CAPITULO I
SUBVERSION Y CONTRASUBVERSION
“En tiempos antiguos los buenos guerreros buscaron primero su vulnerabilidad y luego la vulnerabilidad de sus
enemigos. Lo invencible esta en uno mismo, lo vulnerable en el oponente”.
1.1. GENERALIDADES
En este capítulo se trata el tipo de actividad que es
típica de una insurrección. Se incluye una visión
general de la insurrección para familiarizar al
comandante en operaciones de contraguerrilla con el
insurgente. Se plantea acerca del método usado para
derrotar la insurrección y sobre la diferencia que hay
entre las operaciones de contrainsurrección y las de
contraguerrilla.
1.1.1. Tipos de conflicto
El peligro de perder la estabilidad nacional es
mayor en un conflicto convencional, pero la
probabilidad de que tal evento ocurra es relativamente
baja. De otra parte, la amenaza no es tan seria en los
conflictos de contrainsurrección, pero la probabilidad
de que estos ocurran es mucho más elevada. Los
conflictos convencionales implican un estado de
beligerancia abierto entre naciones y una
confrontación directa de sus fuerzas armadas. La
insurrección se refiere a una situación en la que un
país se ve amenazado desde el frente externo e
interno, y que busca derrocar al gobierno legítimo o
conseguir manipularlo indirecta pero eficazmente.
1.2. SUBVERSION.
La subversión se refiere al esfuerzo organizado por
algún sector de la población civil de un país con el
fin de resistir, oponerse o reemplazar al gobierno
existente.
Muchos de los métodos de la resistencia son parte
común del modo de actuar del movimiento
revolucionario. No puede haber revolución sin un
movimiento de resistencia pero puede haber un
movimiento de resistencia sin revolución cuando los
implicados no contemplan el reemplazo de quienes
ocupan el poder político.
1.2.1. Condiciones previas.
Hay tres condiciones que existen antes que pueda
ocurrir la insurrección:
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Sun Tzu.
1.2.1.1. Población vulnerable: por cualquier
razón social, política o económica la población esta
dispuesta a cambiar. Los insurgentes ofrecen
esperanza de que ocurra un cambio y explotan el
descontento con el gobierno actual.
1.2.1.2. Existencia de liderazgo para dar
dirección: una población vulnerable no producirá
por sí sola un movimiento insurgente. Tiene que
haber un elemento de dirección que pueda canalizar
el descontento del pueblo por rutas trazadas de
acuerdo con la estrategia general de la insurrección.
1.2.1.3. Falta de control y presencia por parte
del Estado: la falta de presencia y control por parte
del Estado puede ser verdadera o percibida. Cuanto
mayores sean estos factores, menores serán los
triunfos para la insurrección.
1.2.2. Otras condiciones requeridas.
Hay otras condiciones que existen o pueden ser
creadas para el triunfo de la insurrección, a saber:
1.2.2.1. Apoyo Popular: el apoyo puede ser
pasivo o activo. No es necesario que la población
entera apoye activamente la insurrección pero la
mayoría debe apoyarla pasivamente.
1.2.2.2. Unidad: el lema general de la
insurrección tiene que constituir el aglutinante que
una e impulse a los implicados a buscar el mismo fin.
Las actividades y el esfuerzo del movimiento
insurgente tienen que ser debidamente encauzados
mediante un liderazgo efectivo.
1.2.2.3. Espíritu de resistencia: no basta con
que la población se oponga a su gobierno
pasivamente; por lo menos una parte tiene que estar
dispuesta a resistir activamente.
1.2.2.4. Disciplina: este aspecto exige obediencia
y subordinación total, como condición de seguridad
en las acciones de la causa.
1.2.2.5. Inteligencia: debido a que el
movimiento insurgente es generalmente inferior a las
fuerzas del Estado en efectivos y capacidad de
combate, su servicio de inteligencia debe
proporcionarle seguridad a la organización y darle la
información necesaria para conducir con éxito sus
acciones.
1.2.2.6. Ambiente favorable: esto incluye las
actividades, el ambiente político y la situación
económica, las dificultades naturales, que de alguna
manera sean convenientes para la subversión.
1.2.2.7. Apoyo externo: históricamente se
considera que el apoyo externo es necesario para el
éxito. Este apoyo puede ser material o sicológico.
