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Estos son los apuntes, los cuales son un complemento para que puedas tener completo tu cuaderno

y puedas estudiar para el examen, se indica donde iría la ilustración (puede ser dibujo siempre y
cuando tenga calidad, recorte de revista y si utilizan internet pueden crear una buena imagen de varias
impresiones etc.) por lo que no debe ir necesariamente dentro de los recuadros y solo es un referente,
por favor se creativo y no busques las ilustraciones en internet, saques copias de algún otro compañero
etc., ya que se cancelaran ilustraciones duplicadas, el presente apoyo no elimina el hecho o la carencia
de los apuntes durante las clases, por lo que de solo tener el presente apoyo bajara la calificación
correspondiente al rubro de cuaderno. Obtengan la calificación que se merecen siempre recuerden
que lo más importante de la existencia son ustedes tomen la oportunidad de quererse y
darse siempre lo mejor.
UNIDAD III
EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD
3.1 Conceptos de libertad

Nuestra conducta siempre se manifiesta a partir de nuestro comportamiento. Nuestros actos son
diversos, podemos distinguir aquellos propios de nuestra especie (naturales) o propios del hombre
(intencionales). Ambos los ejecutamos los hombres, pero tienen algunas diferencias. Por ejemplo,
actos humanos son aquellos que realizamos consciente y libremente, esos actos cuentan con un
ingrediente racional, implican una deliberación. Se originan en la parte típicamente humana del
hombre, incluyen la presencia de la voluntad, El valor moral se encuentra sólo en los actos humanos.

Ahora vamos a aclarar algunas formas de pensar la “libertad”. En Grecia, los antiguos atenienses
utilizaban el vocablo eleutheros para referirse a ella, decían que el libre era el “hombre no esclavizado”,
es decir, alguien autónomo, que no vivía en servidumbre, ni material ni espiritual.

En Roma se utilizaba la palabra liber, derivada de liberto, para hablar del hombre libre, lo aplicaban
exclusivamente a los varones con edad para procrear y tenían medios suficientes para hacerse
responsables de mantener a su esposa e hijos. Estos datos son interesantes, pero conviene que
identifiques que la libertad va acompañada de una idea de independencia, y que no puede separarse
de la responsabilidad: alguien libre tienen deberes, responsabilidades, está sujeto a ciertas
obligaciones.

Con el cristianismo, la humanidad conoció la libertad en un sentido nuevo, ya no va a significar


necesidad jurídica, como en el caso de los romanos, ni tampoco realización de un fin último (telos),
como sucedía con los griegos. San Agustín de Hipona advertía que el hombre es libre sólo porque su
voluntad está sujeta a la obligación moral. El hombre nace con una voluntad propia (o alma). La
voluntad hace libre al hombre y le permite tomar elecciones y decisiones, lo cual hace posible la libre
determinación (arbitrio), de manera que el hombre puede apartarse, cuando él lo decida, del Bien
supremo (acercarse a Dios) y adherirse a otros bienes, como el placer, la satisfacción, cualquier cosa
no referida a Dios. El hombre puede aspirar a dos tipos de bienes, el inmutable o el mutable, la voluntad
es libre de volverse a Dios o alejarse de él y eso es determinación del individuo en lo particular, la
evaluación que se puede hacer de las decisiones tiene una connotación totalmente moral.

Immanuel Kant ser libre es actuar conforme a la razón, Capacidad de los seres racionales para
determinarse a obrar según leyes de que son dadas por su propia razón; libertad equivale a autonomía
de la voluntad.

Así mediante el deber que es la prueba de realizar y decidir sin coacción detallada en los imperativos
categóricos contrarios a los hipotéticos.

Jean Paul Sartre el hombre esta condenado a la libertad.

"Yo no puedo preguntar por qué he nacido, ni maldecir el día de mi nacimiento o declarar que yo no
lo pedí, ya que esas distintas actitudes hacia el hecho de que yo realicé mi presencia en el mundo no
son otra cosa, precisamente, que formas de asumir plena responsabilidad sobre ese nacimiento y
hacerla mío."

