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Comedia de la Restauración

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Carlos II era un amante de las comedias de la Restauración.

El Queen's Theatre de John Vanbrugh en Haymarket, Londres.

La comedia de la Restauración (en inglés, Restoration comedy) es el nombre que reciben


las comedias inglesas escritas e interpretadas durante el período de la Restauración desde
1660 hasta 1700. Después de que las representaciones públicas estuvieran prohibidas
durante 18 años por las autoridades puritanas, la reapertura de los teatros en 1660 significó
el renacer del teatro inglés. La comedia de la Restauración es famosa (o destacada) por su
carácter sexual explícito, una cualidad animada por el rey Carlos II (1660–1685)
personalmente y por el carácter aristocrático y libertino de su corte. El público, compuesto
por clases sociales diversas, incluye tanto a aristócratas como a sus criados y sus parásitos,
y un importante segmento de clase media. Estos aficionados al teatro gustaban de comedias
escritas con tópicos de última hora, por tramas muy populosas y apresuradas, por la
introducción de las primeras actrices profesionales, y por el auge de los primeros actores
considerados como celebridades. En este período se conoce la primera dramaturga
femenina, Aphra Behn.
Contenido
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 1 Compañías de teatro
o 1.1 Las compañías originales con patente, 1660–82
o 1.2 United Company, 1682–95
o 1.3 Guerra de los teatros, 1695–1700
 2 Actores
o 2.1 Primeras actrices
o 2.2 Primeros actores célebres
 3 Comedias
o 3.1 Comedia aristocrática, 1660–80
 3.1.1 Ejemplo. William Wycherley, La aldeana (1675)
o 3.2 La decadencia de la comedia, 1678–90
o 3.3 Renacimiento de la comedia, 1690–1700
 3.3.1 Ejemplo. John Vanbrugh, La mujer provocada (1697)
o 3.4 Final de la comedia
 4 Historia posterior
o 4.1 Historia sobre el escenario
o 4.2 Crítica literaria
 5 Lista de destacadas comedias de la Restauración
 6 Véase también
 7 Referencias
 8 Para saber más
 9 Enlaces externos

[editar] Compañías de teatro


[editar] Las compañías originales con patente, 1660–82

Carlos II fue un mecenas activo e interesado en el teatro. Poco después de su restauración,


en 1660, concedió derechos exclusivos de representación, las llamadas patentes reales, a la
King's Company y la Duke's Company, dirigidas por dos dramaturgos de mediana edad
carolinos, Thomas Killigrew y William Davenant. Los patentados se pelearon por los
derechos de representación de obras de la generación anterior, jacobinas y carolinas, que
suponían la primera necesidad para la supervivencia económica antes de que pudiera surgir
cualquier obra nueva. Su siguiente prioridad fue construir nuevos, espléndidos teatros con
patentes en Drury Lane y Dorset Gardens, respectivamente. Esforzándose por superar al
otro en magnificencia, Killigrew y Davenant acabaron teniendo teatros bastante parecidos,
ambos diseñados por Christopher Wren, ambos adecuados para la música y la danza, y
ambos dotados de escenarios móviles y elaborada maquinaria para producir truenos,
relámpagos y olas.
El público de principios del período de la Restauración no era exclusivamente cortesana,
como se ha supuesto algunas veces, pero era bastante pequeña y difícilmente podía
mantener a dos compañías. No había ninguna reserva sin aprovechar de aficionados al
teatro. Diez representaciones consecutivas constituían un rotundo éxito. Este sistema tan
cerrado forzaba a los dramaturgos a ser extremadamente sensibles al gusto popular. Las
modas en el drama cambiaban semana a semana, más que de una temporada a otra, pues
cada compañía reaccionaba a las ofertas de la otra, y se buscaba urgentemente nuevas
obras. La King's Company y la Duke's Company compitieron entre sí por el favor del
público, por los actores populares, y por nuevas obras, y en este clima nacieron y
florecieron nuevos géneros como el drama heroico, el drama patético y la comedia de la
Restauración.