Algunas formas de apoyo externo físico son: equipo,
armamento, abastecimientos, munición, personal y
unidades de combate. El apoyo externo sicológico
incluye el respaldo dado a la resistencia mediante su
reconocimiento diplomático y el ejercicio de
influencia en el concierto internacional en beneficio
político y económico del movimiento.
1.2.2.8. Medios de financiación: cuando el
apoyo exterior se limita o desaparece por completo, el
movimiento insurgente tiene que reemplazarlo de
manera inmediata por cualquier actividad o medio
que le permita generar los recursos necesarios para
mantener su infraestructura organizacional que
incluye efectivos, equipo, así como gastos de
operación. Esto se realiza a través de actividades
productivas o lucrativas ilícitas como el narcotráfico,
el secuestro, la extorsión, entre otras.
1.2.3. Organización insurgente.
La organización insurgente tiene un elemento
abierto y otro secreto. En el elemento abierto, el
enemigo es identificado prontamente y cuenta con el
apoyo de un elemento clandestino o secreto
constituido por cuadrillas militares y políticas.
1.3. ETAPAS DEL MOVIMIENTO
SUBVERSIVO.
Se consideran cinco etapas dentro del desarrollo de
un movimiento insurgente que se supone con éxito al
final:
1.3.1 Primera etapa – organización del aparato
subversivo.
Se produce a través del despliegue e infiltración de
una infraestructura clandestina, compuesta por una
red de cuadros y elementos ejecutivos (activistas,
agitadores, propagandistas), que se confunden dentro
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de las más diversas instituciones de una nación para
llevar una amplia actividad de reclutamiento,
adoctrinamiento y propaganda, que debe culminar en
la formación de un aparato o partido revolucionario
capaz de iniciar la presión en el campo civil y militar.
Desde esta etapa se aprecia la formación de los dos
grupos de la fuerza revolucionaria, armada y civil,
según la ubicación y la naturaleza de la institución
infiltrada.
1.3.2. Segunda etapa – consolidación y
desarrollo del aparato subversivo.
Creado el aparato revolucionario se requiere una
etapa de consolidación y crecimiento antes de
enfrentarse de lleno a las fuerzas del Estado; para
lograrlo, los elementos infiltrados en cada institución
escalan posiciones directivas, comprometen a los
miembros reclutados, controlan sus actividades, los
entrenan y organizan. Dentro del sector civil, esta
etapa culmina cuando el aparato revolucionario logra
el dominio abierto o clandestino de instituciones
claves. En el sector militar culmina con la formación
de grupos armados y entrenados, listos para iniciar su
acción militar.
1.3.3. Tercera etapa – acción subversiva.
Consolidado el aparato revolucionario se abren las
hostilidades normalmente en forma simultánea en los
frentes civil y militar: en el primero se manifiesta
cuando los grupos subversivos se organizan y dirigen
movimientos sindicales, estudiantiles, campesinos,
políticos, etc., para crear el máximo número de
problemas, obligar al Estado a dispersar esfuerzos e
impedir que pueda dedicarse a realizar sus programas;
en el segundo, los grupos incipientes comienzan
actividades que tienen como fin ampliar su zona de
influencia, acrecentar su fuerza, reunir material bélico
e iniciar el debilitamiento de la fuerza militar de la
Nación.
1.3.4. Cuarta etapa – control de instituciones,
dominio de zonas y guerra de movimiento.
Si la acción revolucionaria se conduce con éxito en
el sector civil, el enemigo debe lograr el dominio total
de las instituciones; en el aspecto militar deben
obligar a las fuerzas regulares a atender diferentes
frentes, dentro de una guerra de movimiento que las
debilite al tiempo que fortalece las formaciones
insurgentes, para culminar en la liberación de zonas e
imponer en ellas los primeros gobiernos
revolucionarios, con lo cual crean el organismo
necesario para transformar los grupos de insurgentes
en las primeras organizaciones de tipo regular. Se
considera que una guerra revolucionaria que haya
alcanzado esta etapa de desarrollo, está en las mejores
condiciones para llegar al éxito.
1.3.5. Quinta etapa – insurrección general.
Habiéndose logrado el dominio de sectores humanos
y geográficos de una nación, el paso último para
alcanzar el éxito o sea la toma del poder, es bastante
fácil puesto que las bases que lo sostenían han sido
minadas y difícilmente un Estado podría en esta
situación derrotar a la fuerza insurgente.
