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LEGISLATIVO N°813
3.1 ANTECEDENTES
En la constitución política del estado y en el código tributario antes del año 1993, el Dr. Domingo
García rada en su libro delito tributario, nos da a conocer que dentro del derecho penal ya
existían las acciones correspondientes al delito tributario y establece la diferenciación con el
delito financiero y con el delito administrativo, así como la responsabilidad del contador público
frente a todos estos hechos.
En la exposición de motivos del decreto legislativo N°813, nos da a conocer la necesidad de una
norma especial a base del derecho penal en el que también el artículo 5TO involucra al contador
público.
Que el delito contable es poco conocido, por lo que los últimos casos judiciales aún están siendo
materia de proceso judicial, no existiendo a la fecha sentencias a las que se puede acceder.
El contador público independiente cuando es contratado para realizar su actividad, dado que
es un empleado independiente, cabe la posibilidad de que no conozca los actos de quienes le
brinden los datos pertinentes para realizar su labor contable. Indudablemente dado su
independencia en la realización de su función, el contador puede estar eximido de
responsabilidad penal debiendo pronbar la inexsistencia del “dolo” y la falta de vínculo laboral
con los autores o coinculpados.
3.2.2. RESPONSABILIDAD PENAL DEL CONTADOR PUBLICO DEPENDIENTE
Es decir, con vínculo laboral, en caso de que advierta irregularidades o informalidad de parte de
los administradores o propietarios de su centro de trabajo, debe de abstenerse a firmar el
balance o cualquier información financiera o contable. Definitivamente esta acción le trae
conflictos laborales con su empleador pudiéndosele imponer una sanción administrativa
estipulada en el D.S. N°003-97-TR ley promoción y competitividad laboral, pudiéndosele llegar
hasta el despido.
Aunque no debería de tipificarse como una falta grave la negativa justificada de firmar el
balance, ante el hecho de existir un despido arbitrario, muchos de los profesionales no tienen
los medios económicos para emplazar a su empleador, y la ley estipula en muchos casos
solamente la indemnización por despido arbitrario y no la reposición.
En conclusión, la responsabilidad del contador público ante las leyes penales del país, solo puede
imputarse el delito contable a un profesional contador público cuando el acto que comete es
doloso realizándolo en forma consistente. Considerándose como cómplice o coinculpada mas
no responsable directo.
El artículo referido al delito contable indica que para su configuración basa la existencia de
graves irregularidades de carácter contable ligadas a la tributación, las mismas que pueden no
originar un tributo impago, pero si una lesión al proceso de ingresos y egresos de una empresa
que es el bien jurídico protegido, pudiendo realizarse mediante maniobras fraudulentas, en
virtud del incumplimiento de normas contables básicas, dando de esta manera una penalidad a
los contadores públicos como participes o coinculpados si se ha obtenido una obtención de
ganancia personal, realizándolo dolosamente y con conciencia del acto.
Genera una responsabilidad penal ficticia y mal entendida sobra la profesión contable.
El D.L. N°813 puede prestarse a un mal uso y arbitrariamente se puede acusar a los contadores
públicos, este tipo de normas es de difícil aplicación.
La mala aplicación del tipo penal denominado delito contable, perjudica socialmente a los
profesionales contables. Pues nada tiene que ver dicho delito con la profesión contable como
sujeto activo. Hace falta difundir y capacitar a las autoridades de la administración tributaria,
fiscales y jueces de las salas especializadas en materia tributaria, para que no incurran en dicho
error y sancionar directamente y arbitrariamente a los contadores públicos.