[editar] United Company, 1682–95

Tanto la cantidad como la calidad del teatro sufrieron cuando en 1682 la Duke's Company,
más exitosa, absorbió a la luchadora King's Company, y así se formó la United Company.
La producción de nuevas obras descendió drásticamente en los años 1680, afectada tanto
por el monopolio y la situación política (véase Declive de la comedia más abajo). La
influencia y los ingresos de los actores también descendieron. A finales de los años 1680,
inversionistas rapaces ("Aventureros") convergieron en la United Company, mientras que
la dirección fue asumida por el abogado Christopher Rich. Rich intentó financiar una
maraña de acciones "provechosas" y socios durmientes mediante una reducción radical de
los salarios y, peligrosamente, aboliendo las gratificaciones tradicionales de los intérpretes
principales, que eran estrellas con el poder de contraatacar.

[editar] Guerra de los teatros, 1695–1700

Los propietarios de las compañías, escribió el joven empleado de la United Company,


Colley Cibber, "que habían hecho de la escena un monopolio, y consecuentemente creyeron
que podrían imponer aquellas condiciones que desearan sobre su gente, no tuvieron en
cuenta que durante todo este tiempo se esforzaban por esclavizar a un grupo de actores a los
que el público apoyaba." Intérpretes como el legendario Thomas Betterton, la trágica
Elizabeth Barry, y la joven comedianta en alza Anne Bracegirdle tenían al público de su
parte y, confiados en esto, se marcharon.

Los actores obtuvieron una "licencia para interpretar" real, puenteando de este modo la
propiedad de Rich sobre las dos patentes originales, tanto de la de Duke's Company como
la King's, que databan de 1660, y formaron su propia compañía cooperativa. Esta empresa
única fue constituida con reglas detalladas para evitar la arbitrariedad en la autoridad
administrativa, regulando las participaciones de los diez actores, las condiciones de los
empleados asalariados, y los beneficios por enfermedad y retiro de ambas categorías. La
cooperativa tuvo la buena suerte de abrir en 1695 con el estreno de la famosa Love For
Love de William Congreve y la habilidad para hacer de ella un gran éxito de taquilla.

De nuevo tenía Londres dos compañías rivales. Su carrera por atraer al público revitalizó
brevemente el teatro de la Restauración, pero también lo colocó en el irremediable camino
de la decadencia hacia el más bajo común denominador del gusto del público. La compañía
de Rich ofreció atracciones del tipo de la feria de san Bartolomé — luchadores,
malabaristas, funambulistas, animales en escena — mientras que los actores cooperativos,
al mismo tiempo que apelaban al esnobismo presentándose como la único campañía
dramática legítima de Londres, no quedaron por encima pues recurrieron a "prólogos
recitados por niños de cinco años, y epílogos declamados por damas a caballo" (Dobrée,
xxi). La demanda de nuevas obras estimuló a William Congreve y John Vanbrugh a escribir
algunas de sus mejores comedias, pero también hizo nacer un nuevo género, la comedia
sentimental que pronto iba a reemplazar a la comedia de la Restauración en el favor del
público.

[editar] Actores
[editar] Primeras actrices

Nell Gwynn, una de las primeras actrices y amante del rey Carlos II, grabado hecho por T.
Wright según una pintura de Peter Lely, publicado en 1851 en Beauties of the Court of
Charles the Second (Bellezas de la corte de Carlos II).

La comedia de la Restauración se vio fuertemente influida por la introducción de las


primeras actrices profesionales. Antes del cierre de los teatros, todos los papeles femeninos
fueron interpretados por chicos jóvenes y el público de los años 1660 y 1670,
predominantemente masculino, se sentía curioso, hipercrítico y encantado con la novedad
de ver a auténticas mujeres implicadas en réplicas agudas e indecentes e interpretando
escenas de seducción física. Samuel Pepys se refiere muchas veces en sus famosos diarios a
las visitas que hacía al teatro para ver, una y otra vez, la interpretación de alguna actriz en
particular, y cuánto disfrutaba estas experiencias.

