Está en la página 1de 9

Paul Valéry

Ambroise-Paul-Toussaint-Jules Valéry (Sète, 30 de octubre de


1871 – París, 20 de julio de 1945) fue un escritor, poeta, ensayista y
Paul Valéry
filósofo francés. Como poeta es el principal representante de la
llamada poesía pura; como prosista y pensador (él se consideraba
antifilósofo), la lectura y comentario de sus textos ha sido muy
notable, desde Theodor Adorno y Octavio Paz hasta Jacques
Derrida, que le comentó hasta en su último seminario.

Índice
Trayectoria
Obra principal
Monsieur Teste
La joven Parca
El cementerio marino
Variedad
Mi Fausto Paul Valéry en 1938,
Cuadernos fotografiado por el Studio Harcourt
Obras en francés Información personal
Ediciones en español Nombre de Ambroise-Paul-Toussaint-Jules
Bibliografía nacimiento Valéry
Notas Nacimiento 30 de octubre de 1871
Sète
Véase también
Enlaces externos
Fallecimiento 20 de julio de 1945
(73 años)
París, Francia
Nacionalidad Francés
Trayectoria
Lengua
Fue educado en Sète durante su infancia, pensó ya adolescente en
Francés
materna
dedicarse a la carrera de marino, pero diversos contratiempos lo Familia
obligaron, en 1884, a renunciar a la preparación de ingreso en la
Cónyuge Jeannie Valéry
Escuela Naval. En 1889 inició estudios de Derecho en el Liceo de
Montpellier. Según sus recuerdos, “la estupidez y la insensibilidad Educación
me parecen inscritas en el programa. Mediocridad de alma y Educado en Liceo Condorcet
ausencia total de imaginación entre los mejores de la clase”.
Información profesional
Durante ese tiempo sus actividades principales consistían en añorar
la frustrada carrera de marino (“Estoy ebrio de la belleza de las
Ocupación Poeta, Ensayista
cosas del mar, y me esfuerzo por asir su hermosura arriesgada y Cargos Presidente de PEN club
triunfal”, escribía en 1891) y en descubrir, a partir de la lectura deA ocupados français (1924–1934)
contrapelo de Huysmans, la literatura, principalmente la obra de Presidente de Union française
poetas como Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y luego Mallarmé. pour le sauvetage de l'enfance
Para ese entonces ya encontraba en el arte “la única cosa sólida”, en (fr) (1941–1945)

la metafísica “nada más que necedad”, en la ciencia “una potencia Empleador Le Figaro
demasiado especial”, en la vida práctica “una decadencia, una
Collège de France (1937–1945)
ignominia”. En Montpellier conoció a Pierre Louys, y, por su Seudónimo Paul Valéry
intermedio, a André Gide, con quien consolidará una amistad Miembro de Academia de Ciencias de
duradera. Ellos fueron los primeros oyentes de los versos que había Hungría
escrito y que se publicarían en la revista La Conque (fundada por
Academia Francesa(desde 1925)
Gide, Léon Blum y Henry Béranger), y del poema Narcisse parle,
publicado después en L`Ermitage.
Distinciones Gran Oficial de la Legión de
Honor

Firma

[editar datos en Wikidata]

En 1892, en la noche del 4 al 5 de octubre, ocurrió en su vida una crisis que se conoce
como la Noche de Génova, por haber sucedido en esa ciudad portuaria. El hecho
Stéphane Mallarmé (óleo de comenzó a gestarse en junio de 1891, cuando Valéry se cruzó por azar en la calle con
Edouard Manet) una mujer catalana, de la cual quedó prendado. Era una mujer diez años mayor, a quien
volvió a ver en otras ocasiones pero sin atreverse a abordarla. Según el testimonio de su
amigo Henri Mondor, “su languidez, el ligero balanceo de su talle, sus trajes de amazona
y una coquetería de turbadora soltura lo habían herido y luego enamorado, cada día más, con desgarramientos, obsesiones, presagios
extraños. Apenas sabía su nombre. Ella a él no lo conocía.” En una carta posterior a Guy de Pourtalès, Valéry le confió: “Creí
volverme loco allí en 1892, en cierta noche blanca —blanca de relámpagos— que pasé sentado deseando ser fulminado”. Y en otro
texto más o menos contemporáneo del suceso: “Noche infinita. CRÍTICA. Quizá efecto de esta tensión del aire y del espíritu… Me
siento OTRO esta mañana. Pero —sentirse Otro— esto no puede durar. Ya sea que uno vuelva a ser, y que triunfe el primero; o que el
nuevo hombre absorba y anule al primero”.

