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¿Creyó Jesús en un Reino de Dios "presente"? (I) Lunes, 10 de diciembre

18.04.07 | 11:05. Archivado en Jesús histórico BUSCAR Blog Web

Hoy escribe Fernando Bermejo Editado por

En mi anterior intervención mostré que el galileo Jesús de Nazaret Antonio Piñero


Autor
anunció la inminencia de la llegada del Reino de Dios, y me referí a la Contacto

falta de fundamentación de la idea según la cual aquél predicó que el


Reino ya había comenzado. Esto último no es plato de gusto para todo
el mundo, y alguno de nuestros amables lectores lo niega de plano (sin
la menor argumentación). Dado que los autores de este blog nos
dedicamos a efectuar una aproximación racional y argumentativa a los
fenómenos religiosos (lo que no es óbice para que algún lector utilice
también este espacio para proclamar sus convicciones religiosas), me
permito en lo que sigue un excursus en el análisis de la relación entre
Juan y Jesús con el objeto de fundamentar mi aseveración.
Nuestro punto de partida es un hecho textual incontrovertible: la
abrumadora mayoría de textos evangélicos (se cuentan por docenas) Síguenos
referidos al Reino de Dios (arameo: malkutā di ’elāhā; griego: basileía
toû theoû) lo presentan como una realidad anhelada, es decir, futura, y
aun inminente (además de pasajes ya citados piénsese v. gr. en Mc 1,
Blogs destacados
15; Mc 9, 1; Mc 11, 9-10; Mc 13, 30; Mt 10, 23; Mt 24, 34; Mt 5, 1-
10...). Esto es consistente tanto con la enseñanza del Bautista como Guillermo Gazanini Espinoza
Presupuesto 2019, la gran prueba de
con las esperanzas de los discípulos del galileo. Por el contrario, los AMLO
Francisco Baena Calvo
pasajes susceptibles de ser aducidos para hablar de un reino de Dios EN BUSCA DE LA NAVIDAD PERDIDA.
“presente” se cuentan a lo sumo con los dedos de una mano. Si quienes Angel Moreno
afirman que Jesús predicó la “presencia” del Reino –y que esto fue algo II Lunes de Adviento

característico de su predicación– tuvieran razón, resultaría de entrada Vicente Haya


¿Qué significa “Hasta la consumación del
muy sorprendente tal escasez de material. Tanto más, cuanto que mundo”?
precisamente las comunidades cristianas primitivas habrían estado muy Ramón Hernández Martín
Audaz relectura del cristianismo (30). La
interesadas en enfatizar esa idea, dado que para ellas algo importante familia como reto
Josemari Lorenzo Amelibia
se había manifestado en la persona y hechos de Jesús, al que VOLVER A EMPEZAR
consideraron como el cumplimiento de las profecías de la Tanak. Así Francisco Margallo
pues, ya a priori los datos textuales hacen sospechosa la idea de que Los santos no canonizados

Jesús creyó en un reino de Dios “presente”. Pero, no satisfechos con Jose Gallardo Alberni
Bach, coral BWV 685
apriorismos o sospechas, procedamos al análisis de los dos textos más
Agustín De La Torre
reiteradamente aducidos a favor de esta idea. @elJartista_172
Lc 11, 20 / Mt 12, 28. En el marco de una disputa con adversarios (Mt:
fariseos) acerca de los exorcismos practicados por Jesús, éste les dice: César Luis Caro
“Y si en virtud del dedo (Mt: Espíritu) de Dios yo lanzo los demonios, Siempre se puede prender una luz