Escenas de comedia atrevidamente sugerentes que involucraban a mujeres se hicieron


especialmente abundantes, aunque por supuesto se esperaba que las actrices de la
Restauración, lo mismo que los actores masculinos, hicieran justicia a todo tipo de obras y
tonos. (Su papel en el desarrollo de la tragedia de la Restauración es también importante,
véase el género "tragedia femenina".)
Una nueva especialidad es casi tan temprana como las actrices: el "breeches role" o "papel
con calzones". Así se denomina al papel de una actriz que tenía que aparecer vestida de
hombre, siendo los calzones unos pantalones ajustados que llegaban a la rodilla, la
vestimenta usual de los hombres de la época; interpretaban, por ejemplo, a la ingeniosa
heroína que se disfraza de chico para ocultarse, o para llevar a cabo escapadas prohibidas
para las chicas. Una cuarta parte de las obras producidas en la escena londinenense entre
1660 y 1700 contenía "papeles con calzones". Al interpretar a estos personajes travestidos,
las mujeres se comportaban con una libertad que la sociedad sólo permitía a los hombres, y
algunas críticas feministas, como Jacqueline Pearson, consideran que eran una subversión
de los roles sexuales tradiciones y otorgaban poder a las mujeres del público. Elizabeth
Howe, sin embargo, ha objetado que el disfraz masculino, en relación con los textos que
interpretaban, prólogos y epílogos, aparece como "poco más que otro medio de presentar a
la actriz como un objeto sexual" para los espectadores masculinos, al mostrar su cuerpo,
normalmente oculto por la falda, delineado en un traje masculino.

Entre las actrices exitosas de la Restauración estuvieron la amante de Carlos II, Nell Gwyn,
la trágica Elizabeth Barry quien era famosa por su habilidad de "conmover las pasiones" y
hacer que todo el público llorase, la comedianta de los años 1690 Anne Bracegirdle, y
Susanna Mountfort (también conocida como Susanna Verbruggen), que consiguió que se
escribieran muchos de estos "papeles con calzones" especialmente para ella durante los
años 1680 y 1690. Las cartas y las memorias de la época muestran que tanto los hombres
como las mujeres del público disfrutaban mucho de las personificaciones fanfarronas y
jaraneras de jovencitas luciendo calzones y por lo tanto gozando de la libertad social y
sexual propia del libertino masculino de la Restauración.

[editar] Primeros actores célebres

Thomas Betterton interpretó al irresistible Dorimant en la obra de George Etherege Hombre


a la moda (Man of Mode). La habilidad interpretativa de Betterton fue alabada por Samuel
Pepys, Alexander Pope, y Colley Cibber.

Durante el período de la Restauración, tanto los actores como las actrices que pisaban los
escenarios londinenses se hicieron por vez primera personalidades públicas y auténticas
celebridades. Los documentos de la época muestran a públicos atraídos a las
representaciones por el talento de un actor de particular, lo mismo que por obras concretas,
y más que por los autores (que parecen haber sido el elemento menos importante, sin que se
anunciara al autor de las obras hasta 1699). Aunque los teatros estaban concebidos para
grandes audiencias —el segundo teatro de Drury Lane desde 1674 tenía 2.000
espectadores— eran de diseño compacto, y el carisma de un actor podía proyectarse
inmediatamente desde el escenario con plataforma avanzada.

Con dos compañías compitiendo por sus servicios desde 1660 hasta 1682, los actores
estrella tenían la posibilidad de negociar repartos de estrellas, participar en las acciones de
la compañía y las noches cuyos beneficios les corresponderían, además de obtener salarios.
Esta situación ventajosa cambió cuando las dos compañías se unieron en 1682, pero la
manera en que los actores se rebelaron y asumieron la dirección de la nueva compañía en
1695 es, en sí misma, una ilustración de cuánto se había desarrollado su estatus y poder
desde 1660.

Las estrellas más destacadas entre los actores de la Restauración fueron Elizabeth Barry (la
"famosa Sra. Barry" quien "forzó las lágrimas en los ojos de todo el público") y Thomas
Betterton, ambos muy activos en la organización de la revuelta de actores de 1695 y
titulares de patentes originales en la cooperativa de actores resultante.

