La sociología como
ciencia y la
investigación
sociológica
La perspectiva
sociológica
Sociología y ciencia
Introducción
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corrientes en Sociología y que, de acuerdo al lugar donde te sitúes para
mirar a la sociedad, podrás dar diferentes nociones sobre la sociedad, la
cultura, el cambio social, etc.
Por eso es importante que cada vez que abordes un nuevo concepto
reflexiones. Tú podrás cuestionarte: “¿Y si esto lo abordáramos desde el
punto de vista de Marx, qué sucedería? ¿Qué pensaría Durkheim sobre
este punto? ¿Hablaría Weber sobre este tema o no sería elemento de su
análisis? Está claro que también estudiaremos la posición teórica de otros
autores, pero en cada unidad volveremos sobre las tres perspectivas de
análisis básicas.
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se diferencia de la Antropología clásica, y de hecho tiene algunos puntos de
contacto con lo que se denomina Sociología urbana; igualmente, podemos
referirnos a la Sociología histórica, que supone un eje de convergencia con
la propia historia; y tal vez sea necesario recordar que algunas ramas de la
Sociología se han preocupado por los aspectos de la vida política en
sociedad y, especialmente, por las dimensiones del conflicto y el poder.
Ahora bien, es importante tener claro que esas pautas de las que hablamos
no son leyes del tipo de las que formulan las Ciencias Naturales o la Física;
la ley de la gravedad, por ejemplo, se da siempre bajo ciertas circunstancias
(incluso es posible ensayarla y violarla en condiciones de laboratorio), pero
en Sociología y en Ciencias Sociales esto no se cumple: es imposible
predecir el suceso de un evento social o la forma en que se desarrollará.
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Además, si fuera posible establecer leyes, igualmente perderíamos de vista
aquello que es característico y único en los hechos sociales y que es de
particular interés para los investigadores: el sentido de la acción, los
motivos y razones, el aspecto significativo o simbólico de los procesos y
sucesos. Para poner otro ejemplo, digamos que si existiera una ley social
que explicara el cambio tecnológico, ésta podría decirnos por qué ese
cambio ha sucedido, pero no diría nada acerca de cómo lo viven o sienten
las personas.
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es decir, de las comunidades aisladas, los países o las culturas individuales,
intentando establecer una mirada que tenga en consideración los enlaces
entre esos contextos particulares y los fenómenos a gran escala.
Claro que, en algún sentido, esta forma de mirar es solo una extensión
lógica de lo que hemos llamado la perspectiva sociológica. Las personas, los
países y las sociedades se han modificado profundamente por los efectos
de la tecnología; de hecho, hoy se encuentran fuertemente
interconectados, por lo que el esfuerzo por comprender o explicar
determinados hechos sociales exige tener en cuenta estos vínculos y
mutuas determinaciones. De esta manera, hoy la perspectiva sociológica
exige entender cómo este contexto global afecta al hombre, sus decisiones
y sus experiencias.
Por otra parte, no debemos pensar que se trata de una disciplina para unos
pocos. Cada uno, desde su profesión o carrera, puede hacer uso de ella a su
modo. Existen muchos campos de investigación e intervención con los
cuales nos podemos sentir identificados. Por ejemplo, podemos hablar de
cierta sociologías que estudian: la ley y la sociedad y, dentro de este campo,
la criminalidad y la delincuencia; algunos sociólogos investigan sobre el
tiempo libre, el deporte y la recreación; otros, sobre el comportamiento
colectivo, la protesta y los movimientos sociales. Existe una sociología de las
religiones, una sociología política, e incluso una sociología matemática y
una sociología militar.
Pero, para incorporar este tipo de saber, tenemos que tomar el riesgo de
dar “un paso atrás”; dejar a un lado nuestros prejuicios y concepciones
previas para interpretar lo social NO desde lo que nosotros creemos, sino
desde el análisis y los conceptos. Lo importante, ante todo, es buscar un
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ángulo distinto al que nos es familiar: desnaturalizar lo real, de-construir el
saber, objetivar lo objetivado.
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tal. Muchas veces ha sido la propia ciencia la que ha obstaculizado a
la ciencia. Pero, al menos, ella parece habérselas arreglado
perfectamente para establecer sus propias reglas del juego
mediante un mecanismo autocorrectivo, con lo que se distancia,
por ese solo hecho, del simple sentido común. (Troncoso Baria,
2005, p.)
La verdad es que no existe una sola Sociología. Es decir: no todos los que se
consideran Sociólogos conciben esta ciencia de la misma manera. Hay
quienes la estudian desde un plano contemplativo, plenamente teórico, sin
preguntarse ni cuestionarse acerca del uso que pueden darle; hay quienes,
en el otro polo del continuo, la piensan como una pura herramienta
práctica y, en este sentido, pretenden utilizarla para realizar gestiones y
tomar decisiones, ya sea a nivel político, organizativo o económico. Existen
quienes, por otro lado, desean intervenir a través de la Sociología, pero
entendida esta vez en un sentido ético, moral y (más correctamente)
político, particularmente al servicio de la libertad humana. En cierta
oposición a esta perspectiva, muchos consideran que, en tanto ciencia,
debe ser utilizada para comprender lo social, para conocer y explicar desde
una visión académica que, en un marco de neutralidad y objetividad, ponga
entre paréntesis la dimensión política.
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diverso que le podemos otorgar: sea como marco de reflexión, acción,
transformación o investigación.
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Bibliografía
Macionis, J. y Plummer, K. (2000). Sociología. Madrid, España: Prentice
Hall.