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SÍNTOMA

Voy a hablar de síntoma desde Freud y Lacan.

Freud define al síntoma en Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica que los síntomas
son compuestos constituidos por mociones pulsionales de las cuales el enfermo no sabe
nada. El trabajo del analista entonces es descomponer el síntoma tal como el químico
descompone las sustancias básicas.

Pero entre estas las mociones pulsionales hay un eslabón intermedio que es la fantasía. Va
a explicar la formación del síntoma en la Conferencia 23 donde lo definirá como una
solución de compromiso, un resultado de un conflicto entre dos fuerzas que se reconcilian
en la formación del síntoma y aparece una nueva modalidad de satisfacción pulsional.
1) Hay una libido insatisfecha que fue rechazada por la realidad, el yo la rechazó
2) Como la pulsión se satisface por definición emprende un camino regrediente hasta
llegar a las fijaciones que encuentra siguiendo a las fantasías. Las fijaciones están
formadas por una constitución sexual y el vivencias infantiles.
3) Así el conflicto queda planteado. Se forma el síntoma por fuera de las leyes del yo,
independiente a él.
Lo que Freud descubre es que en realidad esas vivencias de las que se formaron la
fijaciones pueden haber acontecido en las fantasías del sujeto, en la realidad psíquica,
como forma de protegerse del propio acto masturbatorio. Y más allá de si fueron verdaderos
traumas o no, es la realidad psíquica la decisiva.

Por lo tanto las fantasías cumplen un papel importante en la formación de los síntomas, son
las que le dan un sentido al mismo. EL SÍNTOMA ES PURO GOCE EN EL CUERPO, NO
LLAMA A LA INTERPRETACIÓN. LO QUE HACE QUE PUEDA SER INTERPRETABLE Y
QUE ENTRE EN LA LÓGICA SIGNIFICANTE ES LA FANTASÍA. Entonces se vuelve
analizable sólo porque ofrece un entramado simbólico.

Freud también define al síntoma en “Inhibición, síntoma y angustia” como sustituto de una
satisfacción pulsional interceptada y como resultado de un proceso represivo. La pulsión por
definición tiende a satisfacerse, por lo tanto, cuando no puede satisfacerse en el exterior
porque el yo la reprimió, buscará una satisfacción sustitutiva en el síntoma.

Va a profundizar aún más sobre las características del síntoma. Dice que el síntoma va a
afirmar su existencia por fuera del yo, independiente a él. Que tiene un rasgo de
“extraterritorialidad”, justamente porque el síntoma aparece como un cuerpo extraño.
Entonces el síntoma es lo más ajeno, pero también lo más propio, porque es un producto
único del sujeto.
Freud va a decir que el yo es una organización que tiene una aspiración a la ligazón y a la
unificación, entonces va a buscar todo el tiempo ligar el síntoma a su organización. El
síntoma ya esta ahí y no puede eliminarlo entonces quiere sacarle la mayor ventaja posible.
Hay una adaptación al síntoma, lo que Freud llama ganancia secundaria de la enfermedad y
que funciona como una resistencia a la cura.
Está adaptación al síntoma es lo que se conoce como síntoma egosintónico. Está en
sintonía con el yo. No se reconoce al síntoma como tal, el sujeto esta acostumbrado al
malestar, porque esta incorporado a la economía del yo.
Lacan define al síntoma como lo que el sujeto conoce de sí, sin reconocerse en ello. Es una
parte del propio sujeto que se rehúsa a funcionar correctamente y se niega a ser
comprensible para un Otro, a expresarse a un Otro, es una verdad sólida y opaca. Por eso
Lombardi dice que el analista solo puede interpretarlo, porque no puede llegar a conocerlo
enteramente, exhaustivamente.
En el Seminario X clase 21 dice que el análisis no parte del síntoma en su forma clásica,
definido, sino de reconocer que eso funciona así. Es decir, de romper la implicación del
sujeto con su conducta para poder abordar el síntoma. Romper con esa egosintonía que
veíamos en Freud como ganancia de la enfermedad porque así no puede ser analizable. Es
necesario que el sujeto experimente la ajenidad del síntoma, su extrañeza.

Cuando el sujeto reconoce que eso funciona así, queda constituido el síntoma, el sujeto se
percata de él. Eso es lo que se conoce como síntoma egodistónico. El síntoma se
constituye como un cuerpo extraño que lo perturba. Entonces Lacan dice “hay que atrapar
al síntoma por las orejas”. Las orejas son justamente lo no asimilado al yo, lo que al sujeto
lo molesta, le hace ruido. Se padece, pero es el padecimiento lo que empuja a la cura, el
deseo de sanar dice Freud. La DEMANDA DE ANÁLISIS, O LA DEMANDA VERDADERA
dice Lacan de querer desembarazarse del síntoma.

Para eso es necesario que el síntoma salga del estado de enigma, de X y que el sujeto
entienda que hay una causa para el mismo, que le concierne. Así se establece el síntoma
analítico. Es en ese momento cuando el sujeto puede preguntarse por su posición, por su
responsabilidad.
Se pasa entonces de la queja a la demanda y a reconocer que hay una participación propia
en lo que lo aqueja. Lacan llama a esto rectificación subjetiva: viraje en el que el sujeto
cambia de perspectiva sobre un punto de su síntoma: su participación. Permite trabajar
sobre la posición del sujeto, de la cual uno es siempre responsable dice Lacan.
A su vez, Lombardi aclara, así como el sujeto es considerado un parletre, es decir, que se
entiende que puede elegir sobre la estructura clínica, sobre mantener el síntoma, puede
también elegir la no rectificación, ésta no puede ser una rectificación a la fuerza. Es
necesario darle tiempo al sujeto para que descubra cosas por su cuenta y que decida
entregar su síntoma. Por eso las intervenciones prematuras de analista y a la fuerza no
ayudan y son ineficaces.

Pero Lacan va a decir que para que el sujeto llegue a está rectificación, tiene que haber
destitución subjetiva por parte del analista. En el análisis no puede haber dos sujetos. El
analista no puede estar ahí como sujeto, se aniquila como ser hablante y como ser
deseante. No puede estar ahí a modo de “amiga histérica” dice Lombardi. El propio análisis
le enseña sobre está posición. Acepta ser tomado como objeto, como causa, o como
significante resignando la posición de sujeto.
Es una posición que se da y se renueva permanentemente en análisis, porque el analista no
esta en esa posición todo el tiempo.
Se logra entonces comprender que el síntoma resiste. Resiste al comienzo, a veces cede
un poco pero resistirá hasta el final del análisis para demostrar que es incurable, lo cual
atenta contra el Sujeto Supuesto Saber. Entonces no se trata de eliminar al síntoma, sino de
depurarlo, en su forma más acotada para que el sujeto sepa qué hacer con el.

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