(nombre del abogado que promueve) en representación
de (nombre del cliente), quien actualemente se encuentra privado
de su libertad en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social de Ciudad de México (Torito), señalando como domicilio para oír y recibir notificaciones los estrados de este juzgado, ante usted con el debido respeto comparezco para exponer:
Con fundamento en los artículos 22, 103, fracción I, y 107
fracción I, IV, VII, X, y XII de la Constitución Política de los Estados Unidos Méxicanos, así como en los artículos 1, fracción I, 2, 3, 5, fracciones I, II y IV, 6, 15, 17 fracción IV, 18, 19, 20, 33 fracción IV, 35, 37, 107 fracción II, 108, 109, 110, párrafo segundo, 125, y 126, de la Ley de Amparo, y en los artículos 42 y 52, fracción IV, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, vengo a solicitar el AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en representción del quejoso al rubro citado, contra el acto y autoridades que a continuación se mencionarán.
Ahora bien, a efecto de dar cumplimiento a lo establecido en
los artículos 108 y 109 de la Ley de Amparo manifiesto:
I. NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO. Estos, ya
han quedado precisados en el proemio del presente escrito de demanda. II. TERCERO INTERESADO. Bajo protesta de decir verdad manifiesto que no existe.
III. AUTORIDADES RESPONSABLES:
Secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de
México.
Director del Centro de Sanciones Administrativas y de
Integración Social de Ciudad de México (Torito).
IV. ACTO RECLAMADO. La ilegal y arbitraria privación
de la libertad ejecutada contra el quejoso.
V. ANTECEDENTES. Bajo protesta de decir verdad
manifiesto que son los siguientes:
El día de hoy, aproximadamente siendo las (hora de la
detención), recibí una llamada telefónica del quejoso, mediante la cual me informó que a dicha hora iba conduciendo por la avenida (lugar de la detención), en la cual fue detenido por elementos policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, quienes con motivo de un retén, lo privaron ilegalmente de su libertad, trasladandolo al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social de Ciudad de México (Torito), violentando así sus garantías de audiencia y legalidad establecidos en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
VI. CONCEPTOS DE VIOLACIÓN.
Asi, las cosas, el artículo 14 Constitucional establece lo
siguiente:
“Artículo 14: (…)
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho”.
En esa guisa, la garantía de audiencia prevista en el artículo
14 Constitucional consiste en otorgar al gobernado la oportunidad de defenderse previamente al acto de autoridad con el cual se le pretenda privar de sus bienes, libertad, propiedad, posesiones o derechos; asimismo, obliga a las autoridades a respetar las formalidades esenciales del procedimiento, mismas que tienen la finalidad de garantizar una defensa adecuada antes de la ejecución del acto privativo y que son las siguientes:
1) La notificación del inicio del procedimiento y de sus
consecuencias jurídicas.
2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas
que estime pertinentes para su adecuada defensa.
3) La posibilidad de formular alegatos.
4) El dictado de la resolución correspondiente que
concluya la contienda.
Tiene aplicación al respecto la jurisprudencia 47/95, emitida
por el Pleno de nuestro máximo Tribunal, relativo a la Novena Época, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo II, Diciembre de 1995, página 133, del tenor siguiente:
“FORMALIDADES ESENCIALES DEL
PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO. La garantía de audiencia establecida por el artículo 14 constitucional consiste en otorgar al gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto privativo de la vida, libertad, propiedad, posesiones o derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, la de que en el juicio que se siga "se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento". Estas son las que resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del acto de privación y que, de manera genérica, se traducen en los siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las cuestiones debatidas. De no respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de audiencia, que es evitar la indefensión del afectado.”
Ahora bien, en el caso, es evidente que las autoridades
responsables violaron la garantía de audiencia del quejoso, toda vez que, al privarlo de su libertad, no cumplieron con lo descrito en los párrafos que anteceden, es decir, no le otorgaron el derecho de defensa que tutela el artículo 14 Constitucional; por tanto, dicha privación de la libertad es inconstitucional.
Por otro lado, el artículo 16 constitucional establece:
“Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”.
