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Yo Soy Tu Jorge Délano (Coke)

Yo no soy yo

- ¿Vas a ir a los funerales de Coke?


- Claro; fuimos tan amigos. ¡Pobre Coke! Dicen que pidió que le pusieran un lápiz y un bloc de
dibujo en el cajón.
- Hazme el favor de depositar mi tarjeta en el cementerio. Se me vence una letra y no podré
acompañarlo. . .
- Con ésta son siete las tarjetas que me han encargado.
Yo escuchaba con bastante claridad este diálogo de mis dos amigos, pero estaba seguro de que
era víctima de una pesadilla. Después, como si hubiera sido tomado por la corriente de un río, me
sentí arrastrado magnéticamente al Cementerio General. La carroza con las iniciales J.D.F. se
detuvo frente a la "ancha puerta que invita al mudo pasajero a avanzar". Mis deudos,
sinceramente atribulados, hicieron rodar hacia afuera mi cajón, y lo colocaron en uno de esos
carricoches semejantes a los que hay en las estaciones para acarrear el equipaje.
El cortejo tomó la senda de la derecha, y al pasar por el lado
de la estatua de Adán, leí una vez más la inscripción
acusatoria: "Por mi culpa reina aquí la muerte". . . ¡Qué idea
tan errada tienen los vivos de la muerte!. . . Yo me he
convertido en muerto con la misma facilidad con que al salir
de Chile me había convertido en extranjero; y, sin embargo,
continuaba siendo tan chileno como el día anterior de mi
partida; ¡y ahora estoy tan vivo como el día antes de morir!
¿Mueren las nubes cuando el frío las condensa y caen a la
tierra en forma de lluvia?
Como no dispongo de un mausoleo, me depositaron frente a
un nicho recién desalojado. El recinto a que me han traído es
como un edificio de departamentos, de esos en que los vivos
creen vivir, pero con la ventaja, éste, de que nadie tiene radio.
¡No más "Lacón" ni "Cryogénine Lumiére"! Esto me dio la
esperanza de descansar en paz. Allí se nos despoja de la
"ropa", pues sus materiales deben ser devueltos
inmediatamente al laboratorio, que redistribuye sus
componentes, con el objeto de vestir a los que están haciendo
cola para vivir. Muchos hay que sienten tal apego por sus
ochenta o más kilos de calcio, fósforo, etc., que se hacen
embalsamar para no devolver al Creador los ingredientes que les prestó mientras anduvieran
vestidos de carne.
Antes de que me introdujesen definitivamente en mi habitación, Oscar Fuenzalida, el brillante
director de la revista "Zig-Zag", fue el primero en abrirse paso entre mis acompañantes.
Sinceramente conmovido - y esto me consta porque donde yo estoy las emociones no pueden
engañar, pronunció este enternecedor discurso, que vino a confirmarme el dicho que asegura que
"no hay muerto malo":

Capítulo 1 1 Preparado por Patricio Barros


Yo Soy Tu Jorge Délano (Coke)

"El periodismo nacional está de duelo: ha dejado de convivir junto a los hombres que
practicamos la ingrata tarea de cultivarnos para la colectividad el más devoto, el más
sabio y el más alegre de nuestros compañeros.
Su vida fue un ejemplo de constante laboriosidad y supo hacer la jornada
desparramando, como un nabab de leyenda, los preciados tesoros de su humorismo sano
y bien intencionado en sus maravillosas caricaturas, en que tomaba el pulso de la política
chilena, la orientaba y, valiéndose de la crítica colocaba a los hombres que se preocupan
del arte de gobernar en los sitios precisos a que tenían derecho por sus méritos, sin
olvidar sus defectos.
Coke deja un ejemplo edificante en el periodismo de
Chile. Su obra se prolongará a través del tiempo y más
allá del olvido, porque supo poner siempre en sus dibujos
satíricos el alma de un hombre de bien, que sólo ejercía la
crítica con fines levantados, con patriotismo, con
honestidad.
Siendo un muchacho, cuando cursaba humanidades en el
Instituto Nacional, llegó a la Empresa Zig-Zag, y sus
primeras colaboraciones se publicaron en la revista
"Corre Vuela".
Después el embrujo del periodismo lo envolvió en sus
redes.
Y desde entonces su vida tuvo el horizonte azul de los
visionarios, de los idealistas, de quienes en las salas de
redacción olvidan las penurias de la propia existencia
para vivir pendientes de encauzar, por medio del artículo, la información o la caricatura,
el progreso de la República y el bienestar de sus habitantes.
La revista "Zig-Zag" tuvo el honor de contar entre sus colaboradores más eficientes a
Jorge Délano (Coke). Fueron muchos años de estrecha camaradería los que este
dibujante convivió con nosotros en el semanario más antiguo del habla castellana, y
fueron muchas también las campañas políticas en que una caricatura de Coke rubricó el
éxito de las buenas causas sin dejar resquemores ni heridas profundas.
Es que en la nobleza de su alma no había refugio para pasiones ni inconsecuencias.
Luchó siempre con armas limpias y con la visera levantada. Y así como supo luchar con
tenacidad y triunfar con gloria, supo también olvidar pequeñeces y ataques arteros.
Coke vivió diáfanamente, regocijadamente. Supo de las satisfacciones del triunfo e
ignoró, intencionadamente, las penurias que nunca faltan en el existir de los hombres de
selección.
No limitó a la palabra escrita ni al dibujo intencionado su actividad cread o r a. Cuando
un arte nuevo e intrigante surgió, supo también combinar sombras en el celuloide y
establecer los pilares del cine chileno. Sin grandes recursos materiales, hizo grandes
películas a base de ingenio y talento.
Su calidad humana y periodística fue reconocida. El Premio Moors Cabot, que distingue
a los hombres de prensa más destacados de nuestro continente, le fue otorgado como
homenaje a la genialidad de su pluma de caricaturista. Para nosotros, para los
periodistas, para sus compañeros de la revista "Zig-Zag", su ejemplo es de proyecciones
cristalinas. En todas sus actividades dejó el sello inconfundible de los hombres íntegros.