Betterton interpretó todos los grandes papeles masculinos desde 1660 hasta el siglo XVIII.
Después de ver Hamlet en 1661, Samuel Pepys escribe en su diario que el joven novato
Betterton "hizo el papel de príncipe más allá de la imaginación". Las expresivas
interpretaciones de Betterton parece que atrajeron a aficionados al teatro con tanta fuerza
como la novedad de ver a mujeres en el escenario. Pronto quedó establecido como el
hombre principal de la Duke's Company, e interpretó a Dorimant, el libertino de la
Restauración irresistible y seminal, en el estreno de la obra de George Etherege Hombre a
la moda (1676). La posición de Betterton permaneció inatacable a lo largo de los años
1680, tanto como el líder de la United Company como su director de escena y gerente
cotidiano. Permaneció leal a Rich más que la mayoría de sus compañeros, pero al final fue
él quien dirigió la huelga de 1695, y quien se convirtió en el director artístico de la nueva
compañía.

[editar] Comedias
La variedad y los vertiginosos cambios de moda son típicos de la comedia de la
Restauración. Aunque el tema "teatro de la Restauración" de los libros de texto trata juntas
todas las obras, de manera que parece que todas ellas eran contemporáneas lo cierto es que
los estudiosos distinguen la rápida evolución del teatro inglés a lo largo de estos cuarenta
años, y de sus causas sociales y políticas. Se reconoce igualmente la influencia de la
competición entre compañías de teatro y la economía de los teatros.

La comedia de la Restauración tuvo dos momentos álgidos. El género llegó a una


espectacular madurez a mediados de los años 1670 con una serie de comedias
aristocráticas. Siguieron veinte años flacos a esta corta edad de oro, aunque deben
destacarse los logros de Aphra Behn en los años 1680. A mediados de los años 1690 hay un
segundo y breve renacimiento de la comedia de la Restauración, que tenía como objetivo
un público más amplio. Las comedias de los dorados años 1670 y 1690 difieren
extraordinariamente entre sí. Se ha intentado más abajo ilustrar el cambio de gusto
generacional describiendo La aldeana (The Country Wife, 1676) y La mujer provocada
(The Provoked Wife, 1697) con cierto detalle. Estas dos obras difieren una de otra en
algunos rasgos que son típicos, lo mismo que una película de Hollywood de los años 1950
es distinta de una de los años 1970. Las obras no son, sin embargo, señaladas como
"típicas" de sus décadas. De hecho, no hay comedias típicas de los años 1670 o 1690;
incluso dentro de estos breves momentos cumbre, los tipos de comedia siguieron
cambiando y multiplicándose.

[editar] Comedia aristocrática, 1660–80

El teatro de los años 1660 y 1670 fue revitalizado por la competición entre las dos
compañías con patentes creadas con la Restauración, así como por el interés personal de
Carlos II, y los dramaturgos cómicos respondieron a la demanda de nuevas obras. Robaron
alegremente de la escena contemporánea francesa y española, de las obras inglesas
jacobinas y carolinas, e incluso de las comedias clásicas griegas y romanas, y combinaron
las líneas de la trama de la manera más atrevida. Las diferencias de tono en una misma obra
no era algo criticado, sino más bien apreciado, pues el público aplaudía la "variedad" tanto
entre las obras como dentro de la misma obra. Las primeras audiencias de la Restauración
sentían poco entusiasmo por las comedias de estructura simple y bien formadas como las de
Molière; querían acciones con diversas tramas, apresuradas, atestadas y un ritmo rápido.
Incluso un toque de alto drama heroico podía añadirse a la mezcla de comedia, como ocurre
en la obra de George Etherege Amor en una tina (Love in a Tub, 1664), que tiene una trama
en verso heroico sobre el "conflicto entre el amor y la amistad", otra de ingeniosa comedia
urbana y otra trama burlesca "de calzoncillos", al quedar el personaje sin pantalones y tener
que vestirse con una tina de las usadas como bañera. Este tipo de incongruencias
contribuyeron a que se tuviera en poca estima a la comedia de la Restauración en los siglos
XVIII, XIX y principios del XX, pero hoy en día la experiencia teatral total de la
Restauración es valorada sobre la escena, así como por los críticos académicos
postmodernos.