La existencia precede a la esencia, no hay nada dado, no existe dios, conducta o condición humana
que no sea producto de la posibilidad de las decisiones que toma el hombre, es arrojado
constantemente a sus posibles, por lo que la libertad es irrenunciable y el hombre está condenada a
esta.
La condición básica de la existencia del Ser humano es el ser libres El hombre elige todas las
situaciones en que se encuentra y es por eso responsable de todas y cada una de ellas
Mundo social es un mundo donde luchan las libertades opuestas.
Así al saber de otro tomo conciencia de mi y de la amenaza que se cierne sobre mi propia libertad, el
hombre es constantemente arrancado de si mismo y solo es lo que los demás quieren que sea, ser
para otros, la mirada del otro siempre es ser en otro, existencia inauténtica, sin singularidad.
Hay muchas definiciones de libertad, pero es muy difícil definirla, ya que definir es poner fines,
delimitar es poner límites, es decir encerrar el concepto de la libertad sería ridículo por ese
motivo hay que entender este concepto históricamente pero si se pudiera dar una definición
adecuada de libertad seria por sus elementos esenciales es decir:
Capacidad de elegir de acuerdo con determinados motivos propios, somos libres si somos dueños de
nuestros actos, si decidimos como queremos, siendo plenamente conscientes de lo que queremos sin
que nadie coaccione
La libertad en su definición debe contener responsabilidad, deber libre juicio y libre decisión.

Ilustración

3.2 Diferentes manifestaciones de la libertad


1.- La libertad de autodeterminación, que también se llama libre albedrío Es la capacidad en virtud
de la cual el hombre juzga y elige libremente, pues todo sujeto que posee voluntad es por naturaleza
libre, aunque no siempre obre libremente. Tener libre arbitrio significa que el sujeto sea dueño, juez y
principio de sus actos. Por ello, el elegir es la finalidad esencial del libre albedrío. Los animales
irracionales se mueven a sí mismos, por eso no poseen libre albedrío sino libertad física. Sin embargo,
cada vez que hacemos una elección estamos limitados, ya que no podemos escoger todo debemos
renunciar a muchos bienes al determinarnos por otros. También estamos limitados por la ignorancia,
las pasiones, los prejuicios, las circunstancias, etc.

La libertad de coacción, que es el poder de hacer aquello que se quiere siempre y cuando este dentro
de los límites establecidos u otorgados por:
La libertad de pensamiento, de expresión, civil, política, de comercio, religiosa, etc.

Libertad física: también llamada libertad de compulsión o de espontaneidad: es la libertad de ataduras


físicas que afectan la ejecución del acto.

Libertad de pensamiento: es una de las manifestaciones más básicas de la libertad, ya que nace en
el interior del hombre. Para que se de esta libertad se requiere de un ambiente propicio que involucra
otras libertades.
Libertad política: en su Ensayo sobre el gobierno civil, John Locke define a la libertad política de la
siguiente manera: “La liberta del hombre en sociedad consiste en no hallarse bajo más poder legislativo
que el establecido en la nación por consentimiento, ni bajo el dominio de ninguna voluntad o restricción
de ninguna ley, excepto las promulgadas por aquél según la confianza en él depositada”. Es decir la
libertad de organizarnos en la forma política que decidamos.

Libertad legal: se refiere a las ataduras que provienen de la autoridad ordenante. Consiste en poder
hacer todo lo que no está prohibido por las leyes, las cuales restringen nuestra libertad al imponernos
una necesidad moral.

