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NACIONAL”
PRESENTADO POR:
Espinoza Fritas Raphael Martin
HUACHO-PERU
2018
INFORME Nº 004
FECHA: 05 de Diciembre
Para PUIG PEÑA, “El Divorcio rompe unas nupcias legales y válidamente
contraídas. En esto se diferencia el divorcio de la nulidad del matrimonio que
supone un estado de derecho viciosamente establecido.
GÓMEZ SINDE, sostiene… “Podemos definir al divorcio como una de las formas
de disolución, sea cual fuere la manera y el tiempo de su celebración.
Por otro lado podremos encontrar diversas concepciones del divorcio. Según
MALLQUI REYNOSO, Max y MOMETHIANO ZUMAETA, Eloy (2001). “Derecho
de Familia”. Perú, Lima, Editorial San Marcos. Págs. 488. El divorcio-repudio, es
aquel mediante el cual solamente el marido está capacitado para divorciarse, lo
cual consiste en alejar lejos de sí a la mujer. Este es el caso típico donde la
potestad marital es elevada hasta el último extremo.
Según MALLQUI REYNOSO, Max y MOMETHIANO ZUMAETA, Eloy (2001).
“Derecho de Familia”. Perú, Lima, Editorial San Marcos. Págs. 489. El divorcio
por voluntad unilateral es aquel por el cual el vínculo matrimonial es roto sin
examen y sin motivos. Los cónyuges tienen la facultad de recuperar su libertad en
el momento que lo consideren oportuno. Un caso típico se podía apreciar en el
Código soviético de 1918, donde para romper la unión bastaba la declaración de
cualquiera de los cónyuges ante el encargado del registro civil correspondiente.
Siendo el Perú un país divorcista ya que permite el divorcio entre los cónyuges
por causales taxativas expresadas en el artículo 333° del Código Civil, no es
menos cierto que obtener el divorcio por causal resulta muchas veces una batalla
muy difícil de vencer dada la exigencia probatoria requerida en los Tribunales
Peruanos.
Es así, que el adulterio entendido como el hecho de mantener cópula sexual con
persona distinta del cónyuge es una de las causales con mayor incidencia. Sin
embargo, resulta que en la mayoría de los casos es una causal improbable al
exigirse acreditar fehacientemente el acto sexual o coito. A saber, el nacimiento de
un hijo extramatrimonial. A saber, el nacimiento de un hijo extramatrimonial
reconocido por uno de los cónyuges es la prueba indirecta más utilizada en esta
causal. No en todos los casos en los cuales uno de los cónyuges mantiene
relaciones sexuales con terceros, resulta el nacimiento de un hijo cuya partida
puede ser ofrecida como prueba en un proceso judicial de divorcio. Es así, que las
fotografías de uno de los cónyuges con persona distinta en situación más que
amical, las cartas que reflejan una relación sentimental y las testimoniales no son
medios probatorios idóneos según un sector de la jurisprudencia para acreditar
esta causal.
En el expediente N° 270-93 el juez del 10° Juzgado Civil de Lima falló declarando
fundada una demanda de divorcio por adulterio tomando en cuenta lo siguiente:
“Que, con relación a las pruebas del adulterio éstas pueden ser directas o
indirectas. A que en el caso concreto de autos si bien no existen pruebas que
acrediten de manera directa que la demandante mantienen relaciones
extramatrimoniales con otro persona, de la carta remitida por ésta a su hijo Roby,
se advierte que ésta cuenta en la referida carta que Jorge a los doce y quince,
dijo: perdonen pero es el cumpleaños de mi mujer, calificativo éste último que a
criterio de esta Judicatura se le da a la persona con quien se mantiene relaciones
íntimas y no a una amiga. Que, dicha carta constituye una declaración de la
actora en la que reconoce que mantiene relaciones extra conyugales con otra
persona”.
De igual manera, las ofensas públicas que un cónyuge infiere al otro en presencia
de varias personas reunidas o separadas también configura la causal
mencionada.
Por su parte el inciso 2 del artículo 333 del Código Civil hace referencia a la
causal de violencia física o psicológica que el Juez apreciará según las
circunstancias.
La jurisprudencia ha definido a la causal mencionada de la siguiente manera: “se
entiende por violencia física o psicológica el trato reiterado y cruel de uno de los
cónyuges hacia el otro, quien dejándose arrastrar por brutales inclinaciones,
ultraja de hecho o psicológicamente a su consorte, salvando los límites de
recíproco respeto que supone la vida en común…” (Sentencia de la Sala Civil
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, Casación N° 027-F-97).
