t a m b i é n , en H o m e r o , el centro del poder signaba con el mismo nombre '). E l poema los E p í g o n o s comen-
g r i e g o , y c o m e n z a b a con estas p a l a b r a s : « C a n t a , o h , m u s a , A r - z a b a con una alusión á la primera guerra: « A h o r a , 0I1, M u s a s ,
gos la árida donde los príncipes...» 3 ) E n ella vivía A d r a s t o , que c o m e n c e m o s á cantar ias h a z a ñ a s de los más jóvenes >)•; y refe-
dió hospitalidad á Polinice, el desgraciado hijo de Edipo; el autor ría las proezas menos conocidas de los hijos de aquellos héroes,
aprovecha esta ocasión para relatar las causas del destierro de dirigidas probablemente por el mismo Adrasto 3 ) , designado por
P o l i n i c e , refiriendo la muerte de E d i p o y la maldición, dos v e c e s el destino para conquistar á T e b a s , si su e j é r c i t o , conduciéndose
r e p e t i d a , de sus hijos. Presentaba este poema á A m f i a r a o c o m o con dignidad y n o b l e z a , se hacía digno de gloria. D i ó m e d e s y
el prudente consejero de A d r a s t o y abiertamente opuesto á los E s t e n e l o , hijos el uno del terrible T i d e o y del a u d a z C a p a n e o el
belicosos deseos de los héroes Polinice y T i d e o . L a Helena de esta otro, aparecen en los E p í g o n o s iguales á sus padres en valor y en
guerra era E r i f i l e , la mujer seductora que obligó á su marido, fuerza y superiores á ellos por su moderación y su respeto á los
hombre por lo general cauto y que preveía su r u i n a , á precipitar- dioses.
se en la desgracia 4 ). L a soberbia y arrogancia de los jefes argi- E s t o s datos e s c a s o s , pero ciertos, revelan la alteza del asunto
v o s presentábase probablemente en este poema como causa prin- y que éste fué tratado en un estilo que no desmerecía del de H o -
cipal de su propio aniquilamiento, que H o m e r o atribuye á la mero. H a b í a , sin e m b a r g o , entre las obras del gran poeta y los
maldición que sobre ellos p e s a b a 3 ) , y que E s q u i l o describe con E p í g o n o s una diferencia, cual era la de que en este último poe-
característicos emblemas. A d r a s t o es el único que logra salvarse ma la v i d a idealizada de los héroes no estaba presentada c o m o
en la Ilíada y en la O d i s e a , en una sola acción grandiosa ni en
relación con un fin ú n i c o , sino que desarrollábase ante el audito-
') E n Pausanias 9 , 9 , 5 KaV./.ívo:, es e v i d e n t e m e n t e l a p a l a b r a a p r o p i a d a .
rio una larga serie de acontecimientos cuyo lazo de u n i ó n , im-
E s t e a n t i g u o poeta e l e g i a c o , c i t a b a p u e s , h a c i a l a 20.a O l i m p i a d a c o m o o b r a d e perfecto y d é b i l , consistía exteriormente en su común relación
H o m e r o l a T e b a i d a [ F r a g m . 6 , d e B e r g k ] . L o s E p í g o n o s se a t r i b u í a n t o d a v í a con una misma e m p r e s a , é interiormente en ciertas reflexiones
á Homero, e n l a é p o c a d e H e r ó d o t o ( 4 , 32). [ L o m i s m o s u c e d í a c o n l a C i - morales é ideas mítico-filosóficas.
p r i a d a , c o m o se infiere d e l t e s t i m o n i o de H e r ó d o t o 2 , 1 1 7 , q u e r e c h a z a e s t a
antigua opinión.]
2) * V é a s e W e l c k e r q u e c o m b a t e este p u n t o e n op. cit., p. 376. [ L a c i f r a 5.600 . ) A s í el e s c o l i a s t a d e A p o l o n i o d e R o d a s 1 , 308, c i t a , e n el relato d e M a n -
d e s c a n s a e n u n d o b l e e r r o r . E n l a T a b u l a B o r g i a n a no se e n c u e n t r a c o m o pre- t o l a T e b a i d a en l u g a r d e l o s E p í g o n o s . ' C o m b a t e e s t a t e s i s W e l c k e r , op. cU
t e n d e H e y n e , : • / ' , sino c o m o d i c e F r a n z , :•/', q u e s i g n i f i c a . p o r c o n s i g u i e n t e , p 404. [ S o b r e o t r o p o e m a d e A l c m e o n , p e r t e n e c i e n t e a l c i c l o t e b a n o , p e r o d e
6.600; v é a s e O . J a h n , Bilderchroniken, p. 77. A s í , p u e s , d i c h a c i f r a no s e refiere á í n d o l e c o m p l e t a m e n t e d i v e r s a , v é a s e el C a p . X V I d e e s t a o b r a . ]
l a T e b a i d a q u e se n o m b r a d e s p u é s , sino á u n a p o e s í a d e título d e s c o n o c i d o , q u e = ) NOv aoO' óirXoíipwv avo ? «ov « p x ^ f l a , M « 0 « u . [Certam. Hom. Hestod,,
s e c i t a a n t e s . E l n ú m e r o d e v e r s o s d e l a T e b a i d a según el Certam. Hom. et He- p 20 V é a s e l a Paz d e A r i s t ó f a n e s , V . 1.270, e n q u e el e s c o l i a s t a c o n s i d e r a ,
siodi, p. 1 9 , e d i c . d e N i e t z s c h e , es el de 7.000; del m i s m o n ú m e r o d e v e r s o s e r r ó n e a m e n t e por s u p u e s t o , á A n t í m a c o c o m o a u t o r d e l o s L p . g o n o s . ]
c o n s t a b a n l o s E p í g o n o s , según el m i s m o testimonio, p . 20. V é a s e R i t s c h l , Sticho- 3) V é a s e P i n d a r o , Pytli. 8, 48. P u e d e f á c i l m e n t e p r o b a r s e q u e P i n d a r o en la
metrie in den Opuse, phil., vol. 1 , p . 82-83.] m e n c i ó n q u e h a c e d e esta l e y e n d a , s i g u e fielmente l a T e b a i d a .
3) "Apyo; as'.Ss, 6sá, itoXuo«&¡ov, sv6a avsr/w;. [Certam. Hom. et Hesiodi
2 4 9 , p. 20, e d i c . N i e t z s c h e . ]
* ) A s í el P s e h d o - H e r ó d o t o (Vita Homeri.c. 9) l l a m a á t o d o el p o e m a 'A|i<pi-
ápao. sEc/.a'íía k y S u i d a s 'Au^tapáo-j ¿ID.EVTI;. [ V é a s e O . Müller,
Archciol., § 4 1 2 , 2.]
s) Iliada 5 , 409.
CAPÍTULO VII

Los himnos homéricos

F o r m a b a n los h i m n o s una r a m a esencial de la poesía épica.


E s t o s cantos de los poetas épicos que nosotros hoy comprende-
mos b a j o el calificativo de h o m é r i c o s , fueron l l a m a d o s por los
antiguos,proemios, esto e s , introducciones ó preludios ' ) ; nombre
q\ie evidentemente debían á la circunstancia de haber servido á
los rápsodas c o m o de cantos de introducción á sus recitaciones
poéticas. L o s versos finales indican m u y á m e n u d o este uso que
de ellos se h a c í a , c o m o por e j e m p l o : « C o m e n z a n d o por t í , v o y á
c a n t a r ahora la progenie de los semi-dioses y las p r o e z a s de los
héroes que a c o s t u m b r a n á celebrar los poetas »).» P e r o no se
prestaban á este objeto los p o e m a s m á s extensos del género épico,
á veces tan largos c o m o las rapsodias en que los g r a m á t i c o s divi-
dieron la Ilíada y la O d i s e a , y que otras veces contenían m u c h a s

' ) [ P í n d a r o , Ñemeos 2 , 1. T u c í d i d e s 3 , 104. 01-J.O; 6 OÍJir, e s t á r e l a c i o n a d o


c o n e!¡j.i y s i g n i f i c a p a s o 6 m a n e r a ,
s) A s í , por e j e m p l o , Hymn. 3 1 , 18:

h. aio O' A?SÁ|J¿VO: XXT,<JO> U.Spósuv yévo; ávoptbv


T|U.'.GÍ(OV,
y 32, 18 :
alo 8' ip-/ófisvo; x/¿a ipwTtov
a^oaat r,(it6lo>v, wv x/.gío-jo' £ ? Y ! i « ' ao'Soí.

T a m b i é n aparece una plegaria para la victoria:

X«íp' l).txop)i(?aps, f w * ' J | « ¡ M - / s , S o ; o' ev i y & v t


víxr.v tmos ? í « T 6 a t s¡ir,v o ' evrjvoy aoiSr.v.

Hymn. 6 , 19.
y d e t a l l a d a s narraciones de l e y e n d a s p a r t i c u l a r e s , c a p a c e s por sí c u á n n u m e r o s a s y d i v e r s a s eran en G r e c i a l a s fiestas religiosas á
solas d e despertar el interés del a u d i t o r i o . E s t o s h i m n o s , p u e s , ( 1 ue los r á p s o d a s c o n c u r r í a n . A s í es e v i d e n t e q u e los dos h i m n o s
deben ser ante todo c o n s i d e r a d o s c o m o preludios de t o d a u n a se- á \ p o l o se c a n t a b a n , el u n o e n la isla de D é l o s , en la fiesta del
rie de recitaciones é p i c a s , ó en otros t é r m i n o s , c o m o introducciones n a c i m i e n t o del dios, y el otro en la fiesta con que se c e l e b r a b a la
á todo un certamen de rapsodas, l a s c u a l e s , de e s t a s u e r t e , e r a n c o m o m u e r t e del d r a g ó n en P i t o ; que el h i m n o á D e m e t e r se r e c i t a b a
el g r a d o de transición de l a s f e s t i v i d a d e s , de los s a c r i f i c i o s , de en l a s fiestas de E l e u s i s , en l a s que a d e m á s se c e l e b r a b a n certá-
las p l e g a r i a s y de los h i m n o s r e l i g i o s o s , al c e r t a m e n de los canto- m e n e s m u s i c a l e s , y que en l a s fiestas d e A p h r o d i t e c e l e b r á b a n s e
res é p i c o s . E l himno corto á H e r m e s — el d é c i m o o c t a v o de los t a m b i é n a g o n e s de r á p s o d a s ' ) e s p e c i a l m e n t e en S a l a m m a y en
himnos h o m é r i c o s — q u e r e a l m e n t e n o es m á s q u e el h i m n o l a r g o la i s l a de C h i p r e M , d o n d e y a h e m o s visto n a c e r un notable
al m i s m o d i o s , a b r e v i a d o , nos d a u n a idea de la m a n e r a c ó m o se p o e m a é p i c o . P e r o el h i m n o c o r t o á A r t e m i s , que describe el
a b r e v i a b a n estos h i m n o s p a r a que sirviesen de p r o e m i o s á u n a v i a i e de la diosa d e s d e el río H e l e s , en S m i r n a , á C l a r o s d o n d e la
e p o p e y a ó á una p a r t e d e t e r m i n a d a de un p o e m a . a g u a r d a b a su h e r m a n o A p o l o fué c i e r t a m e n t e c a n t a d o en un
E s e v i d e n t e que estos h i m n o s no t e n í a n relación a l g u n a di- c e r t a m e n m u s i c a l que f o r m a b a p a r t e de l a s fiestas consagradas
recta c o n las ceremonias religiosas, ni se e n t o n a b a n , c o m o los c a n - á e s t a s d o s d i v i n i d a d e s , en el c é l e b r e t e m p l o de C l a r o s , c e r c a de
tos líricos y corales, d u r a n t e la procesión s o l e m n e en el t e m p l o C o l o f o n . P a r e c e t a m b i é n p r o b a b l e q u e se celebrasen i g u a l m e n t e
(•Kojiitr,), ni en los sacrificios (íi-jda), ni en l a s l i b a c i o n e s (ghovot,), fiestas y c e r t á m e n e s de r á p s o d a s en honor d e la m a d r e F r i g i a de
que o r d i n a r i a m e n t e a c o m p a ñ a b a n á l a s p l e g a r i a s del pueblo; los d i o s e s , en l a s c i u d a d e s del A s i a M e n o r .
sino q u e aludían en g e n e r a l al d i o s , c o m o p r o t e c t o r de la fiesta, E s t á f u e r a de toda duda q u e estos proemios fueron c o m p u e s -
al t e r m i n a r la cual se c e l e b r a b a un a g ó n de a e d a s ó de r á p s o d a s . tos por r á p s o d a s del A s i a M e n o r c o m o los que tomaron p a r t e en
Sólo u n o de los h i m n o s á q u e nos r e f e r i m o s — e l o c t a v o , d e d i c a d o el c i c l o h o m é r i c o , y de n i n g ú n m o d o por p o e t a s de la e s c u e l a d e
á A r e s — no es un p r o e m i o , sino u n a p l e g a r i a á a q u e l d i o s ; p e r o H e s i o d o . P r u é b a l o así el h e c h o de q u e no se e n c u e n t r a e n t r e l o s
lo m i s m o su estilo q u e sus m ú l t i p l e s i n v o c a c i o n e s y e p í t e t o s se m e n c i o n a d o s p r o e m i o s n i n g ú n h i m n o á l a s M u s a s , c o n los c u a l e s
d i f e r e n c i a n tanto de los de H o m e r o , q u e con r a z ó n se le s u p o n e el p o e t a de la T e o g o n i a , c o m o él m i s m o a f i r m a , c o m e n z a b a y ter-
escrito e n época m u y posterior y se le c o l o c a entre los h i m n o s m i n a b a todos s u s p o e m a s 4 ) . S o l a m e n t e a p a r e c e en esta colección
órficos ' ) . un h i m n o b r e v í s i m o de este g é n e r o =); pero c l a r a m e n t e se v e que

P e r o a u n q u e estos p r o e m i o s no t u v i e s e n r e l a c i ó n a l g u n a in- está c o m p u e s t o de v e r s o s t o m a d o s de la T e o g o n i a D e este m o d o

m e d i a t a c o n el c u l t o , y a u n q u e un p o e t a c u a l q u i e r a h u b i e r a po- a r g u m e n t a n d o p o d r e m o s t a m b i é n c o m b a t i r l a a p u n a n de que e s t o s

dido p r e c e d e r de a n á l o g a s i n v o c a c i o n e s u n a e p o p e y a por él s o l o h i m n o s f u e r a n obra exclusiva de los H o m é n d a s , esto e s , de la fa-

r e c i t a d a a n t e un auditorio de o c i o s o s 2), de ellos p o d e m o s inferir ilia c o n este n o m b r e e s t a b l e c i d a en la isla de C h í o s ; p u e s t o que

U nlherea el ocio y l a inacción. E n épocas poste-


' ) Ares e s , considerado también en este himno ( 8 , 7 , 10), como el planeta
de este nombre, y pertenece, por consiguiente, á un tiempo en que y a se ha- " £ ^ R ^ S IOS móLs. V é a s e Suidas en „ „ „ y
bía d i f u n d i d o en Grecia la astrologia caldea. L a lucha para la que se invoca O . Müller, Dorier, vol. 2 , p. 398; y P- 39§ de la 2.a edic.l
la ayuda d e Ares, es puramente interna, esto e s , contra las pasiones; por lo *) Hymn. 6 , 1 9 -
cual, el h i m n o , en el fondo, es más filosófico que órfico. [ E s t e himno se distin- 2) Hytnn. 10, 4. Véase C a p . V I .
gue también de los demás en la relación métrica. Véase B ü c h e l e r : Hymnus Ce-
reris Ilomericus, Leipzig, 1869, p. 1. L a expresión túpav/o; empleada en el mis- I} r « ^ 4
3 8yEstas fórmulas finales que los g r a m á ú c . « ^
mo verso 5 , no estuvo en uso antes de Arquíloco. ] aparecen citadas en los himnos homéricos 2 1 4 . 3 1 edic. W e l -
s ) Por ejemplo, en una >ii-/r , casa de reunión pública, donde los extran-
( corto2x.esprobablementeunaf^muladees^e en Eustacio
jeros iban á buscar solaz. Según el P s e u d o - H e r ó d o t o , Homero cantaba mu- cker 925. Apolonio de Rodas, Arg. 4. * 774- l V e a s e t u o

chos fragmentos poéticos en estos lugares. [Estas U<r/%1 fueron y a mencionadas á la Ilíada, p. 239, 19 y Hesiquio en vOv os Oso:.]
en la Odisea iS, 329, y el autor de los T r a b a j o s y Días, versos 493-494 habla de s) V é a s e Hymn. 25 y Teogonia 94 a 97.
sabemos por P í n d a r o •), que solíau e o m e n z a r con una invocación
gen á que él era el más famoso de los Homéridas. E s t e himno es
a Z e u s , y la colección de que hablamos no contiene más que un
precisamente el que se compuso en época más inmediata á la en
brevísimo e insignificante proemio d e d i c a d o á este dios ' ) .
que vivió H o m e r o , y es de deplorar que una gran parte del mis-
D u d a s e aún de si se conservó en la actual colección algu-
mo se h a y a perdido ' ) ; la parte precisamente que contenía el co-
no de los preludios que usó en sus recitaciones musicales de los
mienzo de la narración, y el verdadero motivo de las peregri-
cantos de H o m e r o , el poeta lésbico y citarista T e r p a n d r o »); pero
naciones de L e t o , el c u a l , según todas las probabilidades, no po-
parece probable que estos cantos, compuestos para ser recitados
día ser otro que la predicción de H e r a , de que L e t o daría á luz
rmente
n : distinto
c r r r — , d e
del de los
cítara-tuvieran un
himnos q u e ' n o s ocupan. ****** un hijo poderoso y terrible. E s t a profecía, sin e m b a r g o , parece
estar en contradicción con las primeras palabras de A p o l o cuan-
E n general h a b l a n d o , aunque estos himnos presentan cierta
do llama sus instrumentos favoritos lo mismo á la cítara que al
analogía y s e m e j a n z a entre sí, la v a r i e d a d de l e n g u a j e y estilo
a r c o , y declara que su principal oficio es promulgar los decretos
poético de los mismos nos induce á creer que contiene la colec-
de Z e u s 1 ) . P e r o toda la leyenda del nacimiento de A p o l o está
ción fragmentos de todos los siglos trascurridos entre la época
presentada en este himno de tal modo que todo él parece consa-
de H o m e r o y las guerras médicas. A l g u n o s de ellos, como por
grado á ensalzar la isla de D é l o s , única q u e , compadeciéndose
e j e m p l o el h,mno á Demeter, p a r e c e ser como el grado de tran-
de L e t o , la ofrece hospitalidad; asunto apropiadísimo p a r a un
sición a la poesía órfica; otros se refieren á cultos locales, com-
himno dedicado á las fiestas de P r i m a v e r a , á las cuales concu-
pletamente desconocidos p a r a nosotros, como el himno de Sele-
rrían los Jonios de las comarcas vecinas y áun de las mas leja-
ne, que celebra á la hija que ésta tuvo de Z e u s , esto es, á la
n a s , en sus peregrinaciones á la isla sagrada.
diosa P a n d i a , que brilla inmortal entre los dioses, y del cual sólo
podemos conjeturar que la fiesta de P a n d i a en A t e n a s estaba E l himno á Apolo Pythio, monumento el más importante de la
consagrada á Selene *). antigua tradición de A p o l o en Pito, pertenece á la época en que
el templo pitio se h a l l a b a aún en territorio de C n s s a , sin que en
crenera\p m ° S a h 0 r a í a c l a r a r y C O m p l e t a r e s t a s observaciones él se encuentren vestigios de la enemistad entre los sacerdo-
g e n e r a l e s , concretándonos á los c i n c o himnos más largos y más tes de P i t o y los habitantes de C r i s s a , que más tarde fue causa
importantes E l himno á Apolo Delio, q u e , como y a L m o s di-
de la guerra de los Anficciones contra e s t a ciudad (en la 47. a
cho ), ue atribuido por T u c í d i d e s al mismo H o m e r o , es induda-' O l i m p i a d a ) . D e uno de sus pasajes se infiere igualmente que en
blemente obra de un homérida de Chíos, el cual, al final del canto aquella época no estaban aún en uso en los juegos píticos las ca-
se llama a si mismo el poeta ciego que habita en la pedregosa rreras de caballos 3 ) , las cuales dieron comienzo inmediatamente
U n o s L a opinion de que este poeta fuera aquel C i n e t o s , que flo- después de la guerra crisseia, al paso que los certámenes más an-
reció hacia la 6 9 .* O l i m p i a d a •) d e b i ó , sin duda alguna liori- tiguos de P i t o eran exclusivamente musicales. E l argumento del
himno es el siguiente: A p o l o desciende del Olimpo para erigirse
') [Nemeas 2, i y ss. un templo, y mientras b u s c a un lugar á propósito en B e o c i a , I i i -
"OBsv rap y.at *0¡iy(píeat
par.-to-j £TCÍ(ÚV Tairó).}.' à 0 ;So:
») Hymn. 23. A.Ò, lx obra E n el escoliasta de Píndaro y en el comentario de Eustacio a la Ihada
p 6 40, aparece escrito este nombre, K - W O o , El n o m b r e Cinetos descansa
;¡ P
T
I u t a r c o ' de c- 4 . 6 y Cap. I V de esta obra
en l a opinión no suficientemente probada de Welcker, eP,sche Cyclns, vol. 1,
p. 242 de que Cineton y Cinetos son el mismo nombre.]
i) Hymn. 1 , 3 0 .
») ELV, (ÍOI xtOapsc TE f & i ) xa\ x a ^ X a xo*«
s,ark - - - á - de
3 ) Véase C a p . V . • J 1 o' av0p(ónoiffi Aib; v ^ u p r í « f l o ^ v . Hymn APoll. Del. 131.
3) Hymn 2 , 8 4 d o n d e el ruido de los caballos y de los carros aparece como
«) Escolio á las Nemeas de Píndaro 2, x. [Véase el C a p . V de la presente causa de que el lugar no sea á propósito para erigir el santuario a Apolo.
phusa ó Delphusa, diosa de las a g u a s , le recomienda el territorio tos cantos del de los poemas homéricos, si bien no puede negarse
de C n s s a , en las g a r g a n t a s del P a r n a s o ; consejo que le da con q u e se encuentran en la l l í a d a y en la Odisea, ejemplos de esta in-
la esperanza de que una monstruosa serpiente que allí h a b i t a b a genua malicia, y que la historia de los amores de A r e s y de Aphro-
mataría al joven dios. A p o l o sigue el consejo, pero defrauda las dite en la Odisea, parece pertenecer al mismo género de composi-
esperanzas de la diosa, porque después de fundar un santuario ción que este himno. N o obstante, la circunstancia de que la lira
en aquel solitario y estrecho v a l l e , mata á la serpiente y castiga ó la c í t a r a — p u e s el autor no distingue estos dos instrumentos,
á T i l p h u s a cegando su fuente '). E n seguida reviste de la dignidad que el uso más correcto de la lengua diferenció c l a r a m e n t e , — e s
de sacerdotes del n u e v o templo á varios cretenses á quienes él descrita en este himno como instrumento que consta de siete cuer-
m i s m o , en forma de delfín, trasporta á C r i s s a , y los cuales se das '), mientras que conocemos las palabras m i s m a s de T e r p a n -
consagran á la custodia del santuario y á hacer sacrificios en ho- d r o , que se j a c t a b a de haber sustituido la lira de siete á la de
nor del dios. cuatro cuerdas ' ) , induce á creer que es obra de época m u y pos-
E l himno á Heyw.es tiene un carácter m u y diverso del de los terior. Infiérese, pues, de aquí que este poema fué compuesto des-
restantes, razón por la que los críticos modernos se han aventu- pués de la 30.a O l i m p i a d a , y acaso por un poeta de la escuela de
rado á rechazar, sin más ni m á s , cuantos versos han creído apó- L e s b o s que y a por entonces se había extendido en el Peloponeso 3 ).
crifos. C o n esa agradable sencillez que da apariencias de verosi- E l himno á Aphrodite cuenta cómo esta d e i d a d — q u e logró do-
militud á los acontecimientos más estupendos y maravillosos, se minar á todos los dioses, excepto á t r e s — s e enamora, por volun-
c u e n t a en él cómo H e r m e s , engendrado secretamente por Z e u s , tad de Z e u s , del troyano A n q u i s e s , á quien se presenta, solici-
sabe, apenas acabado de nacer, abandonar la cuna en que su ma- t a n d o su amor, b a j o la forma de una princesa frigia, cuando
dre le había depositado creyéndolo en s e g u r i d a d , para robar los aquél apacentaba sus rebaños en el monte Ida. A l marcharse,
rebaños de A p o l o en las praderas divinas de la Pieria. E l mara- se le muestra en toda su m a j e s t a d d i v i n a , anunciándole el naci-
villoso niño l o g r a , apelando á toda suerte de artificios, borrar las miento de un hijo llamado E n e a s , que había de reinar, él y sus
huellas de los bueyes r o b a d o s , y ocultarlos en una c a v e r n a cerca descendientes,-en T r o y a 4 ) . P a r e c e m u y probable que este himno
de P i l o s , donde los mata con destreza de expertísimo sacrifi- — e n el cual se encuentran expresiones y artificios homéricos—se
c a d o r . A l mismo tiempo había formado la primera lira con la cantase en honor de los príncipes de la familia de E n e a s , en al-
concha de una tortuga que encontró en su primera e x p e d i c i ó n , y g u n a ciudad de la c o m a r c a del I d a , donde continuó reinando
con cuyo instrumento logra a p l a c a r la cólera de Apolo, el cual esta dinastía hasta la época de la guerra del Peloponeso '').
había y a adivinado quien era el ladrón de sus rebaños; de
E l himno á Demeter celebra la estancia de esta diosa en Eleu-
suerte que los dos hijos de Z e u s , después de hacerse mutuos
sis. D e m e t e r b u s c a inútilmente á su h i j a , á quien le han arreba-
presentes, traban la más estrecha amistad. E s t á narrada esta
tado las H a d a s , hasta q u e , por conducto del dios del S o l , sabe
historia con delicadeza y g r a c i a , su estilo es ligero y picante,
que su raptor es el dios del T á r t a r o ; entonces resuelve quedarse
y el poeta parece gustar de las transiciones bruscas; en el co-
mienzo de su canto anuncia las maravillosas proezas de H e r m e s
de un modo enigmático, como cuando dice que « H e r m e s , al en- -) E u c t i d e s (Introduct. Harmon.) en M e i b o m i u s Script. Mus., P. 19. [Estrabon
contrar la t o r t u g a , halló un inmenso tesoro, porque supo hacer
1 1 , p. 618. V é a s e F r a g m . 5 de B e r g k . ]
de ella un cantor s ).» V é a s e , pues, cuán distinto es el estilo de es- 3) Sabemos que el poeta lirico de Lesbos, A l c e o , trato de una manera ana-
loga, el mito del nacimiento de H e r m e s y del robo de los b u e y e s , en forma lí-
rica, c o m o puede suponerse. V é a s e F r a g m . 7 de B e r g k .
<) P a r a comprender bien este h i m n o , no es preciso explicar las relaciones, «) Hymn. 4, 196-197. V é a s e litada 20, 307.
por cierto m u y oscuras, de este mito c o n el c u l t o de D e m e t e r T i l p h o s e a ó Erin- ») [Respecto de la exactitud de esta a s e r c i ó n , a c e r c a de la cual debe consu -
n y s , enemiga d e Apolo. [Véase O. M ü l l e r , Orchomenos, p. 4 7 y 4 8 0 (p. 41 y 468 tarse la römische Geschichte d e S c h w e g l e r , vol. 1 . p. 294, se han su se 1 a o a -
d e la 2.a e d i c . ) , y U n g e r , Paradoxa thebana, p. 117. ]
g u n a s dudas. V é a s e B a u m e i s t e r , Hymni Homerki, p. 251. y R 1 hiele'
J) Hymn. 3, 24 á 26. ,
ad Hymn. in Veneran Homerkum, H a l l e , 1782. p. 74 }' ss-
en Eleus.s que le había d a d o hospitalidad, y donde p a s a por
tutora de D e m o f o o n t e , hasta que reconociendo al fin los Eleusi-
nos que es una d i o s a , le erigen un templo. E n este templo se
oculta la airada d e i d a d , negando á los hombres sus dones, hasta
que Z e u s logra una transacción, en virtud de l a q u e C o r a su
h i j a , vivirá al lado de su madre dos terceras partes del a ñ o , y la
otra tercera parte habitará con las H a d a s '). R e u n i d a de nuevo
con su h i j a , D e m e t e r inicia á los Eleusinos en sus s a g r a d a s
orgias, en recompensa de su hospitalidad.

N o es posible desconocer en las numerosas expresiones de


CAPÍTULO VIII
marcado colorido local que se encuentran en este himno, la m a n o
de un poeta ateniense conocedor de l a s fiestas de Eleusis y de l a s Hesiodo
ceremonias que en ellas se c e l e b r a b a n , aunque se pretenda que
su autor no trata de invitar á sus oyentes á asistir á las fiestas
eleusinas ó á tomar parte en los ritos de iniciación, cuando pro-
Mientras que en las colonias eólicas y jónicas del A s i a Me-
mete a los que á ellas concurran la bendición d i v i n a , y á los que
nor la poesía heroica de los G r i e g o s a l c a n z a b a su m a y o r g r a d o
no, una suerte funesta en el reino de las sombras »). E s t e p o e m a
de desarrollo, merced al influjo de las más favorables circunstan-
encierra, p u e s , la antigua y s a g r a d a leyenda de l a s Eleusinias en
cias , la G r e c i a en general y especialmente la B e o c i a , á la c u a l
su forma más pura y p r i m i t i v a , y revestida con las hermosas ga-
v a m o s á conceder ahora especial atención, g o z a b a de tiempos
las de la e p o p e y a . P o r las sucintas noticias que hemos expuesto
menos felices. L a s emigraciones, que cerraron la edad heroica de
puede juzgarse de la importancia que para la historia de la reli-
los G r i e g o s , habían de llevar al seno de la metrópoli, y a p o b l a d a
gión griega tiene indudablemente este h i m n o , no conocido hasta
por numerosas tribus griegas y dividida en múltiples y pequeños
el siglo p a s a d o , y del cual se h a perdido una buena parte.
E s t a d o s , profundas perturbaciones que debían encontrar eco áun
en el seno de las familias; puesto que este país no podía ofrecer á
' ) E s t o está f u n d a d o en el ciclo de las fiestas atenienses. E n las T e s m ó f o - los conquistadores las mismas facilidades para repartirse y p a r a
r o s , la fiesta de la s i e m b r a , i m a g i n á b a n s e á C o r a d e b a j o d e la tierra- en las establecerse que encontraron en las costas del A s i a Menor, tierra
Antesterias, la fiesta de las primeras flores d e p r i m a v e r a , que se celebraba cua-
virgen aún en su m a y o r p a r t e , los colonos g r i e g o s , y donde éstos
tro meses después que la p r i m e r a , imaginábansela subiendo de los infiernos.
Vease * 0 . Muller, kl. deutsche Schriftcn. vol. 2, p. 297.
sólo hallaron una débil resistencia por parte de los aborígenes
bárbaros. S u c e d i ó , p u e s , que una parté considerable de los Beo-
») [ V 480 y ss. con los cuales d e b e c o m p a r a r s e el F r a g m . 719 de Sófocles
en D m d o r f , vease P l u t a r c o , Moral, p. 2 1 , b.J dos eólicos que después de la g u e r r a de T r o y a emigraron de la T e -
saliótide y conquistaron la B e o c i a , abandonaron de repente su
n u e v a p a t r i a , y a demasiado estrecha para ellos, y se unieron á
los A q u é o s , que arrojados por entonces del P e l o p o n e s o , se diri-
gían á L e s b o s , á T é n e d o s y á las vecinas costas del A s i a Menor,
para fundar las colonias que universalmente fueron l l a m a d a s
después eólicas, porque el nombre de ios Eolios predominó bien
pronto sobre el de los Aquéos. P e r o mientras que en estas regio-
nes del A s i a Menor el brillante nacimiento y la prosperidad ma-
ravillosa de las c i u d a d e s , cuyos fundadores y reyes descendían
de las más ilustres dinastías heroicas, imprimía poderoso im-
en Eleusis que le había d a d o hospitalidad, y donde p a s a por
tutora de D e m o f o o n t e , hasta que reconociendo al fin los Eleusi-
nos que es una d i o s a , le erigen un templo. E n este templo se
oculta la airada d e i d a d , negando á los hombres sus dones, hasta
que Z e u s logra una transacción, en virtud de l a q u e C o r a su
h i j a , vivirá al lado de su madre dos terceras partes del a ñ o , y la
otra tercera parte habitará con las H a d a s '). R e u n i d a de nuevo
con su h i j a , D e m e t e r inicia á los Eleusinos en sus s a g r a d a s
orgias, en recompensa de su hospitalidad.

N o es posible desconocer en las numerosas expresiones de


CAPÍTULO VIII
marcado colorido local que se encuentran en este himno, la m a n o
de un poeta ateniense conocedor de l a s fiestas de Eleusis y de l a s Hesiodo
ceremonias que en ellas se c e l e b r a b a n , aunque se pretenda que
su autor no trata de invitar á sus oyentes á asistir á las fiestas
eleusinas ó á tomar parte en los ritos de iniciación, cuando pro-
Mientras que en las colonias eólicas y jónicas del A s i a Me-
mete a los que á ellas concurran la bendición d i v i n a , y á los que
nor la poesía heroica de los G r i e g o s a l c a n z a b a su m a y o r g r a d o
no, una suerte funesta en el reino de las sombras »). E s t e p o e m a
de desarrollo, merced al influjo de las más favorables circunstan-
encierra, p u e s , la antigua y s a g r a d a leyenda de l a s Eleusinias en
cias , la G r e c i a en general y especialmente la B e o c i a , á la c u a l
su forma más pura y p r i m i t i v a , y revestida con las hermosas ga-
v a m o s á conceder ahora especial atención, g o z a b a de tiempos
las de la e p o p e y a . P o r las sucintas noticias que hemos expuesto
menos felices. L a s emigraciones, que cerraron la edad heroica de
puede juzgarse de la importancia que para la historia de la reli-
los G r i e g o s , habían de llevar al seno de la metrópoli, y a p o b l a d a
gión griega tiene indudablemente este h i m n o , no conocido hasta
por numerosas tribus griegas y dividida en múltiples y pequeños
el siglo p a s a d o , y del cual se h a perdido una buena parte.
E s t a d o s , profundas perturbaciones que debían encontrar eco áun
en el seno de las familias; puesto que este país no podía ofrecer á
' ) E s t o está f u n d a d o en el ciclo de las fiestas atenienses. E n las T e s m o f o - los conquistadores las mismas facilidades para repartirse y p a r a
n a s , la fiesta de la s i e m b r a , i m a g i n á b a n s e á C o r a d e b a j o d e la tierra- en las establecerse que encontraron en las costas del A s i a Menor, tierra
A n t e s t e n a s , la fiesta de las primeras flores d e p r i m a v e r a , que se celebraba cua-
virgen aún en su m a y o r p a r t e , los colonos g r i e g o s , y donde éstos
tro meses después que la p r i m e r a , imaginábansela subiendo de los infiernos.
Vease * 0 . Muller, kl. deutsche Schriftcn. vol. 2, p. 297.
sólo hallaron una débil resistencia por parte de los aborígenes
bárbaros. S u c e d i ó , p u e s , que una parté considerable de los Beo-
») [ V 480 y ss. con los cuales d e b e c o m p a r a r s e el F r a g m . 719 de Sófocles
en D m d o r f , vease P l u t a r c o , Moral, p. 2 1 , b.J dos eólicos que después de la g u e r r a de T r o y a emigraron de la T e -
saliótide y conquistaron la B e o c i a , abandonaron de repente su
n u e v a p a t r i a , y a demasiado estrecha para ellos, y se unieron á
los A q u é o s , que arrojados por entonces del P e l o p o n e s o , se diri-
gían á L e s b o s , á T é n e d o s y á las vecinas costas del A s i a Menor,
para fundar las colonias que universalmente fueron l l a m a d a s
después eólicas, porque el nombre de ios Eolios predominó bien
pronto sobre el de los Aquéos. P e r o mientras que en estas regio-
nes del A s i a Menor el brillante nacimiento y la prosperidad ma-
ravillosa de las c i u d a d e s , cuyos fundadores y reyes descendían
de las más ilustres dinastías heroicas, imprimía poderoso im-
pulso al genio de la poesía y hacía mirar el destino del hombre
a través del más risueño p r i s m a , en B e o c i a , la comparación de de la edad heroica y las más hermosas creaciones. A q u e l aban-
Jos tiempos presentes con las edades p a s a d a s i n s p i r a b a , por el dono del pensamiento á un torrente de poéticas i m á g e n e s , aquel
contrario, los sentimientos más opuestos. L o s lugares que otro adormecerse, por decirlo a s í , entre las revueltas ondas de este
tiempo ocupaban pueblos por tantas tradiciones f a m o s o s , y que t o r r e n t e — p u e s ni el deleitable abandono ni la picante malicia
babian sido señores de T e b a s y de O r c o m e n e , como los Cad- eran a j e n a s , como y a hemos v i s t o , á la poesía h o m é r i c a — e s t á n
meos y los Minios, hallábanse ahora ocupados sólo por los Beo- m u y distantes del estilo de H e s i o d o , c u y a poesía surge de las an-
cios eóiicos, c u y a mitología debía parecer pobre y poco elocuen- gustias y miserias de la v i d a , á la cual tiende á ennoblecer y á
te al lado de las l e y e n d a s de sus predecesores. Cierto es que hacer menos g r a v o s a . Contristado por la a c i a g a suerte del huma-
ios cantores homéricos, dejándose arrastrar sin d u d a por las no l i n a j e , afligido por la depravación de la sociedad que des-
creencias más g e n e r a l i z a d a s en aquella é p o c a , colocaron entre truye las alegrías todas de la v i d a , el poeta intenta difundir ideas
los conquistadores de T r o y a á los héroes de estos B e o c i o s y no religiosas acerca del poderío de un destino supremo, con objeto
a los Cadmeos; pero ¡cuán poca i m p o r t a n c i a , carácter propio y de despertar en el hombre una resignación tranquila ante males
poética realidad tienen aquel P e n e l e o y aquel L e i t o , compara- inevitables. Y a sienta m á x i m a s y sabias doctrinas e n c a m i n a d a s
dos con los jefes de las huestes aquéas del Peloponeso y de la á restablecer el orden en un E s t a d o político profundamente des-
1 esalia! E n la historia de G r e c i a , sino siempre, al menos l a s quiciado ó en una familia mal g o b e r n a d a , y a se ocupa en redu-
mas veces se han cumplido las predicciones de la primitiva le- cir la infinita y desordenada variedad de mitos religiosos á un
y e n d a ; así los Beocios se han mostrado en toda su historia un sistema ordenado, en el cual asigna á cada uno de los dioses un
pueblo robusto y valeroso, c u y o espíritu no logró n u n c a dominar lugar fijo. E l poeta de esta escuela trata también de clasificar en
Jas naturales inclinaciones de la v i d a de la m a t e r i a ; tan l e j a n o grandes grupos las leyendas heroicas, con objeto de hacerlas m á s
de las altas aspiraciones del genio dórico que lo somete todo al inteligibles y más claras '). N o se encuentra un solo pasaje en
imperio de ciertas ideas que habían echado y a en él p r o f u n d a s sus obras en que la poesía se presente como única aspiración del
raices, como de la fina penetración y de la impresionabilidad del p o e t a , sino que domina en ellas en cierto sentido el interés prác-
carácter jónico, pronto siempre á abandonarse con apasionado tico ; ni puede negarse que esta circunstancia h a c e perder á sus
desinterés á n u e v a s impresiones. P e r o en el sombrío cielo de la cantos gran parte de su mérito, aunque por otro lado, compensan
indiferencia de los B e o c i o s brillan también luminosos astros: esta pérdida la bondad de su fin, las bellezas de la exposición y
-rindaro, E p a m i n o n d a s , y antes que ellos Hesiodo, con toda la la habilidad é ingenio del poeta.

C o n este cuadro de la poesía hesiódica, concuerda perfecta-


sene de poetas que compusieron cantos á los cuales dieron su
nombre. mente la manera cómo el mismo H e s i o d o , según sus propios
poemas nos d i c e n , fué iniciado en la profesión de poeta. Encuén-
P e r o también Hesiodo, á pesar de su poderosísimo ingenio, e s
trase el relato de este hecho en el proemio de su T e o g o n i a (ver-
j0 farinoso de su patria y de su época. D e sus p o e m a s , fiel tra-
sos 1 á 3 5 ) , y debe ser antigua t r a d i c i ó n , porque á él alude tam-
sunto de la vida b e o c i a , podemos servirnos para completar el
cuadro de ésta. Si antes de entrar en el estudio detallado de
cada una de sus obras q u e r e m o s , e x a m i n á n d o l a s en conjunto, ' ) [ L a a c e r b a critica que B e r n h a r d y , gr. Litteratur, vol. 2 , 1 , p. 303, hace
determinar la impresión general que produce la poesía hesiódica, d e este pasaje del t e x t o , solo podria ser considerada como j u s t a si la opinión
d e P a u s a n i a s 9 , 3 1 , 4 , según la que los T r a b a j o s y D í a s es el único escrito
comparada con la que producen los p o e m a s de H o m e r o , veremos
a u t é n t i c o de H e s i o d o , fuese incontestable. P e r o áun prescindiendo d e que
que en todas las obras de H e s i o d o , lo mismo en las que han lle-
P a u s a n i a s no a d u c e ningún argumento en su a b o n o , pues no puede considerar-
g a d o integras hasta nosotros como en otras de que no podemos se c o m o tal, el ser aquella creencia tradicional entre los Beocios del H e l i c ó n ,
j u z g a r sino por f r a g m e n t o s , se echa de menos aquella poderosa c a r e c e en absoluto de eficacia para invalidar la opinión corriente representada
íantasia con que los p o e m a s homéricos describen las g r a n d e z a s por Jenófanes, H e r á c l i t o , H e r ó d o t o , Platón y Aristóteles, y a d o p t a d a ó segui-
d a en lo esencial por los críticos alejandrinos.]
bién en los T r a b a j o s y D í a s (verso 659). L a s Musas q u e , según m i s m a , según los poemas épicos citados por P a u s a n i a s ' ) , había
creencia general entre los G r i e g o s , h a b i t a b a n en el O l i m p o , en sido f u n d a d a por los A l o i d e s , héroes pierios que antes h a b í a n
la P i e r i a , solían también visitar, d i c e el cantor beocio, el Heli- ofrecido sacrificios á las Musas en el Helicón. Q u e H e s i o d o v i v í a
cón , que igualmente les estaba c o n s a g r a d o , y después de bañar- en A s c r a , nos lo dice él mismo en sus T r a b a j o s y D í a s (verso
se en una de sus fuentes y de b a i l a r en la cima del m o n t e , reco- 640), testimonio que confirman varias noticias históricas c u y o
rrían los alrededores durante la n o c h e cantando á las sublimes di- conocimiento debemos á otro escritor b e o c i o , P l u t a r c o *). A s c r a
vinidades del Olimpo y á los p r i m e r o s seres del universo. E n una había sido destruida en tiempos remotos por sus poderosos veci-
de sus nocturnas expediciones, en un valle al pie del Helicón, nos los T e s p i o s , y los Orcomenios habían recibido en su c i u d a d
encontraron á Hesiodo que g u a r d a b a sus r e b a ñ o s . y le enseña- á los fugitivos de A s c r a ; después, por orden del O r á c u l o , se tras-
ron el hermoso arte de la poesía, diciéndole antes estas palabras ladaron á Orcomene los restos mortales de H e s i o d o ; y cuando
(versos 26 y ss.): «Oh pastores r ú s t i c o s , ineptos y esclavos sólo fueron halladas las que se creyeron cenizas del g r a n poeta, se les
del v i e n t r e : sabed que aunque á m e n u d o nos complacemos en ha- erigió en dicha ciudad una tumba c u y o epitafio, escrito por
cer pasar por verdaderas m u c h a s c o s a s que son falsas, podemos C h e r s i a s , épico beocio, le proclamaba el más sabio de todos los
también decir la verdad cuando n o s agrada.» D i c h a s estas pala- poetas3).
• b r a s , las M u s a s consagraron á H e s i o d o , entregándole una r a m a D e otra parte t a m b i é n , el comercio activo que los B e o c i o s
de l a u r e l , emblema que los a e d a s beocios tenían siempre en la mantenían con sus congéneres de las costas eólicas del A s i a Menor,
mano mientras recitaban poemas. E s t e discurso de las M u s a s es y el vuelo que había tomado la poesía en aquellas c o m a r c a s , con-
notable, porque en primer lugar n o s enseña que el genio poético tribuyeron probablemente á estimular á los p o e t a s beocios á em-
es un don de que también puede participar el hombre grosero é prender n u e v a s composiciones. N o h a y motivo alguno p a r a poner
inculto, al cual saca de la i g n o r a n c i a brutal para elevarle á una en tela de juicio el testimonio de Hesiodo cuando en los T r a b a -
v i d a m e j o r ; y porque en segundo l u g a r , enseña que este don de j o s y D í a s (verso 636), dice que su padre se h a b í a trasladado de
las M u s a s debe consagrarse á la proclamación de la verdad, con C u m a s , en E ó l i d a , á A s c r a ; y la razón que le movió á escoger á
lo cual el poeta parece como que q u i e r e anunciar el elevado asun- A s c r a por habitual residencia, no debió ser otra que la memoria
to y el carácter de su poema teogónico y m o r a l , no sin dirigir que se había conservado del antiguo parentesco de los colonos
una tácita acusación á otros p o e t a s que se dejan arrastrar por su eolios con este pueblo de la metrópoli, y de que se h a b l a b a aún
rica fantasía. en la época de la guerra del Peloponeso *). N o se dice que el pa-
dre de Hesiodo fuera un poeta de C u m a s , sino que se h a b l a de él
P e r o por m u y bella y muy i m p o r t a n t e que sea esta narración,
como de un n a v e g a n t e que después de repetidos v i a j e s habíase al
es indudable que la poesía hesiódica no h a podido ser sólo el
fin establecido en A s c r a . A h o r a b i e n ; estos colonos que se tras-
resultado de una inspiración d i v i n a , sino que debe estar enlaza-
l a d a b a n á la metrópoli debían extender en ella la f a m a de la
da con otras formas de la poesía é p i c a anteriores y contemporá-
neas. D e una p a r t e , como hemos v i s t o ' ) , el culto á las Musas, im-
portado á estas regiones por las t r i b u s pierias de las comarcas del
' ) [9, 29, 1, V é a s e O. M ü l l e r , Orchomenos, p. 89, 381, 329 (83, 374, 380 d e
O l i m p o , había echado en ellas d e s d e los más antiguos tiempos,
l a 2.a edic.)]
y con él la música y la p o e s í a , fuertes y profundas raices. E m - 2) [En su comentario á los T r a b a j o s y D í a s de H e s i o d o , F r a g m . 35 de
pleábanse una y otra m u y especialmente en la composición de Dübner.]
3 ) [Pausanias 9, 38, 10. Aristóteles, Append. Proverb. 4 , 92, c i t a b a c o m o epi-
himnos á los dioses, para lo cual ofrecía múltiples ocasiones la
tafio de H e s i o d o , un dístico que S u i d a s y otros h a n atribuido á Píndaro. V é a s e
B e o c i a , comarca tan rica en a n t i g u o s santuarios y donde tanto
B e r g k , Poeta lyrici, p. 383 de la 3.a edic. A c e r c a de la muerte d e H e s i o d o exis-
abundaban las ceremonias religiosas y los ritos simbólicos. A sera tían en la antigüedad v a r i a s versiones. V é a s e sobre esto á N i e t z s c h e , en e l
rhein. Museum, vol. 28, p. 222 y ss. ]
* ) V é a s e T u c í d i d e s 3, 2 . 7 , 57- 8 . I0°-

' ) [Véase Cap. I I I , p . 50.]


poesía heroica, que por entonces florecía en las colonias. L o s an-
ral de la poesía y de la civilización en el continente helénico, an-
tiguos alegaron esta remota relación entre a m b a s e s c u e l a s poéti-
tes de que se fundaran las colonias del A s i a Menor. A d e m á s este
cas para probar que existía entre H o m e r o y H e s i o d o un v í n c u l o
dialecto es en el fondo el mismo en a m b a s escuelas de cantores;
estrecho de parentesco. Y a los l o g ó g r a f o s — n o m b r e que se d a á
y sean cualesquiera las diferencias q u e , e x a m i n á n d o l o s detalla-
los historiadores anteriores á H e r ó d o t o , — c o m o H e l á n i c o , F e r é -
d a m e n t e , se encuentren entre ellos, no sería difícil demostrar que
cides y Damasto '), b a r a j a n d o en eternas g e n e a l o g í a s varios nom-
la lengua de los antiguos cantores tomó entre los Beocios no poco
bres hijos de la tradición, hicieron descender á a m b o s p o e t a s de
del dialecto primitivo de éstos, que no era sino un eolismo que
un tronco común. A s í , por e j e m p l o , A p e l i s ( l l a m a d o también
se a p r o x i m a b a mucho al dialecto dórico ' ) . N i tampoco se sabe
A p e l e s y Apeleo) había tenido dos hijos, M e o n , s u p u e s t o padre
q u e los G r i e g o s antiguos creyeran que ambos p o e t a s se copiaban
de H o m e r o , y Dios, quien según una antigua i n t e r p r e t a c i ó n , re-
m ù t u a m e n t e las frases, los epítetos y las expresiones prover-
putada errónea, de un verso de los T r a b a j o s y D í a s , p a s a b a por
biales que aparecen en las obras de uno y otro, porque todas
padre de Hesiodo s ).
ellas parecen derivadas de la fuente común de u n a poesía primi-
N o queremos sostener con esto en manera a l g u n a la opinión tiva ; y si hemos de j u z g a r por las noticias de los antiguos y por
de que la poesía hesiódica no es más que una r a m a de la homé- el tono general de la poesía h e s i ó d i c a , los proverbios y locucio-
rica trasplantada á la Beocia y que á ella deba su l e n g u a , su es- nes de la antigüedad más remota se han conservado en Hesiodo,
tilo y hasta su versificación. P o r el contrario, la opinión más ge- en toda su sencillez y pureza
neralmente admitida en la antigüedad consideraba á H e s i o d o y A la opinión de que Hesiodo imitaba la forma de los poemas
á H o m e r o como contemporáneos, y tal precisamente creía Heró-
de H o m e r o , se opone también la diversidad profunda que exis-
doto (2, 53), según el cual vivieron cuatro siglos antes que él;
te entre el espíritu y la índole de ambos géneros de poesía épi-
por regla general Hesiodo es antepuesto á H o m e r o , como se ve,
entre otros pasajes, en el que acabamos de citar de H e r ó d o t o ;
1) A s i H e s i o d o a b r e v i a frecuentemente l a d e s i n e n c i a a ; e n el a c u s a t i v o d e
Jenófanes de Colofon e s , de entre los escritores q u e conocemos,
plural de la primera declinación, como A l e m á n , Estesícoro y E p i c a r m o . T a m -
el primero que afirma que Hesiodo fué posterior á H o m e r o 3 ); b i é n se h a o b s e r v a d o q u e solo a p a r e c e l a r g a d o n d e l a s i l a b a e s t á e n el arsis.
mientras que por el contrario, Eforo, el historiador de C u m a s , y [ E n e l E s c u d o d e H e r a c l e s no se e n c u e n t r a n i n g ú n e j e m p l o d e esto. Véase
muchos otros se esforzaron por probar que H e s i o d o era más an- F o r s t e m a n n , de dialecto Hesiodea, H a l l e , 1863, p. 13-1 E n H e s i o d o d o m i n a ge-
n e r a l m e n t e l a p r e d i l e c c i ó n p o r l a s f o r m a s b r e v e s , á m e n u d o t a m b i é n p o r las for-
tiguo, D e todas suertes, los G r i e g o s de aquellos remotos tiempos
m a s s i n c o p a d a s y c o n t r a i d a s , m i e n t r a s q u e , por el c o n t r a r i o , Homero parece
nunca creyeron que Homero hubiera formado la l e n g u a épica en como q u e se c o m p l a c e e n m u l t i p l i c a r l a s v o c a l e s .
J o n i a , ni que Hesiodo se la hubiese apropiado e m p l e á n d o l a en 2 ) A s í el v e r s o 370 d e los Trabajos y Días: Mt<70'o? 6' àv8p\ ?;).<? £tpt]¡jivo; a p x t o ;
cantar asuntos de índole diversa. L e j o s de e s t o , debieron profe- e * ™ , e r a a t r i b u i d o al a n t i g u o r e y de T r e c e n i a , P i t e o , sabio de los tiempos
sar la o p i n i ó n — q u e las investigaciones de los t i e m p o s modernos p r i m i t i v o s ( A r i s t ó t e l e s e n el Teseo d e P l u t a r c o 3 ) . E l s e n t i d o d e este v e r s o , se-

han c o n f i r m a d o — d e que este dialecto épico era la l e n g u a gene- g ú n B u t t m a n n , s e r í a : «el s a l a r i o d e b e ser firmemente c o n c e r t a d o con el amigo.»
H o m e r o e m p l e a l a l o c u c i ó n m á s b r e v e : IAIIOÒ; Sá oí apv.io; '¿OTXI. — T a m b i é n
d e b e r e m o n t a r s e á l a m á s a l t a a n t i g ü e d a d l a l o c u c i ó n h e s i o d e a : ' A).).à tírj ¡¿ot
T«0T« rap\ SpOv 5¡ r.p\ látpr¡v; ( T e o g o n i a 35) q u e s e r e l a c i o n a con l a h o m é r i c a ;
' ) [ P r o c l o , VitaHomeri, p. 25 d e l a e d i c . d e W e s t e r m a n n . C o n m á s e x t e n - OO P-Év 7:(OC vOv É'rov ím> opuó? 0'J8 ' arcò TOTpr,; T£> òapi?é[ievat ( I l i a d a 2 2 , 126),
sión h a b l a d e esto E f o r o , e n el P s e u d o - P l u t a r c o de Vita Homeri c. 2 , donde y con Où y à p aitò òp'jó; Èssi i t a ) , a t ? á - o v , o-jò' àir'o riTpr.c ( O d i s e a 1 9 , 162). E n
p a r a h o n r a r , sin d u d a , á C u m a s , s u c i u d a d n a t a l , p r e s e n t a á H o m e r o y á H e - t o d o s e s t o s v e r s o s l a e n c i n a y l a r o c a r e p r e s e n t a n l a sencilla v i d a d e l c a m -
s i o d o c o m o nacidos en ella. V é a s e C a p . I V , p . 65. ] p o d e l o s a u t ó c t o n o s g r i e g o s , q u e se c r e í a n n a c i d o s d e s u s m o n t e s y d e s u s sel-
5) V e r s o 299: ' E p y á í e ' j , Ilépar„ Aiov v i v o ; — v a s , y c u y o s p e n s a m i e n t o s g i r a b a n , e n su i n o c e n t e s e n c i l l e z , e n torno d e e s t o s
3) E n G e l i o , Noct. att. 3 , 11. J e n ó f a n e s , el f u n d a d o r d e l a e s c u e l a d e E l e a , o b j e t o s . E l v e r s o c o n el c u a l H e s i o d o t e r m i n a l a d e s c r i p c i ó n d e l a e s c e n a d e

q u e floreció h a c i a la 70.a O l i m p i a d a , e r a al m i s m o t i e m p o p o e t a épico. E n su l o s p a s t o r e s q u e d u e r m e n a l l a d o d e s u s r e b a ñ o s , se a s e m e j a á un d i c h o d e

XTÍTI; KO).oip<avo; pudo e n c o n t r a r , sin d u d a , m á s d e u n a o c a s i ó n p a r a h a b l a r l o s a n t i g u o s b a r d o s p i e r i o s e n t r e los P e l a s g o s . [ V é a s e P r e l l e r , verni. Aufsatze.

d e H o m e r o , á quien los d e C o l o f o n l l a m a b a n su c o n c i u d a d a n o . V é a s e C a p . V . p. 179-180.]


ca. A l a s observaciones que y a hemos hecho sobre este punto,
dos hijos, H e s i o d o y su hermano menor P e r s e s , una fortuna con-
agreguemos otra consideración que pone de manifiesto cuán poco
siderable. Repartiéronse los hermanos la herencia; pero Perses,
se sujetaba Hesiodo á las reglas de Homero. D e entre todas l a s
g a n a n d o á los reyes , que eran en aquella época los únicos que
formas que en las diversas épocas h a revestido el arte poético, la
administraban j u s t i c i a , logró despojar á su h e r m a n o , mostrando
poesía homérica es la que posee en m a y o r g r a d o lo que los mo-
inclinaciones que más tarde adquirieron gran incremento entre
dernos l l a m a n objetividad, es decir, el completo abandono del es-
los G r i e g o s ; en e f e c t o , en v e z de dirigir el a r a d o , prefería asistir
píritu del poeta al asunto que t r a t a , sin que para n a d a en él se
en la p l a z a pública á las contiendas de derecho, y meditar intri-
mezcle la conciencia de las condiciones individuales, del estado g a s para apoderarse de los bienes de los demás. D e esta suerte,
y de la posición del sujeto. L a mente de H o m e r o se agita en una llegó un día en q u e , habiendo disipado su herencia, á c u y a obra
esfera de pensamientos é ideas sublimes m u y a p a r t a d a de las c o a d y u v ó también probablemente una esposa p r ó d i g a , a m e n a z ó
preocupaciones y necesidades del presente, y que indudablemen- á su hermano m a y o r con un nuevo pleito, disputándole lo poco
te está más en armonía con el perfecto y nobilísimo estilo de la que le había sido adjudicado en la primera partición, y a tan des-
poesía épica. Hesiodo, por el contrario, j a m á s pretendió remontar igual. E n esta s i t u a c i ó n , H e s i o d o , dando rienda suelta á su pen-
tanto su vuelo, y lejos de esto, nos describe su v i d a p r i v a d a y s a m i e n t o , compone su p o e m a , c u y o s puntos más capitales v a m o s
nos h a c e sentir su estrechez y sus privaciones. Ciertamente sería á exponer con el exclusivo objeto de hacer resaltar la estrecha
error craso, trasladando á aquellos tiempos primitivos costum- relación que entre su obra y el medio en que vivió el poeta
bres de poetas posteriores, el considerar cuanto el autor nos re- existe ').
fiere acerca de su propia v i d a , como pura invención que le hu- «Dos son las clases de contiendas,» comienza el poeta: «la una
biera servido de pretexto p a r a exponer y desarrollar sus poéticas odiosa y reprensible: la guerra y el litigio; la otra noble y lau-
concepciones. E l tono ingénuo y natural con que el poeta habla dable : la emulación de los artesanos y de los artistas. E v i t a la
á su h e r m a n o P e r s e s , c l a m a , por otra p a r t e , contra semejante p r i m e r a , oh P e r s e s , y no intentes arrebatarme lo que me perte-
suposición; y el plan mismo del p o e m a Trabajos y Días sería in- n e c e , valiéndote de la injusticia de los j u e c e s ; antes b i e n , con-
comprensible si no se admitiese que lo que en él narra Hesiodo, téntate con lo que adquieras honradamente por medio de tu tra-
es fiel trasunto de la realidad 1 ) . bajo. L o s dioses han hecho de la v i d a una c a r g a para los hom-
E s t e p o e m a , único que los B e o c i o s , según P a u s a n i a s l ), repu- bres , cuando p a r a castigar á P r o m e t e o por haber robado el fuego
taron obra auténtica de H e s i o d o , y con el cual debemos dar co- s a g r a d o , enviaron á E p i m e t e o , á P a n d o r a de c u y a c a j a salieron
mienzo al e x a m e n de las v a r i a s epopeyas de esta escuela, está las calamidades todas que afligen á la humanidad. Encontrámo-
de tal modo p l a g a d o de acontecimientos y detalles comunes de la nos ahora en la quinta e d a d , en la edad de hierro, en que el
v i d a , que de ningún modo podríamos figurarnos á su autor un hombre está destinado á luchar sin descanso contra la miseria y
cantor de profesión, como los antiguos llamaron á H o m e r o , sino las fatigas.
como un agricultor de la B e o c i a , en c u y o ánimo habían ejercido »Pero ahora quiero contar al juez la fábula del h a l c ó n , que
poderoso influjo ciertas circunstancias excepcionales y tristes, y devora al ruiseñor sin cuidarse de sus dulces trinos. Ú n i c a m e n t e
c u y a s ideas y sentimientos t o m a n naturalmente una forma poéti- puede prosperar y florecer b a j o la protección de los dioses la
ca. Y a hemos dicho que el padre del poeta se había establecido ciudad en que se practica la justicia; á aquella en que se come-
en A s c r a , y dedicádose al cultivo de la tierra; y a u n q u e el clima ten iniquidades, Z e u s envía el hambre y la peste. S a b e d , oh jue-
era poco p r o p i c i o , pues hacía allí e x c e s i v o calor durante el ve-
rano y un frío intenso en el i n v i e r n o , al morir había dejado á sus
1) P a s o e n silencio el breve proemio á Z e u s , r e c h a z a d o por casi todos los
críticos a n t i g u o s , p o r q u e , según todas las probabilidades, no e s m á s que u n o
' ) * D e diverso modo opina F r . R i t t e r , op. cit., p. 135. de tantos exordios con los que los rápsodas hesiódicos podían c o m e n z a r l a
J
) Í9. 31. 4-1 recitación de los T r a b a j o s y D í a s .
e e s , que los innumerables inmortales á quienes Z e u s ha confiado tiene el agricultor de A s c r a para enriquecerse honradamente,
el cuidado de la h u m a n i d a d , y la penetrante mirada del padre de después de haber agotado toda la materia en punto á la agricul-
los dioses, os observan. A los a n i m a l e s , los dioses dieron la l e y tura , t r a t a con minuciosidad de la navegación. G r a c i a s á este re-
de la fuerza ; á los hombres, la ley de la justicia. lato, sabemos que el agricultor b e o c i o , en tiempos de Hesiodo,
» L a c a p a c i d a d , oh P e r s e s , no se adquiere sino con el sudor trasportaba en n a v e s el sobrante de su recolección de vino y de
de la frente. E l t r a b a j o a g r a d a á los dioses, y no es infamante. g r a n o , á comarcas menos ricas en estos productos. Sin d u d a , el
Sólo lo que se adquiere honradamente asegura una prosperidad poeta no h a b l a b a aquí de otra clase de c o m e r c i o , porque de lo
durable; guárdate de cometer actos injustos; honra á los dioses; contrario, habría dado más detalladas noticias acerca de los pro-
rodéate de buenos amigos y v e c i n o s ; no te dejes arruinar por una ductos e x p o r t a d o s , y habría indicado los medios por los cuales
mujer p r ó d i g a ; procura tener una descendencia n u m e r o s a , pero un agricultor como P e r s e s podía proporcionárselos. P a r a empren-
no e x c e s i v a , y vivirás tranquilo y feliz.» der estos v i a j e s por m a r , H e s i o d o recomienda la última parte del
C o n estas y otras m á x i m a s a n á l o g a s , algunas de las cuales e s t í o , hacia el quincuagésimo día después del solsticio de verano,
son más de utilidad práctica que nobles y generosas, termina la en q u e , terminados y a los t r a b a j o s agrícolas, el tiempo era tam-
primera parte del p o e m a , encaminada á reformar el carácter y bién más seguro en los mares de G r e c i a .
sentimientos de P e r s e s , distraj'éndole de la manía de enriquecer- T o d a s estas prescripciones y todos estos consejos concernien-
se por medio de los litigios, y exhortándole al t r a b a j o , única tes á las l a b o r e s , interrumpen, á veces demasiado bruscamente,
fuente de prosperidad durable. L a s narraciones míticas , l a s fá- la exposición de las m á x i m a s para el buen gobierno de la fami-
bulas , las descripciones, las sentencias y p r o v e r b i o s , hábilmente lia 1 ). L u e g o h a b l a el poeta de la edad en que conviene contraer
combinados, d a n nueva eficacia y m a y o r fuerza á la idea princi- matrimonio é indica cómo debe escogerse esposa. Sobre todo,
pal de la obra. recomienda después que se t e n g a siempre presente en la memo-
E n la segunda parte del p o e m a , enseña H e s i o d o á Perses ria que los dioses inmortales ven las acciones de los hombres;
cómo debe pasar de unos t r a b a j o s á o t r o s , si se decide á seguir que en el trato social se abstengan todos de pronunciar palabras
el camino que le traza. O b s e r v a n d o la natural sucesión de l a s inútiles y o f e n s i v a s , y que se conduzcan con el más exquisito
estaciones, comienza por la época á propósito para arar y p a r a tacto aun en las ocupaciones más vulgares. A l mismo tiempo ex-
sembrar, é indica los instrumentos que han de utilizarse en pone muchos curiosos preceptos, que de un lado recuerdan las
estos t r a b a j o s : el arado y los bueyes. L u e g o expone la manera reglas sacerdotales concernientes al decoro que debe observarse
cómo un labrador inteligente puede emplear en su casa el invier- en los actos todos del culto , y de otro las prescripciones simbó-
n o , en que se hallan suspendidas las labores del campo. A este licas de los P i t a g ó r i c o s , los cuales atribuían excepcional impor-
propósito h a c e una descripción de l a s tempestades y del frío del tancia moral á m u c h a s acciones indiferentes de la vida.
invierno en B e o c i a , descripción que muchos modernos reputaron L a última parte del poema es de índole muy semejante á
e x a g e r a d a y e x t e m p o r á n e a , y c u y a autenticidad ha sido puesta la primera. E n ella trata el poeta de los días en que convie-
en duda. A l comenzar la p r i m a v e r a , d i c e , h a de empezarse á ne ó no emprender tal ó cual negocio. E s t o s preceptos, que se
preparar y podar las v i d e s , y al salir las P l é y a d e s (en la primera refieren, no á estaciones determinadas del a ñ o , sino a l curso de
mitad de nuestro mes de M a y o ) debe segarse la miés. Continúa el c a d a mes l u n a r , son extremadamente supersticiosos, y en su ma-
poeta explicando cómo debe aprovecharse el tiempo cuando entra
la época de los grandes calores, después de trillado el grano. L a 1) A d e l a n t a r í a m o s m u c h o si fuera posible colocar los versos relativos al matri-
v e n d i m i a , que precede inmediatamente á la siembra, cierra el monio (695 á 705 de la edic. d e G ó t t l i n g ) delante d e MOUVOYEV^ SÍ T.ÍÍ; eí'r,
círculo de estas ocupaciones rurales. (verso 376). E n este caso todas las m á x i m a s que se refieren á los vecinos, ami-
gos, esposa é h i j o s , estarían expuestas antes d e los t r a b a j o s a g r í c o l a s , y todas
P e r o como el objeto del p o e t a , más que encomiar los encan- las siguientes reglas de e c o n o m í a doméstica se referirían á la sentencia: E-J 6 '
tos de la v i d a del c a m p o , es indicar los medios que á su alcance ojtiv á6avá?a>v jiaxápwv ra^uAayiisvo; eívai (verso 706).
yor parte hállanse relacionados c o n los cultos de las divinidades
nes con el sudor de su propia frente, ni el cuidado de los asuntos
que se celebraban en aquellos días ; pero dado el estado actual de
domésticos era reputado innoble, como lo fué en época posterior
los conocimientos, no es posible e x p l i c a r l o s todos ').
por los G r i e g o s , cuando de simples agricultores se convirtieron
A h o r a b i e n ; si e x a m i n a m o s en conjunto el p o e m a , sin perder en políticos. U n sano juicio para administrar los propios inte-
de vista las ideas fundamentales q u e a c a b a m o s de e x p o n e r , re- reses y cierta habilidad calculadora y e g o í s t a , profundamente
conoceremos que todo él está en perfecta armonía con las cir- a r r a i g a d a en el carácter griego, se asocian en él á muchos hon-
cunstancias por que a t r a v e s a b a el poeta y con la intención del rados principios de j u s t i c i a , traducidos en hermosas sentencias
m i s m o , que no era otra que d i s u a d i r á su hermano del propósito y en nobles imágenes. Si nos representamos al poeta como edu-
de enriquecerse por medio de i n j u s t o s litigios, exhortándole á de- c a d o en esta ciencia sentenciosa, herencia de sus antepasados,
dicarse al cultivo del campo. P o r o t r a p a r t e , es innegable que no y profundamente convencido de la necesidad de emprender una
h a logrado el autor combinar l a s diversas partes de su obra de v i d a l a b o r i o s a , comprenderemos con facilidad cuán profunda-
tal modo que formaran un conjunto armónico, en el cual c a d a una mente debió conmoverle la conducta de su hermano Perses y có-
de ellas, como otros tantos m i e m b r o s de un cuerpo v i v o , tuviese mo, precisamente porque ésta estaba en abierta oposición con sus
un lugar fijo. L e j o s de e s t o , r a r a v e z existe entre las m i s m a s sentimientos, le indujo á exhalar sus quejas en una composición
un vínculo de unión, y al terminar u n a , sólo sirve como de pre- poética. E n mi concepto, hemos hallado aquí la v e r d a d e r a fuente
paración para la siguiente un a n u n c i o como este: « A h o r a , si de la epopeya didáctica, c u y o objeto no puede ser exclusivamente la
quieres, te hablaré de otra cosa 2 ) » ó bien, « A h o r a v o y á contar enseñanza, que n a d a de común tiene con la poesía. E n el fondo de
á los reyes una fábula que c o m p r e n d e r á n perfectamente 3 )» y t o d a v e r d a d e r a poesía didáctica late siempre una idea grande, po-
otros análogos. Si comparamos e s t e p o e m a con los de H o m e r o , derosa, que atrae y conmueve, y á la c u a l la mente se esfuerza en
claramente se ve que el arte poético ha degenerado. L a razón de dar una forma definida y determinada. E n los T r a b a j o s y Días,
la inferioridad de los T r a b a j o s y D í a s está en que en aquella épo- e s t a idea fundamental es evidente y manifiesta: encuéntrase en
c a r e m o t a , sobre t o d o , debían ser infinitamente mayores las difi- los decretos y en las instituciones de los dioses que protejen la
cultades con que había de t r o p e z a r el que quisiera recoger en una j u s t i c i a , que hacen del t r a b a j o el único camino que lleva á la fe-
obra poética completa una serie d e observaciones generales sobre l i c i d a d , y que ordenan el curso del año de modo t a l , que c a d a
la v i d a h u m a n a , que el que pretendiera narrar un gran aconte- t r a b a j o tiene su estación propia que ciertas señales revelan al
cimiento heroico. hombre. A l proclamar este orden inmutable y estas leyes eternas,
P o r lo d e m á s , no deja de encontrarse cierta uniformidad en el poeta se siente arrastrado por la alteza de su asunto, y la em-
el carácter general del p o e m a así c o m o en las ideas que en él se b r i a g a d o r a emoción que se apodera de su a l m a se revela en el
desarrollan; y al leerlo sentímonos trasportados á aquella edad tono sibilino y en el sacerdotal estilo de muchas de s u s exhorta-
primitiva en que ni el rico se a v e r g o n z a b a de aumentar sus bie- ciones y preceptos 1 ) . E s t e carácter sacerdotal se observa m u y
especialmente en el final del p o e m a ; y era cosa muy corriente
que muchos antiguos enlazasen con el último verso:
1) A l h a b l a r d e l sétimo d í a , el p o e t a m i s m o nos h a c e notar la r e l a c i ó n q u e « O b s e r v a n d o l a s a v e s y e v i t a n d o l a s trasgresiones,»
éste tiene con A p o l o . E l -s~pá; del c o m i e n z o y del fin del m e s , e r a u n d í a en
q u e h a b í a q u e t e m e r t o d a c l a s e d e d e s g r a c i a s . S e le c o n s i d e r a b a c o m o el d í a d e l
n a t a l i c i o d e l i n f o r t u n a d o H e r a c l e s . E l d i e z y s i e t e , d e b í a l l e v a r s e el trigo á la i) Aludimos aqui, muy especialmente, al j j i y a v^uis Uípai] d e Hesiodo
era. E l d i e z y siete d e l B o e d r o m i o n e r a d í a d e sacrificios á D e m e t e r y á C o r a [ v e r s o s 286, 633. V é a s e 131 y 397] a l u i y a v-fats K p o í s s d e la P i t o n i s a [en H e -
e n A t e n a s (Corpus Inscriptionum Graec., n.o 523) y u n d í a i m p o r t a n t e p a r a los r ó doto x, 85] y á los términos v e r d a d e r a m e n t e sibilinos d e los T r a b a j o s y D í a s ,
Eleusinos. [En P l u t a r c o , Camill. 19, p a r e c e h a b e r censurado esta parte del t a l e s c o m o r.z-no'o- l a s c i n c o r a m a s [ v e r s o 7 4 2 ] , por la m a n o , el q u e d u e r m e
p o e m a el filósofo H e r á c l i t o . ] d e d í a í|(isp6xotTO; ávr.p [ v e r s o 605], p o r el ladrón [-/eipoSiy.R,; v e r s o 189], y
s) V e r s o 106. o t r o s , a c e r c a d e los q u e d e b e v e r s e el H e s i o d o de G ó t t l i n g , Praef, p. xxix
3,) V e r s o 202. y xxx.
otro poema didáctico de la misma escuela sobre la adivinación '). tinuaron v i v i e n d o , ó en el estrecho círculo de los habitantes de
E s t e último trataba probablemente del vuelo y del canto de l a s cualquiera ciudad de la A r c a d i a , ó en el de los ministros de un
a v e s , porque Hesiodo, según P a u s a n i a s s ) , había aprendido el templo determinado, b a j o la forma de historias maravillosas y
arte de a d i v i n a r , en la A c a r n a n i a , donde habitaban las familias e x t r a ñ a s , con tanto más celo conservadas cuanto que precisa-
de augures descendientes de M e l a m p o , el cual comenzó á com- mente á causa de su misma incompatibilidad con la T e o g o n i a y a
prender el lenguaje de las aves desde q u e , niño a ú n , l a s serpien- r e c i b i d a , alcanzaron el atractivo del misterio '). G r a c i a s á H e -
tes le lamieron las orejas 3 ). siodo tuvo por primera v e z la G r e c i a una especie de C ó d i g o reli-
M u c h o más deplorable que la pérdida de este apéndice sobre g i o s o , el c u a l , aunque carecía de sanción e x t e r n a , de sacerdotes
la adivinación es la de la Doctrina de Chivón (Xs ípwvo; ÚTroBíjxai) del que lo custodiasen, y de intérpretes, como los tuvieron los V e -
mismo Hesiodo; esta obra era como una especie de complemento das en los B r a h m a n e s , el Z e n d - A v e s t a en los M a g o s , las leyes
de los T r a b a j o s y D í a s , porque mientras este último p o e m a , que de Moisés en los L e v i t a s , había de ejercer grandísima influencia
poseemos entero, no rebasa j a m á s los límites de las ocupaciones en el estado religioso de los G r i e g o s , haciéndoles sentir la nece-
anuales del agricultor beoeio, a q u é l , por el contrario, presentaba sidad de un a c u e r d o en lo tocante á l a s ideas fundamentales
al sabio Centauro, que en su c a v e r n a del monte Pelion enseñaba de la religión, al mismo tiempo que reunía en un solo cuerpo
al joven Aquíles cuanto puede convenir á un príncipe y á un hé- l a s ideas profesadas por l a s tribus más poderosas y las conser-
roe. Así es que no sin razón, aplicando á éste el nombre de otro v a d a s en los más célebres santuarios. A h o r a se comprenderá con
poema aleman de la E d a d M e d i a , se le ha l l a m a d o Espejo de la cuánta razón dijo Heródoto, que H o m e r o y Hesiodo habían crea-
Caballería griega *). do la T e o g o n i a de los G r i e g o s , dando n o m b r e , dignidad y minis-
terio á sus dioses 2 ).
P e r o sigamos á la poesía hesiódica en su grandiosa empresa
de formar, de los mitos religiosos de los Helenos, un cuadro orde-
nado y armónico de la g e n e a l o g í a , del poder y en general de la 1) ¡ C u á n t a s l e y e n d a s de esta índole inconciliables con la T e o g o n i a encontró
historia toda de los dioses griegos. L a Teogonia de Hesiodo, áun P a u s a n i a s , especialmente en A r c a d i a ! ¡ Y cuán poco sabemos h o y de ellas por
considerada b a j o el solo punto de vista de la poesía, es obra muy los poetas que se dirigieron en sus cantos á la nación e n t e r a ! L o s trágicos de
A t e n a s siguen m á s , c u a n d o hablan del parentesco de los dioses, l a T e o g o n i a de
estimable, pues al lado de muchos mitos contiene pensamientos
H e s i o d o , q u e los cultos locales y las tradiciones del A t i c a .
y descripciones de admirable e l e v a c i ó n ; pero sobre todo es un s) [Véase lo que antes h a dicho el mismo O. Müller, en sus Prolegomena zu
monumento de grandísima importancia p a r a la historia de la re- einer wissenscliaftlicheii Mythologie, p. 371 y s s . , sobre la T e o g o n i a d e Hesiodo.
ligión griega. L a T e o g o n i a es, en efecto, como la piedra de toque E s casi indudable que B e r n h a r d y tiene razón, c u a n d o en su gr. Litteratur, vol. 2,
que nos da á conocer el valor y la generalidad de l a s ideas acer- 1 , p. 304 de la 3.a e d i c . , dice que es gran error considerar á la Teogonia
c o m o un C ó d i g o religioso de los Helenos. Antes b i e n , deben considerarse c o m o
ca de los dioses, de sus gerarquías y de su mútuo parentesco,
ensayos de tales, los p o e m a s que desde la época de Pisístrato andaban en boga,
ideas que habían alcanzado en G r e c i a m a y o r desarrollo y carác-
y los c u a l e s , sin e m b a r g o , nunca lograron ser generalmente aceptados. P o r
ter más vario que en ningún otro país del mundo antiguo. Cuan- otra p a r t e , es f u e r z a convenir e n que la opinión de H e r ó d o t o 2, 53: O-JTOI SÉ
tos mitos no pudieron conciliarse con este p o e m a cayeron en la ( H o m e r o y H e s i o d o ) síoi 01 jtoi^travTE; Qeoyovw¡v "E),),r¡<ji x a i -oXai OsoSat 7 a ;
oscuridad propia de las tradiciones puramente locales, y sólo con- ¿K(ov'j¡j.:a; OOVTE; x a i T'.AÁ; TÍ -/.ai ~íy/a; SISAÓVTE; , -/.ai EiSea aü-üv <jr,]Ar,vavTE?,
era la m á s d i f u n d i d a entre los Griegos y en que los filosófos fueron sus princi-
pales mantenedores. V é a n s e , por e j e m p l o , los conocidos versos del filosofo Je-
nófanes:
' ) To'j-o'.; £7ráyouc: -•••/£; rr,v ' Opvi0o|iavT£t'av, á u v a ' ATÍOA/.OJVIO; ó 'Póoioc
a<js-=;. Proclo, ad. v. ult. (824) Trabajos y Días. TtávTa 6EOÍ; avÉGiy/.av "Op^po; 0' 'IltrioSó; -TE,
s)
01 WASÍCÍT: ' Etp&Évlav-o OEÜV a8s|J.í<JTia É'pya.
[9. 3 1 . 5- A la adivinación se refiere también el verso 32 del P r o e m i o d e
D e un m o d o análogo se expresa Heráclito en D i ó g e n e s L a e r c i o 9 , 1 , 1 (véase
la T e o g o n i a . V é a s e C a p . I X . ]
3) [Véase Cap. X.] F r a g m . 25 y 134 de Schuster y las Acta societ. pliilol., vol. 3 , de R i t s c h l ) , á
*) [Aristófanes de B i z a n c i o n e g ó , según Q u i n t i l i a n o 1 , 1 , 15, á H e s i o d o la quien siguió P l a t ó n ; mientras que de otro l a d o , los e n s a y o s , y a de antiguo co-
paternidad de este poema. V é a s e también C i c e r ó n , Ep. ad Atticum 7 , 18.] m e n z a d o s , y continuados m á s tarde principalmente por los estoicos, de u n a ex-
S e g ú n las creencias r e l i g i o s a s de los G r i e g o s , la D i v i n i d a d que la T e o g o n i a , en la más lata acepción de esta p a l a b r a , esto
omnipotente que gobierna el m u n d o y q u e , omnisciente, regula e s , nociones sobre la genealogía de los dioses, es tan antigua co-
los destinos de los h o m b r e s , c a r e c e de un atributo que nosotros mo la misma religión griega, y seguramente los poetas primitivos
consideramos como el más e s e n c i a l de la d i v i n i d a d ; este atributo dieron c a b i d a á tales leyendas en sus c a n t o s , y las difundieron
es la eternidad. L o s dioses de la G r e c i a estaban demasiado liga- con ellos. C o m o resultado de los esfuerzos de aquellos rápsodas
dos al mundo de la materia p a r a que no les alcanzasen también para clasificar y agrupar los seres teogónicos, debe considerarse
las leyes del desenvolvimiento de las grandes m a s a s que poco á á los T i t a n e s , conocidos tanto por Hesiodo como por H o m e r o , y
poco fueron revistiendo f o r m a s más perfectas. L o s dioses olímpi- los cuales son como el paso ó grado de transición de los entes pri-
cos eran para los G r i e g o s , m á s que el origen del universo, la mitivos más generales á las divinidades olímpicas, por las cuales
cumbre y el vértice de la v i d a orgánica y animal. A s i Zeus, á fueron precipitados á las profundidades del T á r t a r o .
quien debemos considerar c o m o divinidad propia de los G r i e g o s ,
R o d e a d o de tales tradiciones y antiguos p o e m a s , era imposi-
recibió y a mucho tiempo a n t e s de H o m e r o y H e s i o d o el nombre
ble que H e s i o d o , como muchos modernos han supuesto, formara
de Cronos ó C r ó n i d e s , que s e g ú n la interpretación más probable
su T e o g o n i a con arreglo á ciertas ideas propias filosóficas y abs-
significa hijo de los t i e m p o s antiquísimos ó del tiempo primiti-
tractas a c e r c a de las fuerzas de la materia y del espíritu: si
v o 1 ) ; y soberano único del cielo y del éter, descendía del Cielo
así fuera ¿ h a b r í a encontrado tan benévola acogida su T e o g o -
mismo, como mitad del U n i v e r s o y uno de los primitivos seres
nia en l a s generaciones s u c e s i v a s ? P o r otra p a r t e , no puede
cósmicos. D e igual suerte t o d o s los demás dioses, según su ca-
considerarse á Hesiodo como un simple recopilador de tradicio-
rácter y peculiares atributos e r a n relacionados con otros seres y
nes dispersas y de fragmentos de antiguos p o e m a s , que él repi-
con otros fenómenos más a n t i g u o s . L a relación que existe entre
tiera al acaso y desconociendo su estrecha y oculta conexión. E s ,
el principio creador y la c o s a c r e a d a , no era concebida sino b a j o
por el contrario, e v i d e n t e , á j u z g a r por la elección que h a c e en-
la forma de generación ó de n a c i m i e n t o , al mismo tiempo que
tre las diversas versiones de una m i s m a fábula y por la ingeniosa
se consideraba al universo d o t a d o de una v i d a como la de los
disposición de las varias partes de su o b r a , que se s u j e t a b a á
animales, y como o r g a n i s m o s animados también al cielo y á la
ciertas ideas f u n d a m e n t a l e s , y á una idea general acerca del des-
tierra. E l concepto de creación, tan antiguo en Oriente, y que des-
arrollo de la v i d a del U n i v e r s o .
de los primeros tiempos fué c o n o c i d o por los Indios, los P e r s a s
A fin de aclarar este p u n t o , será conveniente explicar la na-
y los H e b r e o s , los cuales s u p o n í a n que la divinidad había forma-
turaleza de los entes primitivos q u e , según la T e o g o n i a , prece-
do el mundo según un plan p r e v i a m e n t e trazado, como un artífi-
dieron á la r a z a de los T i t a n e s , á fin de poner de manifiesto la
ce una obra perecedera, e r a perfectamente desconocido p a r a los
unidad y coherencia de las ideas de Hesiodo. Respecto de lo de-
G r i e g o s antiguos, porque n o podía existir sino en una religión
m á s , bastará con hacer consideraciones más generales.
que atribuyese á la d i v i n i d a d existencia propia y eterna. D e aquí
«Desde el principio, comienza el poema teogónico propiamen-
te dicho, existía el Caos,» (vocablo sinónimo de x«^«. hendidu-
ra), esto e s , el abismo en el que desaparece toda formación y ex-
plicación a l e g ó r i c a , prueban q u e l a s creencias religiosas del pueblo eran con- terna apariencia, y el cual sólo puede concebirse e x c l u y e n d o t o d a
secuencia de las teorías de a m b o s poetas.]
idea de forma definida. E s evidente que H e s i o d o , en el mero he-
i) P o r difícil que sea d e t e r m i n a r l a etimología de Cronos, ( p u e s no se sabe
cho de presentar c o m o surgidos del C a o s á otros seres, no pudo
aún á ciencia cierta si su n o m b r e s e deriva de x p a í v u [véase G . G u r t i u s , gr.
Etymol., p. 147] ó d e ypóvo;) t o d o l o q u e de é l se ha d i c h o , está perfectamente entender por tal un espacio v a c í o ni la materia inerte ó acumu-
d e acuerdo con estas ideas: su r e i n a d o e n la e d a d d e o r o , la representación de lación de átomos de toda e s p e c i e , sino que debió imaginárselo
u n a v i d a sencilla y patriarcal en l a fiesta K p ó v i a , C r o n o s como soberano del como organismo v i v o y primera y oscura fuente de la v i d a uni-
m u n d o de los héroes muertos y o t r a s análogas. [ A c e r c a de lo a r r i b a dicho sobre
versal.» Después nacieron (naturalmente del C a o s ) la T i e r r a de
el g r a d u a l desenvolvimiento del m u n d o , deben verse los Prolegomena de O . M ü -
ancho seno, el suelo inquebrantable sobre lo que todo está sus-
11er, p. 375-376.]
LIT. GR. — 1 . 10
tentado, T á r t a r a en las profundidades de la tierra, y E r o s , el
que la unión de estos oscuros hijos del C a o s produce el É t e r ,
más hermoso de los dioses inmortales '). L a T i e r r a , según l a s
eternamente esplendoroso en las alturas del U n i v e r s o , y la L u z
ideas de los Griegos y de muchos pueblos orientales, madre de
del día que se extiende sobre la tierra, no es más que una con-
todo lo que v i v e , surgió del negro A b i s m o , tiene sus raices en la
secuencia de la ley general que sigue la T e o g o n i a , y según la
noche más tenebrosa, y su superficie es el suelo, sobre el cual se
cual aparece primero la materia o p a c a é informe, y el mundo se
desarrollan la luz y la vida. T á r t a r a e s , por decirlo a s í , el lado
mueve continuamente pasando de la oscuridad á la luz. E s t a her-
oscuro de la T i e r r a , la parte por la cual está en eterno contacto
mosa creación de la fantasía, el nacimiento de la luz del seno de
con el Caos. Si la T i e r r a y T á r t a r a representan la materia con-
la o s c u r i d a d , se encuentra también en las cosmogonías de otros
tenida en el C a o s , E r o s , por el contrario, e s la manifestación del
pueblos antiguos. « L a T i e r r a engendró primero al Cielo estrella-
espíritu vital como principio de todo lo que se reproduce y crece.
do de igual extensión que e l l a , á fin de que la envolviera entera-
F u é realmente una idea sublime del poeta teogónico la de pre-
mente , y para que fuese la eterna m o r a d a de los dioses, y des-
sentar al dios del amor como procedente del C a o s , en el princi-
pués las v a s t a s m o n t a ñ a s , deliciosa morada de l a s Ninfas.» A s í
pio de todas las c o s a s , a u n q u e , según todas las probabilidades,
como las montañas no son más que elevaciones de la t i e r r a , así
este pensamiento no era en él original, porque se encontraba y a
también imaginábanse al cielo como un sólido que se extiende
expresado en los himnos á E r o s que se cantaban en T e s p i a s ) .
sobre e l l a , y el cual, según las leyes generales y a más arriba in-
N o e s , en r e a l i d a d , una coincidencia meramente fortuita que
d i c a d a s , nació del seno de la T i e r r a . A l mismo t i e m p o , la natu-
esta c i u d a d , situada á unos cuarenta estadios de A s c r a , poseye-
ral observación de las varias fuerzas fecundantes y vivificantes
ra el templo de E r o s más célebre en toda la G r e c i a , y que H e -
que la tierra recibe del cielo, indujo á los G r i e g o s (que y a lo
siodo atribuyese á este dios una dignidad y una importancia de
habían h e c h o , si bien en forma menos directa, en otros mitos), á
que no se ve huella alguna en los poemas homéricos. P a r e c e , sin
considerar al Cielo y á la T i e r r a como unidos en matrimonio '),
e m b a r g o , que el poeta se contentó con tomar aquella idea de los
y c u y a descendencia forma en la T e o g o n i a una segunda y nume-
himnos tespios, sin hacer especial aplicación de ella en el resto
rosa generación de dioses. P e r o antes de esto, menciona otro
de su poema, porque, si bien se sobreentiende que E r o s es la cau-
p a r t o de la T i e r r a : « L a T i e r r a parió también el proceloso mar,
sa directa de todas las uniones y nacimientos de los d i o s e s , el
P o n t o s , sin previa unión amorosa.» L a razón que movió al poeta
p o e t a , no obstante, ni lo expresa c l a r a m e n t e , ni siquiera h a c e
á hacer constar expresamente que Pontos fué engendrado por la
á ello alusión alguna. «Del C a o s surgió el E r e b o » — l a s tinieblas
T i e r r a sin intervención del a m o r , aunque también los demás se-
de las profundidades de la t i e r r a — « y la negra Noche» — la oscu-
res antes nombrados fueran igualmente procreados por ella sola,
ridad que se extiende s ó b r e l a superficie d é l a tierra. — « D é l a
no f u é , sin duda, otra que el deseo de que se le considerara como
unión de la Tierra y del E r e b o , nacieron el É t e r y el Día.» L a
un ser duro é inhospitalario; P o n t o s es salado é indómito, y está
contradicción aparente que salta á primera vista al considerar
separado desde su nacimiento de los ríos y de l a s fuentes de a g u a
dulce que nutren á las plantas y á los animales. L o s ríos y las
fuentes nacieron del O c é a n o , llamado el primogénito de los T i t a -
' ) P l a t ó n y Aristóteles en s u s citas de este pasaje [Sympos, p. 178 b. Meta-
phys. 1 , 8, p. 9S9 a , 10 y 1 4 , 4, p. 1091 b , 4. V é a s e el tratado de Meliso, n e s , los c u a l e s , con los Cíclopes y los H e c a t o n q u i r o s , nacieron
Jenófanes, Gorgias c . 1, p. 975 a, 11, Sexto E m p í r i c o , adv. Mathem. 9, p. 550 y de la unión de la T i e r r a y del Cielo. P o r lo que h a c e á estos se-
los comentarios de S c h ó m a n n á la T e o g o n i a , p. 86] omiten á T á r t a r a ( l l a m a d a res , baste aquí observar q u e , según H e s i o d o , los T i t a n e s repre-
t a m b i é n T á r t a r o ) sin d u d a solo porque no tenía tanta importancia como los de-
sentan un orden natural en que se compenetran entes elemen-
m á s principia mundi. E l T á r t a r o podía también hallarse comprendido en la T i e -
r r a , porque también se le l l a m a á v e c e s - á p - a p a yair,?. P e r o e l poeta teogónico,
t a l e s , potencias dinámicas é ideas de orden y de regularidad
d e b í a indicar aquí su origen, p o r q u e m á s t a r d e , verso 821, hace nacer á T i - formando un t o d o ; los Cíclopes denotan las pasajeras alteracio-
feo de la T i e r r a y del T á r t a r o .
J) [ P a u s a n i a s g , 27, 2 los a t r i b u y e á P a m f o s y á O r f e o , y sostiene que fueron
cantados por los L i c o m i d a s . ] ') Véase Cap. II (Religión).
nes de este orden por las t e m p e s t a d e s , y los H e c a t o n q u i r o s ó gi-
de su tenebroso seno seres que», como la muerte, la discordia, el
gantes de cien b r a z o s , la terrible fuerza de los grandes cataclis-
dolor y los v i t u p e r i o s , se coligan con las necesidades y las mise-
mos de la naturaleza.
rias de la existencia terrena. L a descendencia de P o n t o s , tan
E l plan sucesivo del poema es el resultado de su carácter
fecunda en monstruos con los cuales los héroes habían de soste-
mixto de genealógico y narrativo. A l hablar de cada nueva ge-
ner después las más terribles l u c h a s , no a p a r e c e , y con razón,
neración de dioses, nárrase la serie de acontecimientos en virtud
en la obra, sino después del primer a c t o de violencia contra U r a -
de los cuales alcanza esta el poder subyugando á las razas más
nos. E s igualmente producto de m a d u r a reflexión el que los dos
antiguas. A s í , á la enumeración de los T i t a n e s y de sus herma-
T i t a n e s , Cronos y Iapetos, también mencionados juntamente por
nos los Cíclopes y los H e c a t o n q u i r o s sigue el relato de cómo Cro-
H o m e r o , aparezcan en la genealogía de sus descendientes (ver-
nos, creando nuevos e n t e s , p r i v a á su padre U r a n o s del poder
sos 453 y 507) en un orden distinto del en que aparecen cuando se
de relegar á las tinieblas á los seres que y a existían: siguen luego
hace por primera v e z mención de los T i t a n e s (versos 132 y ss.)
las familias de los otros seres p r i m o r d i a l e s , la N o c h e y Pontos,
A q u í Cronos es el más j o v e n , como en H e s i o d o Z e u s e s el menor
y los descendientes de los T i t a n e s . H a b l a n d o de Cronos, el poeta
de sus hermanos, mientras que en H o m e r o gobierna por derecho
narra el modo cómo Z e u s logró librarse de ser devorado por su
de primogenitura. Hesiodo supone al mundo en perpetuo estado
padre ; y cuando más tarde menciona á I a p e t o s , refiere la histo-
de desarrollo, y como los hijos subyugan á los p a d r e s , así tam-
ria de su hijo P r o m e t e o , q u e , provocando la ira de Z e u s , se hace
bién los más j ó v e n e s , colocándose á la c a b e z a de un nuevo orden
defensor del género h u m a n o , p a r a desdicha más que para ventu-
de c o s a s , son los más poderosos. L a estirpe de Iapetos, que se re-
ra de los mortales; continúa con la descripción detallada de la
fiere exclusivamente á los atributos y destinos de la humani-
lucha que Z e u s y sus hermanos y h e r m a n a s , guiados por los He-
dad 1 ) , a p a r e c e , por el contrario, después de los descendientes
catonquiros, sostienen contra los T i t a n e s ; con la del horrible
de C r o n o s , de los cuales traen su origen los dioses del Olimpo;
T á r t a r o , donde los T i t a n e s fueron al fin encerrados , y la c u a l no
porque los actos y el destino de aquellos T i t a n e s de forma huma-
puede negarse que está p l a g a d a de adiciones de los rápsodas; y
na están determinados por sus relaciones con los O l í m p i c o s , los
finalmente, con la rebelión de T i f e o , hijo de la T i e r r a y del
c u a l e s , reservándose para sí una felicidad constante, uniéronse
Tártaro, contra Z e u s . L a descendencia de Z e u s y de los dioses
para rechazar con severidad las audaces tentativas de los Iapé-
olímpicos, sus aliados, f o r m a b a la última parte de la T e o g o n i a
tidas.
primitiva.
A u n q u e en realidad este poema no es un simple y desordena-
E n la misma sencillez de este plan se observan ciertas sutile- do monton de groseros materiales, y aunque encontramos en él
z a s que permiten entrever un premeditado intento en el poeta. m u c h a s ideas perfectamente e n c a d e n a d a s y un plan bien medita-
H e s i o d o , por ejemplo, habría podido unir los descendientes de la d o , es innegable que en la T e o g o n i a , lo mismo que en los T r a -
N o c h e , procreados sin previa unión amorosa (versos 211 y ss.) á b a j o s y D í a s , no se halla el perfecto arte y la composición acaba-
los hijos que en ella engendró E r e b o , esto e s , el É t e r y el D í a
(verso 124); pero antes n a r r a la lucha entre Cronos y U r a n o s y ' ) E n la genealogía d e I a p e t o s en la T e o g o n i a , e n c o n t r a m o s restos d e un
la mutilación de este último, q u e motivó la primera alteración del a n t i g u o p o e m a s o b r e la suerte d e la h u m a n i d a d . S e g ú n este poema , Iapetos mis-
orden cósmico, hasta entonces tranquilo; siendo al mismo tiem- m o es el h o m b r e c a í d o (de IIHCTCO, raíz I A I I ) , esto e s , la h u m a n i d a d e x c l u i d a
d e la s u p r e m a b i e n a v e n t u r a n z a . E n t r e sus h i j o s , Atlas y Menecio, representan
po causa de que penetrasen en el mundo la maldición y la ira,
el 6-jjj.ó; del a l m a h u m a n a ; A t l a s ( d e TW¡VCM, T A A ) el á n i m o s u f r i d o y p e r s e -
personificadas en las E r i n y a s (así como la fuerza productora verante á q u i e n los d i o s e s i m p u s i e r o n la c a r g a m á s p e s a d a ; y M e n e c i o , (de
arrebatada á U r a n o s creó l a s ninfas d r y a d a s , esto e s , los mejo- ¡JÍVOC y OL-OÍ) el i n d o m a b l e , á q u i e n Z e u s p r e c i p i t a en el E r e b o . Prometeo y
res productos de la v e g e t a c i ó n , los gigantes ó manifestaciones Epimeteo r e p r e s e n t a n , en fin, el voO?; el p r i m e r o la p r e v i s i ó n , e l espíritu refle-