1.4. FASES DE DESARROLLO DEL
MOVIMIENTO SUBVERSIVO.
Se suceden una vez la organización insurgente se
establece e inicia sus actividades. El esfuerzo por
reemplazar el gobierno atraviesa por varias etapas.
Es difícil saber cuando la insurrección ha pasado de
una fase a otra. Algunas de las actividades que
ocurren en las fases iniciales continúan en las fases
posteriores. Estas fases son variables en tanto el
movimiento insurgente continúe siendo muy débil
para enfrentarse a las fuerzas del Estado
directamente.
1.4.1. Fase I Inicial o defensiva.
La actividad en esta fase va desde actos terroristas
que sólo constituyen una amenaza potencial hasta
incidentes o actividades que forman parte de un
patrón organizado. No incluye violencia en gran
escala ni actividades subversivas desenfrenadas. El
enemigo no realiza actividades continuas sino más
bien actos selectivos de terrorismo. Se presenta
dentro de las primeras etapas de la guerra de
insurgencia; células de iniciados se confunden dentro
de la población civil campesina, y en algunos casos
obrera y en forma clandestina conducen un amplio
plan de propaganda y agitación tendiente a lograr el
apoyo popular de las zonas que los rodean; logrado el
apoyo de estos primeros núcleos, reclutan nuevos
elementos, que una vez entrenados forman la primera
organización insurgente lista para iniciar el combate.
El grupo subversivo debe terminar esta fase protegido
por un núcleo de población firmemente decidido a la
lucha, instalado en uno o varios refugios y con el
mínimo material de guerra necesario para asestar los
primeros golpes a la fuerza regular.
En esta fase el movimiento realiza acciones
ofensivas de instalación e irradiación que consisten en
instalar o activar en diferente puntos de un área
células que se dedican a formar los núcleos
fundamentales de elementos armados con los cuales
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se ha de iniciar la actividad de combate y cuyo
objetivo es organizar una red de núcleos con
capacidad de enfrentarse a la fuerza regular. Se
aplican entonces dos métodos para llevar esta acción:
La infiltración de células cuando se incorporan
elementos extraños a la región en la población civil,
se instalan en refugios y se dedican a la formación del
núcleo enemigo. Por otra parte la activación de
células, cuando con miembros propios de la
población civil del área que forman parte del aparato
subversivo reciben la misión de armarse para formar
un núcleo capaz de cumplir misiones de combate.
Una vez infiltradas las células dentro de la población
civil del área se inicia un trabajo sicológico y de
adoctrinamiento tendiente a conseguir su apoyo
irrestricto y lograr que ciudadanos con capacidad
militar ingresen al grupo armado; una vez producido
el reclutamiento viene una etapa de adiestramiento
militar y de instalación de refugios, al final de la cual
el enemigo debe estar en capacidad de ejecutar
acciones de hostigamiento y destrucción.
1.4.2. Fase II Fase de crecimiento o de
equilibrio.
Instalados varios grupos dentro de la zona que se
desea dominar inician las actividades tendientes a
acrecentar el poder de combate, hasta un nivel que les
permita enfrentar de igual a igual a la fuerza estatal;
sus primeras acciones van dirigidas contra una amplia
área de población civil con el fin de dominarla;
propaganda, promesas, intimidaciones, extorsiones,
secuestros, terrorismo, asaltos, golpes a las fuerzas de
seguridad, emboscadas, son los medios de acción que
emplean para crear alrededor de su refugio y del
núcleo de población civil afecta una zona de apoyo
que le de la seguridad necesaria para llevar a cabo
acciones de alcance mayor. Si este objetivo se logra,
su fuerza debe haber crecido, su arsenal aumentado y
por lo tanto debe estar en capacidad de desarrollar
acciones delincuenciales de tipo militar contra grupos
mayores; aparecen entonces los golpes de mano y las
emboscadas a unidades cada vez más grandes de las
fuerzas regulares. Si tienen éxito logran la
destrucción de grupos proporcionalmente grandes de
las fuerzas del Estado, aumentan su poder y están en
capacidad de establecer las “áreas bases”
indispensables para proporcionar el apoyo logístico a
su fuerza cada vez más grande. Esta fase termina
cuando dentro de una zona se ha establecido una red
de áreas bases y se ha logrado el crecimiento
necesario para llegar a la guerra de movimiento.
