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HISTORIA

PARIAGUAN TIERRA SOÑADA


La villa del Santo Cristo Crucificado de Pariaguán nace por un claro acto de fe cristiana. Según nos
narra Fray Antonio Cauli, en su “Historia Corográfica Natural y Evangélica de la Nueva Andalucia”,
la fundación de Pariaguán es obra de los Padres Franciscanos de las Misiones de Píritu.

Recién fundada Chamariapa (hoy Cantaura) estando en ella su fundador Fray Fernando de Jiménez,
vio salir del monte dos indios; Paubia y Pariagua, alias Rereico, este último servía de acompañante
por ser quien conocía la lengua castellana. Ambos con profunda fe cristiana le pidieron al Misionero,
que les fundara un pueblo, ya que ellos y su gente querían ser cristianos, vivió al amparo de la
Iglesia de Cristo.

Días más tarde emprendían viaje Paubia y Pariagua, acompañados de Fray Fernando de Jiménez,
hacia el su más allá de la Mesa de Guanipa.

Un día de 1.741, avistaron una amplia meseta en las cabeceras del río Unare, bañada por las aguas
del Guasey, San Luís y Maco era el sitio escogido para la fundación del futuro pueblo.

Escogido el sitio, Paubia y Pariagua se dieron a la tarea durante tres años, de buscar a los futuros
pobladores. Hacia el sur en las cercanías de la Laguna de Anache, fueron en su búsqueda. De ella,
vinieron 30 indios que serian la simiente humana de este pueblo.

Tres años más tardes, el 17 de Junio de 1.744, llegaba Fray Alonso Hinostroza, Comisionado de la
Misión de Píritu, para hacer realidad el deseo de Paubia y Pariagua. Inmediatamente los indios se
dieron a la tarea de construir una vivienda para el Padre Misionero y una pequeña capilla.

Cuatro días más tarde, en la esplendorosa mañana del 21 de Junio de 1.744, al arrullo de las aguas
del Guasey, al frescor de la brisa guanipense, en aquellos inhóspitos parajes, se oía por primera
vez, el canto celestial de la Santa Misa.

Allí el 21 de Junio de 1.744, bajo la presencia sagrada del Cristo Crucificado ante la beatífica
palabra de Fray Alonso Hinostroza y ante la augusta gallardía de Pariaguán, nacía un pueblo “La
Villa del Santo Cristo Crucificado de Pariaguán”.

A partir de esta fecha muchos sacrificios tuvieron que soportar, el Misionero y sus fieles, para hacer
de su pueblo, una realidad.
Pariaguán recibió varios nombres: Unare, Cabeceras de Unare, Cabeceras de Pariaguán y Santo
Cristo de Pariaguán. Por tradición se ha sostenido que el nombre se derivó de Pariagua su cacique
fundador, a cuya denominación se le agrega una “N” por serle más consonante a los españoles;
también existe otra versión que señala que proviene de la frase “Pari a Juan”, refiriéndose al
nacimiento de Paubia, quien al bautizarse tomo el nombre de Juan del Rosario. Sin embargo en los
últimos tiempos ha circulado otra versión, la que cuenta que Pariaguán es el epónimo de un
cacique guerrero que combatió a los españoles en el siglo XVI, y en estos parajes se había
establecido. Una de las razones que nos hacen creer en esta posibilidad es que antes que el pueblo
tomara esta denominación, ya se llamaba así en 1.754 el Río Pariaguán, y cundo el Padre
Hinostroza viene a fundar el pueblo en 1.744, se dirige al “Sitio de Pariaguán”. Al parecer el vocablo
“Pariaguán” significa en lengua indígena “Hombre de Mar”.

Seis años más tarde, en 1.750, Pariaguán se había consolidado como pueblo. Doscientas Treinta
(230) almas convivían en el poblado, Doscientos (200) corderos de díos, se habían bautizado y
Noventa (90) hombres de armas, para su defensa.
Para 1.761 aparece Pariaguán, con el nombre de Cabecera de Unare, según relación de Dibuja,
relatadas por Monseñor Constantino Maradei en su libro “Historia del Estado Anzoátegui”. Para ese
entonces el poblado contaba con Cincuenta y Seis (56) familias, Doscientos Ochenta y Un (281)
almas, Cuarenta y Un (41) casa, Una (01) Iglesia, Tres (03) Haciendas, Trescientos Setenta (370)
Cabezas de Ganado.