Capítulo 1 2 Preparado por Patricio Barros


Yo Soy Tu Jorge Délano (Coke)

Ante sus restos asociamos su nombre a una muda oración al Altísimo y agradecemos
sinceramente a la vida el que nos haya deparado la dicha inefable de haberlo tratado, de
haber sido sus amigos y haber podido aquilatar su talento y bondad.
Coke ha hecho su última caricatura: a la Muerte. Y la ha dibujado como hizo todas las
demás: con dignidad, con señorío, con inteligencia y con amor.
En nombre de los que fuimos y seguimos siendo sus compañeros del periodismo; en
nombre de la revista "Zig-Zag" y de la Empresa que la edita, despedimos hoy al amigo
dilecto, mientras en el alma, dulcemente, se reclina el recuerdo." (Discurso escrito
efectivamente por el Director de "Zig-Zag", don Oscar Fuenzalida.)

¡El Premio Cabot! Grande había sido mi felicidad cuando recibí el cablegrama firmado por el
Decano de la Universidad de Columbia, Mr. Carl Ackerman, participándome tan honrosa
distinción. Solemne fue la inolvidable ceremonia efectuada en la Rotonda de la prestigiosa
Universidad. Por primera vez la medalla era colgada al pecho de dos caricaturistas: en el de Arias
Bernal, de México, y en el mío.
Los caricaturistas de Nueva York tenían preparada una fiesta en nuestro honor, y como se me
había advertido que debería pronunciar un discurso, lo escribí en castellano y lo hice traducir al
inglés. Lo más granado del gremio de "pintamonos", allá se llaman cartoonists, se había dado cita
en un magnífico club de Nueva York.
Pero como los caricaturistas del mundo constituimos una sola familia, respetable familia que
nada toma en serio, empezaron luego las bromas y los brindis. A la altura de mi séptimo whisky
me colocaron frente a un micrófono. El maestro de ceremonias anunció que uno de los hombres
más festivos de Chile iba a hacer uso de la palabra. Comprendiendo que el discurso que llevaba
preparado no estaba a
tono con el bullanguero ambiente, me puse a improvisar en inglés. No tengo la menor idea de
lo que dije, pero mi mujer, que no sé si también estaría "intoxicada", fue una de las personas que
más me aplaudieron.

Mr. Grayson L. Kirk, rector de la Universidad de Columbia, en el momento de entregarme el


diploma.

He aquí el discurso que no leí y que puede ser de interés para los aficionados al arte de la
caricatura, que, a pesar de su antigüedad, bien pocos son los que se han preocupado de estudiar su
historia.

Capítulo 1 3 Preparado por Patricio Barros


Yo Soy Tu Jorge Délano (Coke)

"Breve Historia de la Caricatura"


Es creencia general que el arte de la caricatura es de tan reciente data como el invento de la
imprenta, que cuenta apenas con cinco siglos de existencia. Grande será, pues, la sorpresa de los
que así piensan al saber que en Egipto, durante las dinastías XX y XXII, hubo caricaturistas
cuyas producciones, primorosamente pintadas en papiro, nos muestran escenas en que se satiriza
la vida social y política de los antecesores de Faruk.

Los antecesores del Gato Félix y Mickey Mouse fueron dibujados en papiro tres mil años antes de
que Walt Disney les diera vida en celuloide.

Parece que nuestros, colegas egipcios fueron los primeros en concebir la idea de humanizar a los
animales. En todo caso, nos legaron innumerables escenas cómicas en que cocodrilos, monos,
gatos y ratones aparecen comportándose como seres humanos, lo que nos permite suponer que en
aquella época los hombres ya solían conducirse como seres irracionales. Uno de los papiros más
notables de este género es aquel que se conserva en el Museo de El Cairo. Con exquisito humor,
el caricaturista nos muestra a la Reina de los Ratones reverentemente servida por el Rey de los
Gatos y su corte. Resulta curioso pensar que estos dibujos fueron hechos tres mil años antes de
que Walt Disney diera a luz su Mickey Mouse y que el Gato Félix debutara en Hollywood.

