Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Janeiro, 1994, pág 348) la primera vez que asistió, en vivo, al ritual del cante flamenco
y experimentó “la voz dramática buscando su ser en el propio ritual de la invocación”,
lugar de la memoria y la repetición, y también “la realización de la poesía como tal
poesía en el poema” con el que empezábamos estos folios (y no nos resistimos a
transcribir y traducirlo, ahora que la UNESCO ha reconocido el carácter de Patrimonio
Oral Cultural de la Humanidad al “cante flamenco”, a una tradición oral viva):
…Casi no era canto (en el sentido en que éste es aprovechamiento musical de la voz)
…Casi no era voz (en el sentido en que ésta tiende a decir palabras)
El cante flamenco
es
el antes de la voz,
es
respiración,
es
aliento humano.
Esas casi tres palabras no dichas son interrumpidas por lamentos y modulaciones….
…cadencias del respirar… del jadeo..
El primer ensayo de la voz que capta el sufrimiento y capta la alegría en su intento
de gemido.
Y de grito.
Y otro grito más, éste de alegría por haber gritado.
…Y oí también el canto ausente: Está hecho de un silencio cortado por gritos de los
asistentes:
Dentro de la claridad del silencio, en simiente ardiente, un hombre con la cabeza hacia
atrás, las manos caídas, marca con el duro taco de los zapatos el ritmo incesante del
canto ignorado…
Ninguna música.
Y no es una danza.
El zapateado es el antes de la danza organizada.
No es espectáculo, no se asiste:
…quien escucha es tan esencial como quien golpea el suelo en silencio.