3.3 Responsabilidad moral y libertad


Responsabilidad muchas veces es utilizada como sinónimo de deber y de obligación; sin embargo,
son distintas, así que necesitamos distinguirlas, pero además necesitamos establecer su vínculo con
la libertad.
Alguien es responsable cuando le imputan una conducta reprochable o se le considera culpable de la
omisión de ciertos actos, y, no se puede hacer cargo de ellos a otro, por ejemplo, un tutor, su padre,
etc., así por ejemplo, un adulto es responsable de una violación de tránsito si se pasa un alto, pero un
niño pequeño no es responsable si causa heridas a otro niño con una herramienta peligrosa que su
papa dejó olvidada en la mesa. Decimos de alguien que es plenamente responsable si se puede
presuponer que tiene capacidad de controlarse lo bastante para poder evaluar las ventajas e
inconvenientes de sus actos, eso es lo que se supone esperar de un sujeto adulto.
La responsabilidad, sin embargo, no es algo que se da de una vez y para siempre, el sentido de
responsabilidad crece a medida que las personas crecemos, nuestra educación sirve para enseñarnos
poco a poco cuándo somos totalmente responsables.
Aquí se involucra la noción de deber, ambas están íntimamente relacionadas con la de razón, pero
no son lo mismo. La razón dictamina lo que debe o no hacerse desde la libertad y a partir de ahí
decidimos si somos o no responsables. Pero el asumir la decisión ante el acto antepone un deber que
es aquel que el individuo se impone y es capaz de decidir plenamente ya que no existe un factor de
coacción que lo obligue a realizarlo. Así el deber se configura en el ámbito moral y platea una decisión
consciente y propia mientras que la obligación, por el contrario, se refiere a algo que hay que hacer
nos guste o no. Hay que cumplir con las obligaciones, porque éstas sí están planteadas de manera
explícita e imperativas bajo la coacción.
La obligación también plantea problemas, como el del fundamento de la obligación y el del
conocimiento de la obligación.
En estos tres elementos se complementan e interactúan entre si y no podrían darse sin el acto de la
deliberación que supone un ente moral libre.

3.4 Autonomía y heteronomía

Libertad heterónoma:

Estos principios pueden venirle impuestos o Dárselos ella misma, racional y libremente. En el primer
caso hablamos de heteronomía y en el segundo, de autonomía
Una persona es heterónoma:
• Cuando su conciencia se guía por los dictados del instinto o las apetencias.
• La tradición asumida de forma acrítica.
• La autoridad de otros, sean personas concretas, sea una mayoría.
• Por obtener un premio o evitar un castigo.
• La moda o los usos sociales vigentes.
Si una persona acepta los principios emanados de cualquiera de estos cinco supuestos sin haber
reflexionado sobre tales principios y sin haber decidido si su orientación es buena, entonces es una
persona heterónoma.

Ilustración

Libertad autónoma:
Una persona es autónoma cuando es su propia conciencia la que propone las normas morales que
deben guiar sus acciones, habiendo reflexionado y decidido sin coacciones. Es decir, cuando los
principios que guían sus acciones han sido asumidos de forma racional, crítica y reflexiva, de tal modo
que sus acciones las realiza porque le parecen buenas y correctas y no por miedo al castigo, por
obtener un premio, por crearse buena fama, porque se lleva, porque lo hacen otros, etc.

Ilustración

3.5 Libertad y Necesidad

Si reflexionas ahora acerca de las posibilidades de la libertad, ¿Cuáles son los obstáculos y
limitaciones que enfrentamos? Una persona puede experimentar la libertad en dos situaciones
diferentes: primero, estableciendo las posibilidades de su autodeterminación, segundo, definiendo sus
límites. En el primer caso, está la experiencia de un cierto poder de elección y en el segundo no, se
siente dominado, determinado, por fuerzas que en ese momento son impuestas.
Con relación a la existencia de la libertad, está presente el fenómeno del determinismo, lo cual equivale
a su negación, aunque los hechos no se pueden negar, el hombre ignora las causas ocultas de su
propia conducta. La tesis central es que el hombre ya está fijado o "determinado" en cierta dirección
por diferentes causas que desconoce en el momento mismo y que, por tanto, su decisión "libre" sólo
sigue siendo nominal.
La libertad es una de las principales condiciones para que un acto pueda ser calificado como un acto
humano propiamente dicho (ya que sólo en los actos humanos interviene la inteligencia y la voluntad).
o sea, que los valores morales sólo son alcanzados cuando una persona ejecuta su conducta en pleno
uso de sus facultades de conocimiento y de voluntad. El ejercicio de la libertad, en la medida en que
incorpora valores en el momento de la elección, es la raíz de la superioridad de un acto humano y de
su valor moral.
Por otra parte, algunos obstáculos para conseguir la libertad pueden colocarse en la ignorancia en
tanto ausencia de información
3.6 Límites y obstáculos de la libertad

