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Facultad de Ciencias Sociales

Departamento de Ciencias Sociales


Pedagogía en Historia y Geografía

Cambio climático en
América Latina
Geografía de América Latina

Nombre: María José O’Ryan Jara.


Asignatura: Geografía de América Latina.
Profesor(a): Carmen Varela.

La Serena, 2 de octubre de 2018


El cambio climático es uno de los temas más controversiales de la actualidad, sus
causas y efectos son un importante tema de estudio a nivel global, este cambio
climático se ha generado por el efecto invernadero, el cual afecta particularmente
en la capa de ozono, por esto, sus consecuencias amenazan al planeta tierra
como ecosistema global. Dentro de América Latina, el cambio climático ha
causado estragos en diversas regiones (amazonas, pampa, cordillera de los
andes, etc) y en diferentes ámbitos, como sociales, económicos, políticos y
claramente ambientales; este enfoque en particular se mantendrá en La Antártica,
la cual ha sufrido graves efectos provocados por esta problemática ambiental,
originando grandes pérdidas en la biodiversidad. Más adelante se identificarán las
consecuencias del cambio climático en la pérdida de la biodiversidad de la
Antártida y como esto afecta a América Latina.

La Antártida corresponde al continente más austral del planeta Tierra, ubicándose


en el hemisferio sur. Su superficie mide alrededor de 14.000.000 km2 y se
encuentra cubierta 99% de hielo. A su vez, se le conoce por ser el más frío y seco
continente de la Tierra, que es provocado por su geolocalización en zonas de altas
latitudes, desde la latitud 60° hasta la latitud 90° sur. Sus características inhóspitas
se deben a la radiación solar que alcanzan, las cuales son muy bajas producto a
su ángulo en relación al sol, ya que, según Strahler & Strahler (2005), el ángulo de
inclinación determina el flujo de energía que alcanza una superficie. Por lo tanto, la
radiación recibida es muy baja, en comparación a las zonas de latitudes bajas.
Debido a lo anterior, las temperaturas medias oscilan entre los 0° C y las
precipitaciones son principalmente de nieve. Junto a ello, se hacen presentes
fuertes vientos y tormentas en los meses de junio y octubre (National Geographic,
2004). Además, este continente posee gran riqueza marina gracias a la zona del
Frente Polar o línea de convergencia antártica, que se ubica entre 50° y 60° latitud
sur, que según la estación se forma un límite entre las aguas cálidas de los
océanos Índico, Pacífico y Atlántico, y las aguas gélidas de la corriente
circumpolar, que circunda a la Antártida. Esto genera la presencia de especies
como diatomeas, la cual alimenta al Krill (National Geographic, 2004).

El cambio climático ha dejado sentir sus efectos de diferentes formas dentro de


este continente. Uno de estos es el incremento de las temperaturas medias del
planeta, como lo señala el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático
(IPCC) de las Naciones Unidas, el incremento es de 0,65°C. En el continente, esta
alza afecta de forma diferente dependiendo de su orientación, al lado oriental las
aguas se han mantenido frías, no así el lado occidental, en el cual ha subido la
temperatura del mar. La corriente circumpolar se ha visto intervenida por el
incremento de las temperaturas, aún más que los océanos. Así mismo, el océano
antártico, conocido como océano glaciar antártico, se ha caracterizado por ser uno
de los canales más grandes de CO2 de la atmósfera. A pesar de ello, los vientos
del oeste (Strahler & Strahler, 2005), que están presentes en la zona, se han
incrementado y delimitan la capacidad de absorción de ese gas y su contenido en
el agua.

En efecto, el aza de las temperaturas han resultado perjudiciales en la Antártida,


causando la pérdida de capas de hielo presentes en sus costas. El IPCC (2014),
indica que se evidencian grandes pérdidas de estas capas de hielo, que
intervienen en los caudales de los ríos circumpolares. Este aumento se puede
observar durante el invierno, donde la formación de los hielos se ha reducido en
grosor y extensión.

