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Dos recientes fallos han venido a convalidar la corriente casi unánime en la jurisprudencia
que viene admitiendo que el síndico puede interponer la demanda de responsabilidad
concursal y luego recabar las conformidades de los acreedores quirografarios que le exige
el artículo 119 de la Ley de Concursos y Quiebras.
Se trata de los casos “Del Piave S.R.L. c/ Fontebasso Luis Alberto y otros s/ ordinario
(antes era Del Piave SRL s/ quiebra s/ acción de responsabilidad)" resuelto por la Sala A
de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial y “Carloni Humberto, síndico en
club YPF Mendoza p/ quiebra s/ acción de responsabilidad concursal p/ incidentes" fallado
por la Sala Primera de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza.
Normalmente, ello obedece a que el síndico debe, en primer lugar, recabar toda la
información necesaria para promover dichas acciones, a los fines de tener alguna certeza
en cuanto a la viabilidad de la acción.
Ante tamaña dificultad, los síndicos concursales suelen solicitar en la misma demanda que
el magistrado, previo a todo, intime a los acreedores quirografarios verificados y
declarados admisibles, requiriéndoles que se expidan respecto de la promoción o no de la
acción -a veces, haciéndole saber el contenido de la demanda mediante cédula con copia
del escrito; otras veces, sólo notificándole el proveído, debiendo los acreedores compulsar
las actuaciones en el Tribunal-, con el apercibimiento de que el silencio será interpretado
como conformidad.
La recolección de las conformidades tiene como finalidad escuchar a los acreedores
quirografarios concurrentes, a efecto de que los mismos opinen sobre la conveniencia o
no de promover la acción, considerando la probabilidad de éxito de la misma, con el riesgo
de una eventual condena en costas a la masa. Por ello, poco importa si los acreedores son
escuchados antes o después de ser promovida la acción.
No cabe duda de que en una quiebra, quien goza de legitimación activa primaria para
promover las acciones de recomposición patrimonial es la sindicatura. Es la misma ley
concursal quien habilita y faculta a dicho funcionario para asumir la calidad de actor.
Es por ello que, en nuestra opinión, frente a un planteo de dicha naturaleza (excepción de
falta de legitimación activa del síndico para promover la acción), el Magistrado debe
rechazarla, siempre que se verifique alguna de las siguientes situaciones:
Que las conformidades sean recabadas con anterioridad a dar traslado de la
demanda.
Que las conformidades hayan sido obtenidas al momento en el que el demandado
se notifica espontáneamente de la demanda.
Que el síndico haya recabado las conformidades al momento de interponer recurso
de reposición, con apelación en subsidio contra la resolución del Magistrado que
rechaza "in limine" la demanda por haber sido interpuesta sin la "previa"
autorización de los acreedores.
Prescripción de la acción
Con relación a la defensa de prescripción de la acción, ello ocurre en las situaciones en las
que el funcionario interpone la demanda al filo del plazo de prescripción sin haber
recabado las conformidades, considerando que, al no encontrarse legitimado el síndico, la
demanda no tiene efecto interruptivo y, por ende, la acción se encuentra prescripta. En
nuestra opinión, dicha defensa no tiene asidero legal.
El artículo 3.986 del Código Civil establece que la prescripción se interrumpe por demanda
contra el poseedor o deudor, aunque sea interpuesta ante juez incompetente o fuera
defectuosa, y aunque el demandante no haya tenido capacidad legal como para
presentarse en juicio, aun cuando no se haya individualizado al demandado.
De modo tal que, aun en el supuesto en el que pudiera achacarse dicho defecto, cuestión
que negamos sea factible en nuestro derecho positivo, la interposición de la demanda
produce el efecto antedicho, esto es, la interrupción de la prescripción.
En síntesis, en aquellos casos en los que se sostenga que la demanda debió ser
interpuesta con las conformidades de la ley, dicho defecto no borra el efecto interruptivo
del que goza la demanda interpuesta que le otorga el mencionado artículo 3.986. Por tal
motivo, el síndico habrá interrumpido la prescripción de la acción, pudiendo luego
recolectar las conformidades.
En ambos casos fue admitida la posibilidad que tiene el funcionario concursal de inteponer
la demanda de responsabilidad con fines interruptivos sin contar con la “previa”
autorización de los acreedores.