Se trataba, como señalaCharles Moeller, de algo semejante a la “noche” dePaul Claudel en Notre-Dame, cuando se convirtió; a la de
Brasillach en Toledo; fundamentalmente a la de Pascal. El último texto de Valéry citado (“Noche infinita. CRÍTICA…”) se
emparenta con el Mémorial pascaliano (ese trozo de papel en que el filósofo de Port-Royal escribió los detalles de su revelación y
que llevó cosido en su chaqueta hasta su muerte). Pero para Moeller “la noche de Valéry no fue ni de amor humano ni de amor
divino; ni siquiera sentimiento de presencia de cualquier clase: fue espanto, descubrimiento de la vanidad radical de toda su vida
anterior. Noche mística, pero bajo el signo de la nada”.

Como resultado del suceso, Valéry decidió separarse de sí mismo, de ese sí mismo que catalogaba de falso, al tiempo que separaba de
sí los “ídolos”, como él los llamaba. Primero de todos, el ídolo del amor
, concentrado en una imagen que desarticulaba su intelecto, la
amazona catalana; después la literatura, la religión; la emotividad, que destruía el equilibrio de la inteligencia. Pero a continuación, la
violencia de su sensibilidad lo obligó a buscar un sitio existencial estable. Eligió, según sus propias palabras, el intelecto, el ídolo
intelecto. Desde ese punto, para él ya no tendría importancia el contenido, que sería solamente vanidad; lo esencial sería el
mecanismo del hecho, el secreto de la forma. De cualquier modo, y como resultaría imposible prescindir totalmente de un contenido
(el vacío sería su resultado) resolvió al menos apartarse todo lo posible de éste, estar siempre más allá, en esos sitios que iría creando
la ascesis que constituiría su vida desde entonces: meditaciones e investigaciones intelectuales desarrolladas en las madrugadas, sobre
una pequeña pizarra, durante veinte años.

Entretanto, y luego de cumplir su servicio militar, se trasladó a París. En el aspecto literario, fue la época en que descubrió a Edgar
Allan Poe, algo que encontraba más importante que el descubrimiento anterior de Mallarmé, ya que “con lucidez y buena fortuna —
como le escribió a Gide—, Poe hizo la síntesis de los vértigos”. En la capital francesa se instaló en la calle Gay-Lussac, en una
habitación alguna vez ocupada por Augusto Comte. Comenzó a frecuentar la casa de Marcel Schwob, la de Huysmans, la de
Mallarmé. Por ese tiempo la revista El Centauro le solicitó un texto. Valéry decidió reanudar una obra apenas esbozada en la que
pensaba describir las memorias de C. Auguste Dupin, el personaje de Poe. Este manuscrito, que empezaba con la frase “La estupidez
no es mi fuerte”, se convirtió, con el agregado de notas en las que se describía a sí mismo, en La soirée avec monsieur Teste. Como
Valéry, Edmund Teste, el personaje, rechaza las apariencias, esas apariencias con las que sin importar el tema, se conforma la
mayoría; no acepta tampoco definiciones aproximadas con respecto a las palabras, exige
más y más rigor allí donde está en juego la esencia del lenguaje. Como Valéry, él también es
un buscador de lo absoluto.

Poco después, durante una visita a la casa de Schwob, habló tan brillantamente sobre
Leonardo Da Vinci, que León Daudet, director en esa época de La Nouvelle Revue, le
solicitó un artículo sobre el artista. Este pedido dio origen a la Introducción al método de
Leonardo Da Vinci, que será publicado un año antes que laSoirée, en 1895.

Luego de trabajar durante un tiempo como redactor en el Ministerio de Guerra, fue


contratado como agregado de prensa por la Chartered Company de sir Cecil Rhodes. Por
razones de trabajo se mudó a Londres, donde en la primavera de 1896 estuvo a punto de
Edgar A. Poe, “Hacedor de la suicidarse. Lo salvó, cuando tenía ya la soga anudada al cuello, la vista de un libro que
síntesis de los vértigos” reposaba por ahí, la obra de un humorista francés del Boulevar. Leyó unas líneas de un texto
(daguerrotipo de 1848) absurdo y se sintió liberado. A partir de ese incidente dejó atrás una etapa de su vida en la
que reinaba, como le confesó a Gide, “la moral de la muerte”.

