Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
con todas sus virtudes. Es sin embargo muy diferente del masaje Chi.
El sistema de rejuvenecimiento taoísta emplea la propia energía
interna, la energía Chi, para fortalecer y rejuvenecer los órganos
sensoriales —ojos, oídos, nariz, lengua, dientes y piel— y también los
órganos internos. Sus técnicas tienen miles de años y hasta muy
recientemente eran secretos celosamente guardados, comunicados
únicamente del Maestro a un reducido grupo de estudiantes. Con
frecuencia cada Maestro tenía sólo una parte del conocimiento. El
maestro Mantak Chia ha recompuesto por completo el sistema taoísta
de masaje Chi y nos lo muestra en este libro en una secuencia lógica
y de forma tal que una vez examinado necesitaremos sólo cinco o
diez minutos de práctica diaria para en muy breve tiempo poder
apreciar una gran mejora en el funcionamiento de nuestra vista, oído,
gusto, olfato, órganos internos y del cuerpo en su totalidad.
Mantak Chia
Automasaje chi
Sistema taoísta de rejuvenecimiento
ePub r1.0
Titivillus 09.02.2018
Título original: Chi Shelf-Massage. Taoist Way of Rejuvenation
Mantak Chia, 1986
Traducción: Raúl Aguado Saiz
Ilustraciones: Juan Li
UTILIDAD Y TEORÍA
Desde la antigüedad hasta nuestros días los maestros taoístas han disfrutado
de un aspecto y una vitalidad juvenil que les ha hecho parecer por lo menos
veinte años más jóvenes que su verdadera edad. Uno de los motivos de esta
vitalidad es la práctica del Automasaje Rejuvenecedor Taoísta: el uso de la
energía interna, o Chi, para fortalecer y rejuvenecer los órganos sensores
(ojos, oídos, nariz, lengua, dientes, piel) y los órganos internos. Estas técnicas
datan aproximadamente de hace cinco mil años y, hasta ahora, han sido
guardadas celosamente por los maestros, que las transmitían oralmente a
pequeños grupos de discípulos. Y, aun así, cada maestro conocía sólo una
parte del método. Basándome en mis estudios con diversas personalidades
taoístas, he reconstruido todo el método y he organizado el material en un
esquema lógico. Cinco o diez minutos de dedicación diaria pueden generar
muchos beneficios: complexión, vista, oído, firmeza del pecho, encías,
dentadura, lengua y resistencia general.
A. Zona Media
El Chi del ano medio se relaciona con los siguientes órganos: la vagina/
útero, la arteria aorta y la vena cava, el estómago, corazón, glándulas tiroides
y paratiroides, glándula pituitaria, glándula pineal y parte superior de la
cabeza. (Figuras 2-2 y 2-3).
Fig. 2-2. La zona media.
Fig. 2-3. La zona media.
B. Zona Anterior
El Chi del ano anterior se relaciona con los siguientes órganos: glándula
de la próstata, vejiga, intestino delgado, estómago, glándula timoral y cerebro
anterior. (Figura 2-4).
Fig. 2-4. La parte anterior.
C. Zona Posterior
E. Zona Derecha
I. LAS PALMAS
Las palmas de las manos son el lugar donde se reúnen las energías
principales del Chi. Desde este punto se puede enviar energía para sanar a
uno mismo o a otra persona.
También puede ser el puerto de entrada de energía para la estructura ósea
y los órganos fundamentales.
II. EL PERICARDIO
El pericardio (P-8) es el punto más importante de concentración de
energía. En él se puede reunir para ser transmitida con más fuerza. (Figura 3-
1).
VIII. PREPARACIÓN
A. Si ha comido, espere al menos una hora.
B. Ejecute este ejercicio inmediatamente después de la Sonrisa Interior o
los Seis Sonidos Curativos. [Nota: En el libro anterior del mismo autor,
Sistemas Taoístas para transformar el estrés en vitalidad, se explican a fondo
estos ejercicios]. Si desea unos resultados óptimos y ya conoce la Meditación
en la Órbita Microcósmica o en la Fusión, lleve a cabo esta técnica tras ellas.
