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FILOSOFIA
INFORME
SENTIDO DE LA VIDA
AUTOR:
VEGA FLORES, Yanella
ASESOR:
CHIMBOTE-PERU
2018
INTRODUCCION
La vida merece la pena vivirse. La vida nos debería de ofrecer suficientes razones para seguir
existiendo sin necesidad de optar como solución la auto aniquilación. Por eso el hombre debe
realizar su proyecto de vida y trazarse metas a las cuales se siente llamado y que le darán sentido a
su existencia; porque toda persona tiene su propia misión que cumplir
Es verdad que las cosas no son sencillas, y que en ocasiones nos resulta realmente difícil difícil
mantenerse fiel al propio proyecto, pues surgen dificultades serias, y el desánimo se hace presente
con toda su paralizante fuerza. Pero debemos de mantener la confianza en uno mismo, no decir no
puedo, porque no suele ser verdad. Hay que estar conscientes que en las peores dificultades vamos
a salir airosos, porque al despertar y empezar el nuevo día, debemos agradecer a Dios por la vida
que nos da y tratar de llevarla con felicidad sacándole provecho a nuestras virtudes personales.
¡No vivas solo por vivir, disfruta lo que haces y aprende a compartir para que enseñes a otra a
vivir!
INDICE
A veces la vida parece tan agitada que no nos da tiempo a pensar que queremos realmente,
o que, o cómo podemos conseguirlo. Pero hay que pararse a pensar, sin achacar a la
complejidad de la vida como si fuéramos sus víctimas importantes lo que muchas veces no
es más que una turbia complicidad con la debilidad que hay en nosotros.
Lo cierto, que la reflexión sobre la propia vida aleja al hombre de la visión superficial de las
cosas y le hace recorrer su propio camino.
Según López, A. (2003) El sentido de vida brota a la creatividad, y los seres humanos solo
somos creativos en cada situación concreta. Alguien sufre un accidente, y tú te rebelas al
ver su mutilación. Tu irritación te lleva a pensar que la vida carece sentido. No pierdas el
tiempo en hacer consideraciones generales sobre la vida. Ponte en ayuda a ese ser
misterioso, y veras como vuestras vidas concretas se van llenando de sentido. En el
encuentro, el sentido se hace palpable, denso, sugerente, reconfortante.
Para captar el sentido, más allá del significado, hay que ampliar el horizonte vital, es decir,
los criterios de interpretación de la vida, las pautas de conducta, las perspectivas desde las
que podemos contemplar nuestra existencia y sus avatares. En definitiva actitud virtuosa
es la actitud virtuosa es la actitud solidaria en todas las vertientes de la vida. Según Bergson,
la alegría anuncia siempre que la vida ha reportado una victoria. No hay triunfo mayor que
crear formas levadas de unidad, porque en ellas reside el sentido más hondo de la vida.
Según Selles, J. (2006) La vida biológica humana es susceptible de muchos ataques atentan
contra el aborto, la manipulación de embriones humanos, el homicidio, el suicidio, las
guerras, los genocidios, las torturas, en una palabra, la violencia. La violencia es cualquier
trato a la persona como si esta no lo fuera. Por eso el violento se incapacita a comprender
el sentido de la persona humana, no solo de la ajena, sino de sí mismo, cualquier acción
mala es incomprensible; una acción violenta es carente de sentido, porque ni trasluce si
sentido personal de quien la realiza, ni se realiza en orden a la aceptación personal de otra
persona, sino que es manifestación de la despersonalización de quien la ejecuta, y al no
subordinarse a personas sino a lo inferior a la propia acción (dinero, placer, poder, fama)
pierde sentido humano.
Cualquier sentido no personal es inferior al sentido de una persona humana, porque una
persona tiene más densidad real que aquellas realidades. Violentar la vida natural de una
persona por defender otros intereses es perder el mayor sentido posible por adherirse a
otro, se trata de la falta de claridad mental, una ignorancia persona. No se trata no solo de
quien hace el mal, sino que oscurece la transparencia de su sentido personal interno y el
de sus acciones. Hecho malo, al corazón y al cuerpo hace daño. Grave son las violaciones a
la persona humana en las etapas de sus vida natural. Por ejemplo: el aborto y la eutanasia.
Según López, A. (2003) Nuestra vida se desarrolla y adquiere, por ello sentido cuando
cumplimos el deber de elegir en virtud del ideal verdadero de nuestra existencia, Ese ideal
viene dado según la investigación actual por la creación de formación de formas valiosas de
unidad con las realidades.
Si ese deber que asumimos lo consideramos como algo impuesto desde el exterior, nuestra
libertad interior es todavía incipiente, nos liberamos del apego a nuestras apetencias, pero
permanecemos sumisos a una instancia externa y ajena. Más cuando llegamos a amar ese
ideal, lo interiorizamos de tal forma que lo sentimos como una exigencia interior. Con ello
nuestra elección a favor del ideal gana espontaneidad y la libertad interior se hace perfecta.
Tal presencia transfiere nuestro ser y actuar y los colma de sentido.
Según López, A. (2003) El sentido de nuestra vida brota cuando somos responsables, en el
doble sentido de que respondemos al valor. Esta recepción activa del valor es una actividad
creativa. Y toda forma de creatividad es dual, implica al menos la colaboración de dos
realidades. Por eso exige una actitud de apertura desinteresada.
El que solo se preocupa de lo que puedan reportarle los seres del entorno, tiende a
reducirlos a medios para sus fines. En consecuencia vacía su vida de sentido, porque no
funda encuentros ni crea nuevos ámbitos de vida se reduce a manipular objetos. Sitúa su
vida en un plano inferior al debido, se aleja de su verdad existencial, reduce su capacidad
creadora.