Reunidas estas condiciones el movimiento lanza
acciones ofensivas de dominio y control de área
consistentes en una serie de acciones ejecutas por el
núcleo contra una parte de la población civil.
Normalmente se hace sobre zonas aledañas al núcleo
inicial de apoyo, pero puede presentarse en zonas
apartadas de este. Estas acciones tienen como
objetivo asegurar la creación de áreas bases,
acrecentar el poder de combate y lograr el control de
agrupaciones humanas utilizando como métodos el
dominio por convencimiento cuando emplea la
propaganda, el adoctrinamiento ideológico, y la
afinidad política. El dominio por la fuerza cuando
emplea el asesinato, el secuestro, el asalto, el
terrorismo, la intimidación verbal o escrita, el
sabotaje y otras acciones similares para obligar a la
población civil. Lo realiza haciéndose presente en el
área por medio de un patrullaje permanente a través
del cual empieza a ejercer presión física o mental
sobre los pobladores hasta lograr que ellos acepten el
compromiso de colaborar o desplazarse de la zona.
Estas actividades producen normalmente éxodo y
muerte de ciudadanos y pueden ser fácilmente
detectadas por las tropas regulares. Logrado el
apoyo, toman las medidas necesarias para mantener
la población bajo control y evitar la traición por parte
de la misma. Complementan su dominio
estableciendo un área base y comprometiendo a los
civiles en trabajos logísticos y de inteligencia de tal
manera que se sientan transgresores de la ley y no
puedan intentar la delación. La parte final de esta
acción se produce cuando pueden aumentar sus
efectivos a través del reclutamiento voluntario u
obligatorio en las áreas conquistadas.
1.4.3. Fase III: Ofensiva o guerra de
movimiento.
Son acciones de carácter ofensivo dirigidas
principalmente a fuerzas en movimiento, donde se
deben concentrar previamente y en secreto grandes
grupos de insurgentes. En los combates de la guerra
de movimientos, las cuadrillas serán lo más
numerosas posibles, con suficientes elementos
logísticos para sostener combates prolongados, en
áreas seleccionados y preparadas para tal fin. Se
busca el desgaste de las tropas mediante la táctica de
la guerra
de posiciones o el aniquilamiento parcial o total,
mediante cercos, movimientos envolventes, guerra de
guerrillas y ataque a posiciones. Generalmente buscan
conducir a las tropas a zonas de aniquilamiento. En
esta subfase el movimiento conduce acciones
ofensivas de liberación de zonas que consisten en la
ejecución de una serie de actividades que tienen como
fin eliminar la influencia de las autoridades oficiales
en amplia zonas del territorio, aniquilar las fuerzas
que en ella operan y establecer su propio gobierno
que pueda extraer recursos movilizar personal y servir
de base de operaciones futuras. Tiene como objetivo
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conquistar áreas geográficas y establecer gobiernos
revolucionarios y lo realizan mediante tres métodos
principales: Por invasión de columnas enemigas
cuando el desarrollo del combate ha permitido la
formación de organizaciones fuertes, se emplea para
invadir en forma coordinada los territorios que se
desean liberar y a través de acciones de hostigamiento
y destrucción, lograr la eliminación de las autoridades
así como de las fuerzas que las sostienen, para
establecer luego su propio gobierno. Otra forma es
por la unión de áreas controladas cuando varios
núcleos han logrado dominar zonas de población
vecinas, para liberar completamente el territorio.
Continúan las actividades en las áreas intermedias y
en los núcleos iniciales. La otra forma es por
estímulo, en donde se aprovecha el aparato
clandestino que se ha creado en el territorio que se
desea liberar y por medio de él se provoca una
sublevación general que culmine en la caída de las
autoridades regionales y en la toma del poder. Se
realizan de manera similar a las operaciones regulares
porque se ejecutan a través de combates abiertos
contra las unidades militares que aún hacen frente.
Se convierten en una serie de acciones de combate en
diferentes puntos del territorio en conjunción con
acciones subversivas abiertas y clandestinas dirigidas
al dominio estatal.
En ocasiones la guerra de movimiento se puede
ganar en un combate inicial o en otros casos son
necesarios varios combates para derrotar al enemigo.
