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Medios y tecnología II

¿Por qué necesitamos un nuevo Martín Lutero que desafíe a la iglesia de la tecnología?

500 años después de lutero, un llamado a reformar y cuestionar el enorme poder de los
gigantes de la tecnología

La tecnología se ha convertido en la religión tácita de nuestros días. Sus productos y los


hábitos que genera se han esparcido por todo el mundo, como la más exitosa "evangelización"
en la historia de la humanidad. Y es que aunque no parecen enarbolar explícitamente una
ideología, todos los productos o plataformas y las conductas alrededor tienen una ideología
implícita. "Salirse de lo que experimentamos como ideología, es la misma forma de nuestra
esclavización a ella", dice Zizek, haciendo referencia a la perfecta reproducción de la ideología
bajo el disfraz de su ausencia. Como Hollywood antes, Silicon Valley es también un "aparato de
estado ideológico", usando el término de Zizek. Las ideologías que están codificadas en la
tecnología moderna son el consumismo, el materialismo, la alienación, la automatización y el
utilitarismo.

John Naughton ha escrito un importante artículo en The Guardian y un manifiesto en el que


considera que estamos en un punto de inflexión, en el cual necesitamos una especie de Martín
Lutero para contrarrestar el excesivo poder que tiene la "iglesia de la tecnología". Como el dios
cristiano, Google, Facebook, Apple, Amazon, Microsoft, saben todo de nosotros y son capaces
de:

moldear nuestras políticas, incrementar nuestro apetito, aflojar nuestra lengua, aumentar
nuestro pánico moral, y mantenernos entretenidos (y así pasivos)... Nos involucramos con
diferentes medios digitales unas 150 veces al día y, con cada momento de contacto, añadimos
a la insondable riqueza de este sacerdocio. Y lo adoramos, porque de alguna manera, estamos
hipnotizados por él.

Naughton señala que es sumamente difícil mostrarle a las personas, que están enganchadas
por el deslumbrante poder de la tecnología, que lo que está ocurriendo puede ser peligroso
para su más esencial humanidad. Sin embargo, alguien alguna vez hizo algo similar. Un 31 de
octubre hace 500 años, Lutero pegó en la puerta de una iglesia sus 95 tesis, desafiando no sólo
la teología de la iglesia sino también su modelo de negocios. Este acto acabó creando una
revolución en las creencias religiosas del mundo occidental y fue un fuerte golpe a la autoridad
de la iglesia católica. Lutero entendió el nuevo ecosistema de la imprenta y así logró esparcir
su mensaje -su meme; atacar al poder en dos formas, su ideología y su modelo económico o
modelo de negocios; sin estos dos, el ataque no será muy efectivo.

Naughton, como muchos más, fue al principio del Internet un entusiasta de esta nueva
tecnología, pensando que la libertad de información que suponía iba a a modificar
positivamente el mundo, que era una fuerza para distribuir conocimiento y libertad. Pensaba
que iba a cambiar el mundo:

Estábamos en lo cierto en algo: sí cambió el mundo, pero no como esperábamos. Las mismas
estructuras de poder despertaron, se reafirmaron y tomaron control de la tecnología. Una
nueva generación de gigantes corporativos surgió y llegó a detentar un enorme poder. Vimos
cómo millones -y luego miles de millones- de personas alegremente entregaron su información
personal y sus huellas en línea para que esto fuera monetizado por estas compañías. Vimos
cómo las personas, cuya creatividad pensábamos que iba a ser liberada, en cambio hicieron de
la red un canal de TV billonario y se transformaron en una generación de activistas de sofá.
Vimos a gobiernos, que al principio se encontraban dormidos en relación al Internet,
desarrollar la más completa máquina de vigilancia de la historia humana. Y nos preguntamos:
¿cómo la mayoría de los ciudadanos parecían tan poco alarmados por las implicaciones de
todo esto -que el mundo estaba aparentemente marchando sonámbulo hacia una pesadilla?
¿Por qué las personas no pueden ver lo que está pasando? ¿Y qué hace falta para que hagan
algo al respecto?

Tal vez la tecnología digital y sus "CEOs gurús" no puedan compararse con la iglesia católica
todavía, pero el enorme poder que están detentado, sin contrapeso y sin ninguna base moral
sólida, es sin duda algo alarmante. El peligro de esto ha sido ya anticipado por analistas como
Evgeny Morozov o Yuval Noah Harari, entre otros. Este último, en su libro Homo Deus, plantea
un escenario posible en el que la élite que controla la tecnología logra aumentar sus
capacidades biológicas y cognitivas y crea un sigma o una brecha insalvable en la humanidad,
siendo esta élite similar a los dioses y siendo el pueblo una especie aparte, similar a animales
de carga que proveen la fuerza bruta para realizar el sueño de divinización de los elegidos por
el gran dios de silicio.

Así las cosas, Naughton ha creado un sitio en el cual, desde el 31 de octubre, 500 años
después, ha pegado 95 tesis que cuestionan el paradigma tecnoeconómico y tecnoideológico
actual, haciendo críticas puntuales a las diferentes corporaciones y proponiendo algunas
alternativas. Aquí el enlace: http://95theses.co.uk/

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