Posón, famoso caricaturista griego, es increpado por Sócrates y Aristóteles.

Si damos otro brinco en el tiempo y nos posamos en el siglo III antes de Cristo, no dejará de
sorprendernos el saber que en Grecia, el gran Aristóteles, demostrando un precario sentido
filosófico, increpó duramente a Posón, el más popular de los caricaturistas griegos, "por
representar a los hombres peores de lo que son".

Capítulo 1 4 Preparado por Patricio Barros


Yo Soy Tu Jorge Délano (Coke)

Y Aristófanes, olvidando ser el padre de la comedia satírica, evidenció carecer de sense of


humour al arremeter también contra el mismo caricaturista, poniendo en boca de los coros de su
obra "Los Acarnienses" la siguiente frase: "No volverás a ser juguete del infame Posón". ¡Pobre
Posón, demasiado agudas debieron ser sus caricaturas si los mas brillantes cerebros
contemporáneos desataron sobre él sus iras!
Pero los eternamente indiscretos caricaturistas no se limitaron a satirizar a los hombres, y hubo
algunos que osaron fisgonear por el ojo de la cerradura del Olimpo. Todavía se conserva una
vasija de barro decorada con una caricatura en que reconocemos nada menos que a Júpiter
haciéndole el amor a Alcmena. ¡Ni la vida privada de los dioses ,se les escapaba a los precursores
de Low y Peter Arno!
Entre los primitivos cristianos no faltaron los
caricaturistas, cuyas obras perduran en las catacumbas
romanas. En estos dibujos, de trazos vacilantes, se
satiriza a los paganos y a sus dioses, con el fin de
exterminar las creencias politeístas.
Si continuamos nuestro viaje retrospectivo y darnos un
vistazo a la lóbrega Edad Media, podremos apreciar la
gravedad de su neurosis a través de las caricaturescas
representaciones del demonio, de la muerte y de los
pecados capitales, cincelados en piedra y grabados en
madera.
Un psicoanalista de la historia que se propusiera buscar
en el alma de las gárgolas, esas tan grotescas como
sugerentes figuras que decoran la Iglesia de Nuestra
Señora de París, podría desentrañar el subconsciente de
esa época torturada por el complejo de la muerte. El
terror a los tormentos del infierno incitaba a los hombres
a congraciarse con el jefe supremo y los jerarcas de
aquel ardiente campo de concentración, en cuya puerta se ha colocado, con encomiable
franqueza, un letrero que advierte al que allí entra la necesidad de abandonar toda esperanza de
salir. Por si alguno, en exceso perspicaz y malicioso, pensara que estoy aludiendo a un imperio
totalitario y a su jefe, debo aclarar que, mi intención ha sido referirme exclusivamente al infierno
y a su regente, Satanás. Cualquiera semejanza con nombres o personas es mera coincidencia.
Pero, volviendo a las gárgolas, ¿cómo descifrar el secreto de estas maravillosas caricaturas,
centinelas mudas de la Iglesia de Nuestra Señora? ¿Qué piensan de ese mundo que ellas observan
hace siglos desde la cornisa de un templo de Dios? ¿Son acaso verdaderos demonios que han
quedado petrificados ante el espectáculo de una nueva Sodoma?
Intentemos averiguarlo; puede ser que alguna de ellas no sea tan discreta como su vieja colega de
Egipto y se avenga a revelarnos el secreto que hoy nos preocupa: ¿Cómo nació la caricatura?
¿Quién fue el primer caricaturista?...
Invitemos entonces a uno de nuestros monstruos de piedra a tenderse en su diván como si fuera
una moderna dama menopáusica y proceda el discípulo del doctor Freud a invitarlo a divagar y a
abrir las compuertas del inconsciente. .. El moderno Edipo no podía fallar; la Esfinge gala ha
comenzado a hablar... Tomemos nota de sus palabras, por disparatadas que nos parezcan:
"En el momento en que Jehová decidió crear al hombre a su imagen y semejanza, fue creada
también la caricatura. Ya sabemos con qué rapidez y entusiasmo estos microscópicos seres que se
creen dioses, se multiplicaron y poblaron el mundo. ¿Cómo hacerlos comprender que para

Capítulo 1 5 Preparado por Patricio Barros


Yo Soy Tu Jorge Délano (Coke)

Júpiter y Alcmena espiados por el ojo de la llave de la puerta del Olimpo, ser dioses deben
empezar por renunciar a ser hombres? Desde nuestro observatorio los vemos caminar
atolondradamente, como hormigas locas, sin saber ni tratar de comprender de dónde vienen y a
dónde van. .."

Una gárgola de Nuestra Señora de París es psicoanalizada.

Y la gárgola terminó su extravagante disertación asegurando al médico que desde el principio


hasta el fin de los tiempos habría caricaturistas en el mundo, "porque la vida es un asunto
demasiado serio para ser tomada en serio".

Capítulo 1 6 Preparado por Patricio Barros

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