El éxito depende básicamente del escaso o casi nulo
conocimiento o preparación que las tropas regulares
tengan sobre esta fase.
Las fases fundamentales del éxito de las
organizaciones subversivas en la transición de la
guerra de guerrillas a la guerra de movimiento son:
- Combate tradicional.
- Penetración en profundidad.
- Sorpresa estratégica.
1.4.3.1. Primera subfase - Combate tradicional:
este debe iniciar por medio de combates de encuentro,
hostigamientos, provocación y emboscada,
presentando las siguientes características:
- La Fuerza Pública no debe sospechar que el
combate tradicional hace parte de la fase de
guerra de movimiento, es decir, que sigue siendo
parte de la guerra popular prolongada puesta en
ejecución como la guerra de guerrillas.
- El combate por parte del enemigo se termina con
un repliegue de la cuadrilla.
1.4.3.2. Segunda subfase - Penetración en
profundidad: la profundidad del área dominada le
permite al enemigo tener apoyos oportunos, tales
como víveres, municiones, drogas, vehículos para
evacuación, etc.
- Se explota por parte del enemigo la tradicional
temeridad y valentía de la tropa, debido a su
ímpetu de combate y deseo de resultados
positivos.
- Se aprovecha, por parte de las cuadrillas el
temor en las tropas de perder territorio y
combates que afecten la imagen institucional.
- El enemigo desarrolla esta fase de manera rápida
SORPRESA ESTRATEGICA
ENEMIGO
ENEMIGO
G
C/
C/ C/G ENEMIGO
G C/G
ENEMIGO
ENEMIGO
Para regularizar el combate, emplean al máximo el
fuego de morteros y armas de acompañamiento lo
cual denominan “ la técnica de las cortinas”.
- El enemigo conduce a las tropas a penetrar en
profundidad mediante:
* Acciones de provocación donde muestran por
cada episodio resultados positivos para las
tropas, como incautación de armamento,
presencia de pocos insurgentes en sitios de fácil
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impidiendo en la mayoría de los casos un
planeamiento detallado que favorezca la
conducción ordenada de las tropas. Dicha
reacción la denominan “MIOPIA MILITAR”.
1.4.3.3. Tercera Subfase: Sorpresa estratégica:
Mediante la sorpresa estratégica la subversión
regulariza el combate sin que las unidades de
contraguerrilla hayan detectado la transición.
Generalmente las unidades entran en contacto sin
percatarse la cantidad de efectivos del enemigo ni la
capacidad de sus armas de apoyo y tiro indirecto. En
este esquema se desarrolla lo que el enemigo llama
COMBATE INICIAL, en el cual se emplea la masa
(acumulación de un gran número de efectivos contra
pequeñas unidades), es decir, la “técnica de
bandoleros” donde se relevan por grupos haciendo
uso del fuego y del movimiento planeado.
ENEMIGO
ENEMIGO
acceso.
* Hostigamiento, a través de la utilización de fuego
directo o indirecto.
* Utilización de trampas y ardides, tales como
material de guerra o intendencia
abandonado, trillos, rastros de sangre, cadáveres,
etc.
* Suministro de información a la tropa por parte de
colaboradores de el enemigo para darle
profundidad al campo de combate. Igualmente
 para indicar una presencia reducida
insurgentes en condiciones desfavorables.
- Características.
El área debe ser agreste, selvática o montañosa,
controlada y dominada, con presencia de
auxiliadores, redes de informantes o milicias que
tienen como misión:
* Suministro de apoyo logístico al enemigo.
* Sistema de alerta temprana para las cuadrillas.
* Los insurgentes poseen control parcial o total del
territorio, con conocimiento pleno de las vías de
aproximación y puntos críticos; conocen y
dominan vías, quebradas, ríos, claros, corredores
estratégicos de movilidad, etc.
* El área es preparada con anterioridad ubicando
campos minados, trampas cazabobos, puntos
críticos, campos de tiro de ametralladoras.
* El enemigo regla el fuego de morteros y granadas
de fusil sobre el sector donde se desarrolle el
combate inicial.
* Una insurrección puede pasar directamente de la
Fase I a la Fase III. Además, según el
movimiento tenga éxito o no, bien puede sufrir
un retroceso y pasar, por ejemplo, de la Fase III a
la Fase II o aún a la Fase I.