C. Siéntese en una postura cómoda al filo de una silla. Asegúrese de que
las piernas le llegan al suelo. Suéltese el cinturón. Quítese las gafas y mire a
los pies.
D. Por término medio, dé entre seis y nueve masajes a cada área.
Aplíquese más en las zonas que causen problemas.
E. Las personas que no puedan levantarse de la cama pueden practicar el
ejercicio en ella.
IX. EJERCICIO
1. Inhale aire, contraiga la vagina o los testículos, las nalgas y la parte del
ano que se indique —que puede ser la anterior, la posterior, la izquierda o la
derecha, o todo él si fuese necesario. Al principio no podrá percibir la
diferencia, pero con el tiempo lo conseguirá. En términos generales, la zona
que ha de contraerse será la correspondiente al área que se desea masajear.
Por ejemplo, tendremos que contraer la zona izquierda para dar masaje al
pulmón izquierdo.
2. Aguante la respiración y las contracciones, apriete los dientes y
presione el paladar con la lengua mientras se frota las manos con fuerza. Esto
estimulará los doce meridianos de las manos.
3. Siga frotando las manos y conteniendo la respiración y las
contracciones del ano. Sienta cómo se calienta la cara. En ese momento
visualice con la mente el flujo de la energía que se dirige a sus manos.
4. Cuando tenga la cara y las manos calientes dirija su atención a la zona
apropiada y aplique masaje hasta que ya no pueda aguantar la respiración.
Exhale y respire con normalidad. Sonría y adquiera conciencia de la zona que
está recibiendo el masaje. Sienta el flujo de las energías y un calor
excepcional en esa zona.
5. Repita todo el proceso para cada zona que quiera tratar o cuando tenga
las manos frías. En esta terapia es importante que las manos mantengan una
temperatura cálida. Si están frías, el efecto será nulo.
Figura 3-6. Lleve energía Chi a las manos.
Fig. 3-7. Masaje al Pericardio: con los dedos juntos en la palma y semicerrados, el pericardio es el
punto que queda en la yema del dedo corazón.
5. Masaje a los dedos. Frótese siempre las manos hasta que estén
calientes. Sírvase de los dedos de la mano izquierda para asir el pulgar de la
derecha y luego, uno a uno, apriete y suelte cada dedo de esa mano entre tres
y seis veces.
Comience por la mano izquierda y continúe con la derecha, teniendo en
cuenta las características de cada dedo. Será una gran ayuda para el control de
las emociones. (Figura 3-11). Por ejemplo, cuando se sienta triste o
atemorizado tome el dedo meñique y, empezando por la izquierda y
continuando hacia la derecha, dele un masaje. En situaciones difíciles le
ayudará mucho: cuando se dirija a una congregación, en una entrevista, frente
a personas muy importantes. No menos útil será el uso de los Sonidos del
Corazón y de los Riñones en combinación con este ejercicio. El dedo anular
es el que controla el estado de ánimo. Cuando presienta que se va a enfadar,
dele un masaje y observe su talante.
Fig. 3-11. Masaje a los dedos.
EL MASAJE DE LA CABEZA
El masaje de la cabeza se aplica para remediar el dolor de cabeza, el
nerviosismo o cualquier desequilibrio de la energía Chi del cerebro.
Las causas de la cefalalgia y el nerviosismo son muy complejas. En la
cabeza se hallan centralizados todos los nervios y es el control central de todo
el sistema. En los tiempos que vivimos es habitual encontrar jóvenes que
padecen de los nervios. Este motivo provoca en ellos insomnio, falta de
apetito, taquicardias, dificultades para respirar, cansancio, apatía, etc. En
principio, no parecen indicios sintomáticos, pero, en realidad, afectan en gran
medida a la eficiencia en el trabajo y suelen desembocar en enfermedades
mentales.
El masaje del cráneo refuerza el sistema nervioso. Si quiere sentir el
estímulo de la energía Chi de izquierda a derecha, pegue la lengua al paladar
y mueva los ojos de izquierda a derecha por la parte superior de su órbita
durante el masaje. De esta forma equilibrará ambos hemisferios del cerebro y
propiciará un fortalecimiento de las glándulas, los sentidos y los órganos.
