FALLAS DE MERCADO SEGÚN ADAM SMITH

Los fallos del mercado se refieren a una situación en la que la asignación de los recursos
por parte del mercado no es eficiente para las organizaciones.

“La mano invisible” es una de las metáforas de Adam Smith que refleja cómo se desalienta
o alienta la producción y también como se regulan los precios, para así no caer en los fallos
del mercado. Según las limitaciones del mercado y aunque “La mano invisible” fue
acertada en general, pero equivocada en particular pues en momentos podía llevar a
pensamientos negativos, fruto de un funcionamiento incontrolado e ineficiente que se
alcanzaban denominar fallos del mercado.

Basados en el pensamiento de Adam Smith que decía que la ganancia de un negocio o

empresa se generaba a partir de la producción y la productividad, una de las fallas de
mercado es que los problemas organizativos básicos de las organizaciones es el no saber,
que producir? Como producir? Para quien producir?

También, en las organizaciones es necesario que cada persona se encargue de una actividad
específica teniendo el conocimiento claro sobre la misma, esto genera una mayor
productividad y de mayor calidad, no es posible que una sola persona se encargue de 2 o
más actividades esto generara para las misma perdidas en rendimiento y productividad.

Para Adam Smith el mercado conduce a la eficacia económica. Este postulado se sustenta
en el supuesto de que la competencia es perfecta y por tanto, la información es perfecta o
simétrica (no hay problemas de información). Sin embargo, en los mercados del mundo real
actual existen problemas de información. En efecto, la información es incompleta y
asimétrica cuando la información sobre la calidad y características de los bienes y servicios
intercambiados no está distribuida de forma igual entre los consumidores y los productores,
entonces, una de las partes de la relación económica sea comprador o vendedor tiene mejor
o mayor información que la otra parte sobre una transacción. En los mercados de
información asimétrica suele haber menos compradores y vendedores que cuando hay
información perfecta