En 1900 se casó con Jeannie Gobillard, familiar lejana del pintor Edouard Manet. Con ella tendrá tres hijos y su matrimonio
transcurrirá sin sobresaltos. A partir de ese momento proseguirá con su trabajo cotidiano, que le permite vivir, y, en el ambiente
recogido y alejado del mundo que él mismo ha elegido, sus investigaciones tendientes a reforzar su conocimiento del espíritu y del
lenguaje.

Antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1913, André Gide, que terminaba de
fundar la Nouvelle Revue Francaise, le pidió autorización para publicar los versos que
habían aparecido antes en algunas revistas. Valéry se negó, pero los amigos reunieron todos
esos números atrasados, los hicieron mecanografiar y se los presentaron al poeta. Tras
vacilar un poco, al fin aceptó corregirlos. “Contacto con mis monstruos. Disgusto. Me
pongo a manosearlos. Retoques”, escribió en sus notas. Luego, como la extensión de la obra
no le parecía suficiente, decidió completarla agregándole un pequeño poema, algo que sería
también, según pensaba, su despedida de la poesía. Comenzó en 1913. Al año siguiente
estalló la guerra y su trabajo se fue retrasando. Por fin, en 1917, lo completó. Se titulaba La
joven Parca.

Este libro lo convirtió en una celebridad, algo que Valéry aceptó con modestia e ironía. En
1920 publicó El cementerio marino y su fama se acrecentó todavía más. Un año después una
encuesta daba cuenta de que la mayoría lo consideraba como el poeta francés más grande de Paul Valéry, esposa e hijo,
ese tiempo. En 1922 apareció su poesía completa con el título de Charmes, en una edición 1904
reducida. Los honores y los reconocimientos oficiales empezaron a sucederse. En 1925 fue
elegido miembro de la Academia Francesa. En su discurso de recepción, hecho en honor de
su predecesor, Anatole France, no lo nombró a éste ni una vez, como una especie de venganza por haberse negado alguna vez France
a la publicación de los versos de Mallarmé. A partir de ese año empezó a publicar una serie de obras en prosa acerca de los temas más
variados, algunas de ellas por encargo. Durante la ocupación alemana no solamente rehusó colaborar, sino que hasta se atrevió, en su
carácter de secretario de la Academia Francesa, a pronunciar el elogio fúnebre “del judío Henri Bergson”. Esto consiguió que fuera
destituido de su cargo de Administrador del Centro Universitario de Niza.

De 1938 a 1945 vivió una secreta relación sentimental con Jeanne Loviton, una abogada treinta y dos años más joven, que escribía
novelas con el seudónimo de Jean Voilier, y cuya vida amorosa había estado ligada a varios escritores de la época. Este romance (“Oh
triunfo de mi ocaso, que doras mi crepúsculo con mirada de amor”) le inspiró a Valéry la escritura de centenares de poemas de amor,
que él mismo corrigió y ordenó y a los que decidió titular Corona & Coronilla, así, en español. Adjuntó además unas notas
declarando que “hay buenas cosas en este montón, este pobre montón de horas devotas y cantarinas... Sí que valió la pena. Forma un
conjunto como no hay otro, creo, en nuestra poesía”. Un conjunto que da cuenta de que el corazón triunfa al fin en Valéry sobre el
espíritu y su ídolo intelecto. Él mismo lo escribe en una de sus últimas anotaciones en los Cuadernos: “…Conozco my heart también.
Éste triunfa. Más fuerte que todo, que el espíritu, que la organización. Es un hecho. El
más oscuro de los hechos. Más fuerte, pues, que el querer vivir y el querer comprender
es este bendito C”. Para algunos biógrafos del poeta, el que su amante lo abandonara
para casarse con el editor Robert Denoël, sumió a Valéry en la tristeza y fue causa
importante de su muerte, ocurrida dos meses después de ese abandono, el 15 de julio de
1945. Luego de unos funerales nacionales, ordenados por el presidente Charles De
Gaulle, fue sepultado en Séte, en el cementerio marino que había inspirado su poema.
Tumba de Paul Valéry en el
cementerio de Sète, el En los últimos años ha aparecido la monumental biografía de Michel Garrety, Paul
“cementerio marino” Valéry (Fayard, 2008), referencia ineludible, y el sobresaliente ensayo interpretativo de
Benoît Peeters, Valéry. Tenter de vivre (Flammarion, 2014), que contiene un balance
biblográfico.