Asimismo, este masaje animará la circulación sanguínea y la nutrición del
cráneo y el cabello. He visto casos en estudiantes cuyo pelo canoso recobró el
color negro o empezó a crecer, aun siendo calvos. También suaviza el
cabello.
Todas las mañanas y antes de acostarse cepíllese el pelo entre 25 y 50
veces. Busque un buen cepillo y tenga cuidado con el cuero cabelludo. No se
arañe el cráneo pues, aparte de provocarse dolor de cabeza, podría herirse.
I. LA CABEZA
A. La Belleza Natural
Inhale aire, contraiga los órganos sexuales, las nalgas y las zonas media y
anterior del ano. Contenga la respiración frótese las manos, apriete los dientes
y presione el paladar con la lengua. Cuando sienta calor en la cara, visualice
el flujo de la energía hacia las manos. Espere a que éstas adquieran
temperatura y seguidamente centre su atención en la cara, sosteniendo la
respiración hasta que esté caliente.
Primero con una mano y luego con la otra, frótese la frente de lado a lado,
entre seis y nueve veces.
Fig. 4-7. Frote la frente.
F. Toda la Cara
Repita el procedimiento que utilizábamos para cargar de energía las
manos. Respire, cúbrase la cara con las palmas de las dos manos y dele un
masaje. (Figura 4-11). Hágalo describiendo movimientos verticales para
eliminar las arrugas.
Fig. 4-11. Masaje a toda la cara.
IV. LA BOCA
Las depresiones nos obligan a mantener las comisuras de los labios
caídas. El aspecto alegre, agradable, atractivo y feliz depende en gran medida
de los ojos y de la expresión de los labios. Cuando los músculos de la boca se
hallan relajados por culpa del estrés, la depresión o la tristeza, la comisura de
los labios cae y el sistema de energía del cuerpo se subyuga a un modo de
funcionamiento inferior. A nadie le agrada ver un rostro triste o una cara
disgustada, pues provoca la misma sensación de tristeza y desagrado en uno
mismo.
El flujo de energía del cuerpo y la expresión del rostro son los poderes de
atracción principales de una persona. El masaje de los músculos de la boca
hacia arriba ayudará a mantener levantadas las comisuras de los labios. La
Sonrisa Interior y una expresión de la boca agradable son factores
importantes en la creación de energía agradable.
A. El Masaje de la Boca
Ayudado por los dedos pulgar e índice de la mano derecha tóquese las
comisuras de los labios y perciba la transmisión del Chi desde los dedos a la
boca. Suavemente, apriete y empuje hacia arriba, aproximadamente dos
centímetros; suelte y empiece de nuevo. Hágalo diez o veinte veces al día.
(Figura 4-14).
Fig. 4-14. Masaje para embellecer la boca.
V. LOS OJOS
Los ojos son las ventanas del espíritu. (Figura 4-15). El Taoísmo los
relaciona con la energía Yang, que guía el flujo del Chi por el cuerpo. La
influencia de los ojos en la personalidad es notable. Ciertas personas nacen
con gran cantidad de masa blanca en los ojos —tres partes blancas para una
de iris—; suelen llamarse «ojos ladrones» u «ojos agresivos peligrosos».
Tales órganos se manifiestan en miradas sospechosas, presagio de
acontecimientos desagradables. Gracias al ejercicio, se puede corregir poco a
poco la porción blanca de los ojos.
Puesto que están conectados con todo el sistema nervioso, los ojos
revisten una importancia especial. En principio, nos informan del estado de
salud del cuerpo entero.
Buscando en ellos podemos saber qué órganos están debilitados y/o
contaminados. El masaje de los ojos puede reducir el estrés de los órganos
vitales. Hoy en día su utilidad ha aumentado con respecto al pasado, pues se
usan para leer, ver televisión, trabajar con ordenadores, sistemas electrónicos
y microscopios. Este hecho los somete a esfuerzos considerables que acaban
mermando sus facultades hasta tal punto que la mayoría de la energía del
órgano acaba desperdiciada.