Según Ayllón, J. (2002) El hombre es, para las diferentes ciencias, un animal racional,
racional, social, económico, histórico y hablador.
Y cuando el hombre muere, será para la Medicina un cuerpo con las funciones vitales
paradas de forma irreversible. Y para el Derecho una baja en el registro civil. Aunque hay
gente que piensa que la muerte acaba con todo, lo único cierto es que acaba con todo el
cuerpo; la expresión deshabilitar un cuerpo es insuperable. Viene a decir que la muerte
sobreviene cuando el espíritu abandona al cuerpo y lo deja vacío y deshabitado.
El hombre se ve a sí mismo como algo muy superior a la materia, como un hibrido de carne
y espíritu: dos componentes irreductibles que aparecen misteriosamente compenetrados.
III. LA VIDA BUENA
Según Polo, M. (2001) La vida buena no se busca, es algo que surge cuando uno se conoce
a sí mismo. No es posible saber qué debo hacer para ser feliz si es que no me conozco a mí
mismo. Y se conoce a si mismo quien está atento a la vida. La vida buena es un ir
aprendiendo a vivir bien llevando una vida atenta. Es en esa vida de conocimiento de sí
mismo o vida atenta lo que nos indica que hacer en cada momento.
La vida ética no está fundada en las normas y deberes. En la medida que nos ayuden a la
vivencia de una vida buena y atenta, en eso radica su importancia. De ese modo, las normas
morales no son criterios absolutos de bondad sino medios para volver a una vida atenta.
Según Yepes, S. (2003) La vida buena incluye en primer lugar el bienestar, es decir, unas
condiciones materiales que permiten estar bien, y en consecuencia tener desahogo,
holgura suficiente para pensar en bienes más altos y no andar siempre preocupado por los
mínimos de supervivencia. ¿Qué incluye esta calidad de vida? En primer lugar la salud física
y psíquica, el cuidado del cuerpo y la mente y la armonía del alma. En segundo lugar contar
con las adecuadas condiciones naturales y técnicas en nuestro entorno. La calidad de vida
es necesaria para la felicidad. Los bienes que hacen felices al hombre son los que se definen
por servir para algo porque son de por si valioso y bellos. ¿Cuáles son estos?
El saber y la virtud son realidades que transforman al propio hombre. Que le dan un modo
de ser, lo cual nos hace ver que la felicidad no está tanto en el orden del tener, como en el
del ser. Esta es la enseñanza básica de Sócrates lo que hay que hacer para ser feliz es
practicar las virtudes y hacerse así virtuoso, esta es la mejor sabiduría. Ser virtuoso es el
modo de crecer y llegar a la plenitud humana.
El modo más intenso de vivir lo común es el amor. Buena parte de la felicidad radica en
tener a quien amar y amarte efectivamente, hasta hacer feliz. Hay que recordar que lo más
profundo y elevado en el hombre está en su interior. En vano se buscara la felicidad en el
exterior si no se halla dentro de nosotros mismos.
Según Yepes, S. (2003) La juventud es la etapa de la vida en la que hay que realizar el diseño
del propio proyecto vital. Es el tiempo de la esperanza y las expectativas. La madurez
consiste en conocer, asumir y recorrer la distancia que separa el ideal de su realización. Un
buen proyecto vital y una vida bien planteada son aquellos que se articulan desde
convicciones que conforman la conducta a largo plazo, con vistas al sin que se pretende, y
que orientan la dirección de la vida, dándole sentido. La realización de los proyectos asume
la forma de una tarea que hay que realizar, la propia vida humana puede concebirse como
la tarea de alcanzar la felicidad. En esa tarea se distinguen varios elementos fundamentales.
1. La ilusión vendría a ser la realización anticipada de nuestros deseos y proyectos ya
que la ilusión proporciona optimismo y nos impulsa hacia adelante. La ilusión
produce alegría y nos induce a ser más de lo que somos, es el requisito para el
verdadero crecimiento humano: se nutre de la esperanza y gozo de vitalidad.
2. Toda tarea necesaria un encargo inicial, una misión que nos sea encomendada,
Quien encarga es la verdad encontrada, puesta en boca de aquel que la tiene.
Cuando nadie encarga, no hay ninguna tarea ni misión que llevar a cabo: Faltan los
objetivos y viene la desorientación. Los proyectos vitales son muchas veces fruto
de una llamada que alguien nos hace para que los asumamos.
Cuando falta alguno de estos ingredientes la vida se vuelve incompleta. Sin encargo
inicial el proyecto y la ilusión por él no se consolidan. Si no hay ayuda, la tarea naufraga
por falta de recursos, si no hay beneficiarios ni siquiera tiene sentido empezar; es mejor
quedarse en casa, no hay riesgo que merezca la pena.
CONCLUSIONES
Tenemos muchas razones para vivir, el dueño de nuestra vida es Dios, nosotros
solo somos responsables de nuestra persona, damos cuenta de nuestros actos.
El todo poderoso sabe cuándo nos trae y cuando nos recoge de este mundo, no
debemos de tomar acciones apresuradas que luego solo tren sufrimiento a
nuestros seres queridos y esto es un pecado.
La base para una vida buena es la felicidad porque todo lo que uno hace lo debe
de hacer pensando positivamente con alegría con la corteza de que saldrá bien
porque lo estoy haciendo bien.
BIBLIOGRAFIA
Polo Santillán, Miguel. (2001) Ética modo de vida, comunidad y ecología. Lima.
Mantaro
López Quintas, Alfonso. (2003) La cultura y el sentido de vida. Madrid. Rialp: S.A
Ayllon, Jose Ramón. (2002) Entorno al hombre. Madrid: Ed. Rialp: S.A. novena
edición