Obra principal
De entre la obra de Valéry se destacan seis títulos: La velada con Monsieur Teste, La joven Parca, El cementerio marino, la serie de
ensayos denominada Variedad, la obra teatral inconclusa Mi Fausto, y los Cuadernos, título con el que se agrupan las anotaciones
que asentó durante cincuenta años en más de doscientos cuadernos.

Monsieur Teste
Monsieur Teste, “fantástico personaje engendrado durante jornadas de embriaguez de su voluntad y entre extraños excesos de
conciencia de sí”, según escribió el propio Valéry, ilustra para el crítico Pierre de Boisdeffre “el ideal valeriniano del sabio, del
hombre completamente dueño de su pensamiento, entregado por entero a las despiadadas disciplinas del espíritu”. Verdadera
Quimera de la mitología intelectual, como también lo llamó su autor, ningún rasgo lo particulariza; habla sin gesticular, no sonríe,
apenas saluda, habita un pisito amoblado sin libros ni escritorio, un alojamiento “cualquiera”, “análogo al punto cualquiera de los
teoremas y acaso tan útil”. Allí, en ese lugar “puro y trivial”, repasa los métodos extraordinarios que ha encontrado para lograr que su
pensamiento consiga un alto grado de precisión, para que el lenguaje adquiera definiciones cinceladas por bordes de diamante, que
seccionan hasta el mínimo lo vago y mal considerado. A veces se detiene y anota: “Confieso que he hecho un ídolo de mi espíritu,
pero no he encontrado otro”. Termina por parecerse, según agrega Boisdeffre, “a un hombre de vidrio de tan clara visión, tan neta
sensibilidad, tan sutil representación y ciencia tan perfecta, que se refleja, repercute y responde como en una serie infinita de límpidos
espejos”. Al final, sin embargo, hastiado de tener razón, de la eficacia de sus procedimientos, de conseguirlo todo merced a la
potencia de su espíritu, M. Teste considera ensayar “algo distinto”, algo que le permita sortear ese transcurrir “del inconsciente
insensible al inconsciente insensible” al que fue llevada su vida por ese atisbar afiebrado de su propio yo.

La joven Parca
“Una pesadilla en la que el personaje es, a la vez que objeto, conciencia consciente. Figuraos que alguien despertara en medio de la
noche y que durante toda la vida se hablara y se reviviera a sí mismo”: de este modo trató Valéry de definir su poema La joven Parca,
publicado en 1917, “después de muchos años de haber abandonado el arte de versificar y tratando de obligarme de nuevo a ello”,
como reza la dedicatoria a su amigo André Gide. Para muchos críticos poema de la conciencia, de la memoria, del devenir, su
desarrollo en varias direcciones lo transforma, en palabras de su creador, en una “pintura de psicológicas sustituciones… y en la
transformación de una conciencia durante el transcurso de una noche”. El ensayista y filósofo Alain escribió en el prefacio para la
primera edición francesa que se trata de una epopeya íntima, que la Parca desenreda de su propio ser el hilo de cada destino; y según
ella misma, no según una necesidad externa. “De ahí su nombre, su doble nombre, la Joven Parca. Parca, debido a que no existirá
jamás una vida distinta de ésta, movida, arriesgada, salvada según sus propias tormentas y con las mareas de la sangre, es decir de
acuerdo con las leyes puras del mundo, en detrimento de la historia. Joven, porque la vida épica es la vida virgen, poderosa,
apasionada de sí misma —no la vida desgarrada— y ya transmitida al siguiente”.
El cementerio marino
El cementerio marino se originó a partir de un ritmo que Valéry recordó un día, un ritmo apenas utilizado desde los cantares de gesta
de la Edad Media: el decasílabo con acento y cesura en la cuarta sílaba. Concebido como una especie de sinfonía cuyas frases
melódicas resonaban en el interior del poeta, semejaba en sus inicios un marco sonoro dentro del cual se encuadraban imágenes
flotantes. Según propia confesión, la más nítida de éstas era una visión de su juventud, una colina alargada que dominaba su ciudad
natal de Sète y concluía en el rectángulo del cementerio, llamado desde siempre, por la vista del mar que desde allí se tenía, “El
cementerio marino”. Gustave Cohen, profesor de la Sorbona y que “explicó” a los estudiantes el poema en presencia de Valéry, le
concede importancia a este elemento personal, “que implica una especie de confesión sentimental, aunque extremadamente velada, y
que se justifica sobre todo por el hecho de que la conclusión será la determinación de una actitud, el paso de la pura contemplación a
la acción creadora”. Para él, el poema recuerda la estructura de unatragedia clásica, realizada no en cinco sino en cuatro actos, con su
exposición, su trama y su desenlace. Esos cuatro actos o momentos, él los identifica como Inmovilidad del No-Ser o de la Nada
eterna e inconsciente (estrofas I-IV), el primero; Movilidad del Ser efímero y consciente (estrofas V-VIII), el segundo; ¿Muerte o
Inmortalidad? (estrofas IX-XVIII), el tercero; y Triunfo de lo momentáneo y de lo sucesivo, del cambio y de la creación poética
(estrofas XIX-XXIV), el cuarto. Su conclusión es que se trata de un arte y de una doctrina que no pretendían “más que expresar el
éxtasis angustiado del poeta filósofo entre el esplendor inmóvil del No-Ser y la inquietud estremecida del Ser, entre el Universo que
se ignora y la conciencia que se conoce, entre lo Eterno, que es pura luz, y lo momentáneo, que posee la riqueza, la fecundidad y el
viso tornasolado de la existencia”.