Todo acto verdaderamente libre implica conocimiento y consentimiento. La intervención de nuestra


inteligencia por el conocimiento de lo que hacemos y de nuestra voluntad por el consentimiento de lo
que decidimos, es lo que nos hace responsables. Ser responsables de nuestros actos significa aceptar
nuestro deber y asumir sus consecuencias.

Sin embargo, bien sabemos, y nos lo recuerda Heidegger, que nuestra libertad es finita, contingente,
limitada, imperfecta, pues somos seres igualmente contingentes, limitados e imperfectos. Estas
limitantes y condicionamientos de nuestra libertad no solamente se refieren el aspecto metafísico y
psicológico, sino también se extienden a todas las demás facetas de nuestra realidad humana.

No todos nuestros actos, pues, son igualmente libres, ni somos igualmente responsables de todos lo
que hacemos o dejamos de hacer; si falta conocimiento y/o consentimiento, puede disminuir nuestra
responsabilidad. Si la falta de conocimiento o consentimiento fuera total, la responsabilidad podría
quedar eliminada por completo.

Entre los factores que pueden aumentar o reducir nuestra responsabilidad consideraremos los
siguientes:

Ignorancia
Ignorancia invencible: también se llama ignorancia antecedente, ya que precede al acto de la
voluntad. En este tipo de ignorancia el individuo no se da cuenta de su ignorancia o no puede superarla
por más esfuerzos que realiza. (dado que el conocimiento es una condición indispensable para que se
de un acto libre, la ignorancia invencible destruye la responsabilidad. Se trata, en este caso, de un acto
involuntario, es decir, de un acto del hombre.)

Ignorancia vencible: el individuo sabe que es ignorante, pero no se ha esforzado lo suficiente por
adquirir los conocimientos que debería adquirir. (no destruye la responsabilidad, pero la disminuye. El
grado de responsabilidad dependerá del grado de negligencia y de la gravedad de la materia que se
trate.)

Ignorancia afectada: En este tipo de ignorancia se evita deliberadamente el conocimiento


presentando a la misma ignorancia como pretexto. El sujeto quiere ignorar para faltar más libremente
a la norma. (Por tratarse de una ausencia de conocimiento, este tipo de ignorancia disminuye la
responsabilidad; por usar la ignorancia como pretexto, la aumenta)

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Pasiones
Son todos los movimientos que surgen del apetito sensible. Si la pasión se presenta antes de que
nuestra voluntad actué, se denomina pasión antecedente; un ejemplo seria cuando existe una
circunstancia en la que exista un sentimiento tan profundo que impida decidir juiciosamente como por
ejemplo cuando alguien sufre una infidelidad
si se provoca deliberadamente, se denomina pasión consecuente. Es decir cuando hay un
sentimiento tan profundo del cual no pueda escapar el individuo como en el caso de la venganza es
de manera consiente pero sus alcances se realizan mediante medios poco morales.

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Miedo
Es una turbación interior causada por la amenaza de un mal inminente y difícil de evitar. Si se trata de
un miedo extremo que provoque pánico y la perdida de todo control, la responsabilidad puede quedar
eliminada. En los demás casos, el miedo suele disminuir la responsabilidad sin eliminarla, ya que
permite el uso de la razón y la voluntad.