Para el taoísmo los ojos son las puertas del alma y la entrada de la vida.
(Figura 4-16).
Cuando se frote los rabillos de los ojos hágalo con suavidad para evitar la
caída de éstos. Después frote hacia arriba.
C. Los Párpados
Para aumentar el flujo hay un ejercicio sencillo que consiste en tirar de
los párpados. Cójalos con los dedos pulgar e índice, tire hacia afuera y suelte.
Repítalo entre seis y nueve veces. (Figura 4-18).
Fig. 4-18.
Tire de los párpados. Fig. 4-19.
Masaje a las cuencas de los ojos.
Los taoístas creemos que las toxinas son expulsadas del cuerpo a través
de los ojos. Este ejercicio le permitirá derramar algunas lágrimas y fortalecerá
sus ojos. Después frótese las manos hasta que adquieran temperatura, cierre
los ojos y cubra las cuencas con las palmas. Sienta cómo los ojos absorben el
Chi de las manos. (Figura 4-21). Dé 6 o 9 vueltas a los ojos, primero en
sentido horario y después antihorario.
Abra las fosas nasales ayudándose de los dedos pulgar e índice. (Figura 4-
25). Introdúzcalos en las cavidades y muévalos a derecha e izquierda y arriba
y abajo diez o veinte veces. De este modo ensanchará la entrada de aire a los
pulmones. También aliviará los problemas de sinusitis y corregirá el sentido
del olfato.
Figura 4-25. Ensanche las fosas nasales.
C. El Entrecejo
Para el entrecejo utilice el pulgar y el índice y aplique masaje tirando de
él repetidas veces. Mientras lo hace inhale aire lentamente e imagine que es
aire puro y limpio; exhálelo lentamente e imagine que está sucio. Hágalo
entre nueve y treinta y seis veces. (Figura 4-26). Es bueno para la sinusitis.
D. El Tabique Nasal
E. Los Lados
Para los lados de la nariz utilice los dedos índices y dé un masaje lento de
arriba hacia abajo que irá aumentando poco a poco, entre nueve y treinta y
seis veces. (Figura 4-28).
A. El Oído Exterior
Repita el método para llevar energía a las manos, contrayendo las zonas
izquierda y derecha del ano.
1. Parte anterior y posterior: Deje un espacio entre los dedos índice y
anular y frote por delante y por detrás de las orejas simultáneamente. (Figura
4-30(1)).
2. Orejas: Frótelas con todos los dedos. Así estimulará el sistema nervioso
autónomo y calentará todo el cuerpo, sobre todo si hace frío. (Figura 4-
30(2)).
3. Lóbulos de las orejas: Con los dedos pulgar e índice tire hacia abajo de
los lóbulos de las orejas. (Figura 4-30(3)).
Figura 4-30. Frote las orejas.
Repita el ejercicio para cargar las manos de energía contrayendo las zonas
derecha e izquierda del ano.
Siendo inaccesible, el interior del oído no suele ejercitarse y se debilita
con la edad. Los dos ejercicios siguientes aprovechan la presión y la
vibración del aire para potenciar el oído interno. Los canales auditivos, las
fosas nasales y la boca están conectados entre sí. En este ejercicio vamos a
aprovechar la presión que hay en los pulmones y que se alivia por la boca
para aplicarla al oído interno.
2. Ejercicio para el sistema nervioso de los oídos: cúbrase las orejas con
las palmas de las manos de manera que los dedos se apoyen en la parte
posterior de la cabeza. En esta posición monte el dedo índice sobre el corazón
de manera que pueda dar golpecitos en la zona inferior, o hueso occipital, del
cráneo. Esos golpecitos tienen que sonar con cierta fuerza para que puedan
estimular el sistema nervioso, el oído y el mecanismo del oído interno. Repita
nueve veces o más. (Figura 4-34). Este ejercicio equilibrará la actividad del
oído y estimulará los senos mastoideos.
Abra la boca y apriete los labios tensos contra los dientes. Utilice la yema
de los dedos índice, corazón y anular para golpear suavemente la piel que
cubre las encías superior e inferior. Continúe hasta que note que la zona
adquiere temperatura. (Figura 4-35).