1.4.3.4. Consideraciones generales: como
preparación del combate inicial no solo utiliza los
explosivos para minar caminos, trochas y senderos,
sino también los utilizan para colocarlos en los
cadáveres, fosas comunes y material abandonado.
Esta área debe presentar grandes dificultades para el
apoyo aéreo de las tropas en contacto, debido a su
abundante cubierta y lo quebrado del terreno. Si
existen zonas de aterrizaje, las cubren con fuego de
ametralladora, morteros o emboscadas mecánicas.
Así mismo debe proporcionar posiciones favorables
para las cuadrillas, con excelentes campos de tiro
sobre las rutas de desplazamiento, lo cual coloca
seriamente en peligro la integridad física de las
tropas. Se pretende, un copamiento de las unidades
militares mediante el uso de la masa. Para esta
actividad utilizan las denominadas “cortinas” (nutrido
fuego de morteros, ametralladoras y granadas de
fusil), y las “oleadas” (grupos que mediante el uso del
fuego y movimiento efectúan relevos), que buscan el
contacto físico con las tropas.
de 1.4.4. Objetivo.
El logro del objetivo del movimiento insurgente
significa el reemplazo del poder establecido por su
propia estructura gubernamental. Esta es una victoria
política, en tanto que no necesita derrotar a las
fuerzas insurgentes del país ya que puede formar un
gobierno paralelo, no obstante para ello deba obtener
el apoyo popular cual es la probabilidad más grave.
1.5. CONTRASUBVERSION
1.5.1. Tres auditorios objetivos.
El arma del Estado para combatir la insurrección es
la contrainsurrección. Esta misión incluye un
sinnúmero de medidas para liberar y proteger a su
sociedad de los agentes y factores generadores de
violencia. Tienen como finalidad promover el
fortalecimiento del Poder Nacional, creando
instituciones viables (políticas, militares, económicas,
sociales) que respondan a las necesidades del pueblo.
Hay tres auditorios objetivo hacia los cuales el Estado
conduce estas acciones: la población (afecta, neutral,
y desafecta al interés patriótico), los insurgentes y los
participantes externos. Veámoslos en detalle:
1.5.1.1. Población: el Estado para recuperar el
apoyo de la población civil tiene que brindar
seguridad y demostrar que orienta sus programas a la
solución de las causas del descontento social.
1.5.1.2. Insurgentes: el Estado tiene que separar
al insurgente, física y sicológicamente, negándole en
esta forma: el personal, el equipo y la inteligencia que
recibe de la población. La estrategia del Poder
Nacional se basa en el concepto de desarrollo
equilibrado, movilización y neutralización. Estos tres
componentes son interdependientes y tienen que
ocurrir simultáneamente. El organismo armado
contribuye a la estrategia del Poder Nacional
realizando distintas acciones tales como de
Inteligencia, Sicológicas, Asuntos Civiles, Control de
la población y recursos, asesoramientos técnico y
táctico - operacional. Ellas se conducen normalmente
en forma simultánea y coordinada y requieren del
enlace estrecho con diversas agencias estatales.
1.5.1.3. Participantes externos: Este factor se
considera esencial por ambas partes. El apoyo externo
puede ser pasivo o activo y tanto el Estado como el
enemigo buscan mantenerlo a través de todos los
medios y espacios que pueda aprovechar en beneficio
de su causa, tratando de impedir que el mismo
continúe siendo brindado al adversario.
17
1.5.2. Contrasubversion y contrague –
rrilla.

Hay una diferencia entre los términos

contrainsurrección y contraguerrilla. La estrategia del
Poder Nacional debe estar diseñada para contrarrestar
el movimiento subversivo en todas sus
manifestaciones. Lo logra aliviando las condiciones
que puedan motivar la insurrección. Este programa
dirigido tanto al pueblo como a los insurgentes, puede
llamarse contrainsurrección. Las operaciones de
contraguerrilla responden únicamente a las
actividades del elemento militar activo, teniendo en
cuenta que las operaciones de contraguerrilla se
consideran un componente de apoyo a la
contrainsurrección.

1.5.3 Objetivos militares.

Los objetivos militares pueden ser las personas, el

material, el equipo y/o el espacio aéreo y geográfico
cuyo dominio y control se considera esencial y
necesario para el cumplimiento de la misión
constitucional.

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