Los actos ejecutados por miedo son una mezcla de actos voluntarios e involuntarios, pues son actos
que hacemos, pero no quisiéramos hacer. Desde luego que en estos casos la responsabilidad
disminuye, ya que se debilita el consentimiento, se divide la mente y se reduce el autocontrol. El miedo,
en general, debe ser considerado en relación con la persona y sus circunstancias.

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Violencia
Es una coacción que se ejerce desde el exterior y fuerza al hombre a realizar un acto en contra de su
voluntad. La violencia afecta el acto exterior y no puede llegar directamente a la voluntad, pues la
voluntariedad reside en el interior de la persona. Por más violentamente que seamos forzados a
realizar determinado acto, ese acto es involuntario mientras nuestra voluntad se resista. La
responsabilidad disminuye según la gravedad del caso y de la violencia e que se trate. De cualquier
forma, nos pueden obligar a hacer determinada acción, pero no pueden hacer que la queramos.

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Trastornos psicológicos Son funcionales que alteran la iniciativa, la voluntad, la sensibilidad, las
funciones psico sensoriales, la asociación de las ideas, al corriente del pensamiento, el carácter, el
estado de ánimo y el humor, la conciencia moral, la conducta y la actividad en general. Estos estados
mentales, que afectan en diversos grados la capacidad de la persona para realizar actos libres, se
suelen clasificar en dos grandes grupos:

a) Neurosis: como seres imperfectos, limitados y contingentes que somos, nos vemos sometidos con
frecuencia, y en diversas etapas de la vida, a posibles neurosis. Estas, son trastornos más o menos
ligeros, son conscientes, y, aunque nos afectan y nos hacen sufrir, no repercuten notablemente en
nuestro comportamiento social. Las angustias, la ansiedad, la astenia (fatiga que puede llegar a
imposibilitar cualquier esfuerzo), ciertas fobias, complejos, fijaciones, depresión (que cada vez es mas
frecuente), etc., son ejemplos de algunos de estos padecimientos. Estas neurosis reducen en mayor
o menor grado la responsabilidad.

b) Psicosis: son trastornos muy acusados que perturban sensiblemente la conducta social y llegan a
eliminar por completo la responsabilidad. Tal es el caso de las diversas manifestaciones y grados de
esquizofrenia.

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Determinismo vs libertad
Hay cosas en la naturaleza que están sometidas a la necesidad y que no dependen de nuestro libre
albedrío. Así, el universo material obedece a leyes físicas, químicas y biológicas. Estos
acontecimientos expresan relaciones constantes entre fenómenos. Tal regularidad corresponde al
determinismo universal, también llamado determinismo causal. Por este determinismo, que no es otra
cosa que el principio de causalidad es posible determinar un efecto a partir del conocimiento de las
causas. Sin embargo, hay un territorio que no está sometido de manera absoluta a la necesidad y en
donde las cosas pueden suceder de otra manera. Es el territorio de la libertad: los actos libres no son
fruto de la ciega necesidad. No obstante, en la historia del pensamiento se ha dado el caso de quienes
han negado la libertad y la han reducido a la necesidad. Este fenómeno se conoce con el nombre de
determinismo filosófico o moral.
Determinismo. Doctrina que niega el libre albedrío; sostiene que todos los hechos están encadenados
causalmente.

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Determinismo teológico:
El hombre se salva o se condena según lo decida la voluntad infinitamente libre de Dios. Él salva a
quien quiere. Según esta doctrina el destino no se podría cambiar, por lo que todo esfuerzo por
practicar la virtud y evitar el mal, no tendría sentido. Esta manera de pensar estaría en abierta
contradicción con la justicia y sabiduría divinas, pues la salvación y la condenación estarían
designadas de antemano.