las más poderosas de la h u m a n i d a d , y por ú l t i m o , la diosa mis- x i v o ; el s e g u n d o la l i g e r e z a , la e s t o l i d e z ; y los dioses ordenan l a s cosas d e mo-
d o q u e l a s v e n t a j a s q u e la h u m a n i d a d consigue por el u n o , las pierde por el
ma del amor). Después de a q u e l c a t a c l i s m o , la N o c h e solo arroja
o t r o , q u e personifica la irreflexión.
da que nos sorprenden y maravillan en las obras de Homero. H e -
le llamó H o m e r o , sino con su moderna denominación. P e r o lo
siodo no sólo ha conservado fielmente la tradición antigua y dado
más extraño es que en este c a t á l o g o , por cierto no m u y l a r g o , ha
c á b i d a en su poema á muchas sentencias de siglos anteriores
sido de tal modo utilizado el pasaje de la Ilíada (12 , 20 y ss.),
sin introducir en ellas alteración alguna 1 ) , sino que parece tam-
que de los ocho riachuelos, en dicho p a s a j e m e n c i o n a d o s , que
bién que h a prohijado, sin cambiar mucho su f o r m a , largos pasa-
partiendo del Ida corren en dirección á la c o s t a , aparecen siete
j e s y aun himnos enteros .que e n c a j a b a n bien en el plan primitivo
en la T e o g o n i a ; prueba incontestable de que este p o e m a recibió
de su obra. Así se observa que la lucha de los T i t a n e s no comien-
no pocas adiciones de los rápsodas, que acostumbraban recitar,
za, como era de esperar, en la decisión de Z e u s y de los d e m á s
juntamente con los poemas hesiódicos, los homéricos 1).
dioses Olímpicos de hacerles la g u e r r a , sino con el encadena-
L a T e o g o n i a original, como y a hemos dicho, terminaba con
miento de Briareo y de los demás Hecatonquiros por U r a n o s ; y
las genealogías de los dioses, esto e s , en el verso 962, puesto que
sólo cuando nos ha referido cómo Z e u s les dió libertad por
la parte siguiente fué agregada á la obra para que sirviera como
consejo de la Tierra, nos presenta el poeta la lucha de los T i t a -
de transición á otro p o e m a más extenso que los rápsodas unían
nes y a m u y adelantada. E s t a parte de la T e o g o n i a termina rela-
á la T e o g o n i a como si fuera continuación de ésta; pues no es ve-
tando cómo los dioses confiaron á los Hecatonquiros la custodia
rosímil que á un cantor de tales tradiciones genealógicas se le ocu-
de los aprisionados T i t a n e s , y cómo B r i a r e o , por su casamiento
rriese la idea de celebrar á las diosas q u e , en unión amorosa con hom-
con Cymopoleia, vino á ser yerno de Poseidon. E s t e B r i a r e o , lla-
bres mortales, dieron v i d a á hijos divinos (que tal es el asunto de la
mado también Egeon por H o m e r o (Ilíada i , 404), y que repre-
última parte de la versión que ha llegado hasta nosotros), á me-
senta el impetuoso movimiento del m a r , era un demonio íntima-
nos que al mismo tiempo se propusiera cantar á los dioses que en
mente l i g a d o con el culto de Poseidon 2 ) ; y es de creer que en los
mujeres mortales engendraron poderosos héroes ( c o s a m u y frecuen-
templos consagrados á este dios se cantasen himnos en los cuales
te en la mitología griega). Cierto es que el dios Dionysos y H e r a -
fuera especialmente celebrado como vencedor de los T i t a n e s , y
cles , colocado en el número de los dioses, que nacieron de una
que uno de estos himnos sirviera á Hesiodo de base para su Ti-
unión de esta última especie, aparecen nombrados en la primera
tanomaquia.
parte del poema (versos 940 y ss.); pero h a y aún otros muchos hé-
E s también casi indudable que la T e o g o n i a fué interpolada roes c u y a genealogía no aparece, y los cuales son tanto ó más im-
en muchos pasajes por los r á p s o d a s , cosa m u y natural tratándose portantes que los nacidos de diosas, como Medeío, F o c o , E n e a s y
de un p o e m a trasmitido á posteriores generaciones por tradición otros. P o r otra parte, los últimos versos de la T e o g o n i a nos sumi-
oral. L a s enumeraciones de diversos n o m b r e s , como por ejemplo, nistran una p r u e b a patente de que á ella se agregó un poema de
la especificación de los rios llamados hijos del O c é a n o (versos 338 esta índole, puesto que las mujeres para cuyo elogio se invoca á
y ss.), ofrecían numerosas ocasiones á la interpolación de n u e v o s las M u s a s en estos v e r s o s , no pueden ser otras que aquellas mor-
versos. E n t r e aquellos ríos se omiten precisamente los nombres tales bellezas por quienes los dioses descendieron del Olimpo. E n
de los que con más razón debían mencionarse, como el A s o p o y breve e x a m i n a r e m o s el carácter de este poema hesiódico, por des-
el C e f i s o , e n Beocia, al paso que figuran otros muchos que son g r a c i a perdido.
extraños á l a geografía h o m é r i c a , como el F a s i s , el Istro, el Eri- H a s t a aquí no hemos hablado de la parte de la T e o g o n i a que
d a n o , el N i l o , y este último con el n o m b r e , no de E g i p t o , como ha ofrecido más dificultades á la c r í t i c a — n o s referimos al proe-
m i o — p o r q u e sólo un examen general de todo el poema podía co-
' ) [Véase p. 135 ;
s) P o s e i d o n , llazado así de aire?, que significa olas a g i t a d a s , llamábase t a m -
bién A í y a t o ; y A'.yiiwv. [Véase Hesiquio en alys ; - t k xú|¿aTa. Aupisic. A r t e m i d o r ») [Por lo d e m á s , puede también suponerse que m u c h o s poemas están saca-
Oneirocr. 2, 1 2 , asegura que también se u s a b a la expresión x-J|ta-x a í y a : EV TÍ, dos de u n a misma y p r i m i t i v a fuente. V é a s e a d e m á s , por lo que t o c a al catálo-
G'jvr,ÚE!a ),syo[xsv. Score su etimología véase G . C u r t i u s , p. 170, y sobre su sig- go de los rios de H e s i o d o , los c o m e n t a r i o s de Schómann á la Teogonia,
nificado O . Müller Prolegomena zu einer wissenschaftlühen Mythologie, p . 272.] p. 171 y ss.]
locarnos en condiciones de podernos formar una idea e x a c t a de e s , los elogios de los dioses todos, antiguos y modernos, los him-
la forma primitiva de aquélla. E s evidente que esta introducción nos consagrados en particular á Z e u s , y finalmente, los cantos so-
no pudo ser, á causa de su desproporcionada extensión (versos i bre las familias heroicas y sobre la lucha de los g i g a n t e s , a b r a z a
á 1 1 5 ) , de la repetición intolerable de-pensamientos idénticos, ó en conjunto todos los m a t e r i a l e s épicos cultivados por los poetas
por lo menos análogos, y de la incoherencia de muchos pasajes, de la escuela beocia, y hasta incidentalmente se mencionan en ella
el primitivo comienzo de la T e o g o n i a ; y lejos de e s t o , parece una los poemas sobre la adivinación de la escuela de H e s i o d o ' ) . E s t e
simple colección de cuanto los aedas beocios habían dicho en ala- himno á las M u s a s e r a , por consiguiente, m u y á propósito, no
b a n z a de l a s Musas. N o e s , sin e m b a r g o , preciso recurrir á hipó- sólo para ser cantado como un poema épico a c a b a d o y completo,
tesis muy complicadas p a r a explicar cómo se formó este confuso sino también para servir de introducción, á semejanza de los him-
fragmento ni suponer que aquel l a r g o proemio h a y a sido forma- nos más largos de los H o m é r i d a s , á las recitaciones de los rápso-
do merced á la premeditada fusión de varios otros más breves. das beocios en los certámenes.
L e j o s de esto, puede explicarse muy fácilmente, con sólo recor-
P e r o las M u s a s eran c e l e b r a d a s , según nos dice el mismo
dar noticias conservadas en los autores antiguos 1 ). E l proemio
proemio (verso 3 4 ) , no sólo al principio, sino también al final del
propiamente dicho, contenía la hermosa historia, y a c i t a d a , de la
p o e m a ; y debieron existir algunos cantos de épicos beocios en los
visita de las M u s a s al Helicón y de la iniciación de Hesiodo en
que los p o e t a s , del asunto principal de su e p o p e y a , pasaran á l a s
el arte de la poesía, por medio de la rama de laurel. A este pasa-
alabanzas de las Musas. N a d a c u a d r a b a mejor á un canto final
j e debía seguir aquel otro que describe la vuelta de las M u s a s al
de este g é n e r o , que una a r e n g a del poeta á los príncipes que
O l i m p o , donde c a n t a b a n himnos en honor de su padre Z e u s , ven-
ocupaban un lugar de preferencia entre la multitud que le escu-
cedor de Cronos y rey y ordenador del m u n d o , con cuyo p a s a j e
c h a b a , para demostrarles cuán necesaria era también para ellos
debía enlazarse la invocación á las M u s a s , en que el poeta las in-
la protección de las M u s a s en los tribunales de justicia y en las
v i t a á cantar la progenie y genealogía de los dioses. Según esto,
asambleas p o p u l a r e s , y para recomendarles al mismo tiempo
formaban el proemio primitivo los versos 1 á 35, 68 á 74 y 104 á
(intento principal de H e s i o d o ) el respeto á las divinidades del
1x5, c u y o nexo no se halla interrumpido sino por la última invo-
canto y á - l o s que se consagraban al servicio de las mismas. N o
cación á l a s Musas, que la repetición del mismo pensamiento b a j o
de otra índole e s , en e f e c t o , otro fragmento interpolado en el
formas casi idénticas h a c e por extremo monótona. P o r lo que
proemio primitivo (versos 75 á 1 0 3 ) , el cual encajaría mejor
hace á los fragmentos interpolados, el primero (versos 36 á 6 7 )
en el final de la T e o g o n i a , donde v o l v e r í a , por decirlo a s í , á la
es un himno que celebra á l a s M u s a s como cantoras olímpicas,
realidad de la v i d a humana la e p o p e y a hasta entonces consagra-
engendradas por Z e u s en la Pieria y no lejos del O l i m p o , y que
d a á cantar las genealogías de los dioses, y convertiría la mirada
no tiene relación alguna con la T e o g o n i a . E n e f e c t o , la enume-
antes fija en las celestes regiones y en los seres sobrenaturales, á
ración de los asuntos cantados por las M u s a s en el Olimpo, esto
la perspectiva ordinaria de los hechos h u m a n o s ; mientras que en
la introducción de la T e o g o n i a rompe por completo la unidad de
1 ) Según P l u t a r c o , Quaest. conviv. 9 , 1 4 , 1 , [véase también 9 , 1 , 2 ] la histo-
la composición. E s t e p a s a j e , sin e m b a r g o , t a m p o c o podría colo-
ria del nacimiento de las M u s a s de los poemas de H e s i o d o , esto e s , versos 36
cársele en el lugar que v e r d a d e r a m e n t e le corresponde, esto es,
á 67 de nuestro proemio, era c a n t a d a c o m o un himno especial; y A r i s t ó f a n e s el
g r a m á t i c o alejandrino ( e n los escolios al verso 6 8 ) , pretende que la expedición á continuación del verso 962, porque aquí se interpoló la parte
d e las M u s a s al O l i m p o , seguia á sus danzas en el Helicón. [ N a u c k , en su Aris- que trata de las deidades unidas por amorosos lazos con hombres
tophanis Byzantii fragmenta, H a l l e , 1S4S, p. 59, cree que es sospechosa la auten-
ticidad del pasaje c i t a d o de los escolios, atribuido á Aristófanes. D e todas suer-
tes, la observación que en él se encuentra a c e r c a de la expedición de las M u s a s
' ) V e r s o 38: eipsüGX'. -i t ' zti-.-j. -i sccóu-ívx - p ó t ' eóvta. [ W e l c k e r , en
al O l i m p o , no procede evidentemente de este crítico. Sobre el proemio de la
sus comentarios á la T e o g o n i a de H e s i o d o , p. 65, c o m b a t e la opinión d e que en
T e o g o n i a h a b l a m á s extensamente O. M ü l l e r e n sus kl. Schriften, vol. 1, p. 425
la época en que fué compuesto este h i m n o , existiesen y a « p o e s í a s de adivina-
y ss.]
ción de los épicos de la escuela de Hesiodo». ]
mortales, para que sirviera de introducción, prolongando de esta
D í a s , en cuanto que en este último poema es la c a j a de P a n d o r a
suerte casi infinitamente la T e o g o n i a , al relato de los amores de
la causa de todos los males que atormentan al género humano,
los dioses con mujeres mortales también. N o quedaba, pues, otro
mientras que en el primero es la misma encantadora doncella,
recurso al que tratase de ligar todos estos fragmentos conserva-
c o l m a d a por los dioses de toda clase de d o n e s , quien tantos ma-
dos juntamente con la T e o g o n i a , con el resto de la o b r a , que el
les ocasiona al mundo, en su cualidad de progenitora del sexo fe-
de interpolar en el proemio el himno á las Musas y el epílogo; lo
menino. P e r o el antiguo cantor ( c u y a malicia se vislumbra á tra-
cual, no obstante, no podía hacerse sino en una época en que el
vés de su ingenuidad) h a b l a del mal que ocasiona la mujer, no en
verdadero arte de la poesía épica se hubiera eclipsado por com-
el sentido m o r a l , sino en el sentido económico; no se lamenta el
pleto ').
poeta de las seducciones de las mujeres ni de las pasiones que
V e a m o s ahora, para t e r m i n a r , la relación que media entre la inspiran, sino que deplora tan sólo que, como los zánganos en las
Teogonia y el poema en c u y o e x a m e n nos hemos ocupado al c o l m e n a s , no sirvan más que para consumir el fruto del trabajo
principio de esta nuestra exposición de la poesía hesiódica : los de o t r o , en v e z de acrecentarlo.
T r a b a j o s y Días. E s indudable que el estilo y el carácter de am-
E s cosa digna de ser notada el que esta misma e s c u e l a , que
bos poemas son m u y s e m e j a n t e s ; pero ¿ quién se atrevería á ase-
solía tratar con humor satírico al sexo débil, produjera también
gurar que esta semejanza sea tal que h a y a de atribuirse necesa-
epopeyas mitológicas y heroicas en que se hacía el elogio de las
riamente la paternidad de ambos á un mismo individuo y no á
mujeres de la a n t i g ü e d a d , y el que á gran parte de los mitos he-
una familia ó escuela de cantores ? Cierto es que el autor de la
roicos uniera los nombres de celebradas heroínas. L a escuela de
Teogonia y el de los T r a b a j o s y D í a s desean ser considerados
H e s i o d o , sin e m b a r g o , pudo hallar motivos para hacer estos ca-
como la persona misma q u e , nacida en el Helicón y e d u c a d a en
tálogos laudatorios de mujeres ilustres de tiempos antiquísimos,
la vida del c a m p o , fué iniciada por las mismas M u s a s en el arte
en las circunstancias coetáneas y en ciertas instituciones políti-
de la poesía ; como es igualmente cierto que el Hesiodo primitivo,
c a s . L o s L o c r i o s , limítrofes de los B e o c i o s , tenían una nobleza
el jefe de esta familia de aedas , a b a n d o n ó las ocupaciones de la
compuesta de cien familias, las c u a l e s , según Polibio ' ) , funda-
vida ordinaria para dedicarse á la p o e s í a , la cual fué- c u l t i v a d a
ban sus títulos y blasones en su descendencia de antiguas heroí-
por sus sucesores en términos que hicieron de ella una profesión.
n a s ; y P í n d a r o ( e n la n o v e n a oda olímpica) celebra á Protoge-
E s digno de observarse que el espíritu doméstico y económico del au-
neia como progenitora de los reyes de Opuncia. Demuéstrase
tor de los T r a b a j o s y D í a s se manifiesta también en la T e o g o n i a ,
al propio tiempo que la L o c r i a fué como una especie de segunda
en pasajes donde la gran variedad de los asuntos lo consiente,
patria de la poesía hesiódica, por una tradición que encontramos
como por ejemplo, en el mito de P r o m e t e o y de E p i m e t e o s ). E s
en T u c i d i d e s ( 3 , 9 6 ) , y según la cual Hesiodo, al m o r i r , fué se-
verdad que esta leyenda toma en la T e o g o n i a una forma algún
pultado en el templo de Z e u s N e m e i o , cerca de E n e o n , comarca
tanto diversa de aquella bajo la cual aparece en los T r a b a j o s y
c o n t i g u a á la de N a u p a c t o s , que en un principio perteneció á los
L o c r i o s ; y es indudable que cuando se h a b l a de un sepulcro del
' ) E s por otra parte indudable que existía otra redacción completamente poeta en el territorio de N a u p a c t o s ( P a u s a n i a s 9 , 38, 3 ) , debe
distinta de la Teogonia á c u y o final habíase agregado un fragmento que h a c í a entenderse el mismo q u e se hallaba no lejos de Eneon. A h o r a
derivar el nacimiento de Hephestos y de A t h e n e de u n a contienda entre Z e u s y
b i e n ; es muy digna de tenerse en cuenta la circunstancia de que
Hera. E l testimonio de Crisipo en G a l e n o Hìppocratis et Platonis dogm. 3 , 8 , voi.
también N a u p a c t o s fué patria de un p o e m a épico intitulado Ñau-
5 . P- 349 y ss., así lo indica. [ E l p a s a j e de C r i s i p o no se refiere en m o d o algu-
no á los versos pertenecientes á u n a redacción de l a T e o g o n i a , distinta de la pactia, en el cual se celebraba á las mujeres de la edad heroica s ) .
que ha llegado hasta nosotros, sino á poemas teogónicos verosímilmente depen-
dientes de la Teogonia, y que pasaban por ser de Hesiodo. V é a s e sobre esto
á S c h ó m a n n , Opuse, academ., voi. 2, p. 418 y ss. E n sentido análogo se expresa
') [12,5,6.]
O. Müller [ e n su artículo sobre P a l l a s A t h e n e , kl. Schriften, voi. 2, p. 224.] 2) P a u s a n i a s 10, 38, 1 1 , usa la expresión 'í-r, irenoii¡¡isva I; - p v a ï x a ç ; y en otra
! ) [ V e r s o s 590 y ss.] parte el poema hesiódico es llamado cà s: yuvaîxaç àSôuîva. D e numerosas citas
Infiérese de todo esto que h a b í a una r a m a locria de la escuela el poeta parece como que se c o m p l a c e en celebrar su b e l l e z a , su
hesiódica • ) , á la que perteneció el «apologista de las mujeres,» g r a c i a , su talento y su amor c o n y u g a l . V é s e también en los frag-
mentos que se han conservado de esta parte de las E e a s , que,
que compuso las E e a s .
al referir las hazañas de H e r a c l e s , el poeta vuelve frecuente-
E s t e gran p o e m a , intitulado las Eeas ó G r a n d e s E e a s
mente á hablar de A l c m e n e , y nos describe con especial amor las
(MeyaJiai 'Ho:at) s ) , debía tal n o m b r e á que todas sus partes co-
relaciones de ésta con su h i j o , la admiración que la causan las
menzaban con l a s palabras í, otr„ aut qualis. Solo cinco de estos co-
aventuras del h é r o e , y las torturas que hacen sufrir á su amante
mienzos han llegado hasta nosotros, y todos ellos tienen entre si
corazon los trabajos que á H e r a c l e s habían sido impuestos '). F á -
de común que aquellas palabras se refieren siempre á una heroí-
cil es a d i v i n a r , dados estos antecedentes, el plan seguido en todo
na c u a l q u i e r a , a m a d a de un dios y madre de un héroe famoso )
el curso del poema.
D e su e x a m e n se infiere que debía darse principio a c a d a uno de
los órdenes de las diversas generaciones con una introducción se- L a oscuridad que reina todavía , no obstante l a s investigacio-
mejante á ésta: Ya no volverán á verse mujeres como las de los antiguos nes que á este propósito se han h e c h o , acerca de la relación que
tiempos, cuya belleza y encantos eran tales que obligaron á los diosesa des- entre las E e a s y los Kxtc&oyoi ruvatx&v ó Catálogos de las mujeres
cender del Olimpo; y á cuyo comienzo se refería c a d a una d e las m e d i a b a , hace muy difícil el conocimiento de la índole y de la
p a r t e s , las cuales se ligaban entre sí mediante la repetición de extensión del poema en primer término m e n c i o n a d o ; porque y a
las palabras \ o?, en los versos iniciales. E l fragmento mas im- se h a c e una misma y única poesía de los Catálogos y de las E e a s
portante y donde mejor se aprende á conocer el plan de las di- — razón por la que los escoliastas de Hesiodo s ) colocan en el
versas partes de este p o e m a , e s el formado por los cincuenta y libro cuarto de los Catálogos el fragmento que h a b l a de A l c m e n e ,
seis versos que constituyen la introducción á el «Escudo de H e - y c u y o solo comienzo bastaría para probar que pertenece á las
racles,» y el c u a l — c o m o lo atestigua el primer v e r s o - p e r t e n e - E e a s , — y a , por el contrario, se dice que son dos poemas distintos
ce á las E e a s . Dicho fragmento h a b l a b a de A l c m e n e , pero sin re- de asuntos también completamente diversos 3 ). Otras v e c e s se
ferirnos la genealogía ni las primeras aventuras de la heroína. h a c e de los Catálogos un poema histórico-genealógico 4 ) de ca-
L a narración comienza con la f u g a de A n f i t r i ó n , esposo de Alc- rácter completamente distinto de las E e a s , donde sólo figuran las
m e n e , del hogar d o m é s t i c o , y con la estancia de A l c m e n e en L e - mujeres que habían sido a m a d a s de los dioses. Por otro l a d o , los
b a s , donde el padre de los dioses y de los hombres desciende C a t á l o g o s tienen cierta semejanza con aquel p o e m a , en c u y o pri-
del Olimpo durante la noche p a r a compartir con ella el lecho
nupcial, engendrando de esta suerte á H e r a c l e s , el más grande de ' ) A este poema pertenecía el hermoso pasaje q u e contiene las p a l a b r a s d e
los héroes. Si bien no nos da una historia completa d e A l c m e n e , A l c m e n e á su h i j o :
7 Ü T£XVOV , Y¡ ¡iá),A Cir¡ ai 7t0vr,pÓTaT0v x a i apictov
Ze'J? £Tsy.v(ú7í Ttx-rr.p.
se infiere q u e las N a u p a c t i a s e n s a l z a b a n e s p e c i a l m e n t e a las h i j a s de M i n y a ,
S o b r e los f r a g m e n t o s de esta p a r t e de las E e a s véanse los Dorier del autor,
asi como t a m b i é n á M e d e a , y q u e se h a b l a b a á menudo en ellas d e la expedi-
yol. 2 , p. 478 y ss. ; p. 461 y ss. de la 2.a edic.
ción de los A r g o n a u t a s . [ E l logògrafo C h a r o n , en P a u s a n i a s , op. cit., a t r i b u y e s) [Argum. 3 de el Escudo, p, 108 de G ó t t l i n g . V é a n s e los testimonios en
este p o e m a á C a r c i n o de N a u p a c t o s . ]
Epicorum graecorum fragm. coli, de K i n k e l , p. 92 y ss. ]
' ) [Véase Cap. X I V . ] 3) V é a n s e los escolios á A p o l o n i o de R o d a s 2, 181. E l Ka-ráí.ovo; AevxtwittBiov,
2) [ P a u s a n i a s 9 , 3 5 , 5-1 . , d o n d e A r s i n o e , h i j a de L e u c i p o e s , según la l e y e n d a m e s e n i a , m a d r e d e A s -
3 L o s versos conservados ( q u e se e n c u e n t r a n en las colecciones de fragmen- c l e p i o , c o m o se ve en los escolios á la T e o g o n i a , verso 142, estaba en p a l m a r i a
tos hesiódicos de G a i s f o r d , G ó t t l i n g y otros) [ v é a s e Epicorum graecorumfragm. c o n t r a d i c c i ó n c o n el canto d e las E e a s en q u e Asclepio 'figura c o m o h i j o de
coll. de Kinkel, L i p s a , 1877. P- 135 y s s . ] se refieren á Coroni., a q u i e n A p o l o g o Coronis. .
m a d r e de A s c l e p i o ; á Antiope, m a d r e de Z é t h o y d e A m p h . o n por o b r a de Z e u s ; 4) [ D i ó m e d e s , art. gramm. 3, p. 482, 33 de K e i l : historice est qua narrationes et
á Mecionice, á quien P o s é i d o n h i z o m a d r e de E u p h e m o ; y a C « en quien genealogiae componuntur, ut est Hesiodi yyvaixwv xaráXofoc et similia. Véase O.
A p o l o engendró á Aristeo. D e l fragmento concerniente a Alcmene se h a b l a en el M ü l l e r , Dorier, voi. 2, p. 478; p. 461 d e la 2.a e d i c . ]
texto.
mer libro se dice que P a n d o r a , la primera mujer según la tradi-
marse una idea e x a c t a del plan de esta e p o p e y a , de los fragmen-
ción de la T e o g o n i a , tuvo de P r o m e t e o un hijo, D e u c a l i ó n , de
tos que han llegado hasta nosotros se infiere que contenía las
quien descendían los progenitores de la nación helénica. F u e r z a
leyendas nacionales de los D o r i o s , y la parte de la mitología de
e s , p u e s , admitir que las E e a s y los Catálogos eran en su origen
H e r a c l e s que estaba íntimamente ligada con aquéllas ').
dos poemas de plan y asunto perfectamente distintos, pero que
E n t r e las obras atribuidas á H e s i o d o , se encuentran también
uno y otro estaban consagrados á celebrar á las mujeres de la
breves e p o p e y a s , á las que podría darse el n o m b r e de Epilias J),
época heroica, lo cual dió motivo para que se fundiesen posterior-
y c u y o a s u n t o , lejos de ser un ciclo entero de tradiciones ó una
mente ambos en uno solo. C o m o quiera que estos p o e m a s , mer-
leyenda complicada, consistía en ciertos acontecimientos sacados
ced á su falta de cohesión, se prestaban á mil interpolaciones con
de la mitología heroica, y consistentes por lo general en alegres y
tal que las ramas agregadas reconociesen la misma genealogía,
v i v a s descripciones más bien que en altas y sublimes empresas.
no ha de extrañarnos que las E e a s , cuyo origen se remonta á una
A esta clase de poemas pertenecían las Bodas de Ceix, el conocido
época anterior, fueran continuadas hacia la 40. a Olimpiada. L a
príncipe de T r a q u i s , amigo también de Heracles 3 ) , y el Epitala-
parte que se refiere á Cirene ' ) , doncella tésala q u e , robada por
mio de Peleo y de Thétis, de asunto análogo al primero. Podríase aña-
A p o l o y conducida á L i b i a , dió á luz á A r i s t e o , no fué segura-
dir á éstos la Bajada de Teseo y de Piritoo á los infiernos, si bien esta
mente escrita antes de la fundación de Cirene en L i b i a (37. a Olim-
aventura de los dos héroes no era sino una mera introducción, y el
p i a d a ) ; y todo este mito sólo pudo difundirse con el estableci-
asunto principal del canto una descripción del infierno, de carác-
miento de los Griegos de T e r a , entre los cuales se encontraban
ter religioso. L a única de estas epilias que ha llegado hasta nos-
varias familias nobles de origen tésalo s ).
otros, el Escudo de Heracles, es cabalmente la que mejor puede
M u c h o más difícil es dar una idea completa de los demás darnos una idea de la índole de este género de epopeyas. N o tra-
poemas que en la antigüedad andaban con el nombre de Hesio- ta este p o e m a más que una sola aventura del h é r o e , el combate
do. La Melampodia e r a , por decirlo así, la exposición heroica del con C i e n o , hijo de A r e s , en el templo de A p o l o , en P a g a s e ; pues
espíritu profético de la poesía hesiódica, de c u y a s formas didác- es evidente que los cincuenta y seis primeros versos están toma-
ticas y a hemos hablado anteriormente. E r a el protagonista de dos de las E e a s é interpolados en este l u g a r , sin d u d a porque el
este poema, el famoso Melampo, príncipe, sacerdote y adivino de poema había sido trasmitido sin introducción alguna 4 ). N o existe
los A r g i v o s ; y como quiera que de este M e l a m p o se hacía des- entre ambas partes otra conexión que la circunstancia de que la
cender á la mayor parte de los profetas que gozaron de fama en primera narra la genealogía del mismo héroe de quien la epilia
la mitología, el poeta hesiódico, d a d a su a c o s t u m b r a d a predilec- refiere una aventura. D e igual suerte, y con m u c h a más razón,
ción á las conexiones g e n e a l ó g i c a s , no dejaría probablemente de habríasele podido preceder de un breve himno á Heracles. L a
hablar en su o b r a , de la familia toda de los M e l a m p ó d i d a s 3 ) . descripción del escudo e s , no o b s t a n t e , la parte más extensa y
Por lo que hace al Egimio de H e s i o d o , su mismo nombre de- más minuciosa, y parece constituir su asunto principal. S u autor,
nota que esta epopeya h a b l a b a del príncipe legendario de los Do- al escribirla, tomó evidentemente por modelo la del escudo de
rios , amigo y aliado de H e r a c l e s , c u y o hijo Hilos h a b í a adopta- A q u í l e s , de la I l í a d a ; pero su carácter y estilo son á todas luces
do , educándolo con sus propios hijos Pámfilo y D i m a n o : referíase
esta leyenda á la división de los Dorios en tres tribus ó philas,
1) [ A c e r c a del presunto autor de este poema que algunos atribuyeron al
los H i l e o s , los Pámfilos y los Dimanos. Si bien es m u y difícil for-
milesio C e r c o p s , véase O. M ü l l e r , Dorier, vol. 1 , p. 29 de la 2.a edic., y R i t s c h l ,
über die alexandrinischen Bibliotheken , p. 54, Opuse., vol. 1, p. 46.]
5) [Con este nombre designa Ateneo 2, p. 65 a, una de las poesías breves atri-
») [ F r a g m . 81 de G ö t t l i n g . ] b u i d a s á Homero. ]
5 ) [ V e a s e ä este propösito, O . M ü l l e r , Orchomenos, p. 340 y ss.; p. 334 de 3) [Véase O. M ü l l e r , Dorier, vol. 2, p. 481; p. 463 de la 2.a edic. Algunos opi-
la 2.a edic.] nan que estas p o e s í a s no eran sino u n a parte del Catálogo ó de las Eeas.]
3) [Vease O. M ü l l e r , Dorier, vol. 1 , p. 253; p. 258 de la 2.a edic.] *) [ V é a s e ibid., p. 479-4S0; p. 462-463 de la 2.a e d i c . ]
S í d e L l T ' ~ 5 q u e l a S e S C e n a S - P - e n t a d a s en r i c a , y e s p e c i a l m e n t e c o n la de Esiesícoro, la cual se a s e m e j a m á s
cudo TT ? S O n p u r a m e n t e ^ n t á s t i e a s é i d e a l e s , en el es-
que n i n g u n a otra á la e p o p e y a . E s t e s í c o r o c o m p o n í a á m e n u d o
c u d o de H e r a c l e s e n c o n t r a m o s l o s mismos a s u n t o s que g r a b a r o n
l a r g a s o d a s p a r a los coros sobre i g u a l e s ó a n á l o g o s a s u n t o s , co-
decoré g;iGg0S " SUS r e l Í 6 V e S 6 n b r ° n c e y otras e L l t u r a s m o por e j e m p l o C i e n o , no sin referirse t a m b i é n á H e s i o d o . E s t a
d e c o r a t ^ a s d e este género '). E s , p u e s , i m p o s i b l e s u p o n e r q u e e
relación estrecha que entre la e p o p e y a hesiódica y la lírica de
E s c u d o de H e r a c l e s fuera a n t e r i o r á la época de l a s O l i m p i a
E s t e s í c o r o e x i s t e , m o t i v ó , sin d u d a , la l e y e n d a q u e h a c í a á Es-
S eastaeLdeoieeSta ^ ^^ " laS ^ tesícoro (á pesar de h a b e r florecido m u c h o m á s tarde que el v e r -
arte de esta í n d o l e ; ni p u e d e s u p o n é r s e l e posterior á la 4 o.* O l i m - d a d e r o f u n d a d o r de la e s c u e l a h e s i ó d i c a ) , h i j o de H e s i o d o ' ) .

r¿e r° 0 t;0 h
p r q e racles,aparece e n 61 v e s t i d ° y armad ° - - R e s p e c t o de los d e m á s p o e m a s hesiódicos m e n c i o n a d o s por los
I Z ' ' ' Y haC P°a c o m e n z a r o n los
GSta ÚltÍma é ca g r a m á t i c o s g r i e g o s , u n o s son de a u t e n t i c i d a d d u d o s a , d a d o que
p o e t a s a representarlo con la c l a v a y c o n la piel de león >). T o d a los escritores m á s a n t i g u o s no nos h a b i a n de e l l o s , y otros de n a d a
esta s e n e de e p i h a s , es c o m o u n resto del estilo de lo a e d a s
pueden s e r v i r n o s en la tarea de d a r á conocer la escuela de H e -
p r i m i t i v o s , los c u a l e s p a r a a m e n i z a r los b a n q u e t e s , e s c o g a n po
s i o d o , p o r q u e sus t í t u l o s , única cosa que de ellos s a b e m o s , ni si-
tema a n t e s de que se c o m p u s i e r a n p o e m a s m á s e x t e n s o s " cierto
q u i e r a dan idea de sus a s u n t o s ni del p l a n de los m i s m o s *).
h e c h o s c u l m i n a n t e s de la historia de los héroes. P o r otra p a r f e
e s t a s e p i h a s h e s i ó d i c a s tienen e s t r e c h a relación con l a p o e s í a t'
') [Véase Cap. XIV.]
5) [ A d e m á s d e l a s poesías v e r o s í m i l m e n t e a d i c i o n a d a s á los T r a b a j o s y D í a s ,
d e las c u a l e s en p a r t e h e m o s h a b l a d o , m e n c i o n a r e m o s a q u i las l l a m a d a s Ms-
<) E l Escudo de Aquiles nos ofrece en e l c e n t r o d e la n a r ^ r™,.
y i \ a spya. Según el testimonio d e A t e n e o 8 , p. 364, a , el a u t o r d e la c o m e d i a
Chiron, por a l g u n o s a t r i b u i d a á I ' e r e c r a t e s , p a r o d i ó m u c h o s p a s a j e s de aqué-
llas. E s t a m b i é n m u y posible q u e los m e n c i o n a d o s p a s a j e s e s t u v i e r a n tomados
campos concéntricos, algunas'escenas' L m ^ e s / l ' J T a t m b r a T d e los ' r™e? ( v.ca Xsspwvo; y que la d e n o m i n a c i ó n Msyá/.a epya indicase u n a
c o l e c c i ó n q u e a b r a z a r a , e x c e p c i ó n h e c h a d e los T r a b a j o s y D í a s , todos los de-
m á s p o e m a s q u e eran c o m o accesorios d e éste. E l c a r á c t e r g n ó m i c o d e este
instrumento de la s a n g r i e n t a Z l a c J T * ^ ^ ~ a d o r n a r eSte
p o e m a resulta t a m b i é n del verso del m i s m o , c i t a d o por un escoliasta d e la E t i -

ESStSáSSSsSr
c a de Aristóteles:

mmmm
sí x a x á TI; OTtsípri -/.av.a x£p3¡a a¡Jir,«7s:sv.
V é a s e H e r m e s , vol. 5 . p. 81 y 357.]

mmmm
2) V é a s e en el c a p i t u l o s i g u i e n t e , lo q u e s e d i c e a c e r c a d e P i s a n d r o .
CAPÍTULO IX

Otros p o e t a s é p i c o s

P o r m u y considerable que fuese el número de cantos que en


la antigüedad corrían, con el nombre de H o m e r o , agregados á la
llíada y á la Odisea como complementos y continuaciones de
estos poemas, y el de los atribuidos á Hesiodo, todos ellos no for-
m a b a n más que la mitad próximamente de la literatura épica de
los G r i e g o s antiguos. E l exámetro fué durante muchos siglos la
única forma de poesía cultivada con verdadero a r t e , como la na-
rración de los acontecimientos legendarios constituía el principal
deleite del pueblo. L a mitología heroica era fuente inagotable de
asuntos poéticos, para el poeta que quería seguir las tradiciones
de las diferentes ciudades y familias. E r a , pues, muy natural que en
las más diversas comarcas de G r e c i a consagráranse los cantores,
siquiera fuese sólo para proporcionar solaz y recreo á sus conciu-
dadanos, á dar á aquellas leyendas una forma é p i c a , y a tratando
de imitar el estilo homérico, de suyo m u y d i f í c i l , y a limitándose
á adoptar el estilo de la escuela de H e s i o d o , empresa más fácil
de llevar á feliz término. L a mayoría de estos poemas no ofrecía
evidentemente otro interés que el de su asunto; y perdieron toda
su importancia cuando los logógrafos compendiaron las tradi-
ciones en ellos narradas, en escritos más breves. D e aquí que ape-
n a s se encuentra en la antigüedad un erudito que se ocupase en
e x a m i n a r estos poemas '). E s aún hoy de capital importancia

' ) [ U n o de los m á s antiguos críticos, el cual parece haber utilizado como


fuentes los cantos de los poetas épicos, y c u y a o b r a sirvió de fundamento á los
escritores posteriores, fué Herodoro de H e r a c l e a P o n t i c a , p a d r e del sofista
para la investigación mitológica , el rebuscar cuidadosamente neso, también fué por muchos considerado como autor de otra
los fragmentos de poemas tales como la Foronide y la Danaide. epopeya cíclica, los Nostoi. A a m b o s , por supuesto, se les ha atri-
obras de autores desconocidos, que contenían las antiguas le- buido con manifiesta sinrazón la paternidad de los poemas men-
y e n d a s de los primitivos tiempos de A r g o s ; si bien para la his- cionados, porque los autores que imitaron y ampliaron las epo-
toria de la literatura, cuyo objeto es exponer el verdadero ca- p e y a s homéricas debieron adoptar un estilo de composición dis-
rácter de las composiciones, aquellos casi no son más que nom- tinto del que exigían las colecciones genealógicas de leyendas
bres vacíos de sentido. N o obstante, las noticias que hasta nos- peloponesiacas. E u m e l o era de C o r i n t o , pertenecía á la noble y
otros han llegado de un corto número de estos poetas épicos, predominante familia de los B a c c h i a d e s , y floreció hacia la época
bastan para poder formar una idea general del camino que si- de la fundación de Siracusa (esto e s , hacia la 11.» Olimpiada,
guieron. según la cronología g e n e r a l m e n t e admitida «). Corrían con su'
E s indudable que algunos de estos poetas utilizaron los víncu- nombre poemas genealógicos é históricos, denominaciones por l a s
los genealógicos para enlazar — como lo hizo el autor de los C a - cuales no ha de entenderse la manera más reciente de convertir
tálogos h e s i ó d i c o s — c i e r t o s mitos que no tenían entre sí relación las maravillas de los t i e m p o s heroicos en una histeria ordinaria,
a l g u n a , y que á menudo abrazaban m u c h a s generaciones. E s t a - sino simplemente l a narración cronológica de las tradiciones mí-
ban fundadas en la genealogía, según P a u s a n i a s 1 ) , las obras del ticas de tal ciudad ó de tal pueblo. Pertenecían á este g é n e r o , á
lacedemonio Cineton, que floreció hacia la 5. a O l i m p i a d a s ) , y las j u z g a r por los f r a g m e n t o s que de ellas conocemos, la Corintiaca
c u a l e s , si tenemos en cuenta la predilección que los E s p a r t a n o s de E u m e l o , y quizá también la Europeia, en la cual se hallaban
mostraban por las leyendas heroicas, debían tratar ciertos asuntos tal vez coleccionadas varias l e y e n d a s antiguas relativas á la ge-
míticos á que iba unido un sentimiento patriótico. S u Hcracleida 3), nealogía de E u r o p a . E s indudable que los antiguos no tenían una
rara v e z c i t a d a , trataba quizá de los príncipes dorios como des- idea clara y uniforme del estilo de E u m e l o , puesto que A t e n e o s )
cendientes de H e r a c l e s , y su Edipodea, de Proeles y de Euristenes, d u d a b a sobre si debía atribuirse el poema, entonces existente, in-
primeros reyes de E s p a r t a , como descendientes, por su m a d r e titulado la Titanomaquia, á E u m e l o de Corinto ó á Arctino de Mi-
A r g e i a , de los reyes cadmeos de T e b a s . E s de notar que la Peque- leto. Sólo el hecho de la existencia de la duda acerca de si debe
ña litada, una de las epopeyas cíclicas que, como y a hemos dicho, atribuirse á uno ú otro de estos dos p o e t a s , cíclico el u n o , autor
debió ser complemento de la de H o m e r o , h a sido por muchos atri- de la E t i o p e i d a y g e n e a l ó g i c o el otro, es una prueba palmaria d é l a
buida á Cineton * ) , y que el corintio Enmelo, poeta del Pelopo- mcertidumbre de los juicios literarios de aquella época y de que
este c a m p o era una «instabilis térra» p a r a la crítica elevada. P a u -
sanias, de entre las obras atribuidas á E u m e l o , sólo reconoce la
B r y s o n y c o n t e m p o r á n e o d e Sócrates. C o m o m u y a c e r t a d a m e n t e h a c e notar autenticidad de un Prosodion ó canto de salutación 3 ) , compuesto
O . M ü l l e r , Darier, vol. 2 , p. 464-465; p. 449-450 d e la 2.a e d i c . , es c o m o el para los Mesenios con motivo de una misión sagrada al templo
g r a d o d e t r a n s i c i ó n e n t r e los logógrafos y la e s c u e l a d e E f o r o . V é a s e a c e r c a d e de Délos. E s t á fuera de toda d u d a que este himno épico, escrito
él á C . M ü l l e r , Fragm. historie, grac., vol. 2 , p . 27 y ss.]
en dialecto dórico, pertenece á la época en que M e s e n i a , libre y
' ) [ 2 , 3 . 9- 4 . 2 , 1 . ]
floreciente, no había d a d o aún comienzo á su primera guerra con
5) [Hieronym. Euseb. Chronic, ad Olímpicas I V , 2 Cinaethon Lacedaemonius poe-
los L a c e d e m o n i o s , la cual principió hacia la 9.* O l i m p i a d a
ta... agnoscitur.]
3) [ S o l o la c i t a una vez el escoliasta d e A p o l o n i o d e R o d a s 1 , 1357. V é a s e
O . M ü l l e r , Darier, vol. 2 , p. 4 7 7 ; p. 460 d e la 2.a e d i c . E l m i s m o escoliasta
' ) [Véanse l a s n o t i c i a s q u e t r a e K i n k e l , Epicorum graecorum fragm. coll ,'p 18-5 ]
t , 1165, menciona una Heracleida de C o n o n , donde Keil propone que se lea J) [ x , 2 2 , c , y 7 , 2 7 7 , d.] 3
Cineton.] 3) [Véase Cap. X I V . ]
4) V é a n s e los Scholien vaticana ad Eurip. Troad. 822 [ d o n d e a p a r e c e Helá- 4) E l p a s a j e q u e d e él c i t a P a u s a n i a s 4 , 33, 3 :
nico c o m o defensor d e esta opinión]. — E u m e l o ( e s c r i t o por error E u m o l p o ) ,
T ú yap 'I0&>[IÁT:T x x r a O j f i t o ; ¿VASTO M o l a a
es c i t a d o c o m o a u t o r del NÓ-JTQ; en los escolios á l a s Olímpicas 1 3 , 31 d e P i n -
á xaOapa x x t sAcúOspa asp.*-' (?) k^ouda,
daro.
Pausanias atribuye también á E u m e l o los versos épicos en dia-
el héroe en cuyo solo nombre está basada la mitad de la mitolo-
lecto dórico que explicaban los bajo-relieves de la Caja de Cipselo,
gía heroica de los H e l e n o s , y c u y a s prodigiosas e m p r e s a s — m u y
famosa obra del arte a n t i g u o : e s , sin e m b a r g o , evidente que es-
superiores á las que realizaron todos los héroes á quienes, reuni-
tos versos son coetáneos de la c a j a , esto e s , que fueron compues-
d a s al pie de los muros de T r o y a , contribuyeron á ensalzar l a s
tos en una época muy posterior; en la época del reinado de los
tribus de G r e c i a , — H e r a c l e s , en fin, no h a y a sido celebrado en
Cipsélidas en Corinto ' ) . P a u s a n i a s cita m u y á menudo á un ter-
alguna epopeya en armonía con su grandeza. Y a las obras de
cer poetá g e n e a l ó g i c o , Asió de S a m o s , c u y o s poemas se refieren
H o m e r o d a n una idea de la extensión de este ciclo mítico, ha-
muy especialmente á aquella isla j ó n i c a , su p a t r i a ; y aún p a r e c e
ciendo ver al mismo tiempo que solían componerse breves poe-
que al celebrarla, el autor buscaba ocasión de hablar de su épo-
mas , epilias, sobre cada una de las aventuras del h é r o e ; tal era,
c a , como lo h a c e en la brillante y animada descripción de los ri-
sin d u d a , la Toma de Ecalia, que H o m e r o , según una tradición
cos trajes de los S a m i o s en una procesión solemne al templo de
m u y generalizada, regaló á un su amigo, á Creófilo de S a m o s (pro-
H e r a , su diosa protectora. E l poeta épico Ckersias, de Orcomene
bablemente el jefe de una familia de rápsodas samios). Refería
lnzo una colección de l e y e n d a s y g e n e a l o g í a s beocias, y e r a , se-
este poema cómo H e r a c l e s , para v e n g a r la ofensa recibida de
gún P l u t a r c o 2 ), contemporáneo de los Siete Sabios: el epitafio y a
Eurito y de sus h i j o s , conquistó á E c a l i a , ciudad de aquel prín-
citado 3 ) demuestra que era gran admirador de Hesiodo.
c i p e , dió muerte á éste y á sus hijos, y llevóse prisionera á su
E s verdaderamente e x t r a ñ o que mientras que todos los hé- hija Iole. E s t e m i t o , que tiene cierta relación con la Odisea,
roes grandes y pequeños cuyos nombres había conservado la tra- puesto que el arco que Ulíses tiende, en esta última e p o p e y a , con-
dición, encontraban un lugar en esta inagotable literatura épica tra los pretendientes, había pertenecido á E u r i t o 1 ) , el mejor
arquero de su é p o c a , fué sin d u d a , á causa de esta misma rela-
ción , objeto de una e p o p e y a distinta, compuesta por los prime-
[ E l segundo verso que h a de leerse como lo hace B e r g k , Poeta lyrUi, p 811
ros H o m é r i d a s en un estilo no indigno de llevar el nombre de
fundándose en u n a tradición m a n u s c r i t a :
Homero.
á x a ö a p i . . . xctt ILV'MYJ. AÁ^UL' V/O-JUX],
Otros pasajes de la leyenda de Heracles hallaron cabida en
parece querer decir que la M u s a de E u m e l o , que c o m p u s o el P r o s o d i o n , a g r a - los más extensos poemas de Hesiodo: las E e a s y los Catálogos,
d o también a Z e u s I t h ó m a t a ; esto e s , que habia g a n a d o el premio en el certa-
men poético de los Itomeos en Mesenia.
y en las pequeñas e p i l i a s ; y aun el lacedemonio Cineton, contri-
' ) P a u s a n i a s ( 5 , 19, 9) parte de la idea de que esta c a j a es la misma en que buyó á la difusión de m u c h a s l e y e n d a s relativas á aquel héroe,
siendo mno oculto a C i p s e l o su m a d r e L a b d a p a r a sustraerlo á las persecucio- poco conocidas antes de que él las diese á luz. P e r o carecía este
nes de los B a c c h i a d e s , y l a c u a l fué c o n s a g r a d a después por los Cipsélidas, en ciclo mítico del carácter general y esencial que h o y todos creemos
recuerdo de aquel h e c h o , en Olimpia. P e r o aparte de que no se trata de un
descubrir en el Heracles presentado por los poetas y por las obras
hecho h i s t o r i o , sino de u n a f á b u l a que sin d u d a debió su origen á la etimolo-
gía del nombre k % } . o ; de x ^ á X r „ c a j a , es de todo punto increible, que un de arte. E s t a i d e a , sin e m b a r g o , no podía surgir sin que antes
obje o tan precioso y adornado de hermosos relieves, sirviera á L a b d a c o m o fueran coleccionadas las luchas del héroe con los animales, tales
m u e b e de uso ordinario. E s , por el c o n t r a r i o , m á s que p r o b a b l e , q u e los y como se relataban en las diversas comarcas del Peloponeso, y
C i p s é l i d a s , en a época de su prosperidad y de su imperio (después de la
adornadas con todas las galas de la poesía; sin que antes, en fin,
30.a O l i m p i a d a ) , mandaron f a b r i c a r , entre otros preciosos donativos, el y a
mencionado para consagrarlo en el templo de O l i m p i a , y que quisieron que descollase entre todos los héroes la imponente figura de aquel que,
e l nombre de la c a j a ( x v ^ i X r j ) - c o m o los embfemas en las m o n e d a s griegas sin necesidad de casco de bronce, de coraza ni de escudo, y sin nin-
- f u e r a el n o m b r e de los donantes. A b o n a en pro de está opinión el h e c h o d e
g u n a de las armas generalmente usadas en la guerra heroica, con-
que Heracles esta en ella representado con un traje especial (ny^.r) y distinto
de aquel con que el héroe a p a r e c e en el E s c u d o hesiódico. [ V é a s e O Müller
fiado exclusivamente en el vigor de sus miembros, armado sólo de
Archäologie § 5 7 . ] una c l a v a , y no por otra armadura protegido que por la piel de

5 [Conviv•S(PL saP-< P- 156, e. V é a s e O. M ü l l e r , Orchomenos, p 18 1


3)
•) [ V é a s e O. M ü l l e r , Dorier, vol. 1 , p. 4 1 1 ; p. 415 y ss. d e la 2.a e d i c . ]
[Véase C a p . V I I I , p. 133.]
un león que él mismo había muerto, se ejercita en una especie de ran permanecido siempre apegados á los antiguos cantos heroi-
gimnástica con varios monstruos, apelando ya á la carrera y al c o s , y s i , entre tanto, otros géneros poéticos no hubieran surgido
salto, y a á los esfuerzos del pugilato y á los recursos todos de la para revelar á la Grecia la poesía de otras impresiones y de otros
lucha. E l primero q u e , representando de este modo á H e r a c l e s , sentimientos, distintos de los que predominaban en la epopeya? A
rompe la monotonía de los acostumbrados combates heroicos, fué estos géneros poéticos, que nacieron al lado de los cantos épicos,
Pisandro, natural de C a m i r o s , en la isla de R o d a s , el c u a l , según
y como rivales de ellos, v a m o s ahora á dedicar nuestra aten-
general creencia, v i v í a hacia la 33. a O l i m p i a d a '), si bien l a ' é p o c a
ción ').
de su florecimiento fué, según todas las probabilidades, algo pos-
terior. Cuantos pasajes se citan de su H e r a c l e i d a se refieren á las
1) A c e r c a de algunas composiciones épicas de tiempos remotísimos, como la
luchas que constituyen propiamente los celebrados trabajos im-
M i n i a d a , la A l c m e ó n i d a y la T e s p r o c i a , hablaremos en el capítulo X V I que
puestos al héroe por E u r i s t e o , y los cuales eran llamados 'lipa-
trata de la poesia teológica.
x/io-j? a6Xot. E s , a d e m á s , muy probable que el mismo P i s a n d r o
fuese el primero que fijó en doce aquellos t r a b a j o s , número ri-
gurosamente conservado por todos los escritores posteriores, aun-
que los hechos de que en ellos se h a b l a no siempre son los mis-
mos , y que fué admitido también en las artes plásticas, por lo
menos desde la época de F i d i a s ( e n el templo de Olimpia). Si
los primeros de estos trabajos tienen cierto carácter idílico, los
últimos, por el contrario, préstanse á asombrosas invenciones
de la fantasía y á narraciones maravillosas y e x t r a ñ a s , de l a s
cuales Pisandro supo sacar mucho p a r t i d o ; a s í , por e j e m p l o , la
leyenda según la cual Heracles (en su expedición contra Gerión)
atraviesa el Océano en una copa del S o l , aparece por v e z pri-
mera en el poema de P i s a n d r o , á quien tal v e z sugirieron esta
invención los símbolos del culto del S o l , que desde los primeros
tiempos existía en Rodas. L a originalidad, que brilla siempre
con igual fuerza en este breve p o e m a , fué lo que verosímilmen-
te indujo más tarde á los gramáticos alejandrinos á colocar á
Pisandro en el canon de los épicos al lado de H o m e r o y de Hesiodo;
honor que no concedieron á ningún otro de los poetas que h e m o s
mencionado 5 ) .

D e esta suerte, la epopeya de los G r i e g o s , que al consagrarse


á la genealogía comenzaba á tomar un carácter árido y prosaico,
renacía emprendiendo nuevos derroteros y como animada por
nueva vida. A h o r a bien; podría preguntarse: ¿ h a b r í a alguna v e z
revestido este nuevo carácter la poesía épica si los poetas hubie-

') [Suidas en Ihísavopo?.]


>) [Sobre el poema de P i s a n d r o véase O. M ü l l e r , Dorier, vol. 2, p. 475 y ss.;
p. 458-459 de la 2.a e d i c . ]
CAPÍTULO X

La poesia elegiaca y el epigrama

L a epopeya fué el único género de poesía, y el exámetro la


única forma métrica que los poetas griegos cultivaron con verda-
dero arte hasta el siglo v n antes de nuestra e r a , ó sea hasta la
20. a O l i m p i a d a . E s indudable que existían y a , especialmente,
relacionados con los diversos c u l t o s , cantos de otros géneros y
m e t r o s , melodías de ritmo más ligero, destinadas á servir de
acompañamiento al b a i l e ; pero éstos no eran aún más que ru-
dos e n s a y o s , gérmenes poco desarrollados de otros géneros poéti-
cos , los cuales no g o z a b a n t o d a v í a sino de una importancia me-
ramente l o c a l , b a s a d a en los usos y costumbres de determinadas
regiones. E l tono majestuoso y solemne de la epopeya y del him-
no épico predominaba en los certámenes musicales y poéticos,
despertando apacible alegría, único sentimiento que hasta enton-
ces había encontrado una expresión poética. E l dolor que pro-
ducía la pérdida de una persona q u e r i d a , el deseo ardiente de
cosas de difícil c o n s e c u c i ó n , las preocupaciones del presente, las
emociones que en el alma despiertan el placer y la p e n a , el amor
y la i r a , no habían hallado aún eco en la poesía; la hermosura
del arte no había ennoblecido aún , como sólo ella sabe hacerlo,
todos estos sentimientos del ánimo. L a e p o p e y a mantenía el espí-
ritu fijo en la contemplación de p a s a d a s generaciones de héroes,
que podían despertar el interés y la simpatía, pero de ningún
modo apasionadas emociones. Si las angustias y los pesares del
presente dieron materia á H e s i o d o p a r a componer un canto épi-
co , fué merced á una breve y extraña desviación de la epopeya,
la c u a l , l e v a n t a n d o de nuevo su v u e l o , convierte la mirada á
ideas de importancia y trascendencia e x t r e m a s , no sólo p a r a el
pueblo g r i e g o sino p a r a la h u m a n i d a d e n t e r a , y c e l e b r a con ele-
los asuntos de las d i v e r s a s clases de c a n t o s , v e r e m o s que tam-
t a h Í ; n ; P l r a C 1 0 , n I a f. l e - v e s de n a t u r a l e z a y de la v i d a social es- bién están a q u é l l o s en a r m o n í a c o n l a s c i t a d a s d i v i s i o n e s , p o r q u e
t a b l e c i d a s por los dioses.
los p o e t a s e s c o g í a n siempre c o n d e l i c a d e z a s u m a el m e t r o que
E l e x c l u s i v o p r e d o m i n i o de la p o e s í a épica g u a r d a b a relación
mejor se a d a p t a b a á los sentimientos q u e q u e r í a n e x p r e s a r . U n o
e n t o n c e s con el e s t a d o político de G r e c i a . Y a h e m o s h e c h o no-
d e los c a r a c t e r e s m á s n o t a b l e s de la poesía h e l é n i c a , que á m e n u -
tar ) cuan de a g r a d o de los p r í n c i p e s c u y a s familias d e s c e n d í a n
d o t e n d r e m o s ocasión de r e c o r d a r , es la p e r f e c t a a r m o n í a y la co-
de los heroes l e g e n d a r i o s - y tal s u c e d í a con t o d a s l a s d i n a s t í a s
r r e s p o n d e n c i a e x a c t a entre a q u e l l a s múltiples f o r m a s m é t r i c a s y
de os primeros t i e m p o s - e r a n los a s u n t o s de ordinario t r a t a d o s
l a s d i v e r s a s disposiciones del á n i m o ó diferentes e s t a d o s psicoló-
en los p o e m a s épicos. L a m o n a r q u í a h e r e d i t a r i a que e r a , por
g i c o s q u e r e v e l a el p o e m a . A s í , p u e s , la p a l a b r a Iteysíov, en su
lo menos h a s t a el c o m i e n z o de l a s O l i m p i a d a s , la forma de go-
sentido m á s e s t r i c t o , n o indica o t r a c o s a que la unión del e x á -
bierno d o m i n a n t e en G r e c i a , fué d e s d e a q u e l l a é p o c a desapa-
m e t r o y el p e n t á m e t r o , f o r m a n d o un d í s t i c o ; 3' elegeia (s/eysía) un
reciendo p o c o á p o c o , p r i m e r o e n t r e l o s Jonios por c o n s e c u e n c i a
p o e m a c o m p u e s t o de estos dísticos.
de violentas s a c u d i d a s , y d e s p u é s e n t r e los p u e b l o s del P e l o p o -
E l v o c a b l o elegeion no es á su v e z m á s q u e un d e r i v a d o de
neso. L o s m o v i m i e n t o s r e p u b l i c a n o s , q u e despojaron á l a s fami-
o t r o m á s p r i m i t i v o , c u y o u s o nos l l e v a á los p r i m e r o s orígenes de
h a s reales de sus p r i v i l e g i o s , d e b i e r o n n e c e s a r i a m e n t e f a v o r e c e r
este g é n e r o poético. Elegos (s/.s-pc) significa p r o p i a m e n t e c a n t o las-
la libre m a n i f e s t a c i ó n del p e n s a m i e n t o , y en g e n e r a l debieron d a r
t i m e r o , sin referirse á n i n g u n a f o r m a m é t r i c a d e t e r m i n a d a ; así,
v i g o r o s o impulso al s e n t i m i e n t o de la i n d i v i d u a l i d a d . E l p o e t a
por e j e m p l o , en A r i s t ó f a n e s , el ruiseñor c a n t a un e l e g o s por la
q u e en la f o r m a m á s p e r f e c t a de la e p o p e y a d e s a p a r e c e por com-
p é r d i d a de su querido I t h y s , y en E u r í p i d e s , el alción c a n t a un
pleto ante el asunto de su c a n t o , c o m o si f u e r a el e s p e j o en que
e l e g o s por la m u e r t e del esposo C e y x ' ) . E l o r i g e n de e s t a pa-
se retratan las g r a n d e s y e s p l é n d i d a s i m á g e n e s del m u n d o heroi-
l a b r a no es p r o b a b l e m e n t e g r i e g o , p u e s t o d a s l a s e t i m o l o g í a s
c o , c o m i e n z a á p r e s e n t a r s e al p u e b l o c o m o h o m b r e q u e e x p r e s a
q u e h a n q u e r i d o atribuírsele son m u y i m p r o b a b l e s ' ) ; y si recor-
sus propios sentimientos y p a s i o n e s , y q u e d a libre c u r s o en l a
d a m o s la alta r e p u t a c i ó n de que entre los G r i e g o s g o z a r o n los
e l e g í a y el y a m b o á los m ú l t i p l e s s e n t i m i e n t o s q u e a g i t a n su a l m a .
C a r i o s y los L i d i o s por sus c a n t o s f ú n e b r e s , y en g e n e r a l p o r sus
C o m o quiera que la e l e g í a y el y a m b o , g é n e r o s p o é t i c o s c o e t á n e o s
melodías tristes 3), p a r e c e r á n o s verosímil que los Jonios recibie-
y a f i n e s , debieron su e x i s t e n c i a á los p o e t a s j ó n i c o s y á los ciu-
r a n de s u s v e c i n o s del A s i a M e n o r , con estos cantos y m e l o d í a s ,
d a d a n o s - a j u z g a r por lo que de a q u é l l o s s a b e m o s - d e l o s E s -
l a p a l a b r a e l e g o s *).
tados libres c u a n t o h a l l e g a d o h a s t a nosotros y c u a n t o se nos di-
c e de a q u e l l o s géneros de p o e s í a , n o s d a r á la m e j o r idea déla
o r g a n i z a c i ó n interior de los E s t a d o s j ó n i c o s del A s i a M e n o r y d e
' ) Aristófanes, Aves, verso 217. E u r í p i d e s , Iphig. Taur., verso 1091. [ V é a n s e
Troad. 119, Helen. 185 y P a u s a n i a s 10, 7 , 6 . ]
blicana 5 yaC6nteS "" d p r i m e r P eríodo d e s u constitución repu- - ) L a derivación más favorita es de z s Àlystv : pero "/.éyeiv es aquí una expre-
sión impropia y debería por lo menos tomar la .forma de Àóyo;. L a composición
L a p a l a b r a elegeion, lo m i s m o que el v o c a b l o ePos * ) , i n d i c a , en toda de la palabra sería además extraña.
os m e j o r e s a u t o r e s , no un a s u n t o p o é t i c o d e t e r m i n a d o , sino la 3) Mencionan á menudo los antiguos los cantos fúnebres de los Carios y de
forma del p o e m a . E n g e n e r a l , los G r i e g o s c l a s i f i c a b a n la p o e s í a los Lidios (véase F r a n c k , Callinus, p. 5 de origini carni, elegiaci, p. 124 y s s . ) , y
e l ritmo antispàstico _ . que tiene algo de ingrato y de d u r o , al cual
en v a n o s o r d e n e s , según la f o r m a m é t r i c a ; p e r o si e s t u d i a m o s
d a b a n el nombre de Kapty.ó?, sin d u d a porque s s le empleaba en los cantos
fúnebres de los C a r i o s . E s también m u y probable que la palabra vYjvca proce-
' ) Véase C a p . I V . diera del A s i a M e n o r ( P o l l u x 4, 79 [el cual cita el frigio vKjvíaiov de Hiponax])
s) [Según antiguo uso, se emplea en el plural r á i V „ > - , y que los T i r r e n o s la llevasen de L i d i a á E t r u r i a y de aquí á R o m a . [ V é a s e
v
Festus, p. 161 de M ü l l e r : Nenia est carmen quod in funere laudandi grafia cantatur
ad tìbiam.]
*) ' V é a s e B ò t t . , Arica, p. 34. ! Intenta derivar la palabra elegía del arme-
Por grande que sea la diferencia existente entre estas nenias ta debió ser en su f a m i l i a , hereditaria, como lo indica el nombre
del Asia Menor y la elegía ennoblecida y a por el gusto helénico, patronímico Atyjp-«á3r¡; ó Ac-pa<rrá3r¡; 1 ) , derivado del sonido a g u d o
no es posible dudar de su conexión íntima. Entonábanse siempre de la flauta. D e acuerdo con todo esto, dice el poeta elegiaco
estos cantos lastimeros del A s i a Menor, con acompañamiento de T e o g n i s que su querido C i r n o , elevado por él en alas de la poesía
flauta, instrumento de antiguo uso en F r i g i a y en las c o m a r c a s sobre toda la tierra, asistiría á todos los banquetes donde los jóve-
a ella limítrofes, pero desconocido por los G r i e g o s de la época nes celebrarían sus bellas cualidades al son de las flautas (versos
de H o m e r o ' ) , y que sólo menciona H e s i o d o al hacer la descrip- 237 y ss.)
ción del Cómos 2 ). L a elegía f u é , por otra p a r t e , el primer géne- N o h a y , sin e m b a r g o , que inferir de aquí que las elegías se
ro poético metódicamente c u l t i v a d o , que se recitó con sólo el compusieran desde un principio p a r a ser c a n t a d a s y recitadas
acompañamiento de flauta y no de la cítara ni de la lira. E l poe- como los poemas líricos propiamente dichos. E s indudable que
ta elegiaco Mimnermo (hacia la 40. a Olimpiada. 620 a. Chr.), se- las e l e g í a s , esto e s , los dísticos, fueron cantados con acompa-
gún el testimonio de H i p o n a x 3 ) , poeta no mucho más moderno, ñamiento de flauta antes de que se inventaran para este instru-
tocaba en la flauta el C r a d i e s - N o m o s (xpao:V„- v ó ^ ) , literalmente mento otras formas métricas; lo c u a l verosímilmente no suce-
t r a d u c i d o : la canción de la r a m a de higuera; extraña melodía dió antes de la 40. a O l i m p i a d a 1 ) , y por consiguiente, después
que se c a n t a b a en la fiesta jónica de T a r g e l i a , cuando con r a m a s de T e r p a n d r o el lesbio, que puso en música los exámetros pa-
de higuera eran arrojados de la ciudad los hombres malditos ra que fuesen cantados con acompañamiento de cítara. Cuando,
( W ( 1 a x o ¡ ) condenados á expiar las culpas de ésta. N a n n o , la después de la conquista de C r i s s a , celebraron los Anficciones
a m a n t e de Mimnermo, tocaba también la flauta, y según un ¿oe- los juegos píticos (año 3 de la 47. a Olimpiada, 590 a. Chr.) E c h e m -
t a elegiaco más m o d e r n o , Mimnermo mismo tocaba la flauta de broto de A r c a d i a y S a c a d a s de A r g o s recitaron, acompañándo-
m a d e r a de loto y l l e v a b a en la boca las correas ( ? o Pl 3 £ta ¡) que se con la flauta, elegías de carácter triste y lastimero, que pa-
acostumbraban usar los antiguos flautistas, cuando con su ama- recieron á los G r i e g o s allí reunidos, tan poco en armonía con la
da g u i a b a un Cómos *). H a s t a parece que la profesión de flautis- índole de la fiesta, que al punto quedó abolido este género de re-
presentaciones musicales 3 ) . D e aquí puede deducirse que en los
primeros tiempos recitábase la e l e g í a , como los poemas homéri-
m o e l e g n . , s.nónimo; d e calamus. Puede perfectamente compararse con elo-
cos , en un tono v i v o y a n i m a d o , con la diferencia de que en ella
gmm; v e a s e sobre este p u n t o á G . C u r t i u s , Berichten der k. sáchs. Gesellschaft der
Wissewhaften, 1864, histor. -philol. Classe, p . 5. V é a s e t a m b i é n P r o c l o , Chresto- sustituía á la cítara del homérida, la flauta con la cual se tocaba
mathia, p. 379: T0 y a p Spíjvo; ÉIEYOV sxáí.ouv oí Tta^atof xa\ TO-J; -a- un preludio y algunos intermedios *). E m p l e a d a de esta suerte,
?'•' a 'J?5 ol M * « » (AStaysvíorrspoi ir¡ ílzyti-x S i a ^ p o - j - -l-oOfas--
«TCcxpr.aavTo. S o b r e el c a r á c t e r p r i m i t i v o d e l a e l e g í a , v é a s e C a s a r , de carminis
gracorum elegtaci origine ct notione, L i p s a , 1837.] (según la corrección de Schweigháuser). [ V é a s e Hermesiaiiactis Elegí en los
' ) [ L a mención de las flautas, Iliada 10, 1 3 , se refiere á los T r o y a n o s . C o m o Opuse, d e G . H e r m a n n , vol. 4 , p. 244].
y a se h a h e c h o n o t a r e n el C a p V . , p. 9 i , el l i b r o d é c i m o e r a un p o e m a a p a r t e 1) [ V é a s e m á s a d e l a n t e e n este m i s m o c a p i t u l o . ]
q u e P ó s t r a l o h i z o a g r e g a r á l a I l í a d a . Q u e d a , p u e s , ú n i c a m e n t e el p a s a j e del
- ) P l u t a r c o , de Música c . 3. 4. 8.
h b r o d é c i m o o c t a v o d e l a I l i a d a , v e r s o 495, q u e c o r r e s p o n d e al v e r s o 281 del 3) Ibid. c . S y P a u s a n i a s 10, 7 , 3. D e c u a n t o C h a m e l e o n d i c e e n A t e n e o 14,
E s c u d o de Heracles. ]
p. 620, c . , a c e r c a d e q u e l o s p o e m a s d e M i m n e r m o f u e r o n , c o m o l o s d e H o m e -
2) Véase Cap. III.
r o , p u e s t o s e n m ú s i c a (|is).wSj¡6r,vai), se infiere q u e n o l o e s t u v i e r o n d e s d e un
3) E n P l u t a r c o , de Música c . 8 ; v é a s e H e s i q u i o en Kpaoír;; vó¡io-
p r i n c i p i o . [ V é a s e C a p . I V , p. 62.]
*) S e g ú n la versión m á s p r o b a b l e , tal e s el s i g n i f i c a d o d e l p a s a j e d e H e r m e - 4) S i A r q u í l o c o ( e s c o l i o s á l a s Aves d e A r i s t ó f a n e s 1426 [y e s c o l i o s á la lita-
s i a n a s e n A t e n e o 1 3 , p. 59S, a ,
da i S , 492, f r a g m . 123 d e B e r g k ; v é a s e T e o g n i s , v e r s o 5 3 3 ] ) , d i c e aSwv -W a0-
x a i e i o |xsv NavvoO?, -OAIW g' ¿71: itoXXáxi '/M-.Ó, >.R,T?,po; r e f i r i é n d o s e v e r o s í m i l m e n t e á u n a e l e g í a , y sí Solon r e c i t ó su e l e g í a á
•/r1u.wflcí; Salamina aSwv, la palabra i c w v , como en H o m e r o , expresa necesariamente
( s e g ú n un vir doctas [ B l o m f i e l d ] en el CLASSICAL JOURNAL, vol. 7 , p . 238.) una especie de recitación rapsódica. Véase también F i l o c o r o e n A t e n e o 14,
p . 630-631 [ 1 , 17. V é a s e A t e n e o 1 2 , p. 517 a ]
xojao'j; CTET'/E «TJvsravjtov
la flauta no d e b í a ser t a m p o c o e x t r a ñ a á la e l e g í a bélica dé C a l i - E n las h e r m o s a s f o r m a s de este m e t r o infundieron los p o e t a s
no, puesto que los a n t i g u o s no p o d í a n creer que las v a r i a d a s n o t a s j ó n i c o s un a l m a é hicieron de él la expresión del c o r a z o n h u m a -
de este i n s t r u m e n t o 1) h a b í a n de tener n e c e s a r i a m e n t e c a r á c t e r no f u e r t e m e n t e i m p r e s i o n a d o por los a c o n t e c i m i e n t o s del pre-
pacífico. N o s ó l o , c o m o d i c e H e r ó d o t o , a n i m a b a n á los ejércitos sente y de c o n t i n u o a g i t a d o por el flujo y reflujo de un m a r de
lidios en la b a t a l l a , flautistas de a m b o s s e x o s , sino que los E s p a r - e m o c i o n e s ; q u e l a s emociones del espíritu son el e l e m e n t o v e r -
t a n o s , a b a n d o n a n d o el a n t i g u o uso de la c í t a r a , organizaron d a d e r o é i n d i s p e n s a b l e de la e l e g í a ; no la q u e j a , y m u c h o m e n o s
m ú s i c a s m i l i t a r e s c o m p u e s t a s de g r a n n ú m e r o de flautas. No la q u e j a a m o r o s a , que de ningún m o d o p u e d e ser su a s u n t o ex-
q u e r e m o s decir con esto que la e l e g í a se c a n t a s e por el ejército c l u s i v o . C o n m o v i d o el poeta por lo que en su d e r r e d o r a c o n t e -
en m a r c h a ó p r e p a r á n d o s e p a r a la b a t a l l a , p u e s t o que ni el estilo c e , a b r e su c o r a z o n á sus a m i g o s y c o m p a t r i c i o s , e x p o n i é n d o l e s
ni el ritmo de estos p o e m a s se p r e s t a b a n á ello. P o r el contrario, s u s e x p e r i e n c i a s , c o m u n i c á n d o l e s sus t e m o r e s y s u s e s p e r a n z a s ,
T i r t e o , Arquíloco, Jenófanes, Anacreonte y especialmente Teog- c e n s u r á n d o l e s con s u s r e p r o b a c i o n e s y e x h o r t á n d o l e s c o n sus
nis J), nos o f r e c e n t a n t o s e j e m p l o s de e l e g í a s c a n t a d a s en los c o n s e j o s ; y c o m o el E s t a d o c o n s t i t u í a p a r a los G r i e g o s de a q u e -
banquetes, que es f u e r z a c o n v e n i r en que el v e r d a d e r o l u g a r de la lla é p o c a la p r e o c u p a c i ó n p r i n c i p a l , n a t u r a l e r a q u e l a elegía re-
elegía en G r e c i a e r a el b a n q u e t e , y sobre t o d o la última p a r t e de v i s t i e r a en un principio el c a r á c t e r político y g u e r r e r o que en-
é s t e , á que se d a b a el n o m b r e de C ó m o s , a m e n i z a d a y a en tiem- c o n t r a m o s en los p o e m a s de Calino.
pos de H e s i o d o por los a g u d o s sonidos de l a flauta 3 ).
L a é p o c a en que floreció C a l i n o de E f e s o está p r i n c i p a l m e n t e
L a ligera a l t e r a c i ó n q u e al t r a s f o r m a r s e en dístico sufre el d e t e r m i n a d a por sus p o e m a s , los c u a l e s h a b l a n de l a s e x p e d i c i o -
e x á m e t r o , es una p r u e b a de que la e l e g í a no fué en su origen nes de los Cimerianos y de los Tur os. S e g ú n los m e j o r e s t e s t i m o n i o s
d e s t i n a d a á producir u n a impresión t o t a l m e n t e d i v e r s a de la pro- de la a n t i g ü e d a d , los C i m e r i a n o s , a r r o j a d o s por los E s c i t a s , pe-
d u c i d a por el p o e m a é p i c o . D i r í a s e que el espíritu del a r t e , i m p a - netraron en el A s i a M e n o r en t i e m p o s de G i g e s ; apoderáronse,
ciente por t r a s p a s a r l í m i t e s d e m a s i a d o e s t r e c h o s , d a con este me- reinando A r d i s ( a ñ o 3 de la 25. a O l i m p i a d a al 4 de la 3 7 . a , 678 á
tro su primer p a s o fuera del s a g r a d o r e c i n t o ; pero no se a t r e v e 629 a. C h r . ) , de la c i u d a d de S a r d e s , c a p i t a l del reino de L i d i a ,
aún á i n v e n t a r n u e v a s f o r m a s m é t r i c a s , ni siquiera á d a r n u e v o pero no de la c i u d a d e l a , y se dirigieron á Jonia, a m e n a z a n d o p a r -
colorido al solemne e x á m e t r o a g r e g á n d o l e un metro' de c a r á c t e r t i c u l a r m e n t e al t e m p l o de A r t e m i s E p h e s i a ; su jefe L i g d a m i s m u -
d i v e r s o , y se c o n t e n t a s i m p l e m e n t e con q u i t a r á los s e g u n d o s rió en C i l i c i a . L o s T r e r o s , q u e al p a r e c e r s e g u í a n de c e r c a á los
v e r s o s la t e r c e r a y ú l t i m a t e s i s , con lo c u a l p o d í a v a r i a r el me- C i m e r i a n o s , u n i d o s con los L i c i o s , t o m a n de n u e v o á S a r d e s y
tro sin destruir el r i t m o ; de esta s u e r t e , p a r e c e c o m o q u e el exá- d e s t r u y e n á M a g n e s i a , sobre el M e a n d r o , c i u d a d h a s t a enton-
m e t r o a v a n z a siempre c o n i g u a l v i g o r y e n e r g í a , m i e n t r a s que el ces floreciente y p r ó s p e r a , y la c u a l , a u n q u e h a b í a sufrido al-
p e n t á m e t r o , s e m e j a n t e á un h e r m a n o m á s d é b i l , ó mejor á u n a g u n o s r e v e s e s de la f o r t u n a , h a b í a q u e d a d o por lo g e n e r a l vic-
esposa d e l i c a d a , le s i g u e , pero deteniéndose á m e n u d o , c o m o fa- toriosa en s u s g u e r r a s con los Efesios. P e r o los T r e r o s , capita-
t i g a d o , p a r a t o m a r aliento. A este c a m b i o débese t a m b i é n la es- n e a d o s por su r e y C o b o s , fueron ( s e g ú n E s t r a b o n ') e x p u l s a -
t r e c h a unión de d o s v e r s o s , imposible en la no i n t e r r u m p i d a se- dos bien p r o n t o por los C i m e r i a n o s g u i a d o s por M a d i s ; siendo
rie de e x á m e t r o s que forman la e p o p e y a , y la cual d a origen al al fin estos últimos d e f i n i t i v a m e n t e a r r o j a d o s del A s i a Menor,
m i s m o t i e m p o á una e s p e c i e de p e q u e ñ a estrofa. E s t e c a r á c t e r mé- país que t a n t o t i e m p o h a b í a n o c u p a d o , por H a l i a t e s , s e g u n d o
trico debió influir m u y d i r e c t a m e n t e en la c o n s t r u c c i ó n de l a s fra- sucesor de A r d i s ( d e s d e el año 4 de la 40. a O l i m p i a d a al 1 de la
s e s , y en g e n e r a ! en t o d o el tono de la l e n g u a . 55. a , 6 1 7 al 560 a. C h r . ) Con estos a c o n t e c i m i e n t o s coincide l a
v i d a de C a l i n o , el c u a l r e c o r d a b a la f o r m i d a b l e irrupción de
' )TCxpuptovotaO).oí P í n d a r o [Olímpicas 7, 12 é Isthmicas 5. 27. V é a s e r o M / o p S o ; los C i m e r i a n o s y la p r i m e r a destrucción de S a r d e s ; y aunque
aO),ó- en S i m ó n i d e s , fragm. 47 de Bergk y P l a t ó n , Republica 3, p. 399, d . ]
2) [ V e r s o s 241-242.]
3) Véase C a p . III. ') [ J 4. P- 647-]

LIT. GR. — I. 12
h a b l a también de la a p r o x i m a c i ó n de los T r e r o s , describe á poesía que con t a n t o ardor c u l t i v a r o n más tarde los G r i e g o s y
Magnesia como ciudad floreciente aún y triunfante de los E f e - los R o m a n o s . E n él puede reconocerse el carácter g e n e r a l de la
sios ' ) . E n aquella é p o c a peligrosa en que los de E f e s o esta- elegía t a l y c o m o lo i n d i c a b a el mismo metro y c o m o se conservó
b a n a m e n a z a d o s , no sólo de ser s o j u z g a d o s por sus c o m p a t r i c i o s siempre en t o d a la literatura a n t i g u a . L a elegía e x p r e s a los sen-
de M a g n e s i a , sino t a m b i é n de la invasión aún m á s temible de los timientos con i n g e n u i d a d y s e n c i l l e z , d i b u j a detallados c u a d r o s
C i m e r i a n o s y de los T r e r o s , no e s c a s e a b a n c i e r t a m e n t e moti- con las más v i v a s t i n t a s , y tiende á h a c e r resaltar las imágenes
v o s ni ocasiones p a r a e s t i m u l a r y a n i m a r á los Efesios. P e r o los por medio del c o n t r a s t e ; a s í , C a l i n o opone l a gloria del valien-
J o n i o s , en m e d i o de las delicias de la h e r m o s a c o m a r c a que ha- te á l a o s c u r i d a d del c o b a r d e . E l mismo p e n t á m e t r o , no siendo
b i t a b a n , y merced á su continuo trato con los L i d i o s entre l o s más que una parte s u b o r d i n a d a del m e t r o , invita al empleo de
c u a l e s h a b í a a d q u i r i d o g r a n desarrollo el lujo a s i á t i c o , h a b í a n s e frases incidentales que e x p l i c a n y c o n f i r m a n la idea p r i n c i p a l ; y
de t a l modo a f e m i n a d o , que ni a u n en a q u e l l a s c i r c u n s t a n c i a s esta especie de l o c u a c i d a d , u n i d a á la emoción y al sentimiento,
p a r a ellos t a n c r í t i c a s , supieron sacudir l a indolencia de su ordi- da á la e l e g í a e s a d e l i c a d e z a y l a n g u i d e z que e n c o n t r a m o s en los
n a r i a v i d a de p l a c e r e s . C o m p r é n d e s e el p r o f u n d o sentimiento con cantos marciales de C a l i n o y de T i r t e o . H a y que o b s e r v a r , sin
que C a l i n o se dirigía á sus c o n c i u d a d a n o s , d i c i é n d o l e s : «¿ H a s t a e m b a r g o , que la e l e g í a de C a l i n o c o n s e r v a a ú n m u c h o del ma-
c u á n d o , oh j ó v e n e s , p e r m a n e c e r é i s en la inacción? ¿ C u á n d o da- jestuoso tono de l a poesía é p i c a , y no se circunscribe á los lími-
réis p r u e b a s de tener un corazon v a l i e n t e ? ¿ N o os a v e r g o n z á i s tes estrechos d e u n d í s t i c o , ni r e q u i e r e , c o m o las elegías m á s re-
a n t e las naciones v e c i n a s que os v e n sumidos en profundo letar- c i e n t e s , u n a p a u s a después de c a d a p e n t á m e t r o ; pero á m e n u d o ,
g o ? ¿ C r e é i s acaso poder v i v i r en p a z c u a n d o la guerra d e v a s t a no cuidándose de los límites del v e r s o , C a l i n o reúne en un solo
t o d a la comarca? s ).» período m u c h o s e x á m e t r o s y p e n t á m e t r o s , e j e m p l o que siguieron
generalmente los primeros poetas elegiacos de G r e c i a .
E l único f r a g m e n t o de a l g u n a extensión que h a s t a nosotros
h a llegado de C a l i n o , es el que c o m i e n z a del m o d o que en el pá- Tirteo, c o n t e m p o r á n e o de C a l i n o y no m u c h o m á s j o v e n que
rrafo anterior d e j a m o s a p u n t a d o ; y a u n q u e i m p e r f e c t o 3 ) , es de éste, v i v i ó en l a é p o c a de la s e g u n d a g u e r r a de M e s e n i a , en la
altísima i m p o r t a n c i a , por ser el primer e j e m p l o de un g é n e r o de cual tomó parte. S i admitimos con P a u s a n i a s 1 ) que esta guerra
t u v o lugar en el t i e m p o que media entre el año 4 de la 23. a Olim-
p i a d a y el 1 de la 28. a (685 y 668 a. C h r . ) , T i r t e o v i v i ó en esta
' ) Pruébanlo asi dos fragmentos de Calino [3 y 4 ; ] misma é p o c a , y a c a s o antes de la expedición de los C i m e r i a n o s
vjv 3' !i¿i Ki¡i(up!(i)v a-pxzb; 'épysza: oßpt[Loepy£>v n a r r a d a por C a l i n o ; y en este c a s o , á T i r t e o y n o á C a l i n o de-
y : Tpr,psa; ä'vopa; ayiov. bieron r e p u t a r los a n t i g u o s c o m o el primer autor de la elegía.
L o s demás detalles que el texto cita están tomados de los circunstanciados y
E s t a r a z ó n , unida á m u c h a s o t r a s , nos induce á creer que l a se-
minuciosos relatos de Heródoto y de Estrabon [véase D u n c k e r , Geschichte des
Alterthums, vol. 2 , p. 429 y 433 de la 4.a edrc., y [Clemente Alejandrino, Stromat. 1, g u n d a g u e r r a de M e s e n i a no se verificó sino después de la
2 i , p. 398 de Potter ]. E s de todo punto insostenible lo que dice Plinio acerca del 30. a O l i m p i a d a (660 a. C h r . ) , época en q u e , según t o d a s las pro-
cuadro de B u l a r c o «Magnetum excidium». [Hist. nat, 7 , 39. E n la misma obra b a b i l i d a d e s , floreció C a l i n o s ) .
35, 34 es llamado este mismo cuadro «Magnetum prcelium». V é a s e O . Müller,
Archäologie § 74], comprado á peso de oro por Candaules, predecesor de Giges.
N o nos detendremos á e x a m i n a r la e x a c t i t u d de las noticias
Verosímilmente se confunde en este pasaje con el antiguo rey, á cualquiera otro de escritores posteriores, los cuales h a c e n de T i r t e o un m a e s t r o
lidio llamado también Candaules. [Véase G . Geiger, de Callini elegiarur.i scripto-
ris aetate, Erlangen, 1877.] •
') [ 4 . 1 4 . 4 y ss.]
2) Gaisford, Poeta minores Graci, Callin., vol. 1 , p. 426. "Delectas poet. elegia- -) [Según la cronología seguida por E . Curtius, griech. Geschichte, vol. 1, p. 638,
corurn Gr., edición de F . G. Schneidewin, p. 1. [Fragm. 1 de B e r g k . ] entre la primera y la segunda guerra de Mesenia medió un lapso de tiempo de
3 ) Dúdase de si la segunda parte de este fragmento elegiaco, separado, en
79 años. Comenzó la última en el año 4 de la 33.a Olimpiada, 645 a. C h r . ; y
Estobeo [Florilegio 5 1 , 19] por una laguna, es realmente de Calino ó si el nom- terminó en el año 1 de la 38.a Olimpiada, 628 a. Chr. Véase Estrabon 8, p. 362.
bre de Tirteo se encontraba en la parte perdida. Suidas dice de T i r t e o : r,x¡iacE x a - i rr,v lz' '0),-j¡j.wtá3a.]
de escuela, c o j o , á quien por irrisión enviaron los Atenienses á trató probablemente el.asunto de su canto; el poeta comenzó, sin
los E s p a r t a n o s , cuando éstos, por m a n d a t o del O r á c u l o , les pi- d u d a , exponiendo los anárquicos movimientos de los ciudadanos
dieron un general para la guerra de M e s e n i a ; pero de toda esta de E s p a r t a y expresando el dolor profundo que le producían.
historia puede tenerse por indudable que T i r t e o fué del A t i c a á P e r o como la elegía tiende á p a s a r , por medio de imágenes y
L a c e d e m o n i a , a b a n d o n a n d o , según noticias más d e t a l l a d a s , su pensamientos diversos, de la exaltación del espíritu á la tranqui-
habitual residencia de A f i d n e , aldea del A t i c a relacionada de an- lidad y la calma, podemos inferir que en la E u n o m i a realizaba el
t i g u o , por las leyendas de los D i o s c u r o s , con la L a c o n i a . A h o r a poeta esta transición, trazando un cuadro de las hermosas insti-
bien; si Tirteo venía del A t i c a , fácilmente se comprende que cul- tuciones de E s p a r t a y de la v i d a legal de sus c i u d a d a n o s , que,
tivara del mismo modo que Calino el metro elegiaco originario bien cimentada con el auxilio de los dioses, no debía ser destrui-
de la Jonia; y eran tan íntimas las relaciones que las colonias jó- da por estas i n n o v a c i o n e s : al mismo tiempo recordaba sin d u d a
nicas mantenían con la metrópoli , ' q u e este nuevo género de poe- á los E s p a r t a n o s privados de sus tierras por la guerra con Mese-
sía no podía tardar en ser conocido en A t e n a s . E s t a circunstan- n i a , que sólo de su valor d e p e n d í a el que pudieran recuperarlas
cia no tendría seguramente e x p l i c a c i ó n tan f á c i l , si como preten- y el devolver al E s t a d o la prosperidad perdida. L o s fragmentos
dieron algunos escritores antiguos, T i r t e o hubiera sido lacede- de T i r t e o , algunos de los cuales , según noticias e x a c t a s , pertene-
monio de nacimiento ' ) ; pues aunque E s p a r t a no fuese extraña cieron á la E u n o m i a , confirman nuestra hipótesis; en ellos, en
en aquella época al desarrollo de la poesía y de la música entre efecto, se elogian las instituciones políticas de E s p a r t a como
los Griegos, los E s p a r t a n o s , a p e g a d o s siempre á lo tradicional, e m a n a d a s de la misma d i v i n i d a d , puesto que Z e u s mismo había
no se hubieran mostrado tan propicios á apropiarse la nueva in- d a d o el país á los Heráclidas '), y el Oráculo de Deifos había dis-
vención de los Jonios. tribuido equitativamente el poder entre los r e y e s , los ancianos
que formaban el Consejo y el pueblo reunido en A s a m b l e a J ).
L l e g ó Tirteo á L a c e d e m o n i a c u a n d o ésta se encontraba ame-
nazada en el exterior por la temeridad y arrojo de Aristomenes y P e r o no fué la E u n o m i a la primera ni la única elegía en que
por el valor desesperado de los M e s e m o s , y en el interior desga- Tirteo animó á los L a c e d e m o n i o s á una defensa heroica contra
rrada por crueles discordias. Causa de tantos males eran los E s - los Mesenios 3 ). L a exhortación al valor sirvió, por el contrario,
partanos que habían poseído tierras en la conquistada Mesenia, de tema al poeta para muchas e l e g í a s , escritas con elocuencia
porque estas tierras, reconquistadas por los M e s e m o s , ó habían sorprendente é inagotable i n v e n t i v a ; que pocas v e c e s el valor,
caído en manos del enemigo, ó por temor de que éstos se aprove- .como sentimiento de honor y de d e b e r , fué inspirado á la juven-
chasen de sus productos, habían q u e d a d o incultas; y los propie- tud de un pueblo con tanta belleza y elocuencia. A q u í , sobre to-
tarios pedían una nueva división a g r a r i a , medida la más peligro- do , se v e brillar el talento de los G r i e g o s en revestir una idea
sa y la más temida en las repúblicas de la antigüedad s ) . T a l e s d a d a de la forma exterior y sensible que con ella está más en
eran las críticas circunstancias que a t r a v e s a b a la república espar-
tana cuando Tirteo compuso la más celebrada de sus e l e g í a s , in- 1) [Fragm. 2 de B e r g k . ]
titulada Eunomia ó «buen gobierno,» y también Politeia ó Consti- -) [Fragm. 4 de B e r g k . A la E u n o m i a pertenecían también verosímilmente los
tución 3 ). U n a vez conocido el carácter de la elegía griega primi- versos en que el poeta ensalza al rey T e o p o m p o , amigo de los dioses y conquis-
tiva , no es difícil formarse una idea clara del modo cómo T i r t e o tador , después de diez y nueve años de constante l u c h a , de los fértiles c a m p o s
de los Mesenios. V é a s e fragm. 5 de B e r g k . J
3) L l a m a d a por S u i d a s Tito8?,xai 8t" É/.sysca;, esto e s , lecciones y exhortacio-
1) [ Según el testimonio de Estéfano de B i z a n c i o en ' ' A f . S v a , h a b í a también u n a nes en versos elegiacos. [ E l mismo título llevaban también algunas poesías d e
c i u d a d de este nombre en Laconia. V é a s e O. M ü l l e r , Dorier, vol. i , p. 1 5 1 - 1 5 2 , Solon y de Teognis. A s í también lo dice P e r i a n d r o , uno de los Siete S a b i o s , el
443. Suidas llama á T i r t e o : A á x w v r, Mi).r,<Ko?.] cual escribió •ÍTO>6rixa; SÍ; TOV av6p<Ó7:scov píov. P o r lo demás, á ser cierta la h i -
5) [Véase sobre este punto á Aristóteles, Política 5, 6, 2 y P a u s a n i a s 4, 18, i.| pótesis expuesta en la nota anterior, la E u n o m i a fué compuesta después de ter-
3) [La denominación de Politeia se a p o y a únicamente en S u i d a s , donde se minada la segunda guerra de Mesenia. E n los fragmentos que d e ella se con-
llama: lypa'ls uoV.Tsíav Aay.eoat¡wvíos;. ] servan h o y , no se habla de la resistencia contra los Mesenios. ]
a r m o n í a . E n los p o e m a s de T i r t e o v e m o s , c o m o si e s t u v i e r a siones e n t o n á b a n s e c a n t o s de o t r a e s p e c i e , c o m p u e s t o s por este
d e l a n t e de nuestros o j o s , al s o l d a d o resuelto q u e , s e p a r a d o s los m i s m o p o e t a ; nos referimos á l a s m a r c h a s ó c a n t o s a n a p é s t i c o s
pies y mordiéndose los l a b i o s , p r e s e n t a el a n c h o e s c u d o á los dar- (eia^t/.pia), á los c u a l e s c o n s a g r a r e m o s un estudio especial ').
dos que arroja el e n e m i g o d e s d e l e j o s , y q u e , b l a n d i e n d o la lan- D e estos dos a n t i g u o s m a e s t r o s de la e l e g í a b é l i c a , p a s a r e -
z a , c a e sobre el a d v e r s a r i o q u e se a c e r c a ; v e m o s á los niños y á mos á otros dos p o e t a s casi c o n t e m p o r á n e o s de a q u é l l o s , y q u e
los a n c i a n o s abrir p a s o y ceder su p u e s t o al a g u e r r i d o m a n c e b o ; tienen entre sí de c o m ú n el haberse d i s t i n g u i d o , m á s que en la
y e l l o s , por ú l t i m o , nos dicen c ó m o es propio del j o v e n g u e r r e r o elegía, en la p o e s í a yámbica. D e a h o r a en a d e l a n t e , t e n d r e m o s á
caer en las p r i m e r a s filas, p o r q u e su m u e r t e h e r m o s e a y d a m a y o r m e n u d o ocasión de o b s e r v a r q u e el m i s m o p o e t a que e x p r e s a en
r e a l c e á su figura, mientras q u e el h o m b r e c a d u c o que m u e r e á la e l e g í a sus impresiones a l e g r e s ó tristes, recurre al y a m b o cuan-
la c a b e z a del e j é r c i t o es p a r a el j o v e n , m o t i v o de deshonor y de d o un s a n o sentido le l l e v a á c e n s u r a r las l o c u r a s del h u m a n o li-
v e r g ü e n z a . E s t o s r a z o n a m i e n t o s y otros a n á l o g o s ' ) , e n c a m i n a - n a j e . E s t a relación entre a m b o s géneros de poesía se e c h a y a de
d o s á despertar el valor del c i u d a d a n o , no p o d í a n d e j a r de pro- v e r en los dos p r i m e r o s p o e t a s y á m b i c o s : Arquíloco y Simónides de
ducir honda impresión en un p u e b l o , c o m o el de E s p a r t a , apasio- A morgos s ) . L a s e l e g í a s de A r q u í l o c o , de l a s c u a l e s h a n l l e g a d o
n a d o y sencillo. h a s t a nosotros m u c h o s é i m p o r t a n t e s f r a g m e n t o s , m i e n t r a s que
E l uso que de estos p o e m a s se h a c í a en l a s e x p e d i c i o n e s mili- de S i m ó n i d e s sólo s a b e m o s que c o m p u s o e l e g í a s 3), no tenían
t a r e s es u n a p r u e b a de q u e , a u n q u e su autor era e x t r a n j e r o , ins- n a d a del espíritu m o r d a z de que e s t a b a n s a t u r a d o s los y a m b o s ;
p i r a b a n un a r d o r v e r d a d e r a m e n t e e s p a r t a n o y de que e r a n en sino q u e , por el c o n t r a r i o , eran l a expresión sincera de un a l m a
e x t r e m o a p r e c i a d o s por los c i u d a d a n o s de E s p a r t a / S o l í a n éstos, a g i t a d a por c i r c u n s t a n c i a s e s p e c i a l e s y d e t e r m i n a d o s aconteci-
c u a n d o se h a l l a b a n en el c a m p a m e n t o , t e r m i n a d a la c e n a y c a n - m i e n t o s ; u n a s y otros g u a r d a b a n cierta relación con la emigra-
t a d o el P e a n en honor de los d i o s e s , entonar e l e g í a s ; en e s t a s o c a - ción de A r q u í l o c o de P a r o s á T a s o s , la cual sin d u d a a l g u n a n o
siones no c a n t a b a n l a s elegías todos los allí r e u n i d o s , sino q u e al- correspondió á l a s e s p e r a n z a s del p o e t a , c o m o lo p r u e b a n sus
g u n o s s o l a m e n t e r i v a l i z a b a n en d e c l a m a r los v e r s o s con la entona- y a m b o s . S u s e l e g í a s no c a r e c e n en absoluto del espíritu bélico
ción m á s a p r o p i a d a al asunto y al ritmo ; y el que sobresalía en de C a l i n o , y su a u t o r se l l a m a á sí mismo servidor del dios de l a
esta especie de c e r t a m e n , recibía del j e f e (polemarca) m a y o r c a n - g u e r r a y a m i g o de las M u s a s :
t i d a d de c a r n e que los d e m á s 5); distinción m u y en a r m o n í a c o n ei[X\ 6' iyia SEpániov [J.'EV ' E V V A X Í O I O avav-io;
l a s sencillas c o s t u m b r e s de aquel pueblo. D e t a l suerte se a d a p t a - xat MoyffÉwv Epaxov 66>pov sTtia-áiAEvo; *)
b a al c a r á c t e r de la e l e g í a , esta m a n e r a de r e c i t a r , que es m á s A r q u í l o c o elogia el m o d o de c o m b a t i r de los A b a n t e s en E u b e a , los
que p r o b a b l e que el m i s m o T i r t e o d e c l a m a s e de este m o d o , en c u a l e s l u c h a b a n , no de lejos con flechas y h o n d a s , sino cuerpo á
ocasiones a n á l o g a s , sus p o e m a s . N e c e s i t á b a n s e r e a l m e n t e la mo- c u e r p o con l a n z a y e s p a d a , q u i z á p a r a h a c e r resaltar el contraste
deración y la t r a n q u i l a alegría de un b a n q u e t e e s p a r t a n o p a r a
q u e los c o m e n s a l e s e n c o n t r a r a n deleite en a q u e l l o s e n é r g i c o s y
' ) [Véase Cap. X I V . ]
s e v e r o s c a n t o s : en otros p u e b l o s , la e l e g í a , en s e m e j a n t e s so- 2) [Arquíloco y Simónides son m á s antiguos que T i r t e o . Prescindiendo del
l e m n i d a d e s , r e v e s t í a n a t u r a l m e n t e un c a r á c t e r m u y diverso. P e - testimonio sospechoso de Heródoto 1 , 12, h a y que colocar al primero, según
ro l a s elegías d e T i r t e o no eran c a n t a d a s d u r a n t e l a m a r c h a de C i c e r ó n , Tuse. 1 , 1 y Georg. Sync., p. 213, en el año 700. Simónides de Amorgos
debió ser muy poco posterior. V é a s e Clemente A l e j a n d r i n o , Stromat. 1 , 21,
l a s t r o p a s , ó y a c o m e n z a d o el c o m b a t e , sino que en e s t a s o c a -
p. 398 de Potter.]
3) [ B e r g k , Poetae lyrici, p. 735 y 1146-1147 de la 3.a e d i c . , supone que debió
ser de Simónides un fragmento elegiaco m á s extenso que reproduce Estobeo en
1 ) G a i s f o r d , Poeta minores Graeci Tyrt., fragm. 1. 2. 3. ' S c h n e i d e w i n , op. cit., su Florilegio 98, 29 con esta indicación: SI¡AUVI8OU. E s t e es el mismo á que pa-
p. 6 á 10. [Fragm. 10 á 14 de B e r g k . ] rece referirse el autor de la biografía de H o m e r o atribuida á Plutarco. Véase
' ) [Aristoxeno y Filocoro en Ateneo 14, p. 630, e. Véase O. M ü l l e r , Dorier, C a p . V , p. 74.]
4) [ F r a g m . 1 de B e r g k . ]
voi. 2, p. 365-366 de la 2.a edic.T
con l a s c o s t u m b r e s de los p u e b l o s v e c i n o s de l a T r a c i a , que pro- figurar t a m b i é n los del otro o r n a m e n t o de los b a n q u e t e s jónicos:
b a b l e m e n t e c o n su m a n e r a d e c o m b a t i r feroz y t u m u l t u o s a moles- l a s h e t a i r a s , m u j e r e s q u e , s e g ú n las c o s t u m b r e s g r i e g a s , se dis-
t a b a n no p o c o á los c o l o n o s de T a s o s ' ) . E l p o e t a , sin e m b a r g o , t i n g u í a n p r i n c i p a l m e n t e de l a s j ó v e n e s bien e d u c a d a s , por su asis-
confiesa sin s o n r o j a r s e , y c o n una indiferencia que r e v e l a su ca- tencia á los b a n q u e t e s de los h o m b r e s ; y t e n e m o s aún un dístico
rácter j ó n i c o , que un s a i o ( t r i b u de T r a c i a c o n la que de conti- de u n a e l e g í a s i m p ó t i c a de A r q u í l o c o , d o n d e i r ó n i c a m e n t e elogia
n u o e s t a b a n en g u e r r a l o s d e T a s o s ) p o d í a e n o r g u l l e c e r s e de lle- á la « a m a b l e P a s i f i l e , que dispensa la m á s f a v o r a b l e a c o g i d a á
v a r su e s c u d o , que é l , al h u i r , h a b í a d e j a d o entre u n a s b r e ñ a s ; y todos los e x t r a n j e r o s , c o m o una h i g u e r a s a l v a j e nutre á m u c h a s
a ñ a d e qué p a r a r e e m p l a z a r l e se p r o c u r a r á otro m e j o r 2 ) . E n otros cornejas» ' ) , - y c u y a e x p l i c a c i ó n d a A t e n e o en cierta historieta.
f r a g m e n t o s t r a t a de a l e j a r d e su mente el r e c u e r d o de su d e s v e n - E s t a c l a s e de e l e g í a t e n í a el p r i v i l e g i o de poder reunir t o d a s las
t u r a , i n v o c a n d o u n a p a c i e n c i a c o n s t a n t e y declarándose persuadi- i m á g e n e s m á s á propósito p a r a a h u y e n t a r l a s p r e o c u p a c i o n e s y
do de que todos los h o m b r e s h a n nacido p a r a s u f r i r ; y e l o g i a y c u i d a d o s de la v i d a é inspirar u n a a l e g r í a f r a n c a y serena. E s m á s
r e c o m i e n d a el v i n o c o m o e l m e j o r antídoto contra las p r e o c u p a - q u e p r o b a b l e que los h e r m o s o s v e r s o s del p o e t a j ó n i c o Asió de S a -
ciones 3 ) . E r a m u y n a t u r a l que la c o s t u m b r e , que y a h e m o s ha- nios, de quien y a h e m o s h a b l a d o al t r a t a r de los p o e t a s é p i c o s 2 ),
l l a d o entre los E s p a r t a n o s , de c a n t a r l a s elegías al terminar los f o r m a r a n p a r t e de un p o e m a de este g é n e r o ; descríbese en ellos,
b a n q u e t e s , y c u a n d o c o m e n z a b a n las l i b a c i o n e s (ou^óaiov), ins- con g r a v e d a d h o m é r i c a y c o n irónica s e r i e d a d , á un p a r á s i t o que
pirase á los p o e t a s la i d e a d e p o n e r en a r m o n í a los asuntos de s u s se presenta en un b a n q u e t e de b o d a s ; de repente l l e g a sin h a b e r
c a n t o s con las o c a s i o n e s e n q u e se c a n t a b a n ; de d o n d e resultó sido i n v i t a d o , c o j e a n d o y c u b i e r t o de cicatrices p o c o gloriosas»
que el v i n o y los p l a c e r e s d e l festín vinieron á ser t a m b i é n a s u n t o s a t r a í d o por el olor de la c o c i n a , y se m e z c l a entre los c o n v i d a d o s
de l a e l e g í a . C a n t á b a n s e e n E s p a r t a t a m b i é n , al menos en los úl- c o m o un héroe que sale del f a n g o 3).

timos t i e m p o s , d e s p u é s d e l a s g u e r r a s m é d i c a s , estas e l e g í a s sim-


E s t e alegre tono de los v e r s o s de A r q u í l o c o no impedía que
p ó t i c a s (de <T-JIMC6<HOV , b a n q u e t e ) , en las cuales, c o n todo el respeto
el p o e t a e m p l e a s e el m i s m o m e t r o en la composición de c a n t o s
debido á los dioses y á l o s h é r o e s , i n v i t á b a n s e m ú t u a m e n t e los
fúnebres 4 ) ; e m p l e o de tal suerte l i g a d o con el origen de e s t e gé-
c o m e n s a l e s á b e b e r , á r e i r , á bailar y á c a n t a r , y f e l i c i t a b a n — e n
nero de composición d e r i v a d a de la e l e g í a a s i á t i c a , que proba-
el genuino sentido e s p a r t a n o — a l q u e g u a r d a b a en su c a s a u n a
b l e m e n t e se e n c o n t r a b a n t a m b i é n h u e l l a s de él en los v e r s o s de
m u j e r h e r m o s a 4 ). E n t r e l o s Jonios h a b í a y a t o m a d o la e l e g í a este
C a l i n o , y q u e debió p a s a r de la c o s t a j ó n i c a á l a s islas y no de
c a r á c t e r en é p o c a b a s t a n t e r e m o t a , e x p r e s á n d o s e en forma elegiaca
l a s islas á l a c o s t a j ó n i c a . U n p o e m a de este género e s t a b a m u y
los v a r i o s s e n t i m i e n t o s , t r i s t e s ó a l e g r e s , que el uso del v i n o des-
l e j o s de ser un c a n t o de d u e l o ( T h r e n o s ) , e n t o n a d o por l a s per-
p e r t a b a . E s de creer q u e a l l a d o de los elogios del v i n o h a b í a n de
sonas que f o r m a b a n el c o r t e j o f ú n e b r e ; sino que p r o b a b l e m e n t e
se c a n t a b a , c o m o la e l e g í a en los otros b a n q u e t e s , en la c o m i d a
' ) G a i s f o r d , Poeta minores Graeci, f r a g m . 4. *Archilochi reliquia, edición de que en c a s a de los p a r i e n t e s del difunto se c e l e b r a b a d e s p u é s de
J. L i e ^ e l , L i p s a , 1818, p . 144. 151. [ F r a g m . 4 d e B e r g k . J
2) F r a g m . 6. 1) F r a g m . 19. [ V é a s e A t e n e o 1 3 , p. 594, b. |
3) F r a g m . 78. 32. 29. 2) [ C a p . I X , p. 166.]
*) E s evidente q u e la e l e g í a d e Ion d e C h í o s , contemporáneo d e P e r i c l e s , y 3) A t e n e o 3 , p. 125, d. "Callini, Tyrtai, Asii carminum qu¿e supersunt, e d i c i ó n
d e q u i e n A t e n e o 10, p. 463, b , h a c o n s e r v a d o c i n c o dísticos [ F r a g m . 2 d e B e r g k ] d e N . B a c h i u s , p. 142-143. [ B e r g k , p. 406.] E l primer e j e m p l o d e p a r o d i a , d e
se c a n t a b a en E s p a r t a ó en e l c a m p a m e n t o e s p a r t a n o y a d e m á s en la m e s a real que volveremos á h a b l a r en el c a p í t u l o siguiente. [ V é a s e C a p . X I I . E n todo
( l l a m a d a por Jenofonte [Helénicas 6 , 4 , 14] la D a m o s i a ) ; p u e s solo á los E s p a r - c a s o los v e r s o s d e A s i ó , á los c u a l e s W e l c k e r , epischer Cyclus, p. 144, d a una
tanos podía invitarse á h a c e r l i b a c i o n e s en honor d e H e r a c l e s , A l c m e n e , P r o e l e s i n t e r p r e t a c i ó n e x t r a v a g a n t e , n o s o n , c o m o a f i r m a el t r a d u c t o r f r a n c é s , u n a p a -
y los P é r s i d a s ; y no p o r otra c a u s a se n o m b r a solo á Proeles, o m i t i e n d o a l propio r o d i a d e la l l e g a d a d e U l í s e s á su palacio. ]
tiempo á E u r i s t e n e s a n t e p a s a d o t a m b i é n d e los r e y e s d e E s p a r t a , que porque el 4) [ V é a s e lo que D í d i m o en su o b r a ~zp\ icoir,Twv en O r i o n , Etymologie, p. 58,
rey elogiado en este c a n t o (-/aeps-to »¡pi«po; <jo>d¡p TÍ W ¡ p -.-,) e r a 14, d i c e sobre el p e n t á m e t r o en la elegía f ú n e b r e : oiov <rjví*jr/£ovTa xas cja$z-
P r o c l i d a . V e r o s í m i l m e n t e este r e y , á j u z g a r por la é p o c a , fué A r q u i d a m o . VVÚfiEvov T A ; ; , TOJ TEAS'JTR,cavío; - jyx-.:.}
los f u n e r a l e s , y que se l l a m a b a perideipnon. E n E s p a r t a cantá- P o r c o n s i g u i e n t e , M i m n e r m o v i v i ó d u r a n t e el b r e v e reinado d e
base t a m b i é n u n a e l e g í a en la fiesta de los héroes muertos en S a d i a t e s , r e y de L i d i a , y en la p r i m e r a p a r t e del l a r g o reinado
d e f e n s a de la p a t r i a ; un dístico 1 ) c o n s e r v a d o por P l u t a r c o ha- de H a l i a t e s . E s m i r n a , c i u d a d n a t a l de M i m n e r m o , e r a , d e s d e ha-
b l a de aquellos c u y a f e l i c i d a d no consistía en la v i d a ni en la c í a ya. m u c h o t i e m p o , colonia de C o l o f o n ' ) ; y el p o e t a , en un
m u e r t e , sino en el c u m p l i m i e n t o de los deberes de u n a y otra. L a f r a g m e n t o que aún se c o n s e r v a ( 9 ) de s u e l e g í a á N a n o , d i c e ser
m u e r t e de su c u ñ a d o , q u e h a b í a p e r e c i d o en el m a r , dió á A r q u í - uno de los colonos esmirnios p r o c e d e n t e s de C o l o f o n , y c u y o s an-
l o c o ocasión p a r a c o m p o n e r u n a elegía de este g é n e r o , de la c u a l t e p a s a d o s v i n i e r o n , en é p o c a m u y r e m o t a , de P i l o s . A h o r a bien;
cita P l u t a r c o el siguiente p e n s a m i e n t o : esta d e s g r a c i a h a b r í a c a u - H e r ó d o t o , al referir l a s e m p r e s a s de los r e y e s de L i d i a , a f i r m a
sado al p o e t a m e n o s aflicción si H e p h e s t o s h u b i e r a podido desem- q u e G i g e s h a b í a h e c h o la g u e r r a á E s m i r n a , a u n q u e no h a b í a lo-
p e ñ a r s u s funciones en l a c a b e z a y en los hermosos m i e m b r o s del g r a d o a p o d e r a r s e de ella c o m o de Colofon, y que H a l i a t e s , en los
m u e r t o , e n v u e l t o s en b l a n c o l i e n z o ; esto e s , si hubiese m u e r t o en p r i m e r o s años de su r e i n a d o , la c o n q u i s t ó d e f i n i t i v a m e n t e a ). A s í ,
tierra firme y se le h u b i e r a q u e m a d o en u n a pira p u e s , es cosa a v e r i g u a d a que, viviendo Mimnermo, Esmirna
L o s restos que aún se c o n s e r v a n de la e l e g í a g r i e g a d a n per- con una b u e n a p a r t e de la J o n i a , p e r d i ó p a r a s i e m p r e su inde-
fecta idea del p u e b l o en q u e p r i n c i p a l m e n t e floreció: de los Jo- p e n d e n c i a ; á m e n o s q u e q u i e r a c o n s i d e r a r s e c o m o s e ñ a l de sobe-
nios. A medida q u e éstos p e r d í a n su a n t i g u o v i g o r c o n s a g r á n d o s e ranía i n d e p e n d i e n t e el título de a l i a d o s que A t e n a s d a b a á los
á u n a v i d a licenciosa y a f e m i n a d a , la e l e g í a se a p a r t a b a de los p u e b l o s á ella s o m e t i d o s , ó la «libertas» c o n que R o m a honró á
a s u n t o s concernientes á la a d m i n i s t r a c i ó n p ú b l i c a del E s t a d o y á m u c h a s c i u d a d e s de e s t a s c o m a r c a s . I m p o r t a m u c h o f o r m a r s e
l a s l u c h a s por la i n d e p e n d e n c i a n a c i o n a l . C i e r t o que l a s elegías u n a idea c l a r a de a q u e l l a é p o c a , en la c u a l un p u e b l o de n o b l e
de M i m n e r m o tuvieron en su m a y o r parte c a r á c t e r p o l í t i c o , q u e c a r á c t e r , de i d e a s l e v a n t a d a s , c a p a z de g r a n d e s resoluciones y
e s t a b a n p l a g a d a s de alusiones al origen y á la historia a n t i g u a d e f u e r t e m e n t e i m p r e s i o n a b l e , p e r o sin e n e r g í a b a s t a n t e p a r a soste-
su c i u d a d n a t a l , y q u e t a m b i é n en e l l a s brillan los nobles senti- ner u n a l a r g a g u e r r a y p a r a p e r m a n e c e r c o m p a c t o y u n i d o , d a un
mientos y el honor m i l i t a r ; pero c o n estos sentimientos bélicos adiós semi-triste, s e m i - i n d i f e r e n t e , á su a m a d a l i b e r t a d ; é impor-
y patrióticos m e z c l á b a n s e estériles q u e j a s y l a m e n t a c i o n e s tris- t a m u c h o , r e p e t i m o s , f o r m a r s e u n a idea c l a r a de t a l é p o c a y d e
t e s , p o r q u e u n a g r a n p a r t e de la J o n i a , y sobre todo la c i u d a d t a l p u e b l o , p a r a poder emitir un j u i c i o a c e r t a d o sobre los p o e m a s
n a t a l de M i m n e r m o , g e m í a b a j o el y u g o de los L i d i o s . M i m n e r - de M i m n e r m o . T a m b i é n él rindió h o m e n a j e á l a s p r o e z a s , cele-
mo floreció en el t i e m p o que m e d i a entre la 37. a Olimpiada b r a n d o en u n a e l e g í a la b a t a l l a de los E s m i r n i o s c o n t r a G i g e s y
(632 a. C h r . ) y la é p o c a de los S i e t e S a b i o s , h a c i a l a 45. a O l i m - los L i d i o s c u y o s a t a q u e s , c o m o y a h e m o s d i c h o , f u e r o n victo-
p i a d a (600 a. C h r . ) ; p u e s es i n d u d a b l e q u e S o l o n se dirigía á
M i m n e r m o , c u a n d o aún v i v í a , en un f r a g m e n t o de sus p o e m a s
que h a l l e g a d o h a s t a n o s o t r o s : « P e r o si aún quieres c r e e r m e , co- ( * T h . B e r g k , ) [ha sido m á s tarde confirmada por los manuscritos de D i ó -
rrige e s t o ; y no m e g u a r d e s r e n c o r , si y o he m e d i t a d o m e j o r que genes L a e r c i o 1 , 60, c o t e j a d o s por C o b e t , ] y es incontestablemente acertada
t ú ; suprime el v o c a b l o l i g i a s t a d e y c a n t a : s o r p r é n d a m e l a m u e r t e si se compara con S u i d a s en M ÍUVESUO;. E l tono familiar con que Solon se di-
rige á M i m n e r m o , p r u e b a plenamente que este último v i v í a aún en aquella
y a octogenario» ( y no s e x a g e n a r i o , c o m o q u e r í a M i m n e r m o 3).
época.
1) Véase sobre las relaciones entre Colofon y E s m i r n a , el C a p . V .
' ) [Pelópidas c. 1., llama al dístico, imv.í,gstov. V é a s e Vida de Nicias c. 17.] - ) Infiérese c l a r a m e n t e , en primer l u g a r , de que H e r ó d o t o x , 16, h a c e men-
2 ) F r a g m . 12 en P l u t a r c o , de aud.poet. c. 6. ción de esta conquista inmediatamente después de la batalla c o n C i a x a r e s , el
3) F r a g m . 20: cual murió en 594, a. C h r . , y de la expulsión de los C i m e r i a n o s ; y en segundo
término, por qué según Estrabon 14, p. 646, E s m i r n a fué d i v i d i d a por los L i d i o s
' A / . ' / , ' E¡' [j.01 y.av vwv E-I r.únz'j.'., ejjeXs TOVTO,
en varias aldeas, continuando en este estado por espacio de 400 años hasta A n -
|Ai¡8S ¡liya'.p', ott cs-J /.wi'ov éypaaáiMjv,
tígono. Dedúcese d e aquí que E s m i r n a c a y ó en poder de los L i d i o s antes del
xai (J.STCWTOHJO'OV, AtyjaaráSr,, «SE £' «EISE Y., T. )..
año 600 a. C h r . , y aún en este caso el periodo no p u d o ser de m á s de 300 años.
L a corrección Atyuctoroor, en vez de á y j t a ; xaoi débese á un filólogo alemán [ V é a s e D u n c k e r , Geschichte des Alterthums, vol. 2, p. 439 y ss d e la 4.a e d i c . ]
riosamente r e c h a z a d o s . Pausanias, que h a b í a leído esta ele- a m a b a t i e r n a m e n t e . N o o b s t a n t e , no f a l t a b a n en esta elegía nu-
g í a ' ) , cita en otro l u g a r 2 ) un d e t a l l e de esta g u e r r a , evidente- m e r o s a s alusiones á los a c o n t e c i m i e n t o s p o l í t i c o s : en e f e c t o , en
m e n t e s a c a d o de la poesía de M i m n e r m o : el de que los L i d i o s e l l a l a m e n t á b a s e su a u t o r de que E s m i r n a h u b i e r a sido siempre
h a b í a n entrado en la c i u d a d , p e r o que fueron a r r o j a d o s de ella u n a m a n z a n a de discordia p a r a los p u e b l o s v e c i n o s , — en este
g r a c i a s al valor e x t r a o r d i n a r i o de los E s m i r n i o s . A esta m i s m a p u n t o e n c o n t r a m o s los v e r s o s arriba c i t a d o s sobre la t o m a de la
elegía pertenecía sin d u d a el f r a g m e n t o ( c o n s e r v a d o por E s t o b e o , c i u d a d por los C o l o f o n e o s ' ) — y r e c o r d á b a s e el n o m b r e de A n d r e -
Florilegio 7 , I 2 , f r a g m . 1 4 ) d o n d e se elogia á un g u e r r e r o j o n i o m o n de P i l o s , f u n d a d o r de C o l o f o n 2). P e r o t o d a s e s t a s conside-
que puso en f u g a á los e s c u a d r o n e s de la c a b a l l e r í a lidia en los r a c i o n e s sobre el presente y el p a s a d o de su c i u d a d n a t a l no iban
c a m p o s de H e r m o , no lejos, por c o n s i g u i e n t e , de E s m i r n a , y c u y o á o t r a cosa e n c a m i n a d a s que á r e c o m e n d a r el g o c e de l a v i d a ,
v a l o r habría satisfecho á l a m i s m a P a l a s A t h e n e , c u a n d o en lo tan b r e v e , q u e sólo tiene v a l o r y e n c a n t o s e n c u a n t o se la p u e d e
m á s recio de la p e l e a se p r e c i p i t a b a entre l a s p r i m e r a s filas de l o s c o n s a g r a r al amor a n t e s de que s o b r e v e n g a la horrible senec-
c o m b a t i e n t e s . C o m o q u i e r a q u e al referir este h e c h o el p o e t a ape- t u d 3 ) . M i m n e r m o e x p o n e c o n irresistible g r a c i a e s t a s i d e a s , q u e
la al testimonio de sus p r e d e c e s o r e s que h a b í a n p r e s e n c i a d o l a s t a n t a s v e c e s fueron m á s t a r d e r e p e t i d a s . L a b e l l e z a de la j u v e n -
p r o e z a s del h é r o e , es de creer q u e a q u e l héroe esmirnio v i v i e s e tud y la d u l z u r a del a m o r tienen p a r a nosotros m á s encanto
d o s g e n e r a c i o n e s a n t e s de la é p o c a en q u e floreció M i m n e r m o , y c u a n d o r e c o r d a m o s c u á n e f í m e r a s s o n ; así c o m o las a l e g r í a s de la
por c o n s i g u i e n t e , en t i e m p o s de G i g e s . D e i g u a l s u e r t e , del final v i d a , son m á s s e d u c t o r a s c u a n d o l a s c o n t e m p l a m o s v e l a d a s por
de este f r a g m e n t o en que el p o e t a d i c e : « N o e r a a s í , según y o la ligera s o m b r a de p r o f u n d a m e l a n c o l í a 4).

o i g o , el valor y el noble c o r a z o n d e a q u e l guerrero» 3 ) , p u e d e in-


C o n este a f e m i n a d o j o n i o , q u e l l e g a h a s t a á c o m p a d e c e r al
ferirse que el arrojo del a n t i g u o e s m i r n i o se c o m p a r a b a c o n la
d i o s del sol por l a s f a t i g a s que p a s a p a r a i l u m i n a r la tierra 3 ), con-
afeminación y con la p u s i l a n i m i d a d de los h o m b r e s de e s t a épo-
t r a s t a n o t a b l e m e n t e Solon , h o m b r e de g e n i o y c a r á c t e r p u r a m e n -
c a . P a r e c e también que M i m n e r m o t r a t a b a de e s t i m u l a r á s u s
t e atenienses y l l a m a d o por e n d e á r e g l a m e n t a r la v i d a social y
c o n c i u d a d a n o s por m e d i o de e s t o s m e l a n c ó l i c o s r e c u e r d o s , prefi-
p o l í t i c a de s u s c o n c i u d a d a n o s . E n c o n t r á b a n s e en él r e u n i d a s la
riéndolos á las a r e n g a s y e x h o r t a c i o n e s de C a l i n o y de T i r t e o ,
l i b e r t a d y la s u s c e p t i b i l i d a d e x q u i s i t a del j o n i o , el principio del
p u e s t o que no se cita de sus p o e m a s ni un solo p a s a j e de e s t e
« v i v i r y d e j a r v i v i r , » q u e t a n t o d i s t i n g u e su legislación de la se-
género.
v e r a disciplina de las i n s t i t u c i o n e s de E s p a r t a , con la e n e r g í a y
P o r o t r a p a r t e , c u a n t o r e s u l t a de l a s n o t i c i a s de los a n t i g u o s
y de los f r a g m e n t o s que de s u s o b r a s h a n l l e g a d o h a s t a nosotros, ' ) F r a g m . 9.
2) [ E s t r a b o n 14, p . 634. F r a g m . 10.]
d e m u e s t r a que M i m n e r m o r e c o m e n d a b a c o m o ú n i c o c o n s u e l o e n
3) Q u e el a s u n t o d e la elegía n o e r a la g u e r r a y la d i s c o r d i a sino los dones
l a s vicisitudes y miserias de la v i d a , los p l a c e r e s , y en p a r t i c u l a r
d e las M u s a s y d e A p h r o d i t e , con objeto d e a m e n i z a r los b a n q u e t e s , es a d e m á s
el a m o r , que los dioses h a b í a n c o n c e d i d o á los h o m b r e s c o m o
o p i n i ó n de u n j o n i o q u e v i v i ó d o s generaciones d e s p u é s , Anacreonte de T e o s ,
única compensación de los m ú l t i p l e s m a l e s que a g o b i a n á la hu- q u e t a m b i é n c o m p u s o e l e g í a s , y el c u a l se e x p r e s a d e este m o d o ( e n A t e n e o n,
m a n i d a d . T a l e s eran l a s ideas en q u e se h a l l a b a i n s p i r a d a su cé- p . 463, a , fragm. 9 4 ) :
lebre elegía Nano, la p r i m e r a e l e g í a e r ó t i c a de la a n t i g ü e d a d , y 0-J ai/.íiú, Ó; -/.PVJTRIPT TC'I.ÍW O'.VOTOTÍ'MV

la cual l l e v a b a el n o m b r e de u n a b e l l a flautista á quien el p o e t a veíy.c« xas Í:Ó).S¡XOV oaxpyósv-A ).íye'..