Figura 4-35. Ejercicio para las encías. Dé masaje a las dos encías con la lengua.
Siéntese y ponga las manos sobre las rodillas, con las palmas hacia abajo.
Exhale aire y ponga los brazos en tensión, extendiendo los dedos, pero sin
separar las manos de las rodillas. Abra la boca al máximo y saque la lengua
afuera y hacia abajo. Una vez en esta situación mírese la punta de la nariz.
Todo el cuerpo ha de estar en tensión. Contenga la respiración todo lo que
pueda. Relájese expulsando el aire y normalizando el ritmo respiratorio. De
esta forma fortalecerá la garganta, la lengua y la fuerza de voz. Este ejercicio
es beneficioso para mejorar la respiración insuficiente y aclarar la voz.
Figuras 4-36 y 4-37. Diagrama de las partes de la lengua y de sus órganos correspondientes. La lengua.
Inhale aire. Ahora exhale mientras saca la lengua y la inclina hacia abajo
todo lo que le sea posible. Seguidamente trate de tragársela doblándola hacia
atrás. Haga presión contra el paladar y ayúdese contrayendo el esófago y la
zona media del ano. (Figura 4-38). Con la práctica aprenderá a utilizar la
fuerza interior, la fuerza de los órganos, para apretar la lengua. A pesar de
que ésta no tenga huesos para hacer fuerza, usted podrá ejercitarla sin
problemas.
Figura 4-38. Haga presión con la lengua contra el paladar.
C. Todo el Cuello
Separe los pulgares de los demás dedos. Cruce las manos y cójase el
cuello desde la barbilla hasta la base, de nueve a treinta y seis veces. (Figura
4-42).
Con las manos cruzadas, utilice los dedos índices, corazón y anular para
frotar el cuello, desde la barbilla hasta la base, hacia abajo, entre nueve y
treinta y seis veces. Las glándulas tiroides y paratiroides se hallan en la parte
delantera del cuello. Haciendo uso de los pulgares y de los otros tres dedos dé
masaje a esas glándulas. Localice los puntos dolorosos y trabaje en ellos
hasta que los sienta abiertos. El masaje sobre esta zona le ayudará a mejorar
el metabolismo y la fuerza de voz.
E. Cuello de Tortuga
Hunda la barbilla y después tire de ella hacia arriba y atrás. (Figura 4-43).
Sienta cómo las vértebras se aprietan y luego se despegan. Este ejercicio sirve
para separar las vértebras y los discos intervertebrales.
Figura 4-43. Cuello de tortuga.
F. Cuello de Cigüeña
X. LOS HOMBROS
La mayoría de las personas mantienen los hombros apretados y
levantados cuando están nerviosos o se encuentran preocupados. Para relajar
esta tensión tendrá que empujarlos hacia arriba, presionando contra el cuello
y tensando los músculos de ambas partes. Aguante la respiración un
momento, exhale profundamente y deje caer los hombros atraídos por la
gravedad, como si fueran un saco de patatas. (Figura 4-47). Note cómo cae al
suelo la carga, la preocupación y el estrés. Siéntase caído. Repita el ejercicio
de tres a nueve veces y la tensión desaparecerá.
Relaje los hombros y el pecho; exhale aire y tranquilícese aún más, hasta
que ya no sienta ninguna tensión.
Figura 4-47. Hundir los hombros ayuda a liberar la tensión y la preocupación.
—5—
I. LA GLÁNDULA TIMORAL
La glándula timoral controla el sistema inmunológico y guarda relación
con la longevidad. (Figura 5-1). Esta glándula suele atrofiarse tras la infancia,
pero los estadios elevados de práctica taoísta permiten reactivarla. Es una
gran ayuda para el mantenimiento de la salud y la vitalidad y proporciona un
gran nivel espiritual. El estímulo de esta glándula incrementa su actividad y
la secreción de hormonas.
A. Lleve la energía a las manos por el procedimiento habitual,
contrayendo la zona anterior del ano y canalizando el Chi hacia el timo.
