Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Yo no soy yo
"El periodismo nacional está de duelo: ha dejado de convivir junto a los hombres que
practicamos la ingrata tarea de cultivarnos para la colectividad el más devoto, el más
sabio y el más alegre de nuestros compañeros.
Su vida fue un ejemplo de constante laboriosidad y supo hacer la jornada
desparramando, como un nabab de leyenda, los preciados tesoros de su humorismo sano
y bien intencionado en sus maravillosas caricaturas, en que tomaba el pulso de la política
chilena, la orientaba y, valiéndose de la crítica colocaba a los hombres que se preocupan
del arte de gobernar en los sitios precisos a que tenían derecho por sus méritos, sin
olvidar sus defectos.
Coke deja un ejemplo edificante en el periodismo de
Chile. Su obra se prolongará a través del tiempo y más
allá del olvido, porque supo poner siempre en sus dibujos
satíricos el alma de un hombre de bien, que sólo ejercía la
crítica con fines levantados, con patriotismo, con
honestidad.
Siendo un muchacho, cuando cursaba humanidades en el
Instituto Nacional, llegó a la Empresa Zig-Zag, y sus
primeras colaboraciones se publicaron en la revista
"Corre Vuela".
Después el embrujo del periodismo lo envolvió en sus
redes.
Y desde entonces su vida tuvo el horizonte azul de los
visionarios, de los idealistas, de quienes en las salas de
redacción olvidan las penurias de la propia existencia
para vivir pendientes de encauzar, por medio del artículo, la información o la caricatura,
el progreso de la República y el bienestar de sus habitantes.
La revista "Zig-Zag" tuvo el honor de contar entre sus colaboradores más eficientes a
Jorge Délano (Coke). Fueron muchos años de estrecha camaradería los que este
dibujante convivió con nosotros en el semanario más antiguo del habla castellana, y
fueron muchas también las campañas políticas en que una caricatura de Coke rubricó el
éxito de las buenas causas sin dejar resquemores ni heridas profundas.
Es que en la nobleza de su alma no había refugio para pasiones ni inconsecuencias.
Luchó siempre con armas limpias y con la visera levantada. Y así como supo luchar con
tenacidad y triunfar con gloria, supo también olvidar pequeñeces y ataques arteros.
Coke vivió diáfanamente, regocijadamente. Supo de las satisfacciones del triunfo e
ignoró, intencionadamente, las penurias que nunca faltan en el existir de los hombres de
selección.
No limitó a la palabra escrita ni al dibujo intencionado su actividad cread o r a. Cuando
un arte nuevo e intrigante surgió, supo también combinar sombras en el celuloide y
establecer los pilares del cine chileno. Sin grandes recursos materiales, hizo grandes
películas a base de ingenio y talento.
Su calidad humana y periodística fue reconocida. El Premio Moors Cabot, que distingue
a los hombres de prensa más destacados de nuestro continente, le fue otorgado como
homenaje a la genialidad de su pluma de caricaturista. Para nosotros, para los
periodistas, para sus compañeros de la revista "Zig-Zag", su ejemplo es de proyecciones
cristalinas. En todas sus actividades dejó el sello inconfundible de los hombres íntegros.
Ante sus restos asociamos su nombre a una muda oración al Altísimo y agradecemos
sinceramente a la vida el que nos haya deparado la dicha inefable de haberlo tratado, de
haber sido sus amigos y haber podido aquilatar su talento y bondad.
Coke ha hecho su última caricatura: a la Muerte. Y la ha dibujado como hizo todas las
demás: con dignidad, con señorío, con inteligencia y con amor.
En nombre de los que fuimos y seguimos siendo sus compañeros del periodismo; en
nombre de la revista "Zig-Zag" y de la Empresa que la edita, despedimos hoy al amigo
dilecto, mientras en el alma, dulcemente, se reclina el recuerdo." (Discurso escrito
efectivamente por el Director de "Zig-Zag", don Oscar Fuenzalida.)
¡El Premio Cabot! Grande había sido mi felicidad cuando recibí el cablegrama firmado por el
Decano de la Universidad de Columbia, Mr. Carl Ackerman, participándome tan honrosa
distinción. Solemne fue la inolvidable ceremonia efectuada en la Rotonda de la prestigiosa
Universidad. Por primera vez la medalla era colgada al pecho de dos caricaturistas: en el de Arias
Bernal, de México, y en el mío.
Los caricaturistas de Nueva York tenían preparada una fiesta en nuestro honor, y como se me
había advertido que debería pronunciar un discurso, lo escribí en castellano y lo hice traducir al
inglés. Lo más granado del gremio de "pintamonos", allá se llaman cartoonists, se había dado cita
en un magnífico club de Nueva York.
Pero como los caricaturistas del mundo constituimos una sola familia, respetable familia que
nada toma en serio, empezaron luego las bromas y los brindis. A la altura de mi séptimo whisky
me colocaron frente a un micrófono. El maestro de ceremonias anunció que uno de los hombres
más festivos de Chile iba a hacer uso de la palabra. Comprendiendo que el discurso que llevaba
preparado no estaba a
tono con el bullanguero ambiente, me puse a improvisar en inglés. No tengo la menor idea de
lo que dije, pero mi mujer, que no sé si también estaría "intoxicada", fue una de las personas que
más me aplaudieron.
He aquí el discurso que no leí y que puede ser de interés para los aficionados al arte de la
caricatura, que, a pesar de su antigüedad, bien pocos son los que se han preocupado de estudiar su
historia.
Los antecesores del Gato Félix y Mickey Mouse fueron dibujados en papiro tres mil años antes de
que Walt Disney les diera vida en celuloide.
Parece que nuestros, colegas egipcios fueron los primeros en concebir la idea de humanizar a los
animales. En todo caso, nos legaron innumerables escenas cómicas en que cocodrilos, monos,
gatos y ratones aparecen comportándose como seres humanos, lo que nos permite suponer que en
aquella época los hombres ya solían conducirse como seres irracionales. Uno de los papiros más
notables de este género es aquel que se conserva en el Museo de El Cairo. Con exquisito humor,
el caricaturista nos muestra a la Reina de los Ratones reverentemente servida por el Rey de los
Gatos y su corte. Resulta curioso pensar que estos dibujos fueron hechos tres mil años antes de
que Walt Disney diera a luz su Mickey Mouse y que el Gato Félix debutara en Hollywood.
Si damos otro brinco en el tiempo y nos posamos en el siglo III antes de Cristo, no dejará de
sorprendernos el saber que en Grecia, el gran Aristóteles, demostrando un precario sentido
filosófico, increpó duramente a Posón, el más popular de los caricaturistas griegos, "por
representar a los hombres peores de lo que son".
Júpiter y Alcmena espiados por el ojo de la llave de la puerta del Olimpo, ser dioses deben
empezar por renunciar a ser hombres? Desde nuestro observatorio los vemos caminar
atolondradamente, como hormigas locas, sin saber ni tratar de comprender de dónde vienen y a
dónde van. .."