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4 / E L P A I S C U L T U R A L / N° 1317

La unión de Albert Pla y Mondongo

Sin miedo
ta en escena. Pasan mucho tiempo en
Fernando García Los Ángeles, donde han encontrado un
(desde Buenos Aires) mercado fértil para su propuesta. Uno
de sus más entusiastas compradores ha

T
sido Matt Groening, creador de Los
ENGO MIEDO. Tengo miedo Simpson, quien además terminó en pa-
del arte. Tengo miedo del arte reja con Agustina Picasso, la tercera de
contemporáneo. Tengo miedo la formación original de Mondongo.
de los museos de arte contem- “Miedo”, que llegó en abril al teatro
poráneo” , dice el catalán Albert Pla (Sa- Apolo de Madrid, ha sido descripto en
badell, 1966) con aspecto de fugitivo de varios medios argentinos como un “es-

Foto Gustavo Gavott


manicomio envuelto por los decorados pectáculo musical multimedia” . Tal
virtuales de una supuesta sala estilo descripción resulta genérica y casi anti-
cubo blanco, de un supuesto museo de cuada, como si refiriera al asombro que
arte contemporáneo que solo muestra re- podía causar el uso de un monitor ali-
tratos (Perón, Evita, el Che) del grupo mentado por VHS como parte de una
porteño Mondongo. Es el punto de quie- escenografía en los 80. Lo radical en la
bre de este inclasificable show de 80 mi- infantil), el decir de Pla transcurre vela- dro Almodóvar. Canta alternativamente puesta en escena de “Miedo” es que la
nutos (¿unipersonal expandido? ¿mues- do entre varios telones donde con la téc- en español y catalán pero no deja dudas misma noción de escenografía es puesta
tra de arte teatralizada?) llamado justa- nica del mapping (proyección de anima- en su sentimiento hacia la nacionalidad. en jaque. Frente a la platea, el espacio
mente “Miedo” donde el histrionismo ción 2D y 3D sobre una superficie) lo En 2013, un productor de Gijón levantó físico desaparece o se transforma con el
del trovador y actor converge con la veremos superpuesto en imágenes rela- un concierto suyo luego de que en una cuerpo de Pla como único punto de re-
imaginería plástica del dúo Mondongo cionadas con los collages de Mondongo entrevista promocional al diario El ferencia. En términos de las artes visua-
(originalmente trío), artistas visuales ar- o efectos que alteran su cuerpo presente. Mundo dijera: “ A mí siempre me ha les se diría que el actor-cantante con as-
gentinos conocidos por la audaz rein- El dúo formado por la pareja de Juliana dado asco ser español y espero que a pecto de fugitivo de manicomio es aquí
vención, a partir de la relación entre fi- Laffitte y Manuel Mendanha comenzó a todo el mundo” . Pero antes que confun- el soporte. Su cuerpo y su cara son
gura y materialidad, de géneros clásicos llamar la atención de la escena porteña a dirlo con un nacionalista catalán hay puestos en estado de mutación constan-
como el retrato y el paisaje. Claro que fines de los 90 por la utilización de ma- que ver en este hombre de facciones de te a partir del mapping. Es como si los
Mondongo es justamente uno de los terias orgánicas tratadas en formaldehído clown a un filoanarquista capaz de caer- Mondongo pintaran sobre él. Algo así
nombres con mayor proyección interna- en retratos figurativos de realismo foto- le encima tanto a la corona (la polémica como una performance de body pain-
cional del arte contemporáneo y en esa gráfico y una minuciosa construcción. El “Carta al rey Melchor”) como a la nue- ting virtual. No hay un escenario sino
enumeración Pla los incluye y se incluye salto en la consideración internacional lo va política: “Mataría a los de Podemos escenarios de Mondongo por donde
a sí mismo en la incertidumbre que pro- dieron cuando, a la manera de los artistas y a las plataformas ciudadanas antes de transcurre el viaje de 80 minutos de Pla.
duce un tipo de expresión artística cuyos cortesanos, los Reyes de España suma- que empezaran a hacer daño” . En ese sentido parece que nos hemos
bordes son inaprensibles. Nadie sabe ron sus trabajos a la galería de retratos. sentado a la platea a ver el recorrido de