B. Cierre el puño, tome aire y dese golpecitos en el pecho, desde la base
del cuello hasta los pezones, entre seis y nueve veces. No hable mientras
ejecuta este ejercicio pues podría hacerse daño.
II. EL CORAZÓN
Si damos golpecitos sobre un órgano estimulamos la eliminación de
toxinas que permite a ese órgano su propia regeneración y ajuste. Cuando
lleve a cabo ejercicios de este tipo mantenga el control de la fuerza que
aplica, pues si se excede puede hacerse daño.
A. Cargue las manos de energía contrayendo la parte izquierda del ano y
llevando el Chi al corazón.
B. Entre seis y nueve veces, dé manotazos suaves sobre el corazón con la
palma de la mano. (Figura 5-2). No hable.
Figura 5-2. Golpee en el corazón, pulmones y áreas del hígado.
V. EL ESTÓMAGO, EL BAZO Y EL
PÁNCREAS
A. Cargue de energía las manos contrayendo la zona media del ano.
B. Contraiga la parte izquierda del ano y dese golpes con la palma de la
mano sobre el bazo, el páncreas y el estómago. Ponga la palma de la mano
sobre el dorso de la otra y frótese por debajo de la caja torácica, desde el
centro hacia la izquierda y luego desde la izquierda hacia el centro.
Figura 5-3. Frote el estómago, el bazo y el páncreas.
Figura 5-4. Frote atrás y adelante sobre el hígado, el estómago y el bazo.
VIII. EL SACRO
El sistema taoísta considera al sacro como un elemento extremadamente
importante. Es tenido por una bomba que ayuda a empujar el flujo del fluido
espinal y energía (Chi) al cerebro. Es también el nexo que une los órganos
sexuales, el recto y las piernas. El dolor ciático, que se proyecta en las
piernas, se origina en el sacro; por tanto, su fortalecimiento aliviará esta
desagradable molestia.
A. Lleve energía a las manos, contrayendo la zona posterior del ano,
hacia el sacro.
B. Con los nudillos de las dos manos alternativamente, dese golpecitos a
ambos lados del sacro. Primero sobre la zona de los ocho agujeros sacros y
después sobre el hiato, la depresión que hay a ambos lados del sacro. (Figura
5-8).
Figura 5-8. Los golpes en el sacro ayudan a reforzar el nervio ciático.
—6—
Estire la pierna y apóyela sobre una silla o sobre una mesa baja, de forma
que no pueda doblar la rodilla. Luego golpeé con cierta fuerza en la parte
posterior de ésta. Hágalo entre 9 y 18 veces. (Figura 6-1). Aunque duela, es
extremadamente eficaz para la eliminación de las toxinas que allí se
acumulan. La aparición de un punto morado en la zona es indicativo del éxito
del ejercicio. La fuerza con la que ha de golpearse queda a su consideración,
pero tampoco puede ser exagerada. Repita el ejercicio en la otra rodilla.
Figura 6-1. Dando golpecitos rápidos tras la rodilla se eliminan las toxinas.
D. Los Dedos 1 y 2
Frote con rapidez los dedos 1 y 2 contra sí mismos. Es un ejercicio
magnífico para ejecutar en tiempos perdidos.
E. Frotamiento de los pies entre sí
Mantenga los pies calientes frotándolos entre sí. De esta forma estimulará
los órganos del cuerpo.
—7—
ESTREÑIMIENTO
C. El intestino delgado
V. MASAJE DURANTE LA
DEFECACIÓN
En el momento que se produce entre el final de la primera defecación y la
siguiente usted puede aplicar un masaje de abdomen que le ayudará a
eliminar cualquier «guisado» que aún se encuentre en la parte superior del
colon. Este consiste en una fricción de sentido horario sobre la válvula
ileocecal, en la zona derecha, cerca del hueso de la cadera.
Dé el masaje desde el extremo inferior del límite derecho hacia arriba, a
la caja torácica. (Figura 7-3).
Figura 7-3. Dé masaje al abdomen durante la expulsión de heces.