Las comedias antisentimentales o "duras" de John Dryden, William Wycherley, y George


Etherege reflejaban la atmósfera de la corte, y celebraban con franqueza un estilo de vida
del macho aristocrático de intriga y conquista sexual continuas. John Wilmot, segundo
Conde de Rochester, verdadero libertino de la Restauración, cortesano y poeta, está
representado favorablemente en la obra de Etherege Hombre a la moda (1676) como un
aristócrata intelectual, ingenioso, bullicioso y sexualmente irresistible, un modelo para la
posteridad sobre lo que era un glamuroso libertino de la Restauración (en realidad nunca
fue un personaje muy usual en la comedia de la época). La obra de Wycherley El hombre
sincero (The Plain-Dealer, 1676), una variación sobre el tema de Molière El misántropo,
fue altamente considerado por su sátira sin compromiso y consiguió para Wycherley el
apelativo de "Plain Dealer" Wycherley o "Manly" Wycherley, siguiendo el nombre del
principal personaje, Manly. La obra que apoya más el cargo de obscenidad que siempre se
ha imputado a la comedia de la Restauración es probablemente la obra de Wycherley La
aldeana (1675).
William Wycherley, La aldeana: "Santo Cielo, yo también quiero algo de porcelana.
Estimado señor Horner, no pretenda dar piezas de porcelana a otras personas y a mí
ninguna; invíteme a mí también."

[editar] Ejemplo. William Wycherley, La aldeana (1675)

La aldeana tiene tres tramas ligadas pero fácilmente distinguible, cada una con su propio
tono:

1. El truco de la impotencia del señor Horner proporciona la historia principal y el principio


sobre el que se organiza la obra. Un libertino de clase alta, el urbanita Sr. Horner emprende
una campaña para seducir tantas damas respetables como le sea posible, primero
difundiendo el falso rumor de su propia impotencia, para que se le permita entrar donde
ningún hombre completo puede ir. El truco tiene gran éxito y Horner tiene relaciones
sexuales con muchas damas casadas de reputación virtuosa, cuyos maridos están felices de
dejarle a solas con ellas. Hay una escena famosa e indignante, la "escena de la porcelana",
en la que las relaciones sexuales se supone que han tenido lugar repetidamente justo fuera
del escenario, donde Horner y su amante llevan a cabo un largo diálogo de doble sentido,
lleno de sobreentendidos sobre la colección de porcelana de Horner. La aldeana es una
obra que va avanzando por momentos en que casi se descubre la verdad sobre el valor
sexual de Horner (y por lo tanto la verdad sobre las damas respetables), de los cuales se
libra gracias a su rápido ingenio y buena suerte. Horner nunca llega a reformarse, y
mantiene el secreto hasta el final; se asume que cuando caiga el telón, Horner seguirá
alegremente cosechando los frutos de la desinformación difundida.

2. La vida marital de Pinchwife y Margery se basa en la obra de Molière La escuela de las


mujeres. Pinchwife es un hombre de mediana edad que se ha casado con una ignorante
muchacha pueblerina con la esperanza de que ella no le pondrá los cuernos. Sin embargo,
Horner la enseña, y Margery se abre paso a través de la sofisticación de un matrimonio
londinense sin darse cuenta. Está entusiasmada con la belleza viril de los galanes de la
ciudad, los libertinos, y especialmente los actores de teatro (este tipo de bromas
autoreferenciales a la escena estaban alimentadas por el nuevo alto estatus de los actores), y
mantiene a Pinchwife en estado de continuo horror ante la brutal franqueza de su esposa y
su abierto interés por el sexo. Una broma repetida es la manera en que los celos patológicos
de Pinchwife siempre le llevan a proporcionar a Margery justo la clase de información que
él desea que ella no tenga.
3. El noviazgo entre Harcourt y Alithea es, por comparación, una edificante historia de
amor en la que el ingenioso Harcourt obtiene la mano de la hermana de Pinchwife, Alithea.

[editar] La decadencia de la comedia, 1678–90

Cuando las dos compañías se unieron en 1682 y la escena londinense se convirtió en un


monopolio, disminuyó drásticamente tanto el número como la variedad de obras nuevas
que se escribían. Hubo un cambio desde la comedia al drama político serio, lo que refleja
las preocupaciones y divisiones que siguieron al Complot papista de 1678 y la Crisis de la
exclusión de 1682. Las pocas comedias que se produjeron tendieron a centrarse en lo
político, con el dramaturgo whig Thomas Shadwell luchando con los tories John Dryden y
Aphra Behn. El logro único de Behn como una de las primeras escritoras profesionales ha
sido objeto de muchos estudios recientes.

[editar] Renacimiento de la comedia, 1690–1700

Durante la segunda ola de la comedia de la Restauración en los años 1690, las comedias
"más suaves" de William Congreve y John Vanbrugh reflejaron las percepciones culturales
cambiantes y un gran cambio social. Las obras de los años 1690 parece que se dirigían a
públicos con mayor mezcla de clases con un fuerte elemento de clase media, y a
espectadoras femeninas, por ejemplo trasladando la guerra de sexos del área de la intriga a
la del matrimonio. El foco de la comedia está menos en jóvenes amantes más listos que la
anterior generación, que en las relaciones maritales posteriores a las campanas de boda. La
oscura obra de Thomas Southerne La excusa de las esposas (The Wives' Excuse, 1691) no
es aún muy "suave": muestra a una mujer miserablemente casada con un petimetre,
Friendall, el amigo de todo el mundo, cuyas locuras e indiscreciones minan el valor social
de su esposa, pues el honor de la mujer va ligado al del marido. La Sra. Friendall es
perseguida por un pretendiente, un libertino prosaico carente de todas las cualidades que
hacían encantador al Dorimant de Etherege, y ella se abstiene de actuar o elegir debido a la
falta de atractivo de todas sus opciones. Todo el humor de esta "comedia" radica en las
tramas secundarias de persecución amorosa y fornicación, y no en la historia principal.

En las obras de Congreve Amor por amor (Love for Love, 1695) y Así va el mundo (The
Way of the World, 1700), los "duelos de ingenio" entre amantes típicos de la comedia de los
años 1670 son muy flojos. Las piezas "toma y daca" de parejas que están aún probando su
atracción mutua se han cambiado por ingeniosos debates prenupciales en vísperas del
matrimonio, como en la famosa "escena de la condición" en Así va el mundo (1700). La
obra de Vanbrugh La mujer provocada (1697) sigue las huellas de La excusa de las esposas
de Southerne, con un toque más ligero y personajes más humanamente reconocibles.

[editar] Ejemplo. John Vanbrugh, La mujer provocada (1697)


John Vanbrugh, La mujer provocada: "Estos son buenos tiempos. Una mujer puede tener
un galán y también una pensión alimenticia.".

La mujer provocada es una especie de obra de tesis de la Restauración dado que trata sobre
la posición legal subordinada de la mujer casada y las complejidades de un "divorcio" y
separación, temas que habían destacado a mediados de los años 1690 por algunos casos
famosos ante la Cámara de los Lores.

Sir John Brute en La mujer provocada está cansado de su matrimonio. Llega borracho a
casa todas las noches y continuamente es grosero e insultante hacia su mujer. Al tiempo,
ella se ve tentada de embarcarse en un lío amoroso con el ingenioso y fiel Constant. El
divorcio no es una opción para ninguno de los Brute, pero hay formas de separación legal
que habían aparecido recientemente, y podrían asegurarle una pensión alimenticia separada
a la esposa. Este tipo de arreglo no permitiría que se volvieran a casar. Aun así, reflexiona
Lady Brute, en una de las muchas discusiones que tiene con su sobrina Bellinda, "Estos son
buenos tiempos. Una mujer puede tener un galán y una también una pensión alimenticia".

Bellinda es al mismo tiempo cortejada de manera áspera por el amigo de Constant, llamado
Heartfree, que queda sorprendido y consternado cuando descubre que está enamorado de
ella. El mal ejemplo de los Brute es una advertencia constante para Heartfree en contra del
matrimonio.

La mujer provocada es una obra de conversación, cuyo foco de atención está menos en las
escenas de amor y más en las discusión entre las amigas (Lady Brute y Bellinda) y los
amigos (Constant y Heartfree). Estos intercambios, aunque están llenos de bromas, son
reflexivos y tienen un toque de melancolía y frustración.

Después de una complicación respecto a una carta falsificada, la obra finaliza con el
matrimonio entre Heartfree y Bellinda y el estancamiento entre los Brute. Constant
continúa cortejando a Lady Brute, y ella sigue sin saber qué hacer.

[editar] Final de la comedia

La tolerancia hacia la comedia de la Restauración, incluso en su forma modificada, acabó


agotándose al final del siglo XVII, pues la opinión pública se volvió hacia la respetabilidad
y la seriedad incluso más rápido que los dramaturgos. Había una serie de causas
relacionadas con este cambio de gustos, entre ellas el cambio demográfico, la Revolución
gloriosa de 1688, el desagrado de Guillermo y María por el teatro y los pleitos que se
plantearon contra dramaturgos por la Sociedad para la Reforma de las Costumbres
(fundada en 1692). Cuando Jeremy Collier atacó a Congreve y Vanbrugh en su Breve
tratado sobre la impiedad e inmoralidad de la escena inglesa (Short View of the
Immorality and Profaneness of the English Stage) en 1698, estaba confirmando un cambio
en los gustos del público que ya había tenido lugar. En el estreno estelar muy esperado en
1700 de Así va el mundo, la primera comedia de Congreve en cinco años, el público mostró
sólo un moderado entusiasmo por esta obra sutil, casi melancólica. La comedia de sexo e
ingenio iba a ser reemplazada por el teatro de sentimientos obvios y moralidad ejemplar.

[editar] Historia posterior


[editar] Historia sobre el escenario

Durante los siglos XVIII y XIX, la franqueza sexual de la comedia de la Resturación hizo
que los productores usaran parte de ellas o lo adaptaran en profundidad, más que realmente
interpretarlas. Hoy, la comedia de la Restauración es de nuevo muy apreciada para los
escenarios. Los clásicos, como La aldeana y El hombre sincero (de Wycherley), Hombre a
la moda (de Etherege), así como Amor por amor y Así va el mundo (de Congreve)
compiten no sólo con la obra de Vanbrugh La reincidente (The Relapse) y La mujer
provocada, sino también por parte de comedias más oscuras y menos divertidas como La
excusa de las esposas de Southerne. Aphra Behn, en un tiempo considerada irrepresentable,
tiene hoy un gran renacimiento, con El vagabundo (The Rover) siendo pieza de repertorio.

[editar] Crítica literaria

El desagrado por las impropiedades sexuales mantuvo a la comedia de la Restauración por


largo tiempo no sólo lejos de la escena, sino también encerrada en el armario de los
venenos de los críticos. Los críticos victorianos como William Hazlitt, aunque valoraban la
energía y "fuerza" lingüística de los escritores canónicos como Etherege, Wycherley, y
Congreve, siempre equilibraban la alabanza estética con una fuerte condena moral. Aphra
Behn recibió la condena sin la alabanza, dado que la comedia sexual abierta era
considerada particularmente ofensiva cuando provenía de una escritora. Al llegar el siglo
XX, comenzaron a aparecer una sitiada minoría de académicos entusiasmados por la
comedia de la Restauración, como el importante editor Montague Summers, cuya obra
aseguró que las obras de Aphra Behn siguieran imprimiéndose.

"Los críticos siguen asombrosamente a la defensiva sobre las obras maestras de esta
época", escribió Robert D. Hume en fecha tan tardía como 1976. Sólo a lo largo de las
últimas décadas esta afirmación ha resultado falsa, pues la comedia de la Restauración ha
sido reconocida como un sujeto gratificante para análisis de alta teoría y la obra de
Wycherley La aldeana, durante mucho tiempo considerada la más obscena obra de teatro
del idioma inglés, se ha convertido en una especie de favorita de los académicos. Escritores
cómicos "menores" están llamando gran parte de la atención, especialmente la generación
de dramaturgas posteriores a Aphra Behn, que aparecieron en torno al año 1700, como
Delarivier Manley, Mary Pix, Catharine Trotter, y Susannah Centlivre. Un amplio estudio
de la mayoría de las comedias de la Restauración nunca impresas se ha hecho posible a
través de Internet, aunque sólo por subscripción, a las primeras ediciones en la British
Library.

[editar] Lista de destacadas comedias de la Restauración

El vagabundo por Aphra Behn es hoy una pieza de repertorio.

 Charles Sedley, El jardín de las moras (The Mulberry-garden, 1668)


 George Villiers, segundo Duque de Buckingham, El ensayo (The Rehearsal, 1671)
 John Dryden, Matrimonio a la moda, (Marriage-A-la-Mode, 1672)
 William Wycherley, La aldeana (The Country Wife, 1675), El hombre sincero (The
Plain-Dealer, 1676)
 George Etherege, Amor en una tina (Love in a Tub, 1664), Hombre a la moda (The
Man of Mode, 1676)
 Aphra Behn, El vagabundo (The Rover, 1677), Los cabezas peladas (The
Roundheads, 1681), El vagabundo, segunda parte (The Rover, Part II, 1681), Golpe
de suerte (The Lucky Chance, 1686)
 Thomas Shadwell, Bury Fair (1689)
 Thomas Southerne, Sir Anthony Love (1690), La excusa de las esposas (The Wives
Excuse, 1691)
 William Congreve, El Solterón (The Old Bachelor, 1693), Amor por amor (Love
For Love, 1695), Así va el mundo (The Way of the World, 1700)
 John Vanbrugh, La reincidente (The Relapse, 1696), La mujer provocada (The
Provoked Wife, 1697)
 George Farquhar, Amor y una botella (Love and a Bottle, 1698), La pareja
constante (The Constant Couple, 1699), Sir Harry Wildair (1701), El oficial de
reclutamiento (The Recruiting Officer, 1706), La estratagema de los galanes (The
Beaux' Stratagem, 1707)
 Susannah Centlivre, El esposo perjuro (The Perjured Husband, 1700), The Basset-
Table, (1705), The Busie Body (1709)

[editar] Véase también


 Restauración inglesa
 Estilo de la Restauración
 Ensayo sobre Poesía dramática
 John Rich

[editar] Referencias
Este artículo es traducción de la wikipedia inglesa, que cita como fuentes:

 Cibber, Colley (1.ª edición 1740, Everyman's Library ed. 1976). An Apology for the
Life of Colley Cibber. Londres: J. M. Dent & Sons.
 Dobrée, Bonamy (1927). Introducción a The Complete Works of Sir John
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 Howe, Elizabeth (1992). The First English Actresses: Women and Drama 1660–
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 Milhous, Judith (1979). Thomas Betterton and the Management of Lincoln's Inn
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 Pearson, Jacqueline (1988). The Prostituted Muse: Images of Women and Women
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 Stone, Lawrence (1990). Road to Divorce:England 1530–1987. Oxford: Oxford
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 Van Lennep, William (ed.) (1965). The London Stage 1660–1800: A Calendar of
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[editar] Para saber más


Esta es una selección de estudios críticos seminales.

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 Markley, Robert (1988). Two-Edg'd Weapons: Style and Ideology in the Comedies
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 Weber, Harold (1986). The Restoration Rake-Hero: Transformations in Sexual
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 Zimbardo, Rose A. (1965). Wycherley's Drama: A Link in the Development of
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[editar] Enlaces externos


 Teatros de la Restauración
 Proyecto de base de datos sobre el teatro de la Restauración
 Base de datos del siglo XVII
 Aphra Behn, The Rover
 William Congreve, Love For Love
 William Congreve, The Way of the World
 George Etherege, The Man of Mode
 John Vanbrugh, The Provoked Wife. Con precaución, es un texto condensado y
expurgado.
 William Wycherley, The Country Wife
 William Wycherley, The Gentleman Dancing-Master

También podría gustarte