Así, con fervosa devoción cristiana, con férrea voluntad, Pariaguán fue esperanza. En 1.783 le
fueron concedidos por Real Cedula, sus ejidos, tierras fértiles, aptas para el cultivo.

En La Independencia
En 1811, el Generalísimo Don Francisco de Miranda, salió electo Diputado al Congreso, por la
Villa de El Pao de la Provincia de Barcelona.
Todo este extenso territorio sirvió de escenario en las luchas de la emancipación; desde aquí se
mantuvieron vivas las banderas republicanas en los años difíciles (1815-1820), por valientes
patriotas como lo fueron los hermanos José Gregorio y José Tadeo Monagas, Cedeño, Zaraza,
Olivares, Rojas, Parejo y el guerrillero Barreto en las inmediaciones de El Tigre, entre otros.

Entre los patriotas locales más destacados están: Gral. Lucas Carvajal, héroe de Ayacucho, nativo
de Mucura; el diputado al Congreso de Angostura por El Pao, Don Diego Antonio Alcalá, el Cnel.
José de Alcalá; el Mayor Manuel Figuera y Don Juan Olayo Pérez ayudantes del Gral. José Tadeo
Monagas, nativos del Pao, el Capitán José Maria Oca de Mucura y el Gral. José Blanco de Bocas del
Pao. Era tal la importancia estratégica de esta zona, que esto informa el General Morillo al Gobierno
Español en 1820, ¨ Los llanos de Barcelona, Apure, y Casanare, están en el poder de los rebeldes.
La suerte de Venezuela y la Nueva Granada no puede ser dudada... Estos prodigios que así pueden
llamarse por la rapidez que lo han conseguido fue obra de Bolívar y un puñado de hombres”

EL Cantón Pao
Posteriormente en la constitución de Cúcuta, en 1821, se creó El Cantón del Pao, formados por su
cabecera la parroquia El Pao y las parroquias: Pariaguán, Atapirire, Mucura, Bocas del Pao, Tabaro,
Caris, Merecural, Soledad, Carapa, y Mamo.

El Distrito Miranda
A partir de 1893, son mudados a Pariaguán el Juzgado y el Registro Público, pasando a ser ésta
población la cabecera del Distrito.

PARIAGUAN está enclavado en la Meseta que lleva su nombre, siendo un accidente geográfico
muy importante en la región, ya que es el punto de convergencia de tres grandes e importantes
Cuencas hidrográficas: La Cuenca del Mar Caribe, con los ríos Unare y Guere; la del Orinoco con el
río Pao y la del Atlántico con el río Guanipa, además es punto de encuentro de los llanos del Centro
con la Mesade Guanipa y la Faja Petrolera del Orinoco.

Actividades Económicas

En los últimos años la actividad petrolera ha desplazado a la agricultura, la ganadería y la pesca


fluvial en virtud de que en el municipio se encuentran grandes reservas de petróleo pesado, las
cuales han sido incorporadas a la nueva PDVSA.
No obstante el gran potencial agrícola, pesquero, turístico y ganadero esperan por su desarrollo y
explotación racional.
En la parroquia de Atapirire, la empresa Proforca ha sembrado mas de 10.000 has. De pino Caribe
y Eucaliptos. También se encuentra la planta de extracción de petróleos pesados de Ameriven
ahora PDVSA en la zona de Hamaca.