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Fatalismo: Proviene del latín fatum, que significa oráculo, destino; término derivado, a su vez, del
verbo latino fari, que significa hablar a alguien. Es la versión más antigua del determinismo
estrechamente emparentada con el determinismo teológico. Considera que todos los actos humanos
dependen de la voluntad de Dios o de una fuerza ciega universal que los griegos llamaron hado o
moira y los romanos (como hemos dicho) fatum o destino. Según esta doctrina, todo sucede en el
universo y en la vida humana de una manera inmodificable, lo cual supone que efectos
predeterminados se presenten aun cuando se eviten las causas. Estando todo sometido a la necesidad
más absoluta (al destino), la actitud humana más consecuente será la de sometimiento, pasividad y
resignación. El destino del hombre se daría de una manera totalmente exterior e independiente de su
voluntad. Para el fatalista todo está escrito en virtud de algún oráculo (fatum) emitido por una divinidad.
La única actitud sensata sería aceptarlo sumisamente y con una obediente resignación, pues tal
destino no se puede modificar.

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Determinismo astrológico:
El fatalismo no sólo se relaciona con creencias religiosas, sino también con supersticiones y creencias
mágicas basadas en la acción de los astros. Según este tipo de fatalismo, el destino de cada uno está
escrito en el Zodiaco, el cual determina nuestro comportamiento y nuestro futuro según el mes, día y
hora en que nacimos.

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Determinismo psíquico:
Hay una razón detrás de cada acto, pensamiento y sentimiento. Todo lo que hacemos, pensamos,
decimos y sentimos es una expresión de la mente: la mente consciente o inconsciente. En su libro
Psicopatología de la vida cotidiana, Freud introdujo la idea de que los pequeños “accidentes” de la
vida diaria con frecuencia son expresiones del inconsciente motivado, como llamar a alguien por un
nombre equivocado, perder una vita y romper algo que pertenece a otro.

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Determinismo biológico:
Este tipo de determinismo considera que los genes y la herencia determinan completamente el futuro
de una persona. Aunque quisiéramos cambiar, no podríamos, porque estaríamos determinados por
nuestra información genética. Si siguiéramos con todo rigor esta doctrina, podríamos hacer una
inferencia muy sencilla y predeterminar la vida de cada ser humano, pues, una vez conocido el tipo de
familia, abuelos, ascendientes, etc. de los que procede, podríamos saber con exactitud la conducta y
comportamiento de toda su vida.

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Determinismo Geográfico
Las condiciones ambientales y climáticas; el tipo de suelo y de vegetación; la temperatura, altitud,
humedad, etc., son factores que determinan el comportamiento del hombre. Para estos deterministas
el haber nacido en determinada región condiciona completamente nuestra conducta y nuestro carácter.
Si el clima en el que me tocó nacer fue adverso, tendré las condiciones para enfrentar las
circunstancias adversas (pues siempre he tenido que estar enfrentando condiciones geográficas y
climáticas desfavorables); si el clima que me correspondió fue suave y benigno, seré más bien débil
para enfrentar las circunstancias (pues el ambiente geográfico no me ha exigido mucho esfuerzo).

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Determinismo Social
Muchos planteamientos de la sociología dan por supuesto que los comportamientos sociales no son
ni voluntarios ni conscientes, y que el objeto de esta disciplina consiste justamente en descubrir las
leyes a las que obedecen las fuerzas que actúan en la sociedad. Así, según Durkheim, los hechos
sociales se explican por otros hechos sociales y éstos deben tratarse como si fueran cosas. Las leyes
estadísticas o probabilísticas, aplicadas a la conducta individual o social nos darían estimaciones
precisas del comportamiento humano. Si fallan éstas es porque se ha hecho una observación
insuficiente.

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Determinismo intelectual:
Sócrates consideraba que no había hombres malos sino ignorantes y que nadie hacía el mal a
sabiendas. Según el ateniense, los hombres no son malos por una mala voluntad, sino por ignorar la
virtud. Si fuéramos coherentes con esta doctrina, deberíamos sostener, entonces, que una persona,
al instruirse en la virtud, quedaría tan convencida que siempre seguiría el bien. Una vez educada la
humanidad, ya no habría maldad ni vicios. Pero es evidente que, aun siendo expertos.

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