bien qué es y de qué esta hecho el arte Los de Mondongo, siguiendo el mito de EN LA PEDRERA. La colaboración entre un actor por una instalación híbrida en-
contemporáneo y el observador justa- la conquista, habían sido hechos con es- los iconoclastas del arte contemporáneo tre el teatro, el cine, la muestra de arte y
mente tiene miedo de no saber a que ate- pejitos de colores. Varias obras ya clási- y la nueva rumba de “Miedo” tiene ori- un concierto de música popular. Lo que
nerse frente a él. Como si en el guiño, en cas de Mondongo (paisajes rurales, villas gen uruguayo. Los Mondongo conocie- no quita que en términos clásicos Pla
el metamensaje de Pla sobre el escenario miseria y una calavera barroca de plasti- ron casualmente a Pla en diciembre de componga un show unipersonal conmo-
del Teatro Regio en la Av. Córdoba, via- lina; un dólar hecho de hilos) se desplie- 2016 en La Pedrera, Rocha, donde el vedor donde es capaz de mutar de más-
jara implícita la condición líquida e ines- gan arropando a Pla y contribuyen a que trovador y actor llevaba un mes y medio cara siguiendo la línea ácida del texto.
table del sujeto del siglo XXI. “Miedo” se convierta en una suerte de retirado del mundo junto a su familia. La descripción “unipersonal expan-
gótico posmoderno. Los mismos Laffitte Pla es una figura de culto en Buenos Ai- dido” (la idea de “expansión” en la teo-
“CANTA, SI NO MORIRÁS”. Pla ha llegado y Mendanha filmados y digitalizados res desde hace unos quince años y cada ría visual ha atravesado a la pintura, la
a expresar el miedo por el arte contem- aparecen en uno de los paisajes haciendo visita suya a la ciudad redunda en una escultura y el cine en los últimos años)
poráneo después de enumerar otros mie- de padres del niño Pla. Tienen consisten- seguidilla interminable de funciones. parece la más pertinente para este hecho
dos atávicos como la oscuridad, la pérdi- cia de fantasmas, igual que la mismísima Esa amistad incipiente en La Pedrera artístico que también pone al arte de
da de los padres, la guerra, el circo. hija del catalán que atraviesa el espectá- cristalizó en la idea de llevar adelante un Mondongo en otro plano, fuera de la
“ Tengo miedo de todo” le escuchamos culo desde la virtualidad como una espe- formato en el que pudieran trabajar jun- galería o el museo, invadiendo ahora el
decir en el comienzo del texto. Terminará cie de caperucita roja que canturrea: tos. Pla escribió los textos y canciones escenario de un viejo teatro. Donde la
de liberarse de los miedos una vez muer- “canta, canta, si no cantas, morirás” . (no hay en “Miedo” citas a su repertorio recreación hecha en 2015 de “La Mene-
to en escena, pudriéndose frente a los es- A Pla se lo podría incluir en la co- clásico) y vía Skype los Mondongo y la sunda” de Marta Minujín, obra multi-
pectadores a los que no ha visto en casi rriente que renovó la rumba a partir del productora española Nueve Ojos fueron media pionera, resultaba insuficiente
todo el show. “Pudriéndose” se ha dicho nuevo paradigma estético establecido dándole forma a los espacios virtuales por la falta del contexto que en 1965 la
y esto es literal: el artilugio visual mues- por el punk en los 80. Ha grabado doce donde Pla despliega su histrionismo es- hizo paradigmática, la unión de Pla y
tra al actor-cantante deshaciéndose como discos desde 1989 y una de sus cancio- catológico. Curiosamente, los Mondon- Mondongo parece ser el tipo de expe-
un leproso de catálogo en tiempo real. nes, “Sufre como yo”, fue a parar a la go no llegaron a ver el estreno de la obra riencia que mejor se hace cargo de su
Entre el monólogo y la canción (un banda de sonido de C a r n e t r ém u la , y más allá de los bocetos que cruzaban herencia hoy: saltar los decorados del
tipo de canción de perversa resonancia uno de los hitos de la filmografía de Pe- el Atlántico no tuvieron idea de la pues- arte contemporáneo. Sin miedo. ●

4 mayo 2018

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