En ese contexto, la porción normativa transcrita contiene el
derecho fundamental de legalidad, el cual consiste en que toda autoridad, al emitir una decisión debe hacerla constar por escrito, dentro del ámbito de su competencia, así como fundarla y motivarla.
Por tanto, la motivación se refiere a la exposición concreta
de las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas tomadas en consideración para la emisión del acto, por ello es necesario que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables al caso, esto último permite sostener que ambos conceptos están vinculados, en razón de que no puede existir motivación si es inexistente la subsunción entre el hecho y la norma legal.
Sustenta ese criterio la jurisprudencia 139/2005, Novena
Época, de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXII, Diciembre de 2005, Materia Común, página 162, de epígrafe y contenido: “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JURISDICCIONALES, DEBEN ANALIZARSE A LA LUZ DE LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, RESPECTIVAMENTE. Entre las diversas garantías contenidas en el segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sustento de la garantía de audiencia, está la relativa al respeto de las formalidades esenciales del procedimiento, también conocida como de debido proceso legal, la cual se refiere al cumplimiento de las condiciones fundamentales que deben satisfacerse en el procedimiento jurisdiccional que concluye con el dictado de una resolución que dirime las cuestiones debatidas. Esta garantía obliga al juzgador a decidir las controversias sometidas a su conocimiento, considerando todos y cada uno de los argumentos aducidos en la demanda, en su contestación, así como las demás pretensiones deducidas oportunamente en el pleito, de tal forma que se condene o absuelva al demandado, resolviendo sobre todos los puntos litigiosos materia del debate. Sin embargo, esta determinación del juzgador no debe desvincularse de lo dispuesto por el primer párrafo del artículo 16 constitucional, que impone a las autoridades la obligación de fundar y motivar debidamente los actos que emitan, esto es, que se expresen las razones de derecho y los motivos de hecho considerados para su dictado, los cuales deberán ser reales, ciertos e investidos de la fuerza legal suficiente para provocar el acto de autoridad. Ahora bien, como a las garantías individuales previstas en la Carta Magna les son aplicables las consideraciones sobre la supremacía constitucional en términos de su artículo 133, es indudable que las resoluciones que emitan deben cumplir con las garantías de debido proceso legal y de legalidad contenidas en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así, la fundamentación y motivación de una resolución jurisdiccional se encuentra en el análisis exhaustivo de los puntos que integran la litis, es decir, en el estudio de las acciones y excepciones del debate, apoyándose en el o los preceptos jurídicos que permiten expedirla y que establezcan la hipótesis que genere su emisión, así como en la exposición concreta de las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas tomadas en consideración para la emisión del acto, siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables al caso.”
Establecido lo anterior, se advierte que las
autoridades ministeriales responsables, al privar de la libertad al ahora quejoso, no ejecutaron dicho acto con motivo de un mandamiento judicial emitido por escrito, debidamente fundado y motivado, asi como firmado y sellado por la autoridad competente; lo que hace evidente la violación por parte de las mismas a la garantía de la legalidad establecida por el númeral 16 de la Carta Magna.
En consecuencia, ante tales arbitrariedades cometidas por
parte de las autoridades señaladas como responsables, solicito se OTORGUE EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN, al quejoso, quíen actualemente, con motivo de la ilegalidad del acto que en esta vía se reclama, se encuentra privado de su libertad en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social de Ciudad de México (Torito).
VII. SUSPENSIÓN DE PLANO.
Por último, toda vez que el acto reclamado se encuentra
dentro de los supuestos establecidos en el artículo 22 Constitucional, así como en el diverso 15 de la Ley de Amparo, con fundamento en los artículos 125 y 126, de la Ley de la Materia, solicito se conceda de plano y de oficio, la suspensión del acto reclamado.
Por lo antes expuesto debidamente fundado y motivado, a
su señoría con el debido respeto solicito: PRIMERO. Tenerme por presentado, promoviendo en representación del quejoso.
SEGUNDO. Se conceda la suspensión de plano para el
efecto de que las autoridades responsables se abstengan de ejecutar el acto reclamado.