PRÁCTICA DIARIA
Más vale prevenir que curar. La meta del principio taoísta es pasar por la vida
sin conocer la enfermedad. Hoy en día entendemos que los hospitales, los
centros psiquiátricos y las consultas médicas son cosas habituales. El cuidado
de la salud nos supone el mayor de los gastos. Lo extraño, la buena noticia, es
encontrar un anciano que disfruta de buena salud y puede andar y hacer lo
que se le antoja sin tener que tomar pastillas ni observar prescripciones
médicas. Cualquiera de nosotros puede ser ese anciano el día de mañana, si
sabemos cuidarnos.
El resultado del Tao se ha demostrado durante miles de años. Los
maestros taoístas utilizaron estos ejercicios para mantener un nivel de energía
elevado. Si convertimos las emociones negativas en positivas, obtenemos el
poder de curarnos a nosotros mismos. Si su deseo es superar los estados
negativos ha de decidirse a reservar cierto tiempo y a hacer de esta práctica
algo propio de su vida. Invierta en su salud. Que estos ejercicios sean una
rutina diaria, como el cepillado de los dientes y la alimentación, que son
necesidades vitales. No se preocupe por los resultados, limítese a practicar lo
que crea conveniente para usted. Un día descubrirá el milagro. El día extraño
que contraiga un resfriado, ya no se acordará del nombre de su médico. El
cajón de las medicinas estará vacío. Su estado de salud será el mejor. Será
capaz de desarrollar más trabajo a la vez que es menos emocional.
I. CALENTAMIENTO MATUTINO
La tradición taoísta nos dice que hay que abrir el corazón antes que los
ojos. (Figura 8-1). Al despertarse, no salte de la cama ni abra los ojos. Los
que seguimos el sistema taoísta creemos que cada órgano tiene un alma y un
espíritu y que tardan un poco en despertarse. Si usted es demasiado
impaciente, ellos pueden sufrir las consecuencias. Como solemos decir, las
personas precipitadas deterioran la energía de los órganos. En cambio, si
lleva a cabo un buen calentamiento matutino, el transcurrir del día será más
agradable.
Figura 8-1. Antes de abrir los ojos, abra el corazón.
Figura 8-5. Masaje a la zona del ombligo; sienta los nudos o los bultos; dé masaje para expulsar las
toxinas.
2. Doble el tronco; con los dedos pulgar e índice sujete los dedos grandes
de ambos pies. Aportarán energía a los meridianos del hígado y el bazo.
Sujete los dedos y sienta cómo pasa la energía de los pulgares al meridiano
de los pulmones y del dedo índice al intestino grueso, que está relacionado
con los meridianos del hígado y el bazo. (Figuras 8-10 y 8-11). Respire con el
estómago; al principio lento, pero incrementando el ritmo hasta que note
tensos los tendones de la médula espinal. Después relájese. Cuando termine
puede mover y golpear los pies para destensarlos. Si no alcanza a tocarlos
puede hacer el ejercicio con la parte posterior de las rodillas o con los
tobillos. En este caso activará los meridianos de la vesícula, los pulmones y el
intestino grueso.
Figura 8-10. Dóblese y agarre los dedos de los pies.
Figura 8-11. Ejercicio de extensión de los talones.
Cuando consiga más flexibilidad podrá hacerlo con los tobillos, por los
que pasan los meridianos de la vesícula, el estómago, el hígado y el bazo.
Sujétese los tobillos y sienta el calor que les transmiten las manos.
Cuando pueda estirarse aún más, trate de agarrarse los dedos de los pies y
el punto R-1, el meridiano de los riñones.
Figura 8-12. Diagrama de los meridianos de la pierna.
C. Los dientes
Es muy útil el masaje de los dientes y las encías con sal común. (Figura
8-15). Toque la sal con un dedo y frote los dientes y las encías. Asegúrese de
que tiene los dedos limpios y que las uñas no son muy largas. Dé masaje y
frote las encías por dentro y por fuera. Las encías débiles provocan
numerosas caries en los dientes. Si tiene tiempo haga los ejercicios para
dientes y encías.
El masaje de la lengua es también muy importante. (Figura 8-16).
Consulte la sección de ejercicios para la lengua del Capítulo 4.