Variedad
Variedad recoge una serie de ensayos clasificados como Estudios literarios, Estudios filosóficos, Ensayos casi políticos, Teoría
poética y estética y Memorias del poeta.

En Estudios literarios se destacan los dedicados a Stendhal, a Baudelaire y a Mallarmé, este último un relato detallado de sus
impresiones al tener ante sí por vez primera, presentado por su autor
, la disposición tipográfica delcélebre poema Un coup de dés.

En los Estudios filosóficos hay tres estudios sobre Descartes, uno de sus autores favoritos, y, tan importantes como éstos, un estudio
sobre Eureka de Edgar Allan Poe y otro sobreSwedenborg.

En Ensayos casi políticos aparece "Balance de la inteligencia" que es el ensayo más significativo; en Teoría poética y estética, “A
propósito de poesía”, “Discurso sobre la estética” y “Poesía y pensamiento abstracto”. En Memorias del poeta, finalmente, se
distingue el trabajo titulado “A propósito deEl cementerio marino”, en el cual Valéry relata los detalles que le dieron origen al poema
y luego reflexiona, de un modo más general, sobre cuestiones relacionadas con la labor poética.

Mi Fausto
La primera idea acerca de Mi Fausto aparece en julio de 1928, en las anotaciones de los Cuadernos. Son esbozos que serán luego
desechados: un monólogo de Adán que expresaría la situación del hombre fuera del Paraíso y su aceptación de la mortalidad; un
diálogo entre el demonio y Dios; algún tema bizarro: “Margarita es presentada a Fausto, que solicita un muchacho”; una especie de
relato de “memorias”, parecido a los fragmentos que aparecen después en la versión actual, cuando le dicta a su secretaria. En 1930
aparecen dos de las ideas centrales de la obra: la amenaza que significa para el mundo el espíritu del hombre, y la idea del “yo puro,
del yo que trasciende”. La primera le es comunicada a Mefistófeles entre reproches: “Ahora apenas si causas miedo. El infierno no
aparece más que en el último acto… Mientras tú descansabas en la pereza de tu eternidad, sobre tus procederes del año I, el espíritu
del hombre, ¡despertado por ti mismo!..., ha acabado por acometer los cimientos de la Creación… ¡Figúrate que han encontrado… el
viejo CAOS!… Y ahora comienzan, a tientas, a palpar los mismos principios de la vida… ¿Sabes que eso es, quizá, el fin del alma?”
Se trata de una época de la humanidad en la que “el bobo vuela y las tonterías cabalgan sobre la luz”, y que Valéry, en el final de sus
días, llamará “innoble” y juzgará irreversible. La segunda idea, la del yo-puro, Fausto la comunica diciendo que desea acabar “ligero,
desatado para siempre de todo lo que se parece a algo”, aunque luego, como herido por el frío existencial de esa zona demasiado
abstracta, retrocede hasta aceptar la posibilidad de que en su vida se instale la única forma de amor que halla gracia a sus ojos: la
ternura. Lust, “la señorita de cristal”, la secretaria joven a quien él le dicta, encarnará entonces esa ternura, estableciendo un balance
entre la extrema inteligencia y el corazón oscuro. Para el crítico Charles Moeller, la sorprendente novedad de este Fausto reside en
que Valéry, y según lo que éste mismo escribió alrespecto, va a intentar hacer “del amor una potencia capaz de figurar en el espíritu y
de combinarse con él de suerte que uno y otro, recíprocamente, se exalten”. Esto no fue plasmado en la obra, que quedó inconclusa,
pero la confesión de Valéry en sus Cuadernos: “Pues Lust y Fausto son yo —y nada más que yo”, es para Moeller un indicio
“pasmoso y esencial” de las intenciones del poeta.