Recursos Turísticos

El municipio cuenta con muchos recursos naturales para el desarrollo del turismo ecológico y de
aventura: bosques de galerías, mesas y sabanas inmensas, farallones y depresiones de gran
belleza, riveras e islas del Orinoco y yacimientos arqueológicos de cultura precolombina aun
inexplorados.
Pariaguán tiene un aeropuerto en construcción, en un área con una laguna natural ideal para
fomentar la actividad turística. Con acceso inmediato a los municipios Monagas, Simón Rodríguez y
el este del estado Guarico. Por esta ubicación este terminal puede servir de transito y carga para la
zona suroeste del estado. También están en Pariaguan, excelentes instalaciones de un parque
recreacional, ideales para desarrollar actividades y competencias propias del llano venezolano.
En el río Pao, cerca de esta población existe un balneario, con servicios y comodidades para los
usuarios.
Las islas y costas del Orinoco, también ofrecen una oportunidad excepcional para el turismo de
aventura y pesca deportiva. Está en construcción el Puerto Fluvial El Guamal en Bocas del Pao.
Etnias Indígenas

En las Cabeceras del río Pao, en la mesa de Guanipa, en el sitio denominado Agua fría esta ubicado
el pueblo Cariña de Santa Cruz de Cachipo, de familia Caribe de 400 habitantes. En esta comunidad
indígena se baila y canta EL MareMare, expresión cultural creada por la etnia Kariña de la Mesa de
Guanipa, el cual es practicado en las celebraciones de toda índole, aunque se asegura que tuvo sus
orígenes en los rituales fúnebres, los cuales se llevan a cabo el primero de noviembre, día de los
muertos, con el nombre de Akatoonpo.
Sus Costumbres y Tradiciones

En nuestro pueblo existen costumbres, que a través del tiempo se van arraigando hasta convertirse
en tradiciones. Esta manera de hacer las cosas y que se arraigan en el corazón del pueblo, pasan a
formar parte del acervo cultural de ellos. Pero el modernismo, la invasión de nuevas culturas, la
influencia de medios extraños, hacen que estas tradiciones desaparezcan.
Sin embargo, existen seres excepcionales que apegados al cariño por el pueblo que les vio nacer,
realizan acciones para conservar vivas esas tradiciones.
En nuestro querido Pariaguán, son muchas las viejas costumbres arraigadas en lo más profundo del
corazón pueblerino.
Lamentablemente, muchas han desaparecido, porque la vorágine del modernismo las sepulto.
Aquellas maravillosas “Misas de Aguinaldo de Madrugada”, con sus juegos, sus paseos y
empanadas ya nunca volverán. El “Pares o Nones” con caramelos, se quedó en el olvido. Los
“Velorios de Cruz” que Doña Margarita Ibedaca mantuvo vivo en el alma popular, lamentablemente
se fue con la infinita ausencia, de quien fue la fuente de su conservación.

Felizmente todavía quedan seres excepcionales, que con trabajo, sacrificio, abnegación y cariño,
dan a su pueblo, la dicha de disfrutar algunas de sus viejas tradiciones.

Entre las tradiciones de nuestro pueblo que aún están podemos mencionar:

• Caballitos de San Juan: vieja tradición que todos los 24 de Junio, día de San Juan, cuando los
muchachos, arrogantes jinetes, acudían a las puertas de todos los Juanes del pueblo, para darles
con el taconeo de sus caballos, el feliz día onomástico y recibir el mediecito o caramelo que con
cariño le brindaba el homenajeado. Esta tradición se fue quedando en el tiempo. Pero ese inmenso
corazón Pariaguanense, lo rescató, adaptándolo a nuestro tiempo en “Campeonato de Caballitos de
San Juan”. Donde nuestros niños desde sus escuelas y barriadas, formando equipos, acuden no a
buscar mediecitos ni caramelos, sino la victoria para su equipo y el orgullo de sentirse el mejor
jinete de Caballitos de San Juan.

• El Judas de Semana Santa: domingo de resurrección. Un grito cruza las calle del pueblo “esta
tarde queman a Judas”. Una pregunta se anida en la curiosidad de la gente “a quién se parecerá
este año, el Judas”. Así año tras años, la tarde del domingo de Resurrección, el pueblo todo se
reúne alrededor del árbol donde se quema a Judas. Allí entre risas y gritos, se oye el famoso
testamento, donde deja todas sus pertenencias a sus grandes amigos del pueblo, muchas de ellas
con buena intención. Cada año el Judas se asemeja a alguna persona conocida que por algún
motivo se hizo acreedor de tan alto honor, gracias a “ese inmenso corazón Pariaguanense”, aún
podemos oír el grito “esta tarde queman a Judas”.