[Según se infiere d e los fragmentos 1 2 , 18, 19, 21 y 22, la elegía d e M i m n e r m o ,


m e r c e d á la c o m b i n a c i ó n d e m i t o l ó g i c a s n a r r a c i o n e s , reviste un c a r á c t e r épico
' ) 9 , 29, 4. F r a g m . 13. y s i r v i ó d e m o d e l o á los elegiacos a l e j a n d r i n o s posteriores. Ya Sacadas, del
2) 4 . a . 5- c u a l h e m o s h a b l a d o en l a pág. 1 7 5 , c i t a en A t e n e o . vol. 1 3 , p. 610, c , una
3) 0 - j ¡ilv òr, xeívoy y : u i v o ; y.ac ày^vopa Ouuóv e l e g í a T/.ío-j - í c c . : . V é a s e P l u t a r c o , de Música c. 9.
tosov siicO ?rpoT£puv íriSQojjiai, 0" ¡xtv toov •/.. t . ).. *) F r a g m . 1 á 7.
F r a g m . 14. F r a g m . 12.
la firmeza de voluntad que caracterizan al ateniense, y q u e , di- presentando como insoportable el baldón que sobre estos últimos
rigidas por sabia reflexión, le llevaban á perseguir constantemen- caería si no lograban reconquistar la isla. «Si así f u e r a , preferiría
te la realización del fin que se proponía. Consagrábase por tanto haber venido al mundo en el más ignominioso islote, á haber na-
igualmente la elegía de Solon al servicio de A r e s que al de las cido en A t e n a s ; porque por donde quiera que habitase, todos di-
M u s a s ; y reuniendo á los patrióticos sentimientos de Calino ma- rían en torno m í o : « V e d á uno de los Atenienses que han aban-
y o r cultura intelectual, y con ella mayor riqueza de materiales y donado cobardemente á S a l a m i n a (™vSaXa¡itvassT&>v)» '). Y cuan-
de asuntos, compuso poemas c u y a pérdida nunca lloraremos bas- do Solon terminó con las p a l a b r a s : «Vamos á libertar á la bella
tante. Sin embargo, los fragmentos que de ellos se han conserva- S a l a m i n a para librarnos de la deshonra,» dícese que la j u v e n t u d
do nos permiten seguir á aquel hombre generoso y grande en to- de A t e n a s ardía en tales deseos de combatir, que inmediatamen-
das las etapas de.su v i d a '). te se organizó una expedición contra los Megarenses de Salami-
H a c i a la 44. a O l i m p i a d a (604 a. Chr.) compuso Solón su ele- n a , y los Atenienses lograron apoderarse de la isla, que domina-
gía S a l a m i n a , que es de entre todas las suyas en la que más se ron desde entonces, aunque con algunas interrupciones.
observa el ardor de la juventud. L o s antiguos, desde Demóste- Carácter por muchos conceptos muy análogo al de é s t a , tie-
nes 2 ) , c u e n t a n , con diferencias apenas apreciabies, del siguiente ne la elegía de la cual Demóstenes cita un fragmento en su pro-
modo las circunstancias en que esta elegía fué c o m p u e s t a : dispu- ceso contra E s q u i n e s sobre la E m b a j a d a ( § 254). E s t a elegía
tábanse de antiguo la posesión de S a l a m i n a los Atenienses y los está compuesta también en forma de exhortación al pueblo. « Mi
de M e g a r a ; pero aunque el territorio de estos últimos era reduci- c o r a z o n , dice el p o e t a , me ordena denunciar á los Atenienses los
dísimo , los A t e n i e n s e s , cuyo poderío se h a l l a b a aún en la infan- males que al E s t a d o acarrea la a n a r q u í a , y cómo la legalidad
c i a , no habían podido sustraer aquella isla al dominio de los* Do- restablece la tranquilidad y la calma 2 );» Solon llora amarga-
rios, sus v e c i n o s ; y t a n t a s eran las pérdidas que en varias tenta- mente en este su c a n t o el desquiciamiento de la república, la in-
tivas habían sufrido, que no sólo se había abandonado todo pro- solencia y la r a p a c i d a d de los demagogos y la miseria de los po-
yecto de reconquistar á S a l a m i n a , sino que habíase decretado bres , muchos de los cuales habían sido vendidos como esclavos
por la A s a m b l e a popular la imposición de la pena de muerte con- por los r i c o s , y trasportados á lejanas y extrañas tierras. E s ,
tra aquel que osara hacer semejante proposición. E n este estado, p u e s , indudable que esta elegía fué anterior á las leyes de Solon,
se presentó de repente Solon vestido de heraldo y cubierta la ca- puesto que, como es s a b i d o , éstas abolieron la esclavitud por
beza con el sombrero de H e r m e s (m),iov), después de haber pro- d e u d a s , haciendo para en adelante imposible el privar de la li-
palado el rumor de que se había vuelto loco; subió á la piedra bertad al deudor insolvente. L o s siguientes versos nos ofrecen un
d o n d e , en la p l a z a p ú b l i c a , solían colocarse los heraldos, y con cuadro de aquella época desdichada de A t e n a s , mucho más ani-
inspirado acento recitó la elegía que c o m e n z a b a así: «Vengo, m a d o que cualquiera histórica descripción: « L a desventura del
como heraldo, de la bella S a l a m i n a , para cantar al pueblo un p u e b l o , dice S o l o n , penetra en todas las m o r a d a s , sin que baste
poema en v e z de pronunciarle un discurso.» C o m o se v e , fin- á contenerla la puerta que cierra la entrada y separa el vestíbulo
gíase el poeta un heraldo enviado á S a l a m i n a , y y a de regreso de de la plaza pública; ella salva los más altos muros, persigue á su
su misión, y merced á esta n c c i ó n , p o d í a , mejor que por cual- víctima y se apodera de ella aunque se refugie en lo más recóndi-
quier otro medio, describir con colores más vivos la odiada domi- to de su casa 3 ).»
nación de los Megarenses en S a l a m i n a y las tácitas acusaciones
que muchos partidarios de A t e n a s debían hacer á los Atenienses, Otras elegías de Solon son la expresión del contento moderado
y tranquilo que en su autor despertaban los buenos resultados

' ) [ V é a s e el elogio de Solon c o m o p o e t a , que P l a t ó n en el Timeo, p. 21, pone ' ) F r a g m . 2. 3 , de B e r g k .


en b o c a de Cricias.] s) [ F r a g m . 4. V e r s o s 31 y ss.]
s) [ Oración sobre el proceso de la Embajada $ 252.] 3) F r a g m . 4. V e r s o s 27 y ss.
producidos en A t e n a s por sus l e y e s (en el año 3 de la 46. a O l i m - v i n i d a d e s p r o t e c t o r a s de A t e n a s y en la consideración de l a s
p i a d a , 594 a. C h r . ) , en virtud d e l a s c u a l e s el d e m o s ( p u e b l o ) y c o n s e c u e n c i a s s a l u d a b l e s y perniciosas que r e s p e c t i v a m e n t e t r a e n
los aristócratas h a b í a n sido i n v e s t i d o s del p o d e r y de la d i g n i d a d consigo las b u e n a s y las m a l a s a c c i o n e s ; p u e s el a l m a a b a t i d a ó
á que tenían d e r e c h o , de m o d o q u e todos e s t a b a n protegidos por e x a s p e r a d a por el dolor y por los sufrimientos, r e c o b r a la tran-
fuerte e s c u d o 1). P e r o este t o n o de tranquilidad y de c a l m a no quilidad y la c a l m a c u a n d o en ellos reconoce la m a n o de un sér
duró m u c h o t i e m p o , p u e s q u e S o l o n , r e p r o d u c i e n d o á p o c o sus superior y de u n a j u s t i c i a s u p r e m a . Y p r e c i s a m e n t e p a r a S o l o n ,
sentimientos en n u e v a s e l e g í a s , o b s e r v ó c ó m o el pueblo p o c o re- á quien desde m u y t e m p r a n o d o m i n a r o n l a s p a s i o n e s , c u y a men-
flexivo corría á colocarse b a j o e l y u g o de un m o n a r c a ( d e «Pisis- t e e s t a b a c o n s t a n t e m e n t e a b s o r t a en la i n v e s t i g a c i ó n de c u a n t o
t r a t o ) ; y c ó m o , n o y a los d i o s e s , sino l a indiferencia y la a p a t í a p u e d e convenir á la n a t u r a l e z a h u m a n a , que aplicó los resultados
d é l o s c i u d a d a n o s sugerían á P i s i s t r a t o , que h a b í a d e r r o c a d o la li- de sus m e d i t a c i o n e s á su a c t i v i d a d política i n f o r m a n d o en ellos
bertad de A t e n a s , los m e d i o s d e a p o d e r a r s e del poder s u p r e m o s ). s u s l e y e s ; p a r a Solon m á s que p a r a n i n g u n o de sus predecesores,
L a s elegías de Solon eran t a m b i é n la expresión de sus opinio- l a s reflexiones sobre los destinos de la h u m a n i d a d h a b í a n de ser
nes políticas 3 ), y r e f l e j á b a n s e e n e l l a s c o m o en un e s p e j o sus pa- e l e m e n t o importante de la e l e g í a . E n e f e c t o , h a s t a nosotros h a n
trióticos sentimientos, con la p r o s p e r i d a d y d e s v e n t u r a de su pa- l l e g a d o v a r i o s p a s a j e s de esta n a t u r a l e z a : u n o , en que el p o e t a
tria. L a e l e g í a s o l o n i a n a no p o d í a m e n o s de s e r , lo m i s m o que la d i v i d e l a v i d a del h o m b r e en períodos de siete a ñ o s , a s i g n a n d o á
de los d e m á s p o e t a s e l e g i a c o s , r e s u l t a d o de u n a disposición de- c a d a u n o de estos períodos o c u p a c i o n e s e s p e c i a l e s , tanto intelec-
t e r m i n a d a del á n i m o ; y c o m o é s t a e x i g í a también cierta e x c i t a - t u a l e s c o m o físicas ' ) ; o t r o , en que d e s c r i b e los múltiples esfuer-
ción de e s p í r i t u , que en las p o e s í a s de Solon es p r o d u c i d a por z o s de los h o m b r e s , de los c u a l e s n a d i e s a b e si a l c a n z a r á el fruto
el vivo interés que al p o e t a i n s p i r a n los destinos de la r e p ú b l i c a , q u e se p r o m e t e , «porque siendo los dioses los que d i s t r i b u y e n los
los c o n s t a n t e s p e l i g r o s que la a m e n a z a n y l a s c o n t i n u a s preocu- b i e n e s y los m a l e s , el h o m b r e no p u e d e sustraerse al destino que
paciones que en él d e s p i e r t a , c o n s t i t u y e el tono g e n e r a l de e s t a s ellos le señalan» 5 ) . C o n s é r v a n s e t a m b i é n g r a n n ú m e r o de m á x i -
elegías u n a g e n e r o s i d a d y b e n e v o l e n c i a q u e a b r a z a y se e x t i e n d e m a s s a c a d a s de l a s e l e g í a s de S o l o n , d o n d e se r e c o m i e n d a n las
á la h u m a n i d a d entera. C u a n d o el p o e t a quería e x p r e s a r senti- r i q u e z a s , l a s c o m o d i d a d e s y p l a c e r e s sensuales ( q u e q u i z á n o
mientos de n a t u r a l e z a d i v e r s a , y e m p u ñ a n d o l a s a r m a s del sar- a p r o b a r í a u n a moral s e v e r a ) , pero sólo en c u a n t o , según l a s i d e a s
c a s m o y del v i t u p e r i o , a r r e m e t í a c o n t r a sus c o n c i u d a d a n o s y con- d e los G r i e g o s , p o d í a n conciliarse con la j u s t i c i a y c o n el t e m o r á
t e m p o r á n e o s , s e r v í a s e , no del m e t r o e l e g i a c o , sino del troqueo y los d i o s e s ; y p r e c i s a m e n t e m e r c e d á estas sentencias (yvü[iat) se
del y a m b o ; y si a l g u n a v e z s e e n c u e n t r a en sus e l e g í a s q u e j a s y h a c o l o c a d o á Solon entre los poetas gnómicos, y se h a d a d o el nom-
acusaciones, éstas no e r a n sino n e c e s a r i o resultado de su c o n t i n u o bre de e l e g í a s g n ó m i c a s á sus p o e m a s ; d e n o m i n a c i ó n que p u e d e
velar por el bien p ú b l i c o que c a r a c t e r i z a t o d a s sus p r o d u c c i o n e s . tenerse por e x a c t a en c u a n t o p r e d o m i n a en ellos el c a r á c t e r sen-
E l reposo, q u e s i e m p r e s u c e d e á toda fuerte emoción del espíritu tencioso , a u n q u e , por o t r a p a r t e , h a y q u e t e n e r en c u e n t a q u e l a
y de que n e c e s a r i a m e n t e h a b í a d e ser e x p r e s i ó n la e l e g í a , hallá- m e d i t a c i ó n t r a n q u i l a sobre l a s c o s a s h u m a n a s no p u e d e por sí so-
base en la e s p e r a n z a de un p o r v e n i r m e j o r , en la fe en l a s di- l a constituir la e l e g í a . E l e x á m e t r o era la forma m á s a d e c u a d a
p a r a la a p a s i o n a d a expresión de los p r e c e p t o s morales, y es indu-
d a b l e , á j u z g a r por los f r a g m e n t o s que de ellos c o n o c e m o s , que
' ) F r a g m . 5. 6. C o m p l e t a el fragmento 9 un dístico d e D i o d o r o , Exc. Yatic.
L . \ I I a X en Mai script, vet. nova col!. I I , p. 21.
2 ) F r a g m . 11.

») Solon, sin e m b a r g o , c o m p u s o e l e g í a s en que el elemento político domi- 1) F r a g m . 27.


naba menos; c o m o , por e j e m p l o , a q u e l l a en que exhortaba al j o v e n C r i d a s s) F r a g m . 13, versos 63-64. [ E n el discurso de Solon á C r o i s o q u e cita H e -
hijo de su amigo D r ó p i d e , de la n o b l e c a s a de los C é d r i d e s , á obedecer á ródoto 1 , 30 y ss., parece c o m o que se encuentran algunas reminiscencias d e
padre; y aquella otra en que d u r a n t e s u voluntario destierro se despedía de su algunos pasajes de las elegías de S o l o n , en las cuales resalta m á s claramente e l
amigo y huésped F i l o c i p r o , rey de C h i p r e , fragm. 22 19
carácter no histórico de aquella narración y su tendencia típica. ]
LIT. G R . — 1 .
los p r o v e r b i o s de Focílides de M i l e t o (el cual floreció h a c i a la 60. a
p o s i c i o n e s de T e o g n i s c u a n t o se refería á s i t u a c i o n e s y circuns-
O l i m p i a d a , 540 a. C h r . ) , con la c o n o c i d a introducción: « T a m b i é n
t a n c i a s p a r t i c u l a r e s de la v i d a y c u a n t o t e n í a cierto color indivi-
este es de F o c í l i d e s , » fueron c o m p u e s t o s en e x á m e t r o s ' ) .
d u a l , y se formó l a g n o m o l o g í a ó colección de s e n t e n c i a s q u e des-
A la e l e g í a p r o p i a m e n t e dicha p e r t e n e c e n , por el c o n t r a r i o ,
p u é s de v a r i a s r e v i s i o n e s é interpolaciones de f r a g m e n t o s de otros
no sólo por r a z ó n de su a s u n t o , sino t a m b i é n de su f o r m a , l o s
p o e t a s e l e g i a c o s , h a l l e g a d o h a s t a nosotros. S a b e m o s t a m b i é n que
f r a g m e n t o s de Teognis que hoy se c o n s e r v a n ; si bien han llega-
T e o g n i s c o m p u s o e l e g í a s , y e s p e c i a l m e n t e u n a á los M e g a r e n s e s
d o á nosotros de tal m o d o d e s n a t u r a l i z a d o s y en forma tan inin-
sicilianos q u e h a b í a n huido de M e g a r a c u a n d o esta c i u d a d fué si-
teligible , q u e al primer g o l p e de v i s t a , estos f r a g m e n t o s , m á s nu-
t i a d a por G e l o n ( a ñ o 2 de la 74. a O l i m p i a d a , 483 a. C h r . 1); y de
m e r o s o s que los q u e p o s e e m o s de c u a l q u i e r otro p o e t a e l e g i a c o —
i g u a l suerte en n u m e r o s o s p a s a j e s de f r a g m e n t o s g n ó m i c o s en-
p u e s c o n o c e m o s con el n o m b r e de T e o g n i s m á s de 1400 v e r s o s —
c u é n t r a n s e v e s t i g i o s de p o e m a s c o m p u e s t o s p a r a determinadas
p a r e c e n dar m e n o s l u z a c e r c a del c a r á c t e r y de la n a t u r a l e z a de
ocasiones y en c i r c u n s t a n c i a s d a d a s , y que en s u m a no podían di-
la e l e g í a g r i e g a q u e los m u c h o m á s e s c a s o s de S o l o n y de T i r t e o .
ferenciarse m u c h o de l a s e l e g í a s de T i r t e o , de A r q u í l o c o y de
Y a en t i e m p o s de Jenofonte a), T e o g n i s era c o n s i d e r a d o c o m o
S o l o n . C o m o q u i e r a q u e la v i d a política r e p r e s e n t a un p a p e l im-
m a e s t r o de s a b i d u r í a y de v i r t u d , y de entre sus escritos c o n c e -
p o r t a n t í s i m o en estos p o e m a s de T e o g n i s , f u e r z a será que dirija-
díase m á s v a l o r á los q u e c o n t e n í a n i d e a s de g e n e r a l a p l i c a c i ó n
m o s a n t e s u n a r á p i d a o j e a d a al e s t a d o de Megara en a q u e l l a é p o c a .
que á los que se referían á un caso e s p e c i a l ; y c u a n d o m á s t a r d e
se generalizó la m a n í a de s a c a r de l a s o b r a s de los p o e t a s l a s con- M e g a r a , c i u d a d doria p r ó x i m a á A t e n a s , d e s p u é s de h a b e r s e
sideraciones g e n e r a l e s y los a p o t e g m a s 3) d e s c a r t ó s e de l a s c o m - s e p a r a d o de C o r i n t o , h a b í a e s t a d o por l a r g o t i e m p o s u j e t a á l a
p a c í f i c a d o m i n a c i ó n de u n a n o b l e z a dórica que se creía l l a m a d a
al p o d e r s u p r e m o por d e r e c h o de n a c i m i e n t o y por sus v a s t a s po-
' ) S o n p r o b a b l e m e n t e f r a g m e n t o d e u n a e l e g í a , dos disticos" que corren con sesiones territoriales. N o o b s t a n t e , a n t e s de l a p u b l i c a c i ó n de
el n o m b r e d e F o c í l i d e s , d o n d e el p o e t a h a b l a n d o en p r i m e r a p e r s o n a e x p r e s a l a s l e y e s s o l o n i a n a s , T e a g e n e s , a f e c t a n d o identificar su c a u s a
su lealtad y su f i d e l i d a d p a r a con sus amigos. [ E s t o s d í s t i c o s n o pertenecen
con la de l a l i b e r t a d p o p u l a r , logró alzarse c o n el p o d e r abso-
evidentemente á una misma composición. Según B e r g k , fragm. 2 , deben ser,
á j u z g a r por la l e n g u a , d e é p o c a p o s t e r i o r . j T e n e m o s , por el c o n t r a r i o , otro
l u t o . A l c a e r T e a g e n e s , recobrólo la a r i s t o c r a c i a , a u n q u e por bre-
dístico que tiene toda la a p a r i e n c i a d e un a p é n d i c e s a t í r i c o á los g n o m o s ; c a s i v e t i e m p o , p o r q u e l e v a n t á n d o s e el p u e b l o c o n t r a los nobles, fun-
c o m o una p a r o d i a d e sí m i s m o : d ó u n a d e m o c r a c i a q u e no t a r d ó en d e g e n e r a r en un e s t a d o t a l
K a i TÓSE $<ÚXVA¡'SEÜ>- Aáp'.ot v.-xv.oi 0jy Ó ¡xsv, Ó; £' o-j,
ratVTE;, iw.rjv ü p o x í i o v ; - n a : IIpox/ir,; Aspioc.
t i n o á la e n s e ñ a n z a , según r e s u l t a del d i s c u r s o d e I s ó c r a t e s á N i c o c l e s § 43 , y
[ F r a g m . 1 de B e r g k . D e b e v e r s e t a m b i é n en la A,Mol. Palat. 1 1 , 235, el d í s t i c o
P l a t ó n , Leyes 7 , p. 810, e , c o n c u y o s textos se r e l a c i o n a el d e Jenofonte, Memo-
m u y semejante á este a n t e r i o r , del poeta D e m o d o c o , que según el testimonio
rabil. 1 , 6 , 14. L a c o l e c c i ó n que n o s o c u p a h a llegado á nosotros b a j o d o s for-
d e D i o g e n e s L a e r c i o 1 , 84, e r a l e r i o :
mas. L a s e g u n d a se c o n s e r v a c o n el título EAsyeÍMv ¡3' en u n solo m a n u s c r i t o
xat 7Ó0E At¡|j.o5ÓX9u. Xtot xaxoí, ouy i, piv, 6; fi' 0 u ( c o d e x M u t i n e n s i s ) . B e r g k infiere c o n r a z ó n , del h e c h o d e n o a d u c i r a p e n a s
r.á-nz;, TW.Y¡V HpoxXloy;" x a i l l p o x / i r , ; oÉ X:O\J. T e o g n i s o t r o s versos q u e los q u e n o s ofrece esta colección ( f u e r a d e éstos n o
con l a s notas d e B e r g k , Poetae lyriei, p . 442 y 444 d e ]a 3 .a e d i c . E n cuanto al se e n c u e n t r a n c i t a d o s m á s q u e c u a t r o dísticos en A t e n e o y J u a n E s t o b e o . V é a n s e
e x á m e t r o 230 ( a n t e s 2 1 5 ) , i n t i t u l a d o SWX-JXÍSO-J T v,o¡xa : . es d e t o d o p u n t o in- v e r s o s 1121 y ss. d e B e r g k ) , q u e d i c h a c o l e c c i ó n es a n t i q u í s i m a y que la p r i m i -
d u d a b l e que p e r t e n e c e á é p o c a p o s t e r i o r y v e r o s í m i l m e n t e e s d e origen j u d a i c o t i v a d e l a s elegías d e l p o e t a m e g a r e n s e s e p e r d i ó en una é p o c a r e l a t i v a m e n t e
a l e j a n d r i n o , c o m o lo h a d e m o s t r a d o J. B e r n a y s en su excelente e s t u d i o s o b r e temprana.]
la poesía de F o c í l i d e s , B e r l í n , 1856.] ' ) [ L a i n t e r p r e t a c i ó n a r r i b a d a d a , si bien n o c o n i n d u d a b l e a c i e r t o , al pa-
s a j e d e S u i d a s en Q á o y v i ; : gypa'l'ev E/.sys:av s't; xoü; aa>Gsv-a; TWV Supaxo'Jdiwv
"] [ L a exactitud d e las n o t i c i a s d e E s t o b e o , Florilegio 87, i 4 , sobre un escri
EV TÍ, ítoXtopxsa, c o n la c o r r e c c i ó n : EV TV, TWV S u p a x o v v í u v rcoXiopxtx, donde
to d e J e n o f o n t e , c u y o asunto e r a T e o g n i s , h a sido, con r a z ó n , p u e s t a en d u d a
Supaxou-7!uv está c o n t e n i d o c o m o genitivo del s u j e t o , fué y a antes propuesta
por B e r g k y por M e i n e k e . D e l c o m e n t a r i o al p o e t a , en c i n c o l i b r o s , d e o t r o so-
p o r O . M ü l l e r en los Dorier, vol. 2 , p. 509; p. 488 d e la 2.a e d i c . E s t a i n t e r p r e -
crático A n t i s t e n e s , solo c o n o c e m o s el título c i t a d o en D i ó g e n e s L a e r c i o 6 16 ]
t a c i ó n e s , p o r lo m e n o s , t a n i n s e g u r a c o m o l a s t e n t a t i v a s d e o t r o s , y a . d e m o -
) [ T a l e s c r e s t o m a t í a s parecen h a b e r surgido y a en é p o c a a n t e r i o r , con d e s -
d i f i c a r el texto, y a d e d e t e r m i n a r con e x a c t i t u d el asedio d e q u e en él se h a b l a J
de a n a r q u í a y d e s c o n c i e r t o , q u e los e x p u l s a d o s a r i s t ó c r a t a s ha-
¿ Q u i é n podría tolerar esto?» L a s e x p r e s i o n e s buenos y malos (íja8oí.
llaron medios de r e c o n q u i s t a r su p e r d i d o p r e d o m i n i o . A h o r a bien;
eaflWy xaxoí, oet/.o!), que en los últimos t i e m p o s tenían un significa-
l a poesía de T e o g n i s p e r t e n e c e e v i d e n t e m e n t e , á j u z g a r p o r s u
d o p u r a m e n t e m o r a l , e m p l e á b a l a s e v i d e n t e m e n t e T e o g n i s en sen-
c a r á c t e r p o l í t i c o , á la é p o c a e n q u e dió c o m i e n z o esta d e m o c r a -
t i d o p o l í t i c o , q u e r i e n d o designar á los n o b l e s y á los p l e b e y o s ; y
c i a , m á s c e r c a n a q u i z á de l a 70. a O l i m p i a d a (500 a. C h r . ) q u e
a ú n es m á s v e r o s í m i l q u e el u s o de estos v o c a b l o s se f u n d a s e en
de la 60. a (540 a. C h r . ) ; p o r q u e a u n q u e T e o g n i s , s e g ú n testimo-
l a c o n v i c c i ó n q u e a b r i g a b a el p o e t a de que sólo p u e d e n e s p e r a r s e
nio de los a n t i g u o s , nació a n t e s de l a 60. a O l i m p i a d a , resulta d e
sentimientos nobles y u n a c o n d u c t a h o n r a d a , de h o m b r e s de ilus-
sus propios v e r s o s , q u e v i v í a en la é p o c a de l a s g u e r r a s m é d i c a s
tre p r o g e n i e y m i e m b r o s de u n a f a m i l i a de m u y a n t i g u o e x p e r i -
( 7 5 . a O l i m p i a d a , 480 a. C h r . 1). E n los E s t a d o s de la G r e c i a an-
m e n t a d a en l a p a z y en la g u e r r a . D e aquí q u e , sobre t o d o , se
t i g u a iban g e n e r a l m e n t e a c o m p a ñ a d a s e s t a s r e v o l u c i o n e s , de u n a
l a m e n t a de que los b u e n o s , e s t o e s , los n o b l e s , no s e a n m á s esti-
distribución de l a s v a s t a s p o s e s i o n e s territoriales de la n o b l e z a
m a d o s que los r i c o s , y de que l a s r i q u e z a s sean o b j e t o e x c l u s i v o
entre los p l e b e y o s (ySjc ávaSautioi)—leyes a g r a r i a s por e x t r e m o p e -
de g e n e r a l a m b i c i ó n . « N a d i e e s t i m a m á s q u e la o p u l e n c i a , y por
l i g r o s a s ; — y p r e c i s a m e n t e u n a n u e v a división del territorio m e g a -
ella el b u e n o se c a s a con la h i j a del m a l o , y el m a l o con l a h i j a
r e n s e , h e c h a por el p a r t i d o d e m o c r á t i c o , h a b í a p r i v a d o á T e o g -
del b u e n o . L a s r i q u e z a s m e z c l a n l a s r a z a s (N>.O0-O; E¡¿T£E YSVO;). No
n i s , que á la s a z ó n se h a l l a b a a u s e n t e , del rico p a t r i m o n i o q u e l e
t e m a r a v i l l e , p u e s , oh h i j o de P o l i p a i s , que la r a z a de los c i u d a -
l e g a r a n sus p a d r e s . E l p o e t a , p u e s , a s p i r a á v e n g a r s e de a q u e l l o s
d a n o s p i e r d a su e s p l e n d o r c u a n d o los b u e n o s y los m a l o s se m e z -
q u e le h a b í a n d e s p o j a d o de s u s b i e n e s , m i e n t r a s que sólo h a b í a
c l a n y se confunden» ' ) . E s t a s q u e j a s t o m a n c i e r t a m e n t e en la-
podido s a l v a r su v i d a c o m o u n p e r r o que l u c h a c o n c u a n t o se
b i o s de T e o g n i s un a c e n t o m á s doloroso y de m á s p r o f u n d a a m a r -
opone á su p a s o p a r a a t r a v e s a r á n a d o un torrente 5), c u a n d o el
g u r a , p o r q u e h a b i e n d o el p o e t a m o s t r a d o deseos de casarse c o n
grito de la grulla que a n u n c i a l a é p o c a de d a r c o m i e n z o á los tra-
u n a j o v e n á quien a m a b a , h a b í a sido r e c h a z a d o por los p a d r e s
b a j o s agrícolas, le r e c u e r d a s u s fértiles c a m p o s l a b r a d o s a h o r a por
de su a m a d a , q u e prefirieron p a r a esposo de ésta á un p l e b e y o 2 );
manos extrañas 3 ). E n e f e c t o , e s t o s f r a g m e n t o s están p l a g a d o s de
p e r o l a m u c h a c h a , que c a u t i v a d a de la noble progenie de T e o g -
alusiones á l a s v i o l e n c i a s p o l í t i c a s de este g é n e r o q u e solían a c o m -
n i s , o d i a b a á su innoble p r o m e t i d o , fué, d i s f r a z a d a , en b u s c a del
p a ñ a r en G r e c i a á los t r i u n f o s de l a d e m o c r a c i a . U n a de l a s m e -
p o e t a , « l i g e r a , d i c e , c o m o un p a j a r i l l o » 3 ) . R e u n i e n d o y coleccio-
d i d a s f a v o r i t a s de los n u e v o s p o d e r e s , consistía siempre en t a l e s
n a n d o diversos p a s a j e s , p u e d e f o r m a r s e t a m b i é n un b r e v e poe-
c a s o s , en recibir en el seno d e la m u n i c i p a l i d a d s o b e r a n a á los
m a a m o r o s o , en el c u a l la j o v e n es la m a n t e n e d o r a del honor de
p e r i e c o s , esto e s , á los a g r i c u l t o r e s q u e , o c u p a d o s en sus t a r e a s
su c l a s e , y no sus tiránicos y orgullosos p a d r e s . E s e v i d e n t e que
a g r í c o l a s , e s t a b a n e x c l u i d o s d e t o m a r p a r t e en el gobierno. C o n
t o d o c u a n t o tiene relación c o n e s t a a m o r o s a h i s t o r i a , d e b i ó en un
este m o t i v o , d i c e T e o g n i s 4): « O h , C i r n o , esta c i u d a d es a ú n la
p r i n c i p i o estar c o n t e n i d o en u n a m i s m a e l e g í a .
m i s m a c i u d a d ; p e r o a h o r a l a h a b i t a un p u e b l o d i f e r e n t e , q u e n o
c o n o c í a a n t e s t r i b u n a l e s ni l e y e s , que v e s t i d o c o n pieles de c a b r a P o r lo que h a c e á la reunión de estos f r a g m e n t o s en e l e g í a s
l a b r a b a los c a m p o s , y q u e , c o m o t í m i d o c e r v a t i l l o , se m a n t e n í a e x t e n s a s y c o m p l e t a s , d e b e o b s e r v a r s e que t o d a s e s t a s q u e j a s ,
siempre a l e j a d o de la p o b l a c i ó n ; y he a q u í , oh h i j o de P o l i p a i s , e x h o r t a c i o n e s y m á x i m a s p o l í t i c a s van d i r i g i d a s á un j o v e n ami-
que los que en otro t i e m p o e r a n los b u e n o s , son a h o r a los m a l o s . g o del p o e t a , á C i r n o , h i j o de P o l i p a i s 4), c u y o nonibre aparece

' ) V e r s o s 189 y ss.


2) V e r s o s 261 y ss.
' ) [ N o puede asegurarse si los d o s versos 764 y 775 a l u d e n á la primera g u e -
3) V e r s o s 1097-1098. [Muy semejante e s el pensamiento que encierran los ver-
rra m é d i c a y a c o m e n z a d a , ó sólo á l a conquista de las c i u d a d e s jónicas. 1
sos 257 á 260, en los c u a l e s parece expresarse t a m b i é n el odio c o n t r a u n m a r i -
2) V e r s o s 345 y ss. de B e k k e r .
d o de inferior condición.]
3) V e r s o s 1197 7 s s -
4) Elmsley h a o b s e r v a d o q u e IIo).yjtaf8r¡ debe leerse c o m o denominación pa-
*) V e r s o s 53 y ss.
t r o n í m i c a . C o n f i r m a plenamente esta observación el h e c h o d e q u e ¡loA'j-aíor]
muy á menudo en estos f r a g m e n t o s ; y que cuando en lugar de
pero para tí, el dolor por los males de otro es pasajero y fu-
éste se encuentra otro nombre cualquiera, ó el asunto de la elegía
g a z » ' ) . — « Y o te he dado alas con que puedas remontarte sobre
es distinto ó está tratado de diverso modo. Así, por ejemplo, con-
el mar y sobre la tierra, y siempre estarás presente en los ban-
sérvase aún un fragmento bastante extenso de una elegía diri-
quetes donde los jóvenes cantarán en tu honor al son armonioso
gida por T e o g n i s á un amigo suyo nombrado Simónides, en la
de la flauta. E n los tiempos venideros, tu nombre será querido
época de aquella revolución de que en los poemas dirigidos á Cir-
por cuantos aman el canto, mientras que el sol y la tierra existan.
no se habla como de acontecimiento y a pasado. E n dicho p a s a j e
E n c a m b i o , tú apenas me respetas, y me engañas con palabras
se representa la s u b l e v a c i ó n , en la imagen, frecuentemente em-
como se engaña á un niño» 2 ) . C l a r a m e n t e se v e que Cirno no
p l e a d a , de una n a v e combatida por las olas y por el huracán,
depositaba en T e o g n i s toda la confianza que éste hubiera desear
c u y a tripulación, deponiendo al hábil piloto, confía el timón al
d o ; y es asimismo indudable que este afectuoso l e n g u a j e y estas
más ignorante grumete. « E s t o , añade el p o e t a , manifiéstese al
dulces reconvenciones eran dirigidos por T e o g n i s al hijo de P o -
bueno en lenguaje enigmático, aunque el m a l o , si tiene entendi-
lipais en el sentido de las puras y nobles costumbres dorias pri-
miento, también pueda comprenderlo» '). C l a r a m e n t e se ve que
mitivas; y que de ningún modo deben verse en ellos, ni remota-
este poema fué compuesto en la época del terror, que encade-
m e n t e , ningún género de inmorales relaciones con las cuales no
naba hasta la p a l a b r a , mientras q u e , por el contrario, en sus
estaría de acuerdo el elogio que el poeta hace al joven de la v i d a
poesías dedicadas á C i r n o , T e o g n i s emite franca y desembaraza-
conyugal, ni el consejo que le da, de que contraiga matrimonio 3 ).
damente sus opiniones; y tan lejos está de ocultar el odio que pro-
C i r n o , por otra p a r t e , ha llegado y a á una edad en que puede
fesa al partido democrático, que expresa su deseo de beber algún
ser enviado en calidad de embajador sagrado ( Gstúpá; ) á Delfos,
día la sangre de los que le habían despojado de sus bienes s ).
p a r a traer un oráculo á la c i u d a d ; y Teognis le exhorta á conser-
E n cuanto á las relaciones que entre Cirno y T e o g n i s media- v a r l o fielmente en la memoria sin a g r e g a t ni omitir una sola pa-
ban , parece indudable que el hijo de Polipais era un joven de no- labra 4 ).
ble prosapia á quien el poeta profesaba tierno y paternal cariño, L o s poemas de T e o g n i s , aun en su forma a c t u a l , nos traspor-
y á quien trataba de hacer «bueno» en el sentido que él d a b a á tan al medio de un círculo de amigos que formaban casi una so-
esta palabra. E l afecto que T e o g n i s mostraba á Cirno debía ser ciedad de comensales por el estilo de las Philitias 5 ) que de muy
mucho más profundo en las elegías completas, de lo que á prime- antiguo existían en E s p a r t a y en M e g a r a . E s t a s sociedades po-
ra vista parece cuando se j u z g a sólo por los fragmentos gnómicos dían estar destinadas á reanimar y mantener las tendencias y as-
que han llegado hasta nosotros, y en los cuales el nombre de Cir- piraciones aristocráticas, á semejanza de los banquetes públicos
no no es en realidad más que una voz expletiva. Consérvanse de E s p a r t a , los cuales se nos describen como asambleas de no-
aún algunos pasajes que nos dan idea e x a c t a de sus relaciones: bles. T e o g n i s mismo representa á aquellos que, según las primi-
«Cirno, dice el p o e t a , cuando tú sufres, todos lloramos contigo; tivas constituciones de M e g a r a ejercían el poder supremo, como
las únicas personas con quienes se debía beber y sentarse á la

no se encuentra j a m á s delante de u n a consonante, y en c a m b i o se la halla nue-


ve veces d e l a n t e de vocal y en pasajes donde el verso requiere un dáctilo E x i s - ' ) V e r s o s 655 y ss. .
te estrecha relación entre las arengas donde se encuentran los nombres de K-ipvs 2) V e r s o s 237 y ss.
y IIo).UT:x'.8/;. Ilo/.vzaf; es sinónimo de ambos significan rico pro- 3) V e r s o 1225.
pietario. 1
*) V e r s o s 805 y ss.
5) [ L a opinión emitida por O . Müller en sus Dorier, vol. 2, p . 274 de la 2.a
Véanse 'versos 667 á 682. E n c u é n t r a s e u n a alusión manifiesta al y-?- i v a o a s -
\x'j;. de que hemos h a b l a d o en los v e r s o s : e d i c . , de que la forma c-.At-ia fuera el antiguo nombre espartano de estas aso-
•/procera o' ip^á?o-jti p:'r„ xó<j¡j.o; g' axóm'/.zv, c i a c i o n e s , convertido m á s t a r d e , por irrisión, en ¡petotria descansa en un error.
<J>-.StT!a es la denominación p r i m i t i v a ; oü.'m-x u n a frase explicativa de aquélla,
' ) Verso 349.
8" ^ ™ b a s t a n t e posterior. V é a s e A h r e n s , de dialecto dórica, p. 85. ]
m e s a , y l a s ú n i c a s t a m b i é n á q u i e n e s todos debían esforzarse en C o m o q u i e r a que las p o e s í a s de T e o g n i s están p l a g a d a s de
a g r a d a r ' ) . E s , p u e s , e v i d e n t e q u e todos los a m i g o s n o m b r a d o s alusiones á los b a n q u e t e s , estos f r a g m e n t o s q u e aún se conser-
por T e o g n i s , y n o sólo C i r n o y S i m ó n i d e s , sino t a m b i é n O n o m á - v a n , pueden d a r n o s u n a idea c l a r a y e x a c t a de l a s c i r c u n s t a n c i a s
crito, Clearisto, Democles , D e m o n a x y T i m á g o r a s , pertenecían e x t r í n s e c a s q u e a c o m p a ñ a b a n á la e l e g í a . T e r m i n a d a l a c o m i d a ,
a la clase de los « b u e n o s , » p o r m á s q u e l a s m á x i m a s políticas n o l l e n á b a n s e l a s c o p a s p a r a la l i b a c i ó n s o l e m n e y dirigíase á los
v a y a n d i r i g i d a s m á s q u e á C i r n o . L a s v i c i s i t u d e s de la v i d a d e d i o s e s , e s p e c i a l m e n t e á A p o l o , u n a p l e g a r í a q u e en m u c h a s co-
c a d a uno de estos a m i g o s y l a s c u a l i d a d e s de q u e c a d a u n o d e m a r c a s de G r e c i a se c o n v e r t í a en un P e a n ; y aquí d a b a comien-
ellos h a c í a g a l a en los b a n q u e t e s , d a b a n m a r g e n á elegías d i v e r s a s z o la p a r t e m á s alegre y m á s t u r b u l e n t a , á l a c u a l T e o g n i s , c o m o
y p r o b a b l e m e n t e b r e v e s . Y a l a m e n t a e l p o e t a un v i a j e d e s g r a c i a - P í n d a r o , d e n o m i n a xwjioc; si bien esta p a l a b r a en su sentido m á s
d o de C l e a r i s t o y le p r o m e t e p r e s t a r l e la a y u d a á que tiene dere- e s t r i c t o , significa el alegre y ruidoso p a s e o de los c o m e n s a l e s ,
c h o por sus a n t i g u a s y e s t r e c h a s r e l a c i o n e s de familia 2); y a au- d e s p u é s de la c o m i d a ' ) . A h o r a b i e n ; el C ó m o s e x i g í a a c o m p a -
g u r a un próspero v i a j e p o r m a r á este m i s m o ó á otro a m i g o 3).
ñ a m i e n t o d e flauta *); y así T e o g n i s h a b l a en m u c h o s p a s a j e s del
E n una e l e g í a se d e s p i d e d e S i m ó n i d e s , c o m o p r e s i d e n t e de la flautista q u e a c o m p a ñ a b a los p o e m a s c a n t a d o s m i e n t r a s los co-
s o c i e d a d , y le e x h o r t a á d a r a m p l i a l i b e r t a d á los c o m e n s a l e s , á mensales bebían 3); al p a s o q u e , por el c o n t r a r i o , r a r a v e z men-
no detener al que desee a b a n d o n a r l a , á d e j a r d e s c a n s a r al que ciona la lira y l a c í t a r a (ó f o r m i n g e ) , si no c u a n d o h a b l a del can-
d u e r m e , etc. ' ) ; y en o t r a , d i r i g i é n d o s e á O n o m á c r i t o , d e p l o r a to d u r a n t e la libación solemne E s t a é r a l a o c a s i ó n oportu-
l a s c o n s e c u e n c i a s de la g u l a 5). P o c o s de estos c a n t o s p a r e c e n na p a r a l a elegía, que e n t o n a b a c o n a c o m p a ñ a m i e n t o de flauta
h a b e r l o g r a d o t r a s p a s a r l a s b a r r e r a s de este círculo de a m i g o s ; u n o de los c o m e n s a l e s , dirigiéndose y a á t o d o s los c o n c u r r e n t e s ,
si bien la f a m a de T e o g n i s , m e r c e d á los v i a j e s del p o e t a , h a b í a s e y a t a m b i é n c o m o e r a c o n s t a n t e uso en T e o g n i s , á sólo u n o d e
p r o p a g a d o , c u a n d o él ^ún v i v í a , á c o m a r c a s m u y l e j a n a s de M e - ellos.
gara B ), y sus e l e g í a s e r a n c a n t a d a s en m u c h o s b a n q u e t e s 7 ).
R é s t a n o s h a b l a r a q u í de otro p o e t a c u y a s o b r a s ofrecen un
c a r á c t e r m u y diverso del q u e r e v i s t e n l a s q u e h a s t a a h o r a h e m o s
1)
e x a m i n a d o de los otros e l e g i a c o s . N o e r a este un h o m b r e del
Versos 33 y ss.
5) V e r s o 511. p u e b l o , un h o m b r e de E s t a d o , sino un filósofo de c u y a i m p o r t a n -
3) Versos 691-692. c i a en m a t e r i a de e s p e c u l a c i ó n m e t a f í s i c a , t r a t a r e m o s en otro lu-
*) V e r s o s 467 y ss. [Según B e r g k , los versos 476 á 496, forman una elegía g a r . Jenófanes de C o l o f o n q u e , h a c i a l a 68. a O l i m p i a d a (508 a.
completa.]
C h r . ) f u n d ó la r e n o m b r a d a e s c u e l a de E l e a , h a b í a y a e x p r e s a d o
s) V e r s o s 503 y ss. [Acerca d e l a r r i b a nombrado O n o m á c r i t o , véase á B e r g k 1
s ) ¡Versos 22 y s s . ]
en diversas e l e g í a s c u a n d o aún h a b i t a b a en C o l o f o n , sus i d e a s
y sus sentimientos sobre l a s c o s a s que le r o d e a b a n 5 ). S u s e l e g í a s ,
' ) E l mismo T e o g n i s habla d e s u s viajes á S i c i l i a , E u b e a y E s p a r t a , ver-
sos 783 y ss. E n S i c i l i a c o m p u s o la e l e g í a , y a en el texto mencionada, p a r a c o m o las de A r q u í l o c o , S o l o n , T e o g n i s , e t c . , e s t a b a n destina-
sus conciudadanos los h a b i t a n t e s d e M e g a r a H i b l e a , colonos de Megara. E n d a s á ser r e c i t a d a s en los b a n q u e t e s ; e n c o n t r a m o s en A t e n e o 6),

E u b e a debió componer los v e r s o s 891 á 894. E n c u é n t r a n s e en ellos m u c h a s alu- un f r a g m e n t o b a s t a n t e e x t e n s o en el c u a l se describe c o n g r a n


siones a E s p a r t a ; y el pasaje v e r s o s 881 á 885 está sacado probablemente d e
u n a elegía de Teognis á un a m i g o s u y o espartano, que poseía u n a viña en el
T a i g e t o . L o s versos 1209 y 1211 y ss. son los m á s enigmáticos y de explicación
' ) V é a s e T e o g n i s , versos 829, 940, 1046, 1065, 1207.
m a s difícil, y es poco menos q u e imposible conciliarios con las c i r c u n s t a n c i a s
s) V é a s e p. 184.
que de la v i d a de T e o g n i s c o n o c e m o s . [ E s m u y posible que estos versos c o m o
3) V e r s o s 2 4 1 , 761, 825, 941, 975, 1041, 1056, 1065.
los y a antes mencionados, del 891 á 894, no sean de T e o g n i s . E s por otra parte
indudable que las colecciones q u e h a s t a nosotros h a n llegado contienen versos *) V e r s o s 534, 7 6 1 , 791.
5) E n c o n t r a m o s , sin e m b a r g o , en Diógenes L a e r c i o 9, 19, versos elegiacos
de otros poetas, si bien las t e n t a t i v a s h e c h a s m u y especialmente por H a r t u n g
p a r a nombrar a c a d a uno de sus a u t o r e s , solo raras veces tienen verdadero fun- de Jenófanes donde habla de su e d a d d e noventa y dos años y de sus muchos
damento. ] viajes á Grecia.
6) [ 1 1 , 462, c , de B e r g k , p. 476 y ss.]
e x a c t i t u d y e l e g a n c i a el c o m i e n z o de un b a n q u e t e y se e x h o r t a á
en l a c o m p o s i c i ó n de u n a e l e g í a en honor de los héroes m u e r t o s
los c o m e n s a l e s á c a n t a r (en v e r s o s e l e g i a c o s ) , una v e z termina-
en la b a t a l l a de M a r a t ó n ( e n el año 3 de la 72. a O l i m p i a d a . 490
das l a s l i b a c i o n e s y los h i m n o s en a l a b a n z a de los d i o s e s , m a -
a. C h r . ) E l a n t i g u o b i ó g r a f o de E s q u i l o que refiere esta histo-
r a v i l l o s a s h a z a ñ a s y el elogio de la v i r t u d , en v e z de c e l e b r a r l a s
ria ' ) , a ñ a d e á g u i s a de e x p l i c a c i ó n , que la e l e g í a reclamaba
i n v e n c i o n e s de los a n t i g u o s p o e t a s sobre los c o m b a t e s de los T i t a -
u n a d u l z u r a de s e n t i m i e n t o m u y a j e n a al c a r á c t e r del p o e t a cu-
n e s , de los G i g a n t e s y de los C e n t a u r o s , y o t r a s ficciones de este
y a v i d a e s c r i b í a . E l célebre p a s a j e lírico que contiene l a s q u e j a s
g é n e r o . Infiérese de aquí q u e J e n ó f a n e s no g u s t a b a de los entre-
de D a n a e 5), y otros f r a g m e n t o s de la poesía de S i m ó n i d e s q u e
tenimientos v u l g a r e s con q u e sus c o n c i u d a d a n o s a m e n i z a b a n los
a ú n se c o n s e r v a n , son c l a r a p r u e b a de que su autor p o s e í a en al-
b a n q u e t e s ; así c o m o de otros f r a g m e n t o s se d e d u c e con m á s cla-
to g r a d o l a c u a l i d a d que f a l t a b a á E s q u i l o , y de q u e e r a g r a n co-
ridad q u e J e n ó f a n e s j u z g a b a l a v i d a de los G r i e g o s desde la e l e v a -
nocedor de los efectos p a t é t i c o s ; a s í , es m á s que v e r o s í m i l que en
d a esfera de s u s aficiones filosóficas. N o solo c e n s u r a en los Colo-
la e l e g í a á los h é r o e s m u e r t o s en la b a t a l l a de M a r a t ó n , así c o m o
foneos el l u j o que h a b í a n t o m a d o de los L i d i o s ' ) , sino que con-
en la que c o m p u s o á los que s u c u m b i e r o n en el c o m b a t e de P l a -
d e n a t a m b i é n la falsa opinión de los G r i e g o s q u e tenían en m á s
tea 3), no d e j a s e de l a m e n t a r la p é r d i d a de t a n t o s v a l i e n t e s , y
e s t i m a al v e n c e d o r o l í m p i c o en la c a r r e r a y en la l u c h a , q u e al
de e x p r e s a r el p r o f u n d o dolor de l a s v i u d a s y de los huérfanos,
h o m b r e s a b i o s ) ; s e n t e n c i a q u e d e b í a p a r e c e r terrible h e r e j í a á los
cosa p e r f e c t a m e n t e c o n f o r m e c o n los sublimes p a t r i ó t i c o s arran-
G r i e g o s sus c o n t e m p o r á n e o s .
ques que brillan en estos p o e m a s , e s p e c i a l m e n t e al final d e los
P r o p o n i é n d o n o s seguir en esta p a r t e la historia de l a s diver- m i s m o s . S i m ó n i d e s , lo m i s m o que A r q u í l o c o y otros p o e t a s , e m -
sas m a n i f e s t a c i o n e s de la p o e s í a h a s t a la é p o c a de l a s g u e r r a s pleó la e l e g í a c o m o c a n t o f ú n e b r e ; l a A n t o l o g í a g r i e g a c o n t i e n e
m é d i c a s , f u e r z a nos es h a b l a r a h o r a de Simónides de C e o s / f a m o s o al m e n o s m u c h o s p a s a j e s de S i m ó n i d e s que m á s que e p i g r a m a s
p o e t a lírico c o n t e m p o r á n e o de P í n d a r o y de E s q u i l o , a u n q u e de p a r e c e n f r a g m e n t o s de e l e g í a s m á s e x t e n s a s en q u e el p o e t a llo-
m á s e d a d que ellos, y el c u a l se distinguió t a n t o en la e l e g í a , q u e r a b a c o n l a s t i m e r o s a c e n t o s , que p a r t í a n de lo m á s p r o f u n d o de su
es de todo p u n t o i m p o s i b l e cerrar la serie de estos antiguos c o r a z o n , l a m u e r t e de personas queridas. U n e j e m p l o de esto n o s
m a e s t r o s en este g é n e r o , sin darle en ella c a b i d a . S e a s e g u r a ofrecen los v e r s o s de G o r g o que, y a m o r i b u n d a , d i c e á su m a d r e :
que en un a g ó n o r g a n i z a d o p o r los A t e n i e n s e s , al cual concurrie- « Q u é d a t e a q u í al l a d o de mi p a d r e , y sé con m e j o r suerte m a d r e
ron los p r i n c i p a l e s p o e t a s , S i m ó n i d e s v e n c i ó al m i s m o E s q u i l o de o t r a h i j a que te c u i d e en la v e j e z » 4 ).

V e m o s en este n u e v o e j e m p l o , de c u á n t o s d i v e r s o s c a r a c t e r e s
e r a susceptible la e l e g í a en m a n o s de p o e t a s d i f e r e n t e s , p u e s y a
) L a s mil personas vestidas de púrpura que antes de la época de los tiranos se
reunían, según Jenófanes (Filocoro en A t e n e o 12, p. 526, a ) en la plaza pública, se nos m u e s t r a d u l c e y p a t é t i c a , y a viril y robusta. N o es esta, sin
t o m a b a n evidentemente u n a burguesía ( r . o l h v ^ a ) más limitada que aquellas e m b a r g o , u n a r a z ó n p a r a d i v i d i r l a y clasificarla en otros t a n t o s
que en estas épocas a r i s t o c r á t i c a s , en las cuales las antiguas aristocracias he- g é n e r o s d i v e r s o s , c o m o , por e j e m p l o , en elegía m i l i t a r , política,
reditarias se trasformaban en d e m o c r a c i a s , existían en R e g i ó n , Locri', Crotona
s i m p ó t i c a , e r ó t i c a , fúnebre y sentenciosa; p o r q u e , por una p a r t e ,
A g n g e n t o y C u m a s en la E o l i a . ¡ Si la hipótesis de B e r g k , según la cual estos
versos F r a g m . 3) pertenecieron á la Ko).o ? í,vo ? , es e x a c t a , debemos re- á v e c e s e l e g í a s de c a r á c t e r d i v e r s o se c o m b i n a b a n f o r m a n d o un
c o r d a r lo que m á s arriba, pág. 186, hemos observado a c e r c a del carácter de las m i s m o p o e m a ; y por o t r a , p u e d e decirse que los límites que se-
elegías de M i m n e r m o , con tanta m á s razón cuanto que también era colofoneo p a r a n á c a d a u n o de estos distintos géneros no están t a m p o c o
F o r lo d e m á s , verosímilmente el d a t o esticométrico que se encuentra en D i ó -
genes L a e r c . 0 9 , 20, en que se dice de Jenófanes: SE KO).0?6VO?

' ) [ P . 119, 45 de W e s t e r m a n n . ]
/.T^V -/.CD TOV E1? 'EAE«V TTJC ' W A C ¿TTOIX^BV W ,es i n e x a c t o , porque el 2 ) [ F r a g m . 37 de B e r g k . ]
numero d e 2000 versos se refiere á toda la colección de poesías de Jenófanes 3) [ T a m b i é n la batalla d e S a l a m i n a fué verosímilmente asunto de una elegía.
pues Diogenes sin duda no se ha t o m a d o el t r a b a j o , vicio en él muy frecuente'
V é a s e B e r g k , Poetae lyrici., p. 1145.]
de citar todos los títulos de las mismas.]
*) [ E s t o s versos no s o n , como supuso Schneidevvin, de u n a elegía, sino que
"-) [ E n Ateneo 10, p. 413-414. F r a g m . 2.]
formaban un epigrama. V é a s e B e r g k , fragm. 116.]
bien definidos, pues q u e l a e l e g í a era casi siempre s i m p ó t i c a por
por a n a l o g í a c o n los v e r d a d e r o s e p i g r a m a s , se dió este m i s m o
la ocasión que la m o t i v a b a , y en la m a y o r p a r t e de los c a s o s t a m -
n o m b r e y e x p r e s á r o n s e en la m i s m a f o r m a , l a s i d e a s y pensa-
bién p o l í t i c a , por r a z ó n d e su a s u n t o ; a d e m á s , la e l e g í a , conser-
mientos q u e , d e s p e r t a d o s por la p r e s e n c i a de un o b j e t o c u a l q u i e -
v a n d o siempre este c a r á c t e r f u n d a m e n t a l , revestía otro c a r á c t e r
r a , p o d í a n servir á éste de inscripción. L a p r e f e r e n c i a q u e p a r a
que podríamos l l a m a r s e c u n d a r i o : e r ó t i c o , l a s t i m e r o ó g n ó m i c o .
este fin se o t o r g ó á la f o r m a e l e g i a c a , n a c i ó sin d u d a de l a estre-
S o b r e e x c i t a d o por a c o n t e c i m i e n t o s y c i r c u n s t a n c i a s e x t e r n a s , el
c h a y n a t u r a l c o n e x i ó n de los epitafios c o n los cantos fúnebres, los
p o e t a , y a en los b a n q u e t e s en que se h a l l a n reunidos sus a m i g o s ,
c u a l e s , c o m o y a h e m o s v i s t o , c o m p o n í a n s e desde los p r i m e r o s
y a en a s a m b l e a s m á s n u m e r o s a s , d a r i e n d a s u e l t a á su i m a g i n a -
t i e m p o s en a q u e l m e t r o ; p e r o así c o m o la e l e g í a a b a r c a b a l a s re-
c i ó n , y f o r m a p o é t i c a á s u s propios sentimientos. L a libre y espon-
l a c i o n e s t o d a s de la v i d a h u m a n a susceptibles de p r o d u c i r u n a
t á n e a expresión de los s e n t i m i e n t o s c o n s t i t u y e , en efecto, la esen-
e m o c i ó n v i v a , así t a m b i é n el e p i g r a m a p o d í a figurar lo m i s m o en
c i a de la e l e g í a g r i e g a . L a l i b e r t a d y la e x p a n s i ó n c o n d u c e n nece-
un m o n u m e n t o b é l i c o , q u e sobre la t u m b a de un p a r i e n t e ó de un
s a r i a m e n t e á la t r a n q u i l i d a d y á la c a l m a ; y d e s e m b a r a z á n d o s e
a m i g o . L a s i m p l e i n d i c a c i ó n , h e c h a de un m o d o e l e g a n t e y con-
e n t o n c e s el ánimo de s u s t e m o r e s y de s u s c u i d a d o s , l l e g a á un
ciso, del s i g n i f i c a d o de un o b j e t o c u a l q u i e r a ó del uso á q u e se l e
e s t a d o de s u p r e m a q u i e t u d al t e r m i n a r del p o e m a . C u a n d o l a na-
d e s t i n a , c o m o , por e j e m p l o , en u n a o f r e n d a , el n o m b r e de la
ción g r i e g a entró en el p e r í o d o en q u e las m á x i m a s g e n e r a l e s de
p e r s o n a q u e la h a c í a , el dios á q u i e n e s t a b a d e d i c a d a y el a s u n t o
c o n d u c t a , r e s u l t a d o de l a c o n t e m p l a c i ó n de la v i d a h u m a n a , prin-
q u e r e p r e s e n t a b a , era t e n i d a por los a n t i g u o s en g r a n d e e s t i m a ;
cipiaron á e x p r e s a r s e en f o r m a de p r o v e r b i o s — p e r í o d o q u e co-
y á m e n u d o se a t r i b u í a n á los p o e t a s m á s f a m o s o s , e p i g r a m a s q u e
m e n z ó con los S i e t e S a b i o s — l o s p o e t a s e l e g i a c o s e m p l e a r o n e s t a s
no tenían otro m é r i t o que el de ser b r e v e s y c o m p l e t o s , y el de
m á x i m a s p a r a h a c e r p a s a r al espíritu de la a g i t a c i ó n á la c a l m a .
e s t a r c o m p u e s t o s en un m e t r o p e r f e c t a m e n t e a d e c u a d o al pen-
E n este s e n t i d o , p u e d e c o n s i d e r a r s e c o m o gnómica la e l e g í a de S o -
s a m i e n t o que e x p r e s a b a n . E n g e n e r a l , sin e m b a r g o , t e n d í a el epi-
Ion , de T e o g n i s y de J e n ó f a n e s , si bien n u n c a se la p u e d e s u p o n e r
g r a m a á e n n o b l e c e r el a s u n t o m e r c e d á la e l e v a c i ó n de la i d e a
una r a m a e s e n c i a l m e n t e d i s t i n t a de los d e m á s géneros e l e g i a c o s .
y á l a s b e l l e z a s del l e n g u a j e ; p e r o no e r a c u a l i d a d e s e n c i a l del
P a r é c e n o s este el m o m e n t o m á s o p o r t u n o p a r a h a b l a r , siquie- e p i g r a m a g r i e g o e l v i v o colorido de l a s i m á g e n e s y l a a g u d e z a de
r a sea b r e v e m e n t e , d e u n g é n e r o p o é t i c o s e c u n d a r i o , del epigra- i n g e n i o q u e h o y se e x i g e en a q u e l g é n e r o de c o m p o s i c i ó n , sino
ma, c u y a f o r m a m á s a p r o p i a d a e r a la e l e g i a c a ; si bien se c o m p o - q u e ú n i c a m e n t e se requería q u e la i d e a p r i n c i p a l e s t u v i e s e con-
nían t a m b i é n e p i g r a m a s e n otros m e t r o s , por e j e m p l o , en e x á m e - t e n i d a t o d a e n t e r a en los estrechos límites d e pocos dísticos y al
t r o s , c o m o los a t r i b u i d o s á H o m e r o '). E l e p i g r a m a fué en su ori- m i s m o t i e m p o e x p u e s t a c o n c l a r i d a d suficiente p a r a que p u d i e r a
g e n , c o m o su m i s m o n o m b r e lo i n d i c a , la inscripción g r a b a d a e n ser c o m p r e n d i d a por el auditorio. M e r c e d á e s t o , el e p i g r a m a ad-
u n a p i e d r a s e p u l c r a l a ) , e n l a s t a b l a s v o t i v a s de un t e m p l o ó en quirió en los p o e t a s a n t i g u o s u n a e n é r g i c a concisión y u n a sen-
c u a l q u i e r a otro o b j e t o q u e e x i g i e r a a l g u n a e x p l i c a c i ó n : m á s t a r d e , c i l l e z de p e n s a m i e n t o q u e le d i s t i n g u í a n p r o f u n d a m e n t e de la
e l e g í a , donde encontraban a n c h o c a m p o los sentimientos del
poeta ').
' ) [En P s e u d o - Plutarco, Vita Homeri § 225, aparece H o m e r o c o m o inventor
del epigrama, y cítase c o m o p r u e b a e n abono de esta opinión la I l í a d a 7 , 89-90 N o m u c h o t i e m p o d e s p u é s de n a c e r la e l e g í a , se c o m p u s i e r o n
y 6 , 400-401.]

, 5) ! E 1 epigrama como i n s c r i p c i ó n sepulcral recibe generalmente el nombre de 1) [El traductor francés califica, y no sin razón, esta interpretación de forza-
ET:;/.^BE!OV, como por ejemplo e n P l u t a r c o , Pelópidas c. 1 , Nietas c. 17. E n t r e las d a y de puramente arbitraria. A su j u i c i o sería m u c h o m á s lógico suponer* que
m á s antiguas poesías de este g é n e r o , c u é n t a s e , sin d u d a , la inscripción del se- l a forma del dístico, ensayo de estrofa que limitaba naturalmente el pensa-
p u l c r o del rey M i d a s de F r i g i a , que Platón en Phedrus, p. 264, c i t a á c a u s a miento , d e b í a ofrecerse espontáneamente al poeta epigramático que iba á ex-
de su artística c o n s t r u c c i ó n , p u e s lo mismo puede leerse comenzando por e l p r e s a r en su p o e m a un pensamiento limitado, y el cual habríale obligado á
principio que comenzando por el fin. V é a s e B e r g k , gr. Litteratur, vol. 1 , p. 779 desarrollar la no interrumpida corriente del exámetro. V é a s e también lo que el
y D u n c k e r , Geschichte des Alterthums, vol. i , p. 486 de la 4.a edic.] autor dice del diálogo H i p a r c o , p. 228, d , atribuido á P l a t ó n . ]
p r o b a b l e m e n t e e p i g r a m a s e n m e t r o e l e g i a c o , de los c u a l e s se en- m e n t e u n i d a s l a s inscripciones v o t i v a s , sobre todo c u a n d o u n o s
c u e n t r a n a l g u n o s en l a A n t o l o g í a , c o n los ilustres n o m b r e s de Ar- y otras se refieren á l a s g u e r r a s m é d i c a s , p u e s si con los p r i m e r o s
q u í l o c o , S a f o y x\nacreonte ' ) ; pero los e p i g r a m a s g e n u í n o s de se p a g a b a u n a d e u d a á l o s m u e r t o s , con l a s s e g u n d a s los v e n c e -
a q u e l l a r e m o t a é p o c a no ofrecen c a r á c t e r a l g u n o p a r t i c u l a r . E s - dores v i v o s d a b a n g r a c i a s á los dioses. U n a de l a s m e j o r e s de en-
t a b a r e s e r v a d o á Simónides, c o n el c u a l h e m o s t e r m i n a d o l a serie tre e s t a s ú l t i m a s se refiere á la b a t a l l a de M a r a t ó n ; pero su prin-
de p o e t a s e l e g i a c o s , el d a r al e p i g r a m a l a p e r f e c c i ó n de q u e e r a c i p a l mérito está en la e l e g a n c i a del l e n g u a j e y en la sencillez de
s u s c e p t i b l e ; y f a v o r e c i é r o n l e , . p o r c i e r t o en alto g r a d o , l a s m á s l a e x p r e s i ó n , de t a l m o d o , que pierde todas s u s b e l l e z a s al hacer-
p r o p i c i a s c i r c u n s t a n c i a s , p u e s t o que g o z a n d o de g r a n c e l e b r i d a d se de ella u n a t r a d u c c i ó n en p r o s a ' ) . F u é c o l o c a d a esta inscrip-
y e s t i m a en A t e n a s y en el P e l o p o n e s o , los E s t a d o s que g u e r r e a - ción en la e s t a t u a de P a n , e r i g i d a por los A t e n i e n s e s en u n a g r u t a
b a n c o n t r a los P e r s a s e n c o m e n d á b a n l e á m e n u d o inscripciones d e b a j o de la A c r ó p o l i s , p o r q u e según la c r e e n c i a p o p u l a r el dios
p a r a l a s t u m b a s de sus guerreros. E l m e j o r y el m á s c e l e b r a d o de de la A r c a d i a les h a b í a a y u d a d o en M a r a t ó n : « M i l c i a d e s m e h a
sus e p i g r a m a s es el i n i m i t a b l e epitafio á los e s p a r t a n o s m u e r t o s erigido á P a n , el c a p r í p e d o , el a r c a d i o , e n e m i g o de los M e d a s y
en l a s T e r m o p i l a s , y q u e , en e f e c t o , existió en a q u e l l o s l u g a r e s : a m i g o de los A t e n i e n s e s . » P e r o á m e n u d o S i m ó n i d e s veíase obli-
«Extranjero, v e y di á E s p a r t a que y a c e m o s aquí por h a b e r obede- g a d o á e x p r e s a r s e n t i m i e n t o s de que en r e a l i d a d n o p a r t i c i p a b a ;
cido sus leyes» 2): n u n c a el v a l o r heroico fué e x p r e s a d o c o n t a n t a p r u e b a de ello es la i n s c r i p c i ó n del trípode c o n s a g r a d o en D e l f o s
d i g n i d a d y m a j e s t u o s a sencillez. E n t o d a s e s t a s c o m p o s i c i o n e s , y que los G r i e g o s hicieron borrar m á s t a r d e : « P a u s a n i a s g e n e r a l
h a c e resaltar el p o e t a , la c i r c u n s t a n c i a m á s c a r a c t e r í s t i c a de la de los H e l e n o s , d e s p u é s de destruir el ejército m e d a , dedicó este
b a t a l l a en q u e m u r i e r o n los h é r o e s : a s í , en el e p i g r a m a á los ate- m o n u m e n t o á P h e b o » a ) ; p u e s el s a n o j u i c i o y la m o d e r a c i ó n del
nienses m u e r t o s en M a r a t ó n , se d i c e : « P e l e a n d o en la vanguar- p o e t a no a p r o b a r í a l a a r r o g a n c i a del g e n e r a l e s p a r t a n o q u e en
dia de los H e l e n o s , los A t e n i e n s e s h a n destruido e n M a r a t ó n el estos v e r s o s se v i s l u m b r a . S i m ó n i d e s c o m p u s o casi todos s u s epi-
p o d e r de los M e d a s r e s p l a n d e c i e n t e s de oro»3). C í t a n s e a ú n otros g r a m a s en f o r m a e l e g i a c a , que solo a b a n d o n a b a c u a n d o un nom-
m u c h o s e p i g r a m a s de S i m ó n i d e s d e s t i n a d o s á servir de epita- bre 3 ) ( p o r tener u n a s í l a b a b r e v e entre d o s l a r g a s ) no se a c o m o -
fios en t u m b a s de p a r t i c u l a r e s : de entre éstos sólo r e c o r d a r e m o s d a b a al m e t r o d a c t i l i c o , en c u y o c a s o e m p l e a b a el trocaico. El
u n o que difiere de los .demás en q u e , m e r c e d á su t o n o por extre- c a r á c t e r de la l e n g u a y en p a r t i c u l a r el d i a l e c t o c u a d r a b a n per-
m o s a r c á s t i c o , es un v e r d a d e r o e p i g r a m a en el s e n t i d o que h o y se f e c t a m e n t e á la í n d o l e de l a e l e g í a ; solo en l a s inscripciones de
da á e s t a p a l a b r a . E s éste el que c o m p u s o p a r a la t u m b a de T i - los m o n u m e n t o s dóricos se e n c u e n t r a n á v e c e s v e s t i g i o s de e s t e
m o c r e o n t e , p o e t a lírico y atleta de R o d a s , r i v a l de S i m ó n i d e s en dialecto.
la poesía, y de quien el p o e t a de C e o s h a b í a r e c i b i d o no p o c a s in-
j u r i a s : «Aquí y a c e T i m o c r e o n t e de R o d a s , el c u a l c o m i ó mu-
' ) L a s p a l a b r a s son las siguientes, 133 de B e r g k [aunque dúdase de su au-
cho, bebió m u c h o y c a l u m n i ó más» 4 ). A los epitafios v a n n a t u r a l -
tenticidad]:

Tov tpayÓTio'Jv sus I I i v a . tov ' A p x á S a , -bv V.-J.-'-J. M-^Swv,

' ) [ C o n sinrazón manifiesta, son considerados c o m o epigramas no p o c a s poe- T'OV ¡¿ET' 'AQr¡vx:tov a - r ^ x - o M i t e á S í j c .
sías en exámetros falsamente atribuidas á H o m e r o . ] 2) F r a g m . 138.
2) [ L a afirmación de que Simónides es el autor de este e p i g r a m a , c o m o C i - 3) C o m o 'Ap-/EVAÚTR,C, 112, ' I ^ - ó v t x o ; , 148. [ V é a s e también 125, donde en-
cerón, Tuscul. i , 42, de a c u e r d o con la Anthol. Palat. 7 , 249, i n d i c a , h a sido tre dos dísticos (el pentámetro del último parece p e r d i d o ) , h a y dos yambos; el
combatida y desechada por K a i b e l , Jahrb. j'iir klass Pliilologie, vol. 105, p. 801. 155, donde el exámetro sigue un verso de diez s i l a b a s ; el epigrama 161 com-
D e todas suertes esta opinión era a n t i q u í s i m a , pues que y a Heródoto 7 , 228, puesto de dos trímetros y á m b i c o s , y finalmente el 165, el c u a l en dos exámetros
la conocía. 1 *Simonidis Cei carminum reliquiae, edición de S c h n e i d e w i n , p. 147. encierra el siguiente c h i s t e :
F r a g m . 92 d e B e r g k .
—üg'j: xat —wcut TWTr.p'.a TÓvS' ivÉGr/zav,
3) E n L i c u r g o , Oración contra Lcocrates \ 109, y A r í s t i d e s , vol. 2, p. 511 de
-.iono; uiv ITCOOS;c, —<ú<7¿> O' 2T: —(¡•.no: Eucúftr).]
D i n d o r f , fragm. 90.
4) F r a g m . 169.
CAPÍTULO XI

La poesia yámbica y trocaica

A l e m p r e n d e r el estudio del g é n e r o de poesía á que los antiguos


dieron el n o m b r e de yambos, i n v e n t a d o casi a l m i s m o t i e m p o que
se c r e a b a la e l e g í a , por A r q u í l o c o de P a r o s , y al tratar de for-
m a r n o s u n a i d e a del modo c ó m o n a c i ó , c o m o c o n s e c u e n c i a é in-
m e d i a t o r e s u l t a d o del c a r á c t e r del p u e b l o g r i e g o y de su v a l o r
p o é t i c o y moral, t r o p e z a m o s con dificultades sin cuento y con con-
t r a d i c c i o n e s , en a p a r i e n c i a de e x p l i c a c i ó n m á s difícil que c u a n t a s
h a s t a a h o r a se h a n ofrecido á n u e s t r a consideración. E n u n a épo-
c a en que los G r i e g o s , h a b i t u a d o s sólo á oir los tranquilos y plá-
cidos acentos de la e p o p e y a , h a b í a n c o m e n z a d o á encontrar el
m o d o de e x p r e s a r con m o d e r a c i ó n y c a l m a sus m á s v i v a s emo-
ciones en la e l e g í a , nació la poesía y á m b i c a , que n a d a tiene de
c o m ú n con la épica ni en su f o r m a ni e n s u e s e n c i a : ritmos lige-
ros , á las v e c e s l á n g u i d o s , de propósito i n t e r r u m p i d o s , propios
p a r a el v i t u p e r i o y p a r a la m a l e d i c e n c i a que tienen en ellos ca-
b i d a y que se d e s e n c a d e n a n c o m o furiosas p a s i o n e s ' ) sin res-
p e t o a l g u n o á l a d e c e n c i a ni á l a m o r a l ; acre y libertino espíritu
d e c a l u m n i a i n f a m e que los a n t i g u o s representaban en la conoci-
da historia de l a s h i j a s de L i c a m b e s , que v í c t i m a s de é l , y m o v i -
d a s por la v e r g ü e n z a y por el d e s p e c h o , pusieron término á su
propia e x i s t e n c i a . P u e s b i e n ; este A r q u í l o c o , h o m b r e m o r d a z y
de v i p e r i n a l e n g u a , d i f a m a d o r constante y c a l u m n i a d o r apasio-
n a d o , era r e p u t a d o por los a n t i g u o s ,• no sólo c o m o m a e s t r o sin

' ) AU(JC7C&VTE; fa¡x¡3ot, y a m b o s f u r i o s o s , dice el emperador Adriano", B r u n c k ,


A11 aleda, vol. 2, p. 286. [Anthol. Palat. 7 , 674. V é a s e H o r a c i o , Ep. ad Pis. 79.]
LIT. GR. — 1 . 14
igual en su g é n e r o , sino que también como el primero de los poe- a m a r g o y de áspera c e n s u r a , no dejará de ser también poéti-
tas después de H o m e r o ' ) . ¿ D ó n d e e s t á , preguntaremos, el po- co siempre que surja de una noble y p u r a idea de las cosas ta-
deroso vuelo del a l m a que hace que el poeta convierta la mirada les y como éstas deberían ser ' ) . P e r o aún h a y m á s ; un poeta
y a del cielo á la t i e r r a , y a de la tierra al cielo? 2 ) ¿ D ó n d e esa puede también ser arrastrado por la impetuosa corriente de l a s
alteza de ideas que todo lo ennoblece, dando g r a c i a y dignidad pasiones h u m a n a s ; puede tener los defectos, debilidades y vi-
aun á las cosas más v u l g a r e s , y el extraordinario e n c a m o sin el cios inherentes á la naturaleza h u m a n a ; su voz puede elevarse
cual el poeta deja de ser poeta ? del fondo de ese torbellino de apasionadas l u c h a s ; puede sentir,
P e r o la poesía no se limitó en todo tiempo á las descripciones no sólo indignación generosa contra los infractores del orden
de un m a n d o sublime é ideal en el cual las fuerzas naturales, que moral, sino que también odios y resentimientos p e r s o n a l e s , y
la observación y nuestra propia experiencia nos dan á conocer, sin e m b a r g o , nosotros, como los antiguos, admiramos á tal poe-
aparecen revestidas de una energía y de una perfección que reba- ta }' leemos sus cantos con apasionado interés siempre que re-
san los límites de la r e a l i d a d , sino que en todo tiempo también conozcamos en su cólera una v e h e m e n c i a de sentimiento y un
convirtió sus m i r a d a s á los defectos y debilidades h u m a n a s ; y vigor de imaginación poco c o m u n e s , y á t r a v é s de estas violen-
cuanto más penetrada estaba de la belleza, de la nobleza y de la tas conmociones del ánimo vislumbremos una naturaleza e l e v a d a
gracia de las ideas, más profundamente sentía y más v i v a m e n t e susceptible de grandes y nobles emociones; que la impotente ira
expresaba los males y las miserias inherentes á la h u m a n a natu- de un a l m a v u l g a r j a m á s podrá encumbrarse hasta la dignidad
raleza. L a poesía hizo esto por m u y diversos modos, según el ca- de la poesía aun cuando se adorne con todas las g a l a s del len-
rácter y la disposición de ánimo del poeta. U n hombre habitual- guaje.
mente sereno que contemple con amor y con admiración cuanto E n esta, como en otras m u c h a s ocasiones, nos será preciso re-
de grande y de bello h a y en la naturaleza y en la v i d a h u m a n a , montarnos á los dos poetas épicos de la a n t i g ü e d a d , que son como
no se deja arrastrar por los v a n o s y efímeros deleites del mundo, la base de toda la civilización griega. H o m e r o , á pesar de la ma-
por lo mismo que ve y aprecia sus defectos y sus vicios. E s t o s jestad y alteza que exige la poesía é p i c a , género que él cultivó
defectos y estos vicios son en la naturaleza lo que la sombra en era t a m b i é n , por decirlo a s í , humorista; pero su humorismo y su
un c u a d r o : que lejos de eclipsar sus v i v o s matices y sus partes i r o n í a , lejos de aminorar el placer que inspira la contemplación
principales, contribuye á hacerlas resaltar más. U n a ligera iro- de las cosas h u m a n a s , lo acrecientan. E s indudable que trata con
nía contrae entonces los labios del p o e t a , y una sonrisa de pie- severidad e x t r e m a d a á T e r s i t e s , y que no es difícil ver en el poe-
dad dilata sus f a c c i o n e s , pero sin turbar la sublime belleza de ta de arraigadas convicciones monárquicas una especie de odio
la expresión. Si los pensamientos y la actividad de otro hombre contra los d e m a g o g o s que censuran cuanto es noble y grande,
están más íntimamente ligados con las condiciones y actos de sólo porque en ello no tienen parte a l g u n a ; pero no h a y que ol-
la v i d a social y política, á medida que por experiencia v a co- v i d a r que T e r s i t e s no es en el cuadro del m u n d o heroico, más que
nociendo los errores y la perversidad de sus conciudadanos, el una figura s e c u n d a r i a , y que no es sino como el punto negro que
tono de su poesía se h a c e más acerbo y v e h e m e n t e , y este tono, s i r v e p a r a hacer resaltar l a s imponentes figuras de aquellos que,
como U l i s e s , gobiernan y dan leyes al pueblo. Y cuando un per-
sonaje de e l e v a d a j e r a r q u í a aparece momentáneamente b a j o un
') Maximus poeta aut certe summo proximus, dice V a l e r i o M á x i m o 1. 6 , c. 3, aspecto c ó m i c o , como por ejemplo A g a m e m n o n , que e n g a ñ a d o
ext. 1. [ E n t r e otros m u c h o s pasajes de antiguos escritores, en los cuales A r -
quíloco es considerado c o m o uno de los poetas m á s notables, podemos c i t a r el
de V e l e y o P a t é r c u l o 1 , 5 : Ñeque quenquam alium, cujus operis primus auctor fue-
1) L a prueba m á s c o n c l u y e n t e d e que la pintura del mal y de la perversidad
rit, in eo perfectissimum praeter Homerum et Archilochum reperiemus y el de C i c e r ó n ,
ad Atticum 16, 1 1 , donde se citan las p a l a b r a s de A r i s t ó f a n e s de B i z a n c i o , para no responde al sentimiento p o é t i c o ni al moral, la encontramos en Juvenal. S u s
q u i e n , de los p o e m a s de Arquíloco los m á s largos eran siempre los mejores.] terribles c u a d r o s carecen precisamente de la hermosa y noble idea d e lo que
2) S h a k e s p e a r e , Sueño de una noche de Verano, a c t o 5 , escena i.a debió ser R o m a ó d e lo que fué en los primeros tiempos.
por Z e u s , confía e n su ilusión y en su p r e t e n d i d a p r u d e n c i a ' ) , o j o s los g é r m e n e s de la t r a g e d i a . A r i s t ó t e l e s c o l o c a t a m b i é n el
H o m e r o m a n e j a el a s u n t o con tal d e l i c a d e z a , que el h é r o e a p e n a s M a r g i t e s en l a c a t e g o r í a de l o s p o e m a s y á m b i c o s ; p e r o p a r e c e
p i e r d e á nuestros o j o s n a d a de su d i g n i d a d . D e e s t a suerte, lo q u e r e r d e c i r q u e los y a m b o s no fueron e m p l e a d o s h a s t a m á s tar-
c ó m i c o de H o m e r o — s i nos es p e r m i t i d o usar esta e x p r e s i ó n , — de en e s t e g é n e r o de p o e s í a . E s , p u e s , m á s q u e v e r o s í m i l que los
p u e d e llegar h a s t a a t a c a r á los m i s m o s dioses y e n c o n t r a r m a t e - v e r s o s y á m b i c o s , q u e s e g ú n el t e s t i m o n i o de los a n t i g u o s g r a m á -
ria p a r a los c u a d r o s m á s h u m o r í s t i c o s a u n en l a s m á s a l t a s esfe- t i c o s fueron i r r e g u l a r y d e s o r d e n a d a m e n t e i n t r o d u c i d o s en el
r a s ; p o r q u e c o m o los d i o s e s , f o r m a n d o u n a e s p e c i e de a s a m b l e a , Margites 1), fuesen i n t e r p o l a d o s e n u n a v e r s i ó n p o s t e r i o r , quizá
p r e s i d í a n el o r d e n m o r a l del U n i v e r s o y c a d a dios p o d í a ejer- por Pigres de H a l i c a r n a s o , h e r m a n o de A r t e m i s i a , á q u i e n tam-
c e r i n d i v i d u a l m e n t e s u s e s p e c i a l e s f u n c i o n e s sin i n m i s c u i r s e en bién se h a a t r i b u i d o la p a t e r n i d a d de este p o e m a a ).

l a s que e r a n p r e r o g a t i v a s de los d e m á s , A r e s , A p h r o d i t e ó H e r - D e l a s n o t i c i a s y de los e s c á s o s f r a g m e n t o s que h a s t a nosotros


mes podían servir, considerados separadamente, como modelos h a n l l e g a d o del M a r g i t e s de H o m e r o , infiérese q u e se r e p r e s e n t a -
de v i o l e n t a d i s e n s i ó n , de d e b i l i d a d f e m e n i l ó de c o n s u m a d a as- b a en él á un t o n t o q u e t e n í a f o r m a d a u n a a l t a i d e a de su s a g a -
t u c i a , sin q u e por e s t o d e j a r a n de p a r t i c i p a r de los h o n o r e s debi- c i d a d y de su i n g e n i o , y el c u a l «sabía m u c h o » , t a l se d i c e de él,
d o s á la d i v i n i d a d . D e un g é n e r o m u y distinto es l a s á t i r a de H e - «pero t o d o lo s a b í a m u y mal» 3 ) ; y s a b e m o s por u n a historia con-
s i o d o , c u a n d o , por e j e m p l o en la T e o g o n i a , l a n z a a c e r b a e x c o - s e r v a d a por E u s t a c i o , que e r a preciso a d u c i r l e l a s m á s sutiles
m u n i ó n c o n t r a l a s h i j a s de P a n d o r a , ó sea c o n t r a el s e x o femeni- r a z o n e s p a r a m o v e r l e á h a c e r c o s a s q u e no r e q u e r í a n sino e s c a s o
n o , la c u a l n a c e d e un i n v e n c i b l e s e n t i m i e n t o de d e s p e c h o y d e entendimiento 4 ). E s t e n e c i o p r e t e n c i o s o e s , p u e s , c o m o la antí-
d e s d é n q u e l l e v a al p o e t a á r e b a s a r los l í m i t e s de la j u s t i c i a y á tesis del eulenspiegel ( e l p i c a r o ) a l e m á n q u e b a j o l a m á s c a r a de la
n e g a r á l a s m u j e r e s t o d a b u e n a c u a l i d a d . E n los T r a b a j o s y D í a s , e s t u p i d e z o c u l t a la m á s r e f i n a d a a s t u c i a .
d o n d e se o f r e c í a n á H e s i o d o f r e c u e n t e s o c a s i o n e s p a r a l a c e n s u r a , L l e v a b a n de i g u a l suerte el n o m b r e de H o m e r o o t r a s b r e v e s
el p o e t a h a c e r e s a l t a r con s a t í r i c o ingenio y c o n s o r p r e n d e n t e fuer- e p o p e y a s s a t í r i c a s , tales c o m o el p o e m a de los Cércopes, g n o m o s ó
za , lo m a l o y l o d e s p r e c i a b l e ; p e r o n o se e n c u e n t r a en e s t e p o e m a d e m o n i o s a l e g r e s y m a l i c i o s o s , q u e d e s p u é s de h a b e r r o b a d o á H e -
la a l e g r e y c h i s p e a n t e sátira q u e c a r a c t e r i z a la p o e s í a h o m é r i c a r a c l e s m i e n t r a s d o r m í a , c a e n en p o d e r del h é r o e , el c u a l los l l e v a
q u e tiene el p o d e r de r e c o n c i l i a r , por d e c i r l o a s í , lo d e f e c t u o s o y
r i d í c u l o c o n lo g r a n d e y s u b l i m e , f u n d i é n d o l o s en a r m ó n i c o con- ' ) A s í c o m i e n z a el Margites. [ E n A t i l i o F o r t u n a t o en los Script. reí metr. d e
junto. G a i s f o r d , p. 342]:

P e r o a n t e s de e s t u d i a r en Arqníloco el tercer p e r í o d o de la re- r Ii/,0i t í ; si; IvoXo^wva ylpcov x a t Osto; aoi&ó;,


p r e s e n t a c i ó n p o é t i c a de l o m a l o 3' de lo d e s p r e c i a b l e , r e c o r d a r e - Mo-jiráiov Ospá-wv xas !xr¡¡3ó).0'j 'A-ó/./.wvo;,
$k'/wv sv -/spalv S'jfQoyyo-/ Xúpr,v.
m o s que en la p r i m i t i v a p o e s í a .épica no sólo se h a l l a b a n e s p a r c i -
2) S o b r e Pigres; véase C a p . X I I . T a m b i é n intercaló [como dice Suidas], pen-
d o s a c á y a l l á r a s g o s h u m o r í s t i c o s , sino q u e t a m b i é n cuadros
támetros en la Ilíada. [ E l testimonio m á s antiguo y conocido s o b r e l a existen-
c o m p l e t o s de e s t e g é n e r o q u e e r a n c o m o b r e v e s e p o p e y a s cómi-
c i a del p o e m a M a r g i t e s , se encuentra en A r q u í l o c o , según E u s t a c i o en sus
c a s . N u n c a p o d r e m o s d e p l o r a r b a s t a n t e la p é r d i d a del Margites comentarios á l a E t i c a de Aristóteles 6 , 7. ( F r a g m . 153 de B e r g k ) . H a y tanto
(Msoyírr,; 2 ) q u e A r i s t ó t e l e s , en su P o é t i c a (cap. 4), de a c u e r - m e n o s motivo p a r a s u s t i t u i r , c o m o quiere R u h n k e n , el n o m b r e de A r q u i l o c o
d o c o n la o p i n i ó n g e n e r a l m e n t e s e g u i d a entre los G r i e g o s , atri- por el de A r i s t ó f a n e s , c u a n t o que el poeta de los y a m b o s debió hallar en el
b u y e á H o m e r o , c o n s i d e r á n d o l e al p r o p i o t i e m p o c o m o o r i g e n de M a r g i t e s asunto apropiado p a r a s u s sátiras. Según u n a conjetura de B e r g k ,
f r a g m . 1 1 6 , aún debió citar textualmente un v e r s o del poema. V é a s e la p. 225
la c o m e d i a , de i g u a l suerte que la I l í a d a y l a O d i s e a e r a n á sus
nota 3.]
3) UóXV :f~j.r,--jr.'¡ k'pya. xa xG>; 6' rplaxcL-zo irávx a. [Este verso está así c i t a d o
en Alcib. I I , p. 147, c d e Platón. V é a s e también el escoliasta del C t e s i p h . de E s -
1) Véase Cap. V .
quines c. § 160, p. 343 d e Schultz.]
-) [ L a forma Mapys;-:/;: solo se encuentra en A r i s t ó t e l e s , Etica Nicomaquea 4) C o m e n t a r i o s de E u s t a c i o á la Odisea 10, 552, p. 1669, edic. R o m .
6, 7 y Poética c. 6.]
consigo á t o d a s p a r t e s , h a s t a que m e r c e d á n u e v a s e s t r a t a g e m a s fiestas de D e m e t e r en E l e u s i s ; a s í A r i s t ó f a n e s , en su c o m e d i a in-
logran e s c a p a r s e ; l a Batracomiomaquia q u e en b r e v e tendremos t i t u l a d a l a s R a n a s (versos 3 1 6 y ss.), pone en b o c a de un coro de
ocasión de e x a m i n a r c o m o e j e m p l o de p a r o d i a ; La cabra siete veces i n i c i a d o s que l l e v a n en los infiernos u n a v i d a f e l i z , u n a p l e g a r i a
trasquilada (.ai? ímá%E%toi), y el Canto del mirlo (smy.r^.íSs?) que, por la á D e m e t e r p a r a q u e le p e r m i t a p a s a r t r a n q u i l a m e n t e a q u e l lar-
simple recompensa de u n o de estos p a j a r i l l o s , . H o m e r o c a n t a b a á g o día en b u r l a s y d a n z a s y en c o n v e r s a c i o n e s serias y c ó m i c a s ,
los niños. A l g u n a s de e s t a s c o m p o s i c i o n e s satíricas h a n l l e g a d o y p a r a q u e le c o n c e d a , c o m o á v e n c e d o r , l a c o r o n a c u a n d o se ha-
hasta nosotros; e n t r e o t r a s el Homo del alfarero (y.á[Hvo;rj «epajiic) y a reído y b u r l a d o de u n a m a n e r a d i g n a de la fiesta; d e s p u é s de
en que la i m a g i n a c i ó n y la i n v e n c i ó n m í t i c a de la p o e s í a é p i c a se i n v i t a r al alegre dios I a c o s á t o m a r p a r t e en el b a i l e , el coro co-
a p l i c a n de la m a n e r a m á s a m e n a á la a l f a r e r í a '). m i e n z a á proferir t o d a c l a s e de s a r c a s m o s y de sátiras c o n t r a los
d e m a g o g o s , p i s a v e r d e s y perezosos de A t e n a s . Y constituía e s t a
E s t o s e x t r a ñ o s p o e m a s son d e m a s i a d o inocentes y d e m a s i a d o
b u r l a u n a c o s t u m b r e t a n a n t i g u a é i n v e t e r a d a , q u e p a r a desig-
a j e n o s á todo a t a q u e p e r s o n a l , p a r a q u e p u e d a c o m p a r á r s e l e s
n a r l a se creó u n a p a l a b r a , la c u a l , en su o r i g e n , no o t r a c o s a
con los cáusticos y m o r d a c e s y a m b o s de A r q u í í o c o . M á s ana-
s i g n i f i c a b a q u e el s a r c a s m o y la b e f a q u e a c o m p a ñ a b a n i n v a r i a -
logía tienen c o n los c a n t o s satíricos q u e , según el h i m n o homéri-
b l e m e n t e á l a s fiestas d e D e m e t e r : la p a l a b r a iarnbos '). N o obs-
co á H e r m e s , e n t o n a b a n los j ó v e n e s en los b a n q u e t e s p a r a ridi-
t a n t e , e s t e v o c a b l o no t a r d ó en ser t r a s f o r m a d o en un p e r s o n a j e
culizarse m u t u a m e n t e 2 ). P e r m i t í a s e t a m b i é n en E s p a r t a , en los
m i t o l ó g i c o , la d o n c e l l a lambe, q u e fué la p r i m e r a q u e c o n s u s
banquetes p ú b l i c o s , la b u r l a p i c á n t e y m o r d a z , y no se creía que
c h i s t e s h i z o brotar u n a sonrisa de los l a b i o s de D e m e t e r , desola-
una conversación ó un d i s c u r s o p i c a n t e s a z o n a d o c o n sal espar-
d a por la p é r d i d a de su q u e r i d a h i j a , y la i n d u j o á a c e p t a r la be-
t a n a diese á n a d i e m o t i v o b a s t a n t e p a r a p r o c l a m a r s e o f e n d i d o 3 ).
b i d a de c e b a d a d e C i c e o n ; l e y e n d a n a c i d a e n E l e u s i s , y á l a c u a l
C i e r t a s c o s t u m b r e s , s a n c i o n a d a s por sus m á s s a g r a d o s y v e n e r a -
dió f o r m a é p i c a el h o m é r i d a que c o m p u s o el h i m n o á D e m e t e r
bles ritos r e l i g i o s o s , p r o p o r c i o n a b a n á los G r i e g o s o c a s i ó n p a r a
( v e r s o s 202 y ss.) A h o r a b i e n ; si c o n s i d e r a m o s que d e s p u é s de
entregarse á b u r l a s aún m á s a t r e v i d a s y m e n o s i n d u l g e n t e s ; y en
E l e u s i s , c o m o lo d i c e el m i s m o h i m n o ( v e r s o 4 4 9 ) , la isla de Pa-
ciertas fiestas, de D e m e t e r e s p e c i a l m e n t e , y de otras d i v i n i d a d e s
ros, p a t r i a de A r q u í í o c o , e r a r e p u t a d a c o m o m o r a d a de D e m e t e r
a n á l o g a s , no sólo se p e r m i t í a n , sino que se p r o v o c a b a n los chis-
y de C o r a ; q u e T a s o s , c o l o n i a de P a r o s , en c u y a f u n d a c i ó n t o m ó
tes m á s desenfrenados y l a s c i v o s sobre c u a n t o p o d í a s u m i n i s t r a r
p a r t e el p o e t a , m i r a b a el c u l t o de D e m e t e r c o m o el m á s impor-
materia para a q u e l l a e s f e r v e s c e n c i a de a l e g r í a y de p l a c e r e s . E r a
t a n t e 2 ); q u e el m i s m o A r q u í í o c o a l c a n z ó el p r e m i o e n un concur-
ley general é ineludible en e s t a s fiestas, que los que las c e l e b r a -
ban habían de r i d i c u l i z a r sin p i e d a d , en ciertos d í a s , á c u a n t a s
personas h a l l a b a n al p a s o , dirigiéndoles los m á s insolentes y licen-
¡ w ; ) . E n los templos á estas divinidades consagrados, la ley permite á las per-
ciosos sarcasmos '). T a l s u c e d í a , entre o t r a s , en l a s m i s t e r i o s a s
sonas de e d a d m a d u r a rogar á los dioses por sí m i s m a s , por sus mujeres y por
s u s h i j o s , pero á los jóvenes se les p r o h i b i r á asistir á la recitación d e losyam- ^
bos y de las c o m e d i a s , h a s t a que lleguen á la e d a d en que pueden concurrir á los
1) [ Entre las l l a m a d a s epilias h o m é r i c a s ocupa el número 14. ] banquetes y embriagarse». ¡ V é a n s e los -/opo\ yuvaixr.Voi -/ipxouoi en E g i n a , de que
2) Véanse versos 55-56: . . . I? a ú - o r / s S ^ ? . . . rfi-z -/oOpov habla Heródoto 5 , 83 y l a narración de Apolonio d e R o d a s 4 , 1725 y ss. P o r
T|{Jr¡Tai 6aXtV,<ri TOtpaipoAa xepxoy-ío'jGv/. lo que h a c e á los y a m b o s citados por Aristóteles debe consultarse el I o n , uno
de los diálogos de P l a t ó n , p. 5 3 1 , a . ]
3) [Véase O. M ü l l e r , Dorier, vol. 2, p. 390; p. 381 de la 2.a e d i c . ]
1) E s inútil el intentar hallar la etimología de la p a l a b r a y a m b o . L o m á s
4) E n Aristóteles, Política 7 , 15 [p. 1336, b, 15] encontramos un p a s a j e im-
portante relativo á esta religiosa licencia, que v a m o s á trascribir tal y como lo probable es que nació c o n las exclamaciones o>.0>.uy|i.0! que expresaban alegría.
hemos comprendido: «Estando p r o h i b i d o en el E s t a d o h a b l a r de cosas indecoro- Semejantes á ella por s u ' f o r m a son O p i a d o : , c o r t e j o b á q u i c o , Sifj'Jpatipo;, h i m -
sas, claro es que las pinturas y las escenas indecentes están p r o h i b i d a s también. no á B a c o , é ¡'6v|ipo; otra especie d e c a n t o báquico. [Aristóteles, Poética c. 4,
D e b e , pues, c u i d a r el magistrado de que no h a y a ninguna estatua ó p i n t u r a de h a c e derivar erróneamente í'a¡j.f¡o; de í a j A ^ s i v . ]
2) E l célebre pintor P o l i g n o t , contemporáneo de C i m o n , y n a c i d o en T a s o s ,
este género, excepción h e c h a de los c u l t o s de ciertas divinidades á las cuales,
según la l e y , conviene la alegría insolente (r¿c xai TOV TCOOX<T¡MV áuoSifiwoiv ó vó- en su cuadro de los infiernos hecho en D e l f o s , colocó en la b a r c a de Caronte, á
so por un h i m n o á D e m e t e r ; y que dedicó t o d a u n a serie de
s i a , c a u s a d a , c o m o h e m o s visto ' ) , por los C i m e r i a n o s en la se-
sus c a n t o s , l l a m a d o s I o b á c o s , al c u l t o de D e m e t e r y á su afín el
g u n d a m i t a d del r e i n a d o de A r d i s . A r q u í l o c o c o m p a r a c o n la mi-
de B a c o 2) , no p o d r e m o s d u d a r de q u e f u e r o n e s t a s fiestas l a s
seria de M a g n e s i a la triste s i t u a c i ó n de T a s o s 2), á d o n d e fué
que ofrecieron ocasión á A r q u í l o c o p a r a c o m p o n e r sus i n s o l e n t e s
c o n d u c i d o por su f a m i l i a , que no v i ó r e a l i z a d a s s u s e s p e r a n z a s
y desenfrenados y a m b o s , p a r a los c u a l e s no p o d í a n p r o p o r c i o n a r -
de h a l l a r l a s m o n t a ñ a s de oro q u e b u s c a b a . L o s T a s i o s p a r e c e
le m o m e n t o ni l u g a r o p o r t u n o s l a s c o s t u m b r e s de los G r i e g o s , y
q u e , n o e s t a n d o s a t i s f e c h o s de s u s islas á p e s a r de los p i n g ü e s
p a r a t r a s f o r m a r , g r a c i a s á su t a l e n t o y á su i n g e n i o , en un gé-
p r o d u c t o s que h a b r í a n p o d i d o o b t e n e r de su fértil suelo y de
nero n u e v o de poesía q u e c o n s e r v ó el p r i m i t i v o n o m b r e de y a m -
s u s m i n a s , t r a t a b a n de a p o d e r a r s e de las v e c i n a s c o s t a s de l a
b o s , las s a r c á s t i c a s c a n c i o n e s que h a s t a e n t o n c e s h a b í a n sido
T r a c i a , r i c a s en oro y en v i n o : m e r c e d á e s t o , h a b í a n s e e m p e ñ a -
c o m p u e s t a s sin arte y s i n reflexión. L a l i c e n c i a e x c e s i v a , á la
d o en c r u d a g u e r r a , no sólo c o n los p u e b l o s i n d í g e n a s , c o m o los
q u e h a s t a e n t o n c e s h a b í a p u e s t o coto el r e s p e t o á l a s ' l e y e s y á
Saios 3), por e j e m p l o , sino que t a m b i é n c o n l a s p r i m i t i v a s colo-
las c o s t u m b r e s , p r e s e n t á b a s e en los c a n t o s de A r q u í l o c o sin fre-
nias g r i e g a s ; y h a b í a n s e i n t e r n a d o t a n t o en sus e x c u r s i o n e s al
no y r e b a s a n d o , á la s o m b r a de la r e l i g i ó n , los límites de la mo-
O r i e n t e , q u e c o m o se v e e n a l g u n o s f r a g m e n t o s de A r q u í l o c o , dis-
ral menos s e v e r a . D e e s t a s u e r t e , la poesía h a l l ó o c a s i ó n p r o p i c i a
p u t a b a n á los h a b i t a n t e s de M a r o n e a la posesión de E s t r i m e *),
para c o l o c a r enfrente d e l a solemne e p o p e y a el g é n e r o á e s t a últi-
d e s i g n a d a m á s t a r d e , en la é p o c a de la g u e r r a con los P e r s a s ,
m a m á s opuesto.
c o m o c i u d a d de los T a s i o s . P o c o s a t i s f e c h o de la s i t u a c i ó n de
V e r i f i c ó s e esta r a d i c a l t r a s f o r m a c i ó n e n l a m i s m a é p o c a , ó p o c o T a s o s , q u e él m i s m o c a l i f i c a á m e n u d o de d e s e s p e r a d a , — « l a s ca-
d e s p u é s , del n a c i m i e n t o d e la e l e g í a . Arquíloco era h i j o de T e l e s i - l a m i d a d e s t o d a s de la H é l a d e h a n c a í d o sobre T a s o s ; la r o c a de
cles, quien o b e d e c i e n d o a l O r á c u l o de D e l f o s , h a b í a c o n d u c i d o u n a T á n t a l o está s u s p e n d i d a sobre su c a b e z a s ) » , — A r q u í l o c o d e b i ó
colonia de P a r o s á T a s o s . L o s a n t i g u o s fijaron el e s t a b l e c i m i e n t o a b a n d o n a r l a p a r a v o l v e r á P a r o s , p u e s t o que los autores d i g n o s
de esta colonia h a c i a l a 1 5 . a ó 18. a O l i m p i a d a (720 ó 708 a. C h r . ) , de m á s crédito nos a s e g u r a n q u e pereció en g u e r r a c o n los h a b i -
f e c h a que c o n c u e r d a p e r f e c t a m e n t e c o n la de la é p o c a en q u e flo- t a n t e s de l a v e c i n a isla de N a x o s ').
reció A r q u í l o c o , esto e s , la 23. a O l i m p i a d a (688 a. C h r . ) s e g ú n
S i la v i d a p ú b l i c a . d e A r q u í l o c o fué a g i t a d a , no l o fué m e n o s
los c r o n ó g r a f o s de l a a n t i g ü e d a d , si bien a l g u n o s le c o l o c a n en
su v i d a p r i v a d a , de c o n t i n u o e x p u e s t a al c h o q u e de c o n t r a r i a s
una f e c h a posterior. S e g ú n este c ó m p u t o , A r q u í l o c o c o m e n z a b a
p a s i o n e s 7 ) . E l p o e t a h a b í a r e q u e r i d o de a m o r e s á u n a d o n c e l l a de
su carrera p o é t i c a en l o s ú l t i m o s años de G i g e s , r e y de L i d i a , de
P a r o s , l l a m a d a N e ó b u l e , h i j a de L i c a m b e s , la c u a l le h a b í a ins-
c u y a s r i q u e z a s h a b l a e n u n v e r s o q u e se h a c o n s e r v a d o : i ); y debe
p i r a d o l a pasión v i v í s i m a q u e e x p r e s a en sus p o e m a s t r o c a i c o s 8 ) .
considerársele sobre t o d o c o m o c o n t e m p o r á n e o de A r d i s (desde
el año 3 de la 25. a h a s t a el 4 de la 37. a O l i m p i a d a , 678 á 629
a. C h r . ) , p o r q u e en o t r o v e r s o *) h a b l a de la catástrofe de M a g n e - ') V é a s e C a p . X .
s) [ F r a g m . 129.]
3) V é a s e C a p . X , p. 177. F r a g m . 6.
la sacerdotisa de P a r o s , C l e o b e a , que h a b i a llevado á T a s o s este culto místico. 4) V é a s e H a r p o c r a c i o n e n ilip-jur,- F r a g m . 146.
[Pausanias 10, 28, 3. V é a s e t a m b i é n O. M ü l l e r , kl. Schriften, vol, 2 , p. 24-25. s) F r a g m . 52. 53.
H . Gelzer en el Rhein. Museum, vol. 30, p. 251, sostiene c o m o verosímil la opi- 6 ) [Según u n a narración á menudo repetida y a d o r n a d a con r e t ó r i c a s galas,
nión de que Arquíloco no t o m ó parte en la f u n d a c i ó n de la colonia d e T a s o s el O r á c u l o d e Delfos honró al poeta después de su m u e r t e , p r o h i b i e n d o la en-
sino que se trasladó m á s t a r d e á esta isla.] trada en el templo al que le h a b í a m a t a d o en la batalla. E s t a tradición con to-
' ) [ E s c o l i o s á las A v e s d e A r i s t ó f a n e s , verso 1764.] dos sus detalles la refiere E l i a n o en S u i d a s al h a b l a r de Ap-/í).o-/o;; q u i z á la
") áyvr,; xa: xóprj? r>;v iravrj'jpiv aífiiav, es un verso de este poema p r i m i t i v a fuente de esta narración fué el Moujeiov del retórico A l c i d a m a s . P o r
citado por Hefestion c. 94. F r a g m . 120 d e B e r g k . lo menos, según Aristóteles, Retòrica 2 , 23, A l c i d a m a s h a b l a b a de la venera-
a ) F r a g m . 25 [ A c e r c a de l a fijación de esta época véase el artículo de H. ción de que A r q u í l o c o era objeto por parte de los de Paros.]
G e l z e r : das Zeitalter des Gyges en el Rhein. Museum, vol. 30, p. 254-255.] 7) [ V é a s e P i n d a r o , Pythicas 2, 54.]
' 4 ) F r a g m . 20. *) F r a g m . 28. 71. .
L i c a m b e s habíale en un principio prometido la mano de su hi- tra en todo caso que encontrábase y a en Arquíloco algo de la fina
j a ' ) , pero ignoramos el motivo que m á s tarde le decidió á reti- y punzante sátira que en P l a t ó n asesta sus más terribles golpes
rar su e m p e ñ a d a p a l a b r a . L a ira con que Arquíloco ataca á esta allí donde un auditorio de tardo entendimiento no sabía hallarla.
familia, acusando á L i c a m b e s de perjuro y á Neóbule y á sus F u e r z a es confesar que en lo que respecta al tono de la poesía
hermanas de llevar una v i d a escandalosa y a b o m i n a b l e , no tiene de A r q u í l o c o , al plan de sus poemas y á m b i c o s , á los pensamien-
límites; é imposible sería comprender cómo los Parios sufrieron tos fundamentales de los mismos y á su d e s e n v o l v i m i e n t o , nos
que el e x a c e r b a d o poeta lanzase tan virulentas injurias contra las hallamos sumidos en una ignorancia casi c o m p l e t a : a s í , pues,
personas con quienes tanto antes había deseado e m p a r e n t a r s e , si réstanos sólo deplorar tan irreparable pérdida , quizá la más gra-
no supiésemos que sus y a m b o s aparecieron por v e z primera en ve de cuantas la literatura griega h a sufrido. L o s épodos de H o -
una de esas fiestas c u y a libertad tradicional protegía toda clase racio , como él mismo a f i r m a , fueron imitación de las poesías de
de licencia, y que á este género de poesía habíase concedido el Arquíloco en su forma y en su espíritu, pero no en los asuntos ' ) ,
privilegio de e x a g e r a r á capricho toda maledicencia que podía te- y sólo raras.veces podemos descubrir en ellos cierta imitación del
ner algún fundamento y de dar libre curso á la imaginación en la poeta de P a r o s
pintura de faltas que merecían censura 5 ). E l fin aparente de los
L o único de que hoy podemos formarnos clara i d e a , es de la
yambos de Arquíloco e r a , como más tarde el de la c o m e d i a , pre-
forma e x t r í n s e c a , y más particularmente de la estructura métrica
sentar cuadros sacados de la r e a l i d a d , pero e x a g e r á n d o l a , y ha-
de los poemas de A r q u í l o c o ; y por ellas j u z g a n d o , preciso es con-
ciendo resaltar sus rasgos más odiosos. P e r o infiérese de la im-
venir en que fué Arquíloco uno de esos genios creadores que sa-
presión que los 5'ambos de Arquíloco produjeron en sus contem-
ben dar á las n u e v a s direcciones del espíritu h u m a n o la expresión
poráneos y aun en posteriores generaciones, que aquellas pintu-
que la n a t u r a l e z a misma parece haberlas asignado. Mientras que
ras, como las caricaturas t r a z a d a s de mano m a e s t r a , debían te-
la forma métrica de la e p o p e y a se fundaba en el dáctilo que, mer-
ner mucho de v e r d a d , pues que meras calumnias no habrían im-
ced á la i g u a l d a d del arsis y de la tesis, tiene un carácter reposa-
pulsado á las hijas de L i c a m b e s á darse la muerte; si bien h a y
d o y e s t a b l e , Arquíloco compuso sus metros en el ritmo que los
que convenir en que este hecho parece también i n v e n t a d o , en
antiguos teoréticos l l a m a b a n género doble (yévo; 8wt>,á<riov) porque
consonancia con el carácter del y a m b o , para describir mejor la
el arsis es en él dos v e c e s más l a r g a que la tesis. D e aquí n a c e n ,
desesperación de las v í c t i m a s 3 ). S e a de ello lo que q u i e r a , es lo
según que la tesis se aumente al principio ó al fin, el y a m b o ó el
cierto que los y a m b o s de Arquíloco causaron universal admira-
troqueo que tienen entre sí de común la ligereza y la rapidez. Su
ción , lo cual basta p a r a probar que en ellos debía haber un fondo
principal diferencia consiste en que el y a m b o , p a s a n d o de un so-
de verdad; porque ninguna sátira fué j a m á s universalmente repu-,
nido débil á otro más f u e r t e , adquiere un tono más enérgico y vi-
tada como buena si no descansaba en la realidad. C u a n d o Platón
goroso , y p a r e c e adaptarse más especialmente al decir impetuoso
publicó sus primeros diálogos contra los sofistas, dícese que Gor-
y á la ardiente i n v e c t i v a ; mientras que el t r o q u e o , pasando de la
gias exclamó: «Atenas nos h a dado un nuevo Arquíloco 4 ).» E s t a
comparación, hecha por un hombre conocedor del a r t e , demues-
i) P a r i o s ego p r i m u s iambos
ostendi L a t i ó , números animosque secutus
1) T a l se infiere del f r a g m . 96: A r c h i l o c h i , non res et agentia v e r b a L y c a m b e n .
H o r a c i o , Epist. 1 , 1 9 , 23 y ss.
"Opy.ov o' £voff<p!<r0r(; («iyav, a) L a s q u e j a s de H o r a c i o sobre el perjurio, cpod. 1 5 , convienen perfectamen-
<5).a; t í "/.ai Tpá^í'av . . .
te con la situación de A r q u í l o c o respecto de la familia de L i c a m b e s . E l pro-
2) ' B e r n h a r d y c o m b a t e esta hipótesis en su Grundriss der grieclt. Litteratur., pósito de ir á las islas de los b i e n a v e n t u r a d o s p a r a librarse de las miserias que
2.a edic., part. 2.a, sección 1 , p. 425. le r o d e a n , epod. 16, sería m á s natural en labios de A r q u í l o c o h a b l a n d o á la
3) [Análogos efectos debieron producir los y a m b o s de H i p o n a x , véase p. 229]. c o l o n i a de T a s o s , que en los de Horacio. L a C a n i d i a de H o r a c i o es la N e ó b u -
4 ) Hermipo en Ateneo n , p. 505, e. le de Arquíloco, pero m u y trasformada.
s í l a b a l a r g a á l a b r e v e , t o m a un c a r á c t e r m á s d u l c e . S u t o n o mo- t i m a no e r a p o s i b l e p e r f e c c i o n a r . E l m i s m o A r q u í l o c o e m p l e a -
v i d o y l i g e r o , p a r e c í a de p r o p ó s i t o c r e a d o p a r a los c a n t o s q u e b a el y a m b o c u a n d o q u e r í a e x p r e s a r su ira y su a m a r g u r a — d e
a c o m p a ñ a b a n l a d a n z a , c i r c u n s t a n c i a q u e h i z o q u e se le l l a m a s e , aquí que c a s i t o d o s los f r a g m e n t o s de los y a m b o s de A r q u í l o c o
a d e m á s de t r o q u e o , c o r r e d o r , c o r e i o , b a i l a d o r 1): no o b s t a n t e , tienen un c a r á c t e r s a t í r i c o — y se s e r v í a del t r o q u e o , c o m o de un
t a m b i é n se p r e s t a b a , s e g ú n l a s o c a s i o n e s , á un m o v i m i e n t o t a r d o m e t r o i n t e r m e d i o e n t r e e l y á m b i c o y el e l e g i a c o ; m e t r o , e s t e úl-
y l á n g u i d o . D e e s t a s d o s c l a s e s de p i e s , A r q u í l o c o c o m p u s o ver- timo, que, como y a hemos visto, cultivó también Arquíloco. E l
sos m á s l a r g o s c o l o c a n d o de d o s en d o s , á fin de d a r m a y o r fuer- m e t r o t r o c a i c o , c o m p a r a d o con la e l e g í a , es m e n o s l i g e r o , n o es á
z a y c o n s i s t e n c i a á e s t o s r i t m o s débiles y b r e v e s , lo m i s m o los p r o p ó s i t o p a r a la e x p r e s i ó n de s e n t i m i e n t o s e l e v a d o s , y se a d a p -
y a m b o s q u e los t r o q u e o s , y dejando dudosa é indeterminada t a m á s á l a d e s c r i p c i ó n de l a v i d a v u l g a r : c o m o en el p a s a j e en
(anceps) en e s t a s p a r e j a s d e p i e s , l l a m a d a s d i p o d i a s , l a tesis ex- que el p o e t a d e c l a r a q u e «no le g u s t a el c o r p u l e n t o g e n e r a l que
t r e m a ; de e s t a s u e r t e , la p r i m e r a s í l a b a de la d i p o d i a y á m b i c a y a n d a con m a j e s t u o s o p a s o , i a s p u n t a s de los p i e s h a c i a f u e r a , el
la ú l t i m a de la t r o c a i c a , b r e v e s en su o r i g e n , p o d í a n ser r e e m - c a b e l l o r i z a d o y bien a f e i t a d a l a b a r b a ; sino q u e prefiere á un
p l a z a d a s p o r l a r g a s . A r q u í l o c o , sin e m b a r g o , p a r a no d e s p o j a r al h o m b r e de b a j a e s t a t u r a , de p a s o firme, q u e a n d e con los pies
m e t r o de su n a t u r a l l i g e r e z a , . n o se sirvió de la s í l a b a l a r g a c o n h a c i a d e n t r o , de g r a n c o r a z o n y de t a l e n t o » 1 ) ; d e s c r i p c i ó n q u e ,
t a n t a f r e c u e n c i a c o m o lo h i z o E s q u i l o , en su deseo de dar á s u s a u n t e n i e n d o c o m o tiene un fin s e r i o , está de t a l m o d o h e c h a que
versos más majestad. T a m p o c o admitía Arquíloco la descomposi- r a y a en lo c ó m i c o , y no h a b r í a e n c a j a d o bien en u n a e l e g í a ; y
ción de l a s s í l a b a s l a r g a s q u e e m p l e a r o n los p o e t a s c ó m i c o s p a r a a u n q u e se e n c u e n t r a n reflexiones sobre l a s m i s e r i a s de la v i d a lo
d a r m a y o r v a r i e d a d y r a p i d e z al metro. A r q u í l o c o , r e u n i e n d o m i s m o en t r o q u e o s que en v e r s o s e l e g i a c o s , el lector atento pron-
d e s p u é s tres d i p o d i a s y á m b i c a s , e n t r e l a z a n d o l a s p a l a b r a s q u e to e c h a de v e r el t o n o l á n g u i d o de los ú l t i m o s y el v i v o y l i g e r o
l i g a b a n u n a d i p o d i a á o t r a , formó el trímetro yámbico. D e i g u a l d e los p r i m e r o s , c u y a d e c l a m a c i ó n i b a n a t u r a l m e n t e a c o m p a ñ a d a
suerte r e u n i ó el p o e t a c u a t r o d i p o d i a s t r o c a i c a s s e p a r a d a s , sin d e g e s t o s v i o l e n t o s y en c o n s o n a n c i a c o n el a s u n t o . A r q u í l o c o re-
e m b a r g o , e n t r e sí c a d a d o s d e e l l a s por m e d i o de u n a p a u s a (lla- citó t a m b i é n v e r s o s t r o c a i c o s en los f e s t i n e s ; p e r o m i e n t r a s q u e
m a d a diéresis a ), en el tetrámetro trocaico. S i n p e n e t r a r m á s en los en l a e l e g í a e x p r e s a b a s e n t i m i e n t o s de que q u e r í a h a c e r p a r t í c i p e s
d e t a l l e s de la e s t r u c t u r a d e l o s v e r s o s , de lo d i c h o h a s t a aquí á los c o n v i d a d o s , e m p l e a b a el t e t r á m e t r o t r o c a i c o c u a n d o , por
p o d e m o s inferir q u e e s t a s d i v e r s a s f o r m a s m é t r i c a s e r a n pro- e j e m p l o , q u e r í a r e c o n v e n i r á un a m i g o por h a b e r s e i m p r u d e n t e -
d u c c i o n e s d e l g u s t o y del g e n i o de los G r i e g o s , y q u e en su gé- m e n t e i n t r o d u c i d o en u n b a n q u e t e p a g a d o á e s c o t e por l o s co-
n e r o no son ni r e m o t a m e n t e inferiores en b e l l e z a ni en perfec- m e n s a l e s , sin h a b e r sido i n v i t a d o y sin h a b e r a b o n a d o su c u o t a a ).
ción al c é l e b r e P a r t h e n o n d e A t e n a s ni á la e s t a t u a de J ú p i t e r E x i s t e n a ú n o t r a s f o r m a s p o é t i c a s de A r q u í l o c o q u e no debe-
O l í m p i c o . L a p r u e b a m á s c o n v i n c e n t e de la p e r f e c c i ó n de los m o s p a s a r en s i l e n c i o , aun c u a n d o n o e s c r i b a m o s u n a h i s t o r i a de
m e t r o s q u e se d i c e n i n v e n t a d o s por A r q u í l o c o =), e s el hecho la p r o s o d i a y a u n c u a n d o no h a b l e m o s de l a s f o r m a s m é t r i c a s
d e q u e se c o n s e r v a r o n á t r a v é s de t o d a s l a s é p o c a s d e la poe- sino en t a n t o en c u a n t o p o n e n de m a n i f i e s t o el c a r á c t e r p e c u l i a r
sía g r i e g a c o m o f o r m a s n o r m a l e s de ciertos g é n e r o s p o é t i c o s , sus- de los d i v e r s o s g é n e r o s p o é t i c o s . E n c u é n t r a s e entre e l l a s la que
c e p t i b l e s , sin d u d a , de ser m e j o r a d a s , p e r o c u y a e s t r u c t u r a ín- P l u t a r c o l l a m a t r a n s i c i ó n á otro o r d e n de r i t m o s 3), y q u e los
p r o s o d i s t a s c o m p r e n d i e r o n c o n el n o m b r e de asinartete ó v e r s o
' ) S e g ú n A r i s t ó t e l e s , Poética- 4 , el t e t r á m e t r o t r o c a i c o se p r e s t a m á s á u n a
O¡r/r)<rti"/.R| 7TOÍR,<;I?;*el v e r s o y á m b i c o e s e m i n e n t e m e n t e XEXTIXÓ;. [ V é a s e Retórica
3 , 8 , C i c e r ó n , Orat. 6 4 , 217 y Q u i n t i l i a n o , Inst. Orat. 9 , 4 , 80.] •) F r a g m . 58. _ . .
2 ) [ L o s a n t i g u o s g r a m á t i c o s l l a m a b a n S'.atpeaic á l o s d o s p u n t o s c o l o c a d o s e n 2 ) F r a g m . 78. L a p e r s o n a c e n s u r a d a e s el m i s m o P e n d e s a q u i e n se d i r i g e
el final del p i e ; y xojxr, á l a d i v i s i ó n e n q u e t e r m i n a el pie i n t e r m e d i o . ] en l a s e l e g í a s c o m o á u n a m i g o í n t i m o . V é a s e f r a g m . 9 á 16.
3) V é a s e P l u t a r c o , de Música c . 28, p a s a j e el m á s n o t a b l e s o b r e l a s numero- 3) [De Musica C. 28: 'XpyJ/.oyoc . . . npooeteOfr *«'» et? TOI? O-J-/. á|ioyevá?
sas invenciones rítmicas y musicales de Arquíloco. puQ¡j.o'j; ev-rxT'.v. V é a s e H e f e s t i o n c . 1 5 . ]
suelto, cuya invención atribuyeron á A r q u í l o c o . S i n profundi- d i a b a , por decirlo a s í , la formación de l a s estrofas t a l e s y c o m o
zar más en la teoría de e s t e m e t r o , de s u y o m u y difícil, sólo dire- las e n c o n t r a m o s en los f r a g m e n t o s de los líricos eólicqg. N o s refe-
mos que este v e r s o se c o m p o n e de dos hemistiquios de naturale- rimos á los épodos, los c u a l e s no figuran aún a q u í c o m o estrofas,
z a distinta, por e j e m p l o u n dactilico ó a n a p é s t i c o y un t r o c a i c o , sino c o m o v e r s o s m á s cortos colocados á c o n t i n u a c i ó n de otros
ligados de tal suerte, que l a ú l t i m a sílaba del primer h e m i s t i q u i o m á s l a r g o s : así un d í m e t r o y á m b i c o c o n v i e r t e al épodo en tríme-
t e n g a la m i s m a libertad que la sílaba final de un v e r s o ' ) . E s t a tro; un d í m e t r o ó un trímetro y á m b i c o , en e x á m e t r o dactilico; un
clase de m e t r o , que p a s ó de los a n t i g u o s p o e t a s y á m b i c o s á los verso corto d a c t i l i c o , en un trímetro y á m b i c o ; y un v e r s o y á m b i -
c ó m i c o s , y el c u a l se m a n t u v o siempre a j e n o á todo g é n e r o de co, en un asinartete; t o d o lo c u a l responde al propósito de d a r ma-
poesía más seria y más d i g n a , es por e x t r e m o l á n g u i d o , a u n q u e y o r f u e r z a y energía á la débil c a d e n c i a del r i t m o , si bien l o s
á las v e c e s , m a n e j a d o c o n h a b i l i d a d , a d q u i e r e cierta m o v i l i d a d fines de t a l e s c o m b i n a c i o n e s de é p o d o s son tan n u m e r o s o s c o m o
y g r a c i a ; á estos r e s u l t a d o s c o n t r i b u y e m u y e s p e c i a l m e n t e el las d i v e r s a s c l a s e s de estas m i s m a s c o m b i n a c i o n e s ; y si á p r i m e r a
hemistiquio c o m p u e s t o d e t r e s t r o q u e o s p u r o s , con el c u a l termi- v i s t a parece que A r q u í l o c o l a s h a c í a á c a p r i c h o , no es difícil,
n a b a n á m e n u d o estos a s i n a r t e t e s , y que t o m a b a el n o m b r e de e x a m i n á n d o l a s m á s d e t e n i d a m e n t e , descubrir el p e c u l i a r mérito
i t h y p h a l l i c u s , p o r q u e los c a n t o s que se e n t o n a b a n en las P h a l a g o - de c a d a una de e s t a s composiciones e p ó d i c a s ' ) .
g i a s de D i o n y s o s , fiestas l a s más licenciosas del c u l t o de este
T o d a s e s t a s f o r m a s m é t r i c a s no s o n , sin e m b a r g o , p a r a nos-
dios, e s t a b a n c o m p u e s t o s en su m a y o r p a r t e en este m e t r o 2 ) .
otros m á s que esqueletos que sólo la i m a g i n a c i ó n e s c a p a z de re-
D i r í a s e que el esfuerzo q u e e x i g e el m i e m b r o a n a p é s t i c o ó dacti-
vestir de c a r n e y de d a r l e s v i d a , siendo c o m o es imposible resta-
lico , termina en el t r o c a i c o , y así el v e r s o c o n t i n ú a a g r a d a b l e y
blecer el m o d o c o n que A r q u í l o c o las r e c i t a b a . N o o b s t a n t e , co-
reposado. D e aquí n a c e e l tono d u l c e y m e l a n c ó l i c o fácil de re-
n o c e m o s de él l o b a s t a n t e p a r a poder a s e g u r a r que t a m b i é n en
conocer en los f r a g m e n t o s de este g é n e r o de A r q u í l o c o y en las
ellas la m o n o t o n í a de la recitación r a p s ó d i c a h a b í a cedido el pues-
imitaciones que de los m i s m o s hizo H o r a c i o 3 ).
to á un estilo m á s libre y m á s a t r e v i d o , el c u a l d e g e n e r a b a á me-
C o n o c e m o s e s t a i n v e n c i ó n métrica d e A r q u í l o c o , que prelu- n u d o en c a p r i c h o s o y f a n t á s t i c o , a u n q u e en g e n e r a l , c o m o y a an-
tes h e m o s d i c h o 3 ), no f u e r a n c a n t a d a s , sino d e c l a m a d a s rapsódi-