Cuadernos
Los Cuadernos de Valéry reúnen sus anotaciones diarias, hechas en los amaneceres (“entre la lámpara y el sol”) y con la disciplina y
el rigor obstinado de quien consideraba que “ser es ser disciplinado”. La primera anotación de estos Cuadernos pertenece al año
1894; la última, escrita con lápiz y mano temblorosa, al verano de 1945, dice: “La palabra Amor sólo se ha visto asociada al nombre
de Dios desde Cristo”.

Andrés Sánchez Robayna, traductor y prologuista de la edición española (una selección que redujo las más de veinticinco mil páginas
del original a unas quinientas), anota que lo que conduce a Valéry a una práctica semejante de escritura “es una pertinaz, obsesiva
voluntad de conocimiento. Pero una voluntad en la que comprender no es distinto de crear. Lo había aprendido de Leonardo da
Vinci”. Aforismos, fórmulas matemáticas, estudios sobre arte y estética, sobre filosofía (Ilya Prigogine afirmó que las actuales teorías
de la Física acerca del tiempo están anticipadas con la mayor claridad en estos Cuadernos), dibujos, poemas en prosa, apuntes de
biografía, de política, de psicología, de sociología, de crítica literaria, hasta fragmentos de criptografía erótica, permiten asistir a la
evolución del pensamiento valeriano y, también, a la gestación de sus obras poéticas y ensayísticas.

La estudiosa Judith Robinson destaca en su libro El análisis del espíritu en los Cuadernos de Valéry, que el pensamiento analítico de
este autor tiene menos afinidad con el método tradicional francés de reflexión que con Ludwig Wittgenstein, con el Círculo de Viena
y con la escuela inglesa deBertrand Russell. También lo ha afirmado Jacques Bouveresse, al aproximarle a Musil y W
ittgenstein.

No dejó a los filósofos insensibles: frecuentaron su obra Merleau-Ponty, Heidegger y Adorno. Fue considerado por Octavio Paz,
acaso en un momento de declive sartriano, como filósofo más importante que Sartre, y para Theodor Adorno fue quien tuvo mayor
influencia en el pensamiento de Walter Benjamin, con quien a veces se le ha emparejado más ajustadamente, como pensador y
prosista. Por su parte Jacques Derrida le comentó mucho en sus libros, hasta en su último seminario,La bête et le souverain.1

Obras en francés
Introduction à la méthode de Léonard de Vinci (1895)
La Soirée avec monsieur Teste (1896)
Essai d'une conquête méthodique(1897)
La Jeune Parque (1917)
La Crise de l’esprit (1919)
Le cimetière marin (1920)
Album de vers anciens(1920)
Charmes (1922)
Eupalinos ou l’Architecte(1923)
L'Âme et la danse (1923)
Variété I (1924)
Propos sur l'intelligence (1925)
Monsieur Teste (1926)
Variété II (1930)
Regards sur le monde actuel(1931)
Amphion (1931)
Pièces sur l'art (1931)
L'idée fixe ou Deux Hommes à la mer(1932)
Discours en l'honneur de Goethe(1932)
Sémiramis (1934)
Notion générale de l’art(1935)
Variété III (1936)
Degas, danse, dessin (1938)
Discours aux chirurgiens(1938)
Variété IV (1938)
Mauvaises pensées et autres(1942)
Tel quel (1941, puis 1943) (Cahier B 1910; Moralités; Littératureet Choses tues)
Dialogue de l'arbre (1943)
Variété V (1944)
Póstumas :

Mon Faust (1946)