señal es de que ha llegado a vosotros el reino de Dios (ei dè en daktýlo > Todos los blogs de Religión
theoû ekbállo tà daimónia ára éphthasen eph’hymâs he basileía toû
theoû)”. Concedo de antemano la autenticidad del pasaje (en virtud de Los más recientes
los criterios de desemejanza, ausencia de cristocentrismo...). Pero Sobre uno de los evangelios apócrifos más
antiguos ?el Evangelio de Tomás? y la reconstrucción
¿qué significa? del Jesús histórico (1030; 30-11-2108)
Flavio Josefo y Jesús de Nazaret, según F.
Permítaseme observar, de entrada, que el término “reino de Dios” Bermejo (26-11-2018, Nº 1029)
podría no tener en esta perícopa un sentido técnico. Jesús está La Editorial Trotta de Madrid y You Tube (22-11-
2018 = 1028)
respondiendo a personas que sugieren (Lc 11, 15) que Jesús expulsa ¿Podemos fiarnos de los evangelios canonizados?
demonios en virtud de Beelzebul, “príncipe de los demonios” (árkhōn La invención de Jesús (III) (1027 de 21-11-18)
Qué sabía Pablo de Tarso sobre Jesús de Nazaret
tôn daimoníōn); esta gente usa, pues, una imagen política para (18-11-18) (1025)
referirse al Diablo. Para reducir al absurdo la pretensión de sus La invención de Jesús de Nazaret. Historia, ficción,
historiografía (16-11-2018) (1025)
interlocutores, Jesús usa en Lc 11, 17-18 otra metáfora política: “Todo El Evangelio de Marcos y la Odisea de Homero. ?
reino (basileía) dividido contra sí mismo es devastado, y cae casa por Compartir? (278) de 14 de noviembre 2018. Preguntas
y respuestas (278)
casa. Y si Satanás se dividió contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá en ¿Por qué los evangélicos / protestantes no admiten
al Papa? ?Compartir (278) de 8 noviembre 2018. (8-8-
pie su reino?”. Es decir: si Jesús actuara en nombre del príncipe de los 18)
demonios echando a demonios, es Satán quien estúpidamente se ?Sobre el estudio del Nuevo Testamento con los
métodos de hoy?. ?Compartir? (277) de 6 de
estaría autodestruyendo (Satán, por desgracia, no es tan estúpido). La noviembre 2018. Preguntas y respuestas (6-11-18)
utilización de la imagen del reino por parte de Jesús en Lc 11, 17-18 ¿Existe el original del primer evangelio (el de
Marcos del año 60-70)? O, ¿de qué año es la primera
podría indicar que el uso de “reino” en Lc 11, 20 no posee un sentido copia de dicho evangelio y dónde se encuentra? (4-11-
18)
técnico, sino que se refiere de modo genérico al poder de Dios: “si yo ¿En qué creen los modernos ?judíos
lanzo los demonios, es que el poder de Dios (y no el de Beelzebul) mesiánicos?? ?Compartir? (275) de 2 de noviembre
2018. Preguntas y respuestas (2-11-18) (275)
actúa en mí”. Si se aceptase esta interpretación, el valor de esta Precisiones sobre la concepción de Jesús por
perícopa para una discusión sobre las ideas de Jesús acerca del reino de María. ?Compartir? (274) de 31 de octubre 2018.
Preguntas y respuestas.
Dios se vería muy relativizado.
> Más entradas
Pero supongamos que lo dicho no convence al lector. Pues bien, de
todos modos habrá de admitirse que la frase aducida no es pronunciada Categorías
por Jesús en un contexto desapasionadamente didascálico ante sus
discípulos (de hecho, no hay ni un solo texto donde Jesús se siente a Hechos Apócrifos de los Apóstoles
predicar ante sus seguidores y les diga algo como “Habéis oído que el Antijudaísmo
Reino de Dios va a venir, pero yo os digo que el Reino de Dios ya ha Antisemitismo
venido”), sino que es pronunciada en un contexto polémico. Algunos Apolonio de Tiana y el cristianismo
Ateísmo
adversarios ponen en duda la cualidad positiva de la actividad de Jesús, Biblia en general
y afirman que sus exorcismos son cosa del Diablo. Jesús –que ante Biblia/Evangelios
tales dudas y acusaciones no parece estar de buen humor– responde: CRISTIANISMO
Filosofía antigua
“Si yo en virtud de Belcebú lanzo los demonios, ¿en virtud de quién los
Gnosis y gnosticismo
lanzan vuestros hijos? Por esto ellos serán vuestros jueces” (Lc 11, 19). Índice de "Preguntas y Respuestas" / "Compartir"
En la frase anterior (idéntica en Lc y Mt) Jesús está amenazando con el Islam
juicio a sus incrédulos interlocutores: la referencia escatológica es obvia Jesús histórico
Judaísmo
(además, en “el dedo de Dios” es perceptible una alusión a la tercera Libros
plaga de Egipto en Ex 8, 15). Parece plausible que la frase siguiente Libros / Islam
tenga un sentido similar: si es Dios quien actúa en Jesús, para los Maniqueísmo
Orfismo
adversarios de éste las cosas no pintan bien. El “Reino de Dios”, en
Pablo de Tarso
efecto, tiene un sentido positivo y salvífico, pero también ominoso y Palabras y conceptos
condenatorio para quienes se resisten a la voluntad de Dios, pues Religión y Mundo Contemporáneo
implica la ira y el juicio. Es, pues, muy posible que en el contexto en Religiones orientales. Budismo
Sobre el autor
que es pronunciada la frase signifique algo como “Si yo lanzo los Textos Zen
demonios con ayuda de Dios, es que el Reino de Dios ya se cierne Zoroastrismo
sobre vosotros”. De hecho, si el verbo griego realmente refleja el matiz
de palabras pronunciadas por Jesús, el hecho de que el verbo esté en Hemeroteca
aoristo (éphthasen es el aoristo de phthánein) podría entenderse como Noviembre 2018
L M X J V S D
una declaración de que la llegada del Reino es inminente o está 1 2 3 4
5 6 7 8 9 10 11
determinada. Ante las dudas ajenas, Jesús –absolutamente convencido 12 13 14 15 16 17 18
de la inminencia de la llegada del Reino– parece vindicarse con una 19 20 21 22 23 24 25
26 27 28 29 30
solemne advertencia. << < > >>

