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Hay que ayudar a los ni�os para que puedan hacer preguntas, y los padres no

deber�an responder esas preguntas a menos que realmente conocieran las respuestas.
E incluso si las supiesen deber�an decir como Buda sol�a decir a sus disc�pulos:
��No creas lo que te digo! Esa es mi experiencia, pero en el momento en que te la
cuento se vuelve falsa porque para ti no es una experiencia. Esc�chame, pero no me
creas. Experimenta, pregunta, busca. A menos que t� ni�o. mismo conozcas, tu
conocimiento no sirve; es peligroso. Un conocimiento prestado es una barrera.�
Pero los padres siguen haciendo esto: condicionar al ni�o.
Los ni�os no necesitan ning�n condicionamiento, no hay que darles ninguna
direcci�n. Hay que ayudarles a ser ellos mismos, tienen que ser apoyados,
alimentados, fortalecidos. Un verdadero padre, una verdadera madre, unos verdaderos
padres ser�n una bendici�n para el ni�o. El ni�o se sentir� inmediatamente ayuda do
por ellos, y esto le servir� para enraizarse en su naturaleza, para afianzarse,
para centrarse; de este modo, empezar� a amarse a s� mismo en vez de sentirse
culpable, y se respetar�.
Recuerda, a menos que una persona se ame a s� misma, no podr� amar a nadie m�s en
el mundo; a menos que un ni�o se respe te a s� mismo, no podr� respetar a nadie m�s
en el mundo. Por eso todo vuestro amor es artificial y todo vuestro respeto es
falso. Si no te respetas a ti mismo, �c�mo vas a respetar a nadie? A menos que
nazca en tu interior el amor por ti mismo, �ste no irradiar� a los dem�s. Primero
tendr�s que ser una luz para ti mismo, entonces tu luz se extender� y alcanzar� a
los dem�s.

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