L'Ange (1947)
Histoires brisées (1950)
Lettres à quelques uns(1952) Correspondance de Paul Valéry s'étageant tout au long de sa vie.
Vues (1948)
Œuvres I (1957), edición de Jean Hytier, Bibliothèque de la Pléiade - Gallimard
Œuvres II (1960), edición de Jean Hytier, Bibliothèque de la Pléiade - Gallimard
Cahiers I (1973), edición de Judith Robinson-Valéry, Bibliothèque de la Pléiade - Gallimard
Cahiers II (1974), edición de Judith Robinson-Valéry, Bibliothèque de la Pléiade - Gallimard

La totalité des Cahiers est consultable en fac-similé à la bibliothèque du Centre Georges-Pompidou de Paris.
Réédition, Gallimard, 2009.
Les Principes d'anarchie pure et appliquée(1984)
Corona & Coronilla: poèmes à Jean Voilier (2008)
Lettres à Jean Voilier. Choix de lettres 1937-1945(2014)

Ediciones en español
Valéry, Paul (2017). Narciso. Hermida Editores. Edición de Pedro Gandía. Edición bilingüe.
Valéry, Paul (2016). Cármenes. Colección Visor de Poesía. Traducción y prólogo de Pedro Gandía. Edición bilingüe.
Valéry, Paul (2015). La joven parca. Ediciones Linteo. Traducción de Antonio Martínez Sarrión. Edición bilingüe.
Valéry, Paul (2009). Corona & Coronilla. Poemas a Jean Voilier. Ediciones Hiperión. Versión española de Jesús
Munárriz. ISBN 978-84-7517-957-5.

Valéry, Paul (2007). Cuadernos 1894-1945. Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores. Selección, edición e
introducción de Andrés Sánchez Robayna. Traducciones de Maryse Privat, Fátima Sainz y Andrés Sánchez
Robayna. ISBN 978-84-8109-684-2.

Valéry, Paul (2006). Le cimetière marin / El cementerio marino. Editorial Lucina / Versión rítmica de Agustín García
Calvo. ISBN 84-85708-69-5.

Valéry, Paul (1930). El cementerio marino. Versión de Jorge Guillén. Con ilustraciones de Gino Severini.

Valéry, Paul (1930). El cementerio marino. Versión castellana de Mariano Brull.

Valéry, Paul (1931). El cementerio marino. Ediciones Schillinger. Traducción de Néstor Ibarra. Prefacio de Jorge Luis
Borges. Edición bilingüe.

Valéry, Paul (1932). El cementerio marino. Ediciones de la revistaLetras. Traducción de Emilio Oribe.

Valéry, Paul (1998). El cementerio marino. Ediciones La Luna Que. Traducción de Mario Sampaolesi. Edición
bilingüe.

Valéry, Paul (2001). El cementerio marino. Ediciones Linteo. Traducción de Héctor E. Ciocchini y Héctor Blas
González. ISBN 978-84-930058-9-4.

Valéry, Paul (2002). El cementerio marino. Alianza Editorial. Versión de Jorge Guillén. Edición bilingüe. ISBN 978-84-
206-7274-8.

Valéry, Paul (2002). El cementerio marino. Calima Ediciones. ISBN 978-84-89972-38-4.

Valéry, Paul (2005). El cementerio marino. Torre de Goyanes. ISBN 978-84-95101-34-1.


Valéry, Paul (2006). El cementerio marino. Alhulia. ISBN 978-84-96083-87-5.

Valéry, Paul (1987). Escritos sobre Leonardo Da Vinci. A.Machado Libros. ISBN 978-84-7774-004-9.

Valéry, Paul (1993). Estudios filosóficos. A.Machado Libros. ISBN 978-84-7774-562-4.


Valéry, Paul (1999). Monsieur Teste. A.Machado Libros.

Valéry, Paul (1995). Estudios literarios. A.Machado Libros. ISBN 978-84-7774-564-8.

Valéry, Paul (2004). Eupalinos o el arquitecto. Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia.
ISBN 978-84-500-7702-5.

Valéry, Paul (2001). Eupalinos o el arquitecto; El alma y la danza. A.Machado Libros. ISBN 978-84-7774-610-2.

Valéry, Paul (1988). La idea fija, la. A.Machado Libros. ISBN 978-84-7774-518-1.

Valéry, Paul (1973). La joven parca. Tusquets Editores. ISBN 978-84-7223-034-7.