• Los Locos del Día de los Inocentes: el 28 de Diciembre, día de los Santos Inocentes, desde
los más apartados barrios, surgen comparsas de alegres y disparatados disfraces. Conforman estos,
un grupo de danzantes “Locos”, que por las calles, frente a las casas bailan y reciben como premio
a sus bailes, dinero que más tarde cambian por ron y comida, para brindar en una gran noche de
parranda. Esta tradición aún se conserva por el espíritu festivo de nuestra gente de los barrios. Son
disfraces disparatados, con máscaras elaboradas por ellos mismos, mujeres disfrazadas de hombres
y hombres disfrazados de mujeres.

• El Nacimiento de Jesús: desde finales de Noviembre, gracias a las maravillosas manos de “ese
inmenso corazón Pariaguanense” se empieza a colocar el tradicional nacimiento. Hace mucho
tiempo lo colocaban en la Plazoleta que queda frente a la Plaza Miranda, en la Calle Soublette, en
los actuales momentos es colocado frente al I.U.T.J.A.A., durante todo el mes de Diciembre, el
pueblo va a contemplar las hermosas figuras en yeso, que las prodigiosas manos de Luisa Amelia,
moldea con cariño para su pueblo. El pesebre, el Niño, la Virgen, San José, la Mula, el Buey, los
Pastores, los Reyes Magos, sus camellos forman un hermoso conjunto, que es parte de nuestras
tradiciones que no mueren.

• Carnavales: Pariaguán siempre festivo a sus viejas tradiciones, años tras años, en una marca de
sana alegría, rinde culto al Dios Momo, en sus fiestas carnavalescas. El pueblo se lanza a las calles
en una interminable y loca algarabía. Entre música y colores, bellas carrozas y alegres comparsas
adornan el Pariaguán del ayer y el de hoy. El entusiasmo y el trabajo de los grupos vecinales de los
distintos sectores de nuestro pueblo y el apoyo que les brinda la Alcaldía, hacen posible un gran
espectáculo, que Pariaguán entusiasmado, disfruta a plenitud.

• Velorio de la Cruz de Mayo: durante el mes de Mayo se celebra en nuestro pueblo los velorios
de la cruz, es una fiesta muy vinculada a las costumbres del llanero, del campesino y del pescador.
El velorio de Cruz de Mayo, es una celebración de contenido con la época de siembra, a la entrada
de las lluvias. El día del velorio, los patios se engalanan, bambalinas de múltiples colores, allí se
levanta el altar a la Santa Cruz, adornada con papeles rizados (papel de vestir cruz) verdes palmas,
curiosamente tejidas en forma de arco rodean el altar. Flores y frutas se colocan para su adorno, el
velorio comienza con el rosario, rezado con todo fervor por los presente, se brindan exquisitas
bebidas, caratillo de arroz, carato de maíz, jugo de mango, y otros. Se le ofrece a la cruz recitales,
décimas, galerones, contrapunteos, hasta el amanecer. Esta alegre costumbre no se ha perdido en
nuestro pueblo, gracias a sus habitantes.
Continuando con nuestras costumbres y tradiciones, en aquel Pariaguán de los años 20 y 30, que
las generaciones de entonces aún recuerdan, con la sencillez pueblerina de los muchachos de aquel
entonces, se acostumbraban juegos sanos, sencillos que eran el deleite de la chiquillería. Juegos
que se quedaron en el olvido:
El Folklore
El baile y la danza de El Sebucán, creado por los indígenas de familias caribes que poblaron esta
región, es una de nuestras principales contribuciones al enriquecimiento del folclore. Hay que
destacar que esta versión del baile en nuestra población es considerada como una cantera de
música, cantantes y compositores de la música llanera, además aquí en nuestro pueblo y por
iniciativa del Gobierno Municipal, funciona la primera Escuela de Arpa creada en Venezuela, dirigida
por el compositor y maestro del Arpa, Sr. Ali Aular.

Nuestras Fiestas Patronales


Alegría, música, luces, colores, adornan los espacios de nuestro pueblo; cuando el 14 de
Septiembre y los días previos, todos, chicos y grandes, hombres y mujeres, confundidos en uno
solo, en loca algarabía, celebran el día de Nuestro Santo Patrono “El Cristo Crucificado”.