Por otro lado para la probanza de la causal tratada resultan insuficientes las
denuncias policiales por violencia, requiriéndose, además una investigación
posterior que revele indubitablemente que el otro cónyuge realizó los maltratos; es
así que tampoco los certificados médicos por sí solos acreditan la autoría sino
únicamente el daño material exigiéndose entonces declaraci9nes de parte en las
cuales se reconozca o se infiera que el agresor es el cónyuge, testigos que den
razón suficiente de sus dichos, pericias psicológicas o psiquiátricas, también tiene
relevancia los procesos penales por faltas contra la vida, el cuerpo y la salud o por
delito de lesiones que concluyan condenando al cónyuge agresor. A propósito de
lo expuesto conviene distinguir entre causal de violencia física y el atentado contra
la vida del cónyuge prevista en el inciso 3 del artículo 333 del Código Civil, como
separación de cuerpos y divorcio, en el caso de esta última se requiere el animus
subjetivo, la intención de querer acabar con la vida del cónyuge, probándose tal
elemento con el medio que se utilizó para inferir la lesión y la intensidad del daño
causado. Es así que la utilización de armas de fuego o punzo cortantes que
hayan causado graves lesiones al cónyuge constituyen un evidente atentado
contra la vida del otro consorte.
Debo iniciar este extremo de nuestro resumen indicando que opino que la
demanda debía ser declarada infundada respecto de las causales de abandono
injustificado del hogar conyugal e imposibilidad de hacer vida en común e
improcedente respecto de las causales de violencia física y psicológica, y
atentado contra la vida del cónyuge, motivo por el cual me encuentro de acuerdo
con la sentencia emitida por la Sala Permanente de Familia de la Corte Superior
de Justicia de Lima, la misma que el 27 de julio de 2007, expidió sentencia de
vista a través de la cual revocaron la sentencia de primera instancia que
declaraba fundada la demanda y reformándola la declararon infundada.
1. ADULTERIO:
1.1. DEFINICIÓN:
Según Ob. cit. A decir de los hermanos Mazeaud , éste constituye la violación de
una obligación esencial del matrimonio: la fidelidad. Sin embargo, no cualquier
acto de infidelidad podrá configurarlo.
1.3. REQUISITOS.
2.1. DEFINICIÓN.
Ob. cit. Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia. Casación Nº. 027-F-
97. La jurisprudencia peruana, ha defendido la causal de la manera siguiente: “Se
entiende por violencia física o psicológica al trato reiterado y cruel de uno de los
cónyuges hacia otro, quien dejándose arrastras por brutales inclinaciones, ultraja
de hecho o psicológicamente o su consorte, salvando los límites del recíproco
respeto que supone la vida en común”.
A. VIOLENCIA FÍSICA.
Según Ob. cit. Sala Nº 6 Lima Expediente Nº 409-98: “..la violencia física supone
crueldad en el trato y se manifiesta mediante maltratos físicos, es decir, produce
daño material y visible y conlleva la intención del cónyuge agresor de hacer sufrir
físicamente, al otro cónyuge, infringiéndole golpes o heridas que producen
sufrimiento”.
Según CABELLO, Carmen Julia. “Divorcio y Jurisprudencia en el Perú”. Perú
1999. 2º Edición. Pág. 105. “esta causal supone "crueldad" en el tratamiento,
manifestada mediante maltratos físicos, que inflija uno de los cónyuges al otro
para hacerlo sufrir, se trata de actos que importan en especial un daño material,
visible; a diferencia de lo que ocurre en la injuria, en donde la acción se orienta
fundamentalmente a causar un perjuicio de orden moral”.
B. VIOLENCIA PSICOLÓGICA.
Este daño puede originar desde la relativa pérdida de autonomía negocial hasta
limitaciones de diversa magnitud en el disfrute de la vida, sin dejar de mencionar
las dificultades o la imposibilidad para acceder al trabajo, la pérdida de capacidad
de la persona para valerse por sí misma, la perturbación experimentada en la vida
de relación familiar y social, la repercusión en los afectos y en la creatividad, las
depresiones e inhibiciones en general.
A. ELEMENTO OBJETIVO.
Según Carmen Julia Cabello “En estos actos de crueldad, han de concurrir dos
elementos de carácter subjetivo”:
- La intención del agresor de hacer sufrir a través del maltrato al otro cónyuge.
Las condiciones para promover el divorcio por esta causa so las siguientes:
(PERALTA ANDÍA)
3.1. DEFINICIÓN:
Proviene del verbo atentar que es sinónimo de atacar, agredir e intentar. Ángel
Cornejo lo llama “Uxoricidio frustrado”.