Valéry, Paul (1999). La joven Parca; El cementerio marino. Ediciones Cátedra. ISBN 978-84-376-1780-0.

Valéry, Paul (1987). Mi Fausto. Icaria. ISBN 978-84-7426-131-8.

Valéry, Paul (2004). Mi Fausto; Diálogo del árbol. A.Machado Libros. ISBN 978-84-7774-634-8.

Valéry, Paul (1994). Poemas. Visor Libros. ISBN 978-84-7522-038-3.

Valéry, Paul (1973). Poesías. Alberto Corazón. ISBN 978-84-7053-092-0.

Valéry, Paul (1987). Principios de anarquía pura y aplicada. Tusquets Editores. ISBN 978-84-7223-095-8.

Valéry, Paul (1991). Teoría poética y estética. A.Machado Libros. ISBN 978-84-7774-539-6.

Valéry, Paul (1941). Las Quintaesencias. Ediciones de la Gacela, Madrid-Barcelona. Estudio y selección de Luis
Ignacio Bertran.

Valéry, Paul (1940). El alma y la danza – Eupalinos o el Arquitecto. Editorial Losada, Buenos Aires. Traducción de
José Carner.

Valéry, Paul (1954). La idea fija. Editorial Losada, Buenos Aires. Traducción de José Bianco.

Valéry, Paul (1954). Miradas al mundo actual. Editorial Losada, Buenos Aires. Traducción de José Bianco.

Valéry, Paul (1956). Variedad (I) – Estudios literarios – Estudios filosóficos. Editorial Losada, Buenos Aires.
Traducción de Aurora Bernárdez y Jorge Zalamea.

Valéry, Paul (1956). Variedad (II) – Ensayos casi políticos – Teoría poética y estética – Memorias del poeta. Editorial
Losada, Buenos Aires. Traducción de Aurora Bernárdez y Jorge Zalamea.

Bibliografía
Pierre de Boisdeffre, “Paul Valéry o el imperialismo del espíritu”, en Metamorfosis de la literatura(tomo II). Ediciones
Guadarrama, Madrid, 1969. Traducción de Luis Núñez y Luis A. Martín Baro
Charles Moeller, “Paul Valéry”, en Literatura del siglo XX y Cristianismo (tomo V). Editorial Gredos, Madrid, 1975.
Traducción de Valentín García Yebra
André Maurois, Estudios literarios. Librería Hachette, Buenos Aires, 1942. Traducción de Guido Parpagnoli
Ernst-Robert Curtius. Marcel Proust y Paul Valéry. Editorial Losada, Buenos Aires, 1941. Traducción del alemán por
Pedro Lecuona
Gustave Cohen, “Ensayo de explicación de El cementerio marino”, en Paul Valéry, El cementerio marino, Alianza
Editorial, Madrid, 1967. Traducción de Dolores Sánchez de Aleu.
Michel Garrety, Paul Valéry, Fayard, 2008
Benoît Peeters, Valéry. Tenter de vivre, Flammarion, 2014.
Löwith, Karl (2009). Paul Valéry: rasgos centrales de su pensamiento filosófico. Katz Editores. ISBN 9788496859579.

Notas
1. Benoît Peeters, Valéry. Tenter de vivre, Flammarion, 2014, p. 354-355.

Véase también
Teoría Poética
Poética de Valéry

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobrePaul Valéry.
Wikiquote alberga frases célebres de o sobrePaul Valéry.
Obras de Paul Valéry (en francés)
Selección de poesías de Paul Valéry traducidas al español
El cementerio marino, en versión de Raúl Gustavo Aguirre
El cementerio marino, en versión de Javier Sologuren
El cementerio marino, en versión de Alfonso Gutiérrez Hermosillo
El cementerio marino, en versión de Héctor E. Ciocchioni
El cementerio marino, en versión de Néstor Ibarra
El cementerio marino, en versiones de Alfonso Gutiérrez Hermosillo y Javier Sologuren, con prefacio de Reynaldo
Jiménez
Detalles bibliográficos sobre las versiones de El cementerio marino de Jorge Guillén y Mariano Brull, ambas
publicadas en París en 1930

Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Paul_V
aléry&oldid=110936938»

Esta página se editó por última vez el 29 sep 2018 a las 04:27.

El texto está disponible bajo laLicencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0 ; pueden aplicarse cláusulas
adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestrostérminos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de laFundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.

También podría gustarte