Si yo dijera, en tono amenazante, a nuestros lectores: “Si yo tengo el Archivo


poder, entonces es que ha llegado vuestra hora”, nadie en su sano Diciembre 2018
juicio concluiría que eso significa que mis interlocutores ya se han Noviembre 2018
Octubre 2018
muerto o que están empezando a morirse en este momento, al igual Septiembre 2018
que tampoco concluiría que yo creo que se han muerto o que han Agosto 2018
empezado ya a morirse; lo que concluiría, en todo caso, es que yo Julio 2018

manifiesto mi convicción subjetiva de que su suerte está echada, y de


que creo por tanto que van a empezar muy pronto a ser segados por la
Guadaña. Entre una conclusión y otra, obviamente, hay un abismo. Si
yo veo acumularse las nubes en el horizonte, puedo decir: “Va a haber
tormenta”, pero también puedo decir “Ha llegado la tormenta”; con
esto no quiero decir literalmente que esté soplando ya el viento y
lloviendo a mares (puedo estar todavía en mi jardín acabando de
disfrutar de la tarde), sino que no va a tardar en descargar con toda su
fuerza. Pues bien, al igual que en las frases “Ha llegado vuestra hora” o
“Ha llegado la tormenta” el verbo puede ser interpretado como un
pasado proléptico (anticipador) de algo inminente, lo mismo ocurre en
la frase de Jesús. Por lo demás, ni siquiera puede excluirse que el texto
griego sea una mala traducción de un tiempo imperfecto en arameo
con posible sentido futuro (y el pe‘al arameo o el aoristo griego pueden
tener el valor de un pasado proléptico).
Pero hay algo más. Si el “ha llegado” se quiere interpretar en sentido
directo y literal, surge otro problema. Aunque no sabemos con toda
exactitud cómo se representaba Jesús el Reino de Dios, si “Reino de
Dios” ha de tomarse en sentido estricto y significa algo, lo que significa
es “instauración completa de la voluntad de Dios sobre la tierra y la
humanidad”, lo cual entraña también “eliminación completa de las
voluntades ajenas a la Voluntad de Dios”. Esto implica lógicamente la
exclusión de la posibilidad de que los demonios campen aún a sus
anchas por el mundo. Ahora bien, el propio contexto presupone que
aunque Jesús creyera haber expulsado a algunos demonios, otros
muchos (de hecho, la inmensa mayoría) andaban haciendo de las
suyas, y muchos hombres –la inmensa mayoría, entre ellos los propios
interlocutores de Jesús– seguían resistiéndose a Dios. El hecho de que
los demonios tengan todavía que ser expulsados (y de que los hombres
hayan de recibir advertencias) es clara prueba de que la voluntad de
Dios no se ha impuesto todavía, o, dicho de otra forma, de que el
Reino aún no ha llegado. Y es esto precisamente lo que el propio Jesús
reconoce implícitamente en Lc 11, 18: “Si Satanás se dividió contra sí
mismo, ¿cómo se mantendrá en pie su reino?”. Lo que Jesús dice en la
pregunta (retórica) que formula es que Satanás no se ha dividido
contra sí mismo, por lo cual el reino satánico sigue todavía en pie.
Por lo demás, el mero hecho de que Jesús tenga que esforzarse en
persuadir a sus oyentes evidencia palmariamente que el Reino de Dios
no ha llegado, y que él no pensaba que realmente hubiera llegado: el
Reino de Dios (el establecimiento definitivo de la voluntad de Dios
sobre la tierra) sería algo tan maravilloso e impactante, que cuando
llegase nadie podría dejar de verlo, y por tanto nadie debería ser
persuadido de su llegada (al igual que, cuando el verano llega, nadie
necesita ser convencido de que está en verano y no en invierno o en
otoño).
Lc 17, 20-21. Una traducción posible de la perícopa sería: “Preguntado