Otra de las consecuencias del incremento de temperaturas se relaciona con los


glaciares de el lado occidental, los cuales se han retraído en un 90%, por lo que
las capas de hielo se han ido adelgazando de forma alarmante. Estos cambios en
las capas de hielos presentan consecuencias en el ecosistema marino,
relacionado a la subida de temperatura de la corriente circumpolar, una de las
cuales es el ingreso, distribución y reproducción de parásitos y patógenos que han
dañado las algas unicelulares endémicas de la Antártida. En las condiciones
frígidas de este continente, las comunidades microbianas endémicas son muy
importantes y cumplen una función clave dentro de la cadena trófica de las
especies habitantes que conviven allí, que suelen poseer nutrientes importantes y
se ven fácilmente afectados por invasiones exteriores.

El deshielo y los parásitos invasores han intervenido en el alimento del Krill, el cual
es la fuente de alimento principal en la cadena alimenticia de este lugar. Es por
ello que la población de Krill ha ido en decremento como consecuencia de la
disminución su fuente de alimento que habitan en los hielos, como las algas
unicelulares. El mayo descenso se focaliza en la zona occidental de la península
Antártica, como secuela del cambio climático y la sobreexplotación de la pesca de
arrastre, por lo que cualquier cambio en las condiciones regionales naturales o por
la acción antropológica, influirá en la cadena trófica y el ecosistema marino.

En la cadena alimenticia, más arriba del Krill, se encuentran los pingüinos, sus
depredadores principales, que conforman un estimado de 80% de la fauna.
Habitan aquí 3 especies principales, el pingüino de Papúa, el pingüino de Adelia y
el pingüino barbijo. Estas 3 especies se han visto perjudicadas, como lo explica el
Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, 2012) considerándose en peligro por el
descenso de su población que se encuentra relacionada directamente a la pérdida
de su hábitat, por los deshielos, y la disminución de su alimento (el Krill).
En cuanto a invasión de especies alóctonas en el entorno marino, se han
encontrado unas criaturas con formas de cubetas semitransparentes, que son
propias de aguas más cálidas.

Los lobos marinos también han visto las consecuencias del cambio. Este se
presenta en los nacimientos, el descenso de su peso y una reproducción tardía,
con ello también el descenso en un 24% de la cantidad de las hembras. Lo
anterior afecta su perfil genético que es provocado por la disminución de su fuente
de alimento (Krill), el aumento de las temperaturas de la masas de aire y el agua, y
los deshielos.

Por otro lado, el deshielo de la Antártida influye en América Latina. El descenso de


las capas de hielo de la Antártida genera acidificación en los demás océanos,
provoca por la entrada de agua dulce en el mar, afectando los ecosistemas
marinos, es decir, perjudica a la flora y fauna marina de América Latina. Esta
acidificación provoca la fragilidad de los organismos de las aguas saladas de
Latinoamérica, donde entra agua dulce a sus costas. Esto empuja a las especies a
emigrar hacia el interior de los océanos. Esto determina que la cadena alimenticia
se desestabilice, como consecuencia de la emigración de organismos que forman
parte como alimento de otros animales como los lobos marinos, los pingüinos y el
Krill.

En resumen, las condiciones generales de la Antártida y Latinoamérica se ven


afectadas directamente por el alza de las temperaturas, lo que presenta
consecuencias en todo el ecosistema marino y terrestre. La estabilidad, o falta de
ella, repercuten en la vida y desarrollo de las especies que habitan el continente
antártico y las costas de Latinoamérica en general, cualquier desequilibrio provoca
considerables daños dentro de la potencialidad de acceso a las fuentes de
alimentos. El daño del hábitat de especies tan ínfimas como lo son las algas
unicelulares dentro del gran océano tiene la capacidad de generar graves
alteraciones en toda la cadena trófica.

Para finalizar, se considera fundamental la implementación de una concientización


sobre las consecuencias del cambio climático a nivel regional y global, que permita
el establecimiento de la educación ambiental sustentable y la creación de talleres
de reciclaje en el aula. Junto a ello, se identificó el frágil equilibrio que posee el
continente antártico y el efecto dominó que se presenta tanto en la cadena
alimenticia de este, como también los efectos que repercuten a través de América
Latina. Además, se toma en consideración lo importante que resulta conocer las
implicancias del cambio climático en una región, ya que a través de la
concientización de estas se pueden emplear medidas que ayuden a frenar el
cambio climático, y a tener en cuenta la sustentabilidad para lograrlo.

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