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Las características de una tarea auténtica debe ser significativo, relevante, desafiante; además,
ser claro, estar escrita y contemplar actividades con sentido para que el estudiante realice y
produzcan los nuevos saberes de tal manera contribuya al desarrollo de la autonomía de éstos
en el proceso formativo.
Para Díaz Bordenave (1982), “las consignas de una tarea auténtica posibilitan el desarrollo de
las actividades de aprendizaje como instrumentos para crear situaciones y abordar contenidos
que permitan al estudiantes vivir experiencias necesarias para su propia transformación”. En
tanto, para Doyle (1983), el análisis de las tareas se centra en tres componentes los que
contribuyeren en el desarrollo de la autonomía de los alumnos en el proceso formativo:
a. Un fin o una meta para ser logrados.
b. Un espacio problemático o un conjunto de condiciones y recursos disponible para llevar a
cabo la tarea.
c. Las operaciones involucradas en el ensamblaje y uso de los recursos para llegar a los
objetivos.
Por otro lado, las características que deben considerarse para la formulación de las
consignas auténticas y significativas los que colaborarán con el desarrollo de la autonomía del
estudiante son:
a) Que les permita al alumno desempeñar un papel activo en la en la apropiación y creación de
nuevas tareas.
b) Que sean desafiantes para que puedan utilizar diversas fuentes de información y utilización
de variados recursos.
c) Que sean relevantes para el universo de los alumnos, con sus intereses, sus conocimientos,
sentimientos y vivencias personales, además que se relacionen con el mundo real.
d) Que favorezca la interacción social variada: trabajo individual, en pares, en grupos y con los
docentes.
e) Que permitan establecer relaciones con los conocimientos previos. Lo que Bruner, llama el
problema de compatibilidad, que el estudiante enfoque el nuevo material que está
aprendiendo de manera tal que encaje en su propio sistema de asociaciones, subdivisiones,
categorías y marcos de referencias, a fin de hacerlo propio, para poder utilizar la información
de una manera compatible con los conocimientos que ya posee.
Finalmente, para Moro (2005), dice que es necesario tener claros los propósitos de la enseñanza
y los objetivos que se pretenden lograr.
PREGUNTA 2: Caracterización de las actividades auténticas.
Por ejemplo, la situación significativa, podría ser que los estudiantes de segundo de
secundaria no son ajenos a la contaminación que se da en la actualidad, situación que ocurre
en nuestra comunidad. En este caso, podría planificar para que los estudiantes realicen un
debate teniendo en cuenta el propósito que sería sensibilizar a los estudiantes para conducir
a la reflexión y cambio de actitud con relación al tema. Para ello, tendrían que seguir una serie
de pasos como:
2. ¿Qué nivel y grado? Mi audiencia real son los estudiantes de segundo de secundaria.
5. ¿Qué actividades deberán realizar antes, durante y después del debate para lograr el
propósito? ¿será importante dotar las diferentes fuentes de información?
En este caso se deberá dar las pautas claras; además el estudiante debe estar enterado con
que instrumento será evaluado.