por los fariseos: ‘¿Cuándo viene el reino de Dios?’, les respondió y dijo:
‘No viene el reino de Dios con signos observables, ni dirán “helo allí’ o
‘helo aquí’, pues mirad, el reino de Dios está entre vosotros” (ouk
érkhetai he basileía toû theoû metà parateréseos [...] idoù gàr he
basileía toû theoû entòs hymôn estin). Para el lector apresurado, este
texto está perfectamente claro: Jesús rechaza cálculos apocalípticos
sobre la venida del Reino de Dios y manifiesta que éste está ya
presente. Sin embargo, una mirada detenida siembra las dudas en un
texto que -¡ay!– presenta problemas considerables de interpretación:
¿Cómo hay que traducir metá parateréseos? ¿Cómo hay que traducir
entós hymôn: “dentro de vosotros”, “entre vosotros”, “a vuestro
alcance”? ¿Y cuál es el sentido preciso de estas afirmaciones?
La idea más generalizada y que tiene mayores visos de verosimilitud es
que metá parateréseos no ha de traducirse “mediante observancia (de
la Torá)”, sino “mediante observación” o “con signos observables”, es
decir, parece referirse al escrutinio de signos en la naturaleza y la
historia con el objeto de predecir el fin de la edad presente y la llegada
del Reino. Jesús, pues, estaría diciendo que el Reino de Dios no vendrá
de modo tal que pueda ser observado o deducido de determinados
signos. Ahora bien, ¡esto contradice de modo flagrante la pretensión de
Lc 11, 20, donde los exorcismos de Jesús son presentados como signos
de la presencia del Reino! En realidad, la idea de que el Reino no es
una realidad observable está mucho más cerca de una posición gnóstica
como la del logion 113 del evangelio de Tomás que con lo que los
evangelios canónicos enseñan acerca de la visión del mundo de un judío
galileo para quien la materialidad del Reino es indisociable de su
carácter espiritual. Estas constataciones siembran dudas acerca de que
la frase pueda haber sido pronunciada por Jesús.
En segundo lugar, merece la pena reparar en que el pasaje de Lc 17,
20-21 texto se halla únicamente en Lucas, por lo que carece del
respaldo del criterio de testimonio múltiple.
En tercer lugar, el texto casa admirablemente bien con una de las
tendencias redaccionales de Lucas, consistente en minimizar o negar la
inmediatez de la manifestación del Reino de Dios (cf. v. gr. Lc 19, 11;
21, 8; Hch 1, 6-8) y en crear un tiempo histórico para la Iglesia
(piénsese en el sentido del libro de los Hechos de los apóstoles); es
decir, la tendencia de Lucas ¡consiste en minimizar un rasgo de la
predicación de Jesús que el testimonio textual evidencia hasta la
saciedad! ¿Es esto una simple casualidad...? No lo parece.
Sin que esta conclusión pueda ser apodíctica, hay serias razones para
sospechar de la autenticidad del logion Lc 17, 21, tanto más cuanto
que, como hemos visto, el otro logion más frecuentemente aducido no
parece respaldar la supuesta creencia de Jesús en una presencia del
Reino. Es una hipótesis muy plausible la de que Lc 17, 21 es una
creación (sin duda bona fide) del evangelista.
Pero incluso si el lector prefiere hacer oídos sordos a nuestras
consideraciones y se empeña en decantarse por la autenticidad, debe
observar que el texto no habla necesariamente de la presencia del
Reino en sentido temporal. Al respecto, ¿qué significa entòs hymôn?
Esta expresión se traduce a menudo como “dentro de vosotros”, pero
esta traducción es problemática, no sólo porque los escritos de Lucas
nunca presentan el Reino como una realidad interior o como una