Figuras 8-15 y 8-16. Dé masaje a los dientes y las encías con sal común. Dé masaje a la lengua
ayudándose con un dedo limpio.
D. Los Oídos
La limpieza y el ejercicio de los oídos le mantendrá más alerta y
prevendrá la pérdida de agudeza acústica.
Utilice una toalla húmeda limpia y frote y dé masaje a ambas orejas y al
interior. Vea la sección de ejercicios del oído del Capítulo 4.
E. Cuello
Utilice una toalla húmeda limpia para frotar el cuello hasta que sienta el
calor y el flujo del Chi. El cuello nos revela la edad de las personas; si está
arrugado, puede hacerle parecer mayor.
D. La Televisión
Hay personas que pasan mucho tiempo viendo televisión. Puede
aprovechar ese tiempo para, a la vez, practicar masaje Chi. Dé masaje a las
manos y los pies.
E. Las Botas
Hoy en día la gente suele utilizar botas con mucha frecuencia, lo que
dificulta la traspiración de los pies. Ya que el aire fresco no les alcanza,
busque tiempo para quitarse las botas y dar masaje a los pies.
F. Ejercicios Nocturnos
Por la noche, antes de caer dormido, haga tiempo para bañar los pies en
agua caliente durante cinco o diez minutos y frótelos para secarlos.
Caliéntelos y practique los Seis Sonidos Curativos. Haga cada uno tres veces,
siguiendo la secuencia que se describe en el libro Sistemas Taoístas para
transformar el estrés en vitalidad.
XVI. EJERCICIO COMBINADO
Desperdiciamos cada vez más tiempo en medios de transporte —coches,
autobuses, aviones, metro, trenes, etc.— y en esperar a estos medios, y parece
que va en aumento.
Utilice ese tiempo para hacer ejercicio y para refrescarse.
A. Si va conduciendo, tenga cuidado; utilice el sentido común. No haga
ningún ejercicio que distraiga la visibilidad o la atención a la carretera.
B. El cuello suele ser la zona más tensa del cuerpo y puede provocar
crispación nerviosa. Si lo siente alterado, haga ejercicios mientras conduce, o
en cualquier otra situación. Inhale aire, apriete los hombros presionando
sobre los lados y continúe tirando de las escápulas de la espalda a la vez;
tense la columna y los músculos escapulares unos momentos, después exhale
y deje caer los hombros.
C. Agárrese al asiento con las manos, apriete la espina dorsal contra el
estómago e intente hacerse una bola, con la barbilla tocando el pecho y la
pelvis y el sacro recogidos. Tense los músculos de la espalda unos momentos,
sobre todo los que rodean los riñones, y relájese. Sentirá el frescor de la
energía que sube por la espalda y baja por la parte frontal. Mantenga la
columna suelta y relajada siempre. Deje que el Chi fluya sin obstrucciones.
D. Estar sentado sobre ambas manos, con las palmas hacia arriba, le
proporcionará una revitalización general de todo el cuerpo. Sienta la energía
Chi correr desde las palmas y los dedos por los glúteos, hacia la base de la
espina dorsal. Sentirá el flujo del Chi y se encontrará refrescado en poco
tiempo.
E. Si se agarra los dedos podrá deshacerse de las emociones negativas,
como son la preocupación, el temor, la ira, etc. Diríjase a la sección de los
masajes de los dedos.
F. La limpieza y los golpecitos de los dientes son una ayuda
extremadamente importante para aclarar la mente. Cuando se encuentre
apagado, somnoliento o no pueda pensar correctamente lávese los dientes.
Vea la sección dedicada a ellos.
G. Apretando las diferentes partes del ano estimulará los órganos. Cuando
se sienta cansado o fatigado, contraiga las zonas derecha e izquierda y lleve el
Chi a los riñones. La función limpiadora de las toxinas que tienen estos
órganos aumentará, proporcionándole más energía de fuerza de vida.
Contraiga la zona derecha del ano para estimular el hígado. Así dispondrá
de más vitalidad y le será más fácil tomar decisiones. Contraiga ambas partes
del ano y lleve el Chi a los pulmones.