' ) A r q u í l o c o , lo mismo que su i m i t a d o r H o r a c i o , no permitía que estos dos


1) C u a n d o un solo épodo sigue á dos versos m á s largos, c o m o en el fragm. S6:
hemistiquios se confundieran ; p e r o el hecho de que los poetas c ó m i c o s , entre
otros C r a t i n o ( H e f e s t i o n , p. 84 d e G a i s f o r d ) se tomaron tal l i c e n c i a , basta A l v o ; TI; avOptóitwv Sos,
para probar que las p a l a b r a s d e A r q u í l o c o , por e j e m p l o , fragm. 79: (ó; áp' a/.di~r,c -/aiETO;
E'jvwvír-jv eju|av,
'Epaffjxovíor, Xapí>ae, •/pi)[iá -01 yslotov
deben ser consideradas c o m o u n solo verso. resulta u n a b r e v e estrofa. Si se unen los dos últimos versos en uno solo se for-
2) U n ejemplo notable de e s t a clase de cantos, encontramos en el p o e m a en m a un pvoodo, forma opuesta al épodo y que se encuentra á m e n u d o en H o -
que los Atenienses saludan á D e m e t r i o , hijo de Antígono, c o m o á un nuevo racio. [ B e r g k escribe:
B a c o y á quien A t e n e o l l a m a Í6'J:JXVAOC. C o m i e n z a 6 , p. 253, d, con los versos: (ó; ap' aAtóuí)? y.a'isTo; ÍVVWVMJV

É'¡j.i5av.]
oí [iiyiiTOt xtov OEWV x a i qí'/.iaxoi
Tí} "¡ZÓLTT TOÍpEKJtV, O t r o e j e m p l o de estrofa es el c a n t o de v i c t o r i a que se dice c o m p u e s t o por A r -
quíloco p a r a la fiesta o l í m p i c a de H e r a c l e s y de Iolao: d o s trímetros con
E s t e p o e m a , merced á su estilo lánguido y a f e m i n a d o pero al m i s m o tiempo
elegante y g r a c i o s o , c a r a c t e r i z a á la A t e n a s de aquel tiempo mejor que c u a l - efimnión: Tr.vsM.a y.aW.ívr/E f r a g m e n t o 119. [ B e r g k , sin e m b a r g o l a divide d e
quiera declamación de los h i s t o r i a d o r e s retóricos. [Véase A t e n e o 14, p. 622 e.] otro modo:
3) TVE).).«,
V é a s e sobre todo el f r a g m . 103 donde A r q u í l o c o describe en versos asi-
y.a).).íviy.£ y a í p ' avx?, 'HpáxAss;
nartetes, con épodos y á m b i c o s , el violento amor que le oprimía el c o r a z o n , le
a-jxó; TE v.ai IÓAao; a í / a r ^ a Svo
oscurecía la vista y le p r i v a b a de la r a z ó n , refiriéndose sin d u d a á su anti-
Tr,vóV/.a
g u o amor á Neóbule. E s por m u c h o s conceptos semejante á éste, el épodo n
*«),).ívix£ 'yaip avaS, 'JIpáy.AEs;.]
d e Horacio. 2) C a p . IV.
c a m e n t e : P e r o A r q u í l o c o h a b í a i n v e n t a d o un m o d o de r e c i t a r los g u a que, renunciando á todas estas prerogativas, intentaba ex-
yambos, el c u a l ciertos p a s a j e s eran d e c l a m a d o s al son de un presar l a s i d e a s tales y c o m o e r a n c o n c e b i d a s por u n a inteligen-
i n s t r u m e n t o m u s i c a l y otros eran c a n t a d o s ' ) . A t r i b u í a s e t a m b i é n c i a c l a r a y o b s e r v a d o r a . N o se e n c u e n t r a n en ella esos e p í t e t o s
á A r q u í l o c o la p a r a c a t a l o g e s), que consistía en la i n t e r p o l a c i ó n p u r a m e n t e de a d o r n o , c u y o solo fin es h a c e r m á s c o m p l e t o el
de un p a s a j e r e c i t a d o sin s u j e c i ó n á r i t m o a l g u n o ni á m e l o d í a c u a d r o q u e se p r o p o n e t r a z a r el p o e t a , sino que c a d a a d j e t i v o
d e t e r m i n a d a , en u n a c o m p o s i c i ó n f o r m a d a con a r r e g l o á un r i t m o i n d i c a la c u a l i d a d a d e c u a d a al objeto, r e p r e s e n t a d o en u n a deter-
fijo. F i n a l m e n t e , m u c h o s s o s t i e n e n , a u n q u e ' e n r e a l i d a d n o e s t á m i n a d a posición ' ) : e x c l ú y e n s e de ella los v o c a b l o s é inflexiones
c l a r a m e n t e p r o b a d o , q u e A r q u í l o c o fué el p r i m e r o q u e s e p a r ó la a n t i c u a d o s r o d e a d o s por ende de v e n e r a b l e p r e s t i g i o , e m p l e á n d o -
m ú s i c a i n s t r u m e n t a l , del c a n t o ; d a m o d o q u e el i n s t r u m e n t o no se sólo el l e n g u a j e v u l g a r ; y si h o y se e n c u e n t r a n en sus c o m -
a c o m p a ñ a b a á la v o z h a s t a el fin, m i e n t r a s que los m ú s i c o s anti- p o s i c i o n e s a l g u n a s p a l a b r a s r a r a s q u e e x i g e n e x p l i c a c i ó n , débe-
g u o s a c o m p a ñ a b a n c a d a u n a de l a s n o t a s v o c a l e s , c o n las corres- se á q u e en el d i a l e c t o j ó n i c o c o n s e r v á b a n s e aún a l g u n o s v o c a -
pondientes n o t a s i n s t r u m e n t a l e s 3). U s á b a s e p a r a a c o m p a ñ a r los blos que m á s t a r d e c a y e r o n en desuso. E n c o n t r a m o s también
y a m b o s cierto i n s t r u m e n t o de c u e r d a , de f o r m a t r i a n g u l a r , lla- allí el a r t í c u l o , no c o n o c i d o en la l e n g u a é p i c a 5), y v a r i a s par-
m a d o y á m b i c e , i n v e n t a d o p r o b a b l e m e n t e en la é p o c a en q u e flo- t í c u l a s e m p l e a d a s de u n a m a n e r a que tiene m á s c o n e x i o n e s c o n
reció A r q u í l o c o *). l a p r o s a q u e con la p o e s í a épica. E n s u m a , es la m i s m a l e n g u a
q u e h a l l a m o s en los c ó m i c o s a t e n i e n s e s , y q u e , s u p r i m i e n d o el
Imposible era h a c e r g r a c i a al lector de t o d a s e s t a s e x p l i c a c i o -
r i t m o , e n c o n t r a r í a m o s t a m b i é n en un p r o s i s t a ; y sólo se distin-
n e s , quizá d e m a s i a d o á r i d a s , si h a b í a m o s de darle u n a idea d e l
g u e del l e n g u a j e c o m ú n en la e n e r g í a y v i v a c i d a d c o n q u e l a s
sorprendente g e n i o que dió á A r q u í l o c o el primer l u g a r , d e s p u é s
i d e a s están c o n c e b i d a s y e x p r e s a d a s , y en la e l e g a n c i a de los
de H o m e r o , entre los c r e a d o r e s de la p o e s í a h e l é n i c a . R e s t a a ú n
pensamientos 3 ).
por e x a m i n a r otro a s p e c t o n o t a b l e d e l a s c o m p o s i c i o n e s de e s t e
p o e t a : la lengua. R e m o n t á n d o n o s c o n el p e n s a m i e n t o á la é p o c a
en que el estilo épico con su i n v a r i a b l e m a j e s t a d , q u e e n a l t e c e el 1) P a r a m a y o r c l a r i d a d y p a r a m á s fácil i n t e l i g e n c i a del l e c t o r , a ñ a d i r é q u e
a s u n t o más ínfimo c o n su r i q u e z a en p i n t o r e s c o s e p í t e t o s y en d e este g é n e r o son los a d j e t i v o s del f r a g m e n t o 100, por e j e m p l o :

b r i l l a n t e s y e x t e n s a s d e s c r i p c i o n e s , e r a el ú n i c o c u l t i v a d o por los oux k'O' 'ju.(oc 07././.£'.; ¿TOx).bv "/póa, xápqjetai yáp r,8r¡,
p o e t a s , y en que la e l e g í a a c a b a b a de n a c e r , nos c o n v e n c e r e m o s d o n d e la piel no e s l l a m a d a d e l i c a d a en general sino c o n r e l a c i ó n á la p a s a d a
de c u á n á r d u a era la e m p r e s a de i n t r o d u c i r en la p o e s í a u n a len- j u v e n t u d d e la p e r s o n a á q u i e n el poeta s e r e f i e r e ; y los del f r a g m e n t o 128:
atiuSpáv '/o:páo' ¿;a),£Ú|i£vo;,
d o n d e el escollo n o e s l l a m a d o s o m b r í o en g e n e r a l , sino c o n r e l a c i ó n á la difi-
c u l t a d d e evitarlo c u a n d o se e n c u e n t r a b a j o la superficie del a g u a . L o s epíte-
') TA I I B (TÍOV ta¡j.|K!(ÚV) )iyss8ai TRAPA TT,V xpoOuiv, RA B' áSórrOa:, P l u t a r c o
tos é p i c o s c o m o los d e l f r a g m e n t o 48:
op. cit. E s t o se r e l a c i o n a b a c o n la c o m p o s i c i ó n e p ó d i c a , a u n q u e según P l u t a r c o
se e n c o n t r a b a t a m b i é n en los t r á g i c o s , v e r o s í m i l m e n t e en las u n i o n e s d e tríme- •nx;.S' "Apsto ¡iiriCpóvoy.
tros y de versos d ó c m i c o s q u e s o b r e todo se h a l l a n en E s q u i l o . son m u y raros.
2) P o r e j e m p l o el f r a g m e n t o 9 1 :
-) P l u t a r c o , de Musica c. 28.]
3) P l u t a r c o l l a m a á este ú l t i m o m é t o d o -pÓT/opoa xpo-jstv, y al p r i m e r o r, TO'.T.VSE 6', U> ~ÍOR¡Y.£, TT,V TC'JYR,V 'éywi,
•JT.O xr,v oi5r,v y.poúai;, q u e se d i c e fué i n v e n t a d o p o r A r q u í l o c o . E l s i g n i f i c a d o d o n d e el a r t í c u l o s e p a r a al p r e d i c a d o TOÍT/VSS d e Trjyr,; « T a l es la p a r t e p o s t e -
se explica c l a r a m e n t e c o m p a r a n d o á A r i s t ó t e l e s , Problemas 1 9 , 39, p. 9 2 1 , a, 25
rior q u e tienes.»
c o n P l a t ó n , Leyes 7 , p. 812, d. Kpoústv s i g n i f i c a , t o c a r u n i n s t r u m e n t o d e m ú - 3) C o m o e j e m p l o s d e la sencillez del l e n g u a j e d e A r q u í l o c o , p o d e m o s c i t a r
s i c a , lo mismo la flauta q u e la c í t a r a .
dos f r a g m e n t o s q u e pertenecen e v i d e n t e m e n t e á un p o e m a a l g o s e m e j a n t e a l
4) V é a s e A t e n e o 14, p . 636, b , H e s i q u i o y F o c i o en lajj.fiúxr ; . E l i n s t r u m e n t o e p o d o 6 d e H o r a c i o . C o m e n z a b a el f r a g m e n t o 1 1 8 :
y./.£'¡/íaaPo; d e q u e [en F i l i s ] h a b l a A t e n e o op. cit., v é a s e A r i s t o x e n o , ibid. 4,
lió).),' alo' ili¿m,l, a/1' r / í v o ; Ev y i y x .
182-183] parece h a b e r s i d o e s p e c i a l m e n t e d e s t i n a d o á la OJIO TY,V O>5R,v xpoOsi?.
[ V é a s e . l a e n u m e r a c i ó n en P o l l u x 4 , 59 y c o m e n t a r i o s d e V o l k m a n n a l t r a t a d o L a z o r r a es m u y a s t u t a , pero el e r i z o c o n o c e un g r a n a r t e : el d e c o n t r a e r -

de Música, d e P l u t a r c o , p . 162.] s e y resistir a l enemigo. [ S e g ú n Z e n o b i o , Prov. 5 , 68, este v e r s o se e n c o n t r a b a


LIT. G R . — 1 . 15
C o m o y a h e m o s h e c h o lo posible por d a r u n a i d e a c l a r a del d a d e s . L a m u j e r s u c i a d e s c i e n d e de la c e r d a ; la a s t u t a , de la zo-
mérito r e l e v a n t e de A r q u í l o c o , nos c o n t e n t a r e m o s c o n h a c e r un rra ; la c h i l l o n a , de l a p e r r a ; la h o l g a z a n a , de l a t i e r r a ; el m a r
s u m a r i o análisis de l o s t r a b a j o s de s u s s u c e s o r e s en la p o e s í a p r o d u j o á l a m u j e r i n c o n s t a n t e y v e l e i d o s a ; la g l o t o n a y s e n s u a l
y á m b i c a , p u e s t o que l a s o b r a s de aquél p o d r á n s e r v i r n o s c o m o de p r o c e d e del a s n o ; la p e r v e r s a , de l a c o m a d r e j a ; l a c o q u e t a , d e l
t i p o de c o m p a r a c i ó n e n e l e x a m e n de l a s c o m p o s i c i o n e s de los c a b a l l o ; la fea y m a l i c i o s a , de la m o n a ; sólo u n a r a z a h a sido
demás. «creada p a r a l a b r a r la f e l i c i d a d del h o m b r e : la de la m u j e r l a b o -
Simónides de Amorgos, que floreció h a c i a la ¿29.a Olimpiada riosa que v e l a c o n s t a n t e y fielmente por su h o g a r , y l a c u a l t r a e
(664 a. C h r . ) , sigue t a n de c e r c a á A r q u í l o c o , que casi p u e d e su origen de la a b e j a .
considerarse á a m b o s c o m o c o n t e m p o r á n e o s . S u h i s t o r i a , c o m o C o n el estilo r u d o y un p o c o á s p e r o de S i m ó n i d e s , f o r m a sor-
la de A r q u í l o c o , se r e l a c i o n a c o n la f u n d a c i ó n de u n a colonia: p r e n d e n t e c o n t r a s t e el m o d o c ó m o el g r a n Solon t r a t ó este m i s m o
dícese que S i m ó n i d e s c o n d u j o á los S a m i o s á la v e c i n a isla de g é n e r o poético. E l yambo c o n s e r v a en el legislador de A t e n a s su
A m o r g o s , d o n d e f u n d ó t r e s c i u d a d e s , en u n a de l a s c u a l e s , M i - c a r á c t e r a p a s i o n a d o , e n é r g i c o y v i o l e n t o ; p e r o sólo se sirve de él
n o a , se e s t a b l e c i ó . É l , c o m o A r q u í l o c o , c o m p u s o y a m b o s y te- p a r a p r o p i a d e f e n s a en u n a c a u s a j u s t a . U n a v e z p l a n t e a d a su
trámetros t r o c a i c o s , c a s t i g a n d o en el p r i m e r m e t r o á d e t e r m i n a - l e g i s l a c i ó n , S o l o n v i ó q u e , á p e s a r de los e s f u e r z o s q u e h a b í a he-
dos p e r s o n a j e s con el a z o t e del s a r c a s m o y del ridículo. H a b í a un c h o p a r a satisfacer l a s e x i g e n c i a s de todos los p a r t i d o s , ó q u i z á
cierto O r o d é c i d e s q u e e r a p a r a S i m ó n i d e s lo q u e p a r a A r q u í l o c o p r e c i s a m e n t e por lo m i s m o q u e h a b í a p r o c u r a d o dar á c a d a par-
la f a m i i i a de L i c a m b e s 1 ) . E s , sin e m b a r g o , m u y d i g n o de tener- t i d o y á c a d a c l a s e p a r t i c i p a c i ó n en el p o d e r , r e v i s t i é n d o l o s de
se en c u e n t a el e s p e c i a l e m p l e o que S i m ó n i d e s h i z o del m e t r o c i e r t a a u t o r i d a d , no h a b í a l o g r a d o c o n t e n t a r á n i n g u n o . C o n e s t e
y á m b i c o , h a c i e n d o por l o g e n e r a l b l a n c o de su s á t i r a , n o y a á m o t i v o , y p a r a a v e r g o n z a r á sus a d v e r s a r i o s , escribió algunos
personas d e t e r m i n a d a s , s i n o á c l a s e s e n t e r a s de la s o c i e d a d ; par- y a m b o s en que i n v i t a á s u s d e t r a c t o r e s á m e d i t a r de c u á n t o s ciu-
t i c u l a r i d a d q u e d a á s u s y a m b o s c i e r t a s e m e j a n z a c o n la sátira d a d a n o s se h a b r í a p r i v a d o la r e p ú b l i c a si él h u b i e r a d a d o oídos
que a p a r e c e m e z c l a d a e n los p o e m a s de H e s i o d o ; s e m e j a n z a t a n - á l a s p r e t e n s i o n e s de l a s d i v e r s a s f r a c c i o n e s ; y p a r a p r o b a r l a
to m a y o r c u a n t o q u e e n el f r a g m e n t o m á s e x t e n s o aún e x i s t e n t e , b o n d a d de su s i s t e m a , a p e l a , lleno de noble i n d i g n a c i ó n , al tes-
S i m ó n i d e s d e s f o g a su m a l h u m o r contra l a s m u j e r e s . A este fin, t i m o n i o de l a m á s p o t e n t e de l a s d i o s a s , á l a T i e r r a , m a d r e de
se s i f v e de u n a i n v e n c i ó n que m á s t a r d e r e a p a r e c e e n los g n o m o s C r o n o s , c u y a superficie e s t a b a a n t e s c u b i e r t a de n u m e r o s a s pie-
de F o c í l i d e s 2), h a c i e n d o d e r i v a r l a s condiciones v a r i a s y gene- d r a s t e r m i n a l e s (ópot;) en s e ñ a l de que los c a m p o s e s t a b a n hipo-
r a l m e n t e m a l a s de l a s m u j e r e s , de la d i v e r s i d a d de su o r i g e n , t e c a d o s , y c u y a s p i e d r a s h i z o él d e s a p a r e c e r d e v o l v i e n d o el p l e n o
p r e s e n t a n d o por m e d i o d e esta ficción un c u a d r o m á s a n i m a d o de d o m i n i o de los t e r r e n o s á los d e u d o r e s . E s t e f r a g m e n t o , conser-
sus c a r a c t e r e s que si h u b i e r a s i m p l e m e n t e e n u m e r a d o s u s cuali- v a d o por A r í s t i d e s el retórico y por P l u t a r c o , m e r e c e ser leído ' ) ,
p o r q u e nos s u m i n i s t r a u n a i d e a c l a r a , no sólo de la s i t u a c i ó n po-
lítica de A t e n a s en a q u e l l a é p o c a , sino t a m b i é n de los p o e m a s
y a e n H o m e r o , según todas l a s p r o b a b i l i d a d e s en el M a r g i t e s , c o m o s u p o n e y á m b i c o s de S o l o n : en é l , el p o e t a h a c e g a l a de u n a e n e r g í a y de
B e r g k . V é a s e p. 213. D e i g u a l suerte en época posterior parece aludir á él el u n a h a b i l i d a d v e r d a d e r a m e n t e a t e n i e n s e s , en la d e f e n s a de u n a
poeta trágico Ion, de m o d o q u e es m u y probable que quedase c o m o proverbio.)
c a u s a q u e r i d a , y se d e s c u b r e n los p r i m e r o s g é r m e n e s de a q u e l l a
Y en el final del f r a g m e n t o 6 5 :
elocuencia 2) que h a b í a n de l l e v a r á su c o l m o los diálogos de la
Ev 8' S7ríu-:a¡j.ai ¡jiya,
tov y.av-To; t¡ [u.e en B e r g k ] opwv-a osivoí: avTajieípsaOat xay.oíc,
el poeta se representaba á sí m i s m o , c o m o un e r i z o que sabe contestar al q u e
le m a l t r a t a , maltratándole t a m b i é n . Según esto, es f u e r z a considerar el p r i m e r
' ) [ P l u t a r c o al h a b l a r de Solon c. 15 y A r í s t i d e s , vol. 2 , p. 536 d e D i n d o r f .
fragmento como un t e t r á m e t r o trocaico incompleto.
F r a g m . 36 y 37 de B e r g k entre los c u a l e s h a y u n a pequeña l a g u n a . ]
' ) [Según el testimonio d e L u c i a n o , Pseudol. C a p . 2.] 5) SEIVÓ-UT,;. [ V é a s e R . V o l k m a n n , die Rhetorik der Griechen und Römer, p. 456-
5) [ F r a g m . 3 de B e r g k . V é a s e L . v. S y b e l , en el artículo: zu Simónides von
457-1
Amorgos, en H e r m e s , vol. 7 , p. 354 y 357-1
escena ateniense y l a s a r e n g a s ante l a s a s a m b l e a s p o p u l a r e s y en c e r s e en C l a z o m e n e , c i u d a d j ó n i c a t a m b i é n . E s t a persecución
los tribunales de j u s t i c i a . E l d i a l e c t o y las e x p r e s i o n e s en la poe- p o l í t i c a , q u e n o s i n d u c e á s u p o n e r á H i p o n a x a r d i e n t e defensor
sía de Solon son á t o d a s l u c e s j ó n i c o s . d e la l i b e r t a d , fué p r o b a b l e m e n t e la p r i m e r a r a z ó n de la a m a r g u -
L o s e s c a s o s f r a g m e n t o s q u e h a s t a nosotros h a n l l e g a d o de l o s ra y de los m i s a n t r ó p i c o s s e n t i m i e n t o s q u e r e v e l a n s u s p r o d u c c i o -
troqueos de S o l o n , b a s t a n p a r a q u e nos f o r m e m o s i d e a del em- nes. A H i p o n a x se a t r i b u y e p r e c i s a m e n t e la m i s m a ira a p a s i o n a -
pleo que el p o e t a h a c í a de este g é n e r o poético. E s c r i b i ó S o l o n los- d a , v i o l e n t a y feroz de que eran e x p r e s i ó n los y a m b o s de A r q u í -
troqueos casi al m i s m o t i e m p o q u e los y a m b o s , esto e s , c u a n d o l o c o ; y t a n t o c o m o e s t e ú l t i m o d e t e s t a b a á l a f a m i l i a de L i c a m -
después de s u s l e y e s , y á p e s a r de e l l a s , r e a n u d á b a s e m á s e n c a r - bes, tanto odiaba H i p o n a x á B ú p a l o y á A t e n i s , dos escultores
nizada que n u n c a la l u c h a entre los p a r t i d o s d i r i g i d o s p o r s u s m i e m b r o s de u n a f a m i l i a de a r t i s t a s que d e s d e h a c í a m u c h a s ge-
ambiciosos j e f e s , y c u a n d o a l g u n o s c i u d a d a n o s r e s p e t a b l e s y se- neraciones florecía en C h í o s ' ) , á los c u a l e s h a b í a s e r v i d o el
sudos r e c o n v e n í a n á Solon p o r q u e , p a t r i o t a y a m i g o del p u e b l o , p o e t a de a s u n t o p a r a u n a c a r i c a t u r a , en que le p r e s e n t a b a n ra-
no había e m p u ñ a d o c o n m a n o firme l a s r i e n d a s del g o b i e r n o y n o q u í t i c o , f e o y m a c i l e n t o . H i p o n a x se v e n g ó con los y a m b o s m á s
se había d e c l a r a d o m o n a r c a . A esto contesta .Solon 1): « Solon p u n z a n t e s , de los c u a l e s e x i s t e n aún a l g u n o s f r a g m e n t o s 2 ) , s e g ú n
no se ha m o s t r a d o en esta ocasión ni p r u d e n t e ni h á b i l , p o r q u e los q u e la d e s e s p e r a c i ó n de sus e n e m i g o s llegó á t a l extremo,
los dioses le o f r e c í a n la f e l i c i d a d y él la h a r e h u s a d o , y porque q u e se d i e r o n la m u e r t e . N o p a r e c e , sin e m b a r g o , q u e l a s sátiras
cuando tenía c o g i d a la 'presa la d e j ó e s c a p a r en v e z de tirar de de H i p o n a x se dirigiesen s i e m p r e c o n t r a p e r s o n a s determinadas,
la red; de o t r a suerte a), c o n q u i s t a n d o el p o d e r , acumulando sino que a n t e s b i e n , á j u z g a r por los f r a g m e n t o s que de e l l a s p o -
cuantiosas r i q u e z a s y r e i n a n d o en A t e n a s , siquiera h u b i e r a sido s e e m o s , se referían á l a s o c i e d a d en g e n e r a l , p e r o c o n s i d e r á n d o -
un día tan s ó l o , h a b r í a t e n i d o d e s p u é s el p l a c e r d e verse desolla- la por el l a d o g r o t e s c o y risible. O b j e t o f a v o r i t o de sus s a r c a s m o s
d o vivo y de v e r p e r e c e r á t o d o su linaje.» E l h u m o r j o v i a l q u e , f u é el l u j o de los g r i e g o s del A s i a M e n o r , q u e en a q u e l l a é p o c a
a u n en esta d e s c a r n a d a t r a d u c c i ó n , se o b s e r v a en el c o n t r a s t e h a b í a l l e g a d o á su c o l m o . E l p o e t a d i c e en u n o d e s u s f r a g m e n t o s
entre el c o m i e n z o s o l e m n e y sincero y el final c ó m i c o é i n e s p e r a - m á s l a r g o s 3 ) : «pues u n o sólo de v o s o t r o s , c o m o un e u n u c o de
d o , produce m u c h o m á s efecto en el h e r m o s o ritmo del t e t r á m e - L a m p s a c o , h a d e v o r a d o t r a n q u i l a m e n t e día t r a s día un d i l u v i o
tro trocaico, c u y a m o v i l i d a d y l i g e r e z a s u p o n e necesariamente d e a t u n e s c o n e x q u i s i t a s salsas a d e r e z a d o s , y c o n s u m i d o su patri-
u n a mímica a n i m a d a 3), del q u e c o n v e n d r í a á este f r a g m e n t o . m o n i o , d e t a l m o d o q u e a h o r a se v e o b l i g a d o á t r a b a j a r l a s ro-
L o s demás f r a g m e n t o s e n v e r s o s t r o c a i c o s que de Solon h a n lle- c a s c o n el a z a d ó n y á t o m a r por todo a l i m e n t o a l g u n o s h i g o s y el
g a d o hasta n o s o t r o s , se refieren al m i s m o a s u n t o , y es m á s q u e n e g r o p a n de c e b a d a , m a n j a r del e s c l a v o . »
probable q u e no f o r m a r a n m á s q u e un p o e m a de este g é n e r o 4 ).
E l l e n g u a j e q u e e m p l e a H i p o n a x está m á s p l a g a d o q u e el de
los d e m á s p o e t a s y á m b i c o s , de v o c a b l o s v u l g a r e s c o m o son p o r
D e índole m u c h o m á s c o n f o r m e con la p r i m i t i v a f o r m a del
e j e m p l o los n o m b r e s de los m a n j a r e s , d e los v e s t i d o s y de los
verso y á m b i c o , e r a el estilo de Hiponax, q u e floreció h a c i a l a 6o. a
utensilios de t o d a c l a s e , v o c a b l o s de que h a c í a n uso en su conver-
O l i m p i a d a (540 a. C h r . ) . N a c i d o en E f e s o , y o b l i g a d o por los ti-
s a c i ó n o r d i n a r i a l a s ú l t i m a s clases de la s o c i e d a d ; c l a r a m e n t e se
ranos A t e n á g o r a s y C o m a s á a b a n d o n a r su p a t r i a , fué á e s t a b l e -
v e , sobre t o d o , que se e s f o r z a b a por describir en s u s y a m b o s es-
c e n a s l o c a l e s l l e n a s de c o l o r i d o y de v e r d a d . A este p r o p ó s i t o , H i -
' ) Fragm. 33 de B e r g k . p o n a x se a v e n t u r ó á i n t r o d u c i r en el m e t r o u n a m o d i f i c a c i ó n t a n
! ) Debe leerse r,0s).sv, y no r'Qs/.ov. [ B e r g k sostiene la ú l t i m a que descansa en
a t r e v i d a c o m o f e l i z , c a m b i a n d o , c o n o b j e t o de m o d e r a r el r á p i d o
una conjetura d e X y l a n d e r , al hablar de la v i d a de Solon por P l u t a r c o , C a p . 14.
3) -/sipovouía. [ N o existe testimonio alguno que h a b l e de esta gesticulación.]
4) [Según P l u t a r c o , en la v i d a de Solon, C a p . 14, iba dirigida á un cierto F o -
1 ) [ V é a s e O. M ü l l e r , Archaologie § 82, nota.]
co. Según todas las probabilidades, A r í s t i d e s en su oración 49, vol. 2, p. 536
2) [ F r a g m . 10 á 14 de B e r g k . ]
de Dindorf, h a b l a de este poema c u a n d o d i c e : ó os o¿¡ Só'/.wv -/.ai ¡3i¡5).iov
3) E n A t e n e o 7 , p. 304, b. F r a g m . 35.
Ttvr.os;, T:S7TO:Í¡XSV SI; av-'ov Y.a\ VR,v sa'JToO íto).irs!av. ]
s

m o v i m i e n t o del y a m b o , el último pie del y a m b o p u r o en espon- H i p o n a x , que sería v a n a pretensión la de querer s e ñ a l a r e n t r e


d e o , c o n t r a v i n i e n d o d e esta suerte á la l e y f u n d a m e n t a l de e s t a ellos u n a d i f e r e n c i a c a r a c t e r í s t i c a ' ) .
especie de verso. T r a s f o r m a d o de esta suerte el m e t r o ' ) , y p r i v a - A f i n e s d e l y á m b i c o son otros d o s géneros p o é t i c o s q u e , aun-
do de su belleza y d e s u r e g u l a r i d a d , trocóse en u n a f o r m a rítmi- que m u y d i v e r s o s entre s í , a m b o s tienen su origen en la tenden-
tica p e r f e c t a m e n t e a d e c u a d a á la d e s c r i p c i ó n de los d e f e c t o s mo- c i a á describir lo r i d í c u l o , y a m b o s t a m b i é n g u a r d a n í n t i m a rela-
r a l e s , q u e t a n al v i v o d i b u j a b a H i p o n a x . L o s y a m b o s de este gé- ción h i s t ó r i c a con la p o e s í a y á m b i c a . E s t o s géneros son la f á b u l a
nero ( l l a m a d o s t a m b i é n c o l i a m b o s ó t r í m e t r o s e s c a z o n t e s ) , ad- ( l l a m a d a p r i m e r o alvo; y d e s i g n a d a m á s t a r d e c o n l a s e x p r e s i o n e s
quieren m a y o r l e n t i t u d c u a n d o el quinto pie es t a m b i é n e s p o n d e o , m á s v a g a s de ¡j.060; y ).óyo; 2 ) y l a p a r o d i a .
á lo c u a l no se o p o n e su p r i m i t i v a e s t r u c t u r a ; y e n este ú l t i m o P o r lo que h a c e á la fábula, no es i m p r o b a b l e que en otros
caso r e c i b í a n el n o m b r e de y a m b o s c o j o s (isquiorrógicos). U n gra- p a í s e s , y sobre todo en la E u r o p a s e p t e n t r i o n a l , n a c i e r a de la
mático J) d e c i d e l a c u e s t i ó n , difícil de resolver s e g ú n a n t i g u o s c o n t e m p l a c i ó n de la v i d a de los a n i m a l e s , que á m e n u d o recuer-
t e s t i m o n i o s , de si l a i n v e n c i ó n de e s t a c l a s e de v e r s o s h a de atri- d a n la i n d u s t r i a h u m a n a . E l anos e s , c o m o su m i s m o n o m b r e in-
buirse á H i p o n a x ó á o t r o a u t o r de y a m b o s , A n a n i o , s u p o n i e n d o d i c a , u n a a m o n e s t a c i ó n (irapaívsm; 3 ) , ó m e j o r , u n a c e n s u r a que,
que A n a n i o i n v e n t ó l o s i s q u i o r r ó g i c o s é H i p o n a x el e s c a z o n ordi- y a por t e m o r á u n a s i n c e r i d a d e x c e s i v a , á u n a p r o v o c a c i ó n , ó á
nario. N o o b s t a n t e H i p o n a x , al m e n o s en los f r a g m e n t o s q u e c o n chistes d e m a s i a d o p i c a n t e s , se d i s f r a z a c o n la m á s c a r a de un su-
su n o m b r e se h a n c o n s e r v a d o , se s i r v i ó á v e c e s del e s p o n d e o en el c e d i d o entre a n i m a l e s : t a l c a r á c t e r r e v i s t e , en e f e c t o , en H e s i o d o ,
quinto pie 3 ) . A m b o s p o e t a s i n t r o d u j e r o n l a m i s m a a l t e r a c i ó n , y d o n d e por p r i m e r a v e z lo e n c o n t r a m o s l ) : « A h o r a v o y á c o n t a r á
con el m i s m o r e s u l t a d o , en el t e t r á m e t r o t r o c a i c o , h a c i e n d o l a r g a los r e y e s u n a f á b u l a que c o m p r e n d e r á n bien. A s í d i j o al ruiseñor
r e g u l a r m e n t e la p e n ú l t i m a s í l a b a , q u e debía ser b r e v e : de esta el h a l c ó n , q u e h e n d i e n d o los aires lo l l e v a b a entre sus a g u d a s
clase de versos e x i s t e n a ú n a l g u n o s f r a g m e n t o s *). E s indudable g a r r a s , m i e n t r a s que él se l a m e n t a b a a m a r g a m e n t e : ¿ P o r qué
q u e H i p o n a x c o m p u s o t a m b i é n v e r s o s trímetros p u r o s c o m o los g r i t a s t a n t o , l o c o ? H a s sido c o g i d o por u n o m á s fuerte que t ú , é
de A r q u í l o c o , p e r o n o e x i s t e f r a g m e n t o a l g u n o que p r u e b e q u e irás d o n d e y o te l l e v e : por m u y bien que c a n t e s , no h e de d e j a r ,
los m e z c l ó c o n e s c a z o n t e s s).
si q u i e r o , de d e v o r a r t e , ó de d a r t e libertad.» E l m i s m o e m p l e o ha-

Ananio casi n o t i e n e en la historia l i t e r a r i a u n a p e r s o n a l i d a d


distinta de la de H i p o n a x . P a r e c e que sus p o e m a s fueron r e u n i d o s 1) N o h a y r a z ó n a l g u n a p a r a c o l o c a r en e s t a é p o c a á Herondas [sobre la v e r -
en un solo v o l u m e n e n A l e j a n d r í a , y que n u n c a se c o n o c i ó , ó q u e d a d e r a f o r m a del n o m b r e Herodas, v é a s e M e i n e k e en otra e d i c i ó n d e B a b r i o ,

se h a b í a p e r d i d o , e l criterium p a r a d e t e r m i n a r si tal ó c u a l p a s a - p . 151 - 1 5 2 ] , p o r m u c h o s c o n s i d e r a d o c o m o a u t o r d e los c o l i a m b o s . R e s p e c t o á


los mimiambos q u e se le a t r i b u y e n , h a b l a r e m o s m á s a d e l a n t e , en e l s e g u n d o
j e p e r t e n e c í a á u n o ó á otro de estos escritores: a s í , s u c e d e á
p e r í o d o , al t r a t a r d e los m i m o s d e S o f r o n .
v e c e s q u e un m i s m o v e r s o es a t r i b u i d o á a m b o s 6); y los f r a g - 5) [ S ó b r e l a d i f e r e n c i a e n t r e a l v o ; y ¡iOOo; v é a s e J u l i á n , Or. 7, p. 26S d e H e r t l . ]
mentos , p o c o n u m e r o s o s por c i e r t o , q u e i n d u d a b l e m e n t e p e r t e - 3) V é a s e G . C . L e w i s en el Philological Museum, vol. 1, p. 281. [Véanse los es-
n e c e n á A n a n i o e s t á n e s c r i t o s en u n estilo t a n s e m e j a n t e al de colios á T h e o n . P r o g y m n . , v o l . 1, p. 259 d e W a l z : a l v o ; s i r . V.óyo; ¡rj0iy.<b; £-/.?£-
póiAEvo; -jiro a/.óvwv ¡¡Mtov r¡ cp-jrfiiv irpo; aW.tov itapaivEtjiv y A m m o m o en xivo:.
O . K e l l e r en sus üntérsuchungen über die Geschichte der griechischen Fabel, L e i p z i g ,
1862, p . 310, pone en d u d a la c o n e x i ó n e n t r e a l v o ; y rcapaívscri; a l e x p l i c a r con
') ib app'jQ¡iov. [ D e m e t r i o , de elocut. § 301: o^iuíoy Sk -/cu - a ' I z - w v a y . - o ; . ).oi-
m á s a c i e r t o l a significación g n ó m i c a d e a l v o ; p o r el c o n c e p t o d e e n i g m a , laten-
5opí¡aa'. yap pou).ó¡x£vo; TO-J; r/Opoíi; s'OpavffE -b ¡j-é-rpov y.a't suoírjaE -/IOVOV AV-Í
te en esta p a l a b r a y por consiguiente d e su sentido p r o f u n d o y o c u l t o "de la
E-jfjso;, y.a't appuQ|¿ov, TO-J-eit-I 6EIVÓTÍ¡TI itpÉuov xa\ ),o:6opta.]
i m a g e n r e p r e s e n t a d a . M i r a d a b a j o o t r o p u n t o d e v i s t a , la f á b u l a , c o n s i d e r a d a
2) E n T y r w h i t t , Dissert de Babrio, p . 17.
c o m o relato d e u n h e c h o fingido, c u y o fin es a c o r d a r una r e g l a d e v i d a y d e
3) * V é a s e Babrii fabulae Aesopeae, emend. C. Lachmanmis et amici. Berolini,
p r u d e n c i a , c a e b a j o el c o n c e p t o d e la e p o p e y a , n o o b s t a n t e ser t a m b i é n esen-
1845, p. 89 y ss.
c i a l m e n t e d i s t i n t a del a p ó l o g o é p i c o , á c u y o g é n e r o p e r t e n e c e , p o r e j e m p l o , la
4) [ H i p o n a x f r a g m . 78 á 8 4 , A n a n i o f r a g m . 5 d e B e r g k . ]
Batracomiomaquia. ]
5) [ P r i s c i a n o , de metris comicis, p. 428 d e K e i l , q u e se f u n d a en H e l i o d o r o . ]
4) Trabajos y Días, v e r s o s 202 y ss.
C o m o en A t e n e o 1 4 , p . 625 c.
cía A r q u í l o c o de la fábula en sus y a m b o s contra L i c a m b e s '). E n brieron en l a s c o s t u m b r e s y c u a l i d a d e s de los i r r a c i o n a l e s ciertas
ellos cuenta c ó m o la zorra y el águila h a b í a n h e c h o un t r a t a d o de a n a l o g í a s c o n l a s del h o m b r e , y q u e , c o n s e r v a n d o á este m u n d o
a l i a n z a ; pero el á g u i l a — a s í c o n t i n ú a la f á b u l a s e g ú n otros auto- d e los a n i m a l e s su v e r d a d e r o c a r á c t e r , e n c o n t r a r o n m e d i o s d e
res a ) — o b s e r v ó con tan p o c a fidelidad el c o n v e n i o , que d e v o r ó p r e s e n t a r l o en siis ficciones prestándoles l e n g u a j e y h a s t a enten-
á los hijos de la zorra. N o p u d o h a c e r ésta otra c o s a q u e p e d i r d i m i e n t o , c o n el o b j e t o de c o n s e g u i r el fin q u e se p r o p o n í a n .
v e n g a n z a á los dioses, los c u a l e s no d e j a r o n de a t e n d e r s u s rue-
E s m u y p r o b a b l e q u e e l g u s t o por el a p ó l o g o y o t r a m u l t i t u d
g o s : a s í , sucedió que el á g u i l a , al r o b a r la c a r n e de u n a v í c t i m a
de a n á l o g a s i n v e n c i o n e s fuese i m p o r t a d o á G r e c i a del O r i e n t e ;
s a g r a d a , no e c h ó de ver q u e con ella l l e v a b a t a m b i é n algunas
p o r q u e e s t a e s p e c i e de n a r r a c i ó n s i m b ó l i c a y v e l a d a e s t á , á decir
chispas que prendieron f u e g o al nido y a b r a s a r o n s u s hijuelos.
v e r d a d , m á s en a r m o n í a c o n el c a r á c t e r oriental que c o n el grie-
E s i n d u d a b l e que A r q u í l o c o quería con esto decir á L i c a m b e s
g o ; a s í , e n el A n t i g u o T e s t a m e n t o se e n c u e n t r a t a m b i é n una pa-
q u e , si él no e r a bastante p o d e r o s o p a r a p e d i r l e c u e n t a s de la
rábola por el estilo de l a s f á b u l a s de E s o p o (Jueces, I X , 8 y ss.).
ruptura del c o n t r a t o , i n v o c a r í a contra él el c a s t i g o de los dioses.
P e r o á fin de n o e x t r a v i a r n o s por terrenos c o m p l e t a m e n t e e x t r a -
O t r a fábula de Arquíloco i b a dirigida c o n t r a el a b s u r d o o r g u l l o
ños á n u e s t r o p r o p ó s i t o , n o s l i m i t a r e m o s á decir q u e los G r i e g o s
de una noble prosapia 3 ) . D e i g u a l s u e r t e , E s t e s í c o r o se sirvió,
m i s m o s r e c o n o c i e r o n a q u e l origen oriental á j u z g a r por los nom-
p a r a p r e v e n i r contra F a l a r i s á sus c o m p a t r i c i o s los H i m e r i e n o s ,
b r e s q u e dieron á s u s f á b u l a s . L l a m a b a n líbicas á u n a especie de
de la fábula del caballo q u e , p a r a v e n g a r s e del c i e r v o , c o n s i e n t e
fábulas, de origen africano según todas las probabilidades, y que
en llevar sobre su lomo al h o m b r e , haciéndose su e s c l a v o *). L a
sin d u d a p a s ó de C i r e n e á G r e c i a . A e s t e g é n e r o p e r t e n e c e , según
m i s m a e x p l i c a c i ó n tienen, en c u a n t a s noticias a u t é n t i c a s se refie-
E s q u i l o ' ) , la b e l l a f á b u l a del á g u i l a q u e , m i r a n d o l a s p l u m a s de
ren á su o r i g e n , todas l a s f á b u l a s de E s o p o . T r á t a s e s i e m p r e e n
la flecha q u e l a h a b í a h e r i d o , e x c l a m a : « D e b o la m u e r t e á l a s
ellas de c u a l q u i e r acto ó p r o y e c t o a b s u r d o y d e s c a b e l l a d o de los
p l u m a s s a c a d a s de m i s p r o p i a s alas.» E s t e e j e m p l o nos d e m u e s -
S a m i o s , de los Atenienses ó de los D e l f i a n o s ; E s o p o nos describe
tra que la f á b u l a l í b i c a n o e r a sino u n a e s p e c i e de a p ó l o g o 2), lo
en u n a fábula su índole y sus c o n s e c u e n c i a s c o n m á s c l a r i d a d ,
m i s m o q u e los g é n e r o s l l a m a d o s ciprio y cilicio por los retóricos d e
precisión y e f i c a c i a que si h u b i e r a h e c h o uso de los m á s contun-
la d e c a d e n c i a 3) , los c u a l e s nos t r a s m i t e n t a m b i é n los n o m b r e s
dentes a r g u m e n t o s . Pero por lo mismo que el v e r d a d e r o y prin-
de ciertos f a b u l i s t a s b á r b a r o s : el libio Cibiso *) y el cilicio Connis.
cipal o b j e t o de la fábula g r i e g a lo constituyen los a c t o s y ocupa-
C í t a s e t a m b i é n l a d i s p u t a entre el olivo y el l a u r e l en el m o n t e
ciones del h o m b r e , dándose c a b i d a en ella á los a n i m a l e s c o n
T m o l o c o m o u n a f á b u l a de los a n t i g u o s Lidios s). L a s f á b u l a s ca-
el fin e x c l u s i v o de velar el s e n t i d o , n a d a tiene a q u é l l a de c o m ú n
rias , por el c o n t r a r i o , e s t a b a n t o m a d a s d e los a c o n t e c i m i e n t o s de
con la historia de las l e y e n d a s p o p u l a r e s , ni g u a r d a relación al-
la v i d a h u m a n a , c o m o por e j e m p l o , la que c i t a n los p o e t a s líri-
g u n a con l a s tradiciones mitológicas sobre las m e t a m o r f o s i s de
c o s g r i e g o s T i m o c r e o n t e y S i m ó n i d e s : un p e s c a d o r c a r i o v e , en
los a n i m a l e s : la fábula es libre invención de a q u e l l o s que descu-

' ) F r a g m . 129 d e los M i r m i d o n e s en D i n d o r f .


' ) F r a g m . 86. 2) [ L a d e n o m i n a c i ó n e s ATP-Jtmxot, Ai£-j<jtTv<h en el prooem. d e B a b r i o 20
2) C o r a e s M-JOCOV AWWTISÍWV i ' j v a y w y r , c. 1. [5 en la c o l e c c i ó n d e Halm.I A r i s - A t p ' j x o l /.óyot Retórica d e A r i s t ó t e l e s 2, 20. V é a s e sobre esto O . K e l l e r , op. cit.,
tófanes a t r i b u y e esta fábula á E s o p o , Aves 651. p- 353 y ss.]
s) V é a s e fragm. 89 y C o r a e s c. 29, véase p. 295 [43 y 44 d e la c o l e c c i ó n d e 3) T h e o n c. 3 y en p a r t e t a m b i é n A f t o n i o . [ Y lo m i s m o H e r m o g e n e s en W a l z ,
H a l i h . V é a s e fragm. 91 de A r q u í l o c o y H . B u c h h o l z , die Fabel vom Ajfen und Rhetor. Graeci, vol. 1 , p. 10, 59,172. 2, p. 12, 163.] U n f r a g m e n t o d e la f á b u l a ci-
Fuchs bei Archilochos en el Rkcin. Museum, vol. 25, p . 176 y ss.J p r i a d e las p a l o m a s d e A p h r o d i t e , se h a l l a p u b l i c a d o en los e x t r a c t o s del Codex
*) Aristóteles, Retórica 2,20. [Véase Conon, narrat. c. 42 y Rhetor. Graeci, e d i c . d e angélicas en W a l z , Rhetor. Graeci, vol. 5 , 2 , p . 12. [Diogenianus praef. 180.
W a l z , vol. x , p. 424.) D e una m a n e r a m u y análoga á esta, a p l i c a l a f á b u l a M e - F r a g m . 5 d e T i m o c r e o n t e en B e r g k . )
senio A g r i p a ; e s , sin e m b a r g o , m u y difícil d e creer que el íenos así e m p l e a d o *) [ N o p u e d e resolverse d e p l a n o si este n o m b r e debe e s c r i b i r s e K-j¡3«wD4 ó
fuera c o n o c i d o desde entonces en el L a c i o , y y o considero esta historia c o m o IÍ-J¡Jíffur,;. V é a s e O . K e l l e r , op. cit., p. 355-356-]

trasportada de G r e c i a á R o m a . 5) C a l i m a c o , f r a g m . 93 d e B e n t l e y .
el i n v i e r n o , un p ó l i p o m a r i n o , y d i c e p a r a s í : si m e e c h o al a g u a a n d a b a n en b o g a v a r i a s f á b u l a s de f r e c u e n t e a p l i c a c i ó n á l a s vi-
p a r a c o g e r l o , m o r i r é de f r í o ; si no lo c o j o , mis h i j o s m o r i r á n de c i s i t u d e s de l a v i d a , y al c u a l f u e r o n m á s t a r d e a t r i b u i d a s c a s i
hambre '). D e í n d o l e a n á l o g a son l a s f á b u l a s sibaríticas cuyo t o d a s l a s n u e v a s i n v e n c i o n e s de este g é n e r o . S u b i o g r a f í a h a sido
c o n o c i m i e n t o d e b e m o s m u y e s p e c i a l m e n t e á A r i s t ó f a n e s : en e l l a s t e j i d a por posteriores g e n e r a c i o n e s c o n t o d a e s p e c i e de aven-
se refiere a l g u n a i n g e n i o s a f r a s e de un h a b i t a n t e de S i b a r i s , c o n t u r a s b u f a s y e x t r a v a g a n t e s ; pero lo q u e de él d i c e n los es-
las e s p e c i a l e s c i r c u n s t a n c i a s q u e la m o t i v a r o n a ). P a r e c e q u e la c r i t o r e s anteriores á A r i s t ó t e l e s ' ) se r e d u c e á lo que s i g u e : E s o -
n u m e r o s a p o b l a c i ó n d e e s t a r i c a colonia j ó n i c a c o n c e d í a , c o m o p o fué e s c l a v o de un s a m i o l l a m a d o I a d m o n , n a t u r a l de H e f e s -
otras muchas poblaciones m o d e r n a s , excepcional importancia á t ó p o l i s ; v i v í a en la é p o c a de A m a s i s , r e y de E g i p t o (el r e i n a d o
estas i n g e n i o s a s f r a s e s , q u e recibía y c o n s e r v a b a c o n v e r d a d e r a d e A m a s i s c o m i e n z a en el a ñ o 3 d é l a 52. a O l i m p i a d a , 570 a. C h r . ) .
pasión. E s t a m b i é n i n d u d a b l e que los apotemas de S i b a r i s 3)
S e g ú n el t e s t i m o n i o de E u g e o n 2), a n t i g u o h i s t o r i a d o r de S a m o s ,
m e n c i o n a d o s por el p o e t a siciliano E p i c a r m o n o e r a n o t r a c o s a h a b í a n a c i d o en M e s e m b r i a , c i u d a d d e l a T r a c i a que e x i s t í a mu-
q u e lo que otros l l a m a b a n f á b u l a s s i b a r í t i c a s , a u n q u e á v e c e s se c h o t i e m p o a n t e s de q u e los B i z a n t i n o s , r e i n a n d o D a r í o , estable-
e n c o n t r a b a n en e l l a s i n c i d e n t a l m e n t e d o t a d o s de v i d a y h a s t a d e c i e r a n en e l l a u n a c o l o n i a 3): o t r a s n o t i c i a s m e n o s a u t é n t i c a s lo
la f a c u l t a d de h a b l a r , no sólo los a n i m a l e s , sino t a m b i é n los ob- d e c l a r a n n a t u r a l de C o t i e o n , en F r i g i a . S u s a g a c i d a d é ingenio
j e t o s i n a n i m a d o s : t a l s u c e d í a , por e j e m p l o , en la y a c i t a d a f á b u " le v a l i e r o n l a l i b e r t a d , y si c o n t i n u ó e n l a c a s a de I a d m o n *) fué
la de A r i s t ó f a n e s 4): u n a m u j e r de S i b a r i s r o m p e u n a v a s i j a de en c a l i d a d de l i b e r t o , p u e s de otro m o d o no h a b r í a p o d i d o defen-
b a r r o , que c o m i e n z a á p r o r u m p i r en g r a n d e s v o c e s l l a m a n d o tes- der e n p ú b l i c o , c o m o lo d i c e A r i s t ó t e l e s 5), la c a u s a de un d e m a -
tigos que p r e s e n c i e n c ó m o h a sido m a l t r a t a d a ; l a m u j e r e x c l a - g o g o , en c u y o f a v o r refirió ( c o n ironía e x t r e m a d a ) c i e r t a f á b u l a .
m a e n t o n c e s : « ¡ P o r C o r a ! si en v e z de l l a m a r t e s t i g o s t e apresu- T i é n e s e por c o s a c a s i i n d u d a b l e q u e E s o p o m u r i ó en D e l f o s y á
raras á c o m p r a r u n a r o de hierro que m a n t u v i e s e unidos tus m a n o s de los D e l f i a n o s , q u i e n e s irritados por los s a r c a s m o s de s u s
p e d a z o s , m o s t r a r í a s m á s talento.» S í r v e s e de e s t a f á b u l a un vie- f á b u l a s , a c u s á r o n l e de h a b e r r o b a d o el t e m p l o y lo c o n d e n a r o n
j o j o v i a l y p e t u l a n t e p a r a p o n e r en r i d í c u l o á un h o m b r e á quien á m u e r t e 6 ) . A r i s t ó f a n e s a l u d e á u n a f á b u l a q u e E s o p o c a n t ó á los
h a m a l t r a t a d o , y q u e le a m e n a z a c o n querellarse a n t e el j u e z . D e l f i a n o s : la f á b u l a del e s c a r a b a j o qué l o g r ó v e n g a r s e del á g u i l a 7 ) .
A r i s t ó f a n e s p r e s e n t a siempre l a s f á b u l a s s i b a r í t i c a s y e s ó p i c a s
c o m o a m e n a s i n v e n c i o n e s ó historias b u r l e s c a s (yáXota), que pue-
den i m p r i m i r á c u a l q u i e r a s u n t o serio un c a r á c t e r j o c o s o . ' ) [Escolios á las A v e s d e A r i s t ó f a n e s , verso 4 7 1 , c o m p a r a d o s con H e r a -
cleides P ó n t i c o s , p. 15, 10.]
V o l v i e n d o a h o r a á E s o p o , diremos q u e , c o m o h a d e m o s t r a d o 2) Ejyáwv ó Evyesiav y no c o m o está escrito en S u i d a s EyyscTojv s. v. A í W o c .
Bentley 5), e s t a b a m u y l e j o s de ser c o n s i d e r a d o p o r los G r i e g o s [ E s t e n o m b r e es Euyáwv en D i o n i s i o de H a l i c a r n a s o , de Thucyd. judie, c. 5. E n
c o m o u n o de sus p o e t a s , y m u c h o m e n o s c o m o u n o de sus escri- e l Certamen Homeri et Hesiodi, p. 4, 19 d e la e d i c i ó n de N i e t z s c h e y en F o c i o en
t o r e s , sino sólo c o m o un ingenioso f a b u l i s t a , con c u y o n o m b r e vr.í;. D o b r e e y Meineke h a n escrito Evyaíwv. H e r a c l e i d e s P ó n t i c o s en la Políti-
c a de los Samios, f r a g m . 10 y el escoliasta de las A v e s de A r i s t ó f a n e s , verso 471,
sostienen el origen tracio de E s o p o . O. Keller, op. cit., p. 376, combate esta opi-
n i ó n , afirmando que E s o p o fué un esclavo frigio que e n el siglo v i (a. Chr.) vi-
1) D e l Codex angelicus e n W a l z , Rhetor. Graeci, vol. 2, p. 11, y de los P r o v e r b i o s
vió en S a m o s . ]
de M a c a r i o en W a l z , Arsenii Violetum, p. 3 I 8 . [ V é a s e Diogenianus praef. 1x9, T i -
3) M e s e m b r i a , P o l t i m b r i a y S e l i m b r i a son nombres t r a c i o s , y significan,
mocreonte ! fragm, 4) ibid., p. 179 y f r a g m . 11 de S i m ó n i d e s . ]
r e s p e c t i v a m e n t e , c i u d a d del M e s e s , del P o l t i s y del Selis.
•) A r i s t ó f a n e s , Avispas 1259. 1427. 1437.
i) [ V é a s e sobre este punto á O. Keller, op. cit., p. 378.]
3) E n Suidas, s. v. SußaptTixat;. [ S u i d a s utilizó c o m o fuentes los escolios á 5) [Retórica 2 , 20.]

las A v e s de Aristófanes, v e r s o 344. V é a s e L o r e n z , Leben und Schriften des Roers «) [ L a l e y e n d a de l a muerte d e E s o p o á manos de los D e l f i a n o s , que dio
Epicharmos, Berlin, 1864, p. 277.]
m o t i v o al p r o v e r b i o AWIOTOÍOV AÍP.A, la refiere igualmente Aristóteles en l a po-
*) [Avispas 1434 y s s . ] lítica de los Samios. V é a s e f r a g m . 445 de R o s e . ]
5) [Abhandlungen über die Briefe des Phalaris, p. 574 y ss. de la t r a d u c c i ó n de
') Aristófanes, Avispas 1448. V é a s e Paz 129. C o r a e s , Aesop. c. 2. [7 e n la co-
W . Ribbeck.]
lección d e H a l m . ]
E l carácter de la f á b u l a e s ó p i c a es el del v e r d a d e r o a p ó l o g o Y a a n t e s h e m o s t e n i d o o c a s i ó n de m e n c i o n a r ' ) u n f r a g m e n t o
tal y c o m o lo e n c o n t r a m o s entre los G r i e g o s : l a s c u a l i d a d e s y los de Asió, en m e t r o e l e g i a c o q u e , sin ser u n a p a r o d i a p r o p i a m e n t e
actos de los a n i m a l e s se p r e s e n t a n de tal m o d o en e l l a , m e r c e d d i c h a , se a s e m e j a m u c h o á este g é n e r o p o é t i c o , p u e s t o que la
al l e n g u a j e y á l a reflexión que les c o n c e d e el p o e t a , q u e v i e n e n á d e s c r i p c i ó n del p a r á s i t o m e n d i g o q u e en él se h a c e , resulta m a s
tener g r a n d í s i m a s e m e j a n z a c o n los a c o n t e c i m i e n t o s y r e l a c i o n e s c ó m i c a m e r c e d á u n a c i e r t a s o l e m n i d a d é p i c a . P e r o s e g ú n el tes-
de la v i d a h u m a n a . t i m o n i o del e r u d i t o P o l e m o n 2), el v e r d a d e r o autor de la p a r o d i a
Intentóse p r o b a b l e m e n t e d e s d e m u y t e m p r a n o e l dar u n a for- f u é el e s c r i t o r de y a m b o s H i p o n a x , d e c u y a s c o m p o s i c i o n e s en
m a poética á l a s f á b u l a s d e E s o p o ; y aun se d i c e que S ó c r a t e s este g é n e r o se c o n s e r v a aún un f r a g m e n t o en v e r s o s e x á m e t r o s :
m a t a b a las h o r a s en su prisión o c u p a d o en este e n t r e t e n i m i e n t o . « C a n t a , oh M u s a , á E u r i m e d o n , esa v o r a z C a r i b d i s , que t o d o lo
E l m e t r o m á s a d e c u a d o á l a f á b u l a p a r e c e q u e fué el y a m b o , v e r s o s a c r i f i c a por d a r g u s t o á su v i e n t r e , q u e t o d o , sin d i s t i n c i ó n , lo
que m á s tarde e m p l e ó F e d r o , y á v e c e s t a m b i é n el e s c a z o n , em- d e v o r a , y di c ó m o u n a v o t a c i ó n hostil le c o n d e n ó á u n a m u e r t e
p l e a d o por C a l i m a c o y B a b r i o 1 ) . N a d a p u e d e a s e g u r a r s e , sin em- i g n o m i n i o s a ; t a l fué l a v o l u n t a d del p u e b l o , en l a orilla del pro-
b a r g o , a c e r c a de este p u n t o , p o r q u e se ignora si existió en los pri- c e l o s o m a r » 3 ) . E l q u e de e s t a suerte es r i d i c u l i z a d o era e v i d e n t e -
m e r o s t i e m p o s a l g u n a v e r s i ó n m é t r i c a de e s t a f á b u l a . E l a p ó l o g o m e n t e u n g a s t r ó n o m o c u y o m a n j a r f a v o r i t o d e b í a ser el p e s c a d o
no e r a considerado c o m o un g é n e r o e s p e c i a l é i n d e p e n d i e n t e , si- ( ¿ > f á T o ; ) : l a feliz a p l i c a c i ó n de l a s i m á g e n e s y de l a s f á b u l a s es
no como un e l e m e n t o p r o p i o de otras clases de p o e s í a s , y espe-
evidente y palmaria.
c i a l m e n t e de la y á m b i c a .
P o r el c o n t r a r i o , la Batracomiomaquia, ó sea la g u e r r a de los
E l otro g é n e r o p o é t i c o c u y o s o r í g e n e s q u e r e m o s e x p o n e r a q u í , r a t o n e s c o n l a s r a n a s , q u e h a l l e g a d o h a s t a nosotros entre l a s
es la parodia. E n t e n d í a n y a los a n t i g u o s por e s t a d e n o m i n a c i ó n la epilias h o m é r i c a s , no tiene t e n d e n c i a a l g u n a s a t í r i c a , y s e n a t a -
t r a s f o r m a c i ó n de p o e s í a s g e n e r a l m e n t e c o n o c i d a s y c e l e b r a d a s , de r e a inútil l a de e s f o r z a r s e por e n c o n t r a r en e s t a b r e v e e p o p e y a
m o d o que m e r c e d á s u s t a n c i a l e s m o d i f i c a c i o n e s , p r o d u j e s e n un c ó m i c a u n fin satírico. C o n s t i t u y e su a s u n t o la historia de u n a
efecto c o m p l e t a m e n t e c o n t r a r i o , s u s t i t u y e n d o á s e n t i m i e n t o s poé- l u c h a e n t r e l a s r a n a s y los r a t o n e s , que por los n o m b r e s altiso-
ticos elevados, s e n t i m i e n t o s v u l g a r e s y ridículos. E l c o n t r a s t e en- n a n t e s de los g u e r r e r o s , l a s m i n u c i o s a s g e n e a l o g í a s de los prin-
tre lo g r a n d e y s u b l i m e del p o e m a p r i m i t i v o que nos r e c u e r d a c i p a l e s p e r s o n a j e s , l a s p o m p o s a s a r e n g a s , la s o l e m n i d a d é p i c a , y
la p a r o d i a , y lo c ó m i c o que los r e e m p l a z a , h a c e resaltar el l a d o m u y e s p e c i a l m e n t e por la p a r t e q u e en el c o m b a t e t o m a n l a s di-
r i d í c u l o , g r o t e s c o y t r i v i a l del a s u n t o p a r o d i a d o . N o t e n d í a n , sin v i n i d a d e s del O l i m p o , r e v i s t e todo el c a r á c t e r de un p o e m a é p i c o
e m b a r g o , s e m e j a n t e s t r a s f o r m a c i o n e s á a m i n o r a r la a d m i r a c i ó n h e r o i c o , c o n el c u a l f o r m a un c o n t r a s t e b a s t a n t e c ó m i c o l a n a t u -
y el respeto d e b i d o s al p r i m i t i v o p o e t a ( q u e por lo g e n e r a l e r a r a l e z a del a s u n t o . P o r lo d e m á s , á p e s a r de q u e o f r e c e m u c h a s
H o m e r o ) , sino sólo á h a c e r la s á t i r a m á s g r a c i o s a y m o r d a z . A i d e a s i n g e n i o s a s y f e l i c e s , el p o e m a , c o n s i d e r a d o en c o n j u n t o , no
p e s a r de e s t o , no p u e d e n e g a r s e q u e á v e c e s t a m b i é n l a p a r o d i a r e v e l a u n a g r a n i n v e n t i v a p o é t i c a , y el estilo de la introducción
p a r e c e c o m o q u e se b u r l a de l a s f o r m a s m a j e s t u o s a s y a u s t e r a s de es y a m u y inferior al de la e p o p e y a h o m é r i c a ; t o d o lo c u a l t i e n d e
la e p o p e y a , c o m o el niño que en sus j u e g o s se v i s t e la á m p l i a y á d e m o s t r a r n o s q u e la B a t r a c o m i o m a q u i a es p r o d u c c i ó n de los
s e v e r a t o g a del m a g i s t r a d o 2).

ñ a s de A r i s t ó f a n e s , tiene generalmente un fin satírico. L a s definiciones que de


' ) Sin e m b a r g o , en D i ó g e n e s L a e r c i o 2 , 42, S ó c r a t e s cita un dístico de u n a ella dieron los antiguos son, en su m a y o r p a r t e , insuficientes. L a p a r o d i a en el
fábula esópica. [ S o b r e este mismo p u n t o debe consultarse el F e d o n de P l a t ó n , sentido que en la antigüedad se d a b a á esta p a l a b r a , comprendía también lo
p. 60, d.] E n c u é n t r a n s e también fragmentos de fábulas en exámetros. [Estos es- q u e nosotros l l a m a m o s c a r i c a t u r a , ] (el original alemán dice TravesUe.)
tan coleccionados en L a c h m a n n , p. 7 del prefacio d e la edición d e B a b r i o . ] <) C a p . X , ( E l e g í a ) .
2 ) [ D e b e distinguirse de la p a r o d i a c o m o género especial, por ejemplo, los
"-) E n Ateneo 1 5 , p. 698, b. t
llamados silos del fliasio T i m ó n , aquella que es puramente ocasional. E s t a 3) [ F r a g m . 85 de B e r g k , según el cual en el primer verso, E u p u i u S ™ ™ " * * '
ultima, c o m o lo demuestran innumerables e j e m p l o s , principalmente en las R a - debe tenerse por patronímico. ]
últimos tiempos de la é p o c a á que nos referimos: hipótesis es e s t a ,
c o n f i r m a d a por l a t r a d i c i ó n q u e la a t r i b u y e á Pigres, hermano
de A r t e m i s i a , reina de H a l i c a r n a s o , c o e t á n e o por consiguiente
de las g u e r r a s m é d i c a s ' ) ; s i bien los a n t i g u o s d e la é p o c a roma-
na no v a c i l a r o n en a t r i b u i r l a al m i s m o H o m e r o s).

' ) E l p a s a j e d e P l u t a r c o , de málign. Hercd. c . 43 debe leerse c o m o s i g u e : TS-


AO; 5z y.a9r¡¡xávouc sv IIXaTaiai; a y v o r ^ a i ¡ISY-pi TÉXOU; rov á y ñ v a TQ-J; "E),),r,VA;, CAPÍTULO XII
«ocrap Pa-rpa-/0¡x,J0¡xa-/:'a; ycvov/j; (r,v Iliypr,; ó 'ApT»|«(7ta; Iv Eitecri icacguv xa\
s l v a p ñ v sypa<J/e) r¡ ffiwTur, 8iayt»>vc<raaftcu <rjv0s|ilvwv, iva ).á0w<i-, TOU; a M o y ; . [r,v
falta en los m a n u s c r i t o s . R e i s k e s u p o n e q u e d e b í a ser 7,;. 7, d e b e s u p r i m i r s e d e -
lante d e G'.MT.^ , que no se e n c u e n t r a en el texto. ] R e s p e c t o d e P i g r e s , v é a s e á Época de desarrollo de la música griega
S u i d a s , el c u a l , sin e m b a r g o , c o n f u n d e á la p r i m e r a c o n la s e g u n d a A r t e m i s i a .
2) [ Q u i z á t a m b i é n se d i ó y a c a r á c t e r p a r ó d i c o al Margües, poema del cual
h e m o s h a b l a d o en el texto p. 2 1 2 . D e e n t r e los a u t o r e s d e p a r o d i a s d e época A l o c u p a r en G r e c i a la e l e g í a y el y a m b o u n p u e s t o al l a d o de
posterior, y c u y a s producciones fueron trasmitidas verbalmente y aun parecen
la e p o p e y a , la p o e s í a a l c a n z ó e x t r a o r d i n a r i a v a r i e d a d de f o r m a s
haber sido improvisadas, d e b e mencionarse á Hegemon de T a s o s , contempo-
r á n e o d e A l c i b i a d e s . E s t e , c o m o á m e n u d o lo h i c i e r o n los p o e t a s c ó m i c o s , p r e -
y u n a g r a n p e r f e c c i ó n , por lo m e n o s a p a r e n t e . L a e p o p e y a , ale-
supone un e x a c t o c o n o c i m i e n t o d e los resortes u t i l i z a d o s en la p a r o d i a . ] j á n d o s e m á s y m á s de la esfera de l a v i d a o r d i n a r i a , e n t r e g á b a s e
á la c o n t e m p l a c i ó n de un m u n d o g r a n d i o s o h a b i t a d o por dioses y
por h é r o e s , en los c u a l e s p e r s o n i f i c a b a con fidelidad y v e r d a d ex-
t r a o r d i n a r i a s l a s p a s i o n e s y m i s e r i a s de la v i d a h u m a n a . M e r c e d
á su p r e d o m i n i o s e c u l a r y e x c l u s i v o y á la p r e d i l e c c i ó n c o n s t a n t e
>
de q u e h a b í a sido o b j e t o , llegó á ser la b a s e de t o d a la p o e s í a
h e l é n i c a , en c u y o p r o g r e s i v o desarrollo e j e r c i ó tal i n f l u e n c i a , q u e
a u n e n los g é n e r o s p o é t i c o s m á s d i v e r s o s q u e nacieron d e s p u é s , se
v i s l u m b r a c i e r t o estilo é p i c o y h o m é r i c o ' ) . A s í , los p o e t a s líricos
y d r a m á t i c o s d e s a r r o l l a r o n los c a r a c t e r e s de los héroes c e l e b r a d o s
por la e p o p e y a a n t i g u a , y s u s d e s c r i p c i o n e s , m á s q u e h i j a s de la
i m a g i n a c i ó n del p o e t a , m á s q u e a r b i t r a r i a s é i n d i v i d u a l e s crea-
c i o n e s , p a r e c í a n retratos fieles de seres reales. A l i m e n t a d o por
l a s p r o d u c c i o n e s de la m u s a é p i c a v i v i ó m u c h o s siglos e l g e n i o
g r i e g o , y sólo c u a n d o m e r c e d á e s t a s m i s m a s p r o d u c c i o n e s a l c a n -
z ó t o d a su m a d u r e z , r o m p i ó l a s l i g a d u r a s q u e le t e n í a n fuerte-
m e n t e a m a r r a d o á la f o r m a é p i c a , p a r a i n v e n t a r , t í m i d o al prin-
c i p i o y m o d e r a d a m e n t e i n n o v a d o r en la e l e g í a , m á s a t r e v i d o y
m á s r e v o l u c i o n a r i o en el y a m b o , n u e v a s f o r m a s q u e e x p r e s a r a n

«) [ E s t o es sin d u d a , lo q u e E s q u i l o q u e r í a d a r á e n t e n d e r c u a n d o d e c í a
q u e todos los p o e t a s posteriores se a l i m e n t a b a n d e l a s m i g a j a s d e p a n c a í d a s
d e la m e s a d e H o m e r o , A t e n e o 8, p . 347. e. D e u n a m a n e r a m u c h o m a s c l a r a
r e p r e s e n t ó , según E l i a n o , e s t a m i s m a e x p r e s i ó n , un p i n t o r a l e j a n d r i n o . ]
últimos tiempos de la é p o c a á que nos referimos: hipótesis es e s t a ,
confirmada por l a t r a d i c i ó n que la a t r i b u y e á Pigres, hermano
de A r t e m i s i a , reina de H a l i c a r n a s o , coetáneo por consiguiente
de las g u e r r a s m é d i c a s ' ) ; si bien los a n t i g u o s d e la é p o c a roma-
na no vacilaron en a t r i b u i r l a al m i s m o H o m e r o s).

' ) E l p a s a j e d e P l u t a r c o , de málign. Hercd. c . 43 d e b e l e e r s e c o m o s i g u e : TS-


AO; 5s Y.A9R¡¡xávouc SV H/.XTXCCT;; AYVOR^AI ¡léy-pi TÉXOU; rov á y ñ v a TQ-J; "E),),R,VA;, CAPÍTULO XII
«ocrap PA-rpa-/0¡x,J0¡xa-/:'A; ycvov/J? (R,V Ilíypr,; Ó 'ApT»|«(7TA; Iv EITECRI ICACGUV xa\
s l u a p ñ v sypa'IE) R¡FFIWTUR,8iaywvc<raafou <rjvfe|T¿VE»v, iva ).á8w<I-, TOU; AMOY;. [R,V
falta en l o s m a n u s c r i t o s . R e i s k e s u p o n e q u e d e b í a ser 7, d e b e s u p r i m i r s e d e -
lante d e G'.MT.^ , q u e no se e n c u e n t r a en el t e x t o . ] R e s p e c t o d e P i g r e s , v é a s e á Época de desarrollo de la música griega
S u i d a s , el c u a l , sin e m b a r g o , c o n f u n d e á la p r i m e r a c o n l a s e g u n d a A r t e m i s i a .
2) [ Q u i z á t a m b i é n se d i ó y a c a r á c t e r p a r ó d i c o al Margües, poema del cual
h e m o s h a b l a d o e n el t e x t o p. 2 1 2 . D e e n t r e los a u t o r e s d e p a r o d i a s d e época A l o c u p a r en G r e c i a la e l e g í a y el y a m b o u n p u e s t o al lado de
posterior, y c u y a s producciones fueron trasmitidas verbalmente y aun parecen
la e p o p e y a , la p o e s í a a l c a n z ó e x t r a o r d i n a r i a v a r i e d a d de f o r m a s
haber sido improvisadas, debe mencionarse á Hegemon de T a s o s , contempo-
ráneo de Alcibiades. E s t e , c o m o á m e n u d o lo hicieron los poetas c ó m i c o s , pre-
y una g r a n p e r f e c c i ó n , por lo m e n o s a p a r e n t e . L a e p o p e y a , ale-
s u p o n e un e x a c t o c o n o c i m i e n t o d e l o s r e s o r t e s u t i l i z a d o s e n l a p a r o d i a . ] j á n d o s e m á s y m á s de la esfera de l a v i d a o r d i n a r i a , e n t r e g á b a s e
á la c o n t e m p l a c i ó n de un m u n d o g r a n d i o s o h a b i t a d o por dioses y
por h é r o e s , en los c u a l e s p e r s o n i f i c a b a con fidelidad y v e r d a d ex-
traordinarias las pasiones y miserias de la v i d a h u m a n a . M e r c e d
á su predominio secular y e x c l u s i v o y á la predilección c o n s t a n t e
>
de que h a b í a sido o b j e t o , llegó á ser la b a s e de t o d a la poesía
h e l é n i c a , en c u y o p r o g r e s i v o desarrollo ejerció tal i n f l u e n c i a , que
a u n e n los géneros poéticos m á s d i v e r s o s que nacieron d e s p u é s , se
v i s l u m b r a cierto estilo épico y h o m é r i c o ' ) . A s í , los p o e t a s líricos
y d r a m á t i c o s desarrollaron los c a r a c t e r e s de los héroes c e l e b r a d o s
por la e p o p e y a a n t i g u a , y sus d e s c r i p c i o n e s , m á s que h i j a s de la
i m a g i n a c i ó n del p o e t a , m á s que a r b i t r a r i a s é i n d i v i d u a l e s crea-
c i o n e s , p a r e c í a n retratos fieles de seres reales. A l i m e n t a d o por
las p r o d u c c i o n e s de la m u s a épica v i v i ó m u c h o s siglos e l g e n i o
g r i e g o , y sólo c u a n d o m e r c e d á estas m i s m a s p r o d u c c i o n e s alcan-
z ó t o d a su m a d u r e z , rompió las l i g a d u r a s que le tenían fuerte-
m e n t e a m a r r a d o á la f o r m a é p i c a , p a r a i n v e n t a r , tímido al prin-
c i p i o y m o d e r a d a m e n t e i n n o v a d o r en la e l e g í a , m á s a t r e v i d o y
m á s r e v o l u c i o n a r i o en el y a m b o , n u e v a s formas que e x p r e s a r a n

«) [ E s t o es sin d u d a , l o q u e E s q u i l o q u e r í a d a r á e n t e n d e r c u a n d o d e c í a
q u e t o d o s l o s p o e t a s p o s t e r i o r e s se a l i m e n t a b a n d e l a s m i g a j a s d e p a n c a í d a s
d e l a m e s a d e H o m e r o , A t e n e o 8, p . 347. e. D e u n a m a n e r a m u c h o m a s clara
r e p r e s e n t ó , s e g ú n E l i a n o , e s t a m i s m a e x p r e s i ó n , un p i n t o r a l e j a n d r i n o . ]
las emociones de un a l m a p r o f u n d a m e n t e a g i t a d a por l a s vicisi- ñ a b a g e n e r a l m e n t e . C u a n t o m a y o r es la e s p o n t a n e i d a d y el brío
tudes de la v i d a . D e esta s u e r t e , el c a m p o de la poesía e s t a b a c o n que se e x p r e s a n los propios s e n t i m i e n t o s , t a n t o m á s a n i m a -
abierto lo mismo á l a s e s p a n s i o n e s de un c o r a z o n o p r i m i d o , ator-
dos t a m b i é n serán los a d e m a n e s del q u e h a b l a ; a s í , los m o v i -
m e n t a d o , que b u s c a c o n s u e l o en l a r e v e l a c i ó n de sus p e n a s , q u e
m i e n t o s a n i m a d o s y e x p r e s i v o s q u e , r e s p o n d i e n d o á la e s t r u c t u r a
á las apasionadas y v i o l e n t a s l u c h a s del espíritu que a p e l a á l a s
m é t r i c a d e un p o e m a , s i g u e n su r i t m o , c o n s t i t u y e n en r e a l i d a d
a r m a s del ridículo. B a j o d o s d i v e r s a s f o r m a s , en s u m a , a p r o p i a d a
una danza.
la una para e x p r e s a r el d o l o r , la o t r a p a r a m a n i f e s t a r la ira y el
C a r a c t e r i z a b a , por t a n t o , l a p o e s í a lírica de los H e l e n o s , la
o d i o , entró la poesía g r i e g a en la esfera de la v i d a real.
expresión de un s e n t i m i e n t o m á s a p a s i o n a d o y m á s i n t e n s o , y un
P e r o una v a r i e d a d i n m e n s a de n u e v a s f o r m a s p o é t i c a s q u e d a - estilo m á s tierno y m á s i m p e t u o s o á la v e z q u e el de la e l e g í a y
b a aún r e s e r v a d a á la i n v e n t i v a de los p o e t a s del p o r v e n i r ; aun- el del y a m b o y c u y o s efectos r e a l z a b a u n a m ú s i c a v o c a l é instru-
q u e la elegía y el y a m b o constituían en r e a l i d a d los principios del m e n t a l a p r o p i a d a al a s u n t o del p o e m a , y c o n f r e c u e n c i a t a m b i é n
género lírico, aún no se les c o n s i d e r a b a i n c l u i d o s e n t r e l a s m a - l a s figuras de la d a n z a . A u n q u e en esta a l i a n z a de artes h e r m a -
nifestaciones de la p o e s í a lírica. L a idea de la l í r i c a , limitándo- n a s p r e d o m i n a b a sin d u d a l a p o e s í a , p u e s que la m ú s i c a y el
nos á señalar s u s c a r a c t e r e s p u r a m e n t e e x t e r n o s , r e c u e r d a l a s co- b a i l e sólo tenían por o b j e t o el d a r m á s v i d a á l a s c o n c e p c i o n e s
nexiones de la p o e s í a con la m ú s i c a v o c a l é i n s t r u m e n t a l , cone- del p o e t a , n o p u d o , sin e m b a r g o , a q u é l l a sustraerse á l a influen-
x i o n e s que h a s t a c i e r t o p u n t o existían y a en los p o e m a s é p i c o s , c i a de s u s a u x i l i a r e s , de t a l m o d o , q u e c u a n d o m á s t a r d e fué e s t a
j' m á s aún en los e l e g i a c o s y en los y á m b i c o s ; p e r o el c a n t o n o ú l t i m a c u l t i v a d a con m á s e s m e r o y e n t u s i a s m o , la elección de la
era p a r a estas m a n i f e s t a c i o n e s p o é t i c a s u n a c o n d i c i ó n e s e n c i a l y m e l o d í a a c a b ó por d e t e r m i n a r el c a r á c t e r de t o d o u n p o e m a . I m -
n e c e s a r i a , y la d e c l a m a c i ó n del r á p s o d a , g e n e r a l i z a d a en la epo- posible e s , p u e s , si se h a de c o m p r e n d e r bien la í n d o l e d e l a poe-
p e y a , satisfacía t a m b i é n , al m e n o s en los c o m i e n z o s , l a s e x i g e n - sía lírica g r i e g a y s u s c o n d i c i o n e s e s e n c i a l e s , d e j a r de h a c e r u n a
cias de la elegía y del y a m b o . E l c a n t o p r o p i a m e n t e d i c h o y la b r e v e r e s e ñ a del desarrollo artístico de la m ú s i c a . D i c h o se está
música instrumental q u e d a r o n , p u e s , p a r a a q u e l l a s composicio- q u e la n a t u r a l e z a m i s m a de n u e s t r o t r a b a j o nos i m p o n d r í a el de-
nes en que no e r a posible c o n c i l i a r el s e n t i m i e n t o y la pasión con b e r de l i m i t a r n o s á e s t u d i a r el c a r á c t e r g e n e r a l de l a m ú s i c a e n la
la recitación t r a n q u i l a é i g u a l , p u e s al e x p r e s a r l a s e m o c i o n e s G r e c i a a n t i g u a , sin d e s c e n d e r á p a r t i c u l a r i d a d e s y d e t a l l e s técni-
del a l m a , la p a l a b r a h u m a n a se t r a s f o r m a i n s e n s i b l e m e n t e en c o s , a u n q u e e s t a s p a r t i c u l a r i d a d e s , á p e s a r de los e s f u e r z o s de
canto, merced á la m a r c a d a sucesión de sonidos a g u d o s y g r a v e s : m u c h o s i n g e n i o s por p r o y e c t a r sobre e l l a s a l g u n a l u z , no e s t u v i e -
al mismo t i e m p o , el d e l i c a d o s e n t i m i e n t o d e a r m o n í a , i n n a t o en sen aún e n v u e l t a s en l a s m á s d e n s a s t i n i e b l a s .
el pueblo g r i e g o , p r o d u c í a n a t u r a l m e n t e la c a d e n c i a del ritmo,
L a v e r d a d e r a historia de la m ú s i c a g r i e g a , d e j a n d o a p a r t e l a s
que dió origen á f o r m a s m é t r i c a s m á s i n g e n i o s a s y v a r i a d a s . A h o -
l e g e n d a r i a s t r a d i c i o n e s de O r f e o , de F i l a m o n , d e C r i s o t e m i s y de
ra b i e n ; e x i g i e n d o la e x p r e s i ó n de e m o c i o n e s v i v a s , m á s p a u s a s
otros c a n t o r e s f a b u l o s o s , c o m i e n z a con Terpandro el lesbio. T e r -
y puntos de r e p o s o , los v e r s o s de la poesía lírica p r o p i a m e n t e di-
p a n d r o e s , en e f e c t o , el v e r d a d e r o i n v e n t o r de la m ú s i c a g r i e g a ,
c h a vinieron á f o r m a r estrofas ' ) de m a y o r ó menor e x t e n s i ó n ,
p o r q u e f u é el p r i m e r o q u e r e d u j o á l e y e s a r t í s t i c a s fijas l a s dife-
c a d a u n a de l a s c u a l e s contenía m á s ó m e n o s v a r i e d a d de m e t r o s .
r e n t e s m e l o d í a s q u e p r e v a l e c í a n en d i v e r s a s c o m a r c a s , f o r m a n d o
E s t a división en estrofas e s t a b a á su v e z r e l a c i o n a d a con la dan-
u n bien c o m b i n a d o s i s t e m a , del c u a l la m ú s i c a g r i e g a , á p e s a r
za , que si bien n o e r a condición esencial de l a l í r i c a , la a c o m p a -
de su posterior p e r f e c c i o n a m i e n t o , j a m á s se d e s v i ó ' ) . A u n q u e

' ) [ C o m o principios de estrofas ( l a palabra griega corresponde á la latina i ) * V é a s e lo que en contrario dice B e r n h a r d y , Grundriss der griecli Litteratur,
versas) pueden ser considerados el distico elegiaco y las combinaciones métri- parte 2.a, sección 1 , p. 530 de la n u e v a edición. [ V é a s e V o l k m a n n , C o m e n t a -
cas inventadas por A r q u i l o c o ; véase p. 223. N o obstante, estrofas en el sentido rios al tratado de Música de P l u t a r c o c. 10 y O. Müller, Dorier, yoL 2 , p. 310 y
genuino de la p a l a b r a , sólo h a y en la poesía lírica. ] ss. de la 2.a e d i c . ]
LIT. GR. — I. RÁ
d o t a d o de g r a n i n v e n t i v a y d a n d o c o m i e n z o á u n a n u e v a e r a D e t e r m i n a la é p o c a de T e r p a n d r o su aparición en G r e c i a , es-
m u s i c a l , no desdeñó T e r p a n d r o l a t r a d i c i ó n ; y u t i l i z a n d o c u a n t o s p e c i a l m e n t e en el P e l o p o n e s o , d a d o que n a d a s a b e m o s de su
e l e m e n t o s le ofrecían l a s m e l o d í a s d e la G r e c i a y del A s i a M e n o r , v i d a p r e c e d e n t e en L e s b o s . L a s p r i m e r a s n o t i c i a s que de él tene-
reunió en a r m ó n i c o c o n j u n t o l o q u e a n t e s e s t a b a d e s o r d e n a d o y m o s nos le p r e s e n t a n y a en el P e l o p o n e s o , c o m a r c a q u e p o r su
disperso. S e g ú n t o d a s l a s p r o b a b i l i d a d e s , pertenecía T e r p a n d r o i m p o r t a n c i a p o l í t i c a , por sus b u e n a s i n s t i t u c i o n e s y por su supe-
á u n a f a m i l i a que h a b í a h e r e d a d o s u s aficiones y e n t u s i a s m o p o r rior c u l t u r a , se h a l l a b a á l a s a z ó n á la c a b e z a de c u a n t a s f o r m a -
la m ú s i c a y su profesión de c a n t o r e s , d e los a n t i g u o s b a r d o s pie- b a n la n a c i ó n h e l é n i c a . U n a de l a s f e c h a s m á s i n d u b i t a b l e s de l a
rios de la B e o c i a . E s t a t r a s m i s i ó n h e r e d i t a r i a del arte m u s i c a l c r o n o l o g í a a n t i g u a , es la de la o r g a n i z a c i ó n de l o s c e r t á m e n e s
e s t a b a m u y en a r m o n í a c o n l a s c o s t u m b r e s é instituciones de los m u s i c a l e s c e l e b r a d o s por v e z p r i m e r a e n la 26. a O l i m p i a d a (676
g r i e g o s p r i m i t i v o s ' ) . L o s E o l i o s d e la isla de L e s b o s eran ori- a. C h r . ) en la fiesta de A p o l o C a r n e i o , en L a c e d e m o n i a , y en
ginarios de B e o c i a 3), p a t r i a d e l c u l t o de l a s M u s a s y de los him- q u e T e r p a n d r o fué c o r o n a d o c o m o v e n c e d o r . S a b e m o s t a m b i é n
n o s tracios 3), en donde a p r e n d i e r o n los p r i m e r o s r u d i m e n t o s d e q u e o b t u v o c u a t r o v e c e s s e g u i d a s el premio en los a g o n e s mu-
la poesía. L a tradición r e v i s t e d e h e r m o s a s g a l a s esta p e r e g r i n a - s i c a l e s que se c e l e b r a b a n en el t e m p l o p í t i c o de D e l f o s , mu-
ción del a r t e , c u a n d o en l a l e y e n d a de O r f e o c u e n t a c ó m o l a c a - c h o t i e m p o a n t e s de la i n t r o d u c c i ó n de los j u e g o s g i m n á s t i c o s
b e z a y la lira del cantor t r a c i o , d e s p u é s de h a b e r sido éste m u e r - (47. a O l i m p i a d a ) , c o n i n t e r v a l o s de o c h o a ñ o s , y no de c u a t r o ,
to por los M é n a d e s t r a c i o s , f u e r o n a r r o j a d a s al m a r y trasporta- c o m o se v e r i f i c a r o n m á s t a r d e ' ) . T e r p a n d r o o b t u v o p r o b a b l e -
d a s por l a s olas á la isla de L e s b o s , d o n d e d e s d e e n t o n c e s flore- m e n t e estos triunfos en el t i e m p o que m e d i a entre la 27. a y la
ció el c a n t o y el arte de t o c a r l a c í t a r a , por lo c u a l e r a c e l e b r a d a 33. a O l i m p i a d a , p u e s t o q u e en el a ñ o 4 dé l a 33. a O l i m p i a d á (645
entre t o d a s l a s d e m á s islas "*). E n s e ñ á b a s e en Antisa, pequeña a. C h r . ) i n t r o d u j o entre los L a c e d e m o n i o s s u s n o m o s del c a n t o
c i u d a d de L e s b o s , l a t u m b a q u e g u a r d a b a la c a b e z a de O r f e o , y citárico y a p a r e c i ó como legislador de la m ú s i c a 2), adquiriendo,
se creía que los ruiseñores c a n t a b a n allí c o n m á s d u l z u r a q u e en m e r c e d á s u s n o t a b l e s p r o d u c c i o n e s , g r a n a u t o r i d a d en el arte
c u a l q u i e r a o t r a parte 5 ) ; y e n A n t i s a p r e c i s a m e n t e fué d o n d e q u e e j e r c í a . A s í , los L a c e d e m o n i o s , q u e d e s d e los p r i m e r o s tiem-
según testimonio de v a r i o s e s c r i t o r e s a n t i g u o s , n a c i ó T e r p a n d r o , p o s se h a b í a n d i s t i n g u i d o por su amor al c a n t o y á la d a n z a , atri-
á quien las impresiones en el p a í s n a t a l r e c i b i d a s y los g u s t o s y b u í a n á T e r p a n d r o la p r i m e r a r e g l a m e n t a c i ó n de la m ú s i c a 3), y
aficiones de la a d o l e s c e n c i a , p r e p a r a r o n p a r a l a g r a n e m p r e s a c o n s e r v a b a n c o n c u i d a d o , v e r o s í m i l m e n t e en los registros de l o s
que m á s t a r d e h a b í a de l l e v a r á f e l i z t é r m i n o . j u e g o s p ú b l i c o s , n o t i c i a e x a c t a a c e r c a de la f e c h a en q u e se rea-
lizó este a c o n t e c i m i e n t o . R e s u l t a de todo esto que Terpandro
d e b í a ser c o n t e m p o r á n e o de C a l i n o y de A r q u í l o c o ; de suerte,
1) L a s representaciones musicales e r a n e n m u c h o s E s t a d o s de G r e c i a , espe-
que la discusión por los h e l e n i s t a s m a n t e n i d a , sobre si T e r p a n -
cialmente en las fiestas públicas, p r i v i l e g i o exclusivo de ciertas familias ylvr,;
dro fué ó no anterior á A r q u í l o c o , p u e d e r e s o l v e r s e a f i r m a n d o
así, por ejemplo, en A t e n a s era p r i v i l e g i o d e los E u n i d a s el tocar l a c í t a r a e n
las procesiones. [ V é a s e sobre este p a r t i c u l a r á B e r g k , comm. de reliquiis vet. q u e , s o b r e p o c o m á s ó m e n o s , v i v i e r o n a m b o s en la m i s m a é p o c a .
com. Att., p. 70.] Los E u m ó l p i d a s d e E l e u s i s fueron en su origen, como lo d e -
muestra su mismo nombre, una f a m i l i a d e cantores de himnos. L o s descen- E n t r e l a s i n v e n c i o n e s de T e r p a n d r o , es sin d u d a la p r i n c i p a l
dientes de las familias de^flautistas e n E s p a r t a , continuaron ejerciendo su ar- el heptacordio. L o s c a n t o r e s p r i m i t i v o s a c o m p a ñ a b a n s u s c a n t o s
te y gozando sus prerogativas; las f a m i l i a s de E s t e s í c o r o y d e S i m ó n i d e s e r a n c o n u n a c í t a r a de c u a t r o c u e r d a s , tetracordio, c u y o uso era t a n ge-
t a m b i é n , como veremos más a d e l a n t e , f a m i l i a s de músicos.
n e r a l y en tal e s t i m a t e n i d o , q u e la b a s e del sistema m u s i c a l c o n -
2) C a p . I.
3)
tinuó siendo este i n s t r u m e n t o . T e r p a n d r o le a ñ a d i ó tres c u e r d a s
Cap. II.
4) IlacÍMv B' Esfiv ótotoo-rárr, dice e l e l e g i a c o F a n o c l e s , el c u a l da la versión
más elegante de esta l e y e n d a , en E s t o b e o 6 4 , 14, verso 22.
5)
*) Doriey, vol. 2, p. 320-321, *2.a edic., p. 314-315.
Mirsilo de Lesbos en Antígono C a r i s t . , histor. mirabil. c. 5. L a historia de 2) M a r m o r P a r i u m , ep. 34, línea 49 relacionado con P l u t a r c o , de Música c. 9.
Nicomaco G e r a s , Enchir. Harmon. 2 , p . 29 de M e i b o m i o , n o m b r a t a m b i é n á
3) i) TTPÍÓTR, xa-áo-aoc; TÍOV RAPI TT|V |¿oucrixr,v dice P l u t a r c o , op. cit.
Antisa en esta ocasión.
t a , r e s t a b l e c i d a la c u e r d a s u p r i m i d a en el t e t r a c o r d i o inferior,
m á s , c o m o él m i s m o d i c e en d o s v e r s o s aún e x i s t e n t e s ' ) : « D e s -
este i n s t r u m e n t o h a b í a s e c o n v e r t i d o en un o c t a c o r d i o ')•
d e ñ a n d o el c a n t o de c u a t r o t o n o s , e n t o n a r e m o s h i m n o s n u e v o s al
C o m o q u i e r a q u e al h a b l a r de l a p o e s í a lírica nos v e r e m o s obli-
son de la f o r m i n g e de siete c u e r d a s . » L a s c u e r d a s e x t r e m a s del
g a d o s m á s de u n a v e z á referirnos al sistema de escalas (TÉvt|) y to-
t e t r a c o r d i o e s t a b a n la u n a r e s p e c t o de l a o t r a en l a p r o p o r c i ó n
nos ó a r m o n í a s (rpó™, &pp.oví«0 de la m ú s i c a g r i e g a , que según to-
q u e los a n t i g u o s l l a m a r o n d i a t e s s a r o n , y que los m o d e r n o s deno-
d a s l a s p r o b a b i l i d a d e s fijó t a m b i é n T e r p a n d r o , v a m o s á e x p o n e r -
m i n a n c u a r t a : esto e s , q u e la c u e r d a inferior v i b r a tres v e c e s en
lo á c o n t i n u a c i ó n . L o s i n t e r v a l o s entre los c u a t r o tonos del tetra-
el m i s m o t i e m p o q u e la superior v i b r a c u a t r o . E n t r e e s t a s d o s
cordio d e t e r m i n a b a n l a s tres e s c a l a s c o n o c i d a s por los G r i e g o s :
c u e r d a s , que f o r m a b a n el p r i n c i p a l a c o r d e de t a n sencillo ins-
d i a t ó n i c a , c r o m á t i c a y e n a r m ó n i c a . E n l a d i a t ó n i c a , los i n t e r v a -
t r u m e n t o , h a b í a en el s i s t e m a m á s a n t i g u o , l l a m a d o diatónico,
los son d o s t o n o s y un s e m i t o n o , y e r a la m á s s e n c i l l a , la m a s na-
o t r a s d o s ; y p u l s á b a n s e de tal m o d o , que los tres i n t e r v a l o s e n t r e
t u r a l y la m á s g e n e r a l m e n t e e m p l e a d a . E n la e s c a l a c r o m a t i c a ,
l a s c u a t r o c u e r d a s p r o d u j e s e n d o s v e c e s un t o n o entero y la ter-
los i n t e r v a l o s son un t o n o y u n semitono c o m b i n a d o s c o n otros
c e r a v e z un s e m i t o n o . E s t e i n s t r u m e n t o fué el q u e p e r f e c c i o n ó
d o s s e m i t o n o s ' ) . E s t a c o m b i n a c i ó n del t e t r a c o r d i o e r a t a m b i é n
Terpandro a g r e g a n d o otro t e t r a c o r d i o al p r i m e r o , p e r o no d e
m u y a n t i g u a , p e r o m u y p o c o u s a d a , p o r q u e se l e atribuía un c a -
m o d o que el t o n o m á s alto del t e t r a c o r d i o inferior v i n i e r a á ser el
rácter débil y l á n g u i d o , a u n q u e a g r a d a b l e . L a e s c a l a e n a r m ó n i c a
m á s b a j o del s u p e r i o r , sino d e j a n d o un i n t e r v a l o de un t o n o e n t r e
c o n s t a b a de d o s b r e v e s i n t e r v a l o s de un c u a r t o de t o n o c a d a u n o
a m b o s t e t r a c o r d i o s . D e e s t a s u e r t e , la c í t a r a h a b r í a t e n i d o o c h o
( l l a m a d o s d i e s i s ) , y de otro m á s l a r g o de dos tonos. E s t a e r a l a
c u e r d a s si T e r p a n d r o no h u b i e r a s u p r i m i d o la t e r c e r a del tetra-
m á s m o d e r n a , y f u é i n v e n t a d a por O l i m p o , que v i v i ó p o c o des-
cordio s u p e r i o r , que d e b i ó c o n s i d e r a r p o c o i m p o r t a n t e . E l h e p t a -
p u é s de T e r p a n d r o 3). L o s antiguos hablan con predilección del
cordio de T e r p a n d r o a l c a n z a b a por este m e d i o u n a o c t a v a , ó si-
e f e c t o de la e s c a l a e n a r m ó n i c a , e n c o m i a n d o su a n i m a c i ó n y v i g o r ,
g u i e n d o el n o m b r e g r i e g o , un d i a p a s ó n , p o r q u e el t o n o más
p e r o en los i n t e r v a l o s de c u a r t o s de t o n o , l a e j e c u c i ó n r e q u e r í a
alto del t e t r a c o r d i o superior y el m á s b a j o del inferior están en la
m u c h a p r á c t i c a y d e s t r e z a , lo m i s m o en la m ú s i c a v o c a l q u e en
relación m á s simple p o s i b l e : en la de i á 2 , r e c o n o c i d a bien pron-
la i n s t r u m e n t a l . E s t a s e s c a l a s m u s i c a l e s e s t a b a n t a m b i é n deter-
to por los G r i e g o s c o m o el a c o r d e f u n d a m e n t a l . A l m i s m o t i e m p o ,
m i n a d a s por l a s a r m o n í a s ó m o d o s , p o r q u e de éstos d e p e n d í a en
el tono m á s alto del t e t r a c o r d i o superior está r e s p e c t o del m á s alto
primer término la sucesión de los i n t e r v a l o s p e r t e n e c i e n t e s a
del inferior en la proporción de la q u i n t a , c u y a f ó r m u l a a r i t m é t i -
l a s d i v e r s a s e s c a l a s * ) , y en s e g u n d o t é r m i n o , l a m a y o r ó m e n o r
c a es 2 : 3 . E n g e n e r a l , los tonos e s t a b a n o r d e n a d o s de m a n e r a
i n t e n s i d a d de l a e s c a l a e n t e r a . E n los p r i m e r o s t i e m p o s se c o n o -
q u e l a s c o n s o n a n c i a s m á s simples de la o c t a v a , e s t o es l a s quin-
c í a n tres a r m o n í a s : la d ó r i c a , q u e era l a m á s b a j a ; l a f r i g i a , q u e
t a s y l a s c u a r t a s , d o m i n a s e n t o d o el s i s t e m a 5). A s í , el hepta-
e r a la m e d i a , y la l i d i a , q u e e r a la m á s a l t a . L a p r i m e r a de e s t a s
cordio de T e r p a n d r o fué por l a r g o t i e m p o t e n i d o en g r a n d e esti-
es la ú n i c a que l l e v a n o m b r e g r i e g o ; l a s o t r a s d o s t o m a n sus de-
m a y u s a d o por P í n d a r o , a u n q u e en t i e m p o s de este ú l t i m o poe-

' ) E n E u c l i d e s , Introduct. Harmon., p. 19. E s t r a b o n 13, p. 618. E n p a r t e t a m - «) E n p r u e b a d e l a e x a c t i t u d d e e s t a d e s c r i p c i ó n del h e p t a c o r d i o v é a s e á


b i é n e n C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stromat. 6 , p. 814 d e P o t t e r . L o s v e r s o s son: B ó c k h , de metris Pindari I I I . , 7 , p . 205 y ss.
2) D e e s t o s b r e v e s i n t e r v a l o s , u n o e s m á s l a r g o q u e o t r o ; el p r i m e r o l l a m a -
" H ( A E Í ? TOI TETpáyíip'Jv «ZOT-spijavTeí áoiSíjv
do a p o t o m e e s m á s y el otro l l a m a d o l e i m m a m e n o s d e u n s e m i t o n o
£7C-a-óv<ú ¡póp|IIYYI vÉo - j; xe).aSr,(TO|A£v 'javou;.
») V é a s e s o b r e este p u n t o á P l u t a r c o , de Música 7 , i x , 20, 2 9 , 33. llbro lleno