Desde tiempos muy remotos, el 14 de septiembre, ha sido para Pariaguán un día muy especial, un
día donde la cordialidad de todo un pueblo se pone en manifiesto, para recibir a los hijos que
vuelven a los amigos que los visitan. Es el día de la gran fiesta, donde todos acuden a adorar al
Redentor del Mundo.
Nos narra el recordado poeta Ángel Celestino Bello….. “El Cristo es el patrono de Pariaguán, el 14
de septiembre son rumbosas las fiestas que se celebran en honor del hijo pródigo que murió en los
brazos de la cruz para redimirnos del pecado. Anualmente llegaban de El Chaparro, Jesús María
Porras con el extradivarius, Eduardo Hernández con el cuatro, el célebre Viejo Tirado con la
bandola, cuyos bordones hicieron romper más de una vez, los capachos del Indio Vicente Cabeza,
humilde hijo del pueblo y una escorfina en ese sabroso arte de maraquear. Coleadas de toros,
carreras de caballos, palos ensebados, se ofrecían a los visitantes, que venían a pagar sus
promesas al Redentor del Mundo. Hasta de la misma Sultana del Orinoco, espirituales damas,
honraban con su presencia las tradicionales festividades.

En el largo correr del tiempo la tradición se ha conservado. La elección de la Reina de las fiestas,
escogidas entre ramilletes de hermosas muchachas, palo encebado, piñatas, juegos populares en
los barrios. Baile de gala y bailes populares. Toros coleados en el Hipódromo. Todo un conjunto de
sanas y alegres atracciones, que Pariaguán brinda a sus hijos y a los visitantes que de todas partes
del país viene a compartir con nuestro pueblo, el inmenso júbilo de las fiestas que en honor de su
patrono El Santo Cristo Crucificado.

Hoy en día esta tradición sigue presente gracias al espíritu de todos los pariaguanenses.

Personajes: Francisco Sánchez “Pancho El Pájaro”, nativo de Pariaguán ( 1803 – 1895), famoso
equilibrista y trapecista, recorrió el mundo exhibiendo sus destrezas por: EE.UU., Cuba, México,
Sudamérica, España, Francia e Inglaterra. Actuó en los eventos programados en la recepción que le
hizo la ciudad de Caracas, al libertador en 1827.
Gral. Miguel Figuera Montes de Oca, nativo de Pariaguán (1836 – 1924. Fue llanero, Guerrero,
investigador y Cronista. Escribió en los periódicos: Eco del Caronï y El Promotor de Upata. También
escribió un libro de Crónicas “Misceláneas históricas”, fue llamado “El Petronio de Oriente”.
Participó en la Guerra Federal. Romualdo Delfín Gómez, nativo de Aragua de Barcelona(1863 –
1961), le dedicó lo mejor de su vida a Pariaguán, aquí consolidó su familia e hizo sus
investigaciones en física y telecomunicaciones, siendo uno de los precursores de ésta disciplina en
Venezuela. Creó junto con su hijo Pablo César Gómez, remedios naturales contra el paludismo y
aficionado a la pintura.
Luis Mijares, nació en Pariaguán (1929 – 1998), primer Cronista Oficial del Municipio, realizó cinco
Revistas dedicadas a Pariaguán y un libro sobre la Historia de Pariaguán, fundador (entre otros) del
liceo Antonio Pinto Salinas.
General (G.N) Manuel de Jesús Ibedaca Romero (Pariaguán 1940). Ocupó en 1989 el cargo de
Comandante General de las Fuerzas Armadas. Monseñor José Manuel Romero Barrios; pintores y
artistas plásticos: Segundo Aponte, Eduardo Azuaje, Luisa Amelia Carrasco, Ramón Antonio
Martínez, Federico Hernández, Ángel Lara. De Atapirire son el músico Dennys Bolívar, virtuoso del
Cuatro y del violín, y Manuel Pinto Cubero, quien fue escritor, historiador y poeta, jefe del archivo
de la Casa Natal del Libertador. Entre los sitios de interés tenemos: el Museo Histórico Religioso;
Biblioteca Pública e Infocentro, el Centro Integral de Recría y los morichales Agua Clarita y El
Guasey.

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