Ob. Cit. Hernán Larraín Ríos, pág. 191.Hernán Larraín refiere: "Lo más probable,
lo casi seguro, es que persistirá en su propósito criminal y, de serle posible, lo
llevará a cabo. En estas circunstancias la ley no puede obligar al cónyuge
agraviado a continuar la vida en común con su ofensor, sin poner en grave peligro
la vida de aquél".
A. ELEMENTO OBJETIVO:
Debe decirse que está formado por actos materiales que ponen en peligro la vida
de uno de los cónyuges como son la tentativa de homicidio y las lesiones graves,
donde las lesiones simples o leves no constituyen atentado, por tanto no dan
mérito al divorcio.
B. ELEMENTO SUBJETIVO:
Está constituido por la intención o el propósito de privar la vida del otro cónyuge,
de modo tal, que las amenazas por atrevidas y violentas que sean, tampoco
constituyen atentado. Es mas, no quita al atentado su calidad de tal, cuando se
haya producido en estado de ebriedad o bajo los efectos de una gran excitación.
3.4. REQUISITOS.
La tentativa de homicidio está sumamente reprimida por las leyes penales, pero
como causal de divorcio se exigen los siguientes requisitos que a continuación se
indican:(PERALTA ANDÍA: 2008;365)
El art. 339 del C.C. dispone que la acción basada en este inciso caduca a los 6
meses de conocida la causa por el ofendido y, en todo caso, a los 5 años de
producida.
4. INJURIA GRAVE.
4.1. DEFINICIÓN:
C. ELEMENTO OBJETIVO:
D. ELEMENTO SUBJETIVO:
Ob. cit.Hernán Larraín Ríos. pág. 205. Debe ser consciente y voluntaria, el
ofensor ha de tener la intención de maltratar moralmente a su cónyuge, siendo
sus palabras o actos, reflejos del profundo desprecio que sienta al inferirlas a
aquél. Por lo que se dirá: "El actor, en suma, debe "querer" el efecto dañoso" .
4.3. CRITERIOS DE PRUEBA DEL ATENTADO CONTRA LA VIDA DEL
CÓNYUGE.
Citado por José García Salazar, en Revista Jurídica del Perú, Nos. 1-11, Enero-
Junio de 1958, p. 26. Lafaille expresa que podría conceptuarse grave cuando la
injuria es "repetida" y no tiene otro fin que el de causar un daño moral a la
persona del injuriado.
La ley señala en el art. 339 del C.C. que la acción por injuria grave caduca a los
seis meses de producida la causa.
5.1. DEFINICIÓN:
Para que el abandono sufrido por uno de los cónyuges sea causa de divorcio
deben concurrir tres elementos:
5.2. REQUISITOS.
Que el abandono se debe a conductas del otro cónyuge -p. ej., actos de
violencia física o sicológica, impedirle el ingreso al domicilio conyugal o
expulsarlo de éste, etc.-
S.S.
TICONA POSTIGO
ARANDA RODRÍGUEZ
PONCE DE MIER
VALCÁRCEL SALDAÑA
MIRANDA MOLINA
LQF/DRO
CAS. Nº 3999-2013 LIMA. DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE
HECHO.
Vista la causa número tres mil novecientos noventa y nueve – dos mil trece y
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia.
Se trata del recurso de casación interpuesto por Patricia Martha Niezen Arias
mediante escrito de fojas trescientos ochenta y cuatro, contra la sentencia de
vista de fojas trescientos treinta y seis, de fecha uno de agosto de dos mil
trece, emitida por la Segunda Sala Especializada en Familia de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que aprueba la sentencia apelada de fojas
doscientos cuarenta y seis, de fecha catorce de diciembre de dos mil doce,
en el extremo que declara fundada la demanda de Divorcio por Causal de
Separación de Hecho y disuelto el vínculo matrimonial; confirmando la misma
en el extremo que fi ja una pensión de alimentos a favor de la demandada,
revocándola en cuanto al monto establecido para la misma y reformándola
fija en el ocho por ciento (8%) del total de los ingresos que percibe el
demandante en su centro laboral, con la sola deducción de los descuentos de
ley; confirmando la sentencia apelada en lo demás que contiene.