¡ E n B e r g k , Poetae lyrici, p. 815, 3.a e d i c . , el p r i m e r v e r s o d i c e s i g u i e n d o á E s - d e p r e c i o s a s n o t i c i a s p e r o e s c r i t o con t a n p o c o c u i d a d o q u e el a u t o r se c o n t r a -


t r a b o n : tjoí o' r¡u.£Í; TóTpáyi-p'Jv.] dice á menudo. [ E s t a s contradicciones proceden de la diversidad de fuentes
s) L o s n o m b r e s de l a s c u e r d a s d e l h e p t a c o r d i o d e T e r p a n d r o e r a n , c o m e n -
u t i l i z a d a s por P l u t a r c o . ]
z a n d o por l a m á s a l t a : N^TT¡, TOxpav^tr¡, napapiar), pi<r»), ),r/avó;, napunárr¡, ÚTcá- «) P o r e j e m p l o , si los i n t e r v a l o s d e l d i a t o n o n , s o n « / » . * • 1 como en la a r -
TÍ). L o s i n t e r v a l o s e r a n d e X, 1 , I'/J , X, 1, 4 /S. c u a n d o se t o c a b a el h e p t a c o r d i o
m o n í a d ó r i c a , ó 1 , */«. 1 c o m o e n l a f r i g i a , 6 1 , 1 , */ s c o m o e n l a l i d i a .
e n estilo d ó r i c o y según l a e s c a l a d i a t ó n i c a .
q u i l a y m e d i t a b u n d a . E l c a r á c t e r de l a a r m o n í a d ó r i c a , d i c e A r i s -
n o m i n a c i o n e s de pueblos d e l A s i a M e n o r , c u y o amor á la m ú s i c a ,
tóteles ' ) , e s , s e g ú n opinión g e n e r a l , e l m á s viril y reposado
y e s p e c i a l m e n t e á la flauta, es de todos c o n o c i d o . Circulaban
L a frigia p r o c e d í a e v i d e n t e m e n t e de l a s m e l o d í a s
p r o b a b l e m e n t e en estos p u e b l o s ciertos a i r e s n a c i o n a l e s c u y o es-
estrepitosas y s a l v a j e s c o n que los F r i g i o s c e l e b r a b a n el c u l t o de
p e c i a l c a r á c t e r dió origen á e s t a s d i v e r s a s a r m o n í a s . A d e m á s , l a
R e a y d e los C o r i b a n t e s 4 ) , y q u e los G r i e g o s e m p l e a b a n e n los
relación sistemática q u e e n t r e éstas y la a r m o n í a dórica e x i s t e ,
c u l t o s o r g i á s t i c o s , y e s p e c i a l m e n t e en l a s fiestas en honor de D i o -
d e b i ó n e c e s a r i a m e n t e ser o b r a de un m ú s i c o g r i e g o , a c a s o del
n y s o s . L a a r m o n í a f r i g i a , en s u m a , p r o v o c a b a e l e n t u s i a s m o y
m i s m o T e r p a n d r o , que en s u isla n a t a l ( L e s b o s ) , t u v o frecuen-
la exaltación. L a lidia t i e n e n o t a s m á s a l t a s q u e las o t r a s dos,
t e s ocasiones de conocer l a s m e l o d í a s de los v e c i n o s p u e b l o s del
r a z ó n por l a c u a l se a c e r c a b a m á s q u e n i n g u n a o t r a á la v o z fe-
A s i a M e n o r . P í n d a r o , en u n o de s u s f r a g m e n t o s , dice que T e r -
m e n i l , y su c a r á c t e r e r a m á s d u l c e y m á s tierno. N o o b s t a n t e ,
p a n d r o o y ó en ios b a n q u e t e s lidios el sonido del p e c t i s , instru-
e s t a a r m o n í a era s u s c e p t i b l e de u n a e j e c u c i ó n m á s v a r i a d a , pues-
m e n t o lidio que a b r a z a b a d o s o c t a v a s , y que t o m a n d o por mode-
t o que l a s m e l o d í a s c o m p u e s t a s en e s t e estilo t e n í a n un c a r a c t e r
l o este i n s t r u m e n t o , f o r m ó l a e s p e c i e de lira q u e se l l a m a b a bár-
y a m e l a n c ó l i c o y t r i s t e , y a plácido y alegre. A r i s t ó t e l e s , q u e e n
biton 1 ) . C o n o c í a n t a m b i é n l o s L e s b i o s u n a e s p e c i e de c í t a r a lla-
su P o l í t i c a h a c e j u i c i o s a s o b s e r v a c i o n e s sobre l a i n f l u e n c i a de l a
m a d a la asiática ('A<nác) * ) , c u y a i n v e n c i ó n era i g u a l m e n t e atri-
m ú s i c a en l a s a l m a s j ó v e n e s y sobre el e m p l e o de este a r t e en la
b u i d a por u n o s á T e r p a n d r o y por otros á su d i s c í p u l o C e p i ó n 3).
e d u c a c i ó n , c o n s i d e r a la a r m o n í a lidia c o m o l a m á s á p r o p o s i t o
E s i n d u d a b l e que los m ú s i c o s de L e s b o s , y á su frente T e r p a n d r o ,
p a r a l a e n s e ñ a n z a de la m ú s i c a á la n i ñ e z 3 ).
fueron c o m o el l a z o de u n i ó n de la m ú s i c a del A s i a M e n o r c o n l a
de los a n t i g u o s h e l e n o s , c o n s e r v a d a en t o d a su p u r e z a por los D o - P a r a d a r á n u e s t r o s l e c t o r e s u n a idea m á s c l a r a a c e r c a de l a
rios del P e l o p o n e s o , y q u e f u n d a r o n un s i s t e m a en el cual c a d a m a t e r i a de q u e a q u í t r a t a m o s , h a b l a r e m o s de o t r a s a r m o n í a s co-
modo tenía objeto determinado y carácter peculiar. A establecer y n o c i d a s por los G r i e g o s , si bien no f u e r o n i n v e n t a d a s sino en épo-
fijar este sistema c o n t r i b u y e r o n los nomos (vóixot), c o m p o s i c i o n e s c a m u y posterior á la en q u e floreció T e r p a n d r o . E n t r e l a s armo-
m u s i c a l e s sencillas y s e v e r a s que g u a r d a b a n c i e r t a a n a l o g í a c o n n í a s d ó r i c a y f r i g i a — e n lo que se refiere á la e l e v a c i ó n ó g r a v e -
las más antiguas melodías de nuestra música religiosa. L a armo- d a d de los t o n o s — e s t a b a la jónica-, y entre la frigia y la l i d i a , la
nía dórica, según t o d o s l o s t e s t i m o n i o s , r e v e s t í a un c a r á c t e r g r a v e cólica-, la j ó n i c a , de t o n o l á n g u i d o , d u l c e , p a t é t i c o , e r a m u y á
y s e v e r o á propósito p a r a p r o v o c a r u n a disposición de á n i m o tran- propósito p a r a los c a n t o s de duelo; la eólica, por e l c o n t r a r i o , cu-
y a í n d o l e nos es m á s c o n o c i d a , g r a c i a s al e m p l e o q u e de e l l a en-
c o n t r a m o s en los f r a g m e n t o s de P í n d a r o y de los p o e t a s de L e s -
b o s , p r e s t á b a s e e s p e c i a l m e n t e á la expresión de s e n t i m i e n t o s vi-
*) E n Ateneo 14, p. 635, d. [ F r a g m . 102 de B e r g k , según el cual P l u t a r c o
t u v o presente al e s c r i b i r su t r a t a d o de Musica c. 28 este p a s a j e de Píndaro.] L a
v o s y a p a s i o n a d o s . A e s t a s c i n c o a r m o n í a s , n o t a r d a r o n en unir-
inteligencia de este p a s a j e mil v e c e s d i s c u t i d o , ofrece g r a n d e s dificultades. se otras t a n t a s en t o n o s m á s altos y m á s b a j o s , c a d a u n a de l a s
P i n d a r o quería decir p r o b a b l e m e n t e q u e T e r p a n d r o f o r m ó el b á r b i t o n , toman- c u a l e s g u a r d a b a í n t i m a s c o n e x i o n e s c o n el sistema primitivo.
d o la última o c t a v a del p e c t i s ( ó m a g a d i s ) . D e los poetas griegos, S a f o y des- L l a m á b a n s e l a s p r i m e r a s h i p e r d o r i o s , h i p e r i a s t i o s , hiperfrigios
p u é s A n a c r e o n t e fueron los q u e u s a r o n el pectis ó m a g a d i s .
etc.; y l a s s e g u n d a s h i p o l i d i o s , hipoeolios, hipofrigios, e t c . N m g u -
2) [Mejor dicho la ásica. E l f u n d a m e n t o d e esta d e n o m i n a c i ó n está expresa-
d o de diversos modos: ó c o m o a p a r e c e en el g r a m á t i c o en l o s Anécdota de B e -
k k e r x, p. 4 5 1 : aw> 'Aaío-j u v ó ; Ó, c o m o dice el Etymologicon Magnum, p. 153,
<) [Política 8 , 7 , p. 1342, b, 13: SwpWt «¿vTE; Ó^OYOOSTV <ó;
32: cip^-at SE OU EV 'Acría r?, icóXst T?(; A u S í a ; xetjiÉvyj Iv T|j.<ÓX<;> irp&TOv E-jpíOr,,
cxatn^TáxYi; o8m¡( v.a\ ¡xá),io-nx r.Oo; b/otcr,', ávBpetov. Véase Cap. 5. Pa-
c o n lo cual está de a c u e r d o E s t é f a n o de B i z a n c i o en "A<r!a. V é a s e H e s i q u i o y
el escoliasta de Apolonio de R o d a s 2 , 277. P l a t ó n en la República 10, p. 471 ob- g i n a 1340, b , 2.]
2) V é a s e C a p . I I I .
s e r v a q u e la gran m a y o r í a d e l o s n o m b r e s de tales instrumentos no son de
3) [Op. cit. 30. S u s e m i h l en las n o t a s á su t r a d u c c i ó n de la Política de
origen griego.]
A r i s t ó t e l e s , L e i p z i g , 1879, p. 254- c o n s i d e r a el m e n c i o n a d o p a s a j e q u e f o r m a
3 ) P l u t a r c o , de Música 6: B e k k e r , Anécdota, vol. 1 , p. 452. V é a s e Aristófa-
«1 final del l i b r o , c o m o una a d i c i ó n posterior.]
n e s , Thesmophorianta 120 y los escolios.
na de ellas pertenece al período de que h a b l a m o s , excepción he- era indudablemente el instrumento principal en la música lés-
cha de las que m á s se aproximan á las cinco primeras, esto es: la
bica.
hipolidia y la h i p e r d o r i a , l l a m a d a también m i x o l i d i a , porque
L a escuela lésbica de los citaristas m a n t u v o su superioridad
g u a r d a relación estrecha con la lidia. Atribúyese la invención de
en los agones, principalmente en la fiesta carnea de E s p a r t a , has-
la primera á Polimnesto ') y á la poetisa Safo la de la segunda,
ta Pericleito, el c u a l vivió poco tiempo antes que H i p o n a x (60. a
e m p l e a d a m u y especialmente en los cantos tristes y lastimeros,
Olimpiada) ') y fué el último lesbio vencedor en la cítara. Pro-
P e r o el sistema completo de los quince modos ó a r m o n í a s , fué
bablemente ciertos nomos de T e r p a n d r o no eran sino antiguas
progresivamente c o m p l e t a d o y perfeccionado por los músicos que
melodías que solían cantarse en las ceremonias religiosas, per-
florecieron después de P í n d a r o .
feccionadas por el músico lesbio; sólo de esta suerte puede in-
L a mejor p r u e b a de que fué T e r p a n d r o quien redujo las di- t e r p r e t á r s e l a afirmación de que varios nomos puestos en músi-
versas armonías conocidas en su é p o c a , á un sistema r e g u l a r , e s ca por T e r p a n d r o habían sido inventados por F i l a m o n , antiguo
el hecho de que él fué también el primero que fijó determinados cantor de Delfos ' ) ; otros de estos nomos parecen derivarse de
signos para las v a r i a s notas musicales. P u e d e igualmente conce- los cantos populares á que se alude en las denominaciones de
derse entero crédito, á la noticia de que él fué también el pri- nomos eólicos y beocios 3 ) ; o t r o s , finalmente, y éstos son la
mero que puso en música fragmentos poéticos s ) aunque n a d a en mayor p a r t e , fueron inventados por el mismo T e r p a n d r o , y eran
realidad conocemos con e x a c t i t u d de la índole de su notación, composiciones a c a b a d a s , en las cuales se trataba y desarrollaba
pues la que más tarde emplearon los G r i e g o s , fué introducida en metódicamente una idea m u s i c a l , como lo demuestran las v a r i a s
la época de Pitágoras. D e a q u í que mientras los nomos de los partes en que se dividía c a d a uno de los nomos de T e r p a n d r o 4 ).
cantores a n t i g u o s , de O l e n o , de F i l a m o n , etc., conservados sólo L a forma rítmica de las composiciones de T e r p a n d r o era to-
por la tradición oral habían sufrido no p o c a s alteraciones con el d a v í a m u y sencilla, y se dice de él que puso en música algunos
trascurso del t i e m p o , existían aún en l a s últimas épocas, piezas exámetros (enr,) 5 ); que adaptó al acompañamiento de la cítara
musicales de aquel mismo género 3 ) compuestas por T e r p a n d r o , varios fragmentos de los p o e m a s de H o m e r o , hasta entonces
y destinadas á ser c a n t a d a s al son de la cítara y e j e c u t a d a s en solo recitados por los r á p s o d a s ; y que compuso himnos (upoo^ia)
este mismo instrumento. E s indudable que la flauta, instrumento en el mismo m e t r o , probablemente á imitación de los homé-
á la sazón m u y conocido entre los Griegos, fué usada también por ricos, aunque con carácter lírico m á s acentuado 6 ). P e r o es di-
T e r p a n d r o . A r q u í l o c o , su contemporáneo, h a b l a de peanes lésbi- fícil admitir que todos los nomos de T e r p a n d r o estuvieran com-
cos (compuestos quizá por el mismo T e r p a n d r o ) c a n t a d o s con puestos en el ritmo sencillo y uniforme del e x á m e t r o heroico;
acompañamiento de flauta *) aunque p a r a estos cantos el instru- y que esto no era a s í , lo demuestran los títulos de dos de aque-
mento m á s apropiado era la cítara. N o obstante, si hemos de llos n o m o s , el órtico y el trocáico, q u e , según el testimonio de
j u z g a r por las noticias que nos trasmiten los antiguos, la cítara

1) T a m b i é n Safo, f r a g m . 92 d e B e r g k , l l a m a a l c a n t o r l é s b i c o -Éppoyo;
1) V é a s e m á s a d e l a n t e p . 273 y 277. á).).ofiaitoíaiv.
- ) Má/.o; wp¿o-o; 7tepié0r¡xs toí? ra)irl¡j.a<ji d i c e C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stromat. s ) [ P l u t a r c o , de Música c . 5.]
1, p. 364 d e P o t t e r : Tov T é p m x v S p o v — xiOapaiSix&v TIOIT¡TT¡V ó'v-a vójuov y.A-Á 3) P l u t a r c o , de Música 4. P o l l u x 4 , 65. .
vó¡xov É'XAOROV TOT; k'rcsai T O I ; IOCUTOO xai XOT; 'O^po-J ¡II).R) TisptOívTa aSeiv ev 4) S e g ú n P o l l u x 4 , 66, e r a n : ETiapya, ui-ap-/a, uapá-poTia, asTay-a-árpo-a, ofi-
TOÍ{ ÁYAIATV, P l u t a r c o , de Música 3, s e g ú n H e r á c l i d e s . [ L a e x a c t i t u d d e la opi-
ipa)>o;, a ? p a y í ; , eníXoyo;.
nión a r r i b a e x p u e s t a h a s i d o c o m b a t i d a p o r otros. V é a s e s o b r e e s t o á R . V o l k -
s ) V é a s e e s p e c i a l m e n t e P l u t a r c o , de Música 3, 4, 6. P r o c l o e n F o c i o , Bibliote-
mann en sus comentarios á P l u t a r c o . ]
ca, p . 523. H . [c. 13.]
3) V é a s e C a p . I I I , p . 46. 6) E s sin e m b a r g o , m u y posible q u e l o s p r o e m i o s d e este g é n e r o , d e Ter-
4) AUTO? £$áp-/<.iv u p o ; a-jXbv A s o f k o v NA¡r,ova. A r q u í l o c o e n A t e n e o 5, p. 180 p a n d r o , f u e s e n h i m n o s h o m é r i c o s d e l o s m á s b r e v e s . E l h i m n o á A t h e n e (28),
e. F r a g m . 76 d e B e r g k . D e l p a s a j e m u t i l a d o del m á r m o l d e l a c r ó n i c a de por e j e m p l o , p a r e c e m u y á p r o p ó s i t o p a r a ser c a n t a d o al s o n d e l a c í t a r a .
P a r o s , ep. 35, p u e d e t a m b i é n i n f e r i r s e q u e T e r p a n d r o t o c a b a l a flauta. [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p. 815-816.]
m á s d e n s a s t i n i e b l a s , por h a b é r s e l e c o n f u n d i d o á m e n u d o c o n un
P o l u x ' ) y de otros g r a m á t i c o s , t o m a b a n este n o m b r e de su
O l i m p o m i t o l ó g i c o r e l a c i o n a d o c o n los p r i m e r o s f u n d a d o r e s d e la
propio r i t m o ; el ú l t i m o e s t a b a , p u e s , c o m p u e s t o en troqueos,
religión y del c u l t o frigios. P l u t a r c o m i s m o que en su e r u d i t o tra-
y el primero en a q u e l l o s r i t m o s ó r t i c o s , c u y o p e c u l i a r c a r á c t e r
t a d o sobre la m ú s i c a h i z o n o t a r l a distinción entre el p r i m e r o y
consiste en la m a y o r e x t e n s i ó n de ciertos pies, e n v i r t u d de la c u a l
el ú l t i m o O l i m p o , q u e t a n t a p a r t e t o m ó en el d e s e n v o l v i m i e n t o
los l a r g o s y los b r e v e s a d q u i e r e n un v a l o r c u á d r u p l e del de los
de a q u e l a r t e , ' ) a t r i b u y e t a m b i é n al O l i m p o f a b u l o s o , i n v e n c i o -
l a r g o s y b r e v e s o r d i n a r i o s . C o n s é r v a s e u n f r a g m e n t o de T e r p a n -
nes que en r e a l i d a d son del O l i m p o histórico. S e p i e r d e el prime-
dro c o m p u e s t o todo él d e s í l a b a s l a r g a s y c u y a idea f u n d a m e n t a l
r o 'en l a s s o m b r a s de l a l e y e n d a : él es e l f a v o r i t o y d i s c í p u l o del
es t a n t o m á s s u b l i m e y e l e v a d a , c u a n t o m á s s o l e m n e y d i g n o es e l
S i í e n o f r i g i o , M a r s y a s , q u e i n v e n t ó la flauta y que con e s t e ins-
metro: Zeus, principio y ordenador de todas las cosas, Zeus, á tí dedico
t r u m e n t o d i s p u t ó el p r e m i o en un c e r t a m e n al dios A p o l o q u e to-
este comienzo de los himnos. s ) L o s metros compuestos exclusivamen-
c a b a la c í t a r a . E n h e r m o s a s e s c u l t u r a s y p i n t u r a s g r i e g a s se v e á
te de sílabas l a r g a s , u s á b a n s e e n l a s m á s s o l e m n e s c e r e m o n i a s re-
e s t e O l i m p o , d e l i c a d o a d o l e s c e n t e , instruido en e l a r t e d e t o c a r
ligiosas , y el n o m b r e d e p i e e s p o n d á i c o f o r m a d o por dos l a r g a s ,
l a flauta por M a r s y a s , ó en el de l a s y r i n x por P a n q u e perte-
procede de la libación (a^ovSVj) d u r a n t e la c u a l se g u a r d a b a reli-
n e c e i g u a l m e n t e al c o r t e j o de la m a d r e de los dioses frigios. E n
gioso silencio (sui^sa). S o b r e t o d o c a n t á b a n s e h i m n o s de este gé-
otros r e l i e v e s , el j o v e n frigio está r e p r e s e n t a d o s u p l i c a n d o á A p o -
nero á Z e u s en su a n t i g u o s a n t u a r i o de D o d o n a , en los c o n f i n e s
l o , por c u y a o r d e n i b a á ser d e s o l l a d o M a r s y a s , p e r d o n a s e á su
de la T e s p r ó c i a y de l a M o l o s i a , lo c u a l e x p l i c a la d e n o m i n a c i ó n
p o b r e maestro. L o m i s m o á este O l i m p o mítico q u e á otro c a n t o r
del pie m o l o s o , c o n s i s t e n t e e n tres s í l a b a s l a r g a s y con a r r e g l o al
a ú n m á s a n t i g u o , H i a g n i s , p o d í a atribuirse l a i n v e n c i ó n de c i e r t o s
c u a l debe p r o b a b l e m e n t e m e d i r s e el y a c i t a d o f r a g m e n t o de T e r -
n o m o s , en el s e n t i d o q u e se d a á e s t a p a l a b r a c u a n d o se h a b l a d e
pandro.
los n o m o s de O l e n o y d e F i l a m o n , esto e s , de m e l o d í a s determi-
P o r e s c a s a s que s e a n l a s n o t i c i a s que t e n e m o s a c e r c a de l a s n a d a s c a n t a d a s en ciertas fiestas y c u y o o r i g e n h a c í a r e m o n t a r l a
invenciones m é t r i c a s y p o é t i c a s de T e r p a n d r o , y los f r a g m e n t o s t r a d i c i ó n á c a n t o r e s l e g e n d a r i o s a m i g o s de los dioses. S e g ú n P l u -
de sus nomos aún e x i s t e n t e s , b á s t a n n o s u n a s y otros p a r a f o r m a r - t a r c o , el último O l i m p o e r a m i e m b r o de u n a f a m i l i a frigia q u e se
nos una idea c l a r a de l o s r e l e v a n t e s m é r i t o s de este p r i m e r fun- d e c í a d e s c e n d e r del O l i m p o m i t o l ó g i c o y c u y o s i n d i v i d u o s t o c a b a n
dador de la m ú s i c a g r i e g a . E s t o s méritos, sin e m b a r g o , n o d e b e n p r o b a b l e m e n t e e n la flauta h i m n o s r e l i g i o s o s , en l a s fiestas d e l a
eclipsar los de otro m ú s i c o f r i g i o , Olimpo, el c u a l dió t a l e x t e n s i ó n m a d r e de los dioses frigios.
al sistema m u s i c a l de l o s G r i e g o s , q u e P l u t a r c o l l e g a h a s t a á de-
clararle creador (ap-/*¡yóc) de la m ú s i c a h e l é n i c a . E s el s e g u n d o O l i m p o el i n t e r m e d i a r i o entre l a F r i g i a , su p a í s
L a época y la h i s t o r i a t o d a de este O l i m p o que sin d u d a es n a t a l , y la G r e c i a . G r a c i a s á él la F r i g i a , t a n p o c o i m p o r t a n t e en
un personage t a n h i s t ó r i c o c o m o T e r p a n d r o , está e n v u e l t a e n l a s l a historia de l a c i v i l i z a c i ó n h e l é n i c a , y q u e sólo se d i s t i n g u í a p o r
s u s e n t u s i a s t a s c u l t o s y por su m ú s i c a e s t r e p i t o s a , e j e r c i ó g r a n
' ) [ 4 . 65, relacionado c o n P l u t a r c o , de Música c. 28 y S u i d a s , en "Op6(ov
i n f l u e n c i a en l a m ú s i c a é i n d i r e c t a m e n t e en la p o e s í a de los G r i e -
vóiAov. Véase B e r g k , Poetas lyrici, p. 812.] g o s . P e r o j a m á s h a b r í a p o d i d o O l i m p o e j e r c e r t a l i n f l u j o , si por
5) Zs"j, TOXVTWV a p - / á , 7cávT<ov ayr.TWp,
h a b e r v i v i d o l a r g o t i e m p o entre los H e l e n o s , él m i s m o no se hu-
ZeO, aoi rdiiTiio -raútav -JIÍVUV ap-/áv, biera c o n v e r t i d o en un v e r d a d e r o g r i e g o de c a r á c t e r y d e e d u c a -
e n Clemente A l e j a n d r i n o , Stromat. 6, p. 784 d e P o t t e r , donde dice también c i ó n . S a b e m o s q u e este O l i m p o c o m p u s o m e l o d í a s n u e v a s p a r a el
que este himno á Z e u s e s t a b a c o m p u e s t o en dialecto dórico. * P o r lo que t o c a t e m p l o de A p o l o en D e l f o s y que t u v o discípulos g r i e g o s , c o m o
á pormenores sobre este m e t r o v é a s e á R i t s c h l , Rliein. Museum für. Philologie C r a t e s , y el a r g i v o H i e r a x . ' ) G r a c i a s á O l i m p o , a l c a n z ó , en la
1841, p. 277 y ss. [Opuse., v o l . 1 , p . 271, y ss. B e r g k , fragm. 1 hace de este
pasaje cuatro versos y e s c r i b e los dos últimos:
ZsO, aoi anévSia •) [ C a p . V i l . ]
2) E l primero lo c i t a P l u t a r c o , de Música 7 ; el s e g u n d o , el mismo escritor,
-A'J-AV -JJXVOV ápyáv.]
m ú s i c a g r i e g a , un p u e s t o al l a d o de l a c í t a r a , la flauta, c u y o s to-
f a n e s (versos 9 y ss.) Sin e m b a r g o , si h e m o s de j u z g a r por la esti-
nos podían multiplicarse más fácilmente, con tanta más razón
m a en que O l i m p o era t e n i d o entre los a n t i g u o s , n o es p r o b a b l e
c u a n t o que los músicos a n t i g u o s a c o s t u m b r a b a n t o c a r d o s flautas
q u e t o d a s s u s c o m p o s i c i o n e s , sin e x c e p c i ó n , t u v i e s e n un c a r á c t e r
al m i s m o t i e m p o ; p o r este m o t i v o t a m b i é n l a m ú s i c a g r i e g a con-
t a n l ú g u b r e y s o m b r í o ; sino q u e , sin t e m o r de incurrir en error,
quistó m a y o r l i b e r t a d . S u c e d i ó l u e g o que p o r c o n s i d e r a c i o n e s d e
p o d e m o s suponer que su g e n i o se m a n i f e s t ó en múltiples y v a r i a -
p u r a m o r a l i d a d , los s e v e r o s críticos a n t i g u o s , e n c o n t r a n d o en l a
dos g é n e r o s . S u n o m o á A t h e n e t e n í a sin d u d a el t o n o serio y enér-
v a r i e d a d de tonos un m o t i v o de s e d u c c i ó n y u n a t e n d e n c i a á
g i c o que c o n v e n í a al c u l t o de a q u e l l a d i v i n i d a d . E n sus f o r m a s
i n t r o d u c i r un estilo v o l u p t u o s o y l i b e r t i n o , c o n d e n a r o n el u s o d e
r í t m i c a s d a t a m b i é n O l i m p o g a l l a r d a m u e s t r a de u n a g r a n rique-
l a flauta. O l i m p o i n v e n t ó t a m b i é n y c u l t i v ó l a t e r c e r a e s c a l a m u -
z a de i n v e n c i ó n , e s p e c i a l m e n t e , en a q u e l l a s q u e los G r i e g o s re-
sical l a e n a r m ó n i c a , d e c u y a s d i f i c u l t a d e s y s o r p r e n d e n t e s efec-
p u t a b a n l a s m á s a p t a s p a r a e x p r e s a r l a emoción y el e n t u s i a s m o .
tos h e m o s h a b l a d o . S u s n o m o s e r a n , p u e s , a u l ó d i c o s , esto es
D e un p a s a j e d e P l u t a r c o se infiere q u e O l i m p o i n v e n t ó el ritmo
c o m p u e s t o s p a r a ser c a n t a d o s c o n a c o m p a ñ a m i e n t o de flauta y
de los c a n t o s á l a G r a n M a d r e , esto e s , de los g a l i a m b o s , com-
pertenecían al g é n e r o e n a r m ó n i c o . E n t r e l a s d i v e r s a s a n t i g u a s
p u e s t o del ionicus a minori y de l a d i p o d i a t r o c á i c a ')• D e la b e l l e z a
d e n o m i n a c i o n e s q u e se h a n c o n s e r v a d o , c i t a r e m o s l a de n o m o s
y d u l z u r a de este m e t r o , y de la m e l a n c ó l i c a i m p r e s i ó n q u e ins-
n a r m a t i o s , de los c u a l e s p o d e m o s a ú n f o r m a r n o s u n a idea e x a c t a .
p i r a e m p l e a d o por u n a m a n o e x p e r t a , e s b u e n a p r u e b a el « A t i s .
E u r í p i d e s en su O r e s t i a d a pone en lábios de un e u n u c o frigio de
de C a t u l o . P e r o tiene a ú n m a y o r i m p o r t a n c i a el q u e O l i m p o n o
sólo fué el i n v e n t o r de u n a t e r c e r a e s c a l a m u s i c a l , sino q u e t a m -
l e n T d H e l e n a ' q U e ^ l 0 g r a d ° 1 Í b r a r S e d e l a s «anos
v e n g a d o r a s de O r e s t e s y d e P í l a d e s , y q u e se e n c u e n t r a aún b a j o bién e n r i q u e c i ó el arte h e l é n i c o con un t e r c e r g é n e r o de ritmos.
la i n f l u e n c i a de i n d e s c r i p t i b l e t e r r o r , el relato de los h o r r o r e s de T o d a s l a s f o r m a s r í t m i c a s a n t i g u a s se h a l l a n c o m p r e n d i d a s en d o s
q u e h a sido t e s t i g o ; r e l a t o en el c u a l , l a s e x p r e s i o n e s m á s v i v a s g é n e r o s : ') el r i t m o i g u a l (feov) en que el arsis es i g u a l á l a tesis, y
de dolor y de e s p a n t o l l e v a n el sello de u n a m o l i c i e a s i á t i c a - y el r i t m o d o b l e (tad&nov) en que el arsis es d o b l e que l a tesis: el pri-
c o m o el m i s m o E u r í p i d e s h a c e decir á su e u n u c o f r i g i o , este c ¡ n m e r o f o r m a la b a s e del e x á m e t r o ; el s e g u n d o , de l a m a y o r p a r t e
de l a s p o e s í a s de A r q u i l o c o . E l ritmo i g u a l en que se e q u i l i b r a n
Ía'rZ" C0 ^P°S1C10" m u s i c a l era t a n P e r f e c t a c o m o su e s t r u c t u -
c o m p u e s t o c o n a r r e g i ° a i n ° m ° *«»*«*>; el arsis y l a t e s i s , es el m á s á propósito p a r a e x p r e s a r los senti-
(verso 1385). Evidentemente estos cánticos lastimeros, violentos m i e n t o s de un a l m a s e r e n a y t r a n q u i l a . E l r i t m o d o b l e , por lo
m i s m o q u e e s m á s r á p i d o y l i g e r o , se p r e s t a m á s á la e x p r e s i ó n
L I T o f 0 5 ' 6 n b a n Gn a r m ° n í a C 0 n e l talento y e
d e un a l m a a p a s i o n a d a p e r o a j e n a á i d e a s n o b l e s y l e v a n t a d a s ;
g u s t o de O l i m p o D í c e s e que en D e l f o s , d o n d e l a s fiestas p í t í c a s
p u e s t o q u e en e l arsis d o b l e no se n e c e s i t a g r a n e n e r g í a p a r a ha-
Pvíhonnaor n n C 1 f l m e n t ^ al c o m b a t e d e A p o l ° c o n Ia - p í - c e r r e s a l t a r l a t e s i s débil y l i g e r a . P u e s b i e n , O l i m p o a g r e g a á es-
m e odia e n 7 ° * y e n GStÍI° HdÍ0 ' u n a
t a s d o s c l a s e s de r i t m o s , un t e r c e r o , el c u a l por la p r o p o r c i ó n e n
bién m u v r í mÓnStrU° - V e n d d o tam-
E n A t e n a s era q u e está el arsis r e s p e c t o de la t e s i s , esto e s , p o r q u e á un arsis de
flautaTfe ° ^ * °IÍmp° 6jeCUtado en — h a s d o s t i e m p o s c o r r e s p o n d e u n a tesis d e t r e s , se d e n o m i n a uno y me-
flautas ( 5 w a , ) , a ) ; y en e s t e m i s m o m e t r o e x h a l a n sus q u e j a s los
dio (^tó).iov). A este g é n e r o p e r t e n e c e n los pies c r e t e o s w _)
dos e s c l a v o s de D e m o s , en el c o m i e n z o de Los Caballeros de Listó
y el g é n e r o m u l t i f o r m e de los p e o n e s — — _v_.~_._i_

personaje mkológicí/^ó u n ^ d * * " ° H m p ° «


•) E l p a s a j e d e P l u t a r c o , de Música 29, x á i TOV yopeTov (PU6¡wv), <Ó «oUa» *£/-
p v - a t EV Tote Mr,Tptootc, se refiere p r o b a b l e m e n t e al ' I w v w b c ¿ v a * U | i e v o c q u e
m e r c e d al p r e d o m i n i o d e l o s troqueos, p o d r í a m u y b i e n ser c o n s i d e r a d o c o m o
p e r t e n e c i e n t e a l -/opsTo; p ^ ó ; [ R . V o l k m a n n e x p l i c a d e o t r o m o d o este p a s a j e
p u e s s u p o n e al <JTIOV6SÍO; 8WC).o0; en -b yopeíov.]
») V é a s e C a p . X .
e t c . ) , á los c u a l e s los teóricos a n t i g u o s a t r i b u í a n v i v a c i d a d y de la m ú s i c a y del r i t m o , p r o d u c t o de s u s e s f u e r z o s , s i r v e p a r a

e n e r g í a , y al mismo t i e m p o s u b l i m i d a d de e x p r e s i ó n ; t a l a p r e c i a - d e t e r m i n a r l a g e n e r a c i ó n á q u e p e r t e n e c i ó . C o m o q u i e r a q u e de-

ción está c o n f i r m a d a por el e m p l e o q u e de ellos h i c i e r o n los mú- bió ser posterior á T e r p a n d r o — p o r q u e el c a r á c t e r de l a m ú s i c a

sicos y los poetas. Y en e f e c t o , n a d a m á s n a t u r a l , q u e así f u e r a , g r i e g a y e x p r e s o s t e s t i m o n i o s i n d u c e n á creer que l a i n v e n c i ó n

por qué no h a y m á s que f o r m a r s e u n a simple i d e a de este gé- de la c í t a r a f u é anterior á la d e f i n i t i v a c r e a c i ó n del c a n t o — y co-

n e r o de r i t m o s , p a r a c o m p r e n d e r q u e p a r a que un arsis e c l i p s e á m o por o t r a p a r t e d e b i ó ser anterior á T a l e t a s de q u i e n a c a b a -

u n a tesis v e z y m e d i a m a y o r q u e e l l a , n e c e s i t a un a u m e n t o de m o s de h a b l a r , la é p o c a de su florecimiento d e b e c o l o c a r s e entre

e n e r g í a y u n a c o n c e n t r a c i ó n de f u e r z a . P l u t a r c o nos d i c e q u e la 30. a y la 40. a O l i m p i a d a (660—620 a. C h r . ) ' ) .

O l i m p o fué el p r i m e r o que c u l t i v ó e s t e r i t m o , y no es p r e c i s o h a - Taletas es el t e r c e r p e r s o n a j e q u e f o r m a é p o c a en la histo-


cer notar que este a u m e n t o de m e t r o s está en í n t i m a relación c o n ria de la m ú s i c a g r i e g a . N a c i d o en C r e t a s u p o h a l l a r el m o d o de
l a s d e m á s i n v e n c i o n e s del m ú s i c o frigio. ' ) dar f o r m a m u s i c a l al espíritu p r e d o m i n a n t e en las i n s t i t u c i o n e s
P o r c u a n t o d e j a m o s a p u n t a d o se v e la p a r t e que t o m ó O l i m - religiosas de su p a t r i a , p r o d u c i e n d o l a m á s h o n d a i m p r e s i ó n en
p o en el desarrollo de los r i t m o s , d e la m ú s i c a i n s t r u m e n t a l , de los á n i m o s de los d e m á s g r i e g o s . S u c a r á c t e r es u n a m e z c l a del
los géneros y de la m á s v a r i a d a c o m p o s i c i ó n de los n o m o s ; p e r o s a c e r d o t e y el a r t i s t a , lo c u a l h a c e que se n o s p r e s e n t e c o m o
si nos d a m o s á i n v e s t i g a r á q u e l e t r a se a j u s t a b a n s u s c o m p o s i - r o d e a d o de c i e r t o misterio. S e le a d j u d i c a b a el e p í t e t o de gor-
c i o n e s , no e n c o n t r a r e m o s ni v e s t i g i o s d e un solo v e r s o que él es- t i n i o , p e r o n a c i d o en E l i r o , n o m b r e s q u e g u a r d a n í n t i m a rela-
cribiese. E n n i n g ú n p a s a j e se c i t a á O l i m p o , c u a l se c i t a á T e r - ción con la l e y e n d a según la c u a l en T a r r a , c e r c a n a á E l i r o , en
p a n d r o , c o m o p o e t a , sino q u e s o l o se h a b l a de él c o m o m ú s i c o . 2 ) la p a r t e m o n t a ñ o s a d é l a C r e t a O c c i d e n t a l , v i v i e r o n C a r m a n o ,
L a tradición g r i e g a le c e l e b r a b a c o m o á flautista y p a r e c e ser q u e s a c e r d o t e e x p i a d o r d e los t i e m p o s m í t i c o s , el m i s m o q u e ha-
en la flauta se e j e c u t a r o n en un p r i n c i p i o s u s n o m o s sin que les b í a p u r i f i c a d o á A p o l o de l a m u e r t e de P y t h o n , y su h i j o el
a c o m p a ñ a s e el c a n t o . S o l í a n en a q u e l l a é p o c a t o d a s l a s c i u d a d e s c a n t o r C r i s o t e m i s . P e r o s e a de ello lo q u e q u i e r a , es l o c i e r t o
g r i e g a s , l l a m a r á sus a g o n e s m u s i c a l e s á los flautistas frigios. T a - q u e T a l e t a s debió ser o r i u n d o de e s t a c o m a r c a d o n d e d e a n t i g u o
les e r a n , según A t e n e o 3 ) , S a m b a s , A d o n y T e l o s , á q u i e n e s c i t a h a b í a n s e n t a d o sus r e a l e s la p o e s í a y la m ú s i c a r e l i g i o s a s , q u e
el lírico lacedemonio A l e m á n , y C i o n , C o d a l o y B a b i s , n o m b r a - t e n d í a n á c a l m a r los á n i m o s c o n t u r b a d o s . H a l l á b a s e en el apo-
d o s por H i p o n a x . A s í , d i c e P l u t a r c o q u e del m o d o de t o c a r l a g e o de su g l o r i a c u a n d o fué l l a m a d o á E s p a r t a , á la s a z ó n d e s g a -
flauta de O l i m p o , 4 ) tomó T a l e t a s el r i t m o creteo q u e le conquis- r r a d a por i n t e s t i n a s d i s c o r d i a s , p a r a r e s t a b l e c e r el o r d e n y la
tó f a m a de g r a n poeta. D a d o q u e O l i m p o no p e r t e n e c i ó p r o p i a - t r a n q u i l i d a d , en c u y a e m p r e s a a l c a n z ó , s e g ú n se a s e g u r a , un
m e n t e á la literatura g r i e g a , ni l u c h ó en p o é t i c a s lides c o n los v a - é x i t o f e l i z ; y p r e c i s a m e n t e l a i m p o r t a n c i a política q u e c o n e s t e
tes h e l é n i c o s , no es de m a r a v i l l a r el q u e no se c o n o z c a con e x a c - m o t i v o a d q u i r i ó , dió sin d u d a m a r g e n á la t r a d i c i ó n a n a c r ó n i c a ,
titud la época de su florecimiento; si b i e n el p e r f e c c i o n a m i e n t o según la c u a l T a l e t a s fué m a e s t r o de L i c u r g o . *) L a é p o c a e n q u e
v i v i ó es en m u c h o s siglos posterior á l a e n q u e floreció el legisla-
dor e s p a r t a n o , p u e s t o q u e f u é u n o de los m ú s i c o s q u e p e r f e c c i o -
1) Según Plutarco, de Música 29, a l g u n o s a t r i b u y e n á O l i m p o el Ban/zio; pu-
6¡ió; ( — — ) que pertenece á la m i s m a familia aunque su forma p r o d u c e
<) S u i d a s h a c e á O l i m p o contemporáneo del r e y M i d a s , h i j o de G o r d i o ; n o
una impresión menos agradable.
2) es este, sin e m b a r g o , un argumento que p u e d a utilizarse en c o n t r a de nuestro
E l que Suidas le atribuyese ¡JÍXY) y z/,zyda- se explica p e r f e c t a m e n t e , par-
tiendo d e u n a confusión de composiciones líricas y elegiacas con t e x t o s poé- c ó m p u t o , porque los r e y e s de F r i g i a , h a s t a el tiempo de Giges, se llamaron al-
ticos. ternativamente M i d a s y Gordio.
3) 2) E s t r a b o n 10, p. 481, l l a m a con r a z ó n á T a l e t a s , legislador; y c i e r t a m e n -
[14, p. 624, b. E n vez de T?,AO; B e r g k , A km. fragm. 112 escribe TÚXOC.]
l) 'Ex T?jc 'OX\J(iito« ay>.r,<retú5 P l u t a r c o , de Música 10 y 15. P o r esto se atri- te, según el sistema de e d u c a c i ó n generalmente seguido en C r e t a ( E b a n o , verm
b u y e n también en c. 7 nomos auléticos á O l i m p o , y en c. 3 los primeros no- Geschichte 2, 3 9 ) , supo combinar la música y la poesía con u n a c o n d u c t a legal
mos aulódicos á Clonas. [Véase B e r n h a r d y , vol. 2 , 1 , p. 602 de la 3.a edic.] y ordenada.
naron en E s p a r t a el sistema musical introducido por T e r p a n d r o ,
radicalmente distintos. C o n s e r v a b a el pean el carácter tranquilo
dándole una forma n u e v a y definitiva (xaráoTa«;). P l u t a r c o cita!
y sereno que predominaba en el culto de A p o l o , e x p r e s a n d o , por
entre los autores de este segundo sistema musical, á T a l e t a s dé
supuesto, el ardiente anhelo de la proteción del dios y el agrade-
G o r t i n a , X e n o d a m o de C i t e r a , Xenócrito el locrio, Polimnesto
cimiento por las mercedes de él obtenidas. E l hiporquema, por el
de Colofon y S a c a d a s de A r g o s «). E s t o s últimos, sin embargo,
contrario, merced á su tendencia de representar por el ritmo y el
son algo más modernos que los tres p r i m e r o s , puesto que Polim-
gesto escenas m í t i c a s , tiene un carácter más v a r i a d o y más v i v o ,
nesto compuso y a en honor de T a l e t a s un poema citado por P a u -
rayano á v e c e s en jocoso y c ó m i c o ; considerábasele como una
sanias (x, 14, 4) J ). A s í p u e s , si S a c a d a s obtuvo el premio en los
d a n z a especial del género lírico, y por su carácter alegre y jugue-
juegos píticos, año 3 de la 47. a O l i m p i a d a (590 a. C h r . ) , y si ad-
tón se le c o m p a r a b a , entre l a s d a n z a s d r a m á t i c a s , á la u s a d a en
mitimos que el más moderno de estos músicos floreció en aquel
la comedia con el nombre de c o r d a x 1 ) . L o s ritmos del hiporque-
t i e m p o , no p u e d e colocarse al primero de la serie, T a l e t a s , des-
m a en P í n d a r o , á j u z g a r por los fragmentos que de ellos aún
pués de la 40. a O l i m p i a d a (620 a. Chr.) época que está de acuer-
existen J ) , tenían una m o v i l i d a d particular y un carácter gráfico
do con su posición respecto de Olimpo y de Terpandro 3 ).
é imitativo. T a l e t a s f u é , p u e s , quien perfeccionó estos géneros
V o l v a m o s á las producciones musicales y poéticas á la v e z de a n t i g u o s , utilizando para ello — a d e m á s de las producciones ins-
T a l e t a s , c u y a s raíces se encuentran en los antiguos restos religio- trumentales de su p a t r i a — l a música y la rítmica entusiastas de
sos de su patria. A u n q u e á la sazón predominaba en C r e t a el cul- O l i m p o , del c u a l , como ya antes h e m o s d i c h o , tomó el ritmo cre-
to de A p o l o , c u y o carácter consistía en g e n e r a l , en cierta exalta- teo, así l l a m a d o , sin d u d a , por h a b e r sido T a l e t a s de C r e t a el
ción del ánimo, en una fé firme en el p o d e r del dios y serena sumi- que más contribuyó á su difusión en G r e c i a . E l pie creteo perte-
sión al orden de cosas por él p r o m u l g a d o , es indudable que al lado nece al género de pies l l a m a d o s p e o n e s , porque se e m p l e a b a n en
de éste existía aún el de Z e u s , tradicional en aquella i s l a , con su el pean ó p e ó n , y con este metro a n i m a d o y v i g o r o s o , dió T a -
carácter orgiástico que le hacía tener no pocos puntos de contac- letas al peón un g r a n impulso 3 ). P o r lo que h a c e á sus p r o d u c -
to con el culto frigio de la G r a n M a d r e , con sus d a n z a s s a l v a j e s ciones hiporquemáticas debían ser más alegres y animadas. E s -
y su choque de armas *). D e aquí la constante predilección de los p a r t a fué t a m b i é n en esta ocasión el país más propicio á la mú-
Cretenses por una instrumentación animada y expresiva que se sica cadenciosa de la danza. L a g i m n o p e d i a , la fiesta de los
manifestaba también en l a s composiciones de T a l e t a s . L a s pro- «mancebos desnudos», una de las más solemnes fiestas espar-
ducciones poéticas y musicales de T a l e t a s pueden clasificarse en t a n a s , , era la m á s á propósito p a r a despertar en la j u v e n t u d
dos g r u p o s : peanes é hiporquemas. E r a n tan semejantes y tenían la afición al baile y á los ejercicios gimnásticos. E n estas dan-
tantas conexiones entre sí estos dos g é n e r o s , de los cuales el pri- z a s , los j ó v e n e s imitaban primero los movimientos de la lu-
mero era en un principio exclusivo del culto de A p o l o , y el se- cha y del pancracio p a r a p a s a r después á las frenéticas gesticu-
gundo se representaba también en los templos del mismo dios laciones de la d a n z a báquica *) en que i m p e r a b a la risa y la ale-
entre otros en D é l o s s ) , que fácilmente se les c o n f u n d í a , no obs-
tante ser los caracteres fundamentales de c a d a uno de ellos,

1) A t e n e o 14, p . 630, e.
2) [ F r a g m . 82 á 94 d e B e r g k . ]
' ) [ P l u t a r c o , de Musica c. 9 - 1 0 . ]
3) S e conservan algunos fragmentos de u n pean compuesto en p e o n e s , en
! ) [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p . 817.]
3) E l c é l e b r e c r o n ó l o g o C l i n t o n que en los Fasta Hellenica, voi 1 p iqq ss A r i s t ó t e l e s , Retórica 3 , 8:
v

c o l o c a á T a l e t a s antes d e T e r p a n d r o . n o a d m i t e el testimonio m á s a u t é n t i c o ca).oy£vé;, EÍ'TS A u x t a v , y


7 la *««<«««'; ^ la m ú s i c a en E s p a r t a , ni tiene en c u e n t a el c a r á c t e r m u - -/p - J5£oy.Ó¡xa, "EXCCTE, ÍRAÍ- A ; Ó ; .
o i o m a s a r t í s t i c o d e la m ú s i c a y d e la r i t m o l o g i a d e T a l e t a s .
[Bergk une ambos versos y los atribuye á S i m ó n i d e s d e C e o s . V é a s e frag-
s í ¡ Í T ^ Í T £ 0 E o V ? d 0 7 t a W ° v s , - ¿pxi)<m¡p 6 ; i H e s i o d o , f r a g m . 1 2 9 d e G ó t t l i n g
Vease C a p . III. 6" m e n t o 27.]

*) N o h a y q u e c o n f u n d i r e s t a s d a n z a s g i m n o p é d i c a s q u e d e s c r i b e A t e n e o 14,

L I T . GR. — 1.
g n a '). T e n i e n d o en c u e n t a esta c i r c u n s t a n c i a , c o l o c a r í a m o s es- s i c a y de la r í t m i c a g r i e g a s , el c a r á c t e r i n d i v i d u a l y l a originali-
t a s representaciones m í m i c a s e n l a c l a s e de los hiporquemas, d a d q u e son p a t r i m o n i o de l o s g e n i o s c r e a d o r e s , de los i n v e n t o -
a u n q u e P l u t a r c o no a t r i b u y e s e á l o s m ú s i c o s á c u y o frente e s t a b a res y f u n d a d o r e s de un a r t e ; p e r o , en c a m b i o , es t a r e a q u e ofre-
T a l e t a s , la a p l i c a c i ó n de e s t a s d a n z a s y de e s t a s r e c r e a c i o n e s c e g r a n d e s d i f i c u l t a d e s , l a d e c a r a c t e r i z a r á los n u m e r o s o s m a e s -
musicales á las g i m n o p e d i a s ' ) . A la m i s m a e s c u e l a , y e n par- tros q u e les s u c e d i e r o n en el m e d i o siglo s i g u i e n t e , ó sea d e s d e
ticular á T a l e t a s , debíase t a m b i é n l a d a n z a p í r r i c a ó m a r c i a l , la 40. a á l a 50. a O l i m p i a d a . D e t o d a s s u e r t e s , será conveniente
espectáculo f a v o r i t o de C r e t e n s e s y L a c e d e m o n i o s , los c u a l e s re- c i t a r á a l g u n o s de e l l o s , s i q u i e r a sea sólo p a r a d a r u n a i d e a d e l
m o n t a b a n su i n v e n c i ó n á los t i e m p o s f a b u l o s o s , p r e s e n t a n d o los c e l o con que los G r i e g o s c o n t i n u a r o n c u l t i v a n d o la m ú s i c a d e s d e
u n o s á los C u r e t e s y á los D i o s c u r o s los o t r o s , c o m o l o s p r i m e - que salió de m a n o s de los q u e l a h a b í a n i n v e n t a d o y p e r f e c c i o n a -
ros pirriquistas 3 ). E x i g i e n d o e s t a d a n z a el a c o m p a ñ a m i e n t o de do. N o m b r a r e m o s en p r i m e r t é r m i n o á Clonas de T e b a s ó de T e -
la flauta, claro es que no p u d o e j e c u t a r s e a n t e s de q u e el estu- g e a , q u e floreció en é p o c a no m u y posterior á la d e T e r p a n d r o '),
dio de este i n s t r u m e n t o fuese c u l t i v a d o p o r los G r i e g o s ; si bien y el c u a l e r a c é l e b r e por s u s n o m o s a u l ó d i c o s , u n o de los c u a l e s
se d i c e en u n a l e y e n d a q u e M i n e r v a t o c a b a en la flauta danzas fué l l a m a d o elegoi por su c a r á c t e r l a s t i m e r o . L a p o e s í a a d a p t a d a
marciales á los D i o s c u r o s . E r a l ó g i c o y n a t u r a l q u e de l a sim- á s u s c o m p o s i c i o n e s m u s i c a l e s y que h a c í a c a n t a r al son de la
ple d a n z a m a r c i a l se p a s a r a á la i m i t a c i ó n de los d i v e r s o s m o d o s flauta, consistía p r i n c i p a l m e n t e e n e x á m e t r o s y dísticos e l e g i a c o s ,
de g u e r r e a r , de a t a c a r y de d e f e n d e r s e y á l a r e p r e s e n t a c i ó n , c o n sin g r a n a r t e e n la c o n s t r u c c i ó n r í t m i c a . S i g u e á é s t e , Hierax de
el concurso de v a r i o s p i r r i q u i s t a s , de c o m b a t e s s i m u l a d o s . No A r g o s , d i s c í p u l o de O l i m p o y a f a m a d o flautista; i n v e n t ó l a músi-
en otra cosa consistían en C r e t a , s e g ú n P l a t ó n s), l a s d a n z a s pí- ca á cuyo compás las doncellas argivas trasportaban las flores
rricas, para las cuales compuso h i p o r q u e m a s , T a l e t a s , el sabio (¿v6s<r?ópia) al t e m p l o de H e r a , y a q u e l l a o t r a q u e s e r v í a de
legislador de la m ú s i c a n a c i o n a l . P a r a e x p r e s a r los m o v i m i e n t o s a c o m p a ñ a m i e n t o á los m a n c e b o s q u e e j e c u t a b a n l o s g r a c i o s o s
rápidos y a n i m a d o s de la b a t a l l a , e s c o g í a n s e n a t u r a l m e n t e , rit- e j e r c i c i o s del «évtaQXov 3). V i e n e n l u e g o los m a e s t r o s q u e , des-
m o s m u y l i g e r o s , c o m o en la m a y o r p a r t e de l o s p o e m a s hipor- p u é s d e T a l e t a s , m á s c o n t r i b u y e r o n á l a r e f o r m a de la m ú s i c a e n
q u e m á t i c o s ; a l g u n o s pies q u e s e r v í a n de m e d i d a al v e r s o , t o m a - E s p a r t a ; t a l e s s o n : Xenodamo, l a c e d e m o n i o de C i t e r a , p o e t a y
ron su n o m b r e de los r i t m o s u s a d o s en l a s d a n z a s p í r r i c a s 6 ).
c o m p o s i t o r de p e a n e s é h i p o r q u e m a s , c o m o T a l e t a s ; Xenócrito d e
T e r p a n d r o , O l i m p o y T a l e t a s o f r e c e n en la h i s t o r i a de l a mú- L o c r i s E p i z e f r i a , c i u d a d de I t a l i a , c é l e b r e por l a s m u c h a s o b r a s
originales, lo mismo musicales que poéticas, que produjo. A este
X e n ó c r i t o se a t r i b u y e u n a a r m o n í a p a r t i c u l a r l o c r i a ó i t á l i c a q u e
p. 631, b. 15, p. 678, c, con l a yunvoTKtiStxY) o p ^ a i ; que según el m i s m o A t e n e o
era el género m á s solemne d e d a n z a lírica y correspondía á la emmeleía entre fué u n a m o d i f i c a c i ó n de la eólica 3); así c o m o los c a n t o s e r ó t i c o s
las danzas dramáticas. d e los L o c r i o s (Aoxpixá á ^ a r a ) se a s e m e j a b a n m u c h o á l a p o e s í a
' ) P o l l u x 4 , 104.
eólica d e S a f o y d e E r i n n a . N o se a t r i b u y e , sin e m b a r g o , á X e -
'•) P l u t a r c o , de Música 9. Según los a n t i g u o s cronólogos, l a i n t r o d u c c i ó n de n ó c r i t o l a p a t e r n i d a d de c a n t o e r ó t i c o a l g u n o , pero sí d e d i t i r a m -
la gimnopedia se remonta á u n a é p o c a a n t e r i o r , esto es al año 4 d e la 28 a
Olimpiada (665 a. C h r . ) .
b o s , g é n e r o p o é t i c o e s p e c i a l de q u e en b r e v e h a b l a r e m o s , c u y o s
a s u n t o s e s t a b a n s a c a d o s de l a m i t o l o g í a h e r o i c a . M e n t a r e m o s ,
. 3) [Aristóteles, según el escoliasta de P í n d a r o , Pythicas 2 , 127 a t r i b u y e la
invención de las P í r r i c a s á A q u í l e s el c u a l l a s b a i l ó a l r e d e d o r de la p i r a de P a - por ú l t i m o , á Polimnesto de C o l o f o n 4 ) y á Sacadas de A r g o s ; el
troclo. V é a s e Scliol. Víctor á la Ilíada 23, 130 y Mario, Plot., p. 2623 de P u t s c h . ]
*) L a s pruebas de estas afirmaciones se e n c u e n t r a n en los Dorier, vol. 2, p á
ginas 336-337 (*2.a edic., p. 330-331).]
1) [ E s t e músico no se h a l l a n o m b r a d o m á s que en l a s fuentes u t i l i z a d a s por
5) [Leyes 7 , p. 796, b. V é a s e Ibid. 815, a . 816, b.]
P l u t a r c o en su t r a t a d o de Música c . 3 y 8.]
6) N o solo el pirriquio ( _ sino t a m b i é n el proceleusmático ~ _ _) 2) [ P o l l u x 4, 79. V é a s e P l u t a r c o , de Música c . 26.]
ó provocativo, se refieren á la d a n z a p í r r i c a . E l último no es verosímilmen-
3) B ó c k h , de metris Píndari, p. 212. 225. 241. 279. U l r i c i , Gesch. der Hell.
te sino un anapesto descompuesto; d e i g u a l m e n t e se r e d u c e al anapesto el Ivó-
Dichtkunst, p a r t e 2.a, p. 468-469. [ V é a s e Dorier, vol. 2 , p. 3 X 5 - 3 l 6 - S
i d i o ; pu9¡xóc con tanta frecuencia m e n c i o n a d o . V é a s e C a p . X I I I
• ) H i j o de M e l e s : n o m b r e originario d e E s m i r n a y que parece h a b e r sido
primero contemporáneo de A l e m á n , perfeccionó la aulodía de
tante o b j e t i v o de los grandes p o e t a s , de los más profundos pensa-
Clonas, rebasó los límites de las cinco primeras armonías '), am-
dores y aún de los estadistas á quienes estuvo encomendada la
plió las formas del a r t e , y distinguióse sobre todo en el nomo ór-
educación de la j u v e n t u d hasta la época de P l a t ó n , todos los cua-
tico; el segundo, célebre por haber obtenido el premio como flau-
les temían igualmente al predominio de una música instrumen-
tista en los tres primeros j u e g o s píticos organizados por los Ara-
tal por e x t r e m o estrepitosa que c o m e n z a b a á extenderse con gran
ficciones (año 3 de la 47. a O l i m p i a d a , 3 de la 49. a y 3 de la 50. a
r a p i d e z , y q u e , por decirlo así, remontaba demasiado el vuelo en
590-582 y 578 a. Chr.), en un principio, tocaba la flauta en esti-
las infinitas regiones de la armonía. P e r o no pudieron estos esfuer-
lo pitico (HuOixov a¿'Xr¡|xa), pero sin c a n t o , á pesar de ser autor de
zos resistir á las inclinaciones y exigencias del público de los tea-
elegías que se e n t o n a b a n al son de la flauta; esta segunda rama
tros '), c u y a impetuosa corriente sólo lograron detener m u y poco
del arte, dejóla á E c h e m b r o t o , músico arcadio coronado en la
tiempo, pero de ningún modo hacerla variar de rumbo. L a s olea-
primera P i t i a d a por sus composiciones aulódicas. P a r e c e , sin
das de la n u e v a música que h a l a g a b a el oído, rompieron los di-
e m b a r g o , según P a u s a n i a s ! ) , que esta combinación de la flauta
ques que á su paso se oponían, hacia el fin d é l a guerra del Pelo-
con el canto producía una impresión tan triste y tan lúgubre, tan
poneso, y en b r e v e veremos cuán poderosa influencia ejerció en la
poco en armonía con el carácter de la fiesta p í t i c a , que los A m -
poesía contemporánea y en todo el estado moral é intelectual de
ficciones abolieron desde entonces para en adelante esta especie
la G r e c i a . E n la corte de los reyes m a c e d ó n i c o s , desde A l e j a n -
de certamen. P o r lo que toca á S a c a d a s y al estado de la música
dro en a d e l a n t e , ejecutábanse sinfonías con centenares de instru-
en su é p o c a , dícese que fué el inventor del n o m o tripartito (-p-.as.
m e n t o s ; y si h e m o s de j u z g a r por lo que lo's antiguos nos dicen,
pv: vóp.o;)—que también se atribuye, aunque con menos fundamen-
la música instrumental de aquella é p o c a , sobre todo en punto á
to, á C l o n a s — e n el c u a l una estrofa estaba compuesta en estilo
instrumentos de v i e n t o , no era menos rica y v a r i a d a que la nues-
dórico, otra en el frigio y la tercera en el lidio, c a m b i a n d o , sin
tra. N o o b s t a n t e , á pesar de todas estas espléndidas y brillantes
d u d a , cada v e z que m u d a b a el estilo fowwpoH), el carácter todo
producciones, los verdaderos conocedores del arte musical, veían-
de la música y de la poesía.
se forzados á confesar que las antiguas melodías de O l i m p o ,
G r a c i a s á los esfuerzos de estos m a e s t r o s , llegó la música al compuestas para los instrumentos más s e n c i l l o s , encerraban
g r a d o de perfección en que la encontramos en tiempos de P í n d a - inimitable belleza que el arte moderno con sus instrumentos
r o , en cuya época prestábase á la expresión de sentimientos di- perfeccionados y sus recursos todos no lograba alcanzar s ) . T a n
versos á los cuales sabía dar el poeta un carácter y una significa- cierto es que en el arte no se h a de atender tanto al número de
ción más d e t e r m i n a d a ; pues por imperfecta que pueda parecer- los medios de perfeccionamiento, como al empleo que de ellos se
nos la música griega a n t i g u a , en lo que atañe á la ejecución de haga.
la instrumental y á la armoniosa combinación de m u c h a s v o c e s
V o l v a m o s ahora á la p o e s í a , y á la poesía lírica propiamente
e instrumentos, h a y que confesar que los griegos de aquella
dicha q u e , merced á las producciones musicales de T e r p a n d r o ,
época habían resuelto el gran problema del arte m u s i c a l : el de
de O l i m p o y de T a l e t a s , entra, desde la 40. a O l i m p i a d a (620
adaptarlo á la expresión de los sentimientos y pasiones del alma.
a. C h r . ) en el camino que en menos de siglo y medio ha de lle-
Imponer á la música este fin, recordarle que la melodía debe ser
v a r l a á la cúspide de la perfección.
su fundamento, y que esta melodía debe al mismo tiempo some-
terse al imperio de e l e v a d a s y nobles tendencias: tal fué el cons-
' ) L a esxrpoxpxria de P l a t ó n , Leyes 3, p. 701, a.
5) P l u t a r c o , de Música 18.

á menudo adoptado por las familias d e músicos y de poetas. V é a s e C a p V


) i oT el •WAÚSCO? TÍVOC. P l u t a r c o , de Música 2 9 , si bien el c 8 no está en
a r m o n í a con esta aserción. V é a s e el texto.
I 0 ' 7. 5-1
CAPITULO XIII

La poesia lirica de los Eolios

D i v í d e s e la p o e s í a lírica g r i e g a en d o s g é n e r o s , q u e f u e r o n
cultivados por d i v e r s a s e s c u e l a s de p o e t a s ; esto e s , por gru-
p o s de p o e t a s q u e v i v i e n d o en la m i s m a c o m a r c a , s i g u e n en s u s
c a n t o s l a s m i s m a s r e g l a s de c o m p o s i c i ó n . U n a d e e s t a s d o s es-
c u e l a s se l l a m a l a eólica p o r q u e floreció entre los eolios del A s i a
M e n o r y p a r t i c u l a r m e n t e e n l a isla de L e s b o s ; y d e n o m í n a s e l a
o t r a dórica p o r q u e , a u n q u e d i f u n d i d a por t o d a l a G r e c i a , formá-
b a n l a en un p r i n c i p i o , dorios d e l P e l o p o n e s o y de la S i c i l i a , los
c u a l e s f u e r o n l o s p r i m e r o s e n c u l t i v a r c o n v e r d a d e r o arte el gé-
n e r o p o é t i c o á q u e se h a b í a n c o n s a g r a d o . E l d i a l e c t o por e s t a s
e s c u e l a s e m p l e a d o , es p r u e b a p a l p a b l e de l a diferencia de r a z a
q u e l a s s e p a r a , p u e s m i e n t r a s la e s c u e l a l é s b i c a c o m p o n í a en el
d i a l e c t o eólico t a l y c o m o h o y se e n c u e n t r a en los m o n u m e n t o s
e p i g r á f i c o s de a q u e l l a i s l a , l a dórica se s e r v í a indistintamente
b i e n d e un d o r i s m o m o d e r a d o , bien del d i a l e c t o é p i c o c u y a m a -
jestad realzaba con ciertas formas dóricas. Diferéncianse también
r a d i c a l m e n t e e s t a s d o s e s c u e l a s , lo m i s m o por los a s u n t o s q u e
por la f o r m a y estilo de s u s p o e m a s . E n l a l í r i c a , la c o n e x i ó n es-
t r e c h a de estos tres e l e m e n t o s q u e c a r a c t e r i z a t o d a l a p o e s í a grie-
g a , es m á s m a r c a d a que en n i n g ú n otro género. L o s géneros poé-
ticos de los G r i e g o s se a s e m e j a n b a j o este p u n t o de v i s t a á los
g é n e r o s y e s p e c i e s de los p r o d u c t o s d e la n a t u r a l e z a , c u y o s p e c u -
liares c a r a c t e r e s se e n c u e n t r a n e n l a s p a r t e s t o d a s que f o r m a n e l
t i p o . C o m e n z a n d o por l a f o r m a , l a p o e s í a lírica dórica e s t a b a des-
t i n a d a á ser c a n t a d a por coros y en l a s d a n z a s c o r a l e s , r a z ó n por
l a que se la h a l l a m a d o á menudo poesía coral ™¡r¡ots);

c a l i f i c a t i v o q u e j a m á s se a p l i c ó á la p o e s í a e ó l i c a , d e s t i n a d a por
el c o n t r a r i o , á ser r e c i t a d a por u n a sola persona que a c o m p a ñ a -

L
ba su canto con gestos adecuados al asunto y con un instrumen-
la G r e c i a , c a n t a n d o u n a s v e c e s la prosperidad de los E s t a d o s
to de c u e r d a , que era por lo general la lira. L a estructura de la ,
helénicos, celebrando otras á los dioses y á los héroes objetos
estrofa lírica dórica era concisa, y en ella venía la vista en auxi-
del culto p ú b l i c o , y a prestando á las recreaciones populares ma-
lio del oído que á v e c e s difícilmente podía percibir el orden del
y o r dignidad y d e l e i t e , ó b i e n , por último, ensalzando á los
ritmo, p u d i e n d o , en consecuencia, la mirada seguir los v a r i a d o s
ciudadanos que se h a b í a n conquistado renombre entre sus com-
movimientos del coro que hacían comprender al espectador el
patricios. L a s bodas y los funerales mismos en que también se
complicado y artístico plan de estas composiciones. L a lírica eó-
e m p l e a b a este género poético, son actos por los cuales la v i d a
h c a , encerrada en más estrechos límites, componíase ó de versos
p r i v a d a sale del círculo doméstico y r e c l a m a , al hacerse pública,
ligados (ra xati <m-/ov) ó de versos escasos y b r e v e s , dispuestos
el interés general. L a lírica e ó l i c a , por el contrario, expresa casi
en estrofas, en las cuales se repite frecuentemente un mismo
siempre ideas y sentimientos que sólo un a l m a h a podido conce-
verso y c u y a conclusión se forma ó bien modificando la construc-
bir y experimentar, que con frecuencia revelan los más recónditos
ción del v e r s o , ó^bien agregándole un verso final breve. L a s es-
secretos del c o r a z o n , y c u y o s patéticos efectos necesariamente
trofas de la lírica d ó r i c a , combinábanse á m e n u d o también agre-
había de anular el canto de un coro numeroso. C u a n d o á v e c e s
gando á dos estrofas correspondientes entre sí, una tercera dife-
la lírica eólica trataba asuntos políticos, no lo hacía j a m á s para
rente de l a s dos primeras y que se l l a m a b a épodo. L o s antiguos
solicitar el interés g e n e r a l , ni p a r a conjurar con prudentes ex-
explican este sistema, diciendo que el coro que e j e c u t a b a cierto
hortaciones los conflictos del m o m e n t o , sino que c o n s a g r a b a sus
movimiento durante la estrofa, lo r e p e t í a , pero en sentido inver-
hermosas formas á la vehemente expresión de las pasiones de
so, mientras que se entonaba la anti-estrofa y que permanecía
p a r t i d o , de deseos ó exigencias inspirados al poeta por su pro-
inmóvil durante el épodo '). L a s breves estrofas de la lírica eó-
pia situación. N o quiere esto d e c i r , sin e m b a r g o , que los líricos
h c a , por el contrario, no están interrumpidas por los épodos y se
eólicos no compusieran también poemas para las representaciones
suceden las unas á las otras en un mismo metro. A s í la estructu-
corales que se verificaban sin d u d a en L e s b o s lo mismo que en
ra rítmica de la lírica dórica es susceptible de gran variedad de
el resto de G r e c i a ; y es por otra parte evidente que los L e s b i o s
formas y puede afectar los caracteres más diversos, desde el su-
g u s t a b a n de oir al lado de los. antiguos c a n t o s , compuestos pa-
blime hasta el j o v i a l , al p a s o que en la eólica se repiten frecuen-
ra tales fiestas, otras producciones poéticas n u e v a s . E s , pues,
temente los metros ligeros y vivos propios p a r a expresar las apa-
m u y probable que encargasen la composición de estos n u e v o s
sionadas emociones de un espíritu exaltado. P o r lo que h a c e al
poemas á los mismos poetas de la i s l a ; y , en efecto, entre las poe-
asunto, la sola ejecución de la poesía por los coros, exigía que se
sías de los líricos lesbianos de que han llegado hasta nosotros
tratasen temas de público y general interés, puesto que los co-
fragmentos ó n o t i c i a s , h a y m u c h a s que parecen haber estado des-
ros iban unidos con las fiestas religiosas, y si se celebraban en
tinadas á la representación coral ' ) . P e r o lo que principalmente
privado era siempre con ocasión de alguna solemnidad é iban
caracterizaba este género poético, era la expresión ingenua de
acompañados de cierta pompa. P o r otra p a r t e , h a y que convenir
ideas y sentimientos puramente individuales. N o h a y , en efecto,
en que l a s ideas y sentimientos p r i v a d o s , no se prestaban á
ser cantados por un coro numeroso. A s í es que la poesía coral
estuvo siempre íntimamente ligada con los intereses políticos de
1) S o b r e t o d o , el h i m e n e o de S a f o , del c u a l es imitación la poesía 62 de
C a t u l o , que era r e c i t a d a por coros d e doncellas y mancebos. V é a s e m á s ade-
lante. D e s d e los tiempos m á s r e m o t o s , las d a n z a s c o r a l e s iban generalmente
u n i d a s á los H i m e n e o s , véase m á s a r r i b a C a p . I I . E l fragmento de Safo, Kpr,a-
' ) [ A t i l i o , p. 295: olim carmina in déos scripta ex his tribus constabant; circumire AAT V J ÍTOT' ¿ 5 ' etc. 54 de B e r g k , alude á u n a i m i t a c i ó n de u n a d a n z a cretense
aram a dextra strophem vocabant, redire a sinistra antistrophen, post cum in consPectu
en derredor del a l t a r , y es indudable que tales d a n z a s se c o m b i n a b a n á me-
inconsistentes canticis reliqua peragebant, epodon S „ ^ , - p o ^ x«\ « j i^rP¿?<,
nudo con los h i m n o s d e los E o l i o s ; véase Anthol. Palat. 9 , 189. Según C r i d a s ,
A t e n e o 1 3 , p. 600, d , los p o e m a s de Anacreonte eran cantados igualmente en
2 t ; 'f 7 6 105 " H é C U b a dC EuripÍdeS 647' E s c ¿ l i o s á ,as N u b e s de
las fiestas n o c t u r n a s p o r coros de doncellas.
g é n e r o a l g u n o en l a p o e s í a g r i e g a en que el a l m a p u e d a m e j o r
l o , M e g a l a g i r o y los C l e a n á c t i d e s . E l p a r t i d o a r i s t o c r á t i c o á q u e
e x p r e s a r s u s e m o c i o n e s , s u s d o l o r e s y s u s a l e g r í a s que el liris-
p e r t e n e c í a n A l c e o y A n t i m é n i d e s , f u é e x p u l s a d o de M i t i l e n e , y los
m o e ó l i c o , ni d i a l e c t o a l g u n o que m á s á esto se p r e s t e q u e el
d o s h e r m a n o s a n d u v i e r o n l a r g o t i e m p o e r r a n t e s por el m u n d o .
d i a l e c t o n a t a l de a q u e l l o s p o e t a s , p o r e x t r e m o sencillo, e m p l e á n -
A l c e o , d u r a n t e su d e s t i e r r o e m p r e n d i ó l a r g o s v i a j e s por m a r y
dose e x c l u s i v a m e n t e el d i a l e c t o é p i c o , q u e e r a el q u e por lo ge-
llegó h a s t a E g i p t o , m i e n t r a s q u e A n t i m é n i d e s se i n c o r p o r a b a al
n e r a l se u s a b a en la p o e s í a g r i e g a p a r a d u l c i f i c a r y e n n o b l e c e r
e j é r c i t o b a b i l o n i o , p r o b a b l e m e n t e en la g u e r r a que Nabucodòno-
este d i a l e c t o p o p u l a r . ¡ L á s t i m a q u e c a m i n e m o s por un c a m p o
sor s o s t u v o en el A s i a M e n o r c o n t r a el f a r a ó n e g i p c i o Ñ e c o y los
c u b i e r t o d e r u i n a s , ú n i c o s d e s p o j o s q u e nos l e g a r o n t i e m p o s p a r a
E s t a d o s de l a S i r i a , F e n i c i a y J u d e a por los a ñ o s de 606 al 584
l o s c u a l e s estos p o e t a s h a b í a n l l e g a d o á ser i n c o m p r e n s i b l e s , á
(a. C h r . ) , 3 de la 43. a al 1 de la 49. a O l i m p i a d a ' ) . A l g ú n t i e m p o
c a u s a de lo e x t r a ñ o del d i a l e c t o y de l a c o n c i s i ó n de su estilo! T a l
d e s p u é s e n c o n t r a m o s de n u e v o á los h e r m a n o s en l a s c e r c a n í a s
f u é , sin d u d a a l g u n a , el c r i m e n que les c o n d e n ó al o l v i d o , m á s
de su c i u d a d n a t a l en l a q u e t r a t a b a n de e n t r a r á la c a b e z a de
bien q u e el de p r e s e n t a r d e m a s i a d o al v i v o la p a s i ó n del amor*
los n o b l e s d e s t e r r a d o s . E n t o n c e s fué c u a n d o el p u e b l o , en u n a
p u e s si l a s o b r a s l i t e r a r i a s del m u n d o a n t i g u o h u b i e r a n sido j u z -
a s a m b l e a g e n e r a l , n o m b r ó d i c t a d o r (aícru|Avf(Tíi?) p a r a que defen-
g a d a s y c o n d e n a d a s c o n a r r e g l o á tales p r i n c i p i o s d e m o r a l i d a d ,
diese s u s i n s t i t u c i o n e s , á P i t a c o , el c u a l g o b e r n ó , s e g ú n los cronó-
los e s c r i t o s de M a r c i a l , de P e t r o n i o y otros m u c h o s p o e m a s de la
l o g o s a n t i g u o s , d e s d e 590 á 580 (a. C h r . ) , e s t o e s , del a ñ o 3 de la
A n t o l o g í a , se h a b r í a n p e r d i d o , m i e n t r a s q u e l a s p r o d u c c i o n e s de
47. a al 1 de l a 50. a O l i m p i a d a 3 ) . P i t a c o l o g r ó v e n c e r al p a r t i d o
A l c e o y d e S a f o existirían a ú n . N o o b s t a n t e , d e b e r del historia-
e x p u l s a d o y g a n a r s e d e s p u é s s u v o l u n t a d , c o n la m o d e r a c i ó n y l a
dor es d a r de e l l a s u n a i d e a t a n c l a r a y c o m p l e t a c o m o se lo per-
c l e m e n c i a . S e g ú n a u t é n t i c a s n o t i c i a s se reconcilió t a m b i é n c o n
mitan las fuentes á que puede acudir.
A l c e o , q u i e n d e s p u é s de t a n t a s p e r e g r i n a c i o n e s p a s ó p r o b a b l e -
L a s c i r c u n s t a n c i a s de la v i d a de Alceo, están e s t r e c h a m e n t e m e n t e los ú l t i m o s años d e su v i d a en su p a í s n a t a l .
r e l a c i o n a d a s c o n l a s v i c i s i t u d e s p o l í t i c a s de M i t i l e n e , su c i u d a d
E n m e d i o de t a n t a s t u r b u l e n c i a s y p e l i g r o s a l z a su v o z A l c e o ,
n a t a l , en l a isla de L e s b o s . D e s c e n d i e n t e de noble f a m i l i a , con-
no p a r a dolerse c o m o S o l o n de l a s d e s g r a c i a s de su p a t r i a y de
s a g r ó g r a n p a r t e de su v i d a á sostener l a s p r e r o g a t i v a s de l a aris-
los v i c i o s d e la s o c i e d a d , g u i a d o por p a t r i ó t i c o s s e n t i m i e n t o s y
t o c r a c i a a m e n a z a d a á la s a z ó n en L e s b o s c o m o en el P e l o p o n e s o
por un espíritu r e c t o é i m p a r c i a l , ni p a r a s e ñ a l a r l a e l c a m i n o que
p o r l a s f a c c i o n e s d e m o c r á t i c a s y por s u s a m b i c i o s o s j e f e s , q u e
h a de c o n d u c i r l a á l a s a l v a c i ó n , sino p a r a e x p r e s a r y comunicar
m á s de u n a v e z a l c a n z a r o n el p o d e r a b s o l u t o , n a c i e n d o de e s t a
á otros l a s a p a s i o n a d a s e m o c i o n e s de su a l m a . I n t e n t a b a M i r s i l o
suerte l a s tiranías. C o n t r a u n o de estos t i r a n o s de M i t i l e n e , lla-
e s t a b l e c e r en M i t i l e n e un g o b i e r n o t i r á n i c o , c u a n d o A l c e o c o m -
m a d o M e l a n c r o , se r e b e l a r o n , a l i a d o s c o n P i t a c o , el m á s c e l e b r e
p u s o l a h e r m o s a o d a en q u e c o m p a r a al E s t a d o c o n u n a n a v e
e s t a d i s t a l e s b i a n o de su é p o c a , los h e r m a n o s de A l c e o , A n t i m é -
c o m b a t i d a por l a t e m p e s t a d , i n u n d a d a p o r l a s furiosas o l a s y
n i d e s y C i c i s , los c u a l e s d i e r o n m u e r t e al u s u r p a d o r h a c i a l a 42. a
d e s g a r r a d a s l a s v e l a s por el h u r a c á n . C o n o c e m o s h o y esta o d a n o
O l i m p i a d a (612 a. Chr.). P o r a q u e l l a é p o c a M i t i l e n e sostenía t a m -
sólo por un f r a g m e n t o b a s t a n t e e x t e n s o que h a l l e g a d o h a s t a nos-
bién c r u d a g u e r r a c o n l o s A t e n i e n s e s q u § c a p i t a n e a d o s p o r F r i -
otros 3 ) , sino q u e t a m b i é n por la h e r m o s a i m i t a c i ó n q u e de e l l a
non h a b í a n c o n q u i s t a d o á S i g e u m , c i u d a d costera de la T r o a d e .
h i z o H o r a c i o , a u n q u e p r o b a b l e m e n t e es m u y inferior al origi-
S á b e s e q u e los de M i t i l e n e , entre l o s c u a l e s se e n c o n t r a b a A l c e o ,
fueron v e n c i d o s , si bien P i t a c o dió m u e r t e á F r i n o n en s i n g u l a r
c o m b a t e , el año 3 de la 43. a O l i m p i a d a (606 a. Chr.). D e s d e enton- 1) L a batalla de C a r c e m i s c h ó C i r c e s i u m , t u v o l u g a r , según B e r o s o , en e l
c e s , M i t i l e n e , d i v i d i d a en d o s f a c c i o n e s , v i ó surgir e n l a s perso- año 604, el mismo en que murió N a b o p o l a s a r ; n o o b s t a n t e , la cronología bí-
b l i c a la coloca, sin d u d a con r a z ó n , e n el año 606. [ V é a s e D u n c k e r , Gesckichte
n a s de sus j e f e s , n u e v o s t i r a n o s c o m o ( s e g ú n E s t r a b o n «) Mirsi-
des Alterthums, vol. 2 , p. 375-376 que la c r e e v e r i f i c a d a en e l año 605.]
- ) [ V é a s e A . S c h ó n e , Untersuchungen über das Leben der Sappho e n SYMBOLA
PHILOLOG. , Bonn, p. 7460.]
' ) [ V é a s e l a nota 5 de la p. 268.]
3) F r a g m . 18 d e B e r g k , véase 19.
nal 1 ). L a muerte de Mirsilo produjo al poeta profunda alegría.
la obra está c o m e n z a d a 1 ) » , y dirigiéndose á sus c o m p a ñ e r o s de
«Esta es la ocasión de e m b r i a g a r s e ; e s t a e s la ocasión de invitar á
armas lleno de valor y de c o n f i a n z a : «no necesitamos muros» les
los comensales á llenar las c o p a s ; Mirsilo ha muerto »)•. H o r a -
d i c e , «los hombres son la mejor muralla para el E s t a d o 2 )»; «no
cio tomó el c o m i e n z o , por lo m e n o s , de esta oda para uno de sus
temáis l a s relucientes a r m a s del e n e m i g o , que los e m b l e m a s de
más hermosos cantos 3 ) . M u e r t o Mirsilo, el poeta lanza sus dar-
los escudos no hieren 3 )». C e l e b r a los c o m b a t e s de su aventurero
dos contra M e g a l a g i r o y los C l e a n á c t i d e s , los cuales querían usur-
hermano que alistado en el ejército babilonio había derribado á
par el poder s u p r e m o , aunque según E s t r a b o n , él mismo no dejó
un campeón g i g a n t e s c o , un verdadero G o l i a t *), y elogia el puño
de atentar contra la constitución de M i t i l e n e , ni se mostró tam-
de marfil de su e s p a d a — r e g a l o de un príncipe o r i e n t a l — q u e
poco más satisfecho de la administración pública durante la dicta-
A n t i m é n i d e s había traído de los confines de la tierra. E l amor
dura de P i t a c o , el cual fué también blanco de sus i n v e c t i v a s , á
á cantar los hechos de a r m a s , no impidió al poeta lesbiano de-
pesar de ser generalmente reputado c o m o estadista prudente y
c i r , en un canto á su a m i g o M e l a n i p o , que en un c o m b a t e con-
concienzudo y buen ciudadano y haber d a d o patente p r u e b a de
tra los A t e n i e n s e s logró por medio de la f u g a salvar su v i d a , y
virtud r e p u b l i c a n a , renunciando el p o d e r después de diez años
que los vencedores h a b í a n colocado como trofeo en el templo
de gobierno. A l c e o recrimina al p u e b l o por haber e l e v a d o á la
de P a l a s de Sigeion las armas que él había arrojado en el c a m p o
tiranía de la infortunada Mitilene al p l e b e y o P i t a c o *); agobia al
de b a t a l l a 5 ) .
mismo tirano con vituperios más propios del y a m b o que de la
lírica eólica, é i n v e n t a n d o nuevos v o c a b l o s le ridiculiza'echán- E n todos los p o e m a s de A l c e o y especialmente en sus nume-
dole en cara su aspecto v u l g a r é i n n o b l e , su régimen de v i d a mez- rosos c a n t o s al amor y al v i n o , se revela una naturaleza noble
quino é indigno de un hombre de e l e v a d a posición 5 ), de tal suer- unida á una irritabilidad inquieta y á violentas p a s i o n e s , varie-
te que c o m p a r a d o con í ' i t a c o , el tirano M e l a n c r o parecía al poeta dad de carácter que con frecuencia encontramos en los Eolios.
«digno del respeto de la ciudad 5 )». T o d o s estos cantos ponen de manifiesto al fiel servidor de B a c o
cuyo poderoso ingenio inventa á c a d a instante n u e v o s alicientes
E n esta clase de poesías que los antiguos l l a m a b a n cantos de p a r a la bebida. U n a s veces son los fríos del invierno los que con-
partido 8iXo«am«*T'.*« ' ) , describía A l c e o la situación política de v i d a n á llenar l a s copas al amor de la l u m b r e , como en la admi-
Mitilene b a j o un punto de vista p u r a m e n t e personal, E n sus can- rable oda que imitó H o r a c i o 6 ) , y otras el calor canicular que
tos bélicos late un espíritu marcial y e n é r g i c o , pero no inspiran agosta la n a t u r a l e z a e n t e r a , el que invita á refrescar las fauces
los severos principios de honor militar á que se rendía culto entre con vino ' ) . Y a el vino es el mejor remedio p a r a los dolores y an-
los D o r i o s , especialmente en E s p a r t a . Complácese en describir gustias de la v i d a 8 ) , y a es la muerte del tirano de Mitilene la que
su a r m e r í a , en c u y a s paredes brillan c a s c o s , corazas y otras pie-
z a s de armaduras «en las cuales es preciso p e n s a r , una v e z que
' ) F r a g m . 15. V é a s e p. 2 7 3 , n o t a 3.
2) F r a g m . 23.
3) F r a g m . 24.
') Carni, i , 14. 0 navis referent...
2)
* ) E l f r a g m e n t o d e E s t r a b o n 1 3 , p . 6x7 f 33 d e B e r g k , q u e e n H e f e s t i o n , p. 58
F r a g m . 20.
3)
está u n i d o c o n otros d o s versos] e s t á [por O . M ü l l e r ] c o r r e g i d o e n el Rhein. Mu-
Carni. 1 , 37. Nunc est bibendum, nunc pede lìbero
seum d e X i e b u h r , v o l . 1 , p . 287 d e l s i g u i e n t e m o d o : xa\ TOV ¿ S S A C O V 'Avv.IJ.Evi-
* ) TÒV xaxoTtaTpiSa I l t r t a x ó v . F r a g m . 3 7 , a.
5av, ov ?R,<jiv 'A>.xaíos B«¡3-JACÚV:OI; <7'Ju.u.2-/o0vTa •cs'Xéffat. ixíyav ocO).ov x a i sx TTÓVCÚV
, 5 ) , E n D Ì Ó f n e S L a e r C i ° x ' f 1 " B e r Ì ' f r a S m - 37, b. A s i l l a m a à P i t a c o «•jto'J; p-j'jauOai x t e t v a v í a avBpa ¡Acr/aÍTav, á>; yr t a'., ¡3affi).r,Vov [{te<j'.).i)íwv B e r g k ] ,
oop7«8ac, e s t o e s q u e c e n a en la o s c u n d a d , no e n u n a s a l a i l u m i n a d a c o n l à m - TTA/.at<rráv ¿TCO).SÍ7TOVTA ¡xóvov [xíav r . i y z o r i A M IT£(IITWV (eólico, en v e z de TCVTS).
p a r a s y a n t o r c h a s . [ V e a n s e t a m b i e n A r i s t o t e l e * , Politica 3 , 9 , y el f r a g m 38
E s t o es q u e a q u e l c a m p e ó n r e a l m e d i a c i n c o m e t r o s g r i e g o s m e n o s un p a l m o .
d e B e r g k . D e la i m p o r t a n c e p o l i t i c a d e A l c e o . h a b l a E s t r a b o n n P 6x7']
5) F r a g m . 32.
F r a g m . 21. J /,J '
8) F r a g m . 34. H o r a c i o , Odas 1 , 9 : Vides, ut alta...
' ) [ A , X o « « « a o t c x i es solo u n a v e r s i o n i n e t t a de Estrabon 13, p 617
d o n d e hoy se lee aroiTiom/.a. ] ° * ' ) F r a g m . 39.
8) Fragm. 35.
debe celebrarse con la e m b r i a g u e z . P e r o A l c e o no v e en el vino estrépito de las a r m a s , ó después de amarrar á la p l a y a la n a v e
un p u r o deleite sensual, sino que encomia sus efectos nobles, lla- a z o t a d a por las o l a s , c a n t a b a á B a c o y á las M u s a s , á V e n u s y á
mándole el olvido de los afanes (XaOixr.Sri; ' ) , y espejo de la hu- Amor y al hermoso L i c o á quien su negra cabellera y sus ojos
m a n i d a d , porque p o n e de manifiesto c u a n t o encierra el corazon negros también, hacen tan seductor '). E s evidente que la poesía
h u m a n o ! ). N o h a y q u e inferir de aquí como cosa i n d u d a b l e , que no era p a r a A l c e o una simple distracción ni un p a s a t i e m p o , sino
A l c e o compusiera toda una serie de cantos simpóticos (<jy|Mi<mxá). un medio de manifestar los más íntimos sentimientos de su alma.
lejos de esto, despréndese de los fragmentos que han l l e g a d o ¡Qué pálidas aparecen al lado de estos cantos l a s odas de H o r a -
hasta nosotros y de l a s imitaciones de H o r a c i o , que en A l c e o la c i o , que aunque admirables por la delicadeza de los pensamien-
invitación á beber hállase siempre íntimamente ligada con algu- tos y por la belleza de la ejecución, carecen de lo que precisamen-
nas reflexiones sobre especiales circunstancias coetáneas ó en ge- te caracterizaba la lírica e ó l i c a : de la expresión de los vehemen-
neral sobre los destinos de la h u m a n i d a d . tes sentimientos del a l m a ! J ).
D e lamentar es que sean tan escasos los f r a g m e n t o s que de M e n o s original p a r e c e A l c e o en sus poesías religiosas com-
las poesías eróticas de A l c e o conocemos. ¡Cuánto interés no ofre- puestas de himnos en honor de diversas divinidades. E s t o s can-
cería el relato de las relaciones entre Safo y A l c e o , del c o m b a t e tos , á j u z g a r por algunas citas que de ellos se h a c e n , conserva-
que en el alma del poeta libraban la pasión amorosa y el respeto ban tanto su estilo épico y contenían t a n t a s y tan detalladas na-
que profesaba á la noble j o v e n ! A l c e o la saluda en uno de sus rraciones , que su composición debía diferir enteramente de la de
p o e m a s : «coronada de v i o l e t a s , p u r a , d u l c e , y sonriente Safo», y l a s otras poesías d e s t i n a d a s á expresar e x c l u s i v a m e n t e sentimien-
en otro confiesa que le diría algo m á s , pero que la v e r g ü e n z a tos é ideas personales. E n uno de estos h i m n o s , el dedicado á
se lo i m p i d e ; pero S a f o adivinando su intención le replica con A p o l o , A l c e o , relatando la hermosa l e y e n d a d é l f i c a , cuenta có-
virginal desdén: «si tu pensamiento fuera noble y honesto y tu m o el j o v e n dios, adornado por Z e u s con la d i a d e m a de o r o , lle-
lengua no hubiese querido proferir frases i n d i g n a s , la v e r g ü e n z a v a n d o en la mano la l i r a , y trasportado en un carro tirado por
no te hubiera o f u s c a d o la v i s t a , y habrías expresado francamente cisnes, llega al país de los piadosos H i p e r b ó r e o s , y después de
tus buenos deseos 3)». D e l f r a g m e n t o por todos conocido en que haber p a s a d o con ellos un a ñ o , llegado el tiempo de hacer reso-
h a b l a con pasión de la g r a c i a de un lunar que tiene su amado, nar los trípodes délficos, en medio del calor del estío, v u e l v e en
infiérese cuán apasionados debían ser los c a n t o s que A l c e o dedica- su carro á D e l f o s donde coros de m a n c e b o s entonan peanes en
b a á hermosos m a n c e b o s 4 ) . H a y además que advertir que ni en su honor, y donde los ruiseñores y las cigarras le saludan con
sus poesías eróticas ni en sus c a n t o s en elogio del v i n o , se revela sus cantos 3 ). O t r o de estos himnos dirigido á H e r m e s , asemejá-
un sibarita a f e m i n a d o , un libertino que no piensa m á s que en b a s e evidentemente m u c h o al himno del homérida 4 ) , pues en
sensuales g o c e s ; lejos de esto en todos ellos vemos al hombre in- a m b o s se r e l a t a b a el nacimiento de H e r m e s , el robo de los b u e y e s
c a n s a b l e , e n é r g i c o , vigoroso y en constante l u c h a ; y el tumulto de A p o l o por el s a g a z hijo de M a í a , y la ira del dios trocada en
de la g u e r r a , l a s luchas p o l í t i c a s , las a m a r g u r a s del destierro y r i s a , cuando H e r m e s , en medio de sus violentas a m e n a z a s le qui-
las l a r g a s peregrinaciones forman el fondo oscuro del cuadro que ta el c a r c a x de la espalda 5 ) . E n otro h i m n o , celebraba A l c e o el
hace r e s a l t a r , por el c o n t r a s t e , escenas de tranquilos placeres.
«Poseído de ardor guerrero, el c i u d a d a n o de L e s b o s en medio del
1) H o r a c i o , Odas 1 , 32, 5 y ss. V é a n s e los escolios á las O l í m p i c a s d e P í n -
d a r o xo.
2) [ B e r n h a r d y , gr. Litteratur., vol. 2 , 1 , p. 670 c o m b a t e este j u i c i o invocan-'
' ) F r a g m . 41.
d o , con sinrazón manifiesta, el testimonio d e H o r a c i o . ]
2) F r a g m . 53, 57. [ V é a s e E s q u i l o , fragm. 288 de Dindorf.] 3) F r a g m . 2.
3) F r a g m . 55, S a f o , fragm. 28.
*) V é a s e C a p . V I I .
4) C i c e r ó n , de nat.\deor. i , 28, 79 in Per iele puero, dice el cod. Glogav. [Los '-) F r a g m . 5 á 7. H o r a c i o , Carm. 1, 10, 9, h a t o m a d o este último incidente de
t e m a s : Naevus in articulo pueri delectat Alcaeum. B e r g k : Lyci pueri.] Alceo. P e r o el himno d e A l c e o que refería detalladamente l a historia del robo,
nacimiento de H e p h e s t o s ' ) . E n la composición de estos himnos, banla á menudo los Eolios que formaban generalmente sus es-
A l c e o , como se v e en a l g u n o s de los fragmentos aún existen- trofas con ritmos logaédicos, combinados con troqueos, y a m b o s y
tes, e m p l e á b a l o s mismos metros y la misma clase de estrofas dáctilos eólicos. A este género pertenece la estrofa s á f i c a , el me-
que en sus otros p o e m a s , aunque estas estrofas y estos versos tro más s u a v e de la poesía lírica de los G r i e g o s , á las v e c e s usa-
cortos, debían amortiguar el curso de la narración. N o obstante, do por A l c e o , especialmente en su himno á H e r m e s ' ) , aunque
A l c e o p u d o , como á las v e c e s lo hizo H o r a c i o , continuar el mis- en realidad adaptábase mejor á su genio el tono más enérgico y
mo pensamiento y la m i s m a frase en una serie de estrofas. Por vigoroso del metro que de él tomó el nombre de alcáico y cuyos
otra p a r t e , el g u s t o delicado de los poetas antiguos, y particular- elementos logaédicos J ) , reforzados por las dipodias y á m b i c a s
mente de A l c e o , en la elección y en el manejo de l a s formas mé- que les preceden, conservan poco de su característica suavidad
tricas , nos inducen á conjeturar que también en estos himnos el y dulzura. D e aquí que la estrofa alcáica se empleaba general-
metro estaba en armonía perfecta con el asunto. mente en los cantos políticos y bélicos y en todos aquellos en que
L a s formas métricas e m p l e a d a s por A l c e o , son por lo general, predominaban pasiones varoniles. F o r m ó igualmente A l c e o , de
ligeras y a n i m a d a s , tienen un carácter y a más dulce y tranquilo, pies logaédicos, versos más largos que colocaba unos á continua-
y a más fuerte y violento y se componen principalmente de dácti- ción de otros en serie no interrumpida á la manera de los versos
los eólicos q u e , aunque s e m e j a n t e s en apariencia á los de la p o e - coriámbicos y de muchos dactilicos, obteniendo de esta suerte un
sía é p i c a , son esencialmente diversos. E n efecto, lejos de tener bellísimo metro para la descripción de su armería, de que y a
por base la perfecta i g u a l d a d del arsis y de la tesis ' ) , se abrevia más arriba hemos hablado 3 ). C o n todo e s t o , no hemos agotado
la primera , lo cual produce irregularidades denominadas por los
antiguos rítmicos, dáctilos irracionales a).ov0.. SáxtuXoi. E s t o s dác-
tilos comienzan por un pie indeterminado de dos sílabas que se ' ) Si el verso f r a g m . 5 e r a el c o m i e n z o de este himno. S e g ú n A p o l o n i o , de
llama base y , sin alternar con pesados espondeos, continúan lige- pronont., p. 90 de B e k k , era c o m o s i g u e : Xaips IvjV/.áva; ó ¡AISEI? ( c o m o parti-
c i p i o con a c e n t o e ò l i c o , por us3sí;), « yáp u.01. [ H e f e s t i o n , C a p . 1 4 , observa
ros y animados. D e este mismo modo h a y que medir los coriam-
a c e r c a de las estrofas sálicas: 'ía-i 6s x a i Trap' 'A/.y.airo, y.a\ á'Sc^.ov ono-lpou ss-
bos de los líricos eólicos, p u e s t o que tienen la m i s m a b a s e , si bien TIV E'jpr,ua, zi xa'i Ean^ixòv XK/.SÍTai.]
este metro conserva siempre restos del tono elevado y pomposo 2 ) E l a u t o r sigue la opinión de a q u e l l o s q u e suponen que l a s e g u n d a p a r t e
que le es peculiar. E n versos coriámbicos compuso A l c e o , y lo del verso alcáico no e s c o r i à m b i c a ni d a c t i l i c a sino l o g a é d i c a ; y d i v i d e la es-
mismo H o r a c i o que tomó de aquél la m a y o r parte de sus metros, trofa del siguiente modo:

p o e m a s de carácter más solemne que los demás mediante una sim-


ple repetición y prescindiendo de dividirlos en estrofas. E l metro
logaédico es igualmente propió de los líricos eólicos, y resulta
de la unión inmediata de un pie dactilico con un t r o c a i c o , en vir-
tud de lo cual se pasa de un movimiento rápido á otro más lento.
E s t a clase de versos tan v a r i a d a y tan r i c a , prestábase cual nin- V e s e , p u e s , q u e el verso tercero de la e s t r o f a no e s sino una c o n t i n u a c i ó n ó
prolongación de la p r i m e r a m i t a d de los dos p r i m e r o s v e r s o s , y el c u a r t o , u n a
g u n a otra á la expresión de los más dulces sentimientos, sobre
prolongación análoga de la s e g u n d a m i t a d . L a estrofa entera, d e s c a n s a por con-
todo de la ternura y de la m e l a n c o l í a , razón por la c u a l empleá- siguiente en la c o m b i n a c i ó n d e los dos e l e m e n t o s , y á m b i c o y logaédico.
3) F r a g m . 15. E l m e t r o d e b e r í a ser m e d i d o de esta m a n e r a ( e n q u e _ x ^
representa la b a s e c o n sus l i c e n c i a s ) :

difería notablemente de la oda de H o r a c i o , la c u a l trata m u c h a s a v e n t u r a s de x , _ |_ x _ _ — :=: | — — '


H e r m e s sin detenerse e s p e c i a l m e n t e en n i n g u n a de ellas
<) [ M e n a n d r o , de encomiis, vol. 9 , P . H9 ¿e los Rhetoresde W a l z . V é a n s e frag- R e c t i f i q u e m o s al paso los versos 3 y 4 del m o d o siguiente:
mentos 11 y 12 de Bergk.]
yá).xía; 5z icaaraXos;
'-) V é a s e C a p . I V .
xp'jTtroiffiv Tup'.xííixcvai >.a¡j.7ipa; xva|xioe;.
L I T . G R . — I. 18
a ú n la a s o m b r o s a v a r i e d a d de m e t r o s de A l c e o , de los c u a l e s só-
d o por su h e r m a n a con la o d a s a t í r i c a que h e m o s m e n c i o n a d o ,
lo c i t a r e m o s , p a r a t e r m i n a r , e l j ó n i c o {ionici a minori) de que se
debe colocarse algunos años más tarde.
s i r v i ó , en c o n f o r m i d a d p e r f e c t a con su c a r á c t e r 1), para expresar
L a s e v e r i d a d c o n q u e S a f o c e n s u r a b a á su h e r m a n o por ha-
sus a f e m i n a d o s sentimientos 2).
berse e n a m o r a d o de u n a h e t a i r a , p u e d e s e r v i r n o s de indicio p a r a
V o l v a m o s a h o r a á l a q u e c o m p a r t i ó con A l c e o el honor de j u z g a r de la r e c t i t u d de p r i n c i p i o s que s e r v í a de n o r m a á su con-
figurar al frente de la e s c u e l a l é s b i c a , á Safo, o b j e t o de la a d m i r a - d u c t a ; p u e s a u n q u e p u d i e r a a r g ü i r s e q u e e n el p e c h o de la poe-
ción de l a a n t i g ü e d a d e n t e r a . Q u e su p a t r i a era L e s b o s , es de to- tisa se h a b í a e x t i n g u i d o y a el f u e g o de l a s p a s i o n e s c u a n d o es-
d o p u n t o i n d u d a b l e ; pero es m á s difícil a f i r m a r c o m o v e r d a d in- c r i b í a la o d a á C a r a x o , es de creer q u e no se h a b r í a a t r e v i d o á
c o n c u s a si n a c i ó en E r e s o s ó en M i t i l e n e , si bien p u e d e suponer- r e p r e n d e r á su h e r m a n o por su a m o r á u n a m e r e t r i z , si ella lo
se que d e s d e la c i u d a d m á s p e q u e ñ a pasó á la m á s p o p u l o s a , h u b i e r a sido en su j u v e n t u d ; ni se h a b r í a e x p u e s t o á la v e n g a n z a
M i t i l e n e , en la é p o c a del a p o g e o de su t a l e n t o y de su f a m a . D e - de C a r a x o si é s t e , c o n m á s r a z ó n , h u b i e r a p o d i d o d e v o l v e r l e l a
bió ser c o n t e m p o r á n e a de su c o m p a t r i o t a A l c e o , si bien era m á s c e n s u r a . P o r o t r a p a r t e , los m i s m o s v e r s o s q u e a l u d e n á s u s rela-
j o v e n que éste, á quien s o b r e v i v i ó h a s t a d e s p u é s de la 53. a O l i m - ciones con A l c e o , y que más arriba hemos citado, revelan de una
p i a d a (568 a. C h r . ) . H a c í a l a 46. a O l i m p i a d a (596 a. C h r . ) y e n la m a n e r a e v i d e n t e y p a l m a r i a , el honor i n m a c u l a d o de la d o n c e l l a
flor de su v i d a vióse o b l i g a d a — i g n ó r a s e por qué m o t i v o — á huir libre y bien e d u c a d a . A d e m á s el m i s m o A l c e o d e m u e s t r a q u e la
de M i t i l e n e y á r e f u g i a r s e en S i c i l i a 3 ) . M u c h o m á s t a r d e c o m p u - a m a b i l i d a d y l a g r a c i a de S a f o en n a d a m e n o s c a b a b a n sus dotes •
so la o d a c i t a d a por H e r ó d o t o * ) , d o n d e r e p r e n d e á s u h e r m a n o m o r a l e s , c u a n d o la l l a m a «coronada de v i o l e t a s , p u r a , d u l c e y son-
C a r a x o por h a b e r c o m p r a d o á la h e t a i r a R o d o p i s y por h a b e r l a riente S a f o ');» T a l e s a u t é n t i c o s t e s t i m o n i o s c o n t r a s t a n n o t a b l e -
d e s p u é s e m a n c i p a d o por a m o r . V i v í a e s t a h e t a i r a en N a u c r a t i s , m e n t e con l a s a s e r c i o n e s de escritores posteriores q u e p r e s e n t a n
y el h e c h o de q u e h a b l a m o s t u v o l u g a r en u n a é p o c a en que y a á Safo como impúdica cortesana. N o necesitamos para combatir
los G r i e g o s h a b í a n e n t a b l a d o e s t r e c h o c o m e r c i o con E g i p t o . A h o - esta opinión a p e l a r á la distinción que m u c h o s e s c r i t o r e s a n t i g u o s
ra b i e n , e l g o b i e r n o d e A m a s i s q u e p e r m i t i ó á los helenos de E g i p - intentaron e s t a b l e c e r e n t r e la p o e t i s a S a f o y u n a c o r t e s a n a del
to h a b i t a r en N a u c r a t i s , c o m e n z ó el a ñ o 4 de la 52. a O l i m p i a d a m i s m o n o m b r e n a c i d a en E r e s o s ; sino q u e b u s c a r e m o s el m o t i v o
(569 a. C h r . ) y l a v u e l t a de C a r a x o á M i t i l e n e , d o n d e f u é recibi- de t a n f a l s a s i m p u t a c i o n e s , en el h e c h o de q u e l a s g e n e r a c i o -
nes siguientes y sobre t o d o l a r e f i n a d a A t e n a s , no p u d i e n d o c o m -
p r e n d e r ni a p r e c i a r el i n g é n u o c a n d o r c o n q u e S a f o d e s c u b r e en
esto e s : y b r i l l a n t e s l o r i g a s d e c o b r e o c u l t a n l o s c l a v o s ( ó e s t a c a s ) e n q u e es-
t a n c o l g a d a s . H a ^ á X o t ; e s a c u s a t i v o e ó l i c o ; el d a t i v o e n este d i a l e c t o e s s i e m - s u s p o e s í a s los m á s í n t i m o s s e n t i m i e n t o s de su a l m a , c o n f u n d i é -
p r e líy.irirá/.Oic:. ronlo con la i m p u d i c i a y la insolente c o q u e t e r í a de u n a h e t a i r a .
f ) Véase Cap. XI. ^
E n l a é p o c a de S a f o c o n s e r v a b a n aún los G r i e g o s n o p o c o de la
"-) F r a g m . 59:
p r i m i t i v a i n g e n u i d a d y c a n d o r c o n q u e la N a u s i c a a de Homero
'E;j.e 8sí).av, e¡J.S ~2<j5V y.ay.OTcawv xzoíyo'.auv. e x p r e s a su d e s e o de tener un m a r i d o c o m o U l í s e s ; y en m a t e -
ria de amor n o se h a b í a s e p a r a d o aún l a s e n s u a l i d a d del senti-
D i e z d e e s t o s j ó n i c o s f o r m a b a n s i e m p r e u n s i s t e m a , c o m o el q u e B e n t l e y ha
f o r m a d o d e H o r a c i o . Odas 3 , 1 2 , a u n q u e , en r e a l i d a d , no s e e n c u e n t r a e n e s t a m i e n t o , h a s t a el p u n t o de q u e l a p r i m e r a d e s l i g a d a y a de su no-
o d a el v e r d a d e r o t o n o d e l metro. ble a l i a d o , se p r e s e n t a r a á la c o n c i e n c i a en t o d a su r e p u g n a n t e
3) Marm. Par., ep. 3 6 , v é a s e O v i d i o , Her. 15, 51. L a f e c h a del m á r m o l d e P a - d e s n u d e z . E n c a r g á r o n s e los p o e t a s c ó m i c o s de A t e n a s d e q u i t a r
r o s no p u e d e d e t e r m i n a r s e , p e r o d e b í a e s t a r e n t r e el a ñ o 1 d e la 44.a y el 2 d e
al sentimiento del a m o r la a u r e o l a q u e lo purifica y e n n o b l e c e , y
l a 47.a O l i m p i a d a . [ A . S c h ö n e e n s u s Untersuchungen über das Leben der Sappho,
en SYMBOLA PHILOLOG. Bonn, p. 7 5 7 , c o l o c a l a s a l i d a d e l a poetisa, d e L e s b o s , a p l i c a n d o á los m á s g r a n d e s g e n i o s de l a s o t r a s c o m a r c a s helé-
e n la 47.a O l i m p i a d a . ] n i c a s , l a s c a l u m n i a s c o n que los d i v e r s o s p u e b l o s g r i e g o s solían
*) 2 , 135, v é a s e e s p e c i a l m e n t e , A t e n e o 1 3 , p . 596. E s t a R o d o p i s ó D ó r i c a ,
f u é c o m p a ñ e r a d e e s c l a v i t u d d e E s o p o , q u e floreció en a q u e l l a m i s m a é p o c a ,
52.a O l i m p i a d a .
') 'Iónlox', a y v a , (j.eVAix'V e 'Se S á r ^ c i i , v é a s e p . 270.
á q u i e n a m a b a a p a s i o n a d a m e n t e , a u n q u e él se m o s t r a b a con ella
m o t e j a r s e , precipitáronlos en el lodo de una v u l g a r i d a d bestial.
indiferente y g l a c i a l ; p e r o en n i n g u n a p a r t e c o n s t a q u e ella re-
Á c u a n t o l l e v a m o s d i c h o a g r e g a r e m o s que el régimen de v i d a de
v e l a s e j a m á s su n o m b r e , ni que t r a t a r a de c o n q u i s t a r su c a r i ñ o
l a s m u j e r e s de L e s b o s e r a m u y distinto del que l l e v a b a n las jóni-
c o n h e r m o s o s versos. E l n o m b r e de F a o n que g e n e r a l m e n t e se d a
c a s y l a s a t e n i e n s e s , las c u a l e s h a c í a n u n a v i d a m u y r e t i r a d a ,
al a m a d o de S a f o , a u n q u e a p a r e c e con f r e c u e n c i a c i t a d o en los
c o n s a g r a d a s en a b s o l u t o á los q u e h a c e r e s d o m é s t i c o s ; a s í , mien-
c ó m i c o s a t e n i e n s e s ' ) , es i n d u d a b l e que n u n c a figuró en l a s poe-
t r a s q u e en A t e n a s brillaron m u c h o s h o m b r e s en l a s r a m a s m á s
s í a s de S a f o , p u e s si así h u b i e r a sido no h a b r í a h a l l a d o crédito
d i v e r s a s del a r t e , no h u b o u n a sola m u j e r que saliera de la os-
la opinión de q u e fué l a h e t a i r a S a f o y no la p o e t i s a d e l m i s m o
c u r i d a d del h o g a r . L a c o n d i c i ó n inferior y o s c u r a que el s e x o
n o m b r e , l a e n a m o r a d a de F a o n 5 ). A d e m á s , el m a r a v i l l o s o relato
f e m e n i n o o c u p a b a entre los Jonios dei A s i a M e n o r , m e r c e d á es-
de la h e r m o s u r a de F a o n y del amor que por él concibió l a diosa
p e c i a l e s v i c i s i t u d e s de la historia de a q u e l p u e b l o , h a b í a s e ge-
A p h r o d i t e , están e v i d e n t e m e n t e t o m a d o s de la m i t o l o g í a de A d o -
n e r a l i z a d o en A t e n a s , s i g u i e n d o la m á x i m a de que la m u j e r no
nis y r e p r o d u c e n c o n e x a c t i t u d los r a s g o s de este m i t o 3). Hesio-
d e b í a tener m á s c u l t u r a i n t e l e c t u a l de la que n e c e s i t a p a r a el
d o h a b l a de un F a e t ó n , h i j o de A u r o r a y de C é f a l o , q u e r o b a d o
m a n e j o de los a s u n t o s d o m é s t i c o s , p a r a el c u i d a d o m a t e r i a l de
por A p h r o d i t e siendo n i ñ o , e d u c ó l o p a r a g u a r d a y s a c e r d o t e del
la p r o l e y p a r a v i g i l a r á l a s e s c l a v a s ; por lo d e m á s , dice el mis-
s a n t u a r i o en s u s t e m p l o s *). E s de todo p u n t o - i n d u d a b l e que la
mo Pericles, en Tucídides '), la m e j o r m u j e r es a q u e l l a de
base de t o d a s e s t a s t r a d i c i o n e s es la l e y e n d a cipria de A d o n i s , y
• quien los h o m b r e s m e n o s h a b l a n ni p a r a bien ni p a r a m a l . Los
p u e d e inferirse que los G r i e g o s dieron al f a v o r i t o de A p h r o d i t e el
E o l i o s , por el c o n t r a r i o , h a b í a n c o n s e r v a d o h a s t a c i e r t o pun-
n o m b r e de F a e t ó n ó de F a o n , y que a c a b a r o n , m e r c e d á m i l tor-
to l a s a n t i g u a s c o s t u m b r e s de G r e c i a t a l e s y como' l a s h a l l a m o s
c i d a s i n t e r p r e t a c i o n e s , por h a c e r de este F a o n el a m a n t e de S a f o .
d e s c r i t a s en la m i t o l o g í a y en la poesía é p i c a , d o n d e v e m o s á
Q u i z a t a m b i é n la poetisa en a l g u n a de s u s o d a s á A d o n i s , cele-
l a s m u j e r e s t o m a r u n a p a r t e a c t i v a no sólo en la v i d a domés-
b r a r a al h e r m o s o F a o n con t a l v e h e m e n c i a q u e i n d u j e s e á creer
tica, sino que también en l a s fiestas públicas, gozando así
q u e i b a d i r i g i d a á su propio a m a n t e .
de u n a i n d i v i d u a l i d a d m a r c a d a y de un c a r á c t e r m o r a l , y c o m o
l a s de los E s t a d o s dóricos d e l P e l o p o n e s o y de la M a g n a G r e - D e s d e ñ a d a por F a o n , S a f o se p r e c i p i t ó desde la roca de L é u -
cia, participar de los p r o g r e s o s . d e aquella gran civilización c a d e , b u s c a n d o r e m e d i o á los t o r m e n t o s de un amor m a l corres-
q u e en t i e m p o s de la l i g a pitagórica alimentaba en ellas los p o n d i d o ; p e r o esta h i s t o r i e t a , d e b e m i r a r s e m á s bien c o m o u n a
m á s e l e v a d o s talentos p o é t i c o s , y la c o n t e m p l a c i ó n filosófica d e la
v i d a de la h u m a n i d a d . E n A t e n a s , por el c o n t r a r i o , siendo in-
' ) C o m o en los versos Ide la Avjv.-j.oln] de M e n a n d r o en E s t r a b o n 10, p. 452:
c o m p a t i b l e c o n l a s a n t i g u a s c o s t u m b r e s este sistema de e d u c a c i ó n ,
0-j OR¡ 'IÁYÍ-'Á'. -PDI-R, XaTísoi
e r a n a t u r a l que l a s m u j e r e s l i t e r a t a s fuesen o b j e t o de p u n z a n t e s
•tov •jnlpy.ojj/jtov Ofjpüxra 'I'áíov'
sátiras y de i m p u t a c i o n e s c a l u m n i o s a s , y no es de m a r a v i l l a r que
o'.-7rpü>vT'. TTÓOto p í i a i nÉTpa;
c u a n d o r e b a s a b a n los l í m i t e s o r d i n a r i o s de la v i d a doméstica, ano TF,}.E?avoO;.
f u e s e n d e s p o j a d a s , por la l i c e n c i o s a p l u m a de los c ó m i c o s ate-
-) E n A t e n e o 1 3 , 596 c. y en m u c h o s lexicógrafos de la antigüedad.
nienses, de todo p u d o r y de toda d e c e n c i a 2 ).
3) C r a t i n o , p o e t a c ó m i c o , en una c o m e d i a desconocida, en A t e n e o 2, pági-
na 69, d, refiere que A p h r o d i t e ocultó á Faon EV 6p:Sax!vai;. en unas hortalizas.
C i e r t o es que S a f o , en s u s o d a s , h a b l a á m e n u d o de un j o v e n Otros varios cuentan de A d o n i s la misma f á b u l a , refiriéndose seguramente al
uso de los horti Adonidis. A c e r c a de F a o n - A d o n i s , véase á Eliano, verm. Gesch.
' ) 2, 45. [ V é a s e E s q u i l o , Agamemnon 611 y los versos de M e n a n d r o en Esto- 12, 18. L u c i a n o , dial. mort. 9 , 2. Plinio, N. H. 32, 8. Servio, ad. Virg. En. 3,
b e o , Florilegio 74, 11.] 279; y omitimos otras m u c h a s fuentes de menos valor. [ D e b e consultarse
! ) A m f i s , Antifanes, E f i p o , T i m o c l e s y D i f i l o , compusieron c o m e d i a s ate- también á P a l e f a t o , de incredib. c. 49 en la Mythologie de W e s t e r m a n n , p. 308.
nienses con el titulo de «Safo»; y Platon o t r a c o m e d i a intitulada «Faon». [Según V é a s e W e l c k e r , kl. Schriften, vol. 2, p. 106.]
l) Hesiodo, Teogonia 986 y ss. V e r s o 991 vr.owóiov w'r/'.o-i según la versión de
Meineke no puede afirmarse si l a comedia «Faon» de Antífanes a l u d e al pre-
tendido a m a d o de S a f o ó á otro Faon.] Aristarco. [ S e g ú n otra versión es vr/iov.]
imagen poética que como un verdadero acontecimiento. E l salto ta 1 ) en que S a f o suplica á Aphrodite no permita que las amar-
de L é u c a d e era un rito religioso en l a s fiestas expiatorias de Apo- guras y la desesperación del amor la h a g a n perder la inteligen-
l o , las cuales se celebraban en ésta como en otras comarcas de " e i a , y ' q u e acuda en su auxilio, como y a en otro tiempo lo había
G r e c i a en épocas determinadas. L o s reos, á la sazón destinados hecho b a j a n d o del cielo en un carro de o r o , tirado por palomas,
para el sacrificio de e x p i a c i ó n , eran precipitados al m a r desde para preguntarla, con divina sonrisa, qué la había s u c e d i d o , que
lo alto de la r o c a , y cuando se les podía recoger v i v o s del agua deseaba para su corazon a g i t a d o , y cuál era la causa de su aflic-
desterrábaseles de L é u c a d e ' ) . L o s poetas de aquellos tiempos,' ción. L a diosa la prometió que el que entonces la desdeñaba, no tar-
aplicaron de mil diversas maneras este rito á la descripción de daría en perseguirla, que sino aceptaba sus dones, él mismo se los
amorosas aventuras. Estesícoro en su novela poética intitulada ofrecería muy pronto, y en fin, que si no la a m a b a , la amaría cuan-
«Cauce», h a b l a de una virtuosa doncella q u e , desdeñada por un do ella no quisiera dar oídos á sus ruegos. L a poetisa termina invo-
m a n c e b o de qmen estaba e n a m o r a d a , se precipitó desde lo alto cando de nuevo á Aphrodite para que la auxilie como una aliada.
de la roca L e u c a d i a »). Estesícoro ignora, p u e s , aún, el efecto de A u n q u e Safo describa en esta oda sus propios sentimientos con
este hecho en la historia de S a f o , esto e s , el de curar de una pa- apasionado lenguaje y hable de su corazon a g i t a d o , ó m e j o r , de-
sión que se h a c e insoportable. A l g u n o s siglos después, Anacreon- mente 5 ), el modo mismo como confiesa su a m o r , atenúa la vehe-
te decía en una o d * : «precipitándome n u e v a m e n t e de la roca de mencia de su pasión amorosa, pues ni importuna á su a m a d o con
.Leucade, me sumerj o en el cerúleo m a r , ébrio de amor »),. N o constantes q u e j a s , ni le dirige directamente sus v e r s o s , sino que
e s probable que el poeta quisiera decir con estas palabras que se es Aphrodite á quien confía su a m o r ; y da una muestra de exqui-
curaba de una pasión v e h e m e n t e , sino que tratase de describir el sita d e l i c a d e z a , no atreviéndose á declarar la esperanza que abri-
delirio y la demencia del amor más impetuoso para el que na- ga de que su predilecto de desdeñoso é indiferente se trasforme en
d a son la salvación y la vida. E s indudable que la l e y e n d a de apasionado amante ; esperanza que no podía alimentar por m u c h o
S a f o ü e n e su origen en estas imágenes y relatos poéticos; y , cosa tiempo un corazon tan oprimido y lastimado como el s u y o , smo
s i n g u l a r , relatábase también esta l e y e n d a , de Aphrodite impul- sólo recordando que y a en otras ocasiones la diosa la había con-
solado haciéndola concebir esta misma esperanza. Otros fragmen-
AH P ° M l a A T d e S e S P e r a c i ó n y e l * * * q ^ le produjo la muerte de tos revelan el apasionado temperamento de Safo con una inge-
A d o n i s ). N o n e g a r e m o s , sin e m b a r g o , que algún desesperado ó
nuidad no muy en armonía con nuestras costumbres, aunque
Léucade T " ^ ^ o > ^ á n t ^ ° S P o r I a " « a de con sencillez y g r a c i a ; a s í , Safo dice «sólo podría gozar yo del
L e u c a d e . T e n e m o s por último una prueba más del carácter le- banquete si asistiera á él el hermoso Menon »)» y á otro mancebo
gendario de esta etapa de la vida de S a f o , en el hecho de que no dirige estas p a l a b r a s : «colócate enfrente de m í , amigo mío, para
puede precisarse si S a f o pereció al precipitarse en el m a r ó si que yo admire la gracia y el brillo de tus ojos <)». C o n todo es-
sobrevivió á este acontecimiento.
t o , en ninguno de sus fragmentos se encuentra justo motivo para
una P !L C U a , n t 0 d e j a m ° S 3 P U n t a d 0 5 6 VG ^ n ° P u e d e f° r m a r s e
motejarla de haber tratado de agradar á los hombres cuando y a
habían p a s a d o los años de su j u v e n t u d : «Tú eres mi a m i g o , dice
una idea clara y precisa de la poesía erótica de S a f o , y de los
en un p a s a j e , y por lo mismo te aconsejo que busques una com-
sentimientos que e x p r e s a b a , sino acudiendo á los f r a g u a m o s nu-
merosos pero breves de sus o d a s , que han llegado h J t a nosotros.
E U n a s ^ c t e n ^ o ^ y más generalmente conocido, es la oda comple-

a u i t r ^ i T tzr^el c u l t o d e A p o l ° ' v é a n s e ios w dei


») F r a g m .
5)
1.
V e r s o 18: ¡xaivóXa Ü'J|AM.
F r a g m . 33. N e u e en Hefestion, p. 4 1 ; no está sin embargo plenamen-
H Í " A ' e n e ° I 4 , P " 6 1 9 ' d ' F r a « m - 43 de Bergk.] t e probado que los versos sean de Safo. [ B e r g k los h a atribuido a Alceo,
E n H e f e s t i o n , p. 130. F r a g m . 19 de B e r g k .
fragm. 46.] V é a s e fragm. 5 ( t / t e lvjTtpi).
D r o L / 3 8 6 P ! 0 l e m ' H e f e S t Í ° n ( C n k m i W t e C a d e F o c ' ° ) W l ™ ? [Es cosa *) F r a g m . 29. V é a n s e fragm. 90 (D.úxeta ¡J.5«p, oííxo:...) y 52 (AéSvxe u.sv á
p r o b a d a q u e las narraciones fabulosas de P t o l o m e o no tienen m é r i t o t l g u n o "
(TEAAávva...).
28o

pañera j o v e n ; y o que soy mayor que tú no puedo decidirme á sidica. L o s poemas de Safo en que se h a b l a de esta amistad ínti-
compartir contigo tu morada» '). ma de la poetisa con otras m u j e r e s , son numerosos, y ellos nos
M u c h o más difícil es definir y juzgar las relaciones de S a f o revelan la v i d a familiar del g i n e c e o , en que los dulces y tiernos
con otras m u j e r e s ; pero es indudable que la v i d a y la educación sentimientos de la mujer aparecían revestidos de las más atracti-
del sexo femenino en L e s b o s no se limitaban como en A t e n a s á vas y encantadoras f o r m a s , y en que la d e l i c a d e z a , la elegancia
los quehaceres d o m é s t i c o s , ni se confiaba exclusivamente las ni- y la música eran tenidas en grande estima. A s í , decía la poetisa
ñas á los cuidados de l a s madres ó de las nodrizas. Existían mu- á una mujer r i c a , pero sin e d u c a c i ó n : « C u a n d o h a y a s dejado de
jeres de extraordinaria cultura intelectual, las cuales se rodeaban existir, y a c e r á s s e p u l t a d a , sin que nadie se acuerde de t í , porque
de doncellas á quienes comunicaban sus conocimientos, como Só- no has participado de las rosas de la Pieria. Desconocida de todos,
crates reunió más tarde en A t e n a s en torno suyo á jóvenes de vagarás errante en la mansión de las H a d a s y por entre las oscu-
gran talento. E n t r e los dorios de E s p a r t a , mujeres nobles y cul- ras sombras ')...» y ridiculiza á A n d r ó m e d a , una de sus rivales,
tas dedicábanse con amor y celo á educar á las jóvenes de que se por su modo de v e s t i r , que los G r i e g o s , como es s a b i d o , miraban
r o d e a b a n , y estas j ó v e n e s formaban á su v e z sociedades dirigidas como indicio de l a s naturales inclinaciones y del carácter de las
probablemente por respetables matronas i ) . T a l e s asociaciones personas. «¡ Mira que mujer te h a e n a m o r a d o !: una aldeana que
existían en L e s b o s en tiempos de S a f o , pero eran perfectamente ni siquiera sabe llevar el traje ajustado á los tobillos 2 )». S a f o re-
espontáneas y formadas por doncellas que aspiraban á perfeccio- conviene también á su a m i g a M n a s i d i c a , p o r q u e , aunque era más
narse en la música y á adquirir los distinguidos y elegantes moda- bella que la delicada G i r i n n o , tenía carácter s o m b r í o 3 ) ; y dirigién-
les de sus directoras. L a música y la poesía constituían sin d u d a dose, en fin , á la j o v e n A t i s , la dice que aunque ella la había da-
el objeto principal de las mencionadas asociaciones, puesto que do siempre pruebas de particular a f e c t o , la disgustaba el v e r que
su fin inmediato era la enseñanza y el ejercicio de aquellas artes. prefería á su rival A n d r ó m e d a . «De nuevo me atormenta E r o s ,
A u n q u e la poesía fuese en Safo medio de expresar los sentimien- avasallador de las a l m a s , el monstruo dulce á la v e z que cruel é
tos que agitaban su a l m a , constituía sin e m b a r g o al propio tiem- irresistible. P e r o t ú , A t i s , sufres solo al recordarme y vuelas á los
p o , lo mismo p a r a S a f o que para los demás p o e t a s antiguos, la brazos de A n d r ó m e d a 4 )». E s evidente que el lazo que unía á es-
ocupación de la v i d a entera; y como la perfección técnica del arte
solo podía ser dada á conocer por medio d é l a e n s e ñ a n z a , trasmi-
tíase á la j u v e n t u d mediante un perseverante aprendizaje 3 ). N o de S a f o ; pero las l-aípai e r a n , al menos en su origen, ¡jaOvyrpiai. A s í M á x i m o
sólo S a f o , sino que también otras mujeres de L e s b o s se dedica- de T i r o nombra á A n a c t o r i a entre las amigas de Safo; pero es verosímil que es-
ta y la ' A v a y ó p a M u r c i a , n o m b r a d a por S u i d a s entre las aa6r,-piat fueran la
ron á este mismo género de v i d a ; así, la célebre poetisa h a b l a á
m i s m a persona; tanto m á s c u a n t o que Mileto se l l a m a b a antes A n a c t o r i a (Esté-
menudo en sus cantos de sus rivales G o r g o y A n d r ó m e d a 4 ), fano de B i z a n c i o en MíXr.-o:. E u s t a c i o á la Ilíada 2, 8 , p. 2 1 , ed. R o m ; escolios
y conocemos á gran número de sus jóvenes a m i g a s , algunas de de Apolonio de R o d a s 1 , 187.)
las cuales eran de lejanos países 5 ) como A n a c t o r i a de Mileto, ' ) F r a g m . 68 de B e r g k .
G o n g i a de Colofon, E u n e i c a de S a l a m i n a , G i r i n n o , A t i s y M n a - 2) F r a g m . 70 d e B e r g k . L a s e s c u l t u r a s antiguas que representan á las mu-
jeres , a n d a n d o c o n los vestidos levantados hasta los tobillos, ilustran este pa-
saje. V é a s e , por e j e m p l o , el relieve del Mus. Capitolin, vol. I V , tab. 43.
3) F r a g m . 76 de B e r g k . L a versión, sin embargo, no es m u y segura. [No obs-
' ) F r a g m . 75. tante esta versión no es tan insegura como la cuestión de si los dos fragmentos
2) Dorier, vol. 2, p. 297. 403. *2. a edic. p. 293. 298. conservados por Hefestion c. 64 están íntimamente ligados, en c u y a creencia,
3) Safo l l a m a á su c a s a , morada de una s e r v i d o r a de las M u s a s , po'jffonóXco N e u e h a formado de ambos un solo f r a g m e n t o , el 42, mientras que B e r g k , sin
oíxiav, de la que d e b í a desterrarse el llanto, fragm. 136. [ V é a s e O. Müller, d u d a con m á s a c i e r t o , los h a considerado c o m o dos fragmentos distintos, el 66
Gottinger Sákularprogramm., 1837, p. 26.J y e l 77.]
4) T a l se infiere del pasaje sobre las relaciones de S a f o en M á x i m o de T i r o , *) F r a g m , 31 de B l o m f i e l d ; 37 de N e u e . [ B e r g k hace de este d o s fragmen-
Dissert. 24, 9. t o s , el 40 y el 41.] V é a s e 33.
5) E n S u i d a s , en la p a l a b r a XocTCpcó se distinguen las ST-tcpat de las p.aOr,Tp'.ctt 'Hpáp-av ¡ib ¿VLO aIGsv, 'AtOí, 7iá),ai " ó t a .
t a s d o s m u j e r e s p a r e c e t e n e r m á s bien el' c a r á c t e r de u n a p a s i ó n adest, juvenes, consurgiíe, es fiel i m i t a c i ó n de un e p i t a l a m i o sáfico
a m o r o s a , que el de un c a r i ñ o m a t e r n a l . E n este m i s m o a p a s i o n a - c o m p u e s t o i g u a l m e n t e en v e r s o s e x á m e t r o s . P a r e c e que en éste,
d o e s t i l o , m a n t e n í a s e entre los dorios de E s p a r t a y de C r e t a , c o m o en C a t u l o , los c o r t e j o s de m a n c e b o s y de d o n c e l l a s e s t a b a n
u n a e s p e c i e de í n t i m a s r e l a c i o n e s entre a d u l t o s y m a n c e b o s , apro- en oposición, v i t u p e r a n d o el u n o y e n s a l z a n d o el otro al astro
b a d a s por la ley, que i n c l i n a b a n á los j ó v e n e s á n o b l e s y l e v a n t a - de la noche q u e l l e v a b a la e s p o s a al esposo. E n este p a s a j e se
d a s e m p r e s a s , y q u e m e r c e d á l a s e x p r e s i o n e s a p a s i o n a d a s de q u e e n c o n t r a b a el v e r s o de S a f o q u e h a l l e g a d o h a s t a n o s o t r o s : «Oh,
en e l l a s se h a c í a u s o , l l e v a b a n el sello de a m o r o s a c o r r e s p o n d e n - H é s p e r o s , tú reúnes t o d o lo que h a d i s p e r s a d o la b r i l l a n t e auro-
c i a entre p e r s o n a s de distinto s e x o . E s t a m e z c l a de sentimientos, ra 1 )». L a s bellas i m á g e n e s de la flor c o g i d a y de l a v i d q u e abra-
q u e s i e m p r e distinguieron y s e p a r a r o n l a s n a c i o n e s de t e m p e r a - z a al o l m o , con l a s c u a l e s C a t u l o d e s a c o n s e j a ó r e c o m i e n d a e l
m e n t o m á s t e m p l a d o , e s u n r a s g o e s e n c i a l del c a r á c t e r h e l é n i c o . matrimonio á l a s j ó v e n e s , tienen todo e l c a r á c t e r de m e t á f o r a s d e
E l e j e m p l o m á s n o t a b l e de este a p a s i o n a d o l e n g u a j e de S a f o , en S a f o , l a s c u a l e s g e n e r a l m e n t e se refieren á la n a t u r a l e z a , á l a s
l a s r e l a c i o n e s c o n sus a m i g a s , es el l a r g o f r a g m e n t o c o n s e r v a d o flores y á l a s p l a n t a s , que la poetisa m i r a b a c o n p a s i ó n 5 ). E n un
por L o n g i n o ' ) y el c u a l h a sido á m e n u d o i n t e r p r e t a d o torcida- f r a g m e n t o r e c i e n t e m e n t e d e s c u b i e r t o que d a e x c e l e n t e i d e a de la
m e n t e p o r q u e su c o m i e n z o i n d u c í a á creer que era un h o m b r e el s e n c i l l e z de estilo de S a f o , l a poetisa c o m p a r a la f r e s c u r a de la
o b j e t o de la pasión q u e en él se e x p r e s a . D i c e a s í : « I g u a l á los j u v e n t u d y la i n m a c u l a d a b e l l e z a de u n a d o n c e l l a , á u n a m a n z a -
d i o s e s m e p a r e c e el h o m b r e , sea quien q u i e r a , q u e se sienta en- n a d e u n a especie p a r t i c u l a r q u e , q u e d á n d o s e sola en el árbol,
f r e n t e de tí y e s c u c h a y v e de c e r c a tu dulce h a b l a r y t u seducto- d e s p u é s de c o g i d a s l a s d e m á s , se nutre de todo el v i g o r de la ve-
ra sonrisa. C u a n d o te v e o , la v o z espira en mi g a r g a n t a , mi len- g e t a c i ó n . Y p a r a d a r m e j o r idea c i t a r e m o s s u s m i s m a s s e n c i l l a s
g u a p e r m a n e c e i n m ó v i l , un f u e g o sutil corre por m i s v e n a s , mi p a l a b r a s en q u e por d e c i r l o así, la p o e s í a n a c e 3' se d e s a r r o l l a de-
v i s t a se o s c u r e c e y m i s o í d o s zumban». C o n estos t é r m i n o s y c o n l a n t e de nuestros o j o s con n a t u r a l b e l l e z a : «como la d u l c e m a n z a -
otros m á s e n t u s i a s t a s a ú n , d e s c r i b e S a f o un s i m p l e a f e c t o amis- na q u e m a d u r a en la c o p a , en la r a m a m á s a l t a , y á la c u a l olvi-
t o s o por u n a j o v e n , a f e c t o que r e v i s t e , m e r c e d á la e x t r e m a d a d a n los r e c o l e c t o r e s ; n o , n o la o l v i d a n , sino q u e n o p u e d e n a l c a n -
e x c i t a c i ó n del s e n t i m i e n t o , el tono de la p a s i ó n m á s a r d i e n t e s). z a r l a 3)». U n f r a g m e n t o a n á l o g o h a b l a del j a c i n t o que c r e c i e n d o en
la m o n t a ñ a , es h o l l a d o por los pastores, y su flor p u r p ú r e a y a c e en
A l a s p o e s í a s s á f i c a s de que a c a b a m o s de h a b l a r , h e m o s de
el suelo *)•, c o m p a r a n d o de esta suerte á la d o n c e l l a á quien f a l t a
a g r e g a r los e p i t a l a m i o s ó h i m e n e o s , g é n e r o s c o m p l e t a m e n t e dis-
la protección de un m a r i d o , c o n la flor q u e crece en el c a m p o en
tintos de c u a n t o s h e m o s e n u m e r a d o , y p a r a c u y o c u l t i v o t e n í a
v e z de ser c u l t i v a d a en un j a r d í n c e r r a d o y seguro. E n un h i m e n e o
e s p e c i a l e s dotes S a f o , q u e t a n bien s a b í a a p r e c i a r los a t r a c t i v o s
del h o m b r e , c o m o los e n c a n t o s de la m u j e r . E s t o s p o e m a s , á j u z -
g a r por l o s n u m e r o s o s f r a g m e n t o s q u e de e l l o s h a n l l e g a d o h a s t a
1) F r a g m . 95 de B e r g k .
n o s o t r o s , e r a n de g r a n b e l l e z a y e s t a b a n escritos en el estilo in- 2) S o b r e el amor d e S a f o á la r o s a , véase F i l o s t r a t o , Epist. 73, véase N e u e ,
g è n u o q u e l a s s e n c i l l a s c o s t u m b r e s de a q u e l t i e m p o a u t o r i z a b a n f r a g m . 132. [146 d e B e r g k . ]
3' q u e r e c l a m a b a e l c o r a z o n t i e r n o y a p a s i o n a d o de la poetisa. E l 3) Oiov -o y).'jx'jp.a).ov Epe'jOETai axp&i sn' oaSw,
h i m e n e o d e C a t u l o , no el p o e m a j o c o s o á l a s b o d a s de Manlio 0(jS(¡> en' ixpOTtÍTa»' ).s).á0ovto os |j.a}.o&ponr,s:,
Torcuato (carni. 6 1 ) , sino el d u l c e y b r e v e c a n t o ( 6 2 ) : Vesper O'j p.av Ex).E).áOov-', a).).' ovx é&yvav-' EtpixécOxt.
E s t e fragmento se e n c u e n t r a en los escolios á H e r m ó g e n e s , Walz, Rhetor.
Graeci, vol. 7 , 2 , p. 883. [ L a tradición m a n u s c r i t a coloca en d o s versos ct'xpov
En' axpo-á-<¡>, lo c u a l es m á s acertado. V é a s e fragm. 93 de Bergk.] H i m e r i o ,
1) [De sublimi c. 10 ( F r a g m . 2 de B e r g k ) c o m p a r a d o con P l u t a r c o , Vida de
Orat. 1 , 4 y 16 c i t a un p a s a j e a n á l o g o , de un himeneo de S a f o .
Demetrio c. 38 y Ero tic. c. 38.]
2) C a t u l o , que en el Carm. 51 i m i t a este p o e m a , [refiriéndose á su L e s b i a ] le *) Oíav txv úáxtvQov Iv o-jpEci noi|j.£VE; cívSpe;
da un final irónico y b u r l ó n : Otium, Cütullc, tibi molestum est e t c . , el c u a l no nó<7UI x a - A T - e ! ¡ 3 o - J 5 I ' -/AP.a\ Sé TE nopt?'¿pov ávtlo;.
está t o m a d o de Safo. D e m e t r i o , de elocut. \ 106, c i t a este f r a g m e n t o , a n ó n i m o ; pero es i n d u d a b l e
c o m p a r a S a f o el n o v i o á un t i e r n o a r b u s t o ' ) ; pero no se l i m i t a á de esta clase de c o m p o s i c i o n e s . N o p u d i é n d o s e c l a s i f i c a r fácil-
e m p l e a r e x c l u s i v a m e n t e e s t a s i m á g e n e s sino q u e le c o m p a r a t a m - m e n t e las o b r a s de la p o e t i s a de L e s b o s , f u e r o n d i v i d i d a s por
bién á A r e s J ) y sus actos á los d e A q u i l e s 3 ). Sin d u d a e n t o n c e s la los antiguos c r í t i c o s , c o n a r r e g l o al m e t r o , en l i b r o s , de los cua-
lira de S a f o a d o p t a b a un t o n o m á s s u b l i m e q u e el que g e n e r a l - les el p r i m e r o c o n t e n í a l a s o d a s e n e s t r o f a s s á f i c a s , el s e g u n d o
m e n t e e m p l e a b a . E n c u é n t r a n s e a d e m á s entre los p o e m a s de S a f o los p o e m a s en v e r s o s a l c á i c o s , e t c . , de suerte que los h i m e n e o s ,
otros h i m e n e o s q u e p r o p o r c i o n a b a n ocasión p a r a ciertas b u r l a s , por e j e m p l o , se h a l l a b a n dispersos en v a r i o s d i v e r s o s libros. L a
c o m o por e j e m p l o , a q u e l en q u e l a s d o n c e l l a s t r a t a n de arran- e s t r u c t u r a r í t m i c a de las o d a s de S a f o e r a sobre p o c o m á s ó me-
c a r al esposo la c o m p a ñ e r a q u e a c a b a n de l l e v a r l e y a b r u m a n nos i g u a l á la de A l c e o , c o n a l g u n a s d i f e r e n c i a s , sin e m b a r g o ,
con sus b u r l a s y c h a n z o n e t a s al a m i g o que e s t á á la p u e r t a y á q u e r e c o n o c e n por c a u s a el c a r á c t e r m á s d u l c e de sus c a n t o s y
quien por esta r a z ó n l l a m a n p o r t e r o (0-jpa.pó? 4 ). q u e son fáciles de a p r e c i a r si se c o m p a r a n sus d i v e r s o s m e t r o s .
S a f o c o m p u s o t a m b i é n h i m n o s á los dioses s u p l i c á n d o l e s des- C u á n g r a n d e fué la f a m a q u e entre los G r i e g o s a l c a n z ó S a f o y
cendiesen de sus p r e d i l e c t a s m o r a d a s á la tierra 3 ) ; p e r o son es- c u á n r á p i d a m e n t e se e x t e n d i ó por la G r e c i a e n t e r a , lo d e m u e s t r a
c a s í s i m a s l a s n o t i c i a s q u e t e n e m o s a c e r c a del p e c u l i a r c a r á c t e r la historia de Solon ' ) , c o n t e m p o r á n e o de la poetisa de L e s b o s :
c o m o o y e s e r e c i t a r á un sobrino s u y o un c a n t o de S a f o , e x c l a m ó :
«no quisiera m o r i r sin h a b e r a p r e n d i d o de m e m o r i a ese canto». Y ,
que pertenece á Safo. [ F r a g m . 94 de B e r g k . ] E n C a t u l o [carm. 62, 39], las don-
cellas emplean una imagen m u y semejante á aquella de que se sirven los m a n - en e f e c t o , la a n t i g ü e d a d h a p r o c l a m a d o , u n á n i m e m e n t e , sin r i v a -
cebos en S a f o . les, la g r a c i a y la d u l z u r a de la p o e s í a de S a f o
' ) Hefestion c. 41. F r a g m . ' 1 0 4 . D e l c í r c u l o de m u j e r e s de q u e ella e r a el c e n t r o esplendoroso
2) Hefestion c. 129. F r a g m . 91. [ D e m e t r i o , de elocut j¡ 148, que también c i t a
p a r t í a n t a m b i é n t o r r e n t e s de l u z y de p o e s í a . S u a m i g a Damofila
este p a s a j e , hace resaltar la d u l z u r a d e la expresión hiperbólica. L a poetisa,
después de decir: c o m p u s o p a r a el c u l t o i n d í g e n a de A r t e m i s P e r g e a , c u y a fiesta
T<j/i oí) -0 ¡xá).a0pov se c e l e b r a b a á la a s i á t i c a 3), un h i m n o en que a p a r e c í a n mez-
' Y¡¿7)vaov c l a d o s el estilo eòlico y u n a m a n e r a panfilia b a s t a n t e o r i g i n a l 4 ) .
xíppzzs TSXTOVES avops; Otra poetisa mucho más célebre, Erinna, aplicada á la rueca
' Yji^vaov por su m a d r e , m u r i ó en la flor de su v i d a , sin conocer m á s q u e
ycqJL¡3po; ep-/s-a'. l i o ; ' Apó'j't,
c o n l a i m a g i n a c i ó n l a s d e l i c i a s de la v i d a . S u p o e s í a «la rueca»
continúa, corrigiéndose á si m i s m a :
('HXaxáx/j ) — t r e s c i e n t o s e x á m e t r o s en los c u a l e s e x p r e s ó p r o b a b l e -
Sv6pO; TíoX'J [J.St£<l>V.
U.Z)-rj./.!l)
m e n t e l a s i d e a s q u e s u r g í a n en su c e r e b r o d u r a n t e su m o n ó t o n o
L o s escritores posteriores c i t a n , p o r lo d e m á s , m u y á m e n u d o expresiones t r a b a j o , — f u é t e n i d a por los a n t i g u o s en tal e s t i m a , que s e g ú n el
hiperbólicas de S a f o , como por e j e m p l o , -/p-j-rw ypvao-épa, yáXaxro; Xsjxorépa.
j u i c i o de m u c h o s m e r e c í a ser c o l o c a d a al l a d o de las e p o p e y a s de
V^ase fragm. 122 y 123 de Bergk.l
3) H i m e r i o , Orat. 1 , § 16. [ V é a s e f r a g m . 93 de Bergk.]
Homero 5 ).

4) Hefestion 4 1 , fragm. 98 de B e r g k . E s de notar que D e m e t r i o , de elocut. A f í n de la de A l c e o y de la de S a f o , es l a p o e s í a de Anacreontc,


§ 167 menciona expresamente el coro refiriéndose á este fragmento. [ E l novio es
llamado allí vunyío; áypo'.y.oc y lo m i s m o él que el Ovipaipó? son objeto de una
burla á que se a b a n d o n a b a el coro de doncellas ev ÍIE?OÍÍ ovó¡j.aci ¡xaXXov R¡ Iv T.'JK-
1) E l i a n o en E s t o b e o , Florilegio 29, 58.
YJTIXOÍ?. D e las palabras: ( O T T S T J T T , ; [ASXXÓV inv. xa rsiúl\yj.--í -aO-ra SiaXsyscOai
-) [ E s p e c i a l m e n t e se la designa asi en E s t r a b o n , vol. 13, p. 6 1 7 , el c u a l la
52siv, 0'J6 ' av ápixóaai upo; -R'ov "/opov r, Tipo; TT|V Xúpav, el u.r, TI; st'/¡ '/oso; oca- llama 0a-ju.x<7-óv t i -/pr,aa. L o s escritores posteriores la consideran á menudo
XSXTIXÓ;, puede inferirse que se t r a t a b a d e un diálogo e n el cual las m u c h a c h a s como la d é c i m a M u s a . ]
se mofaban del torpe novio y d e s u s n o menos torpes c a m a r a d a s . ] 3) [Véase F o c i o en r, irepyata v ApT£¡u;.]
5) [Menandro, de encomiis c. 3, vol. 9 , p. 136. W a l z , los coloca c o m o XX/¡TIXO\
' ) F i l o s t r a t o , Vida de Apolonio 1 , 30, p. 37 de Olear. [ F i l o s t r a t o a f i r m a que
•jpyoi en una misma clase con los de A l e m á n . A d e m á s del fragmento m á s largo este himno es imitación de otro de Safo. C o n m á s probabilidades d e acierto,
(1 de B e r g k ) contenido en D i o n i s i o d e H a l i c a r n a s o , de campos, verb. c. 23, de- puede atribuirse á la poetisa Damofila.]
ben verse los fragmentos 5 y 6. V é a s e p. 285, nota 4. 3) E l pasaje principal se encuentra en la Anthol. Palat. 9 , 190.
por más que este último fuese jonio de T e o s , y tuviera carácter, relaciones con los soberanos de extrañas naciones, como por ejem-
estilo é inclinaciones diversas. Floreció este poeta en una época en plo con el rey de E g i p t o , A m a s i s , proporcionábanle medios de en-
que el lujo y la magnificencia había llegado á su más alto grado grandecer la isla de S a m o s y de acumular en ella c u a n t o enton-
de desarrollo entre los G r i e g o s , y en que la poesía misma había ces podían producir el arte y las riquezas. E m b e l l e c i ó á S a m o s
descendido á enaltecer la pomposa corte de los tiranos. E l espíritu con hermosas construcciones; tenía una corte semejante á las de
de la raza jónica unido en C a l i n o á varonil energía y á una alta y los príncipes orientales; como ellos, rodeóse de hermosos man-
noble idea del honor, y que comienza con M i m n e r m o á cubrirse cebos encargados de los diversos r a m o s del servicio doméstico; y
con un velo de dulce melancolía que buscaba lenitivo en la volup- consideró la p o e s í a , especialmente la del género de Ibico y A n a -
tuosidad y los p l a c e r e s , aparece despojado de toda mira e l e v a d a creonte, como el más bello ornamento de una v i d a de alegría y
en A n a c r e o n t e , el cual sólo parecía estimar la v i d a en tanto en de placeres. A n a c r e o n t e , según una famosa anécdota de Heródo-
cuanto la embellecen la sociabilidad, el a m o r , la música y el vi- to 1 ) , hallábase aún en la corte de P o l í c r a t e s , cuando y a la rui-
no. P e r o ni siquiera al expresar estos sentimientos se muestra el na a m e n a z a b a al t i r a n o ; y a c a b a b a apenas de abandonar á Sa-
poeta animado por el fuego y el vehemente ardor dé los v a t e s eó- m o s , cuando su protector y huésped fué asesinado por el pérfido
licos; solo el placer pasajero del momento c a u t i v a el genio jóni- y cruel O r e t e s , año 3 de la 64. a O l i m p i a d a (522 a. Chr.). R e i n a b a
co de A n a c r e o n t e , y no arraiga en su alma sentimiento alguno á la sazón en A t e n a s H i p i a s , hijo de Pisistrato, que compartía
que no esté pronto á ceder á n u e v a s impresiones. el poder con su hermano H i p a r c o , el miembro de esta familia
E r a y a A n a c r e o n t e de edad m a d u r a , cuando T e o s , su ciudad que m á s entusiasmo mostró por la p o e s í a , y á quien m u y espe-
n a t a l , después de una débil resistencia, c a y ó en poder de H a r p a - cialmente se menciona, siempre que se trata de la educación poé-
go, general de Ciro, y c u a n d o todos sus habitantes refugiándose en tica de los Atenienses. H i p a r c o fué quien según un diálogo de
las naves se dirigieron á la T r a c i a , donde fundaron á A b d e r a , ó me- P l a t ó n 2 ) que lleva el nombre de este pisistrátida, envió una na-
jor d i c h o , posesionáronse de una colonia griega que y a existía allí ve de cincuenta remos para conducir á A n a c r e o n t e hasta A t e n a s
y ensancharon la ciudad. A c o n t e c i ó todo esto hacia la 60. a Olim- donde el poeta de T e o s encontró otros v a t e s llamados para que
piada (540 a. C h r . ) . S e g ú n testimonio de los a n t i g u o s , encontrá- con sus producciones contribuyesen al m a y o r esplendor de las
base entre los expedicionarios A n a c r e o n t e , el cual llama á A b d e - fiestas de la ciudad y de la dinastía. A n a c r e o n t e , sin e m b a r g o ,
ra «la hermosa colonia d é l o s T e i o s ')». E n esta época ó poco consagró también sus versos á otras distinguidas familias de A t e -
después, P o l í c r a t e s alcanzó lo que se l l a m a b a la t i r a n í a , esto es, n a s ; d í c e s e , entre otras c o s a s , que sentía vehementísima pasión
el gobierno absoluto, en la isla de S a m o s ; y según T u c í d i d e s 2 ) su por el joven Cricias, hijo de D r ó p i d e s y que enalteció en sus can-
poder llegó á todo su a p o g e o , en el reinado de C a m b i s e s que co- tos á esta familia y a tan celebrada en los anales de A t e n a s 3 ).
menzó el año 4 de la 62. a O l i m p i a d a (529 a. Chr.). Polícrates fué,
según H e r ó d o t o 3 ) , el más emprendedor y fastuoso de los tiranos
de la G r e c i a . S u dominación sobre las islas del mar E g e o , y sus ') [3. » i J
5) [P. 228, c . ]
3) P l a t ó n , Charmides, p. 157, e. E s c o l i o s al Prometeo de E s q u i l o , verso 128
[véase fragm. 57 de B e r g k . ] C r i c i a s tendría entonces (64.a O l i m p i a d a ) cerca
__ ' ) F r a g m . en E s t r a b o n 14, p. 644. [Si las p a l a b r a s generalmente citadas: " A p - de 5o a ñ o s ; en este caso h a b r í a n a c i d o hacia la 60.a O l i m p i a d a , lo c u a l está
o r c a xa),T) Tv)íü>v áitotxía proceden ó no de Anacreonte, no es c o s a resueltamente
perfectamente en armonía con el h e c h o de q u e su nieto C r i c i a s , el c é l e b r e es-
a v e r i g u a d a . B e r g k n o las h a recogido entre los fragmentos de este poeta.] U n
tadista, y uno de los treinta tiranos, tenía, según P l a t ó n , Timeo, p. 21, b, ochen-
f r a g m e n t o contenido e n los escolios á la O d i s e a 8 , 293 ( F r a g m . 130 d e Bergk)
ta años menos que su a b u e l o , y h a b í a n a c i d o en la 80.a O l i m p i a d a , lo c u a l
se refiere t a m b i é n á los S í n t i o s d e T r a c i a ; y un e p i g r a m a de Anacreonte (A n-
también está m u y de acuerdo con c u a n t o se refiere d e su v i d a . L o extraño es
tkol. Palat. 7 , 226, f r a g m . 100), á un valiente guerrero muerto en defensa de
que el C r i c i a s que nació en l a 6o.á O l i m p i a d a se dice hijo del mismo D r ó p i d e s
A b d e r a , su patria.
que f u é amigo de Solon y á quien sucedió en el cargo de a r c o n t a , h a c i a el año
2 )[i.i3-] 4 de l a 46.a O l i m p i a d a (593 a. Chr.) [ V é a s e P l a t ó n , Timeo, p. 28, e.] E n mi
3 ) Í3. 122.]
concepto es imposible encontrar u n a solución satisfactoria á estas contradiccio-
H a c i a esta época parece c a b a l m e n t e que llegó á todo su apogeo
la fama de A n a c r e o n t e , * el c u a l debía ya ser de edad provecta, amor á la literatura y al arte. D i c h o epigrama se refiere á una
d a d o que en los a n t i g u o s , v a siempre unida á su nombre la idea ofrenda del príncipe tésalo E c h e c r á t i d e s , el mismo sin d u d a cu-
de un anciano de alegre c a r á c t e r , á quien las canas no impedían yo hijo Orestes, en el año 2 de la 81. a O l i m p i a d a (454 a. Chr.),
g o z a r de los placeres ni rendir pleito h o m e n a j e á la hermosura. solicitó de los Atenienses ser reintegrado en el trono de su pa-
N o es pues posible que A n a c r e o n t e viviese aún en la época de la dre 1 ) .
insurrección de los Jonios p r o m o v i d a por H i s t i e o , y que expulsa- A u n q u e A n a c r e o n t e se h a b í a distinguido y a en su j u v e n t u d
do de T e o s se refugiara en A b d e r a — e s t o aconteció en el año 3 como poeta y había colocado los cimientos de su gloria poética en
de la 71. a Olimpiada (494 a . C h r . ) , esto e s , treinta y cinco años la ciudad de T e o s , su p a t r i a , compuso la m a y o r í a de sus obras
después de la estancia del p o e t a en la corte de P o l í c r a t e s — s i n o durante su estancia en S a m o s . T o d o s los cantos de Anacreonte,
que esta noticia ') descansa evidentemente en una confusión de dice el geógrafo E s t r a b o n hablando de la historia de S a m o s 3 ) ,
la sumisión de los Jonios al poderío de C i r o , con la represión de están plagados de alusiones á P o l í c r a t e s ; no es pues posible con-
su levantamiento por D a r í o . Infiérese de la existencia en T e o s de siderar los poemas dé A n a c r e o n t e como espontánea expresión
una tumba del p o e t a , c e l e b r a d a en un epigrama atribuido á Si- de los sentimientos de un alma abandonada á sí misma en la cal-
mónides ' ) , que A n a c r e o n t e en su v e j e z volvió á su ciudad natal ma de la s o l e d a d , sino como obras de un vate de la fastuosa cor-
repoblada b a j o la dominación persa. H a y que advertir, sin em- te del tirano de S a m o s . D e aquí que la idea del poeta acerca de
b a r g o , que los sarcófagos erigidos á hombres célebres en su pa- los goces de la v i d a no se ajustaba al modelo g r i e g o , sino al
tria, no eran frecuentemente sino simples cenotafios, y por con- que era un refinamiento de los p l a c e r e s , completamente ajeno á
secuencia que aquel e p i g r a m a como otros muchos que corren las verdaderas costumbres helénicas y que Polícrates había toma-
con el nombre de S i m ó n i d e s , pudo ser compuesto muchos siglos do de la voluptuosidad de los L i d i o s 3 ) para trasplantarlo á su
después 3 ). E s más que p r o b a b l e que A n a c r e o n t e , c u y a s virtudes corte. L o s hermosos mancebos que desempeñan un papel princi-
sociales adquirieron universal renombre y á quien se disputaban pal en los poemas auténticos de A n a c r e o n t e , de los cuales h a y
los potentados de toda la G r e c i a , fuese solicitado también por los que distinguir con cuidado posteriores imitaciones, no eran jóve-
príncipes de las diversas c o m a r c a s helénicas. E n un e p i g r a m a se nes que el mismo poeta tratase de distinguir y como de sepa-
dice que mantenía estrechas relaciones con los A l e u a d e s , familia rar de la pléyade de sus contemporáneos, sino que eran aquellos
reinante de la T e s a l i a , que u n í a á la hospitalidad y á la afición á mismos mancebos notables por su hermosura, de que Polícrates
los b a n q u e t e s — c u a l i d a d e s nacionales de los T é s a l o s — v e r d a d e r o se rodeaba y que á v e c e s hacía venir de remotos p a í s e s , como,
por ejemplo el S m e r d i s , procedente del país de los Cicones tra-
cios *). A v e c e s , estos jóvenes a n i m a b a n con la música los ban-
quetes de P o l í c r a t e s , como B a t i l o , elogiado por un retórico s ) del
nes c r o n o l ó g i c a s , s i n o se d i s t i n g u e n al D r ó p i d e s y á su h i j o C r i c i a s á quien se
refieren los v e r s o s de S o l o n : E k l ^ v a i Kpixí,, Tcuppótpr/-. u a r p o ; ¿xo^siv, etcé- período siguiente, por su modo de tocar la flauta y de cantar en
tera. [ I ' r a g m . 22 de Bergk", d o n d e se e n c u e n t r a frveórpr/i; véase P l a t ó n , Char- estilo j ó n i c o , y del cual se enseñaba en el templo de J u n o , en Sa-
mides, p. i 5 7 . e.,] del D r ó p i d e s y del C r i c i a s , c o n t e m p o r á n e o s de A n a c r e o n t e m o s , una estatua de bronce en la actitud y con el traje de un ci-
S e g ú n esto, las épocas del n a c i m i e n t o d e los i n d i v i d u o s de esta f a m i l i a , serian
os siguientes: D r ó p i d e s n a c i ó h a c i a la 36.a O l i m p i a d a , C r i c i a s ™ p pó6pt5 h a c i a
la 44.a; D r ó p i d e s , el nieto, en la 52.a; C r i c i a s , el n i e t o , en la 6 0 . a ; C a l e s e r o
en la 70.a; C r i c i a s , el tirano, en la 80.a. B e r g k , de reliquiis com. Att., p. 247 d a ' ) V é a s e Anthol. Palat. 6 , 142 [ F r a g m . 103 de B e r g k ] y T u c i d i d e s 1 , 1 1 1 .
otras fechas. [ V é a s e el árbol g e n e a l ó g i c o en S t e i n h a r t , Platons Leben, p. 281.] ' ) [ V o l . 1 4 , p. 638.]
' ) E n S u i d a s , en ' A v a x p s i o v , T£<o. 3 ) T, - W V A - J S Ü V TP-jor r [Tlo/.-jy-párr,;, ó TT¡J á¡3p2; 2á¡¿w rjpavvo? ota TT¡V rap\
TOV píov iy.o).x<7Íav a-(ú).sto, ^r¡),ó>Ta; - a A u S ü v ¡AaXaxá dice C l e a r c o en Ateneo
crifosT^ Pa 'at 7 ' 25 [ B e r g k ' f r a S m ' 184 10 COl°Ca 6 n t r e l0S e p i g r a m a s aPó" 12, p. 540, e , c u y o testimonio sin e m b a r g o , no es indudable.]
E l fragmento, AívoTtxO?, - x - p ' g ' ÍTMO^I
(Schol. Harlei. Odisea 12, 313
4 ) [ V é a s e fragm. 5 , 48 á 50 y los p a s a j e s c i t a d o s por B e r g k en su e d i c i ó n

F r a g m . 36 de B e r g k ) parece r e f e r i r s e á un v i a j e á esta c o m a r c a . Anacreontis carminum reliquiae, L i p s a , 1834, P- 158-159.]


5) [ M á x i m o d e T i r o , Dissert. 36, vol. 2 , p. 209 de Davis.]
L I T . G R . — I. JQ
tarista. N o o b s t a n t e , según la descripción de A p u l e y o '), dicha con purpúreo dardo y me invita á jugar y á reir con una doncella
estatua parece representar más bien un A p o l o Citaredo del pri- calzada con sandalias de colores. P e r o e l l a , nacida en la flore-
mer período del arte griego. Otros distinguíanse probablemente en ciente L e s b o s , desprecia mis canas y otorga á otro sus favores».
la d a n z a ; á todos ofrece A n a c r e o n t e sus h o m e n a j e s , compartien- E n sus poesías a m a t o r i a s , Anacreonte laméntase generalmente de
do su afecto entre S m e r d i s , el de la abundante y rizada cabelle- los desprecios y desdenes que sufre y que por otra p a r t e , dado el
ra *), Cleóbulo, el de los hermosos ojos 3 ) , el alegre L e u c a s p i s 4), buen humor é ingenio con que se e x p r e s a , no debían atormentar
el a m a b l e Megistes 5 ) , B a t i l o ") y S i m a l o , que según el poeta 7 ), mucho al poeta. V é a s e en comprobación de este aserto la hermo-
tocaba en el coro el p e c t i s , y muchos otros sin d u d a , c u y o s nom- sa oda repetidamente imitada por H o r a c i o ' ) : «Yegua de T r a c i a ,
bres no han llegado hasta nosotros. E l poeta les invita á embria- ¿por qué me miras de soslayo? ¿por qué h u y e s d e s p i a d a d a m e n t e
garse con él 8 ) y a m e n a z a al que se niegue á participar de su de m í , y desconfías de mi habilidad? P u e s sabe que yo te enfre-
a l e g r í a , con volar con ligeras alas al Olimpo para rogar á E r o s naré y empuñando las riendas te guiaré en la carrera en torno
castigue al orgulloso " ) ; ó suplica al dios con quien j u e g a n Eros, de la palestra; que si todavía v a s á pastar á la pradera reto-
l a s ninfas de negros ojos y la deslumbradora A p h r o d i t e , el dios zando y dando ligeros saltos, es porque ,no has encontrado un
D i o n y s o s , que con a y u d a del vino induzca á Cleóbulo 1 0 ), á dar jinete bastante hábil». P e r o estos amores no deben tomarse en
oídos al amor de A n a c r e o n t e ; ó se queja en versos de encanta- el sentido serio en que S a f o confiesa su propia pasión hacia un
dora sencillez y g r a c i a , de que el hermoso B a t i l o se muestre con m a n c e b o , sino que h a y que j u z g a r l o s con arreglo á l a s rela-
él poco a m a b l e " ) . A n a c r e o n t e sabe que su c a b e z a está cubier- ciones entre ambos sexos, ya generalmente establecidas entre los
ta de canas y que la hermosa j u v e n t u d pasó para é l , pero espera Jonios de aquel tiempo. E n los E s t a d o s jónicos del A s i a Menor,
conquistarse el afecto de los j ó v e n e s , con sus graciosos discursos como en A t e n a s , la doncella libre era educada en el estrecho círcu-
y hermosos cantos " ) . E n s u m a : les consagra sus elogios en un lo de la familia, permaneciendo siempre completamente extra-
estilo en que la v e r d a d e r a pasión v a unida á encantadoras burlas. ña á la vida social de los h o m b r e s ; razón por la q u e , cierta clase
N o quiere decir esto que Anacreonte no fuese también entu- de mujeres se dedicaba al cultivo de las artes que contribuían á
siasta admirador de la belleza femenil. «De nuevo», dice en un aumentar las delicias de la v i d a social; nos referimos á las hetai-
hermoso fragmento '=) « E r o s , el de la dorada cabellera, me hiere r a s , extranjeras en su m a y o r p a r t e , p r i v a d a s de los derechos de
que se enorgullecían las hijas de los c i u d a d a n o s , pero que fre-
cuentemente distinguíanse por su ingenio, por la elegancia de
') [Jlorid. 2, 1 5 j
sus maneras y por su esmerada educación. A s í , cuando los escri-
») [ F r a g m . 5 , 48 á 50.]
3) [ F r a g m . 3.] tores jónicos y atenienses hablan de doncellas que t o m a n parte
4) [ F r a g m . 18.] en las fiestas y en los banquetes de los h o m b r e s , y c u y a s mora-
5) [ F r a g m . 74.] das son visitadas por el alegre Cornos, es indudable que se refie-
E n Hefestion, p. 101. F r a g m . 22 de B e r g k .
ren á las hetairas. M á s tarde a ú n , en la época de los oradores,
7)[ E l nombre de B a t i l o , a c e r c a del cual debe consultarse á B e r g k , op. cit.,
p. 109, no aparece en ninguno d e los fragmentos auténticos.]
una ateniense que hubiera seguido este régimen de v i d a , habría
8 ) P a r a expresar esta i d e a , A n a c r e o n t e emplea el término i $ à v , <roví|PSv. D e perdido las prerogativas á que su nacimiento la d a b a derecho 2 ).
u n a de estas diversiones h a b l a el fragmento contenido en los escolios á la I l í a d a E s , p u e s , e v i d e n t e , q u e las doncellas con quienes Anacreonte
de H o m e r o 23, 88. E l fragmento 47 de B e r g k , dice: « L o s dados son la pasión
vehemente y el conflicto de E r o s . »
9 ) F r a g m . en H e f e s t i o n , p. 52 (en B e r g k 24), explicado por J u l i á n , Epist.
este fragmento no tiene relación alguna con S a f o , puesto que las épocas en que
18, p. 386 B . [é H i m e r i o , Orat. 1 4 , 4.]
la poetisa y el poeta vivieron son perfectamente conocidas.
10) F r a g m . en D i o n C r i s ò s t o m o , Orat. 2 , p. 31. F r a g m . 2 de B e r g k . ' ) E n H e r á c l i t o , Allegar. Hom. c. 4. F r a g m . 75 d e B e r g k . [ V é a s e Horacio,
' 1 ) H o r a c i o , Epodo 14, 9 y ss.
Carm. 3, 1 1 , 7 y ss.]
12) F r a g m . en M á x i m o de T i r o 24, 9. F r a g m . 44 de B e r g k . 2) V é a s e D e m ó s t e n e s , contra Neera, p. 1352 d e R e i s k e ; y á menudo I s e o , de
13 ) E n A t e n e o 1 3 , p. 599, c. F r a g m . 14 de B e r g k . N o es preciso probar que
PyrrhiHered, p. 30, § 14.
quiere cantar y b a i l a r , y á quienes después de un banquete sun- de Aristóteles ' ) acerca de la escuela pictórica de Z e u x i s , que flo-
tuoso, d e d i c a , en el Cornos, una canción acompañándose con el reció un siglo después: á pesar de toda su elegancia en el dibujo y
pectis ' ) , eran hetairas como todas las bellezas celebradas por de toda la seducción de su colorido, le falta carácter moral (to >,(»0;).
Horacio. E s t a voluptuosidad j ó n i c a , este abandono de los severos prin-
Parecdlque fué«la hermosa Euripile»la que despertó en el cora- cipios que caracterizan los p o e m a s de A n a c r e o n t e , se revela hasta
zon de Anacreonte la pasión más ardiente, pues los celos le inspira- en la versificación, que en sus o b r a s , como en las de los demás
ron un poema satírico en que con vivos colores describe la ínfima p o e t a s , está en relación estrecha con todo el estilo de su arte s ) .
condición en que en otro tiempo había vivido un cierto Artemon, N o sólo su lenguaje se asemeja más que el de los líricos eólicos
favorito de Euripile, el c u a l á la sazón llevaba una v i d a voluptuosa al v u l g a r , hasta el punto de que á menudo parece prosa 3 ) embe-
y afeminada 5 ). Muestra en esta obra el poeta una acrimonia y una llecida con pintorescos epítetos, sino que su r i t m o , más s u a v e
fuerza de imaginación análogas á las de A r q u í l o c o , á quien se también y más vigoroso que el de los E o l i o s , tiene cierto gracioso
esforzaba en imitar en m u c h o s de sus poemas y con é x i t o , por abandono que Horacio l ) se esforzó igualmente por imitar. E m -
cierto, en algunos de qllos. L a poesía de Anacreonte se detiene, pleó también á veces los metros logaédicos, como en los versos gli-
sin e m b a r g o , por decirlo a s í , en la superficie, pues solo pone de coneos de los cuales formó estrofas, terminando cierto número
relieve las manifestaciones puramente externas de la i n f a m i a , los de gliconeos con un ferecrateo. E l p o e t a , uniendo estrofas de di-
hábitos de servilismo, el trato con hombres indignos y desprecia- v e r s a l o n g i t u d , de más ó menos versos gliconeos, pero procuran-
bles, las malas artes que A r t e m o n había puesto en j u e g o , pero do siempre que resulte un conjunto simétrico 5 ) , muestra visibles
sin hablar del mérito ó demérito intrínsecos de aquel á quien ata- tendencias á la libertad y á la v a r i e d a d ; y emplea también á las
c a ; de suerte que b a j o todos a s p e c t o s , A n a c r e o n t e , c o m p a r a d o v e c e s , cual los líricos eólicos, versos coriámbicos más l a r g o s , es-
con los líricos eólicos, parece preocuparse mucho menos que ellos pecialmente cuando quiere expresar enérgicos sentimientos, co-
de la vida í n t i m a , más sensual, más v o l u b l e , más superficial, en m o , por e j e m p l o , en el mencionado p o e m a contra Artemon B ).
suma. E l vino mismo c u y o s efectos describe A l c e o con tan pro- E s t e metro pone de manifiesto una particularidad de la rítmica
fundo sentido, no es elogiado por Anacreonte sino como fuente
de universal alegría; no o b s t a n t e , A n a c r e o n t e recomienda la mo-
deración y la t e m p l a n z a , condenando el exceso de los E s c i t a s , 1) [Poética c. 6, p. 1450, a , 27 y c. 25, p. 1461, 6 , 12. J. V a h l e n h a b l a extensa-

causa de violencias y de tumultos 3 ) , de tal suerte, que la embria- mente a c e r c a del sentido de estos dos pasajes, en su trabajo: Aristoteles Leben von
der Rangfolge der Teile der Tragödie, en S Y M B O L A P H I L O L O G . , B o n n , p. 159 y ss.]
g u e z del poeta de T e o s era para los antiguos una embriaguez 5 ) A r i s t ó f a n e s , Thesvioph., verso 161.
poética más bien que real. A n a c r e o n t e puede ser para nosotros 3) [ V é a s e H e r m ó g e n e s , de formis orat. 2, 3 , el c u a l relaciona á A n a c r e o n t e
ejemplo v i v o y palpable de cómo el genio de la r a z a j ó n i c a , á con M e n a n d r o y encomia su ¿¡peXsta , siendo sin embargo dudoso, si se refiere a
pesar de toda su cultura, á pesar también del refinamiento de las anacreónticas de que más tarde hablaremos.]
las costumbres, había perdido toda su energía, el fuego del senti- <) [Épodo 14, 10.]
5) A s í en el f r a g m e n t o m á s extenso, en los escolios de H e f e s t i o n , p. 125.
miento, la reflexión seria y m a d u r a , abandonándose á un frivolo
F r a g m . 1 de B e r g k :
j u e g o de pensamientos y de ideas. A j u z g a r por los restos y las
Fo'jvoOu-a! a ' , s/.asr.ßoÄe,
noticias que hasta nosotros han llegado de la poesía jónica de íavfjá nal Aló?, aypíwv
A n a c r e o n t e , parece que le es m u y justamente aplicable el juicio fiáffitotv' " A p w j t t 8r¡p»v...
Sigue á ésta u n a s e g u n d a estrofa con cuatro gliconeos y un ferecrateo y am-
b a s forman un todo m a y o r . E s t e himno de A n a c r e o n t e — e l único conocido de
este género, — fué evidentemente compuesto p a r a los habitantes de Magnesia,
' ) F r a g m . en Hefestion, p. 59. F r a g m . 17 de B e r g k . en las márgenes del M e a n d r o y del L e t e o , reedificada después de su destruc-
J ) F r a g m . en Ateneo 12, p. 533,
e . F r a g m . 21 de B e r g k . ción ( C a p . I X ) y donde se a d o r a b a á A r t e m i s con el nombre de Leucofrine.
3) F r a g m . en Ateneo 10, p. 427, a. F r a g m . 64 de B e r g k . Y así t a m b i é n H o r a - [ E s t r a b o n 14, p. 647.]
cio, Carm. 1 , 27, 1 y ss. 6 ) [ V é a s e p. 292, nota 2.]
j ó n i c a , consistente en el e m p l e o a l t e r n a d o de diversos metros, mino de c a d a u n a de e l l a s por un v e r s o de diferente m e d i d a , si-
p a r t i c u l a r i d a d q u e h a c e al ritmo m á s v a r i a d o y m á s l i b r e , p e r o no q u e se l i m i t a á reunir un n ú m e r o d e t e r m i n a d o de v e r s o s bre-
t a m b i é n m á s p a u s a d o y t r a n q u i l o . E n el p o e m a de que h e m o s v e s , c u a t r o di m e t r o s j ó n i c o s , por e j e m p l o , r e f e r e n t e s á u n a mis-
h a b l a d o , la s i n g u l a r i d a d estriba en alternar los c o r i a m b o s con ma idea '). «
las dipodias yámbicas ' ) ; p e r o resalta m u c h o m á s en el j ó n i c o E s p o c o m e n o s q u e i m p o s i b l e h a b l a r de los f r a g m e n t o s autén-
(ionici a minori) que A n a c r e o n t e c u l t i v ó con predilección m a r c a d a , ticos de A n a c r e o n t e q u e existen h o y , sin fijar la a t e n c i ó n en l a
m o d e r a n d o la v e h e m e n c i a c a r a c t e r í s t i c a de este m e t r o , m e d i a n - colección de o d a s q u e c o n su n o m b r e se h a c o n s e r v a d o . H a n
te la c o m b i n a c i ó n — i m i t a n d o p r o b a b l e m e n t e al músico O l i m p o ') e j e r c i d o tal i n f l u e n c i a en la g e n e r a l opinión a c e r c a de A n a c r e o n -
— de d o s p i e s j ó n i c o s ; de m a n e r a que la última s í l a b a larga t e , estos b r e v e s y g r a c i o s o s p o e m a s , q u e a ú n h o y la a d m i r a c i ó n
del p r i m e r p i e se h a c í a b r e v e , y l a r g a l a p r i m e r a b r e v e del se- q u e se t r i b u t a al c a n t o r de T e o s , d e s c a n s a c a s i e n t e r a m e n t e en
g u n d o , que de esta suerte q u e d a b a c o n v e r t i d o en u n a d i p o d i a e s t a s p r o d u c c i o n e s de u n a p o e s í a m u y posterior y de índole
trocàica3). Este procedimiento, denominado flexión, (áváxta«;) m u y distinta de la del a n c i a n o v a t e . E s t á evidentemente de-
por los a n t i g u o s d a b a al m e t r o u n a expresión m e n o s unifor- m o s t r a d o d e s d e h a c e m u c h o t i e m p o , que e s t a s a n a c r e ó n t i c a s n o
m e y al m i s m o t i e m p o m á s d u l c e ; y e m p l e a d o en v e r s o s b r e v e s , f u e r o n obra del p o e t a c u y o n o m b r e l l e v a n , y b a s t a á p r o b a r l o
a d a p t á b a s e m e j o r q u e n i n g ú n otro á la p o e s í a erótica. A n t e s de el h e c h o de que de ciento c i n c u e n t a c i t a s de m u c h o s ¡pasajes y
A n a c r e o n t e , sólo s e e n c u e n t r a n v e s t i g i o s de este m e t r o en d o s e x p r e s i o n e s de A n a c r e o n t e , que se e n c u e n t r a n en los escritores
f r a g m e n t o s de S a f o ; p e r o el p o e t a de T e o s , formó c o n arre- a n t i g u o s , sólo u n a 4) a l u d e á u n a de l a s o d a s c o n t e n i d a s en l a
g l o á este m o d e l o , u n a g r a n v a r i e d a d de m e t r o s , p r i n c i p a l m e n t e colección 3 ). L o s a s u n t o s y la f o r m a de estos c a n t o s , sugieren
el b r e v e v e r s o a n a c r e ó n t i c o (un d í m e t r o j ó n i c o ) que t a n á me- u n a p r u e b a aún m á s c o n v i n c e n t e en pro de nuestro a s e r t o : no se
n u d o se h a l l a en los f r a g m e n t o s a u t é n t i c o s q u e de él h o y exis- h a b l a en ellos de l a s p a r t i c u l a r e s c i r c u n s t a n c i a s en que v i v í a y
ten y en l a s o d a s que m á s t a r d e fueron c o m p u e s t a s á imita- se a g i t a b a A n a c r e o n t e c u a n d o c o m p u s o s u s v e r s o s , y los perso-
ción de l a s d e A n a c r e o n t e *). E m p l e ó t a m b i é n los v e r s o s y á m - n a j e s que e n ellos a p a r e c e n , c o m o B a t i l o , pierden todo c a r á c t e r
b i c o s y t r o c á i c o s , c o m o A r q u í l o c o , con quien por lo m e n o s tiene real que es r e e m p l a z a d o por otro ideal y fantástico. C i e r t o es
t a n t a s c o n e x i o n e s c o m o c o n los líricos eólicos en lo q u e atañe que en estos c a n t o s se t r a t a n y se d e s e n v u e l v e n c o n n a t u r a l i d a d
a la p a r t e t é c n i c a de su p o e s í a . L a distribución de los v e r s o s y g r a c i a m u c h o s l u g a r e s c o m u n e s (loci communes) dé la p o e s í a : l a
en estrofas es m e n o s f r e c u e n t e en A n a c r e o n t e que en los p o e t a s alegre v e j e z , el e l o g i o del amor y del v i n o , l a s a g a c i d a d y el po-
de L e s b o s , y c u a n d o l a s f o r m a , n o s e ñ a l a por lo g e n e r a l el tér- d e r l e E r o s y otros a n á l o g o s ; p e r o es t a m b i é n innegable que este
m o d o g e n e r a l de t r a t a r los a s u n t o s , sin h a c e r alusión a l g u n a á
persona ó a c o n t e c i m i e n t o d e t e r m i n a d o s , no se c o m p a d e c e c o n l a
') D e suerte que el metro e s : índole de l a p o e s í a de A n a c r e o n t e , d i r e c t a m e n t e s u r g i d a de l a

' ) [ V é a s e fragm. 7 5 :
n o U a (¿v EV Soypi Tt6e\; aO'/lva, m l l a S' h rpo/Ü,
-Olla. S E VÍOTOV (TXUTÍVT! ¡iáo-Tiyi 6(Ú¡aí Z 9EÍ;, xó¡¿r,v. TMI.I ©py/ii) T: Si- |xs | Xofcbv o¡j.|xauiv pXliroussc
vr,/.£fi>c <?EÚyei;, OOXÉEI; SÉ | n' CJSEV s'iSÉvxt ao?óv;]
Dos versos c o m o estos van seguidos de un dímetro y á m b i c o , c o m o épodo:
») [ V é a s e p. 296, nota 3. B e r g k publica 172 fragmentos de Anacreonte.]
wvá 7' ex7ETt),¡j.£vo;. [ F r a g m . 2 1 , versos 9 y ss.]
s)
3) [ E l título de la colección contenida en e l 2.0 volumen del C o d e x P a l a t i -
V é a s e sobre este p a r t i c u l a r , el C a p . X I .
3)
nus de la Antología es ' A v a x p l o v - o ; T/,í<w <rJjJ.7to<5iaxá r ^ i á ^ i a ; con el c u a l la
Asi que —
h a publicado V . R o s e , L e i p z i g , 1876. U n fragmento análogo cita G r e g o r i o de
se c a m b i a en — — — _ | _
Corinto, de dialeclis, p. 396 de S c h a f e r , b a j o la denominación sv -roí; 'Avaxpsov-s-
4 ) [ V é a s e fragm. 64. L a s posteriores 'AvaxpsóvtEia fueron denominadas así
íot;. L a colección m á s c o m p l e t a , sacada de p o e m a s de las m á s diversas épocas,
merced al empleo de este metro.]
se encuentra e n B e r g k , Poetas lyrici. ]
v i d a real. P o r otra p a r t e , las i d e a s c a p i t a l e s de estos c a n t o s tie-
t r a n los idiiios de T e ó c r i t o ; l a s o t r a s d e b e n atribuirse á la ú l t i m a
nen c i e r t o sabor e p i g r a m á t i c o y sofístico :1a f u e r z a del s e x o débil,
é p o c a del P a g a n i s m o y á los escritores rutinarios é incultos que
el p o d e r del p e q u e ñ o E r o s , la f e l i c i d a d del s u e ñ o , la f r e s c u r a j u v e -
c o n t i n u a b a n v e r s i f i c a n d o c o m o en t i e m p o s m u y anteriores. No
nil de l a s e n e c t u d , son m á s bien a s u e t o s p a r a e p i g r a m a s , no de
o b s t a n t e , a l g u n a s de l a s m e j o r e s a n a c r e ó n t i c a s p u e d e n c o n r a z ó n
los q u e h a c í a S i m ó n i d e s , sino de los que c o m p o n í a n l o s p o e t a s
atribuirse t a m b i é n á estos t i e m p o s m á s r e c i e n t e s , h a c i a la é p o c a
de la d e c a d e n c i a , M e l e a g r o sobre t o d o , en el siglo p r i m e r o a n t e s
de la irrupción de los b á r b a r o s , p u e s t o q u e el siglo que p r o d u j o
de la E r a C r i s t i a n a . L o s A m o r e s están en ellos r e p r e s e n t a d o s c o m o
la poesía é p i c a de N o n n o y t a n t o s ingeniosos e p i g r a m a s , p o s e í a
niños t r a v i e s o s que se burlan d e los h o m b r e s , idea c o m p l e t a m e n -
sin d u d a la b a s t a n t e c u l t u r a y talento p a r a c o m p o n e r s e m e j a n t e s
te e x t r a ñ a al arte a n t i g u o , y q u e tiene estrecha a n a l o g í a con l a s
anacreónticas. . .
e p i g r a m á t i c a s b u r l a s de la l i t e r a t u r a de los últimos t i e m p o s de
E l g é n e r o de p o e s í a lírica de q u e A n a c r e o n t e fué el p r i n c i p a l
la a n t i g ü e d a d , y con los a s u n t o s del a r t e p l á s t i c o que tan á me-
c u l t i v a d o r , se e x t i n g u i ó c o n este p o e t a . A n a c r e o n t e m i s m o se en-
nudo se e n c u e n t r a n en p i e d r a s t a l l a d a s , en l a s c u a l e s a p a r e c e
contró y a solo y a i s l a d o , y s u s c a n t o s t i e r n o s , d u l c e s , c o n m o v e -
A m o r t o m a n d o p a r t e en l a s m á s v a r i a d a s y m a l i c i o s a s e m p r e s a s ,
d o r e s , f u e r o n s o f o c a d o s por los acordes m á s estrepitosos de la
y c u y o origen no se r e m o n t a m á s allá de la é p o c a de L i s i p o ó de
p o e s í a coral. E l c a n t o d e s t i n a d o á ser e n t o n a d o por uno s ó l o , el
A l e j a n d r o . E l E r o s del v e r d a d e r o A n a c r e o n t e q u e , «como un le-
m e l o s , n o a l c a n z ó entre los G r i e g o s la a c e p t a c i ó n que h o y tiene
ñ a d o r , derriba al p o e t a con u n a g r a n h a c h a , y l u e g o se b a ñ a en
en la p o e s í a a n g l o - g e r m á n i c a ' ) ; p u e s los v a t e s ingleses y a l e m a -
h e l a d o torrente ' ) » , es e v i d e n t e m e n t e un ser de a s p e c t o y c a r á c t e r
nes e x p r e s a n en aquel m e t r o l a s i d e a s y sentimientos m á s d i v e r s o s ,
diversos. Inútil c r e e m o s , por ú l t i m o , h a b l a r del l e n g u a j e v u l g a r
y h a s t a la v i d a e n t e r a del p o e t a . L o s a n t i g u o s q u e d i s t i n g u í a n
y p r o s á i c o , de l a versificación m o n ó t o n a y sin arte y á v e c e s de-
c o n m á s precisión los distintos s e n t i m i e n t o s s u s c e p t i b l e s de ex-
fectuosa 5 ) de estos cantos. E s t o s a r g u m e n t o s y o b j e c i o n e s son ex-
presarse en l a s d i v e r s a s f o r m a s p o é t i c a s , reservaron e l melos eó-
tensivos á c u a n t a s c o m p o s i c i o n e s contiene la colección que nos
lico á l a s v i v a s e m o c i o n e s del á n i m o , m e l a n c ó l i c a s ó a l e g r e s , á
h a sido t r a s m i t i d a ; si bien se o b s e r v a n g r a n d e s diferencias entre
la a p a s i o n a d a e x p a n s i ó n del c o r a z o n o p r i m i d o , á la í n t i m a y
l a s v a n a s o d a s , a l g u n a s de l a s c u a l e s son e x c e l e n t e s y e n c a n t a d o -
secreta a g i t a c i ó n de un a l m a d e v o r a d a por u n a pasión v i o l e n t a .
ras por su sencillez ' ) , m i e n t r a s que otras tienen un p e n s a m i e n t o
P e r o en A n a c r e o n t e e s t a s o b r e e x c i t a c i ó n a p a s i o n a d a , e s t a s emo-
m e z q u i n o y e s t á n escritas e n un estilo b á r b a r o , n o sólo por el
c i o n e s f u e r t e s , se t r u e c a n en g r a c i o s a s i m á g e n e s , c o n s t i t u y e n d o
l e n g u a j e s m o que t a m b i é n p o r la v e r s i f i c a c i ó n . P e r t e n e c e n p r o b a -
un género p o é t i c o q u e v i v i ó c o n f i n a d o en u n a c o m a r c a p o c o ex-
b l e m e n t e l a s p r i m e r a s al p e r í o d o a l e j a n d r i n o en q u e , á p e s a r del
tensa de la G r e c i a , y e n c e r r a d o en l i m i t a d í s i m o e s p a c i o de tiem-
refinamiento de las c o s t u m b r e s , intentaron a l g u n o s p o e t a s expre-
po. N o o b s t a n t e , fué g e n e r a l m e n t e c u l t i v a d a en G r e c i a , sobre
sar, en sencillos c a n t o s , i n f a n t i l e s i n c l i n a c i o n e s c o m o lo d e m u e s -
todo en A t e n a s , u n a v a r i e d a d de p o e m a s l í r i c o s , m u y s e m e j a n t e
á la de los e ó l i c o s : los escolios.

E r a n los escolios, c a n c i o n e s d e s t i n a d a s á ser e n t o n a d a s en los


d e s í ^ T e n ? ? S t ¡ 0 n ; P - 6 8 " F r a g m - 4 8 d e B e r g k - f D e - m o d o análogo
describe el amor S a f o en los versos citados anteriormente en la p. 2 8 I , nota 4 b a n q u e t e s d u r a n t e l a s l i b a c i o n e s , y c u a n d o e x c i t a d o el á n i m o por
donde l l a m a a E r o s Y ).ux-Jmxpová^á z «vovó'p T C Tov.] 4

») E l metro dominante en estas a n a c r e ó n t i c a s , - _ _ _ - /dimptrn


el v i n o y la c o n v e r s a c i ó n h a l l á b a s e p r e d i s p u e s t o á la inspiración

y á m b i c o cataléctico) no se e n c u e n t r a en los fragmento!, sin^ únicamente en


lírica. E s t e n o m b r e , sin e m b a r g o , no se a p l i c a b a á todos l o s c a n -
Hefestion p. 30. 5 , / , / . Anstofl, P h 3 0 , (Fragm. CJ2 de B k Los ^

») [ L a importancia del papel que entre los Griegos desempeñó en la lírica la


f í Z l n h I 6 n ""i" a C a C r e Ó m i C a ' 38- Hefestion denomina
a este metro el «llamado Avacxpeóvmov.» genuina poesía p o p u l a r , no puede determinarse por los fragmentos que de ella
U n a de las mejores en que A n a c r e o n t e invita al cincelador (caelator) á h a n llegado hasta nosotros, porque apenas se puede fijar la época a que los
que le haga una c o p a - n . o : 7 de l a c o l e c c i ó n - e s citada por A u l o C e l i o x 9 o mismos pertenecen; véase sobre este particular á K o s t e r , de cantdems populan-
c o m o obra de A n a c r e o n t e , aunque s u estilo y su carácter son idénticos á los bus vetcrum Graecorum, B e r l í n , 1831, C h . B e n o î t , Des chants populaires dans la
de las demás anacreónticas. Grèce antique, N a n c y , 1857 y los fragmentos contenidos en la colección de Bergk.]
tos entonados en los f e s t i n e s , sino que servía para designar un autores de poesías corales, tales como Simónides y el mismo
género especial de p o e m a s , distinto del de los otros parenios, y Píndaro. N o incluiremos en este número á los Siete S a b i o s , por-
que entonaban siempre c o m e n s a l e s versados en música y en poe- que á pesar de que el historiador de la filosofía a n t i g u a , Dióge-
sía. Dícese que la lira ó una rama de mirto, pasaba de mano en nes L a e r c i o , cita versos populares de T a l e s , S o l o n , C h i l o n , P i t a -
m a n o , hasta llegar á uno de aquellos á quienes se reconocía ta- co y B í a s , compuestos en un estilo muy semejante al de los esco-
lento é ingenio bastantes p a r a deleitar á los comensales con her- lios ' ) , la autenticidad de aquellos cantos es más que dudosa. Si
mosos cantos ó simplemente con una buena sentencia expresada examinamos la l e n g u a y el metro en que están compuestos, vere-
en forma lírica. E s indudable que existía esta costumbre ' ) , por mos que parecen v a c i a d o s en un mismo m o l d e , de tal suerte, que
más que no sea verosímil que el nombre de esta clase de cantos sería preciso suponer que los Siete S a b i o s se pusieron de acuerdo
se derive del orden irregular oblicuo («oV.óv), con que la lira pasa- p a r a escribir todos en un mismo estilo y en una clase de ritmo
b a de mano en mano alrededor de la mesa; lejos de esto, es mucho no empleado h a s t a la época de los t r á g i c o s ' ) . N o o b s t a n t e , es
más p r o b a b l e , y así opinaron también otros escritores anti- de creer que en esta última época desempeñaran realmente estos
g u o s , que en la melodía con arreglo á la c u a l se entonaban los cantos el papel de escolios, puesto que el estilo jocoso y burlón con
escolios, se permitieran ciertas licencias é irregularidades que que expresan ciertas m á x i m a s de filosofía p r á c t i c a , ofrece mu-
facilitaban la improvisación de estos cantos y que por esto se cha semejanza con el de los escolios del género eólico. E n uno de
los llamase cantos torcidos, oblicuos ' ) . L o s ritmos de los esco-
lios que hasta nosotros han l l e g a d o , son m u y variados y m u y
(454 a C h r . ) y á quien á m e n u d o se c i t a c o m o a u t o r d e otros p o e m a s y a ú n d e
semejantes á los de la lírica eólica, diferenciándose de ellos úni-
p o e s í a s e r ó t i c a s , se a t r i b u y e el escolio: 'Tizo W t /.¡0o> q u e se e n c u e n t r a en
camente en que el curso de las estrofas está interrumpido por un los ü a p o t v i a I l p a S ^ c (Schol. Ravenn. in Aristoph. Thesmoph. 5 2 8 ) , así c o m o el
ritmo m á s animado y en que es generalmente más rápido 3 ) . L o s O J x eOTtv a).b>7tsxt£e(v (Schol. Vesp. 1239)- [ V é a s e Poetae lyria, p . 1225 y 1294 d e
L e s b i o s fueron los que principalmente compusieron escolios. Des- Bergk.] . M . .
pués de T e r p a n d r o , que al decir de P í n d a r o 4 ) fué su inventor, «) D i ó g e n e s los d a á c o n o c e r g e n e r a l m e n t e c o n expresiones a n a l o g a s a esta:

compusieron escolios A l c e o y S a f o , y más tarde Anacreonte y TÍOV os i o o u i v w v a-j-roO ( j . á ) , i ( 7 T a E'jooxí[rr,aev exeívo.


'•) T o d a s e s t á n c o m p u e s t a s en r i t m o s d ó r i c o s (consistentes en d a c t i l i c o s y di-
P r a x i l a de Sicione 5 ) , aparte de otros muchos conocidos como
p o d i a s t r o c a i c a s ) p e r o t e r m i n a n d o con u n itifálico ( —)- E s t a cla "
s e d e r i t m o s j a m á s se e n c u e n t r a en la r í t m i c a d e P í n d a r o y u n a s o l a v e z en
S i m ó n i d e s ; p e r o se e m p l e a r e g u l a r m e n t e en los coros d ó r i c o s d e E u r í p i d e s . S i r -
1)V e a s e e s p e c i a l m e n t e la e s c e n a d e s c r i t a p o r A r i s t ó f a n e s en las A v i s p a s 1219
v a d e e j e m p l o el s i g u i e n t e escolio d e Solon. [ F r a g m . 4 2 ] :
y ss., d o n d e se e n t a b l a u n a e s p e c i e d e diálogo entre los e s c o l i o s de F i l o c l e o n y
de B d e h c l e o n . IlE?y)>aYiJ.Évo; avopa Sxaotov opa,
>) [ D i c e a r c o y A r i s t o x e n o en S u i d a s s. v. <wo).tóv.] ^ xp'jxcov e y / o ; t-/cov xpaot'r, <?ai8pü ere irpoffevvÉirr, icpo<r<¿itw,
3)T a l sucede, s o b r e todo, en el m e t r o h e r m o s o y elegante empleado en o c h o ylCmaz 8É oí 8R/ó¡rj0o; sx ¡ j A a í v r , ; T?p£VB; Y £ T W V Y

escolios y q u e A r i s t ó f a n e s p a r o d i ó en el Ecclesias. 938:


Y e s t e o t r o d e P i t a c o [Poetae lyrici, p . 968",:

"E-/OVTX 8eí TÓfr xat iooóxov <papÉ-cpr¡v aTSty.eiv M Á <p5>xa x a x ó v


niffrbv yap ovS'ív ylCirjaa. 81a aTÓp-aro; >.a).£í 6iy.0p.v6ov r/o-jaa
xapSí-r, vór,p.a.

[ B e r g k , p. 968, d i v i d e estos versos en la f o r m a s i g u i e n t e :


A q u í c o m i e n z a n los e n d e c a s í l a b o s en tono r e p p s a d o y l á n g u i d o ; pero desde el
tercer rerso en a d e l a n t e , el p r i n c i p i o a n a p é s t i c o i n t r o d u c e un ritmo m á s ligero " E y o v - a OEÍ -ó?ov TE xat 'toooxov cpapárpav
mantemendose en e q u i l i b r i o en la p a r t e l o g a é d i c a d e l ú l t i m o v e r s o . (TTEtyEiv 7to-\ ?wTa xaxóv"

[ E n P l u t a r c o , de Música c. 2 8 , c o n q u e h a n d e c o n f r o n t a r s e los v e r s o s d e muTov y a p O'JOEV y X ü a s a S-.a crróp-aro;

P í n d a r o trascritos p o r A t e n e o 1 4 , p. 635, d , y q u e son sin d u d a los m i s m o s á ),x),EÍ 8'.-/óp.u0ov eyouaa xapSía vór,aa.]

que P l u t a r c o h a c e r e f e r e n c i a . F r a g m . 102 d e B e r g k . ] Solo en el d e T a l e s ( D i ó g e n e s L a e r c i o i , 1 , 3 5 ) : el i t i f á l i c o p r e c e d e al último


«) A P r a x i l a q u e , según E u s e b i o florecía en el a ñ o 2 d e la 81.a O l i m p i a d a verso.
estos últimos se e n c u e n t r a , por ejemplo, la siguiente idea: «Así, se
que H a r m o d i o y Aristógiton dieron m u e r t e , no á H i p i a s , el ver-
puede abrir el pecho de un hombre, e x a m i n a r su corazon y volvién-
dadero t i r a n o , sino á su hermano menor y protector de los poe-
dolo á cerrar, vivir con él como sincero amigo ')»; y en el escolio
tas , H i p a r c o ; que este acontecimiento, lejos de poner término á
en ritmo dórico que se atribuye á Chilon s ) : «el oro se conoce
la tiranía, hizo más cruel y severo el gobierno de H i p i a s ; que
frotándolo en la piedra de toque, y con el oro se prueba si el co-
hasta tres años después no fueron arrojados de A t e n a s los Pisis-
razon humano es bueno ó malo». C a b e , p u e s , suponer, que estos
trátidas; y por último, que fué el espartano Cleomenes á quien
cantos, tradicionales sentencias de antiguos filósofos, fuesen pues-
A t e n a s debió su libertad. P e r o el error histórico en que el escolio
tos en forma de escolios, en A t e n a s y en la época de los trágicos.
está b a s a d o , era general en A t e n a s ; y a antes de la guerra con
Aunque la m a y o r í a de los escolios no eran sino m á x i m a s mo-
los P e r s a s , los Atenienses habían erigido estatuas á H a r m o d i o y
rales ó breves invocaciones á los dioses y apologías de los héroes,
á Aristógiton, y habiéndoselas llevado X e r j e s , fueron reemplaza-
han llegado hasta nosotros dos mucho más importantes que
das por otras. D e s d e el momento en que nos imaginamos el alma
cuantos hasta ahora hemos mencionado, no sólo por su exten-
del poeta aferrada á esta patriótica i d e a , no podemos por menos
sión, sino que también por sus asuntos, y cuyos autores no se
de participar del entusiasmo con que ensalza á los héroes, á
distinguieron en el cultivo de ningún otro género poético. E l uno
quienes quiere imitar hasta en el traje que llevaban en la fiesta
que comienza «mi m a y o r riqueza es mi l a n z a y mi espada», es-
de las P a n a t e n e a s , cuando ocultaron la espada entre ramas de
crito por Hibrias de C r e t a , expresa todo el orgullo del dorio con-
mirto. L a sencillez de los pensamientos y la frecuente repetición
quistador , c u y a s u p r e m a c í a y prerogativas descansan en las ar-
del estribillo «cuando dieron muerte al tirano», están en armo-
m a s , con las cuales domina á los siervos y les obliga á labrar la
nía perfecta con el tono franco y cordial del escolio, y confir-
tierra, recoger la m i e s y vendimiar la u v a para él 3 ). E l otro,
m a n la hipótesis de que este poema fué una verdadera improvi-
obra de un ateniense l l a m a d o C a l í s t r a t o , comienza de este modo:
sación , el fruto de una inspiración rápida y pasajera de su autor.
«En ramas de mirto l l e v a r é mi espada» y debió ser compuesto en
época muy poco posterior á la de las guerras con los P e r s a s ,
dado que era un c a n t o simpótico ya m u y en b o g a en tiempos de
Aristófanes 4 ). E l o g i a á los héroes de las libertades de A t e n a s ,
H a r m o d i o y A r i s t ó g i t o n , quienes por haber dado muerte en la
fiesta de A t h e n e al tirano H i p a r c o , y devuelto la igualdad de de-
rechos á los A t e n i e n s e s , vivirán siempre en las islas de los bien-
aventurados, y en c o m p a ñ í a de los más a f a m a d o s héroes, después
de alcanzar en la tierra una fama imperecedera 5 ). E s indudable
que esta composición no tiene fundamento histórico alguno, p u e s - '
to que se s a b e , por el testimonio de H e r ó d o t o y de T u c í d i d e s

<) [Citado en A t e n e o 1 5 , p. 694, d. p. 1289 d e los Poetae lyrici de Bergk.]


2) [ E n Diógenes L a e r c i o x , 71. p. 969 de Bergk.]
Véase Dorier, vol. 2, p. 52. ' 2 . a edic. p. 47. [ B e r g k , Poetae lyrici, p. 1295 1
I [ V e a s e Aristófanes, Acarnienses 989, Lisístrata 632y fragm. 377 d e D i n d o r f
E l poeta c o m i c o Antístenes contemporáneo de Aristófanes en un fragmento con-
servado en A t e n e o 1 1 , p. 503, e , le llama el canto de A r m o d i o . ]
s) Este y la mayoría d e los otros escolios se encuentran en Ateneo 15 p 6q 4
y ss. [Coleccionados en B e r g k , Poetae lyrici, p. 1287 y ss.] '
6) [ H e r ó d o t o 5 , 55. 6 , 123. T u c í d i d e s 1 , 20. 6 , 53 y ss.]
CAPITULO XIV

La lirica dórica.hasta Pindaro

Y a en el capítulo precedente hemos señalado los caracteres


peculiares de la lírica dórica para distinguirla de la eòlica. E s t o s
caracteres son: la recitación por los coros, la construcción de lar-
gas estrofas, el empleo del dialecto dórico y el referirse á los ne-
gocios públicos y particularmente á las fiestas del culto divino.
Remóntanse los orígenes de este género poético á los tiempos más
antiguos de G r e c i a , puesto q u e , como hemos v i s t o , estaban y a
en b o g a los coros antes de la época de Homero. L a s personas que
componían los antiguos coros, no cantaban al mismo tiempo, y por
consiguiente, no se exigía la e x a c t a correspondencia entre los mo-
vimientos de éstos con las palabras del canto. N o obstante y a
en aquel tiempo se h a l l a b a m u y generalizado el canto de mu-
c h a s personas que ó e s t a b a n sentadas ó en p i e , inmóviles, ó an-
dando como en los peanes ó himeneos; á veces también la mími-
c a del baile era e x p l i c a d a por el c a n t o , como en los hiporquemas.
A s í p u e s , existían en aquella é p o c a , aunque en forma imperfecta
y g r o s e r a , casi todos los géneros que tan brillantemente fueron
desarrollados más tarde en la poesía coral. E l nacimiento de es-
tas hermosas formas en que la melodía del canto y los movimien-
tos de la d a n z a estaban admirablemente combinados ' ) , coincide
con el perfeccionamiento de la música por T e r p a n d r o , Olimpo y
T a l e t a s . E s t e último, sobre t o d o , cultivó con el mismo empeño y
con igual éxito la d a n z a y la música y sus ritmos fueron casi tan

<) ná).a¡ |tkv yap oí « V T O I xa\ f,8ov y.at Ü)p-/oCvto, dice L u c i a n o , de Saltai.
30 c o m p a r a n d o l a d a n z a p a n t o m í m i c a moderna con l a antigua d a n z a lírica y
dramática.
O l i m p i a , mucho tiempo antes de que P í n d a r o compusiese con
variados como los e m p l e a d o s más tarde en la poesía coral. Sin
inimitable arte sus epinicias, el siguiente breve canto atribuido á
embargo en el siglo s i g u i e n t e á la época en que estos músicos flo-
Arquíloco ' ) , y compuesto de dos versos y á m b i c o s : «Saludárnos-
recieron , la poesía coral n o a p a r e c e aún completamente desarro-
t e , oh H e r a c l e s , el victorioso; á tí y á I o l a o , ambos armados»,
llada ni reviste el c a r á c t e r original que más tarde la distingue,
con el estribillo: «¡Tenella, victorioso!», al cual verosímilmente se
sino que se aproxima y a a l lirismo eòlico y a á la e p o p e y a , para
a g r e g a b a un tercer verso improvisado en que se hacía el elogio
apartarse luego muy poco á poco y como por g r a d o s , de cada uno
del que en aquel momento había salido vencedor. A s í también los
de estos dos géneros. A e s t a fase de progreso p e r t e n e c e n , entre
tres coros espartanos, de ancianos, de adultos y de niños, canta-
los líricos que los a l e j a n d r i n o s reunieron en su C a n o n , A l e m á n y
b a n en las fiestas públicas, estos tres trímetros y á m b i c o s : «Nos-
Estesícoro, mientras que I b i c o , Simónides, su discípulo Bachíli-
otros en otro tiempo fuimos jóvenes v i g o r o s o s ; — n o s o t r o s lo somos
des y el gran cantor de T e b a s , representan la poesía lírica en su
a h o r a , acércate si quieres c o n v e n c e r t e ; — y nosotros seremos aún
mayor grado de perfección. P a s e m o s ahora á e x a m i n a r separa-
más valientes 5 )». P e r o cuando los G r i e g o s llegaron á conocer l a s
damente las obras de c a d a u n o de estos poetas, colocando entre
bellezas de un lirismo más perfecto en que no v i b r a b a como an-
los primeros al poeta d i t i r à m b i c o A r i o n , y entre los segundos á
tes solo una cuerda del sentimiento herida por la fugitiva m a n o
L a s o , último maestro de P i n d a r o , y á algunos otros que teniendo
de un cantor, sino que desarrollaba toda una melodía de emocio-
carácter propio se distinguen de la pléyade de los demás poetas.
nes y de i d e a s , los coros dejaron de circunscribirse á la simple
Ante todo, desechemos la errónea opinión de que la poesía coral
repetición de aquellos primeros v e r s o s , exigiéndose g e n e r a l m e n t e
no existió entre los G r i e g o s , más que en las obras de estos gran-
c a n t o s que se distinguieran por lo artificioso del metro y por una
des v a t e s , pues lejos de e s t o , aparecen más bien estos últimos
ingeniosa combinación de las ideas. D e aquí que cuantas ciuda-
como cimas de una g r a n cordillera, y r e p r e s e n t a n , b a j o una
des importantes e n c e r r a b a G r e c i a , especialmente el Peloponeso
forma más p e r f e c t a , la inspiración poética en las fiestas religio-
d ó r i c o , tenían poetas dedicados por completo á la organización
sas. L a s danzas corales e s t a b a n entonces tan en boga en G r e c i a ,
é instrucción de los coros, esto es á la profesión de -/opoSioácx^ot
especialmente entre los D o r i o s , y tomaba en ellas parte el pueblo
tan importante en la historia de la poesía griega. C u a n numero-
con tal ardor y tanto e n t u s i a s m o , que la demanda de cantos p a r a
sos fueron los p o e t a s corales c u y a gloria no traspasó las fronteras
servir de acompañamiento á tales d a n z a s , debía ser m u y consi-
de su p a t r i a , lo p r u e b a el hecho de que P í n d a r o celebrando á un
derable. V e r d a d es que en m u c h a s c o m a r c a s , y en las g r a n d e s
gladiador de E g i n a 3 ) , m e n c i o n a , como por incidente, á dos
fiestas, el pueblo se c o n t e n t a b a con los antiguos cantos tradicio-
poetas líricos de la m i s m a familia: á los T e a n d r í d a s T i m ó c r i t o
nales, q u e , en pocos y sencillos versos, indicaban más bien que
y E u f a n e s ; y el de que se citan además los nombres de otros sie-
desenvolvían las ideas principales y el carácter fundamental del
te líricos e s p a r t a n o s , de aquella misma é p o c a , sin contar á A l e -
sentimiento. A s í , en la fiesta de D i o n y s o s , las mujeres de E l i s ,
m á n 4 ). Por otra p a r t e , en esta como en otras ciudades dóricas,
en vez de un elegante d i t i r a m b o , entonaban el siguiente sencillo
canto en lenguaje anticuado y simbólico; «Ven, o h , héroe D i o n y -
sos, á tu santo templo que se alza en la orilla del m a r ; v e n , acom-
p a ñ a d o de las G r a c i a s y p e n e t r a en él con tu pie de t o r o ; ¡ o h minar el canto entonado por uno solo. V é a s e L o n g i n o 3. 21 y Aristófanes, Ra-

toro s a g r a d o ! ¡toro sagrado ')!» D e igual suerte entonábase en ñas, versos 39S y ss.] .
<) V é a s e C a p . X I . [Arquíloco, fragm. 119 de B e r g k . Según la opinión d e W e s t -
p h a l , en su Geschichte der Musik, p. 1134. A r q u í l o c o tomó la exclamación Tr,ve).-
).x y.aA).ívixo; de un canto popular y a antiguo en O l i m p i a . ]
' ) P l u t a r c o , Quaest. Graeci c. 36, 7. [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p 1299 V é a - *) P l u t a r c o , Licurgo 21. Tpt-/op!a en P o l l u x 4, 107, en que se a t r i b u y e la ins-
se también lo que P l u t a r c o , Quaest. Graeci c. 35, tomándolo de Aristóteles, d i c e titución del mismo á T i r t e o . [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p. 1303-1
sobre u n a c a n c i ó n entonada por doncellas b e o c i a s , c u y o estribillo e r a r<o¡isv s!; a) [Nemeas 4 , 21 y 145.]
*) S u s nombres son S p e n d o n , D i o n i s o d o t o , X e n o d a m o ( C a p . X I I ) , G i t i a -
AOr.va?. E l estribillo, en griego ép-j'imov, consistía en un principio en u n a ex-
c l a m a c i ó n , e n que prorumpían todos los que en la fiesta tomaban p a r t e , al ter- d a s , A r e i o , E u r i t o , Z a r e x . [ V é a s e P l u t a r c o , Licurgo c . 2 1 , y fragm. 35 de B e r g k .
LIT. GR. — 1 . 2 0
el bello s e x o se d e d i c a b a t a m b i é n , desde los t i e m p o s de A l e m á n , s a s h e l i c o n e a s que m e h a n h e c h o m á s g r a n d e que los d é s p o t a s
a la p o e s í a ; c o m o por e j e m p l o , la d o n c e l l a q u e el m i s m o A l e m á n D a s c i l e s y G i g e s » . N o o b s t a n t e , A l e m á n n o h a b l a en sus escritos
c e l e b r a c o n e s t a s p a l a b r a s ' ) : « M e g a l o s t r a t a , la de la rubia c a b e - -con t a n t o d e s p r e c i o de la p a t r i a de sus p r o g e n i t o r e s y p o n e en
l l e r a , la m á s dichosa de l a s d o n c e l l a s , nos h a e n s e ñ a d o este don b o c a de un coro d e d o n c e l l a s su p r o p i o e l o g i o , d i c i e n d o que no es
d e l a s d u l c e s M u s a s » . D e a q u í se infiere c u a n d i f u n d i d a y p r o f u n - un h o m b r e g r o s e r o é i n c u l t o , n a c i d o en T e s a l i a ni en E o l i a , sino
d a m e n t e a r r a i g a d a d e b í a estar en E s p a r t a la afición á e s t a s pro- un lidio n a c i d o en la o r g u l l o s a S a r d e s 1 ) . S u o r i g e n lidio e j e r c i ó
d u c c i o n e s p o é t i c a s , y que A l e m á n l e j o s de introducir en e l l a s no- sin d u d a g r a n i n f l u e n c i a en e l estilo y en el g u s t o m u s i c a l de A l e -
v e d a d ni v a r i a c i ó n a l g u n a , c o n sus h e r m o s a s poesías c o r a l e s , no m á n . L a é p o c a d e su florecimiento se c o l o c a g e n e r a l m e n t e en
hizo m á s q u e u t i l i z a r , c o m b i n a r y p e r f e c c i o n a r e l e m e n t o s y a exis- t i e m p o s t a n r e m o t o s q u e n o se c o m p r e n d e c ó m o l a p o e s í a lírica
tentes. P e r o ni A l e m á n ni T e r p a n d r o q u e floreció algún tiempo h a b í a a l c a n z a d o y a la g r a n v a r i e d a d que se e n c u e n t r a en sus o b r a s .
a n t e s q u e a q u é l , fueron los p r i m e r o s en d e s p e r t a r tal g u s t o en E s i n d u d a b l e que v i v i ó en el r e i n a d o de A r d i s , a u n q u e no es es-
los E s p a r t a n o s , p u e s t o que este ú l t i m o , encontró y a m u y des- t a u n a r a z ó n p a r a c o l o c a r l e en los c o m i e n z o s del referido r e i n a d o ,
a r r o l l a d a l a afición en E s p a r t a á este a r t e , d o n d e s e g ú n u n o de sino q u e , por el c o n t r a r i o , es lo m á s verosímil que su i n f a n c i a
s u s v e r s o s q u e h a l l e g a d o h a s t a n o s o t r o s , «florecían e n la espacio- coincidiera c o n los últimos a ñ o s de este m o n a r c a (año 4 de la 37. a
sa p l a z a , la l a n z a del j o v e n g u e r r e r o , la M u s a m e l o d i o s a y la jus- O l i m p i a d a , 629 a. C h r . 2 ) . A l e m á n h a b l a en u n o de s u s c a n t o s del
ticia». músico P o l i m n e s t o q u e c o m p u s o un p o e m a en honor de T a l e t a s J);
de lo c u a l se infiere q u e floreció h a c i a la 42. a O l i m p i a d a (612 a. Chr.)
Según una tradición muy conocida y bastante acreditada, era
opinión, por o t r a p a r t e , c o n f i r m a d a por los a n t i g u o s c r o n ó g r a f o s 4 ).
Alemán l i d i o d e origen y n a c i d o en S a r d e s ; creció c o m o e s c l a v o
L a m e n c i ó n q u e h a c e de l a s islas P i t u s a s 5 ) . p r ó x i m a s á l a s B a -
en l a c a s a d e un e s p a r t a n o , l l a m a d o A g e s i l a o , y emancipado
l e a r e s , nos l l e v a de i g u a l suerte á la m e n c i o n a d a é p o c a , p u e s , se-
m á s t a r d e , o b t u v o e l d e r e c h o de c i u d a d a n í a a u n q u e no en toda
g ú n H e r ó d o t o ( 1 , 1 6 3 ) , los v i a j e s d e los F o c e n s e s ( d e s d e la 35. a
su e x t e n s i ó n s). U n ilustre p o e t a de l a é p o c a a l e j a n d r i n a , A l e j a n -
O l i m p i a d a en a d e l a n t e ) a b r i e r o n á los G r i e g o s l a s c o m a r c a s occi-
d r o el E t o l i o , d i c e de A l e m á n , ó m e j o r d i c h o , pone en sus l a b i o s
d e n t a l e s del M e d i t e r r á n e o q u e solo d e s d e e n t o n c e s f u e r o n o b j e t o
las siguientes palabras 3): «Oh S a r d e s , a n t i g u a m o r a d a de mis
d e v e r d a d e r o s c o n o c i m i e n t o s g e o g r á f i c o s en l u g a r de f a b u l o s a s
p a d r e s , si y o h u b i e r a sido e d u c a d o d e n t r o de t u s m u r o s , sería
l e y e n d a s c o m o h a s t a e n t o n c e s lo h a b í a n sido. A l e m á n , p u e s , en-
a h o r a un c e r n ó f o r o 4) ó un bailarín e u n u c o al servicio d é l a G r a n
contró la m ú s i c a p e r f e c c i o n a d a y a por T e r p a n d r o y por T a l e t a s
M a d r e , c u b i e r t o de oro y l l e v a n d o en l a s m a n o s el h e r m o s o t a m -
y v i v i ó en u n a é p o c a en q u e los E s p a r t a n o s , t e r m i n a d a s l a s g u e -
b u r i n o ; p e r o a h o r a m e l l a m o A l e m á n , p e r t e n e z c o á E s p a r t a , ciu-
r r a s de M e s e n i a , p o d í a n a b a n d o n a r s e á los p l a c e r e s de la v i d a ,
d a d r i c a e n s a g r a d o s trípodes y he a p r e n d i d o á conocer á l a s M u -

E n H e r a c l i d e s Pónticos citado por Ateneo 14, p. 632-633 se dice: 8ted¡p^av Se


^ ^ Aaxs6a'.[¿óviot y.o-jsr/.v, « f e f o m « - j ^ xa>. 1) Fragm. 11 de W e l c k e r , según l a interpretación de W e l c k e r . [Fragm. 25
V'/:"r; a ' J T 0 t ' syÉvovTO (isXñv HOIYITKI'. TfjpoOm Si y.cc\ v'ov m¡ apyxía;
{ ¿Sa- •de B e r g k , que aclara en otro. ]
«njuXcus, TO»Xujia0Eít TE sí; Ttxúzcc; slffi -/.cu áxp^cí?. O . Müller, Dor'ier, vol 2 2) [Véase sobre este particular H . Gelzer, das Zeitalter des Gyges, en el Rhetn.
P-3i3yss.] ' ' Museum, vol. 30, p. 255.] _A ,
1 ) F r a g m . 37 de Bergk. s) V é a s e C a p . X I I . [ E n el pasaje de P l u t a r c o , de Música c. 5, al cual debe-
2 ) Según Suidas era i ™ ME<7Ó« ; y Mesoa era una de las phylas de E s p a r t a mos esta noticia sobre la mención de Polimnesto por A l e m á n , quiso leer antes
?
casadas en las divisiones de la ciudad. N o obstante esta frase puede significar O. Müller ' A i x a i o í . V é a s e Dorier, vol. 2, p. 315.]
también que A l e m á n habitaba en Mesoa donde residía la familia de su amo y 4) [ E n la crónica de Eusebio se nombraba dos veces á A l e m á n , año 4 y 42 de
mas tarde patrono. '
la 30.a Olimpiada, y donde se dice, en Jerónimo: Alemán, ut quibusdam videtur,
%) [ E l epigrama se encuentra en la Anthol. Palat. 7 , 709.] .agnoscitur. Véase Susemihl en el Jahrb. für klass. Philologie, vol. 20, p. 658 y ss.
C y b e l e s ' 5 ? '' q' XípV0?6p0!' Portador del vaso sagrado, v.lpvo;, del culto de y E . R o h d e , Rhein. Museum, vol. 33, p. 200.]
5) Estéfano de B i z a n c i o , s. v. IlixuoOffoai. [ F r a g m . 147 de Bergk. ]
y en que todavía no c i f r a b a n su orgullo en distinguirse de l o s e s t a s partenias se hallaba sin duda el p a s a j e en que con homérica
demás griegos por la rudeza de sus costumbres. A l o m a n se con- sencillez e x c l a m a n las doncellas: «Oh, p a d r e Z e u s , que sea mi
sagró por completo al cultivo de su a r t e , y encontramos en él uno esposo» ')• N o se encuentra en los coros de A l e m á n , ó solo se h a l l a
de los primeros ejemplos de p o e t a s que con deliberado propósito muy raras v e c e s , el carácter que P í n d a r o dió siempre á los suyos:
se dedicaron á exornar sus o b r a s con n u e v a s y artísticas formas. E l el coro del primero, no era como el del segundo un simple órgano
poeta exclama en la oda que los antiguos reputaron como la pri- del p o e t a , ni las ideas y sentimientos que el coro expresaba eran
mera: « V e n , o h , M u s a , M u s a de la voz argentina, y c a n t a á las siempre los del poeta mismo ' ) , sino que en A l e m á n las doncellas
vírgenes un himno melodioso en un estilo nuevo ')»; y en otros hablan á menudo en nombre propio; m u c h a s partenias contenían
muchos pasajes, hace resaltar la originalidad y sencillez de s u s una especie de diálogo entre el poeta y el coro, del c u a l era aquél
formas poéticas. D e b e m o s representárnoslo siempre á la c a b e z a maestro y director, de suerte que y a se dirijen las doncellas al
de un cofo con el cual desea a g r a d a r : «Ven, oh, Musa C a l i o p e » — p o e t a , como en la que más arriba hemos c i t a d o , y a el poeta
e x c l a m a , — « h i j a de Z e u s , m o d u l a dulces versos, y da encanto al á las doncellas como en el siguiente hermoso fragmento en exáme-
himno y gracia al coro »)», y en otro l u g a r : «Que mi coro a g r a d e tros: «Mis pies no pueden y a sostenerme, oh j ó v e n e s , las de la v o z
a la morada de Z e u s y á t í , señor «)». A s í , muchos consideraron melodiosa y los sagrados cánticos; por qué no soy ¡ a h ! por qué
a A l e m á n como el verdadero inventor de la poesía c o r a l , si bien no soy un c e ñ i o s , cerúleo p á j a r o de p r i m a v e r a que impávido re-
otros atribuyen esta gloria á s u predecesor T e r p a n d r o ó á s u suce- v o l o t e a con los alciones, rompiendo las olas? 3 )».
sor Estesícoro. P r i n c i p a l m e n t e compuso para coros de doncellas,
P e r o es indudable que A l e m á n compuso y dirigió otros coros,
como lo demuestran los v a r i o s fragmentos suyos arriba citado^
puesto que las partenias solo constituyen una parte de sus obras
y el título de partenias que l l e v a una gran parte de sus composi-
poéticas, y á menudo se habla de sus himnos á los dioses, de sus
ciones. L a palabra partenias n o se empleó s i e m p r e , á decir ver-
p e a n e s , p r o s o d i a s 4 ) , himeneos y canciones amorosas. E s t o s poe-
d a d , en el mismo sentido, si bien su significación técnica es la de
m a s eran recitados ó representados por coros de m a n c e b o s ; ex-
himnos corales entonados por doncellas, y no cantos eróticos á
cepto los cantos amatorios que probablemente eran entonados por
ellas dirigidos. E l tono y el r i t m o de estos cantos, revisten por
uno solo, acompañándose de la cítara. L o s clepsiambos, poemas
el contrario, un carácter solemne y sublime, y muchos de ellos
que en parte eran cantados y recitados en p a r t e , y en c u y o
lo mismo de los de A l e m á n q u e de los de líricos posteriores es-
acompañamiento se e m p l e a b a un instrumento especial de igual
tan compuestos en estilo dórico. S u s asuntos eran m u y variados-
n o m b r e , figuraban también entre las obras de A l e m á n , que pa-
según Proclo «), celebraban á dioses y á hombres, y en una de
rece haberlos t o m a d o , como otras varias cosas, de Arquíloco = ).
E n A l e m á n , en efecto, se confunden las invenciones y el estilo
de A r q u í l o c o , de T e r p a n d r o , de T a l e t a s y de otros muchos líri-

J J J n 65 d S e m Í í . d e I fragm" 1 ' q u e toda* p r o b a b i l i d a d e s , con l i -


g e r a s a l t e r a c i o n e s , d e b í a e s t a r e s c r i t o y o r d e n a d o del s i g u i e n t e m o d o :
Mfi®' á y e , M ñ f f * X t y e í a , T . o r M Ú i - [ís).o ; , <) E s c o l i o s á l a O d i s e a d e H o m e r o , Z , 244. [ F r a g m . 29.]
veoxjtov ap-/e TOxpQévot; ieíSev. ») S o n e s c a s o s los p a s a j e s d e P i n d a r o e n q u e se h a c r e i d o v e r u n a d i s t i n c i ó n
e n t r e l a p e r s o n a del p o e t a y el c o r o , Piticas 5 , 63. ( 9 1 . ) 9 . 98- ( i 7 4 - ) Nemeas
E l p r i m e r v e r s o es l o g a é d i c o y el s e g u n d o y á m b i c o . [ B e r g k d i v i d e y e s c r i b e
este v e r s o , c o m o s i g u e : y 19. (29.) 7, 85. (125.), y u n a i n t e r p r e t a c i ó n e x a c t a los h a r e d u c i d o a l a regla
arriba indicada.
MWG' a y e , Mío v a Xiyeta itoXu[i|ieXlc
3) Fragm. 26.
alveáotSe UÍAO;
*) itpo-ióSia, h i m n o s c a n t a d o s d u r a n t e las p r o c e s i o n e s al s a n t u a r i o , a n t e s d e
VEO-/abv ap'/e - a p c É v o : ; aeíoev.]
2)
l o s sacrificios. [ V é a s e P r o c l o , Chrestomathia, p . 381 d e G a i s f o r d d o n d e i m p r o -
F r a g m . 45.
3) p i a m e n t e se e n c u e n t r a upo«<í>8iov.]
F r a g m . 86.
*) [ P - 385 d e G a i s f o r d . ] ») V é a s e p . 224 n o t a 4 y A r i s t o x e n o e n H e s i q u i o , s. v. *>.e4ífaji.poi. [ A t e n e o 14,
p. 636, e.]
eos e ó l i c o s , razón por la que sus producciones ofrecen una gran- c a n t a b a todo el ejército al son de la flauta con arreglo al n o m o
v a r i e d a d de m e t r o s , de d i a l e c t o s , y en g e n e r a l de tonos poéticos.. castóreo ( K « t 6 p « o 5 vii»«) y q u e , c o m o lo p r u e b a n los escasos ver-
A los m a j e s t u o s o s y solemnes e x á m e t r o s suceden l o s y a m b o s y sos que se n o s h a n c o n s e r v a d o ')> contenían sencillas pero enér-
los t r o q u e o s d e A r q u í l o c o , los v e r s o s jónicos y los creteos de T a - g i c a s arengas. L l a m á b a s e t a m b i é n á este metro m e s e m o , precisa-
letas y de O l i m p o y diversas clases de ritmos logaédicos. S u s es- m e n t e p o r q u e l a s e g u n d a guerra de M e s e n i a , h a b í a d a d o origen a
trofas están f o r m a d a s , y a por versos de v a r i a m e d i d a , y a por c a n t o s bélicos por e x t r e m o enérgicos y entusiastas.
repeticiones de los mismos v e r s o s , c o m o en l a oda y a c i t a d a que A l e m á n p a s a por ser el p o e t a que m á s felizmente logró domi-
c o m i e n z a con la i n v o c a c i ó n á C a l i o p e ' ) . L a unión de dos estro- nar las dificultades y a s p e r e z a s que ofrecía el rudo d i a l e c t o espar-
fas i g u a l e s con una tercera de d i v e r s a n a t u r a l e z a y que se l l a m a - tano, y que supo d a r cierta g r a c i a á m a t e r i a t a n rebelde á la poesía.
b a é p o d o , no se encuentra en A l e m á n , sino q u e , por el contra- E n c u é n t r a s e , en efecto, en sus c a n t o s , a d e m á s de las f o r m a s dóri-
rio, en sus obras se s u c e d í a n i n d e f i n i d a m e n t e estrofas-en el mis- c a s o r d i n a r i a s , m u c h o s giros e x c l u s i v a m e n t e e s p a r t a n o s s ) , aun-
rao m e t r o , c o m o en los líricos eólicos. N o o b s t a n t e , c o m p u s o a l - que n o todas las p a r t i c u l a r i d a d e s c a r a c t e r í s t i c a s d e este dialecto );
g u n a s o d a s f o r m a d a s por c a t o r c e estrofas, c a m b i a n d o el m e t r o de suerte que la l e n g u a de A l e m á n se a s e m e j a á los d e m á s dialec-
des Pués d e la sétima 2), c a m b i o que n a t u r a l m e n t e ori- tos poéticos de G r e c i a , en que no representa u n d i a l e c t o p o p u l a r
g i n a b a una alteración e n el p e n s a m i e n t o y en todo el tono del puro, sino que lo ennoblece y abrillanta m e z c l á n d o l o con el l e n g u a -
poema. je d e la e p o p e y a , que los G r i e g o s m i r a b a n c o m o m a d r e é institu-
triz de todos los géneros poéticos. P o r otra p a r t e , el c a r á c t e r pecu-
. Atribú y e s e i g u a l m e n t e á A l e m á n la i n v e n c i ó n del metro la-
liar de los d i a l e c t o s de l a L a c o n i a , no resalta con igual f u e r z a e n
c ó n i c o , especie de v e r s o a n a p é s t i c o e m p l e a d o en los cantos d e
t o d o s los p o e m a s de A l e m á n , sino que se encuentra m á s particu-
marcha ( l ^ p t « ) que e n t o n a b a el ejército e s p a r t a n o antes de
l a r m e n t e en ciertos f r a g m e n t o s 4 ) en que el p o e t a describe su régi-
c o m e n z a r el a t a q u e 3 ) ; podríase inferir de a q u í que A l e m á n , i m i -
m e n de v i d a , y en que h a b l a de sus m a n j a r e s f a v o r i t o s 5 ) . T a m b i é n
t a n d o a Torteo: c o m p u s o t a m b i é n cantos de g u e r r a , f o r m a d o s , n o
en éstos se h a l l a aquella m e z c l a de carácter eólico 6 ) , que a n t i g u o s
por e s t r o f a s , sino por l a repetición del m i s m o metro. E s t a hipóte-
g r a m á t i c o s a t r i b u y e n á A l e m á n y que se e x p l i c a por el h e c h o d e
sis sin e m b a r g o , tiene un f u n d a m e n t o p o c o sólido, d a d o que n o
que el P e l o p o n e s o debió el primer p e r f e c c i o n a m i e n t o de l a poesía
se h a c o n s e r v a d o resto a l g u n o de los cantos bélicos de A l e m á n
lírica al eolio T e r p a n d r o de L e s b o s . E n otros f r a g m e n t o s , el dia-
m n i n g u n a de l a s p o e s í a s que de él c o n o c e m o s , tiene ni remota
l e c t o se a c e r c a m á s al estilo épico y no contiene m á s que un l i g e r o
s e m e j a n z a con d i c h o s cantos. Cierto es que con f r e c u e n c i a e m p l e ó
el m e t r o anapéstico, p e r o n u n c a del m o d o que lo empleó T i r t e o *)
y si p r o b a b l e m e n t e en unión con otros ritmos. T i r t e o , el célebre
i ) [ F r a g m . 1 5 , 16 d e B e r g k . ] - .
e l e g i a c o , que floreció una g e n e r a c i ó n m á s t a r d e , f u é , p u e s , el úni- «) C o m o la <7 por 6 («ríttei por Qáttst [ F r a g m . 76] e t c . ) , l a t e r m i n a r o n f u e r -
co que s e distinguió en l a c o m p o s i c i ó n de estas e m b a t e r i l s , que te p s en |i¿xapc [ F r a g m . 13, i 4 l Hep^pc- [ F r a g m . 149. V é a s e A h r e n s , de d,alecto
dorica, p. 19 y L o b e c k , Prolegom. patholog., p. 282.]
3) P o r e j e m p l o , no se encuentran Mfiyá, Ti¡ióQsop, ffxxop (por a s x o ; ) etc.
' ) F r a g m . 45: *) F r a g m . 7 5 , 76 [véanse las notas al fragm. 74 d e B e r g k . ]
M f i a ' à'ys, Ka/.),tona, Gúya-Ep Ató;.
= ) ó Tiaasáyo; 'AV/.uáv. [ F r a g m . 33 verso 4.)
• ) E s p e c i a l m e n t e e n e i sonido ota por el O N S p r i m i t i v o , como en ? E ? o t * a
• x r s r » r s r - * » — [ v é a s e fragm. 84 aaX«wo|ié6o.«c, T4 i™zí9o,«.]. N o o b s t a n t e , a la forma
-) H e f e s t i o n , p. i 3 4 de Gaisford. Mo»<m debe sustituirse la d ó r i c a p u r a M ñ w . E n la tercera persona del plural,
3) E s c o l i o s métricos á la H é c u b a de E u r í p i d e s 59 A l e m á n empleaba p r o b a b l e m e n t e , como P i n d a r o , alvÉov« ( F r a g m . 66) o « 6 o -
[ F r a g m . 60]. en TpdkssS«, xtQaptsSev, ¡xásSo; es también eolico Las
formas dóricas p u r a s eran xt8apí68ev etc. [ T a m b i é n es digno de notarse el v o -
c a t i v o woavtacpt, fragm. 5 9- V é a s e H . S p i e s s , de Alcmanis poetae d,alecto, en los
el t e t r a o c t a , é l r P : a ^ ^ " * ^ ^ en Studiin zur griecliische uni lateinische Grammatik, de C u r t i u s , voi. 10, p. 329 » 392-1
tinte de d o H s m o ; lo c u a l se o b s e r v a m á s p a r t i c u l a r m e n t e en los que p u e d e h a b e r m o v i d o á mirar c o m o v o l u p t u o s a su p o e s í a eró-
p o e m a s c o m p u e s t o s en e x á m e t r o s , y en g e n e r a l , en todos aque- tica 4 ). E l s e n s u a l i s m o c o r r o m p i d o y r e f i n a d o no es p r o p i o de l a
llos en que l a p o e s í a tiene un c a r á c t e r s o l e m n e y m a j e s t u o s o ' ) . é p o c a en que v i v i ó el p o e t a ni está en a r m o n í a c o n e l c a r á c t e r de
A l e m á n es uno de los p o e t a s c u y a i m a g e n m á s h a b o r r a d o e l sus o b r a s ; y si en g e n e r a l la v i d a s e n s u a l p r e d o m i n a en sus pro-
t i e m p o ; y de él m e n o s q u e de otro a l g u n o , p o d e m o s e s p e r a r noti- d u c c i o n e s , v e r d a d es t a m b i é n q u e no e s c a s e a n en e l l a s r a s g o s y
c i a s e x a c t a s . C u a n t o s f r a g m e n t o s se h a n c o n s e r v a d o , n o b a s t a n á d e t a l l e s q u e r e v e l a n en su a u t o r i d e a s a c e r c a de u n a e x i s t e n c i a
j u s t i f i c a r l a a d m i r a c i ó n q u e los a n t i g u o s l e p r o f e s a r o n , lo c u a l es- espirituals). .
triba e v i d e n t e m e n t e en q u e d i c h o s f r a g m e n t o s son b r e v í s i m o s y Estesícoro, el s e g u n d o de los g r a n d e s p o e t a s c o r a l e s , tiene t a n
en que siempre h a n sido c i t a d o s por m o t i v o s fútiles y b a l a d í e s ») pocos p u n t o s de c o n t a c t o c o n A l e m á n , q u e no p u e d e conside-
ü n todos ellos se v i s l u m b r a u n a idea fiel de la n a t u r a l e z a , subli- rársele c o m o c o n t i n u a d o r de é s t e , en la o b r a del p e r f e c c i o n a m i e n -
m a d a por esa f u e r z a de expresión que s a b e d a r v i d a á los o b j e t o s t o de a q u e l g é n e r o p o é t i c o . F u e r z a e s , sin e m b a r g o , a d m i t i r , q u e
i n a n i m a d o s y que fué p a t r i m o n i o de l a a n t i g ü e d a d m á s r e m o t a : p a r t i e n d o del m i s m o p u n t o , siguió c o n p e r f e c t a i n d e p e n d e n c i a u n
c o m o c u a n d o el p o e t a l l a m a al rocío, H e r s e , h i j a de Z e u s y de s e n d e r o c o m p l e t a m e n t e diverso. A l g o posterior á A l e m á n , E s t e s í -
o e l e n e , del dios del cielo y de la diosa d e la l u n a 3 ). D i s t i n g ü e s e c o r o n a c i ó en la é p o c a en que T e r p a n d r o d a b a g r a n i m p u l s o al
A l e m á n t a m b i é n por el m o d o sencillo y a m e n o de c o n s i d e r a r la d e s e n v o l v i m i e n t o de la p o e s í a lírica ( a ñ o 4 de l a 33. a O l i m p i a d a ,
v i d a h u m a n a , u n i d o á un v i v o e n t u s i a s m o por l a b e l l e z a c o r p o r a l 643 a. C h r . y s e g ú n otros en la 37. a O l i m p i a d a , 632 a. C h r . ) . S e a
sin distinción de e d a d e s ni de s e x o s y m u y p a r t i c u l a r m e n t e por de ello lo q u e q u i e r a es lo cierto que v i v i ó m á s de o c h e n t a a ñ o s
la g r a c i a y g e n t i l e z a de l a s d o n c e l l a s , á l a s c u a l e s rinde el p o e t a ( h a s t a el año 1 d e l a 55. a O l i m p i a d a , 560 a. C h r . , y s e g ú n otros
s u s h o m e n a j e s . L a s e n c i l l e z con q u e , c o m o v e r d a d e r o e s p a r t a n o , h a s t a la 56. a , 556 a. C h r . ) y q u e fué c o n t e m p o r á n e o del t i r a n o de
ñ a m a b a de l a s relaciones entre a m b o s s e x o s , es la ú n i c a r a z ó n Agrigento, F a l a r i s , cuyos ambiciosos planes, según afirma Aris-
t ó t e l e s , reveló á s u s c o n c i u d a d a n o s en u n a ingeniosa f á b u l a 3).

S e g ú n la t r a d i c i ó n g e n e r a l m e n t e a d m i t i d a , nació E s t e s í c o r o e n
c o n L C ° 7 n ! n , e I h e r m 0 S ° f r a g m e n t 0 1 0 e n W e l c k e r , [ F r a g m . 6o de B e r g k ] q u e H i m e r a , c i u d a d de p o b l a c i ó n m i t a d j ó n i c a , m i t a d d ó r i c a , proce-
contiene una descripción del reposo nocturno. 4
d e n t e s , l a p r i m e r a de la colonia c a l c í d i c a de Z a n c l e y l a o t r a de
v e m - d n ? f Z " 1 3 . d e S C U b ¡ L e f ° ¿ n u n sepulcro egipcio por Mariette en 1855, h a
\ e m d o a acrecentar notablemente, cuando menos se pensaba los fragmentos S i r a c u s a ; y c o m o q u i e r a que el n a c i m i e n t o de E s t e s í c o r o fué m u y
p o c o posterior á l a f u n d a c i ó n de la c i u d a d , la f a m i l i a del p o e t a
eTcaPd°:ri t e S t e , P T ' C °nSta 61 m e n c i 0 n a d ° * S u m n °S no p o d í a h a l l a r s e e s t a b l e c i d a en ella sino d e s d e h a c í a m u y p o c o s
mente AJcman L T ^ 7 CUatl"° V e r S 0 S > cu>'° es indudable!
i ^ 63 PaSaJ6S ^ 6516 fragment0 ac u e r d a n con citas
p in llmen^M " e n C U e n t n m e n l0S g r a m á t Í C 0 S A é r e s e esto m u y
•) ¿xó).a<rrov, A r c h i t a s (ó áp(jiovt*6;) en Ateneo 13, p. 600-601.
5 ) Por ejemplo cuando A l e m á n llama á la memoria, p.vr,pi, el ojo del espíritu,
S S S f d de
Aristófanes Í Bizancio.
B t í - í >
Estos versos, mutilados °en gran parte
5 , 7 UStaCI°' 61 Ú k i m de l0S C u a l e s
han sirln dem
l0S t o m ó
e l espíritu que v e , ¡ppadSopxov. C o m o debería escribirse en laEtymologte Gudian.,
d T p r i m e r a publicación'por Egger- p. 395, 52 en vez de 9 a<ji Sópxov. «I'pacr! es por consiguiente la conocida forma
~ dórica por ?pscrí. [Fragm. 145 de Bergk. Como fundamento de la explicación
y de ; / T ' r S ' d ; 3 - 7 p r i n c i p a l m e n t e por B e r g k , lyy¡ci¡ p. 824
0)¿™|iev yap xr, Scavoía xa ápyaía que aparece en l a Etymologie; E m p e ñ o su-
ú m e l s 2Vv^2 a;
eDS' 27 7 B k s 6n d Rhcin- vo-
" ¿ ^ H e r m e S ' V ° L I 3 " P e r t e n e c e n indudablemente to- pone TOxXíSopxov, y H a r t u n g , por el contrario, roxXaióSopxov.]
aos a una sola y misma poesía, á un himno á los dioses v no son r n m „ u 3) V é a s e C a p . X I , p. 232 y ss. [ L a s relaciones que según las supuestas cartas
supuesto, extractos de varios himnos y partenias. E s T p a r t culkr i n t e í t de F a l a r i s , mediaban entre Estesícoro y este tirano, son pura invepción en lo
~ ¡ a C °r°,de doncellas - contenida en estos verso' y ei pan g r k o de que á las mencionadas circunstancias se refiere, si bien por lo que hace al fon-
c í Í c L f n S S a d ' ^ 8 7 2 ' -19' ^ .^graciadamente n o ' p u e ^ p í do de la cuestión descansan en una tradición antigua. N o p u e d e , sin embargo,
irse tan allá como lo h a hecho H o l m en su Geschichte Siciliens im Alterthume,
o f r ^ e n dantas d i f i ^ I t a d e s . 6 ] 1 1 " ' " ^ ^ é
v o l . x, p. 165, que de las cartas 78 y 79 infiere la existencia de una elegía de
3 ) Fragm. 48.

Estesícoro á la muerte de la siracusana Cleariste.]


años. L o s progenitores de E s t e s í c o r o , sin e m b a r g o , no eran ni Otro E s t e s í c o r o , poeta t a m b i é n , pasó de H i m e r a á G r e c i a , el
Z a n c l e o s ni S i r a c u s a n o s ; h a b i t a b a n en Matauro (ó Metauro) ciu- año 4 de la 73. a O l i m p i a d a (485 a. C h r . ) ')> Y u n t e r c e r Estesícoro
dad e n c l a v a d a en el Mediodía de Italia y fundada por los Locrios«). de H i m e r a también obtuvo el premio en A t e n a s (sin d u d a como
E s t e d a t o explica la tradición, en v e r d a d extraña pero que Aris- corodidáscalo) el año 3 de la 102. a O l i m p i a d a (370 a. C h r . ) 2 ). E l
tóteles j u z g ó digna de ser c o n s e r v a d a 2 ) , según la cual Estesícoro primero y el más célebre, Estesícoro T i s i a s , forma época en la his-
era hijo de Hesiodo y de C t i m e n e , doncella de E n e o n , en el país toria de la poesía c o r a l , pues él dió fiü al monótono alternar de
de los L o c r i o s Ozolienos. Prescindiendo de las expresiones em- la estrofa y la antiestrofa, colocando después de ellas el épodo
pleadas por la antigüedad que tendía siempre á representar l a s que obligó, por decirlo a s í , al coro á interrumpir sus movimientos
relaciones t o d a s de parentesco en las formas más s i m p l e s , los da- y á permanecer algunos instantes en r e p o s o 3 ) . D u r a n t e la estro-
tos trascritos nos conducen como por la mano á las conclusiones f a , el coro m o v í a s e en determinada dirección, movimiento que
siguientes: e x i s t í a , como y a antes hemos tenido ocasión de ver 3 ), repetía, en sentido contrario, durante la antiestrofa, para volver
una familia de p o e t a s épicos del género y estilo de H e s i o d o , que' á su puesto primitivo donde permanecía inmóvil mientras se can-
h a b i t a b a en el país de los L o c r i o s de E n e o n y en la vecina N a u - t a b a el épodo. E l coro de Estesícoro parece haber consistido e n
p a c t o s ; una r a m a de esta familia, en la cual se trasmitía por he- una combinación de v a r i a s filas de ocho coristas c a d a u n a , nú-
rencia la profesión de p o e t a , pasó á I t a l i a , gracias á la colonia mero que según diversas tradiciones, casi reputó el poeta como
de L o c r i o s , de la cual constituían la m a y o r parte los L o c r i o s sagrado 4 ). E l acompañamiento musical era el de la cítara. L a s
Ozolienos, y se estableció en M a t a u r o ; y de esta familia descen- estrofas de Estesícoro eran bastante largas y estaban compuestas
día Estesícoro. de versos diferentes como las de P í n d a r o , pero más sencillos; en
V ivió Estesícoro en una época en que predominando en el pue- m u c h o s p o e m a s estaban formadas por versos dactilicos, y a á me-
blo griego el gusto por la poesía lírica, no b a s t a b a á satisfacerle nudo interrumpidos, y a prolongados, como si fueran variacio-
el tranquilo y plácido tono de la e p o p e y a , ni la simple reproduc- nes del exámetro. C o n éstos combinaba á v e c e s Estesícoro las di-
ción de a s u n t o s mitológicos y legendarios. E l mismo Estesícoro podias trocáicas 3) las cuales en cierto modo atenuaban la grave-
se sintió de tal m o d o arrastrado por esta corriente é influido de dad de los dáctilos, dando á la v e z origen á los metros empleados
tal suerte por la afición p r e d o m i n a n t e , que se consagró por ente- por P í n d a r o y en general en todos los cantos compuestos en esti-
ro a trasportar á la poesía coral la variedad de asuntos y las gran- lo dórico. A u n q u e Estesícoro se sirvió de esta g r a v e y solem-
diosas e imponentes formas que hasta entonces había monopoli- ne a r m o n í a , menciona también el uso de la armonía f r i g i a , que
zado la epopeya. S u misión principal fué la de dirigir y amaestrar tenía un carácter más profundamente patético y una expresión
a ios coros, por cuyo motivo trocó su primitivo nombre de T i s i a s más a p a s i o n a d a •). A j u z g a r por este mismo f r a g m e n t o , puede
por el de E s t e s í c o r o , organizador de coros. Según parece sus des-
cendientes conservaron en H i m e r a , como hereditario, este cargo *).
sea, p. 1397, 38. S u i d a s , por el c o n t r a r i o , en z á v - a o-ztió y en I r ^ a r / o p o ; , l a
c o l o c a en C a t a n a . D e su forma se deriva el a d a g i o Tiáv-r' ov.tú.1
<) M a r m o r P a r i u m , e p . 50. [ S u i d a s h a b l a d e d o s h e r m a n o s de E s t e s í c o r o , de
uno de los cuales dice P r o c l o en sus Comentarios á E u c l i d e s , p. 65 de l a edición-
de Friedlein , que le enseñó la G e o m e t r í a H i p i a s de E l e a . )
V é i f e t f " d e ~ B T C Í ° ' S" V " 2 t n « % o p o í • • Maraupivoí v i v o , ,
v e a n s e los pequeños fragmentos de E s t e s í c o r o , p g 2) Ibid., ep. 73. . ' ,
3) D e esto hablan m u c h o s gramáticos y compiladores, á propósito del Tp-.a
antlnnlr? 0 i T z ! f
t e s ; Py0legg- a d Hesi0d0- [ S o b r e esta l e y e n d a , c u y o m á s
a S s c h e n11?^; i " " ' PareC6Ser C °ntemP°ráne° d e T u c í d i d e s , véase Stí¡ff'.-/ópo-j ó d e O-JOE Tpía Sv/]<7i-/ópov yiyvtÓGXV.i.
a -Nietzsche en el Rhetn. Museum, vol. 28, p. 223 y s s . ] <) V a r i o s g r a m á t i c o s en l a explicación del rcávxa oxwó. [ V é a s e la nota 4 d e
3) Cap. V I H ,
p . I 5 5 . [ B e r n h a r d y , gr. Litteratur, vol. 2, 1 , p 6=¡o considera
l a p. 314.]
m e x a c t a esta e x p l i c a c i ó n de la d e r i v a c i ó n del género lírico d / é p i c o ] a) _¿ _ _ •=:. V a r i o s versos m á s ó menos largos formados por tales dipo-
d i a s , son denominados por los g r a m á t i c o s , versos de Estesícoro.
0DÍ i r l 9 , 1 0 0 S G e n C ° n t r Ó ' a t U m b a d e l P ° e t a e n « ¡ m e r a , con c u y a
opinión c o n v i e n e E u s t a c . o en sus escolios á la U í a d a , p. I 2 8 9 , 59 7 á la Odi- «) F r a g m . 34:
asegurarse que la forma m é t r i e a escogida por el p o e t a , fué la
mios que A c a s t o , rey de I o l c o , distribuyó en los funerales de su
denominada de sistemas d a c t i l i c o s (esto e s , combinaciones de
padre P e l i a s (l«\ Ileto «6i.a); E r i f i l e , que indujo á su esposo A m -
senes uniformes, sin verso final distinto) á los cuales a g r e g a b a
fiarao á incorporarse á la expedición contra T e b a s ('Ept?ú).a) y los
algunos troqueos «). Estesícoro empleó igualmente los anapestos
cazadores del j a b a l í caledonio (£yo65)pat segúi^ la interpretación
y los coriambos cuyo carácter e s análogo al de los versos dactili-
más verosímil ' ) ; y finalmente, un p o e m a intitulado E u r o p e i a ,
cos de que acabamos de h a b l a r , y á v e c e s también el metro lo-
c u y o título llevaba también una e p o p e y a de E u m e l o , y el c u a l
gaedico más ligero y más a g r a d a b l e que majestuoso.
á j u z g a r por lo poco que de él c o n o c e m o s , debía tratar de los
Asi como los metros de E s t e s í c o r o se a c e r c a n , mucho más que
mitos^de C a d m o , con los cuales se h a l l a b a n relacionados los de
Jos de A l e m á n , á la e p o p e y a , y así como su dialecto descansa en
Europa a ).
j a l e C t ° e P 1 C 0 ' c u y ° carácter solo varió introduciendo en él los
A h o r a b i e n , se ocurrirá preguntar ¿cómo pudo tratarse estos
d o n s m o s más usados y más g e n e r a l m e n t e conocidos, así también
asuntos épicos, en forma lírica? E s evidente que no ofrecían ta-
los asuntos de sus poemas son p r e c i s a m e n t e , de todos los tratados
les poemas ni la p l a c i d e z , ni la c a l m a , ni la impersonalidad per-
por los líricos, los que menos difieren de los desarrollados por los
fecta que h a c e hablar á los mismos objetos, ni v i v a s y d i f u s a s
épicos. «Estesícoro», dice e l e g a n t e m e n t e Quintiliano »), «sostuvo
descripciones, ninguna en s u m a , de las cualidades característi-
con su lira el p e s o d e la poesía épica». Conocemos los asuntos épi-
cas de la e p o p e y a propiamente dicha. L a unión de tales cuali-
cos que el poeta de H i m e r a t r a t ó en esta f o r m a , los cuales se ase-
dades con el c a n t o de m u c h a s v o c e s , el acompañamiento de
mejan mucho á las epilias de la escuela de H e s i o d o , de que más
muchos instrumentos, una estructura métrica v a r i a d a y la d a n z a
arriba hemos hablado >). M u c h o s de ellos fueron tomados del gran
de los coros, habría parecido á los G r i e g o s , de gusto tan delica-
ciclo mitologico de H e r a c l e s , á q u i e n , como P i s a n d r o , representó
do en punto á a r m o n í a , una cosa v e r d a d e r a m e n t e monstruosa.
A s í p u e s , es indudable que una circunstancia ó acontecimiento
c T n del r e n t e C ° n V G l ^ l 6 Ó n ' ^ C k V a ^ d a r C 0 : -Pe*-
c on d e l h G e n o n , e l g i g a n t e de tres cuerpos que ha- determinados de la v i d a del poeta ó de sus c o n c i u d a d a n o s , es lo
botaba en Occidente ( r , ^ ) ; E s c i l a ( S W » « ) , á quien venció que despertaba el interés por estos héroes y por sus h a z a ñ a s ; en
H e r a c l e s en es a misma expedición; el c o m b a t e con Cieno (K*,v. 5 ) otros términos: la narración épica debía obedecer á ciertos moti-
hijo de A r e s y la muerte del C a n c e r b e r o Otros pertene v o s líricos; a s í , en P í n d a r o , toda narración mitológica obedece á
cían al ciclo mítico de T r o y a , c o m o la destrucción de Ilion - i " un pensamiento lírico, de suerte que un acontecimiento reciente
e regreso de los héroes ( N i « « ) , la historia de Orestes es lo que hace volver los ojos á aquellos tiempos antiguos. E s t e -
( 0 parre ta) ); y ademas otros a s u n t o s mitológicos, como los pre- sícoro, sin e m b a r g o , debió tratar el asunto mitológico con m á s
extensión y ocupar con su desarrollo casi todo el p o e m a , pues de
otra suerte no se hubiera dado á tales poemas los mismos títulos
TotáSs xpr, Xapírtov S a h a r a xaMuxíjittv
•J.UVSÍV $púyiov ¡J-ílo; L¡- 6 ü póv T O í äßpS, { F , P O ; LTOpX0|XIV0U que á las composiciones épicas. A l g u n o s de ellos eran tan ex-
tensos, que por e j e m p l o , la Orestiada se dividía en dos libros , y
contenía tal copia de acontecimientosjnitológicos que en la t a b l a
i l i a c a , antiguo bajo-relieve, la destrucción de Ilion estaba repre-
') zpoyjx'.ot ar,¡xxvzo!. sentada por multitud de extrañas escenas t o m a d a s del p o e m a
J) [Institut. Oratorum 10, i , 62 ]
de Estesícoro 3 ) . L a hipótesis más verosímil, es p u e s , la de q u e
3) C a p . V I I I , p. I59.
4) [ E s t e poema c o n s t a b a , por lo m e n o s d e dos lihro^ „ ™ t .
Anécdota de B e k k e r , vol. 2, p 78, 14 se d i c e v - ? Un gramatlC0 -
el testimonio de Ateneo 12 p t a n " -P<* 0 p , r a < a s - ' ) [ W e l c k e r , q u e en sus kl. Schriften, vol. 1 , p. 148 á 2 1 9 , h a b l a extensa-
de l a n h r . A 3' a slno u n a citación (mtmmiraiA mente d e E s t e s í c o r o , o p i n a de otro modo. ]
u° ^ nombrado Xan,ho' « s) [ V é a s e C a p . I X , p. 165.]
3) [ D i f í c i l de resolver e s la c u e s t i ó n de si, como h a supuesto T y c h s e n y c o n
318 HISTORIA DK LA LITERATURA GRIEGA

e s t o s c a n t o s estaban destinados á ser entonados en los sacrificios d u j o esta guerra ') y habiéndole p r i v a d o de la vista la heroína di-
y fiestas f l m e b s m e n u d o se c d e b r a b a n m
v i n i z a d a , para castigarle por tal u l t r a j e , el poeta compuso su fa-
mosa Palinodia tantas veces c i t a d a , donde dice que la H e l e n a
S o 6 0 , 0 S h é r 0 6 S " y P u m e n t e ¿ L t l
vista por los de T r o y a , y por la c u a l A q u e o s y T r o y a n o s tanto
habían c o m b a t i d o , no era más que un espectro (9^1«, efcwXov);
y que la v e r d a d e r a H e l e n a j a m á s se había e m b a r c a d o en l a s
costas de la G r e c i a . N o d e b e , sin e m b a r g o , ser considerado es-
te relato como pura i n v e n c i ó n , pues que circulaban en L a c o m a
l e y e n d a s populares según las c u a l e s , H e l e n a , mucho después de
morir apareció cual un f a n t a s m a 2 ) , como sus h e r m a n o s Castor
y P o l u x . E s pues m u y verosímil que una l e y e n d a popular aná-
loga á la que a c a b a m o s de trascribir, proporcionase á Estesí-
coro asunto y materiales para su p o e m a , si bien el poeta se con-
tentó con dejar en. G r e c i a á su h e r o i n a , sin dar en su obra c a b i d a
á l a s suposiciones de muchos otros que la hicieron sufrir en E g i p -
to una n u e v a metamorfosis 3 ). L a lengua de Estesícoro estaba en
perfecta armonía con su estilo poético; y Quintiliano y otros crí-
ticos antiguos afirman que respondía tan bien á la alteza y digni-
d a d de los personajes por él b o s q u e j a d o s , que si hubiera sido más
c o n c i s o , habría podido ser colocado al lado de H o m e r o , como su
m á s afortunado r i v a l 4 ) . P e r o quizá Q u i n t i l i a n o , al hablar así, no
pensó en las diferencias que separan al estilo épico del lírico.

E s t a s observaciones son aplicables á los poemas líricos de E s -


tesícoro más extensos y que más afinidad tienen con la e p o p e y a ,

en la a n t i g ü e d a d , s e g n n la
1) T a m b i é n en la mesa t r o y a n a M e n e l a o está á p u n t o de atravesar con su es-
p a d a á H e l e n a , que corre á refugiarse en el templo de A p h r o d i t e .
2) H e r ó d o t o 6 , 6 1 . . .
3) O t r o s h a c í a n aparecer en la fábula á P r o t e o , el demonio de la isla de
Paros tan h á b i l en el arte de las metamorfosis, formando u n a n u e v a H e l e n a
para entregarla á P a r i s ; hipótesis que los antiguos escoliastas confundieron con
«1 relato de Estesícoro. A h o r a b i e n , este Proteo q u e , los intérpretes ( s p ^ v E t ; )
" Ä i S i S d e 0 p. 95
egipcios colocaron entre los r e y e s d e E g i p t o , fué también el que rescato a H e -
ieciones del autor en H e T Z ^ T V ^ ? 0 «**»
1 1 d éPico-
^ s ob-
lena del poder de P a r i s p a r a devolverla á Menelao. D e este m o d o oyo referir
M i c h a e l i s , ibid., vol. i 4 , p J i T ' J ' ^ 5 / f ^ S Ì d ° c o n ^ s t a d a s por
H e r ó d o t o 2 . 112 esta t r a d i c i ó n , en E g i p t o . E u r í p i d e s hace u n a singular m e z c o -
Mos.} 4' P' 481 y SS" en eI articulo Stesichoros im epischen Ky-
l a n z a de todo esto en su H e l e n a : los dioses forman una falsa H e l e n a que P a r í s
lleva á T r o y a ; la v e r d a d e r a es c o n d u c i d a por H e r m e s al palacio del rey egipcio
Proteo P r o t e o aquí pierde toda la importancia que tiene e n el mito griego,
5) resultando las situaciones que E u r í p i d e s deseaba en armonía con las exigencias
F r a g m . 8.
d e su t r a g e d i a patética.
*) [ V é a s e la nota anterior. E n Longino, de sublimi 13, 3. dice Estesícoro o ^ p t -
-/.¡ÓTXTO: y lo mismo en D i o n i s i o , de campos, verb. 1 , 24.]
porque en ellos resalta m á s e l c a r á c t e r p e c u l i a r de su p o e s í a . E l n a que, según c r e e n c i a g e n e r a l , e r a el m i s m o D a f n i s . H i m e r a era,
v a t e de H i m e r a c o m p u s o t a m b i é n en f o r m a l í r i c a , c a n t o s en ho- de las a n t i g u a s c o l o n i a s g r i e g a s , la ú n i c a s i t u a d a en la c o s t a sep-
nor de los dioses, sobre t o d o p e a n e s é h i p o r q u e m a s , y o t r a s poe- t e n t r i o n a l de l a i s l a , en u n a c o m a r c a h a b i t a d a t o d a e l l a por los
sías eróticas, l a s c u a l e s , c o m o t o d a s sus d e m á s p r o d u c c i o n e s , se S í c u l o s i n d í g e n a s , á los c u a l e s p r o b a b l e m e n t e p e r t e n e c í a n el hé-
diferenciaban m u c h o de los p o e m a s líricos a m a t o r i o s de los L e s - roe D a f n i s y a q u e l l a poesía b u c ó l i c a en su p r i m i t i v a f o r m a ' ) .
bios y consistían en h i s t o r i a s a m o r o s a s , c o m o el p o e m a Cálice, Infiérese de c u a n t o l l e v a m o s d i c h o q u e E s t e s í c o r o no se ser-
que describía el a m o r p u r o p e r o d e s a f o r t u n a d o de u n a d o n c e l l a v í a de la poesía p a r a e x p r e s a r s u s propios s e n t i m i e n t o s ni p a r a
de este n o m b r e ; y otro p o e m a i n t i t u l a d o R a d i n a , en q u e descri- describir sus d u l c e s y c o n m o v e d o r a s e m o c i o n e s , sino que desde-
bía los tristes destinos de un h e r m a n o y de u n a h e r m a n a de S a - ñ a n d o el p r e s e n t e d a b a m a n i f i e s t a p r e f e r e n c i a al p a s a d o ; t e n d e n -
raos á quienes un tirano d e C o r i n t o , e n a m o r a d o de ella y c e l o s o c i a que se a d v i e r t e en todos sus p o e m a s . N i siquiera son de ac-
de é l , m a n d ó m a t a r ' ) . A q u í h a y q u e b u s c a r , en la l i t e r a t u r a t u a l i d a d los a s u n t o s de s u s e p i t a l a m i o s , c o m o lo son los de los
g r i e g a , los p r i m e r o s g é r m e n e s y los c o m i e n z o s de la p o e s í a n o v e - e p i t a l a m i o s de S a f o , sino que t a m b i é n los tomó de la m i t o l o g í a .
lesca ; pero estos m i s m o s g é r m e n e s tenían sus r a í c e s y s u s imper- E l h e r m o s o h i m e n e o q u e e n T e ó c r i t o ' ) , c a n t a n las d o n c e l l a s de
fectos m o d e l o s en los c u e n t o s y en l a s c a n c i o n e s de los g i n e c e o s L a c o n i a á la p u e r t a de la a l c o b a n u p c i a l de M e n e l a o y de H e l e -
griegos. T a l e s historias q u e m á s t a r d e fueron c o l e c c i o n a d a s por n a , es i m i t a d o en p a r t e de un p o e m a de E s t e s í c o r o .
P a r t e n i o y P l u t a r c o , tienen g e n e r a l m e n t e por t e a t r o , m á s q u e el
N a d a t e n e m o s q u e a ñ a d i r a c e r c a del c a r á c t e r e s p e c i a l que
período p u r a m e n t e m i t o l ó g i c o , l o s t i e m p o s h i s t ó r i c o s , ó m e j o r , l a
E s t e s í c o r o i m p r i m i ó á la poesía c o r a l ; c a r á c t e r t a n d i g n o de es-
é p o c a de transición e n t r e la e d a d fabulosa y l a h i s t ó r i c a . E s t o
t u d i o por sí m i s m o , c o m o por la c i r c u n s t a n c i a de ser p r e c u r s o r
p r e c i s a m e n t e p e r m i t í a al p o e t a i m a g i n a r , a j u s t á n d o s e á las cir-
de la f o r m a m á s p e r f e c t a de l a p o e s í a l í r i c a , q u e e n c o n t r a m o s en
c u n s t a n c i a s o r d i n a r i a s d e la v i d a , c o m p l i c a c i o n e s maravillosas
P í n d a r o . L a s n o t i c i a s que t e n e m o s de Arion son m u c h o m á s in-
en las c u a l e s la fidelidad y l a f u e r z a del a m o r p u e d e n manifes-
c o m p l e t a s y m e n o s s a t i s f a c t o r i a s ; pero estos p o c o s d a t o s b a s t a n
tarse con m a y o r brío. T i e n e c i e r t a afinidad c o n este género poé-
p a r a d e m o s t r a r el brío c o n q u e la poesía lírica se d e s a r r o l l ó en
t i c o , la poesía bucólica, c u y o s g é r m e n e s e n c o n t r ó E s t e s í c o r o en su
todos sentidos en la é p o c a de A l e m á n y de E s t e s í c o r o . A r i o n fué
p a t r i a y que el p o e t a s u p o e l e v a r á la d i g n i d a d y á la a l t e z a de
c o n t e m p o r á n e o de E s t e s í c o r o ; se d i c e de él q u e fué d i s c í p u l o de
la poesía clásica g r i e g a . D í c e s e que D i o m o s , p a s t o r de S i c i l i a ,
A l e m á n , y floreció, s e g ú n el t e s t i m o n i o de H e r ó d o t o 3 ) , r e i n a n d o
p a í s rico en r e b a ñ o s , fué q u i e n c a n t ó el p r i m e r p o e m a b u c ó l i c o
en C o r i n t o , P e r i a n d r o ; esto e s , e n t r e los años 1 de la 38. a (628
( l l a m a d o ¡SouxbWnó?) s ) . E l h é r o e de esta p o e s í a e r a D a f n i s , p a s -
a. C h r . ) y 4 de la 48. a O l i m p i a d a (585 a. C h r . ) y p r o b a b l e m e n t e
tor c e l e b r a d o por T e ó c r i t o , a m a d o por una n i n f a , p r i v a d o de l a
m á s bien h a c i a el p r i n c i p i o que h a c i a el fin de este p e r í o d o . E r a
v i s t a por l a m i s m a n i n f a en un a r r a n q u e de c e l o s y c u y a s q u e j a s
n a t u r a l de M e t i m n a , en L e s b o s , c o m a r c a d o n d e el c u l t o de B a c o ,
m o v í a n á c o m p a s i ó n á la N a t u r a l e z a t o d a , h a s t a el p u n t o de q u e
i m p o r t a d o por los B e o c i o s , h a b í a e c h a d o p r o f u n d a s raíces en los
l a s e n e m a s m i s m a s l a s r e p e t í a n . E r a p r e c i s a m e n t e esta l e y e n d a ,
ritos o r g i á s t i c o s y en l a s m e l o d í a s m u s i c a l e s ; y p a s a b a general-
originaria de l a p a t r i a de E s t e s í c o r o , en las m á r g e n e s del río H i -
m e n t e en G r e c i a por ser i n v e n t o r del d i t i r a m b o , que c o m o c a n t o
m e r a , donde Dafnis exhaló sus quejas, y cerca de Cefalodion,
donde se a l z a b a u n a p i e d r a de f o r m a m u y s e m e j a n t e á la h u m a -

' ) Según Eliano, Historias varias 10, 18, debe afirmarse que la l e y e n d a de D a f -
nis no aparece en Estesícoro en la f o r m a con que T e ó c r i t o la p r e s e n t a , Idilio 1,
sino en la que él indica 7 , 73. L a l e y e n d a pastoril del c a b r e r o C o m a t a s á quien
' ) V é a s e E s t r a b o n 8, p. 347, d , y P a u s a n i a s 7 , 5 , 6 . - L a principal fuente
el rey m a n d a encerrar en u n a c a j a , y á quien por orden de las M u s a s alimenta
d e estas amorosas historietas, es el e s t u d i o de Ateneo sobre los cantos popula-
un e n j a m b r e de a b e j a s , T e ó c r i t o 7 , 78 y ss., tiene igualmente el sello de u n a
res de los G r i e g o s , 14, p. 618 y ss. [ V é a s e fragm. 43 y 44 de B e r g k . ]
narración de Estesícoro. [ V é a s e W e l c k e r , kl. Schriften, vol. x, p. 189 á 202.]
2) E p i c a r m o en A t e n e o 14, p. 619, a. E l canto d e E r i f a n i s : Maxpa\ 5p-k-, ¿>
s) Idilio 18.
Msvá/.y.a [Ateneo 14, 619, c ] , p a r e c e i g u a l m e n t e de procedencia siciliana. 3) [ 1 . 23. 24.]

L I T . GR. — I. 21
de necesario empleo en las B a c a n a l e s , es de origen antiquísimo; mas '). N a d a más sabemos respecto de los ditirambos de A r i o n ,
su nombre, por otra p a r t e , es demasiado oscuro para formado en si no es que el poeta lesbiano introdujo en ellos el estilo trágico
los últimos tiempos de la lengua griega y probablemente se re- (Tpayoco,' rpÓTto;) ' ) ; esto p r u e b a , como demostraremos en el capí-
monta sin duda al primitivo culto de Dionysos ' ) ; y su carácter tulo siguiente 3 ) , que había una gran diferencia entre el canto co-
fué siempre apasionado y entusiasta como el culto á que pertene- ral de carácter triste y sombrío, en que se c a n t a b a n los peligros
c í a , expresándose en él sentimientos extremos: plácida alegría y y sufrimientos que Dionysos había e x p e r i m e n t a d o , y el ditirambo
furioso dolor. Ignoramos en absoluto la manera cómo se ejecuta- ordinario, alegre y sereno. P o r lo que h a c e á la ejecución m u s i c a l
ban tales poemas, pues acerca de esto solo conocemos el p a s a j e de los ditirambos de A r i o n , puede asegurarse que e r a la cítara y
en que Arquíloco dice: «cuando el espíritu está inflamado por el no la flauta, como en el cornos, el instrumento principalmente
v i n o , se siente c a p a z de entonar el ditirambo, hermoso canto de e m p l e a d o , pues el mismo Arion fué el primer citarista de su tiem-
Dionysos» 3 ) ; palabras de las cuales puede inferirse que en aquella p o y contribuyó muy especialmente á mantener la f a m a exclusi-
época el cornos (xS>¡j.o;) repetía el estribillo del ditirambo entonado v a de los músicos lesbios á contar desde T e r p a n d r o . A l son de la
por uno solo; pero no se encuentra aún en dicho período huellas cítara cantó A r i o n , según la conocida fábula 4 ) , el n o m o órtico
de alguna representación coral del ditirambo. L o s coros, por otra (que más arriba h e m o s citado al hablar de P o l i m n e s t o ) , c u a n d o
p a r t e , aunque y a conocidos en G r e c i a , solo se e m p l e a b a n en l a s obligado á precipitarse en las olas desde la borda del b u q u e , fué
Apolinarias, danzando al son de la cítara, (cpóptxcyS) instrumento milagrosamente s a l v a d o por un delfín 5 ). P o r ú l t i m o , atribuyese
propio de estas fiestas, mientras que en el culto de D i o n y s o s , también á A r i o n , c o m o á T e r p a n d r o , proemios, esto e s , himnos
desempeñaba el papel principal, la turba alegre y desordenada á los dioses para servir de introducción á sus fiestas a ).
de los comensales (xñp.oc) dirigida por un flautista 3 ). A r i o n , se-
gún unánime testimonio de los historiadores y g r a m á t i c o s anti-
' ) A s í , se a t r i b u y e á A r i o n u n p a d r e l l a m a d o Cicleo. [Según la opinión de
g u o s , fué el primero que enseñó un ditirambo á un c o r o , impri-
B ó c k h , s o b r e l a s i n s c r i p c i o n e s d e s c u b i e r t a s e n T e r a , p . 75 Y ss. [hi. Sdiviften,
miendo de esta suerte un carácter más digno y serio á un can- voi. 6 , ' p . 37 y s s . ) este n o m b r e m á s b i e n q u e ficticio e s u n n o m b r e s i m b ó l i c o ,
to q u e , antes de é l , contenía sin duda confusas manifestaciones , c o m o los que con frecuencia usaban las familias d e artistas. Sobre los X-JX^OG-.-

de exaltados sentimientos y gritos inarticulados (óXoXyy¡J.o?Í). TU- 6áaxa"'.ot v é a s e el e s c o l i a s t a d e l a s A v e s d e A r i s t ó f a n e s , v e r s o 1403.I

VO esto lugar en C o r i n t o , la ciudad rica, brillante y próspera de «-) S u i d a s e n "Apiow. P o r l o q u e h a c e á l o s s á t i r o s d e q u e s e d i c e se s i r v i ó

P e r i a n d r o : así Pindaro en su elogio de Corinto e x c l a m a : «¿De A r i o n e n e s t a o c a s i ó n , v é a s e el C a p . X X .


3) C a p . X X . E l m á s b e l l o e j e m p l o d e d i t i r a m b o d e l g é n e r o a l e g r e , e s el f r a g -
dónde, sino de Corinto, procede la alegre fiesta de Dionysos y el
m e n t o del d i t i r a m b o p i n d à r i c o q u e se e n c u e n t r a e n D i o n i s i o d e Halicarnaso,
ditirambo c u y a recompensa es un buey?» 4 ) . C a n t á b a s e el diti- de campos, verb. c . 22 [ f r a g m . 53 de Bergk]. Este ditirambo fué compuesto
rambo por coros circulares (xúx).ioi yo?0'-) así l l a m a d o s porque se p a r a las g r a n d e s D i o n i s i a c a s ( t a ¡xeyáXa ó r a ev a<rrei A i o v - j ^ a ) allí d e s c r i t a s
movían en torno del altar en que se celebraba el sacrificio ; así en como una gran fiesta p r i m a v e r a l «en c u y a é p o c a se a b r e l a c á m a r a nupcial

tiempos de Aristófanes, las expresiones «poeta ditiràmbico», y d e las H o r a s y l a s p l a n t a s n e c t a r i a n a s s i e n t e n a p r o x i m a r s e l a p e r f u m a d a p r i -


mavera». c A
«maestro de coros circulares (xux^ioStSáaxaXoi)» eran casi sinóni-
H e r ó d o t o x , 23. D e b e p r o b a b l e m e n t e s u o r i g e n e s t a f a b u l a a u n a o l r e n d a
d e l t e m p l o d e T e n a r o n q u e r e p r e s e n t a b a á Taras s e n t a d o e n u n d e l f í n , c o m o s e
v e e n l a s m o n e d a s d e T á r e n l o . ( ' D e d i s t i n t o m o d o o p i n a L e h r , Rhein. Mu-
seum für Philologie, 1847, H . 1 , über Wahrheit und Dichtung in der gnechschen Li-
1) tteraturgesch. [ V é a n s e t a m b i é n s u s a r t í c u l o s s o b r e l a A n t i g ü e d a d , p . 200 y s s . ] ) .
V é a s e s o b r e l a e t i m o l o g í a d e oiQúpa[/.fio; C a p . X I , p . 215.
— E n l u g a r del n o m o ó r t i c o m e n c i o n a P l u t a r c o , Conviv. sept. sap. 1 8 , el p i t i c o .
J) 'Q- AtLÚVÚFFOY SVSÍXTO; xa).ov l?áp$A'. [II).O?

o!oa StOúpai^ov oívt¡> o-jyxspa'JVO)8E\C cppsva; 5) E l nomo ó r t i c o s e c a n t a b a al s o n d e l a c í t a r a ( H e r ó d o t o 1 , 24. A r i s t ó f a -


n e s , Caballeros, v e r s o 1276. Ranas, v e r s o 1308 y los e s c o l i o s ) , p e r o t a m b i é n al
en A t e n e o 1 4 , p. 628, a [ F r a g m . 7 7 ] .
s o n d e l a flauta f r i g i a ( L u c i a n o , Dionysos c. 4).
3) V é a s e C a p . I I I .
*) S u i d a s e n este v o c a b l o . L a o d a á P o s e i d o n a t r i b u i d a á A r i o n p o r E l i a n o ,
•*) P í n d a r o , Olímpica 13, 18 ( 2 5 ) , d o n d e los n u e v o s e d i t o r e s d a n u n a e x p l i -
Noct. att. 1 2 ; 4 5 , a u n q u e tiene v e r d a d e r o l u j o d e p a l a b r a s es p o b r e e n i d e a s é
c a c i ó n c o m p l e t a del asunto.
E n t r e los p o e t a s c o r a l e s q u e v i v i e r o n h a c i a la é p o c a de la S o l o el hecho de que los antiguos eruditos v a c i l a r o n á m e n u d o
g u e r r a con los P e r s a s , s o b r e s a l e n por su c a r á c t e r o r i g i n a l el ve- e n atribuir á E s t e s í c o r o ó á I b i c o ciertas i d e a s y c i e r t a s e x p r e s i o -
h e m e n t e Ibico y el tierno y d e l i c a d o Simónides. nes es u n a p r u e b a de que este último siguió l a s h u e l l a s de su

E x i s t e n g r a n d e s c o n e x i o n e s entre Ibico y E s t e s í c o r o , c o m e n - p r e d e c e s o r de H i m e r a , y de la g r a n s e m e j a n z a q u e e x i s t e entre

z a n d o por l a s y a e s t r e c h a s q u e m e d i a b a n entre R e g i u m , c i u d a d e l estilo- de a m b o s p o e t a s ' ) ; pues a u n q u e p o d r í a argüirse q u e

e n c l a v a d a en el e x t r e m o m e r i d i o n a l de I t a l i a , p a t r i a del p r i m e r o , e s t a p e r p l e j i d a d n a c í a de que las o b r a s de a m b o s p o e t a s solían

y la S i c i l i a de d o n d e e r a o r i g i n a r i o el s e g u n d o . C o m p o n í a n la po- h a l l a r s e r e u n i d a s , c o m o l a s de H i p o n a x y l a s de A n a m o , l a s de

b l a c i ó n de R e g i u m , p a r t e j o n i o s d e C a l c i s , y p a r t e d o r i o s del S i m ó n i d e s y las de B a c h í l i d e s , en u n a m i s m a c o l e c c i o n , es indu-

P e l o p o n e s o , los c u a l e s f o r m a b a n , por decirlo a s í , la a r i s t o c r a c i a . d a b l e q u e los editores a n t i g u o s no l a s h a b r í a n r e u n i d o si no hu-

E l d i a l e c t o e s p e c i a l f o r m a d o en R e g i u m , e j e r c i ó t a m b i é n cierta b i e r a e x i s t i d o entre a m b a s u n a e s t r e c h a afinidad. L o s metros

i n f l u e n c i a en los p o e m a s de I b i c o , a u n q u e g e n e r a l m e n t e e s t a b a n d e I b i c o son t a m b i é n m u y s e m e j a n t e s á los e m p l e a d o s por E s t e -

éstos e s c r i t o s en el m i s m o d i a l e c t o épico c o n c i e r t o tinte dórico s í c o r o y están g e n e r a l m e n t e c o m p u e s t o s de s e n e s d a c t i l i c a s , e n

en q u e escribió los s u y o s E s t e s í c o r o ' ) . I b i c o e r a un p o e t a erran- v e r s o s m á s ó m e n o s l a r g o s , y á v e c e s de tal e x t e n s i ó n , q u e m a s

t e — a s í lo d e m u e s t r a l a l e y e n d a tan c o n o c i d a de l a s g r u l l a s , tes- b i e n q u e el n o m b r e de v e r s o s m e r e c e n el de s i s t e m a s . I b i c o em-

tigos y v e n g a d o r a s de su a s e s i n a t o * ) — y s u s v i a j e s no se l i m i t a r o n pleó t a m b i é n c o n f r e c u e n c i a , los v e r s o s l o g a é d i c o s d e c a r a c t e r

c o m o los de E s t e s í c o r o á l a S i c i l i a ; p a s ó u n a p a r t e de su v i d a en m á s d u l c e y l á n g u i d o , y sus r i t m o s son o r d i n a r i a m e n t e menos

S a n i o s , al l a d o de P o l í c r a t e s , d a t o que o b l i g a á c o l o c a r la é p o c a m a j e s t u o s o s , m e n o s solemnes pero m á s propios p a r a e x p r e s a r

de su florecimiento e n la 63. a O l i m p i a d a (528 a. C h r . ) 3 ) . Y a m á s s e n t i m i e n t o s a p a s i o n a d o s , que los de E s t e s í c o r o . A s í el a f e m i n a -

a r r i b a h e m o s h a b l a d o del g u s t o p o é t i c o á la s a z ó n p r e d o m i n a n t e d o p o e t a A g a t o n , en A r i s t ó f a n e s ' ) , d i c e no sin r a z ó n , de I b i c o

en la é p o c a de P o l í c r a t e s . I b i c o , no m á s a f o r t u n a d o q u e sus ri- A n a c r e o n t e y A l c e o , q u e hicieron la m ú s i c a m á s a r m o n i o s a , q u e

v a l e s , no p u d o t a m p o c o c o n s a g r a r allí su m u s a á c a n t a r á los llevaban, según la m o d a o r i e n t a l , la frente c e ñ i d a c o n c i n t a s

dioses y t u v o q u e a d a p t a r c o m o m e j o r p u d o su c í t a r a d ó r i c a , á de colores y q u e h a b í a n introducido l a s v o l u p t u o s a s d a n z a s jo-

l a s n o t a s de A n a c r e o n t e ; de suerte que h a y que a d m i t i r que la


nicas. .
t e n d e n c i a e r ó t i c a de Ibico, l a a d q u i r i ó el p o e t a d u r a n t e su estan-
L o s a s u n t o s de l a s p o e s í a s de I b i c o se a s e m e j a n t a m b i é n mu-
c i a en la c o r t e de P o l í c r a t e s , d o n d e sin d u d a n a c i e r o n los a p a -
c h o á los de los c a n t o s de E s t e s í c o r o ; p u e s si b i e n no se l e atri-
s i o n a d o s c a n t o s dirigidos á h e r m o s o s a d o l e s c e n t e s q u e conquis-
b u y e n p o e m a s q u e l l e v a s e n por título C i e n o ú O r e s t i a d a , se c i t a n
t a r o n al v a t e de R e g i u m la f a m a de q u e g o z ó en l a a n t i g ü e d a d ' ) .
sin e m b a r g o de sus o b r a s t a n t a s alusiones á h i s t o r i a s m i t o l ó g i c a s
y sobre t o d o al m u n d o h e r o i c o , que casi h a y que c o n v e n i r en q u e
t a m b i é n escribió p o e m a s e x t e n s o s sobre la g u e r r a de T r o y a , l a
i n d i g n a d e un poeta como Arion. P o r otra parte presupone también la v e r a c i d a d
d e la f á b u l a según la c u a l Arion fué salvado por un delfín. [ E l fundamento de
e x p e d i c i ó n d e l o s A r g o n a u t a s y sobre otros a s u n t o s de analoga
esta poesía es en r e a l i d a d u n a ficción, c o m o aquella de C a l i m a c o , f r a g m . 71, naturaleza 3 ). I b i c o , c o m o E s t e s í c o r o , p a r e c e c o m o que p r e f e r í a
en que el mismo S i m ó n i d e s dice que fué salvado por los Dioscuros. ]
' ) U n a p a r t i c u l a r i d a d del dialecto regiáno era en I b i c o principalmente la
formación d e la tercera persona d e los verbos barítonos en r,m, <?épr,oi, líyr^i . ) E n c u é n t r a s e c i t a s de Estesícoro ó I b i c o , ó también (usando la m i s m a
etc. [ S e g ú n H e r o d i a n TOp\ <r/r,|xáTwv 60, 24 e r a esta la l l a m a d a <r-/r,¡Aa 'Iß-ixetov.
expresión) E s t e s í c o r o ¿ Ibico, en A t e n e o 4, P- 192. * Schol. Venet a la I l i a d a
V é a s e G . C u r t i u s , Sprachvergleich. Beiträge, vol. 1 , p. 24.]
24, 259; 3 . 114; H e s i q u i o en f J p v x W , vol. 1 . p. 774 A l b . ; escolios a las A v e s
5) [ L a l e y e n d a de las g r u l l a s es puramente etimológica. V é a s e sobre este
de A r i s t ó f a n e s , verso 1302, Schol. Vratisl. ad Pind. Olimp. 9 . 128 (oí « f » ip^xov
p a r t i c u l a r á L o b e c k , Elem. pathologiae, vol. 1 , p. 72 y G . C u r t i u s , Etymologie,
xct\ Sf/i<r¡xopov); Etymologie Gudianum en arepmoz, p. 89, 31.
P- 534-1 !) Thesmophorianta, verso 161.
3) Véase Cap. XIII. 3) [ E s t a opinión que S c h n e i d e w i n en su edición d e los fragmentos de I b i c o ,
l)[ V é a s e C i c e r ó n , Tuscul. 4 , 33: «máxime omnium flagrasse amore Ibycum Rhe- p 34 y ss., tiene por verosímil, h a sido c o m b a t i d a por W e l c k e r en el Rhein.
ginum apparet ex scriptis» y S u i d a s en "Ißuxo;.] Museum, vol. 2, p. 211 (kl. Schriften, vol. 1 , p. 228 y ss.). C o n este ultimo esta
/

lo m a r a v i l l o s o de la mitología h e r o i c a , c o m o lo d e m u e s t r a el ror a t o r m e n t a mi y a l a s t i m a d o corazon»»). Y e n otros v e r s o s q u e


f r a g m e n t o en q u e pone en b o c a de H e r a c l e s l a s s i g u i e n t e s p a l a - se h a n c o n s e r v a d o s) d i c e : «De n u e v o E r o s m e m i r a c o n sus pe-
b r a s ' ) : « T a m b i é n di muerte á los m a n c e b o s de los c a b a l l o s blan- " n e t r a n t e s o j o s s o m b r e a d o s por n e g r a s p e s t a ñ a s , y c o n l a s m a s se-
e o s , los h i j o s de M o l i o n e , los g e m e l o s de c a b e z a s i g u a l e s y de d u c t o r a s c a r i c i a s m e quiere e n v o l v e r en l a s redes de C y p r i s . Y o
m i e m b r o s u n i d o s , n a c i d o s a m b o s en h u e v o de plata». t i e m b l o a n t e sus a t a q u e s c o m o un c a b a l l o a c o s t u m b r a d o a l l e v a r
el yucro y á d i s p u t a r el p r e m i o en los j u e g o s s a g r a d o s , c u a n d o y a
M u c h o m á s c o n o c i d a nos es la p o e s í a e r ó t i c a de I b i c o , f o r m a -
p r ó x i m o á l a v e j e z , solo á la f u e r z a e m p r e n d e la c a r r e r a c o n el
d a p r i n c i p a l m e n t e de cantos d i r i g i d o s á a d o l e s c e n t e s , en los cua-
r á p i d o carro». P e r o los c a n t o s a m o r o s o s de I b i c o no se l i m i t a b a n
les latía t a n t a p a s i ó n , t a n t a v e h e m e n c i a y t a n t o e n t u s i a s m o , q u e
á describir la p r o p i a p a s i ó n que no podía p r o p o r c i o n a r m a t e r i a
d e j a b a n en este p u n t o m u y a t r á s á c u a n t a s e x p a n s i o n e s del m i s m o
b a s t a n t e p a r a el c a n t o de t o d o un c o r o , sino q u e t a m b i é n en ellos
g é n e r o p o d í a n encontrarse e n l a s d e m á s p r o d u c c i o n e s de la litera-
el p o e t a h a b í a recurrido á la mitología p a r a d a r m a y o r r e a l c e y a
t u r a g r i e g a . L o s f r a g m e n t o s q u e h a s t a nosotros h a n l l e g a d o de-
á la h e r m o s u r a del m a n c e b o e l o g i a d o , y a á s u s propios afectos,
m u e s t r a n que s u s p o e m a s e r a n e v i d e n t e m e n t e e x p r e s i ó n de s u s
c o n figuras a n á l o g a s de los t i e m p o s heroicos. E n un c a n t o de este
s e n t i m i e n t o s y que al c a n t a r se i n s p i r a b a en su propia v e h e m e n c i a
g é n e r o , I b i c o c o n t a b a á G o r g i a s el m i t o de G a n i m e d e s y de T i -
a m o r o s a ; así c o m o la e x t e n s i ó n de l a s e s t r o f a s y la c o n s t r u c c i ó n
t o n o , a m b o s t r o y a n o s y f a v o r i t o s de los d i o s e s , y á q u i e n e s se re-
artística y r e g u l a r de sus v e r s o s , i n d u c e n á c r e e r q u e s u s o b r a s
presentaba como contemporáneos y a m i g o s 3 ) . Zeustrasformado
e r a n r e p r e s e n t a d a s por coros. L o s d í a s de n a t a l i c i o , ú o t r a s fies-
en á g u i l a , r o b a á G a n i m e d e s p a r a h a c e r l o su f a v o r i t o y c o p e r o
t a s p u r a m e n t e f a m i l i a r e s , y á v e c e s t a m b i é n p r e m i o s y distincio-
en el O l i m p o ; al m i s m o t i e m p o , E r o s i n d u c e á la n a c i e n t e A u r o -
nes o b t e n i d a s en los G i m n a s i o s , p r o p o r c i o n a b a n al p o e t a o c a s i ó n
ra á a r r e b a t a r del m o n t e I d a á T i t o n o , p a s t o r t a m b i é n é h i j o de
p r o p i c i a p a r a p r e s e n t a r s e c o n un c o r o d e l a n t e de l a s c a s a s , con
r e y de T r o y a 4 ). L a e t e r n a j u v e n t u d de G a n i m e d e s , la j u v e n t u d
o b j e t o de ofrecer de un m o d o e s p l é n d i d o y d e c o r o s o , sus felicita-
e f í m e r a y la triste v e j e z de T i t o n o , dieron p r o b a b l e m e n t e al poe-
c i o n e s y h o m e n a j e s . E n t o n c e s e r a i n d u d a b l e m e n t e c u a n d o se ofre-
t a , m o t i v o p a r a c o m p a r a r l a s d i v e r s a s a f e c c i o n e s de q u e fueron
c í a c o m o p r e s e n t e s en la M a g n a G r e c i a , los v a s o s p i n t a d o s c o n la
o b j e t o , y p a r a p r e s e n t a r c o m o m á s noble la p a s i ó n de Z e u s , y la
inscripción «el niño es h e r m o s o » (xa/.oí ó Tra?;) y con d e s c r i p c i o n e s
de ejercicios g i m n á s t i c o s y de e s c e n a s de la v i d a social. P e r o c o m o
de A u r o r a c o m o m e n o s d i g n a .
y a a n t e s h e m o s o b s e r v a d o y c o m o los f r a g m e n t o s q u e h o y se con-
C o n m á s c l a r i d a d q u e el p o e t a de R e g i u m c u y o estilo y arte
s e r v a n lo d e m u e s t r a n c u m p l i d a m e n t e , el coro en Ibico, lo m i s m o
c o n s e r v a n a l g o de m i s t e r i o s o , de s o r p r e n d e n t e y de e x t r a o r d m a -
q u e en P í n d a r o , no era sino el ó r g a n o de e x p r e s i ó n de los senti-
m i e n t o s y de l a s i d e a s del p o e t a . E n u n o de estos f r a g m e n t o s , de
«) F r a g m 1 de Schneidewin. E l final del fragmento ofrece m u c h a s dificul-
e x t r a o r d i n a r i a b e l l e z a y c u y a v e r s i f i c a c i ó n e x p r e s a con e s p e c i a l
tades- t r a d u c i m o s de la siguiente forma del t e x t o : ¿ x í r f q a . xpawKñc raooOev
a r t e l a s e m o c i o n e s del a l m a , e x c l a m a I b i c o : « E n la p r i m a v e r a flo- aaXác-Kov ' H a s t i a ; ? p£va;. [ E l final de este fragmento c u y a conservación de-
r e c e n en el j a r d í n i n a c c e s i b l e á l a s v í r g e n e s , los m a n z a n o s cido- b e m o s á A t e n e o 1 3 , p. 601. b . h a sido objeto de las m á s diversas correcciones.
n i o s b a ñ a d o s por m a n s a s c o r r i e n t e s y l a s u v a s q u e c r e c e n b a j o el B e r g k escribe los últimos versos del siguiente m o d o :
s o m b r í o f o l l a j e de los p á m p a n o s ; p e r o á mí E r o s n o m e d a t r e g u a ásfftov uxpa KúitptSoí ¿SáXéai; [taytawiv lpep.vbí a f l a ^ í
ni d e s c a n s o en n i n g u n a e s t a c i ó n del a ñ o ; c o m o u n a t e m p e s t a d de ¿-¡•xpaTsw; itai8ó0ev cpOXaaaa
r¡usT£pa; <ppéva«. 1
T r a c i a p r e ñ a d a de r e l á m p a g o s , se a l e j a de C y p r i s y c i e g o de fu-
») E s c o l i o s á P l a t ó n , Parm., p. 137 . a. ( F r a g m . 2 de l a colección de Schnei-
dewin.) , _ .
3) Según la versión de la P e q u e ñ a I l í a d a , donde G a n i m e d e s , c o m o en otra
d e acuerdo B e r n h a r d y , gr. Litteratur, vol. 2, i , p. 680, fundándose en la razón parte T i t o n o , es hijo de L a o m e d o n t e . Schol. Vat. ad. Eurip. Troad, 821. [ V e a s e
por cierto no de m u c h o p e s o , d e q u e no h a llegado á nosotros título alguno de f r a g m . 30 de B e r g k . ] . „
tales p o e m a s , c o m o han sido supuestos por S c h n e i d e w i n y O. M ü l l e r . ] *) E s t a exposición del poema se encuentra en los escolios a Apolomo de R o -
' ) E n Ateneo 2, p. 57 y ss. [27 de B e r g k ] . das 3 , 158, c o m p a r a d o s con N o n n o , Dionysos 1 5 . 278 edic. de G r a f e .
r i o , se ofrece á n u e s t r a v i s t a Simónides en lo q u e p o d r í a m o s l l a m a r d a d . C í t a s e de él g r a n n ú m e r o de i n g e n i o s o s a p o t e g m a s y de sa-
el c l a r o - o s c u r o de l a lírica g r i e g a a n t e s de P í n d a r o . Y a le h e m o s bias s e n t e n c i a s de í n d o l e m u y a n á l o g a á las de los S i e t e S a b i o s ;
estudiado como poeta elegiaco y epigramático notable, pero este r a z ó n por la que se a t r i b u y e i n d i s t i n t a m e n t e á S i m ó n i d e s y á T a -
e s el l u g a r p r o p i o p a r a d e l i n e a r c o m p l e t a m e n t e su c a r á c t e r . Si- l e s , entre o t r a s , l a e v a s i v a r e s p u e s t a á la p r e g u n t a a c e r c a de la
m ó n i d e s , c o m o él m i s m o d i c e 1 ) , n a c i ó en Julis en la isla de C e o s , n a t u r a l e z a d i v i n a , q u e en el p r i m e r c a s o l a h a c í a H i e r o n y en el
h a b i t a d a á la s a z ó n p o r j o n i o s , h a c i a el a ñ o i de l a 56. a O l i m p i a - s e g u n d o C r e s o '). L a m o d e r a c i ó n de S i m ó n i d e s (r, £i|«úvi8ou *<.>?-
d a (566 a. C h r . ) , y v i v i ó , s e g ú n l a s m á s e x a c t a s n o t i c i a s , o c h e n t a pouúvr,) *) llegó á ser p r o v e r b i a l , y en t o d a s sus p o e s í a s se r e v e l a n
y n u e v e a ñ o s , h a s t a e l 1 d é l a 78. a O l i m p i a d a (468 a. Chr.). P e r t e - u n a noble m o d e s t i a , la c o n c i e n c i a de la debilidad h u m a n a y el
n e c í a á u n a f a m i l i a c o n s a g r a d a c o n c e l o al c u l t i v o de la p o e s í a r e c o n o c i m i e n t o de un p o d e r s u p r e m o . D í c e s e t a m b i é n que c u l t i v ó
y de l a m ú s i c a ; á m e n u d o , es c i t a d o c o m o filósofo y los s o f i s t a s y p e r f e c c i o n ó los artificios d e s t i n a d o s á a y u d a r l a m e m o r i a y q u e
le c o n s i d e r a r o n c o m o su p r e d e c e s o r en el arte á q u e se d e d i c a - e r a n c o n o c i d o s c o n el n o m b r e de arte m n e m ó n i c a .
b a n «); su a b u e l o p a t e r n o h a b í a sido p o e t a 3 ) ; el lírico B a c h í l i d e s
E s i n d u d a b l e q u e lo m i s m o en el v u e l o d e l a i n s p i r a c i ó n , q u e
e r a h i j o de su h e r m a n a y su h i j a e r a m a d r a de S i m ó n i d e s el j o v e n ,
en la p r o f u n d i d a d y e n la n o v e d a d de l a s i d e a s , S i m ó n i d e s es
l l a m a d o el g e n e a l o g i s t a p o r su obra sobre g e n e a l o g í a s (rape yevsa-
m u y inferior á su c o n t e m p o r á n e o P í n d a r o ; p e r o la t e n d e n c i a prác-
Xoyitov) <); él m i s m o e j e r c í a en la c i u d a d de C a r t e a , en C e o s , l a s
t i c a de su p o e s í a , el c o n o c i m i e n t o d e l a s c o s a s h u m a n a s u n i d o á
f u n c i o n e s de m a e s t r o de coros (-/opooi8á<xxa>.o;) y su m o r a d a h a b i t u a l
la e x p r e s i ó n de los m á s n o b l e s s e n t i m i e n t o s , la m a n e r a hábil y
era la c a s a del c o r o (xopriyeíov) p r ó x i m a al t e m p l o de A p o l o ü ). E s t e
d e l i c a d a c o n q u e t r a t a b a los a s u n t o s políticos y con q u e se con-
c a r g o l e p r o p o r c i o n ó , c o m o á E s t e s í c o r o , ocasión de p r o b a r s u s
d u c í a en s u s r e l a c i o n e s c o n los s o b e r a n o s , le valieron la a m i s t a d
t a l e n t o s poéticos. L a p e q u e ñ a isla de C e o s r e u n í a á la s a z ó n mu-
de los h o m b r e s m á s i l u s t r a d o s y m á s p o d e r o s o s de su é p o c a . N o
c h a s c o n d i c i o n e s q u e p o d í a n contribuir e f i c a z m e n t e á d a r u n a di-
h a y otro p o e t a de la a n t i g ü e d a d q u e h a y a g o z a d o de t a n t a a u t o -
rección d i g n a y e l e v a d a á la j u v e n t u d . L a v i v a c i d a d del p u e b l o
r i d a d en su t i e m p o ni que e j e r c i e r a t a n t a i n f l u e n c i a en los a c o n -
j ó n i c o e s t a b a en é s t a , c o m o en otras c o m a r c a s de G r e c i a , atem-
t e c i m i e n t o s políticos. E s t u v o en la corte del pisistrátida H i p a r c o , -
p e r a d a por r í g i d o s y s e v e r o s p r i n c i p i o s de m o d e r a c i ó n y de t e m -
( a ñ o 2 de la 63. a al 3 de la 66. a O l i m p i a d a , 527 á 5 1 4 a. C h r . ) de
p l a n z a (<7<o?po<T-jvr(); r e p u t á b a n s e e x c e l e n t e s l a s l e y e s de C e o s "); y
q u i e n fué t e n i d o en g r a n d e e s t i m a , y recibió g r a n d e s h o n o r e s d e
a u n q u e P r o d i c o de C e o s f u é u n o de los sofistas c o m b a t i d o s p o r
l a s f a m i l i a s de los A l e u a d e s y de los E s c ó p a d e s q u e á la s a z ó n
S ó c r a t e s , p a s a b a , sin e m b a r g o , por h o m b r e de alta m o r a l i d a d y
g o b e r n a b a n la T e s a l i a , y a i n d i r e c t a m e n t e p o r la a u t o r i d a d de que
a m a n t e de u n a g e n e r o s a filosofía. E l m i s m o S i m ó n i d e s se m o s t r ó
g o z a b a n en l a s c i u d a d e s de L a r i s a y de C r a n o n , y a en c a l i d a d
s i e m p r e e n t u s i a s t a de l a filosofía y su t a l e n t o p o é t i c o se distingue
de r e y e s del p a í s e n t e r o ; y los c u a l e s se e s f o r z a b a n , si no por sua-
m á s por l a v a r i e d a d y por la p u r e z a del g u s t o , que por su v i v a c i -
v i z a r y por e n n o b l e c e r , por lo m e n o s , por c u b r i r de un b a r n i z
de c i v i l i z a c i ó n la n a t u r a l e z a g r o s e r a é i n c u l t a de los T é s a l o s ,
m e r c e d á l a h o s p i t a l i d a d y á la l i b e r a l i d a d con q u e acogían, sobre
' ) E n el epigrama, e n P l a n u d e s , en W a l z , Rhetor. Graeci, vol 5 o
F r a g m . 147 de B e r g k . ^ todo á los p o e t a s y á los filósofos. D e c í a s e , sin e m b a r g o , que n o
*) [ P o r esta r a z ó n a p a r e c e también c o m o orador en el H i e r o n , mencionado s i e m p r e se m o s t r a r o n t a n g e n e r o s o s y l i b e r a l e s c o n el p o e t a ; y u n a
entre los escritos d e Jenofonte. ] *
a n é c d o t a m u y c o n o c i d a c u e n t a que E s c o p a s no quiso p a g a r á Si-
3) M a r m o r P a r i u m , ep. 49 según la interpretación de B ó c k h , Coró Inscr 2 m ó n i d e s m á s q u e l a m i t a d del s u e l d o con é l c o n v e n i d o , diciéndo-
P- 319- ' '
*) [ S e g ú n S u i d a s en S ^ a m ' S , * Keío«, es m u y dudoso su parentesco con el
poeta, p u e s solo d i c e que era su x a r á x . v a ; fluyarpeSoO«. Según el m i s m o S u i -
das llevo el apodo de M ^ x s p ^ c y escribió además de tres libros de genealo- ' ) [ C i c e r ó n , de natura deorum 1 , 22 n o m b r a á S i m ó n i d e s , mientras que
gías otros tres E í - p ^ a x « . V é a s e C . Müller, Fragm. historie, graee., vol. 2 , p 42 1
T e r t u l i a n o , Apol. c . 46 y adv. nat. 2 , 2 h a b l a de T a l e s . ]
5 ) C h a m e l e o n en A t e n e o 10, p. 456, c. f.]

s) Aeginetica del a u t o r , p. 132.


2) A r í s t i d e s TO-J wapa?9. 3 . P- 645. a. Cant., vol. 2, p. 510 de D i n d o r f .
S c h n e i d e w i n , Simonidis reliquiae, p. 33.
le que el resto fuese á cobrarlo á los Dioscuros á quienes también É l fué quizá el lírico más fecundo que tuvo G r e c i a , aunque el
elogiaba en su p o e m a ; por esto se afirma que los Dioscuros salva- número de sus producciones que h a p a s a d o á la posteridad es es-
ron al poeta cuando se derrumbó el palacio de los E s c ó p a d e s , ha- casísimo. E n los agones poéticos g a n ó , como lo demuestra una
llándose éstos sentados á la mesa '). E n los últimos años de su vi- inscripción v o t i v a hecha por él mismo 1 ) , cincuenta y seis toros
d a , encontramos á menudo á Simónides en S i c i l i a , sobre todo en y otros tantos trípodes, premios que solo podían obtenerse en
la corte de los tiranos de S i r a c u s a , donde g o z a b a de gran autori- las fiestas p ú b l i c a s , como por e j e m p l o , la de B a c o en A t e n a s ,
d a d , como lo prueba el siguiente hecho que conocemos por noti- donde Simónides, en la p r i m a v e r a del año 4 de la 75. a O l i m p i a d a
cias completamente auténticas: c u a n d o , muerto G e l o n , se decla- (476 a. C h r . ) , según él mismo asegura 5 ) , alcanzó el triunfo diri-
raron en abierta discordia Hieron de Siracusa y Z e n o n de A g r i - giendo un coro cíclico de cincuenta hombres. P e r o más á menudo
g e n t o , antes amigos y aliados, y cuando a m b o s tiranos a c a m p a - a ú n , la musa de Simónides se puso al servicio de los particula-
dos con sus respectivos ejércitos el uno enfrente del otro, áorillas res , pues como m u c h a s v e c e s se lo echaron en cara los antiguos,
del G e l a s , se preparaban á zanjar sus diferencias con las armas, fué la primera que vendió sus dones y se arrastró ante las rique-
S i m ó n i d e s , amigo de a m b o s , como P í n d a r o , logró que firmasen zas. S ó c r a t e s observa y a en Platón 3 ) , que Simónides se vió con
la p a z y reanudaran sus antiguas amistades (año i de la 76. a frecuencia obligado á ensalzar á los tiranos y á otros potentados,
O l i m p i a d a , 476 a. C h r . ) s ) . P e r o la autoridad y el prestigio de Si- sin que el corazon le dictase sus versos.
mónides se manifestó sobre todo en el curso de las guerras médi-
E n t r e los cantos compuestos por Simónides para las fiestas
c a s : m a n t u v o estrecha amistad con Temístocles y con el esparta-
públicas había himnos y plegarias (xa*suyas) á todas las divinida-
no P a u s a n i a s , fué solicitado por los Corintios para que diese fe
d e s , peanes en honor de A p o l o , hiporquemas, ditirambos y par-
de sus h a z a ñ a s en la guerra de la independencia, y se dedicó,
tenias. E n los h i p o r q u e m a s , parece haberse excedido á sí mismo:
más que ningún otro p o e t a , ya por acceder á los deseos de sus
tan á maravilla poseía el arte de describir con ritmos y p a l a b r a s
c o n c i u d a d a n o s , y a por propia v o l u n t a d , á celebrar las empresas
l a s acciones que quería representar; y hasta él se enorgullece de
de aquella c a m p a ñ a , no solo en e p i g r a m a s , sino también en poe-
saber combinar con la v o z las formas dibujadas por el pie en los
m a s líricos de cierta extensión; tales son, por e j e m p l o , el' elogio
movimientos de la danza *). L o s ditirambos no iban todos dirigi-
de los guerreros muertos en las T e r m o p i l a s , los poemas sobre las
dos á D i o n y s o s , como podría creerse atendiendo exclusivamente
batallas navales de Artemisium y de S a l a m i n a y algunas elegías
á su o r i g e n , sino que en ellos se trataban también asuntos de mi-
á guerreros muertos en el c a m p o de b a t a l l a , como la dirigida á
tología heroica como lo prueba un ditirambo de Simónides, inti-
los héroes de M a r a t ó n de que más arriba h e m o s hablado.
tulado M e m n o n 5 ). A l hablar de la t r a g e d i a , tendremos ocasión
A la versatilidad de ingenio y á los conocimientos tan gene- de estudiar con m á s detenimiento esta aplicación de los cantos
rales que cuanto dejamos apuntado induce á suponer en Simóni- báquicos á asuntos heroicos. L o s poemas de que y a hemos hecho
d e s , reunía el poeta una facilidad asombrosa p a r a la composición. mención y que c a n t a b a n la muerte de los defensores de las T e r -
mopilas y los c o m b a t e s n a v a l e s contra los P e r s a s , habían sido
compuestos, sin d u d a , para ser representados en las fiestas pú-
' ) E n Q u i n t i l i a n o , Institut, n , 2, n , se v e c u a n difícil fué y a la c r í t i c a de
blicas donde se celebraban las victorias obtenidas.
esta historia p a r a la antigüedad. C i e r t o e s , sin e m b a r g o , que la familia de los
E s c ó p a d e s , sufrió en aquella é p o c a una g r a n desgracia que Simónides cantó en
E n t r e los poemas que Simónides compuso para particulares,
un treno. F a v o r i n o en E s t o b e o , Florilegio 105, 62, y [105, 9 , fragm. 32 de B e r g k .
D e esta l e y e n d a h a b l a C . L e h r en su o b r a über Wahrheit und Dichtung in der
griechischen Litteraturgesch, p. 199-200.]
2)
') Anthol. Palat. 6 , 213. [ F r a g m . 145 de B e r g k . ]
(Según todas las probabilidades, el matrimonio entre H i e r o n y u n a herma-
2) [ F r a g m . 147 de B e r g k . ]
n a , según otros una sobrina, de T e r o n , fué aconsejado á éste por Simónides.
3) [Protágoras, p. 346, b . ]
Aristóteles, Retórica 2 , 1 6 , refiere u n a conversación entre el poeta y la espo-
•') P l u t a r c o , Sympos. 9 , 15, 2.
sa de H i e r o n . A la misma alude también P l a t ó n , República 6, p. 498 b . ]
5) E s t r a b o n 15, p . 728, b.
son los m á s i m p o r t a n t e s l a s e p i n i c i a s y los trenos. L a s e p i n i c i a s , c o m o el t r i u n f a d o r la o b t u v o , m i e n t r a s que P í n d a r o , p a s a n d o rá-
c a n t o s que se r e c i t a b a n en el festín en honor de los v e n c e d o r e s p i d a m e n t e por los p o r m e n o r e s del h e c h o , r e m o n t a el v u e l o á m á s
en los j u e g o s s a g r a d o s , y a en el m i s m o t e a t r o d e la l u c h a , y a al a l t a s esferas. E n un e p i n i c i o c o m p u e s t o por L e o f r o n , h i j o del ti-
r e g r e s o del t r i u n f a d o r á su p a t r i a , f u e r o n en e s t a é p o c a perfeccio- r a n o A n a x i l a o y g o b e r n a d o r de R e g i u m ' ) , p a r a c e l e b r a r el triun-
n a d a s por los p o e t a s c o r a l e s . L a s e p i n i c i a s de S i m ó n i d e s y de fo a l c a n z a d o por un tiro de m u í a s , el p o e t a s a l u d a en el
P í n d a r o , fueron c a s i c o e t á n e a s de l a e r e c c i ó n de e s t a t u a s en ho- e x o r d i o á los a n i m a l e s v e n c e d o r e s , c a l l a n d o h á b i l m e n t e su origen
nor de los v e n c e d o r e s , c o s t u m b r e q u e llegó á g e n e r a l i z a r s e h a c i a m e n o s n o b l e é insistiendo en el m á s d i g n o : « Y o os s a l u d o , oh
la 60. a O l i m p i a d a (540 a. C h r . ) , sobre t o d o en la é p o c a de l a s gue- n o b l e s h i j a s de c a b a l l o s de pies rápidos c o m o el rayo«. A m e n u d o
rras m é d i c a s en que los m á s e s c l a r e c i d o s m a e s t r o s de l a s e s c u e l a s t a m b i é n , S i m ó n i d e s e m p l e a b a en s u s c a n t o s un estilo casi b u r l ó n ,
de E g i n a y de S i c i o n e c o n t r i b u y e r o n á d e s a r r o l l a r l a ' ) . L a s epi- propio m á s bien de p o e m a s d e s t i n a d o s á ser c a n t a d o s en a l e g r e s
nicias de S i m ó n i d e s t e n í a n el m i s m o ó. c a s i el m i s m o c a r á c t e r que b a n q u e t e s , c o m o por e j e m p l o , en el epinicio en honor de un ate-
l a s de P í n d a r o q u e a n a l i z a r e m o s m á s a d e l a n t e . L o m i s m o en l a s niense q u e en O l i m p i a h a b í a v e n c i d o en la l u c h a á C r i o s de E g i -
del p r i m e r o q u e en l a s del s e g u n d o , se c e l e b r a b a á h é r o e s mitoló- n a ; el p o e t a j u e g a c o n el n o m b r e del v e n c i d o : « N o salió m a l tras-
g i c o s , c o m o por e j e m p l o los D i o s c u r o s en el epinicio de E s c o p a s 2 ); ' q u i l a d o el c a r n e r o , (ó Kpio;) al p e n e t r a r entre l a s s o b e r b i a s enci-
y lo m i s m o en u n a s q u e en o t r a s , se u n í a al elogio del v e n c e d o r n a s , s a n t u a r i o de Z e u s » ' ) . P e r o d o n d e sobre todo se d i s t i n g u i ó
s e n t e n c i a s y c o n s i d e r a c i o n e s g e n e r a l e s . A s í , en el m i s m o c a n t o de S i m ó n i d e s f u é , c o m o y a a n t e s h e m o s v i s t o al h a b l a r de la e l e g í a ,
E s c o p a s el p o e t a e s t a b l e c í a l a s m á x i m a s de que la bondad constan- en los c a n t o s de d u e l o (6pr,vot). S u t e n d e n c i a e r a , c o m o o b s e r v a
t e es solo p r o p i a de l o s d i o s e s ; q u e el h o m b r e no es ni absoluta- un crítico a n t i g u o , no llorar de u n a m a n e r a s u b l i m e c o m o P í n -
m e n t e b u e n o ni a b s o l u t a m e n t e m a l o ; que solo en un caso dado p u e d e d a r o , sino p a t é t i c a y c o n m o v e d o r a 3). M i e n t r a s que P í n d a r o en
ejecutar una buena acción si los dioses le c o n c e d e n este f a v o r ; y t i l d a el s u b l i m e e n t u s i a s m o de su a l m a e l o g i a b a á los m u e r t o s por ha-
de a t r e v i d o el d i c h o de P i t a c o : «es difícil ser b u e n o » , sin d u d a p a r a b e r recorrido n o b l e m e n t e su c a r r e r a en e s t a v i d a , y por la glo-
e x c u s a r la c o n d u c t a , m á s q u e r e p r o c h a b l e , del p r í n c i p e triun-
f a d o r 3 ) . S e r í a , sin e m b a r g o , i n j u s t o , suponer que S i m ó n i d e s vio-
l e n t a r a s u s p r o p i a s c o n v i c c i o n e s p a r a ofrecer sus elogios remu-
1) C o m o quiera q u e las relaciones históricas son difíciles d e c o m p r e n d e r , ob-
n e r a d o s ; l e j o s d e e s t o , e n d i c h a c i r c u n s t a n c i a solo d e b e m o s v e r
servaré b r e v e m e n t e que Anaxilao fué tirano de R e g i u m y , tlesde el ano 3 de
u n a p r u e b a de la m a n e r a d u l c e , h u m a n a , a u n q u e t a m b i é n a l g o l a 71.a O l i m p i a d a (494 a. C h r . ) , de Mesene ( Z a n c l e ) donde h a b í a fijado su re-
c e n s u r a b l e y l i g e r a , c o m o los Jonios j u z g a b a n l a s c o s a s del orden s i d e n c i a , d e j a n d o á Leofron el gobierno de R e g i u m . A la muerte de Anaxilao,
moral 4), m i e n t r a s q u e la l e g i s l a c i ó n y las c o s t u m b r e s de los D o - año 1 de la 76.a O l i m p i a d a (476 a. C h r . ) , sucedióle en el gobierno de Mesene su
r i o s , y en p a r t e t a m b i é n l a s d é l o s E o l i o s , i m p o n í a n e x i g e n c i a s h i j o primogénito L e o f r o n , mientras que el liberto Micito que debía gobernar á
R e g i u m en n o m b r e de los hijos menores, se v i ó obligado á abandonar el ejerci-
m á s s e v e r a s . L a s e p i n i c i a s de S i m ó n i d e s se d i f e r e n c i a n principal-
cio de sus funciones. D e s c a n s a cuanto a c a b a m o s de expresar en H e r ó d o t o 7,
m e n t e de l a s de P í n d a r o , en q u e en l a s p r i m e r a s el p o e t a se de- 170. Diodoro 1 1 , 48 y ss. 66. H e r á c l i d e s P ó n t i c o s , Pol. 25. Dionisio de H a l i -
tiene en describir c i r c u n s t a n c i a d a m e n t e la v i c t o r i a y la m a n e r a c a r n a s o , Exc., p. 539. V a l e s . Dionisio de Halicarn aso 1 9 , 4 , M a i ; Ateneo 1, p. 3.
P a u s a n i a s 5 , 26, 3. Escolios alas Piticas de Píndaro 2, 34. Justin. 4 , 2. 2 1 , 3. M a -
crobio, Sat. 1. 11. L a victoria o l í m p i c a de L e o f r o n , atribuida por otros á A n a x i -
lao, a c a e c i ó necesariamente antes del año 1 de la 76.a O l i m p i a d a (476 a. Chr.).
1) [ V é a s e O . M ü l l e r , Archdologie § 87-8S.]
2) [ V é a s e sobre este p a r t i c u l a r á S c h n e i d e w i n , Simonidis Cei reliquiae, p. X V 2) Q u e las p a l a b r a s 'E-i^aO' ó K p l o ; ovx kv.v.ío>; e t c . , [fragm. 13 de Bergk]
de los P r o l e g ó m e n o s . ] deben i n t e r p r e t a r s e , como se dice en el texto, lo demuestra la manera c o m o
3) A r i s t ó f a n e s , Nubes, verso 1355. > n d i c a el a s u n t o del P°ema c a n t a d o en Atenas -
V é a s e este l a r g o f r a g m e n t o d e las odas d e Simónides en Platón, Prologaras,
en los b a n q u e t e s , á modo d e escolio patriótico. E l certamen debió celebrarse
p. 339 y ss. "Av8pa ayaOóv ysvIaOat significa conducirse bien en un sentido
h a c i a la 70.a O l i m p i a d a (500 a. C h r . ) .
d a d o , obrar bien.
i) * V é a s e lo que en contrario d i c e R a n k e en su c r í t i c a de esta o b r a , Gott. 3) TO oÍAzfertat ¡J.T| u.cva).r)-p£7i(o;, ú>; ü t v S a p o ; , aW.a - a O v . y . w ; . Dionisio de
Anzeigcr 1842. p . 55 á 57. p. 562. H a l i c a r n a s o , Cens. vett. scriptor. 2 , 6 . p. 420 de Reiske.
ría que en l a o t r a les e s t a b a reservada ' ) , a b a n d o n á b a s e Simó- m i e n t o s , de t o d o este estilo g r a c i o s o , l i g e r o , e l o c u e n t e de S i m ó n i -
nides á los sentimientos p u r a m e n t e h u m a n o s del d o l o r , ante un d e s que t a n t o se d i s t i n g u e del de P í n d a r o , la pobre t r a d u c c i ó n en
c a d á v e r ó de los sufrimientos de los que le s o b r e v i v e n , y b u s c a b a prosa de otro f r a g m e n t o t o m a d o del elogio de un v e n c e d o r en el
c o n s u e l o s , á la m a n e r a de los elegiacos j ó n i c o s , en la c a d u c i d a d p e n t a t l ó n y q u e se refiere á O r f e o : « A l o i r su c a n t o , i n n u m e r a b l e s
g e n e r a l y en l a s miserias de la v i d a h u m a n a . L o s m á s c é l e b r e s p a j a r i l l o s r e v o l o t e a b a n en d e r r e d o r de su c a b e z a y los p e c e s se
p o e m a s de S i m ó n i d e s , en este g é n e r o , eran los c a n t o s f ú n e b r e s a l z a b a n en l a s e n c r e s p a d a s o n d a s ; «ni el m á s ligero c i e r z o a g i t a b a
en honor de los E s c ó p a d e s y del a l e u a d e A n t i o c o , h i j o de E c h e - l a s h o j a s ni i n t e r r u m p í a la meliflua v o z que d e s l i z á n d o s e en el es-
c r á t i d e s 2 ). I n d u d a b l e m e n t e debía t a m b i é n f o r m a r p a r t e de u n o p a c i o h e r í a los oídos de los m o r t a l e s : c o m o c u a n d o Z e u s en l a
de estos trenos, la célebre l a m e n t a c i ó n de D a n a e q u e , e n c e r r a d a l u n a de i n v i e r n o s e ñ a l a c a t o r c e d í a s , — l a p s o á que los h a b i t a n -
en u n a c a j a con su h i j o P e r s e o , en m e d i o de l o s r u g i d o s de l a s tes de l a tierra d a n el n o m b r e de sueño de los v i e n t o s — t i e m p o
o l a s , e n s a l z a al i n o c e n t e y d o r m i d o niño con p a l a b r a s q u e re- s a g r a d o , p a r a l a i n c u b a c i ó n de los a l c i o n e s de p i n t a d o pluma-
v e l a n el amor m a t e r n a l m á s tierno y la resignación m á s c o n m o - je» ' ) . T o d o , en S i m ó n i d e s , está en p e r f e c t a a r m o n í a con e s t e es-
vedora 3).
tilo e l e g a n t e y p u l i m e n t a d o c o m o el c r i s t a l : la e l e c c i ó n de l a s pa-
E n g e n e r a l , S i m ó n i d e s no se l i m i t a b a á iniciar y á t o c a r tan l a b r a s en que el p o e t a b u s c a b a g r a c i a y d i g n i d a d , sin a l e j a r s e de-
solo l a s i d e a s y s e n t i m i e n t o s , c o m o c o n la e x u b e r a n t e r i q u e z a de m a s i a d o c o m o P í n d a r o del l e n g u a j e "vulgar, y el m a n e j o de los rit-
su ingenio h a c í a P í n d a r o , sino que d e s a r r o l l a b a u n a s y otros, m o s , e n el c u a l se d i s t i n g u í a del p o e t a t e b a n o por la p r e f e r e n c i a
p i n t a n d o sus d e t a l l e s c o n d e l i c a d e z a y c u i d a d o s u m o s ') y h a c i é n - que s i e m p r e d a b a á los m e t r o s m á s l i g e r o s y n a t u r a l e s , sobre to-
doles l a n z a r por mil f a c e t a s á la v e z vivísimos destellos. Exami- d o á los v e r s o s l o g a é d i c o s , y por p r i n c i p i o s m e n o s s e v e r o s en la
n e m o s un p a s a j e c u a l q u i e r a , por e j e m p l o el f r a g m e n t o del c a n t o c o m p o s i c i ó n de ciertos metros.
en honor de los héroes de l a s T e r m o p i l a s : « L o s q u e m u r i e r o n en
Bachílides, sobrino de S i m ó n i d e s , tomó por m o d e l o el estilo d e
las T e r m o p i l a s tienen u n a suerte g l o r i o s a , un n o b l e d e s t i n o : l a
su tío. S u a p o g e o c o i n c i d i ó con la v e j e z de S i m ó n i d e s p u e s que
t u m b a por a l t a r , l a f a m a por l a m e n t a c i o n e s , y un h i m n o de
v i v i ó con él en la corte de H i e r o n de S i r a c u s a ; de l a s d e m á s cir-
triunfo por t o d o duelo. N i el m u s g o i n v a s o r , ni el t i e m p o q u e
c u n s t a n c i a s de su v i d a a p e n a s se s a b e n a d a . L a s apreciaciones
t o d o lo b o r r a , p o d r á n eclipsar este epitafio de los héroes. L a glo-
de los críticos a n t i g u o s , u n o de los c u a l e s , D i o n i s i o s ) , o b s e r v a
ria de la H é l a d e se h a r e f u g i a d o en su s u b t e r r á n e a m o r a d a , y
q u e los c a r a c t e r e s d o m i n a n t e s de B a c h í l i d e s son u n a c o r r e c c i ó n y
de ello es b u e n a p r u e b a L e ó n i d a s , r e y de E s p a r t a , q u e dejó
u n a e l e g a n c i a i r r e p r o c h a b l e s , p r u e b a n m u y á l a s c l a r a s q u e la
e t e r n a f a m a de a c r i s o l a d a virtud» s ) . A l a n a l i z a r este p a s a j e n o
p o e s í a de este último no e r a ftiás q u e u n a r a m a de la de S i m ó n i -
p u e d e d e j a r de m a r a v i l l a r n o s la g r a c i a y el a r t e c o n q u e a q u e -
d e s , cultivada con extraordinaria delicadeza y gracia. Consagró,
lla m a n o m a e s t r a s a b í a t r a t a r y p r e s e n t a r á t r a v é s de a s o m b r o -
sin e m b a r g o , B a c h í l i d e s su i n g e n i o y su arte á los p l a c e r e s de la
sa v a r i e d a d de p r i s m a s , u n a m i s m a i d e a : la gloria de u n a a c c i ó n
v i d a p r i v a d a , al a m o r y al v i n o , y e n c u é n t r a s e en sus c a n t o s m á s
noble y l e v a n t a d a , a n t e la c u a l d e s a p a r e c e t o d o duelo. P o d r á
v o l u p t u o s i d a d , y a ú n m e n o s e l e v a c i ó n m o r a l q u e en los de su m a e s -
de i g u a l suerte d a r n o s idea de este g é n e r o d e s c r i p t i v o q u e n a t u -
r a l m e n t e c o n d u c e á un e n g r a n a j e fácil y a g r a d a b l e de los p e n s a -
' ) F r a g m . 18 d e S c h n e i d e w i n . [ S c h e n e i d e w i n h a t r a t a d o d e r e l a c i o n a r y f u n -
d i r t r e s c i t a s q u e a p a r e c e n e n d i v e r s o s e s c r i t o r e s , T z e t z e s , Chil. 1 , 316, P l u -
') [Olímpica 2.) t a r c o , Synipos. 8 , 3 , 4 , y A r i s t ó t e l e s , Hist. anim. 5 , 9. S e g ú n el t e s t i m o n i o d e u n
2) E l h i j o d e E c h e c r á t i d e s , á q u i e n h e m o s m e n c i o n a d o e n el C a p . X I I I al g r a m á t i c o , e n B e k k e r , Anécdota 1 , 377 s o l o l a ú l t i m a se refiere á las e p i n i c i a s .
hablar de Anacreonte, y hermano m a y o r de Orestes. E s t o s t r e s f r a g m e n t o s e s t á n s e p a r a d o s e n B e r g k 1 2 , 40, 4 1 . ]
3) D i o n i s i o d e H a l i c a r n a s o , de campos, verb. 26. F r a g m . 37 d e B e r g k . 2) [ L o n g i n o , de sublimi c. 33, coloca á B a c h í l i d e s respecto de P í n d a r o al
*) S i m ó n i d e s l l a m a b a á l a p o e s í a , una pintura vocal; Plutarco, de glor. m i s m o nivel que está I o n respecto de Sófocles, ó H i p é r i d e s respecto de D e -
Athen. 3. m ó s t e n e s . S e a t r i b u y e c o m o p r i n c i p a l c a r á c t e r á s u s p r o d u c c c i o n e s , el d e ser
5) Diodoro 1 1 , 1 1 , fragm. 4 de Bergk. áS'.ÁTT-ÜKO-. y SY T<O yXatpjpü)TOXVTY)•/.gxaX).Ty p a tpr, ¡JÍV A;. ]
tro. E n t r e l a s diversas clases de poesía coral que c u l t i v ó , a d e m á s pados. L a s calles están animadas por alegres festines y resuenan
de las u s a d a s por Simónides y P í n d a r o , compuso cantos eróticos cantos en honor de hermosos adolescentes»'). V é s e aquí al poeta
como a q u e l , por e j e m p l o , en que pinta á una hermosa joven (en que se c o m p l a c e en describir escenas de alegría y de bienestar y
el j u e g o del c o t a b o ) en el m o m e n t o de l e v a n t a r el blanco bra- en presentarlas con todos sus pormenores, pero sin profundizar
zo para e s c a n c i a r el vino á los mancebos ' ) ; descripción que solo ni ir más allá de lo que le consiente la común manera de ver de
conviene á una hetaira que toma parte en los banquetes de los los hombres. B a c h í l i d e s , lo mismo que S i m ó n i d e s , llevó al liris-
hombres. E n otros p o e m a s que probablemente se entonaban para m o coral la proligidad e l e g i a c a , aunque ni compuso e l e g í a s , ni
animar el festín, y que no eran más que escolios trasformados en siguió las huellas de Simónides, sino e x c l u s i v a m e n t e como poeta
c a n t o s c o r a l e s , elogia el vino del siguiente m o d o : «Una dulce epigramático 2 ). L a s reflexiones diseminadas en sus p o e m a s líri-
violencia surge de las c o p a s y consuela el espíritu, mientras la cos y que se refieren á las miserias de la v i d a h u m a n a , á la ins-
pasión amorosa unida á los dones de D i o n y s o s , inflaman el cora- tabilidad de la fortuna, á la necesidad de aceptar lo que es in-
zon. E l pensamiento h u m a n o remonta poderosamente su vuelo, evitable y de desembarazarse de inútiles preocupaciones, tienen
derriba los fuertes muros de las c i u d a d e s , y el hombre se cree mucho del carácter de la elegía jónica 3 ). L a versificación de B a -
único señor del mundo entero. R e s p l a n d e c e n las casas de marfil chílides e s , en g e n e r a l , sencilla. A j u z g a r por los fragmentos aún
y oro, y n a v e s c a r g a d a s de trigo traen de E g i p t o , al otro lado de existentes, las n u e v e décimas partes de sus poemas estaban com-
las trasparentes o n d a s , la abundancia de las r i q u e z a s : tanto se puestas en series dactilicas ó en dipodias trocáicas, construcción
e x a l t a la imaginación del bebedor» i ) . E n este como en todos los que encontramos también en las odas de P í n d a r o que seguían la
fragmentos a l g o extensos de B a c h í l i d e s , se encuentra el estilo armonía dórica; este m e t r o , sin e m b a r g o , es en B a c h í l i d e s m á s
brillante y atildado de la escuela de S i m ó n i d e s ; citaremos uno en ligero, porque donde la sílaba puede ser indiferentemente b r e v e
elogio de la p a z que es un modelo en su g é n e r o : « L a sublime Ire- ó larga el poeta da siempre preferencia á la breve. E n c u é n t r a -
ne da á los mortales la riqueza y las flores de los cantos melodio- se en sus composiciones versos trocáicos de una g r a c i a encanta-
sos. E n altares maravillosamente t r a b a j a d o s , arden en llamas de d o r a , pero á m e n u d o también de cierta afeminada l a n g u i d e z : «No
oro y en honor de los dioses, los corderos y l a s o v e j a s de espesa h a y en ellas v í c t i m a s , ni oro ni tapices de p ú r p u r a , sino a l m a s
lana. L o s cuidados del mancebo se reducen á la g i m n a s i a , la b o n d a d o s a s , el encanto de l a s M u s a s y el dulce vino en c o p a s
flauta, y los banquetes (a-3).o\*¡*t xwnoi). L a s negras arañas tejen beocias» *). E s t e fragmento, t o m a d o de un canto religioso en que
sus telas en las férreas correas de los e s c u d o s y el orín cubre el se invitaba á los Dioscuros á una fiesta en honor de los extran-
hierro de la l a n z a y l a s espadas de doble filo. Y a no se o y e el jeros (?£via) es muy distinto del h i m n o , esto es, de la tercera oda
ruido de l a s metálicas t r o m p a s , y el sueño bienhechor que con-
suela y tranquiliza nuestro espíritu no h u y e espantado de los pár-
' ) E s t o b e o , Florilegio 1 2 2 , 1. F r a g m . 13 d e B e r g k .
5) [ E s m u y d i f í c i l d e d e t e r m i n a r lo q u e M e n a n d r o , De encomiis, v o l . 9, p. 132 y
140 e n t i e n d e p o r -"¡xvot a7coTO[j.irrtxcií d e B a c h í l i d e s . ]
' ) A t e n e o 1 1 , p. 7 8 2 , e. 1 5 , p. 6 6 7 , c . F r a g m . 24 d e B e r g k .
3) [ M e r e c e e s p e c i a l m e n c i ó n el f r a g m e n t o c o n s e r v a d o e n E s t o b e o , Florilegio
5) A t e n e o 2 , p. 39. F r a g m . 27 d e B e r g k .
9 8 , 27 ( F r a g m . 2 d e B e r g k ) :
E l p o e m a s e c o m p o n e d e b r e v e s e s t r o f a s d e m e d i d a d ó r i c a , r é d u c t i b l e s al
siguiente metro: 0varoí<ji [ir, sOvor. cplptirrov,
¡j.r,S' aeXío-j -pomozVi tsíyyo;'
o).¡3IOÍ g' oijost; ¡3po-iov TOÍVTa '/ORNO;,

e n el c u a l se e x p r e s a u n a i d e a y a m i l v e c e s r e p e t i d a e n l a a n t i g ü e d a d , c o m o
e n el r e l a t o d e C l e o b i s y B i t o n . C o m o o b s e r v a B e r g k , e x i s t e v e r o s í m i l m e n t e
u n a r e l a c i ó n e s t r e c h a e n t r e l o s v e r s o s d e B a c h í l i d e s y el d i á l o g o e n t r e S i l e n o y
E n esto no h a y que hacer y a otras correcciones que las realizadas por otros el r e y M i d a s q u e t o m á n d o l o d e A r i s t ó t e l e s m e n c i o n a n C i c e r ó n , Tuscul. r, 48 y
d i v e r s o s m o t i v o s ; s o l o e n el v e r s o 6 d e b e e s c r i b i r s e a O - ó ; e n l u g a r d e GCJTÓOS. P l u t a r c o , Consol, ad A poli. c . 27. V é a s e C a p . I I I , p . 50, n o t a 5.]
[ B e r g k l e y ó e n el v e r s o 6 aCvíy' ó ¡ i b x&leiav y.pr.oeuva liet, e n v e z d e a ú - o ; ¡jiv. j * ) A t e n e o 1 1 , p . 500, b. F r a g m . 28 d e B e r g k .

LIT. GR. — 1 . ,,
o l í m p i c a , en q u e P i n d a r o c e l e b r a b a i g u a l m e n t e l a fiesta de l o s F u é Timocreonte de Rodas un g e n i o v e r d a d e r a m e n t e original:
D i o s c u r o s por T e r o n de A g r i g e n t o . a t l e t a v i g o r o s o á la v e z que p o e t a , l l e v ó á la p o e s í a el ardor
L a e s t i m a c i ó n g e n e r a l de que g o z a b a n S i m ó n i d e s y Bachíli- g u e r r e r o de la p a l e s t r a . T i m o c r e o n t e d e b i ó su f a m a entre los an-
d e s y el mérito incontestable de su p o e s í a , no i m p i d i e r o n q u e m u - t i g u o s , al odio que profesó á T e m í s t o c l e s en la v i d a política y á
c h o s de sus contemporáneos siguieran otros derroteros, d a n d o ori- la e n e m i s t a d p r i v a d a q u e en e l c a m p o . d e l a p o e s í a le i m p u l s a b a
g e n á d i v e r s o s estilos líricos. C í t a s e c o m o r i v a l de S i m ó n i d e s du- c o n t r a S i m ó n i d e s . E n un f r a g m e n t o que a ú n se c o n s e r v a ' ) , c e n -
r a n t e la e s t a n c i a del p o e t a en A t e n a s , á Laso de Hermiona, el c u a l s u r a a m a r g a m e n t e al e s t a d i s t a a t e n i e n s e por su a r b i t r a r i e d a d e n
g o z ó t a m b i é n de g r a n f a v o r en la corte de H i p a r c o ' ) , p e r o l a s e s - el g o b i e r n o de l a s i s l a s , en el i n d u l t o de los d e s t e r r a d o s y en l a
c a s a s noticias que de este poeta h a n l l e g a d o á n o s o t r o s , no n o s e x p u l s i ó n de otros m u c h o s c i u d a d a n o s , entre los c u a l e s , s e g ú n p a -
p e r m i t e n fijar c o n e x a c t i t u d en q u é c o n s i s t i e r a el c o n t r a s t e entre rece , se h a l l a b a el m i s m o T i m o c r e o n t e . A u n q u e en v a r i a s o c a s i o -
a m b o s v a t e s . L a s o era p r i n c i p a l m e n t e p o e t a d i t i r à m b i c o y fué el nes c o m p u s o en dísticos e l e g i a c o s y en m e t r o s e ó l i c o s , el atleta d e
p r i m e r o q u e o r g a n i z ó en A t e n a s concursos de d i t i r a m b o s t ) , s e g ú n R o d a s c o m b a t í a á sus e n e m i g o s c o n los g r a v e s y p o m p o s o s m e t r o s
t o d a s l a s p r o b a b i l i d a d e s h a c i a el año i de la 68. a O l i m p i a d a (508 de la a r m o n í a d ó r i c a , c o m o si d i j é r a m o s c o n los d i s p a r o s de u n a
a. C h r . ) 3 ). T e n í a tal amor á este g é n e r o , que dió á los r i t m o s de c a t a p u l t a ; y es i n n e g a b l e que la a m p u l o s i d a d de l a s e x p r e s i o n e s y
todos sus p o e m a s , c u a l q u i e r a que f u e s e su c a r á c t e r , un g i r o di- l a g r a n d i o s i d a d de l a s f o r m a s dan c i e r t a f u e r z a á s u s v i t u p e r i o s .
t i r à m b i c o y u n a m a r c h a m á s libre s o s t e n i d a por la flexibilidad y P o r lo que h a c e al p o e t a de C e o s , p a r e c e que T i m o c r e o n t e le ri-
la v a r i e d a d de tonos de la flauta i n s t r u m e n t o á q u e o t o r g ó siem- d i c u l i z a b a y p a r o d i a b a t o m a n d o p i e de ciertos l u n a r e s de su esti-
p r e m a r c a d a preferencia *). D i ó s e t a m b i é n L a s o á e s t u d i a r la teo- l o , c o m o c u a n d o S i m ó n i d e s e x p r e s a el m i s m o p e n s a m i e n t o c o n
ría de su arte y á i n v e s t i g a r l a s l e y e s de la m ú s i c a , m u c h o s de l a s m i s m a s p a l a b r a s , p r i m e r o en u n e x á m e t r o y l u e g o en u n te-
c u y o s r e s u l t a d o s c o n s e r v a r o n los m ú s i c o s de los ú l t i m o s tiempos,, trámetro trocáico 2).

y f u é , por ú l t i m o , m a e s t r o de P i n d a r o . E s m u y posible q u e s u s
D e un c a r á c t e r m u c h o m á s d i g n o y e l e v a d o es el c o n t r a s t e en-
estudios lo l l e v a s e n á e x a g e r a r los r i t m o s y los sonidos v o c a l e s
tre Píndaro por u n a p a r t e , y S i m ó n i d e s y B a c h í l i d e s por o t r a .
q u e trató c o n e x c e s i v o r e f i n a m i e n t o ; a s í , c o m p u s o p o e m a s sin S
A u n q u e el deseo de g o z a r de los f a v o r e s de los t i r a n o s H i e r o n de
(áViyjMKÚSat), en l o s c u a l e s se e v i t a b a e l e m p l e o de e s t a s i l b a n t e
S i r a c u s a y T e r o n de A g r i g e n t o , p u d o h a b e r e s t i m u l a d o l a s des-
por p o c o a r m o n i o s a 5 ).
a v e n e n c i a s entre estos p o e t a s , es i n d u d a b l e q u e l a v e r d a d e r a
c a u s a de su e n e m i s t a d h a y q u e b u s c a r l a en el m o d o c ó m o l o s
p o e t a s de C e o s y el de T e b a s c u l t i v a b a n la p o e s í a ; la l u c h a q u e
1) A r i s t ó f a n e s , Avispas 1401, véase Heródoto 7 , 6. de este d e s a c u e r d o n e c e s a r i a m e n t e n a c i ó n o d e s h o n r a n i despres-
5) Según los escolios á A r i s t ó f a n e s , l. c. [interpolados por S u i d a s ] , t i g i a á n i n g u n a de l a s p a r t e s . L o s a n t i g u o s c o m e n t a r i s t a s e x p l i -
3) L a noticia del M a r m o r P a r i u m , ep. 46, p a r e c e referirse á los coros c í -
c a n por esta a n i m a d v e r s i ó n 3) g r a n n ú m e r o de p a s a j e s de P í n d a -
clicos.
ro , e n que se e n s a l z a la v e r d a d e r a s a b i d u r í a c o m o un don de la
*) P l u t a r c o , De Música 29, confirmado por el f r a g m e n t o d e un h i m n o de L a s o
á D e m e t e r , e n A t e n e o 14, p. 624, e. * V é a s e á S c h n e i d e w i n , De Laso Hermiona
scripta, G o t i n g a , 1843.
5) [ A tales artificios parece referirse la expresión Xa<rí<j|iaTa que Hesiquio observado E l i o Dionisio en E u s t a c i o , p. 813, 44, evitaban su empleo. Véase
explica del siguiente m o d o : <¿Í (TO^KTTOO T O O A á s o u xas iroXuuXóxou. L a s a<jiy¡¿ot M e i n e c k e , Fragm. comica greca ,' voi. 2 , p. 626. E n A t e n e o 10, p. 455, c , se con-
<|>6xi tenían, por lo d e m á s , verosímilmente, un fundamento m á s sólido que l o s sideran c o m o a<7'.yu.o! el Kévjraupo; y el úavo; EI; A r ^ r p a de Laso.
pueriles j u e g o s d e época posterior c o m o p o r e j e m p l o la '08v<?¿sía Xsiw>ypá|¿;j.a- • ) P l u t a r c o , Temístocles c. 2 1 .
TO; del poeta egipcio Trifiodoro (véase S u i d a s s. v. y E u s t a c i o , p. 1379, 54) ó 2) Anthol. Palat. 13, 30. V é a s e sobre esta enemistad á D i ó g e n e s L a e r c i o 2,
la I l í a d a de Néstor de L a r a n d a , que constaba de 24 libros en c a d a uno d e 46 y S u i d a s s. v . Tip.oxpswv. L a s c i t a s de Simónides y de T i m o c r e o n t e en W a l z ,
c u y o s c a n t o s , según refiere S u i d a s , se eliminaba u n a letra del alfabeto. E l so- Rhetor. Graeci, voi. 2 , p. 10, se refieren probablemente t a m b i é n á esta querella.
nido de l a s i g m a , sobre t o d o , c o m o y a h e m o s d i c h o antes, p. 2 5 , r e s u l t a b a 3) Olímpica 2, 86 (154) 9 , 48 (74). Pitica 2, 52 (97) y á m e n u d o también
desagradable en ciertos dialectos, razón por la que los poetas c ó m i c o s , c o m o h a la nemea 3, 80 (143) 4, 37 (60). Istmica 2, 6 (10).
N a t u r a l e z a , una f u e r z a e m a n a d a del espíritu, con la cual no puede
compararse la ciencia a d q u i r i d a , ó se presenta la inventiva como
lo que h a y de más e l e v a d o , como el más hermoso de los dones.
E l cantor de T e b a s da también n o v e d a d á las narraciones legen-
darias en que otros poetas creían deber ser fieles á la tradición.
Simónides aludiendo á esto e x c l a m a : «El v i n o nuevo no debe
hacer desmerecer al del año anterior; esta narración es pueril»;
CAPÍTULO XV
y B a c h í l i d e s : «Si a l g u n o piensa de otro modo, el c a m i n o es an-
cho »; y en otro l u g a r : «Si uno sabe á otro lo d e b e , lo mismo en
los tiempos antiguos que h o y ; pues no es tarea fácil inventar
Pindaro
poesías nuevas» ' ) .

1 ) P l u t a r c o , Numa 4. F r a g m . 37 de B e r g k . C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stornata 5,
N a c i ó P í n d a r o la p r i m a v e r a del año 522 a. C h r . , 3 de la
p. 687 de Potter. F r a g m . 14 de B e r g k .
64. a O l i m p i a d a y se encontraba por consiguiente en la flor de la
edad cuando X e r j e s invadió la G r e c i a y cuando se libraron l a s
batallas de las T e r m o p i l a s y de S a l a m i n a ; según todas las pro-
babilidades murió octogenario '). V i v i ó por tanto P í n d a r o en la
e t a p a de la v i d a del pueblo griego á que puede llamarse la madu-
rez de la adolescencia y el comienzo de la edad viril: la época en
que la nación helénica desplegó aquella energía de a c c i ó n , aquel
espíritu emprendedor y entusiasta j a m á s i g u a l a d o , unidos con
el amor á la p o e s í a , á l a s artes, á la v e r d a d filosófica y á la be-
lleza ideal y que p r o m e t í a , que producía y a mejor d i c h o , opimos
frutos. S i n e m b a r g o , aunque contemporáneo de E s q u i l o y admi-
rador del rápido florecimiento de la que él l l a m a b a «brillante
A t e n a s , firme c o l u m n a de G r e c i a y digna de ser c a n t a d a por los
p o e t a s » 1 ) , el progreso siempre creciente de A t e n a s después de
las guerras m é d i c a s , quedó por decirlo así completamente extra-

1) R e m i t o al lector á las investigaciones sobre la v i d a de P i n d a r o que se en-


c u e n t r a n en B S c k h , Pin dar, vol. 3, p. 12; á las cuales se puede agregar la in-
troducción de E u s t a c i o á su comentario sobre P i n d a r o en los Eustathii Opuscula,
edición de L . T a f e l , 1832, p. 32 (Eustathii proam. comment. Pindar. edición de
S c h n e i d e w i n , 1837). * V é a s e t a m b i é n Schneidewin, De vita et scriptis Pindari en la
edición de Dissen p u b l i c a d a por é l , G o t h a , 1843 y T i c o M o m m s e n , Pindaros,
K i e l , 1845. [ T a m b i é n debe consultarse el notable libro de L e o p . S c h m i d t , Ptn-
dars Lcben und Dichtung, B o n n , 1862.]
- ) [ F r a g m . 54, seguramente del mismo d i t i r a m b o de que se h a tomado e l
fragm. 55, que dice a t r e v i d a m e n t e :
061 TtaloE; 'Afiavaítov e¡3á).ovT<> cpaEvváv
xpr,TciS' s).E'jQsp£a;. ]
N a t u r a l e z a , una f u e r z a e m a n a d a del espíritu, con la cual no puede
compararse la ciencia a d q u i r i d a , ó se presenta la inventiva como
lo que h a y de más e l e v a d o , como el más hermoso de los dones.
E l cantor de T e b a s da también n o v e d a d á las narraciones legen-
darias en que otros poetas creían deber ser fieles á la tradición.
Simónides aludiendo á esto e x c l a m a : «El v i n o nuevo no debe
hacer desmerecer al del año anterior; esta narración es pueril»;
CAPÍTULO XV
y B a c h í l i d e s : «Si a l g u n o piensa de otro modo, el c a m i n o es an-
cho »; y en otro l u g a r : «Si uno sabe á otro lo d e b e , lo mismo en
los tiempos antiguos que h o y ; pues no es tarea fácil inventar
Pindaro
poesías nuevas» ' ) .