cualidad interna del ser humano, sino también porque sería raro que
Jesús afirmara que el Reino de Dios se encuentra precisamente en el
interior de sus adversarios, quienes se oponen a la voluntad de Dios.
Se ha propuesto también la traducción “en medio de vosotros”, pero
también ésta despierta objeciones: no se ve por qué, si Lucas hubiera
querido decir esto, no habría empleado la locución en meso (en medio
de), que usa abundantemente en otros pasajes (v. gr. Lc 2, 46; 8, 7;
10, 3). Otra interpretación propuesta es “a vuestro alcance”, algo que
tendría que ver con la disposición del ser humano. Ahora bien, en este
caso, la respuesta de Jesús podría estar refiriéndose a algo distinto del
momento de la venida del Reino. Considérese, por ejemplo, la
siguiente posibilidad. Mientras que la pregunta de los fariseos parece
disociar completamente la venida del Reino de sí mismos como si de un
acontecimiento externo se tratara, la respuesta de Jesús podría indicar
la vinculación de la venida del Reino con la actitud humana, no en el
sentido de que los hombres puedan producir el Reino, sino en el de que
con su preparación activa podrían favorecer la decisión de Dios (algo
que se reitera cuando Jesús enseña a rezar: “venga tu Reino”). El
sentido de la aseveración de Jesús podría ser simplemente que el Reino
no es sólo algo que haya que esperar, sino algo que cabe (y es
necesario) desear y cuya espera sincera entraña severas exigencias. En
este sentido, el texto no sólo no expresaría que el Reino de Dios está
efectivamente presente, sino que refrendaría la idea de que Jesús
esperaba la llegada del Reino en un futuro próximo.
Recapitulemos. Lc 11, 20 puede ser entendido plausiblemente de
diversas maneras que no implican la creencia de Jesús en la presencia
efectiva del Reino/Reinado de Dios. Por su parte, Lc 17, 21 no parece
remontarse a Jesús, y aunque lo hiciera no tiene por qué significar lo
que a menudo se pretende. Ahora bien, ¡estas dos perícopas –que,
como hemos visto, además se contradicen entre sí– son los dos
principales pilares sobre los que se levanta la creencia (para muchos,
certeza incontrovertible) de que Jesús creyó en un reino de Dios
“presente”! No aburriré a los lectores mostrando cómo otros textos
aducidos (Mc 1, 15; Lc 10, 23...) o no dicen lo que se pretende, o dicen
exactamente lo contrario.
En realidad, incluso si supusiéramos –y es mucho suponer– que alguno
de los dichos citados es auténtico y tiene el sentido que le otorgan los
creyentes en la creencia de Jesús en un reino presente, tales dichos no
necesitarían contradecir la espera de los dichos de futuro, pues serían
fácilmente interpretables como expresión del entusiasmo profético de
un visionario en sus momentos más optimistas. Habría podido ser
precisamente la convicción de la venida inminente del Reino lo que
hubiera llevado a Jesús a expresarse en alguna ocasión como si ese
Reino estuviera ya irrumpiendo. Como escribió Johannes Weiss en
1892, “Se trata de un matiz en el estado de ánimo, no de visiones
dogmáticas diferentes”.
En síntesis: no existe fundamento textual suficiente para mantener la
hipótesis (mucho menos la convicción) de que Jesús de Nazaret creyó
cabalmente en la presencia del Reino de Dios. Extraeremos los
corolarios de esta conclusión en nuestra colaboración de mañana,
donde efectuaremos asimismo algunas consideraciones sobre las
curiosas cosas que la inmensa mayoría de exegetas y los teólogos en
masse hacen con los textos evangélicos.
Saludos de Fernando Bermejo
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