CONSIDERANDO:
Quinto.- Que, apelada que fuera esa decisión por ambas partes (en el
extremo que se concede alimentos a la demandada y esta última, además,
en el extremo que tácitamente le deniega la indemnización solicitada), la Sala
Superior aprueba el fallo del A quo en cuanto declara fundada la demanda de
divorcio y disuelto el vínculo matrimonial, confirmando la apelada en el
extremo que fija una pensión de alimentos a favor de la demandada,
revocándola en cuanto a su monto y reformándola, la fija en un ocho por
ciento (8%) del total de ingresos que percibe el actor en su centro laboral,
con la sola deducción de los descuentos de ley, confirmándola en lo demás
que contiene, por cuanto:
i) Respecto del deber del Juez de determinar cuál de los cónyuges resulta
ser el más perjudicado con la separación, en autos ha quedado acreditado
que el demandante se retiró del hogar conyugal el día cinco de agosto de dos
mil cinco a solicitud de la demandada, conforme ella lo manifestara en la
Constancia Policial de fojas cinco y en la Evaluación Psicológica de fojas
doscientos trece, además que aquélla no demandó alimentos y que seis
meses después del retiro del hogar conyugal los cónyuges celebran la
Escritura Pública de Sustitución del Régimen Patrimonial y Liquidación de
Bienes Gananciales por la de Separación de Patrimonios, elementos de juicio
que nos llevan a determinar lo siguiente: 1) Que el demandante no hizo
abandono del hogar conyugal; 2) Que si bien el hijo tenía cuatro años de
edad al momento de producirse la separación, el padre no dejó de
preocuparse por él; 3) Que de las evaluaciones psiquiátricas y psicológicas
practicadas a las partes, fluye que luego de la separación existieron
desavenencias por la tenencia del niño; 4) Que no puede considerarse que la
cónyuge sea la más perjudicada por la separación, toda vez que si bien
el niño nació con la enfermedad de autismo típico, ello no es atribuible a
ninguno de los cónyuges y teniendo ambos la calidad de padres, sobre uno
de ellos tiene que recaer la tenencia y cuidado del menor por tratarse de un
derecho natural de los padres frente a los hijos menores de edad, en este
caso con discapacidad; precisándose además que en autos no está
acreditada la relación de causalidad entre la enfermedad de Bipolaridad I,
diagnosticada a la cónyuge en el año dos mil ocho, con los hechos que
motivaron la separación; 5) Que en el acuerdo de separación de patrimonios
se adjudicó a la demandada la mayor parte del patrimonio social constituido
por un departamento y su respectivo estacionamiento, además, al contestar
la demanda aquélla formula allanamiento a la misma; y si bien dicho
allanamiento fue declarado improcedente por tratarse de un derecho
indisponible, ello no desdice su manifestación de voluntad; ii) Respecto a los
alimentos, no opera la renuncia hecha por las partes en la conciliación
extrajudicial, pues los alimentos son irrenunciables de conformidad con el
artículo 487 del Código Civil y en autos se encuentra acreditado el estado de
necesidad de la cónyuge, quien se dedica al cuidado permanente de su hijo
que sufre de autismo típico, por lo tanto, debe confirmarse el extremo que fi
ja una pensión de alimentos, debiendo regularse de forma prudencial y con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 481 del Código Civil.
Décimo Cuarto.- Que, como se tiene dicho, este Supremo Tribunal estima
que la adjudicación preferente de los bienes conyugales a que se refiere el
artículo 345-A del Código Civil es la que se encuentra bajo la potestad del
Juez del proceso de Divorcio y si bien es cierto que las partes han optado de
mutuo propio dividirse los bienes conyugales al variar el régimen patrimonial,
ello de ninguna forma importa la adjudicación de bienes a favor del cónyuge
más perjudicado, pues no fue ese el objeto ni la finalidad que motivó al
demandante a entregar la casa conyugal a la demandada y él quedarse con
el vehículo. En consecuencia, a fin de restablecer el equilibrio económico
resultante de la ruptura matrimonial, deberá fijarse un monto indemnizatorio
acorde con el perjuicio que la separación y el divorcio en sí ocasionarán a la
demandada, para lo cual se tendrá en cuenta que la misma ya cuenta con
parte de los bienes conyugales adquiridos durante la vigencia de la sociedad
de gananciales, conforme a la distribución de bienes dispuesta en la Escritura
Pública de fecha doce de enero de dos mil seis y al hecho de que no cuenta
con trabajo alguno y además se encuentra al cuidado perenne de un hijo con
discapacidad, sufriendo ella misma trastorno de bipolaridad; en
consecuencia, estimamos que debe fijarse en la suma de diez mil nuevos
soles (S/.10,000.00) el monto por concepto de indemnización que deberá
percibir la demandada por los perjuicios ocasionados a consecuencia del
daño personal infringido y que incluye el daño moral.
3.9 SUGERENCIA: