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En Chile, la ley define la enfermedad profesional como aquella "causada de una manera directa

por el ejercicio de la profesión o el trabajo que realice una persona y que le produzca incapacidad
o muerte" (artículo 7° LATEP). El inciso segundo del mismo artículo reenvía a un Reglamento la
misión de enumerar las enfermedades que deben considerarse como profesionales, lista que está
contenida en el artículo 19 del Decreto Supremo Nº 109, de 7 de junio de 1968, que aprueba el
Reglamento para la calificación y evaluación de enfermedades profesionales.

La enumeración, como se verá, es flexible en el tiempo, y tiene un carácter meramente


enunciativo. En efecto, el artículo 20 del Reglamento, en consonancia con lo dispuesto por el
artículo 7 de la LATEP, establece que la lista de las enfermedades profesionales y de sus agentes
debe revisarse por la Superintendencia de Seguridad Social cada tres años a lo menos, lo que le
otorga una flexibilidad temporal.

Del mismo modo, el inciso 3° del artículo 7 de la LATEP, faculta al afectado por una enfermedad
para acreditar ante el organismo administrador respectivo (p. ej. Mutual de Seguridad) la
naturaleza profesional de una enfermedad que no estuviere contemplada en la lista, proveyendo
al concepto de enfermedad profesional una elasticidad sustancial que juzgamos razonable y
prudente4.

En efecto, el artículo 22 del Decreto Supremo nº 109 establece el procedimiento que tienen los
trabajadores para determinar su una enfermedad no comprendida en la lista puede calificar como
profesional. En ese contexto, el afectado "debe solicitar que se le practiquen exámenes para
estudiar la eventual existencia de una enfermedad profesional, en caso que existan o hayan
existido en el lugar de trabajo, agentes y/o factores de riesgo que pudieran asociarse a esa
enfermedad". De esta suerte, la calificación como profesional de una enfermedad no establecida
en el Reglamento podrá tener éxito, en la medida que el trabajador la hubiera contraído como
consecuencia directa de la profesión o del trabajo realizado, y se acredite la existencia de agentes
específicos que entrañen el riesgo respectivo.

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