1 ) P l u t a r c o , Numa 4. F r a g m . 37 de B e r g k . C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stornata 5,
N a c i ó P í n d a r o la p r i m a v e r a del año 522 a. C h r . , 3 de la
p. 687 de Potter. F r a g m . 14 de B e r g k .
64. a O l i m p i a d a y se encontraba por consiguiente en la flor de la
edad cuando X e r j e s invadió la G r e c i a y cuando se libraron l a s
batallas de las T e r m o p i l a s y de S a l a m i n a ; según todas las pro-
babilidades murió octogenario '). V i v i ó por tanto P í n d a r o en la
e t a p a de la v i d a del pueblo griego á que puede llamarse la madu-
rez de la adolescencia y el comienzo de la edad viril: la época en
que la nación helénica desplegó aquella energía de a c c i ó n , aquel
espíritu emprendedor y entusiasta j a m á s i g u a l a d o , unidos con
el amor á la p o e s í a , á l a s artes, á la v e r d a d filosófica y á la be-
lleza ideal y que p r o m e t í a , que producía y a mejor d i c h o , opimos
frutos. S i n e m b a r g o , aunque contemporáneo de E s q u i l o y admi-
rador del rápido florecimiento de la que él l l a m a b a «brillante
A t e n a s , firme c o l u m n a de G r e c i a y digna de ser c a n t a d a por los
p o e t a s » 1 ) , el progreso siempre creciente de A t e n a s después de
las guerras m é d i c a s , quedó por decirlo así completamente extra-

1) R e m i t o al lector á las investigaciones sobre la v i d a de P i n d a r o que se en-


c u e n t r a n en B S c k h , Pin dar, vol. 3, p. 12; á las cuales se puede agregar la in-
troducción de E u s t a c i o á su comentario sobre P i n d a r o en los Eustathii Opuscula,
edición de L . T a f e l , 1832, p. 32 (Eustathii proam. comment. Pindar. edición de
S c h n e i d e w i n , 1837). * V é a s e t a m b i é n Schneidewin, De vita et scriptis Pindari en la
edición de Dissen p u b l i c a d a por é l , G o t h a , 1843 y T i c o M o m m s e n , Pindaros,
K i e l , 1845. [ T a m b i é n debe consultarse el notable libro de L e o p . S c h m i d t , Ptn-
dars Lcben und Dichtung, B o n n , 1862.]
- ) [ F r a g m . 54, seguramente del mismo d i t i r a m b o de que se h a tomado e l
fragm. 55, que dice a t r e v i d a m e n t e :
061 TtaloE; 'Afiavaítov e¡3á).ovT<> cpaEvváv
xpr,TciS' s).E'jQspía;. 1
b e l l e z a y al d i a l e c t o beocio q u e e m p l e a b a y q u e e r a m á s conoci-
ño á P i n d a r o . P e r o l a s f u e n t e s de su e d u c a c i ó n i n t e l e c t u a l , h a n
d o p a r a los j u e c e s del a g ó n . C o r i n a , sin e m b a r g o , no fué solo r i v a l
de b u s c a r s e en la é p o c a p r e c e d e n t e y en l a G r e c i a eolo-dórica;
sino que fué t a m b i é n c o n s e j e r a de P í n d a r o , á q u i e n r e c o m e n d ó
por esta r a z ó n le s e p a r a m o s de su c o n t e m p o r á n e o E s q u i l o , colo-
e m b e l l e c i e s e sus p o e m a s con n a r r a c i o n e s m i t o l ó g i c a s ; pero c u a n -
c a n d o al p r i m e r o en el fin del período anterior y c o m e n z a n d o c o n
d o un día la p r e s e n t ó u n h i m n o en c u y o s seis p r i m e r o s v e r s o s ,
el s e g u n d o el n u e v o p e r í o d o literario.
q u e aún se c o n s e r v a n , i n t r o d u c í a c a s i t o d a la m i t o l o g í a t e b a n a ,
E r a P i n d a r o n a t u r a l de C i n o s c é f a l e , a l d e a del territorio de
la poetisa le d i j o s o n r i e n d o : « D e b e s e m b r a r s e c o n la m a n o y no
T e b a s , la m á s i m p o r t a n t e de l a s c i u d a d e s b e o c i a s , d o n d e h a c í a
v e r t e r el s a c o de u n a v e z » ' ) ; p e r o q u e d a tan poco de la poesía d e
m u c h o t i e m p o que no se h a b í a e s c u c h a d o l a v o z de los c a n t o r e s
C o r i n a que no es posible f o r m a r c a b a l j u i c i o de su estilo y de su
pierios ni l a de los p o e t a s épicos de la e s c u e l a de H e s i o d o ; no
t a l e n t o . L o s f r a g m e n t o s c o n s e r v a d o s se refieren en su m a y o r par-
o b s t a n t e , p r o f e s á b a s e e n e l l a s a ú n g r a n a m o r á la m ú s i c a y á la
te á a s u n t o s m i t o l ó g i c o s y en p a r t i c u l a r á l a s h e r o í n a s de la leyen-
poesía que allí c o m o en el resto de G r e c i a , s i g u i e n d o la corriente
d a b e o c i a . E s t o y su r i v a l i d a d c o n P í n d a r o , p r u e b a n que d e b e
e n t o n c e s p r e d o m i n a n t e , h a b í a t o m a d o l a s f o r m a s lírica y coral.
c o n t á r s e l a entre los m a e s t r o s de la p o e s í a coral y no entre los
L a f a m a de q u e g o z a r o n d o s m u j e r e s , Mirtis y Corina, prueba
p o e t a s líricos de la e s c u e l a l é s b i c a .
c u á n p r o v e c h o s a m e n t e f u e r o n c u l t i v a d a s e s t a s a r t e s en B e o c i a , en
la é p o c a en que florecía P i n d a r o . A m b a s e r a n s u s r i v a l e s en poe- P a r e c e q u e l a f a m i l i a de P í n d a r o c u l t i v ó t a m b i é n l a s artes;
s í a : M i r t i s le d i s p u t ó el p r e m i o en los j u e g o s p ú b l i c o s ; y a u n q u e p o r lo m e n o s , infiérese de l a s b i o g r a f í a s a n t i g u a s q u e el p a d r e ó
C o r i n a d i c e : « N o es d a d o á M i r t i s la de la v o z m e l o d i o s a , á Mir- el tío d e l p o e t a fué flautista. E l a r t e de t o c a r l a flauta, c o m o c o n
t i s q u e h a n a c i d o m u j e r , e n t r a r en l i z a c o n P i n d a r o » ' ) , d í c e s e r e p e t i c i ó n h e m o s d i c h o , fué i m p o r t a d o del A s i a M e n o r á G r e c i a .
q u e , q u i z á e n v i d i o s a de la c r e c i e n t e f a m a del p o e t a , c o n t e n d i ó A d e m á s , P í n d a r o t e n í a c e r c a de su c a s a , en T e b a s , un p e q u e ñ o
con él á m e n u d o en los a g o n e s y a u n se a s e g u r a que le v e n c i ó t e m p l o c o n s a g r a d o á l a M a d r e de los dioses y á P a n s ) , esto e s , á
c i n c o v e c e s J ) . P a u s a n i a s que en s u s v i a j e s h a b í a v i s t o en T a n a - l a s d i v i n i d a d e s f r i g i a s en c u y o honor se s u p o n í a h a b í a n sido c a n -
g r a , p a t r i a de C o r i n a , un c u a d r o q u e r e p r e s e n t a b a á l a p o e t i s a t a d o s los p r i m e r o s h i m n o s c o n a c o m p a ñ a m i e n t o de flauta s). Los
en el m o m e n t o de ceñirse l a frente con la c i n t a triunfal g a n a d a á B e o d o s e s p e c i a l m e n t e , h a b í a n a c l i m a t a d o de a n t i g u o en su p a í s
P i n d a r o en un c e r t a m e n 3 ) , supone q u e la p o e t i s a debió el triunfo, el a r t e de t o c a r la flauta; el l a g o C o p á i s p r o d u c í a e x c e l e n t e s ca-
m e n o s que á la superioridad de sus c a n t o s , á su d e s l u m b r a d o r a ñas p a r a l a f a b r i c a c i ó n de a q u e l i n s t r u m e n t o y e l c u l t o de B a c o ,
q u e se d e c í a o r i g i n a r i o de T e b a s , se a c o m o d a b a m u y bien á l a s
s o n o r a s y v a r i a d a s n o t a s de la flauta. A s í los p r i m e r o s flautistas
n o t a b l e s f u e r o n b e o c i o s , m i e n t r a s q u e en A t e n a s este instrumen-
1) E l p a s a j e dice en el dialecto de C o r i n a :
t o no llegó á g e n e r a l i z a r s e h a s t a d e s p u é s de l a s g u e r r a s m é d i c a s ,
ui[j.-poar. Sí xt) Xiyoúpav MoupriS' \i¡>vya,
c u a n d o c o m e n z ó á e x t e n d e r s e l a afición á las i n n o v a c i o n e s en m a -
OTI fiáva ¡poO<j" e(3a ütvSápoio TTOT' eptv.
t e r i a de a r t e *).
Apolonio, Dt pronom., p. 324, c , de B e k k e r . F r a g m . 21 de B e r g k .
5) E l i a n o , Historias varias 13, 25. [La tosca frase <JOV IxáXsi TJ¡V Kópivvav que P í n d a r o s o b r e s a l i ó desde m u y t e m p r a n o por e n c i m a no sólo
en la relación de E l i a n o , se pone en boca de P í n d a r o está en completo des- <lel flautista de l a s fiestas . p ú b l i c a s , sino que t a m b i é n del p o e t a
acuerdo no sólo con el c a r á c t e r del poeta sino t a m b i é n c o n lo que se d i c e d e
s u s relaciones con la poetisa. L a modificación <rOv éxáXsi Botco-íav, propuesta
' ) [ F r a g m . 6 de B e r g k . P o r análoga a b u n d a n c i a de alusiones mitológicas se
por B e r n h a r d y , Gr. Littcratur, vol. 2 , 1 , p. 740, p a r e c e mucho m á s e x a c t a desde
d i s t i n g u e t a m b i é n un fragmento q u e se menciona m á s adelante, en la p. 346.]
el momento en que a d m i t i m o s que las p a l a b r a s de P í n d a r o , o l í m p i c a 6 , 152 ó
"•) Pítica 3, 76 (137).
el pasaje de un ditirambo del mismo que cita el escoliasta (Fragm. 60 d e B e r g k ) ,
3) M a r m o r P a r i u m , ep. 10.
habían dado motivo á toda la narración inventada. ]
*) Aristóteles, Política 8, 6 , p. 1341, a , 30. [ A l m o d o d e tocar la flauta los
*) [9, 22, 3. E l certamen por consecuencia del c u a l se adorna c o n la c i n t a
Beocios, se refiere la frase de A l c i b i a d e s en Plutarco, Alcibiades c. 2 : aü/.EtTWoav
triunfal, g a n a d a á P í n d a r o , no aparecía evidentemente e n el c u a d r o , sino que
ojv, ssi-,, 0>)¡la!iúv O-'J yap ioaui 8ta/iysc6ai.]
según todas las probabilidades no es m á s que u n a suposición de Pausanias.J
lírico d e f a m a s i m p l e m e n t e l o c a l ; r e c i b i ó l e c c i o n e s de L a s o de muy hermoso; p e r o R a d a m a n t o g o z a de s u p r e m a v e n t u r a p o r q u e
H e r m i o n a , de q u i e n y a h e m o s h a b l a d o , p o e t a d i s t i n g u i d o p e r o h a r e c o g i d o l o s v e r d a d e r o s frutos del a l m a y p o r q u e n o h a ali-
m á s conocedor de l a teoría q u e de la p r á c t i c a de l a p o e s í a y de l a m e n t a d o su e s p í r i t u c o n los e n g a ñ o s q u e a c o m p a ñ a n al arte d e l
música. H a c i e n d o de e s t a s artes la o c u p a c i ó n e x c l u s i v a de t o d a m u r m u r a d o r . E l v e n e n o de la c a l u m n i a es un m a l i n e v i t a b l e l o
su v i d a (á él c o m o á S a f o se le l l a m ó ¡xov^otó;), no siendo s i n o m i s m o p a r a el q u e la d a oídos q u e p a r a a q u é l q u e es su v í c t i m a ;
p o e t a y m ú s i c o , P í n d a r o e x t e n d i ó bien p r o n t o el c í r c u l o de su a c - p o r q u e los c a l u m n i a d o r e s se a s e m e j a n en s u s p r o c e d i m i e n t o s á
t i v i d a d p o é t i c a á la n a c i ó n e n t e r a y p a r a t o d a s l a s c o m a r c a s d e l a s zorras». C o n la m i s m a l i b e r t a d y n o b l e z a h a b l a á A r c e s i -
G r e c i a c o m p u s o p o e m a s líricos corales. A los v e i n t e años c o m p u - l a o I V , r e y de C i r e n e , c u y a t i r á n i c a s e v e r i d a d c a u s ó la ruina de
so un c a n t o de triunfo en honor de u n - j o v e n tesalio de l a f a m i l i a su d i n a s t í a y el c u a l á la s a z ó n t e n í a i n j u s t a m e n t e d e s t e r r a d o á D a -
de los A l e u a d e s '). I n m e d i a t a m e n t e d e s p u é s le e n c o n t r a m o s ocu- m ó f i l o , u n o d e los n o b l e s c i r i n e o s m á s d i s t i n g u i d o s : « A p e l a a h o r a
p a d o e n c o m p o n e r p a r a los t i r a n o s sicilianos H i e r o n de S i r a c u s a á la p e n e t r a c i ó n d e E d i p o ; si a l g u n o c o n a f i l a d a s e g u r c o r t a l a s
y T e r o n de A g r i g e n t o ; p a r a el r e y de C i r e n e , A r c e s i l a o ; p a r a el r a m a s de u n a s o b e r b i a e n c i n a m u t i l a n d o de e s t a suerte su m a j e s -
de M a c e d o n i a , A m i n t a s , y por último p a r a t o d a s l a s c i u d a d e s li- t u o s a f o r m a , p i e r d e , es c i e r t o , sus v e r d e s h o j a s ; p e r o d a r á a ú n
bres de la H é l a d e . N o h i z o el p o e t a distinción a l g u n a en l o refe- n u e v a s p r u e b a s de su f u e r z a , bien c u a n d o en el i n v i e r n o sea de-
rente á l a s d i v e r s a s r a z a s á q u e p e r t e n e c í a n los que c e l e b r a b a : v o r a d a por el f u e g o , y a c u a n d o a r r a n c a d a del suelo que la n u t r i ó
los E s t a d o s j ó n i c o s l o m i s m o q u e l a s c i u d a d e s e ó l i c a s h o n r a r o n en el b o s q u e se la d e s t i n e á d e s e m p e ñ a r el triste oficio de c o l u m -
su a r t e y su p e r s o n a ; l o s A t e n i e n s e s l e d e c l a r a r o n h u é s p e d pú- na en el p a l a c i o de un p r í n c i p e e x t r a n j e r o ' ) . — T ú e s t á s l l a m a d o
blico (-póUvo;), y los h a b i t a n t e s de C e o s , á p e s a r de t e n e r poe- á ser m é d i c o del p a í s ; P e a n te h o n r a ; a s í , tu d e b e r es c u r a r c o n
t a s propios c o m o S i m ó n i d e s y B a c h í l i d e s , le e n c o m e n d a r o n l a m a n o ligera l a s p u r u l e n t a s l l a g a s . E l m á s débil p u e d e t u r b a r el
c o m p o s i c i ó n de un h i m n o p r o c e s i o n a l (itpouóSiov). N o h a y sin e m - orden en u n a c i u d a d ; pero es e m p r e s a difícil la de r e s t a b l e c e r l o ,
b a r g o que m i r a r á P í n d a r o c o m o un p o e t a m e r c e n a r i o s i e m p r e á m e n o s que de i m p r o v i s o un dios n o enseñe el b u e n c a m i n o á l o s
p r o n t o á h a c e r el e l o g i o del q u e le p a g a b a . E s i n d u d a b l e q u e , gobernantes. E l favor y la gratitud te a g u a r d a n ; d í g n a t e , pues,
s i g u i e n d o el u s o g e n e r a l i n t r o d u c i d o por S i m ó n i d e s , a c e p t a b a di- c o n s a g r a r t o d o tu c e l o á la r i c a Cirene».
nero y r e g a l o s por s u s c o m p o s i c i o n e s , p e r o en r e a l i d a d é s t a s son
fiel e x p r e s i ó n de s u s c o n v i c c i o n e s í n t i m a s y de sus m á s firmes T a l era la c o n d u c t a noble y l e v a n t a d a de P í n d a r o enfrente de
sentimientos. E n la p i n t u r a de la v i r t u d y de la f o r t u n a , n u n c a estos p r í n c i p e s , m a n t e n i é n d o s e fiel al p r i n c i p i o t a n t a s v e c e s p o r
e m p l e a P í n d a r o c o l o r e s d e m a s i a d o v i v o s ni v a c i l a t a m p o c o e n él p r o c l a m a d o : el p r i n c i p i o d e que la f r a n q u e z a y la s i n c e r i d a d
apelar á las sombras, á menudo para consolar pero á veces tam- son siempre d i g n a s de e l o g i o . S i n e m b a r g o , l a s r e l a c i o n e s de P í n -
bién p a r a e x h o r t a r y p a r a a c o n s e j a r . A s í , P í n d a r o tiene el v a l o r d a r o con los p o t e n t a d o s de su t i e m p o , p a r e c e n h a b e r s e l i m i t a d o
de h a b l a r f r a n c a y p a l a d i n a m e n t e al p o d e r o s o H i e r o n , q u i e n á e x c l u s i v a m e n t e á la p o e s í a y no h a b e r t o m a d o o t r a f o r m a que l a
m u c h a s c u a l i d a d e s n o b l e s y e l e v a d a s unía u n a a v a r i c i a y u n a poética. N o le v e m o s c o m o á S i m ó n i d e s en c o n t i n u o t r a t o c o n
a m b i c i ó n d e s e n f r e n a d a s q u e sus c o r t e s a n o s e x p l o t a r o n p a r a in- los r e y e s y con los e s t a d i s t a s , de q u i e n e s este ú l t i m o fué a m i -
ducirle á a d o p t a r m e d i d a s o d i o s a s ; el p o e t a le r e c o m i e n d a la cle- g o y c o n s e j e r o , ni t o m a r p a r t e en los p ú b l i c o s a c o n t e c i m i e n t o s ,
m e n c i a y la b o n d a d , y le e x h o r t a á la t r a n q u i l i d a d del espíritu, ni c o m o político ni c o m o c o r t e s a n o , n i e n l a s g u e r r a s m é d i c a s bri-
á la c a l m a , á la s e r e n i d a d y al c o n t e n t o ' ) : «Sé sólo lo q u e c r e e s lló su n o m b r e c o m o el de S i m ó n i d e s ; bien es v e r d a d q u e sus con-
ser», le d i c e ; «sin d u d a el m o n o , en l a f á b u l a del n i ñ o , es hermoso,
p u e s t a , véase L . S c h m i d t , Zur Chronologie der Pindarischcii Gedichtc, in Comment.
philol. in hon. Mommseni, B e r o l i n í , 1877, p. 48 y s s . ]
') *Pítica 4, 264 (469) y siguientes. L a encina de este e n i g m a es el Estado
') Pltica i o , compuesta el año 3 de la 69.a O l i m p i a d a , 502 a. C h r . de C i r e n e ; las r a m a s , los nobles d e s t e r r a d o s ; el fuego del invierno, la insu-
s) Pltica 2 , 72 ( 1 3 1 ) oda c o m p u e s t a por P í n d a r o en T e b a s , pero sin d u d a , r r e c c i ó n ; el palacio del soberano e x t r a n j e r o , un imperio c o n q u i s t a d o r , espe-
después de conocer personalmente á H i e r o n . [ S o b r e la época en que fué c o m - cialmente el persa.
c i u d a d a n o s los T e b a n o s con la m i t a d del p u e b l o g r i e g o e s t a b a n
p a r a el c u l t o d e d e t e r m i n a d a s d i v i n i d a d e s , o d a s p a r a l a s p r o c e -
del l a d o de los P e r s a s , m i e n t r a s que el espíritu de i n d e p e n d e n c i a
siones (itpo<TÓ5ta), c a n t o s á l a s v í r g e n e s (irapOlvEta), a i r e s p a r a l a
y de libertad, y c o n él la suerte de l a s a r m a s , s e g u í a n á la o t r a m i -
d a n z a m í m i c a (íucop-/r,fj.aTa), c a n c i o n e s s i m p ó t i c a s (ffxó).ia), c a n t o s
tad de la G r e c i a . P e r o v e n c i e n d o tan d e s f a v o r a b l e s c i r c u n s t a n -
f ú n e b r e s (Op?,voi), p a n e g í r i c o s de p r í n c i p e s (syx<¿¡iia) b a s t a n t e aná-
cias , la m u s a p i n d à r i c a se a l z a c o m o s i e m p r e noble y h e r m o s a .
l o g o s á l a s e p i n i c i a s ; y en t o d a s e s t a s c l a s e s de p o e m a s , P í n d a r o ,
C i e r t o es que no t r a t ó — p u e s h a b r í a sido t a r e a i n ú t i l , — d e g a n a r
c o m o lo p r u e b a n n u m e r o s a s c i t a s de p a s a j e s a i s l a d o s , alcanzó
á los T e b a n o s p a r a la c a u s a de la l i b e r t a d ; p e r o c u a n d o d u r a n t e
t a n t a f a m a entre los a n t i g u o s , c o m o por s u s o d a s t r i u n f a l e s . El
la g u e r r a l a s discordias intestinas y l a s l u c h a s de p a r t i d o a m e n a -
m i s m o H o r a c i o e n u m e r a n d o los d i v e r s o s g é n e r o s de p o e s í a pin-
z a b a n arruinar por c o m p l e t o la c i u d a d , P i n d a r o i n c u l c a e n el áni-
d á r i c a , c o l o c a en p r i m e r t é r m i n o los d i t i r a m b o s , m e n c i o n a l u e g o
m o de s u s c o n c i u d a d a n o s s e n t i m i e n t o s de p a z y de c o n c o r d i a ' ) , y
los h i m n o s y en s e g u i d a l a s e p i n i c i a s y los t r e n o s ' ) . E s , sin e m -
t e r m i n a d a la g u e r r a no v a c i l a en e x p r e s a r su a d m i r a c i ó n p o r e l
b a r g o , indudable que las epinicias debían tener alguna evidente
h e r o í s m o de los v e n c e d o r e s , en p o e m a s d e d i c a d o s á los E g i n e t e s
s u p e r i o r i d a d , c u a n d o t a n m u l t i p l i c a d a s f u e r o n por l o s c o p i s t a s
y á los A t e n i e n s e s . E n un c a n t o , la s é p t i m a í s t m i c a , q u e c o m p u s o
de los ú l t i m o s t i e m p o s y c u a n d o ellas s o l a s se s a l v a r o n de p e r e -
p o c o s m e s e s d e s p u é s de la rendición de T e b a s al e j é r c i t o a l i a d o
cer con el resto de la p o e s í a lírica de l o s G r i e g o s . P o r o t r a p a r t e ,
de los G r i e g o s ' ) , su a l m a p a r e c e p r o f u n d a m e n t e c o n m o v i d a a n t e
estos c a n t o s triunfales por la m u l t i p l i c i d a d de los a s u n t o s , por la
la d e s v e n t u r a de su c i u d a d n a t a l ; p e r o torna l u e g o á l a a l e g r í a
e l e g a n c i a de la c o m p o s i c i ó n , por la v a r i e d a d del e s t i l o , y a s e v e r o
p o r q u e , d e s p u é s de t o d o , los G r i e g o s h a b í a n sido l i b r a d o s de un
y g r a v e , y a ligero y s e r e n o , a s e m e j á n d o s e los u n o s á h i m n o s y á
g r a n p e l i g r o , y un dios h a b í a a p a r t a d o de s u s c a b e z a s l a roca d e
p e a n e s y a c e r c á n d o s e los otros á e s c o l i o s é h i p o r q u e m a s , son los
T á n t a l o . E l p o e t a espera q u e la l i b e r t a d r e p a r a r á t o d o s los m a l e s
ú n i c o s que en cierto m o d o p u e d e n i n d e m n i z a r n o s de la p é r d i d a
y se dirige al fin l l e n o de c o n f i a n z a á l a c i u d a d de E g i n a q u e se-
de s u s d e m á s c o m p o s i c i o n e s .
g ú n a n t i g u a s l e y e n d a s e s t a b a í n t i m a m e n t e u n i d a á T e b a s , y cu-
y a s g e s t i o n e s c e r c a de los E s t a d o s del P e l o p o n e s o , p o d r í a n per- A h o r a v a m o s á e x p l i c a r lo m á s s o m e r a m e n t e q u e n o s sea po-
mitir a l z a r de n u e v o l a f r e n t e á la h u m i l l a d a c a p i t a l de l a B e o c i a . sible , en qué c i r c u n s t a n c i a s se c o m p o n í a n y en q u é o t r a s se reci-
t a b a n l a s epinicias. C u a n d o en un a g ó n c e l e b r a d o e n c u a l q u i e -
A esto se r e d u c e c u a n t o h o y se s a b e de la v i d a de P i n d a r o y
r a de los c u a t r o g r a n d e s j u e g o s m á s c é l e b r e s en t o d a la G r e -
de s u s r e l a c i o n e s c o n sus c o e t á n e o s ; a h o r a v a m o s á e s t u d i a r l e
c i a ' ) , se obtenía la v i c t o r i a y a por l a v e l o c i d a d de l o s c a b a l l o s ,
c o m o p o e t a , á o b s e r v a r l e , p e r m í t a s e m e la f r a s e , en el m i s m o ta-
y a por la f u e r z a y la d e s t r e z a del c u e r p o , y a en fin, p o r la m a e s -
ller de su t r a b a j o poético. E l ú n i c o g é n e r o que p u e d e d a r n o s u n a
t r í a en la m ú s i c a 3), t a l triunfo r o d e a b a de u n a a u r e o l a de g l o r i a
idea c l a r a de todo el arte de P i n d a r o , es el de los c a n t o s d e triun-
n o sólo al v e n c e d o r , sino á t o d a su f a m i l a y h a s t a á su c i u d a d
fo ó epinicias. V e r d a d e s , por o t r a p a r t e , q u e se d i s t i n g u i ó i g u a l -
m e n t e e n todos los g é n e r o s de p o e s í a coral q u e h e m o s m e n c i o n a -
d o : P i n d a r o c o m p u s o h i m n o s á los dioses 3 ) , p e a n e s y d i t i r a m b o s ' ) [ O d a 4, 2.] . . . .
i ) L o s olímpicos, p í d e o s , ñemeos é í s t m i c o s . N o t o d a s las e p i n i c i a s , sin e m -
b a r g o , se compusieron p a r a estos j u e g o s ; a s í , p o r e j e m p l o , l a s e g u n d a p i t i c a
no es en realidad una p i t i c a , sino que v e r o s í m i l m e n t e fué c o m p u e s t a p a r a l o s
' ) P o l i b i o 4 , 3 1 , 5. Fragni, ine. 125 d e B ó c k h . [86 d e B e r g k c o m p a r a d o con
j u e g o s de Iolao en T e b a s . L a novena n e m e a c e l e b r a u n a v i c t o r i a o b t e n i d a en
el 87 y el 179.]
los juegos píticos de Sicione ( y no en D e l f o s ) ; l a d é c i m a c a n t a un triunfo al-
s) E n el invierno del año 2 de la 75.a O l i m p i a d a .
c a n z a d o en las H e c a t o m b e a s de A r g o s ; la u n d é c i m a no es un e p i n i c i o , sino u n a
3) [ A uno de ellos, q u i z á á Z e u s A m m o n está d i r i g i d o , según la hipótesis o d a c a n t a d a al tomar posesión d e su c a r g o un pritano de T é n e d o s . E n un p r i n -
de S c h n e i d e w i n , u n largo fragmento que sin el n o m b r e del autor se h a encon- cipio las n e m e a s , debieron estar d e s p u é s denlas í s t m i c a s , al final de la colec-
trado en H i p ó l i t o , Adv. liaeret. 5 , p. 96 de M i l l e r . V é a s e sobre este p a r t i c u l a r á ción , p a r a que pudiera agregárseles á m o d o d e a p é n d i c e ó s u p l e m e n t o , compo-
B e r g k , Poetae lyrici, p. 1338 y ss. de la 3.a e d i c . , el c u a l sin e m b a r g o , n o tiene
siciones de otro orden.
al tal fragmento por pindàrico. E n éste c o m o e n el c i t a d o en la p. 343 se en-
3) E l único ejemplo de este género es la p i t i c a 12 en que e l p o e t a c a n t a l a
c u e n t r a n amontonadas múltiples alusiones mitológicas. ]
v i c t o r i a d e M i d a s , flautista d e Agrigento.
natal y debía ser solemnemente celebrado. L a fiesta p o d í a ser or-
épodos ' ) ; pero quizá se entonaban estos últimos en ciertos mo-
g a n i z a d a i n m e d i a t a m e n t e por los amigos del v e n c e d o r y en el
mentos en que la procesión se detenía, pues q u e , según indican
mismo teatro de la v i c t o r i a , por e j e m p l o , en O l i m p i a , c u a n d o
los a n t i g u o s , el épodó exigía siempre una p a r a d a del coro. P e r o
por la noche una v e z terminados los certámenes resonaban en el
la m a y o r í a de las odas de P í n d a r o se entonaban en el cornos pro-
templo, iluminado por la l u n a l l e n a , alegres cantos á manera de
piamente dicho, esto es al terminar el b a n q u e t e ; así las odas pin-
encomios ' ) , ó bien p o d í a diferirse hasta hallarse de regreso en
dáricas t o m a n más á menudo sus títulos del cornos, que de la vic-
la patria del v e n c e d o r , donde la solemnidad se repetía por espa-
toria s ) .
cio de muchos años en conmemoración del triunfo ' ) . T a l solem-
n i d a d revestía siempre c a r á c t e r religioso; á m e n u d o c o m e n z a b a U n a epinicia c u y o motivo era un triunfo alcanzado en los jue-
con una procesión á un altar ó á un templo y a en el lugar mismo gos sagrados y su objeto ilustrar una solemnidad relacionada con
en que se h a b í a n c e l e b r a d o los j u e g o s , y a en la ciudad natal del el culto de los dioses, debía naturalmente componerse en estilo
v e n c e d o r ; y después de haber ofrecido un sacrificio á los dioses, severo y majestuoso. P o r otra p a r t e , la tradicional severidad de
bien en el t e m p l o bien en la m i s m a casa del triunfador, celebrá- los nomos y de los h i m n o s , no era conciliable con la tumultuo-
b a s e un b a n q u e t e al c u a l seguía el alegre -/¿¡¿OÍ que ponía fin á sa alegría del festín; sino que ésta exigía cierta libertad de expre-
la fiesta3). E n esta solemnidad s a g r a d a , ruidosa y a l e g r e — d e sión y serenidad de ánimo que estuviese en armonía con el triun-
que tanto g u s t a b a el p u e b l o g r i e g o — c o m p a r e c í a el coro amaes- fo que m o t i v a b a la fiesta é hiciera resaltar las relevantes prendas
trado por el poeta ó por el maestro 4 ) que le r e e m p l a z a b a , para del vencedor. P e r o P í n d a r o no trata de lograr este objeto descri-
c a n t a r el himno de victoria que era considerado como el m á s biendo detalladamente la v i c t o r i a , lo cual no habría sido más que
bello ornamento de la fiesta. E s t e himno que no era propiamen- una simple repetición del espectáculo presenciado ya con delec-
te un himno religioso á propósito p a r a ser cantado durante el sa- tación por los griegos reunidos en P i t o ó en O l i m p i a , y general-
crificio , entonábase bien en la p o m p a , ó sea la procesión solem- mente no h a c e más que recordar en breves palabras el triunfo, el
n e , bien en el cornos. L a forma de las epinicias dependía necesa- lugar y los j u e g o s en que fué obtenido 3 ). Y sin e m b a r g o , la vic-
riamente hasta cierto punto de la ocasión en que habían de reci- toria no es p a r a el p o e t a , como muchos escritores han supuesto,
tarse. D e ciertas expresiones enlpleadas en diversas epinicias, asunto de un interés secundario y del cual necesitara desembara-
puede inferirse q u e todos los cantos compuestos de estrofas sin zarse p a r a p a s a r á otros de m a y o r importancia, sino que es por el
épodo se e n t o n a b a n en l a s procesiones al santuario ó á la c a s a contrario el verdadero centro en torno del cual gira todo el poe-
del v e n c e d o r , si bien se encuentra algunas que á pesar de tener m a ; y la considera no como mero accidente sino como relaciona-
expresiones que denotan m a r c h a y movimiento tienen también da con la v i d a entera del que la obtiene. P í n d a r o sabe dar al triun-
fo un g r a n alcance para la v i d a del v e n c e d o r , formando un alto
concepto de la suerte y del carácter del héroe. concepto que la
victoria viene á confirmar. Y como los G r i e g o s , poco habituados
' ) Palabras de P i n d a r o en la olímpica n , 76 (93), donde este uso es tras-
portado á la introducción mitológica de los juegos olímpicos por H e r a c l e s . — á considerar al hombre b a j o el punto de vista estrictamente indi-
L a s olímpicas 4 y 8, la pitica 6 y probablemente también la 7 , debieron can- vidual , le m i r a b a n siempre como miembro de su familia y de su
tarse en el lugar mismo de los juegos. p u e b l o , P í n d a r o también relaciona la gloria del vencedor con la
2 ) E n una de estas fiestas conmemorativas, se cantaban la g.a olímpica, la

3.a nemea y la 2.a ístmica.


3 ) (Véase C a p . III, p. 42.]
1) Olímpica 8 , 13. L a expresión TÓV8EXS>|J.OV 3 Í ; C U , significa sin d u d a : «recibe
*) C o m o el estinfalio E n e a s , olímpica 6, 88 (150), á quien el poeta llama
este canto de compañeros que se han reunido para un sacrificio y un banquete».
verdadero mensajero, simbólico secreto de las Musas de hermosa cabellera,
! ) kiy.¿4|xioc -j¡J.VO;, syy.wu.tov ¡JÍ),o;. L o s gramáticos, sin embargo, distinguen
dulce cráter de cantos armoniosos, porque debía llevar á Estinfalo el canto
de los epinicios, los encomios como poemas laudatorios propiamente dichos.
q u e había recibido del mismo P i n d a r o , y enseñar allí á un coro, l a d a n z a , la
3 ) P o r el contrario, encuéntrase á menudo una enumeración exacta de todas
música y el texto del referido canto.
las victorias, no sólo del actual triunfador, sino de toda su familia, evidente-
s) Olímpica 14. Pìtica 6, 12. Nemea 2 , 4 , 9 . Istmica 7.
mente porque así se le había encomendado al poeta.
posición y el pasado de la tribu y del E s t a d o de que procedía. zon por la que se debía ser modesto y humilde y no aspirar á ul-
A h o r a b i e n , bajo dos distintos puntos de v i s t a , podía el poeta teriores triunfos '). A Hieron s o b r e t o d o tan celebrado por é l , es á
considerar la vida del vencedor, para explicar por ella la victoria: quien P í n d a r o se dirige p a r a exhortarle á buscar la c a l m a y la se-
el destino y el mérito, ó en otros términos, la fortuna y la habili- renidad del espíritu, una v e z p a s a d o s los c u i d a d o s y fatigas que
d a d '). E n la victoria obtenida en la carrera de c a r r o s , el poe- le había costado la fundación y afianzamiento de su imperio, y á
ta debía insistir principalmente en la f o r t u n a , puesto que necesi- purificar y ennoblecer con la poesía el a l m a c o n t u r b a d a por in-
tándose para obtener el triunfo caballos excelentes y hábiles auri- dignas pasiones. P í n d a r o , sin e m b a r g o , no suele contentarse con
g a s , sólo los ricos podían sufragar los gastos que una y otra cosa elogiar solamente la fuerza y la habilidad del v e n c e d o r , sino q u e
habían necesariamente de ocasionar; tanto más cuanto que rarí- atribuye á éste alguna otra relevante cualidad moral que el poe-
simas v e c e s dirigían sus caballos los que t o m a b a n parte en los ta recomienda y s u b l i m a : esta cualidad es y a la m o d e r a c i ó n , y a
juegos. E n los que por el contrario obtenían el premio en los jue- la s a b i d u r í a , y a el amor filial, y a en fin, el respeto á los dioses.
gos gimnásticos, había que atender sobre todo á la habilidad, E s t e último sobre t o d o , aparece frecuentemente como causa prin-
si bien se m i r a b a también como razón principal del éxito la pro- cipal de la v i c t o r i a , porque merced á él el triunfador o b t u v o la
tección de los dioses, con tanto más motivo cuanto que en opi- protección de los dioses que presidían los juegos gimnásticos, co-
nión de P í n d a r o la v e r d a d e r a habilidad e s un don de la N a t u r a - mo Mercurio ó los Dioscuros. E s indudable que P í n d a r o h a b l a b a
leza 2 ). E s evidente que ni la fortuna ni la habilidad del vence- sinceramente y con arreglo á sus creencias, al buscar la v e r d a d e -
dor, como abstracciones, podían constituir el asunto propiamen- ra razón de la victoria en el favor de una divinidad protectora de
te dicho de un p o e m a , sino que por el contrario había éste de ser la familia del v e n c e d o r y al mismo tiempo patrocinadora de los
una idea c o n c r e t a , una i m a g e n v i v a de la habilidad del héroe in- juegos en que éste había obtenido el premio a ). E n g e n e r a l , Pín-
dividualmente considerado; así, el poeta da especial colorido á las d a r o , al elogiar la habilidad ó la fortuna del triunfador p a r e c e tan
cualidades personales del v e n c e d o r , presentando su buena suer- sincero c o m o él mismo afirma con cierto o r g u l l o , y j a m á s se d e j a
te como compensación de la desgracia pasada y describiendo en arrastrar á un panegirismo enfático. E l temor natural en un repu-
general las vicisitudes prósperas y a d v e r s a s porque ha a t r a v e s a d o blicano de incurrir en la censura de sus conciudadanos y el res-
el vencedor y su familia 3 ). Otras v e c e s , proporcionaban asunto peto á la N e m e s i s d i v i n a , le inclinaron á moderar sus elogios y á
para un canto, los triunfos que alternativamente h a b í a n obtenido no perder de vista la instabilidad de la fortuna y la limitación de
en los juegos gimnásticos diversas generaciones de una m i s m a fa- las f u e r z a s h u m a n a s 3 ).
milia , esto e s , primero los abuelos y luego los nietos, pero sin que
E s t a s cualidades del poeta nos le presentan casi c u a l un sabio
la generación intermedia, los p a d r e s , participaran de la gloria
que revela al vencedor su destino, mostrándole un orden superior
C u a n d o la fortuna del v e n c e d o r era constante, el poeta acompa-
de cosas como fuente y c a u s a primordial de su triunfo. N o h a y
ñ a b a sus elogios con reflexiones morales sobre el modo de apre-
que creer, sin e m b a r g o , que al hablar así el poeta se colocara en
ciarla j u s t a m e n t e , de conservarla y de aprovecharla de la mejor
una esfera lejana de la realidad de la v i d a práctica y que se di-
manera posible. Según las ideas de los G r i e g o s , el primer senti-
rigiese al pueblo como pudiera hacerlo un sacerdote. L e j o s de
miento que debe despertar una fortuna c o n s t a n t e , e s el del temor
á N e m e s i s , la cual se c o m p l a c e en doblegar el orgullo humano, ra-
' ) ¡AY¡*ITI iráuratvé rcópatov. ¡Olímpica 1 , 114.]
i ) C o m o por e j e m p l o la o l í m p i c a 6 , 77 (130) y ss. P a r a lo d i c h o en el t e x t o
h e s e g u i d o p r i n c i p a l m e n t e el t r a t a d o d e D i s s e n : De ratione poética carminum
Pindaricorum (Pindari Carmina ed. Lud. Dissenius. 1830. S e c t . I , p . 1 1 ) .
"0/[5O;—IPSTV-.
3) [ E s d i g n o d e e s p e c i a l m e n c i ó n el p a s a j e d e l a í s t m i c a 5 , 14 y ss.:
2) T b os tpvít y.pá-iiTOv a^rav. Olímpica 9 , 107 ( 1 5 1 ) , o d a en la c u a l se e x p l i -
c a y d e s a r r o l l a a q u e l l a idea. V é a s e el final d e l c a p i t u l o anterior. P.r, UÁ-rs'JÍ ZS'J; Ysvé<j0at" s á v t ' k'-/ei;,
tí <7E TO'JTOJV IXOÍp' SCpíxOlTO xc().5iv.
3) Olímpica 2, y s e m e j a n t e m e n t e la ístmica 3.
4)
Ova-ra OvaTOÍcri r.pír.i'.. i
Ncmea 6.
e s t o , l a s epinicias de Pindaro aunque recitadas por un coro eran cipio ó á esta máxima la forma de una opinión propia: «No me
fiel expresión de las ideas y sentimientos del poeta ' ) , y estaban deleita tener en mi casa acumuladas m u c h a s r i q u e z a s , sino que
p l a g a d a s de alusiones á sus relaciones personales con el vencedor, prefiero con mi fortuna procurarme una vida cómoda y agrada-
de l a s cuales sabía P i n d a r o , cuando en ello tenía verdadero inte- b l e , y una buena reputación con mis liberalidades para con mis
rés, h a c e r el asunto principal de su canto. E n esta circunstancia amigos» ').
es d o n d e h a y que buscar la explicación de m u c h a s de sus o d a s y P e r o el otro elemento de la poesía pindàrica, las narraciones
frecuentemente de las más laberínticas de entre ellas. E n un poe- míticas, ocupa mayor espacio, en la mayor parte de sus Odas por
m a *), P i n d a r o defiende la v e r a c i d a d de su poesía contra las acusa- lo m e n o s , que el elemento sentencioso ó gnómico ; y la interpre-
ciones de que había sido objeto y presenta su Musa como j u s t a é tación moderna ha demostrado que dichos relatos no son simples
i m p a r c i a l dispensadora de la g l o r i a , lo mismo para los vencedores digresiones encaminadas á embellecer la poesía. A v e c e s diríase
en los j u e g o s que para los héroes de los tiempos antiguos. E n otro 3 ), que el poeta quiere dar á entender que se dejó arrastrar por su
r e c u e r d a al v e n c e d o r que él le predijo el triunfo en los juegos pú- inspiración, cuando después de una extensa narración legen-
b l i c o s , que le había a n i m a d o á presentarse en el agón, y a p r u e b a daria vuelve á reanudar el desarrollo de su t e m a , ó cuando lo
el que empleara sus riquezas en tan noble objeto 4 ). E n un tercer relaciona con una m á x i m a p r o v e r b i a l , como cuando liga la fra-
p o e m a se e x c u s a de haber diferido la composición de un c a n t o se s i m b ó l i c a : «ni por tierra ni por mar lograrás encontrar el
que prometió á un adolescente vencedor en el p u g i l a t o , y de no camino del país' de los Hiperbóreos», con la historia del v i a j e
habérselo e n v i a d o sino cuando aquel á quien elogiaba había lle- de Perseo á aquel pueblo fabuloso ' ) . P e r o aun en tales casos,
g a d o á la edad v i r i l ; l u e g o , como para animarse á sí mismo á e x a m i n a n d o el poema con atención, se verá que el mito forma
cumplir su p r o m e s a , h a c e resaltar la v e n e r a n d a antigüedad de parte de su asunto; y se observa generalmente en los poetas y pro-
estos h i m n o s triunfales cuyo origen se confunde con la p r i m i t i v a sistas griegos, el hábito de velar sus verdaderos propósitos y de
organización de los juegos olímpicos 3 ). pretender con una especie de artística i r o n í a , abandonarse al
a z a r cuando obran con perfecta conciencia de su plan. A s í , Pla-
S e a cual fuere el t e m a de una epinicia p i n d à r i c a , no era na-
ton mismo finge á menudo abandonar el diálogo por torcidos sen-
tural q u e en la exposición se siguiera precisamente el método de
deros, cuando así lo exige su plan de investigación. E n otros pa-
un t r a t a d o filosófico ; si bien se encuentra en ellas no poco de
s a j e s , P i n d a r o confiesa que se requieren entendimiento}' reflexión
aquella ciencia g n ó m i c a que en la a c t i v i d a d v a r i a d a y á menudo
para descubrir el sentido oculto de sus episodios míticos. A s í , por
confusa de los hombres descubre reglas y principios fijos; que des-
e j e m p l o , después de una descripción de las islas de los bienaven-
de la é p o c a de los Siete S a b i o s comenzó á desempeñar un papel
turados y de los héroes que allí m o r a n , a ñ a d e : «Tengo en mi car-
principalísimo; y que y a antes de P i n d a r o constituía un elemento
c a x debajo del b r a z o , muchos rápidos dardos c u y o significado
importante de la lírica coral. L o s a p o t e g m a s del poeta de T e b a s
comprenden los inteligentes, pero que en general necesitan inter-
revisten la forma y a de proverbios y a de exhortaciones al vence-
pretación » 3 ). D e s p u é s de relatar la historia de Ixión en una oda di-
dor. A m e n u d o t a m b i é n , cuando quiere inculcar al triunfador un
rigida á Hieron continúa: «Ante todo debo guardarme de incurrir
principio cualquiera de moralidad ó de p r u d e n c i a , da á este prin-
en la mordaz violencia de los maldicientes, p u e s , aunque en remo-
tos tiempos, he visto al calumniador Arquíloco que se c o m p l a c í a
*) V é a s e C a p . X I V . en injuriar, v i v i r casi siempre en la miseria» 4 ). Sería incompren-
2) Nemea 7.
3) Nemea 1.
*) R e f i e r o á esto el pensamiento del verso 27 ( 4 0 ) : «el entendimiento se m a -
nifiesta e n los consejos de aquellos á quienes la naturaleza h a dotado del p o d e r <) Nemea 1 , 31 (45)-
d e adivinación»; asi como t a m b i é n el relato de la p r e d i c c i ó n de Teiresias c u a n - ') Pitica 10, 29 (46).
do el j o v e n H e r a c l e s m a t ó las serpientes. 3) Olimpica 2 , 9 1 ( I 5 ° ) -
5) 'Pitica 2, 54 (100).
Olímpica 11.
L I T . GR. — 1 . 2 3
sible lo que en este pasaje movió al poeta á expresar tal ansiedad el pasado legendario como mucho más sublime y como iluminado
é inquietud, si no se recordaran las advertencias que la historia por gran esplendor, del cual era el presente un simple reflejo; y
de Ixión contiene para el ambicioso tirano. esta es cabalmente la razón de las alusiones históricas y políticas
L a relación de estas narraciones mitológicas con el verdade- de la tragedia griega que se encuentran principalmente en Esqui-
ro asunto del p o e m a , puede ser exterior ó interior, é histórica ó lo. L a obra histórica de Heródoto no tiene cabalmente otro funda-
ideal. E n el primer caso el poeta alude á los héroes que figuran á mento; y éste aparece con más evidencia en los numerosos asun-
la c a b e z a de la familia ó del E s t a d o á que pertenecen bien el ven- tos que Píndaro emplea en sus poemas líricos. D i c h o se está que
cedor, bien los fundadores de los juegos en que había alcanzado- los poetas líricos trataban los asuntos míticos de una manera muy
el premio. N i una sola de las odas que P í n d a r o compuso á los diversa de la de los poetas épicos. Mientras que en la epopeya la
combatientes de E g i n a , deja de elogiar á la heroica familia de narración mitológica inspira interés por sí misma, y se desarrolla
los E á c i d a s : « E s para m í , d i c e , una ley ineludible, siempre que en todas sus partes con igual amor y a m p l i t u d , en la poesía líri-
hablo de esta isla, el prodigaros elogios ¡ o h E á c i d a s los de los ca sirven como de ejemplo para explicar una idea determinada,
áureos carros!» '). E n ei segundo caso, P í n d a r o describe los acon- expresada en medio ó al fin del p o e m a , y el poeta solo hace resal-
tecimientos de la edad heroica que tienen analogía con los de la tar las partes de la historia que han de contribuir á aclarar aque-
v i d a del vencedor ó que encierran advertencias ó consejos que lla idea. Así la narración mítica más extensa de P í n d a r o , la des-
cuadren al mismo. A v e c e s también hace destácarse las figuras cripción en veinticuatro estrofas del v i a j e de los A r g o n a u t a s en el
de dos personajes mitológicos, uno de los cuales sea por decirlo poema pítico al rey de Cirene, Arcesilao '), está muy lejos de ofre-
así retrato fiel del triunfador en sus nobles aspiraciones y el otro cer el extraordinario desarrollo de la e p o p e y a ; el poeta se propo-
en sus actos vituperables, de suerte que le presenta el uno como ne en ella como exclusivo o b j e t o , el dar á conocer la genealogía
un ejemplo para alentarle y el otro como una especie de exhorta- de los reyes de Cirene descendientes de los A r g o n a u t a s ; y si se
ción 5 ). Generalmente P í n d a r o combina ambas relaciones pre- muestra algo prolijo en la mención de las relaciones entre Jason
sentando á los héroes de la familia como unidos al vencedor en y P e l i a s , el noble desterrado y el tirano celoso, débese á que este
genio y c a r á c t e r : su fuerza y habilidad extraordinarias se perpe- tema encierra severas amonestaciones para Arcesilao respecto á
túan en los descendientes, la misma complicación de vicisitudes su conducta con Damófilo de que y a hemos hablado.
propicias y adversas a c o m p a ñ a á toda la r a z a hasta la generación
coetánea 3 ), y hasta los e x t r a v í o s de los héroes primitivos reapare- E s t a mezcla de sentencias y de leyendas simbólicas, h a c e di-
cen en sus descendientes 4). N o h a y que olvidar que en t i e m p o s de fícil el seguir el hilo de l a s ideas de Píndaro. Contribuye á hacer
Píndaro los G r i e g o s creían firmemente en la estrecha conexión en- más oscuro el sentido, tal complicación en todo el plan de su poe-
tre el mundo heroico y la edad contemporánea; buscábase el origen s í a , que á menudo el lector moderno, creyendo haber encontrado
de los acontecimientos históricos en una edad r e m o t a ; legitimá- el hilo que ha de conducirle á la clara comprensión de la o b r a , no
banse las conquistas y las colonizaciones con análogas empresas de logra ver con claridad la conexión de sus partes. Píndaro cuando
los héroes a n t i g u o s ; y considerábase las guerras médicas como un comienza un poema parece poseído de la alta idea que se ha for-
acto de un gran drama c u y a s primeras partes eran la expedición de m a d o de los gloriosos destinos del vencedor, y se siente, por decir-
los A r g o n a u t a s y la guerra de T r o y a . A l mismo t i e m p o , mirábase lo así, arrastrado por el torrente de imágenes que de aquel con-
cepto brota; pero lejos de expresar directamente su pensamien-
to, desenvuelve unas después de otras las diversas series de con-
ceptos que de él nacen m a s sin perder nunca de vista el objeto
1) Istmica 5 , i g (27). á que se refieren. A s í , después de haber desarrollado una serie
i) C o m o P e l o p s y T á n t a l o , olímpica 1.
de ideas en forma sentenciosa ó mitológica y antes de explicar-
3) C o m o la suerte de los antiguos C a d m e o s en T e r o n , olímpica 2.
l) C o m o las precipitaciones (ot[Mt).axtat) d e los héroes rodios en Diógenes,
olímpica 7. ') [Pítica 4.1
se lo bastante para hacer clara la aplicación de ellas al vence- les diferencias reconocen por causa la naturaleza del ritmo que á
d o r , se detiene para seguir otro c a m i n o , que poco después aban- su vez está regulado por el estilo musical. C o n arreglo á este
dona por un tercero; y al final del p o e m a recoge todos estos ca- estilo, las epinicias de Píndaro se dividen en dóricas, eólicas y
bos sueltos para entrelazarlos y formar con ellos un todo en que lidias: tres categorías fáciles de distinguir, aunque cada una de
resalta con entera c l a r i d a d la idea fundamental del poema. Re- ellas admite variedades infinitas. B a j o el punto de vista de la
s e r v a n d o p a r a el final la explicación de cada una de sus alusio- métrica, cada poema de Píndaro tiene un carácter diverso y no
n e s , P í n d a r o logra q u e sus poemas no puedan dividirse en par- se encuentra dos de ellos compuestos con arreglo al mismo es-
tes a i s l a d a s , independientes las unas de las otras y completas quema. E n las odas dóricas hallamos las mismas formas métri-
é inteligibles por sí m i s m a s , manteniendo al mismo tiempo la cu- cas que en la poesía coral de Estesícoro, esto e s , series de dácti-
riosidad y el interés del lector durante todo el poema. Así, en el los y de dipodias trocáicas ' ) , que se acercan mucho á la majes-
canto sobre la v i c t o r i a pítica obtenida por Hieron como ciu- tad del exámetro: a s í , el estilo de estas o d a s es generalmente dig-
d a d a n o de E t n a , c i u d a d fundada por él ' ) , la idea fundamental no y p a u s a d o ; las narraciones míticas están en ellas más amplia-
que P í n d a r o tiende á hacer resaltar, es el reposo y la tranqui- mente desarrolladas; las ideas, íntimamente ligadas todas con el
lidad á que H i e r o n p u e d e abandonarse después de tantas glorio- asunto y libres de toda pasión puramente personal; la c a l m a y la
sas a c c i o n e s , idea que el poeta quiere infundir en el alma del ti- alteza de pensamientos constituyen su verdadero carácter; y es-
rano con a y u d a de la música y de la poesía. Poseído de esta tán escritas en el dialecto épico con un ligero tinte de dorismo
i d e a , P í n d a r o c o m i e n z a por describir la v i d a feliz de los dioses que contribuye á aumentar su brillantez y majestad. L o s ritmos
olímpicos á quienes la música deleita y tranquiliza, mientras que de las o d a s eólicas se asemejan á los de la poesía lésbica en la
a u m e n t a los tormentos de T i f ó n , su enemigo, que yace encade- cual predominaban los metros más ligeros, dactilicos, trocáicos y
nado d e b a j o del E t n a . D e aquí el poeta pasa de repente á la nue- logaédicos, si bien estos ritmos en la lírica coral adquieren m a y o r
v a c i u d a d de E t n a e m p l a z a d a al pie del monte cuyo nombre lleva, variedad y á menudo también un carácter más vivo y animado. E l
celebra los felices auspicios b a j o los cuales fué f u n d a d a , y ensalza mismo espíritu del poeta se desliza en ellas con más r a p i d e z , las
á H i e r o n por sus g r a n d e s empresas militares y por la sabia cons- ideas adquieren m a y o r movimiento, el poeta se abstiene de con-
titución que dió á la n u e v a ciudad por c u y a p a z interior y exte- tinuar las narraciones que considera impías ó arrogantes s ) y d a
rior h a c e v o t o s el poeta. H a s t a aquí no se comprende la relación en sus cantos amplia cabida á sus propios sentimientos. E n los
que p u e d a existir entre el elogio de la música y el recuerdo de pasajes en que se dirige al vencedor, su poesía reviste un carác-
las e m p r e s a s militares de H i e r o n 3' de su política; pero la cone- ter más alegre que á las veces toma la forma de burla 3 ) , ó h a b l a
xión resulta evidente c u a n d o P í n d a r o se dirige á Hieron en una de sus relaciones con el héroe á quien celebra y con sus rivales en
serie de sentencias c u y o principal objeto es exhortarle á rechazar la poesía elogiando su propio estilo y censurando el de los de-
toda pasión m e z q u i n a y á recrearse en lo bello, para que los poe- más 4 ) ; pero precisamente merced al gran movimiento que reina
tas t r a s m i t a n su b u e n n o m b r e á la posteridad. en las o d a s eólicas, tienen éstas menos s e m e j a n z a entre sí que l a s

L o s r a s g o s característicos de la poesía de Píndaro qué acaba-


mos de dar á conocer .}' que se observan en todas sus epinicias, se 1) E n los escritores antiguos que h a n tratado d e la m ú s i c a , puede verse l a
concilian p e r f e c t a m e n t e con la extraordinaria variedad de estilo explicación de c ó m o aquellas dipodias trocáicas se r e d u c í a n á un ritmo unifor-
y de expresiones que más arriba hemos señalado como una de las me con las series dactilicas. E n ellos se ve también que l a d i p o d i a trocáica e r a
principales v e n t a j a s que ofrece este género poético. E n efecto, considerada c o m o un pie rítmico c u y o arsis era el primer troqueo y el segun-
do la tesis, de suerte que si las sílabas eran b r e v e s p o d í a mirársela c o m o equi-
c a d a epinicia de P í n d a r o tiene un estilo especial que depende del
valente á un dáctilo.
curso de la idea y de la elección de las expresiones. L a s principa- s) Olímpica 1 , 52 (82). 9 , 35.
3) Olímpica 4 , 26 (40). Pítica 2, 72 ( 1 3 1 ) .
i) Pítica 1. *) Olímpica 2, 96 (155). 9, 107 ( 1 5 1 ) . Pítica 2, 78 (145)-
dóricas. L a primera olímpica, por e j e m p l o , con sus b r i l l a n t e s imá-
g e n e s , se diferencia m u c h o de la s e g u n d a , expresión fiel de subli-
m e m e l a n c o l í a , y de la n o v e n a en que se r e t r a t a u n a a l t i v a y
arrogante confianza en sí m i s m o . E l l e n g u a j e de l a s e p i n i c i a s es
t a m b i é n m á s atrevido, m á s difícil su s i n t a x i s y se d i s t i n g u e de
todos los demás por la m u l t i t u d de f o r m a s d i a l é c t i c a s r a r a s que
lo caracterizan. P o r último en l a s o d a s l i d i a s , que son las m e n o s
n u m e r o s a s , el metro es c a s i siempre t r o c á i c o y su estilo d u l c e y
CAPÍTULO X V I
s u a v e por e x t r e m o , responde á la d u l z u r a y á la s u a v i d a d de su
c a r á c t e r . E n este g é n e r o , c o m p u s o P í n d a r o los c a n t o s d e s t i n a d o s
a ser entonados en las procesiones, en los t e m p l o s ó al p i e de los La poesia teológica
a l t a r e s y en ellos implorábase el f a v o r y la bendición de los dioses.

H e m o s s e g u i d o el d e s e n v o l v i m i e n t o de la poesía g r i e g a d e s d e
Homero h a s t a Píndaro, s e ñ a l a n d o sus s u c e s i v a s trasformaciones
d e s d e el n a c i m i e n t o c a s i e s p o n t á n e o de la e p o p e y a h a s t a la c o m -
posición a r t í s t i c a y a c a b a d a del lirismo coral. A f o r t u n a d a m e n t e
l a s o b r a s de H o m e r o y de P í n d a r o , los dos p u n t o s e x t r e m o s de
e s t a l a r g a serie de g r a d a c i o n e s , se h a n c o n s e r v a d o h a s t a hoy.
P o r lo que h a c e á los g r a d o s i n t e r m e d i o s , sólo p o d e m o s formar-
n o s de ellos u n a i d e a i m p e r f e c t a , j u z g a n d o por f r a g m e n t o s aisla-
d o s y por l a s opiniones de otros escritores. E n t r e H o m e r o y P í n -
d a r o h a y un período i m p o r t a n t í s i m o p a r a la historia de la civili-
z a c i ó n g r i e g a , y p a r e c e c o m o que el primero de estos p o e t a s per-
tenece á u n a e d a d distinta de la del segundo. S i h u b i é r a m o s de
s e ñ a l a r en p o c a s p a l a b r a s esta d i f e r e n c i a c a p i t a l , d i r í a m o s q u e en
H o m e r o se e n c u e n t r a la i n f a n c i a del espíritu h u m a n o que v i v e en
l a intuición y en la i m a g i n a c i ó n , c u y o m a y o r g o c e e s t r i b a en con-
t e m p l a r los a c o n t e c i m i e n t o s y los o b j e t o s e x t e r n o s sin c u i d a r s e
m u c h o de sus c a u s a s ni de sus e f e c t o s , y c u y o s j u i c i o s están de-
t e r m i n a d o s m á s bien por i m p u l s o s del s e n t i m i e n t o que por r e g l a s
fijas; al p a s o que en P í n d a r o a p a r e c e el genio g r i e g o infinitamen-
t e m á s serio y m á s r e f l e x i v o . S e a c u a l q u i e r a el a m o r c o n que él
p o e t a c o n t e m p l e s u s b e l l a s y e s p l é n d i d a s i m á g e n e s , por s u b l i m e s
q u e sean l a s figuras de los héroes a n t i g u o s y de los a t l e t a s con-
t e m p o r á n e o s q u e d i b u j a , su p r i n c i p a l fin e s , sin e m b a r g o , bus-
c a r en su foro interno un m o d e l o á q u e a j u s t a r sus concepciones;
ó en otros t é r m i n o s : b u s c a las l e y e s del orden m o r a l , y c u a n d o
tiene c l a r a y p e r f e c t a c o n c i e n c i a de e s t a s l e y e s l a s a p l i c a á aque-
llas hermosas figuras l l e n a s de v i d a que c r e a r a la f a n t a s í a de l a
dóricas. L a primera olímpica, por e j e m p l o , con sus b r i l l a n t e s imá-
g e n e s , se diferencia m u c h o de la s e g u n d a , expresión fiel de subli-
m e m e l a n c o l í a , y de la n o v e n a en que se r e t r a t a u n a a l t i v a y
arrogante confianza en sí m i s m o . E l l e n g u a j e de l a s e p i n i c i a s es
t a m b i é n m á s atrevido, m á s difícil su s i n t a x i s y se d i s t i n g u e de
todos los demás por la m u l t i t u d de f o r m a s d i a l é c t i c a s r a r a s que
lo caracterizan. P o r último en l a s o d a s l i d i a s , que son las m e n o s
n u m e r o s a s , el metro es c a s i siempre t r o c á i c o y su estilo d u l c e y
CAPÍTULO X V I
s u a v e por e x t r e m o , responde á la d u l z u r a y á la s u a v i d a d de su
c a r á c t e r . E n este g é n e r o , c o m p u s o P í n d a r o los c a n t o s d e s t i n a d o s
a ser entonados en las procesiones, en los t e m p l o s ó al p i e de los La poesia teológica
a l t a r e s y en ellos implorábase el f a v o r y la bendición de los dioses.

H e m o s s e g u i d o el d e s e n v o l v i m i e n t o de la poesía g r i e g a d e s d e
Homero h a s t a Píndaro, s e ñ a l a n d o sus s u c e s i v a s trasformaciones
d e s d e el n a c i m i e n t o c a s i e s p o n t á n e o de la e p o p e y a h a s t a la c o m -
posición a r t í s t i c a y a c a b a d a del lirismo coral. A f o r t u n a d a m e n t e
l a s o b r a s de H o m e r o y de P í n d a r o , los dos p u n t o s e x t r e m o s de
e s t a l a r g a serie de g r a d a c i o n e s , se h a n c o n s e r v a d o h a s t a hoy.
P o r lo que h a c e á los g r a d o s i n t e r m e d i o s , sólo p o d e m o s formar-
n o s de ellos u n a i d e a i m p e r f e c t a , j u z g a n d o por f r a g m e n t o s aisla-
d o s y por l a s opiniones de otros escritores. E n t r e H o m e r o y P í n -
d a r o h a y un período i m p o r t a n t í s i m o p a r a la historia de la civili-
z a c i ó n g r i e g a , y p a r e c e c o m o que el primero de estos p o e t a s per-
tenece á u n a e d a d distinta de la del segundo. S i h u b i é r a m o s de
s e ñ a l a r en p o c a s p a l a b r a s esta d i f e r e n c i a c a p i t a l , d i r í a m o s q u e en
H o m e r o se e n c u e n t r a la i n f a n c i a del espíritu h u m a n o que v i v e en
l a intuición y en la i m a g i n a c i ó n , c u y o m a y o r g o c e e s t r i b a en con-
t e m p l a r los a c o n t e c i m i e n t o s y los o b j e t o s e x t e r n o s sin c u i d a r s e
m u c h o de sus c a u s a s ni de sus e f e c t o s , y c u y o s j u i c i o s están de-
t e r m i n a d o s m á s bien por i m p u l s o s del s e n t i m i e n t o que por r e g l a s
fijas; al p a s o que en P í n d a r o a p a r e c e el genio g r i e g o infinitamen-
t e m á s serio y m á s r e f l e x i v o . S e a c u a l q u i e r a el a m o r c o n que él
p o e t a c o n t e m p l e s u s b e l l a s y e s p l é n d i d a s i m á g e n e s , por s u b l i m e s
q u e sean l a s figuras de los héroes a n t i g u o s y de los a t l e t a s con-
t e m p o r á n e o s q u e d i b u j a , su p r i n c i p a l fin e s , sin e m b a r g o , bus-
c a r en su foro interno un m o d e l o á q u e a j u s t a r sus concepciones;
ó en otros t é r m i n o s : b u s c a las l e y e s del orden m o r a l , y c u a n d o
tiene c l a r a y p e r f e c t a c o n c i e n c i a de e s t a s l e y e s l a s a p l i c a á aque-
llas hermosas figuras l l e n a s de v i d a que c r e a r a la f a n t a s í a de l a
e d a d p r e c e d e n t e . E n l a s c o m p o s i c i o n e s de P í n d a r o h a y d e m a -
la otra v i d a . E n d i c h o s c a n t o s e x p l i c a e s p e c i a l m e n t e el p o e t a la
s i a d a v e r d a d y e s d e m a s i a d o sincera la expresión de los senti-
v i d a a l t e r n a d a en la tierra y en los i n f i e r n o s , por la c u a l los espí-
m i e n t o s , p a r a q u e el p o e t a i n t e n t e , c o m o lo hicieron l o s v a t e s
ritus se e n n o b l e c e n y se e l e v a n : « l a s a l m a s , d i c e ' ) , de a q u e l l o s á
p o s t e r i o r e s , d i s i m u l a r la p a l m a r i a c o n t r a d i c c i ó n q u e resulta en-
quienes P e r s é p h o n e l i b r a del p r i m e r p e c a d o , e n v í a l a s l a diosa
tre su p o e s í a y l a poesía a n t i g u a . É l o p i n a ') q u e la f a m a de
d e s p u é s de n u e v e a ñ o s al sol s u p e r i o r ; d e ellas n a c e n r e y e s ilus-
U l í s e s se e x t e n d i ó m á s m e r c e d á los dulces c a n t o s de H o m e r o
tres y h o m b r e s c é l e b r e s por su poderío y e m i n e n t e s por su cien-
q u e á l a s d e s v e n t u r a s del h é r o e , p o r q u e h a y a l g o de grandio-
c i a , los c u a l e s son l l a m a d o s por la posteridad héroes s a g r a d o s » 5 ) .
so en l a s i n v e n c i o n e s y en el v u e l o de l a f a n t a s í a h o m é r i c a ; y á
m e n u d o r e c h a z a l o s relatos de los a n t i g u o s p o e t a s , p o r q u e n o C l a r a m e n t e se v e q u e en el t i e m p o t r a s c u r r i d o entre Homero

son c o n c i l i a b l e s c o n sus ideas m á s p u r a s a c e r c a de la omnipo- y H e s i o d o se operó un g r a n c a m b i o en l a s i d e a s , que n o p u d o

tencia y de la s u p e r i o r i d a d moral de los dioses *). P e r o n o h a y producirse de r e p e n t e sino que n e c e s a r i a m e n t e fué r e s u l t a d o de

cosa en q u e P í n d a r o difiera m á s de H o m e r o que en la p i n t u r a de la los e s f u e r z o s de m u c h o s sabios é inspirados p o e t a s . T o d a la poe-

suerte del h o m b r e después de m u e r t o . S e g ú n la O d i s e a los muer- sía religiosa de los G r i e g o s q u e t r a t a de la m u e r t e y de la v i d a

tos t o d o s , sin e x c e p t u a r á los héroes m á s i l u s t r e s , s e m e j a n t e s á f u t u r a , se r e m o n t a á l a s d e i d a d e s q u e h a b i t a n d o las s o m b r í a s pro-

e s p e c t r o s c o n t i n ú a n en los infiernos su a c t i v i d a d t e r r e n a a u n q u e f u n d i d a d e s de la t i e r r a , s u p o n í a s e l a s c a s i e x t r a ñ a s á la v i d a polí-

p r i v a d o s de i n t e l i g e n c i a y de v o l u n t a d . P í n d a r o , por el contra- t i c a y social de la h u m a n i d a d , y f o r m a b a n , c o n el n o m b r e de dio-

r i o , en el s u b l i m e p o e m a q u e c o m p u s o p a r a c o n s o l a r á T e r o n 3), ses Chthónicos 3), un g r u p o s e p a r a d o del de l a s d i v i n i d a d e s olímpi-

d i c e que t o d a s l a s faltas c o m e t i d a s en este m u n d o , son severa- c a s . S ó l o al c u l t o de a q u e l l a s d i v i n i d a d e s p e r t e n e c í a n en G r e c i a

m e n t e j u z g a d a s e n las regiones i n f e r n a l e s , y que u n a v i d a f e l i z los m i s t e r i o s ; y p r e c i s a m e n t e de la c r e e n c i a en ellas n a c i ó la es-

libre de todo c u i d a d o y en m e d i o de un eterno e s p l e n d o r , consti- p e r a n z a en la i n m o r t a l i d a d , c o m o se v e en el mito de P e r s é p h o -

t u y e la r e c o m p e n s a de los b u e n o s : « P e r o los q u e p a s a n d o por n e , h i j a de D e m e t e r . T o d o s los años en el o t o ñ o , P e r s é p h o n e es

u n a triple e x i s t e n c i a en la tierra y en l o s infiernos c o n s e r v a n e l a r r e b a t a d a al m u n d o de la l u z p a r a ser c o n d u c i d a al reino del in-

a l m a p u r a de t o d o p e c a d o , s i g u e n el c a m i n o de Z e u s h a s t a el pa- visible m o n a r c a de l a s s o m b r a s ('AvSr,;), y h e r m o s e a d a y r e j u v e n e -

l a c i o de C r o n o s 4 ) donde aspiran l a s b r i s a s del O c é a n o en l a s is- c i d a , t o r n a t o d a s l a s p r i m a v e r a s á los b r a z o s de su m a d r e . D e

l a s de los b i e n a v e n t u r a d o s y d o n d e b r i l l a n flores de oro». V é s e este m o d o se r e p r e s e n t a b a n los a n t i g u o s G r i e g o s l a m u e r t e y el

que en este p a s a j e a p a r e c e n l a s islas de los b i e n a v e n t u r a d o s c o m o r e n a c i m i e n t o de l a v e g e t a c i ó n c o n el c a m b i o de l a s e s t a c i o n e s .

r e c o m p e n s a de l a m á s a c r i s o l a d a v i r t u d , m i e n t r a s que en H o m e - P e r o en l a s v i c i s i t u d e s de la n a t u r a l e z a v e í a n t a m b i é n al p r o p i o

r o sólo l o g r a n l l e g a r á los c a m p o s E l í s e o s á orillas del O c é a n o t i e m p o l a s v i c i s i t u d e s de la suerte de los h o m b r e s , p u e s de o t r a

a l g u n o s f a v o r i t o s d e los d i o s e s , por e j e m p l o , M e n e l a o p o r q u e e r a m a n e r a h a b r í a n m i r a d o á P e r s é p h o n e sólo c o m o símbolo de la se-

e s p o s o de u n a h i j a de Z e u s . E n los trenos ó c a n t o s de d u e l o , P í n - milla s e p u l t a d a en el seno de la t i e r r a , y de n i n g ú n m o d o c o m o á

d a r o desarrolló de u n a m a n e r a aún m á s e x p l í c i t a sus i d e a s sobre s o b e r a n a de los muertos. A h o r a b i e n , si la diosa de la n a t u r a l e z a

l a i n m o r t a l i d a d , s o b r e la v i d a t r a n q u i l a de los b i e n a v e n t u r a d o s á
la l u z de un sol e t e r n o en b o s q u e s p e r f u m a d o s , entre j u e g o s , fies-
t a s y sacrificios, y sobre los t o r m e n t o s , en fin, de los r é p r o b o s e n ') Trenos, fragm. 4 d e B o c k h . [ n o de B e r g k . Q u e á P í n d a r o en este respec-
to se h a a t r i b u i d o m á s de lo que él había d i c h o , parecen demostrarlo los c i n c o
versos citados por Clemente Alejandrino, Stromata 4 , p. 640 (109 de B e r g k ) , co-

1)
m o tomados del treno, y los c u a l e s son considerados c o n r a z ó n c o m o un ensa-
Nemea 7 , 20 (29).
5)
y o de falsificación posterior.]
V é a s e , por e j e m p l o , la olímpica i , 52 (82). 9 , 38 (54).
5) P a r a comprender bien este pasaje conviene observar que según las l e y e s
3) Olímpica 2 , 57 ( 1 0 5 ) y ss.
4)
antiguas el que cometía un homicidio era condenado á destierro ó á e s c l a v i t u d
E s t o e s , el c a m i n o que sigue Z e u s c u a n d o v a á visitar á su p a d r e C r o n o s ,
por ocho a ñ o s , antes de que le fuese r e m i t i d a la culpa.
destronado por él, p e r o con quien y a se ha reconciliado, p a r a consultarle c o m o
3) R e s p e c t o de esta d i s t i n c i ó n , la m á s importante en el sistema religioso d e
soberano de los b i e n a v e n t u r a d o s , sobre los destinos del mundo.
G r e c i a , v é a s e el C a p . I I , p. 30-31.
i n a n i m a d a era al m i s m o t i e m p o r e i n a de los m u e r t o s , p a r e c í a na-
o p i n i ó n de u n a d e t e r m i n a d a secta ' ) — y en quien los p o e t a s órficos
tural que el regreso de P e r s é p h o n e al m u n d o de la l u z se m i r a s e
f u n d a b a n sus e s p e r a n z a s e n l a p u r i f i c a c i ó n y en l a i n m o r t a l i d a d
c o m o símbolo de una r e n o v a c i ó n de -la v i d a h u m a n a , c o m o una
d e l a s a l m a s . P e r o l a s c e r e m o n i a s de este c u l t o e r a n m u y diferen-
p a l i n g e n e s i a . D e a q u í que l o s misterios de Demeter que sobre todo se
t e s de los ritos b á q u i c o s p o p u l a r e s . L a v i d a b á q u i c a de los O r f i c o s
c e l e b r a b a n en Eleusis, y q u e desde los p r i m e r o s t i e m p o s a l c a n z a -
(pax-/EÚsiv) consistía no en u n a a l e g r í a i n m o d e r a d a y en u n a l o c a
ron g r a n f a m a entre los G r i e g o s , o f r e c í a n n o b l e s y c o n s o l a d o r a s
d e m e n c i a , sino en u n a t e n d e n c i a a s c é t i c a á l a p u r e z a i n m a c u l a d a
e s p e r a n z a s a c e r c a de la suerte del a l m a d e s p u é s de la m u e r t e .
de l a s c o s t u m b r e s *). D e s p u é s de p a r t i c i p a r en el b a n q u e t e místi-
« D i c h o s o — d i c e P í n d a r o h a b l a n d o de ellos ' ) — d i c h o s o el que los
co de la c a r n e c r u d a de la v í c t i m a , — e l toro de D i o n y s o s d e s c u a r -
h a visto y l u e g o desciende á la t i e r r a ; él c o n o c e el fin de la v i d a y
t i z a d o (wjio^áyta),—los O r f i c o s no t o m a b a n n i n g ú n otro a l i m e n t o
su origen divino»; y lo m i s m o d i c e n los escritores m á s distingui-
a n i m a l . L l e v a b a n t ú n i c a s de b l a n c o l i n o , c o m o los s a c e r d o t e s
dos de la a n t i g ü e d a d que m e n c i o n a n l a s fiestas de E l e u s i s 2).
del O r i e n t e ó del E g i p t o , de « u v a s c o s t u m b r e s , c o m o o b s e r v a
P e r o ni las E l e u s m i a s ni otras i n s t i t u c i o n e s de este g é n e r o ad- H e r ó d o t o ( 2 , 8 1 ) , t o m a r o n m u c h o los ritos órficos.
m i t i d a s en G r e c i a , e j e r c i e r o n influencia a l g u n a en l a l i t e r a t u r a
D i f í c i l m e n t e podría d e t e r m i n a r s e la é p o c a en que se formó en
n a c i o n a l , p o r q u e los h i m n o s que en ellas se c a n t a b a n lo m i s m o
G r e c i a la a s o c i a c i ó n ó r f i c a , y c u á n d o se c o m e n z ó á c o m p o n e r
q u e l a s p l e g a r i a s , no e s t a b a n d e s t i n a d o s á otro p ú b l i c o q u e e l
h i m n o s y c a n t o s religiosos del carácter arriba indicado. E l origen
q u e á e l l a s asistía ni á o t r a s c e r e m o n i a s que a q u e l l a s p a r a l a s
de e s t a s opiniones a c e r c a d é l a m u e r t e , m á s e l e v a d a s y m á s con-
c u a l e s h a b í a n sido c o m p u e s t o s . E x i s t í a por otra p a r t e , u n a socie-
s o l a d o r a s q u e l a s de H o m e r o , se r e m o n t a á l a p o e s í a hesiódica.
d a d que a u n q u e c e l e b r a b a l o s ritos de un c u l t o m i s t e r i o s o , no es-
P o r lo m e n o s , en los T r a b a j o s y D í a s , Z e u s reúne á todos los hé-
t a b a c o n s a g r a d a á un t e m p l o d e t e r m i n a d o de este c u l t o ni se cir-
roes de l a s islas de los b i e n a v e n t u r a d o s , en el O c é a n o ; y de i g u a l
cunscribía á dar á conocer s u s i d e a s y t e n d e n c i a s á los i n i c i a d o s ,
s u e r t e , en un v e r s o , q u e l o s c r í t i c o s por cierto no h a n r e c o n o c i d o
sino que l a s c o m u n i c a b a t a m b i é n á i n d i v i d u o s c o m p l e t a m e n t e a j e -
c o m o a u t é n t i c o 3 ) , dice q u e e s t a b a n s o m e t i d o s al poder de C r o -
nos al c í r c u l o de aquéllos y l a s d e p o s i t a b a en m o n u m e n t o s lite-
n o s . Y a se v i s l u m b r a a q u í u n a g r a n t r a s f o r m a c i ó n en las ideas:
rarios. E r a esta sociedad la de los Orficos, c u y o n o m b r e se a p l i c a -
r e p u g n a b a á los h u m a n o s s e n t i m i e n t o s el i m a g i n a r seres divinos,
b a á a s o c i a c i o n e s de h o m b r e s que b a j o los a u s p i c i o s del a n t i g u o
c o m o los dioses del O l i m p o y los T i t a n e s , en p e r p e t u a é inconci-
cantor místico O r f e o , se c o n s a g r a r o n al c u l t o de D i o n y s o s , p a r a
liable d i s c o r d i a , g o z a n d o los u n o s , en su frío e g o í s m o , de u n a no
confortar su a t r i b u l a d o espíritu. E l D i o n y s o s en c u y o c u l t o se ce-
i n t e r r u m p i d a f e l i c i d a d y a b a n d o n a d o s los otros á todos los horro-
l e b r a b a n estos ritos órficos y b á q u i c o s 3), e r a el dios c h t h ó n i c o
res del T á r t a r o . L a t r a n q u i l i d a d y la c l e m e n c i a e x i g í a n el impe-
D i o n y s o s Z a g r e o , e s t r e c h a m e n t e u n i d o c o n D e m e t e r y C o r a , el
rio de l a p a z d e s p u é s de l a s l u c h a s entre l a s dinastías divinas. D e
c u a l no sólo r e p r e s e n t a b a la s u p r e m a v o l u p t u o s i d a d y la a l e g r í a
aquí n a c e la opinión que t a m b i é n p r o f e s ó P í n d a r o , s e g ú n la c u a l
e x t r e m a , sino que también la m e l a n c o l í a y l a a n g u s t i a p r o f u n -
Z e u s rompió l a s c a d e n a s q u e s u j e t a b a n á l o s T i t a n e s 4 ), y su p a d r e
d a s que c a u s a n l a s miserias de l a v i d a h u m a n a . L a s leyendas
y los p o e m a s órficos se referían en s u m a y o r p a r t e á este D i o n y -
sos á q u i e n , en su c u a l i d a d d e d i v i n i d a d s u b t e r r á n e a , se identifi-
' ) E n C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Protrepticon 2, p. 30 d e P o t t e r . ( F r a g m . 70 e n
c a b a con H a d e s — d o c t r i n a q u e el filósofo H e r á c l i t o e x p o n e c o m o
Schleiermacher). [Fragm. 132 de S c h u s t e r e n R i t s c h l , Acta societ. philolog.,
L i p s a , v o i . 3 , p . 336: v é a s e ibid., p . 54.]
J) V é a s e sobre e s t e p u n t o y salire o t r o s t r a t a d o s e n el t e x t o , L o b e c k , Aglao-
phamus, p. 244.
') Trenos, fragm. 8 de Bóckh. [1x4 de B e r g k . j
s) S e g ú n el v e r s o 169: TCJ.O'J XT' àftavà-rwV « t o t v K p ó v o ; s¡j.pa<7t).súsi ( v é a s e
! ) [ V é a s e p r i n c i p a l m e n t e I s ó c r a t e s .Panegíricos, p. 25: x a t TJ¡V TEXETr¡v, R¡; oí
y-S-ra (T/ÓVTE? Ttept TE TT,; TOO p:'o-j X E K x a \ TO-J ff-j¡x7tawo; a i t b v o j R.oio-JÍ x á 5 s o b r e e s t a l e c c i ó n la e d i c i ó n d e G ó t t l i n g ) q u e n o s e e n c u e n t r a e n t o d o s l o s m a -

EATtíoa; 'éyvwi, y C i c e r ó n , De legibus 2 , 1 4 , 36.] nuscritos.


3) TÍ ' O p ? t x a xa).EÓ|i£va x a i B a x / t x á , H e r ó d o t o 2 , 81. *) ZEÙ; E>.U<7S T r e f i v a ? . ] [ P i n d a r o , Pitica 4 , 2 9 1 , d o n d e se d i c e : >.0<;s Ss Z s ù ;
¿ ó f i t T o ; TITSVCC;.]
C r o n o s , d i o s de la e d a d de o r o , r e c o n c i l i a d o c o n su h i j o c o n t i n u ó
los ritos del c u l t o de A p o l o , en p a r t e por la p u r e z a de sus c o s t u m -
r i g i e n d o e n l a s islas del O c é a n o los destinos de l o s b i e n a v e n t u r a -
bres y en p a r t e t a m b i é n por la í n d o l e f a n á t i c a de su e s p í r i t u , se
dos '). E n varios poemas órficos, Z e u s llama á Cronos, libertado
r o d e a r o n de u n a especie de a u r e o l a s o b r e n a t u r a l q u e a u n h o y nos
de su c a u t i v i d a d , p a r a que le a y u d e á t e r m i n a r la c r e a c i ó n del
i m p i d e e n t r e v e r el f o n d o de su c a r á c t e r . T a l e r a Epiménides de
m u n d o *). E n otros p o e t a s épicos posteriores á H o m e r o , se en-
C r e t a , c o n t e m p o r á n e o de Solon, a u n q u e de m á s e d a d q u e é l , lla-
c u e n t r a t a m b i é n i g u a l t e n d e n c i a á i d e a s m á s s u b l i m e s y tran-
m a d o á A t e n a s en su c u a l i d a d de s a c e r d o t e e x p i a d o r p a r a librar
q u i l i z a d o r a s . Eugamon, el autor de la Telegoma 3) t o m ó , s e g ú n se
á la c i u d a d de la m a l d i c i ó n q u e sobre ella h a c í a pesar el c r i m e n
a s e g u r a , d e l c a n t o r de misterios M u s e o , l a p a r t e de su p o e m a
de C i l o n ( h a c i a la 42. a O l i m p i a d a , 612 a. C h r . ) . E p i m é n i d e s e r a
q u e t r a t a b a de la T e s p r o c i a p a í s d o n d e se t r i b u t a b a e n t u s i a s t a
un p e r s o n a j e s a g r a d o y m a r a v i l l o s o , e d u c a d o por l a s n i n f a s , c u y a
c u l t o á l a s d i v i n i d a d e s de la m u e r t e *). E n la Alcmeónida, poema
a l m a p o d í a a b a n d o n a r el c u e r p o siempre y por todo el t i e m p o
en que se c e l e b r a b a á A l c m e o n h i j o de A m f i a r a o , i n v o c á b a s e á
q u e q u i s i e r a , y c u y a m e n t e , según P l a t ó n y otros escritores an-
Z a q u e o c o m o al m á s poderoso de los dioses 3 ) ; el p o e t a a l u d í a
t i g u o s , t r a t a b a de penetrar por m e d i o de u n a m e d i t a c i ó n pro-
a q u í al d i o s de l a s r e g i o n e s i n f e r n a l e s , c o m o á un ser m u c h o m á s
f u n d a , los d i v i n o s misterios ' ) . U n a g e n e r a c i ó n d e s p u é s , Abaris,
e l e v a d o q u e el H a d e s ordinario. O t r o p o e m a de a q u e l período,
s a c e r d o t e e x p i a d o r t a m b i é n y g e n i o aún m á s e x t r a o r d i n a r i o q u e
la Miniada., c o n t e n í a u n a descripción d e t a l l a d a de los Infiernos; y
E p i m é n i d e s , a p a r e c e en G r e c i a con sus ritos de p u r i f i c a c i ó n y
de su espíritu p u e d e j u z g a r s e teniendo en c u e n t a que e s t a p a r t e
s u s c a n t o s s a g r a d o s ; p a r a dar á su misión m a y o r a u t o r i d a d , se
del p o e m a q u e l l e v a el título e s p e c i a l de « B a j a d a á los Infiernos»
finge hiperbóreo, esto es, del p u e b l o predilecto de A p o l o y el-único
se a t r i b u y e por m u c h o s p o e t a s á un órfico l l a m a d o C e r c o p s y a u n
á quien se m o s t r a b a en p e r s o n a ; y p a r a p r o b a r su o r i g e n , l l e v a -
al m i s m o O r f e o 6).
b a siempre c o n s i g o u n a flecha q u e el m i s m o dios le h a b í a d a d o
C u a n d o a p a r e c i e r o n en G r e c i a los p r i m e r o s filósofos, debía en el p a í s de los H i p e r b ó r e o s ' ) . S i g u i ó un derrotero o p u e s t o al
existir y a una poesía que bajo formas míticas hubiera difundido d e é s t e , Aristeas de P r o c o n e s o s , en la P r o p ó n t i d e , que inspirado
i d e a s m u y d i v e r s a s de l a s de H o m e r o , a c e r c a del o r i g e n del m u n - por A p o l o p a r t e p a r a el S e p t e n t r i ó n en b u s c a del p u e b l o predilec-
d o y del d e s t i n o de l a s a l m a s . L a a s p i r a c i ó n de los G r i e g o s á co- to del d i o s ; d e s c r i b e este v i a j e m a r a v i l l o s o en su p o e m a intitula-
n o c e r l a s c o s a s d i v i n a s y h u m a n a s , sólo p e n o s a y d i f í c i l m e n t e lo- d o Arimaspea, q u e a l c a n z a r o n á leer H e r ó d o t o y a l g u n o s otros
gró r o m p e r e l férreo c í r c u l o en que l a e s t r e c h a b a n e l entusias- g r i e g o s m á s m o d e r n o s 3 ) y que consistía en u n a colección de no-
m o religioso y el f a n a t i s m o s a c e r d o t a l ; y todas sus tentativas
t u v i e r o n q u e l i m i t a r s e d u r a n t e m u c h o t i e m p o á e j e r c i t a r l a inteli-
' ) E s d i f í c i l d e t e r m i n a r si los o r á c u l o s , los c a n t o s e x p i a t o r i o s y los p o e m a s
g e n c i a en l a m i t o l o g í a t r a d i c i o n a l , a n t e s de e x p l o r a r l o s d e r r o t e r o s
c o m o el del n a c i m i e n t o d e los C u r e t e s y d e los C o r i b a n t e s , q u e g e n e r a l m e n t e se
de la e s p e c u l a c i ó n filosófica. E n la é p o c a de los S i e t e S a b i o s en- l e a t r i b u y e n , son en r e a l i d a d s u y o s . D a m a s c i o , De princip., p. 383, le a t r i b u y e
c o n t r a m o s á m u c h o s h o m b r e s q u e d o m i n a d o s por l a s i d e a s y por ( s e g ú n E u d e m o ) , u n a C o s m o g o n í a en q u e el huevo del m u n d o d e s e m p e ñ a , c o -
m o en l a C o s m o g o n í a ó r f i c a , u n p a p e l i m p o r t a n t e . [ L a d e c l a r a c i ó n d e P l a t ó n
s o b r e E p i m é n i d e s , se e n c u e n t r a en l a s Leyes, v o l . 1 , p, 642, d . ]
; ) T a l es la f o r m a a n t i g u a d e l a l e y e n d a , en H e r ó d o t o 4 , 36, el o r a d o r L i -
' ) [ P i n d a r o , olímpica, 2 , 70 y ss.]
c u r g o y otros. S e g ú n la v e r s i ó n m á s r e c i e n t e d e H e r á c l i d e s P ó n t i c o s , A b a r i s
! ) [ E l p a s a j e e s c i t a d o p o r P r o c l o en sus C o m e n t a r i o s a l T i m e o de P l a t ó n 2,
m i s m o h a b í a s i d o l l e v a d o alrededor del m u n d o c r u z a n d o los a i r e s p o r la fle-
p. 63, 49. F r a g m . 10 d e H e r m a n n . V é a s e L o b e c k , Aelaophamus, p. «8.1
c h a m i l a g r o s a . — A b a r i s compuso también cantos expiatorios, oráculos, y hasta
Véase Cap. VI.
u n poema é p i c o i n t i t u l a d o : [ L a l l e g a d a d e A p o l o a l p a í s d e los H i p e r b ó r e o s » .
4) [ C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stromata 6, p . 751 d e P o t t e r . ]
2) [ L o m i s m o que H e r ó d o t o 4 , 13 y ss. d i c e d e l p o e m a d e A r i s t e a s , r e f i e r e n
,5) IIÓTVta F f ) , ZaypsO TE OEÚJV savuitÉpraTE -ávxiov. Etymologic Gudianum s. v .
D i o n i s i o d e H a l i c a r n a s o , De Thucyd. judie, c . 23, P a u s a n i a s 1 , 24, 6. L o n g i n o ,
ZaypEv; [ C r a m e r , Anécdota Oxonia, vol. 2 , p. 443. V é a s e G . H e r m a n n , Aeschyl
De sublimi, p . 2 7 , 2 , J a h n y T z e t z e s , Chiliadae 7 , 689. E s q u i l o en P r o m e t e o pa-
tragódie, v o l . 1 . p. 331. A t e n e o 1 1 , p . 46I, b y L o b e c k , Aglaophamus, p. 621.]
r e c e sostener lo m i s m o en m á s d e una o c a s i ó n . V é a s e E . T o u r n i e r , De Aristea
u) r¡ s ; Aí'So-j xettápaffic. " V é a s e l a opinión c o n t r a r i a sostenida p o r W e l c k e r , Proconnesio et Arimaspeo poemate, L u t . P a r í s , 1863; y K . N e u m a n n , Die Relle-
Op. cit., p . 423. [ V é a s e P a u s a n i a s 1 0 , 2 8 , 2 , 7 5 - 9 , 5 , 8.] nen in S k y t h e n l a n d e , B e r l í n , 1855, p. 126 y ss.]
\
ticias etnográficas y de v a g a s nociones sobre los p u e b l o s septen-
t e n í a n la m e n o r s e m e j a n z a con l a v i d a y l a s c o s t u m b r e s de l o s
trionales de una p a r t e , y de ideas y f a n t a s m a g o r í a s de o t r a , re-
s e c u a c e s de O r f e o . M i e n t r a s que p a r a éstos el culto de D i o n y s o s
l a c i o n a d a s con el c u l t o de A p o l o . E l p o e t a , sin e m b a r g o , confie-
e r a el centro de sus i d e a s religiosas y el p u n t o de p a r t i d a de to-
sa que no p u d o llegar sino h a s t a el país de los I s e d o n e s , al Nor-
d a s sus e s p e c u l a c i o n e s sobre los destinos del h o m b r e y del U n i -
te de los E s c i t a s , é inserta c o m o simples r u m o r e s las m a r a v i l l o -
v e r s o , no se e n c u e n t r a h u e l l a a l g u n a de e s t a p r e e m i n e n c i a del
s a s l e y e n d a s de los A r i m a s p e s de un solo o j o , de los g r i f o s que
c u l t o de B a c o en l a s c i u d a d e s de la l i g a P i t a g ó r i c a , c u y o s filóso-
g u a r d a b a n el oro de l a s m o n t a ñ a s , y por ú l t i m o , de los a f o r t u n a -
fos preferían el c u l t o de A p o l o y de l a s M u s a s , m á s en a r m o n í a
dos H i p e r b ó r e o s , allende los m o n t e s del S e p t e n t r i ó n . Aristeas
c o n el espíritu de sus instituciones sociales y políticas. E s t a fusión
fué también un p e r s o n a j e m a r a v i l l o s o , de quien se d i c e q u e a c o m -
no llegó á verificarse h a s t a q u e , d e s t r u i d a S i b a r i s , la liga P i t a g ó -
p a ñ ó á A p o l o en f o r m a de c u e r v o en la f u n d a c i ó n de M e t a p o n t e
rica en l a M a g n a G r e c i a , fué disuelta y p e r s e g u i d a c o n e n c o n o
y que m u c h o s siglos d e s p u é s , esto e s , en la v e r d a d e r a é p o c a d e
por el p a r t i d o p o p u l a r ( h a c i a el año 1 de la 69. a O l i m p i a d a , 504
su florecimiento, h a c i a el t i e m p o de P i t á g o r a s , r e a p a r e c i ó en l a
a. C h r . ) , en c u y a s c i r c u n s t a n c i a s e r a n a t u r a l y l ó g i c o que mu-
m i s m a c i u d a d de la M a g n a G r e c i a ' ) . Ferécides, de la isla de S i -
c h o s P i t a g ó r i c o s , c e d i e n d o á su e n t u s i a s m o por l a s asociaciones,
r o s , y uno de los j e f e s de la e s c u e l a j ó n i c a , p u e d e i g u a l m e n t e ser
corrieran á r e f u g i a r s e en los c o n v e n t í c u l o s órficos s a n t i f i c a d o s
c o l o c a d o entre estos sabios de c a r á c t e r s a c e r d o t a l , por c u a n t o re-
por la religión. E n esta é p o c a florecieron v a r i o s P i t a g ó r i c o s co-
vistió de f o r m a s m í t i c a s sus i d e a s a c e r c a de l a n a t u r a l e z a de l a s
n o c i d o s c o m o autores de p o e m a s órficos, c o m o Ccrcops, á quien
c o s a s y de sus c a u s a s íntimas. C o n s é r v a n s e aún f r a g m e n t o s de
se atribuía el g r a n p o e m a i n t i t u l a d o l a s « S a g r a d a s leyendas»
una T e o g o n i a de este a u t o r , que tienen un c a r á c t e r e x t r a ñ o y q u e
Aóyoi), toda u n a teología órfica en v e i n t i c u a t r o rapsodias y que e r a
ofrecen m u c h a m á s a n a l o g í a con l o s p o e m a s órficos q u e con los
p r o b a b l e m e n t e o b r a de m u c h o s i n g e n i o s , entre los c u a l e s se cita
de H e s i o d o 2 ). Infiérese de a q u í que en a q u e l l a é p o c a el c a r á c t e r
á un cierto D i o g n e t e s ; B r o n t i n o , p i t a g ó r i c o t a m b i é n , c i t a d o c o m o
de la p o e s í a teogónica h a b í a sufrido una t r a s f o r m a c i ó n r a d i c a l y
autor de un p o e m a órfico sobre l a N a t u r a l e z a ( o w / á ) y de otro in-
que y a e s t a b a n en b o g a l a s i d e a s órficas.
t i t u l a d o « E l m a n t o y l a red» (raido; *a\ Ssxrjov),—imágenes con l a s
N o es posible, sin e m b a r g o , p r o b a r la e x i s t e n c i a de n i n g u n a c u a l e s s i m b o l i z a b a n los O r f i c o s la c r e a c i ó n ; — y Arigmte que p a s a
o b r a literaria de O r f i c o s anteriores á F e r é c i d e s , sin d u d a por- por discípula y h a s t a por h i j a de P i t á g o r a s , la c u a l escribió un
q u e los h i m n o s y los c a n t o s religiosos que c o m p o n í a n e s t a b a n p o e m a i n t i t u l a d o « L a s B á q u i c a s » . T a m b i é n fueron p o e t a s órficos
destinados e x c l u s i v a m e n t e á l a s a s o c i a c i o n e s m í s t i c a s y e s t a b a n Persino de M i l e t o , Timoclcs de S i r a c u s a y Zo piro de H e r a c l e a ó de
í n t i m a m e n t e ligados c o n los ritos q u e é s t a s o b s e r v a b a n . P e r o l a T a r e n t o . N o s es m u c h o m á s c o n o c i d o Onomácrito, el c u a l no d e b í a
literatura órfica no a p a r e c e d i f u n d i d a y p o t e n t e h a s t a la é p o c a de tener g r a n d e s c o n e x i o n e s c o n los P i t a g ó r i c o s , toda v e z q u e a n t e s
las g u e r r a s m é d i c a s , c u a n d o los restos del orden p i t a g ó r i c o de l a de q u e la l i g a P i t a g ó r i c a se d i s o l v i e r a , v i v í a al l a d o de P i s í s t r a t o
M a g n a G r e c i a se unieron á l a s ó r f i c a s a s o c i a c i o n e s . L a filosofía y de sus hijos, por q u i e n e s e r a tenido en g r a n d e estima. O n o m á c r i -
de P i t á g o r a s no tenía r e a l m e n t e a n a l o g í a a l g u n a c o n la índole de t o c o l e c c i o n ó p a r a estos bibliófilos los oráculos de M u s e o , y según
los misterios órficos: la e d u c a c i ó n , l a v i d a , l a c u l t u r a t o d a á q u e H e r ó d o t o ' ) , el p o e t a L a s o le sorprendió en este t r a b a j o en fla-
a s p i r a b a el orden de los P i t a g ó r i c o s en la I t a l i a m e r i d i o n a l , n o g r a n t e delito de f a l s i f i c a c i ó n ; c o m p u s o t a m b i é n cantos p a r a l a s
c e r e m o n i a s b á q u i c a s y en ellos i n t r o d u j o á los T i t a n e s en el c i c l o
mítico de D i o n y s o s , a t r i b u y é n d o l e s la m u e r t e del j o v e n dios 2 );
[ D e otro modo reproduce T o u r n i e r este relato en op. cit., p. 4.]
por d o n d e se v e c u á n t o se a p a r t a b a la mitología órfica de la T e o -
•) S t u r z , De Phemyds, p. 40 y ss. L a m e z c l a d e seres divinos ( O e o x p a d a ) , el
dios Ofioneo, la unidad de Z e u s y de E r o s y otras m u c h a s ideas de la T e o g o -
nia de F e r é c i d e s , se encuentran también en poesías órficas. L a Cosmogonía de
Acusilao ( D a m a s c i o , p. 383 según E u d e m o ) en que el E t e r , E r o s y M e t i s son ' ) [ 7 , 6 , véase C a p . V , p. 101. Imitáronse los versos órficos hasta en las épo-
considerados c o m o hijos del E r e b o y de la N o c h e , tiene i g u a l m e n t e g r a n d e s cas alejandrina y c r i s t i a n a . ]
conexiones con los órficos. V é a n s e los C a p s . X V I I y X V I I I . 2) T a l es el sentido del importante pasaje de P a u s a n i a s 8, 37, 3.
g o n í a de Hesiodo. E n la época de Platon existía gracias á estos difundirla y desarrollarla entre los Griegos. E s t e huevo contiene
p o e t a s una numerosa colección de cantos que corría con el nom- la vida toda del U n i v e r s o que desde él se desarrolla, como la vi-
b r e de Orfeo y de Museo y que los rápsodas recitaban en los jue- da de un pajarillo, del centro invisible de una nada aparente. D e
g o s p ú b l i c o s , como las epopeyas de H o m e r o y de Hesiodo '). E n este huevo que encierra la materia del C a o s , y que es fecundado
a q u e l l a misma é p o c a , los O r f e o t e l e s t e s — o s c u r a secta de mista- por los vientos y por el E t e r , nace E r o s , el de las áureas alas ').
g o g o s procedente de las asociaciones ó r f i c a s — m o s t r a b a n también L a idea de este Eros, considerado como ente cosmogónico, fué más
t o d a una colección de libros de Orfeo y de M u s e o , en los cuales desarrollada que por H e s i o d o , por los Orficos, los cuales le daban
f u n d a b a n sus profecías cuando iban á llamar á la puerta de los también el nombre de M e t i s , esto es, espíritu del mundo. L o s ór-
ricos , prometiéndoles por medio de sacrificios y de cantos expia- ficos modernos le llamaron P h a n e s 5 ) . L o s poetas órficos conside-
torios la absolución de todas sus culpas y de las de sus antepasa- raban á este E r o s - P h a n e s como un ser panteístico ó universal en
dos 5 ). el cual se hallaban reunidas las diversas partes del mundo en una
unidad orgánica, como los miembros de un mismo cuerpo. E l cielo
P o r lo que h a c e á los asuntos de los poemas órficos observa-
era su c a b e z a , la tierra sus pies, el sol y la luna sus ojos y la sa-
remos que es m u y difícil separar los fragmentos que de ellos han
lida y la puesta de los astros sus cuernos. U n o de estos poetas
l l e g a d o hasta nosotros, de las composiciones órficas posteriores
dice á P h a n e s con tanta elegancia como ingenio: «tus lágrimas
de la época de la decadencia del P a g a n i s m o . P o r otra parte, para
son la desventurada raza h u m a n a , y con tu sonrisa creaste la sa-
d a r una explicación detallada de los mencionados poemas, vería-
grada progenie de los d i o s e s » 3 ) . E s t e E r o s da origen á toda una
mosnos forzados á penetrar en el laberinto de la mitología antigua
geneología de dioses análoga á la de H e s i o d o : en la N o c h e , su
y de la historia de la religión; a s í , p u e s , nos limitaremos á seña-
h i j a , engendra E r o s el Cielo y la T i e r r a que á su v e z engendran
lar algunos puntos capitales que dan idea del carácter y plan de
á los T i t a n e s ; de entre éstos, Cronos y R h e a son los padres de
aquellas composiciones, tomándolos en su mayor parte de la Cos-
Z e u s á quien los Orficos representaron también como el dios su-
mogonía òrfica que los escritores posteriores califican de ordina-
premo que gobierna el m u n d o , que todo lo abraza con su acti-
ria (i, <7'jvr,6r,;)3)—porque había otras más fantásticas y extrava-
vidad infinita, y que usurpó el puesto á E r o s - P h a n e s identifi-
g a n t e s — y la cual verosímilmente formaba parte de la gran obra
cándose con él. E s t o dió ocasión á la fábula de P h a n e s devorado
intitulada « L e y e n d a s sagradas».
por Z e u s , l e y e n d a que es palmaria imitación del mito hesiódico
E n la T e o g o n i a òrfica se r e v e l a , desde sus albores, la tenden- en que Z e u s devora á Metis, la diosa de la sabiduría. H a y que
c i a á sobrepujar á la T e o g o n i a de H e s i o d o y á remontarse á ideas notar, sin e m b a r g o , que Hesiodo quería sólo significar con esto
m á s generales, más enciclopédicas que las del caos hesiódico. L a que Z e u s conocía todo cuanto puede dañar ó favorecer, mientras
T e o g o n i a òrfica coloca á la c a b e z a del U n i v e r s o á Cronos, el que los Orficos representaban en Z e u s al alma del m u n d o ; razón
t i e m p o , al cual atribuye una esencia y una fuerza creadoras. Cro- por la c u a l decían de él que era el primero y el último, e l princi-
nos engendra en sí mismo el C a o s , y del C a o s forma en medio p i o , el medio y el fin, hombre y mujer y , en s u m a , todo cuanto
del E t e r , el brillante huevo del mundo. L a idea del huevo del
m u n d o era común á muchos sistemas del O r i e n t e , de los cuales
se e n c u e n t r a n vestigios en las antiguas leyendas griegas como la
' ) S e encuentra t a m b i é n este rasgo en la parodia de la cosmogonía òrfica,
de los Dioscuros ; pero los poetas órficos fueron los primeros en
de A r i s t ó f a n e s , Aves 694, según el c u a l el verso òrfico de los escolios de Apolonio
de R o d a s , 3 , 26 debiera entenderse de este modo :
1) P l a t ó n , Ion, p. 536, b.
2)
A ù t à p " E p w í a Xpóvo; (no Ivpóvo?) y.at Tcvs-j^a-ra itávx'
P l a t ó n , República 2 , p. 364, e. [¡3:[3),<ov 6s 5¡xa6ov, que T e m i s t i o , Or. 2,
(es nominativo) ÈTSXVMCSV.
p. 32, B . ha imitado. V é a s e el escoliasta: p2{í}.WV itspi ¿•KUIOÚ-J y.a\ xaOapaúov
y.ai |xs'.).iyij.á-cov y O. M ü l l e r , Prolegomena zu einer wissenscliaftlichen Mythologie, J) [ V é a s e L o b e c k , Aglaophamus, p. 470 y 482.]
p. 380-381.] 3) [Proclo en sus comentarios á l a Repíiblica de P l a t o n , p. 385 edic. Basii.
= ) [ D a m a s c i o , De princip., p. 381.] V é a s e L o b e c k , Aglaophamus, p. 889 y 890. ]
LIT. GR. — I . 2 4
existe '). E l U n i v e r s o e s t a b a d i v e r s a m e n t e r e l a c i o n a d o c o n Z e u s
y con E r o s ; los Orficos referían t a m b i é n c ó m o Z e u s reunió en un e l trono del c i e l o , dándole por p r o t e c t o r e s á A p o l o y los Cure-
organismo a r m ó n i c o los e l e m e n t o s discordes, r e s t a b l e c i e n d o con tes ')• P e r o los T i t a n e s i m p u l s a d o s por l a celosa H e r a , y disfra-
su sabiduría la p r i m i t i v a unidad q u e existía en P h a n e s y que zándose p a r a no ser c o n o c i d o s — c o s t u m b r e m u y g e n e r a l i z a d a en
h a b í a sido destruida por la e n e m i s t a d y la l u c h a . Y a q u í encon- l a s fiestas b á q u i c a s — l e sorprenden mientras que D i o n y s o s , en-
t r a m o s la idea de u n a creación del U n i v e r s o p e r f e c t a m e n t e e x t r a - tretenido c o n v a r i o s o b j e t o s , entre ellos con un h e r m o s o espejo,
ña á los a n t i g u o s p o e t a s griegos. M i e n t r a s que los G r i e g o s del no nota que se a c e r c a n á él. D e s p u é s de l a r g a y terrible l u c h a ,
t i e m p o de H o m e r o y de H e s i o d o c o n s i d e r a b a n al m u n d o c o m o los T i t a n e s v e n c e n á D i o n y s o s , le m a t a n y le d i v i d e n en siete pe-
un ser que i m p u l s a d o por í n t i m o instinto de v i d a c r e c e y se des- d a z o s , p o r q u e ellos e r a n t a m b i é n siete s ) ; pero P a l a s logra apo-
arrolla h a s t a adquirir una forma c a d a v e z m á s p e r f e c t a , l o s Or- derarse del c o r a z o n aún p a l p i t a n t e 3 ) , que Z e u s se t r a g a en u n a
ficos v e í a n en la d i v i n i d a d un obrero q u e c o n u n a m a t e r i a pre- b e b i d a p a r a e n g e n d r a r s e g u n d a v e z á D i o n y s o s ; p u e s el cora-
existente y c o n arreglo á un plan d e t e r m i n a d o e m p r e n d e y reali- z o n era considerado por los a n t i g u o s c o m o el v e r d a d e r o asiento
z a la construcción del m u n d o ; y p a r a h a c e r m á s c o m p r e n s i b l e su de la v i d a . A l m i s m o t i e m p o Z e u s v e n g a la muerte de su h i j o
i d e a , e m p l e a b a n la i m a g e n de un v o l c a n en que se h a l l a b a n m e z - m a t a n d o y q u e m a n d o c o n s u s r a y o s á los T i t a n e s , de c u y a s ceni-
c l a d o s los diversos e l e m e n t o s , ó la de un p e p l o s , m a n t o ó v e l o en z a s , según la l e y e n d a de estos O r f i c o s , nacieron los h o m b r e s en
que los d i v e r s o s hilos se e n t r e l a z a n y se c r u z a n p a r a f o r m a r un los c u a l e s h a y t a m b i é n algo de D i o n y s o s , pero del D i o n y s o s des-
solo t e j i d o ; así se e n c u e n t r a n v a r i o s p o e m a s órficos con los títulos c u a r t i z a d o . E s t e dios a s e s i n a d o y e n g e n d r a d o s e g u n d a v e z , era
de «Cráter» y «Peplos». el d e s t i n a d o á s u c e d e r á Z e u s en el g o b i e r n o del m u n d o y á res-
N o m e n o s i m p o r t a n t e es la diferencia q u e e x i s t e entre l a s t a b l e c e r la e d a d de oro. D i o n y s o s era al m i s m o t i e m p o p a r a los
ideas de los poetas órficos sobre los destinos del m u n d o y l a s q u e O r f i c o s el dios de quien se e s p e r a b a la s a l v a c i ó n de las almas,
sobre este m i s m o p u n t o tenían los G r i e g o s a n t i g u o s . L o s p o e t a s l a s c u a l e s , según u n a idea órfica á la cual alude P l a t ó n m á s de
de la n u e v a secta no se detenían en el e s t a d o actual del m u n d o y u n a v e z , eran c a s t i g a d a s e n c e r r á n d o l a s en el cuerpo como en u n a
m u c h o m e n o s se c o n t e n t a b a n con la triste teoría d e H e s i o d o so- cárcel. D e s c r i b í a s e e x t e n s a m e n t e en estos p o e m a s los tormentos
bre la sucesión de e d a d e s c a d a v e z m á s d e s d i c h a d a s , sino que al del a l m a en su p r i s i ó n , l a s f a s e s y los grados porque p a s a h a s t a
término de t o d a s l a s c o s a s , e s p e r a b a n v e r cesar l a s e n c o n a d a s l l e g a r á un e s t a d o s u p e r i o r , su purificación y su t r a n s f i g u r a c i ó n
l u c h a s de l a s p a s i o n e s , y reinar p a z a b s o l u t a y la q u i e t u d y la feli- s u c e s i v a s ; y representábase á D i o n y s o s y á C o r a (Liber cum Libe-
c i d a d de l a s a l m a s . S u s e s p e r a n z a s se c i f r a b a n p r i n c i p a l m e n t e en ra) c o m o las d i v i n i d a d e s e n c a r g a d a s de dirigir y purificar las al-
D i o n y s o s , c u y o culto era el p u n t o de p a r t i d a de s u s i d e a s y sen- mas 4 ).

timientos religiosos. D i o n y s o s Z a g r e o e r a , según e l l o s , h i j o de A s í en la p o e s í a de los cinco primeros siglos de la l i t e r a t u r a


Z e u s , quien t r a n s f o r m a d o en d r a g ó n lo h a b í a e n g e n d r a d o en su g r i e g a , r e e m p l a z a á l a serena alegría que i n s p i r a b a la v i d a sen-
h i j a , C o r a - P e r s é p h o n e , a n t e s de que fuese t r a s p o r t a d a al reino s u a l y q u e c a r a c t e r i z a b a l a p r i m i t i v a e p o p e y a , un p r o f u n d o senti-
de l a s sombras. E l j o v e n dios arrostró g r a n d e s peligros y todos m i e n t o de l a s miserias de la v i d a h u m a n a y una aspiración en-
los horrores de la m u e r t e , r a s g o esencial de la m i t o l o g í a de D i o - tusiasta á m a y o r f e l i c i d a d . Y si bien este sentimiento no se ex-
nysos tal y c o m o se refería p r i n c i p a l m e n t e en la c o m a r c a de D e l -
fos, y que los Orficos, con e s p e c i a l i d a d O n o m á c r i t o t r a n s f o r m a r o n
' ) [Proclo e n s u s comentarios al Alcibiades de P l a t ó n , p. 83. V é a s e L o b e c k ,
en la m a r a v i l l o s a l e y e n d a c o n s e r v a d a por los escritores posterio-
Aglaophamus, p. 553 Y 554-1 , , „.
res. S e g ú n e s t a l e y e n d a , Z e u s hizo r e y á D i o n y s o s y le sentó en 2) L o s poetas órficos incluían á F o r c i s y Dione en el numero de los I i t a n e s
y T i t á n i d a s hesiódicos.
») xpaSítivTO*}.),O¡)ÍVV)V—fábulaetimológica. [ V é a s e E u s t a c i o , p. 84, y L o b e c k .
«) [ A esto alude Platón en sus Leyes, 4, p. 7 1 5 , e : ^ v 8Í¡ ÍJeó«, ¿ > f f m p x«\ á Aglaophamus, p. 560.]
i ) [ V é a s e sobre toda esta materia á Z e l l e r , PhilosoPhie derGriechen. 4 .a edic.,
TOXACC.O? X O Y O ; A P - ^ V TE xa\ TEXEUTT,'/ xoti [XÉAA T&V O V T m «TiávTtov E-/Ü>V.]
vol. 1 , p. 79 y ss.]
tendió en G r e c i a hasta el punto de generalizarse en la nación
entera, echó sin e m b a r g o profundas raíces en ciertos espíritus
uniendose á más severas consideraciones sobre la vida.
Convirtamos ahora nuestras miradas á los primeros progresos
que los G r i e g o s hicieron en la expresión prosáica del pensamien-
to durante los últimos siglos de esta época.

INDICE

TOMO PRIMERO
PígiMS.

PRÓLOGO del E x c m o . Sr. D . A l f r e d o A d o l f o C a m ú s v

I d e m d é l a i.a edición
Idem d e l a 2.a
<\
I d e m de la 3.a..
Idem de la 9
7 . . . . 11
i INTRODUCCION
•i

F I N D E L T O M O P R I M E R O CAPÍTULO PRIMERO

L a lengua de los antiguos G r i e g o s x5

CAPÍTULO II

L a religión primitiva de los Griegos "27

CAPÍTULO III

L a poesía p r i m i t i v a de los G r i e g o s ' 35

CAPÍTULO I V

L a epopeya griega antes de H o m e r o 55

CAPÍTULO V

Homero 73

CAPÍTULO V I

L o s poetas y los poemas cíclicos I07

CAPÍTULO V I I

. J,os himnos homéricos 121


CAPÍTULO V I I I
Páginas.

Hesiodo 129

CAPÍTULO IX

Otros poetas épicos 163

CAPÍTULO X

L a poesía elegiaca y el epigrama 171

CAPÍTULO X I

L a poesía y á m b i c a y trocaica 209

CAPÍTULO X I I

Época de desarrollo de la música griega 239

CAPÍTULO X I I I

L a poesía lírica de los Eolios 263

CAPÍTULO X I V

L a lírica dórica hasta Pindaro 303

CAPÍTULO X V

Pindaro ^

CAPÍTULO X V I

L a poesía teológica 35g

También podría gustarte